Tarea de Fundamentos

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hombre GEN.

(del latn homo, hombre, que se suele derivar del indoeuropeo gjum, que significa tierra)
Biolgicamente, el individuo perteneciente a la subespecie Homo sapiens sapiens, de la especie
Homo sapiens (ver cita), del gnero homo, de la familia de los hominidae, u homnidos, que
comprende tambin a los simios africanos y a los orangutanes (segn Lawrence Martin) (ver cita).

El hombre es, en filosofa, el objeto de estudio de la antropologa filosfica, y hasta puede decirse,
siguiendo las clsicas preguntas de Kant (ver texto ), que es el objeto mismo de la filosofa; la
pregunta Qu es el hombre? compendia el sentido de las otras tres Qu puedo saber?, Qu
debo hacer?, Qu puedo esperar?

La definicin clsica de hombre como animal racional, que arranca de la antigedad y que
Aristteles sanciona con la expresin, en griego ser dotado de lenguaje (.@< 8`(@< P@<),
aunque siempre aceptada y parcialmente exacta, no expresa, como estrecha que es, algunas de las
caractersticas esenciales que la antropologa filosfica atribuye al hombre: su historicidad, por
ejemplo, y la percepcin de que definir lo que es el hombre no puede hacerse cerrando su
significado. La problemtica antigua se centraba en la cuestin de la unidad o dualidad de cuerpo y
alma, o en las clases de alma y el dominio de una de ellas, la razn, sobre las otras. Para Platn, el
alma es el hombre (ver cita) y el alma, de la que distingue tres partes (concupiscible, irascible y
racional) habita en el cuerpo como un piloto su navo. En Aristteles el alma es la sustancia
primera o la esencia del hombre, pero unida al cuerpo como la forma se une a la materia. La
distincin aristotlica del entendimiento (nous) en entendimiento agente tuvo repercusiones en la
filosofa medieval sobre la inmortalidad humana. La Escolstica acepta tanto la definicin
aristotlica, a travs de Boecio, como la perspectiva del alma como forma sustancial del cuerpo,
haciendo del hombre un nico compuesto sustancial de alma y cuerpo, criatura racional cuyo fin
ltimo es Dios. La afirmacin de la nica sustancialidad no impide que la visin platnica del
predominio del alma sobre el cuerpo siga dominando, ms an si cabe, con el acento puesto ahora
en la inmortalidad del alma. Tras el naturalismo y el humanismo renacentistas, el compuesto
humano se vuelve individuo y sujeto. Con Descartes, que acenta al mximo la subjetividad y hace
del alma la sustancia pensante, la dualidad humana alcanza su perodo lgido: el hombre es dos
sustancias a la vez, y slo Dios, en ltima instancia, puede explicar el misterio de su unin (ver
ocasionalismo). A Descartes atribuye la historia haber establecido la que, crticamente, Gilbert
Ryle llama doctrina oficial, la del mito del fantasma en la mquina. Kant, sustituye la
problemtica de la dualidad de sustancias por la del hombre que pertenece a dos mundos: al
mundo fenomnico y al mundo noumnico o inteligible. Por pertenecer al primero el hombre es
objeto de estudio de la antropologa; por pertenecer al segundo, es una cosa en s incognoscible,
slo comprensible desde la razn prctica, que entiende el hombre como sujeto moral autnomo
y libre. Este doble aspecto del hombre coincide sustancialmente con los planteamientos de la
antropologa filosfica moderna, que partiendo de la realidad biolgica de hombre destaca su
especificidad espiritual; postura que tiene sus comienzos justamente en Alemania con las
investigaciones de J.G. Herder sobre el lenguaje y la historicidad como expresin de la condicin
humana, en la que ve -a diferencia de Kant- una ntima fusin de sensibilidad y racionalidad. En el
lenguaje, y por supuesto en la racionalidad, ve Herder la manera como el hombre resuelve su
deficiencia -el ser de carencias, das Mngelwesen, de los modernos- respecto de la dotacin
instintiva y biolgica suficiente del animal. La antropologa posterior ha recurrido a conceptos
biolgicos para interpretar esta deficiencia originaria observada por Herder, como fetalizacin y
retardo morfolgico, trminos empleados por Lodewijk Bolk, o los ms actuales que hablan de
una posicin ontogentica privilegiada (ver texto ), refirindose al evidente retraso en la
maduracin neuromuscular con que nace el infante humano, que, en ltima instancia, resulta ser
una ventaja evolutiva. De alguna manera el lugar del hombre en el mundo, segn la expresin
de Max Scheler, la posicin del hombre, o lo que es propio del hombre comparado con los dems
seres, lo determina este estado de la biologa humana a partir de la cual se desarrolla el hombre.
La antropologa filosfica moderna admite este punto de partida biolgico e intenta explicar,
fundindolos en una perspectiva comprensiva, los dos aspectos de naturaleza y espritu que
caracterizan al ser humano. Dejando de lado las teoras filosficas expuestas por Max Scheler en
su obra El puesto del hombre en el cosmos (1928), que aunque importantes para la antropologa
filosfica se consideran ms bien como una antropologa metafsica, los autores ms
representativos de una antropologa filosfica con orientacin biolgica son Helmuth Plessner (Los
niveles de lo orgnico y el hombre, 1928) y Arnold Gehlen (El hombre. Su naturaleza y su puesto
en el mundo, 1940; ver texto 1 y texto 2 )..

