CDT Tiempo Geologico Eras
CDT Tiempo Geologico Eras
CDT Tiempo Geologico Eras
La escala de tiempo geológico es una escala que permite representar la historia de la Tierra desde su formación hace
4600 millones de años hasta el presente.
Los eventos de la historia de la Tierra se pueden acomodar adecuadamente según un orden sucesivo. Las rocas y los
fósiles constituyen los relojes a partir de los cuales los geólogos pueden identificar los acontecimientos ocurridos a lo
largo del tiempo geológico. Las rocas también contienen elementos que actúan como relojes radiactivos, que nos
permiten medir en números el tiempo, es decir, en edad absoluta los acontecimientos ocurridos en el pasado.
El tiempo geológico se subdivide en eones, eras y períodos; cada lapso de tiempo mencionado representa un conjunto
de acontecimientos ocurridos en el pasado geológico de la Tierra.
Las mayores extensiones de tiempo son los eones, que se dividen en eras; las que, a su vez, se subdividen en períodos
de tiempo. Cada período representa un cambio importante en las características de las formas de vida en esa era.
Los cambios de eras están relacionados con las extinciones en masa de las formas de vida dominantes hasta ese
momento. La desaparición de una cantidad importante de especies debido a causas naturales, que vivieron en el pasado
geológico, son fenómenos comunes a lo largo de la historia de la Tierra. Por ejemplo, el cambio de era mesozoica a la
era cenozoica determina la extinción de los dinosaurios. O la extinción acontecida en el período pérmico, al final de la
era paleozoica, desapareció el 80% de la vida en la Tierra.
En la primera columna de la figura 4.21, se representan los eones precámbrico y fanerozoico. El eón precámbrico
comienza hace 4600 Ma y finaliza hace 545 Ma. En la tabla de tiempo geológico, continua el eón fanerozoico, su nombre
deriva de la palabra griega que significa vida visible. Durante este período, el registro fósil es abundante, así como la
complejidad de las formas de vida y la evolución de las especies.
En la segunda columna, se representa el eón fanerozoico divido en tres eras cada con su edad: Paleozoica (vida
antigua), Mesozoica (vida media) y Cenozoica (vida reciente). Cada una de ellas indica cambios en la evolución de las
formas de vida. En la tercera columna, se representa la era cenozoica que comenzó hace 65 Ma, con el período
denominado Terciario, al que se lo divide en Paleógeno y Neógeno. Estos, a su vez, se los divide en épocas. A
continuación del Cenozoico, aparece hace 1,8 Ma, el período cuaternario que se divide en dos épocas: el Pleistoceno y
el Holoceno.
¿CÓMO SE FORMÓ NUESTRO PLANETA?
La formación de la Tierra se explica a partir de la teoría de la nebulosa. La Tierra y los otros ocho planetas del sistema
solar junto con el Sol se habrían formado a partir de la misma. El sistema solar se formó hace 5000 Ma a partir de una
nube de polvo estelar y gas conocida como la nebulosa primitiva. En el centro de la nebulosa, se fue formando el sol
primitivo a lo largo del tiempo. En la nube de polvo y gas, las
interacciones gravitacionales causaron la contracción de la
misma, al hacerlo formaron un disco plano, que giraba
alrededor del antiguo sol. A medida que la temperatura
cambiaba en el disco, las sustancias comenzaron a
condensarse, lo que produjo que la materia se agrupara y
formara los planetesimales, objetos no mayores de 1 km
semejantes a asteroides. Mientras pasaba el tiempo, los
planetesimales fueron creciendo debido al choque entre
ellos, muchos se desintegraron integrándose a otros. Luego
de un largo período de tiempo y muchas transformaciones,
solo quedaron ocho planetas y sus lunas. Mientras, los
planetesimales crecían y se transformaban en protoplanetas (los primeros de planetas).
Hace unos 4500 millones, un objeto de gran tamaño impactó con la tierra primitiva, los residuos se reunieron y
formaron la Luna.
Historia geológica: el Precámbrico
El Precámbrico es un larguísimo periodo en la
evolución de la Tierra que abarca desde la
formación del planeta, hace unos 4.560 millones
de años, hasta hace unos 541 millones de años
En la tabla anterior, el Precámbrico aparece
como eón formado por tres eras. Hay quien lo
clasifica como supereón y lo divide en 3
eones: Hádico, Arcáico y Proteozoico. El primero
no tiene eras, el segundo tiene 4 y el tercero 3,
cada uno dividido a su vez en varios periodos.
Aquí, para simplificar, hacemos sólo las tres divisiones principales.
El Precámbrico duró más de 4.000 millones de años. Ocupa el 88%
de la historia del planeta Tierra. Dos cosas están claras: que es el
periodo geológico más largo y que, en él, nuestro planeta se
estabilizó y aparecieron los primeros organismos vivos, muy simples.
Eón Hádico o era Azoica
Este periodo en el que la Tierra se estaba transformando desde una
bola incandescente hasta un planeta con corteza, se conoce también
como Hadeico o Hadeano. Al principio, hace unos 4.530 millones de
años, la Tierra recibió el impacto de un protoplaneta del tamaño de
Marte, llamado Tea. El material arrancado formó la Luna, según la teoría
del gran impacto.
El Sistema Solar todavía estaba en proceso de formación. La corteza
terrestre se fue solidificando, aunque sufrió muchos cambios, debido a
las continuas erupciones volcánicas. Las rocas más antiguas que se han
encontrado en la Tierra tienen unos 4.400 millones de años de
antigüedad.
El Hádico se suele dar por terminado hace unos 4.000 millones de años,
cuando la Tierra quedó relativamente estabilizada, aunque con una corteza más delgada y frágil que la actual
Eón Arcaico o era Arqueozoica
Durante la era Arcaica se produjo el bombardeo intenso tardío,
que afectó a los planetas interiores del Sistema Solar. Se formó el
núcleo interno de la Tierra, lo que generó un campo magnético.
La estructura interna del planeta empezó a parecerse a la actual,
aunque más caliente. La corteza se dividió en bloques que
empezaron a moverse, iniciando una tectónica de placas.
