Universidad Autónoma de la Ciudad de México

Nada humano me es ajeno

“Trabajo parcial de Estudios sociales e históricos II. Conservadores

y liberales. (Política conservadora).

Zared Jaramillo Mosqueda

Matrícula 20-003-1634
Grupo 311
Introducción
Lo que se encontrará en este texto será el contexto histórico de la formación del proyecto
liberal, así como el conservador, desde el fin del primer imperio mexicano hasta que los
liberales ganan con la república restaurada; también se explicará de manera general en que
consiste cada proyecto y lo que se buscaba para conformar la nación. Se pretende una
relación y entendimiento con el proyecto conservador de modo que se expondrá un discurso
en primera persona de manera que se mostrará la política que querían los conservadores en
el siglo XIX para liderar la nación y justificar por qué para ellos era mejor una república
centralista, se harán preguntas para cuestionar al proyecto liberal ; todo este trabajo se
construyó de los libros “Historia General de México” escrito por El Colegio de México,
“La Republica central en México, 1835-1846” escrita por Michael P. Costeloe,”México I
como se formó una nación” escrita por Miguel Ángel Gallo T., el ensayo “Conservadores
y liberales en México” escrito por François Chevalier, “ El pensamiento político de Lucas
Alamán” escrito por Moisés Gonzales Navarro, “El pensamiento conservador en el
nacimiento de la nación mexicana” por José Luis Soberanes Fernández y “historia de
México” por editorial Critica.

A.- Contexto histórico.

Cómo inicio, debemos recordar de dónde vienen tanto federalistas como centralistas; con
la consumación de independencia en 1821, el futuro imperio mexicano estaba en total
bancarrota, las mineras destruidas y abandonadas por la guerra, cerca de 600,000 hombres
murieron durante la guerra lo cual tenía inactiva la industria y agricultura y el poco
comercio se veía afectado por bandidos en las extensas y desconocidas regiones del país.
Ante la negativa de España de nombrar un emperador, Iturbide convence al congreso
provisional de ser coronado como el emperador, con la promesa de que ésta región era
bastante rica en recursos naturales, sólo debía ser bien administrada y entonces sería
atractiva para atraer a grandes capitales para impulsar su explotación, pero la inexperiencia
de Iturbide en la política, las pocas riquezas que tenía el imperio, los préstamos forzosos
que pedía el imperio, el constante aumento de impuestos y la disolución del congreso,
comenzó a crear descontento en los borbonistas (conservadores) que querían a un verdadero
rey europeo de una realeza que supiera como dirigir una monarquía y los republicanos
(liberales) que ya no querían formar parte de ése tipo de imperio, todo el optimismo de un
reinado glorioso como fue la nueva España empezó a desmoronarse. Así que Antonio
López de Santa Anna con el plan de Veracruz se levantó en armas para destituir al
emperador y lograr conformar una república.

Para 1824 se convocaría al congreso para crear la primera constitución y así formar la
nueva república. De aquí nacen éstas dos facciones, uno por diputados experimentados y
que conocían como funcionó la constitución de Cádiz de 1812 y respondía a sus
necesidades de protección de sus bienes y la segunda inspirados en la nación vecina a la
que le estaba funcionando muy bien su gobierno federalista a través de la unión de los
estados pues el territorio era demasiado extenso y mal comunicado.

B.-Generalidades de los proyectos: liberal y conservador.

Los federalistas lo que buscaban principalmente era establecer un proyecto de libre

