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TEMA
El Liderazgo Educativo para la Dirección
Esquema
escenarios de
Liderazgo y
futuro
Liderazgo y líderes
Liderazgo en los
educativos
sistemas
Concepto
liderazgo
de
Ideas clave
Para estudiar este tema deberás leer las páginas 73-87 del libro de Arias, A.R y
Cantón, I. (2006). El liderazgo y la dirección de centros educativos. Barcelona:
Editorial Davinci. El capítulo está disponible en el aula virtual en virtud del artículo
32.4 de la Ley de Propiedad Intelectual.
También debes leer las páginas 183-214 del libro de Montero, A (2012). Proyecto
de dirección y ejercicio directivo. Madrid: Wolters Kluwer. El capítulo está
disponible en el aula virtual en virtud del artículo 32.4 de la Ley de Propiedad
Intelectual.
Liderazgo se deriva del verbo inglés to lead, que podíamos traducir como guiar,
conducir o mostrar el camino. Se distingue de otros conceptos tradicionales y que
no son sinónimos. Poco tiene que ver con el poder de mando y obediencia, al que lo
asociaba Max Weber, uno de los grandes teóricos sobre el fenómeno de la dominación y
la autoridad. En el enfoque que presentamos, liderazgo se asocia más con la
capacidad de influencia interpersonal, no con la idea mando, orden u
obediencia.
El sociólogo alemán Max Weber asociaba, en buena parte, liderazgo con autoridad. El
enfoque tradicional de la teoría de las organizaciones tiende a confundir liderazgo con
autoridad, pero la literatura posterior los diferencia. Veamos, sucintamente, estas
diferencias.
En muchos países, en los centros educativos, las directoras y los directores de hoy en
día, tiene ante sí nuevos retos y desafíos, impensables hace escasas décadas.
La revolución tecnología y de las comunicaciones, la modificación de las pirámides de
edad, la formación continuada, los nuevos y viejos valores, la mescolanza, y el enfoque
de la calidad en entornos cada vez más competitivos, hace que los directores gestionen
escenarios cambiantes y movibles donde hace falta algo más que el seguidismo del
ordeno y mando.
Todos los estudios sobre efectividad escolar vienen demostrando que el liderazgo en
los centros educativos es un factor determinante. Ningún estudio riguroso relaciona
escuelas efectivas con ausencia de liderazgo, con la rutina tradicional de la vieja
escuela.
¿Por qué no es lo mismo liderar que dirigir? Son cuestiones distintas. El liderazgo, en
cierta forma, representa la autoridad informal, que pone el énfasis en recursos
emocionales, incluso espirituales, en la capacidad comunicativa, en sugerir y conducir
de forma compartida. En cambio, la dirección es la autoridad institucional más formal,
orientada a la gestión, a los recursos físicos, a los materiales, centrada, en definitiva, en
la administración del centro escolar. El líder alza la vista, mira al horizonte; el
director, en cambio, tiende a centrar la vista en lo más inmediato.
Dirigir # Liderar
» Carisma: debe ser entendido como una demostración de ser capaz de generar
confianza, lealtades y compromisos compartidos. El líder transformacional es aquel
que es capaz de entusiasmar, de transmitir confianza y respeto. Esta idea de carisma
dista de la weberiana, entendida como atributo personal que emerge,
fundamentalmente, en tiempos de crisis. La honestidad y la coherencia cierran el
círculo del carisma transformacional.
Tal y como podemos concluir al estudiar este cuadro, dirigir supone ocupar y ejercer
unas responsabilidades en la gestión y el mando de una organización. El director
ejercita su influencia a través de la posición que ocupa en la estructura, concentra un
poder legítimo que administra. El líder, en cambio, puede ocupar, o no, un cargo
directivo. Frecuentemente, los líderes tienden a tener seguidores más que
subordinados, y su influencia se fundamenta en su poder personal.
Mientras que un director escolar es el capitán de un barco, aquel que dirige la nave; el
líder es quien decide a dónde va el barco y transmite la seguridad al pasaje de que van a
llegar bien al destino.
No es suficiente solo con ser competente con lo que hacemos, hay que ir
más allá. Por ejemplo, algunos de los problemas más usuales en la dirección de los
centros educativos radican en encontrarnos con una dirección suficientemente
competente, pero que transmite poco entusiasmo, o que es incapaz de conseguir que el
centro escolar sea una identidad compartida, un centro de referencia. Esto último se
observa con más intensidad, si cabe, en los centros públicos más que en los privados, en
la medida que la rotación de la dirección y unas competencias y estímulos limitados,
llevan a inhibir la consecución de determinados resultados y una relativa implicación
por parte del equipo directivo. Esta última afirmación no siempre es extensible a todos
los países. Por ejemplo, en países del norte de Europa los centros públicos son centros
punteros en el liderazgo escolar
Si tuviésemos que generar un relato visible para distinguir el director del líder escolar, y
utilizando la analogía, podemos decir que mientras un director es el capitán de un
barco, aquel que dirige la nave, el líder es quien decide a dónde va el barco y
transmite la seguridad al pasaje de que van a llegar bien al destino.