Se cree que el Sol en esta época todavía no había alcanzado su
máximo brillo, por lo que la temperatura descendió hasta casi los
niveles actuales a pesar de que la atmósfera, sin oxígeno todavía
y con muchos gases de efecto invernadero, retenía el calor más
que en ninguna otra época.
La corteza también se iba enfriando y se formaron las primeras rocas ígneas y metamórficas. Las abundantes lluvias
generaron los océanos y mares, mientras la temperatura a nivel de superficie seguía descendiendo.
Los primeros signos de vida aparecieron en esos mares cálidos hace unos 3.700 millones de años a partir de unas simples
moléculas capaces de replicarse. Hace 3.500 millones de años ya existían cianobacterias que hacían la fotosíntesis,
consumiendo dióxido de carbono, aunque todavía no liberaban oxígeno a la atmósfera.
Estas bacterias fijaban el carbono que formó los primeros estromatolitos.
Hace unos 2800 millones de años aparecieron los primeros organismos
capaces de liberar oxígeno a la atmósfera, con lo que esta empezó a
cambiar.
La vida estuvo presente seguramente durante todo el Arcaico, aunque
limitada a los organismos procariotas. Y ya no habría vuelta atrás, a pesar
de los numerosos cataclismos que, desde entonces, han provocado
extinciones masivas. Pero la vida siempre vuelve y se reorganiza.
Eón Proterozoico o era Proterozoica
Hace unos 2.500 millones de años se inició el Proterozoico, palabra que significa "tiempo de vida inicial". Es la división más
larga en la escala temporal geológica de la Tierra, ya que dura cerca de 1.960 millones de años.
En esta época se formaron las plataformas continentales y se produjeron grandes glaciaciones. La primera conocida data
de hace unos 2.300 millones de años; la más intensa de este eón se produjo hacia el final, en el Período Criogénico, nombre
claro y evocador. Se le llama Tierra bola de nieve y estuvo a punto de acabar con la vida en el planeta.
Los océanos se estabilizaron, relativamente, y la atmósfera inició una lenta pero constante transformación, aumentando
la proporción de oxígeno y reduciendo la de metano y dióxido de carbono.
En cuanto a la evolución de la vida, en el eón anterior algunas moléculas
complejas consiguieron unirse, en un ambiente cálido y húmedo, para formar
los primeros organismos unicelulares. Necesitaron casi 1.000 millones de años
para conseguir organizarse en formas más complejas. Lo hicieron en el último
tercio de la era Proterozoica con la aparición de las células eucariotas.
Hace unos 541 millones de años aparecieron los organismos pluricelulares. A
partir de aquí se da por terminado el Proterozoico y, con él, el Precámbrico.
A lo largo del oscuro Precámbrico se formó una buena parte de la base
material que constituye la corteza de la Tierra, en la cual vivimos y donde se producen los fenómenos geológicos que más
nos afectan.
El Paleozoico: Cámbrico, Ordovícico, Silúrico
Esta era antigua, el Paleozoico, duró unos 290 millones de años. El planeta era muy distinto del actual. La era Paleozoica
o era Primaria pertenece al eón Fanerozoico.
Con la aparición de los organismos pluricelulares se acabó el Precámbrico y se inició, hace unos 541 millones de años, el
eón Fanerozoico, que acabó hace unos 251 millones de años.
Las tierras emergidas tenían el aspecto de islas más o menos
dispersas alrededor del ecuador terrestre. Algunas de estas islas
eran América del Sur, Laurentia y Gondwana. Durante el Paleozoico
se produjeron numerosos plegamientos que originaron montañas.
La vida en el agua y en la tierra
Esta época se caracteriza por un gran número de fósiles que
demuestran la presencia de vida pluricelular en un planeta
habitable. El clima era todavía cálido y húmedo. Esto favoreció la
proliferación de organismos cada vez más complejos y su posterior
evolución.
En un principio, la vida en el mar se hizo muy rica. Los fósiles de la primera mitad del Paleozoico son algunos invertebrados
como trilobites, graptolitos, y crinoideos. Los correspondientes a la segunda mitad comprenden algunos fósiles de plantas
y de vertebrados, como peces, anfibios y reptiles. La vida animal salió del agua y empezó a colonizar la tierra firme.
El Cámbrico, la explosión de la vida pluricelular
En el periodo Cámbrico se produjo una auténtica explosión de vida, con unos cincuenta grupos de organismos (filos) de
los que no se conocen precursores y que, en su mayoría, tampoco evolucionaron hacia ningún filo o especie actual. Este
sorprendente fenómeno, único en la historia de la Tierra, se conoce como la explosión cámbrica.
La vida vegetal y animal estaba confinada a los mares. Aparecieron los
primeros caracoles y moluscos cefalópodos; también los
primeros cordados, precursores de los vertebrados, y nuestros. En el
reino vegetal predominaban las algas en los océanos y los líquenes en la
tierra. Su enorme proliferación contribuyo al aumento de oxígeno en la
atmósfera terrestre.
Otro avance evolutivo fundamental en el Cámbrico fue la formación de
los primeros esqueletos y exoesqueletos. Por una parte, había
más materia prima disponible, más carbonatos en las aguas marinas; por
otra, aparecieron nuevos predadores, por lo que tener protección para los tejidos blandos y una mayor capacidad de
movimiento aumentaban mucho las posibilidades de supervivencia y, con ella, de reproducción. Así funciona la selección
natural.
Ordovícico, llegan los vertebrados
En el Ordovícico, iniciado hace 485 millones de años, hubo dos extinciones masivas, al inicio y al final del periodo. Surgieron
animales con una estructura anatómica precursora de la espina dorsal, los primeros vertebrados, unos peces primitivos
sin mandíbulas llamados ostracodermos. No hubo animales
terrestres porque el oxígeno en la atmósfera todavía era escaso.
Del Ordivícico abundan los fósiles de trilobites. Las plantas de este
periodo eran similares a las del periodo anterior. También
aparecieron los primeros arrecifes de coral. La abundancia de vida,
sobre todo vegetal, hizo que en algunas zonas se formaron
yacimientos de petróleo y gas.