mercado y la no intervención del gobierno queriendo igualar las instituciones
estadounidenses y su tipo de organización, buscaban estados soberanos que se unieran y
reconocieran autoridades superiores nombradas por todos los ciudadanos y estos estados
seguirían la misma constitución federal, cada uno de estos se rige por su constitución
política estatal con sus propias leyes y autoridades; los federalistas buscaban como fin
imponer cambios en la vida política, social, económica y cultural, siendo muy claros en sus
proyectos ambiciosos, era necesario destruir toda la vida heredada por la monarquía
española, las instituciones, clases privilegiadas y valores sociales divisores que se tenían e
imponer un nuevo orden de igualdad civil ante la ley, libertad de expresión, de creencia,
educación laica y científica, derogación de fueros y privilegios, redistribución de la riqueza,
soberanía popular, separación iglesia-estado, protección de la propiedad privada y un
gobierno democrático representativo que garantizaría la libertades individuales de todos los
ciudadanos. De esta forma se promulgarían leyes y cambios en la educación, quitarían
privilegios al ejército y a la iglesia católica, sobre todo la de la esta última, pues la
influencia que tenía sobre la sociedad, las tierras y las riquezas era omnipresente, era muy
necesario que los Federalistas tuvieran el control de la mayoría de las burocracias
nacionales, provinciales y locales para no tener una oposición a todas estas reformas
radicales, así como la de la educación. Esto convenia a los grupos sociales emergentes o de
clase media que buscaban posicionarse en puestos políticos altos y centrales.

Desde luego estas instituciones -el ejército y la iglesia- se vieron severamente afectadas con
todas estas reformas donde su posición privilegiada y sus riquezas estaban amenazadas,
leyes que ya no protegían sus fueros y obligaciones a pagar el odiado diezmo, esto provocó
que fueran los principales opositores de los Federalistas y sus políticas radicales, añadiendo
a todos los que fueron destituidos de sus cargos de poder por tener ideales centralistas.

De igual forma, muchos que apoyaban las ideas del federalismo, si bien estaban de acuerdo
con quitar ciertos privilegios a la iglesia y el ejército, no querían cambios radicales pues se
temía el extremismo de las reformas y que éstas propiciaran el levantamiento social,
consideraban exagerado darle el poder de votar a las masas y que pudiera provocar una
guerra de clases.

Por su parte los conservadores de mayoría española y aristócratas criollos tenían la idea de
un régimen similar al de la Nueva España y monarquías europeas; de no lograr que una
monarquía se estableciera, apostaban entonces por un gobierno central donde ellos estarían
en la cabeza del gobierno, con una economía mercantilista y políticas proteccionistas. La
república centralista estaría constituida por una sociedad jerarquizada, ocupando los
puestos tradicionales, con sus privilegios y fueros, protegiendo sus bienes y los de la
iglesia, así como los del ejército una nueva institución que ganó bastante margen de poder
en la independencia, que se insertaba en este nuevo orden tradicional. Para los centralistas
todos estaba en ellos, todo seria controlado y regulado por ellos, muy diferente a los
federalistas que le daban poder a las localidades sin tener en cuenta su procedencia, de
manera que el gobierno central es la única autoridad, el territorio sería dividido en
departamentos y no en estados, estas podrían tener juntas estatales que funcionarían como
simples consejeros del gobierno central y cada departamento tendrá un gobernante, pero
este será elegido por el gobierno central, .

El problema del Centralismo era la gran extensión del territorio y la mala comunicación
entre las provincias, la guerra de independencia maximizó el aislamiento, la rebeldía y
autonomía de algunas comandancias militares donde las provincias se daban su propia
soberanía. El gobierno central de la Ciudad de México temía la secesión de los estados,
incluso algunas se proclamaban en contra del gobierno central, aunado a esto, la separación
de Centroamérica y la amenaza de invasiones extranjeras, denotaban una falta de cohesión
entre ambas facciones y la fragmentación del gobierno por lo que muchos conservadores
cedían así a las reformas liberales para así mantener unidad la política del territorio.

C.-Discurso, política conservadora.

