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La primera bomba atómica dirigida contra una zona poblada fue lanzada por Estados Unidos desde un avión sobre Hiroshima (Japón) el 6 de agosto de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial. La segunda bomba de este tipo tuvo como objetivo Nagasaki dos días después. Desde entonces, la ONU y grupos como Nihon Hidankyo han contribuido a forjar el camino hacia un mundo libre de armas nucleares.
En la imagen, nube atómica estallando sobre Hiroshima, 2 minutos después de la explosión, a las 8:17 am.
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Sobre Nagasaki, una nube atómica se extiende por la ciudad vista desde unos tres kilómetros al sur del hipocentro hacia el mediodía, hora local, del 9 de agosto de 1945.
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Los supervivientes de las bombas atómicas que cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki, conocidos como hibakusha, recibieron tratamiento médico, entre ellos este hombre, mujer y niño, fotografiados en Hiroshima el 12 de agosto de 1945.
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Los restos del edificio situado en el epicentro de la explosión de Hiroshima se llaman Cúpula Genbaku y ahora forman parte del Monumento a la Paz de Hiroshima. Genbaku significa bomba atómica en japonés.
La UNESCO incluyó este monumento en su Lista del Patrimonio Mundial en 1996.
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La ONU ha intentado crear un mundo libre de armas nucleares desde su creación en 1945, poco después del final de la Segunda Guerra Mundial y el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki.
La primera resolución de la Asamblea General de la ONU, adoptada en enero de 1946, se titulaba Establecimiento de una comisión para tratar los problemas planteados por el descubrimiento de la energía atómica.
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Un hibakusha, uno de los supervivientes de los bombardeos atómicos en Japón, habla en un acto especial celebrado en 2011 en la sede de la ONU para conmemorar la Semana del Desarme, que se celebra anualmente en octubre.
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El Secretario General de la ONU hizo un hueco para plegar grullas de papel con niños en el Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki. Los líderes mundiales deberían ser tan lúcidos como los hibakusha. Viendo las armas nucleares como lo que son: artefactos de muerte que no ofrecen seguridad, protección ni protección, António Guterres, dijo: «La única forma de eliminar la amenaza de las armas nucleares es eliminarlas por completo».