Conadep - Nunca Mas 2 (PDF)
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Nunca Ms
(CAPTULO II)
.o000o.
INDICE
VCTIMAS
Advertencia Grfico de desaparecidos segn sexo Grfico de desapariciones
B. Adolescentes
Los ms chicos Una carta a la CONADEP (Legajo N 3338) Esperaban un hijo Estudiantes secundarios El recuerdo de los liberados El recuerdo de un padre
Vctimas El caso de Padres Palotinos El caso del Obispo de La Rioja, Monseor Enrique Angelelli y de los sacerdotes de Chamical, Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias El caso del Obispo de San Nicols de los Arroyos, Monseor Doctor Carlos H. Ponce de Len Laicos
F. Conscriptos
Modalidades de detencin El denominador comn de todas las respuestas oficiales: la desercin
G. Desaparicin de periodistas
Desaparicin de Hector Ernesto Demarchi - Legajo N 802 Desaparicin de Enrique Raab - Legajo N 276 Desaparicin de Haroldo Pedro Conti - Legajo N 77 Desaparicin de Rodolfo Jorge Walsh - Legajo N 2587
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VCTIMAS
Advertencia En el anexo de este informe se incluyen listas de personas desaparecidas y de aquellas que persistiendo an en tal condicin han sido vistas en centros clandestinos de detencin. En cuanto a la primera nmina, de la que resulta la cifra de 8.961 desaparecidos, es -inevitablemente- una lista abierta. Fue confeccionada sobre la base de las denuncias recibidas por esta Comisin -consta el nmero del respectivo legajo- y compatibilizada a su vez con las ya producidas por organismos nacionales e internacionales. Hasta ltimo momento se efectu el control de la misma por sistema computarizado. Sin perjuicio de ello, pueden existir errores; tal el caso de alguna persona -descartamos que se trate de un nmero significativo- que hubiera omitido oportunamente comunicar a los respectivos organismos el cese de su desaparicin. Sabemos tambin que muchas desapariciones no han sido denunciadas, por carecer la vctima de familiares, por preferir estos mantener reservas o por vivir en localidades muy alejadas de centros urbanos, tal como lo comprob esta Comisin en sus visitas el nterior del pas, muchos familiares de desaparecidos nos manifestaron que durante los pasados aos ignoraban dnde dirigirse. Tambin es parcial la mmina de personas vistas en centros clandestinos de detencin; slo se insertan nombres y apellidos completos de 1.300 de ellos. Pero existen millares de desaparecidos que pasaron por esos centros y de los cuales los liberados slo conocieron apodos, o proporcionan someras descripciones fsicas, provincia de origen, oficio, filiacin poltica u otra caracterstica aislada, de los que se incluyen 800 casos. No obstante, la continuacin de la paciente labor emprendida permitir -con el apoyo de los medios tcnicos adecuados- incrementar esta enunciacin provisoria. Finalmente, debe reiterarse que la nmina completa de las personas desaparecidas y la suerte por ellas corrida, slo puede ser cabalmente informada por los autores de tales desapariciones, toda vez que existi un minucioso registro
de cada uno de esos hechos, cuya remocin o destruccin constituyen delitos tipificados por el Cdigo Penal, respecto de los cuales esta Comisin ha formulado las pertinentes denuncias.
Cuadro por edad de los desaparecidos De 0 a 5 aos: ....0,82 % De 6 a 10 aos: ..0,25 % De 11 a 15 aos: ....0,58 % De 16 a 20 aos: ..10,61 % De 21 a 25 aos: ..32,62 % De 26 a 30 aos: ..25,90 % De 31 a 35 aos: .12,26 % De 36 a 40 aos: ...6,73 % De 41 a 45 aos: ...3,40 % De 46 a 50 aos: ....2,41 % De 51 a 55 aos: ....1,84 % De 56 a 60 aos: ....1,17 % De 61 a 65 aos: ...0,75 % De 66 a 70 aos: ...0,41 % Ms de 70 aos: ....0,25 % TOTAL: .100 %
- MUJERES
- EN VARONES
- MUJERES EMBARAZADAS
Grfico de desapariciones
Este grfico computa desapariciones producidas en el perodo 1973-1975, localizndolas en determinadas zonas del pas. Los testimonios de esas fechas recogidos por la Comisin demuestran que se trataba de una prueba piloto de una metodologa que a partir de 1976 adquiere contornos mucho ms dramticos, cuantitativa y cualitativamente. Entre los aos 1976 y 1977 se documenta la mayor cantidad de denuncias por secuestro y desapariciones .
... dos das despus vimos su silla de ruedas tirada en un rincn de la playa de estacionamiento..., coinciden dos sobrevivientes.
Gertrudis Hlaczik de Poblete fue vista por ltima vez el 28 de enero de 1979. La pequea Claudia Victoria Poblete contina desaparecida.
La desesperada, premiosa bsqueda de abuelos y, en ciertos casos, de padres de criaturas desaparecidas, puede considerarse como una sntesis intransferible de dolor y angustia frente al hecho de que, en algn lugar, junto a personas desconocidas est creciendo una criatura sin vnculo alguno con su familia, con su gente y a veces hasta extraada de su propio pas.
Nacimientos en cautiverio
Corresponde ahora referirse a las dolorossimas condiciones en que vivieron y dieron a luz las embarazadas en cautiverio. Los testimonios recogidos de personas que soportaron el encarcelamiento en el centro de detencin clandestino de la Escuela de Mecnica de la Armada (ESMA) afirman que:
... a nuestra llegada a la ESMA, vimos a muchas mujeres tiradas en el suelo, en colchonetas, que esperaban el nacimiento de sus hijos. Algunas provenan de otras fuerzas (Aeronatica, Polica Federal, Ejrcito de Crdoba, Marina de Mar del Plata). Otras eran "propias" de la ESMA. (del testimonio de Sara Solarz de Osatinsky y Ana Mara Mart, Legajo N 4442).
Segn estos testimonios ha podido saberse que las mujeres embarazadas eran atendidas por un mdico del Hospital Naval, el Dr. Jorge Magnacco, gineclogo, y el Dr. Martnez -dermatlogo- asistidos por un enfermero perteneciente a la ESMA, y ayudadas por otras prisioneras en el dficil trance de dar a luz. (Ver presentaciones judiciales de la Comisin Nacional sobre ESMA y Hospital Campo de Mayo).
... Una vez nacida la criatura, la madre era "invitada" a escribir una carta a sus familiares a los que supuestamente les llevaran el nio. El entonces Director de la ESMA, capitn de navo Rubn Jacinto Chamorro, acompaaba personalmente a los visitantes, generalmente altos mandos de la Marina, para mostrar el lugar donde estaban alojadas las prisioneras embarazadas, jactndose de la Sarda (que es la maternidad ms conocida de Buenos Aires) que tenan instalada en ese campo de prisioneros.... Siguen relatando las deponentes que: ... por comentarios supimos que en el Hospital Naval exista una lista de matrimonios de marinos que no podan tener hijos y que estaran dispuestos a adoptar hijos de desaparecidos. A cargo de esa lista estaba una ginecloga de dicho nosocomio...
El relato del parto de Mara del Carmen Moyano en la ESMA es por dems ilustrativo:
... al sentir las primeras contracciones fue descendida al stano de la ESMA donde estaban ubicadas la sala de tortura y la enfermera. All es atendida por los Dres. Magnacco y Martnez...
Ante los gritos desesperados de Mara del Carmen Moyano, los mdicos acceden a que est presente su compaera detenida, Sra. Solarz de Osatinsky, quien fue conducida hasta all, engrillada. Al no poder soportar los ruidos de los grilletes provocados por la Sra. de Osatinsky al desplazar a su alrededor, suplica que se los quiten, circunstancia que le es negada. En medio de su desesperacin y sus gritos nace una nia. Inmediatamente la madre es conducida a su pieza donde se encontraba otra detenida, Ana de Castro. Las testimoniantes vieron a Mara del Carmen Moyano, hasta aproximadamente ocho das ms, exactamente hasta dos das despus de que Ana de Castro diera a luz un varn. Ambas madres fueron trasladadas sin sus hijos por personal del III Cuerpo de Ejrcito. A las pocas horas de haber sido llevadas sus madres, los nios fueron retirados por el suboficial conocido como Pedro Bolita. (Testimonios de Mart y Osatinsky.) Hasta la fecha no han vuelto a tenerse noticias ni de las madres ni de sus nios. En el sobrecogedor testimonio de Adrian a Calvo de Laborde, veremos como vivvieron las mujeres embarazadas el crucial momento de dar a luz en cautiverio (Legajo 2531):
... me recib de Lic. en Fsica en 1970 en la Universidad Nacional de La Plata. Desde ese ao hasta el '77 trabaj en el Departamento de Fsica de dicha universidad en docencia e investigacin. En el '72 me cas con Miguel Angel Laborde, Doctor en Qumica, tambin docente e investigador de la Fac. de Ciencias Exactas.
(................................) El 4 de febrero de 1977, alrededor de las 10 de la maana, entraron a casa 8 10 hombres armados. Estaban vestidos de civil, algunos con gorras con viseras de tela de jean. Dijeron pertenecer a la Polica. Revisaron todo y me dijeron que tena que acompaarlos. Me hicieron llevar el documento. A mi hijo lo dejaron con los vecinos. Yo estaba embarazada de 7 meses. Varias veces me hicieron repetir el nombre como si dudaran que fuera yo a quien buscaban. Ya en la puerta, frente a todos los vecinos, me metieron en uno de los autos, me tiraron el piso, me pusieron una venda en los ojos y me esposaron las manos atras. Despus de dar muchas vueltas llegamos a lo que supe despus es la Brigada de Investigaciones de La Plata (calle 55 entre 14 y 15). All me pidieron el documento y me sentaron en una silla. Despus de muchas horas alguien me vio las manos muy hinchadas, me sac las esposas y me at las manos adelante. A la noche me trasladaron junto con las dems personas que haba all el lugar de torturas (Arana). Nos sentaron en el hall y pasaron lista a todos los recin llegados. Ah me enter de que mi marido estaba tambin all. En ese lugar estuve siete das. El mecanismo era ms o menos as: por la noche llegaban los recin detenidos. A continuacin llegaba la "patota" y comenzaban los interrogatorios, que duraban toda la noche y muchas veces se prolongaban hasta el medioda. Los detenidos que an no haban sido interrogados permanecan en el hall sentados en el piso, atados y "tabicados", custiodados permanentemente por guardias de civil.... (................................) Yo fui interrogada esa misma noche del 4 de febrero, pero como fui una de las Itimas decidieron dejarme para el da siguiente. Ya en ese interrogatorio que dur drededor de media hora, alcanc a darme cuenta que la persona que preguntaba no tena la menor idea de por qu estaba yo all. (................................) Pas todo el da siguiente sentada en el piso de ese hall y a la noche me pasaron a la celda que media aproxinadamente 2 m por 1,50 m. La mitad estaba ocupada por un camastro de cemento y haba adentro 4 mujeres ms.... (................................) ... la prohibicin de hablar era total y los guardias miraban cada 10 15 minutos por la mirilla. Durante todo el tiempo se oan los gritos de los deltenidos a los que estaban interrogando.
Agrega que:
... Cuando se iba la "patota", los guardias comenzaban su diversin torturando a algunos por su cuenta, con el solo objeto de hacerles decir obcenidades. (................................) Cuando vena la "patota" el terror era general, incluidos los guardias. A pesar de no ser este rgimen de vida ni siquiera humano, era privilegiado respecto del de los hombres, quienes estaban literalmente tirados en el piso, sucios, con piojos, con infecciones. Llegaron a ser alrededor de 30, algunos heridos o desnudos, sin poder mover e ni hablar demasiado por miedo a los castigos y comiendo la mitad de las veces que nosotras. (................................)
... el 12 de marzo, Ins Ortega de Fossatti, otra detenida, inici su trabajo de parto. Nos desgaitamos llamando al "cabo de guardia" (as se haca llamar). Pasaron las horas sin respuesta. Como yo era la nica con experiencia la ayud en lo que pude. Ella era primeriza y tena 17 18 aos. Por fin, despus de 12 horas se la llevaron a la cocina y sobre una mesa sucia, con la venda en los ojos y frente a todos los guardias, tuvo a su beb ayudada por un supuesto mdico que lo nico que hizo fue gritarle mientras los dems se rean. Tuvo un varn el que llam Leonardo. La dejaron 4 5 das con ella en una celda y despus se lo llevaron dicindole que el Coronel quera verlo. Aparentemente alguien llen una planilla con los datos del beb.... (................................) ... el 15 de abril comenz mi trabajo de parto. Despus de 3 4 horas de estar en el piso con contracciones cada vez ms seguidas y gracias a los gritos de las dems, me subieron a un patrullero con 2 hombres adelante y una mujer atrs ( la que llamaban Luerecia y que participaba en las torturas). Partimos rumbo a Buenos Aires, pero mi bebita no supo esperar y a la altura del cruce de Alpargatas, frente al Laboratorio Abbott, la mujer grit que pararan el auto en la banquina y all naci Teresa. Gracias a esas cosas de la naturaleza el parto fue normal. La nica atencin que tuve fue que con trapo sucio, "Lucrecia" at el cordn que todava la una a m porque no tenan con qu cortarlo. No ms de cinco minutos despus seguamos camino rumbo a un terico "hospital". Yo todava segua con los ojos vendados y mi beba lloraba en el asiento. Despus de muchas vueltas llegamos a la que despus supe era la Brigada de Investigacines de Banfield (pozo de Banfield). All estaba el mismo mdico que haba atendido a Ins Ortega de Fossatti. Enel auto cort el cordn y me subieron uno o dos pisos hasta un lugar donde me sacaron la placenta Me hicieron desnudar y frente al oficial de guardia tuve que lavar la camilla, el piso, mi vestido, recoger la placenta y, por fin, me dejaron lavar a mi beba, todo en medio de insultos y amenazas. Al entrar en el edificio me sacaron la venda de lo ojos diciendo que "ya no la haca falta" por lo que todo lo dems fui vindoles las caras... (................................) All, en Banfield, el rgimen era mucho ms estricto que en la comisara 5a. de La Plata. Solamente salamos de la celda para comer una vez cada dos das. En cada celda haba 3 o ms mujeres y el inodoro era una botella de lavandina cortada rriba. Yo consegu que pusieran a Patricia Huchansky de Simn consigo y mi beba, y ella me ayud mucho en los primeros das en los que los dolores del puerperio no me dejaban en paz. Ella me cont que pocos das antes haba atendido el parto de Mara Eloisa Catellini. Aunque gritaron pidiendo ayuda lo nico que consiguieron es que las dejaran salir el pasillo a las dos y les alcanzaron un cuchillo de cocina. All en el piso naci una hermosa beba a la que se llevaron unas horas despus... (................................) Por fin, el 28 de abril, y estando de guardia el mismo oficial que me haba hecho lavar el piso, recibi la orden desde La Plata de liberarme. Era evidente que este "seor" no estaba acostumbrado a liberar gente porque se puso muy nervioso.... (................................) Me dijo que "no creyera todo lo que haba visto y odo porque eso era para asustar un poco". Esa misma noche me dejaron a cuatro cuadras de la casa de mis padres, con mi
beba en brazos, vestida con camisn y ojotas, sin documentos y plagadas (las dos) de piojos. Prcticamente a la misma hora era liberado mi marido en La Plata.
Otro caso, en el cual encontramos, junto al horror, la solidaridad y el cumplimiento del deber en grado heroico, es el de Silvia Mabel Isabella Valenzi (Legajo 3741) quien, de acuerdo a varios testimonios, fue vista en el Pozo de Quilmes en enero de 1977 cuando estaba embarazada de cinco meses. Luego, el 1 de abril fue llevada por sus captores al Hospital Municipal de Quilmes donde, a las 3.15 horas del da 2, dio a luz una nia de 1.900 kg a quien llam Rosa. Tanto el parto como el nacimiento fueron registrados. El Doctor J.M.B. (identidad y Matrcula Profesional en poder de la Justicia) a Cargo en aquel momento de la Guardia de Obstetricia del Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes, y que se presentara espontaneamente a declarar ante la Comisin Nacional, recuerda que en aquella fecha recibi:
... a una persona con un embarazo de aproximadamente siete meses y medio, en franco trabajo de parto. Esta persona fue conducida al Hospital por personal uniformado de la Polica de la Provincia de Bs. As. quienes no se identificaron pero por las muestras de conocimiento que expresaba el personal de dicho Hospital el dicente supone pertenecan a la Seccional Primera de la zona. Entre ellos se encontraba un mdico de la Polica, quien se identific como Dr. Bergez, siendo conocido del dicente. Durante la estada de esta persona detenida en el Hospital el personal policial estuvo a su lado no permitiendo conversaciones entre las obstetras o el mdico y la paciente. Slo durante el momento del parto pudieron intercambiar algunas palabras. (................................) Inmediatamente luego del parto fue custiodada por la Polica y permaneci internada hasta la maana en que fue llevada a una camioneta sin identificacin y donde se la coloc acostada en la caja. Aqu intervino el Dr. Bergez nuevamente, acompaando su salida. La criatura qued internada en la Sala de Neonatologa, falleciendo como consecuencia del parto prematuro a los dos o tres das, segn tuvo conocimiento el dicente a travs de la historia clnica peditrica, Servicio entonces a cargo del Dr. Prez Casal.
Declara tambin el Dr. J. M. B., que habitualmente se ingresa a las parturientas en un Libro de Partos con datos de filiacin e identidad, lo cual en esa oportunidad fue tambin completado.
A posteriori, cuando el dicente estaba interesndose por conocer detalles de lo sucedido -a raz de que toma conocimiento de que se est investigando lo acontecido con la criatura nacida en ese fecha- demanda el Libro de Partos llenado en ese entonces por la propia partera y encuentra el nombre correspondiente groseramente borrado y sobre raspado escrito N.N., pudiendo leer an el nombre de Isabella Valenzi.
Hace notar el Dr. J.M.B. que:
... esta operacin de "borrada" no fue realizada en el Libro de Pediatra, que se lleva simultneamente con el de Partos , por lo que an en ste se pueden ver los datos de la criatura bajo el nombre de Valenzi.
Las copias del Libro de Partos y del Libro de Pediatra del Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes fueron remitidas el 14 de mayo de 1984 a la Comisin Nacional sobre la Desaparicin de Personas, pudiendo comprobarse plenamente lo antedicho. La joven, no obstante la permanente custodia, grit su nombre y el de sus farniliares, para que fuera odo por alguien con la esperanza de que se diera aviso a aqullos, acerca de su situacin. Y como sealaramos antes, en este cuadro aparece la solidaridad y el altruismo de la partera Mara Luisa Martnez de Gonzlez y de la enfermera Genoveva Fratassi. La partera indic a la Sra. Ema Salas de Ciabeglia que enviara a la madre de Silvia Mabel Isabella Valenzi dndole cuenta del parto y del nacimiento ocurrido en el Hospital. Tambin la enfermera mantuvo una actitud humana y respetuosa de la vida, interesndose por la situacin de la Sra. Valenzi. Como consecuencia de ello, los familiares de sta se apersonaron a los pocos das en el Hospital y en la Brigada, donde la detencin les fue negada. Por supuesto, haban trasladado a la Sra. Valenzi tan pronto dio el aviso en el Hospital.
La partera, seora de Gonzlez, fue secuestrada el da 7 de abril de 1977 y la enfermera, Sra. Fratassi, delegada gremial en dicho Hospital, el da 14 del mismo mes. Ambas desde entonces permanecen en calidad de desaparecidas, existiendo testimonios que informan de su permanencia en el centro clandestino de detencin Vesubio.
Tambin relata que todas las noches sala un avin de transportes Hrcules del campo de aterrizaje de la base de Campo de Mayo. Era un tipo de avin inconfundible, que sala siempre con rumbo sur-este. La hora de salida era entre las 23 24 horas, regresando aproximadamente entre la 1.00 y la 1.30 horas de la madrugada, en un vuelo que no exceda una hora de duracin. El rumbo que tomaban los vuelos haca que el avin pasara entre la Escuela Sargento Cabral y el Hospital de Campo de Mayo. El testigo da fe de lo anterior por haberlo comprobado personalmente durante sus noches de guardia. Cuando estaba en su casa, en el barrio de suboficiales de Campo de Mayo tambin escuchaba el vuelo del mismo avin y lo comentaba con su esposa. En tales ocasiones no escuchaba el regreso por encontrarse durmiendo. Estos vuelos diarios, que excepcionalmente dejaban de escucharse o verse, eran motivo de comentario entre el personal del Hospital. Se deca que llevaban personas que eran tiradas al mar. Y con referencia a las 40 50 personas que viera C.C. una maana en la Sala de Epidemiologa, lo que ms llam su atencin fue el completo silencio e inmovilidad de las mismas aunque era evidente que estaban con vida por la falta de rigidez que presentaban. El 3 de mayo de 1984 se present ante la CONADEP el Dr. M. S. (legajo N 6514), cuyos datos completos figuran en la presentacin judicial respectiva, quien manifest que ingres como mdico concurrente al servicio de Ginecologa del Hospital Militar de Campo de Mayo y luego como mdico de planta y que a partir de 1976 tom conocimiento directo de la existencia de mujeres embarazadas denominadas N.N., que se encontraban en instalaciones alejadas del Servicio de Ginecologa. Aadi que en ese perodo comenz a hacer guardias de 24 horas, con lo que ampli sus informaciones sobre este tema. En efecto, pretendieron entonces obligarlo a asistir y revisar a esas mujeres, a lo cual el Dr. M. S. se neg sistemticamente y aunque no entr nunca en la Sala en cuestin pas cerca de ella y pudo ver que estaba dotada de vigilancia con guardia armada, como si fuera una celda. Quien ordenaba al Dr. M. S. visitar a esas internas era el mdico militar Dr. Julio Csar Caserotto que resultaba evidentemente responsable mdico de tales embarazadas. El Dr. M.S. manifest ignorar el destino que pudieran tener tanto las madres como sus hijos porque nunca observ nada personalmente en ese sentido. Sin embargo, por comentarios supo que en horas de la noche se practicaban operaciones cesreas a las internas que llegaban a trmino y en este sentido recuerda que, en una oportunidad, el mayor mdico Dr. Caserotto con unas copas de ms, coment lo siguiente: Qu bueno sera practicar en las N.N. la cesrea extraperitoneal, aludiendo a una tcnica operatoria que no era habitual. En una oportunidad estando de guardia, fue llamado desde el Servicio de Guardia General para revisar a dos N.N., es decir a dos mujeres embarazadas, a las que el declarante vio. Tenan los ojos cubiertos con anteojos negros y estaban acompaadas por cuatro personas de civil con aspecto de pertenecer a algn servicio de Seguridad o Inteligencia. Las haban llevado all para que se determinara si estaban realmente embarazadas. Como en ocasiones anteriores el Dr. M.S. se neg a revisarlas. De acuerdo el testimonio de este facultativo, en dos oportunidades, estando de guardia, vio a nios pequeos con el personal del Servicio de Obstetricia. La primera vez eran dos chiquitos de 3 y 5 aos aproximadamente, muy parecidos, por lo que dedujo seran hermanos. En la segunda oportunidad, una de las monjas tena consigo a una criatura de aproximadamente 2 aos, que lloraba pidiendo a su madre. En ambas oportunidades el Dr. M.S. pregunt qu hacan esos nios all y se le contest que haban entrado durante la noche y que no haba otros datos al respecto. Al pasar algunas horas ms tarde por ese lugar, los chicos ya no estaban. El Dr. M.S. permaneci en el Servicio de Obstetricia y Ginecologa del Hospital de Campo de Mayo hasta 1980 y destac en su declaracin que est casi seguro que en aquel ao todava continuaban all los casos de N.N. embarazadas. En Ginecologa todos eran mdicos civiles al igual que en Obstetricia, salvo el Mayor Caserotto ya mencionado y otro mdico militar que apareci hacia 1978 y tena la pretensin de mejorar la raza y que era una persona muy exaltada y excitada de la cual el Dr. M.S. tiene referencias como activo participante de la lucha contra la subversin. Los mdicos civiles mantenan la misma actitud que el Dr. M.S. (por lo menos aquellos que integraban el plantel de Ginecologa) al no prestarse a colaborar en prcticas obviamente irregulares que ocurran en el sector mencionado. Los testimonios de otros cuatro mdicos declarantes ante la CONADEP coinciden plenamente con los testimonios del cabo enfermero C.C. y del Dr. M.S. Todos concuerdan tambin en que el Dr. Julio Csar Caserotto, Jefe del Servicio de Maternidad, imparta las rdenes. La Comisin Nacional dirigi entonces al Mayor mdico Dr. Julio Csar Caserotto un cuestionario con preguntas que se formularon por oficio dirigido al Sr. Jefe del Estado Mayor del Ejrcito. Con fecha 10 de junio del corriente ao el Dr. Caserotto contest el cuestionario y en sus respuestas reconoce haberse desempeado como Jefe del Servicio de Maternidad de Campo de Mayo durante el perodo que transcurre desde de enero de 1977 hasta diciembre de 1983. Seala tambin que tuvo conocimiento del ingreso de personas enfermas en el Servicio de Epidemiologa pero que ignora si eran o no registradas y manifiesta desconocimiento de los otros hechos sobre los que se lo interroga. Tambin se ha enviado a la justicia el testimonio de las obstetras que se desempeaban (lo siguen haciendo) en el Hospital de Campo de Mayo. Estas profesionales sealaron que declaraban con la autorizacin de sus superiores. La seora Lorena Josefa Tasca (Legajo N 6522) manifest el 5 de abril/84 a la CONADEP que en 1978 fue comisionada para atender a una parturienta que se encontraba en la Crcel de Encausados de la Guarnicin de
Campo de Mayo. Fue trasladada en una ambulancia en compaa de un mdico cuyo nombre no recuerda. Vesta su acostumbrado uniforme pero sin el membrete con su nombre en la parte superior ya que le haban ordenado que se quitara la identificacin. La parturienta se encontraba sola en una habitacin, no tena los ojos vendados, aparentaba alrededor de 30 aos, morocha, de contextura delgada y baja estatura. La seora de Tasca no recuerda si el embarazo era de 5 6 meses. La parturienta estaba tranquila y manifest no necesitar nada. Despus de verificar su estado, la obstetra se retir del lugar e inform de los hechos a su jefe el Dr. Caserotto. En otra oportunidad, en el propio Hosipital de Campo de Mayo, en las piezas del fondo de la Seccin Epidemiologa la Sra. de Tasca recuerda que haba una purpera cesareada, o sea que ya haba sido operada. Esta seora estaba sin venda en los ojos y con su beb en la cuna a su lado. La partera concurri a aquella habitacin porque el Dr. Caserotto le solicit que lo acompaara a realizar la curacin correspondiente. Tambin llevaron a otra enfermera. Relata la Sra. de Tasca que la joven madre se encontraba en perfecto estado y que el Dr. Caserotto expres que pronto la podran dar de alta. Haba adems all otra seora vestida de civil que no se present y que se mantuvo de pie todo el tiempo. Tambin en su declaraan , la partera recuerda un t ercer caso ocurrido durante una guardia. En horas de la madrugada fue llamada por una enfermera para asistir a un parto. La seora de Tasca pens que se tratara de una parturienta llegada desde el exterior de Campo de Mayo cosa que ocurra con frecuencia. Para su sorpresa, el entrar a la sala de parto, se encontr con una embarazada que tenaa los ojos vendados, sobre una camilla. En la habitacin se hallaban, adems, dos soldados y una tercera persona uniformada que aparentemente comandaba el grupo y que nada dijo. Esta ltima persona que vesta ropa de fajina le dio la orden de atender el parto, lo que la testimoniante hubiera hecho de todos modos por una elemental razn de humanidad. El parto fue normal, cayndose la venda de la parturienta durante el transcurso. Al terminar el parto quien comandaba el grupo pregunt a la Sra. Tasca si todo estaba en orden a lo cual ella contest que en aquel momento efectivamente as era. La declarante manifest ante la CONADEP no saber cual fue el destino posterior de ese beb, aunque, dijo, lo normal era llevarlo a la nursery. La partera tampoco recuerda el sexo del beb que entreg a la enfermera. Recuerda, en cambio, que por pedido del director las internas estaban perfectamente atendidas. Otra obstetra, la Sra. Margarita Allende Vda. de Bottone (Anexo VIII, en la presentacin judicial de la CONADEP), testimonia que durante sus guardias de los sbados, en los aos de la represin, tuvo la ocasin de ver a nios que, segn informacin del personal de enfermera, eran hijos de subversivas que haban dado a luz en el Hospital de Campo de Mayo. Tambin recuerda haber acompaado a su jefe, el Dr. Caserotto, en tres oportunidades el reconocimiento de pacientes detenidas y que ellas se encontraban en el pabelln de Epidemiologa de hombres en unu salitas aparte. Por su parte la Sra. Rosalinda Salguero (Anexo XII, en la presentacin judicial de la CONADEP), manifest que la particularidad de esas pacientes era que no se consignaba ni el nombre ni el apellido de la paciente sino que figuraban en las planillas solamente dos letras N.N.. En este sentido cabe asimismo consignar el grave testimonio de la Sra. Nlida Elena Valaris (Legajo N 6372), quien manifest que en razn de sus tareas profesionales tuvo conocimiento de que existan personas detenidas de identidad desconocida en el Hospital de Campo de Mayo y que tuvo contacto con las mismas cuando, acompaando al Dr. Caserotto u otro mdico militar, control estos embarazos sin recordar a cuantas personas atendi. Pero, en una oportunidad -cree fue agosto de 1977- recibi la orden de atender un parto. La paciente se encontraba en la enfermera de la Crcel de Encausados de Campo de Mayo, camino a Don Torcuato. La Sra. Valaris se haba negado rotundamente a ir pero tuvo que cumplir la orden emanada de la Direccin, es decir, del Dr. Di Benedetto. Al llegar a la crcel se encontr con mucha gente vestida de fagina que le indic el camino hasta el sector de Enfemera donde se encontraba la parturienta. Era una muchacha rubia de unos treinta aos, con los ojos vendados con venda de gasa como en los otros casos. No manifest dolor y el parto se desarroll normalmente. Durante todo el tiempo los hombres de custodia, tambin con traje de fajina verde, y los otros vestides de avil, perrnaneaeron inmutables en el lugar. La Sra. Valaris manifest tambin que el hecho se le qued grabado porque la situacin la desbord tanto por la cantidad de custodios y uniformados que haba all como por las condiciones en las que se llevaba a cabo el parto. Finalmente, naci un nio varn. Declar no saber ms nada sobre el hecho pues apenas terminada su tarea fue introducida en una camioneta que la llev de vuelta al Hospital.
