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La semiótica de Peirce

Propuesta filosófica de Peirce: todo pensamiento existe en los signos (y la realidad


existe únicamente en función de nuestro pensamiento). La semiosis como sinónimo
de inferencia y la semiótica como la teoría que estudia los procesos formales de la
semiosis.

El signo
El signo recibe el nombre técnico de representamen. Lo define como cualidad
material que está en lugar de otra cosa (objeto), de modo que despierta en la mente
un signo equivalente (interpretante), y aclara a su vez lo que significa el
representamen. El fundamento del representamen es aquella cualidad que
representa del objeto.
Tres condiciones del signo: cualidades que lo distingan (debe distinguirse una
palabra de otra), debe tener un objeto, la relación semiótica debe ser triádica (debe
comportar un representamen que debe ser reconocido como el signo de un objeto a
través de un interpretante).

El interpretante
El interpretante es otro signo, que se refiere al mismo objeto que el representamen,
pero puede asumir diversas formas: un signo equivalente de otro sistema semiótico,
señalar al objeto, una definición ingenua o científica (un equivalente técnico), la
traducción del término a otra lengua o su intercambio por un sinónimo y una
asociación emotiva con valor fijo (una cualidad del objeto). El significado de un signo
como el signo al cual debe traducirse. Hay tres tipos: inmediato, dinámico y final.
Inmediato
Permite vincular un signo con un objeto sin pensar en una situación de enunciación
concreta (es una abstracción y una posibilidad).
Dinámico
El efecto particular que produce el signo en un aquí y ahora (esto lo vuelve un
acontecimiento singular y real).
Final (normal)
Permite que haya consenso: un único resultado interpretativo. Da como resultado el
hábito. Por eso también es “la regularidad en la disposición a actuar sobre el
mundo”.
Estas son tres instancias de interpretación que funcionan en simultáneo en la
semiosis.
El principio del pragmatismo
El interpretante inmediato de todo pensamiento propio es la conducta. El significado
lógico de los conceptos se encarna en hábitos de conducta. Lo que nosotros
pensamos debe ser entendido en términos de aquello que estamos dispuestos a
hacer. La lógica como una aplicación de la ética. “La creencia en la verdad de un
concepto determina hábitos de conducta”.

El objeto
El objeto es aquello que el signo representa. Representación como “estar en lugar
de otra cosa”. Un signo puede tener más de un objeto (objeto complejo). Objeto
inmediato — interior a la semiosis — y dinámico — exterior a la semiosis —. El
objeto tal como es representado por el signo mismo y la realidad que, por algún
medio, arbitra la forma de determinar el signo a su representación.
Los signos construyen semióticamente los objetos de la realidad que representan, a
través de consideraciones ideológicas. El caso de Perón como objeto inmediato y
dinámico.
El objeto dinámico para Peirce tiene una existencia independiente del signo que lo
representa (pero para que sea eficaz el otro debe tener un conocimiento colateral del
signo que sea producto de semiosis anteriores). El objeto entonces tiene naturaleza
de signo, ya que refiere a un pensamiento previo (y para Peirce pensamiento y signo
son equivalentes). Los tres componentes formales de la semiosis son signos.

El fundamento
El signo representa al objeto, no en todos sus aspectos, sino en su fundamento
(rasgos que permiten distinguir a un objeto de otro). El signo instituye al objeto
inmediato a partir del fundamento.

La semiosis infinita
Los signos no están aislados. Integran
cadenas de semiosis. Como los signos
equivalen al pensamiento, todo
pensamiento debe remitir a otro. Todo
conocimiento es una relación de
signos, por lo que está determinado
por conocimiento previo. El
conocimiento tiene por objeto siempre
a otro conocimiento, nunca a la
realidad. La semiosis es virtualmente
infinita, pero la semiosis en acto le
pone un límite específico a la cadena de semiosis.
Las ramas de la semiótica
El representamen se conecta con tres cosas: el fundamento, el objeto y el
interpretante. De aquí se derivan tres ramas de la semiótica. La gramática pura —
qué es lo verdadero en el representamen, ¿cómo debe ser para poder encarnar el
significado? —, la lógica pura — es la ciencia de las condiciones de verdad de las
representaciones, ¿en qué sentido es verdadero que un representamen esté en
lugar de un objeto? — y la retórica pura — cómo un signo da nacimiento a otro
(concierne al aumento lógico del conocimiento) —.

Las categorías
La fenomenología como la descripción de aquello que está en la mente o en la
conciencia “tal como aparece”. Todas las ideas pueden ser pensadas a partir de tres
categorías: primeridad — considerar algo tal como es, sin referencia a otra cosa (se
corresponde con el representamen) —, segundidad — considerar algo tal como es
pero con relación a otra cosa (establecer una relación diádica que se corresponde
con el objeto) — y terceridad (hace posible la ley y la regularidad y se corresponde
con el interpretante).

Tipos de signo
Por la propia naturaleza del signo: el cualisigno se corresponde con la primeridad (es
pura potencia hasta que se manifieste en un signo concreto) — refiere a una
cualidad concreta —, el sinsigno se corresponde con la segundidad — es un evento
real, que es un signo — y el legisigno — es una ley, que es un signo —.
Por la relación entre el signo y su objeto dinámico: ícono (relación de semejanza) —
son clasificados de acuerdo al tipo de primeridad que establecen con su objeto
(imágenes, diagramas — relaciones análogas — y metáforas — relación de
paralelismo —), el índice que, a diferencia del ícono, está conectado físicamente con
su objeto (entabla con el objeto una relación existencial, carecen de parecido con su
objeto, dirigen la atención a sus objetos por una “compulsión ciega”) y el símbolo,
cuya conexión es por hábito o convención (denota una clase de cosas — la parte
simbólica de nuestro pensamiento son los símbolos).
El significado de los símbolos depende de su uso (la semiosis es social e histórica).
[Aquí hay puntos de contacto interesantes con Saussure].
Por la relación entre el signo y su interpretante: rema (todo signo considerado
aisladamente, que en sí mismo no es ni verdadero ni falso), dicente o decisigno
(para su interpretante, es un signo de existencia real — por ende, será verdadero o
será falso —), y argumento (busca cambiar la opinión del otro, trata de inducir un
cambio en el intérprete). Estos últimos pueden ser abductivos, deductivos o
inductivos, dependiendo del tipo de inferencia del que se valgan.
Conocimiento de la realidad y tipos de inferencia
No hay nada que exista en sí mismo en el sentido en que no esté en relación con la
mente (idealismo en Peirce). Lo real como un acuerdo y los objetos verdaderos
como aquellos que son representados por signos acordados como verdaderos
(cogniciones verdaderas y falsas). Los universales (generales) existen en las cosas
y el pensamiento es verdadero en función de su semejanza con esas cosas —
realismo en Peirce —. Esto abre el camino para analizar la relación entre la
producción del sentido y la construcción de la realidad.
Para Peirce todo conocimiento surge de inferencias: abducción (elaboración de una
conjetura razonable que guía la conducta futura), inducción (se presupone que es
cierto de todo un conjunto algo que es cierto para una porción del conjunto tomado
de forma aleatoria), deducción (se parte de una ley general a un caso). La capacidad
de formular hipótesis como una suerte de instinto en el ser humano.

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