Anestesia en Oftalmología
Anestesia en Oftalmología
Anestesia en Oftalmología
Residente Anestesiología
Asesor epidemiológico
2015
1
TABLA DE CONTENIDO
2. MARCO TEÓRICO 6
4. METODOLOGÍA 25
4.5. Variables 26
2
5. ASPECTOS ÉTICOS 30
6. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES 32
7. PRESUPUESTO 32
8. RESULTADOS 33
9. DISCUSIÓN 53
10. CONCLUSIONES 59
11. BIBLIOGRAFIA 62
12. ANEXOS 66
3
1. PLANTEAMIENTO DE LA PREGUNTA Y JUSTIFICACIÓN
Durante los últimos años, se ha observado un cambio importante en cuanto a la cirugía oftálmica
y las técnicas anestésicas utilizadas, hacia técnicas regionales y/o locales, permitiendo el aumento
de las indicaciones quirúrgicas en los pacientes con mayores comorbilidades, obteniendo una
mejor analgesia postoperatoria y comodidad, disminución en la incidencia de complicaciones
postoperatorias, favoreciendo así la cirugía ambulatoria en este tipo de pacientes.
El rol del anestesiólogo ha venido en aumento en este campo, debido a que en años previos el
oftalmólogo realizaba tanto la técnica anestésica como el procedimiento quirúrgico, con mayor
riesgo de complicaciones. En las últimas décadas, las técnicas anestésicas oftálmicas han
evolucionado hacia bloqueos peribulbares con el objetivo de mejorar la seguridad del paciente,
asociado a la realización de estas en adecuadas condiciones permitiendo los mejores resultados
posibles y disminuyendo al máximo posibles complicaciones. De este modo, el anestesiólogo ha
participado en este ámbito para realizar una técnica adecuada, efectiva, cómoda para el paciente y
cirujano, con adecuada monitorización y la mayor seguridad disponible.
Revisando los resultados promisorios en estudios con técnicas de punción única y el uso del
bloqueo cantal medial como técnica alternativa única para la técnica de punción doble o la
inyección única ínfero-temporal se hace importante la profundización en este tema.
4
En nuestra institución, se cuenta con una amplia experiencia en cuanto al uso de técnicas regionales
con punción única asociado a volúmenes anestésicos bajos, en comparación a lo revisado en la
literatura a nivel mundial, por lo que se realizará una descripción de la experiencia institucional
para aportar al conocimiento del tema, en pro de aumentar la seguridad al disminuir el riesgo de
eventos adversos y mejorando la satisfacción del paciente.
5
2. MARCO TEÓRICO
El primer uso registrado de anestesia local para un procedimiento quirúrgico ocular, es el descrito
por un oftalmólogo austríaco, Karl Koller (1858 - 1944), mediante la instilación de cocaína dentro
del saco conjuntival, como una recomendación de Sigmund Freud. 1 2
Durante las últimas décadas, ha habido un cambio muy grande en torno a la cirugía ocular y a las
técnicas anestésicas asociadas, dirigiéndose hacia técnicas loco-regionales, permitiendo aumentar
las indicaciones operatorias en los pacientes de edad avanzada y con antecedentes
cardiovasculares y respiratorios importantes, mejor analgesia postoperatoria con reducción en la
incidencia de complicaciones postoperatorias, no ausentes, y facilitando la rotación de quirófanos
y el aumento de la cirugía ambulatoria en este tipo de pacientes. 1 2
6
Es común afirmar que la anestesia oftálmica debe garantizar la akinesia, la analgesia y la hipotonía
ocular. De estos tres objetivos, la analgesia es el más importante,3 mientras que la akinesia depende
del tipo de práctica y del requerimiento quirúrgico.2 5 Con la aplicación del anestésico local, este
difunde y dependiendo de la dispersión, puede ocurrir anestesia y/o akinesia, con diferentes grados
en el aumento del tono ocular. Para valorar lo anterior, se dispone de diferentes parámetros que se
mencionarán a continuación.
Analgesia: respuesta subjetiva a los diferentes estímulos que se realizan en el área ocular, se define
según la IASP (2011) como una “experiencia desagradable, en lo sensorial y emocional, que
se asocia a una lesión tisular real o posible, o que se describe en función de dicha lesión”. Varía
mucho según el umbral de dolor de cada paciente. En algunos estudios encontrados, se intenta
volver objetiva la valoración, con la realización de escalas analgésicas reconocidas a nivel
mundial, entre estas la aplicación de escalas nominales o verbales (dolor leve, moderado o intenso),
escalas numéricas (1 a 10 o 100) o la escala visual análoga.6
Hipotonía: la presión intraocular puede ser medida por manometría o tonometría. La manometría
o medición directa incluye la canulación de la cámara anterior y se usa en investigaciones clínicas.
7
La tonometría de aplanamiento o medición indirecta, se basa en el principio que la presión en una
esfera llena de líquido es igual a la fuerza requerida para aplanar parte de la membrana. En la
práctica diaria se usa de forma subjetiva la valoración de la presión intraocular con la sensación
de aumento del tono obtenido con palpación digital. 8
2.1. Anatomía
Las órbitas se describen con una forma piramidal, con su vértice apuntando hacia la fosa craneal
media, creando un mecanismo protector a las estructuras orbitarias.1 Sus paredes interna y externa
forman un ángulo de aproximadamente 45º, el eje mayor de la órbita forma con el eje visual un
ángulo de 23º (gráfico 1)1. El volumen orbitario es aproximadamente de 26 mL en la mujer y de
28 - 30 mL en el hombre, con importantes variaciones interindividuales. El volumen medio del
globo ocular es de 6,5 mL. La profundidad de la órbita se encuentra entre 42 y 54 mm. Por sus
paredes discurren numerosas estructuras nerviosas y vasculares, además de los anexos oculares. 1
5
8
Gráfico 1. Anatomía orbitaria
(tomado de Parness1)
La escotadura supraorbitaria se localiza en el punto de unión entre el tercio interno y los dos
tercios externos del borde superior y la escotadura infraorbitaria entre el tercio externo y los dos
tercios internos del reborde inferior. 5
La parte posterior de la órbita tiene tres orificios que permiten el paso de los nervios y los vasos
desde el ojo y sus estructuras anexas hacia el espacio intracraneal. El nervio óptico penetra en la
órbita por el agujero óptico, acompañado de la arteria oftálmica. Por la hendidura orbitaria superior
pasan las venas oftálmicas, los nervios lacrimal, frontal, nasociliar y los pares craneanos IV, III,
VI. Por la hendidura orbitaria inferior pasa el nervio maxilar superior.1
La cavidad orbitaria contiene siete músculos con el objetivo de movilizar el globo ocular y el
párpado superior, los cuales son: elevador del párpado superior, recto superior, recto inferior, recto
lateral, recto medial, oblicuo superior y oblicuo inferior, con diferentes acciones para ser valoradas.