que su embarazo continuaba adelante, que nos mandaba un mensaje a su pap y a mi para que estuviramos atentos al momento en que naciera su beb, que iba ser en Junio de
1978, que lo buscramos en la Casa Cuna y que, si era varn, le iba a poner el nombre de mi esposo: Guido. Cuando lleg la fecha aproximada del nacimiento de mi nieto yo, en ese momento, estaba ejerciendo como docente y me jubil para poder criarlo. Como si fuera su madre comenc a preparar su ajuar. Yo tuve cuatro hijos, Laurita era la mayor. Comenc a hacer lo que ella me haba mandado decir: buscar el beb en la Casa Cuna de La Plata, de Buenos Aires, en los Juzgados de Menores, en todo lugar donde pudiera haber pasado algn chiquito, siempre con resultados negativos, sin ninguna respuesta. Mientras tanto, el 25 de agosto de 1978, recibimos en mi domicilio de La Plata una notificacin de la Comisara de la zona donde se nos citaba a los padres de Laura Estela Carlotto a la Subcomisara de Isidro Casanova. Con carcter de urgente y a efectos que se le notificaran. Nada ms. Pensamos que podramos dar con ella, con el beb. Tambin pensamos que ya era la muerte Llegamos y efectivamente, el Subcomisario, respondiendo a directivas del rea operacional 114 nos muestra un documento, el documento de mi hija, en perfecto estado y nos pregunta si somos familiares de esa persona. Le dijimos que s, que ramos los padres y nos informa de su fallecimiento. Por supuesto que no fue fallecimiento sino un asesinato fro y premeditado por parte del Ejrcito. Mi hija haba sido asesinada en la madrugada del 25 de agosto fraguando una mentira enorme: de que iba en un automvil y no acat la orden de detencin y por lo tanto fue eliminada. No pude verla. No me dejaron verla. Mi esposo y familiares me dijeron que me quedara con la imagen que tuve siempre de ella. Ese rostro feliz, ese rostro de una joven argentina pujante, idealista, luchadora. Porque tena el rostro destrozado por un itakazo disparado a quemarropa. Y tena el vientre tambin destrozado, seguramente para que no pudiera comprobar el nacimiento de mi nieto. Cuando pregunt al Subcomisario por el bebe, l me dijo que desconoca totalmente la existencia de algn nio... Por gente liberada he sabido que es un varn, que naci el 26 de junio de 1978. Hace poco ha cumplido seis aos. Yo lo sigo buscando. Lo seguir buscando todos los das de mi vida.
Idntico espritu demuestran las dems Abuelas de Plaza de Mayo que, como antes dijimos, en una larga vigilia y con similar congoja cumplen una constante labor:
En ese largo caminar nos encontramos las Abuelas -relata ahora su Presidenta, la Sra. Mara Isabel Ch. de Mariani- , organizamos un grupo para buscar a los nios desaparecidos, primero pensando que ramos pocas y el terror fue tremendo cuando nos enteramos que ramos cientos. Porque an estamos recibiendo denuncias. Hace ms o menos unas semanas han llegado tres denuncias ms de nios desaparecidos en aquella poca. Mi nieta Clara Anah Mariani fue buscada minuto a minuto, da por da, pero siempre se me neg toda informacin sobre ella... Incluso al desaparecer ella en el procedimiento en el que mataron a mi nuera, Diana Teruggi, yo me paraba frente al Regimiento 7 de La Plata y esperaba que me la dieran. De noche esperaba en casa a que tocaran el timbre y me entregaran a la nena que tena entonces tres meses de edad. Acud a la Comisara 5ta. que ahora s que fue un campo de concentracin. Habl con el Comisario. Realmente no s cmo tuve el coraje de entrar sola all. Realmente era porque no saba lo que pasaba en aquel lugar. Me recibi, fue uno de esos milagros, y me dijo que la nena estaba viva, que la buscara pero que iba a negar siempre si yo lo deca.
Privados de su identidad para que sus familiares no pudieran reconocerlos, y recluidos en orfanatos, algunos nios se vieron marginados de toda vida social y familiar
A mediado del mes de mayo de 1977 en el domicilio donde vivan mi hermana Lucinda Delfina Jurez con su hijo de tres aos de edad Sebastin Ariel Juarez, irrumpe personal del Ejrcito vestido con uniformes militar verde oliva, fuertemente armado, que rodea la manzana y se desplaza en vehculos militares. La casa estaba situada en calle Tatai de Claypole- Buenos Aires-
As comienza su relato Juan Carlos Jurez (legajo N 3978):
El pequeo Sebastin, su sobrino, fue dejado en casa de un vecino despus del ataque a la vivienda. A los pocos das el vecino dej el nio en el Juzgado de Menores N 1 de Lomas de Zamora a cargo de la Jueza Martha Pons, quien lo intern en el Hogar Casa de Beln sin efctuar ningn tipo de averiguaciones sobre su identidad, conociendo sin embargo las circunstancias del hecho. En ese orfanato transcurri la primera infancia de Sebastin, que convive con doce ninos ms hasta el momento de su localizacin. El inconveniente resida en que el nio figuraba en el expediente del Juzgado bajo otra identidad, a pesar de que constaba con lujo de detalles el operativo del cual provena el menor. Deliberadamente se haba omitido la diligencia de publicar la fotografa del menor, para evitar que la familia pudiera reencontrarse con la criatura. Durante todos esos siete aos, Sebastin vivi sin saber quin era, y lo que es ms doloroso, sin amor, sin cuidados, sin saber tampoco qu devendra. La tesonera bsqueda de su familia hizo que el 22 de mayo de 1984, Sebastin Ariel Jurez se reintegrara a su familia legtima.
En este caso como en el que se relata a continuacin se demuestra cmo se puede avanzar en la reparacin de los graves daos producidos por la represin y en la investigacin de los hechos, cuando todo el esfuerzo de las instituciones estatales se encamina coordinadamente hacia ese objetivo: En el mes de febrero de 1984, se recibi en la CONADEP (Legajo N 3014) una nota remitida por familiares de Horacio B. y Margarita D. solicitando se averiguara el paradero de los mismos y de sus hijas, Mariana y Liliana, de quienes se careca de noticias desde el ao 1977. Posteriormente, en mayo del corriente ao, se recibi en la CONADEP una denuncia remitida por la Delegacin Mar del Plata en la cual la denunciante relataba que en los primeros aos de 1978 haba visto publicadas en un diario de La Plata fotografas de dos nias de las que se requeran referencias y a quienes la denunciante identificaba como las hijas de Horacio B. y de Margarita D. Por otra parte decla que Horacio B. haba muerto en un operativo militar y que Margarita haba sido secuestrada. Dicho operativo se habra realizado en noviembre de 1977 en la esquina de las calles 25 de mayo y Venezuela de la localidad de Ensenada. Ambas denuncias fueron remitidas por la CONADEP a la Comisi6n sobre Menores Desaparecidos de la Secretaria de Desarrollo Humano y la Familia, tal como haba quedado establecido desde que se inici una labor conjunta de intercambio de datos. Integrantes de esa Comisin concurrieron a los archivos del diario El Da de La Plata, pudiendo comprobar que la referida publicacin haba sido realizada en virtud de una solicitud formulada por el Tribunal de Menores N 2 de la ciudad de La Plata. En ese tribunal se revis el expediente respectivo, de donde surgi que el 27 de noviembre de 1977 haban sdo dejadas en el Hospital de Nios, por razones desconocidas, dos nias de corta edad. En la localidad de Ensenada, en las calles 25 de rnayo y Venezuela, se entrevist a vecinos del lugar y se pudo recabar informacin sobre un procedimiento realizado por fuerzas militares en el mes de noviembre de 1977. Los vecinos relataron que en as fecha personal uniformado perteneciente al Regimiento 7 de Infantera de La Plata efectu un operativo en el que resultaron muertas dos personas de sexo masculino y retirada una mujer a quien reconocan como Margarita D. Luego del procedimiento un automvil no identificado retir a las hijas de Margarita D., llevndolas con destino desconocido. A poco de concretado el hecho, personal uniformado arrib al lugar en un camin del Ejrcito y procedi a retirar de la vivienda el mobiliario y elementos personales de los moradores. Los efectos que fueron desechados se quemaron en la va pblica a la vista de los vecinos. Los testigos de los hechos reconocieron las fotografas que les fueron exhibidas por personal de la Comisin. Se efectu adems un viaje a la ciudad de Mar del Plata para entrevistar a la persona que haba remitido la informacin que dio origen a la investigacin. La precisin de la fecha y hora del operativo, que proporcion este testigo, es lo que llev a la conviccin de que las nias abandonadas en el Hospital de Nios de La Plata eran Mariana y Liliana B. pues fueron dejadas en dicha institucin el da 27 de noviembre (ltimo domingo) a las 18.00 horas es decir tres horas despus de cumplido el objetivo. En el expediente obrante en el Tribunal de Menores que intervino en el caso consta que la bsqueda efectuada result infructuosa en aquel momento. Ninguna persona se present a dar informacin, a pesar de las publicaciones realizadas en los diarios. El Tribunal procedi entonces a entregar a las menores en guarda provisoria a un matrimonio de La Plata, el cual, un ao despus y con intervencin de otro Juzgado de esa ciudad, tramit y obtuvo la adopcin plena.
La informacin obtenida por la Comisin de la Secretara de Desarrollo y Familia fue puesta en conocimiento de la CONADEP. Tom intervencin personal el Diputado Santiago Lpez, quien, acompaado por integrantes de la Comisin de la Secretara, se entrevist con la Jueza a cargo del Tribunal de Menores mencionado, y, en presencia de ella, con los padres adoptivos de las menores. Se acord en dicha reunin, con la conformidad de los padres adoptivos de las pequeas, la realizacin de pruebas de sangre en la Unidad de Inmunologa del Hospital Durand de esta Capital, lo que fue ordenado por el Juzgado. Asimismo, por gestin del diputado Lpez, integrantes de la Secretara viajaron a Trelew a ponerse en contacto con familiares de Horacio B. y de Margarita D., a quienes informaron sobre las actuaciones y propusieron la realizacin de los exmenes de sangre necesarios. A solicitud de la CONADEP las Dras. Di Lonardo y Yamamoto, del Servicio correspondiente del Hospital Durand, viajaron a Trelew, extrayendo las muestras de sangre correspondiente a los familiares radicados. En este momento se est a la espera de los resultados definitivos que acrediten la filiacin.
(................................) No poda conciliar el sueo. Todo volva a repetirse una y otra vez. Todo desde los alaridos de mis compaeros de infortunio hasta los mios propios...
A los tres meses de liberada, nace en trmino normal su hijo Daro H. Pero como resultado de la tortura que sufriera su madre durante el embarazo el nio acusa al poco tiempo, un desequilibrio neurovegetativo, que se conoce como hipoacusia bilateral. Desde el momento en que la Sra. de H. se presentara a esta Comisin a formalizar su denuncia fue atendida por personal especializado, quien, al tener una caracterizacin pormenorizada del caso, lo present en el Hospital de Agudos Cosme Argerich. El nio fue internado y sometido a exmenes psicofsicos a fin de obtener un diagnstico clnico para su derivacin pertinente. Se realiz una interconsulta en el mencionado Hospital con el Servicio de Psicolopatologa a cargo del Doctor Coquet, pasando el grupo familiar a tratamiento por el Servicio de Psicopatologa en el Centro de Salud Mental 2 , donde se llega al diagnstico presuntivo de un nio con secuelas de guerra. Recin podra darse, segn los especialistas, un pronstico certero de la evolucin del caso, despus de un tratamiento psicoteraputico de la madre y del nio para lograr una exitosa rehabilitacin y socializacin de ambos. Por otra parte, los mdicos tratantes del Centro Mdico de Investigaciones Clnicas llegan a la conclusin de que la patologa clinica sera el resultado de la aplicacin de shocks elctricos a la madre al momento de la gestacin del nio, lo que provoc la formacin de hematomas que haran crisis a medida que el nio pase por las diversas etapas de su desarrollo evolutivo. Cabe sin embargo destacar que a partir de haber recurrido a un organismo estatal como es esta Comisin (la cual les brind un marco referencial en cuanto a instituciones mdicas especializadas y sobre todo los ayud a integrarse socialmente sacndolos de la marginalidad en que la situacin los haba colocado), se observa una evolucin favorable en la madre y el nio, en las relaciones entre ambos y hacia el resto de la sociedad. Por su parte, los nios que han presenciado la detencin ilegal de sus padres en el propio hogar -lo que ocurri en muchsimos casos- con irrupcin violenta de grupos armados, han sido testigos de gravsimas situaciones que luego les han provocado necesariamente severos trastornos de personalidad. A veces no han podido sobrevivir a tales circunstancias, como ocurri en el caso del nio Marcelo Barbagallo que, en abril de 1976, sufri el abandono forzado de sus padres, detenidos en su hogar junto a su hermana Elena Isabel de 19 aos y su prima Nora Chelpa de 22 aos, embarazada. Durante el episodio Marcelo fue sometido a malos tratos por parte de quienes efectuaban el procedimiento, que durante dos horas permanecieron en la casa saqueando todo tipo de bienes: radio, sbanas, televisor, dinero, etc., siempre en presencia del nio. Desde entonces el menor qued bajo la custodia de su abuela materna de 70 aos de edad. Esta relata que su nieto pasaba largas horas frente a la ventana aguardando el regreso de sus padres. Desde la ausencia forzada de stos,
Marcelo Barbagallo comenz a dormir en el mismo lecho con su abuela. Nunca ms tuvieron noticias de sus padres y familiares. En octubre de 1982, su abuela lo encontr muerto al despertar. En el acta de defuncin consta paro cardaco; tena slo 12 aos. Cada vez que los nios sufrieron en carne propia la tortura, cuando vieron torturar a sus padres entraron en el universo del horror, las consecuencias fueron imprevisibles, llegando en el sigmente caso a producirse fenmenos tan inesperados como el suicidio de criaturas de corta edad. Alicia B. Morales de Galamba (Legajo N 5187) hace este pattico relato:
Viva en Mendoza con mis hijos, Paula Natalia y Mauricio de un ao y medio y dos meses respectivamente. Con nosotros viva tambin una amiga, Mara Luisa Snchez de Vargas y sus dos hijos Josefina, de cinco aos y Soledad de un ao y medio. El 12 de junio de 1976 alrededor de las 23 hs., estbamos Mara Luisa y yo en la cocina, cuando escuchamos golpes y vimos irrumpir en la cocina de nuestra casa, donde estbamos, un tropel de gente. Sin darnos cuenta ni tomar conciencia de la situacin, nos golpeuon y nos vendaron. Ante el estrpito y las voces, los nios se despertaron llorando frenticamente. Los hombres revolvieron toda la casa rompiendo lo que encontraban a su paso mientras me preguntaban repetidas veces por mi marido. Cada tanto hacan ruido seco con el cerrojo de sus armas como si fueran a dispararlas. El terror se haba ya instalado y no nos dejaba respirar. Era un terror creciente en medio de los gritos de los pequeos cada vez ms enloquecedores. Mara Luisa y yo los tomamos en brazos tratando de calmarlos Habran transcurrido unos veinte o treinta minutos cuando nos hicieron salir de la casa y nos introdujeron a todos en un coche, tal vez un Falcn, y nos llevaron a lo que segn supe despus, era el D. 2 o sea el Palacio Policial de Mendoza. Nos metieron en un recinto vaco y por varias horas se llevaron a Mauricio, mi hijo de dos meses. Sent entonces que el mundo se parta. No quera vivir. Ya ni siquiera lloraba. Tirada en el piso, me haba ovillado como un feto. Recin despus de varias horas me devolvieron a Mauricio, mi hijo de dos meses, y poso a poco me fui recobrando. Durante dos das los cuatro nios quedaron con nosotras. Josefina y Paula no aguantaban el encierro. Lloraban y golpeaban la puerta pidiendo salir. En un momento dado uno de los carceleros sac del lugar solamente a Josefina. Fue un nuevo tormento. No sabamos qu queran hacer con la pequea. Cuando la devolvieron -al cabo de un par de horasJosefina nos cont que la haban llevado a la terminal de mnibus para que reconocieta gente. Tiempo despus vinieron a llevarse a los cuatro nios que fueron entregados a sus respectivos abuelos. Despus nos separaron a Mara Luisa y a m, aunque seguimos estando en el D. 2. Un da uno de los carceleros me inform que traeran a Mara Luisa a mi celta. Me alegr poder verla de nuevo, aunque tema por su estato. Mara Luisa era realmente otra persona, el dolor la haba envejecido. Me cont llorando que gracias a unas prostitutas haba podido ver en los primeros das, poco despus que nos separaron, a su marido, Jos Vargas. El tambin haba estado detenito all. Actualmente figura como desaparecito. En esa entrevista Jos le cont a su esposa que la hijita de ambos, Josefina, haba estato presente en una de las sesiones de torturas. La haban hecho presenciar el sufrimiento de su padre, para que ste hablara. Eso debi ocurrir calculo entre el 12 y 14 de junio y en el momento en que sacaron a Josefina de la celda en que estaba con nosotras. Pero el relato de Mara Luisa no acaba ah. Lo que escuch despus fue tan terrible que an hoy siento como entonces que de todos los dramas que pueda vivir una persona, no debe haber otro peor que se... Hace unos das, me dijo, me llevaron a la casa de mis padres, en San Juan. Realmente cre que era para darles satisfaccin a los viejos, mostrarles que estaba viva y hacerme reanudar el contacto con las nias. Pero no, me llevaban para asistir a un velorio. Y sabes de quin era? De mi mayorcita, de mi Josefina. Cuando Mara Luisa le preguat a su padre, el Dr. Snchez Sarmiento, defensor de la justicia Federal, cmo haba ocurrito semejante hecho, ste le cont que a los pocos
das de llegar, la nia haba sacado del cajn de un mueble el arma que el abuelo tena en su casa, y se haba disparado un tiro.
Denuncia Juan Enrique Velzquez Rosano (Legajo N 2628):
...Ya que yo contestaba en forma negativa comenzaron a golpear a mi compaera con un cinto, tirones de pelos y puntapis a los nios Celia Luca, de 13 aos, Juan Faban de 8 aos, Vernica Daniela de 3 aos y Silvina de solamente 20 das... A los chicos los empujaban de un lado a otro y les preguntaban si iban amigos a la casa. Luego de maltratar a mi compaera tomaron a la bebita de solamente 20 das, la agarraron de los piecitos cabeza abajo y la golpearon dicientole a la madre: "...si no habls la vamos a matar". Los nios lloraban y el terror era mucho. La madre les imploraba, gritando, que no tocaran a la beba. Entonces decitieron hacer "el submarino" a mi compaera delante de los nios, mientras al mismo tiempo me metan a m en otra pieza. Hasta el da de hoy no he sabido nada de mi compaera Elba Luca Gndara de Castroman, nacida el 12 de octubre de 1943 en Mercedes, Repblica Oriental del Uruguay, madre de nuestros cuatro hijos: Celia Luca, Juan Faban, Vernica Daniela y Silvina...
Elena Alfaro (Legajo N 3048) habla en su testimonio sobre el Vesubio, de los detenidos que vio en ese Centro Clandestino, cita entre ellos a Capello Jorge Antonio, su compaera Irma Beatriz Mrquez y al hijo de esta ltima Pablito Mrquez.
...Capello fue trasladado primero- dice un testimoniante-. Pablito fue torturado delante de su madre y luego trasladado (segn se comentaba en el Campo) a un reformatorio. Irma Beatriz fue trasladada dos meses despus que su hijo. Pablito fue torturado bajo la excusa de que su madre no habla entregado la escritura de su casa, que las fuerzas de represin queran negociar...
Elsa Norma Manfil (Legajo N 7018) denuncia ante esta Comisin:
...EI 26 de octubre de 1976 a las seis de la maana, ametrallaron el departamento de mi hermano, situado en el 3er. piso en calles Posadas y Lucena de Villa Dominico, Pcia. de Bs. As. Todos dorman a esa hora, mi hermano, Carlos Laudelino Manfil y sus cuatro hijos menores, Carlos Alberto, Ariel Cristan, Silvia Graciela y Karina Manfil. Los vecinos dicen que primero golpearon la puerta y que ante la tardanza en abrir la atacaron a balazos con fuego de ametralladoras. Dicen que siguieron despus baleando en el interior de la casa y como consecuencia mataron a mi hemlano, a su esposa y al hijo de 8 aos. A Karina la hirieron en una pierna, segn supimos despus la internaron en el Hospital Finocchietto, en Sarand. Le pusieron una custodia policial. Ese mismo da a las siete de la tarde, avisada de lo ocurrido por el vecindario, me aperson y trat de averiguar. En la puerta del departamento, haba varios individuos fuertemente armados y con unifomme de fajina del ejrcito. Cuando me vieron me apuntaron con sus armas y me instaron a seguir subiendo y a no detenerme en ese piso. Enseguida quisieron saber mi nombre. Die que era una vecina, que conoca a la familia que viva all y que deseaba saber lo ocurrido. A los dos das la madre de Anglica recibi una citacin para que fuera a reconocer los cadveres en la morgue del Cementerio de Avellaneda. Fue ella la suegra de mi hermano, la que se hizo cargo de Karina, a la cual retir del hospital donde estaba internada Tambin quedaron bajo su guardia los pequeos Silvia Graciela y Ariel, quien entonces contaba slo seis meses de edad.
Silvio Octavio Viotti (legajo N 547-3) relata del siguiente modo el impacto que le causaron-estando l en prisinlos golpes y tormentos infligidos a una menor:
...El da 5 de diciembre de 1977 me detuvo personal del Ejrcito, sacndome de la granja quinta de mi propiedad, ubicada en Villa Gran Parque, Guiaz, Crdoba. Sin que
mediara interrogatorio soy llevado a un lugar de detencin, que, segn supe luego era el Campo de La Ribera. All permanec dos meses y veintiocho das como detenidodesaparecido. Estando en el calabozo, el da 19 de diciembre trajeron a una mujer de unos 21 aos de edad, con una hermanita de unos 11 aos de edad. Las pude ver perfectamente cuando pasaron por el pasillo ya que en ese momento estaba destabicado. Esa noche fue espantosa. Hasta la madrugada, las mujeres fueron interrogadas y golpeadas. Todava me parece que estoy escuchando los alaridos de dolor de la ms pequea... La identificacin
Los adelantos de la ciencia realizados en estos ltimos aos han sido de inestimable importancia en la identificacin de los nios desaparecidos.Desde el comienzo de su largo peregrinar, las Abuelas de Plaza de Mayo tomaron contacto con distintas instituciones cientficas de Suecia, Francia y los Estados Unidos. En 1982 entraron en comunicacin con la American Association for the Advancement of Science (Asociacin Americana para el Avance de la Ciencia) con sede en Washington y con el Dr. Fred Allen (uno de los miembros del equipo de investigadores que logr el cambio de sangre de nios que poseen al nacer el grupo RH negativo) en el Blood Center (Centro de Sangre) en Nueva York. A partir de all se inican trabajos destinados a la inclusin de los nios en las familias de las que faltan los progenitores. Se busca la filiacin con los abuelos (ndice de abuelismo). Tambin puede efectuarse con tos u otros parientes de ambas ramas. Para determinar la identidad y filiacin de los nios desaparecidos se utilizan los estudios hematolgicos que consisten en la averiguacin de los marcadores genticos a travs de las siguientes pruebas: a) equipos sanguneos la) protenas sricas c) H.L. o histocompatibilidad d) enzimas sricas - El resultado de estos exmenes constituye una prueba concluyente de determinacin tanto de identidad como de filiacin. A esto puede sumrsele la nueva experiencia de recomposicin de rostros a travs del tiempo, por medio de la computacin, tal como acaba de experimentar un grupo de cientficos del Instituto Tcnico de Massachussetts (M.I.T.). Uno de los casos en el que han podido aplicarse las tcnicas y conocimientos de los mdicos forenses argentinos y norteamericanos es el de la familia Lanouscou. Las Abuelas de Plaza de Mayo tomaron conocimiento de cinco partidas de inhumacin correspondientes a tres nios y sus padres. Por las fechas y el lugar supieron que correspondan a Roberto Lanouscou, a su esposa Brbara de Miranda de Lanouscou y a sus hijos Roberto de 5 aos, Brbara de 4 y Matilde de 6 meses de edad. Todos ellos buscados infructuosamente por sus familiares. Las partidas figuraban como N. N. firmadas por el Dr. Roberto Enrique Bettale, oficial principal mdico de la Polica de Buenos Aires, con fecha 5 de septiembre de 1976. Inmediatamente las Abuelas se presentaron ante el Juez de Menores de San Isidro, Dr. Juan Carlos Fugaretta, quien tena radicado el pedido de bqueda sin resultado alguno, y ante el Dr. Sordelli Carreras, a cargo del Juzgado Penal N I de San Isidro. El Dr. Dillon, Juez de feria, orden la exhumacin de los cinco cadveres a pedido de los abuelos de los nios patrocinados por el equipo jurdico de Abuelas de Plaza de Mayo. Estas solicitaron estar presentes en dicha exhumacin para acompahar a los familiares y porque haba llegado a la sede de Abuelas una denuncia annima en el sentido de que uno de los pequeos estara muerto. El 25 de enero de 1984 se realiz la exhumacin en el Cementerio de Boulogne. Al abrir la tumba de Matilde, la ms pequea, se extrajo del pequeo atad una manta con la forma del beb envuelto y de su interior, el osito rosado y un chupete. Tambin una mediecitas blancas. No haba restos humanos que pudieran haber pertenecido a un beb de aproximadamente seis meses de edad. Ello fue corroborado tambin por el eminente especialista norteamericano Dr. Clyde Snow en el transcurso de la visita a Buenos Aires en junio de 1984 cuando fuera invitado por la Comisin Nacional como miembro de la Asociacin Americana para el Avance de la Ciencia. Con posterioridad, esta Comisin recibi el testimonio de un ex colaborador de los Grupos de Tareas vinculados a la Marina (Legajo N 6527) del que resultara que la pequea Matilde Lanouscou estuvo en poder de efectivos de esa arma. Por razones obvias, en aos pasados, se prefiri iniciar las investigaciones correspondientes en el exterior. Actualmente se estn realizando en el Hospital Durand de Buenos Aires, en el laboratorio que dirige la Dra. Di Lonardo y que depende de la Secretara de Salud Pblica de la Municipalidad de Buenos Aires. Este ao 1984 se estableci un nuevo contacto con la Asociacin Americana para el Avance de la Ciencia, que a travs de las Abuelas de Plaza de Mayo, entr en relacin con la Comisin Nacional, quien invit a los miembros de esta Asociacin a un encuentro de trabajo realizado en el mes de junio pasado.