El punto de partida de Gehlen es el estado carencial a que alude Herder, cuando habla de los
fallos y carencias con que, a diferencia del animal respecto de su propia esfera, nace el
hombre; se sale de l -se compensa, dice Herder- mediante el lenguaje; se sale de ese estado,
segn Gehlen, por la accin, que permite al hombre dominar el ambiente de cara a la
supervivencia. El hombre, a diferencia del animal especializado y adaptado, se halla en una
situacin de indefinicin y de apertura al mundo, que se concreta en una conducta plstica y
variable con la que construye su propio mundo. A la accin acompaa la vida pulsional, el
sentimiento y el impulso, no meramente instintivos, que el hombre puede orientar segn sus
intereses y necesidades. En esto, el hombre se diferencia del animal porque puede distanciarse de
la impresin del estmulo, inhibiendo el impulso a actuar, aplazando acciones y planificando la
actuacin. La naturaleza que lo hace inacabado lo convierte asimismo en un ser dotado de
voluntad y reflexin. En asuntos especialmente importantes para la vida, el hombre requiere la
ayuda de los dems, esto es, cierto tipo de actuacin vital debe estar sostenido de forma estable
por instituciones sociales. Por eso el hombre, por su misma naturaleza biolgica, es un ser social y
cultural. Y por esta razn, dice Gehlen, el hombre no vive, sino que conduce su vida, siempre
obligado a controlar el ambiente por su propia accin. Las instituciones sociales, producto de la
accin humana, producen a su vez la vida social de los individuos, hasta el punto de que la libertad
de los individuos depende de su sometimiento al orden social.

H. Plessner intenta explicar y resolver el problema del doble aspecto de naturaleza y espritu, que
presenta el hombre, partiendo de la nocin de niveles o estadios de lo orgnico, lo cual le hace
concebir una antropologa que no abandona nunca el plano biolgico. Lo caracterstico de la vida
es la posicionalidad: la posicin o lugar que ocupa el ser vivo respecto de su entorno; el animal
se refiere a un ambiente, el hombre a un mundo. Respecto de su ambiente, el animal ocupa el
centro: su ambiente lo encierra y le asegura su supervivencia segn sistemas de relaciones
deterministas; su supervivencia representa un equilibrio centrado en el ambiente. El hombre, en
cambio, se caracteriza por ocupar una posicin de excentricidad con relacin al mundo: su
excentricidad consiste en que, por un lado, como cuerpo que es, el hombre vive de su relacin
equilibrada con el mundo, vinculado al mundo y abierto a l, pero por otro lado est ms all de
esta posicin centralizada porque es capaz de reflexionar sobre su cuerpo y sobre el mundo y
sobre sus relaciones con el mundo, localizndose en l y conociendo el lugar que ocupa, desde el
momento que acta como un yo consciente. El hombre se distancia de lo inmediato, de lo fsico y
lo biolgico y no vive en y de lo inmediato. Este distanciamiento, en el que consiste la
excentricidad del hombre respecto del mundo, lo regula Plessner mediante tres leyes
antropolgicas: 1) la ley de la artificialidad natural: el hombre se relaciona con la naturaleza, y
por exigencias de la misma naturaleza, de un modo artificial a travs de la cultura; para vivir
naturalmente el hombre ha de vivir artificialmente; 2) la ley de la inmediatez mediada: el
hombre transforma todo lo inmediato en algo mediado, esto es, humaniza el mundo que
experimenta, y 3) la ley del lugar utpico: la artificialidad y la mediacin constante del hombre
lo empujan hacia un ms all que est siempre incompleto y por hacer, y de alguna manera abren
al hombre a la trascendencia. Estas tres leyes sitan la existencia humana en el plano de la historia
y de la cultura, que son las caractersticas propiamente humanas, que Plessner enlaza
directamente con el aspecto biolgico del ser humano. El tradicional problema de alma y cuerpo, o
el problema kantiano de los dos mundos a que pertenece el hombre est de alguna forma resuelto
por estas antropologas filosficas con base biolgica; lo que es propiamente humano se explica en
funcin de una estructura biolgica comn a los seres vivos, lo cual es una forma de superar el
punto de vista de Scheler, que explica las caractersticas humanas desde un proceso o esquema
gradual que, a partir de la animalidad, se va elevando hasta la humanidad.
La consideracin de lo que es el hombre no puede agotarse simplemente con un tratamiento de
orientacin antropolgico-biolgica. El hombre no se caracteriza solamente, aunque s primaria y
principalmente, por el lugar que ocupa en el mundo, sino que es, adems, un ser es
esencialmente cultural. La antropologa filosfica y la cultural intentan dar respuesta a esta
exigencia. Por otra parte, el estudio del hombre tambin ha recibido ilustracin, y no poca, en la
poca contempornea, desde los correspondientes enfoques dados por el marxismo marxismo
(consideracin socioeconmica) y el existencialismo (consideracin filosfica de la existencia
humana).

Ver antropologa, antropologa filosfica, antropologa cultural, antropologa fsica y antropologa


social.

Diccionario de filosofa en CD-ROM. Copyright 1996. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona.
Todos los derechos reservados. ISBN 84-254-1991-3. Autores: Jordi Corts Morat y Antoni
Martnez Riu.

realismo GEN.