(Tabla 2) 10
9
Tabla 2. Músculos de la cavidad orbitaria (adaptado de Remington)10
Los cuatro músculos rectos nacen del tendón de Zinn y se extienden hasta el hemisferio anterior
del globo ocular insertándose en la esclerótica, por detrás del limbo; delimitan un espacio cónico
en la región posterior del globo ocular llamado espacio intraconal o retrobulbar, relleno de tejido
adiposo por donde discurren numerosos elementos vasculares y nerviosos, siendo el nervio óptico
el eje de este espacio. 1 11
El espacio extraconal o peribulbar, se relaciona al espacio existente por fuera de los músculos
rectos intraoculares. 5 10 Estos dos espacios teóricos son de vital conocimiento para la aplicación
de las técnicas anestésicas regionales usadas en oftalmo – anestesia.
El ojo presenta una forma esférica irregular; su parte anterior, constituida por la córnea, sobresale
formando un segmento de esfera de menor radio que el resto del globo ocular. El ecuador es un
círculo perpendicular al eje longitudinal del ojo, situado a igual distancia de ambos polos (anterior
y posterior). 5
10
El diámetro antero-posterior o longitud axial, que se puede determinar mediante la ecografía
ocular, es la distancia que existe desde el borde anterior de la córnea a la superficie interna de la
retina y mide alrededor de 20 – 25 mm.1
La pared del globo ocular está constituida por tres membranas concéntricas: de afuera hacia
adentro, la esclerótica (o esclera) y la córnea, la úvea (coroides, iris y cuerpo ciliar) y la retina.
El contenido del globo ocular, también denominado medio transparente del ojo, incluye el
cristalino, situado por detrás del iris, el humor acuoso, que llena el espacio existente entre la córnea
y el cristalino, y el humor vítreo. 5
El cristalino divide el ojo en dos segmentos: segmento anterior y segmento posterior. El segmento
anterior se compone del iris, el humor acuoso, el sistema de drenaje, el cuerpo ciliar, la córnea y
el cristalino; este segmento a su vez está dividido por el iris en cámara anterior y cámara posterior,
con tránsito fluido de humor acuoso entre ellas. El segmento posterior está formado por la
esclerótica, la coroides, la retina y el cuerpo o humor vítreo.
El limbo esclerocorneal es la zona en la que se unen la esclerótica y los componentes del ángulo
iridocorneal en la periferia de la córnea. En la parte más profunda de esta zona se encuentran el
sistema trabecular y el conducto de Schlemm, que es un conducto venoso anular que rodea la
córnea, que sirve de sitio de drenaje del humor acuoso como uno de los puntos de control de la
presión intraocular. 10
La cápsula de Tenon es una membrana fibrosa con forma de cúpula que recubre toda la parte
esclerótica del globo ocular. Se debe considerar como una expansión de las vainas musculares de
los rectos, con las cuales se continúa. Por delante la cápsula de Tenon se fusiona con la conjuntiva,
deteniéndose al llegar al perímetro de la córnea. La cara interna de la cápsula de Tenon está
separada de la esclerótica por un espacio relleno de un tejido celular laxo, conocido como espacio
de Tenon, el cual es un espacio virtual. Por detrás, la cápsula de Tenon se inserta alrededor del
conducto óptico.1 11
11
2.1.3. Los anexos oculares
Los anexos oculares incluyen los párpados, la conjuntiva, el aparato lacrimal y las vías lacrimales.
Los párpados superior e inferior están separados entre sí por la hendidura u orificio palpebral. Se
unen por sus extremos formando las comisuras o cantos externo e interno. La piel que recubre las
carúnculas recibe el nombre de surco cantal interno y externo. El surco o pliegue palpebral separa
la parte orbitaria de la parte ocular del párpado. La cara posterior de los párpados está constituida
por conjuntiva, la cual se refleja sobre la superficie anterior del globo ocular formando el fondo de
saco oculoconjuntival o fórnix. 5 10
El ojo y sus estructuras anexas están inervados por los nervios craneales II a VII, que garantizan
la visión, la motricidad, la sensibilidad y el control nervioso vegetativo. 1
El nervio óptico se encarga del mecanismo de la visión. Los nervios craneales III, IV y VI dan
motricidad a los músculos intraoculares, responsables de los movimientos oculares. El nervio
facial inerva el músculo orbicular de los párpados. El nervio trigémino, fundamentalmente a través
de su rama oftálmica, es el nervio sensitivo del ojo y sus estructuras anexas. El sistema
parasimpático interviene en la acomodación, la miosis y la secreción lacrimal. La estimulación
simpática produce midriasis. 1
La arteria oftálmica rama de la arteria carótida interna, aporta la irrigación al ojo; la arteria central
de la retina, una división terminal de esta irriga la retina, con alto riesgo de lesión si se produce
obstrucción.1 10
12
2.2. Fisiología de la presión intraocular
La presión intraocular (PIO) se define como la presión que ejerce el contenido del globo ocular
sobre sus paredes. La PIO normal oscila entre 10 y 20 mmHg, con fluctuaciones diurnas de 2 a 3
mmHg. Este valor de PIO mantiene la forma del globo y las propiedades ópticas de las superficies
de refracción. Un aumento permanente de la PIO, compromete la visión al provocar isquemia del
nervio óptico. 12
Para medir la PIO se utilizan diversas técnicas como se describió anteriormente, siendo la más
usada la tonometría de aplanamiento (tonómetro de Goldmann o de Perkins), aunque en la práctica
se utiliza la palpación digital como medida subjetiva de su valor. 1 8
En las variaciones de la PIO predominan los factores que modifican el volumen intraocular. El
cuerpo vítreo es un gel acuoso cuyo volumen apenas varía a corto plazo. Los factores
fundamentales son los cambios en el humor acuoso y el volumen sanguíneo coroideo. 12
13
El volumen sanguíneo coroideo varía principalmente con los cambios en la presión venosa central
por congestión de las venas coroideas y una disminución del drenaje a través de las venas
epiesclerales. La presión arterial apenas influye, ya que el flujo sanguíneo a través de la arteria
oftálmica dispone de un mecanismo de autorregulación. 8
La hipercapnia dilata las venas coroideas e incrementa la PIO, la hipoxemia la aumenta, pero
menos que la hipercapnia; no obstante, las fluctuaciones de la PaCO2 y la PaO2 que se suelen
observar durante la anestesia sólo tienen un efecto moderado sobre la PIO. 10
Por definición, el concepto de PIO sólo se aplica cuando el globo ocular está cerrado. Tras la
abertura quirúrgica o traumática del globo ocular, la PIO se equilibra con la presión atmosférica.
En este caso, cuando aumenta el volumen del contenido intraocular, se puede producir una salida
del contenido ocular a través de la incisión quirúrgica o la herida.
Son muchos los factores quirúrgicos que pueden incrementar la PIO. La irrigación intraocular con
una solución electrolítica, las manipulaciones del globo ocular, los restos de sustancias
viscoelásticas que quedan en la cámara anterior por el bloqueo trabecular o la presencia de gases
expansivos en el cuerpo vítreo son factores que pueden incrementar la PIO.