B. Adolescentes
Todava no son maduros, pero ya no son nios. An no tomaron las decisiones fundamentales de la vida, pero estan comenzando a trazar sus caminos. No saben mucho de los complejos vericuetos de la poltica ni han completado su formacin cultural. Los gua su sensibilidad. No se resignan ante las imperfecciones de un mundo que han heredado de sus mayores. En algunos, aletea el ideal, incipiente rechazo de la injusticia y la hipocresa que a veces anatematizaron en forma tan enftica como ingenua. Quiz porque viven en sus propios cuerpos vertiginosos cambios, recelan de cuanto se les presenta como inmutable. Casi 250 chicas y chicos que tenan entre 13 y 18 aos desaparecieron, siendo secuestrados en sus hogares, en la va pblica o a la salida de los colegios. Basta mirar la foto mural que la CONADEP prepar con las fotos de los adolescentes desaparecidos en el programa NUNCA MAS, para que ese porqu no tenga respuesta. Finalmente, fueron muchos los adolescentes desaparecidos como consecuencia de la represin ejercida contra sus padres.
Los ms chicos
Eran uruguayos que desde haca algn tiempo vivan en nuestro pas. El padre, Nelson, haba sido detenido y estaba a disposicin del Poder Ejecutivo Nacional. La madre, Lourdes, haba sido secuestrada en la va pblica por un grupo de hombres armados y de civil. Los cuatro chicos Hernndez Hobbas haban quedado con los nicos amigos que tenan en el pas. Beatriz Hernndez Hobbas (16 aos), la mayor de los hermanos, fue secuestrada en una confitera de Munro. Fue llevada viva, y no se supo ms de ella. Washington Fernando Hernndez Hobbas (Legajo N 6263) de 13 aos, luego de que fueran secuestradas su madre y su hermana mayor, qued con otra familia. Ese, su nuevo domicilio, tambin fue allanado el de julio de 1977. Pareca un jardn de infantes, pues haba 8 nios pertenecientes a tres familias que haban corrido suerte similar a Washington Fernando Hernndez Hobbas, todos menores de 13 aos. Tres mujeres los cuidaban. Cerca de las 17 horas irrumpi en la casa un grupo de hombres de civil fuertemente armados, y luego de inspeccionar todo , se llevaron a las 3 mujeres y a Washington Fernando que aparentaba ser el mayor (Legajo N 768). Fernando fue visto en dos oportunidades ms; en ambas fue puesto como seuelo para capturar a otras personas. Era usado para denunciar las posibles casas donde sus padres se reunan con amigos, o para que lo fueran a buscar sus amigos, tendindoles una emboscada. Hasta el da de hoy no hay noticiis ciertas sobre su paradero, permanece detenido-desaparecido. Mnica Graciela Santucho (Legajo N 1596) tena 14 aos cuando fue secuestrada. El 3 de diciembre de 1976, aproximadamente a las 17.30 hs. se produjo un enfrentamiento con el Ejrcito en la vivienda ubicada en la calle 138 bis y 526 de Melchor Romero, La Plata. Mnica Graciela sali de su vivienda de la mano de dos criaturas pidiendo que no disparasen. Enseguida fue tomada, encapuchada e introducida en un Fiat 600 blanco que contucan personas de civil, fuertemente armadas. Testigos liberados afirman haberla visto en el C.C.D. denominado Arana. An perrnanece desaparecida. La familia Avellaneda viva en el barrio de Munro. El 15 de abril de 1976 el domicilio fue allanado. Buscaban al jefe de la familia. Como no estaba decidieron llevarse a su esposa e hijo, Floreal Edgardo Avellaneda (Legsio N 1639) que en aquel entonces tena 14 aos, en carcter de rehenes. Los hicieron vestir para salir del domicilio.
Me sacaron junto con mi hijo a la calle. Tena a ste tomado de la mano. En determinado momento nos indicaron que debamos poner las manos en el techo de un automvil. Fue la Itima vez que lo vi, mirndome como me ponan la venda sobre los ojos.
Cuenta su madre en el testimonio remitido a la justicia. Los hicieron subir al auto, ambos vendados.
Mi hijo me apret las manos, como para darme animo. Nos mantuvimos en silencio.
Un tiempo prolongado estuvieron detenidos en la Comisara de Villa Martelli. All fueron torturados.
Largo rato estuve oyendo la msica y los gritos de dolor de mi hijo. Y despus de nuevo el silencio aterrador.
A Floreal lo mataron. Todava no se ha esclarecido cmo ni cuando. Por noticias periodsticas cuyo ttulo rezaba Cadveres en el Uruguay, la familia tom conocimiento de ello. Uno de los ocho cuerpos encontrados en el Ro de la Plata, sobre la margen uruguaya, perteneca a Floreal Edgardo Avellaneda. Las fotografas tomadas por la polica son espeluznantes.
Mi hijo aparece con sus manos y piernas atadas, desnucado y con signos de haber sufrido graves torturas. Una carta a la CONADEP -(Legajo N 3338)
Sres. Comisin Nacional sobre los desaparecidos Ciudad Alberdi, Tucumn, 29 Fbro. 1984 Comisin Nacional: La que suscribe, Olga Cecanti de Nughes, mayor de edad, DI N 8.755.712, con domicilio en Alberdi provincia de Tucuman, se dirige a Uds. a fin de solicitar informacin de mi nieto, Juan Angel Nughes que contaba 14 aos el da que lo secuestraron al salir de la Escuela Agrotcnica de esta localidad. Esto ocurri el 11 de agosto de 1976, ante la mirada impvida de profesores que nada pudieron hacer ante un grupo de individuos que lo obligaron a subir en un auto, sin saberse hasta el da de la fecha nada concreto de l. Hice toda clase de gestiones tanto oficiales como extraoficiales sin obtener informacin valedera. Les ruego, seores, contestar a este petitorio pues a veces pienso que las fuerzas se me acaban y temo no poder seguir en esta bsqueda. Antes de finalizar permitanme desearles xito en vuestra funciones y pedirles una vez ms una pronta respuesta. Saludoles muy atte. Olga Cecilia Cecanti de Nugha
Esperaban un hijo
Entre la gran cantidad de chicas adolescentes que fueron secuestradas se encontraban seis que esperaban un hijo. Alicia Elena Alfonsin de Cabandie (Legajo N 3749) tena 16 aos, viva en casa de los suegros, en Entre Ros, su ciudad natal cuando fue secuestrada. Por el aviso leido en un diario, deciden junto con Damian ir a la Capital Federal a subalquilar una pieza. El 23 de noviembre de 1977, a las 18 hs. cuando regresaba del almacen, diez hombres de civil, portando armas se dirigieron resueltamente hacia ella y la detuvieron. El portero pudo ver cmo Alicia era introducida a golpes en un camin que tena la leyenda Sustancias alimenticias. Alicia llevaba en su seno una criatura que estaba en su sptimo mes de gestacin. Ana Mara Marti y Sara S. de Osatinsky (Legajo N 4344 y Legajo N 4442) pudieron verla en la Escuela Superior de Mecnica de la Armada, pocos das despus de la Navidad de 1977. Fue conducida a una piecita destinada a las embarazadas. All pudo contarles que haba estado en El Banco junto con su marido, Damian Cabandie, y que una persona que dijo ser Coronel le promet que sera conducida a un lugar para dar a luz su hijo y que una vez que lo tuviera se reunira con su esposo y el nio en un centro de recuperacin donde cumplira su condena. De acuerdo a lo testimoniado en el mencionado legajo, Alicia lleg a la E.S.M.A. con los cabellos casi rapados en El Banco. Comparti la pieza con otras embarazadas, y presenci la separacin de cada una de ellas de sus bebs, pensando que su suerte sera distinta. Pocos das antes de dar a luz, Alicia tuvo una entrevista con el Mayor Minicucci, jefe del C.C.D. El Banco, quien le anunci que sera separada de su hijo. Ella aleg su conversacin con el Coronel, pero fue en vano. Alicia volvi a su piecita desconsolada, consciente de que lo que haba visto con las otras embarazadas tambin estaba reservado para ella. Tuvo un hijo de sexo masculino entre febrero y marzo de 1978. El mdico que la asisti en el parto fue el Dr. Jorge Luis Magnacco. El beb permaneci con ella durante 15 das. Momentos antes de la separacin, el subprefecto Hctor Favre le pregunt si quera enviar una carta a su familia para avisarles que estaba detenida y pedirles que se ocuparan de su hijo. Alicia escribi la carta y la dej junto a su beb. En horas de la noche el nio fue retirado por un suboficial a quien se conoca con el apodo de Pedro Bolita. Nadie supo nada ms sobre Alicia, su bebito, ni Damian su marido. La Comisin ha recibido otras denuncia s de adolescent es embarazadas que an permanecen detenidas desaparecidas. Son ellas: Laura Beatriz Segarra, de 18 aos, ocho meses de embarazo; Ins Beatriz Ortega de Fossati, quien dio a luz en la Comisara V de La Plata; Nidia Beatriz Muoz, 18 aos de edad, cuatro meses de embarazo (adems, segn testimonio de vecinos, un camin del ejrcito, se present al otro da del secuestro, y un grupo de personas procedi a llevarse muebles, ropa y un sinnmero de pertenencias de Nidia y Luis Ramn, su compaero); Noem Josefina Jansenson de Arcuschin, 18 aos de edad, tres meses de embarazo. Nada se sabe sobre el paradero de estas personas, ni de los seres que gestaban. Don Pedro Kreplak era viudo y padre de tres hijos. El 9 de julio de 1977 es allanado su domicilio, buscaban a su hijo mayor, Gabriel, quien no viva con su padre y ste no saba nada de l. Ese 9 de julio tampoco estaba Jos Ariel, por lo que la patota se llev a Pedro Kreplak y a su hijo menor, Ernesto. El padre fue torturado con picana elctrica para que denunciara dnde estaba Jos Ariel. Al dearla que estaba en casa de su abuela lo fueron a buscar, y hasta el da de hoy permanece detenido-desaparecido. Jos Ariel Kreplak (Legajo
N 1661) tena en ese momento 16 aos. Su padre y hermano fueron llevados como rehenes y Pedro Kreplak torturado para que denunciara a Gabriel, su hijo mayor. A sus hijos los tenemos por subversivos, dijo el Capitn Ferrone, porque despus de cada guitarreada salan a pintar paredes. Esa fue la respuesta que obtuvo Melchor Cceres, cuando fue a buscar a sus hijos, los mellizos Amado Nelson y Arnaldo Daro Cceres al batalln Viejo Bue de la localidad de Monte Chingolo (B.A.), (Legajo N 5288). Los mellizos eran dos muchachos de 17 aos que se dedicaban a la msica, tenan un conjunto moderno. El 23 de febrero de 1978 un grupo de personas vestidas de civil, con chaleco antibalas irrumpi en el domicilio de los Cceres preguntando por los mellizos. Dijeron pertenecer al Ejrcito de Monte Chingolo. Robaron todo lo perteneciente a los chicos: guitarras, amplificadores, micrfonos, tocadiscos, etc. Arnaldo Daro fue pelado en el acto, supongo que sera para reconocerlos. Al mes del secuestro apareci otro grupo preguntando por los mellizos, y como no estaban porque ya se los haban llevado, me llevaron a m. Melchor Cceres estuvo detenido durante 30 horas. Todava esta buscando a sus mellizos. Mara Pabla Cceres (Legajo N 1850), tena 17 aos, estudiaba en el colegio secundario y trabajaba en una fbrica metalrgica. Estaba casada con Fernando Simonetti. El 16 de febrero de 1976 a la 1.30 hora, un grupo de hombres armados entr en la casa de los padres de Mara Pabla, donde viva la joven pareja. Fueron interrogados y golpeados, luego los ataron de pies y manos, les vendaron los ojos y semidesnudos los llevaron con rumbo desconocido. Tres das despus Fernando fue dejado en libertad, muy golpeado. Cont que en el lugar donde estaban detenidos los presos eran reconocidos por nmeros. El era el N B20 y Mara Pabla el N 21. Mnica, una liberada, da testimonio de que estuvo con Fernando y Mara Pabla en el C.C.D. denominado El Atltico. Mara Pabla Cceres de Simonetti aun permanece detenida-desaparecida. Benedicto Vctor Maisano (18 aos), (Legajo N 4810) fue a la cancha de River, para ver Boca-Unin, la noche del 4 de agosto de 1976. Mientras estaba en la cancha, unas ocho personas de civil llegaron a su casa fuertemente armadas, buscndolo. Ante su ausencia decidieron esperarlo.
Benedicto lleg muy tarte. En la 1.30 hs. del da 5-8-76. Sal antes de que llegara, y le dije: la poloca te anda buscando.
El muchacho decidi entrar en la casa pues no tena nada que ocultar, por lo que fue detenido sin ningn tipo de resistencia. Se cambi, comi algo, y cuando sali a la calle con sus secuestradores, stos notan que haban dejado las luces de posicin del Falcn prendidas y se haba acabado la batera.
Entre dos de ellos, mi hijo y yo, empujamos el auto hasta que arranc. A partir de ese momento perd todo rastro de mi hijo. Agot todos los medios legales y contactos personales entre los cuales tuve dos entrevistas con Monseor Graselli. En la segunda entrevista l me desconsol mucho relatndome el trato que reciban los prisioneros, lo que me hizo pensar que l estaba enterado. Estudiantes secundarios
La familia Roman, de origen costarricense, resida desde haca largo tiempo en la ciudad de Crdoba. Claudio Luis Roman Mndez (Legajo N 7615), tena 16 aos y cursaba el cuarto ao en el Colegio Secundario Manuel Belgrano, de la ciudad de Crdoba. Era representante de su curso, elegido por sus compaeros. A las 3 de la madrugada del da 27 de julio de 1976, 10 hombres amenazaron con tirar la puerta de su domicilio si no se les abra. Al pedrseles que se identificaran, mostraron su armamento, diciendo: esta es nuestra identificacin"". Se lo llevaron a Claudio Luis. No se preocupe, seora, que a su hijo no le va a pasar nada. Dentro de tres o cuatro das estara de vuelta. Fue largo y penoso el camino para encontrar a Claudio. El 13 de agosto, los peridicos matutinos de Crdoba dan cuenta de un comunicado del Ejrcito donde se informa que Claudio Luis Roman, junto con otro joven haba muerto en un enfrentamiento con las fuerzas del Ejrcito. Recin el 14 de agosto de 1976 despus de largos trmites entregan el cuerpo de Claudio en la morgue del Hospital de Crdoba. All sus padres pidieron a los encargados que se les permitiera ver el cadver para reconocerlo, pero les respondieron que deban esperar un poco para darles tiempo a acomodar los innumerables cuerpos de jvenes que yacan apilados en el suelo por falta de lugar. De uno de esos montones sacaron el cuerpo de Claudio, aconsejndoles que trataran en lo posible de no verlo. El cuadro que all se present era desgarrador: no haba parte del cuerpo que no estuviera lacerada. El muchacho presentaba horribles muestras de torturas que prcticamente lo haban destrozado. La noche del 16 de setiembre de 1976 es tristemente recordada, en La Plata, como la Noche de los lpices. Esa noche fueron secuestrados por Fuerzas de Seguridad de sus respectivos domicilios y continuan hasta hoy desaparecidos: Horacio Angel Ungaro (Legajo N 4205), Daniel Alberto Rasero (Legajo N 4205), Francisco Lpez
Muntaner (Legajo N 5479), Mara Claudia Falcone (Legajo N 2800), Victor Trivio (Legajo N 4018), Claudio De Acha (Legajo N 148), Mara Clara Ciocchini (Legajo N 1178). Formaban parte de un grupo total de 16 jvenes, entre 14 y 18 aos de edad, que haban tomado parte de una campaa pro boleto escolar. Cada uno de ellos fue arrancado de sus hogares. La polica de la Pcia. de Bs. As. haba dispuesto un operativo de escarmiento para los que haban participado de esta campaa pro boleto escolar, considerada por las FF.AA. como subversin en las escuelas. Tres de los chicos secuestrados fueron liberados. De acuerdo a las investigaciones realizadas por esta Comisin y testimonios obrantes en la misma, los adolescentes secuestrados habran sido eliminados despus de padecer tormentos en distintos centros clandestinos de detencin, entre los que se encontraban: Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Jefatura de Polica de la Provincia de Buenos Aires y las Comisaras 5a., 8a., y 9a. de La Plata y 3a. de Valentn Alsina, en Lans, y el Polgono de Tiro de la Jefatura de la Provincia de Buenos Aires. Segn testimonio de Pablo Daz (Legajo N 4018), pudo ver an con vida el da 22 de septiembre de 1976 a Victor Trevio en el Centro Clandestino de Detencin Arana y a Mara Claudia Falcone la vio por ltima vez; despus de compartir con ella varios meses de cautiverio, el da 28 de diciembre del mismo ao en Banfield. Tambin vio en este mismo centro a Claudio De Acha, a un joven apodado Colorado, todos ellos estudiantes secundarios vinculados entre s, como asimismo a numerosas personas, entre ellas a tres mujeres embarazadas que dieron a luz en el lugar. En Baha Blanca tambin hubo grupos de estudiantes secundarios secuestrados. Alicia Mabel Partnoy, en su testimonio (Legajo N 2266) nos cuenta al respecto:
Cuando llegu a "La Escuelita" (Centro clandestino de detencin), haba alrededor de una docena de jvenes de 17 aos, todos alumnos de la Escuela Nacional de Educacin Tcnica N I de Baha Blanca. Haban sido secuestrados de sus domicilios en presencia de sus padres, en la segunda mitad de diciembre de 1976. Algunos llegaron a estar ah por un mes, siendo duramente golpeados y obligados a permanecer tirados en el piso con las manos atadas en la espalda. Por lo menos dos de ellos fueron torturados con picana elctrica. Posteriormente fueron liberados. El motivo de.sus secuestros fue un incidente que haban tenido con un profesor (militar de la marina). Al finalizar las clases, haba un clima de alegra en la escuela; el citado profesor los apercibi por el bullicio y los alumnos no se sometieron a sus rdenes. Por ese motivo, los expuls de la escuela. Los padres de los alumnos elevaron protestas a las autoridades militares y pidieron la reincorporacin de los estudiantes. Las autoridades les "advirtieron" que finalizaran con sus pedidos "o se arrepentiran". Das ms tarde, grupos de encapuchados fuertemente armados irrumpieron en los domicilios de los estudiantes, secuestrndolos. El recuerdo de los liberados
Pablo A. D. estuvo en Arana y en los pozos de Quilmes y Banfield. Su testimonio nos habla de la dureza de la represin para con los adolescentes. El gran escarmiento que tuvieron los secundarios que quisieron reivindicar sus derechos. Pablo A. D. (Legajo N 4018) y otros lo sufrieron en carne propia.
Tanto en Arana como en Banfield fui torturado. En Arana me aplicaron la picana elctrica en la boca, encias y genitales. Inclusive con una pinza me arrancaron una ua del pie. En Banfield ya no me picanearon, pero fui golpeado con palos y pinchado con agujas. Era muy comn pasar varios das sin comer. Me tuvieron atado durante un largo tiempo con una soga al cuello.
F.E.V.C. (Legajo N 4831) tena 14 aos cuando fue secuestrada de su casa. Fue el mismo da en que haba sido operada del tabique nasal en un hospital de la ciudad de Crdoba. La llevaron junto con su hermana al C.C.D. denominado La Ribera.
Entrada la noche, se acerca uno de los guardias y me amenaza con un arma, comenzando a desvestirme y manosearme. En ese momento me encontraba atada de pies y manos. Debido a la operacin de tabique nasal no poda respirar por la nariz, sino slo por la boca. El guardia coloc entonces su pene en mi boca. Comenc a gritar y se despertaron todos, lo que oblig al guardia a dejarme y prenderme la ropa. En ese
momento lleg otro guardia preguntando qu pasaba, a lo qu le contest que yo era peligrosa porque hab colocado bombas y tirado panfletos. El recuerdo de un padre
Enrique Fernndez Meijide vive as la desaparicin de su hijo Pablo. (Legajo N 4807)
. .Se llevaron de mi casa a mi hijo que, a los 17 aos estaba concluyendo la adolescencia. Adems de la prdida del objeto de mi amor, de la bronca por la posibilidad de su malestar fsico o psquico, del temor por su futuro, estaba la frustracin por la tarea (su formacin) no concluida (...) Yo era (me senta) responsable porque l an no tena autonoma. Todo el mundo sabe que, hasta para moverse libremente dentro del pas, un adolescente debe contar con la autorizacin escrita del padre y que la salida al extranjero sin autorizacin paterna es impensable. El estupor de sus hermanos, que no podan entender la destruccin violenta de mi omnipotencia, de mi incapacidad para conservar el tesoro familiar, me enfrentaba con el vaco. Con mi propia miseria. No es una pesadilla. Cada da me demuestra que sigo viviendo... C. La familia como vctima
La metodologa de la desaparicin de personas afecta de manera especial la estructura y la estabilidad del nucleo famlliar del desaparecido. El secuestro (efectuado por lo general en presencia de familiares y/o allegados), el peregrinaje angustioso en busca de noticias por oficinas pblicas, juzgados, comisaras y cuarteles, la vigilia esperanzada ante la recepcin de algn dato o trascendido, el fantasma de un duelo que no puede llegar a concretarse, son factores que juegan un papel desestabilizador en el grupo familiar, como un todo, y en la personalidad de cada uno de sus miembros. Detrs de cada desaparicin hay a veces una familia destruida, otras veces una familia desmembrada, y siempre hay un nucleo familiar afectado en lo ms ntimo y esencial: el derecho a la privacidad, a la seguridad de sus miembros, al respeto de las relaciones afectivas profundas que son su razn de ser. Este ataque al nucleo familiar reviste una gravedad extrema. Sin embargo, es slo una parte del problema. Al instrumentarse la metodologa de la desaparicin de personas, el ataque al nucleo familiar fue mucho ms lejos y alcanz formas crueles y despiadadas. Hay evidencia de que en numerosos casos se usaron como rehenes a familiares de personas buscadas, quea veces la presunta responsabilidad de la persona buscada se hizo recaer con saa en su familia a travs de robos, violencias fsicas y aun desapariciones y que otras veces la tortura fue compartida y/o presenciada por miembros de la familia del sospechoso. Tener en la familia un presunto subversivo fue motivo ms que suficiente para recibir un castigo grupal o individual; llevar a cabo un gesto de solidaridad, por mnimo que fuera, fue causa de tortura, sufrimientos y aun de desaparicin.
Cuando me preguntan como se compona mi familia y nombro a mi hija mayor, llamada Rosario, me dicen: "as que esa es tu hija? es casada?, a lo que respondo: s, con Roberto Njera a lo que el interrogador expres: se es tu yerno?, vos no te vas de aqu hasta que no los agarremos a ellos"... solicit hablar con el interrogador, quen me pregunto qu quera, entonces le dije que quera saber cuando me iban a soltar, l me dijo que cuando detuvieran a mi yerno y a mi hija, entonces le manifest que ellos eran una familia aparte de la ma, duea de sus actos y que yo no podra interferir de ninguna
manera, adems ellos eran dirigentes gremiales y no guerrilleros ni subversivos y que tambin mi detencin era injustificada, entonces me dijo que tenga paciencia, que ya los iban a agarrar y que entonces me iban a dejar en libertad, a lo que respondo: quiere decir que si no los agarran nunca yo no podr salir de aqu, y me contest: son cosas de ellos, peg media vuelta y se fue
La detencin ilegal del Sr. Elena dur cerca de un mes, en el que padeci amenazas, malos tratos y fue testigo de excesos represivos. El caso del matrimonio Candela (Legajo N 5003) alcanza lmites impensables en cuanto al ejercicio de violencias sobre el grupo familiar en aras de la ubicacin de personas buscadas. El 24 de marzo de 1976, por la noche, ocho personas armadas penetraron en el domicilio de la familia Candela. Dijeron buscar a Adela Esth Candda de Lanzilotti y a su marido Osvaldo Daniel Lsnzilotti. Como no los encontraron, se llevaron por la fuerza a los padres de Adela: Mara Anglica Albornoz de Candela, de 53 aos y Enrique Jorge Candela, Sub-oficial retirado de la Aeronatica, de 49 aos, dueos de casa. Enterados de que el matrimonio Lanzilotti pernoctaba en la casa de la abuela paterna de Adela, se dirigieron all y la amenazaron con matar a su hijo y a su nuera si no entregaba a su nieta. En el intern, el matrimonio Lazzilotti huy del lugar y el personal armado se retir, carecindose desde entonces de noticias del matrimonio Candela. Otro caso conmovedor por la ndole de los sentimientos puestos en juego es el protagonizado por la familia Kreplak (Legajo N 1661).El 9 de julio de 1977, varias personas armadas vestidas de civil allanaron su domicilio, requiriendo a Gabriel Eduardo Kreplak quien no se encontraba en el lugar. Luego de revolver la casa secuestraron al seor Kreplak y a su hijo Ernesto Carlos, conducindolos a un lugar que estiman podra ser Campo de Mayo. La denuncia formulada por Gabriel continua as:
Durante ese da a mi padre lo sometieron a un interrogatorio con descargas elctricas, en presencia de mi hermano Ernesto Carlos. Todas las preguntas estaban orientadas a dar con mi paradero, que mi padre desconoca completamente. Al comprobar esto, las preguntas se orientaron entonces al paradero de mi hermano Jos Ariel, que en esos momentos estaba casualmente pernoctando en la casa de mi abuela paterna, Sara Lis de Kreplak, situada en Villa Devoto, Capital. Esto fue lo que le dijo mi padre a sus secuestradores. El mismo da a las 11.30 hs. de la maana, siete individuos civiles, armados con ametralladoras automticas, irrumpen en la casa de mi abuela, y en su presencia se llevan a punta de pistola a Jos Ariel; lo introducen en la parte posterior de una camioneta cubierta con una tela verde... esa tarde fueron liberados mi padre y mi hermano menor, quedando secuestrado mi hermano Jos Ariel.