(del latn realis, de res, cosa, objeto, realidad) Creencia en que existe un mundo externo (realismo
ontolgico) y que puede ser conocido (realismo epistemolgico). Estas tesis pueden son una
simple afirmacin ingenua y acrtica, si no se fundamentan ms que en la aparente evidencia de
los sentidos (realismo ingenuo) o bien incluyen una fundamentacin ms o menos crtica. El
realismo filosfico sostiene con argumentos la existencia de un mundo real independiente del
pensamiento y de la experiencia, pero no afirma que percibamos el mundo tal como es en
realidad. Es, pues, ante todo, una afirmacin de tipo ontolgico (acerca de que las cosas son), que
implica una determinada teora del conocimiento, as como una teora sobre la percepcin (acerca
de que las cosas no son tal como aparecen).
Histricamente, el realismo es una de las soluciones que en la Edad Media se dio a la llamada
cuestin de los universales, centrada en decidir qu grado de realidad hay que atribuir a los
universales, o ideas abstractas. La primera de las tres soluciones dadas al problema, el llamado
realismo exagerado, -mantenido, entre otros, por Agustn de Hipona y la escuela de Chartres-
debe su origen a la consideracin, por parte de Platn, de las ideas o formas como entidades
subsistentes y separadas de los individuos particulares. El realismo moderado -mantenido, entre
otros, por Alberto Magno y Toms de Aquino-, en cambio, se remonta a la postura de Aristteles
que sita el universal, como forma que puede ser abstrada por la mente, en los individuos y cosas.
Frente a esos realismos, el nominalismo sostuvo que los universales o eran meros nombres o
simples conceptos; tesis mantenida por muchos autores de la filosofa analtica contempornea.
Estas distintas posturas se repiten tambin o rechazan en las distintas corrientes de filosofa
actual. Charles Sanders Peirce no es slo un decidido realista, sino que no admite ninguna solucin
intermedia entre realismo y nominalismo. Gottlob Frege es partidario de una ontologa y una
epistemologa realistas: sostiene que existen entidades abstractas, que llama entidades objetivas
no-reales, y que los conceptos son ontolgicamente superiores a los objetos: se puede hablar de
un mundo interior, al que pertenecen los hechos mentales o psicolgicos; de un mundo exterior y
real, al que pertenecen los objetos fsicos, y de un mundo objetivo no-real, al que pertenecen las
entidades objetivas, como los pensamientos, los sentimientos, etc., que no pueden identificarse
sin ms con los hechos psicolgicos, pero que tampoco son cosas en el espacio-tiempo, y de los
que se ocupa la ciencia. George Edward Moore y Bertrand Russell son ambos realistas en cuanto
consideran que los universales son entidades subsistentes, necesarias para el conocimiento
cientfico. Quine y Goodman, que afirman conjuntamente no admitir la existencia de entidades
abstractas, sostienen una postura nominalista corregida. Para Quine slo existen individuos,
pero la ciencia requiere hablar tambin de clases como entidades abstractas. Muchas de las
afirmaciones sostenidas por Quine han sido punto de referencia y discusin para autores
posteriores tambin de orientacin analtica; su tesis sobre lo que hay ha dado lugar a una
verdadera controversia sobre realismo e irrealismo, referido a las entidades abstractas en el
seno de la filosofa analtica, que enlaza con el llamado nuevo realismo de la filosofa moderna -
para distinguirlo del realismo clsico de la mayor parte de la tradicin filosfica-, surgido en
Inglaterra y EE.UU. a comienzos del siglo XX, y con la polmica posterior sobre el realismo
cientfico en filosofa de la ciencia. El nuevo realismo, como reaccin contra el idealismo ingls y
continental del s. XIX (que haca de lo percibido y conocido un simple estado de conciencia del
sujeto, como reza la frmula del fenomenismo ser es ser percibido), tiene como principales
representantes a Moore y Russell, en Inglaterra, y a W. James, E.B. Holt, W.P. Montagu, R.B. Perry,
W.T. Marwin, W.B. Pitkin y E.G. Spaulding, en Amrica, y proponen, como solucin al problema de
la dualidad entre mente ycuerpo, en general la idea, patrocinada por el monismo neutral, de
una entidad intermedia y confusa entre lo mental y lo material. D. Drake, A.O. Lovejoy, R.W.
Sellars y George Santayana, entre otros, respondieron a este realismo con Ensayos sobre el
realismo crtico (1920).

Los partidarios del realismo crtico (ttulo tambin de una obra de R.W. Sellars, de 1916) sostienen
un realismo indirecto basado en que los datos sensoriales no pertenecen tal cual aparecen al
mundo fsico, distinguiendo de nuevo, entre cosa externa, dato sensorial (sense-datum) y el acto
de la percepcin.. Dentro del realismo critico, se presentan diversas maneras de interpretar los
datos sensoriales. En el mbito de la filosofa de la ciencia, se discute tambin si los supuestos
cientficos, muchos de los cuales se basan en que las leyes causales y muchas entidades tericas
tengan una existencia objetiva para que la ciencia pueda ejercer su funcin explicativa, son una
demostracin de la verdad de las tesis realistas, y en este caso se habla de realismo cientfico.
Muchos tericos de la ciencia han insistido en la necesidad de interpretar las teoras cientficas en
sentido realista, como (ms o menos) verdaderas descripciones del mundo, llevados por la fuerza
de la afirmacin de que slo las causas explican (ver texto ).

Al realismo en general se opone el idealismo y el fenomenismo. Kant se halla en una posicin


intermedia que combina el realismo emprico (los fenmenos son empricamente reales) con el
idealismo trascendental (la forma de los fenmenos se debe a la mente). Al realismo cientfico se
opone el instrumentalismo (los enunciados observacionales s describen el mundo, pero no los
tericos) y, en cierta medida, el pragmatismo.

Diccionario de filosofa en CD-ROM. Copyright 1996. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona.
Todos los derechos reservados. ISBN 84-254-1991-3. Autores: Jordi Corts Morat y Antoni
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real / realidad GEN.