La inyección de anestésico local durante un bloqueo regional incrementa la PIO, la cual puede
alcanzar valores superiores a 40 mmHg. La presión se suele normalizar al cabo de varios minutos
debido a la difusión del anestésico local. La compresión ocular favorece esa difusión, cuidando de
no sobrepasar una presión mayor de 30 mmHg por el riesgo de compromiso de la perfusión
retiniana y/o lesión isquémica del nervio óptico.1 13 14
14
En el periodo postoperatorio se observan aumentos transitorios de la PIO durante los accesos de
tos, la náusea y el vómito. Estas fluctuaciones no tienen efectos perjudiciales sobre el ojo intacto,
ya que son amortiguadas por los cambios de volumen del humor acuoso. 15
Para las anestesias retrobulbar y peribulbar se utilizan las mismas agujas. Sus principales
características son el tamaño (las más utilizadas actualmente son de calibre 25), la longitud
(estudios anatómicos han demostrado que las agujas que miden más de 31 mm son peligrosas, por
el riesgo de lesión de estructuras intraorbitarias), el tipo de bisel (no se ha evidenciado que el tipo
15
de bisel, punzante o romo, influya en el riesgo de perforación accidental del globo ocular) y la
forma (recta o curvada, sin reporte específico en la literatura sobre mayor seguridad de alguna
sobre la otra).1 5 En la práctica institucional, se usa de manera establecida una aguja de calibre 26,
de 25 mm de longitud, bisel punzante con una pequeña curvatura a la aguja de forma manual.
En cuanto a anestésicos locales, los usados a nivel mundial son: prilocaína, mepivacaína,
etidocaína, lidocaína y bupivacaína. La solución anestésica más utilizada es una mezcla a partes
iguales de lidocaína al 2% y bupivacaína al 0.5 – 0.75%2 (mezcla estandarizada para utilizar en los
bloqueos anestésicos en la institución). Con esta asociación se consigue una inducción rápida de
la anestesia con un efecto prolongado. Esta mezcla garantiza una analgesia quirúrgica de una
duración media de 90 minutos, pero con analgesia residual que suele prolongarse durante 3 o 4
horas. 1 11
Se describe en la literatura el uso de múltiples coadyuvantes para mejorar la calidad y duración del
bloqueo anestésico, como adrenalina, clonidina, opioides tipo fentanilo, relajantes
neuromusculares, hialuronidasa, entre otros, con resultados clínicos variables1 2, motivo por el cual
no se adiciona ningún tipo de coadyuvante a la mezcla anestésica establecida en la institución.
La preparación del paciente incluye el posicionamiento en decúbito supino. Antes de toda anestesia
periocular es necesario corroborar la lateralidad, examinar el ojo, verificar su tamaño (longitud
axial), observar el aspecto, valorar la movilidad del globo ocular y los párpados, la valoración
subjetiva y/u objetiva del tono ocular (PIO). Se deposita anestésico local en el surco conjuntivo -
palpebral inferior, para anestesiar la conjuntiva y la córnea. Para desinfectar la piel periorbitaria y
la conjuntiva se emplea una solución yodada.
16
en pacientes con alguna contraindicación para su uso, según la indicación del anestesiólogo
asignado a cada caso.
La anestesia retrobulbar fue la primera (y durante mucho tiempo la única) técnica de anestesia
regional utilizada para la cirugía oftalmológica, y continúa siendo el “gold standard”. Fué descrita
inicialmente por Knapp en 1884, usando cocaína al 4% para una enucleación, y 50 años después
fué reintroducida por Labat y Atkinson con el advenimiento de los anestésicos locales, inicialmente
prilocaína. Se han propuesto diversas modificaciones de técnicas retrobulbares (técnica de Braun
o de Peuckart, entre otras), pero la de Atkinson sigue siendo la más utilizada en la actualidad. 20 21
Es una anestesia intracónica: con una punción única en la región ínfero – temporal, se inyecta una
pequeña cantidad de solución anestésica en el espacio intraconal redirigiendo la aguja posterior a
superar el ecuador del ojo, 3 – 5 mL por detrás del globo ocular hacia el eje óptico a una
profundidad aproximada de 30 mm previa aspiración negativa, induciendo ligera protrusión del
globo ocular (gráfico 2 y 3)1 22 El cuidadoso posicionamiento de la aguja es de vital importancia
para evitar complicaciones. 5 23 24
La anestesia peribulbar data de 1986 propuesto por Davis y Mandel, y se basa en el concepto del
compartimento de difusión del anestésico local por la ausencia de barreras definidas entre el
espacio intraconal y extraconal, asociado a la aplicación de un volumen de anestésico suficiente.
Es una anestesia extracónica: se inyecta una cantidad mayor de solución anestésica alrededor del
globo ocular (6 – 12 mL) y por fuera del cono muscular. Se han reportado tasas de falla en la
técnica de hasta 50% en la literatura. 5 20
17
En la técnica convencional descrita, se administran dos inyecciones transpalpebrales para saturar
los espacios de difusión, una punción ínfero-temporal y una punción supero-nasal, las cuales se
describirán a continuación. 23 26
La punción ínfero – temporal se efectúa en el tercio externo del borde superior del reborde orbitario
inferior. La aguja penetra perpendicular al párpado y al plano ecuatorial del globo ocular, el cual
debe encontrarse en una posición neutra; se desvía unos 20 o 30º hacia arriba y ligeramente hacia
adentro, hasta una profundidad de 25 a 30 mm, quedando entre el cono muscular y la pared
orbitaria. Se le pide al paciente que mire a la derecha e izquierda para verificar que la aguja no se
encuentra dentro de un músculo ni en la esclerótica. Tras efectuar una prueba de aspiración
negativa, se inyectan entre 5 y 10 ml de anestésico. Se debe detener la inyección al percibir un
aumento del tono ocular y/o una disminución de la movilidad ocular. (gráfico 2 y 3)1 22
18
Gráfico 2. Técnicas
anestésicas regionales
(tomado de Parness)1
Se han propuesto numerosas variantes de técnicas para inyección múltiple, así como bloqueos
complementarios, sin que ninguna de ellas haya demostrado superioridad real basado en la revisión
de la literatura. Se diferencian por el lugar, el número de las punciones, volumen de anestésico
local y por el tipo de aguja utilizada. 25 27
En cuanto a la técnica con inyección única, las más utilizadas o reportadas, son la inyección
temporal inferior (descrita anteriormente) y la inyección caruncular o cantal interna (técnica
peribulbar), aunque los reportes en la literatura son escasos en este aspecto, refiriéndose esta última
20 26 22
más como bloqueo complementario que como técnica única anestésica. (gráfico 4 ) La
punción supero-nasal se evita por el alto riesgo de punción vascular. 16 24
La técnica cantal o caruncular interna, se describe como una inyección a través de la conjuntiva
del canto medial, medial a la carúncula, siguiendo la aguja un trayecto paralelo a la pared medial
de la órbita. Se inyecta anestésico local (aproximadamente 5 – 7 ml) seguido de compresión ocular.