Durante un tiempo la familia Kreplak recibe requerimientos para que se presente el joven Gabriel. Luego se corta esa comunicacin y nunca ms se tienen noticias de Jos Ariel. El total desprecio que los protagonistas de la violencia represiva sintieron por el derecho a la privacidad del nucleo familiar y al respeto de las relaciones afectivas que lo constituyen queda en evidencia en el caso de la familia Casabona:
Eran las 17 hs. del da 7 de marzo de 1977 cuando estaba en mi escritorio terminando un trabajo para la escuela E.N.E.T. N I de Quilmes, Gral. Enrique Mosconi, de la que era Director; mi seora en la cocina haciendo los preparativos para una merienda y mi hijo mayor en su habitacin del primer piso ocupado en sus asuntos de msica, cuando sorpresivamente irrumpieron por el jardn de la casa saltando el cerco medianero, unos individuos provistos de armas largas que alcanc a divisar tras el cortinado de la ventana ubicada frente a mi mesa de trabajo. Al decidir salir y abrir la puerta para cerciorarme de lo que pasaba, fui atropellado sin ms trmite por un individuo armado, con aspecto de facineroso y luego de ser encaonado fui obligado a ponerme de rodillas con las manos en la nuca. En esta situacin se me pregunt insistentemente quin era Carlos Casabona. Mientras esto ocurra, sent que se desplazaban por la casa otros individuos, por lo que se me ocurri gritar que tuvieran cuidado con mi seora. La requisitoria de quien era Carlos Casabona se repiti varias veces acompaada cada una con un golpe del arma en la nuca, pero como yo tambin, como mi hijo menor, me llamo Carlos, esta situacin la pude aclarar ante la insistencia pues deduje que a quien se buscaba sera a mi hijo. Tanto mi Sra. como yo, siempre amenazados por las armas, fuimos al primer piso a la habitacin
donde estaba mi hijo mayor. All se destac una persona que nos tuvo en verdadero cautiverio siempre apuntando con su arma y profiriendo amenazas. Mientras tanto sus compaeros se ocupaban de requisar la casa vaciando los muebles y tirando el piso su contenido de ropas, libros y objetos varios, desarmando bafles de equipos electrnicos, punteando la tierra del jardn del fondo de la casa, en una palabra revolviendo y desordenamdo por doquier. Cuando lleg mi hijo Carlos que haba ido a la Facultad de Ingeniera de La Plata, donde era alumno, a averiguar unas fechas de mesas de exmenes, segn l eran las 17.30 hs., se sorprendi el ver toda la casa abierta y el penetrar en la misma fue encaonado y obligado a ponerse en el piso del living, cara al suelo. Como recin haba hecho el servicio militar pudo observar desde su posicin que la nica prenda de ese tipo que tenan los siniestros asaltantes de mi casa eran borcegues pues la vestimenta era diversificada en gorros tejidos de lana, camperas, camisas y tricotas atadas a la cintura con pantalones comunes, todo ello sin guardar ningn estilo de corte militar o policial. La requisa se dio por terminada cuando dos de esos individuos penetraron en la habitacin contigua en la que estaba mi Sra. y mi hijo mayor, que era el dormitorio de mi hijo Carlos, donde procedieron a tirar al centro de la misma, todos sus efectos personales que retiraban del placard hasta que sent que dijeron "ac est". Despus comprobamos que era una agenda que oportunamente haba remitido por encomienda a Ro Gallegos, donde prest su servicio militar, y en la que haba escrito su "diario de soldado". Desde nuestro cautiverio, mi Sra. pudo observar la entrada de culata de una camioneta, el jardn de la casa, donde se hizo ascender a mi hijo Carlos, encapuchado con las manos atadas a la espalda. De inmediato se retiraron no sin antes advertirnos que cualquier movimiento en cinco minutos nos costara la vida... mi hijo apareci en mi casa despus de cuatro das de horrible cautiverio, en el que estuvo a riesgo de perder la vida, siendo conducido encapuchado y maniatado hasta las inmediacines de mi domicilio. Esto es, a grandes rasgos, el relato del ignominioso hecho ocurrido, que hasta el da de la fecha, ignoro las razones que pudieron provocarlo, con el que se avasall la dignidad de mi familia y gener problemas de salud fsica y mental en la persona de mi Sra. esposa, hoy fallecida, habindose agravado en ella una dolencia, que ms tarde sera el motivo de su deceso; respecto de m, conceptuado como correctsimo profesional y excelente Director de un importante establecimiento educacional del Estado nacional, recib un impacto emocional que me provoc un agravamiento de una lesin del corazn de la que an padezco a la par que un dao moral del que no me recuperar jams y finalmente el perjuicio provocado en la persona de mi hijo que qued seriamente afectado en su salud mental, situacin sta que interrumpi su carrera universitaria (Juan Carlos Casabona. Legajo N 2787). Familias desaparecidas
El mpetu represivo excedi el uso de familiares y rehenes y el desprecio total hacia los valores del nucleo familiar. Constan en esta Comisin denuncias que atestiguan la desaparicin de familias enteras, sin que existan indicios ciertos de los motivos -por tortuosos que sean- que puedan haber influido en tales hechos. Consideramos importante referirnos in extenso a tres casos paradigmticos: Caso Rondoletto (Legajo N 2196).
El 2 de noviembre de 1976, alrededor de las 14 hs., se presentaron en el domicilio de San Lorenzo 1666, San Miguel de Tucumn, un grupo de hombres, encapuchados algunos de ellos y, previo bloqueo de la cuadra, cortando trfico y tras permanecer ms de una hora en la casa, sacaron de la misma a los cinco miembros de la familia Rondoletto, llevados con destino desconocido. Las personas secuestradas son: Pedro Rondoletto, Mara Cenador de Rondoletto, Silvia Margarita Rondoletto, Jorge Osvaldo Rondoletto y Azucena Ricarda Bermejo de Rondoletto. El secuestro se efectu en el
momemo en que las personas anteriormente nombradas estaban en sus respectivas casas y Pedro Rondoletto se encontraba trabajando en la imprenta, situada sta en el local delantero de la vivienda. Se encontraban con el su socio y los otros empleados de la imprenta. Los cinco fueron sacados con los ojos vendados y cubiertas con bolsas las cabezas. Los padres fueron puestos en una rural y los jvenes en un auto negro (segn los vecinos). Antes de partir un hombre le dijo el socio que tena 24 horas para sacar de ese lugar las mquinas de la imprenta, caso contrario le pondran una bomba. Ese mismo da se hizo la denuncia en la comisara octava, y el padre de Azucena solicit una audiencia el entonces gobernador de la provincia, general Bussi, a travs del contador Elas, que se desempeaba como ministro de Bussi y era amigo y relacionado por negocios, tanto con la familia Bermejo como con la familia Rondoletto. Nuuca se logr esa entrevista. Posteriormente se hicieron presentaciones de hbeas corpus, algunos fueron rechazados y otros contestados negativamente. Tambin se hicieron gestiones a travs de terceros, ante la presidencia del entonces general Videla, con igual resultado al de los hbeas corpus. Segn vecinos, a lo largo de los das subsiguientes, se produjo el saqueo de la casa de abajo. Se haba dejado una especie de consigna. (Una vecina que no se haba enterado de los hechos, fue atendida por esta persona cuando fue a visitar la casa.) Luego de un tiempo tambin fue robado el auto de Pedro Rondoletto, y hay versiones de que el auto de Jorge Rondoletto, que estaba en un taller, fue retirado de all, por personas que se identificaron como pertenecientes al Servicio de Inteligencia del Ejrcito. Los saqueos se produjeron a lo largo de algn tiempo y a pesar de que alguien colocaba cadenas sujetando el portn de entrada, ste siempre era violado.
Silvia Beatriz Gallina fue secuestrada el 12 de noviembre de 1976 en su domicilio, segn informaron vecinos de su padre, el Dr. Eugenio Flix Gallina. En el operativo, adems, se llevaron numerosos objetos de valor.
El Dr. Gallina inici enrgicas gestiones para averiguar el paradero de su hija, radicando una denuncia por privacin ilegtima de la libertad ante la Justicia de Instruccin. El magistrado interviniente llev adelante la investigacin, determinando que el operativo haba sido llevado a cabo por el Ejrcito. Simultneamente, el Dr. Gallina present un recurso de hbeas corpus ante la Justicia Federal, sealando los presuntos responsables de la detencin (Testimonio de Susana Mnica Gallina, Legajo N 7401).
El 24 de febrero de 1977, el Dr. Eugenio Gallina, de 65 aos, fue detenido en su domicilio, junto a su hijo Mario Alfredo, de 21 aos. Destruyeron buena parte del mobiliario, le robaron el auto y varios artefactos. Ese mismo da, mientras concurran a sus respectivos trabajos, fueron secuestrados Eugenio Daniel Gallina y su esposa, Marta Rey de Gallina. Ninguno de los cinco miembros de la familia apareci jams. No qued nadie para llevar adelante la causa judicial donde se documentaba la responsabilidad ded Ejrcito en la detencin de Silvia Beatriz . (Legajos N 7400, 7401, 7398 y 7399). La familia Coldman, bien conocida en Crdoba, sufri en un solo operativo la desaparicin de tres de sus cuatro integrantes:
En la madrugada del 21 de setiembre de 1976, fueron arrancados de su hogar violentamente David Coldman, su mujer y la hija de ambos. El grupo rob elementos de trabajo y otras cosas. Dejaron durmiendo solo el hijo menor de la familia que tena 11 aos Al despertar, tras llamor a sus padres, slo encontro desorden en toda la casa, luces prendidas y las puertas abiertas de par en par. (Testimonio de Perla Wainstein sobre la desaparicin de su hermana, su cuado y su sobrina, Legajo N 2250). El 21 de setiembre de 1976, a las 4 de la madrugada, personal militar con uniforme de fajina movilizado en tres o cuatro vehculos particulares, sin chapas identificatorias, entre los que se encontraban dos Falcon y un Dodge 1500, tomaron por asalto la vivienda de
los Coldman, en el barrio Suipacha, de Crdoba. Luego de saquear la casa, se llevaron detenidos -mejor dicho secuestrados- a David Coldman, a su esposa Eva y a su hija Marina, de 18 aos de edad, dejando solamente a su hijo menor, Rubn, de 11 aos. (De la denuncia por privacin ilegtima de la libertad presentada ante la Justicia Federal de Crdoba, sobre el caso de la familia Coldman y otros, legajo N 2249). Detenciones conjuntas
Otro aspecto ttrico de la represin aplicada contra el grupo familiar, consisti en hacerlo compartir el cautiverio y aun los vejamenes y la tortura, durante perodos variables y en condiciones dismiles. En diversos testimonios se deja constancia de la detencin del grupo familiar, de su permanencia en lugares clandestinos y de la terrible experiencia de ver u or torturar a un ser querido.
Detuvieron a mi hijo Len el 19 de octubre de 1977 a las 20 horas. Tres horas despus se present en mi casa de Capital Federal un grupo integrado por doce personas que se identificaron como "fuerzas legales", y nos llevaron a mi esposo y a m en dos coches distintos. Nos vendaron, y despus de andar una hora entramos a un lugar donde nos engrilaron. All pude hablar con mi hijo, cuando iba a los baos. Estaba muy lastimado por la tortura y sin ropa, solamate en calzoncillos. Mi esposo fue golpeado, qued bastante mal y nos separaron. Estuve en esas condiciones ocho das, durante los cuales escuch gritar a mi hijo mientras lo torturaban, a pesar de la msica ensordecedora. Luego me dijeron que quedaba en libertad, y que mi hijo no estaba involucrado en nada, que no hiciera nada porque de lo contrario iban a aparecer los dos cadveres en la puerta de mi casa. Mi esposo apareci cuarenta das despus y cuando lo liberaron volvieron a decirle que nuestro hijo era inocente. Desde esa fecha hablamos cuatro veces por telfono con mi hijo, la ltima fue el 30 de marzo de 1978. A partir de entonces no volvimos a tener noticias de l. (Testimonio de Leon Gainaj, legajo N 1328). El da 28 de mayo de 1976, a las 6 de la maana, se presentaron en nuestro domicilio de Villa Adelina, provincia de Buenos Aires, personas de civil y armadas que alegaron pertenecer a la Polica Federal. Venan a buscar a nuestro hijo Francisco, pero como no lo encontraron decidieron llevarnos detenidos a mi esposa y a m. Fuimos encapuchados y esposados, nos llevaron en diferentes vehculos. Mi esposa fue liberada a los pocas horas y yo permanec cuatro das detenido en la Escuela de Mecnica de la Armada. Mi hijo fue secuestrado ese mismo da, una hora y media despus que nosotros en su lugar de trabajo. El primer da pude hablar con el dos veces y en los tres siguientes pude or sus gritos de dolor cuando lo torturaban. (Francisco Juan Blaton, legajo N 264, donde consta la denuncia de su desaparicin presentada por su padre). Personas mayores de 55 aos que permanecen desaparecidas
Miles de jvenes, cientos de lactantes, nios y adolescentes desaparecieron. Las personas llamadas de la tercera edad no estuvieron exentas de la represin y la tortura. Nuestro fichero registra 150 personas mayores de 55 aos de edad que desaparecieron a partir de marzo de 1976 Generalmente fueron secuestradas en sus domicilios, no pocas veces cumpliendo funcin de abuelos. Ni la avanzada edad, ni, en muchos casos, el precario estado de salud de las vctimas fueron respetados.
"No se preocupe, seora, que lo vamos a cuidar bien", me dijeron los hombres vestidos de fajina y de civil, muy armados, que entraron a nuestra casa y se llevaron a mi marido.
Vinieron el 28 de agosto de 1976 a las 2 y 30 hs. Buscaban a nuatra hija Mara Cristina, que haca cuatro aos que ya no viva con nosotros. Despus de revisar toda la casa dijeron que tenan que llevarse a mi esposo por ser el de ms edad (Legajo N 776).
Pedro Sols tena 77 aos. Era jubilado de la Polica Federal y se atenda constantemente en el Hospital Churruca pues padeca de arterioesclerosis e hipertensin arterial. (Legajo N 776).
Mi abuelo se encontraba en cama, apenas convaleciente de un infarto, con prescripcin de reposo absoluto. El 11 de junio de 1976, un grupo de hombres fuertemente armados, entraron a su domicilio buscando a Vctor, su hijo. Segn testigos del barrio, en el operativo participaron unos veinte automviles, algunos de ellos pertenecientes al Ejrcito. Mi abuelo, que tena 60 aos, era atendido por enfermera. A pesar de la intervencin de sta y del estado de salud de mi abuelo, los integrantes del grupo lo hicieron levantar y, a golpes, lo metieron en uno de los coches, sin permitirle llevar consigo sus medicinas indispensables. Antes de llevarlo le preguntaron reiteradamente por el domicilio de mi padre, Vctor Rafael Bruschtein. Desde ese momento no tuvimos ms noticias de mi abuelo. (Dr. Santiago Isaac Bruschtein, legajo N 1508).
Nelly Dupuy de Valladares (Legajo N 3103) tena 62 aos cuando fue detenida. Tena a su cargo a su nietito de un ao y ocho meses; el padre del nio, Carlos A. Valladares, estaba fuera del pas y su nuera estaba, desde haca un ao, detenida en Chaco. El 23 de abril de 1977, la Sra. de Valladares y su nietito Hctor fueron secuestrados de su domicilio de San Miguel de Tucumn. El nio fue entregado a las 48 horas a su ta en la sede central de la Polica Provincial. De la Sra. de Valladares no se supo nada ms. Hctor Germn Oesterheld (legajo N 143), guionista de profesin, naci el 23 de julio de 1919. Prcticamente no hay mayores datos de cmo fue detenido, pero fue visto, segn distintas personas que recuperaron su libertad, en Campo de Mayo, El Vesubio y El Sheraton Desapareci el da 27 de abril de 1977, cuando tena 59 aos. Eduardo Arias -psiclogo de 38 aos- fue una de las ltimas personas que lo vio con vida:
En noviembre de 1977 fui secuestrado y permanec desaparecido hasta enero de 1978. Hctor Oesterheld estaba all desde haca mucho tiempo. Su estado era terrible. Permanecimos juntos mucho tiempo. Uno de los momentos ms terribles fue cuando trajeron a su pequeo nieto de cinco aos. Esa criatura fue recogida tras la captura y muerte de la cuarta hija y el yerno de Hctor y la llevaron a aquel infierno (...) Uno de los recuerdos ms inolvidables que conservo de Hector se refiere a la Nochebuena del 77. Los guardianes nos dieron permiso para sacarnos las capuchas y para fumar un cigarrillo. Tambin nos permitieron hablar entre nosotros cinco minutos. Entonces Hctor dijo que por ser el ms viejo de todos los presos, quera saludar uno por uno a todos los presos que estbamos all. Nunca olvidar aquel ltimo apretn de manos. Hector Oesterheld tena sesenta aos cuando sucedieron estos hechos. Su estado fsico era muy, muy penoso. Ignoro cul pudo haber sido su suerte. Yo fui liberado en enero de 1978. El permaneca en aquel lugar. Nunca ms supe de l.
Otra situacin que habla de la crueldad de la represin es la experiencia vivida por Elsa Fernndez de Sanz (legajo N 7227). Tena 62 aos y vino del Uruguay pues su hija Ada estaba por tener familia. No pasaron dos das de su llegada cuando un grupo de personas vestidas de civil y armas allanan su domicilio. Ambas fueron detenidas y hasta el momento permanecen desaparecidas. Testimoniantes que se presentaron en esta Comisin afirman haberla visto en el denominado Pozo de Banfield"", donde fue brutalmente torturada a pesar de su edad y de su total sordera. Don Luis Alejandro Lescano (legajo N 6552) tena 64 aos cuando fue secuestrado. De larga militancia poltica en el Partido Radical, lleg a ser Diputado. Fue detenido en la va pblica en Santiago del Estero, luego de mantener una entrevista en una confitera. Intercedieron por l varios dirigentes de la Unin Civica Radical ante las autoridades de turno, pero fue intil. An permanece desaparecido. Quisiramos tener presente en esta parte del informe a un grupo de personas que por su trabajo en bsqueda de sus familiares fueron vctimas de secuestro y posterior desaparicin, en un operativo realizado por efectivos de la ESMA. Son los hechos relacionados con las reuniones de familiares y amigos en la Iglesia de Santa Cruz, del barrio
de San Cristbal, Capital Federal. De las 12 personas que fueron secuestradas, cuatro de ellas eran mayores de 50 aos. Se trata de Mara Eugenia Ponce de Bianco, 53 aos (legajo N 5740); Azucena Villaflor de Vincenti- Madre de Plaza de Mayo- 53 aos; Mara Esther Ballestrino de Careaga, 59 aos (legajo N 1396) y Leonie Duquet, 60 aos (monja francesa).
Vimos como hicieron el operativo en la casa de nuestro hijo menor (que an permanece desaparecido). Saquearon toda la casa y la destruyeron parcialmente. Luego nos vendaron los ojos y maniataron.
Luego de cambiarlos de vehculo pusieron a Raquel en la parte de atrs del mismo, agachada, y a Oscar encogido en el bal. Cuando llegaron al lugar de detencin:
Los calabozos eran de 1,20 por 2,50 m. aproximadamente. A mi mujer la colocaron con otras siete detenidas y a m con igual nmero de cautivos. Era insoportable el calor y el hedor. Nos daban una sola comida que ms pareca bazofia (era la nica salida del calabozo de 15 minutos durante las 24 horas)... En la madrugada del 3 de marzo (diez das despus), "aparecimos". Me arrojaron a m solo en un pastizal a unas 15 cuadras de la estacin de Glew, sin conocimiento, descalzo, cubierto con andrajos. Mi estado era calamitoso y debo haber estado al borde de la muerte. Camin penosamente hasta la casa de mi hijo mayor que viva por all, y encontr a mi esposa, sola en la casa, alucinada a tal punto que no me reconoca.
Oscar y Raquel estuvieron detenidos diez das Durante cinco das. Oscar fue picaneado y golpeado al punto de perder el conocimiento Hctor Mara Ballent (Legajo N 1277) haba sido Director de Ceremonial del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Fue secuestrado dos veces. La primera en el propio despacho del gobernador Saint-Jean, y la segunda en su domicilio. Tres personas de civil, una de ellas seguramente polica, lo invitaron a conversar en un automvil. Le ponen tela adhesiva en los ojos, lo encapuchan, le atan las manos en la espalda y lo tiran en una habitacin, dicindole ah tens otros amigos.
Al segundo da, estando tirado en el suelo y sin las mnimas condiciones de higiene, alimentacin y abrigo, llega a dicho lugar un oficial con el nombre de guerra "Roma", me levantan, me llevan y me desnudan, procediento a aplicarme la picana elctrica durante una hora.
El Sr. Ballent estuvo secuestrado-desaparecido en el Lugar de Reunin de Detenidos, llamado COT I Martnez, desde el 17 de mayo al 13 14 de julio de 1977. Su testimonio es por de ms claro y amplio sobre el infierno que fue vivir dos meses en este y otros L.R.D.
vivienda por los techos, se llevan al matrimonio formado por Mnica Protti de Guilln (legajo N 2252) y su esposo Enrique Guilln (legajo N 2253), este ltimo lisiado de una pierna. Desde todo punto de vista un operativo de secuestro de persona significa un estado de extrema indefensin. La impunidad, la desmesurada desproporcin de fuerzas empleadas, la nocturnidad y clandestinidad de los operativos, la demostracin de estar actuando en ejercicio de alguna autoridad pblica y la gran violencia ejercida, convierten a cualquier chupada"" en un huracn agresivo, imposible de contener. Qu decir entonces cuando se trata de disminuidos fsicos? Existi alguna diferencia en el trato de sufrido por las personas discapacitadas? El matrimonio Guilln fue visto en el CCD La Perla, despiadadamente torturado. Mientras sus padres los buscaban afanosamente, realizando imnumerables gestiones ante organismos nacionales e internacionaks, oficiales y privados, el pas subterrneo y clandestino no daba ninguna respuesta. En su desesperacin, los familiares tomaron contacto con un militar retirado, informante oficioso quien asegur que los chicos estan bien en La Perla, agregando tiempo despus que ya haban sido juzgados y que seran trasladados, sin aportar desde entonces ninguna otra informacin. Casi inmediatamente se produjo otro caso, esta vez en la Capital Federal. Tres personas, una de las cuales invlida, presenciaron en plena va pblica, en las barrancas de Belgrano, cuando personas de civil introdujeron en un Ford Falcon a Claudia Ins Grumberg (Legajo N 233), estudiante de sociologa que desde los cinco aos sufra de artritis deformante en todas sus articulaciones; dedos sin extensin, adems de una renguera evidente luego de diez aos de no poder caminar. Dos aos despus, los tres testigos, entre los que se encontraba Jos Liborio Poblete, seran tambin secuestrados. El General Videla contesta sobre este caso a unos periodistas ingleses: El caso de esta nia a quien Ud. hace referencia, que no conozco en detalle (se refiere a Claudia Ins Grumberg, presa por subversiva) entiendo que esta detenida a pesar de estar lisiada. Vuelvo a la parte inicial: el terrorista no slo es considerado tal por matar con un arma o colocar una bomba, sino tambin por activar a travs de ideas contrarias a nuestra civilizacin occidental y cristiana... (Gente, 22-12-77, Diario Popular, Clarn, La Opinin, Crnica y otros medios de difusin nacional con fecha 18-12-77). Claudia Ins Grumberg continua actualmente desaparecida. En la vspera de cumplir sus veinte aos, Rosa Ana Frigerio (Legajo N 6875) fue retirada de su casa en la calle Olavarra 4521 de la ciudad de Mar del Plata. El 25 de agosto de 1976 un grupo de personas armadas vestidas de civil cargaron en una camilla a esta joven y se la llevaron. En ese momento, la vctima de este secuestro tena todo su cuerpo enyesado por haber sido operada de la columna vertebral. Por investigaciones realizadas por la familia se tuvo conocimiento que se encontraba alojada en la Base Naval de Mar del Plata. Este hecho fue posteriormente ratificado por la contestacin de un hbeas corpus de fecha 25 de febrero de 1977, que confirmaba que Rosa Ana Frigerio se encontraba a disposicin del Poder Ejecutivo nacional, firmado por el nuevo Jefe de la Base, Capitn Juan Jos Lombardo. Este mismo cita a los padres de Rosa Ana el 31 de marzo de 1977 para notificarles que su hija haba sido muerta en un enfrentamiento el da 8 de marzo pasado, a las 3 de la madrugada. En esa oportunidad le entregaron a los familiares un papel escrito a lpiz con el nmero de una sepultura. Con fecha 4 de mayo de 1984 se dict la prisin preventiva del hoy Vice-Almirante Juan Jos Lombardo, en el juicio seguido por el homicidio de Rosa Ana Frigerio, ante el Juzgado Federal a cargo de Dr. Pedro Hooft. En la-ciudad de Rosario, en septiembre de 1977, desaparece el matrimonio formado por Mara Esther Ravelo Vega (Legajo N 3223) y Emilio Etelvino Vega (Legajo N 4372). Ambos son ciegos. La Sra. Alejandra Fernndez de Ravelo, al no tener noticia de su hija, concurre al domicilio de la calle Santiago N8 2815, donde vio:
Un camin del Ejrcito llevndose las ltimas cosas que quedaban en la casa, advirtindome los vecinos que no me acercara porque me iban a llevar a m tambin. Se llevaron todos los muebles, los artefactos del hogar, la ropa, una mquina para fabricacin de soda- actividad a la que se dedicaba mi yerno- y un camin con el que se reparta la soda. Tambin se robaron una perra gua, de raza ovejero alemn, que el matrimonio usaba como perro lazarillo...
Pese a la gran cantidad de diligencias realizadas, nunca se tuvo noticia alguna sobre el paradero de esta joven familia. El da 27 de octubre de 1977, la Sra. Juan Sigaloff de Nuguer y su hijo Hernn Gerardo Nuguer (Legajo N 1767) salen de su domicilio rumbo a sus respectivos trabajos, en un automvil marca Renault 6, adaptado para el manejo de una persona lisiada, ya que Hernn Gerardo sufra de parlisis en sus miembros inferiores. Mientras estaba poniendo en marcha el automvil, se le apare otro vehculo, con cuatro personas a bordo y del cual descienden tres de ellos, vestidos de civil , pero con botas borcegues, portando armas cort as y uno de ellos una ametralladora.
Hernn en ese momento entabla una conversacin con los mismos, pidindoles que se identifiquen, ante lo cual exhiben sus credenciales. (Todo esto es presenciado por un vecino, el Sr. Calleja, el almacenero y el encargado del edificio). Al ver las credenciales, Hernn Gerardo les manifiesta que en las mismas no consta identificacin alguna que los sindicara como personal dependiente de algn organismo de seguridad. Mientras tanto, los individuos abrieron las puertas del auto y ante la pregunta de su madre hacia dnde se lo llevaban, le contestaron al Departamento de Polica, metiendo inmediatamente a Hernn en el interior de un Ford Falcon, color marfil, cuyo nmero de chapa su madre anot en un papel ( posteriormente averigu que el mismo no perteneca a ese vehculo). La ltima imagen de su hijo fue verlo alejarse en el vehculo descripto, seguido por otro similar que oficiaba de escolta. Personas que se encontraban notoriamente impedidas de poder realizar movimiento alguno, no fueron por ello motivo de ninguna consideracin dentro de la metodologa empleada en la desaparicin forzada de personas. Tal el caso el Juan Di Bennardo (legado N 4500), metalrgico, de 26 aos de edad, quien es atropellado por un vehculo en la calle, e internado en terapia intensiva en el Hospital Alvear, el da 23 de abril de 1978, habindose programado una intervencin quirrgica para el da 15 de mayo de 1978. Tres das antes, por la noche, se presentaron algunos sujetos armados, vistiendo guardapolvos blancos, quienes obligaron a los pacientes internados en la sala 14 de Traumatologa a permanecer en sus camas, tapndose la cabeza con las sbanas. Estos sujetos colocaron a Juan en una camilla y se lo llevaron en una ambulancia. Su madre recibi un llamado telefnico de un liberado, quien dijo que haba sido detenido en un Hospital de La Plata y que luego, durante su cautiverio, haba conocido a Juan Di Bennardo, sin dar precisiones del lugar de detencin. Tiempo despus sigui recibiendo llamados, en uno de los cuales le contaron que Juan estaba en el C.C.D. El Olimpo. Nunca ms se supo algo de l. Jos Liborio Poblete (Legajo N 3684) es chileno, tcnico tornero. Tuvo la desgracia de perder sus dos piernas a causa de un accidente automovilstico y la felicidad de casarse con Gertrudis Mara Hlaczik (Legajo N 3685), a quien haba conocido en un centro de rehabilitacin del Barrio de Belgrano. Gertrudis lo hizo padre de una criatura, Claudia Victoria (Legajo N 3686), que tena 8 meses de edad el 28 de noviembre de 1978, cuando fue secuestrada en la va pblica en Plaza Once, en la Capital Federal. Mientras tanto ocurre lo mismo con su familia. Un grupo de hombres con uniformes de la Polica de la Provinciade la Brigada de Lans, por posteriores investigaciones- allana su domicilio en la localidad de Guernica, sacando del mismo a su esposa que llevaba en brazos a Claudia Victoria, introduciendo a ambas en uno de los patrulleros. Luego llega otro grupo uniformado al mismo domicilio con un camin del Ejrcito y saquean y destruyen parcialmente la casa. Al mes siguiente Gertrudis se comunica telefnicamente con su madre y le pregunta si le haban entregado a su pequea hijita. La Sra. de Hlaczik le pregunt entonces si se encontraba bien, o si la estaban obligando a decir algo, y antes que Gertrudis pudiera contestar, una voz masculina le dice: MODERE SUS PALABRAS, su hija esta mejor que el resto de sus compaeras. Ac no estamos en Rusia, interrumpindose la comunicacin. Nunca se obtuvo informacin oficial sobre el paradero de esta familia. Hoy, por el relato de algunos liberados del C.C.D. Olimpo: E. Ghezan (Legajo N 4151), S. Caride (Legajo N 4152), E. Lombardo (Legajo N 3890) y Mnica Brull de Guilln (Legajo N 5452), entre otros, se conoce la suerte corrida por ellos. La nia slo permaneci dos das en el Olimpo, al cabo de los cuales fue retirada con destino incierto Tanto Gertrudis como Jos Liborio- a quien los represores apodaban Cortito, burlndose de la falta de sus piernas- fueron brutalmente torturados. A ella la pasearon desnuda, arrastrndola de los pelos mientras la castigaban; a su marido lo recuerdan cuando lo vean pasar por el bao todos los das arrastrndose sobre sus manos, ya que no tena piernas y le haban sacado la silla de ruedas. En el testimonio de dos personas que estuvieron en el Olimpo, publicado por Amnesty International y luego receptado por esta Comisin, se afirma que en uno de los traslados del ao 1979, Jos Liborio Poblete es sacado en su silla de ruedas; dos das despus vimos la silla tirada en un rincn de la playa de estacionamiento. Gertrudis Marta Hlaczik de Poblete fue vista por ltima vez el 28 de enero de 1979. Claudia Victoria Poblete continua desaparecida desde el da de su secuestro. En el mismo lugar estuvo otro lisiado: Gilberto Renguel Ponce (Legajo N 5254), quien es secuestrado mientras esperaba un tren en la estacin de Ciudadela, a las 16 hs. del 7 de diciembre de 1978. Diez personas, entre las cuales -lo supo luego- estaban los apodados Paco, Turco Julin y Colores, lo tiraron sobre una balanza que haba en la estacin, lo golpearon y lo condujeron esposado a un auto estacionado del otro lado de la Avda Rivadavia.