(del latn res, cosa, objeto, realidad) En general, lo que es o existe de un modo actual u objetivo,
por oposicin a lo que es una apariencia, una ilusin o una ficcin, o a lo que es meramente
posible o ideal, o subjetivo. Normalmente, y desde el sentido comn, se entiende que lo real es
aquello que pertenece al mundo en que vivimos y, por tanto, lo que existe en el espacio-tiempo.
Pero la aplicacin rigurosa de esta nocin espontnea lleva a confundir lo real con lo
independiente de la mente o con lo material o lo emprico, es decir, aquello que puede ser
conocido por los sentidos, con lo que dejaran de tener realidad muchas de las cosas por las que
los hombres se interesan y hasta luchan. De hecho, lo real debe definirse en consonancia con los
presupuestos ontolgicos y epistemolgicos desde los que se define ser, ente u ontolgico o
realidad en general, esto es, ha de entenderse desde una teora determinada, pero sobre todo ha
de poder diferenciarse de lo que se considera simple apariencia. Para muchos, y en primer lugar
para Aristteles (ver cita), el estudio de lo real incumbe a la metafsica, que trata de lo que existe
en cuanto existe, y de la que cabe esperar que d criterios para distinguir lo que existe de lo que
slo parece existir. El uso de parecer por oposicin a ser no slo es de sentido comn, sino
que es tambin una tradicin constante en la filosofa. La filosofa griega, desde los presocrticos a
los grandes sistemticos, como Platn y Aristteles, plantea la cuestin fundamental de qu hay
que entender por real, ya sea como arkh (GDPZ), forma, sustancia o tomos. Herclito y
Parmnides son modelos iniciales y opuestos en el planteamiento del problema: lo que hay es
pura apariencia, o, al contrario, esta pura apariencia es realmente lo nico que puede conocerse y
lo que, por esto mismo, es. Platn construye su teora de las ideas para combatir el punto de vista
del sofista Protgoras, segn el cual las cosas son lo que al hombre le parece que son. En todo
caso, la historia de la filosofa ensea que la cuestin de qu es real se responde desde una teora
del conocimiento. Aunque siempre ha sido evidente que lo que las cosas son se conoce
forzosamente desde una cierta perspectiva, a saber, la que ofrece la percepcin, la propia
experiencia, el conocimiento previo y hasta la propia poca. Berkeley es el primero en destacar
que el ser de las cosas se manifiesta slo en la apariencia, esto es, en el fenmeno; hasta el punto
de que lo real no es ms que lo que aparece: ser es ser percibido. Kant hace consistir, en el
aparecer del fenmeno, la configuracin misma de la experiencia, en el sentido de que conocer
algo es poder constituirlo en objeto de experiencia, segn las condiciones de posibilidad que el
propio sujeto determina; lo que la cosas son ya no puede quedar separado ni del percibirlas ni del
entenderlas, pero tampoco del poder percibirlas y poder entenderlas. El idealismo alemn
posterior extrema al mximo la produccin de la realidad por el espritu: todo lo racional es real y
todo lo real es racional (ver cita). El nuevo realismo y el realismo crtico de comienzos de siglo
intentan desenmaraar la red compleja entre lo real y lo percibido. La filosofa analtica, la filosofa
del lenguaje y las nuevas teoras epistemolgicas de filosofa de la ciencia replantean el problema
de la realidad, y buscan nuevos criterios de decisin para determinar cundo puede decirse que un
enunciado (emprico) es verdadero (manera epistemolgica de decidir sobre lo que se entiende
por real).

Aunque el sentido comn percibe que lo real es lo empricamente observable (ver texto ), no slo
lo empricamente observable es real. Por esto es preciso contar con otros criterios para
determinar qu cosa podemos llamar real. Llamamos real no slo a lo que est obviamente
presente a los sentidos, sino a todo aquello cuya existencia externa podemos determinar como
objetivamente independiente de nuestro pensamiento y de nuestra observacin a travs de una
verificacin intersubjetiva. De este modo, no slo son reales los objetos externos, sino (por lo
menos algunas de) sus propiedades (ver realismo cientfico) y sus principios materiales internos;
no slo existe realmente, por ejemplo, la mesa, sino -y hasta quiz ms- los elementos qumicos
que la componen y las partculas atmicas y subatmicas a que se reducen sus elementos
qumicos. Resulta problemtico y controvertido afirmar la existencia de universales y entidades
tericas o sostener que a las leyes de la naturaleza corresponden regularidades realmente
existentes independientes de toda convencin o construccin humanas. En esto tienen la palabra
no slo los diversos sistemas metafsicos y epistemolgicos, sino tambin los diversos grados de
realismo cientfico, de modo que no puede simplemente afirmarse que lo real se identifique sin
ms con lo fsico, material o emprico. Sobre esto, es til considerar la distincin que hace Karl R.
Popper sobre mundo 1, mundo 2 y mundo 3 (ver texto ).

La filosofa, por lo dems, no se cierra a la posibilidad de considerar reales las entidades


metafsicas.

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Martnez Riu.

Immanuel Kant: conocimiento terico y conocimiento prctico

Me limitar a definir aqu los conocimientos terico y prctico del modo siguiente: el terico es
aquel en virtud del cual conozco lo que es; el prctico es aquel en virtud del cual me represento lo
que debe ser. De acuerdo con esto, el uso terico de la razn es aquel mediante el cual conozco a
priori (como necesario) que algo es, mientras que el prctico es aquel por medio del cual se
conoce a priori qu debe suceder. Ahora bien, si es indudablemente cierto, pero slo de modo
condicionado, que algo es o que algo debe suceder, entonces, o bien puede haber respecto de ese
algo una determinada condicin absolutamente necesaria, o bien debe suponerse tal condicin
como arbitraria y contingente. En el primer caso se postula la condicin (per thesin); en el segundo
la suponemos (per hypothesin). Hay leyes prcticas que son absolutamente necesarias (las
morales); si estas leyes suponen necesariamente alguna existencia como condicin de posibilidad
de su fuerza obligatoria, esa existencia ha de ser postulada, ya que lo condicionado de donde
partimos para deducir esta condicin determinada es, a su vez, conocido a priori como
absolutamente necesario. [...] Las leyes morales no slo presuponen la existencia de un ser
supremo, sino que, al ser ellas mismas absolutamente necesarias desde otro punto de vista, lo
postulan con razn, claro est, slo desde una perspectiva prctica.

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Crtica de la razn pura, Dialctica trasc., l.2, cap. 3, sec. 7, B 663 (Alfaguara, Madrid 1988, 6 ed.,
p. 525-526).