1 21
Ghali, compara en su estudio la técnica peribulbar de inyección única con punción múltiple para
cirugía de catarata, observando similar efectividad con menor volumen de anestésico local
administrado. 28
19
En la literatura tenemos poca información en cuanto al uso de cualquiera de las técnicas anestésicas
descritas en inyección única como técnica anestésica oftálmica.
Alhassan et al, a través de la colaboración Cochrane, realiza una revisión sistemática de la literatura
comparando la técnica retrobulbar y peribulbar en cuanto a anestesia más segura y efectiva. Los
resultados no son concluyentes en beneficiar una técnica sobre otra. 9
Ripart et al,29 realiza un estudio clínico que incluyó 151 pacientes programados para cirugía
oftálmica de corta duración para valorar la efectividad de la técnica cantal medial en inyección
única; dentro de sus resultados se encuentran volúmenes de anestésico local de 8.6 ± 1.7 mL, con
puntajes de akinesia de 11.6 (puntaje máximo 12) con requerimiento de refuerzos en el 9.2% de
casos anotando que la mayoría se realizaron en la fase inicial del estudio, probablemente por la
poca experiencia con el uso de la técnica.
Samir et al, reporta su experiencia sobre el uso del abordaje pericaruncular en pacientes con
miopía, aplicando 6 mL de anestésico local, requiriendo 25% de refuerzo para adecuadas
condiciones quirúrgicas, logrando 91% de acinesia adecuada. No reportaron complicaciones
mayores con altos niveles de satisfacción operatoria por los pacientes y cirujanos. 30
Rizzo et al, realiza su estudio incluyendo 857 pacientes para varios procedimientos oftalmológicos
con abordaje percutáneo medial, inyectando 5 – 6,5 mL de lidocaína 2%, con bloqueo motor mayor
a 80% en 78,6% de pacientes a los 5 minutos y 100% de anestesia quirúrgica adecuada. No se
reportan complicaciones serias. 31
Deruddre et al, reporta el primer estudio clínico prospectivo comparando la técnica clásica de
inyección doble con inyección cantal medial única para cirugía de catarata. Dentro de los
resultados reporta menor dolor con la aplicación de la técnica cantal y menor cantidad de agente
anestésico, con puntajes de akinesia y necesidad de reinyección similar en los dos grupos. 22
Calvache y colaboradores, realizan en nuestro país un pequeño estudio (137 pacientes incluidos)
para valorar la eficacia y seguridad de la técnica anestésica caruncular medial como técnica de
punción única para diferentes procedimientos oftalmológicos con un volumen de anestésico local
bajo (5 mL). Los resultados son prometedores, con un 92% de pacientes que alcanzaron un
20
adecuado umbral anestésico para cirugía pero requiriendo 26,3% de los pacientes punciones de
refuerzo, atribuyendo este hecho probablemente a la poca experiencia en el uso de la técnica. La
complicación más frecuente fue dolor en el sitio de punción (16%), y también se presentó quemosis
(3%). 32
En los reportes de la literatura anteriores, se puede mencionar el aumento de fallo en las técnicas
de punción única asociado de forma relevante a la poca experiencia en las técnicas usadas,
principalmente el abordaje cantal interno y a pesar de ello, se demuestran resultados prometedores
en el uso de esta técnica como inyección única para anestesia regional ocular que es lo que se ha
observado en la experiencia institucional. Con lo anterior se pretende realizar una valoración
objetiva de la experiencia institucional y aportar al conocimiento del tema, con el objetivo de
aumentar la seguridad del paciente al disminuir eventos adversos y mejorar la satisfacción de este.
Tipo de técnicas
anestésicas regionales
C Cantal interna
P1 Infero – temporal
P2 Supero – nasal
2.3.1.3. Complicaciones
Aunque son raras, pueden comprometer la visión del ojo y en algunos casos poner en peligro la
vida del paciente. Las complicaciones se reportan de manera más frecuente con la anestesia
retrobulbar y la punción supero - nasal, debido a la mayor densidad de nervios y vasos sanguíneos
21
en el sitio de posicionamiento de la aguja, motivo por el cual ha disminuido su realización a nivel
mundial como técnicas anestésicas. 1 2
Dentro de los factores de riesgo tenemos: múltiples punciones, técnica transconjuntival, punción
supero – nasal, aumento longitud axial del globo ocular (miopía, longitud axial > 26 mm), cirugía
ocular previa, longitud de la aguja, entre otros. 34
2.3.1.4. Contraindicaciones
Dentro de las contraindicaciones de las técnicas regionales, se deben tener en cuenta las descritas
como absolutas en relación a cualquier técnica regional (alergia conocida a anestésicos locales,
infección en los sitios de punción y/o marcada inflamación, no aceptación de la técnica por el
paciente). 1
22
de Parkinson, o temblor senil, claustrofobia, enfermedad de Alzheimer, demencia, enfermedades
psiquiátricas, paciente poco colaborador), niños, pacientes con dificultades en la comunicación
(hipoacusia), pacientes con diátesis hemorrágica, cirugías oculares previas o masas intraorbitarias,
fracturas orbitarias, duración de la cirugía, nistagmus. 1 2
23
Describir la calidad del bloqueo de las diferentes técnicas anestésicas regionales
peribulbares usadas para cirugía de catarata en la FOSCAL en el periodo de Febrero a
Mayo de 2015.
4. METODOLOGÍA
24
Estudio de cohorte retrospectivo llevado a cabo en la Fundación Oftalmológica de Santander -
Clínica Carlos Ardila Lulle, institución prestadora de salud de cuarto nivel en los meses de Febrero
a Mayo de 2015 hasta completar el número de pacientes requerido.
25
• Pacientes mayores de 18 años candidatos a cirugía electiva de catarata con anestesia
regional peribulbar en la FOSCAL durante la realización del estudio.
• Pacientes con conocimiento de lesiones de pares craneanos (III, IV, VI) o de músculos de
la cavidad orbitaria que cambien la valoración del bloqueo.
• Pacientes con aumento de presión intraocular evidenciado que dificulten la medición de
este parámetro
4.5. Variables
26
inadecuada respuesta al
bloqueo inicial
VARIABLES DEPENDIENTES
Nivel de akinesia Puntaje obtenido según la Valor medido según Cuantitativa, de razón
aplicación del sistema de puntaje de Brahma
Brahma
Valoración de Estimación del nivel de dolor Sin dolor severo Nominal, dicotómica
analgesia durante el intraoperatorio Con dolor severo (escala
verbal)
Medición PIO Medición de la presión Medición subjetiva digital Dicotómica nominal
intraocular Medición objetiva con
tonómetro (valor)
Volumen de anestésico Cantidad de anestésico local Mililitros Cuantitativa, de razón
local utilizado usado durante la realización
del bloqueo anestésico
Eventos adversos / Es la lesión o daño no Listado de eventos Eventos adversos /
complicaciones intencional que se le produce adversos o complicaciones
inmediatas a un paciente mientras se le complicaciones inmediatas
atiende. inmediatas evidenciados
27
• Los investigadores conocen la metodología de recolección de la información.