La rotación terrestre seguía frenándose por la influencia de la Luna,
que estaba más cerca de lo que está hoy. El día ya duraba 21 horas.
Los niveles del mar eran los más altos que hubo en toda la historia de la Tierra.
Silúrico, plantas vasculares y animales que respiran aire
Hace 443 millones de años se inició el periodo Silúrico, que acabó hace 420 millones de años. El avance evolutivo más
importante fue la aparición del primer animal de respiración aérea, un escorpión que quiso salir del mar.
También pertenece a este periodo el primer fósil de una planta vascular (planta
terrestre con tejidos que transportan el alimento), aunque los tallos y las hojas
todavía no estaban bien diferenciados. La aparición de estos organismos hace
pensar que la composición de la atmósfera empezaba a parecerse a la actual, con
algo menos de oxígeno.
El nivel de los océanos al principio del Silúrico seguía siendo muy elevado, y sólo
descendió hacia el final del periodo. En esos mares camparon a sus anchas los peces
cartilaginosos, los tiburones espinosos y los placodermos, que fueron los primeros
peces con mandíbulas y dientes.
La Tierra entró en una larga fase de clima estable muy cálido, hasta el punto de que casi desaparecieron ambos casquetes
polares.
El Paleozoico: Devónico, Carbonífero, Pérmico
En la segunda parte del Paleozoico las tierras emergidas se reparten en dos continentes, Laurasia en el norte y Gondwana
en el sur, que se visten de verde con enormes bosques de plantas con semillas.
En esta época se consolidó la expansión de la vida sobre los continentes. Sin embargo, la Era Paleozoica terminó con la
mayor extinción masiva en la historia de la Tierra, la del Pérmico-Triásico, que causó la desaparición del 70% de las especies
terrestres y el 90% de las marinas.
Devónico: anfibios, insectos y plantas con semillas
El periodo Devónico, que comenzó hace 420 millones de años, se caracteriza
por la aparición de varios tipos de peces, que abarcaban tiburones, dipnoos,
peces acorazados y una forma primitiva de peces con escamas duras. De
estos últimos evolucionaron probablemente los primeros anfibios,
aparecidos hace unos 365 millones de años.
También había corales, estrellas de mar, esponjas y trilobites, así como
algunos artrópodos terrestres, entre ellos, el primer insecto conocido,
aunque sin alas. Se desarrollaron las plantas leñosas y, a finales del Devónico,
lo hicieron otras plantas terrestres tales como los helechos, colas de caballo y unos árboles escamosos relacionados con
los actuales selagos. En el Devónico aparecieron las primeras plantas con semillas, que se extendieron rápidamente
formando inmensos bosques.
Hubo mucha actividad tectónica, ya que Gondwana y Laurusia se empujaron sin tregua. Hacia el final del período se
produjo una nueva extinción masiva debida al enfriamiento del clima que afectó, sobre todo, a la vida marina.
Carbonífero, la diversidad de la vida
Hace unos 359 millones de años, algunas plantas terrestres comenzaron a diversificarse y a aumentar de tamaño, sobre
todo en zonas pantanosas. Enormes bosques prosperaron y quedaron sepultados en estratos sucesivos que, con el tiempo,
se convirtieron en carbón. Por eso se llama Carbonífero.
Un grupo de tiburones, los cestraciontes, predominaron entre los grandes
organismos marinos. Los animales terrestres más notables fueron una
especie de lagartijas anfibias que provenían de los dipnoos.
En la segunda parte del Carbonífero surgieron los reptiles, que evolucionaron
a partir de los anfibios y que eran ya terrestres. Otros animales de este
periodo fueron los arácnidos, las serpientes, los escorpiones, más de 800
especies de ranas y unos insectos enormes, los más grandes que han existido.
Los mayores vegetales fueron unos árboles escamosos, cuyos troncos
medían más de 1,8 metros en la base y tenían una altura de 30 metros. También abundaron en este periodo
unas gimnospermas primitivas y la primera conífera verdadera, una forma avanzada de gimnosperma que consistía en
una planta vascular con semillas, pero sin flores.
De las antiguas masas terrestres sólo el protocontinente de Siberia se encontraba al norte de los trópicos, llegando casi
hasta el polo norte. Gondwana, que comprendía lo que llegaría a ser Sudamérica, África, India, Australia y la Antártida, se
encontraba en su totalidad en el hemisferio sur y abarcaba una vasta superficie centrada en las inmediaciones del polo. El
periodo Carbonífero acabó con una gran glaciación.
Pérmico: reptiles y Pangea
El último periodo del Paleozoico, el Pérmico, comenzó hace 299 millones de años. Ocurrieron sucesos tan relevantes como
la desaparición de gran parte de los organismos marinos
y la rápida evolución y expansión de los reptiles,
diversificados en dos tipos: reptiles semejantes a los
lagartos, completamente terrestres, y reptiles
semiacuáticos lentos.
Un pequeño grupo de los reptiles, los teriodontes o teriodontos (Theriodontia, dientes de bestia en griego), fueron el
origen de los mamíferos y, por tanto, nuestros antepasados. La vegetación de este periodo, muy abundante, estaba
constituida sobre todo por helechos y coníferas.
La parte final del Paleozoico fue un periodo de agitación generalizada
de la corteza terrestre, en el que emergieron continentes de debajo
de los mares poco profundos del carbonífero precedente. Los
depósitos acumulados en fosas geosinclinales fueron sometidos a
presión y elevados en forma de sistemas montañosos: los Apalaches
del centro y del sur en Norteamérica, y los Urales en lo que más
adelante sería el territorio que ocupa Rusia.
Europa y Asia se unieron mientras que al oeste una colisión entre
placas continentales unía Norteamérica con el continente de
Gondwana. A finales del periodo Pérmico y, por tanto, de la Era Paleozoica, todas las masas continentales de la tierra se
reunieron en una sola, llamada Pangea.