Textos de Diccionario Herder de filosofa

Immanuel Kant: el conocimiento y la experiencia

No hay duda de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia. Pues cmo podra
ser despertada a actuar la facultad de conocer sino mediante objetos que afectan a nuestros
sentidos y que ora producen por s mismos representaciones, ora ponen en movimiento la
capacidad del entendimiento para comparar estas representaciones para enlazarlas y separarlas y
para elaborar de este modo la materia bruta de las impresiones sensibles con vistas a un
conocimiento de los objetos denominado experiencia? Por consiguiente, en el orden temporal,
ningn conocimiento precede a la experiencia y todo conocimiento comienza con ella.
Pero aunque todo nuestro conocimiento empiece con la experiencia, no por eso procede todo l
de la experiencia. En efecto, podra ocurrir que nuestro mismo conocimiento emprico fuera una
composicin de lo que recibimos mediante las impresiones y de lo que nuestra propia facultad de
conocer produce (simplemente motivada por las impresiones) a partir de s misma.

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Crtica de la razn pura (Edicin de Pedro Ribas, Alfaguara, Madrid 1988 6 ed., p.41-42)

Textos de Diccionario Herder de filosofa

Immanuel Kant: el hombre, fenmeno y nomenon

Esta analtica expone que la razn pura puede ser prctica, es decir: determinar la voluntad
independientemente de todo lo emprico -y por cierto que mediante un hecho en que la razn
pura se demuestra en nosotros prcticamente, a saber, la autonoma en el principio de la
moralidad mediante el cual determina la voluntad a obrar. Indica al mismo tiempo que este hecho
est inseparablemente unido a la conciencia de la libertad de voluntad -y aun es idntico a ella-
mediante la cual la voluntad de un ser racional que, como perteneciente al mundo de los sentidos,
se sabe sometido necesariamente a las leyes de la causalidad como a otras causas eficientes, pero
al propio tiempo en lo prctico, por otra parte, como ser en s, tiene conciencia de su existencia
determinable en un orden inteligible de las cosas, en virtud, no de una particular intuicin de s
mismo, sino de ciertas leyes dinmicas que pueden determinar su causalidad en el mundo
sensible, pues en otro lugar se ha demostrado suficientemente que la libertad, si se nos atribuye,
nos sume en un orden inteligible de las cosas.

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Crtica de la razn prctica, cap. 1,1 (Losada, Buenos Aires 1977, 4 ed., p. 48).

Textos de Diccionario Herder de filosofa

Aristteles: ciencia es conocimiento de lo universal

Qu es la ciencia resulta claro de estas consideraciones [...]: todos pensamos que aquello de que
tenemos ciencia no puede ser de otra manera: de lo que puede ser de otra manera, cuando tiene
lugar fuera del alcance de nuestra observacin, no sabemos si es o no. Por consiguiente, lo que es
objeto de ciencia es necesario. Luego es eterno, ya que todo lo que es absolutamente necesario es
eterno, y lo eterno, ingnito e imperecedero.

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tica a Nicmaco, VI, 3, 1139b (Centro de Estudios Constitucionales, Madrid 1985 p. 91)

Textos de Diccionario Herder de filosofa


Aristteles: el hombre como animal racional y como animal poltico

Se admite que hay tres cosas por las que los hombres se hacen buenos y virtuosos, y esas tres
cosas son la naturaleza, el hbito y la razn. [...] Los otros animales viven primordialmente por
accin de la naturaleza, si bien algunos en un grado muy pequeo, son tambin llevados por los
hbitos; el hombre, en cambio, vive tambin por accin de la razn, ya que es el nico entre los
animales que posee razn; de manera que en l estas tres cosas deben guardar armona recproca
entre s; los hombres, en efecto, obran con frecuencia de manera contraria a los hbitos que han
adquirido y a su naturaleza a causa de su razn, si estn convencidos de que algn otro camino de
accin les es preferible.

__________________________________________________

Poltica, VII,12,1332 -b.

[...] Es evidente que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un
animal poltico o social; y un hombre que por naturaleza y no meramente por el azar, apoltico o
insociable, o bien es inferior en la escala de la humanidad, o bien est por encima de ella [...] y la
razn por la cual el hombre es un animal poltico en mayor grado que cualquier abeja o cualquier
animal gregario es algo evidente. La naturaleza, efecto, segn decimos, no hace nada sin un fin
determinado, y el hombre es el nico entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple
voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen tambin los dems animales
[...], pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, tambin
lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los dems
animales, al ser el nico que tiene la percepcin del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto y de
las dems cualidades morales, y es la comunidad y participacin en estas cosas lo que hace una
familia y una ciudad-estado.

__________________________________________________

Poltica, I, 1, 1253.
Textos de Diccionario Herder de filosofa

Aristteles: el hombre, el nico animal que tiene logos

La razn de que el hombre sea un ser social, ms que cualquier abeja y que cualquier otro animal
gregario, es clara. La naturaleza, pues, como decimos, no hace nada en vano. Slo el hombre,
entre los animales, posee la palabra [lgon de mnon nthropos khei tn zon]. La voz es una
indicacin del dolor y del placer; por eso la tiene tambin otros animales [...]. En cambio la palabra
existe para manifestar lo conveniente y lo daino, as como lo justo y lo injusto. Y esto es propio
de los humanos frente a los dems animales : poseer de modo exclusivo, el sentido de lo bueno y
lo malo, lo justo y de lo injusto, y las dems apreciaciones. La participacin comunitaria en stas
funda la casa familiar y la ciudad.

_________________________________________

Poltica, I, 1553 a (Alianza, Madrid 1991, p. 43-44).