• Se cuenta con una técnica estandarizada para el sujeto observado según el protocolo
establecido en la unidad de oftalmología (realización de técnica aséptica en sitio operatorio,
listas de chequeo, tipo de mezcla anestésica, tipo de aguja para bloqueo, tipo de sedación)
• Sesgo de información: las personas encargadas en realizar la intervención del estudio son
diferentes a los que realizan la evaluación, sin realizarse cambios a la técnica escogida por el
anestesiólogo asignado al caso. Debido a que son múltiples personas encargadas de anotar la
información pueden existir variaciones en la forma de anotación, pérdida de información
secundaria (datos incompletos) a un estudio de tipo retrospectivo.
• Sesgo de selección: se incluirán todos los pacientes que cumplan los criterios en el periodo
de tiempo establecido hasta completar el tamaño de muestra.
• Sesgos de confusión: las variables de confusión se controlan con los criterios de exclusión,
sin embargo las comparaciones que se realizarán serán bivariadas por lo tanto las conclusiones
de este estudio pueden tener un potencial sesgo de este tipo por lo que no se pueden extrapolar
los resultados como válidos para definir causalidad puesto que el tamaño de muestra fue
calculado con el objetivo de un estudio descriptivo. Aunque es viable hacer un estudio
analítico es improbable ya que requiere un tamaño de muestra mayor al calculado.
28
a Mayo de 2015 hasta completar el número determinado de muestra, previa identificación de los
pacientes a incluir según los criterios de inclusión y exclusión.
Los datos obtenidos de la información recolectada se digitaran en una base de datos electrónica
de Microsoft Excel 2010, por parte de los investigadores a cargo del estudio.
Los datos se procesarán en una base de datos elaborada en Microsoft Excel 2010 y para el análisis
estadístico se usará el programa Stata 11.2.
Dentro del análisis estadístico se calcularán medidas de tendencia central y variabilidad para
variables continuas y las frecuencias para las variables cualitativas. Las comparaciones entre
grupos se harán mediante prueba de x2 y t de student o pruebas no paramétricas según la
distribución de las variables.
5. ASPECTOS ÉTICOS
29
La investigación en humanos se realizó respetando los derechos fundamentales de la persona y los
postulados éticos que afectan a la investigación biomédica con seres humanos, siguiendo los
contenidos de la Declaración de Helsinki y de la asociación médica mundial.
Esta investigación no generó amenaza sobre la integridad física de los pacientes incluidos en el
estudio, de la misma manera se guarda la confidencialidad debida.
De acuerdo con los principios establecidos en la Declaración de Helsinki, las Pautas CIOMS y en
la Resolución 008430 de Octubre 4 de 1993, y debido a que esta investigación se considera como
sin riesgo, y en cumplimiento con los aspectos mencionados con el Artículo 6 de la descrita
Resolución, este estudio se desarrollará conforme a los siguientes criterios:
30
• Siendo esta una investigación sin riesgo, basada en registros en historia clínica en físico y
medios electrónicos, según la Resolución 008430 de Octubre 4 de 1993, Artículo 16,
Parágrafo 1, el comité de ética podrá dispensar al investigador del diligenciamiento del
consentimiento informado.
• Las personas participantes como objeto de estudio no recibirán incentivos económicos por
participar en el mismo.
6. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
ACTIVIDADES RESPONSABILIDADES
31
Mes Mes Mes Mes Mes Mes
1–4 5 – 10 11 12 13 14
Búsqueda bibliográfica Grupo de trabajo
7. PRESUPUESTO
32
Análisis Estadístico 1.500.000.00 Investigadores, epidemiólogo UNAB
TOTAL 5.200.000.00
8. RESULTADOS
• Anestesia general: 9%
• Anestesia peribulbar 64%
• Anestesia local / tópica con o sin sedación: 27%
No se encontró en el registro revisado reporte del tipo de bloqueo anestésico realizado en las
técnicas peribulbares ni información relacionada como complicaciones en relación a los bloqueos
regionales en la institución, motivo del presente estudio.
Se recolectaron datos de 328 pacientes mayores de edad que cumplían los criterios de inclusión,
sometidos a cirugía de catarata en la FOS en el periodo comprendido entre Febrero y Mayo del
presente año con anestesia regional peribulbar. La información recolectada se organizó en el
formato de recolección de datos (anexo B) para una mejor organización y procesamiento.
Dada la recolección de información desde registros electrónicos, se perdieron diferentes datos los
cuales se mencionan en el transcurso de la presentación de resultados, no siendo relevante debido
33
a que dentro del cálculo de tamaño de la muestra se incluyó la previsión de pérdida de información,
lo cual corresponde a menos del 10% de los datos recolectados.
En relación a la edad, el promedio fue de 69.5 años con una mediana de 70 años, un mínimo de 42
y un máximo de 93 años, respectivamente. Se organizó por grupos etáreos para una más fácil
revisión (Gráfico 4), siendo la mayor parte adultos mayores de 60 años (279 pacientes) con pico
de edad entre 70 y 79 años (41.46%).
El sexo femenino obtuvo una ligera mayoría representando el 53.35% de pacientes recolectados
en comparación al sexo masculino con un 46.65%(Gráfico 5).
34
Gráfico 5. Distribución por sexo
Al clasificar grupos de edad por sexo se encontraron los datos mostrados a continuación (Gráfico
6).
35
En cuanto a datos antropométricos, se tuvo en cuenta datos de peso, talla y el cálculo de índice de
masa corporal (IMC) para intentar encontrar alguna correlación con los objetivos del estudio. El
peso promedio fue de 67,5 Kg con mediana de 68 Kg, un mínimo de 38 Kg y un máximo de 116
Kg, con 14 datos perdidos. La talla promedio encontrada fue de 162 cm, con una mediana de 163
cm, un valor mínimo de 140 cm y uno máximo de 184 cm, con 15 datos no registrados. Con
respecto al IMC, el promedio y mediana calculados fué de 25,5 con un valor mínimo de 16 y
máximo de 42,1 con imposibilidad de calcular 16 datos. La información se agrupa en la tabla 4.
Se distribuyeron los valores de IMC en rangos según valores del The National Institutes of Health
para una mejor interpretación, encontrando la gran mayoría de pacientes (171) en el rango de IMC
normal y sobrepeso con 86.9%(Gráfico 7).
36
Teniendo en cuenta la clasificación de la American Society of Anesthesiology (Anexo A), la
mayoría de los pacientes llevados a este tipo de procedimientos fueron clasificados como ASA 2
representando el 85.06% (279 pacientes). Los pacientes ASA 1 fueron 9.76% (32 pacientes) y
ASA 3 fueron 5.18% (17 pacientes).
En cuanto a la lateralidad del sitio quirúrgico los resultados fueron similares entre bloqueo de ojo
derecho con 51.52% (169 pacientes) y ojo izquierdo con 48.48% (159 pacientes) sin diferencia
significativa (Gráfico 9).
