La Cruz Del Sur PDF
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La Cm» dfl Sur
R e v i s t a de A r t e y L e t r a s
A L B E R T O L A S P L A C E S , JAIM E L. M O R E N Z A , G E R V A SIO 6U ILLO T M UÑO Z.
A L V A R O G U ILLO T M U Ñ O Z, M ELCH O R M ENDEZ M A 6 A R IÑ 0 S
S U M A R I O
PARTE 6RÁFICA
AÑO V. NO 27
Después de más de diez años de aleja la personalidad de Reyles de las que esca
miento voluntario acaba de regresar al pan necesariamente a la com prensión y al
país con ánimo de instalarse definitiva* aprecio de nuestros croniqueros habitua
mente en él, Carlos Reyles, el primero de les. En cambio ReyleB ha sido agasajado
nuestros novelistas y uno de los más en los círculos intelectuales y especial*
altos y selectos espíritus nacidos bajo mente por el grupo de “ La Cruz del Sur”,
nuestro cielo. En este artículo queremos agasajos que sabemos lo han llenado de
dejar constancia de nuestro regocijo ante satisfacción, pues, ha podido constatar
tal hecho al cual la prensa metropolitana que apesar de la norteam erlcanización de
no ha prestado la atención debida por ser nuestro ambiente — deportes, negocios,
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au tom óvil, rad iotelefon ía — existen siem ra el sentido de la jerarquía, peto en un
pre alm as g en erosa s y espíritus indom a orden muy distinto a R odó. En este últi
bles que orientan h acia otros m uy dis m o la jerarquía es intelectual y establece
tin to s ideales sus ansias de perfección una oposición irreductible entre lo espiri
in dividu al y colectiv a. tual y lo m aterial, entre lo aéreo de Ariel
L a v id a c o m o la obra de R ey les con sti y lo terreno de Calibán. En R eyles la je
tu y en un n ota b le .ejem p lo de fidelidad a rarquía es de orden vital y está m u cho
si m ism o. U n a lin^a recta sería el sím bo m ás cerca del ideal de la “ bestia rubia” de
lo escu eto p ero ex a cto de su deslizar a N ietzsche que del taum aturgo Próspero,
tra v és de lo s a ñ o s y de la s letras. Desde m ovien do arm oniosam ente las potencias
su p rim er lib r o b a sta el ú ltim o está pre naturales al con ju ro de su varita m ágica
sen te la m ism a person alidad v ig o r o sa y o sentándose a la tribuna del aula a p ro
sólida, el m ism o pen sa m ien to directiv o, el nun ciar un b ello discurso a lo s jóvenes.
m ism o estilo b rilla n te y v iril. L e jo s de lo s E n R ey les se im pon e la ebriedad de la
ta n te o s y d u b ita cion es que m a log ra n ta n vida, el d erech o del fuerte, la selección
to s tem p era m en tos sin origin a lid a d , la p or la diferen cia ción de la volu n ta d y de
o b ra litera ria de R e y le s presen ta la s m is la poten cia viril. E n la hum anidad com o
m a s ca ra cterística s, ta n to en lo s vastos en la naturaleza hay m on tañ as y llanuras,
fr e s c o s de sus n ov ela s, c o m o en el n e rv io torren tes y rem an sos, lo b o s y corderos.
s o d in a m ism o de su s en sa y os filo s ó fic o s , Igu a lar tod os lo s derech os es establecer
c o m o en sus c o n c e p c io n e s so c io ló g ic a s , n iv ela cion es absurdas que resienten el
d iscu tib les p ero en n ob lecid a s p or la sin c o n ju n to ; es ob lig a r a tod os a som eterse
ce rid a d de u n a fé b elig era n te y ejecu tiva. a la m oral de lo s escla vos a la cual n o se
D esde m u y jo v e n R e y le s e n co n tró su ca adaptarán jam ás lo s que h an n acido para
m in o y n i é x ito s , n i con tra ried a d es, ni dom in a d ores. Su con cep to — que n o dis
h a la g o s , n i cesu ra s h a n p o d id o lo g r a r que cu to sin o que ex p o n g o , — es, pues, rígida
se a p a rta ra de él. U n fu erte la z o in visib le, y ló g ica m en te aristocrá tico. N o hay aquí
la z o e sté tico y d o c tr in a r io a la vez, u n e sa n g re h eredada n i pergam in os ficticios:
e stre ch a m e n te la s g ra n d es escen a s de H a y s ó lo la N aturalezá que señ ala a cada
“ B e b a ” a lo s estu d ios p s ic o ló g ic o s de “ L a u n o su m isió n en la v id a y cu y os m anda
ra za de C a ín ” , a la s d o lo r o s a s in tro sp e c to s n o se pueden v io la r ni desviar.
c io n e s d e “ E l T e r r u ñ o ” , a lo s solea d os R ey les, siempre laborioso — pero no
p a n o ra m a s d e “ E l e m b ru jo de S e v illa ” . exageradamente fecundo — anuncia tres
E n tr e e llo s “ L a m u erte del c is n e ” y nuevas obras en las cuales trabaja amoro
“ D iá lo g o s o lím p ic o s ” rep resen ta n c o n d e n samente desde hace tiempo. Espérame»
s a c io n e s de p e n sa m ie n to , d eten id os a v i esos libros en la seguridad de que ellos no
z o r a r e s h a c ia la s m á s a m p lia s p ersp ecti desmerecerán al lado de sus hermanos
vas. h u m a n a s, m e d ita cio n e s de c o m b a mayores que le han conquistado tan jus
tie n te n o de a n a lític o , h im n o s a sus d iv i ta gloria, laureles tan frescos' siempre. En
n id a d es in s p ira d o ra s m á s d ig n a s d e fig u la plenitud de su vida y de su talento, lle
r a r en la tem p estu osa m ito lo g ía del W a l- no de cariño por su tierra vuelve de nue
h a lla q u e en la seren id a d c o n v e n c io n a l vo a ella su mirada filial después de per
d el O lim p o o en la d esteñ id a m e d io crid a d manecer largo tiempo en el viejo mundo,
del p a ra ís o c ris tia n o . P á g in a s h a y en esos bebiendo silenciosamente en las fuentes
d o s ú ltim o s lib r o s q u e re p u to la s m e jo r e s maternas de la raza, España, y de la cal-
q u e se h a n e s c r ito en n u e s tro pa ís, p á tura, Francia. Bien pertrechado para las
g in a s im p e ca b le s in fla m a d a s en v e rb o artísticas lides, cada una de sus salidas
apostólico, orquestadas com o por vientos ha de ser un nuevo triunfo, un nuevo
marinos, cargadas de sustancia, ante las timbre de gloria para su nombre ya ilus
cuales nadie puede permanecer indiferen tre y para nuestro Uruguay tan necesita
te, tal es su fuerza de sugestión que atrae do de prestigios com o el suyo que lo enal-
y seduce aún a aquellos mismos que no tezcan ante el concepto todavía deficien
alcanza a convencer y conquistar. temente ilustrado de los demás países.
Reyles representa en nuestra literatu
Alberto Lasplaces.
LE CORBUSIER EN MONTEVIDEO
- "C e sentiment moderne est un esprit
de géométrie, un esprit de construction
et de synthèse. L'exactitude et l'ordre
en sont la condition."
Le Corbusier (Urbanisme)
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busier, pues vió que ellas estaban funda todo lo que debe al genial creador de la
das exclusivamente en el pasado y eran metrópoli contemporánea.
en el fondo falsas y superficiales. Cuando apareció L’ Art décoratlf d’au-
Le Corbusier ha sido el creador del ur jourd’ hoi — titulo insignificante que
banismo vivo. Adaptó a la arquitectura el Le CorbuBier eligió provisionalmente
principio purista que destierra en abso para bautizar uno de sus libros funda
luto la ornamentación y on general todo mentales escrito con objeto de atacar la
lo inútil, todo lo que no es más que acce exposición del año 25— la crítica parisien
sorio para pedir a la lógica y a los volú se primero y la europea después, se sintie
menes las soluciones estéticas racionales. ron conmovidas por la audacia de concep
“ El arte de Jeanneret. dice Mauricio Ray- tos y la novedad auténtica de esta obra
nal, tanto en pintura com o en arquitectu que empieza con una demolición y termi
ra, vale por su distinción plástica, su no na con afirmaciones constructivas.
bleza de lfneas y por su sobriedad en la , Valéry, tan parco en elogios, tan abru
cual la emoción está tal vez demasiado mado por. el cotidiano bloqueo de cartas
sistemáticamente desechada, pero que no y libros que le llegan de todas las lati
carece de grandeza” . tudes, escribió una página entusiasta a
Conociendo íntimamente el movimien Le Corbusier — antes de conocer perso
to literario nuevo Le Corbusier habla con nalmente al urbanista, y llevado por un
hondura de los valores más representati sincero impulso de adhesión a la estéti
vos de la época. Elogia entusiasmado a ca lecorbusiana — en la que le expresaba
Proust, a quien ve com o el prototipo del su admiración por L’ Art déeoratif d’au-
buscador cósmico, Valéry, Gide, Delteil, jourd’ hui.
Morand, Breton, Mauricio Raynal. Sus Ante los Dioramas del “ Plan Voisin”
observaciones sobre la poesía nueva son de París, y del de “ Une Ville Contempo-
de una originalidad y un acierto notables. raine de trols millions d' habitants” ex
Ellas informan suficientemente sobre su hibidos en el pabellón de L’ Esprit >'ou-
discernimiento crítico, sobre su amplitud veau en la exposición del año 25, Blaise
de miras, sobre el alcance de su sensibi Cendrars hizo un inolvidable elogio de
lidad. estas dos obras urbanísticas que dieron
Hace una historia sumaria de I /E sprit súbitamente celebridad a Le Corbusier en
Nouveau y explica las dificultades de la Francia y en Europa.
publicación de esta importantísima re No viene mal recordar aquí el inciden
vista internacional de la actividad con te a penas creíble que tuvo lugar en esa
temporánea, fundada en 1920, en aquellos exposición cuando Le Corbusier, en cola
tiempos en que el espíritu de nuestro si boración con su socio el arquitecto Pierre
glo todavía no había alcanzado más que Jeanneret, se pusieron a levantar el pa
pocas ventajas en su encarnizada lucha bellón de L’ Esprit Nouveau. Después de
contra el conservatismo inhibitorio. Pa múltiples dificultades, estos dos artistas
blo Dermée — director de este alto expo unidos por el vínculo del parentesco, por
nente de la estética moderna — triunfó una comunidad ideológica y por el mis
en su empresa gracias a la cooperación mo afán de hacer triunfar una nueva di
orientadora del gran urbanista. De este rección de la estética, consiguieron una
modo L’ Esprit Nouveau dió unos treinta parcela de terreno que sirvió para cons
números, todos con un material incom truir su pabellón. Sin embargo, algunos
parable; fué la revista más completa de arquitectos que habían sido célebres cua
cultura moderna que haya aparecido, la renta años atrás y que en 1925 disfruta
que tuvo mayor radio de acción de todas ban de todos los honores y privilegios
las publicaciones contemporáneas, y la académicos con que habitualmente se re
que, sin ninguna especie de duda contri compensa a los que cultivan el arte ofi
buyó de modo más directo al afianza cial, esos arquitectos achacosos continua
miento y a la difusión del nunismo. dores del estilo uniform e y de la fachada
De Ozenfant, Le Corbusier, prefiere no a base de recetas, se opusieron a la insta
hablar. lación del pabellón de L’ Esprit Nonveau
Es enojoso recordar que después de ha y trataron de hacer cerrar el local que Le
ber estado estrechamente ligado a ese Corbusier y Pierre Jeanneret habían ad
legítim o esteta, Le Corbusier se apartó quirido con tanto sacrificio y toda lega
de él debido a desavenencias muy serias lidad y probidad. El cierre de ese pabe
surgidas entre ambos artistas. llón implicaba la expulsión irremediable
Ozenfant, en parte por estar orientado, de los artistas que allí exhibían sus obras,
com o teorizante y com o pintor, por el pu es decir, el destierro de Le Corbusier y
rismo picassiano, en parte tal vez por Pierre Jeanneret de la exposición inter
exceso de egolatría, no supo reconocer nacional de artes decorativas.
El grupo de arquitectos viejos que In var títulos y condecoraciones, y revelaron
tentaron esta arbitrariedad o mejor dicho una incalificable falta de hombría ante
este atropello, estaba formado por cató la actitud combativa de los jóvenes.
licos ultra conservadores que no querían Lo que va de ayer a hoy! Le Corbusier
tolerar el advenimiento de una modali que en el año 25 era discutido y hasta ne
dad estética en desacuerdo con lo que ellos gado con ensañamiento y mezquindad, es
habían realizado en otros tiempos, ya le hoy el urbanista de mayor autoridad y
janos, en que las circunstancias de la prestigio, el arquitecto que cuenta con
vida no exigían una arquitectura diferen amigos y admiradores en todas las ciuda
te de la de Luis XVI o de la del Imperio. des cultas de los cinco continentes. Elo
Estos arquitectos, energúmenos reac giado con entusiasmo por todos los espí
cionarios, escoltados por algunos acólitos ritus libres y conscientes del destino del
y sacristanes de la escuela de la rutina, arte, es de todos los maestros jóvenes el
llegaron en masa ante el pabellón de que ejerce más firme ascendiente sobre
L’ Esprit Nouveau para Intimidar a los los artistas contemporáneos que ven más
dos arquitectos jóvenes que allí trabaja» lejos. Tal es el destino de los grandes va
ban. Fué entonces que Le Corbusier y lores: al principio se les discute o se les
Jeanneret salieron a la puerta del pabe niega, y la incomprensión general los ro
llón y respondiendo a las palabras hin dea y amenaza aplastarlos con su burla
chadas de altanería y truculencia profe Inferior o con su indiferencia hipócrita.
ridas por los pelucones, hicieron contra Pero llega un momento en que ganan las
estos tales acusaciones y mostraron tal élites, se imponen y acaban por triunfar
decisión y coraje que los cobardes asal definitivamente ante el asombro, la cóle
tantes tuvieron que retirarse vencidos ra, la envidia o la confusión de los que
bajo un aguacero de insultos. Le Corbu en un tiempo los denigraron.
sier los desafió allí mismo a todos, pero No hay que olvidar sin embargo, que
los reaccionarios pusieron pies en polvo aún en el momento de la exposición de
rosa, limitándose a amenazar con solici artes decorativas, Le Corbusier había ga
tar una intervención de la policía. Le nado a su causa a ciertos industriales, po
Corbusier y Jeanneret quedaron esperan líticos y artistas que habían actuado a fi
do que se produjeran los acontecimien nes del siglo pasado, pero que no obstan
tos, resueltos a no entregar el pabellón te eran capaces de sentir el valor de la
que tan legítimamente les pertenecía. La lógica y de la construcción del urbanismo
fuerza pública no acudió sólo porque lecorbusiano.
