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Ley 7586 del 10-4-96, reformada por Ley 8925 del 3-3-11

Ley contra la Violencia Doméstica


LEY CONTRA LA VIOLENCIA DOMESTICA

CAPITULO I

DISPOSICIONES GENERALES

ARTICULO 1.- Fines

Esta ley regulará la aplicación de las medidas de protección necesarias para


garantizar la vida, integridad y dignidad de las víctimas de la violencia doméstica.

Los jueces deberán procurar que los agresores no utilicen contra las víctimas la
presente ley, cuyo principio rector es el artículo 51 de la Constitución Política. Le
corresponderá brindar protección especial a

madres, niños, personas de sesenta años o más y personas discapacitadas,


tomando en cuenta las situaciones específicas de cada uno.

Asimismo, esta ley protegerá, en particular, a las víctimas de violencia en las


relaciones de pareja y donde exista abuso sexual incestuoso.

(Nota de Sinalevi: Mediante el artículo 1° de la Ley N° 8925 del 3 de febrero del


2011, se reformará este artículo. Al no indicar la fecha de rige, esta ley empieza a
regir diez días después de su publicación, según lo dispone el artículo 129 de la
Constitución Política, es decir el 12 de marzo del 2011, por lo que a partir de esa
fecha el texto de dicho artículo será el siguiente:

“Artículo 1.- Fines


Esta Ley regulará la aplicación de las medidas de protección necesarias para garantizar
la vida, integridad y dignidad de las víctimas de la violencia doméstica, cuyo principio
rector es el artículo 51 de la Constitución Política.
La autoridad competente deberá procurar que las personas agresoras no utilicen contra
las víctimas la presente Ley.
Las autoridades que intervengan en la aplicación de esta Ley brindarán protección
especial a madres, personas menores de edad, personas adultas mayores y personas que
presenten alguna condición de discapacidad, considerando las situaciones específicas
de cada una.
Asimismo, esta Ley protegerá, en particular, a las víctimas de violencia en las
relaciones de pareja o de abuso sexual intrafamiliar.”

ARTICULO 2.- Definiciones

Para interpretar esta ley, se establecen las siguientes definiciones:

a) Violencia doméstica: Acción u omisión, directa o indirecta, ejercida contra un


pariente por consanguinidad, afinidad o adopción hasta el tercer grado inclusive,
por vínculo jurídico o de hecho o por una relación de guarda, tutela o curatela y que
produzca como consecuencia, el menoscabo de su integridad física, sexual,
psicológica o patrimonial. El vínculo por afinidad subsistirá aun cuando haya
finalizado la relación que lo originó.

b) Violencia psicológica: Acción u omisión destinada a degradar o controlar las


acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas, por medio de
intimidación, manipulación, amenaza, directa o indirecta, humillación, aislamiento o
cualquier otra conducta que implique un perjuicio en la salud psicológica, la
autodeterminación o el desarrollo personal.

c) Violencia física: Acción u omisión que arriesga o daña la integridad corporal de


una persona.

d) Violencia sexual: Acción que obliga a una persona a mantener contacto


sexualizado, físico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales mediante
el uso de fuerza, intimidación, coerción, chantaje, soborno, manipulación, amenaza
o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad personal.

Igualmente, se considerará violencia sexual el hecho de que la persona agresora


obligue a la agredida a realizar alguno de estos actos con terceras personas.

e) Violencia patrimonial: Acción u omisión que implica daño, pérdida,


transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos,
instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores, derechos o
recursos económicos destinados a satisfacer las necesidades de alguna de las
personas mencionadas en el inciso a) anterior.

f) Parentesco: Relación de adopción, afinidad o consanguinidad hasta tercer grado


inclusive, por vía ascendente, descendente o colateral, originada en un vínculo
jurídico, biológico o de unión de hecho. El vínculo por afinidad subsistirá aun
cuando haya finalizado la relación que lo originó.

Las definiciones comprendidas en los incisos b), c), d), e) y f) no serán restrictivas.

CAPITULO II

MEDIDAS DE PROTECCION

ARTICULO 3.- Medidas de protección

Cuando se trate de situaciones de violencia doméstica, la autoridad competente


podrá acordar cualesquiera de las siguientes medidas de protección:

a) Ordenar al presunto agresor que salga inmediatamente del domicilio


común. Si se resiste, se utilizará la Fuerza Pública.
b) Fijarle, a la persona agredida, un domicilio diferente del común, que la
proteja de agresiones futuras, si así lo solicita.
c) Ordenar el allanamiento de la morada cuando, por violencia doméstica, se
arriesgue gravemente la integridad física, sexual, patrimonial o psicológica
de cualquiera de sus habitantes. Esta medida se efectuará conforme a lo
dispuesto en el Código de Procedimientos Penales.
d) Prohibir que se introduzcan o se mantengan armas en la casa de
habitación, cuando se utilicen para intimidar, amenazar o causar daño a
alguna de las personas citadas en el inciso a) del artículo 2 de esta ley.
e) Decomisar las armas en posesión del presunto agresor.
f) Suspenderle provisionalmente, al presunto agresor, la guarda, crianza y
educación de sus hijos e hijas menores de edad.
g) Ordenar al presunto agresor abstenerse de interferir, en cualquier forma,
en el ejercicio de la guarda, crianza y educación de sus hijos e hijas.
h) Suspenderle al presunto agresor el derecho de visitar a sus hijos e hijas,
en caso de agresión sexual contra menores de edad.
i) Confiar la guarda protectora a quien la autoridad judicial considere idóneo
para esa función, si tal guarda ha sido encargada al presunto agresor,
cuando la víctima sea menor de edad, discapacitada física o mental o se
trate de una persona de sesenta años o más, que no pueda valerse por sí
misma.
j) Prohibir, al presunto agresor, que perturbe o intimide a cualquier
integrante del grupo familiar.
k) Prohibir el acceso del presunto agresor al domicilio, permanente o
temporal, de la persona agredida y a su lugar de trabajo o estudio.
l) Fijar una obligación alimentaría provisional de conformidad con la Ley de
Pensiones Alimenticias. Una vez fijada, de oficio se testimoniarán piezas y se
remitirán a la autoridad judicial correspondiente.

(La Sala Constitucional mediante resolución N° 2896 del 14 de junio de 1996,


estableció que el inciso anterior no es inconstitucional, en relación con el artículo 10
de la presente ley, en tanto se entienda que: “…contra la resolución del juez de
familia que imponga una pensión alimenticia provisional conforme a ellos, procede
recurso de apelación en un sólo efecto, que debe tramitarse y resolverse por la
autoridad competente según la legislación especial que regula la materia
alimentaría, ante la cual éste debe hacer llegar de inmediato el testimonio de piezas
que ordena la presente Ley”).

m) Disponer el embargo preventivo de los bienes del presunto agresor, por


un plazo no mayor de tres meses, contado a partir de la fecha en que se
ejecute la resolución que lo ordene. Para aplicar esta medida, no será
necesario ningún depósito de garantía ni el pago de honorarios ni de otros
gastos.
A juicio de la autoridad judicial competente, el embargo recaerá sobre la
casa de habitación familiar y sobre los bienes necesarios para respaldar la
obligación alimentaria en favor de la persona agredida y los dependientes
que correspondan, conforme a la ley.
n) Levantar un inventario de los bienes muebles existentes en el núcleo
habitacional, en particular el menaje de casa u otros que le sirvan como
medio de trabajo a la persona agredida.
ñ) Otorgar el uso exclusivo, por un plazo determinado, del menaje de casa a
la persona agredida. Deberán salvaguardarse especialmente la vivienda y el
menaje amparado al régimen de patrimonio familiar.
o) Ordenar, al presunto agresor, que se abstenga de interferir en el uso y
disfrute de los instrumentos de trabajo de la persona agredida. Cuando esta
tenga sesenta años o más o sea discapacitada, el presunto agresor no
deberá interferir en el uso y disfrute de instrumentos indispensables para
que la víctima pueda valerse por sí misma o integrarse a la sociedad.
p) Ordenar al presunto agresor, la reparación en dinero efectivo de los daños
ocasionados a la persona agredida, o a los bienes que le sean indispensables
para continuar su vida normal. Se incluyen gastos de traslado, reparaciones
a la propiedad, alojamiento y gastos médicos. El monto se hará efectivo en
el mismo proceso, mediante el embargo y remate de los bienes necesarios
para cubrir los daños ocasionados, a juicio de la autoridad judicial
competente.
q) Emitir una orden de protección y auxilio policial, dirigida a la autoridad de
Seguridad Pública de su vecindario. La víctima portará copia de esta orden
para que pueda acudir a la autoridad
más cercana en caso de amenaza de agresión fuera de su domicilio.

Para aplicar cualquiera de las medidas enumeradas en este artículo, la autoridad


judicial podrá requerir la colaboración de la policía administrativa y judicial.

De incumplirse una o varias de estas medidas en contravención de una orden emanada


de la autoridad judicial competente, esta deberá testimoniar piezas a la fiscalía
correspondiente, para que se inicie la investigación por el delito de incumplimiento de
una medida de protección.

(Así reformado el párrafo anterior mediante el artículo 46 de la ley N° 8589 del 25 de


abril del 2007).