37
Gráfico 9. Distribución por
lateralidad sitio quirúrgico
38
Según el número de punciones realizadas para lograr los objetivos anestésicos deseados, se
encontró que la mayoría de bloqueos anestésicos peribulbares se realizaron con punción única
representando en 64.94% en comparación a punción múltiple con 35.06% (Gráfico 11).
Al revisar el tipo de bloqueo realizado, se observó que el cantal interno fue el más frecuente con
un valor de 61.28%, seguido por el ínfero-temporal asociado a supero-nasal representando el
35.06% y el ínfero-temporal 3.35%. El bloqueo ínfero-temporal asociado a cantal interno solo se
realizó en una oportunidad, motivo por el cual no se incluye en varios análisis posteriores (Gráfica
12). Solo se encontró registro de tres pacientes con sensación de dolor intenso durante la aplicación
del bloqueo anestésico.
39
Gráfico 12. Distribución por tipo
de bloqueo realizado
El volumen de anestésico local utilizado fue en promedio 4.37 ml, con mediana de 4 ml, un valor
mínimo de 2 y máximo de 7 ml, respectivamente. En el 85% de los casos (279 pacientes) se usó 4
o 5 ml de anestésico local (38.11% y 46.95%, respectivamente) en el bloqueo inicial estipulado
por el anestesiólogo asignado a cada caso (Gráfica 13).
40
Gráfico 13. Distribución por
volumen de anestésico local
De los casos considerados inicialmente con PIO alta, en ocho de ellos se administró manitol para
disminución de la PIO inicial y solo se canceló una cirugía (una en la que se realizó tonometría, el
otro caso se convirtió a anestesia general) y en el caso inicialmente considerado como normal con
tonometría alta se canceló el procedimiento.
41
Gráfico 14. Distribución
por medición subjetiva
PIO
42
Al realizar una revisión detallada de los cuatro movimientos oculares evaluados (superior, inferior,
medial y lateral), se muestra que la akinesia lateral completa (puntaje de 0) se obtiene en menor
porcentaje (54.89%) en comparación a los otros movimientos oculares (88.64%, 90.54% y
90.22%), con el mayor reporte de ningún grado de bloqueo (puntaje de 3) en 2.21% de los casos
en relación a los otros movimientos oculares revisados con 0.63% cada uno (Gráfico 16).
En el 98.17% (322) de los pacientes no hubo necesidad de realizar refuerzo anestésico al encontrar
condiciones adecuadas para el procedimiento propuesto.
Se realizaron 6 refuerzos anestésicos con punción única, 5 cantal interno y uno ínfero-temporal.
Los seis refuerzos anestésicos se realizaron sin dolor intenso percibido por el paciente.
Los motivos de los refuerzos fueron: tres por inadecuado bloqueo inicial según puntaje de Brahma
(de siete puntajes iniciales altos) y tres por petición del cirujano a pesar de un adecuado puntaje
inicial, logrando en todos los casos puntaje final menor a seis.
43
Al revisar el tipo de bloqueo inicial realizado que requirió refuerzo, se encontraron cuatro bloqueos
cantales, un bloqueo ínfero-temporal y un bloqueo ínfero-temporal más supero-nasal.
El volumen de anestésico local utilizado en los refuerzos fue de 2 ml en cinco de los casos y de 1
ml en el otro caso. El volumen total de anestésico local (bloqueo inicial más refuerzo) fue en
promedio de 6 ml, con un valor mínimo de 5 ml y uno máximo de 7 ml.
La medición subjetiva de PIO posterior al refuerzo fue catalogada como normal en los seis casos,
pero se realizó tonometría en un caso por indicación del oftalmólogo con un valor de 30 mmHg
motivo por el cual se canceló el procedimiento.
Los descripción detallada se menciona a continuación: tres pacientes se cancelan por PIO alta, dos
pacientes requieren anestesia general (uno por PIO alta y otro por claustrofobia), tres pacientes
presentan quemosis (todos asociado a bloqueo cantal interno) y dos pacientes con sangrado (un
hematoma palpebral y una hemorragia conjuntival) sin repercusión en la realización del
procedimiento, otro paciente desarrolla taquicardia supraventricular sin respuesta a masaje
carotídeo y requiere manejo con metoprolol endovenoso (en relación a bloqueo inferotemporal
mas superonasal), y en el periodo post-operatorio inmediato se presenta un paciente con dolor
severo.
44
Gráfico 17. Distribución del
reporte de complicaciones
Se clasificó el grado de akinesia en tres niveles según puntaje de Brahma para una mejor
representación: bloqueo completo con puntaje de 0, bloqueo parcial con puntajes de 1 a 6 y bloqueo
inadecuado con puntajes de 7 a 12, y se comparó con diferentes variables tanto independientes
como dependientes.
En la relación del nivel de akinesia según sexo no se encontraron diferencias significativas en los
tres niveles de bloqueo evaluado (p > 0,05) aunque se puede evidenciar una ligera tendencia a un
bloqueo inadecuado en el sexo femenino (Tabla 5. Gráfico 18).
45
Gráfico 18. Relación
nivel de akinesia
según sexo
En la comparación del nivel de akinesia con grupos de edad, los resultados no arrojaron
diferencia significativa que evidencie una asociación de la profundidad del bloqueo en
relación a la edad (p = 0.81). En la tabla 6 y gráfico 19 se puede observar de forma más
detallada los resultados obtenidos, con promedios de edad similares en los diferentes
subgrupos pero amplia variabilidad de los sujetos evaluados.
46
Gráfico 19. Comparación
nivel de akinesia con edad
90
80
Edad (años)
70
60
50
40
Al revisar la posible relación de nivel de akinesia según IMC no se halló diferencia significativa
al evaluar los tres grados de profundidad del bloqueo revisados (p = 0,5), aunque al detallar los
resultados se observa un ligero aumento del IMC en el subgrupo de bloqueo inadecuado (tabla 7,
gráfico 20).
47
Gráfico 20. Relación nivel de
akinesia con IMC
40
35
30
IMC
25
20
15
En la revisión de los resultados de nivel de akinesia según clasificación ASA, se puede evidenciar
una tendencia a un bloqueo inadecuado (puntaje > 6) en pacientes catalogados como ASA 3, sin
encontrar diferencia significativa en el análisis de los resultados con una p = 0.431 (Gráfico 21).
48
Al analizar el nivel de akinesia por subgrupos en relación a la lateralidad del sitio quirúrgico y
encargado de realizar el bloqueo regional no se encontraron diferencias significativas, con valores
de p de 0.79 y 0.14, respectivamente. Los resultados en detalle se pueden revisar en las gráficas
22 y 23.
49
Al comparar si algún tipo específico de bloqueo regional efectuado generó un mejor nivel de
akinesia no se encontró diferencia estadísticamente significativa (p = 0.06, tabla 8).
Al realizar una revisión más detallada de los resultados, se muestra que la akinesia hacia los cuadrantes
superior, medial e inferior obtuvieron los mejores reportes en todos los tipos de bloqueos realizados y la
akinesia hacia el cuadrante lateral los menores puntajes, probablemente por disminución en la difusión
del anestésico local.