Empieza el Mesozoico: el periodo Triásico
Esta era intermedia en la historia geológica de la Tierra duró
unos 185 millones de años. La Era Mesozoica o Secundaria es la
época de los lagartos terribles, los dinosaurios.
El Mesozoico se inició hace 251 millones de años y finalizó hace
66 millones de años. Al principio de esta era geológica todos los
continentes o islas del periodo anterior (Pérmico, en la Era
Paleozoica) se habían reunido en un único continente
gigantesco al que llamamos Pangea, es decir, toda la Tierra.
No se produjeron grandes movimientos orogénicos. Pangea se
fragmentó y las masas continentales se desplazaron lentamente
hacia sus posiciones actuales. Los principales plegamientos se
produjeron en la vertiente oeste de América, las Montañas Rocosas en el norte y los Andes en el Sur.
El clima, que siguió siendo muy cálido, favoreció la evolución y diversidad de la vida. La Tierra estaba dominada por
enormes coníferas, por lo que su aspecto, desde el espacio, debería ser mucho más verde que el actual. Entre los animales
aparecieron y, al final, se extinguieron los famosos dinosaurios.
Durante la Era Mesozoica desaparecieron grandes grupos de
animales como los trilobites, graptolites y peces acorazados. Se
desarrollaron los vertebrados, sobre todo los reptiles, por lo que a
la Era Secundaria se le llama también la Era de los Reptiles o Era
de los Dinosaurios. También aparecieron los mamíferos, las aves y
las plantas angiospermas, de flores vistosas.
El Mesozoico se divide en tres periodos: Triásico, Jurásico y
Cretáceo.
El Triásico: llegan los dinosaurios
Este periodo geológico se extendió desde alrededor de 251 a 201 millones
de años atrás. Su inicio y su final coinciden con dos importantísimas
extinciones: la extinción masiva del Pérmico-Triásico y la del Triásico-
Jurásico.
El Triásico se caracteriza fundamentalmente por la aparición de los
famosos dinosaurios. Los primeros eran pequeños, bípedos y carnívoros.
A lo largo del periodo se diversificaron, llegando a dominar todo el planeta y a provocar la extinción de algunos animales
más primitivos.
Los continentes Africa y América del Sur estaban juntos, con una actividad magmática en el límite de los dos continentes.
A lo largo del Triásico el supercontinente Pangea empezó a desmembrarse. Al ir estirándose la corteza terrestre, se
hundieron grandes bloques, creando cuencas.
El clima era cálido y algo más seco, lo que favoreció que se formaran
desiertos. Además, como Pangea era muy extensa, las zonas interiores
quedaban muy lejos de la influencia marina y, por eso, tenían estaciones
bien marcadas, con inviernos helados y veranos abrasadores.
En el norte más seco, Laurasia, dominaban los árboles perennifolios,
coníferas y ginkgos. En el sur algo más húmedo, Gondwana, se formaron
grandes bosques de gigantescos helechos y enormes coníferas.
Entre los invertebrados, los insectos estaban representados por la primera especie en experimentar una metamorfosis
completa, atravesando las fases de larva, pupa y adulto. En los mares había belemnites similares a calamares, ammonites,
crustáceos, moluscos, bivalvos, gasterópodos y corales.
El Triásico marca la aparición de los primeros mamíferos
verdaderos, pero poco se sabe acerca de su fisiología. Algunos
reptiles pequeños, como los pterosaurios (lagartos alados en
griego), desarrollaron membranas en sus patas con las que
aprendieron a planear distancias cada vez mayores. Tenían
sangre caliente y el cuerpo cubierto de pelo. Y no, no eran
dinosaurios.
El 75% de las especies de invertebrados desaparecieron en una
extinción en masa a finales del Cretácico, el último de los tres
periodos del Mesozoico
El Mesozoico: Jurásico y Cretáceo
Mientras avanza el Mesozoico se va fragmentando el supercontinente Pangea; esto favorece la evolución de especies
vegetales y animales en ambientes separados, con lo que aumenta la diversidad.
El Jurásico se ha hecho famoso en nuestros dias gracias al cine. Fue la época del
esplendor de los dinosaurios, cuando estos dominaban la Tierra.
Sin embargo, la popularidad debería llevársela el Cretácico, un periodo crucial
en la historia geológica de nuestro planeta. Veremos por qué.
Jurásico, esplendor de los dinosaurios
El periodo Jurásico abarca desde alrededor de 201 a 145 millones de años atrás
y toma su nombre de los estratos de roca de la cordillera del Jura. Se caracteriza
por la hegemonía de los grandes dinosaurios y por la escisión de Pangea en los
continentes Norteamérica, Eurasia y Gondwana. De este último se separó Australia (entre el Jurásico y el Cretáceo), dando
origen a nuevas especies, sobre todo, mamíferos.
Mientras los mares crecían y se unían, algunas zonas de agua marina poco profundas y cálidas se extendieron por gran
parte de Europa y de otras masas continentales que bordeaban el mar de Tetis.
Hacia el final del Jurásico, estos mares bajos empezaron a
secarse, dejando depósitos gruesos de caliza en donde se
formaron algunas de las más ricas acumulaciones de petróleo y
de gas.
La separación de los continentes favoreció la variedad de
especies. En el Jurásico hubo más vegetación, con enormes
bosques y junglas, sobre todo en latitudes altas. El clima era
cálido y húmedo, variable entre el ecuador y los polos, aunque
se cree que no hubo casquetes polares.
En el Jurásico aparecieron las primeras aves, todas pequeñas.
Pero en el cielo siguieron dominando los pterosaurios, que pescaban en los mares con sus largos picos de dientes
puntiagudos.
En esos mares evolucionaron diversas especies de peces y reptiles. Los
ictiosaurios del periodo anterior convivieron con los primeros cocodrilos
acuáticos, que tenían aletas en vez de patas, y con los teleósteos, de los que
descienden la mayoría de los peces actuales.
En tierra aparecieron las ranas y se consolidaron antiguos reptiles, como los
cocodrilos. Los dinosaurios evolucionaron, se diversificaron y dominaron
toda la Tierra. Algunos saurópodos, como los Diplodocus y los Brachiosaurus,
crecieron mucho en número y tamaño. Hubo grandes dinosaurios hervíboros.