Al rato me hacen hablar con Gertrudis, esposa de Poblete, quien me dice que hable porque estbamos todos presos. Como no tena nada que decir, los represores comienzan a castigarme con latigazos. Luego escucho que uno ordena que me lleven a la mquina, entonces me arrastran de los pelos hacia otra habitacin y me tiran sobre una superficie dura, que podra ser una plancha de acero. All me atan y comienzan a aplicarme la picana por todas las partes del cuerpo: por el pecho, la boca, en la lengua, en los testculos y en el ano. Mientras, me preguntan dnde guardaba las armas y me amenazaban con matar a mi hijo y a mi esposa que estaba embarazada.
Antes que pueda recuperarse, el Turco Julin lo levanta y lo sienta en una silla con un papel, para que escribiera todo lo que saba.
Anot los nombres de los compaeros que conoca y que no desarrollabamos ninguna actividad subversiva, ya que el grupo Cristianos para la Liberacin, de orientacin peronista, se dedicaba a la divulgacin de dicha doctrina poltica y a ayudar y trabajar por las necesidades de los discapacitados. Los represores me decan que ramos utilizados por el sionismo internacional y que los judos nos haban engaado.
Gilberto Renguel Ponce fue liberado el 21 de diciembre de 1978, con la obligacin de llamar por telfono todos los das el nmero 58-4778. El mismo da de la desaparicin de Gilberto Ponce, a las 18.30 hs., mientras caminaba por la calle Cangallo en direccin a Pasteur, Mnica Brull de Guilln (Legajo N 5452), no vidente, que viva con su esposo y su pequedo hijo, sinti que la tomaban del brazo y escuch una voz masculina que le deca ven que te cruzo. Le respondi que no tena intencin de hacerlo, a lo que el otro con la ayuda de un tercero le replica cruza que ya perdiste.... La subieron a un auto y durante el trayecto de unos veinte minutos, uno de los sujetos que se identific como Clavel la interrog sobre sus actividades, a lo que ella respondi que desde el ao 1973 particip de un grupo de discapacitados que hacemos tareas sociales y vecinales con personas que estan en mi misma situacin y que nos conocemos del Instituto Nacional de Rehabilitacin, ubicado en la calle Echeverra al 900... En el Centro de detencin clandestino -que no es otro que El Olimpo- el Turco Julin le pregunta si en su casa tena el mimegrafo de los lisiados contestndole ella que s. A continuacin le pregunta qu nivel tena. Mnica niega que tuviera alguno.
Entonces Julin dice que me lleven a la mquina, apareciendo unos monos que me llevan a una habitacin y me comienzan a golpear porque me niego a desvestirme. Uno me arranca la camisa y me tiran sobre la plancha metlica donde me atan los pies y las manos. Les digo que estoy embarazada de dos meses y el "Turco Julin" me contesta: -si fulana aguant la mquina estando embarazada de seis meses, vos vas a aguantar, adems vilenla, ordena. Los torturadores se ensaaban conmigo cada vez ms, por dos razones: porque era de familia juda y porque no lloraba, cosa que los exasperaba.
Durante una prolongada sesin de tortura, en la que le preguntaban donde se encontraba su esposo Juan Agustin Guilln (Legajo N 5339):
...termino dando la direccin de mi casa. Me dicen que si les miento mataran a mi hijito. Me preguntaban sobre la estructura de la vivienda, si Juan ofrecera resistencia, si tena fierros... yo les dije que tena poca posibilidad de resistir, ya que mi marido tambin era discapacitado. Cuando capturaron a mi marido se llevan con ellos a mi hijito .
El sbado 9 de diciembre, Soler, hacindose pasar por el capitn Echeverra, le llev el beb a la madre de Mnica y le explic que su hija y su yerno estaban detenidos pero que no se trataba de una cuestin policial, estn a disposicin de las fuerzas legales porque son subversivos, aconsejndole que no haga la denuncia. El da 21 de diciembre de 1978 Mnica Brull de Guilln y su esposo Juan Agustin Guilln son liberados. Como consecuencia de los golpes, castigos y tratamiento al que se la someti, Mnica perdi su embarazo. Luego supo por su esposo que el beb en gestacin tena un bracito atrofiado.
E. Religiosos
No parecer reiterativo afirmar una vez ms que el drama de la represin ilegal en la Argentina alcanz a todos y a cada uno de los sectores de la comunidad. Tanto la grey catlica como las otras confesiones fueron tambin protagonistas, a travs de sus miembros religiosos o laicos. El terrorismo de Estado persigui con significativo ensaamiento a los religiosos que estaban comprometidos con la causa de los ms carenciados y con aquellos que sostenan una actitud de denuncia frente a la violacin sistemtica de los Derechos Humanos. As fue como sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas, catequistas, etc., y miembros de otras confesiones, sufrieron el azote del secuestro, vejaciones, torturas y en muchos casos, la muerte.
Para Navidad de 1977 se reforzaron las medidas de seguridad internas y ocurri algo inaudito. Alrededor de 15 prisioneros fuimos llevados a una Misa oficiada en el Casino de Oficiales de la E.S.M.A. En el hall del saln de los dormitorios haban levantado un altar sencillo y haban colocado bancos. Todos estbamos engrillados, esposados con las manos detrs de la espalda y encapuchados. Nos sacaron las capuchas y el Capitn Acosta nos dijo que para celebrarse la fiesta de Navidad cristiana haban decidido que pudisemos or misa, confesarnos y comulgar los que ramos creyentes y los que no lo fueran para que tuviesen tranquilidad espiritual y pensramos todos que la vida y la paz son posibles, que la Escuela de Mecnica todo lo poda hacer. Entre tanto se oan gritos de los que eran torturados y el ruido de las cadenas arrastradas de los que eran llevados al bao en la seccin Capucha. En mi caso, mi formacin cristiana y la presin de todo lo que estaba viviendo hizo que me confesara. All, nos pusieron la capucha (Testimonio de Lisandro Ral Cubas, Legajo N 6974). En una fecha prxima al 24 de diciembre de 1976, se hizo presente el Almirante Massera junto con el Contralmirante Chamorro, el Capitn Acosta y algunos miembros del Grupo de Tarea 3. En esa oportunidad, exhibiendo un cinismo e hipocresa sin lmites, ante una treintena de prisioneros con sus piernas sujetas con grilletas, nos dese Feliz Navidad (Testimonio de Graciela Daleo y Andrs Castillo, Legajo N 4816). ...antes de permitirnos acostar en el suelo para dormir, el personal de guardia nos obligaba a rezar en voz alta un Padre Nuestro, un Ave Mara, a la vez que nos exhortaban a dar las gracias a Dios porque han vivido un da ms y tambin para que ese da no fuese el ltimo. Despus nos acostbamos (Testimonio de Juan Martin, Legajo N 440). ...Luego sufridos simulacros de muerte: uno por fusilamiento y el otro, por envenenamiento. Previamente a esos simulacros me preguntaron si quera rezar y me ofrecieron un rosario. Por el tacto (conservaba los ojos vendados) pude reconocer que el objeto que me haban dado no era un rosario sino la cruz que mi hija llevaba siempre al cuello (un objeto muy caracterstico de tipo artesanal). Entend que se trataba de un modo sdico de anunciarme que mi hija tambin se encontraba all. Yo rezaba y lloraba. Entonces me respondan con obscenidades, amenazas y gritos. Decan: "Callate. Esto te pasa por andar con ese barbudo, con ese p... (se referan a Jesucristo). Por eso estan as ahora" (Testimonio de Leonor Isabel Alonso, Legajo N 5263).
...Nos llevaron a la Comisara 36 de la Polica Federal de Villa Soldati... Cuando gritaba ellos silbaban, hacan ruido para tapar los gritos. Despus me llevaron a un calabozo y al rato vinieron otros a decirme que iba a los militares, que iba a ver que los romanos no saban nada cuando perseguan a los primeros cristianos en comparacin con los militares argentinos (Testimonio del Sacerdote Patrick Rice, Legajo N 6976). Por medio de una amiga que trabaja en una empresa privada donde pedan informes al SIDE para tomar empleados, mamd el dato de Mara Leonor y la respuesta deca detenida en el operativo antijesuita en Mendoza...Habl con el Padre Iaqui de Azpiazu y l averigu por un militar conocido que el operativo haba existido pero no poda el dar ms informacin. (Denuncia de la desaparicin de Mara Leonor Mercuri Monz formulada por su madre Dolores Monz de Mercuri, Legajo N 378). Sin embargo los torturadores se hallaban aparentemente confundidos, sin mayores datos sobre el tema del interrogatorio fundamentalmente la Iglesia. Cuando supieron que era catlico, me hicieron rezar y que hiciese rezar a todos los presos, lo que culmin violentamente cuando peda por aquellos que nos tenan secuestrados. (Testimonio de Nstor Busso, Legajo N 2095). ...la persona que me interrogaba perdi la paciencia, se enoj dicindome: Vos no sos un guerrillero, no ests en la violencia, pero vos no te diste cuenta que al irte a vivir all (en la villa) con tu cultura, uns a la gente, uns a los pobres y unir a los pobres es subversin. Alrededor de los das 17 18 volvi el otro hombre que me haba tratado respetuosamente en el interrogatorio y me dijo: ...usted es un cura idealista, un mstico, dira yo, un cura piola, solamente tiene un error que es haber interpretado demasiado materialmente la doctrina de Cristo. Cristo habla de los pobres, pero cuando habla de los pobres habla de los pobres de espritu y usted hizo una interpretacin materialista de eso , y se ha ido a vivir con los pobres materialmente . En la Argentina, los pobres de espritu son los ricos y usted, en adelante, deber dedicarse a ayudar ms a los ricos que son los que realmente estn necesitados espiritualmente. (Testimonio del sacerdote Orlando Virgilio Yorio, Legajo N 6328). ...Ya saba que me encontraba en la tristemente clebre Escuela de Mecnica de la Armada. Permaneca en aquel stano durante ocho meses de los cuales los cuatro ltimos me llevaban a dormir al altillo. Descubri all el horror de Capucha que hasta ese momento slo conoca por referencia. En el stano vi llegar a secuestrados, viva en medio de los gritos de la tortura, conoca el llanto de recin nacidos en cautiverio. Supe de verdad lo que era la guerra sucia llevada adelante por seres que decidan el destino de una vida como si se tratara tan slo de un nmero, guiados -segn decan- por la mano de Dios que la haha encomendado "la gran tarea". (Testimonio de Nilda Noem Actis Goretta, Legajo N 6321) ...En una oportunidbd se present en la crcel el Obispo Witte acompaado por el Capitn Marc quien llevaba en sus brazos al hijo de Graciela Borelli, nacido en
cautiverio, estando ella detenida en otro sector de la misma crcel; el Obispo nos dio una misa a los detenidos quienes ramos tenidos del brazo por un guardia crcel durante el oficio religioso; terminada la misa el Obispo procedi a entregar a cada detenido una medalla y un abrazo que nos enviaba el Papa Paulo VI a los presos polticos. Al darle el abrazo le dije al odo al Obispo que avisara a mi familia que me encontraba en ese lugar, que estaba bien y que no se preocuparan; mi familia nunca recibi el mensaje... (Testimonio de Plutarco Antonio Schaller, Legajo N 4952) Vctimas
La lista que sigue no es completa. Recoge los casos de desapariciones de religiosos acaecida en el pas de los que esta Comisin tiene conocimientos a travs de testimonios prestados en ella o de fuentes merecedoras de la ms alta credibilidad. 1) Adur, Jorge Oscar.- Sacerdote asuncionista, prroco de Nuestra Senora de la Unidad (La Lucila), salio del pas en 1976, fue secuestrado en Brasil, en julio de 1980, su caso fue denunciado por la Conferencia Episcopal Brasilea.
...vino a interrogarme el mismo que lo hiciera en la Escuela de Mecnica de la Armada... cuando estaba dormido, resuerco muy bien su voz. Me interrog sobre si conoca al Padre Jorge Adur, preguntndome con quin viva, le conteste que el Padre viva con tres estudiantes ( seminaristas) en una casa del barrio La Manuelita, que era un barrio muy pobre. En ese momento al interrogador se le escap: nosotros encontramos dos solamente. (Testimonio del Sacerdote Orlando Virgilio Yorio, Legajo N 6328). ...otro grupo queda esperando a Jorge Adur (Legajo N 2204, denuncia de Gerardo C. Butrn).
2) Baccini, Hctor Federico.- Ex seminarista, organista, fue secuestrado en La Plata el 25 de noviembre de 1976. (Legajo N 2328). 3) Bustos, Carlos Armando.- Sacerdote de los Franciscanos Capuchinos (estaba por ingresar en la Fraternidad del Evangelio) (Padre Carlos de Foucauld). El Padre Carlos Bustos trabajaba como taxista. Fue secuestrado en la calle por policas de civil cuando se diriga a escuchar misa en la Baslica de Pompeya, el 9 de abril de 1977. Haba recibido amenazas contra su vida. 4) Boinchenko, Vctor.- Pastor protestante, oriundo de Cosqun, fue secuestrado en Crdoba el 3 de abril de 1976, segn Luis Manzanelli estuvo en La Perla, trasladado. (Testimonio de Teresa Celia Meschiati, N 21) 5) Corsiglia, Hugo Arnaldo.- Religioso catlico secuestrado el 10 de agosto de 1977 en la provincia de Buenos Aires (legajo N 3418) 6) Di Pietro, Carlos Antonio.- Seminarista y religioso asuncionista secuestrado el 4 de junio de 1976 en San Miguel (Bs.As.). Viva en la Comunidad de los Religiosos Asuncionistas ubicada en el barrio La Manuelita, de San Miguel, de donde fue sacado por civiles y uniformados, segn testimonio de los vecinos, a la vez que preguntaban por el Padre Jorge (Adur). (Testimonio de Ins Rodrguez, Legajo N 2204, de fecha 12 de julio de 1984 prestado ante esta Comisin).
Fui avisado por una monja Filomena que viva a la vuelta de la casa de las vctimas (el otro secuestrado era el seminarista Ral Eduardo Rodrguez). Salgo de mi casa y camino una cuadra y media desde donde observo el operativo (Testimonio de Jesus Oscar Ahumada prestado ante esta Comisin el 30 de mayo de 1981, Legajo N 2204). Se llevan a Raul Eduardo Rodrguez y a Carlos Antonio Di Pietro, otro grupo queda esperando a Jorge Adur. La Congregacin hizo algunas averiguaciones pero lo nico que pudieron averiguar fue que el operativo lo hizo la Marina. La situacin se agrav cuando Jorge Adur sale del pas y hace declaraciones en Europa.
...Lo mismo sucedi con las religiosas francesas Alice Domon y Leonie Rene Duquet. Tuve oportunidad personal de hablar con la hermana Alice, ya que fue llevada junto con la hermana Rene al tercer piso del Casino de Oficiales de la ESMA, lugar donde me encontraba cautivo. Esto ocurre alrededor del 11 12 de diciembre. Es cuando me cuenta que haba sido secuestrada en una iglesia, conjuntamente con familiares de desaparecidos. Luego supe que eran 13 personas; las hermanas estaban muy golpeadas y dbiles, ya que para llevar al bao a la hermana Alice tenan que sostenerla dos guardias. Le pregunte si la haban torturado y me contest afirmativamente: la haban atado a una cama totalmente desnuda y le haban aplicado la picana por todo el cuerpo; adems dijo que despus la haban obligado a escribir una carta a la Superiora de su Congregacin, la escribi en francs bajo constante tortura, y posteriormente le sacaron una foto a ambas, sentadas junto a una mesa. Las fotos les fueron sacadas en el mismo lugar donde las torturaron: el subsuelo de Casino del Oficiales. Las hermanas estuvieron en ESMA unos diez das, torturadas e interrogadas. Luego fueron trasladadas junto con las once personas restantes. Los rumores internos fundamentados por el apresuramiento con que se sac de all a estas personas, indicaban el asesinato de las mismas. (Testimonio de Horacio Domingo Maggio, Legajo N 4450). Cayeron alrededor de 10 12 familiares, entre ellos la Hermana francesa Alice Domon. Ms tarde fue llevada tambien a la ESMA la hermana Renne Duquet, de la misma Congregacin religiosa que la hermana Alice. A la hermana Rene la alojaron en "Capuchita". Las hermanas Alice y Rene fueron salvajemente torturadas, especialmente la primera. La conducta de ellas fue admirable. Hasta en sus peores momentos de dolor, la Hermana Alice que estaba en "Capucha"- preguntaba por la suerte de sus compaeros y en el colmo de la irona- en forma particular por el muchachito rubio, que no era otro que el Teniente de Fragata Astiz (quien se haba infiltrado en el grupo hacindose pasar por familiar de un desaparecido)... A punta de pistola la oblig a la hermana Alice a redactar una carta de su puo y letra... Para coronar esa parodia se les tom (a ambas Hermanas) fotografas en el propio laboratorio fotogrfico de la ESMA, en las que aparecan sentadas delante de una mesa con un cartel del Partido Montonero atrs. Las Hemanas Alice y Rene fueron trasladadas y junto con ellas los familiares secuestrados en la misma circunstancia. (Testimonio de Lisandro Ral Cubas, Legajo N 6974).
8) Duquet, Lonie Rene.- Religiosa francesa de las Misiones Extranjeras, de Pars, de 60 aos, catequista de Castelar, secuestrada, ya citada, el 10 de diciembre de 1977 en Ramos Meja (Bs. As.). Estuvo prisionera en la Escuela de Mecnica de la Armada, torturada y posteriormente trasladada. (Testimonios de Horacio Domingo Maggio y de Lisandro Raul Cubas). 9) Fourcade.- Sacerdote secuestrado el 8 de marzo de 1976. Estuvo en el Campo de La Ribera. Trasladado (Testimonio de Teresa Celia Meschiati, Legajo N 4279). 10) Gadea, Anbal.-Seminarista catlico secuestrado en 1977. 11) Galli, Jorge.- Sacerdote, fue secuestrado en 1976, en San Nicols, (Bs. As.) 12) Gervan, Luis Oscar.- Religioso catlico, fue secuestrado el 4 de noviembre de 1976 en Tucumn.
Vctimas: Continuacin
13) Gazarri, Pablo Mara.-Sacerdote. Trabajaba en la Parroquia de Nuestra Seora del Carmen de Villa Urquiza (Capital Federal), y estaba por ingresar en la Fraternidad del Evangelio (Padre Carlos de Foucauld), para la cual se
haba postulado con el fin de dedicarse ms al apostolado entre los pobres. El Padre Gazzarri fue secuestrado el 27 de noviembre de 1976. Segn testigos, fue interceptado en la calle, cerca de la casa de sus padres, por personas que vestan uniforme de polica. Haba recibido amenazas contra su vida, especialmente despus de la masacre de los Padres Palotinos. Siendo seminarista, tuvo como asesor espriritual al actual Cardenal Eduardo Pironio, quien luego del secuestro trat intilmente de obtener informes de parte de las autoridades argentinas. Fue visto prisionero en la Escuela de Mecnica de la Armada y fue trasladado en los primeros das de enero de 1977.
El sacerdote Pablo Gazzarri fue secuestrado en noviembre de 1976 y brutalmente torturado. Tuve conocimiento de l porque lo comentaban los guardias. Estaba en el camarote del fondo de la L de Capucha. Lo pusieron luego en el suelo cerca de m, donde le coment lo de la misa en el segundo piso y le "ped asesoramiento espiritual que no me pudo dar ya que para la primera semana del 77 fue "trasladado". (Testimonio de Lisandro Ralil Cubas, Legajo N 6974)
14) Jalics, Francisco.- Sacerdote jesuita, fue secuestrado el 23 de mayo de de 1976 en el Barrio Rivadavia (en el lfinite con la villa del Bajo Flores). Estuvo prisionero en E.S.M.A. y posteriormente en una casa de Don Torcuato. Fue liberado el 23 de octubre de 1976 junto al padre Yorio, sacerdote de la misma Comunidad. Sali del pas.
Tambin estaba conmigo el Padre Jalics, otro integrante de la Comunidad... Comienzo a conversar con el Padre Jalics quien me cuenta que durante el operativo de la detencin de ambos, le vio a uno de los participantes un ancla en el cinto, y que estando detenido, en ocasin de celebrarse el 25 de Mayo, hubo algo as como una formacin all afuera y pudo escuchar un discurso que se iniciaba con... de la Escuela de Mecnica de la Armada... Junto al Padre Jalics sacamos la conclusin de que habamos sido sacados de la E.S.M.A. Me di cuenta de que estaba en campo abierto (lo haban liberado), recin me anim a quitarme la venda, mir las estrellas, adems el Padre Jalics estaba a mi lado... (nos dej un helicptero). (Testimonio del Sacerdote Orlando Virgilio Yorio, Legajo N 6328)
15) Isla Casares, Juan Ignacio.-Seminarista obrero de la Parroquia Nuestra Seora de la Unidad (Olivos), de donde era prroco el Padre Jorge Adur. Fue secuestrado (y posiblemente asesinado) el 4 de junio de 1976 en Boulogne, Partido de San Isidro, Bs. As. Marcelo, el hermano-menor de la vctima, a quien tenan prisionero dentro de un coche, presenci el tiroteo y vio que ponan un cuerpo en el bal del mismo automvil.
...Me dicen que me quede quieto o me balearn. Portaban armas largas (ametralladoras porttiles). Se oye una rfaga de ametralladora y un grito de voz masculina... espiaba por el vidrio de atrs, vi que abran el bal e introducan un cuerpo... yo iba en el auto con una persona a quien todos decan "mayor". El acompaante del "mayor", que tambin viajaba en ese auto, antes de ascender limpi sangre de sus manos con un trapo... (Testimonio de Marcelo Isla Casares, Legajo N 2203)
16) Lopez, Mauricio Amilcar.-Pastor protestante, fue rector de la Universidad de San Luis y perteneca al Consejo Mundial de Iglesias como delegado ejecutivo. Secuestrado en Mendoza el 1 de enero de 1977, fue sacado de su casa en presencia de su familia (madre y hermanos, a quienes maniataron) por un grupo de hombres fuerte ent e armados, los que adems se llevaron una suma de dinero, objetos de valor y documentacin personal de la vctima. El Consejo Mundial de Iglesias exhort al General Videla a ubicar el paradero del pastor. 17) Rodrguez, Raul Eduardo.-Religioso asuncionista, seminarista de la Congregacin de la Sagrada Familia (Dicesis de San Isidro), fue secuestrado el 4 de junio de 1976, junto al seminarista Carlos Di Pietro, en la Comunidad de los Religiosos Asuncionistas ubicada en el Barrio La Manuelita, San Miguel (Bs. As.). Realizaba trabajo pastoral en Villas de Emergencia y era estudiante de teologa. 18) Rougi, Nelio.-Sacerdote de Hermanitos del Evangelio, fue secuestrado en septiembre de 1975 en Tucumn, cuando viajaba desde Crdoba. 19) Rice, Patrick.-Sacerdote catlico de nacionalidad irlandesa secuestrado el 12 de octubre de 1976 en la Capital Federal. Liberado el 3 de diciembre de 1976 en que sali del pas custodiado hasta que parti el avin. Estuvo como detenido-desaparecido y luego fue legalizado. Fue brbaramente torturado.
...All siempre se tena que andar con los ojos vendados. Luego me interrog una persona, me pregunt cmo haba recibido las heridas que tena. Le dije lo que me haba pasado y me contest que de ahora en adelante me haba cado por una escalera, si no deca eso iba a terminar en el fondo del ro con un pedazo de hormign. Despus me sacaron una declaracin que firm... (Testimonio de Patrick Rice, Legajo N 6976).
20) Silva Iribarnegaray, Mauricio Kleber.-Sacerdote salesiano uruguayo, vino a la Argentina en 1970 para entrar en la Fraternidad del Evangelio (Padre Carlos de Foucauld). Trabajaba como obrero de la Municipalidad de Buenos Aires, en la limpieza de calles, ya que la orientacin de la Fraternidad indica que sus miembros se desempeen en la misma actividad donde realizan su apostolado. El 14 de junio de 1977, el Padre Silva se encontraba barriendo la calle cuando gente de civil armada que se indentific como perteneciente a la polica y que iba dentro de un Ford Falcon blanco, pregunt a otros barrenderos dnde trabajaba aqul. Una testigo vio cmo lo metan en un coche con las misma caractersticas. En la tarde del da siguiente al secuestro, cuatro hombres que dijeron ser miembros de la Fuerzas Armadas y uno que dijo ser el Juez militar que intervena en el caso Sil va, interrogaron sobre l a los vecinos y a los Hermanos. Para el Hermano Cara, result muy claro que esos hombres ya haban hablado con la vctima, ya que saban todo con exactitud acerca de la Fraternidad y haban llevado con ellos a un traductor del francs; estaban particularmente interesados en las ideas polticas de Mauricio Silva. Al da siguiente fue presentado un recurso de hbeas corpus el que no tuvo resultado positivo. Hacia fines de julio se supo en crculos eclesisticos que Silva estaba en Campo de Mayo y que haba sido brbaramente torturado. Semanas ms tarde fue transferido a algn lugar de La Plata. Desde ese momento, no se tuvo ms noticias de l, suponindose lo peor. (Repression of a religious community in Argentina, publicado por la Fraternidad del Evangelio (Padre Carlos de Foucauld), preparado por Fraternity of the Gospd, New York, abril de 1978). 21) Solan, Henri de.-Hermano de la Fraternidad del Evangelio (Padre Carlos de Foucauld), quien desde haca tiempo trabajaba en la Provincia de Corrientes, fue detenido en septiembre de 1976 y deportado a Francia en febrero de 1978. Despus de esos doce meses de detencin fue finalmente acusado de facilitar el uso de una mquina de escribir a un grupo opositor al gobierno (Repressin of a religious community in Argentina. Pub. Fraternidad del Evangelio, abril de 1978). 22) Weeks, James.-Sacerdote norteamericano, fue secuestrado el 3 de agosto de 1976 junto con 5 seminaristas, en Crdoba. Liberado, sale del pas.
Tanto los 5 seminaristas como el Padre Weeks fueron interrogados por el Coronel Fierro y el Suboficial retirado "Cura" o "Magaldi", posiblemente hayan estado en el campo de La Ribera. Cuando me detienen el 25 de setiembre de 1976, la primera persona que vino a verme fue el Coronel Fierro, quera saber si el Reverendo Weeks tena conexin con la organizacin Montoneros. Me dice que era el Destacamento de Inteligencia 141 el que haba secuestrado a los 5 seminaristas y a Weeks y que lo pensaban matar pero que al interceder el embajador norteamericano por Weeks, lo haban tenido que dejar salir del pas. (Testimonio de Teresa Celia Meschiati, Legajo N 21)
23) Yorio, Orlando Virgilio.-Sacerdote jesuita, fue secuestrado el 23 de mayo de 1976 en su casa del Barrio Rivadavia, lmite con la villa del Barrio de Flores, y liberado el 23 de octubre del mismo ao. Durante es elapso estuvo en calidad de detenido-desaparecido, junto con el Padre Vctor Jalics. Ambos estuvieron prisioneros en la Escuela de Mecnica de la Armada y posteriormente en una casa situada en Don Torcuato.