Textos de Diccionario Herder de filosofa

Aristteles: entendimiento activo y pasivo


Puesto que en la Naturaleza toda existe algo que es materia para cada gnero de entes -a saber,
aquello que en potencia es todas las cosas pertenecientes a tal gnero- pero existe adems otro
principio, el causal y activo al que corresponde hacer todas las cosas -tal es la tcnica respecto de
la materia-, tambin en el caso del alma han de darse necesariamente estas diferencias. As pues,
existe un intelecto que es capaz de llegar a ser todas las cosas y otro capaz de hacerlas todas; este
ltimo es a manera de una disposicin habitual como, por ejemplo, la luz: tambin la luz hace en
cierto modo de los colores en potencia colores en acto. Y tal intelecto es separable, sin mezcla e
impasible, siendo como es acto por su propia entidad. Y es que siempre es ms excelso el agente
que el paciente, el principio que la materia. Por lo dems, la misma cosa son la ciencia en acto y su
objeto. Desde el punto de vista de cada individuo la ciencia en potencia es anterior en cuanto al
tiempo, pero desde el punto de vista del universo en general no es anterior ni siquiera en cuanto
al tiempo: no ocurre, desde luego, que el intelecto intelija a veces y a veces deje de inteligir. Una
vez separado es slo aquello que en realidad es y nicamente esto es inmortal y eterno. Nosotros,
sin embargo, no somos capaces de recordarlo, porque tal principio es impasible, mientras que el
intelecto pasivo es corruptible y sin l nada intelige.

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Acerca del alma, III, 5, 430a (Gredos, Madrid 1978).

Textos de Diccionario Herder de filosofa

Karl R. Popper: cmo progresa la ciencia

Es posible interpretar los progresos de la ciencia ms prosaicamente. Cabra decir que el progreso
puede ...originarse de dos maneras solamente: acumulando nuevas experiencias perceptivas y
organizando mejor las que ya tenamos a nuestra disposicin. Pero esta descripcin del progreso
cientfico, aunque no es realmente errnea, parece no dar en el blanco; recuerda demasiado a la
induccin baconiana o sugiere en exceso su industrioso acumular los incontables racimos,
maduros y en sazn de los que esperaba que fluyese el vino de la ciencia, su mito de un mtodo
cientfico que partiera de la observacin y del experimento para avanzar luego hasta las teoras.
[...]

El avance de la ciencia no se debe al hecho de que se acumulen ms y ms experiencias


perceptivas con el correr del tiempo, ni al de que haramos cada vez mejor uso de nuestros
sentidos. No es posible destilar ciencia de experiencias sensoriales sin interpretar, por muy
industriosamente que las acumulemos o escojamos; el nico medio que tenemos de interpretar la
Naturaleza son las ideas audaces, las anticipaciones injustificadas y el pensamiento especulativo:
son nuestro organon, nuestro nico instrumento para captarla. [...]

La ciencia nunca persigue la ilusoria meta de que sus respuestas sean definitivas, ni siquiera
probables; antes bien, su avance se encamina hacia una finalidad infinita -y, sin embargo,
alcanzable-: la de descubrir incesantemente problemas nuevos, ms profundos y ms generales, y
de sujetar nuestras respuestas (siempre provisionales) a contrastaciones constantemente
renovadas y cada vez ms rigurosas.

__________________________________________________

La lgica de la investigacin cientfica, Tecnos, Madrid 1977, p. 260-262.

Textos de Diccionario Herder de filosofa

Karl R. Popper: el conocimiento como conjetura


Llego ahora a la ltima de mis afirmaciones, la ms importante. Es la siguiente: la tradicin
racionalista, la tradicin de discusin crtica, es el nico camino viable para ampliar nuestro
conocimiento, conocimiento conjetural o hipottico, por supuesto. No hay otro camino. [...] Slo
hay un elemento de racionalidad en nuestros intentos por conocer el mundo: es el examen crtico
de nuestras teoras. Estas teoras son conjeturas. No sabemos, slo suponemos. Si me preguntis:
Cmo sabe usted?, mi repuesta sera: No s; slo me propongo una conjetura. Si usted est
interesado en mi problema, me sentir muy feliz si usted critica mi conjetura, y si usted presenta
contrapropuestas, yo a mi vez las criticar.

Tal es, segn creo, la verdadera teora del conocimiento [...] la teora de que el conocimiento
avanza mediante conjeturas y refutaciones.

__________________________________________________

El desarrollo del conocimiento cientfico. Conjeturas y refutaciones, Paids, Buenos Aires 1979, p.
178.

Textos de Diccionario Herder de filosofa

Karl R. Popper: el realismo

El realismo es esencial al sentido comn. El sentido comn o el sentido comn ilustrado distingue
entre apariencia y realidad. (Se pueden poner ejemplos como hoy el aire es tan difano que las
montaas parecen mucho ms cercanas de lo que realmente estn o, quiz, parece que lo hace
sin esfuerzo, pero me ha confesado que la tensin es casi insoportable). Mas el sentido comn
tambin reconoce que las apariencias (la imagen reflejada en un espejo, por ejemplo) poseen una
especie de realidad o, con otras palabras, que puede haber una realidad superficial -esto es, una
apariencia- y una realidad profunda. Por otro lado, hay muchos tipos de realidades. El tipo ms
obvio es el de los alimentos (supongo que suministran las bases del sentimiento de realidad) o
bien el de los objetos ms resistentes (obiectum = lo que se interpone en el curso de nuestra
accin) como piedras, rboles o personas humanas. Pero hay otros tipos de realidad muy distintos
como la descodificacin subjetiva de nuestras experiencias sobre los alimentos, piedras, rboles y
cuerpos humanos. El sabor y el peso de los alimentos es tambin otro tipo de realidad, al igual que
las propiedades de los rboles y los cuerpos humanos. Hay ejemplos de otros tipos en este
universo tan variado como son un dolor de muelas, una palabra, el lenguaje, un cdigo de
circulacin, una novela o una decisin gubernamental; una demostracin vlida o invlida; tal vez
fuerzas, un campo de fuerzas, tendencias, estructuras y tambin regularidades. [...]