Buscando llegar a conformar una mejor nación que nos convenga siempre a los ciudadanos,
que somos únicamente los hombres de bien, las clases respetables, gente sensata, con la
fuerza moral; volvamos pues a nosotros mismos y aprovechemos nuestras desgracias que
dejó la independencia, enfrentemos a la anarquía y el desorden, establezcamos un orden
político central que controle a los autonomistas y rebeldes; quiero que ustedes extremistas
consideren bien lo que buscan con sus reformas tan drásticas, utópicas y modernas, esas
novedades harán que nuestra nación se divida y fracase, provocarán un levantamiento de las
clases propiciando más sangre de nuestra gente y lo que realmente necesitamos es la unión
para escoger la dirección de alguien capacitado, con experiencia y un buen linaje para
restablecer la moral pública, que nos de prosperidad, una buena fama entre las demás
naciones y proteja nuestros bienes a los que tenemos derecho real, porque el autor divino
así lo quiere. Veo que muchos inspirados por los franceses y su revolución pretenden
reformar la nación, pero eso fue un verdadero desorden social y una completa anarquía, que
no sólo arrasó con las instituciones políticas y enardeció a las masas a tomar el derecho de
la propiedad privada, inflamo y apasionó a la muchedumbre haciéndolo un estado salvaje
que hizo desaparecer todos los adelantos, fruto de años de civilización, y ahora ustedes,
persiguen todo lo notable de esta nación, pretenden destruir el edificio religioso y social a
sabiendas de que es lo único que se opone a sus reformas absurdas, es realmente imposible
adaptar sus instituciones a nuestra realidad, tenemos la experiencia de tres siglos de
políticas y organización social que sabemos que funciona, no propuestas y teorías
especulativas e imaginarias, las cuales ni siquiera tienen conocimiento si pueden funcionar.
Queda de más decirles que ya sufrimos un sangriento espectáculo, una guerra tan violenta y
repentina, liderada por sus jefes anarquistas, que, con sus funestas, egoístas y privadas
ambiciones, halagaron a la muchedumbre dando así rienda suelta al pillaje, el asesinato, la
destrucción del orden, la civilización y las tradiciones; movimiento que no dejó ningún
fruto, nada más trajo fracaso a la nación, destrucción y crisis, desviándola de su curso
natural. Pues bien, eso nos traen sus reformas tan nuevas y sin fundamentos, cambios
drásticos y desiguales que es lo que menos necesitamos ahora; ¡¿cómo es que creen ustedes
que la divina soberanía es para todos?!, ¡¿cómo es que creen que las masas deben ser
considerados para decidir quién va a gobernar?!, ellos no se verán afectados como nosotros,
se han tomado las riquezas para repartirla entre todos y le han dado títulos tan importantes a
gente que no sabe manejarlas, todo esto debería de guardarse a la gente de bien, con clase y
buena moral, y no solo eso, atacan a nuestra iglesia que es la más recta y la única que en
estos tiempos de caos conserva la tradición de familia, la moral, la educación de la fe y las
buenas costumbres. Sin discutir, la iglesia católica debe ser la única, pues creemos en ella,
sin tolerancia de ninguna, otra pues es la institución divina, es la organización donde
ningún hombre debe interferir y sería una grave blasfemia discutirle a esta noble entidad
sus riquezas, pues sería como quitárselo al mismo Dios; por lo tanto, es importante proteger
sus bienes, todos sus sacramentos y la moral fundada que su iglesia nos da. Debemos por
ello, reorganizarla de modo que podamos arreglarnos con la santa sede en Europa para que
así su administración sea adecuada, es la única forma que yo encuentro, pues ésta
mantendrá unida a todos los mexicanos, en paz y fuera de peligro.

Y lo que más me repugna es, que con sus tantas novedades quieren cambiar la estructura
social, las costumbres y moral construida en estos trescientos años por las opiniones y los
intereses creados generados por las pasiones populares que poco les benefician a ustedes.
Bien pues, somos nosotros, la gente respetable por nuestra fortuna, propiedad,
conocimientos y educación que queremos el orden público y respetar los principios
fundamentales de esta nación, somos la diferencia de aquellos que no poseen nada y
hacerlos parte de esto hará que quieran aspirar a todo y miraran la autoridad que tienen
como árbitro para enriquecerse, con la clara experiencia que hemos tenido de sus riñas y
despilfarros cuando ha caído en ustedes el poder, ésa gente que pretende un nuevo puesto
en las localidades o como diputados, sólo busca crearse sus riquezas y quedarse
propiedades que por derecho no les pertenecen. Y no hay duda de que la federación y la
libertad son solo un pretexto de sus aspirantes para enriquecerse a costa de nuestra nación,
y que les darán su apoyo mientras ustedes les den ese paraíso, pero que más pronto les
darán la espalda pues ellos no les son fieles a nadie, mucho menos a la patria.
Por último, tengan cuidado con esa nueva peste que siguen, las sociedades secretas que
amenazan la tranquilidad del estado, pues no son más que conspiradores y un germen en
contra del estado y su bien venir. Son únicamente incitadores, invaden la autoridad, son
origen y raíz de cuantos males y no permiten que el orden se establezca.