Francia es una República libre y civili Voisin, más comprensivo y resuelto que
zada. Peugeot y Citroen, no vaciló en dar su
Los conservadores se vengaron estable nombre para el plan de urbanización del
ciendo a fuerza de dinero — única arma centro de París presentado por Le Corbu
con que contaban — una serie de pabe sier y en propiciar las iniciativas del pa
llones delante de L’ Esprit Nouveau con bellón de L’ Esprit Nouveau.
objeto de asfixiar la obra de Le Corbusier El ministro Monzie que inauguró ofi
y de evitar que los visitantes de la expo cialmente el pabellón el 10 de julio de
sición conocieran la existencia de ese 1925 dijo textualmente: “ Como represen
foco de arte libre y fuerte que tanto di tante del Gobierno me complazco en afir
fiere de los calcos, poncifs y copias de mar aquí la simpatía que el mismo tiene
los ultraconservadores. por tales esfuerzos; un gobierno no debe
Pero todas las maquinaciones de los permanecer extraño a las investigaciones
“ pompiers" fracasaron rotundamente y el que se han practicado en este local.”
pabellón de L’ Esprit Nouveau tuvo un Entre los arquitectos jóvenes de Fran
éxito firme, sin necesidad de reclame ni cia, Alemania, Austria, Rusia, Europa
de dinero, sin recurrir a pregoneros asa Central, Estados Unidos, Le Corbusier es
lariados ni a speakers embaucadores. el faro que desde París hace las señales
Fué un éxito hondo, sin alardes ni baru indicadoras y aporta las soluciones con
llo, el éxito verdadero que en nada se pa cretas sobre líneas, superficies, volúme
rece a ese logro fugaz y demasiado fácil nes, circulación urbana, extensión y ubi
que se apoya en estridencias. cación de Parques, fisonomía y sentido de
Los “ pompiers” , recelosos del ávancis- la ciudad y de la vivienda.
mo, de la libertad y de la inquietud crea En sus conversaciones a través de la
dora que se gestaban en el pabellón le- ciudad, en medio del rodar de neumáticos
corbusiano, envidiosos de la victoria del de todo tamaño y del ajetreo de la calle,
Espíritu Nuevo, no supieron demostrar Le Corbusier insistió con toda sagacidad
más que la capacidad de ser energúmenos, sobre los principios cardinales de su ur
de perder toda corrección a pesar de lle banismo. Volvió a plantear con claridad
didáctica y método seguro aquello que él cio, de comunicar las exactas y líricas
llama “ El camino de los asnos y el cami conexiones de imágenes que le aparecen
no de lo® hombres” , analizando los apo en lo más hondo del espíritu, y darlas en
tegmas y escolios más agudos que formula una creación auténtica, íntegra, endereza
en esa parte del libro y comentando aque da por la geometría, penetrada por la fres
llo de “ El hombre camina derecho porque cura qi\e viene de la tierra con árboles.
tiene un objeto: sabe a donde va, ha de-- Pero además Le Corbusier es un pen
cldido Ir a alguna parte y va derecho ha sador. Un pensador que jamás olvida el ‘
cia ella” . Hizo consideraciones a propó sentido del eje. Cuando discurre sobre lá
sito del zig-zag del andar del asno que ha vida, el hombre, la aventura de la esté
trazado ciudades; sobre la linea recta tica, la poesía, el cálculo, el orden, el mo- .
que “ está en toda la historia humana, en vlmiento, el alcance de lo geométrico, da
toda intención humana, en todo acto hu una confirmación irrecusable de su pro
mano” ; sobre los casos de aplicación de la bidad intelectual, de la seriedad de su
línea curva en terreno accidentado, y so cultura vastísima, del vuelo de sus medi
bre lo pintoresco de ese tipo de calle. Por taciones, de la fecundidad de sus expe
ahí siguió con una glosa ampliando los riencias.
conceptos que emite en su capítulo sobre Cuando dice que de la vida "medimos
“ el orden” , y subrayó aquella definición: el resplandor por un descendimiento pro
“ el ángulo recto'es el instrumento nece fundo a la esencia de las cosas” se ve al
sario y suficiente para actuar puesto que urbanista que pasa de lo técnico a lo
sirve para fijar el espacio con un rigor ecuménico, y que a fuerza de encontrar
perfecto” . soluciones con cemento y geometría, se
Con un formidable acopio de datos eleva hasta pensar en la base del urba
suministrados por la estadística — "el nismo, en el hecho biológico, en una es
Pegaso sobre el cual el urbanista se eleva pecie de “ ímpetu vital” , punto de partida
para hacer sus creaciones” — estudió el para comprender todo acto humano, toda
hecho de la circulación urbana: “ Las ca norma directriz que se proponga ordenar
pitales no tienen arterias, ellas no tienen el espacio.
más que capilares; el crecimiento marca Los que creen que Le Corbusier es sola
su enfermedad o su muerte” . Encaró la mente versado en los hechos de la civili
manera de descongestionar el centro, de zación contemporánea tendrían motivó
acrecentar las superficies arboladas; in de sorprenderse si lo oyeran hablar de los
sistió con nuevos argumentos sobre la clásicos, de los góticos, de loa griegos,
necesidad de construir al aire libre y en del romanticismo, de los orientales. Lo
focó desde un punto de vista distinto al que dijo sobre Pascal, Voltaire, Rousseau,
que toma en su libro, la solución de la ve Blondel, Mansart, Gabriel, Soufflot, el
locidad, confirmando el principio medu Partenón, el siglo XIX revelaba un cono
lar del capítulo “ L ’ heure du travail” : cimiento total de la historia del arte y
“ La ciudad que dispone de la velocidad del pensamiento, una visión exacta de la
dispone del éxito” . Explicó las razones de realidad histórica.
la ciudad-jardín, de la “ libertad por el La conversación sobre la “ ciudad con
orden” en el caso concreto del aparta temporánea” fué particularmente viva.
mento que realiza “ la ordenación lógica Como en el correr de un film desfilaron
de las células” . Hizo perfilados comenta los “ lotissements á redents” , la estructura
rios Bobre el paisaje urbano y al abordar del rascacielo, el examen de la capacidad
ese tema reveló ampliamente su arte cinemática de las grandes arterias, la ex
de componer, su sentido de la armonía y plicación de cómo de los ferrocarriles na
de la proporción, la noble corriente de ció la gran ciudad, la ubicación de la
su lirismo, su afán de realizar con digni estación con plataforma de aterrizaje
dad y con ajuste geométrico. - para aviones-taxis, del aeropuerto para
Al señalar las diferencias entre el in aero-taxis, del autodromo. Para aclarar
geniero y el poeta puso en evidencia su las explicaciones dibujaba a toda veloci
envergadura de ensayista, su capacidad dad en las servilletas de papel sobre la
para remontarse a lo general, su devoción mesa del bar, siluetas de edificios, planos
por la exactitud matemática, su original de barrios, cortes longitudinales de una
concepto de la vida, de la creación esté gran arteria, esquemas de ciudades-jardi
tica, de la función de la ciencia, de la fi nes. Hizo un elogio del dinamismo desde
nalidad de la técnica. el punto de vista de la técnica, del tra
Le Corbusier que dice “ yo no soy más bajo y del rendimiento y confirmó el prin
que un arquitecto, un técnico” lleva en sí cipio que formula en su libro: “ Las ciu
un poeta capaz de refractar todo lo que dades que no se adapten rápidamente a
en la naturaleza hay de inasible y de re las condiciones nuevas de la vida moder-
na serán ahogadas” . Después de anali nuevas, en las que casi todo está por ha
zar el hecho objetivo de la ciudad, de jusáj cerse o por trazarse, tuvieran un c o n o c i
tificar aquella definición con que se abrw miento directo de la alta enseñanza de
el libro sobre urbanismo: “ La ville esff Le Corbusier. Es indispensable que la to
un outll de travail, la mainmise de l’hom-8 talidad de los ediles de esas ciudades fla
me sur la nature” , y de defender su tesis mantes se den cuenta cabalm ente de la
del lirismo urbano, de la ciudad fuente da responsabilidad enorm e que ellos tienen,
poesfa, de la ciudad com o creación, ex ya que en parte el destino de la urbe de
puso sus observaciones sobre el m odo con pende de lo que resuelvan los ayunta
que las cuestiones fundamentales del ur mientos. Es urgente que en las escuelas
banismo van preocupando cada vez más, de arquitectura de los países conservado
en las ciudades cultas, a los ediles, arqui res se m odifiquen los m étodos, se m oder
tectos y políticos dirigentes. “ El urbanis nice la enseñanza y se dé cabida a libros
mo es aquello sobre lo cual se organiza com o Urbanlsme, L’ Art décoratlf d’au-
nuestra existencia” . En esta amplia defi Jourd’ hui, Vers une A rchitecture, La
nición cabe todo: dentro del problema Peinture M oderne, Alm anach d’ A rch!«
urbanístico están contenidos los proble tecture moderne, obras de una densidad
mas sociales, educacionales, higiénicos, auténtica, rebosantes de sugerencias,
demográficos, culturales, económicos, los aportadoras de ideas claras de lo que es
de la vivienda, los de la estética, los de el orden, la creación estética, la técnica.
la técnica, es decir, toda la actividad con Si en Am érica los m unicipios y los
temporánea. Por eso tiene razón Le Cor- arquitectos hubieran tenido desde un
busier al afirmar que dentro de poco na principio la n oción de lo que es un co n
die podrá escapar a las cuestiones ardien glomerado urbano, las ciudades del Nue
tes que diariamente plantea el urbanismo vo Mundo no hubieran sido defectuosas,
y que éste habrá puesto en juego tales no se hubieran hecho a la deriva, no ha
intereses que una parte importante de la brían consum ido energéticas en cam inos
actividad técnica e industrial le estará equivocados, en callejones sin salida.
consagrada. • • •
Los adversarios de Le Corbusier, no sa
biendo ya cóm o hacerle la guerra, llega Invitado por la Facultad de Arquitec
ron hasta calumniarlo, hasta presentarlo tura, Le Corbusier dió en el Salón de
como un iconoclasta sin discernimiento, Actos de la Universidad dos largas con
un demoledor sistemático sin respeto por ferencias, en las que condensó en lo posi
el pasado, un nihilista de los más tem i ble lo más sustancioso de sus escritos.
bles. Esta calumnia es inofensiva, pués Ante los oyentes se muestra con la sen
basta oir hablar a Le Corbusier o leer sus cillez que tiene invariablemente. Consi
libros para darse cuenta inmediatamente dera que el conferencista debe usar las
de la falsedad de esta burda acusación. palabras de todos los días y hablar con
En el manifiesto que acompañaba al la llaneza inherente al hom bre que des
Diorama del Salón de Otoño de 1922, Le precia el empaque y la “ postura” .
Corbusier escribió: “ París espera de su Con pocos gestos, explica prolijam ente
época el salvamento de su vida amenaza- los enunciados de sus principios, la géne
dat la salvaguardia de su hermoso pasado, sis y aplicación de sus soluciones urba
la manifestación magnífica y poderosa nas o arquitectónicas. Lápiz en m ano di
del espíritu del siglo X X ” . En el “ Plan buja y habla al m ism o tiem po. Traza es
Voisin” de urbanización del centro de quemas y gráficas con carbonilla y tizas
París respeta religiosamente: la plaza de diversos colores: rojo, azul, verde,
Vendóme, el Palais Royal, los dos Garde- amarillo. Cuando term ina un dibujo lo
Meubles de Gabriel, la Magdalena, la cuelga en una cuerda que atraviesa el
Opera, el Teatro Fracés, la puerta St. estrado de un extremo a otro. Sus dibu
Denis y la St. Martín, es decir, la totalidad jos tienen soltura de rasgos y firm eza
de edificios o monumentos históricos que constructiva. La m ayoría de los num ero
se encuentran dentro de la zona cuya ur sos diapositivos que hace proyectar es la
banización se proyecta. ilustración de alguna de las síntesis ri
Los principios cardinales del urbanis gurosas con que termiha y condensa un
mo lecorbusiano ya tienen circulación y análisis técnico.
arraigo entre aquellos que poseen la In La primera conferencia que dió en la
quietud de lo que es la ciudad y se preo Universidad versó principalm ente sobre
cupan por las medidas edilicias que ac la arquitectura moderna. En ella, estudió
tuarán decisivamente sobre el desarrollo hondamente una solución encontrada por
de una urbe. Sería de una utilidad indis él para la vivienda de clim a fr ío : le tolt
cutible que los municipios de las ciudades renversé. Al investigar las causas de los
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trastornos ocasionados en las casas de tribución de la casa y a continuación hizo
techo de doble agua en los Vosgos; al ob un alegato a favor de lo que él llama “ pla
servar el efecto imprevisto producido por no libre” , el cual consigue una solución
la calefacción central en dichas casas técnica, de rendimiento y de rapidez In
cuando la nieve que se ha depositado so contestable. Encaró luego lo que para él
bre los techos no se ha derretido todavía; es el “ drama de la arquitectura” , es de
al ver los inconvenientes de las filtracio cir, el conflicto entre la luz y los macizos.
nes del agua procedente del techo que hu Le Corbusler mostraba esquemas sor
medece las paredes y hace inhabitable prendentes, con los que fortalecía su ló
esa vivienda, Le Corbusier hizo experien gica argumentación y la seducción de sus
cias para remediar ese mal y obtuvo un ideas. En esos dibujos y proyecciones se
medio de evitarlo de una eficacia indiscu podía seguir la evolución de la vivienda
tible: el techo invertido con un caño que en su camino de simplificación. Para lle
puede pasar por el eje de la casa, enca gar a esa difícil solución de elementa-
jado en la pared y cuyo objeto es el rá lidad, de economía rigurosa, de densidad
pido desagüe de la nieve derretida antes de valores arquitectónicos, el artista ha
de que filtre o humedezca las partes ele estudiado no solamente los materiales
vadas y medias de la casa. Esta modifi sino los factores de clima, las posibilida
cación estructural de la vivienda, dictada des de adaptación, las circunstancias de
por la técnica, trajo consigo un estilo nue medio espacial y de localidad, las condi
vo, es decir, una solución estética. ciones higiénicas en todos sus aspectos,
Le Corbusier se mostró partidario deci las complejidades de los problemas so
dido de la azotea: "No pueden Vs. ima- ciales y económicos. En sus investigacio
” glnarse hasta qué extremo una azotea nes técnicas se ha servido de la estadís
” es noble, lógica, alegre y por añadidura tica, del laboratorio, de las leyes físico-
” conforme al clima de Montevideo. En- químicas. Así encontró las soluciones
” cuentro absurdo que se construyan ca- para la vivienda, tanto de clima frío como
” sas con mansarde en este solar que no de clima tórrido, por medio de elementos
” conoce las nieves ni los rigores del cli- maloB conductores del calor, preparados
” ma frío. La mansarde es un despropó- especialmente por una sabia disposición
” sito en esta ciudad. Seguramente los de la ventilación, dé acuerdo con una
” arquitectos que la hicieron conocer aquí temperatura calculada y constante, y por
” eran personas de muy poco gusto y de medio de una proporción adecuada entre
” escaso sentido de la arquitectura que las ventanas y los macizos. Las experien
” se dejaron seducir por una moda funes- cias hechas por Le Corbusier en Rusia
” ta de imitación servil de todo lo euro- lo llevaron a la supresión de la calefac
” peo. La imitación es una cosa muy mala ción, al empleo de grandes vidrieras por
” (esto no me cansaré de repetirlo por donde entra un máximum de luz solar.