En determinado momento del interrogatorio se pusieron a discutir entre ellos, pude escuchar que comentaban la conveniencia o no de un rastrilleo en la villa, por lo que supongo que estaba en sus intenciones hacerlo. Supuse que eran de Aeronatica o Marina, oficiales, por el lenguaje que utilizaban... senta que estaba en un stano, permaneciendo en el suelo, siempre con la capucha, sent como que en el lugar haba mucha gente y haba alguien que cuidaba.... vienen y me atan las manos por detrs,... me ponen grillos en los dos pies con candados a una bala de cann y me dejan encerrado en ese lugar que es muy pequeo. .. pido para ir al bao y no me hacen caso... as permanezco unos dos o tres das sin tomar agua, sin comer, a veces entran para insultarme, para amenazarme de muerte, me decan que no era sacerdote... empec a
pensar que me encontraba en la Escuela de Mecnica de la Armada por los ruidos que escuchaba, paso de trenes y de aviones que volaban muy bajo... Pasado el 25 de mayo vinieron a darme una inyeccin en la nalga, pude sentir el ruidito como de un grabador y seguidamente comenc a dormirme... me llevaron subiendo un ascensor uno o dos pisos, a un lugar grande donde haba mucha gente tirada en el suelo, se oan ruidos de cadenas y de tanques de agua que se llenaban... pude or gente que se quejaba... me sacan afuera y me introducen en un auto... en ese momento deduje que era la puerta de rejas de la Escuela de Mecnica de la Armada... se comunicaron por radio, a una pregunta la contestacin fue "a su popa". Al otro da vino un hombre, era el mismo que me haba preguntado por Monica Quinteiro... nos pregunt si nos habamos dado cuenta de quin nos haba tomado, y el Padre Jalics le contest: "La Escuela de Mecnica de la Armada", y el interrogador asinti diciendo: "...sepan que esto es una guerra y en una guerra a veces pagan justos por pecadores... sepan que entre nosotros hay problemas, que entre nosotros hay gente que slo quiere matar como esa persona de gamuln que particip en el operativo que los captur. Al cabo de cinco meses, el 23 de octubre, a eso de las 5 de la tarde nos dan una inyeccin... noto que me marea un poco, nos cargan en una camioneta, anduvimos no s cunto, nos dieron otra inyeccin, y ms tarde otra... y no puedo recordar ms, quisimos incorporarnos, nos camos... despertamos cuando empezaba a haber luz... caminamos algo ms de un kilmetro, hasta que encontramos un ranchito, golpeamos y un pasano nos atendi: "s, yo antes de ayer vi un helicptero que baj a la tarde", dijo. Le preguntamos dnde estbamos, nos dijo que en Cauelas El 25 de ocyubre se reuna la Conferencia Episcopal... (Testimonio del Sacerdote Orlando Virgilio Yorio, Legajo N 6328)
24) San Cristbal, Julio.-Hermano de La Salle, fue secuestrado el 5 de febrero de 1976. (Tiempo Latinoamericano N 4 - Crdoba).
El caso de los Padres Palotinos A mediados de 1976, fueron asesinados tres sacerdotes y dos seminaristas de la orden los Palotinos, que vivan en una parroquia en Buenos Aires, el teniente Perna particip en esta operacin, segn sus propios dichos jactanciosos. (Testimonio de Graciela Daleo y Andrs Castillo, Legajo N 4816).
En la madrugada del 4 de julio de 1976, fueron asesinados los sacerdotes de la comunidad palotina de San Patricio Alfredo Leaden, Pedro Duffau y Alfredo Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti. Los religiosos fueron muertos a tiros en la Parroquia de San Patricio del barrio de Belgrano. El Padre Alfredo Leaden, de 57 aos, era delegado de la Congregacin de los Palotinos Irlandeses; el Padre Pedro Duffau, de 65 aos, era profesor; el Padre Alfredo Kelly, de 40 aos, era director del Seminario de Cataquesis en Belgrano y profesor en el Colegio de las Esclavas del Santsimo Sacramento; Salvador Barbeito, de 24 aos, era seminarista, profesor de filosofa, psicologa y catequista adems de rector del Colegio San Marn; Emilio Barletti, de 25 aos, era seminarista y profesor. Tanto amigos como feligreses de los religiosos asesinados coincidieron en que stos haban predicado siempre la paz y condenaban la violencia. La noche del crimen, personas del vecindario vieron un automvil Peugeot negro largamente estacionado frente a la Parroquia, con cuatro hombres adentro, y tambin un patrullero que se detuvo junto a ellos y luego se alej. Seguramente los asesinos aguardaban que se encontrasen en la parroquia todos sus moradores para entrar en accin. Las primeras personas que a la maana ingresaban a la Parroquia encontraron sobre las paredes y una alfombra leyendas que despus fueron retiradas; las leyendas decan: As vengamos a nuestros compaeros de Coordinacin
Federal (en cuyo comedor se haba colocado haca poco una bomba homicida) y Esto les pasa por envenenar la mente de la juventud. De la parroquia desaparecieron objetos y papeles. El 7 de julio la Conferencia Episcopal elev una nota a la Junta Militar
El suceso narrado coincidi en el tiempo con la recepcin de otra carpeta confidencial que contena documentacin perteneciente a los Padres Palotinos... el cura prroco Alfredo Leaden y Pedro Duffau y los seminaristas Jos Emilio Barletti y Salvador Barbeito. Agrega el declarante que entre la actividad ejercida por el Ministerio del Interior, estaba la vigilancia sobre aquellos sacerdotes denominados tercermundistas existiendo un archivo de 300 nombres con informaciones detalladas sobre la actividad de cada uno de ellos. En referencia al caso de los Padres Palotinos, el declarante posee en su poder una agenda telefnica de uno de los sacerdotes, que guard como prueba de que dicha documentacin se encontraba en dependencia del Ministerio del Interior en la poca de referencia... (Declaracin prestada por el ex oficial de la Polica Federal argentina Peregrino Fernndez, entre el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones forzadas en la Comisin de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con sede en Ginebra. El caso del Obispo de La Rioja Monseor Enrique Angelelli, y de los sacerdotes de Chamical Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias
El 18 de julio de 1976, fueron alevosamente asesinados, luego de ser secuestrados por quienes se identificaron como miembros de la Polica Federal, los sacerdotes P. Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias, en la localidad de Chamical (La Rioja) donde realizaban su apostolado. A la maana siguiente a este crimen, hombres encapuchados fueron a buscar al prroco de Sanogasta, pero ste se haba ido por recomendacin del Obispo Monseor Enrique Angelelli. Cuando el laico que los atendi les dijo que el prroco no estaba, lo acribillaron. El 4 de agosto, 17 das despus del asesinato de aquellos sacerdotes, falleci Monseor Enrique Angelelli, Obispo de la Dicesis de La Rioja, supuestamente en un accidente automovilstico. Las pruebas o presunciones de que fue atentado, se acumularon de manera abrumadora. El Obispo acababa de dejar Chamical donde haba celebrado una misa y pronunciado una homila en la que denunciaba aquellos asesinatos. El Obispo manejaba una camioneta, y el padre Arturo Pinto que lo acompaaba recuerda que apenas dejaron Chamical comenz a seguirlos un automvil; el Obispo aceler pero entonces apareci otro coche y a la altura de Punta de los Llanos los encerraron hasta hacer volcar la camioneta. El cuerpo del Obispo qued tirado en el suelo durante seis horas, la camioneta desapareci y la unica lesin que presentaba el cadver de Monsehor Angelelli fue la nuca destrozada tal como si lo hubiesen molido a golpes. La carpeta que llevaba el Obispo jams pudo ser encontrada. No vengo a ser servido sino a servir. Servir a todos, sin distincin alguna, clases sociales, modos de pensar o de creer; como Jess, quiero ser servidor de nuestros hermanos los pobres. Estas fueron palabras pronunciadas por Monseor Angelelli al asumir la conduccin del Obispado de La Rioja en 1968. Haba realizado sus estudios sacerdotales en Roma, especializndose en Derecho Cannico; fund en Crdoba la Juventud Obrera Catlica y fue asesor de la Juventud Universitaria Catlica.
El dicente, en este sentido, quiere agregar que uno o dos das despus de ocurrido el suceso, los papeles que portaba el Obispo Angelelli en el momento de su fallecimiento llegaron a la casa de Gobierno dirigidos a! Ministro Harguindeguy, en una carpet a remitida desde la Guarnicin Militar Salta, con expresa indicacin de que se trataba de documentacin confidencial. Este hecho llam la atencin del declarante, ya que los citados papeles no fueron entregados a la causa judicial, como tampoco entregados a los allegados a Monseor Angelelli. Todas estas circunstancias motivaron que el dicente se decidiera a fotocopiar pane de esa documentacin , que estaba integrada por correspondencia intercambiada entre el Obispo de La Rioja y el Arzobispo de Santa Fe, Monseor Vicente Zaspe, referida a la persecucin que sufran seores de la Iglesia Catlica por su actividad social, un
cuaderno de notas y otros papeles. La documentacin fue entregada al General Harguindeguy... quiere aclarar el dicente que prest especial atencin al hecho por la forma estrictamente secreta que se dio a la existencia de esta carpeta. Aade que no tiene conocimiento del destino posterior de la misrna, puesto que el General Harguindeguy manejaba en forrna personal todos los hechos referentes a la Iglesia (Declaracin de Peregrino Fernndez prestada ante el grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas de Personas de la Comisin de Derechos Humanos de las Naciones Unidas). ...Durante uno de los interrogatorios, el Capitn Marc y el Capitn Goenaga me diieron que el Obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, el Psiquiatra Ral Fuentes y Alipio Paoletti iban a ser muenos... antes del mes, Angelelli muri en circunstancias que an se investigan. Fuentes se encuentra desaparecido desde fines de 1976 y Alipio Paoletti fue buscado intensamente... en agosto del mismo ao, debido a las condiciones fsicas en que haba quedado por las torturas fue trasladado al Hospital Presidente Plaza. Estando all fue ingresado una noche el cadver de Angelelli para realizarle una serie de autopsias; quienes me custodiaban, miembros de la Polica de la Provincia, aludiendo a la muerte del Obispo, manifestaban cosas como: eso le tena que pasar a ese cura comunista hijo de .... (Testimonio de Plutarco Antonio Scheller, Legajo N 4952).
El nuevo juez de La Rioja ha reabierto la investigacin y ha obtenido nuevos testimonios.
El caso del Obispo de San Nicols de los Arroyos, Monseor Doctor Carlos H. Ponce de Len
El 11 de julio de 1977 falleci el Obispo de San Nicols Carlos Ponce de Len, tambin en un sospechoso accidente automovilstico. El prelado se diriga a la Capital Federal en compaa de su colaborador Vctor Oscar Martnez, con el objeto de llevar documentacin a la Nunciatura Apostlica, relativa a la represin ilegal (secuestros y torturas) implementada en la Dicesis de San Nicols y tambin en Villa Constitucin (Provincia de Santa Fe). Esa documentacin involucraba al entonces Gral. Carlos Guillermo C. Surez Mason jefe del Primer Cuerpo de Ejrcito), al Coronel Camblor (Jefe del Regimiento de Junn) y ms directamente al Teniente Coronel Saint Aman (jefe del Regimiento con asiento en San Nicols). Cabe sealar que el ex General Surez Mason fue dado de baja a mediados del ao en curso (1984) en razn de no haber comparecido a la citacin de la Justicia Militar por las denuncias sobre violacin de los derechos humanos que lo indican como responsable, encontrndose actualmente prfugo. La documentacin que el Obispo de San Nicols llevaba en su poder desapareci sin ser reclamada por el Canciller de la Dicesis, Monseor Roberto Mancuso, Capelln de la Unidad Carcelaria. Vctor Martnez recuerda que el Obispo despus de asistir al entierro de Monseor Angelelli, Obispo de La Rioja, haba comentado en una reunin: Ahora me toca a m. A consecuencia del choque automovilstico, el Obispo fue conducido a la clnica San Nicols (en la misma estuvo internado Vctor Martnez) donde falleci horas ms tarde como consecuencia de las heridas sufridas. Pudo establecerse que ni al mdico de cabecera del prelado le fue permitido ingresar en la sala de terapia intensiva; slo pudo verlo, antes de morir, su seora madre. A los pocos das del accidente, Vctor Martnez -que estaba haciendo el servicio militar en la Prefectura de San Nicols- fue arrestado por orden del Teniente Coronel Saint Aman sufriendo toda clase de vejaciones fsicas y psquicas durante su cautiverio.
...En ese lugar me golpearon hasta desmayarme. As durante horas. Luego comenzaron a preguntarme cules eran las actividades del Obispo, qu personas lo visitaban, a cuantos extremistas haba ocultado. (Testimonio de Vctor Oscar Martnez -Legajo N 734).
Haca tiempo que Monseor Ponce de Len era objeto de amenazas.
...igualmente las amenazas personales que le haca el Tte. Cnel. Saint Aman: Tenga cuidado, usted est considerado un Obispo rojo. El mismo jefe militar le haba prohibido
celebrar misa de campaa en el regimiento "porque all no entraban los curas comunistas". (Testimonio de Vctor Oscar Martnez). Laicos
Entre los miembros militantes catlicos laicos que fueron vctimas-desaparecidas o asesinados del terrorismo de Estado figuran integrantes de movimientos juveniles cristianos, catequistas, etc. tales como: Francisco Blato (Legajo N 254) Alejandro Sackman (Legajo N 684) Esteban Garat (Legajo N 1778) Valeria Dixon de Garat (Legajo N 1760) Adriana Landaburu (Legajo N 2866) Marcos Cirilio (Legajo N 495) Patricia Dixon (Legajo N 3759) Juan Pedro Sforza (Legajo N 3379) Jos Serapio Palacios (Legajo N 815) Jorge Luis Congett (Legajo N 679) Roque Agustn Alvarez (Legajo N 3410) Ignacio Beltrn (Tiempo Latinoamericano N 4-Crdoba) Roque Ral Macan (Tiempo Latinoamericano N 4-Crdoba) Fernanda Noguer de Villagra (Legajo N 7313) Mnica Mignone (Legajo N 1387) Mnica Quinteiro (Legajo N 1386 y Testimonio del sacerdote Orlando Yorio) Mara Martha Vzquez (Legajo N 1386) Roberto Ricardo Van Gelderen (Legajo N 735) Csar Lugones (Legajo N 1386) Roberto Tomas Abad (Legajo N 1239); referente a la causa: Lorusso, Arturo Andrs s/ Privacin ilegtima de la libertad y tantos otros.
F. Conscriptos
Las denuncias presentadas ante la Comisin y referidas a soldados conscriptos desaparecidos revisten por su elevado nmero y sus especiales caractersticas, una particular significacin. En efecto, se hace necesario ante todo analizar la situacin de estos jvenes conscriptos que en su mayora no superaban los 18 aos. 1) En primer lugar haban sido confiados por sus progenitores en guarda de la mxima jerarqua del arma que se tratara. 2) A su vez entre los jvenes soldados y el Estado se haba formalizado, en el momento de su incorporacin al servicio militar, una relacin de carcter administrativo que gener derechos y obligaciones que debieron ser cumplidas por ambas partes: par el soldado y por cada una de las FF.AA. y sus respectivos Comandantes en Jefe. La obligacin fundamental de estos ltimos consiste en que nunca pueden estar ajenos o desinformados acerca de la suerte de los soldados colocados bajo su custodia. 3) Por otra parte las actividades de los conscriptos se realizan y estn bajo control total y permanente de sus superiores. Por ende, de haber sido considerados sospechosos de estar involucrados en acciones al margen de la ley, las FF.AA. contaban con todos los medios legales para sancionar legalmente al presunto infractor.
Modalidades de detencin
Fuera de sus familias, en cuyo seno y hasta el momento de su incorporacin los jvenes haban gozado de la proteccin de sus padres, y a partir del momento en que la jerarqua de las FF.SA. es la encargada de su guarda, se produce el doble proceso que de manera similar se da en ms de 135 denuncias de desaparicin forzada de ciudadanos que cumplan el servicio militar: por el estado de indefensin de esos jvenes, sus captores operaban con todas las facilidades que les ofreca el dominio de la situacin. Por otra parte, quienes ejercan el poder de mando, no se hacan responsables, o compartan la responsabilidad por las omisiones o por las presuntas rdenes que podran haber impartido para hacer factible las detenciones ilegales. Estas detenciones se efectuaban dentro del
mismo mbito el que estaban destinados, como ocurri en un 35 % de los casos. En el domicilio de los soldados (18 %); en un 29 % cuando el soldado sala de franco o en Comisin; un 7 % en la va pblica por personas vestidas de civil; un 4 % inmediatamente despus de haber sido dados de baja; quedando un remanente de un 5 % de casos de desapariciones ocurridas en otro tipo de circunstancias.
Mi hijo estaba cumpliendo el Servicio Militar en la Marina, en el Edificio Libertad -dice Eusebio Finguerut, refirindose a su hijo Pablo Alberto Finguerut (Legajo N 4196). El da 14 de junio del mismo ao las autoridades navales denuncan la tentativa de comisin de un acto terrorista, aclarando que el mismo no tuvo consecuencia alguna en cuanto a personal militar y/o bienes materiales. De esto fue acusado mi hijo, Pablo Alberto, por la sola razn de haber sido el nico de los conscriptos afectados al sector del hecho de referencia, que se hallaba ausente del mismo. A raiz de esta noticia ped audiencia con el Almirante Massera por telegrama colacionado y el 16 de junio me hice presente en el Edificio Libertad.
Lo inslito del caso es que en lugar de drsele informacin sobre su hijo, el seor Eusebio Finguerut qued detenido a disposicin del PEN. Cumpli un ao de prisin despus del cual se lo autoriz a salir del pas. En Inglaterra, donde se exili, recibi noticias provenientes de un prisionero poltico liberado de que su hijo Pablo habra sido asesinado por sus captores mediante sesiones de tortura. No cabe duda de que la detencin del padre tenda a impedir que ste activase la pertinente investigacin.
Mi hijo presto su Servido Militar en el cargo de furriel, en la Compaa de Comandos y Servicios "Bateras", del Batalln de Infantera de Marina I con sede en la Provincia de Buenos Aires- dice Guillermo Osvaldo Aguilar (Legajo N 4041). En el mes de septiembre de 1976 recib su ltima carta desde la unidad donde prestaba servicio anunciando su prxima salida y reintegro al hogar. Transcurrido un tiempo prudencial y careciendo de toda noticia de l, los padres escribimos a la Unidad Militar y las cartas nos fueron devueltas con la acluacin que haba sido dado de baja el 29-9-76,lo que ms adelante fue confirmado por mi esposa que viaj expresamente all para corroborar la suerte corrida por nuestro hijo. Segn informes de los soldados que hicieron la conscripcin con l, ambos de Crdoba, mi hijo no sali licendado junto con ellos...
Ahora bien, Guillermo Anbal Aguilar como la mayora de los jvenes de su edad que hacan el servicio militar, mantena asidua correspondencia con sus padres. Cmo puede suponerse que estando de licencia no se haya comunicado con ellos, que no haya hecho llegar la menor noticia sobre su paradero, que jams haya escrito una lnea a un amigo, a sus hermanos? Cmo puede suponerse que despus de prescripta la accin legal por desercin ni l ni ninguno de los presuntos desertores se hayan presentado para realizar los trmites tendientes a recuperar su documentacin personal retenida por la autoridad? En otros casos la explicacin dada a los padres era de que el soldado haba fugado llevndose consigo todas las prendas y efectos. Ante el pedido de informes que esta Comisin elev al Sr. Ministro de Defensa de la Nacin con motivo de la presunta desercin del conscripto Enrique Ros, quien en el mes de octubre de 1976 se encontraba destinado en Batera Comando y Servicios G.A. 101, Junn, Provincia de Buenos Aires, se recibieron las fotocopias autenticadas de la actuacin consumada por dicho soldado conscripto. Segn las mismas, el conscripto Enrique Ros mientras cubra su turno en el rancho de tropa de la Unidad se fug del cuartel el da 30 de octubre siendo aproximadamente las 19 y 30 horas. Ahora bien, conforme a la denuncia efectuada por sus familiares ante la Comisin (Legajo N 2202), la ltima vez que su familia lo vio fue el 20 de octubre del mismo ao. Tenan asiduos contactos con el joven por lo que al no recibir noticias entre fines de octubre y principios de noviembre su padre Hilario Ros y su hermano Juan Ral, se dirigieron a la Unidad donde prestaba
servicios. All, las autoridades militares bajo cuyo mando haba estado, comunican al padre que Enrique figuraba como desertor y Que por su bien y el de su familia no fuera ms. Hasta el da de hoy no se supo nada de Enrique, y sin embargo, por su personalidad, y lo registrado en la breve historia de su juventud, era apegado a los suyos, disciplinado y trabajador. Este era el concepto que tenan tambin sus superiores que en el informe respectivo consignan que tanto su moral como su conducta eran buenas. :
Me trasladan a Colonia Sarmiento, Chubut. Estoy bien. Jos Luis. Este escueto telegrama puso intranquilos a los padres de Jos Luis Rodrguez Diguez, quienes das antes haban recibido una carta del mismo diciendo: Me dijeron que haba dado pruebas de ser muy buen soldado, que haba colaborado mucho en la Compaa, pero que efectivamente yo estaba marcado como izquierdista, y por seguridad, se me peda ese traslado desde el Comando.
Jos Luis Rodrguez Diguez (Legajo N 2295) se haba incorporado al Ejrcito el da 16 de marzo de 1976, y desapareci mientras realizaba una misin de servicio el 19 de octubre del mismo ao. Su historia es una de las ms conmovedoras a raz de la correspondencia que mantena con sus padres y hermanas, en las que refleja su vida cotidiana en el Regimiento N 21, Compaa A en Las Lajas, Neuqun, hasta el momento en que se ordena su traslado al Regimiento N 25 en Sarmiento, Chubut, por orden del Comando en Jefe del Ejrcito:
Viajando solo durante cinco das mi hijo llega a su nuevo destino el da 17 de octubre de 1976. El da 19, a las cuarenta y ocho horas de haberse presentado en el Rejimiento 25 desaparece. De acuerdo a los informes obtenidos personalmente por mi parte en dicha Unidad Militar y que me fueron proporcionados por el propio jefe del mencionado Regimiento 25, Compaa B, en Sarmiento, Chubut; el da de la desaparicin, mi hijo haba salido en misin de servicio a las rdenes de un Sargento y con otro soldado en una camioneta. Cerca del cuartel se avera este vehculo; el sargento le ordena volver a pedir auxilio, se dirige al cuartel y en ese trayecto, cerca de dicha unidad militar, desaparece. Al pasar unos das lo dan como desertor, y es aqu donde surge mi duda. Y esto no slo porque conocamos la naturaleza de Jos Luis, sino por las dos razones siguientes: el 1 de agosto, mientras estaba en Las Lajas, Neuqun, fue enviado en comisin l solo a la Capital Federal para hacer compras y llevar los encargos para el Regimiento N 21, misin que cumpli satisfactoriamente, por tal motivo le entregan un diploma de agradecimiento. Y segunda razn, que durante su viaje de traslado de Las Lajas a Sarmiento, Chubut, en cada lugar que deba detenerse a la espera de combinacin de transporte, aprovechaba para escribirnos, y nunca nos manifest tal idea, si hubiera deseado desertar, tena todas las oportunidades a su favor durant e el trayecto de tan largo viaje. Pudo haberlo hecho antes de presentarse a las autoridades de la Unidad a la que fue trasladado, zona totalmente desconocida para l. (Legajo N 2295).
En todos los casos los jueces intervinientes en los recursos de hbeas corpus interpuestos en favor de los soldados nunca recibieron mencin alguna de las circunstancias de la desercin. En algunos casos se registra que el secuestro se hace efectivo inmediatamente de producida la baja del soldado y mientras ste se encuentra an bajo jurisdiccin militar, sea dentro de la unidad del Ejrcito en la que revistaba, sea en el vehculo del Ejrcito que lo conduca al lugar de su domicilio. Tambin se dio el caso de soldados que desaparecieron en la va pblica apenas comenzaban a gozar de su licencia anual. Los operativos habran sido planificados cuidadosament e ; en oportunidades, grupos armados se presentaron en el domicilio de la futura vctima o bien automviles sospechosos merodearon por el lugar sin lograr pasar desapercibidos para el vecindario. Bueno, viejo, me faltan diez das, es el feliz anuncio que hace a su padre Miguel Angel Hoyo (Legajo N 2278) en carta que le dirige desde la Base Naval de Ushuaia.
Contestame esta carta si calculs que llega antes del 2-8-77. Yo en todo caso les mando un telegrama cuando sepa bien cuando nos vamos y a qu hora estaremos en Buenos Aires. Maana tenemos una picada como despedida totobs los colimbas de mi divisin.
Y esa fue la ltima noche feliz de Miguel Angel, todava desaparecido desde el 3 de julio de 1977. Haba subido junto con sus compaeros al avin que lo conducira a Ezeiza, luego, segn el testimonio de su madre Lucinda Estela Guarda de Hoyo:
Subieron dos personas vestidas de civil que lo separaron de los otros conscriptos y en Ro Gallegos dos individuos ms que lo custodiaron, tal lo que dijeron sus compaeros. El nico dato es que el Cabo Prez vena con los conscriptos que haban sido dados de baja. (Legajo N 2278).
Nuestro hijo, Luis Pablo Steimberg soldado clase 1955 que prestaba servicio en la Compaa de Comando del Colegio Militar de la Nacin y fue secuestrado el 10 de agosto de 1976 alrededor de las 20 y 30 horas en la esquina de as calles Rams y Brosvn de Morn. Estaba en uso de licencia anual y sali de casa con el propsito de presenciar una funcin cinematogrfica en la Capital Federal en compaa del soldado conscripto Mario Molfino del mismo Colegio Militar (Legajo N 1666).
Estaban a dos cuadras de su domicilio en la esquina citada, cuando dos individuos armados descienden de una pickup color blanco y lo obligan a ascender a la misma partiendo velozmente. Varias horas antes algunos vecinos haban advertido la presencia de un automvil Peugeot color ladrillo, chapa C-015600 con cuatro individuos en su interior. Todos estos datos son recogidos personalmente y el portadocumentos con la identificacin personal de Luis Pablo fue encontrado por vecinos en el lugar donde ocurri el hecho. Por otra parte, expresa Laura Kogan al denunciar el secuestro de su marido (Legajo N 1001):
Mi esposo, Luis Daniel Garca, fue secuestrado a la 1 hora del da 12 de agosto de 1976. Fuimos despertados por fuertes golpes en la puerta del departamento. Al abrirse la misma entraron intempestivamente seis personas, de las cuales dos estaban vestidas con uniformes de combate del Ejrcito. Estos se identificaron verbalmente como miembror de la Compaa Comando del Colegio Militar de la Nacin donde mi esposo cumpla el Servicio Militar.
En la planilla de Antecedentes Militares de Gerardo Jorge Cmpora (Legajo N 299), se lee: Unidad: Grupo I de Mantenimiento - Enrolado en San Nicols, Distrito Militar Junn. Se registra como fecha de ingreso el 26 de enero de 1977, y el 7 de mayo de 1977 figura como fecha en que se le da de baja por desercin. En cuanto al concepto que de l se tena el calificativo es bueno. En los cuatro meses en que revist en El Palomar, asiento del Grupo I de Mantenimiento, como Suboficial de Semana de la Compaa de Tropa, fue a visitar una sola vez a su familia.
Nuestro hijo lleg a casa con licencia el 29 de abril de 1977 -dice su madre Alicia Montaldo de Cmpora. Estuvo en casa en uso de esa licencia hasta el 1 de mayo de 19/7. El 8 de mayo fue enviado a nuestro domicilio un compaero de parte del Primer Teniente Del Moral a preguntar si estaba all y que se presentara. Enterados de esa circunstancia concurrimos al cuartel y el oficial preindicado nos manifest que el da 1 de muyo nuestro hijo haba efectivamente llegado al cuartel y se haba cambiado, sucedido lo cual le dio la orden de que fuera a buscar a un enfermero dentro del regimiento y al cumplir ese cometido haba desertado. Dejo aclarado que nuestro hijo estaba de fajina, sin dinero y sin documentos.