(Nota de Sinalevi: Mediante el artículo 1° de la Ley N° 8925 del 3 de febrero del


2011, se reformará este artículo. Al no indicar la fecha de rige, esta ley empieza a
regir diez días después de su publicación, según lo dispone el artículo 129 de la
Constitución Política, es decir el 12 de marzo del 2011, por lo que a partir de esa
fecha el texto de dicho artículo será el siguiente:

“Artículo 3.- Medidas de protección


Cuando se trate de situaciones de violencia doméstica, la autoridad competente
ordenará cualquiera de las siguientes medidas de protección:
a) Ordenar a la presunta persona agresora que salga inmediatamente del
domicilio común y, de acuerdo con las particularidades de la situación de violencia,
limitarla a un área distante al de la presunta persona agredida. En el término de
veinticuatro horas, la presunta persona agresora deberá informar a la autoridad judicial
sobre la dirección exacta de su nueva residencia. La misma obligación tendrá cada vez
que cambie de residencia. Si se resiste o incumple la orden será obligada por la Fuerza
Pública, y se testimoniarán piezas por el delito de incumplimiento de una medida de
protección.
b) Autorizar a la presunta persona agredida un domicilio diferente del común,
previa solicitud suya, para protegerla de agresiones futuras.
c) Ordenar el allanamiento del domicilio, pudiendo procederse a cualquier
hora cuando, por violencia doméstica, se arriesgue gravemente la integridad física,
sexual, patrimonial o psicológica de cualquiera de sus habitantes. Esta medida se
efectuará conforme a lo dispuesto en el Código Procesal Penal.
d) Prohibir que la presunta persona agresora posea o porte armas de fuego
punzocortantes o punzocontundentes. Asimismo, prohibir que se introduzcan o se
mantengan armas en la casa de habitación cuando se utilicen para intimidar, amenazar
o causar daño a alguna de las personas citadas en el inciso a) del artículo 2 de esta Ley.
e) Decomisar las armas y los objetos que se utilicen para intimidar, en
posesión de la presunta persona agresora y ordenar la cancelación de la portación de
armas.
f) De ser necesario y según las particularidades del caso, se podrá suspender
provisionalmente a la presunta persona agresora el ejercicio de la guarda, crianza y
educación de sus hijos e hijas menores de edad, así como la representación y
administración de los bienes de estas y la protección de personas adultas mayores y
personas que presenten alguna condición de discapacidad.
g) Ordenar a la presunta persona agresora abstenerse de interferir, de cualquier
forma, en el ejercicio de la guarda, crianza y educación de sus hijos e hijas, así como
en la representación y administración de los bienes de estas. Igual medida se podrá
ordenar en la protección y representación de personas adultas mayores y personas que
presenten alguna condición de discapacidad. Lo anterior, en los casos en los que la
autoridad competente ordenara aplicar el inciso f) de este artículo.
h) Suspenderle provisionalmente a la presunta persona agresora el derecho de
visitar a los hijos e hijas menores de edad, en los casos en que esta ejerza algún tipo de
agresión.
i) Confiar la guarda protectora a quien la autoridad judicial considere idóneo
para esa función, si tal guarda ha sido encargada a la presunta persona agresora,
cuando la víctima sea persona menor de edad, persona adulta mayor que no pueda
valerse por sí misma o persona que presente algún grado de discapacidad, en los casos
en que la autoridad competente ordenara aplicar el inciso f) de este artículo.
j) Prohibirle a la presunta persona agresora que agreda, perturbe o intimide a
cualquier integrante del grupo familiar de la presunta víctima de violencia doméstica.
k) Prohibirle el acceso a la presunta persona agresora al domicilio, permanente
o temporal, de la persona agredida y a su lugar de trabajo o estudio.
De igual manera, acercarse a dichos lugares a una distancia razonable a criterio de la
jueza o el juez.
l) Fijar una obligación alimentaria provisional en favor de la presunta víctima
y de los demás dependientes que corresponda, de conformidad con la Ley de pensiones
alimentarias, N.º 7654, aun cuando no se cuente con documento idóneo que acredite el
grado de parentesco. Una vez fijada, de oficio, se testimoniarán piezas y se remitirán a
la autoridad judicial correspondiente.
m) Disponer el embargo preventivo, por un plazo máximo de tres meses,
contado a partir de la fecha en que se ejecute la resolución que lo ordene, sobre la casa
de habitación familiar y sobre los bienes de la presunta persona agresora necesarios
para respaldar la obligación alimentaria en favor de la persona agredida y los
dependientes que corresponda, de conformidad con la ley; dicho plazo podrá ser
prorrogado por la jueza o el juez cuando razonablemente las circunstancias lo
ameriten. Para aplicar esta medida, no será necesario ningún depósito de garantía ni el
pago de honorarios ni de otros gastos.
n) Levantar un inventario de los bienes muebles existentes en el núcleo
habitacional, en particular el menaje de casa u otros que le sirvan como medio de
trabajo a la persona agredida.
ñ) Otorgar el uso exclusivo del menaje de casa a la persona agredida. Deberán
salvaguardarse especialmente la vivienda y el menaje amparado al régimen de
patrimonio familiar.
o) Ordenar a la presunta persona agresora que se abstenga de interferir en el
uso y disfrute de los instrumentos de trabajo de la persona agredida. Cuando esta sea
una persona adulta mayor o presente alguna condición de discapacidad, la presunta
persona agresora no deberá interferir en el uso y disfrute de instrumentos
indispensables para que la víctima pueda valerse por sí misma o integrarse a la
sociedad.
p) Ordenar a la presunta persona agresora la reparación en dinero efectivo de
los daños y perjuicios ocasionados a la persona agredida o a los bienes que le sean
indispensables para continuar su vida normal. Se incluyen gastos de traslado,
reparaciones a la propiedad, alojamiento y gastos médicos. El monto se hará efectivo
en el mismo proceso mediante el embargo y remate de los bienes necesarios para
cubrir los daños ocasionados, a juicio de la autoridad judicial competente.
q) Emitir una orden de protección y auxilio policial dirigida a la autoridad de
seguridad pública de su vecindario. La víctima portará copia de esta orden para que
pueda acudir a la autoridad más cercana, en caso de amenaza de agresión fuera de su
domicilio.
Para aplicar cualquiera de las medidas enumeradas en este artículo o de otras que de
acuerdo con las particularidades de la situación de violencia intrafamiliar deban
adoptarse, la autoridad judicial podrá requerir la colaboración de la policía
administrativa y de la policía judicial.
De incumplirse una o varias de estas medidas contraviniendo una orden emanada de la
autoridad competente, esta deberá testimoniar piezas al Ministerio Público para que se
siga el juzgamiento por el delito de incumplimiento de una medida de protección.”