Sostengo que no es ni demostrable ni refutable. El realismo no es demostrable, al igual que todo lo


que caiga fuera del campo de la lgica y la aritmtica finita, pero mientras que las teoras
cientficas empricas son refutables, el realismo ni siquiera lo es. (Comparte esta irrefutabilidad
con muchas teoras filosficas o metafsicas y, en particular, con el idealismo.) Sin embargo, se
puede argumentar, siendo abrumadores los argumentos en su favor. [...]

Con todo, hay argumentos en favor del realismo, o ms bien, en contra del idealismo.

(1) El argumento ms fuerte puede consistir en una combinacin de otros dos: (a) que el realismo
forma parte del sentido comn, y (b) que todos los pretendidos argumentos en su contra no slo
son filosficos en el sentido ms desacreditado del trmino, sino que adems se basan en una
parte del sentido comn aceptada acrticamente, es decir, en esa parte errnea de la teora del
conocimiento del sentido comn que he denominado la teora de la mente como un cubo. [...]

(2) Aunque hoy da la ciencia est un poco pasada de moda para algunas personas, por razones
que lamentablemente no son en absoluto nimias, no hemos de ignorar su relevancia para el
realismo, aunque algunos cientficos no sean realistas [...] Pero, olvidndonos por un momento de
la fsica atmica (mecnica cuntica), podemos afirmar que casi todas -si no todas- las teoras
fsicas, qumicas o biolgicas implican el realismo en el sentido de que si son verdaderas, el
realismo debe serlo tambin. Esta es una de las razones por las cuales algunas personas hablan de
realismo cientfico. Es una buena razn. Sin embargo, por mi parte, prefiero llamarlo
metafsico antes que cientfico, dada su (aparente) falta de contrastabilidad.

Mrese como se mire, hay excelentes razones para afirmar que en la ciencia lo que se pretende es
describir y (en la medida de lo posible) explicar la realidad. Lo haremos mediante conjeturas
tericas; es decir, teoras que esperamos sean verdaderas (o prximas a la verdad), aunque no
podamos demostrar su certeza ni siquiera su probabilidad (en el sentido del clculo de
probabilidades) a pesar de que sean las mejores teoras que podamos formularnos y de que, por
tanto, puedan considerarse como probables en la medida en que este trmino est libre de
toda asociacin con el clculo de probabilidades.

Hay otro sentido excelente y muy prximo en el que podemos hablar de realismo cientfico; el
procedimiento adoptado entraa (en la medida en que no se vea destruido por actitudes
irracionales) el xito, en el sentido de que nuestras conjeturas tericas tienden progresivamente
hacia la verdad; es decir, hacia descripciones verdaderas de ciertos hechos o aspectos de la
realidad.

____________________________________________

Conocimiento objetivo, Tecnos, Madrid 1974, p. 45-48.

Textos de Diccionario Herder de filosofa

conocimiento GEN.
(del latn cognoscere, llegar a conocer, saber, que a su vez remite al griego gignoskein, saber,
reconocer)

PSICOL. Trmino final del proceso psicolgico por el cual la mente humana capta un objeto. En
este sentido, es una representacin que supone un proceso de conocimiento.

EPIST. Relacin que se establece entre un sujeto y un objeto, mediante la cual el sujeto capta
mentalmente (aprehensin) la realidad del objeto. El proceso del conocimiento, as entendido,
constituye el objeto de estudio de la teora del conocimiento. En la filosofa actual, se prefiere
definir el conocimiento como saber proposicional o un saber que, analizando el uso de las
palabras conocer o saber (que en ingls se identifican, to know; ver cita). Conocer, en este
caso, consiste en saber que un enunciado es verdadero (o falso).

Para que exista conocimiento, es necesario que se cumplan las tres condiciones siguientes [S es el
sujeto, y p cualquier enunciado que el sujeto dice saber] :

Dicho de otro modo, S sabe que p si y slo si es verdad que p, S cree que p y, adems, S est
justificado en creer que p.

En un lenguaje corriente, para saber algo, es necesario que ello sea verdad, que lo creamos y que
tengamos razones para creerlo (y que ninguna de estas razones sea falsa). De forma breve,
conocimiento es una creencia verdadera justificada. El conocimiento cientfico puede definirse
como una creencia racional justificada (ver cita).
Conocer puede distinguirse de saber y, en sentido estricto debe hacerse. En este supuesto,
conocer indica un contacto consciente con el objeto conocido a travs de la experiencia y, en
concreto, de la percepcin, en oposicin a saber que es un conocimiento por conceptos e ideas.
Saber es, as, exclusivo y propio del hombre, mientras que tanto los hombres como los animales
conocen. Se conocen cosas; se sabe verdades o proposiciones verdaderas. Por esta razn, las
frases en que se utiliza con propiedad el verbo conocer se construyen con un sintagma nominal,
mientras que aquellas en que se utiliza saber se construyen con una oracin sustantiva como
complemento. Conocer es, adems, un proceso perceptivo directo e inmediato, que se justifica
por s mismo; saber, en cambio, es un proceso indirecto, mediato e inferencial, esto es, apoyado
en razones (ver cita). La distincin de Russell (ver texto ) entre conocimiento directo (knowledge
by acquaintance), o conocimiento de cosas, y conocimiento proposicional (knowledge by
description), o conocimiento de verdades, ayuda a precisar qu es lo que realmente conocemos
en uno y otro caso.

Ver creer/saber.

Diccionario de filosofa en CD-ROM. Copyright 1996. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona.
Todos los derechos reservados. ISBN 84-254-1991-3. Autores: Jordi Corts Morat y Antoni
Martnez Riu.

conocimiento cientfico EPIST.