La unica lacnica respuesta de las autoridades a los familiares como en la mayora de los casos, fue la siguiente: Cumplo en informar que el soldado Gerardo Jos Cmpora (C. 1958, M. I. 12.029.036 - D. M. Junn D/E San Nicols) fue dado de baja el 7 de mayo de 1977 por haber consumado primera desercin calificada en el organismo donde se encontraba en calidad de soldado conscripto Grupo I de Mantenimiento, dependient e de esta Direccin, encontrndose prfugo en la actualidad. La flagrante contradiccin con los hechos salta a la vista.Cmo es posible que un soldado que quiera desertar no lo haga mi entras est efectivamente de licencia, y espera presentarse a las autoridades y retomar sus funciones para recin entonces darse a la fuga? Pero, en este caso, hay otras evidencias que probaran el real destino del soldado Cmpora. Un compaero de estudios secundarios del mismo, llamado Pablo Leonardo Martnez, fue detenido en la ciudad de San Nicols el 4 de
mayo de 1977 por personal no identificado y trasladado a una casa no individualizada que estara ubicada frente al barrio de la fbrica Plastiversal. Esa casa era usada como lugar de torturas:
Vendado y atado -dice Martnez- me introducen en una pieza donde tambin se encontraba un grupo indeterminado de personas en mi misma situacin. Por el tipo de respiracin agitada que me resultaba conocida deduje que quien se encontraba a mi lado era Gerardo Jos Cmpora, amigo y compaero de la escuela primaria y secundaria. Despus nos levaron a la Unidad N 3 del Servicio Penitenciario Provincial o sea a la Crcel de San Nicols. Al llegar al Pabelln de los calabozos nos sacaron los cordones de las zapatillas y nos preguntaron los nombres, aparentemente para anotarlos. Por eso, a pesar de estar vendado y no poder verlo quedo definitivamente confirmado para m que quien vena en ese viaje conmigo era Gerardo Jos Cmpora.
En todos los casos los informes suministrados a los magistrados por los organismos requeridos se limitaron a poner de manifiesto que la vctima no se encontraba detenida a disposicin del Poder Ejecutivo o de autoridad alguna, con la consecuencia que estos hbeas corpus fueron desestimados...
G. Desaparicin de periodistas
Si cabe sealar un estamento que notoriamente estuvo bajo la ptica preocupada del siniestro aparato de persecucin y represin poltico-social montado por el gobierno militar, forzosamente habr que mencionar a los periodistas argentinos. No fue a causa de la casualidad o por error que es tan alta la cantidad de vctimas en proporcin a los profesionales que integran el sector: adems de afectar con este ataque el vasto campo de la cultura, siempre vista con recelo por las dictaduras, es evidente que se apunt a silenciar un grupo social de gran importancia para evitar de raz todo tipo de cuestionamiento pblico. Naturalmente, la actividad periodstica siempre convoc la ms diversa gama de intelectuales, personal idades del arte y de las letras , as como gente con alto grado de inquietud poltica y sociolgica. Por aadidura, los organismos sindicales que agrupan a los periodistas se destacaron por su firme actitud de defensa de sus asociados, y en tal sentido lucan en el escenario de las luchas en pos de la vigencia de la libertad de pensamiento, con particular brillo. El mismo da 24 de marzo de 1976, la Junta de Comandantes en Jefe en su comunicado N 19 hizo saber que sera reprimido con reclusin de hasta 10 aos el que por cualquier medio difundiere, divulgara o propagara noticias, comunicados o imgenes con el propsito de perturbar, perjudicar o desprestigiar la actividad de las fuerzas armadas, de seguridad o policiales. El tiempo fue dando cuenta del significado y alcance de tal advertencia. Se intervino militarmente a la Federacin Argentina de Trabajadores de Prensa; se expuls a corresponsales de agencias extranjeras y se requis haciendo incinerar numerosos libros de bibliotecas privadas y pblicas. En La Razn del 29 de abril de 1976, se informaba que el Teniente Coronel Jorge Eduardo Gorleri, Jefe del Regimiento 14 de Infantera Aerotransportada, dependiente del III Cuerpo de Ejrcito con asiento en Crdoba, haba invitado a periodistas a presenciar una quema de libros de autores marxistas o afines, confiscados en diferentes libreras de esa ciudad, manifestando en esa oportunidad que se proceda a incinerar esta documentacin perniciosa que afecta el intelecto, a nuestra manera de ser cristiana... y en fin a nuestro ms tradicional acerbo espiritual sintetizado en Dios, Patria y Hogar. Un gran nmero de periodistas sufri la prisin, la desaparicin o la muerte. Los represores interpretaron que los periodistas ponan en riesgo el pretendido consenso que deba acompaar las muy polmicas y comprometedoras facetas de la accin de gobierno, as como el sigilo y secreto con el que operaba el aparato represivo ilegal que deba paralizar por el pnico a toda la Nacin. La sola posibilidad de que se publicitaran eventuales denuncias o que se dieran a conocer noticias acerca de lo que estaba ocurriendo, fue vivido por el rgimen como un peligro maysculo para la poltica de desaparicin forzada que estaba en marcha. Haba que hacer algo ms que aplicar las insoslayables medidas de control sobre las voces opositoras o simplemente interesadas en transmi ir con aproximacin objetiva los sucesos de la realidad. Haba que hacer sentir a quienes trabajaban en el medio de prensa todo el peso del aparato terrorista, para desalentar de antemano el menor intento de crtica al gobierno, impedir as sea el menor indicio que confirmara pblicamente la espantosa suerte reservada a las miles de vctimas de los cotidianos secuestros. A pesar de ser uno de los problemas ms graves que afect al pas, o quizs por ello mismo, se mantuvo desinformada a la opinin pblica sobre lo que estaba sucediendo. As fue como los medios de comunicacin social en general se abstuvieron de difundir el arresto de personas consideradas por las autoridades como elementos subversivos. Todo el pas saba que se practicaban detenciones, pero le estaba vedado conocer cuntos eran, quines eran y dnde eran llevados. En los primeros aos los peridicos de mayor circulacin hasta consideraron prudente evitar la pblicacin de solicitadas con las listas de las personas buscadas por sus familiares.
Es sintomatico en este sentido, el Memorandum Interno N 44, del diario cordobs La Voz del Interior, fechado el 22/4/1976 y dirigido a la Secretara de Redaccin del matutino, que reza as: Cordoba, 221411976. Por disposicin de ests Direccin, y con motivo de las directivas del Comando del III Cuerpo de Ejrcito en el da de la fecha, no se deberan pblicar reclamos de familiares de presuntos detenidos que deseen conocer su paradero. La consecuencia fue que amplios sectores de la poblacin creyeron ingenuamente en la inexistencia del problema o al enterarse de los casos concretos, incurrieron en incredulidad o, a lo sumo, le restaron importancia. Paralelamente, en el lapso circunscripto a los primeros meses de gobierno de facto, cuando ste instrument el basamento funcional para el cumplimiento de sus fines y objetivos, se produce la ms alta proporcin de secuestros de periodistas. Ciertamente, en el curso del ao 1976 fueron privados irregularmente de su libertad, situacin que se mantiene al presente sin reaparicin de sus cuerpos, 45 profesionales de prensa. En los ocho meses siguientes, desaparecieron 30 ms, estimndose que el guarismo total de desaparecidos de este gremio asciende a un centenar, tal como surge del listado anexo. Cabe agregar, para disear ms propiamente el cuadro, que ms de cien periodistas fueron encarcelados sin proceso judicial alguno a partir del 241311976. Cifra por dems ilustrativa, a la cual deben aadirse el gran nmero que debi abandonar el territorio nacional, dado el grave peligro que corran sus mismas vidas. Esta Comisin ha elaborado su informacin con incuestionable acopio de elementos acreditantes de lo que ha sido casi una constante: la participacin de fuerzas pblicas en los secuestros, la destruccin, el saqueo y hasta la extorsin de los familiares de las vctimas. Simplemente a ttulo ejemplificativo, daremos seguidamente referencias sintticas de algunos de los casos denunciados:
Al cabo de tramitar diversos recursos de hbeas corpus con resultado desfavorable, se inici con fecha 2 de marzo de 1983 una nueva demanda de hbeas corpus ante ed Juzgado Federal N 3 de la Capital Federal, Secretara N 7. Los elementos innovantes que en esta accin se incorporaron son los siguientes: a) Los diarios de fecha 13 de noviembre de 1982 dieron cuenta de la detencin, en la ciudad de Ginebra, Suiza, de tres argentinos, quienes declararon pertenecer a grupos secretos de represin poltica, autores de secuestros extorsivos cuyos rescates cobraran en aquel pas donde resultaron aprehendidos, y que manifestaron estar en condiciones de proveer informacin sobre el destino de Conti (Clarn 13l 11/82); b) En base a las fotografas difundidas en su momento de los individuos detenidos en Suiza (Bufano, Martnez y otros), la Sra. Scavac reconoci que el amigo que se hallaba en el domicilio antes de que llegaran las fuerzas que capturaron a Conti, y que deca llamarse Juan Carlos Fabiani (quien haba concurrido a casa de Conti una semana antes del secuestro solicitando asilo por sentirse perseguido por la polica a causa de su militancia poltica), era el detenido Rubn Osvaldo Bufano -perteneciente, segn sus declaraciones al Batalln 601 del Ejrcito. Los hijos de Conti -Marcelo Haroldo y Alejandra- del primer matrimonio, tambin reconocieron dichas fotografas, ya en sede judicial, como pertenecientes al amigo a quien vean en la casa de su padre cuando le efectuaba visitas; c) El ex cabo de la Fuerza Naval Ral David Vilario recuerda haber visto a Conti secuestrado en la ESMA; posteriormente, reconoce su fotografa.
PERIODISTAS DESAPARECIDOS
APELLIDO Y NOMBRE ..Doc. de Identidad Edad aproximada ..Fecha del hecho N Leg. Adur, Claudio Csar ..CI. 06461044 .26 ..11.11.76 .2875 Aiub, Ricardo Emir DNI. 10103765 ..25 ..09.06.77 .6241 lvarez, Lucina de Barros ..LC. 05096739 31 ..07.05.76 APDH. Amadio,
Mara Elena ..30 ..29.03.76 .250 ....(Clamor) Ariza, Andrs Lucio LE. 06518723 36 ..22.07.76 APDH. Ascone, Juan Jos Mara CI. 05855377 .29 ..18.05.77 5774 Asenjo, Jorge Alberto LE. 04884288 37 ..12.06.76 ..APDH. Baradino, Rolando ..544 (Clamor) Barros, Oscar Osvaldo ..CI. 03722183 .40 .07.05.76 909 Bedoian, Mara de Ikonicoff CI. 00289805 ..12.06.77 ..4950 Bertholet, Horacio Flix LE. 05397030 28 .01.10.76 ..19 Bustos, Miguel Angel Ramn.LE. 04355985 43 30.05.76 ..19 Capdepon, Juan Jos 45 .01.04.78 .4093 Carri, Roberto Eugenio ..LE. 04356782 .36 .24.02.97 1861 Casadidio, Aldo Nstor .CI. 08145221 31 07.12.76 5219 Ceretti, Conrado Guillermo ..LE. 04633801 ..32 .27.07.76 6378 Colmenares Berros, Jaime Pas. V. 389710 .27 .02.01.77 6928 Conti, Haroldo Pedro .47 .05.05.76 .77 Costa, Carlos Alberto 03.05.76 .2901 Danquen, Daniel Alberto 15.05.77 .1824 .(Clamor) De Marchi, Hctor Ernesto .LE: 07373093 ..29 05.08.76 ....802 Defiri, Eduardo 01.01.97 ...1868 ....(Clamor) Delgado, Julin 44 ...04.06.78 135 Denis, Carlos Mara ..CI. 05264751 31 ..27.03.77 .407 Domnguez, Mabel J. de .01.01.77 ..APDH. Dorigo, Pablo Hermes CI. 06278052 .26 20.08.76 ..766 Dorronzoro, Dardo S. .LE. 00697931 63 25.06.76 ..1245 Eguren de Cooke, Alicia G. .LC. 00147960 52 26.01.77 .6995 Espinosa, Jos Guillermo 38 18.01.76 .6951 Fernndez Pondal, Rodolfo CI. 05773108 29 05.08.77 .2620 Ferraris, Claudio Arnaldo ..CI. 07496052 .21 30.07.77 ..4660 Fossati,
Ernesto Luis ..26.11.76 .APDH. Foulkes, Jorge Horacio DNI. 11599059 .22 17.03.78 .1832 Freijo, Hctor Manuel ..CI. 06988117 42 .17.01.76 .1555 Gatti Antufia, Gerardo F. .CUr.0606306 45 .09.06.76 7304 Gelman, Marcelo Ariel 06827025 20 24.08.76 7145 Gleyzer, Raymundo .CI.0484493 .34 27.05.76 .3210 Gmez Quesada, Rubn 30.12.78 3016 (Clamor) Gmez, Celica .31.01.78 .APDH. Gorrini, Alberto Jorge CI. 05567388 28 03.06.77 .3356 Guagnini, Luis Rodolfo .CI. 04383710 33 21.12.97 ..1060 Guerrero, Diana Griselda .DNI. 03904404 .42 .21.07.76 249 Habegger, Norberto A. ..CI.06672249 .37 .31.07.78 .3501 Harriague, Jorge Rodolfo LE. 08401043 ..29 .01.12.77 APDH. Herbalejo, Jorge 31.05.78 .3276 (Clamor) Hernndez, Mario ..24.03.76 ..982 Herrera, Mario .20 24.05.76 .3311 .(Clamor) Higa, Juan Carlos CI. 05650503 .29 17.05.77 2809 Hopen, Daniel Sal .37 17.08.76 4117 Idelman, Mario Hugo .29.09.76 3391 ..(Clamor) Ikonikoff, Mario Ignacio .04767411 ..35 .12.06.77 4942 Illa, Santiago Jos ..DNI. 10206908 .26 09.03.76 .5207 Kolliker Frers, Alfredo A. ..DNI. 0575773 58 09.12.97 .3527 Lugones, Susana .26.12.77 .3952 (Clamor) Marn, Francisco Eduardo ..LE. 08248008 ..32 .14.05.77 4131 ..(Clamor) Martnez, Mario .32 23.01.77 .4230 ..(Clamor) Martnez de Ramirez, Elsa .LC. 01877000 ..40 ..30.05.78 APDH. Martnez Surez,
Jos Mario ..CI. 06732839 32 ..23.12.77 .4217 ..(Clamor) Marucco, Heraldo Juan ..LE. 07733991 34 03.05.77 4775 Medina, Susana B. de B. ..LC. 05159196 32 01.10.76 1795 Melo Cuesta, Nebio Ariel .34 .08.02.76 3873 Molteni, Liliana Edith ..DNI.10536403 24 .21.06.76 ..1240 Mnaco, Luis Carlos .LE. 07998473 .30 11.01.78 ..104 Moyano Vega, Daniel ..76 APDH. Oesterheld, Hctor Germn CI. 01757193 .57 03.06.77 ..143 Prez, Carlos Alberto .CI. 04368768 .38 08.05.76 .5668 Prez, Marta .01.04.76 5276 .(Clamor) Perrier, Mara Jos .30.10.76 4559 Perrotta, Rafael .50 ..01.07.77 .1222 Pipino, Bruno Toms .24.06.76 APDH. Poggio, Horacio Norberto LE. 05820969 35 .23.06.76 2439 Raab, Enrique CI. 02974452 .45 .16.04.77 2776 Ramos, Jos Eduardo DNI. 11475729 .21 .01.11.76 1126 Sajn, Edgardo .40 11.04.77 .6095 .(Clamor) Santoro, Roberto Jorge ..LE. 04286386 .38 .01.06.77 ..3832 Satragno, Juan Miguel .LE. 05058878 .33 .26.02.78 ..3396 Seib, Vctor Eduardo LE. 07692881 ..38 30.07.77 1494 Servir, Santiago .07.09.76 1457 Speratti, Horacio Rodolfo ..LE. 04168372 ..39 06.06.76 .1102 Surez, Eduardo LE. 08250314 ..30 12.08.76 .3579 Villa de Surez, Patricia 26 14.08.76 ..2619 Walker, Enrique Juan R. .CI. 036330055 34 17.07.76 2129 Walsh, Rodolfo Jorge 02845022 .50 25.03.77 2587 Wenner,
H. Gremialistas
El 30,2 % de los detenidos-desaparecidos denunciados en la Comisin Nacional sobre la Desaparicin de Personas son obreros, y el 17,9 %, empleados (del 21 % que representan los estudiantes, uno de cada tres trabajaba). En el punto 2 (denominado Misin) del decreto secreto 504/77 (Continuacin de la Ofensiva contra la Subversin), que reemplaza y ordena incinerar la Directiva 222/76 (Operacin Piloto en el mbito Industrial), se lee el siguiente texto:
El Ejrcito accionar selectivamente sobre los establecimientos industriales y empresas del Estado, en coordinacin con los organismos estatales relacionados con el mbito, para promover y neutralizar las situaciones conflictivas de origen laboral, provocadas o que pueden ser explotadas por la subversin, a fin de impedir la agitacin y accin insurreccional de masas y contribuir al eficiente funcionamiento del aparato productivo del pas.
A su vez, el entonces Ministro de Trabajo, General Horacio Tomas Liendo, afirmaba:
...respecto de la subversin en el mbito fabril, sabemos que ella intenta desarrollar una intensa y activa campaa de terrorismo e intimidacin a nivel del sector laboral. Es necesario conocer el modo de actuar de la subversin fabril, para combatirla y destruirla. Ello se manifiesta por alguno de los procedimientos siguientes: el adoctrinamiento invididual y de grupo para la conquista de las clases obreras, colocndose a la cabeza de falsas reivindicaciones de ese sector. La creacin de conflictos artificiales para lograr el enfrentamiento con los dirigentes empresarios y el desprestigio de los autnticos dirigentes obreros. Frente a ello, el gobierno y las fuerzas armadas han comprometido sus medios y su mximo esfuerzo para garantizar la libertad de trabajo, la seguridad familiar e individual de empresarios y trabajadores y el aniquilamiento de ese enemigo de todos. Pero cabe la reflexin de aquellos que se apartan del normal desarrollo del Proceso buscando el beneficio individual o de sector, se convierten en cmplices de esa subsersin que debemos destruir; lo mismo que a quienes no se atrevan a asumir las responsabilidades que esta situacin impone. (La Nacin, 12-11-77).
Amenazas represivas cuyo destinatario final puede ser, en su deliberada imprecisin, cualquier sector o persona. Una preocupacin semejante parece advertirse en las palabras del provicario castrense Monseor Victorio Bonamn:
...EI pas ha advertido que el sindicalismo constituy siempre una fuerza indudable que lleg a tener un poder poltico que no le era debido y que parece tom que lo quisiera recuperar, si es que lo perdi en algn momento... (La Nacin, 12-11-77).
Analizando la. fechas en que se produjeron las detenciones de los trabajadores que permanecen o estuvieron desaparecidos, observamos que un alto porcentaje de los operativos se efectu en el mismo da de golpe, o en fechas insediatas posteriores. El Astillero Mestrino, de zona norte de Buenos Aires, fue el teatro de la detencin de los delegados obreros el 24-376. Hugo Javier Rezeck (Legajo N 658), cuya mujer tambin fue secuestrada en su casa el 16-3-76, mientras lo buscaban a l; Pandolfino, Salvador, Jorge Lezcano, Albornoz, Zoilo Ayala, Boncio. En el caso de ste es significativa la declaracin de su madre, quien manifiesta que desde el momento de los secuestros no existieron nuevos delegados sindicales en la empresa. Todos estuvieron detenidos en la Comisara de Tigre. All sus familiares pudieron hacerles llegar alimentos y ropa durante una semana, al cabo de la cual se les comunic que quien los haba trado, se los haba llevado. Hugo Javier Rezeck fue visto en Campo de Mayo por Pedro Palacios Garca (Legajo N 5603). Otro astillero que fue duramente alcanzado por la represin en la misma zona fue Astarsa, de San Fernando. Dice una de las denuncias que se refiere a la desaparicin de Rodolfo Jos Iriarte (Legajo N 6674), delegado gremial, miembro de la comisin interna de seguridad industrial de dicho astillero, que el mismo fue detenido en su lugar de trabajo el da 24 de marzo de 1976, a las 6.00 horas de la maana, junto a otros 60 obreros y empleados de la misma
empresa, por el Mayor Ricardi, de la Escuela de Ingeniera de Campo de Mayo. Manifiesta la esposa del desaparecido:
...que en ese hecho fueron detenidos unos 60 obreros y empleados aproximadamente, portando los represores una lista de personal de la empresa (segn lo dicho por el mismo Mayor Ricardi a la denunciante). Que la vctima que llevada en su propio automvil a la Comisara de Tigre. Que la declarante fue siguiendo a su esposo en los distintos lugares donde estuvo detenido, hasta el Destacamento de Don Torcuato, luego del cual pierde todo rastro de l. En Don Torcuato, le dicen que acerque a su marido antibiticos y medicamentos debido a que se encontraba con problemas, segn lo manifestado por los agentes. Que de all retira ropa sucia de su marido, la cual tena manchas de merteolate, lo que hace suponer que estaba con algunas heridas, dejndole ropa limpia. Que hasta fines de abril de 1976, su esposo estaba detenido en Don Torcuato, en donde le informaron, para esa fecha, que su marido haba sido retirado de all, sin explicarle quines lo llevaron ni adonde. Que en una de las tantas bsquedas del paradero de su marido tuvo contacto en la Escuela de Ingenieros de Campo de Mayo, siendo atendida por el Mayor Ricardi, quien expres a la denunciante que l mismo haba detenido a su esposo por rdenes que haba recibido y le dijo que est a disposicin de los tres comandantes en jefe. Que en Ministerio del Interior fue atendida por una persona que no puede identificar y que le dej leer el expediente N 178.383/76 que deca que Rodolfo Jos Iriarte est detenido y a disposicin del Area 710 con paradero desconocido y esto estaba fechado el 9 de junio de 1976, aproximadamente, segn el informe que provena de la ciudad de La Plata.
El 20 de mayo de 1976, desapareci Ramn Humberto Poiman, el 10 de junio desapareci Hugo Rivas, y el 29 de setiembre Jorge Elbio Lescano. Los cuato eran delegados gremiales en Astarsa. El 24 de marzo de 1976, desapareci Ren Salamanca, ex Secretario General de Mecnicos de Cordoba (SMATA) (Legajo N 6541). Segn testimonios recibidos por esta Comisin, en oportunidad de una visita del General Menndez al campo de La Perla, hizo llevar a Salamanca ante l y luego de una discusin entre ambos se oy decir al General Menndez cuando sala del local donde se encontraba: A ste me lo "trasladan" en el primer camin. Dice Graciela Geuna (Legajo N 764):
Tomas Di Toffino fue secuestrado el 30-11-76, pero a mi entender el plan que desemboc en su secuestro comenz bastante tiempo antes. En efecto, los secuestrados de La Perla eramos rehenes que podamos servir a objetivos precisos de los militares. En septiembre de 1976 fue secuestado Patricio Calloway, rubio, con barba, ojos claros, alrededor de 22 aos, miembro de la Juventud Peronista. As fue que, frente a la inminencia de una huelga del Sindicato de Luz y Fuerza de Crdoba, los militares del Destacamento decidieron ilegalizarla o, como ellos decan, montonerizarla, encontrando as los pretextos para tildarla de subversiva. Con este objetivo los propios militares de La Perla imprimieron volantes que ellos mismos firmaron Montoneros. Volantes que llamaban a la huelga a los trabajadores de Luz y Fuerza. Cuando los trabaj adores de Luz y Fuerza comienzan la medida de fuerza, dando una vez ms un ejemplo de consecuencia en la resistencia a la dictadura militar, bajo la direccin entre otros, de Tomas Di Toffino, en La Perla sucedi un hecho inhabitual: una noche se llevaron a Patricio solo, lo cual nos pareci extrao ya que los traslados se realizaban generalmente de da y en grupos numerosos. Luego supimos que haban matado a Patricio frente a EPEC. Por los medios de difusin se dijo que el hecho haba sido un tiroteo entre las fuerzas del orden y un militante montonero que estaba llamando a la huelga. Para este simulacro se le pusieron en la mano a Patricio los volantes que los militares haban previamente impreso en La Perla.
As se ilegaliz la huelga, se intent crear terror entre los trabajadores y esta macabra maniobra finaliz con el secuestro, poso despus de Tomas Di Toffino. Era un crculo inexorable: Patricio fue asesinado para justificar la represin en Luz y Fuerza. Los volantes fueron elaborados en La Perla. Di Toffino fue secuestrado y llevado a La Perla. Todo comenzaba y terminaba en La Perla. Cuando Toms lleg a La Perla como no pudieron probarle filiacin poltica lo anotaron en la lista diaria como "Zurdo Encubierto". Toms fue trasladado el lunes 20 o 21 de febro, ese da vino el Generd Luciano Benjamin Menndez de inspeccin a la hora del traslado. Se nos dijo que en el caso de Toms, el General Menndez presidira el fusilamiento para " dar el ejemplo", "consolidar la tropa", etc. No fue ste el nico simulacro de enfrentamiento organizado por el III Cuerpo.
Queda evidenciada la estrecha relacin entre la actividad gremial y los consiguientes conflictos con la desaparicin de personas. Es el caso del Secretario Greneral del Sindicato de Luz y Fuerza de la Capital Federal, Oscar Smith, quien desapareci el 11 de abril de 1977, mientras protagonizaba acciones reivindicativas de carcter estrictamente laboral. Asimismo, la denuncia que formaliz el seor Rosendo Abada por la desaparicin de sus hijas Felicidad Abada (Legajo N 474), de 25 aos y de Dominga Abada (Legajo N 667), de 27 aos de edad, contiene gravsimas imputaciones que motivaron una causa ante el Juez en lo Penal Rolando Juan Satchmalieff, de la Provincia de Buenos Aires. Dice el seor Abada en su denuncia:
...Entre la empresa y el personal se gener un conflicto por pedido de aumentos salariales. Ante esta situacin el interventor convoc al personal, oportunidad en la que manifest que si no deponan la actitud de trabajar a jornal para hacerlo a produccin alguno iba a tener que lamentarse. Estas expresiones fueron hechas por el Comandante Mximo Milarck, interventor del Sindicato y de la fbrica a la vez. A continuacin fueron citados dos operarios de la misma fbrica, los seores Pablo Villanueva y Rodrguez al Ministerio de Trabajo, donde en presencia del seor Penna, Jefe de Personal de la fbrica, el Comandante Mximo Milarck, y un capitn de apellido Martnez, les dijo que deban comunicar a sus compaeros que abandonaran la medida de fuerza pues si no lo hacan iban a ser puestos bajo la ley de Seguridad o del decreto 20.400 el cual prohiba este tipo de medidas. Conste que el seor Pablo Villanueva posteriormente fue secuestrado al igual que mis hijas y en la misma noche. Tambin debo denunciar por manifestaciones de la seora de Pablo Villanueva que a su esposo lo haban citado en una oportunidad prxima al conflicto a la regional de Polica Militar de Boulogne donde tambin se le haba dicho algo similar....
Sus hijas fueron secuestradas el 2 de noviembre de 1977, al parecer por personal militar:
...Haba en cada esquina de la manzana dos camiones del Ejrcito Argentino. En esa misma noche se llevaron 5 personas de la misma fbrica Lozadur S.A. de sus respectivos domicilios....