ARTICULO 4.- Duración

Las medidas de protección no podrán durar menos de un mes ni más de seis,


excepto la consignada en el inciso c) del artículo anterior. Sin embargo, al vencer el
plazo y a solicitud de parte, la autoridad competente podrá ordenar prorrogarlo una
sola vez, por igual período.

(Nota de Sinalevi: Mediante el artículo 1° de la Ley N° 8925 del 3 de febrero del


2011, se reformará este artículo. Al no indicar la fecha de rige, esta ley empieza a
regir diez días después de su publicación, según lo dispone el artículo 129 de la
Constitución Política, es decir el 12 de marzo del 2011, por lo que a partir de esa
fecha el texto de dicho artículo será el siguiente:

“Artículo 4.- Duración

Las medidas de protección se mantendrán por un año, mientras no sean levantadas o


modificadas con anterioridad por resolución judicial firme.

Será obligación del Poder Judicial crear un registro con los nombres y la información de
las personas a las que se les haya impuesto medidas de protección; para ello, los
despachos que conocen la materia estarán obligados a enviar al registro copia de las
resoluciones que ordenen, modifiquen o cesen las medidas de protección.

El registro deberá ser consultado, necesariamente, por la jueza o el juez que deba
resolver un asunto puesto en su conocimiento y que guarde relación con los hechos
registrados.

La información contenida en este registro será confidencial y de uso exclusivo del Poder
Judicial. Los asientos contenidos en este registro se cancelarán definitivamente en un
plazo de cinco años, contado a partir de la última resolución comunicada.

Cuando se trate de presuntas personas agresoras menores de edad, el registro no podrá


contener fotografías de ellas; toda la información registrada deberá ser utilizada con
respeto de la normativa que tutela los derechos de las personas menores de edad.”
ARTICULO 5.- Cese

Las medidas de protección cesarán al vencer el plazo. No obstante, la persona agredida o


quien haya requerido las medidas, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 7 de esta ley,
podrá solicitar el levantamiento anticipado de la medida. La autoridad judicial podrá ordenar
esta acción si lo considera conveniente, previa valoración de los informes a que se refiere el
artículo 17 siguiente.

Cuando el ofendido sea menor de edad, el cese de la medida, que no sea solicitado por un
representante del Patronato Nacional de la Infancia, sólo procederá cuando lo recomiende esta
Institución, la cual estará obligada a pronunciarse.

(Nota de Sinalevi: Mediante el artículo 1° de la Ley N° 8925 del 3 de febrero del 2011, se
reformará este artículo. Al no indicar la fecha de rige, esta ley empieza a regir diez días
después de su publicación, según lo dispone el artículo 129 de la Constitución Política, es decir
el 12 de marzo del 2011, por lo que a partir de esa fecha el texto de dicho artículo será el
siguiente:

"Artículo 5.- Cese

La persona agredida o quien haya requerido las medidas, de acuerdo con el artículo
7 de esta Ley, podrá solicitar el levantamiento anticipado de la medida. La
autoridad judicial podrá ordenar esta acción si lo considera conveniente, previa
valoración de los informes a que se refiere el artículo 17 siguiente.

