Sobre Antígona
Sobre Antígona
Sobre Antígona
Facultad de Psicología
Diplomatura en ética y salud mental
Ciclo lectivo 2019
Mgster Clara Alvarez
Mail: clararosaaalvarez@gmail.com
Este mito, según Steiner (1987), ha realizado una travesía por occidente: se ha destacado
en el Renacimiento y cada vez que se sitúa en la historia, la revalorización de lo que
especifica a lo humano. Se transmite el mito de Antígona, con modificaciones según el
contexto histórico social, pero hay una invariable, en la admiración por su heroísmo…¿qué
nos enseña Antígona?
La tragedia tiene como tema trascendente el pago por la culpa o el error fatal en que se
incurre al caer en la desmesura (hybris). Para Steiner se encuentran cinco constantes de
conflicto, propias de la condición humana: el enfrentamiento entre hombres y mujeres,
entre la senectud y la juventud, entre la sociedad y el individuo, entre vivos y muertos, entre
los hombres y Dios ( o dioses).
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los miembros de la familia humana”. Algo le preocupó siempre: la falta de interés por
fundamentar los derechos, pues para él, como filósofo, era una negativa a reflexionar sobre
la naturaleza humana. Charles Malik propuso a la comisión redactora del proyecto de
Declaración la valoración de cuatro principios básicos: la dignidad inherente del ser
humano por encima de la pertenencia a cualquier grupo nacional o cultura; la libertad de
pensamiento y de conciencia como una de las más sagradas e inviolables posesiones del
individuo; el rechazo de cualquier presión procedente del Estado, de la religión o de otros
entes para coaccionar la libertad individual y la afirmación de que la conciencia de la
persona, tanto en los grupos como en los individuos, es el juez competente. De ahí que el
resultado final de la libertad, según Malik, es, ante todo, el derecho a ser alguien.
Porqué, luego de 2500 años, ¿Antígona es la obra de teatro más representada? Mucho más
que cualquier obra de Shakespeare….. La obra de Sófocles se ha podido presentar en
cualquier momento y lugar, incluso en la Francia de 1944.Mediante el uso inteligente del
lenguaje, el dramaturgo Jean Anouilh logró que su versión de la obra de Sófocles fuera
aceptada por los censores nazis durante la ocupación alemana de Francia, a pesar de que
seguía siendo inequívocamente una reflexión sobre la sumisión y la resistencia del poder y
el control. Mientras estaba preso, Nelson Mandela, el héroe del movimiento contra el
Apartheid en Sudáfrica, también actuó en una versión de Antígona producida en Robben
Island. Y más cercano a nuestros tiempos, Olivier Py montó Antígona, en 2015, con presos
de la cárcel de Avignon-Le Pontet, Francia, y los actores-reclusos "entendieron
profundamente esta idea de que un hombre sigue siendo un hombre, independientemente
de lo que haya hecho". Para las refugiadas sirias en el campo de Shatila, Líbano, quienes
actuaron en una versión de Antígona creada por Mohammad al Attar, fue un reflejo de sus
luchas cotidianas. En su versión de la obra, Al Attar entreteje experiencias de las refugiadas
sirias que participaron en la producción, y -sin proponérselo- encontró que varias
compartían la misma angustia de Antígona por no poder enterrar a sus seres queridos. La
idea de honrar a nuestros muertos es fundamental, ningún edicto, ninguna ley, puede
cambiarla.
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Sobre la Obra de Sófocles y el abordaje propuesto por Steiner
Argumento
Contexto: Edipo, rey de Tebas cuando descubre que se ha casado con su madre (Yocasta),
tal y como decía el oráculo, se arranca los ojos con un alfiler del vestido de su madre y
abandona la ciudad acompañado de su hija Antígona. Había tenido cuatro hijos: dos
varones, y dos mujeres. Edipo, antes de su destierro, lanza una maldición sobre el trono y
anticipa que los hermanos se darán muerte en una lucha por el trono. Por ello, Polinices y
Eteocles, acordaron turnarse anualmente en el trono tebano; pero, tras el primer año,
Eteocles no quiso ceder el turno a su hermano, por lo que el primero se alió a sus vecinos y
llevó un ejército argivo contra Tebas. Los hermanos se dieron muerte mutuamente.
A) Prohibición de sepultar a Polinices: La obra se inicia cuando Antígona, hija del rey
Edipo, cuenta a su hermana Ismene que Creonte (su tío), actual rey de Tebas, impone la
prohibición de hacer ritos fúnebres al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplar por
traición a su patria. Antígona pide a Ismene que le ayude a honrar el cadáver de su hermano,
pese a la prohibición de Creonte. La horrible herencia de desgracias ligadas a Edipo sugiere
que las dos hermanas están soldadas, acopladas fusionadas por un solo ser, como ocurrió
con Eteocles y Polinices. Esa fusión perpetúa las uniones siniestras de la casa de Layo.
Antígona exige la unidad de una sola cabeza. La consanguineidad, la indiferenciación, eso
las fusiona. Su parentesco es un crimen. Hermana e hijos de Edipo, hijos y nietas de Yocasta.
Antígona vive en la memoria del drama intolerable causado por su padre, de aquel de
quien surgió esa cepa que acaba de ser arrasada, vive en el hogar de Creonte a quien
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aborrece, bajo su ley y no lo soporta. Plantea a Ismene una resolución, que su hermana en
esta oportunidad rechaza, lo cual deja a Antígona sola frente a su decisión y acto. Esta se
niega por temor a las consecuencias de quebrantar la ley. Antígona reprocha a su hermana
su actitud y decide seguir con su plan.