” más que sea ya una verdad averiguada) Estas vidrieras (formadas de vidrio do
•” y cuando la imitación es incondicional ble, traslúcido en la parte inferior, y que
” y sistemática llega a ser una de las más encierran una zona de aire con objeto de
” terribles calamidades. No me cansaré. aumentar la mala conductibilidad tér
” de celebrar el techo plano y la terraza mica) se pueden practicar gracias a la
” y de acusar la buhardilla exótica én utilización de potentes vigas de cemento
” Montevideo y que informa sobre un ab-> y pueden ocupar la casi totalidad de la
" surdo contrasentido y sobre una repeti- superficie de una pared. Aquí, Le Corbu
” ción mezquina de lo que otros hicieron sier insiste en todo lo que puede dar el
” en otras tierras con otra finalidad y cemento, en cuanto a soluciones técnicas
” otras razones” . y aportes arquitectónicos. La supresión de
Subrayó luego las ventajas de toda ín la calefacción y los procedimientos de
dole que presenta la casa-jardín en sus ventilación, en los inmuebles destinados
formas más realizables y más nuevas; a escritorio, mediante una continua reno
mostró los beneficios que la arquitectura vación de aire, por la cual se obtiene una
puede sacar de la intervención del vege temperatura constante de 18° en el inte
tal en la vivienda; indicó la valoración rior del inmueble, constituyen soluciones
cromática y de composición que se obtie de un valor indiscutible, que han de cam
ne en casas cuya azotea-terraza y pisos biar del modo más radical la habitación
intermedios están manchados con árboles urbana, la estructura del building y aún
y flores. la casa de campo. En Rusia, los arquitec
Lanzó un anatema contra lo que él tos y ediles del Soviet se han interesado
llama ‘‘plano paralizado” señalando los vivamente por esas aportaciones lecor-
irremediables defectos de ese tipo de dis- busianas que tanta aplicación han de te-
9
ner en ese país en que todavía el invier tidas veces Le Corbusier, pensando en el
no es uno de los graves problemas que tem or que algunos m unicipios tienen a
hay que resolver. la expropiación.
En lo que habló de arquitectura mo “ Repito que hay que matar la calle co -
derna, a pesar de haber encarado su con rredor, las calles sin esperanza” . (E n ese
ferencia desde un punto de vista técnico, m om ento Le Corbusier escribe en una de
demostró poseer, además de las altas ca las grandes hojas de papel de dibujo c la
lidades del arquitecto, un sentido profun vada en uno de los caballetes: “ II faut
do de la psicología del hombre contempo tuer la rué corridor” , para que nadie se
ráneo y de la psicología colectiva. Lo olvide de este m andam iento de su urba
que al pasar observó sobre el trabajo y el nism o orientado hacia el espacio y la li
descanso, el hedonismo, la depresión y el bertad) .
hastío, era tan agudo y sugerente qué' “ El urbanista debe tener presente los
sólo con una gran experiencia del tras- ” datos de la m eteorología y los con sejos
plano de la vida en los grandes centros ” de la rosa de los vientos. L a corrien te
urbanos se puede llegar a formular esco ” de aire debe ser estudiada con el fin de
lios tan perfilados y tan vivos. ” evitar sus serios inconvenientes y tam -
Terminó la conferencia con una rápida ” bién de sacar de ella el rendim iento m á-
glosa sobre lo que él llama una aventura: ” ximo. No hay que olvidar la relación
“ La aventura: un camino que se toma ” que debe guardar la dirección, frecu en-
" y no se sabe a dónde va a salir. La ar- ” cia e intensidad de los vientos con la
” quitectura es una aventura apasionan- ” disposición de la planta urbana. La as-
” te. Buscando se encuentra siempre al- ” fixia de las m etrópolis populosas se
” guna hendedura, aún cuando ésta sea ” manifiesta hasta en los árboles. En P a-
"c a s i imperceptible. Es el primer paso. " rís, hace poco, los castaños de los
” Pronto se verá que por la rajadura en- ” Campos Elíseos, debido a la en orm e
” tra un rayo de luz. Trabajando, por ahí ” combustión de nafta y aceites de los
’’ se hace caber la mano, y cuando pasa ” m otores de autobuses, cam iones, autos
” la mano pasa el brazo, la cabeza y el ” y motos, se secaron totalm ente y fué
” cuerpo todo entero. Es la liberación. La ” preciso arrancarlos de las espaciosas
” búsqueda es siempre fecunda. La ar- ” aceras de la avenida. L os parisienses
” quitectura y el urbanismo son puertas ” que no están acostum brados a ver en-
” abiertas. ” tierros de árboles, asistieron sorprendi-
“ Todo se ha dicho sobre la lógica en la ” dos y taciturnos al transporte de los
” arquitectura, pero es preciso inculcar a ” enormes castaños asfixiados por el
” los arquitectos la idea de que los mate- ” am ontonamiento de la m etrópoli. Este
” ríales de que dispone ese arte han cam- ” hecho, indudablemente triste, in form a
” biado, se han simplificado y tienen una ” sobre el aire que cargan los pulm ones de
” nobleza tan digna com o la de los mate- ” los habitantes de París y sobre lo que
” ríales del pasado. Los materiales nue- ” ocurrirá con la salud de los hom bres
” vos son una búsqueda, una aventura ” que viven apretados en cubos de pie-
” que hacen que la arquitectura sea un ” dra, en aire confinado y sobresaturado
” devenir incesante com o la vida.” ” de nafta.”
La segunda conferencia fué sobre urba Habló de m odo sintético de los urba
nismo. En ella Le Corbusier atacó la nistas occidentales para llegar al caso
calle corredor, el encajonamiento, la asfi concreto del centro de París, y a con ti
xia de las metrópolis populosas que no nuación expuso sumariamente las solu
tienen arterias sino capilares, donde la ciones que aportó con su plan Voisin en
circulación se hace penosa y en donde se la exposición del 25.
producen continuamente embolias de trá “ Los grandes urbanistas del pasado no
fico. ” pudieron medir la trascendencia de las
Señaló el error de los ediles que para ” obras que dejaron. Los rom anos com -
remediar esas congestiones paralizantes ” prendieron antes que nadie el valor de
recurren a procedimientos irrisorios y tí ” la geometría para la urbanización y el
midos, meros paliativos que suelen ser ’’ bien estar: por ejem plo: Pompeya.
contraproducentes al poco tiempo de ser “ Luis X IV y sobre todo Colbert, que
empleados. Los ediles no van a atacar el ” con los romanos fueron los grandes ur-
mal en su causa por indolencia, pusilani ” bañistas de Occidente, no pudieron cal-
midad o ignorancia de la etiología de esos ” cular ni imaginarse las consecuencias
trastornos urbanos que son de los más ” de los cam inos de Francia que ellos hi-
inhibitorios para la actividad ciudadana. ” cieron trazar. Alguien ha hablado de la
“ Urbanizar es valorizar” , afirma repe ” previsión de los clásicos. No es por pre-
10
” visión que Colbert hizo los caminos de Habló de su enemistad con Peter Be-
” Francia: en el siglo X V II no se podía herens, nacida a raíz de una huelga del
” prever que un día se inventarían los personal de este arquitecto. Le Corbu
” automóviles. Ese ministro educado en sier, defensor desinteresado de .los traba
” el orden, en el trabajo, en una activi- jadores a quienes el mencionado arquitec
” dad continua y variada, construyó la to pagaba salarios de hambre, organizó
” red espléndida de carreteras de que y dirigió el movim iento de protesta que
” ahora se sirven los autos y camiones llegó a ser una huelga enérgica y tenaz.
” de toda Francia, porque quiso hacer las En la plaza Independencia pulverizó
” cosas bien, con dignidad. Y así hay que el mal gusto del arquitecto Palanti y dijo
” hacer en la vida, y así deben sentir los del. Palacio Salvo: “ Si no viniera de ver
” urbanistas. Las rutas que en el siglo ” el insoportable bodrio que se llama Pa-
” X V II Colbert mandó construir para que ” lacio Barolo, fealdad máxima de la ave-
” por ellas pudieran transitar el caballo, ” nida de Mayo y de Buenos Aires, me hu-
” la carroza, la carreta y la diligencia, < ” biera sorprendido más aún jo d o lo que
” han llegado a ser las actuales carrete- ” exhibe de abyecto este increíble mama-
” ras por donde ruedan a toda velocidad racho I jue Vdea> tienen que aguantar
” los neumáticos de los autos que reco- ” coma -u óa irremediable calamidad pú-
” rren Francia de un extremo a otro. ” blica."
“ Napoleón I y Napoleón III tuvieron Alguien citó en ese m om ento lo que
” también el sentido del urbanismo. Haus- Jean Aubry dijo del Palacio Salvo: “ c'est
’’ smann previó bastante, pero dejó mu- T accouplement monstrueux de 1’ am éri-
” cho por hacer. Los ediles de hoy deben cain et de 1’ i t a l i e n c’est de la patisserie
” olvidarse de los métodos de Haussmann italienne” . Le Corbusier se sonrió y afir-
” y llegar a soluciones más radicales. m o: "es una definición exacta.” Y des
“ Los parisienses esgrimen una razón pués de mirarlo con una burla desdeñosa
” sentimental cuando se oponen a la des- agregó: “ al ver la salchichería que sirve
” trucción del centro de París, es decir, ” de decoración a la fachada de este in-
” a la urbanización urgente de esta me- ,J,noDle edificio, las molduras^carnavales-
” trópoli. Pero se olvidan de que París ’"cas qu<T fTepan hasta la torre y las ros-
” mató a Lutecia, Notre Dame a la Cité, ” cas adiposas que se cuelgan de la plan-
” el Louvre a St. Germain l’Auxerrois, el ” ta baja y del primer piso, encuentro que
” París clásico al París gótico, los gran- ” eL'PaTaew-SaJvo es aleo bufo c* est 13-
” des bulevares de Haussmann al París ” ¿o io ? ’
” romántico de B alzac. . . uéspués de este juicio sobre Palanti,
“ La Torre Eiffel mató a París, y sin Le Corbusier hizo un elogio de todo lo
” embargo, ahora, la torre Eiffel es Pa- que Montevideo tiene de luminoso en su
” rís.” cielo, sus playas, sus arboledas.
Deambulando, explica soluciones téc
• • • nicas, recuerda anécdotas de sus andan
zas por otras ciudades, pone a descubierto
Le Corbusier, rodeado de arquitectos y algunas de las aventuras de su espíritu,
amigos, recorría a pie las calles de Mon reflexiona sobre los problemas que le
tevideo, observaba todos los detalles de preocupan:
la edificación y de la circulación y al mis Los aficionados a la “ estética más com
mo tiempo hablaba de la estructura que pleta’’, pieoteadores de libros doctrina
debe tener una urbe contemporánea. La rios, lectores de resúmenes de manifiestos
conversación se animaba al tocar el artísticos, compradores de revistas de
tema del delineado y al sonar los nom arte barato y con traje nuevo, son para
bres de Hegemann, Camillo Sitte, Viollet- mi personajes sumamente peligrosos y
le-Duc, May, Walter Gropius, Marcel Ma- enemigos en extremo majaderos. Esos
yer, Haussmann, Eiffel, Monier el inven pseudo-estetas, que hablan con desenfado
tor del cemento armado y el industrial de Platón, Bergson o Hegel (a los qac
bordelés Frugés. Después de pasar revis sólo conocen a través del grueso cristal
ta a los arquitectos y urbanistas nuevos, de las vidrieras de las librerías), no ha
Le Corbusier hizo reparos a la obra de cen más qne deformar torpemente lo que
Jansens y a la de Peter Beherens, con yo digo en mis libros con toda claridad.
quien trabajó en sus comienzos en cali De esta manera he visto que ciertos crí
dad de dibujante. Juzgó a ambos maestros ticos me atribuyen un gusto y uu orden
con altura y extraordinaria comprensión, sajón o germánico en materia arquitec
y puso en estos juicios esa firmeza acti tónica y urbanística. Aunque no siento
va y comunicadora que es uno de sus ras-^ ahora la gerinanofobia que padecí como
gos más salientes. buen francés hace dies años, no pnedo so
l í
usa un título y tom a en serio su nobleza
mirlar Ir Imbecilidad de esos críticos que (desde el de rey hasta el de b a rón ), ten-
pretenden encontrar «un marcado espir • dría com o lema de ese bla són : “ Le monde
fu alemán” en mis concepciones estétl- est sans pitié” , inscripto debajo de un c o
i S K e * nián francés que yo» por na- razón atravesado por un m andoble.
dmlento» educación, origen, tradición de Aunque justamente los jesuítas mo han
ÍS K J por todas las razones por que hecho despreciar, en cierto sentido, a mis
debo serlo. Pero también soy latino. La semejantes, o a cierta clase de ellos, no
manera con que encaro el urbanismo es por eso soy misántropo ni me he dejado
hasta cierto punto coincidente con el tra- llevar por el pesimismo derrotista e in
cado y con el orden latinos, y está en evi h ibitorio; al contrario, cada vez estoy
dente oposición con el plano más seguro de que los buenos prin cipios,
Mis antepasados eran del mediodía de
tarde o tem prano, triunfan indefectible
Francia, naturales de Albi (una región
que nunca se desvinculó de la latinidad), mente.
Yo he vivido siempre para luchar. La
v alli mismo fueron perseguidos cuando
lucha ha sido para mí casi mi m edio es
la cruzada de los albigenses por los faná
pecífico. Cuando niño, en las m ontañas
ticos inquisidores y por los <,ah« ¡ler« 8
del Jura, donde nací, junto a la frontera
seml-bárbaros que venían del Norte de
de Suiza, luchaba contra las terribles b o
Francia y de Germania.
rrascas del invierno, hundido hasta m e
dio muslo en la nieve. Luchando contra
los elementos pude tem plar mi voluntad
—Qué opina V. del fallo del jurado para inquebrantable; por eso estoy acostum
el Palacio de la S. D. N.? brado a no admitir claudicaciones ni m a
__Ahora no me sorprende nada lo que noseos.
me han hecho, puesto que resolvieron • • •
nnular el fallo del jurado técnico para te
ner en cuenta otro emitido por diplomá Mi viaje a Am érica del Sur es toda una
ticos ignorantes., que nada entienden de aventura. El contacto con la Argentina,
arte. (Aquí me refiero especialmente a el Paraguay, el Uruguay y el Brasil, será
los ingleses). Me pidieron que modifienra para mí una experiencia nueva.
la fachada, es decir, que hiciera un edifi — ¿Qué opinión se ha form ado V. del
cio de repostería, y yo me negué a ello. ambiente de Buenos Aires en cuanto a
El proyecto aceptado es un plagio del arquitectura y urbanism o? O más exacta
que yo presenté, sobre todo en la disposi mente, ¿cree V. que entre los arquitectos
ción interior. de Buenos Aires hay realm ente una in
— ¿Y. el pleito al plagiario? quietud por los problemas fundam enta
— La S. D. N. me detuvo muy sencilla les que la civilización contem poránea ha
mente. Me pasó una nota diciéndome que creado a la arquitectura y al urbanism o?
no admitía pleitos que vinieran de parti — Creo sinceramente que no. P or algu
culares. Eso es muy cómodo para los se* nos comentarios que llegaron hasta mí,
ñores de la S. D. N., pero no dejaré de in sobre las conferencias que di en la Facul
sistir. tad de Arquitectura y en “ Am igos del A r
Hay muchas especies de luchadores en te” , tengo que suponer que los arquitectos
la vida, de buscadores que se aventuran porteños no viven en nuestra época, no
por cualquier camino para lograr lo que sienten la arquitectura y el urbanism o
se proponen. Yo he sido y sigo siendo, un modernos ni se preocupan por ellos. Una
luchador incansable, pero siempre he ido serie de hechos, discursos, actitudes re
por la ruta libre, "bien expuesto a la luz y accionarias y miasmas de conservatism o
a la mirada de todos. He detestado y de que pude conocer en Buenos Aires, me
testo el jesuitismo, y he recibido tanto inducen a sospechar que los arquitectos
ataque de ios componentes de la orden de esa ciudad están al margen del espí
fundada por Ignacio de Loyola o de los ritu nuevo. Esto es inexplicable y decep
educados por ellos que he llegado a com cionante, pero es así.
prender toda la verdad que encierra la De la Argentina no tengo más que una
idea que del hombre se ha hecho ese ad idea vertiginosa deducida de algunas re
mirable poeta uruguayo que fué Lautréa- ferencias y estadísticas que me fueron
mont. Pero estoy convencido de que cier
comunicadas, y de un vuelo en avión
ta clase de misantropía es fecunda para
hasta el Paraguay en un aparato Lató-
la creación artística.
coere que inauguró la línea de Buenos
Si yo tuviera blasón, es decir, si yo Aires a la Asunción. Sin embargo creo
fuera un fantoche como cualquier noble haber agarrado la fison om ía'd e la Ar
que por un grotesco anacronismo todavía gentina.
