Asignación 5 - Familia
Asignación 5 - Familia
Asignación 5 - Familia
Aquí están algunos conceptos importantes para la mejor comprensión del tema:
1. Bienes Propios: Cada cónyuge conserva la propiedad exclusiva de los bienes que
tenía antes del matrimonio y los adquiridos durante el matrimonio de manera
individual. Estos bienes no se mezclan y no forman parte de la comunidad conyugal.
2. Bienes Comunes: Durante el matrimonio, pueden surgir bienes adquiridos en
conjunto. Sin embargo, la titularidad de estos bienes comunes puede ser imposible de
demostrar. Por lo tanto, se consideran bienes comunes, pero no se dividen de manera
equitativa al momento de la separación.
3. Deudas: Las deudas también se manejan de forma independiente. Cada cónyuge es
responsable por las deudas que haya adquirido individualmente.
4. División Equitativa: Aunque no hay una división física de los bienes, se busca llegar
a un valor “neto” aproximadamente igual. Esto implica sumar el valor de todos los
bienes (activos) y restar el valor total de las deudas. El resultado es el patrimonio neto
de la comunidad, que se divide entre las partes.
El Artículo 102 del Código de la Familia indica: “En el régimen de participación, cada
uno de los cónyuges adquiere derecho a participar en las ganancias obtenidas por su
consorte, durante el tiempo en que este régimen haya estado vigente. Además, se
considera que hay ganancias siempre que el bien o los bienes, con el aporte o trabajo
de cualquiera de los cónyuges, conserven el mismo valor que tenían antes de este
régimen”.
Bajo este sistema cada cónyuge tiene derecho a una parte de las ganancias obtenidas
por el otro durante el matrimonio. Se busca garantizar la igualdad de derechos y
deberes entre los esposos. Aunque no se haya acordado previamente, la ley
establece automáticamente las reglas para proteger a ambos cónyuges.
Cada cónyuge tendrá derecho a que se incluyan con preferencia en su haber los
bienes de uso personal, la explotación agrícola, comercial o industrial que hubiera
llevado con su trabajo, el local donde ejercía su profesión y, en caso de fallecimiento
del otro cónyuge, la vivienda donde residía habitualmente. Si el valor de estos bienes
supera al del cónyuge adjudicatario, deberá abonar la diferencia en dinero.
Cada cónyuge tendrá derecho a que se incluyan con preferencia en su haber los
bienes de uso personal, la explotación agrícola, comercial o industrial que hubiera
llevado con su trabajo, el local donde ejercía su profesión y, en caso de fallecimiento
del otro cónyuge, la vivienda donde residía habitualmente. Si el valor de estos bienes
supera al del cónyuge adjudicatario, deberá abonar la diferencia en dinero.