Cuando la ofendida sea una persona menor de edad, el cese a la medida, que no
sea solicitado por una persona representante del Patronato Nacional de la Infancia,
solo procederá cuando lo recomiende esa institución, la cual estará obligada a
pronunciarse.

También podrá ordenarse el levantamiento de oficio o a solicitud de parte, cuando


evidencie que la ley está siendo utilizada en contra de sus fines."

CAPITULO III

PROCEDIMIENTO

ARTICULO 6.- Competencia

Donde no existan juzgados de familia, las alcaldías mixtas serán competentes para conocer y
ordenar las medidas de protección a que se refiere el artículo 3 de esta ley.

(Nota de Sinalevi: Mediante el artículo 1° de la Ley N° 8925 del 3 de febrero del 2011, se
reformará este artículo. Al no indicar la fecha de rige, esta ley empieza a regir diez días
después de su publicación, según lo dispone el artículo 129 de la Constitución Política, es decir
el 12 de marzo del 2011, por lo que a partir de esa fecha el texto de dicho artículo será el
siguiente:

"Artículo 6.- Competencia

Donde no existan juzgados especializados en violencia doméstica o de familia,


serán competentes para conocer y ordenar las medidas de protección a que se
refiere el artículo 3 de esta Ley, los juzgados mixtos o contravencionales.
Esas medidas también deberán ser otorgadas por los juzgados penales, en los
casos en que los despachos mencionados estén imposibilitados para brindar el
servicio. En este último supuesto, en forma inmediata deberán remitir el
expediente a la autoridad que corresponda. Si los hechos descritos constituyen
delito, deberá remitir testimonio de piezas al Ministerio Público.”

ARTICULO 7.- Solicitantes legítimos Estarán legitimados para solicitar las medidas
de protección descritas en el capítulo anterior:

a) Los mayores de doce años afectados por una situación de violencia doméstica.
Cuando se trate de menores de doce años o de personas con discapacidad física o
mental, la medida deberá ser solicitada por su representante legal, el Patronato
Nacional de la Infancia, una autoridad de policía o un mayor de edad.

b) Las instituciones públicas o privadas que lleven a cabo programas de protección


de los derechos humanos y la familia, cuando la persona agredida lo solicite, se
encuentre grave o presente alguna discapacidad que le impida solicitar la
protección o tener conciencia de la agresión que se le inflige.

c) Los mayores de edad, cuando la persona agredida esté imposibilitada para


solicitarlas por encontrarse grave como producto de una situación de violencia
doméstica.

ARTICULO 8.- Tramitación

Las medidas podrán ser solicitadas por escrito o en forma verbal, con
independencia de cualquier otro proceso, ya sea penal o de familia.

La solicitud escrita solo requerirá autenticación cuando quien la formula no la


presente personalmente. Los tribunales estarán facultados para conducir la
tramitación aplicando el impulso procesal de oficio.

Cuando exista peligro inminente para la integridad física de las personas protegidas
por esta ley, de inmediato el juez dictará las medidas de protección pertinentes, a
fin de evitar que el daño se produzca o continúe produciéndose. En estos casos, el
cumplimiento de formalidades no se convertirá en impedimento para la intervención
oportuna.

La solicitud de las medidas de protección podrá presentarse en un formulario que


elaborarán las instituciones mencionadas en el inciso b) del artículo 7 de esta ley.

ARTICULO 9.- Requisitos de la solicitud

El solicitante de cualquiera de las medidas de protección señaladas en el artículo 3


de esta ley, deberá indicar:

a) El nombre, los apellidos, las calidades y el vecindario de la persona agredida y la


persona agresora, si los conoce.
b) Los hechos en que se funda.

c) Las pruebas, si existen, en las que fundamenta los hechos expuestos en la


solicitud. La falta de indicación de pruebas no impedirá que la autoridad judicial dé
curso a la solicitud.

d) Las medidas de protección solicitadas.

e) El señalamiento de la casa o el lugar para recibir notificaciones.

ARTICULO 10.- Aplicación de medidas Planteada la solicitud, la autoridad


competente ordenará, de inmediato, aplicar cualquiera de las medidas de
protección solicitadas.

Esta resolución deberá notificarse conforme al artículo 177 del Código Procesal Civil
y no cabrá recurso alguno contra ella.

No obstante, sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, el juzgado podrá


ordenar, de oficio, la aplicación de otras medidas distintas de las solicitadas.