12
Aquí Le Corbusier hace una pequeña Le Corbusier para responder a otro rit
digresión para explicar porqué siempre mo de actividad, a otra magnitud de ener
que puede viaja en aeroplano, hace con gética urbana.
sideraciones sobre la dictadura de la ve En el Uruguay veo que se vive bien,
locidad, sobre la estética de la máquina que la vida es un deleite; aquí se percibe
voladora; señala las diferencias entre los un espíritu deportivo, un no sé qué ágil
aparatos franceses, alemanes y america y robusto, una aptitud afirmativa, un em
n os; habla de motores con evidente com puje consciente y de buena ley. Todas es
petencia; toca el problema de la mecáni tas virtudes que he podido encontrar en
ca y vuelve al tema del viaje al Paraguay. mi rápido aunque cordial paseo por las
La mayor parte de las poblaciones ar calles montevideanas creo que se deben
gentinas que tí desde el avión me dieron en parte a la ausencia de taras religiosas,
una impresión penosa de miseria y atra de prepotencia sacerdotal, de casta mili
so. En cambio, la Asunción ine pareció tar, de todas esas abominables calamida
una ciudad jubilosa, lozana, una ciudad des que todavía agobian a las falsas repú
encantadora, de una alegría simple, so blicas americanas de la cuenca del Pa
leada, hormigueante de colores vivos y cífico.
frescos, todos Compatibles entre si y li La libertad bien templada del pueblo
gados por el verde frenético de los árbo montevideano es de una calidad tan supe
les tropicales. rior que serviría de ejemplo a los leaders
— ¿Y cóm o lo recibieron los paragua avanclstas más auténticos de Europa. Hay
yos? una serie de hechos — que son más que
— Los paraguayos no saben que yo meros Indicios — que me hacen creer que
existo, y menos aún que fui a visitarlos, la orientación política y tarea gubernati
y por lo tanto nadie me esperó en el cam va de este país han aportado el civismo
po de aterrizaje. Allí me presentaron al y han podido poner un dique a las fasti
ministro de Finanzas del Paraguay, el diosas y ridiculas pretensiones de los pe
cual me preguntó qué es lo que yo podía tacones.
aconsejarle en cuanto a urbanización de Durante mis viajes desde Madrid hasta
la Asunción. A ese buen ministro le dije, Moscú, desde Berlín hasta Sud América,
sincera y categóricamente, que los para no he visto ningún grupo de dirigentes,
guayos no precisan cambiar nada en ma en materia arquitectónica, como el de la
teria de urbanism o; que en la Asunción Facultad de Montevideo. El equipo de ar
se respira un aire feliz y un bienestar in quitectos de aquí tiene un espíritu, posee
genuo y reposante, y que esta ciudad ri realmente dinamismo, educación en la li
sueña no tiene por qué modificarse en lo bertad, juventud realizadora. Es reconfor
más mínimo de acuerdo con trazados ur tante encontrar hombres jóvenes com o el
banísticos, pues ella está hecha como arquitecto Leopoldo Carlos Agorio, des
para la vida que allí se vive. Ante el estu empeñando tan dignamente el puesto de
por del ministro tuve que repetir lo que Decano y dedicado a un profesorado tan
acababa de decirle y asegurarle que toda noble como fecundo; a Juan A. Seasso,
ciudad que responde a las exigencias de tan firmemente orientado, que ocupa la
su propia actividad, es decir, que cum Dirección de Paseos en medio de un par
ple normalmente sus funciones vitales, que encantador; al arquitecto Amargos,
es una ciudad que no precisa nada porque a quien conocí en París y del cual pude
ya lo tiene todo. apreciar enseguida la seriedad intelectual.
La magia de la Asunción son las flores. He visto también trabajos muy agudos e
Hay flores en todas las casas, en los jar interesantes en el taller de Mauricio Cra-
dines, en las macetas que se alinean en votto, joven profesor de urbanismo que
las ventanas o sobre las azoteas. se entrena con éxito para un concurso
No pueden Ydes. imaginarse qué artis monstruo.
tas son los paraguayos, qué sentido de la Habló también con simpatía de Daniel
naturaleza demuestran tener y qué bien Rocco, a quien conoció en Madrid, de
entienden la íntima relación que existe Ciurich, de Carlos Herrera Mac Lean, a
entre la arquitectura y el vegetal. quien conoció en Buenos Aires, y de to
De lo que dijo de la Asunción se des dos los estudiantes de arquitectura que,
prende que Le Corbusier no quiere un provistos de ejemplares de obras de Le
sólo tipo de ciudad, una urbe uniforme Corbusier, fueron a saludarlo y a pedirle
para todas las latitudes. En ningún ins un autógrafo. Manifestó gran sentimien
tante se le ocurrió echar abajo toda la to al no poder visitar, por falta absoluta
capital paraguaya para fundar en lugar de tiempo, la Facultad de Arquitectura, en
de ella uña ciudad al estilo de su “ Ville donde se había preparado una recepción
contemporaine” que fué concebida por en su honor, y en donde lo esperaban to
13
dos los profesores y estudiantes. grandes arquitectos nos han legado, estoy
Las conversaciones quo he tenido con seguro de que fulminarían a los repetido
Agorio me bastan para formarme la me res como a gusanos.
jor Idea de lo que han de ser los métodos Vdes. que tienen espíritu deportista
de enseñanza, la orientación pedagógica, (lo cual me parece excelente), deberían
la índole de los trabajos del alumnado y Inaugurar un deporte nuevo: la guerra a
el espíritu que Imperan en la Facultad de los anquilosados del arte y de la política.
Arquitectura de Montevideo. Les aseguro que sería en extremo salu
Al visitar el taller de Amargós y RIub, dable.
Le Corbusier elogió el boceto que estos En los jóvenes arquitectos uruguayos
arquitectos hicieron para el Instituto de veo una inquietud comparable a la que
Odontología y con el que han ganado el tienen los colegas de Moscú o de Praga,
concurso de proyectos para ese edificio dos ciudades netamente representativas
y admiró o) trabajo para el 11. de Clinieas. del temple y de los valores de nuestro
••• siglo.
Aquí, en esta ciudad, no existe por aho En lo po'eo que he visto de la pintura
ra la urgencia de solucionar el problema uruguaya he encontrado dos creadores de
del urbanismo, pero es preciso prever las verdadero relieve: Pedro Figari y Mén
congestiones futuras. El Concejo Municl- dez Magariños. Ambos artistas han con
pal de esta ciudad ha tomado dos medidas seguido crear algo sólido que nada tiene
acertadísimas que merecen ser celebra* qne ver con las tarjetas postales ilumina
das sin ninguna reserva: la pavimenta das por los cursis.
ción y la circulación de autobuses. £1 — ¿Qué opina Vd. de la creación de los
travía es un vehículo antiguado que está Parques Escolares de Montevideo?
mandado retirar por no prestarse a la — Es un proyecto magnífico. SI se lle
vida urbana; en las grandes ciudades, des va a cabo, Ydes. pográn ofrecer al mundo
de hace años, ha sido suplantado por el entero una realización soberbia de altas
autobús. Hay qué tener siempre pre proporciones sociales y humanas. Esta
sente el caso de Buenos Aíres. Es obra marcará una etapa pedagógica y
doloroso ver cómo esa capital — que es será decisiva para el destino de la cultura
Indudablemente una gran ciudad y que y de la raza del Uruguay. Aunque haya
cuenta con enormes recursos — se asfi adversarios encarnizados de los parques
xia por falta absoluta de sentido urbano. escolares y timoratos que tiemblen de
Difícilmente puede encontrarse una ciu miedo ante la originalidad auténtica de
dad tan torpemente trazada como Bue ese proyecto, no im porta: ellos quedarán
nos Aires. Allí no hay belleza ni bienes en una situación tan mezquina y ridicula
tar. Es una lástima que los argentinos no como los adversarios de Pasteur o de 6a-
vean que es indispensable aumentar el lileo ante la ciencia actual. Repito que
volumen de los pulmones de Buenos Ai tengo la certeza de que los buenos prin
res, ensanchar las calles para que tenga cipios triunfan después de las luchas que
arterias que permitan la libre circulación provocan. Esto forma el eje del credo de
urbana. El comercio, la vida entera se mi optimismo actuante.
van a paralizar en Buenos Aires si se de La realización del proyecto de los par
jan las cosas en el mismo estado de con ques escolares Implicará, además de las
gestión y de hacinamiento. El dinero que soluciones fundamentales ya vistas, la
los porteños gastan en edificar palacios supresión radical de la escuela instalada
rastacueros de muy mal gusto lo debe en un local cualquiera, en una casa que
rían emplear en la urbanización lógica y puede estar metida entre casas, ahoga
estética de esa ciudad en donde hay tanta da en una calle sin esperanza. Guardo un
calle corredor, tanta calle sin esperanza. recuerdo tedioso de mi pasaje por la en
Los argentinos tienen miedo de usar la señanza primarla, porque la escuela que
cirugía urbana. Todo esto lo he dicho en frecuentaba era una casa situada en
Buenos Aires. plena ciudad, sin nada de lo que puede
Aquí en Montevideo, el plantel de ar atraer y suavizar a un niño. Acabar de
quitectos nuevos es en extremo conscien una vez por todas con ese tipo de es
te y está llamado a zamarrear a los “ pom- cuela- fnhumana, que guarda traidora
piers” para llevar a cabo la revisión y la mente un enjambre de niños en una
reorganización urbana. sala que puede s«r pequeña, sombría,
Si los grandes arquitectos del pasado triste, deprimente y hasta húmeda y
vieran la chatura rutinaria con que los malsana; acabar de una vez por todas
“ pomplers” repiten, manosean y plagian con la esclavitud, la prisión o el destierro
servilmente las obras maestras que esos del niño y acercarlo a la naturaleza, es
14
decir, devolverlo al espado y a los árbo todos los que han sido planeados por el
les de donde educadores torpes e Inexora pisar de los asnos y no por el camino de
bles lo mantenían desterrado con el pre los hombres.
texto de educarlo, es la misión que cabe Inmediatamente, todos los presentes
cumplir a los parques escolares. Libertar nos acordamos de aquello que dijo el di
al nlfio en esa forma es una victoria y rector de Brown de Nueva York ante el
una magia. Diorama de 1922: "Dentro de doscientos
Evidentemente, la gloria de este pais, años, los americanos vendrán a admirar
el orgullo nacional de Vdes. es el avancis- las obras razonables de Francia moderna
mo en todas sus formas y con todo su al y los franceses irán a sorprenderse de los
cance. A pesar del poco tiempo que he pa rascacielos románticos de Nueva York” .
sado en Montevideo he podido darme Súbitamente nos vino la Idea de Nueva
cuenta de que aquí existe un medio de es York ciudad antigualla, asfixiada por su
píritus Ubres, una fuerza legítima y ac trazado añejo; Nueva York ciudad pasa-
tuante, una decisión orientada y realiza dista y antl-moderna que el urbanismo
dora. lecorbusiano haría volar de un extremo
al otro.
— Ya saben ustedes lo que pienso de la
línea curva, en qué casos la admito. El
— ¿Qué'opinan los rusos deí urbanismo uso absurdo que de la calle curva se ha
y de la estética de Le Corbusier? hecho en Alemania ha sido en parte acen
— Después de un malententido sin im tuado por un movimiento mal orientado
portancia como consecuencia de una su por Camillo Sltte.
perficial interpretación de mi “ Ciudad Creo siceramente que la tristeza de los
contemporánea para tres millones de ha argentinos, de que tantas veces he oído
bitantes” , puedo asegurar que los rusos hablar, estriba precisamente en la asfi
están de acuerdo conmigo, prueba de ello xia urbana y en las calles sin esperanza
es que el Soviet me ha encargado la cons de Buenos Aires. Allí todo el mundo tiene
trucción del Centro Soyus, gran edificio que sufrir al andar a empujones y al per
para las oficinas de los sindicatos de la der tiempo por esas calles angostas ates
ciudad santa de Rusia. Me alegra tener tadas de circulación maciza. La gente tie
obra en Moscú; me alegro de ello tanto ne que ser triste en esa ciudad porque
más cuanto que tal encargo parte de un además no puede recrear la vista con ca
gobierno socialista. Me fastidiaría, por sas tan antl-estéticas como las de la Ave
ejemplo, que los fascistas me alabaran. nida de Mayo.
Creo que el hombre que se dice “ esprit La conversación hizo un viraje y tomó
nouveau” debe serlo de una manera in el tema de la estética del ingeniero, de la
tegral, es decir, debe poseer ese espíritu "standardisation” , de los “tres llamados
nuevo en materia estética, política, social, a los Sres. Arquitectos’’, de la ley Lou-
lo mismo que frente al hecho de la reli ebeur, de los limites o alcances de la es
gión o en medio de las radiaciones vitales tática y la dinámica.
o en el codeo áspero de los hombres. El Le CorbuBier que ha “ humanizado” la
izqulerdismo parcial me parece anodino. arquitectura, que ha puesto en el urbanis
Hay que tener el espíritu orientado hacia mo una seriedad creadora, una profundi
el porvenir — quiero decir bien orientado, dad hecha de hombría, un coraje sosteni
estirado por todas las experiencias posi do, manifestó su desprecio por la novele
bles. Hay que estar resueltamente em ría y por la frivolidad. Anatematizó a los
barcado en el avancismo. falsos clásicos, a los fomentadores de sen
Cuando regrese a París y me instale en siblerías perniciosas, a los impostores
mi rincón de la calle de Sèvres, voy a di que especulan con los estilos, a los em
rigir un film en el cual expondré mi baucadores que se escudan en la arqueo
“ Plan Voisin” , mi “ Ciudad contemporá logía. Fulminó a todos aquellos que se
nea” , mis concepciones del futuro. Si los dicen fieles del culto de lo clásico y trai
artríticos saltan de miedo ante la exhibi cionan el arte del pasado con la chatura
ción de ese film, tanto peor para ellos. de la Academia y las erudiciones inútiles.