Con tanta comida disponible progresaron mucho en variedad, tamaño y
estrategias de caza los depredadores, como los Allosaurus.
Cretáceo, auge y fin de los dinosaurios
El Cretáceo o Cretácico empezó hace unos 145 y duró hasta 66 millones de años atrás. La datación del final de la era es
muy precisa, pues ésta se hace coincidir con la de una capa geológica con fuerte presencia de Iridio, en la península del
Yucatán y el golfo de México, y que se supone coincide con la caída de un enorme meteorito que pudo provocar la
extinción de los dinosaurios. Este acontecimiento marca el fin de la Era Mesozoica.
El nivel del mar subió mucho en el Cretáceo, inundando casi un
tercio de la superficie terrestre. De esta manera, el calor del
Sol pudo distribuirse más hacia el norte gracias a las corrientes
marinas, dando lugar a un clima global cálido y suave, sin
casquetes de hielo en los polos y con una temperatura en las
aguas del Ártico de 14 ºC o más. Hace 100 millones de años
alcanzó su punto máximo con unos océanos unos 10 ºC más
cálidos que ahora. A partir de entonces empezó a refrescar,
normalizándose al final del periodo.
En los mares, el plancton ya era parecido al actual. Los
ictiosaurios habían desaparecido, pero surgieron otros
grandes reptiles. Los mosasaurios llegaban a medir hasta 17 metros y eran unos feroces depredadores con dientes
afilados en sus largas mandíbulas y paletas en lugar de patas.
En tierra los dinosaurios fueron los amos indiscutibles del periodo. Durante el Cretácico alcanzaron su mayor desarrollo
en tamaño, diversidad y población. Hubo muchas especies, con morfologías y modos de vida muy dispares, que se pueden
clasificar en dos grandes grupos:
• Los ornitópodos tenían pies similares a los de las aves, con tres dedos. Desarrollaron aparatos masticadores muy
eficientes y, por eso, fueron los herbívoros que más prosperaron en el Cretáceo. La mayoría combinaban el
desplazamiento a cuatro patas con la posición bípeda, que les permitía acceder a las zonas altas de la vegetación. Algunos
medían hasta 10 metros, como el Iguanodon, un bípedo con el cráneo similar al de un caballo. Otros, como los Triceratops,
medían hasta 9 metros y pesaban más de 10 toneladas.
• Los terópodos eran bípedos y carnívoros. Fueron los cazadores terrestres dominantes hasta su extinción. Los había
desde menos de un metro, como el Eoraptor lunensis, hasta más de 11, como el Tyrannosaurus rex, pasando por todas
las tallas. El Velociraptor, famoso por la literatura y el cine, era un veloz depredador que medía hasta 1,8 metros de altura
y destacaba por tener en cada pie una uña larga y afilada con forma de hoz. Probablemente era también carroñero, tenía
el cuerpo cubierto de plumas y, por eso, es de suponer que su sangre era caliente.
En este sentido, Crichton y Spielberg nos engañaron: los dinosaurios que aparecen en la famosa saga son casi todos del
periodo Cretáceo. Aunque hay que reconocer que "Parque Jurásico" (Jurassic Park) queda más comercial.
A finales del Cretácico la flora había adoptado ya una apariencia moderna e incluía
muchos de los géneros actuales de árboles, como los antecesores del roble, la haya
o el arce. Entre los animales prosperaron los mamíferos y las aves primitivas, que
fueros los únicos dinosaurios que sobrevivieron.
La Era Mesozoica acabó con la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, hace
unos 66 millones de años. Desaparecieron el 75% de las especies conocidas, entre
ellas los ammonites, los dinosaurios, los pterosaurios y los reptiles acuáticos. Hay
varias hipótesis que explican esta extinción. La más conocida indica que se produjo
por el impacto de un objeto extraterrestre, es decir, un asteroide.
El Paleógeno: Paleoceno, Eoceno y Oligoceno
La era geológica más reciente, la Era Cenozoica, abarca los últimos 66 millones de años y, generalmente, se divide en tres
períodos conocidos como Paleógeno, Neógeno y Cuaternario.
El Cenozoico es la era de los mamíferos. Estos animales, una vez
extinguidos los dinosaurios a finales del Cretácico, prosperaron y se
diversificaron hasta ser la fauna más característica de la Tierra. Los
primates superiores surgieron hace unos 30 millones de años. Uno
de ellos evolucionó hasta convertirse, hace unos 200.000 años, en
la especie Homo sapiens, la nuestra.
Los dos primeros periodos, Paleógeno y Neógeno, se reunían antes
en la llamada Era Terciaria o periodo Terciario, pero esta división ya
no se usa.
El Paleógeno: mamíferos y grandes cordilleras
El Paleógeno o Terciario temprano es la primera parte de la escala temporal en que se divide la Era Cenozoica. Los
continentes se acercan al aspecto y situación actuales, aunque, al principio, el océano Atlántico era bastante más estrecho
y lo que ahora es la península india se encontraba viajando desde el sureste de África hasta su ubicación actual.
El Paleógeno se divide en tres épocas: Paleoceno, Eoceno y Oligoceno:
•» El Paleoceno abarca el intervalo transcurrido entre 66 y 56,5
millones de años atrás. Marca el paso final en la desmembración del
supercontinente Pangea que empezó a separarse en los comienzos
del Mesozoico temprano. Los movimientos de la tectónica de placas
separaron finalmente la Antártida de Australia. En el hemisferio norte,
el fondo marino en expansión del Atlántico norte ensanchado alejó
Norteamérica de Groenlandia.
Al haber desaparecido los dinosaurios al final del periodo precedente
(el Cretácico), la vida mamífera empezó a dominar en la Tierra. Al principio fueron pequeños, nocturnos y con alimentación
herbívora o insectívora. Al final del periodo ya había roedores, grandes herbívoros y carnívoros que cazaban a otros
mamíferos, aves y reptiles.