Lo ms significativo para el seor Abada es que quien diriga el operativo
...se dedic a revisar las habitaciones de mis hijas escuchando yo que lloraban mientras les ordenaba vestirse, escuch tambin que les dijo "qu tanto mirar, parece que nunca lo han visto a uno" . H. Gremialistas : continuacin
Uno de los casos ejemplares es el de la fbrica Ford, de General Pachecho, Provincia de Buenos Aires, en la cual el accionar represivo se centraliz en los delegados. Se han recogido numerosos testimonios de los cuales hemos
seleccionado algunos de los ms demostrativos. En todos los casos se trata de personas que han permanecido como desaparecidas en centros clandestinos de detencin y luego fueron legalizadas, permaneciendo generalmente como detenidos a disposicin del Poder Ejecutivo Nacional durante varios perodos, para recobrar finalmente su libertad. De los testimonios que prestaron ante esta Comisin se destacan hechos coincidentes con la mayora de los testimonios anteriormente citados: poca de los operativos de detencin, actividad gremial de las vctimas, etc. Relata Adolfo Omar Snchez (Legajo N 7683):
...el da 29-3-76 los delegados gremiales fueron convocados a una reunin donde por la parte patronal estaban presentes Galarraga, gerente de relaciones laborales; Marco, Gerente de planta de estampado y Luis Prez, representante laboral. En esa reunin Galarraga les comunic que la empresa ya no les reconoca representatividad como delegados obreros. Al terminar la reunin l mismo les manifest burlonamente "Ustedes le van a mandar saludos a un amigo mo, Camps"... (................................) ...el declarante en ese momento no saba de quin se trataba, hasta el da de su detencin... ...los delegados obreros presentes en esa reunin eran el dicente, Amoroso, Mura, Chitarrone, Manzano, Villagra, Castelli, Stortini y otros que no recuerda con exactitud. (................................) Que el 28-3-76; siendo aproximadamente las 21horas se encontraba en su domicilio jugando con sus hijos cuando vio por la ventana que estacionaban dos automviles Torino, sin patente, de los cuales descenda un grupo de personas que golpe la puerta. (................................) Eran 7 u 8 personas, algunos con barba y con gorra, vestidos con camperas, que portaban armas largas e Itakas. El que diriga el operativo se haca llamar Capitn. Lo introdujeron por la fuerza en uno de los autos. (................................) Que en ese momento le preguntaron si conoca a Juan Carlos Amoroso y le dijeron que iban a buscarlo y que los iban a matar a los dos, a todos los peronistas y que ibar a arrojarlos al ro. Snchez destaca que no estaba afiliado ni tena participacin en partido politco alguno, solamente cumpla funciones gremiales... Que en los das posteriores fueron llevados a un lugar donde estaban otros compaeros de Ford, y de otras empresas como Terrabusi, Astarsa, y del Astillero Snchez.
Se trata de la Comisara de Ingeniero Maschwitz, segn lo pudo verificar la Comisin mediante inspeccin ocular del 12 de septiembre de 1984. Luego de las mencionadas incursiones nocturnas, por la maana el personal de la comisara comentaba "que estuvieron los militares..."
Que despus de estar dos meses en el lugar, un oficial del Ejrcito, uniformado, lo llev a declarar. Le pregunt qu actividad desempeaba en la fbrica y le dijeron que pronto iba a recuperar la libertad porque los informes eran buenos. Que casi dos meses despus fueron trasladados, l y otros compaeros, a la crcel de Villa Devoto, el
195-76, al celular 5to. donde estaba alojado con otras tres personas en una celdas para dos. En Devoto le comunicaron que estaba a disposicin del P.E.N...
A este testimonio podemos sumar el totalmente coincidente de Pastor Jos Mura (Legajo N 7688) y tambin delegado de Ford, que agrega como detalle:
...En medio de bromas y burlas, tales como "se acab la joda"; "prestame la paleta que las pelotas las tenemos nosotros", el seor (por as llamarlo, agrega el declarante) Galarraga lo increpa a Amoroso y le dice saludos a Camps...
El testimonio de otro delegado de Ford, Francisco Guillermo Perrota, es tambin coincidente con las declaraciones anteriores. Pedro Norberto Troiani (Legajo N 1638), tambin delegado de Ford, agrega otros elementos:
(................................) En 1970 sus compaeros lo eligen delegado de seccin por elecciones libres y bajo control y responsabilidad de S.M.A.T.A. Bajo el encuadre peninente y debidamente autorizados por la empresa, se realizan nuevamente elecciones en las que es reelecto, lo que ocurre por tecera vez en el siguiente perodo. Esto ratifica su buena conducta como persona, como compaero y como delegado. Hasta el momento de su detencin sus relaciones como delegado con la empresa haban sido buenas. (................................) En marzo de 1976, se produce el golpe de Estado. A partir de ese momento el cambio de relacin de la empresa con el declarante y sus compaeros es rotundo. Dice que a partir del da 25 comenzaron a notar las primeras detenciones de sus compaeros dentro de la planta. En ese momento pidieron explicadones por el abuso de autoridad que se estaba cometiendo con dichos compaeros en la planta. All intervino el gerente de planta comunicndole que mantuviera la calma porque estban dispuestos a llevarse a quien fuera. Desde ese momento fueron llevndose de a dos o tres personas cada da. Estos hechos, dice, fueron efectuados por personas uniformadas penenecientes a Ejrcito y a Prefectura. El da martes 11 de abril de 1976, por la maana se produjo la detencin del declarante... (................................) A todo esto esta poderosa empresa se rea de nosotros y aparentando total desentendimiento de lo que pasaba, enviaba diversos telegramas intimidndonod a que nos presentramos a trabajar dentro de las 24 horas siguente o seramos despedidos por abandono de tareas. Dice que su esposa contest a estos telegramas con un telegrama que deca: "Detenido dentro de la empresa, Comisara Tigre, vuestro conocimiento", al que la empresa Ford rechaza por improciente. sta entonces, consigue entrevistar al gerente de Relaciones Laborales, Sr. Fernndez (ahora fallecido) quien en la larga conversacin que mantuvieron le confirma que la empresa tuvo participacin directa en estos acontecimientos y la recibe varias veces en su domicilio de San Isidro, por el pago de quincena y salarios que l personaltnente tramit...
Juan Carlos Amoroso (Legajo N 1638), a su vez, en su esencial testimonio, declara:
...Que el 23-3-76 la empresa rene al cuerpo de delegados que se encontraba en planta de Estampado, estando presentes por parte de la misma los seores Marcos (gerente de Planta de estampado), Prez (representante laboral) y Galarraga (Gerente de Relaciones Laborales) y por la parte obrera, entre otros, los compaeros Mura (delegado de Lnea de Prensa), Snchez (delegado de subarmado) y el dicente. Que en esa reunin el seor Galarraga lee un papel que dice le entreg un coronel al cual se neg a identificar, porque
"su palabra bastaba", para exhortarles a trabajar en sus tareas olvidndose de todo tipo de reclamos y, manifest que todo problema se haba acabado. Que como existan tratativas con la empresa para controlar bs cuentas de sus salarios, el dicente pregunt a Galarraga por dicho control, produciendo este seor un gesto de contraridad, se acerc diciendo "tiene razn, esta reunin se acab" y extendindole la mano le dijo: "Amoroso; dle saludos a Camps", cosa que produjo una carcajada al Sr. Marcos. Como pregunt, por no conocerlo, quin era ese seor, le dijo "ya se va a enterar" y se alejaron riendo los dos... ...Que al bajar la escalera los esperaba el Sr. Herreros del Cuerpo de Representantes Laborales de la Compaa, que manifest a gritos "Devuelvan la pelota que la paleta la tenemos nosotros, ahora", dicho en el mismo tono festivo de la gerencia. Que siguieron trabajando normalmente hasta el 28-3-76. Por la noche, se presentaron en casa del dicente dos coches cargados de hombres fuertemente armados, golpeando hasta romper la puerta y, amenazndolo con armas largas, le preguntaron si l era delegado de Ford y uno de ellos tena una tarjeta Kardek con una foto suya, le pregunt si ese era l... Agrega que al verlo reconoci la misma como la ficha de ingreso a la fbrica y la foto que le tomaron en la misma nueve aos antes. Dice que intent llevar los documentos consigo, pero le dijeron que donde iban no le haran falta, pero s que llevara un pullver, con el cual al subir a uno de los coches lo encapucharon y lo hicieron tenderse en el piso del asiento posterior, donde ya haba otra persona que luego identific como el delegado de la lnea de carroceras, Chitarrone. Llevados a un lugar de detencin los introdujeron a un calabozo con varias personas ms. ...Que como los represores no volvieron a entrar por unas sesenta horas, se fueron sacando las capuchas y ataduras viendo que eran Snchez, Mura, Chitarone y el dicente, y en un calabozo de enfrente se encontraban Manzano y Cantelo (todos ellos Legajo N 1638), compaeros que no vea desde haca aproximadamente dos meses, ya que haban renunciado a la compaa. Que pidieron en muchas oportunidades, a gritos, agua al personal que vean pasar pero no se les suministr nada por ese tiempo, aunque a la segunda noche penetraron en la oscuridad y apuntndoles con armas cortnas los volvieron a encapuchar y atar, amenazndolos con matarlos si se desataban... Que al cuarto da les sacaron fotos, les dieron agua y se identificaron como Polica de la Provincia de Buenos Aires, destacamento Maschwitz... Ms tarde relata que fueron trasladados a la Comisara de Tigre, donde ellos no fueron torturados pero s otras personas all detenidas.
La Comisin verific ambos centros de detencin en Comisara de Maschwitz y de Tigre en inspeccin ocular el da 12 de septiembre de 1984.
...que al da siguiente el personal policial deca que estuvieron los militares, que ellos no tenan nada que ver y esperasen lo peor...
Trasladado a Villa Devoto, fue puesto en libertad vigilada el 23 de marzo de 1977. Adran Horacio Garca Pagliaro (Legajo N 4047) fue secuestrado de las puertas de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, en pleno Congreso, habindolo esperado sus secuestradores en dos coches en la playa de estacionamiento reservada a la Comisin de asesoramiento legislativo, cuyo ingreso solo est permitido a vehculos oficiales. Todo el procedimiento ocurrido el 28 de marzo de 1977 a las 17.15 horas fue observado por el personal de vigilancia de la Caja y por un agente de custodia que no slo:
...no intervinieron en defensa de mi hijo, sino que al intentar ste reingresar a la institucin a fin de no ser secuestrado, cerraron las puertas de salida, impidindole resguardarse y dejando encerrado al resto del personal que se retiraba... ...Hago constar que en esa fecha era Presidente de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro el Coronel (R) Hector Enrique Walter, el Jefe de Seguridad era el seor Adolfo B.
Cuenya, y el seor Enrique Calvo era 2do. Jefe de Seguridad, a los que consider responsables del desempeo que cupiera al personal de seguridad de la Institucin, del agente de polica de guardia en la misma.
Asimismo, declara que tres personas que se identificaron como pertenecientes a Robos y Hurtos de la Polica Federal secuestraron del garage ubicado en la calle Mxico 1586, el automvil de mi propiedad, marca Fiat 600 R, chapa 615450, modelo 1974, color rojo. No hubo violacin de domicilio. Oportunamente ped al Coronel (R) Hctor E. Walter me informara sobre lo sucedido a mi hijo el que me respondi "...que haba sido secuestrado por elementos subversivos que haban ingresado a la playa de la C.A.L. con documentos falsos...". Adrin Horacio Garca Pagliaro fue visto en el centro clandestino de detencin Quinta de Ser, en Castelar, por su compaera de trabajo Carmen Graciela Floriani (Legajo N 7372). Esta joven -subdelegada en la Caja de Ahorro y Seguro- fue detenida el da 2 de junio de 1977, en la puerta de la Caja, a las 17.00 horas, horario habitual de salida. De los veintisis empleados de esta Caja que fueron secuestrados, de los cuales diecisiete an estn desaparecidos, diecinueve pertenecan al cuerpo de delegados. El Secretario General de CTERA, Alfredo Bravo, fue detenido en la escuela donde trabajaba el 8 de setiembre de 1977 y permaneci 13 das como desaparecido, siendo sometido a graves sevicias. Marina Leticia Vilte (Legajo N 1616), Secretaria General de la Asociacin de Educadores Provinciales de la Provincia de Jujuy, detenida el 31 de diciembre de 1976, permanece desaparecida. Otro dirigente de CTERA, Eduardo Requena (Legajo N 4826), fue secuestrado en Crdoba el 23 de julio de 1976 y visto despus por un liberado, Piero Di Monte, en el centro clandestino de detencin La Perla, donde supo de sus torturas y asisti en agosto de 1976 a su traslado.
...en circunstancias en que se encontraba trabajando en la seccin abastecimiento de la empresa Ledesma S.A., recibi una comunicacin de su jefe de secccin, que deba presentarse de inmediato en la oficina de personal y sin la correspondiente autorizacin para salir de la fbrica. Mientras se diriga a la oficina de personal y antes de salir de la fbrica, lo detuvieron dos personas vestidas de civil, cuyos nombres no puede aportar porque no se identificaron....
A continuacin describe su traslado a la seccional 24 del Ingenio Ledesma, desde donde fue llevado de inmediato a su casa por sus captores, seguidos por una camioneta policial con policas uniformados. Describe la requisa de su casa y de la de su suegra y el robo de alhajas y dinero en ambos domicilios, as como los golpes que recibi en ese tiempo y las amenazas de muerte. Trasladado a Jujuy, relata su permanenca en la Central de Polica. Estaba de pie, mirando por la ventana cuando fue
...sorprendido en esta circunstancia por el Sub Comisario Damin Vilte, este le apoy la pistola en la cabeza y le manifest que iba a disparar si lo volva a encontrar en esa
actitud de nuevo. Tambin recibi el interrogatorio del Comisario Ernesto Haig, quien le dijo que deba hablar porque, si no, iba a perder. Constantemente era trasblaado de habitacin hasta que el tercer da lo llevan a la oficina del Sub-comisario Damin Vilte, lugar en el que se encontraba el Capitn Jones. Este Capitn le efectu muchsimas preguntas relativas el tiempo en que el denunciante era estudiante en Tucumn. Presume que el objeto era investigar si tena alguna conexin con organizacines extremistas. (................................) Despus lo fotografiaron y el sptimo da le fue otorgada una constancia de que se lo dejaba en libertad por falta de mrito. Pocos das despus de su libertad Samanfue nuevamen detenido al presentarse a la Comisara Libertador General SanMartn, requerido por la polica. Nuevamente fue trasladado al Departamento Central de Polica de Jujuy, desde donde un patrullero Ford Falcon, al cual ingresa el sub-Comisario Damin Vilte y tres personas, dos de ellas de civil y el tercero un miembro del Ejrcito con grado de Capitn, es llevado, con los ojos vendados a un lugar clandestino de detencin, donde se le coloca el nmero 56 prendido ensu ropa con un alfiler. ...A continuacin se lo introduce en otro ambiente y se lo empuja sobre otras personas, siempre con los ojos vendados y la manos atadas y le comunican que a partir de ese momento no tiene identidad y sera identificado solamente por el nmero antedicho, posteriormente cada vez que tena oponunidid de comunicarse con deteenidos que se encontraban alrededor, trataba de conocer su identidad... ..Logr indentificar a Walter Hugo Jurez y tambin tiene conocimiento de la permanencia de Johny Vargas, Juan Jarma, Raul Bartoletti, Luis Alfaro Vasco, Oscar Alfaro Vuco, Juan Miguel Lodi, Carlos Brandan, Alfredo Corts, Rufino Lizarraga, Humberto Campos, Alfredo Mrida, Mario Nez, Eduardo Caceres, Jorge Ros, Luis Escalante, Ral Daz, Casimiro Bache, Rubn Molina, Leandro Crdoba, Germn Crdoba, Miguel Angell Garnica, Domingo Horado Garnica, Domingo Redes, Salvador Cruz, Roman Riveros, Hilda Figueroa, Ana Mara Prez, Delicia Alvrez y Eulogia de Garnica... El da 4 de agosto es introducido en un furgn con varias personas, trasladado al Departamento Central de Polica, donde se lo alimenta frugalmente y se lo libera de sus ataduras y de la venda de los ojos. Es introducido en otro furgn en compaa de otras 22 personas y trasladado el Instituto Penal de Villa Gorriti, donde se le da conocimiento a su familia y comienza a recibir noticias de la misma y comida. Mi familia era citada con frecuencia al R.I.M. 20 y recibida en algunas oportunidades por el Coronel Bulacios quien, en una de las entrevistas, le expres a su esposa "...que el mismo ya haba confesado y firmado su confesin como guerrillero" y le muestra un papel con la firma del declarante. Le dice adems que tambin ella deba estar presa, y que su hi jo -que en aquel momento contaba con 6 meses de edad- tambin deba morir como deba morir la guerrilla....
Recuerda que durante la permanencia en la penitenciara, el Obispo de Jujuy, Monseor Medina, ofici una misa y en el sermn les expres que conoca lo que estaba pasando, pero todo ello ocurra en bien de la patria y que los militares estaban obrando bien y que deban comunicar todo lo que supieran para lo cual se ofreca personalmente a recibir confesin. Comunica el declarante los buenos oficios en favor de los detenidos de parte del padre Labarca. Constituyen tambin una clara evidencia de las persecuciones a estos trabajadores los siguientes testimonios:
Pantalen Romero, agricultor, padre de ocho hijos, delegado por su Paraje en las Ligas Agrarias correntinas y Presidente de la Cooperativa de Consumo de Perugorria (Legajo N 827) fue secuestrado de su domicilio el 16 de marzo de 1977 por cuatro hombres armados, que sin identificarse lo obligaron a subir a uno de los vehculos. Los secuestradores buscaban al hijo mayor de Romero, Jorge Ral Romero. Hasta el momento sin embargo, se desconoce su situacin y su paradero. Juan Antonio Olivos, agricultor, delegado como los anteriores de las Ligas Agrarias, miembro del consorcio que administraba el tractor de la zona - el paraje Las Palmitas, Corrientes-, fue sesuestrado el 16 de marzo de 1977, en su lugar de trabajo. Antes de su detencin fue allanado su domicilio, en el que se encontraban su mujer y sus dos hijos, por personal vestido de civil que se anunciaron como policas. Hasta la fecha no se posee ninguna informacin sobre su paradero (Legajo N 826). Mencionamos tambin el caso de Eduardo Fernndez (Legajo N 823), mecnico, quien desapareci el da 5 de agosto de 1976, en Bella Vista, Corrientes. Hay una referencia de que ha sido visto en la Brigada de Investigaciones de Resistencia, Provincia de Chaco. Abel Arce (Legajo N 829), agricultor de las cercanas de Goya, Provincia de Corrientes, desapareci mientras haca el servicio militar en la Compana de Telecomunicaciones 121 de Goya, el 19 de mayo de 1977. Fue visto por numerosos testigos en el Campo Hpico de Goya, lugar de detencin clandestino y de tortura. Su padre es ciego y su madre est paraltica. En todo el pas, las organizaciones de los trabajadores sufrieron sensibles prdidas de sus cuadros. Llegaron a esta Comisin los detalles de lo que ocurri en marzo de 1975. En esa poca, actuando como verdaderas tropas de ocupacin, las fuerzas legales y personas identificadas con brazaletes de Bienestar Social, procedieron a detener a 300 personas que fueron puestas a disposicin del Poder Ejecutivo Nacional; cometieron 30 secuestros seguidos de asesinatos, siendo la mayora de las vctimas delegados y activista gremiales. Uno de los detenidos fue el dirigente metalrgico Alberto Piccinini, quien permaneci largos aos en la crcel procesado, sobreseido y puesto a disposicin del P.E.N. Fue la respuesta a los trabajadores que haban iniciado una lucha por la recuperacin del sindicato. Despus del 24 de marzo de 1976 se reinici la represin y, una vez ms, fueron su blanco los obreros vinculados al sector dirigido por el mencionado gremialista. Esta vez la tcnica fue la desaparicin. La Delegacin Santa Fe de la Comisin Nacional Sobre la Desaparicin de Personas se constituy dos veces en la ciudad de Villa Constitucin y, adems, procedi a hacer un reconocimiento judicial de un centro de detencin ilegal que operaba en el predio de la empresa Acindar. Los habitantes de esta ciudad se presentaron espontneamente a dar su declaracin, surgiendo el reconocimiento de Anibal Gordon como jefe de los operativos realizados en la ciudad, en enero de 1976. Fueron secuestradas y asesinadas ms de diez personas. En uno de los testimonios se detalla que en el ao 1975 (a fines del mismo) la empresa Acindar -que tiene alrededor de 5.000 operarios- orden a los mismos que realizaran el tramite de cdula de identidad de la Polica Federal y, asimismo que tramitaran un nuevo carnet de fbrica, procediendo a fotografiarlos nuevamente. Estas fotos fueron utilizadas luego por personal de seguridad y/o militar para hacer los allanamientos y secuestros. No fue ajeno a estas acciones el que luego fue Ministro de Economa, Martnez de Hoz, que en esos aos era directivo de Acindar, junto con Acevedo. La vinculacin entre la poltica de seguridad del Estado y el poder econmico tuvo en este caso un ejemplo elocuente. Globalmente las fuerzas que reprimieron en Villa Constitucin son, por orden cronolgico desde 1975: Polica Provincial, Polica Federal, Fuerzas parapoliciales - quienes siempre actuaron -y, desde m arzo de 1976, Fuerzas Armadas, a veces conjuntamente con policiales o parapoliciales. La tarea investigadora a este respecto culmin con el reconocimiento que se realizara el da 31 de agosto de 1984 en el lugar de detencin clandestino que operaba en Acindar S.A.
Ambas religiosas francesas pertenecen al Institute des Missions Etrangres, con sede en Toulouse, Francia, y prestaban asistencia espiritual a familiares de los desaparecidos... La
prensa argentina -sometida a rigurosa censura- recin inform sucintamente de los hechos el da 13, aunque habl de desaparicin y no de la detencin que efectuaron integrantes del Primer Cuerpo de Ejrcito, que exhibieron credenciales policiales y que se movilizaban en automviles sin placa, como ocurre siempre en esos procedimientos. El Gobierno argertino respondi a la Comisin: Personas sobre las que no se registran antecedentes de detencin y son objeto de bsqueda policial centralizada por el Ministerio del Interior: Domon, Sor Alice; Duquet, Sor Leonie. La Comisin recibi informacin adicional del Gobierno mediante nota del 27 de marzo de 1980, la cual a su juicio esclarece los hechos denunciados continuando el caso su trmite reglamentario.
Segn inform la revista Paz y Justicia del Servicio de Paz y Justicia en Amrica Latina (Ao 1, N 7, diciembre de 1983):
En el procedimiento tiene destacada actuacin el, en ese entonces, Capitn Alfredo Astiz... Este siniestro personaje fue el responsable directo de la identificacin de los participantes de la reunin en la Parroquia de Santa Cruz. Astiz, argumentando ser hermano de un detenido desaparecido, particip en la reunin bajo el nombre de Gustavo Nio y se dedic a observar detenidamente las caractersticas fsicas y la vestimenta de los concurrentes. En el momento en que se decidi levantar la reunin, Astiz se retir rpidamente para indicarles a los encargados del operativo a quines deban secuestrar... Ante la magnitud de los hechos llega inmediatamente al pas Franois Gadot-Clet, enviado apecial de Edgar Faure, presidente de la Asamblea Nacional Francesa, quien tiene por misin gestionar la aparicin de las religiosas. Gadot-Clet se entrevista con el Gral. Harguindeguy y esgrime una serie de contrato s comerciales favorables a l a Argent ina como elemento de presin. El ministro no cede terreno, pero le da a entender que existen posibilidates de que aparezcan....
Pese a todas las incontables y elevadas influencias que se movilizaron en Amrica y Europa para esclarecer el destino de ambas religiosas, hasta la actualidad no ha podido darse con su paradero. Tampoco dieron resultados las mltiples pesquisas y diligencias de esta Comisin realizadas con la colaboracin de autoridades francesas y en distintos e insolitos lugares del pas.
Me torturaron cinco das en la prisin de La Plata nunca me preguntaron nada... Una vez el Subjefe del Penal de La Plata me lleva a una oficina y comienza insultarme. Me dice: "A vos no te van a salvar ni De Nevares, ni Aramburu. Ni la Virgen te va a salvar..." Jams, a pesar de la presentacin de hbeas corpus, de la insistencia internacional, que era muchsima, dieron explicacin alguna... Hubo tambin otras presiones fsicas y
psquicas... a veces abran la puerta del calabozo y reciba una trompada, amenazas de muerte... mucha presin psicolgica, porque me aplicaban el rgimen de mxima peligrosidad. Una situacin denigrante. Estando en prisin fue cuando recib el Memorial JUAN XXXIII de la Paz, dado por Pax Christi Internacional, que aqu se ocult totalmente. Es un organismo que pertenece directamente al Vaticano. Y estando preso yo ya era candidato al Premio Nobel de la Paz. Fui candidato durante tres aos... Despus que sal del rgimen de libertad vigilada tuve invitaciones de muchos pases, pero no me daban el pasaporte. Hasta cuando tuve que ir a recibir el Premio Nobel tuve problemas con el pasaporte... y siempre sin explicaciones: lo ms que me dijeron en el Ministerio del Interior fue que era disposicin del Poder Ejecutivo. El secuestro y desaparicin de Dagmar Hagelin
El da 26 de enero de 1977 alrededor de las 17 horas fue detenida Norma Susana Burgos, en la va pblica, por un grupo Comando de la ESMA. Algunas horas despus, hacia las 22.30 hs., el mismo grupo, movilizndose en cuatro automviles lleg juntamente con Norma Susana Burgos a su domicilio en la calle Sgto. Cabral 317 de la localidad de El Palomar, Pcia. de Buenos Aires. Luego de allanarlo se retiraron, dejando en la casa a siete personas fuertemente armadas durante toda la noche. El Jefe de dicho grupo era el Tenieme de Corbeta Astiz y el Cabo Peralta de la Subcomisara de El Palomar oficiaba de baquiano por su conocimiento del barrio. El 27 de enero de 1977, a las 8 y 30 horas, ignorando todo, llega hasta dicho domicilio Dagmar Ingrid Hagelin, a fin de despedirse y preguntarle a su amiga Norma Burgos si tambin ira de vacaciones a la playa. Al llegar a la casa Dagmar se encontr imprevistamente encaonada por los ocupantes (quienes la confundieron con Mara Antonia Berger, a quien aguardaban para detenerla), lo que la llevo, movida por el pnico, a salir corriendo por la calle Pampa. En su persecucin salieron el Teniente Astiz y el Cabo Peralta mientras los otros ocupantes de la vivienda, desde el techo de la misma abran fuego. Cuando Dagmar llevaba ms de 30 metros a sus perseguidores , el Teniente Astiz puso rodilla en tierra, extrajo su pistola reglamentaria y dispar (un solo proyectil) sobre la adolescente, la que cay de bruces en la calzada. Astiz corri hacia la vctima y siguio apuntndole con su pistola mientras el cabo Peralta apuntaba tambin con su arma al vecino del lugar, Oscar Eles, de profesin taxista, le oblig a entregar el taxi. Movido el vehculo hasta el lugar donde permaneca cada Dagmar, colocaron en el bal el cuerpo sangrante de la vctima. Despus de recoger a los restantes miembros del grupo, partieron en el automotor con rumbo desconocido. Investigaciones posteriores probaron que Dagmar fue conducida a la ESMA. Al enterarse sus padres de los sucesos, el seor Hagelin requiri la ayuda de un militar conocido con el que se inform de lo sucedido hablando con el padre de Norma Burgos, y vecinos del lugar. Posteriormente, visitaron la Subcomisara de El Palomar, donde el Subcomisario Rogelio I. Vzquez, ante las exigencias del militar, inform que haba sido un operativo oficial de las FF.AA Recorridos todos los Hospitales y Clnicas de la zona sin resultado, a las 22 y 30 horas se dirigieron a la Regional Morn, donde el Jefe policial les mostr un Acta del da anterior en la que la Marina de Guerra peda el correspondiente Area libre, informando que la Unidad interviniente perteneca a la ESMA y que intervendran cuatro vehculos sin chapas patente, con las caractersticas de marca y color idnticos a los realmente ut ilizados. A primera hora del 28 de enero el padre de Dagmar denunci ante la Embajada de Suecia, pas del que junto con su hija eran sbditosy todo lo acontecido, tomando intervencin el Sr. Embajador Bertie Kollberg. Este se comunic telefnicamente con la Regional Morn, confirmando la intervencin de las FF.AA, y con posterioridad, tambin con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. A partir de ese momento y durante los ltimos 7 aos y medio, tanto el gobierno sueco como el padre y otros familiares han realizado innumerables gestiones oficiales y privadas en busca de rescatar a Dagmar, sin resultado alguno. La investigacin judicial de estos hechos se tramit en el Juzgado en lo Penal de Morn, Provincia de Buenos Aires, hasta que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas solicit la inhibitoria de seguir conociendo en la causa, e inform que en las actuaciones practicadas en el mbito militar con la finalidad de determinar la posible responsabilidad de personal de la Armada, en la presunta privacin ilegtima de la libertad de Dagmar Ingrid Hagelin, se dict el sobreseimiento definitivo.