Teniendo en cuenta los diferentes bloqueos, aunque no hay diferencia significativa se observa que el
bloqueo cantal interno con punción única y el ínfero-temporal + supero-nasal con dos punciones, tienen
mejores puntajes de akinesia, en comparación al bloqueo ínfero-temporal. Lamentablemente el bloqueo
50
ínfero-temporal + cantal interno solo se realizó en una oportunidad con akinesia del 100% en todos los
cuadrantes evaluados, pero los resultados no se pueden comparar (Gráfico 24, 25 y 26).
51
Gráfico 26. Relación nivel de
akinesia con bloqueo IT + SN
SNSNinterno
52
7
Gráfico 27. Relación nivel de
akinesia con volumen de AL
6
Volumen AL (mL)
5
4
3
2
Por otro lado, al revisar si en un tipo de bloqueo regional se utiliza un mayor volumen de anestésico
local se encontraron los siguientes resultados. En promedio, en el bloqueo cantal interno se utilizó
4 ml, en el ínfero-temporal 3 ml, en el ínfero-temporal + supero-nasal 5 ml y en el ínfero-temporal
+ supero-nasal 4 ml, con menor volumen de anestésico local en los bloqueos de punción única
(Tabla 10). Al realizar el análisis estadístico, se encontró diferencia significativa al comparar los
diferentes tipos de bloqueo en relación al volumen de anestésico local usado: cantal interno con
ínfero-temporal (p = 0.009), cantal interno con ínfero-temporal + supero-nasal (p = 0.006) y el
ínfero – temporal con ínfero-temporal con supero-nasal (p = 0.04).
53
9. DISCUSIÓN
Tanto las técnicas quirúrgicas como la anestesia oftálmica han cambiado notoriamente durante las
últimas décadas permitiendo ampliar la seguridad de los procedimientos con mejores resultados,
donde el anestesiólogo ha tenido un papel primordial. 1 2 3 4
Dada la amplia experiencia institucional en técnicas regionales oftálmicas, se realizó este estudio
como una búsqueda retrospectiva para proveer una evaluación global y como precedente respecto
al tema para estudios posteriores al describir el estado de la práctica actual en la institución.
Se recolectaron datos de 328 pacientes que cumplían los criterios de inclusión del presente estudio
sometidos a cirugía de catarata en la FOS con anestesia regional peribulbar según el cálculo de
tamaño de muestra realizado, con pérdida de algunos datos durante la recolección los cuales son
esperados y se incluyeron en el cálculo del tamaño de la muestra por lo cual no se considera
relevante en el análisis. No se presenta variación importante en cuanto al tipo de sedación utilizada,
la técnica aséptica, tipo de aguja, uso de coadyuvantes ni la mezcla de anestésico local ya que estos
se realizan sin cambios relevantes según la forma establecida en la institución, para que pudiesen
54
interferir con el análisis de datos. A continuación se discutirán los resultados encontrados en el
presente estudio.
Se encontró una ligera mayoría del sexo femenino con el 53.35%. El mayor número de pacientes
se encuentran en un rango de IMC considerado como normal y sobrepeso con un valor de 86.9%.
Según el riesgo anestésico clasificado por la ASA, se evidencia una superioridad en pacientes
clasificados como ASA 2 con el 85%, y adicionando pacientes ASA 3 suman el 90.24%
evidenciando el aumento de la complejidad de estos pacientes actualmente, como se describe en
la literatura. 1 2
El bloqueo cantal interno fue el más frecuente con un reporte de 61.28%, seguido por el ínfero-
temporal asociado a supero-nasal con 35.06% y el ínfero-temporal 3.35%. El bloqueo ínfero-
temporal asociado a cantal interno solo se realizó en una oportunidad, por lo cual no se incluye en
la mayoría de los análisis. Estos resultados difieren notoriamente con lo revisado en la literatura,
donde la inyección temporal inferior es la técnica con punción única más frecuente y la inyección
caruncular o cantal interna se refiere más como un bloqueo complementario, con preferencia en el
uso de técnicas de punción múltiple en los estudios de revisión. 20 26
Solo se encontró el reporte de tres pacientes con sensación de dolor durante la aplicación del
bloqueo anestésico en relación a lo encontrado por Deruddre. 22
55
El volumen de anestésico local utilizado fue en promedio 4.37 ml, con uso de 4 o 5 mL de
anestésico en el 85% de los casos en los diferentes tipos de bloqueos anestésicos. Este resultado
varía de la mayoría de reportes encontrados sobre el volumen de anestésico local utilizado en los
diferentes bloqueos anestésicos para lograr un adecuado campo quirúrgico según puntaje de
Brahma, como por ejemplo: Ripart 29 con volúmenes de anestésico local de 8.6 ± 1.7 mL, Samir
30
aplicando 6 mL de anestésico local, Rizzo 31 inyectando 5 – 6,5 mL; relacionándose mejor a lo
22
encontrado por Deruddre y por Calvache 32 con menor cantidad de agente anestésico utilizado
con la técnica cantal como técnica de punción única.
7
Teniendo en cuenta el puntaje de akinesia según la clasificación de Brahma se obtuvo un
promedio de puntaje de 0.93, con un 2.21% de valores con puntaje mayor a 6 el cual se considera
el máximo aceptado como un adecuado campo quirúrgico. En el 52.05% el puntaje fue de 0
evidenciando la gran experiencia institucional con los bloqueos peribulbares como técnica
anestésica. Al detallar los diferentes movimientos oculares evaluados según Brahma7, la akinesia
lateral se obtiene en menor porcentaje (54.89%) en comparación a los otros movimientos oculares
(88.64%, 90.54% y 90.22%), con el mayor reporte de ningún grado de bloqueo en 2.21% de los
casos en relación a los otros movimientos oculares revisados (0.63%) lo cual se puede relacionar
a una menor difusión del anestésico local con la realización del bloqueo.
Se requirió la aplicación de refuerzo anestésico en el 1.83% de los casos (tres por inadecuado
campo quirúrgico y tres por petición del cirujano de mejorar el campo a pesar de un puntaje inicial
aceptable), siendo el bloqueo anestésico inicial que necesitó refuerzo cuatro bloqueos cantales, un
bloqueo ínfero-temporal y un bloqueo ínfero-temporal más supero-nasal, sin encontrar diferencia
significativa. Estos resultados son comparativamente menores a lo reportado por los principales
56
estudios a nivel mundial (Ripart 29 con requerimiento de refuerzos en el 9.2% de casos, Samir 30
32
con 25% de refuerzo para adecuadas condiciones quirúrgicas y Calvache con un 92% de
pacientes que alcanzaron un adecuado umbral anestésico para cirugía pero requiriendo 26,3% de
las veces punciones de refuerzo) todo lo anterior referido posiblemente hacia falta de experiencia
por el personal encargado de realizar los bloqueos anestésicos. Se han reportado tasas de falla en
la técnica de hasta 50% en la literatura. 5 20
El volumen de anestésico local utilizado en los refuerzos fue muy bajo, entre 1 y 2 mL con un
volumen total de anestésico (bloqueo inicial más refuerzo) en promedio de 5 – 7 mL, acorde a lo
descrito en varios estudios revisados, con un evento de cancelación del procedimiento por PIO
alta. 2 25
Las complicaciones descritas en relación a las diferentes técnicas anestésicas regionales son raras,
pero pueden comprometer la visión del ojo y en algunos casos poner en peligro la vida del paciente.