Al principio hubo una especial abundancia de helechos, que suelen ser las primeras plantas en colonizar suelos dañados
por incendios. Más adelante aparecieron plantas modernas, palmeras y cactus. El clima fue fresco al principio, pero
después se hizo cálido y húmedo.
El final del Paleoceno estuvo marcado por un cambio climático
muy brusco (Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno) que elevó 6
ºC la temperatura media de la Tierra en apenas 20.000 años y
provocó la extinción de unas especies, la evolución forzada de
otras y la subida del nivel de los océanos.
•» El Eoceno comenzó hace unos 56,5 millones de años y finalizó
hace 34 millones de años. En el hemisferio occidental esta época
supuso el alzamiento de las grandes cadenas montañosas que se
extienden hacia el norte y el sur en el oeste de América. El supercontinente Laurasia siguió fragmentándose.
El subcontinente índico, desgajado de África durante el Cretácico, se unió con Asia hace unos 50 millones de años. Sobre
las llanuras del noreste de la India corrieron ingentes cantidades de basalto fundido. Arabia se unió con Eurasia hace unos
35 millones de años. Como consecuencia de estas colisiones se produjo el gran plegamiento alpino que levantó las
cordilleras de Asia y el Sur de Europa, como El Himalaya, los Alpes y los Pirineos.
El clima era al principio cálido y húmedo. La diferencia de temperatura entre el ecuador y los polos era la mitad de la
actual. Pero la gran cantidad de lluvias cerca de los polos los cargó de agua dulce, y la nueva configuración de los
continentes, que los aislaba de las corrientes ecuatoriales, hizo que se enfriaran y que empezaran a formarse casquetes
polares.
La evolución de nuevos órdenes de mamíferos, iniciada en el
Paleoceno, siguió adelante. Aparecieron los marsupiales, los
lémures y animales ungulados primitivos, a partir de los cuales
fueron evolucionando diversos grupos como los caballos, los
rinocerontes, los cerdos y los camellos. También aparecieron otros
grupos modernos, como murciélagos y primates.
Los carnívoros de aquel entonces, llamados creodontos, fueron el
tronco del que evolucionarían los cánidos y los felinos modernos.
El final de esta época fue testigo de la primera adaptación de los
mamíferos a la vida marina.
•» El Oligoceno se inició hace unos 34 millones de años y finalizó hace 23 millones de años. Continuaron, sin pausa desde
el Eoceno, las colisiones entre placas de la corteza terrestre. Se acabó de cerrar el extremo oriental del mar de Tetis,
dejando en su lugar un residuo muy mermado, el Mediterráneo. Mientras tanto, la placa australiana chocaba contra la
indonesia, y la norteamericana había empezado a solaparse sobre la placa del Pacífico. En la Península Ibérica se
levantaron las cordilleras Ibérica y Cantábrica occidental.
Sudamérica se separó definitivamente de la Antártida y empezó su deriva hacia el norte. Esto permitió que se formase
la Corriente Circumpolar Antártica, que cerró definitivamente el paso a las aguas cálidas y favoreció la formación de
glaciares en la Antártida, antes cubierta por bosques. Como
consecuencia, bajaron los niveles en todos los océanos.
El clima siguió siendo subtropical y húmedo en toda Norteamérica y
Europa, pero había comenzado una tendencia al enfriamiento global
a largo plazo, que siguió en el Mioceno y culminó en los periodos
glaciales del Pleistoceno.
El Oligoceno empezó con una extinción, poco severa, que sustituyó
parte de la fauna europea por otra asiática. Los mamíferos estaban ya
establecidos como forma de vida terrestre dominante. Entre ellos, camellos del tamaño de ovejas y los primeros elefantes,
carentes tanto de colmillos como de trompa.
Los creodontos se habían diferenciado ya para dar lugar a los antecesores de los actuales perros y gatos. Los roedores
estaban muy extendidos, y entre los primates se encontraban el tarsero y el lémur. De los estratos del Oligoceno se han
extraído huesos de los primeros monos del Viejo Mundo, así como los de una única especie de gran simio.
El Neógeno: Mioceno y Plioceno
Se llama Neógeno al segundo de los tres periodos en que se divide la Era
Cenozoica. Empezó hace 23 millones de años, acabó hace 2,59 millones de años
y es el tiempo de los simios y los homínidos.
Antiguamente los periodos Paleógeno y Neógeno se solían agrupar como
"Terciario" o, incluso, "Era Terciaria". El periodo Neógeno se conocía
como Terciario superior con unos límites algo distintos a los que se aceptan hoy.
El Neógeno: mamíferos, aves, hierba y homínidos
Los mamíferos y las aves se desarrollaron bastante durante este periodo. El clima, moderado en los inicios, se fue
enfriando. Al principio del Neógeno aparecieron los simios y, hacia el final, los homínidos.
El Neógeno se reparte en dos épocas, Mioceno y Plioceno. Sin embargo, hay una propuesta de la Comisión Internacional
de Estratigrafía (ICS) que pretende añadirle el Pleistoceno y el Holoceno, que actualmente forman el Cuaternario y que
llega hasta el presente.
•» El Mioceno comenzó hace 23 millones de años y finalizó hace 5,3
millones de años. El clima era más fresco y seco que en la época
anterior porque se formó un gran casquete de hielo en la Antártida
que acumulaba humedad.
Por todo el planeta, grandes áreas que antes estaban cubiertas por
espesos bosques se convirtieron en praderas. En las zonas áridas
apareció una nueva vegetación, el chaparral. Los bosques empezaron
a dejar claros donde crecía la hierba. Las plantas herbáceas se
adaptaron mejor al clima de este periodo, que bien podría llamarse la
Edad de las Hierbas.
La fauna mamífera del Mioceno contempla la aparición del mastodonte, el mapache, la comadreja, la hiena y los osos.
Había rinocerontes, gatos, camellos y caballos en sus formas primitivas. Los grandes simios, relacionados con el orangután,
vivían en África, Asia y en el sur de Europa. Los primeros homínidos empezaron a evolucionar en el este de África.