D.-Preguntas cuestionando el proyecto liberal.

¿Por qué quieren igualdad en un país donde la muchedumbre no tiene intereses públicos? Si
son solo individuos llenos de ambiciones y las menos respetables conexiones.

¿Por qué pretenden reformar a nuestras instituciones y costumbres que tanto han servido y
protegido por 300 años todos nuestros bienes e intereses por darles algo a aquellos que
poco han tenido en su vida?

Conclusiones.

Estas ideas de ambas facciones los llevo a la guerra durante 3 años (1857 a 1861) en la
llamada <<Guerra de reforma>>, con Benito Juárez siendo el presidente del lado de los
liberales y a la cabeza de los conservadores Feliz Zuloaga, siendo los conservadores los que
pierden esta guerra, posterior a esta guerra se presenta la invasión de Francia a México
donde ven los conservadores una forma de lograr ese sueño de tener una monarquía con la
aceptación y protección europea. Conforme los franceses fueron ganando territorio y entran
a la ciudad de México, Benito Juárez se ve obligado a retirarse y se traslada a San Luis
Potosí donde establecería su gobierno iniciando la llamada “república errante”, Napoleón
III propone a Maximiliano de Habsburgo como nuevo emperador de México. Los
conservadores se equivocaron en escoger a Maximiliano, pues él tenía las ideas de
mantener un imperio liberal y todas las reformas por las que habían protestado los
conservadores fueron impulsadas por Maximiliano, poco a poco fue perdiendo el apoyo de
los conservadores y por obvias razones los liberales no apoyaban a Maximiliano por más
ideas liberales que tuviera. Napoleón III le quito apoyo pues veía una debilidad en él, aparte
del conflicto que se venía presentando con el imperio astro-húngaro, así que retira sus
tropas dejando a su suerte a Maximiliano. Sin el apoyo de los conservadores y el ejército
francés y con el apoyo de los Estados Unidos a Benito Juárez, no le quedaba mucho,
Maximiliano es derrotado y fusilado juntos con sus generales Mirón y Mejía.
Con la muerte de Maximiliano se cerraba el conflicto de 60 años entre conservadores y
liberales, invasiones extranjeras y la anarquía que hubo en el país durante estos años. El
triunfo de Juárez restauraría la república y está tendría sus representantes con políticas y
leyes que conducirían al país hacía al libre mercado.

Bibliografía

Anna. Timothy, Bazant. Jan, et al, Historia de México, Critica, España, 2002, págs. 43-81

Costeloe. Michael, La república central en México, 1835-1846, Fondo de cultura

económica, México, 2000, págs. 15-237.

Chevalier. François, ensayo “Conservadores y liberales en México”, Revista Secuencia,

México, 1985, págs. 136-149.

Gallo. Miguel Ángel, México l Como se formó una nación, Ediciones quinto sol, México,
2004, págs. 237-259.

Gonzales. Moisés, El pensamiento político de Lucas Alamán, Colegio de México, México,

1952, págs. 47-57,87-98,105-129.

Soberanes. José, El pensamiento conservador en el nacimiento de la nación mexicana,

revistas jurídicas (en internet) UNAM, México, 2012, págs. 1-33.

Zoraida. Josefina, et al, Historia General de México, Colegio de México, México, 2000,
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