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- Antígona y los discursos: su confrontación con Creonte. La posición de Creonte
denota su firmeza en mantener la ley que condenaba a muerte a quien diera sepultura a
Polinices, que había atacado a Tebas. El dilema de Creonte no fue la ley en sí, sino verse
obligado a aplicarla sin concesiones a su propia sobrina, hija de su hermana Yocasta,
agregando de este modo una nueva tragedia a la historia desgraciada de su propia familia.
Una perspectiva de análisis, de la confrontación entre Antígona y Creonte es la disparidad
de discursos. Creonte es claro en su discurso sobre Polinices: es el único que habla sobre las
intenciones de Polinices: dirige la furia a ese Polinices, diciendo que venía a desvastar la
tierra de su padre, a matar a sus conciudadanos y reducirlos a esclavos……, por lo que da su
orden: “Ese bellaco. fratricida, traidor y tiránico ha de quedar insepulto para ser pasto de
las aves de rapiña y de los perros.” Su discurso es desde una posición Amo. El discurso de
Creonte pone empeño en que el coro y la ciudadanía adhieran a su causa despótica… Ahora,
…. le creemos? son sus palabras, es su apreciación sobre Polínices….Cuestión a poder ser
articulada con las representaciones sociales y las funciones de poder que sitúan lugares
alienantes para los sujetos.. y si….abrimos los oídos? Descubrimos, con los aportes de
Steiner, que el registro de Creonte es el de la guerra, el de la poesía épica. Es otro orden de
discurso el de Antígona. Como decíamos, su voz surge de una noche dolorosa y desolada,
en la que pierde a sus hermanos…… rechaza las “verdades de la guerra” , nos plantea que
la lucha es un desastre dentro de una estructura más amplia: la del parentesco y la fidelidad
trascendente. Hay un abismo entre el discurso de Creonte y de Antígona. ¿Que promueve
la posición de Antígona? Este abismo estructural nos permite considerar los conflictos en
tensión, que abren a la dimensión de si es posible distinguir lo propio respetando lo otro, lo
extraño. Sostener la tensión, que es irreductible, puede ser fecundo. Aquí es presentado en
su dimensión trágica. Creonte y Antígona muestran una condición dividida y polémica, al
decir de Apollinaire, Hombre y Mujer dos universos diferentes.
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niega a verla y sale precipitadamente. Antígona va camino a su muerte y, si bien no se
arrepiente de su acción, ha perdido la altivez y resolución que mostraba antes, al dar
muestras de temor ante su muerte. La humanización de Antígona resalta el dramatismo del
momento.
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encontrar a su prometida muerta. Quedó abrazado a ella mientras moría. Creonte aún tiene
que soportar otra desgracia más, pues al volver a palacio con su hijo muerto en brazos, es
informado de que su esposa Eurídice también se ha suicidado al conocer las noticias por un
mensajero. Es curioso como Creonte desprecia los valores de la juventud que representa su
hijo, y sólo se vuelve prudente con los comentarios de Tiresias y los ancianos. Si se hubiese
ocupado primero de Antígona, quizás llegaba a tiempo, pero decidió empezar por el
cadáver…. La obra finaliza con un alegato a la prudencia, el arte de tomar decisiones morales
razonables pero inciertas:
“Con mucho, la prudencia es la base de la felicidad. Y, en lo debido a los dioses, no hay que
cometer ni un desliz. No. Las palabras hinchadas por el orgullo comportan, para los
orgullosos, los mayores golpes; ellas, con la vejez, enseñan a tener prudencia”. El coro
finaliza con un llamado a obrar con prudencia y respetar las leyes divinas.
Reflexionamos sobre la naturaleza de las relaciones de poder, los valores que se reclaman,
y como los adultos:
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b) Provocan segregación: También se manifiesta una incidencia patológica de
posiciones estigmatizantes, advirtiendo sobre las representaciones sociales. Un aspecto a
remarcar en este análisis es la posición de Creonte: - el lugar en el discurso que le da a
Polinices y sus consecuencias, que analizamos en el apartado B: “Ese bellaco. fratricida,
traidor y tiránico ha de quedar insepulto para ser pasto de las aves de rapiña y de los
perros.” y - su posición respecto de qué es una mujer, que se ilustra cuando Antígona afirma
“Yo no he nacido para compartir el odio sino el amor”, Creonte le contesta sin miramientos
“Entonces, si tienes que amar, hazlo bajo tierra. Mientras yo esté vivo, no me mandará una
mujer”. Y lo mismo vuelve a hacer cuando le dice a su hijo Hemón: “La obediencia salva a
los pueblos que están bien dirigidos. Por eso hay que apoyar las órdenes de los que mandan
y nunca ceder ante una mujer. Es mejor, si fuera necesario, caer ante un hombre que oír
decir que hemos sido vencidos por una mujer”….Se trata de abrir la escucha. Esas posiciones
en el discurso y desde un lugar de poder, alienan.
Esta oscuridad nos grita desde hace 3000 años, dice Steiner…Los Horrores de la
guerra….jóvenes sin proyectos, suicidas….abrimos nuestros oídos?.
A diferencia de los políticos modernos "que nunca aceptan que cometieron un error",
señala la exministra de Cultura de Grecia, Creonte intenta enmendar el daño. Pero llega
dolorosamente tarde. Tanto él como Antígona pagan el precio más alto por las decisiones
que tomaron y arrastran a sus seres queridos a las profundidades del desconsuelo, no sin
antes habernos llevado a cuestionar todo... en el siglo V a. C., en el siglo XXI d. C. y, muy
probablemente, en los que vendrán".