En los mares progresaban las ballenas, los defines, los tiburones y las focas. Gracias a la merma de los bosques, tuvieron
mucho éxito algunos animales de pequeño tamaño, como roedores, ranas, serpientes y pájaros.
La elevación de las grandes cordilleras, iniciada durante el Oligoceno, siguió adelante, acabando de dar forma a los Alpes
en Europa, el Himalaya en Asia y las cadenas montañosas del continente americano. Los sedimentos producidos por la
erosión de estos sistemas se depositaron en cuencas marinas poco profundas, para terminar convertidos en ricos
depósitos petrolíferos en California, Rumania y la costa oeste del mar Caspio.
La entrada oriental del mar de Tetis se cerró hace entre 19 y 12 millones
de años, cuando África colisionó con Eurasia en el Oriente Medio. Después
se levantaron montañas en el Mediterráneo occidental. Todo esto, unido
al descenso del mar, provocó que se secara el Mediterráneo a finales del
Mioceno. Este fenómeno se conoce como la crisis salina del Mesiniense.
Estos sucesos tuvieron otro efecto: al abrirse rutas terrestres, muchas
especies animales pudieron migrar y extenderse hacia otras zonas, lo cual
tuvo un gran impacto sobre la fauna de África, Eurasia y Norteamérica.
•» El Plioceno se extiende desde hace 5,3 millones de años hasta 2,59 millones de años atrás. En el oeste de Norteamérica,
la subducción de la placa tectónica del Pacífico contribuyó a la elevación de sierra Nevada y de la cordillera volcánica de
las Cascadas. En Europa, los Alpes continuaron su ascensión apoyados por el movimiento de la tectónica de placas que
empujaba y combaba la corteza en una región amplia de este continente.
El istmo de Panamá, formado al colisionar Sudamérica con Norteamérica, propició la práctica desaparición de la antigua
fauna marsupial sudamericana. Además de unir las tierras, el istmo separó
los océanos Atlántico y Pacífico, cortando las corrientes cálidas ecuatoriales.
Como consecuencia, ambos océanos se enfriaron, sobre todo el Atlántico y,
en especial, las aguas árticas y antárticas. Los casquetes polares continuaron
acumulando hielo.
El descenso del nivel del mar dejó al descubierto un puente de tierra entre
Alaska y Siberia (actual estrecho de Bering), que facilitó las migraciones. Así,
todos los continentes quedaron unidos, excepto Australia, la Antártida y las
islas. Gran Bretaña era todavía una península de Europa.
Al final del Mioceno se había formado el sistema bético-rifeño y cortado el paso entre el Atlántico y el Mediterráneo. Este
mar se secó, el clima se volvió árido y se depositaron grandes cantidades de sales. Al iniciarse el Plioceno se abrió el
Estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo se llenó de nuevo.
El clima más frío y seco redujo las plantas tropicales a una estrecha franja ecuatorial. Además, al tener la
Tierra estaciones muy marcadas, aumentaron los árboles de hoja caduca. Los bosques de coníferas y la tundra ocuparon
las zonas frías, mientras los pastizales colonizaban áreas extensas. Aumentaron las sabanas resecas y se formaron
desiertos en África y Asia.
Con el enfriamiento global, muchos animales de sangre fría
desaparecieron de las latitudes medias y altas. Los cocodrilos y caimanes
se extinguieron en Europa. En cambio, las aves y los roedores
evolucionaron y siguieron expandiéndose. Y, cuando hay comida, surgen
depredadores: los géneros de serpientes venenosas se multiplicaron en
el Plioceno.
En África abundaron los animales con pezuñas. Aumentó la población de
elefantes y aparecieron las primeras jirafas. La proliferación de nuevos
depredadores, sobre todo felinos, motivó que las hienas se convirtieran en carroñeras. Mientras, los primates seguían
evolucionando. Surgieron diversas especies de homínidos, desde los Australopitecinos al Homo habilis y al Homo erectus,
que se consideran antepasados directos del Homo sapiens.
En Eurasia prosperaron los tapires, rinocerontes, antílopes y vacas. Algunas especies de camellos llegaron por Asia desde
Norteamérica. Aparecieron los primeros felinos dientes de sable, que compitieron con otros predadores como osos, perros
y comadrejas. Especies norteamericanas invadieron Sudamérica, mientras en Australia, aislada del resto, siguieron
dominando los marsupiales.
El Cuaternario: Pleistoceno y Holoceno
El Cuaternario es el último periodo del Cenozoico que empezó hace 2,59 millones de años y comprende hasta nuestros
días.
Hasta hace poco el Cuaternario no incluía la edad o piso Gelasiano, que comienza hace 2,588 millones de años, termina
hace 1,806, y se encuadraba en la última parte del Plioceno. El ajuste se hizo por coherencia con los principales cambios
en la vida, el clima y los océanos de la Tierra, ya que los episodios de glaciación del Gelasiano encajan mejor en este
periodo.
El Cuaternario, la edad del hielo y del hombre
El Cuaternario se divide en dos épocas: Pleistoceno, la primera y más
larga del periodo, que incluye los siglos glaciales, y el Holoceno, la
época reciente o postglacial que llega hasta la actualidad.
Al Pleistoceno se le llama a veces "la era del Hombre", porque el
género Homo evolucionó en este periodo. En el siguiente periodo, el
Holoceno, los seres humanos fueron capaces de desarrollar una vida
organizada en grupos sociales a la que llamamos civilización.
•» El Pleistoceno comienza hace 2,588 millones de años y
finaliza hace unos 12.000 años, en el 10.000 a. C. El hielo se
extendió en forma de glaciares sobre más de una cuarta
parte de la superficie terrestre, llegando en algunas zonas
hasta el paralelo 40. El nivel de los mares descendió unos
100 metros y la vida tuvo que adaptarse a las nuevas
condiciones o desaparecer. En las regiones libres de hielo, la
flora y la fauna dominantes eran esencialmente las mismas
que las del período anterior, el Plioceno.