En definitiva, podemos concluir este epígrafe afirmando que mientras que los gestores
son necesarios, los líderes resultan del todo imprescindibles.
El esfuerzo por imaginar el futuro, por diseñar el futuro que queremos alcanzar, forma
parte de la imaginación directiva de cualquier profesional implicado en su profesión.
En el momento que imaginamos futuros, los estamos creando en nuestra
mente y nos activamos hacia él, sea cual sea el futuro que imaginamos. Si lo
visualizamos negro o catastrófico, se activarán una disponibilidad diferente que si lo
imaginamos receptivo y positivo.
El futuro se construye en la mente. Los líderes, los visionarios, son los que se avanzan a
lo que puede suceder y lo hacen con el convencimiento de servicio a la comunidad.
Nuestra implicación con los estudiantes no acaba cuando salen del centro, su
trayectoria futura nos importa y se convierte en un excelente indicador de nuestro
trabajo. Sea cual sea el estilo, y la herramienta básica para la implantación de la calidad
en los centros escolares, la sociedad del conocimiento conlleva un cambio en la
interpretación de la función de la escuela. Debe existir, además, la filosofía del servicio
posventa. El modelo de Alumni, o comunidad de exalumnos, es un claro ejemplo de
cómo el vínculo con nuestros estudiantes se mantiene una vez que han salido del
centro.
Calidad Profesionalidad
Ahora, y en el futuro, saber orientarse es algo muy útil. Siempre lo ha sido. Encontrarse
en un mapa o ver en un plano el Usted está aquí resulta clave. Leer e interpretar unas
coordenadas ayuda a decidir el rumbo. Al hablar de escenarios de futuro sucede lo
mismo. Los mapas del futuro no están escritos. Los creamos entre todos y los
imaginamos conjuntamente. Los líderes tienen un papel fundamental en este cometido.
Los líderes son los que, realmente, crean futuros. Tener un sentido práctico de la
orientación y una cierta capacidad de anticipación para visualizar cosas que pueden
suceder, resulta impagable.
Visto los condicionantes a los que se enfrenta la labor directiva, y los escenarios de
futuro, imposibles de acotar con precisión, las capacidades mínimas que debería
exigirse al liderazgo de los centros escolares son las siguientes:
director o líder durante veinticuatro horas al día, no solo cuando está abierto el
centro escolar.
Capacidades técnicas
Habilidades
comunicativas
Gestionar conflictos
Entrega total a la
misión
Arias y Cantón (2006) concluyen afirmando que: «Como síntesis, señalamos que la
excelencia educativa, convertida en una faceta del paradigma del nuevo líder directivo
educacional, se alcanza, a través de un proyecto visionario y compartido por los
seguidores […]» (p. 76).
El buen guía nunca olvida que el centro de atención de la labor directiva no es otro que
el aprendizaje y la educación de los estudiantes. Incentiva el cambio y posibilita
recursos para que la comunidad educativa trabaje mejor.
Cada vez son más los profesionales, empresas, gobiernos o instituciones de todo tipo
que usan los análisis de prospectiva o el pensamiento estratégico para reflexionar sobre
la conveniencia, tanto a nivel personal, profesional o colectivo, de imaginar el futuro y
hacerlo con rigor, huyendo de limitantes predicciones sobrenaturales o de proyecciones
mecánicas y técnicas. Unos y otros invitan a prever y conducir el cambio en vez de
resistirse a él. Los buenos líderes, los que buscan un bienestar colectivo para el grupo,
sin marginar a nadie, e integrando a todos, son imprescindibles; los malos, los que lo
hacen a costa de otros, no.
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En un pequeño pueblo del norte de Francia, el 30 % de los 7000 habitantes está en paro
a causa de la crisis. Daniel, de 40 años, es el director y profesor de la escuela infantil
que, sin eludir sus propios problemas personales, y desatendido por las autoridades e
instituciones públicas, se enfrenta a problemas de gran calado.
+ Información
A fondo
Pont, B., Nusche, D., Moorman, H. (2010). Mejorar el liderazgo escolar. Política y
práctica, 1, 3-199.
Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.oecd.org/edu/school/44374937.pdf
Webgrafía
http://ec.europa.eu/education/index_es.htm
Bibliografía
López-Yáñez, J., Sánchez M., Murillo, P., Lavié, J.M. y Alropiedi, M. (2003). Dirección
de Centros Educativos. Madrid: Editorial Síntesis.
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