— ¿Cuales son las ciudades que necesi Habló de la vivienda y del hombre ; de
tan una urbanización más radical? la choza del salvaje, de la tienda del nó
— Las yankees, Buenos Aires, las ciu mada. Hizo croquis y comentó grabados
dades que han llegado a ser hormiguean de casas construidas por él. Este momen
tes conservando el trazado medioeval y to de la conversación bastaba para oca
caótico de los tiempos en que se funda sionar la derrota de los enemigos de Le
ron ; en fin, todos los conglomerados ur Corbusier que han pretendido inculcar
banos que se sienten congestionados y entre los que no conocen directamente la
15
obra del genial arquitecto una descon prensa. Así, se ha dicho que le Corbusier
fianza por el tipo de vivienda que él ha quería edificar la Ciudad sobre el Cerro,
creado. lo cual es una confusión pues cuando el ur
banista empleó la palabra Colline no se refi
Los que puedan temer que ese tipo de
rió al Corro sino a la Cuchilla Grande que
casa sea una especie de páramo, con demasia
cruza la Ciudad de E. a O. La solución de
das superficies desnudas, árido para el espíri
urbanización de Montevideo que se basa en
tu, quedarían del todo tranquilizados si vie
la topografía, en las perspectivas de la Cu
ran con que magia la luz inunda los interio
chilla Grande y de la bahía, y que adopta
res de la casa lecorbusiana, si oyeran hablar
en lugar de rasca-cielos “ rasca-mares” es
a Le Corbusier sobre lo que debe ser un
otra prueba de que Le Corbusier no quiere
living-room, o sobre lo que la arquitectura
un tipo único de ciudad, un urbanismo uni
tiene que hacer, por el reposo, la intimidad
forme. •
y la vida del espíritu. • » •
Aquella definición que en 1921 dió Le En el puerto, rodeado de sus amigos, Le
Corbusier de la casa: “ la casa es una má Corbusier espera la llegada del hidroavión
quina para vivir” , creó una serie de mal que lo llevará en una hora a Buenos Aires
entendidos y discusiones acaloradas. Más Las gaviotas al sol intensifican la luz de
tarde, el mismo Le Corbusier queriendo ex la bahia. Toda la Ciudad se aviva bañada
plicar la definición precedente dijo: “ la en esa claridad transparente que despierta
casa debe satisfacer tanto al cuerpo como las lejanías y marea con crudeza los volú
al espíritu” . Nuevas polémicas sargieron menes próximos. El'hidro acuatiza y parte
a propósito de esta explicación sobre un con casi enseguida. Le Corbusier saluda desde
cepto de la vivienda. (De la anterior de el interior del. biplano que se aleja vertigi
finición y de la explicación de la misma ha noso, se eleva y desaparece detrás del Cerro.
bla Le Corbusier en la carta que sirve dé El rastro de los flotadores persiste en el
respuesta a los editores de “ Artes decora agua durante unos minutos.
tivos” ). Algunos dias después Le Corbusier, in
Rumbo al puerto y ya al final de la con vitado por los arquitectos y urbanistas Ca
versación,Le Corbusier habló de la urbani riocas para dar conferencias en Rio, pasa
zación de Buenos Aires y de Montevideo. por Montevideo a bordo del“ Giulio Cesar”
Las dos capitales del Plata deben modifi que va rumbo al Brasil. Desde el puente
car su eje central y desplazarse. del trasatlántico domina la ciudad mon
La primera hacia Avellaneda y hacia tada sobre la cuchilla y dice lleno de con
la Boca, transformando esos dos núcleos ur vicción: “ Realmente, esta capital es tan
banos en bases y centro de la metrópoli ar simpática y me encuentro tan bk i bañado
gentina. (De este problema algo expuso en en su luz que hasta me reconcilio con el
la segunda conferencia). {Nuestra 'ciudad, impresionante bodrio de Salvo. Desde aquí
en cambia, no debe urbanizarse por me no distingo la salchichería que lo adorna,
dio de rascacielos sino por una edificación o mejor dicho que lo aplasta, de manera
lógicamente escalonada que vaya bajando que el coloso no me lastima la vista.
de lo alto de la cuchilla grande hasta las El arquitecto C. A. Herrera Mac Lean
orillas norte y suit cíe la península. De observa muy exactamente a propósito de la
tal manera todos los habitantes pueden, manera de escribir del urbanista:
desde cualquier punto de la ciudad', tener vis ” La palabra de Le Corbusier está en per
ta hacia el mar y hacia las lejanías. fecta armonía con su credo. A una teoría
Con esta disposición urbana nadie se as nueva un verbo nuevo. A una nueva inquie
fixiaría con la presencia de edificios ilógicos tud un nuevo ritmo de la frase. Así, plena
y atentatorios. Le Corbusier se pronuncia con de la nueva pujanza, destructiva y creadora,
tra los inmuebles que sin guardar una mode construye por axiomas. Es gráfica, es casi
rada altura se levantan en el sitio menos palpable. Suena rudamente. Y así, como a
apropiado quitando vista y limitando el pai veces la prosa canta musical, la de Lecor-
saje. busier grita como una máquina. Defensor
Para Montevideo, Le Corbusier encuentra del poder avasallante del maquinismo —
como solución urbana la construcción de edi lejos de todo sueño Ruskiniano — crea con
ficios que llegarían hasta el mar,(edificios su palabra la mejor máquina de conven
ideados por él y que llama “ rasca-mares” ), cer. No se siente un rozamiento en su argu
los cuales se ubicarían en la zona contigua a mentación. No hay elementos perdidos, no
la bahía y en la que da a la rambla Sur. Esto hay adjetivos inútiles.
seria la solución racional y al mismo tiempo Todas las piezas cumplen su finalidad.
pintoresca e individualizadora de la urbani Y este motor perfecto llega sin esfuerzos
zación de Montevideo. Esta idea que le fué aparentes, sereno, a su objeto. Destruye lo
sugerida a Le Corbusier por la vista panorá viejo y convence d'e lo nuevo.” (Artículo
mica de la ciudad desde el cerro o desde el titulado' “ lía nueva arquitectura y las teo
puerto, ha sido desvirtuada y erróneamente rías d!e Le Corbusier” , publicado en un Su
interpretada por algunos comentarios de la plemento de la Nación de Buenos Aires.)
16
Efectivamente Le Corbusier al escribir “ Revista de Ingeniería” escribe: “ Pero de
tiene un estilo arquitetónico inconfundible: todas sus «({¡sideraciones (se refiere a las de
sus apotegmas son columnas, sus aforismos Le Corbusier), de sus doctrinas terminan
tienen la solidez de un macizo, sus ideas tes, aparecen dogmas irrefutables, ante los
abren perspectivas como un ventanal, sus cuales ¿brense nuestras ideas, sintiéndonos
principios centrales son como vigas de cemen animados a obrar con más amplitud de mi
to. Todo ajustado; exacto, liso, sin que sobre ras, con más criterio previsor, libres de las
nada pero tampoco sin que nada falte. To vacilaciones, de las desesperantes obsesiones
do colmado, sin desperdicios, fuerte por to en que nos ahogamos impresionados por la
dos lados. Su exposición es ordenada y cons magnitud de .los problemas” .
truida, se apoya en cimientos de conceptos El señor Angél Guido, en un erudito ar
y de experiencias, se levanta junto a ejes tículo, aparecido en “ La Prensa” , se empe
de argumentación inconmovible. ña sin ningún resultado en buscar antece
El arquitecto Amargós en un vibrante y dentes a las teorías arquitectónicas de Le Cor
entusiasta artículo titulado “ Le corbusier busier. Para ello recurre primero a Ram-
genial renovador” y publicado en “ Cróni bosson, uno de los críticos más pompiers
ca” , dice: que pontifican en las columnas de los coti
“ Se suele calificar a Le Corbusier de re dianos parisienses: “ no es siempre fácil
volucionario. Yo quisiera que el público se determinar el pensamiento exacto de Le
habituara a considerarlo más bien como un Corbusier” , afirma en “ Comoedia” este
“ genial renovador” , que con los mismos e- incomprensivo, llegando a decir que el
lementos de que todos disponen él crea orga orientador de la estética nueva “ siente pla
nismos llenos dte vida y expresión, que nadie cer en disimularse en una frondosidad de
había sabido crear hasta hoy, y que aún mu conceptos tan diversos como obscuros, ex
chos,—tal vez una gran mayoría,—no saben presando afirmaciones a menudo vagas, a
todavía interpretar. veces sorprendentes y hasta contradictorias” .
La idea de*resolución,—aunque ésta sea Citar la opinión de Rambosson es tan poco
bienhechora,—la simple palabra “ revolu eficaz y convincente para este caso como
cionarios’ , suele intimidar a los espíritus transcribir los comentarios de Léandre
moderados, quienes instintivamente asumen Vaillat aparecidos en “ Le Temps” . Es
una actitud reservada, recelosa y prevenida, innegable que los principios lecorbusianos
contra estos elementos “ perturbadores del perfectamente tangibles y de una claridad
órden” , y que encarnan para ellos el espí cabalmente lograda, escapan por completo
ritu nefasto de la anarquía y la subversión. al acartonado señor Rambosson. No cabe
Sin embargo, juzgadas severamente las mejor réplica a las afirmaciones del crítico
cosas, se advierte fácilmente que Le Corbu de “ Comoedia” que estas palabras de C. A.
sier no destruye la obra de los arquitectos Herrera Mac Lean: “ Aquellos que no sien
contemporáneos de espíritu conservador y ten la arquitectura nueva, apegados sus ojos
tradicionalista, pues es sencillamente impo al blando mirar del pasado, que lean dos
sible el destruir lo que ha nacido muerto, páginas de Le Corbusier. Y en vez de cali
lo que nunca sintió en su entraña el calor ficar de snobismo el arte nuevo o de englo
de la juventud, ni el ardbr de la vida pro barlo dentro de lina vaga y despectiva cla
pia, ni se agitó al soplo animador del arte, sificación de cubismo, que traten de des
ni conoció en sí la belleza. Le Corbusier, es truir sólo dos aforismos de su libro “ Vers
simplemente un gran constructor, un lucha une architecture” .
dor de temple y un espíritu fecundo y au Después de historiar el movimiento de la
dazmente creador. arquitectura austro-alemana del siglo XX,
Su teoría es íntegra; como motor blindado, el arquitecto Guido quiere desvirtuar la ori
en block, invulnerable, que no admite utili ginalidad del maqumismo de Le Corbusier
zaciones parciales, ni graduaciones capricho citando un conocido postulado de Semper
sas; o se la admite integralmente o se la re que más tarde atacó Peter Beherens: “ el
chaza en absoluto, pero no se la puede utili arte no es más que un producto mecánico
zar a conveniencia. La arquitectura que de resultante del uso de los objetos y de la
ella se deriva, constituye un conjunto orgá técnica” .
nico, indivisible, que desde el espíritu que En verdad, Le Corbusier tampoco se apo
la concibe, el sistema constructivo en ya en el postulado de Semper, prueba de
que se apoya, los materiales que utiliza, ello esta frase escrita en una carta dirigida
hasta los sentimientos plásticos que su por el urbanista a los editores de “ Artes
giere, todo tiende a provocar esa sen decorativas” : “ La forma y la estética de la
sación de armonía perfecta, y ese es arquitectura moderna no han sido dictadas
tado de ánimo de expansión interna, automáticamente por las construcciones del
de alivio espiritual que experimentamos an hierro y del concreto” .
te la obra de arte animada de vida actual” . Más adelante, el señor Guido insiste en
El ingeniero Federico E. Capurro en un las contradicciones y obscuridades de Le
claro y didáctico estudio titulado “ El ur Corbusier; pero todos sus ataques se dirigen
banismo de Le Corbusier” publicado en la a las obras “ Vers une Architecture y
17
“ I /A r t décoratif d ’ anjourd’ biir” , do esperar a recibir Ja lección de los germanos
donde transcribe frases aisladas cuyo valor ni de los nórdicos.
y significación no pueden apreciarse si no Aquel concepto kantiano de que la belle
no conoce la conexión que tienen con ideas za es una finalidad sin fin se encuentra to
desarrolladas en las mismos obras. Pero lo talmente rebatido en lo que se refiere a la
m/ts sorprendente es que el señor Guido pasa arquitectura nueva, a la “ arquitectura
por alto las concepciones geniales expuestas v iva” , pues Le Corbusier ha evidenciado
en “ Urbanismo ” . la estética del “ o u til” , la nobleza dte lo que
“ El acontecimiento nuevo es el maqumis sirve para algo, de lo que responde a una
mo que lia desmoronado por completo la so exigducia constructiva, a un im perativo bio
ciedad moderna ” , dice ¡Dé Corbusier al lógico. L o . superfluo, la decoración p o r sí
principio de sil folleto “ Vers le París de misma, Jo que no tiene un objeto, carecen de
l ’ époquc machinist«” . Pero, Le Corbusier dignidad y de razón. P ero en esa búsqueda
no se apoya en ninguna receta alemana para árdpu de volúmenes qu(T cum plan una fu n-
que el señor Guido le quiera'analar origina cióu ^ L e Corliusier no se reconcilia ni un
lidad en el terreno de la arquitectura ma solo instante con aqueJ utilitarism o fastidioso
quinista. y pegajoso que hizo irru pción a fines del
Guido titula su artículo “ Ubicación de siglo pasado. Tam poco guarda relación con
Le Corbusier” , pero tal designación no res el manoseado y vulgarísim o m aqum ism o —
ponde al contenido crítico del estudio que el lugar común del falso m odernism o — aba
arquitecto argentino liace del orientador ratado p o r ,¡lo s futuristas repetidores; Le
más resuelto de la estética contemporánea. Corbusiór lia visto la m ecánica p o r un lado
A penar de la excelente documentación que nadie"-1? conocía y p or el cual se llega
puesta al servicio del deseo de restar origi a la conexiórl io n la estética.
nalidad o importancia a Le Corbusier, Guido P or su devoción p or las matemáticas, Le
no lia logrado su objeto, pues no observo Corbusier se pone en el paralelo, del canto
más que uno de los múltiples aspectos del 24 de M aldoror. Com o Latftréainont, siente
espíritu lecorbusiono, descuidando toda la con hondura extraña el lirism o d e la exac
teoría desarrollada en “ Une maispn, un pa titud y de la severidad del núm ero.
lais” , “ Urbanismo” y en todo lo esquema Su manera de encarar 2a geom etría " y su
tizado en “ Vers Je París de l ’ époque ma actitud espiritual fr e n t e ' a la vid a lo acer
chinist© ” . can a la órbita pascaliana dte V esp rit de géo-
El arte de Le Corbusier se apoya en el m étrie y l ’esprit de fintsse.
lirismo de hoy, es decir “ en los trazados Le Corbusier ha creado una ciu d a d de
precisos que han sid'o hechos, que el análi clorofila y de cemento, de árboles y de geo
sis de los detalles ha impuesto, que una vista metría, de frescura y de solidez, de espar
de conjunto ha organizado” ; pero para f f cimiento y de trabajo. E l ha descubierto la
comprender y sentir ésto, Le Corbusier no *v' com unión de la arquitectura con el vegetal.
ha hecho más que meditar y desplegar toda
la furia de su “ optimismo actuante” , sin Gervasio y Alvaro Gulllot Muñoz
18
O B R A S D E L E C O R B U S I E R
C K N T llO S O Y U S KN M OSCU
M OXPAXEU M
C A B E Z A 1>K M U K K
A M AYA ) NA
C A B E Z A D B M U JE R
N U E S T R O S R E P O R T A J E S
Qué piensa Vd. de la escultura actual? Con la muarte de- este gran artista, se
— Es un momento difícil para ella. Los corta la tradición de' Ta escultura monu
escultores de verdadero interés son siem mental francesa.
pre los mismos: Bourdellé, Maillol y Murió cerca de Paria, en le Véslnet, en
Desplau. Rodln, inalterable valor o tal la quinta de su amigo y fundidor Rudier,
vez acrecentándose algo, según me pare donde había ido para reponerse de su pri
ció poco ames de venirme. mera crisis cardiaca.