(La Sala Constitucional mediante resolución N° 2896 del 14 de junio de 1996,


estableció que el presente artículo no es inconstitucional, en relación con el artículo
3 inciso l de la presente ley, en tanto se entienda que“…contra la resolución del
juez de familia que imponga una pensión alimenticia provisional conforme a ellos,
procede recurso de apelación en un sólo efecto, que debe tramitarse y resolverse
por la autoridad competente según la legislación especial que regula la materia
alimentaría, ante la cual éste debe hacer llegar de inmediato el testimonio de piezas
que ordena la presente Ley”).

ARTICULO 11.- Examen médico legal

Cuando lo estime necesario, la persona agredida o el solicitante de la medida, de


conformidad con lo contemplado en el artículo 7 de la presente ley, podrá pedir a la
autoridad competente que se le practique un examen médico y sicológico que
permita valorar los daños físicos y sicológicos sufridos.

Podrán practicar este examen los profesionales del Departamento de Medicina Legal
del Poder Judicial o los de la Caja Costarricense de Seguro Social y del Ministerio de
Salud.

ARTICULO 12.- Comparecencia

En la resolución que ordena aplicar las medidas de protección, el juzgado citará a las partes
para que, dentro del plazo de tres días, comparezcan a una audiencia oral donde se evacuará
la prueba.

En casos excepcionales el solicitante podrá pedir a la autoridad judicial que su comparecencia


se realice sin estar presente el presunto agresor.
Cuando la víctima no pueda comparecer por una discapacidad o porque no sea trasladada por
sus familiares o cuidadores, la autoridad judicial deberá visitarla para tomarle declaración.
Asimismo, cuando por su discapacidad la persona agredida, no esté en condiciones de atender
sus propios intereses, la autoridad judicial deberá citar a los testigos y considerar su criterio
para resolver.

(Nota de Sinalevi: Mediante el artículo 1° de la Ley N° 8925 del 3 de febrero del 2011, se
reformará este artículo. Al no indicar la fecha de rige, esta ley empieza a regir diez días
después de su publicación, según lo dispone el artículo 129 de la Constitución Política, es decir
el 12 de marzo del 2011, por lo que a partir de esa fecha el texto de dicho artículo será el
siguiente:

“Artículo 12.- Comparecencia

En el caso en que la presunta persona agresora lo solicite por escrito o verbalmente,


dentro de los cinco días siguientes a la notificación del auto inicial, o que la presunta
víctima tenga antecedentes como persona agresora, el juzgado convocará a las partes
a una audiencia oral, en la que evacuarán las pruebas correspondientes.

En cualquiera de esos supuestos, la autoridad judicial fijará, de inmediato, la fecha y


hora de la audiencia. Ese señalamiento debe ser notificado a la persona solicitante en
forma personal, excepto que haya señalado medio para oír notificaciones. Entre esa
notificación y la celebración de la audiencia debe mediar un plazo de cinco días.

Cuando la víctima no pueda comparecer por una discapacidad o enfermedad, de


previo a resolver, la autoridad judicial realizará un reconocimiento judicial, en dicho
acto se realizará la entrevista.

En ese mismo supuesto, si la persona agredida no está en condiciones de atender sus


propios intereses, la autoridad judicial deberá citar a los testigos y considerar su
criterio para resolver.

En casos justificados, la víctima podrá pedir o la autoridad judicial podrá ordenar de


oficio que su comparecencia se realice sin estar presente la presunta persona
agresora, a quien se le informará lo sucedido una vez finalizada la declaración y se le
dará la oportunidad de referirse a esta.”

ARTICULO 13.- Apreciación de la prueba Para interpretar esta ley, en caso de duda
en la apreciación de la prueba, se estará a lo más favorable para el supuesto
agredido.

ARTICULO 14.- Resolución

Evacuada la prueba, la comparecencia se dará por concluida y el juzgado resolverá,


de inmediato, si las medidas aplicadas se mantienen en ejecución o no.

La autoridad judicial resolverá con base en las reglas de la sana crítica racional y,
de oficio, regirá el impulso procesal; para eso ordenará las pruebas que considere
necesarias a fin de establecer la verdad.
La aplicación e interpretación de esta ley se regirán por los principios
fundamentales de la legislación de familia y las disposiciones contenidas en el
artículo 10 del Código Civil.

ARTICULO 15.- Apelación

La resolución del juzgado podrá ser apelada en el término de tres días hábiles.

Sin embargo, el admitir la apelación no suspenderá la ejecución de las medidas


decretadas.

ARTICULO 16.- Resolución del recurso

La autoridad superior deberá resolver el recurso de apelación dentro de los quince


días siguientes a la fecha en que finalizó su tramitación.