Un sistema glaciar estaba centrado sobre Escandinavia, se
extendía hacia el sur y hacia el este a través del norte de Alemania y el oeste de Rusia, y hacia el suroeste sobre las Islas
Británicas. El segundo gran sistema glaciar del hemisferio norte cubría la mayor parte de Siberia. Otro sistema glaciar
cubrió Canadá y se extendió hasta Estados Unidos.
Naturalmente, las regiones ártica y antártica estaban también cubiertas de hielo, al igual que la mayoría de las montañas
altas de todo el planeta. Los efectos topográficos causados por la acción de los glaciares durante el Pleistoceno son
perceptibles todavía en buena parte del mundo.
A lo largo del Pleistoceno se produjeron seis grandes glaciaciones. Entre ellas hubo otros tantos periodos interglaciares en
los que el clima se hizo más cálido. Ahora estamos en el último periodo interglaciar. De momento.
En las zonas frías vivieron mamuts, renos, ciervos gigantes y osos polares. La vegetación era parecida a la tundra, con
líquenes y musgos. En las etapas interglaciares hubo caballos, rinocerontes y felinos de grandes colmillos. Una parte de la
fauna se adaptó a los cambios climáticos, como los bisontes, zorros, alces y gatos monteses. En Norteamérica se
extinguieron muchas especies de mamíferos, incluyendo la llama, el camello, el tapir, el yak y el caballo. Hacia el final del
Pleistoceno, algunos grandes mamíferos, como el mastodonte, el tigre dientes de sable, el ciervo gigante y el perezoso
terrestre, se habían extinguido en todo el planeta.
Mientras se acumulaba hielo y nieve en las latitudes altas, en las más
bajas aumentaban las lluvias, lo que permitió que la vida vegetal y
animal floreciera en áreas del norte y el este de África que hoy son
yermas y áridas. Se han descubierto pruebas de que el Sahara estuvo
ocupado por cazadores nómadas, así como por jirafas y otros rumiantes
durante el Pleistoceno tardío.
En cuanto a la evolución humana, el Pleistoceno equivale al Paleolítico.
Al principio apareció la especie Homo habilis, recolectora y carroñera,
que fabricaba toscas herramientas de piedra. Homo erectus, con mayor
cerebro, apareció hace 2 millones de años. Fabricaba armas más perfeccionadas, cazaba en grupo, hablaba y,
probablemente, aprendió a usar el fuego.
Homo neanderthalensis fue una especie adaptada al frío que apareció hace 230.000 años. Algunos autores lo consideran
una subespecie o adaptación de Homo sapiens, cuyos restos más antiguos tienen unos 315.000 años y es la única especie
de Homo que todavía no se ha extinguido.
•» El Holoceno es la época más reciente del periodo Cuaternario y,
por tanto, de la Era Cenozoica, tan reciente que dura hasta hoy.
Comenzó hace unos 12.000 años, en el 10.000 a. C, cuando el
deshielo hizo subir más de treinta metros el nivel del mar. Esto
provocó que Gran Bretaña, Indonesia, Japón, Taiwán, Nueva Guinea
y Tasmania se separaran de sus respectivos continentes. Se formó el
estrecho de Bering, que separa Siberia de Alaska, y se empezó a secar
lentamente la zona del actual desierto del Sáhara, que hasta
entonces había tenido clima suave, lluvias y vegetación.
El Holoceno en un periodo interglacial que puede acabar en una nueva
glaciación. Es una época de clima cálido en el que se asientan las actuales
distribuciones geográficas de la fauna y la flora. Se producen variaciones
y ciclos en los que la temperatura global sube o baja menos de 1 ºC.
Las extinciones han continuado durante el Holoceno y se han acelerado
en los últimos 100 años por la presencia humana. En la Tierra hubo cinco
grandes extinciones, por esto, a la actual se le llama la sexta extinción.
Al principio del Holoceno los humanos ya habían empezado a organizarse
en grupos sociales ubicados en cuevas o chozas, lo cual hizo evolucionar
rápidamente el lenguaje y, con él, los conocimientos. Se domesticaron lobos para convertirlos en perros y se fabricaron
nuevas herramientas como arcos, flechas, hachas, cuchillos, arpones, aparejos de pesca o piraguas.
Hace unos 10.000 años los habitantes del Oriente Medio fértil empezaron a compaginar la caza y la pesca con la agricultura
y la ganadería, lo que provocó el abandono de la vida nómada. Se asentaron en lugares estables formando pueblos o
ciudades (civitas, en latín) y de ahí proviene la palabra "civilización". Fabricaron objetos de cerámica y empezaron a
dominar los metales: primero el cobre, después el bronce y finalmente el hierro.
A pesar de que, como periodo geológico, abarca hasta nuestros días, el Holoceno se suele estudiar hasta la invención de
la escritura. El primer escrito que se conoce se atribuye a los sumerios de Mesopotamia, hace unos 5.000 años. A partir
de este momento empieza lo que llamamos "historia". Pero eso ya es otra historia.
¿Sabías qué...? Varios científicos quieren realizar una modificación al cuadro de tiempo geológico y proponen agregar una
nueva era llamada Antropoceno. El término expresa la influencia del comportamiento humano y su significativo impacto
sobre los ecosistemas terrestres en los últimos 150 años. La fecha de inicio propuesta para esta era sería a partir de la
revolución industrial.
Actividad 3:
Eras geológicas https://www.youtube.com/watch?v=idvpvTm0YHE
Tiempo geológico Utilizando el cuadro de tiempo geológico determinar:
1- ¿Cuándo empiezan y finalizan los períodos pérmico y jurásico?
2- ¿A qué era y eón pertenecen los períodos antes mencionados?
3- ¿En qué era o eón se formó el supercontinente de Rodinia?
4- ¿En qué era se formó el continente de Gondwana y qué continentes lo constituían?
5- ¿Cuándo comenzó a formarse el océano Atlántico?
Actividad Final:
Utilizando la aplicación Canva elaborar una línea del tiempo teniendo en cuenta los procesos geológicos más
importantes que ocurrieron durante el tiempo geológico. Se le puede incorporar las imágenes que consideres para
ilustrar el período geológico.