Era un hombre de genio y de fuerza En los cuatro meses que pasó allí, tra* - -
análoga a la de los más grandes artistas bajó incesantemente, y dicen ser el p e -, . S?'
de. todas las épocas. ríodo más fecundo de su vida.
—Qué escultor actual prefiere? De lo más notable son el boceto de mo
—Bourdelle. Era el más completo. numento a Foch, y un Asclepios del que
decía bromeando: “ Puede ser que me
Abordaba y resolvía bien cualquier pro ¿restablezca, conmovido por el homenaje
blema: desde una máscara, hasta un mo- (fue le rindo tan descorazón.. . ”
numento. Poseía una gran ciencia para V
Murió de una segunda crisis cardíaca
componer, sobre todo “ drapeando” . Sus el l.5 de Octubre, a las 9’15 de la mañana.
figuraB' están envueltas por una atmósfe Había terminado uno de esos cuadernos
ra poética extraordinaria y única. Por ese con dibujos acuarelados, en los que tam
soplo lírico que para nada afecta a la es bién, por la palabra, expresaba su pen
cultura, fué discutido y adjetivado de “ me samiento de poeta: “ Maestro de lo vasto í
ridional” y “ romántico” . El centauro mo y de lo ínfim o. . . Alfarero, ponme nueva- • .
ribundo, Herakles, dos de las figuras del mente sobre tu tom o. . . ”
monumento a Alvear, la estatua ecuestre Quienes le conocimos, apreciamos hon
de éste, Mickiewicz, la Epopeya Polone damente esa plegarla: siempre lleno de
sa, son, con la escultura del Teatro de los fuego, nos hablaba de la escultura que
Campos Elíseos, los mejores ejemplos de Iba a hacer dentro 4¡e cinco o seis años. . .
lo expresado. Deja 300 esculturas, 5.000 dibujos, de
En sus figuras, una de las grandes ca corados al “ fresco” , algunas melodías, y
lidades, es cómo está sentida y realizada mucho escrltfi» siendo tan buen literato
la parte ósea. como escultor.
“ Fíjense bien en el esqueleto, la. arma — ¿Sintieron mucho su muerte?
zón, que es la estructura de . la .estatua. —'Muchísimo. A su entierro fueron los
Observen lo íntimo del conjunto y <iel de grandes artistas, “ pomplers” , discípulos,
talle. Noten cóm o el volumen faene desde modelos, el hermano de Isadora Duncan,
adentro, empujando bajo la piel” . . . vestido a la griega antigua, admiradores
El Herakles y el busto de Ingres, están y personalidades de toda índole.
modelados con una fuerza y una vehemen Lo velaron rodeado por algunas de sus
cia extraordinarias. obras, en uno de sus varios talleres. De
noche, ocho o diez personas. Ambiente
La primera de estas obras y el Centau Impregnado de su espíritu y del misterio
ro moribundo, son de las creaciones más que íá obra de los grandes. Me daba la
bellas de la escultura universal. sensación de que no había muerto, y me
Fué quien descubrió en los antiguos, vinieron & la memoria palabras suyas:
las severas leyes del relieve, .desde mucho “ La muerte no nos destruye, puesto que
tiempo olvidadas. nuestra obra es la realización de nosotros
Su tradición era la de la escultura uni mismos.”
versal, y en el fondo, gótico. Lejos de ser Entre sus obras allí colocadas, estaba
híbrida su obra, es llena de carácter en una de las figuras del monumento a los
tal grado, que es la de más actualidad, y héroes de Montauban, obra de juventud,
com o ninguna, marca la época. modelada para vibración de la luz, y en
Contrariamente a lo que repetidas veces la que está en potencia su escultura per-
se ha dicho de él, siempre su obra es sonalísima de 15 años más tarde.
bourdelliana. A raíz de la muerte del maestro, Des-
piau dijo en “ L ’ Ami du Peuple” : “ Conocí Su espíritu, a pesar de sus 67 años, era
mucho a Bourdelle y tengo gran eBtima joven y fuerte. Cuando hablaba entusias
por toda su obra. Tenía genio y la ciencia mándose, me daba la sensación de estar
de la escultura. Tenía el gusto del traba junto a un ser iluminado que me llevara
jo, cosa que yo detesto. Se levantaba de seguro por las más arriesgadas sendas.
madrugada y trabajaba hasta muy entra He nombrado a R odin, y se me ocurre
da la noche. hacer el paralelo Cimabue-Giotto, y R o-
Su muerte el la pérdida más grande din-Bourdelle.
que podía sufrir el arte francés.” Cimabube y Rodin, rom pieron con el
Cuenta una discípula que trabajaba en m odo de su época, hicieron su obra ge
el taller del Maestro, que éste se paraba y nial, y encontraron una verdad que no
examinaba largo rato su obra, hablando pudieron realizar. Sus discípulos Giotto y
en alta voz con sigo m ism o: “ Esta es mi Bourdelle, tom aron esa idea, la realiza
o b r a !. . . ¡No es esto lo que yo quiero, lo ron, im prim ieron su gen io en ella, encon
que yo p ie n s o !. . . ” Y angustiado, con ti trando “ su” verdad, abriendo el camino.
nuaba su análisis. — En general, mi im presión es que
Sus lecciones fueron lo m ejor que se Bourdelle tenía un vuelo, y una inspira
pueda oir, y su lucha era por form ar el ción de que adolecen los otros artistas
criterio de sus alumnos, insistiendo en en bloc.
que “ com prendieran” siempre, antes de Me pregunto si estará por concluir para
hacer; “ El arte, es la traducción de la Na Francia, este período de 50 o 60 años g lo
turaleza. El que quiera realizar sin com riosos, con la muerte de los grandes artis
prender, sin saber, es com o el que quiere tas actuales. En los salones no se ven
traducir un libro desconociendo el idio obras de cuyos autores pueda pensarse
ma en que está escrito.” con esperanza en un futuro notable.
Gran im aginativo, nos habló en las Tal vez haya alguno que trabaje ocul
más variadas imágenes, justas siempre, y to, para revelarse, un día, llen o de in
sus conferencias eran de lo más intere terés.
santes y amenas. Confío en Francia, puesto que a pesar
Insistía en los egipcios, griegos y gó de estar sindicada com o decadente, co n
ticos, diciendo que esos tres períodos eran tinúa dando el ejem plo de fuerza intelec
los de la verdadera escultura. tual y agilidad de espíritu, realizando,
“ El renacim iento es una decadencia” . más que ningún otro país, una m aravillo
Bourdelle era el más grande y com ple sa obra de con jun to en el arte y la ciencia.
to de los artistas contem poráneos, in
cluso los más fam osos pintores.
24
UN DIBUJO IN ÉD ITO DE JOHGE N. PETROFF
Este artista es uno de los valores más representativos del arte ruso
contemporáneo. Nacido en Tiflis, en el Cducaso, está por terminar sus estu
dios en el Instituto Superior Artístico Técnico, es decir, en la antigua Acade
mia de Bellas Artes.
El Sr. Petroff, ¡oven de 25 años, después de haber recibido las más be
néficas influencias, entre otras la de K. Petrov-Vodkine, se ha liberado de
ellas para seguir su inspiración personal.
La Cruz d e l Sor cuenta a Jorge N. PetrolT entre sus colaboradores ar
tísticos mas originales.
e l v o l a t i n e r o
Te regalé mi pasmo.
Mi pasmo inicial. Aquél pasmo
que ya no tuve más, nunca más,
desde que te vi dar la más auténtica pirueta:
la que te llevó tan lejos, tan l e jo s ...
Julio Stgiienza.
1929, Montevideo.
26
F R A N C I S C O K S P I N O L A <H I J O)
E L V E L O R I O D E L P E L U D O
( C a p ít u l o d * la r o v il a in é d it a «D O N JU A N BL» Z O B B O * )
SARAH BOLLO.
29
P U E B L O D E M I G U E S
C O L E G I O DE V A R O N E S
E S P A Ñ A -A M É R I c A
(C a n c ió n a n u d a d a con fua rxa d a A tlá n tic o )
Y han visto:
un p oem a a co s ta d o
en la ruta que m arcara el M a rin o.
H an visto:
una bandera a n ch a
batiendo un ca n to de p alab ra s s o n o ra s. .
Han visto:
un m ism o p u erto
para las velas ca stella n a s!
N ecesariam ente
han levan tado la co la h a sta el c ie lo
— m etiéndola m u y h o n d o en el m a r —
para salir atados al a rp ón
de las m iradas azu les de a v e n tu ra
Y han v isto :
arm ados,
a todos los que e n ju a g a n en la b o c a
una estrella que v in o a la m ira d a
m arinera de raza en el id o m a .
ARTURO CHOCE
LA G R A F I C A Q U E L L E G A
¿De que mano más ruda que el no ser
llega esta sed que hace de la piedra
la campana sin lenguas de la m uerte?...
Apenas si una gráfica perdida
se nos queda mordiendo el corazón
hasta sangrar de luna amanecida
los hollados caminos que vendrán!
Las manos,
copos desprendidos en el aire
cavan por llegar al meridiano
que suena de lejana claridad
en el vuelo caído de las som bras...
Los oídos no beben los sonidos...
los ojos no desatan lejanías...
Los labios confundidos con la tierra
olvidaron la flor y la oración!. . .
Al grito de los astros, impasible,
la gráfica que muerde
el corazón del viejo Prometeo!
32
RAMÓN M. DIAZ,
R E V I S T A d e r e v i s t a s
P O E S Í A * F R A N C E S A
IULBS SU P B R V IB L L B .— “ i t l i l r " . N «l»i
"Sai air”, breve volumen—75 páginas—condensa rldad es el tema, no el modo. El poeta se lanza,
tal vez la poesía más original, más apurada, más desde el título, tras las cosas y sus fuerzas, sus
profunda de Jules Superviene. Desde aquellos penumbras, sus sueños. Las dos, manos en
sus primeros "Poémes", Supervlelle no ha para* acción: ¡asir, coger, sgarrar!
do; poeta de los viajes, ha desenvuelto su obra Asir, asir la tarde, la mansa na y la ea tatúa,
como una exploración que avanza sin cesar ¿Por Asir sombra y pared y el cabo de la calle.
dónde, hacia dónde? Por una linea recta, pero Asir el pie y el cuello de la mujer tendida.
verticalmente; su profundidad propia. "Poémes",
"Débarcadéres", ‘Gravitatlóns", “ Oloront 8te# Ma- El poeta va reteniendo seres dentro de su pu*
ríe” y ahora "Saisir"—junto a una prosa nove fio; y los palpa, los palpa bien, los posee a ple
lesca, también poética—constituyen el mejor ejem no tacto. Todos están vivos: laten, ¿Y luego?
plo de cómo un hombre puede renovarse y per
feccionarse por puro profundizar en si mismo, Y luego abrir las manoa. ¡Cuántos pájaros sueltos!
en su propia obra, en la constancia de un anhelo
que vuelve cada vez a plantearse su problema Ya se ha operado la trasfiguración. El poeta
con creciente fatalidad, con creciente maestría, lo es: está creando un mundo. Que no es otro
cercándolo, clfiéndolo, poseyéndolo, dominándolo. real—lo bastante real para que aspire a ceñirlo
Dominio: eso es “ Salsir". Una plenitud de domi el conocimiento verdadero. 81n embargo, el poe
nio por maduración, por intima, lenta, implaca ta ni quiere ni podría rehuir la Verdad: la última
ble maduración, a un tiempo intelectual y animal, Verdad que todo lo abarca y a todos nos exalta
consciente y subconsciente, con todos los rigo dentro de su amante y permanente clausura cris
res de la atención, pero sostenidos por una tran talina. Otra lógica—pero una lógica también—
quilidad de crecimiento biológico. Sólo un domi exalta al poeta. No, no temáis, si os seduce hasta
nio de tal empuje—con tanto arrastre—explica lejanías imposibles donde el milagro es ley.
esta suprema conciliación de las calidades a me
nudo más opuestas. Esas calidades que tantos No vuelvas la cabeza, detrás esta un milagro
artistas no consiguen sino por sacrificio, a expen Que te acecha y sediento te quisiera de él.
sas unas de las otras, sucesivamente en turnos
de exclusión. “ Saisir” no excluye: incluye. Y no Pero seguid sin temor al poeta: cuanto él os
por adición externa, es decir, por alguna especie descubra es siempre verdad. ¡Qué verdadera esta
de eclecticismo—fútil fenómeno de superficie— creación a que nos conduce Supervlelle! Nadie
“Saisir" es poesía central y nada esencialmente merece más fe, más confianza; nadie más ho
poético lo es ajeno: fórmula tan incluyente que nesto.
ni siquiera es fórmula, incompatible nada más
con las teorías por definición excluyentes, de tan i Cuán tas aves perdidas, que llegan a ser calle.
extremas. Lo central no puede ser lo extremo, lo Tarde, sombra, pared y manzana y estatua!
sopuro. No importa. Entremos en el orbe prodi
gioso de "Salsir", respiremos en esta atmósfera Jamás pone en contacto las palabras por mero
de tanta densidad poética. T en seguida, ¡qué juego ni por mero concepto. Todo el espíritu asis
lejos se nos quedarán los debates teóricos! te con plenarla presencia a la obra. De aquí su
¡Cómo no ver en ellos sino impertinencia, intro gravedad, tan viril, tan lúcida. Aunque reaparez
misión: impertinentes intromisiones de profanos! ca muchas veces el personaje "corazón”, no es
protagonista el corazón sino el Espíritu en toda
Continúe, continúe la discusión... Mientras su noble unidad indivisible. Ninguna poesía me
tanto, un poeta, porque lo es, recorriendo su ca nos sentimental que la de Supervlelle, sujeta a
mino poético, moviéndose poéticamente, llega a dominio. Y esto que con ansiedad y turbación se
esto: "Saisir", poesía central, maduro dominio. inclina hacia lo oscuro. Invoca al sueño:
Toda combinación simétrica—estrofa, rima—va
informada por un impulso que sólo atiende a su Ven, suefto, ven, ayúdame.
rumbo: el poético. En "Saisir" no se juega nunca Tú asirás para mf
con las palabras—aunque ninguna, por supuesto, Cuanto coger no pude.
esté dejada al azar; todas, absolutamente todas, Sueño le manos más grandes.
alcanzan esa solidez de masa trasparente, ese
acrecentamiento de significación y de sonido que Invoca a la sombra:
remonta el lenguaje común hasta el poema. Por
eso ofrecen la inagotable posibilidad que ahonda Yo busco en torno mío más sombra y más dulzura-
a la gran poesía: precisa en los términos litera
les, ilimitada por adentro. No hay aquí, entre el invoca a la noche:
alcance inmediato y los remotos, pugna penosa, Un poco más de negro, de estrellas, de frescura.
oscuro forcejeo como en otros poetas contemporá Dadme, manos, pestañas, vuestro resto de noche.
neos, cuya claridad para el lector—para algunos
lectores—se plantea como un drama. En “ Saisir” Al fin, lo oscuro, sin dejar de serlo, viene a
no se esquiva nunca el sentido. Y no porque elu parar a las manos que se tienden con tanto
da lo más oscuro del día y del alma. Pero la oscu- ahinco, y lo incorporan a la conciencia y lo en-
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clara la entrallable unidad—Intima y explícita— nes de hoy, todo esclarecimiento, toda interven
que no deja suelto ningún cabo. De esta suerte, ción? "Salair", tan viril siempre, dice actividad,
reductíble la imagen a una más o menos desarro* y nunca una simple pasividad oscura o fulgu
liada o desarrollable metáfora, reductíble el sig* rante.
tagueo de la imaginación a las motivaciones rea M on tafias y ro ca s , m o n u m e n to s del delirio.
les, efectivas, y por tanto, en el fondo coherentes
de una sensibilidad, la poesía de Superviene emer- asienta con verso magnífico (m agnífico en el ori
ge—así en los líricos superiores—como una ex ginal: “ Montagnes et rochers, monuments du dé-
presión espiritual. Henchida, máxima, absoluta líre"). Pues todas las angustias y soledades que
expresión, a través de las sombras, las noches y conmueven a este corazón cuajan fatalmente,
los sueflos entre los que se siente poseído el poe ¡fatalidad de poeta grande!, com o las montañas
ta. ¿Cómo podría contentarse, para llegar a esta y las rocas que "ningún hombre ve” y él revela,
plenitud, con los productos inmediatos de una en conmovedores monumentos perennes.
subconciencla en todo momento intacta que elu
diese, según algunas de las extremas inspiracio J. G.