ARTICULO 17.- Ejecución de las medidas

Durante el tiempo de la ejecución de las medidas, la autoridad judicial deberá revisar los
resultados, ya sea mediante la comparecencia de las partes al despacho correspondiente, con
la frecuencia que se ordene, o bien, con la intervención de trabajadores sociales, quienes
rendirán informes periódicos acerca de la convivencia familiar.

(Nota de Sinalevi: Mediante el artículo 1° de la Ley N° 8925 del 3 de febrero del 2011, se
reformará este artículo. Al no indicar la fecha de rige, esta ley empieza a regir diez días
después de su publicación, según lo dispone el artículo 129 de la Constitución Política, es decir
el 12 de marzo del 2011, por lo que a partir de esa fecha el texto de dicho artículo será el
siguiente:

“Artículo 17.- Ejecución de las medidas

La autoridad judicial deberá revisar los resultados de la ejecución de las medidas, ya


sea mediante la comparecencia de las partes al despacho correspondiente, con la
frecuencia que se ordene, o bien, con la intervención del Departamento de Trabajo
Social y Psicología del Poder Judicial o de cualquier otra instancia estatal requerida al
efecto, los cuales rendirán informes periódicos acerca de la efectividad de las
medidas.

La policía administrativa tiene la obligación de vigilar el cumplimiento efectivo de las


medidas de protección, por todos los medios que sean necesarios.

Es responsabilidad de los órganos públicos que forman parte del sistema nacional
para la atención y prevención de la violencia intrafamiliar, de conformidad con sus
competencias, brindar un acompañamiento integral a las personas víctimas de
violencia que les permita mejorar su situación, así como la recuperación y la
construcción de un nuevo proyecto de vida.

El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) brindará el asesoramiento para cumplir


ese fin y, además, les ofrecerá a las víctimas los servicios de acompañamiento,
asesoramiento jurídico y representación legal necesarios para realizar los trámites
contemplados en esta Ley. Con este último propósito, el Inamu podrá intervenir en el
procedimiento, con el fin de garantizar los derechos de las víctimas y representarlas
legalmente con las mismas facultades y atribuciones otorgadas a la Defensa Pública
en materia penal.”

ARTICULO 18.- Denuncia

Si los hechos que motivaron las medidas de protección constituyen delito, la


autoridad judicial tomará las previsiones que estime convenientes y librará
testimonio a la agencia fiscal respectiva.

ARTICULO 19.- Supletoriedad

El Código Procesal Civil se aplicará supletoriamente en lo que se guarde silencio,


sea compatible y no se oponga a lo preceptuado en esta ley.

CAPITULO IV

OBLIGACIONES DE LA POLICIA ADMINISTRATIVA

ARTICULO 20.- Deberes

Las autoridades de policía tienen el deber de intervenir en las situaciones de violencia


doméstica, de oficio o cuando sean requeridas por las víctimas o por terceras personas. En
estos casos, deberán:

a) Socorrer a las personas agredidas aun cuando se encuentren dentro de su domicilio.

b) Detener a las personas agresoras y ponerlas a la orden de la autoridad judicial.

c) Levantar un acta sobre los hechos ocurridos, para lo cual deberán recoger información de
familiares, vecinos u otras personas presentes y consignar sus nombres, calidades y lugar
donde puedan localizarse para requerirlos en un posible proceso judicial.

d) Decomisar las armas y los objetos utilizados para amenazar o agredir y ponerlos a la orden
de la autoridad judicial respectiva.

e) Declarar como testigos en un posible proceso judicial.

El incumplimiento de esos deberes será sancionado con la pena prevista en el artículo 330 del
Código Penal.

(Nota de Sinalevi: Mediante el artículo 1° de la Ley N° 8925 del 3 de febrero del 2011, se
reformará este artículo. Al no indicar la fecha de rige, esta ley empieza a regir diez días
después de su publicación, según lo dispone el artículo 129 de la Constitución Política, es decir
el 12 de marzo del 2011, por lo que a partir de esa fecha el texto de dicho artículo será el
siguiente:
“Artículo 20.- Delimitación de competencias

Las autoridades de policía tienen el deber de intervenir en las situaciones de violencia


doméstica, de oficio o cuando sean requeridas por las víctimas o por terceras
personas. En estos casos, deberán:

a) Socorrer a las personas agredidas aun cuando se encuentren dentro de su


domicilio.

b) Detener a las presuntas personas agresoras y ponerlas a la orden de la


autoridad competente. En todo caso, deberá ponerse a la persona detenida a la orden
de la autoridad competente, en el término de veinticuatro horas, conforme lo establece
el artículo 37 de la Constitución Política.

c) Levantar un acta sobre los hechos ocurridos; para ello deberán recoger
información de familiares, personas vecinas o de otras presentes y consignar sus
nombres, calidades y lugar donde puedan localizarse para requerirlos en un posible
proceso judicial.

d) Decomisar las armas y los objetos utilizados para amenazar o agredir y


ponerlos a la orden de la autoridad judicial respectiva.

e) Declarar como testigos en un posible proceso judicial.”

