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4.
La nulidad del acto administrativo
La nulidad del acto administrativo tiene un efecto declarativo y retroactivo a la fecha del acto, con excepción de los derechos adquiridos de buena fe por terceros. Para el caso anterior la nulidad funciona a futuro. Por otro lado, también encontramos la anulabilidad del acto administrativo y este se subsana a través de la figura llamada conservación del acto y contenida en el TUO de la Ley 27444. La conservación del acto quiere decir que a pesar de que el acto tenga vicios de nulidad estos se pueden subsanar y seguir existiendo. Sobre la nulidad las causales están señaladas en el artículo 10 del TUO de la Ley 27444 y son las siguientes: La contravención a la Constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias. El defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se presente alguno de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el artículo 14. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación automática o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades, o derechos, cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumplen con los requisitos, documentación o tramites esenciales para su adquisición. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten como consecuencia de la misma. También se encuentran pasibles de nulidad los actos consecuencia del silencio administrativo positivo en concordancia con los artículos 199.2 y 213 del TUO de la Ley 27444. Entonces, ¿cómo procede la nulidad si detecto alguna causal? En sede administrativa, como se mencionó antes, existe la posibilidad de impugnar las decisiones de la administración, y la impugnación se da con los recursos administrativos que pueden ser dos: de reconsideración y apelación. 4.1 ¿En qué caso no podría existir una causal de nulidad? No constituye causal de nulidad si el superior jerárquico del órgano que emite el acto administrativo que se quiere impugnar tiene diferente apreciación sobre la valoración de los medios probatorios, aplicación o interpretación del derecho contenido en dicho acto. Al respecto es relevante conocer en qué actos no precisan motivación, siendo este un requisito de validez, el TUO de la Ley 27444 señala textualmente en los incisos del artículo 6.4: “6.4.1 Las decisiones de mero trámite que impulsan el procedimiento 6.4.2 Cuando la autoridad estima procedente lo pedido por el administrado y el acto administrativo no perjudica derechos de terceros. 6.4.3 Cuando la autoridad produce gran cantidad de actos administrativos sustancialmente iguales, bastando la motivación única”. Finalmente, para el resto de actos administrativos se presume válido en tanto su nulidad no se declare por la autoridad administrativa o jurisdiccional como lo señala el artículo 9 del TUO de la Ley 27444. 4.2 Recurso de reconsideración Como lo señala el artículo 219 del TUO de la Ley 27444, el recurso de reconsideración se interpone ante el mismo órgano que dicta el primar acto administrativo que se quiere impugnar y este debe estar sustentado en una nueva prueba. Para el caso que los actos administrativos se emitieran por un órgano de una única instancia no se requiere nueva prueba. El recurso de reconsideración es opcional e interponerlo no limita el ejercicio del recurso de apelación. 4.3 Recurso de apelación Este recurso de apelación se puede interponer en las siguientes situaciones: Cuando la impugnación se sustente en diferente interpretación de las pruebas producidas. En cuestiones de puro derecho. Este recurso se debe remitir al mismo órgano que expidió el acto que se quiere impugnar, debiendo elevarlo al superior jerárquico para que le dé respuesta. 4.4 La nulidad de oficio La nulidad es una potestad de la administración pública sobre los actos que esta emite dejándolos sin efecto desde el momento de la declaración de nulidad y de manera retroactiva, salvo las excepciones mencionadas anteriormente. Asimismo, existe un plazo para la declaración de nulidad. Según el artículo 213.3 del TUO de la Ley 27444 “[…] para declarar la nulidad de oficio de los actos administrativos prescriben en el plazo de 2 años contado a partir de la notificación de la autoridad administrativa . También menciona el artículo 213.2 del TUO de la Ley 27444 que la nulidad de oficio solo podrá ser declarada “por el funcionario jerárquico superior al que expidió el acto que se invalida”. En el caso el órgano que emitió el acto administrativo no tenga superior jerárquico, la declara el mismo órgano, ergo el mismo funcionario que emitió el acto. También señala el artículo 213.2 del TUO de la Ley 27444 lo siguiente: “En caso de declaración de nulidad de oficio de un acto administrativo favorable al administrado, la autoridad, previamente al pronunciamiento, le corre traslado, otorgándole un plazo no menor de cinco (5) días para ejercer su derecho de defensa”. 4.5 Interposición de recurso administrativo para la nulidad La interposición de un recurso administrativo es el único modo en que el administrado pueda invocar la nulidad del acto administrativo. Pudiendo la autoridad resolver el recurso interpuesto por el administrado declarando: Infundada la solicitud La nulidad La conservación del acto. 4.6 La nulidad en sede jurisdiccional Es posible solicitar la nulidad luego de la prescripción de 2 años a través de una demanda en sede jurisdiccional vía proceso contencioso administrativo. “El plazo para esto es desde los 3 años siguientes a la fecha en que prescribió la facultad de declarar la nulidad en sede administrativa” como lo señala el artículo 213.4 del TUO de la Ley 27444. 4.7 La anulabilidad Sobre la anulabilidad es relevante lo que nos señala Danós en el sentido que el ordenamiento peruano: “La diferencia de otros ordenamientos administrativos”, no contiene la categoría de anulabilidad de manera expresa. Entendiéndose la anulabilidad, el acto administrativo anulable o nulidad relativa como un acto administrativo que contiene un vicio leve por lo que puede ser convalidad mediante una subsanación posterior. Sin embargo, el mismo autor señala que esta ausencia de categoría de anulabilidad es aparente en el sentido que se encuentra implícita en “las reglas referidas a la conservación de los actos”