1 2
Por facilidad se agrupan en complicaciones sistémicas relacionadas a toxicidad sistémica por
anestésico local y complicaciones limitadas a la órbita y su contenido en relación a la técnica
anestésica. 33
57
La discusión de resultados del análisis bivariado se presenta a continuación. Se clasificó el grado
de akinesia en tres niveles según puntaje de Brahma para una mejor representación y se comparó
con diferentes variables tanto independientes como dependientes.
Cuando se revisa a detalle los resultados del nivel de akinesia en relación a los diferentes
cuadrantes de movimiento ocular evaluados, se evidencian puntajes inferiores hacia el cuadrante
lateral en todos los tipos de bloqueo evaluados en relación a los excelentes puntajes en los otros
cuadrantes, posiblemente por inadecuada difusión del anestésico local hacia esta zona.
A pesar que no se encontró diferencia significativa, se observa que los bloqueos cantal interno
(punción única) e ínfero-temporal + supero-nasal (dos punciones) obtienen mejores puntajes de
nivel de akinesia, teniendo en cuenta que al aumentar el número de punciones se pueden generar
mayores complicaciones y discomfort por el paciente según lo revisado en la literatura 34, aunque
en el presente estudio no se evidenció en los resultados estas variables. Debido a que el bloqueo
ínfero-temporal + cantal interno solo se realizó en una oportunidad con nivel de akinesia del 100%
en todos los cuadrantes evaluados, los resultados no se pueden comparar pero se podría ampliar
en próximas investigaciones.
Se evidencian excelentes resultados en cuanto a nivel de akinesia con el bloqueo cantal interno
con punción única a diferencia de lo descrito en la literatura asociado probablemente a la elevada
experiencia institucional.
58
necesidad de refuerzo anestésico fue muy bajo (1.83%), y en general, los volúmenes de anestésico
local utilizados fueron bajos en relación a la literatura.
Al revisar el volumen de anestésico local utilizado en cada tipo de bloqueo anestésico, se evidencia
menor volumen usado en los bloqueos de punción única (cantal interno 4 mL e ínfero – temporal
3 mL), posiblemente relacionando la menor efectividad del bloqueo ínfero – temporal con este
bajo volumen de anestésico local utilizado.
Se encontró diferencia significativa al comparar los diferentes tipos de bloqueo con el volumen de
anestésico local usado, con mayor volumen de anestésico en bloqueos con punción múltiple (5
mL).
En los reportes de la literatura antes nombrados, se puede mencionar el aumento de fallo en las
técnicas de punción única asociado principalmente a la poca experiencia en las técnicas usadas,
principalmente el abordaje cantal interno con resultados favorables en el presente estudio en cuanto
a excelente efectividad en asociación a volumen de anestésico local bajo, posiblemente por la
experiencia institucional.
59
10. CONCLUSIONES
Dentro de las variables independientes, se encontró primacía de los pacientes mayores a 60 años
con ligera mayoría del sexo femenino y de pacientes con comorbilidades (ASA 2 y 3). No hubo
diferencia significativa en cuanto a la lateralidad del sitio quirúrgico ni profesional encargado de
realizar el bloqueo anestésico.
Los bloqueos con punción única fueron predominantes en relación a la punción múltiple, con
mayor frecuencia del bloqueo cantal interno probablemente por la gran experiencia institucional,
con excelentes resultados de efectividad.
El volumen de anestésico local utilizado fue menor en comparación a estudios revisados, con un
promedio de 4.37 mL en los diferentes tipo de bloqueo anestésico en relación a la gran proporción
de pacientes, el tiempo adecuado esperado para la realización de la evaluación de la akinesia y la
pericia de los especialistas encargados.
La medición subjetiva de PIO se encontró en un gran porcentaje dentro del rango normal, con una
sobresaliente correlación con la evaluación del oftalmólogo, con cancelación de dos pacientes por
PIO elevada después del bloqueo sin descartar una hipertensión intraocular previa ya que este
parámetro no se mide antes de la realización del bloqueo y otro paciente con medición de la PIO
posterior a la realización de refuerzo anestésico para mejorar el campo quirúrgico pero teniendo
en cuenta a la asociación de volúmenes anestésicos bajos en los tres casos con un máximo de 7
mL.
Según el puntaje de akinesia, solo en un 2.21% se encontró un valor inadecuado con un alto
porcentaje de puntaje de 0 evidenciado por la importante experiencia institucional con los bloqueos
peribulbares como técnica anestésica. Se evidenció menor bloqueo hacia el cuadrante lateral
60
posiblemente por menor difusión del anestésico local. Sin encontrar diferencia significativa, los
bloqueos cantal interno e ínfero-temporal + supero-nasal obtuvieron mejores puntajes de nivel de
akinesia. El bloqueo ínfero-temporal + cantal interno tuvo un excelente puntaje pero los resultados
no se pueden comparar dado que solo se realizó en una oportunidad.
La necesidad de refuerzo anestésico se requirió solo en 1.83% de casos, sin diferencia respecto el
tipo de bloqueo inicial realizado siendo un valor bajo en comparación a los reportes revisados, con
bajo volumen de anestésico local utilizado para esto.
En los resultados del presente estudio no se encontró relación entre las variables independientes
(edad, sexo, IMC, clasificación ASA, lateralidad del sitio quirúrgico ni profesional encargado del
bloqueo) y variables dependientes evaluadas (tipo de bloqueo anestésico, volumen anestésico
local, PIO, dolor), aunque se observó ligera tendencia para un bloqueo inadecuado en el sexo
femenino, personas con IMC mayor, pacientes ASA 3 sin resultados estadísticamente
significativos, a profundizar en investigaciones futuras.
61
Se muestran resultados favorables en el presente estudio en cuanto a una excelente efectividad en
el uso de técnicas con punción única en asociación a volumen de anestésico local bajo,
posiblemente por la experiencia institucional, aunque no se puede dar una recomendación sobre el
uso de una técnica anestésica peribulbar específica. Se encontró bajas tasas de complicaciones y
una muy buena efectividad con la técnica cantal interna.
Este trabajo muestra la importancia de llevar en detalle los registros de los diferentes actos
anestésicos realizados, para poder realizar diferentes análisis hacia la revisión y realización de
guías de manejo y protocolos institucionales, siendo este estudio un precedente para
investigaciones futuras.
Se requiere continuar con el proceso investigativo con estudios prospectivos para obtener
resultados significativos.
62
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66
12. ANEXOS
67
12.2 Anexo B: formato de recolección de datos
68
12.3. Anexo C: formato de consentimiento informado
69
70