CAPITULO V

DEBERES DEL ESTADO

ARTICULO 21.- Ente rector

Corresponderá al Centro nacional para el desarrollo de la mujer y la familia (*),


vigilar el cumplimiento de la Convención interamericana para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer. Con este fin, estará facultado para ser el ente
rector de las políticas públicas en los programas de detección, atención, prevención
e inserción laboral de las personas agredidas.

Para cumplir con las obligaciones encomendadas, el Centro (*) desarrollará las
funciones establecidas en la Convención mencionada, específicamente en los incisos
a) y e) del artículo 7 y en los incisos a), b), c), e), g), h), i) del artículo 8, en los
siguientes términos:

1.- Velará porque las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes de


instituciones se comporten de conformidad con las obligaciones estipuladas en esa
Convención.

2.- Tomará las medidas apropiadas para fomentar la modificación de prácticas,


jurídicas o consuetudinarias, que respalden la persistencia o la tolerancia de la
violencia contra las personas.

3.- Fortalecerá el conocimiento y la observancia del derecho de la mujer a una vida


libre de violencia y a que se le respeten y protejan sus derechos.
4.- Promoverá la modificación de los patrones socioculturales de conducta de
hombres y mujeres, inclusive el diseño de programas de educación, formales e
informales apropiados para todos los niveles del proceso educativo, con el fin de
contrarrestar prejuicios, costumbres y todo tipo de prácticas que se basen en la
premisa de la inferioridad de cualquiera de los géneros o en los estereotipos para el
hombre y la mujer, que legitiman o exacerban la violencia contra las personas.

5.- Fomentará la educación y capacitación del personal en la administración de


justicia, policial y de otros funcionarios responsables de la aplicación de la ley, así
como del personal encargado de aplicar las políticas para prevenir, sancionar y
eliminar la violencia doméstica.

6.- Estimulará programas educativos, gubernamentales y del sector privado,


tendientes a concientizar al público sobre los problemas relacionados con la
violencia doméstica, los recursos legales y la reparación correspondiente.

7.- Alentará a los medios de comunicación para que elaboren directrices adecuadas
de difusión y contribuyan así a erradicar la violencia doméstica en todas sus formas
y, en especial, a realzar el respeto a la dignidad de la mujer.

8.- Garantizará la investigación y recopilación de estadísticas e información


pertinente sobre las causas, consecuencias y frecuencia de la violencia doméstica,
con el fin de evaluar las medidas estatales.

9.- Promoverá la cooperación internacional para intercambiar ideas y experiencias y


ejecutar programas encaminados a proteger el derecho a una vida sin violencia.

El Estado procurará ofrecer alternativas de tratamiento y rehabilitación a las


personas agresoras, tomando en cuenta, entre otras, su doble condición de
víctimas y de agresoras.

(*) (NOTA: De acuerdo con el artículo 26, inciso b), de la Ley del Instituto Nacional
de las Mujeres No.7801 de 30 de abril de 1998, cualquier referencia al Centro
Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia se entenderá referida al
Instituto Nacional de las Mujeres)

ARTICULO 22.- Plan nacional

El Centro nacional para el desarrollo de la mujer y la familia (*) deberá desarrollar


un plan nacional que coordine, como un sistema unificado, las instituciones que
puedan ofrecer servicios especiales a las personas agredidas por violencia de
género o trabajar para prevenirla.

(*) (NOTA: De acuerdo con el artículo 26, inciso b), de la Ley del Instituto Nacional
de las Mujeres No.7801 de 30 de abril de 1998, cualquier referencia al Centro
Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia se entenderá referida al
Instituto Nacional de las Mujeres)

ARTICULO 23.- Obligación de las instituciones


Las instituciones públicas que puedan colaborar en la detección, atención,
prevención e inserción laboral de las personas agredidas, están obligadas a orientar
sus labores para cumplir con este fin.

ARTICULO 24.- Coordinación de políticas

Corresponderá a los entes rectores en materia de discapacidad y tercera edad,


formular y coordinar políticas públicas para prevenir y atender casos de violencia
intrafamiliar contra personas discapacitadas o personas de sesenta años o más.

CAPITULO VI

DISPOSICIONES FINALES

ARTICULO 25.- Derogaciones

Se derogan el inciso ch) del artículo 81 y el inciso c) del artículo 81 bis, del Código
Penal.

ARTICULO 26.- Vigencia

Rige a partir de su publicación.

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