BIBLIOGRÁFICAS Y EXPOSICIONES
“ El pájaro que vino de la noche” .— esta preocupación, empiezan a aclararse los pro
Da Cunha Dottl. blemas y el hombre a volverse cada vez más in
quieto — la suprema razón de nuestra diferencia
“ Y LLEGABA MI DIA EN LA BARCA AVE con los otros — porque esa claridad, trente al
RIADA DE MI ANGUSTIA CON UN ÚNICO CA árbol de mi ventana que se afina cada día con
MINO. la lluvia lenta, no es más que el principio de la
Y ERA CANCION” . gran duda: aquella que nos deja nuestra inútil
canción ante la boca del lobo que espera la lle
Por que cuando el camino llega, es que la can- gada de la tarde, para hacer su paseo por el gran
'ón lo trae del fondo de la noche, o del claro tor bosque, a ver si encuentra qué comer. . .
mento del día que se consume; porque cuando se
ha golpeado con el remo en la ola, todo un amane Su Amigo,
cer, los brazos se distienden como un arco y lle
gan hasta la madera Indiferente del que no canta, JE8UALD0.
pero que re m a ...
4» • • •
“ Historia de mi conversión al catolicismo” , por
Canción de ida. Duda, pequeñas dudas. Pero se Luis Beltrán.— Montevideo, 1929.
ha de gritar asimismo, desde la borda del navio
que llevamos adentro, los barqueros sin hoy, pero Cuando se llegan a leer unas cincuenta páginas
con ruta. Y si nadie contesta es porque no hay de esete libro, el lector se da cuenta de que el
costa, es por que la orilla se aleja en la música autor le ha dado una importancia excesiva a su
de los caracolesj y nosotros entonces SIGAMOS conversión. Ya, curándose en salud, desde el pri
EN EL M A R ... Nada endulza tanto los años que mer capitulo, Bertrán previene varias actitudes
nos corren com o cantar aventuras de puertos que posibles frente a su acto de fé, todas ellas de in
no tocamos y hablar de viajes asombrados que no conmovibles ateos y tremendos descreídos. Sin
h icim os. . . Mas si por ventura el marinero sim embargo, no ha pensado en la posibilidad de un
bólico gritara: ¡Tierra! detengamos el barco; ali lector desapasionado, sereno, ávido de llegar a
geremos su carga; recojam os su velamen, que,, “ sentir” su verdad, si es que él la tiene. Pero un
aunque marchó siempre arrollado, fué nuestra lector asi seria el más defraudado ante un libro
bandera y saltemos a la costa con los ojos endu como el de Bertrán. Este, escribiendo en tono na
recidos de mar, a cargar la madera tenaz para rrativo o polémico, no logra nunca emocionar,
construir lo p erd u ra b le... la casa de la alegría trasmitir lo que él cree su emoción. Y resulta que
que queda y del tiempo que pasa, sin rozarlo su catolicismo de ahora suena igual a su anar
a p e n a s... quismo de antes de ayer y a su republicanismo de
ayer, es decir, suena a hueco. En tales circunstan
• i • cias el libro del Sr. Bertrán, como su conversión,
no tiene interés ni importancia sino para él y no
Y aquí en E L PAJARO QUE VINO DE LA NO- debe ser encarado de otro modo que como el pro
^CHE, el marinero gritó:__iTierraL JSin embargo ducto de la necesidad de una autojustificación
amigo Da Cunha, Vd. no se detuvo. Presumo por que nadie más que él ha exigido. Su libro no va
"este verso que Vd. se asombra, se atemoriza, de a lograr una sola conversión ni constituye una
lo que se detiene: QUE HONDA LA TARDE defensa eficaz de sus nuevas creencias. Por ese
CUANDO SE QUEDA FIJA COMO UN GRAN motivo no alcanzamos a comprender las razones
PENSAMIENTO. T o estoy contento de su des que habrá tenido el Sr. Bertrán para dar al públi
bordamiento de imájenes, rico pródigo que las usa co este volumen que muy bien pudo haber queda
com o en reparto, saliéndole por entre los dedos; do inédito.
me siento feliz de encontrar una ternura infantil A. L.
que m e renueva el agua del corazón y me recon
cilia hasta con la maldad, por ternura; y vigorizo
mi afecto hacia Vd. por que veo que aquel que
“ Los alambradores” , por Víctor M. DottL— Edito
siente la fuerza expresiva de un sentido humano
rial Albatros.— Montevideo, 1929. —
y perdurable, y recoge su música en un símbolo,
porque sólo así consigue trasmitir la misma esen Son muchos los que en nuestra República han
cia de su espíritu sin perder su fortaleza ni su
cultivado la literatura de ambiente, y muchos son
profundidad, es el que se aproxima al evangelio, los que no han hecho otra coea que eso: literatu
y el evangelio es la verdad a la que deseamos ra. La moda del nativismo ha minado las fuen
aproximarnos, para no tener el destino del gu tes de la emoción, ha falseado, por tanto, la ges
sano . . . tación de la obra artística, y ésta no ha sido tal,
• • • sino un remedo, cuando no una parodia. La poe
sía, el cuento y la novela criollos han sufrido con
T odo esto tiene su buen libro. Pero tiene en estos ataques, y se han salvado en ancas de tres
ddfnasía. Y esto es l o que ^ 3 . ya lo verá. No soy o cuatro escritores de talento adentrados en la
'p osa d or de oficio, ni tengo autoridad para ello, raíz misma de las cosas terruñeras. Por esto he
si pensamos com o se piensa en este pala, que la mos leído con viva simpatía y gran interés "Loa
autoridad está en razón directa con la longitud alambradores” . Víctor M. Dotti no es un ciuda
de las barbas, pero Vd. ya m e lo dirá, d e sp u é s... dano que asoma la nariz al campo y pesca en su
Ahora, a trabajar amigo, que en el silencio de retina una escena para contarla sin compren-
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derla. No son fotografías lo que nos ofrece en modalidad poética. A través do "E stam p a s" se
narraciones. Dottl es un hombre que comprende trasluce un tem peram ento delicado, suavem ente
7 siente lo que ha visto. Es decir,, que ha vivido em otivo, enam orado de las m edias tintas y de las
hondamente las pasiones, los fatalismos, la fuer* medias palabras, hábil en cap tar finos estados de
sa que encierran nuestros horizontes severos y sensibilidad. Poeta de con tem placion es y éxtasis
suaves. hacia dentro y fuera, que a veces logra síntesis
Asi, las pasiones de nuestros criollos nos sacu y estilizaciones felices aunque m uchas otras cae
den en "El chiniango"; en "Una pelea" y "La en un sim plism o dem asiado sum arlo. Cada idea,
Crui" sentimos la fuersa de la raza, y el fatalis cada hallazgo, cada reflexión , cada m etáfora, con
mo de las vidas expuestas en "Los alambradores" cretan un poem a y ocupan una página. "H ai-kals"
y "En el chilcal”. Una sonrisa simpática asoma a sin el paisaje de abanico ni el alm a nipones, en
nuestros rostros ante las supersticiones de los tonados en la m ism a cuerda, co n m onotonía de
gauchos de "El lobizón" y "La estancia asom lluvia mansa sobre la opacidad de los techos. Sin
brada". La amenidad del estilo moderno unas ve fonía en gris en que tod o se diluye y adquiere
ces, y la fuerza de expresión, otras, hacen que el el mismo sabor: entusiasm o, recu erdo, sufrim ien
libro se lea de un tirón.. Quixás falte madures en to, amor. F ilosofía sin trascen den cia que resbala
la construcción de estas narraciones, pero eso a través de las estrofas co m o una brisa tranquila
vendrá, que madera hay, y de ley, para levantar que se desenvuelve en d iscretos perfum es. H orror
rancho grande, acogedor y seguro. de los ruidosos espectácu los de nuestra edad m o
J. M. M. derna y busca, com o la de Juan J acobo, en los al
bores del rom anticism o, de la p lacidez cristalina
de las fuentes vírgenes. Una esp ecie de cansancio
y de desilusión que trascienden tím idam ente en
"El cantor del t a l a p o r Juan Carlos Sabat Pebet.
estrofas sin brío. Su em oción es bien suya, y no
Montevideo.
logra trasm itirla siem pre al lector, quizá por que
un poco de pudor mal enten dido le im pide expre
Simpática actitud la del escritor que hace obra
sarse espontáneam ente sin tem or a arrugar los
ensalzando la obra de otro escritor. Simpática y pliegues de su discreta elegancia.
generosa actitud, máxime, cuando se trata de dos
Esta poesía tiene el Inconveniente de la disper
artistas del mismo medio, que se han agitado den sión aun cuando el poeta ha buscado la con cen
tro de los mismos entusiasmos y luchado con tración. Y resulta m onótona y lánguida apesar de
los mismos obstáculos. Salvar estos y abandonarse algunos relám pagos que estallan de vez en cuando.
a aquél; emprender un trabajo metódico, pacien A. L.
te, de estudioso; mantenerse justo, y fuera de in
fluencias del ambiente; hacer de un estudio de
esa Índole una obra que ensalce tanto la perso "D isco de señales"» por C arlos María de V allejo.
nalidad del autor como la del personaje estudia -—Biblioteca “ R en ovación ” . — Cádiz - España.
do, he ahí el desiderátum de simpatía y genero
sidad artística. Porque es muy distinto escribir Carlos María V allejo, — co n o cid o poeta uru
cuatro lineas elogiosas sobre un autor o una guayo que desem peña el ca rg o de cón su l de nues
obra, —cuatro líneas hijas muchas veces de un tro país en Cádiz — acaba de en viarn os su últim o
entusiasmo momentáneo, — que dedicar largos libro de versos "D isco de S eñ a les". C om o j a lo
meses de labor, de Investigación, al esclareci sabíamos por la orien tación de la revista literaria
miento de una personalidad admirada honda, se que ha fundado y dirige en aquella ciudad y que
riamente. Tal la posición de Juan Carlos Sabat ha titulado con m ucha exactitu d "R en ovación "»
Pebet al publicar "El cantor del Tala", monogra Carlos María de V a llejo se ha ren ovad o totalm en
fía y crítica de Don José Alonso y Treiles, "El te, en el m otivo inspirador, en el fon d o y en la
Viejo Pancho". Bien documentado; estudiada con forma en este volum en com pa rá n dolo con los an
cariño la vida del poeta; a ratos ameno, a ratos teriores. Dotado de un n uevo recep tor tiene un
de profunda observación, siempre de una gran alma nueva para los esp ectácu los nuevos. "D isco
altura espiritual; escrito todo el libro con estilo de señales" es una su cesión de p aisaje estilizados
claro y elegante, llega Sabat Pebet a alcanzar reducidos a im ágenes expresivas y novedosas. El
plenamente el objeto de su esfuerzo: darnos una poeta en síntesis fe lice s inm ortaliza recuerdos.
impresión acabada de la vida que llevó el cantor Chispazos de luz aquí y allá. O bservacion es agu
criollo. Además merece destacarse la serenidad das. Cosquilieos de hum orism o atraviesan en zig
con que juzga el critico la obra de "El Viejo Pan zag las estrofas de arquitectura arrítm ica que se
cho", sin exaltaciones líricas ni ditirambos con desenvuelven sin "p an n ee". Al d escribir —1 Sevi
traproducentes. Bien construida la parte III inti lla, Barrio gitano. Málaga, Granada, Madrid, T io
tulada "Glosas", a ratos de elevado vuelo literario vivo, Cabaret, etc. — tiene el buen gusto de huir
y con profundo pensamiento imaginativo. Nos es del pintoresquism o, de las vieja s ruinas ilustres
grato, para terminar esta corta nota, felicitar al que hinchan las páginas de los B aldecker de eru
joven autor por la realización alcanzada y por el dición apolillada. Las suyas son rápidas im presio
sentimiento que la animó, raro en estos ambien nes modernas de urbes que rápidam ente se trans
tes pequeños, y que ha culminado en las "Vidas" forman y en las que la vida del s ig lo X X aventa
maravillosas de Romain Rolland. sin piedad los postreros m u rciélagos pasatistas.
J. M. M. Los aviones dan un n u evo sen tid o al cie lo y las
rúas y plazas hierven de n och e en alegree y es
trepitosos fuegos de a rtificio eléctrico. Loe caba
MEstampas", por Fernando Nébel.— Editorial NLa rets se dislocan de "ch a rleston w s", y el poeta, in
Raza” .— Rio Negro, 1636.—Montevideo. saciable turista, llena su m aleta de am pollas de
panoramas.
Fernando Nébel insiste en este libro en su mis Quizá haya que hacerle a V a lle jo la observación
ma manera de "Viajar", volumen aparecido hace de que su arte en "D isco de S eñ ales" es un poco
unos dos aftoe y que lo presentó en una nueva exageradamente ob jetivo, frío, descriptivo. Pero
36
en alguna« composiciones, sobre todo en la prime Castelnuovo posee sobresalientes condiciones
ra y en la última,—"Supervivencia’' y “ Romance de escritor, y estas tres obras, perfectamente lo*
de la distancia",— descubre su alma envuelta en gradas desde el punto de vista de la técnica tea
tules de amargura y de nostalgia y canta con pa tral, movidas, dinamlzadas por diálogos vivos y
labras sin control los Impulsos que siempre han rápidos, de actos breves y expresivos, y finales
llenado de palpitante sustancia viva el vaso de de efecto, lo prueban más que suficientemente.
cristal de la poesía. Esas estrofas de impetuosa Pero opino también que no llegará a ocupar el
afectividad dan a su libro un perfume que no en puesto que podía corresponderle en la literatura
contramos en muchos otros en que el cerebralls* ríoplatense — Castelnuovo es uruguayo — hasta
mo puro no logra pulsar las cuerdas de nuestra que se humanice, es decir, hasta que no vea y des
emoción y nos dejan indiferentes a través de toda criba la vida sino tal cual es, con su anverso y
su barata fantasmagoría. su reverso, su parte de Ariel y su parte de Cali-
A. L, han, su partícula de cielo y su partícula de in
fierno. Hasta ahora no la ha contemplado sino a
“ Teatro", por Ellas C a steln u ov o. — Sociedad ds través de un prisma sombrío que deforma por
publicaciones “ El Inca” .— Buenos Aires. completo sus proporciones. La influencia de algu
nos escritores rusos sigue siendo demasiado evi
Componen este volumen esmeradamente impre dente en su obra y debe liberarse de ella. Los ru
so tres obras teatrales tituladas “ Animas bendi- sos son los escritores más realistas que han exis
tas", “ En nombre de Cristo" y “ Los señalados” . tido, no habiendo inventado ni imaginado nada.
Conocía y apreciaba a Castelnuovo desde hace La vida de los vagabundos de Gorkl como la de
unos afios, cuando el resonante triunfo de su pri los poseídos de Dostowiesky son producto de
mer libro “ Tinieblas” , y ya con motivo de su lec atentas observaciones en lo real exterior, subcon-
tura tuve ocasión de expresar sinceramente la cíente o Introspectivo. Pero Castelnuovo, desean
opinión que me merecía la clase de literatura que do ofrecer un “ frisson” comparable al de sus
cultiva. En estas obras teatrales, en sustancia, maestros se desliza por el peligroso plano de la
Castelnuovo es exactamente el mismo de sus imaginación que puede llevarlo hasta la imita
atormentadas narraciones novelescas: todo es ción. Estudie lo que vive a su alrededor, sin cri
desolado, sombrío, desesperante en ellas. "Ani terio hecho, sin considerar “ a prior!” que la obra
mas benditas” desarrolla su acción en un hospi de arte ha de empaparse necesariamente en una
tal, lugar muy apropósito para ir a buscar el gé sola de las fases de la existencia humana; no
nero de espectáculos en que se inspira y que no desvie su labor sistemáticamente hacia preocupa
nos hablan más que de dolor, de sufrimientos fí ciones de regeneración social ni otra alguna aje
sicos y morales, de miseria y de muerte. ^ otras na al arte, y lo que haga será totalmente suyo
dos obras están ubicadas durante los periodos porque será fruto espontáneo de su observación
más terribles de la gran guerra europea, en la o de las Inclinaciones de su temperamento o de
Rusia de entonces, y en invierno, tres circunstan su facultad imaginativa pura Por tal
cias que contribuyen al mismo fin. Nada hay ahí —y sin el afán de sefialárselo porque cada artista
que no sea horror y se ve claramente que el lleva todo en si mismo: Momnia mecun porto**—
autor, ha cargado deliberadamente las tintas cui Castelnuovo podrá dar a nuestra literatura todo
dando de apagar la menor sonrisa que puedan lo que tenemos derecho a exigir de su Innegable
aparecer en las bocas, clausurando todas las talento.
aberturas para que no pueda penetrar el menor Abraham Vigo — nn artista pintor de fuerte
rayo de sol. No contento con eso precede cada personalidad ilustra el libro de Casteteuovo
acto con descripciones espeluznantes en las que con esquemas de decoraciones teatrales inspira
agota el léxico trágico, preparando el ánimo del das en las más nuevas y sobrias tendencias de ese
lector y cerrándole todas las perspectivas ama arte que no ha sido cultivado todavía entre nos
bles que pudieran distraerlo. Los personajes de otros por culpa de la comercializaclóa de un
Castelnuovo se mueven com o sonámbulos en me teatro destinado exclusivamente a entretenimien
dio de una niebla espesa, empujados por su lla to de gentes bien comidas o a la explotación de
ga interior o Juguetes de fuerzas externas que públicos ignaros. La colaboración de Vigo en la
los castigan incompasivamente. De vez en cuan obra de Castelnuovo sefiala un acierto innegable
do, las muchedumbres expresan sus sentires co y nos da a conocer a nn artista de primer orden
lectivos, com o el coro en laa tragedias griegas. capas de innovar y de ennoblecer n género artís
Pero en éstas a veces el coro canta, a veces se tico que entre nosotros está completamente des
queja, a veces alienta o estimula, pero en laa acreditado.
tragedias de Castelnuovo, — com o las vociferado A. L.
ras de Córcega de que nos habla Saint Víctor en " Medida de! Criollismo ", por Cenes Alberto Erro -
su prosa brillante — no hacen más que aullar, Sueno« Airee
aullar su mismo grito grito lastimero y escalo
friante com o el de los perros en la noche. Esta El escritor Carlos Alberto Erro nos brinda nn
estudio serio, y escrito con pulcro estilo, con el
acumulación de elementos terroríficos es, a mi
titulo del epígrafe.
Juicio, contraproducente, puee, la exageración
Somoe y hemos sido siempre poco afectas a
perjudica no sólo la verosimilitud de las escenas casilleros, temos y sistemas. De ahí f i e no este
sino que desvaloriza el sentido artístico de la mos de acuerdo con muchas apreciaciones que el
obra. Castelnuovo quiere hacer literatura social, autor hace respecto de escuela? y tendencias mo
sistemática, de tesis, pero no lo consigue. Los es* dernas o anticuadas, y nuestro criterio difiera,
pectáculos que describe prueban más bien su in sino fundamentalmente, en principio, del criterio
clinación personal — temperamental o cultural— coa que el señor Erro juzga y ve les distintos te
por las escenas de horror, verdaderamente gulg mas que abarca su estudio. Es precisamente por
noleacaa, por laa que parece experimentar una una sistemática posición, qee el ensayista esco
irreaisUble inclinación, o hacia laa cuales lo con lla en con tradiciones más o menos Importantes,
ducen cierta claae de prejuicios sobre los que desluciendo un trabajo que pudo ser brillante,
no ejerce todavía suficiente contralor. dadas sus condiciones de escritor serio y su en
tilo claro y cuidado. Indicaremos someramente de su tierra, como lo demuestra, ¿por qué no can
algunos ejemplos, para justificar nuestros aser ta desembarazadamente, como lo hace en la evo
tos. cación de esos pueblltos "que el tiempo va dee-
Refiriéndose si pasado de los puebloe ameri parramando como sem illas" y que "hacen sentir
canos, transcribe frases de Lugones y Rodó, en la freecura de sus muros sobre su frente", y le
las que descubre “errores graves y luminosas ver hacen exclamar: "¡C ó m o no se les va a querer
dades**, pero las consecuencias que saca de ellas a estos pueblltos losanos, si son de la misma edad
son contradltorlas, por cuanto sostiene y cree que uno, y uno los ha visto formarse..."T Un poe
haber demostrado que "la permanente contempla ma. Esto nos sorprende con su Inesperada ter
ción de Isa cosas antiguas es una necealdad mu nura, con su gracia de buena ley, con su emoción
cho más vital en nuestros pneblos que en los pue cordial. ¿Quién le dice a usted que se encuentre
blos europeos”, y a renglón seguido afirma que muy cerca del poeta que está esperando?
los americanos pueden edificar el porvenir con J. M. M.
entero desembarazo, casi con oompleta libertad",
Ubres de "la garra de la tradición" que loe suje
te y se les oponga come el m&s alto obstáculo. EXPOSICION DE A R T E Q A L LE Q O
Hace gala el sefior Erro de un exclusivismo
que desnaturaliza sus juicios, restándoles serie El Centro Gallego ha brindado a Montevideo
dad. Hablando a Jorge Luis Borges, el alto poeta una interesante muestra del arte pictórico de
de "Luna ds enfrente", pregunta: "¿Ha encon aquella reglón de Eepafia que representa entre
trado usted alguna frase de auténtica hermosura nosotros con tan afortunado acierto.
en la caterva de libros del sefior Gálves y sus Logró esta muestra del Centro Gallego, sobria
semejantes? Usted no, verdad? Yo tampoco", fin y concienzudamente instalada, despertar la curio
nuestro sentir, Manuel Gálves es autor de una sidad general y los elogios de la critica.
obra importante, digna de reapeto por muchos Más de cien obras, de diferentes autores ga
conceptos. llegos, llenaban la totalidad del amplio salón de
El hecho de que no milite en las filas vanguar Exposiciones con que cnenta la institución orga
distas, no autoriza a juzgar con poco respeto a nizadora, sin que por ello se notara amontona
un hombre que ha realisado una obra artística miento. De todo lo expuesto, Juan Luis, Colmeiro,
con el calor de sus mejores entusiasmos y el Caatelao y Maslde, han sido los que más han lo
desaaosiego de una vida laboriosa. grado destacarse por sus bondades y por un más
Es ahí que, llevado de lamentable fobia, el acentuado sabor gallego, de arto vernacular. Hay
autor olvida hasta la factura gramatical de sus en estos autores una personalidad definida, bien
frases, al decir: "A esto me contestaréis, tú, ama orientada, y todos tienen la garra suficiente £ara
ble lector", etc. representar dignamente a su tierra. Juan Luis
Afirma, hablando de Silva Valdós, que canta,
tiene un más amplio sentido del colorido y del
simplemente, las cosas materiales, el rancho, el
dibujo que sus compañeros. Nos parece el mejor.
poncho, el mete, etc No nuestras tris tesas ni
Muy buenos Caatelao y Maslde, ambos influen
nuestros sentimientos. ¿Y qué encierran eeas evo
ciados por japoneses y rusos res pectivamente.
caciones de nuestro poeta, sino sentimiento, y
tristura y nostalgia y ternura, gestadoras del Colmeiro, post impresionista, se revela oonmo
cante, y que han hecho que las cosas se adentra un posible gran pintor. Es el que nos parece más
ran en el alma del cantor para salir ante el es cargado de promesas.
pectador engalanadas con la pompa criolla de Llorens y Aebelenda, buenos. Un poco en oficio.
su ferso libérrimo? Y, por otra parte: es lo que En oficio conocido cabal y concienzudamente. Al
han hecho todos los poetas: sentir! Un hombre gunas cosas de Imeldo Corral han gustado mucho.
es o no es poeta. Y no hay máa. Siente o no sien En salas independiente*, una exposición de
te lo que canta. Sea de fuera adentro, como los Julio Prieto, el aguafortiata que ya hemos admi
objetivistas actuales, sea de dentro afuera, como rado otra ves traído por el mismo Centro, y una
los subjetivos cantores que nos han dado obras colección de esmaltes y azabaches de los berma-
aun no superadas. Y a nuestro juicio, donde estos Osmundo y Eloy Hernández. May buenas ambas
elementos no han cimentado la composición, como salaa.
en la poesía "Hombres rubios en nuestros cam Es digna de alabanza la obra qne entre nosotros
pos". que el comentarista elogia, ha flaqueado la viene resillando el Centro Gallego con sos cons
hondura del canto, mucho menos sentido que pen tantes cursos de conferencias y con estas exposi
sado. ciones periódicas de arte. Suple en gran parte la
Siempre la misma posición sistemática y el inercia de las Instituciones del país, creadas psrs
error de las definiciones, vician el capitulo en que tal fin y que viven completamente ajenas al
se refiere al cuento moderno y al antiguo, olvi mismo..
dando las obras maestras deede "Bola de sebo" J. 1
a nuestro dias, relates en que "la realidad se
acerca al sujeto hasta suprimir todo espacio in JLIBROH R E C I B I D O #
termedio", mostrándonos sólo elementos, hechos, "Vida Interior", poesías, por Antonia Togofss ds
fenómenos. No negamos la ductilidad, la grafici- Munsr.— Editor: Claudio G a r cía , Montevideo.
dad del estilo moderno, pero creemos que sólo "El Cielo ds EsmaHs" y "L a s form as dsl fuego",
esto hs cambiado cuando se trata de escritores por José Antonio Ramos Sucre.—Caracas. V e
de talento. nesuela.
Dilataríamos moche esta nota si puntualizá "Voces mies", poemas, per Marta Clotilde Morete*
ramos como seria del caso nuestra discrepancia ds Torrss^--Orslni M. Bertani, Editor.— Monte*
en los ssuntos apuntados. video.
Repetimos: lástima grande que el libro del ee- "Cielo andariego", Poesías, por Aboncho Arón
ftor Erro sufra la tara de eea falsa posición. Castillo.— Editorial Aibaetroe, Montevideo.
El sstllo ss académico y puntilloso en casi todo “ Allegro Scherzxsndo", por Ofelia Machado fien-
el libro. Se salva cesado ss él, cuando habla él. veauto.— Peña tin o s. Editor. 1929.
cuando canta su lirismo. Por sso, para terminar, "Vers le Parla ds i'époque machín late", por Le
decimos al sefior Erro: si usted siente las cotas Corbusier.
38
ir
f
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Abogado Abogado
Cerrito, 444 Montevideo Misiones, 1486 Montevideo
B A L TA S A R BRUM JO R G E M. C H A P U IS
Abogado Agrimensor
Rincón, 688 Montevideo Sarandi, 669 Montevideo
D O M IN G O A R E N A F E L IP E L A C U E V A C A S T R O
Abogado Agrimensor
Rincón, 688 Montevideo EHaurt, 1257 Montevideo
ASD R U BA L DELGADO J O S E L U IS D U R A N R U B IO
Abogado Abogado
Rincón« 688 Montevideo Misiones, 1379 Montevideo
A L F E O BRUM E N R IQ U E J O S E M O C H Ó
Abogado Abogado
Rincón» 688 Montevideo Sarandi, 444 Montevideo
L U IS M A T T IA U D A JU A N Q U A G L IO T T I
Escribano y Contador Médico Cirujano
Misiones. 1430 Montevideo Misiones, 1319 Montevideo
J O S I MARI A D E L 8 A D 0 M A N U EL 8AUZON
Médico del Hospital Paoteur Asuntos Judiciales
Consultas: de 14 a 1S y monos loo Jueves Estudio: Dom icilio
8 de Octubre, 2093 Montevideo Misiones, 1486 A v . 8 de Octubre, 3300
La Cruz del Sur
REVISTA m e n s u a l p e a r t e e i d e a s
M O N TE V ID E O
E D IT O R IA L “L A C R U Z D E L S U R "
DON JUAN DERROTADO. — C o m e d ía e n S acto». — C a b l o s S a l v a o n o C a m p o s .
LA SALAMANDRA. — Comedia en 3 actos. — C a b i o s S a l v a o n o C a m p o s . — ( Premio Nacio
nal de Teatro, 1926).
EL ROSAL. — ( Cuentos ). — Luis G iob oa m o .
LEJOS — ( Versos). — M aría E lena MutJoz.
MISAINE SUR L'ESTUAIRE. — ( Versos ). — G b b v a s io G u il l o t M u Ro z .
LA 6UITARRA DE LOS NEGROS. — ( Versos ), — Ildefonso Ptbeda Valdís.
RAZA CIEGA. — ( Cuentos). — F b a n c is c o E s p ín o l a ( hijo ).
LA “ CRUZ DEL SUR" — Crítica poémalica — Juan M. F il a b t io a
EL HOMBRE QUE SE COMIÓ UN AUTOBÚS. — ( Verso« ). — Ainteoo Mamo Pmmp.wo
ODAS VULGARES. — (Versos). — Enrique Bustamamtb y BalliviAn.
CIÑO POÉMES NÉGRES. — ( Versos ). — Ildefonso Pcoboa Valdés.
EL HOMBRE QUE TUVO UNA IDEA. — ( Cuentos ). -- Amento Lasplacbs.
INTERPRETACIONES ESQUEMATICAS SOBRE HISTORIA DE LA CONQUISTA Y LA
COLONIZACIÓN ESPADOLA EN AMÉRICA. - Por Eoobnio Pbtit Mufioz.
CONCRECIONES ” — En el pensamiento, en la a cción y en la literatura. — ( Artículos).
— C a b l o s Bonrovro.
1 CUENTO DE GIOROANO Y 3 MADERAS DE CASTELLANOS BALPARDA.
REFRACCIONES —M aría E lena M uSo z