El producido por la actividad humana que llamamos ciencia. Sus principales caractersticas se
definen diciendo que se trata de un conocimiento racional, metdico, objetivo, verificable y
sistemtico, que se formula en leyes y teoras, y es comunicable y abierto a la crtica y a la
eliminacin de errores (ver texto ). Como conocimiento racional y objetivo que es, se realiza segn
enunciados descriptivos, que se refieren a hechos del mundo material, que pueden ser verdaderos
o falsos, y cuya verdad es controlable y demostrable; en calidad de conocimiento obtenido con un
mtodo, es una actividad que planifica sus objetivos que intenta conseguir con los mejores medios
y, por ello, somete a prueba experimental, contrastndolos con los hechos, sus enunciados
principales. El saber cientfico no se reduce al mero conocimiento de hechos, sino que va ms all
de los mismos, porque es tambin saber sistemtico que se construye a partir de hiptesis, que se
someten a contrastacin, y que pueden convertirse en leyes y teoras, con las que se obtienen
explicaciones y predicciones. Como saber comunicable que es, se trata de un conocimiento
pblico que ha de poder precisar la manera como se ha obtenido, de modo que cualquiera pueda
acceder al mismo por iguales o parecidos medios, y en ningn momento se recurra a supuestos o
recursos secretos y ocultos. Se orienta, por lo mismo, a obtener un consenso universal sobre la
verdad de sus enunciados, pero no excluye ni la crtica fundamentada o la revisin de los errores
que contiene, ni la afirmacin de que el conocimiento cientfico es provisional.

En el momento actual, hay tres maneras fundamentales de ver el conocimiento cientfico (ver
texto ) como un todo: el enfoque subjetivo, el tradicional, que sostiene que la ciencia es un
conjunto de enunciados, cuya verdad los cientficos, como individuos aislados, defienden y
justifican; el enfoque consensual, segn el cual el saber cientfico est formado por el conjunto de
teoras que la comunidad cientfica acepta como cientficas; y el enfoque objetivista, que considera
que los enunciados, leyes y teoras cientficos son, ciertamente, un producto de la actividad
humana, pero que, una vez formulados, poseen su propia vida autnoma como si constituyeran un
mundo propio (un tercer mundo).

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discursivo, conocimiento EPIST.

El conocimiento que se obtiene a travs de la reflexin; se opone, por tanto, a conocimiento


intuitivo. En el conocimiento discursivo la mente conoce como por etapas, recorriendo diversos
enunciados o proposiciones, enlazados entre s por razonamientos. Estos razonamientos pueden
ser inferencias inmediatas o pueden ser razonamientos lgicos encadenados mediante sucesin
de premisas y conclusiones, escritos en lenguaje natural o formal.

Llmase discurso racional a una sucesin de razonamientos sobre un mismo tema o cuestin.
Ver dinoia.

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conocimiento, clases de EPIST.

Hay diversas maneras de clasificar los tipos de conocimiento. Si conocimiento se entiende en un


sentido amplio, como captacin del objeto por parte del sujeto, se distingue, segn el orden o
nivel en que esta captacin se produce, entre conocimiento sensible y conocimiento intelectual.

El conocimiento sensible es la simple recepcin pasiva -desde un punto de vista epistemolgico


general- de los datos objetivos, o datos sensoriales, mediante la sensacin, que supone la
captacin del estmulo adecuado para convertirlo en unidades ms amplias y activamente
integradas, que se conocen como percepcin. Perciben tanto los animales como el hombre, pero
la percepcin humana est directamente relacionada con el pensamiento.

El conocimiento intelectual, que puede llamarse tambin pensamiento, es la captacin del objeto
mediante una imagen mental, normalmente llamada concepto. La recepcin pasiva de la
sensibilidad es ahora elaboracin activa de los datos ofrecidos por los sentidos, a los que se unen
los pensamientos. Sensibilidad y entendimiento, aparte de dos tipos o niveles de conocimiento,
son tambin fuentes del conocimiento, y no fuentes independientes sino integradas, en el
hombre, en un mismo proceso del conocer: sin sensibilidad ningn objeto nos sera dado y, sin
entendimiento, ninguno sera pensado. Los pensamientos sin contenido son vacos; las intuiciones
sin conceptos son ciegas (ver texto ).
Puede tambin distinguirse entre conocimiento directo, o inmediato, y conocimiento indirecto o
mediato. En el conocimiento inmediato, el sujeto conoce sin la mediacin de nada, o sin que sea
necesario un conocimiento anterior. No hay ninguna inferencia en el proceso de conocer. Esta
inmediatez se conoce por el nombre de intuicin. sta puede ser sensible o intelectual. La
intuicin sensible consiste en la captacin inmediata de los datos de los sentidos sin intervencin
de ningn proceso intermedio: las cosas se conocen por experiencia (externa o interna) inmediata.
Si se aade que no hay otra forma de conocer que sta, tenemos la tesis del empirismo. La
intuicin racional plantea el principio general de que los verdaderos objetos de conocimiento no
son las cosas, sino las ideas o los conceptos. Por lo mismo, el verdadero conocimiento supone la
captacin inmediata de estas ideas o conceptos. Es la tesis del racionalismo, en sus diversas
facetas, desde Platn a Descartes y sus epgonos, pasando por Plotino y san Agustn. Kant no
reconoce otra intuicin que la sensible. Pero el idealismo alemn posterior propugna cierta
intuicin intelectual, as como tambin Schopenhauer. Otros autores defienden la captacin
inmediata intelectual de las diversas clases de valores a travs del sentimiento religioso
(Schleiermacher), de los sentimientos y las emociones (Max Scheler), o la intuicin de la vida
(Dilthey, Nietzsche), o de los objetos de la metafsica (Bergson), o de las esencias (Husserl). Pero,
en principio, todas las diversas formas de intuicionismo intelectual o vital son diversas
manifestaciones de irracionalismo.

La tendencia es eliminar de la epistemologa cualquier rasgo de irracionalidad intuicionista. En el


conocimiento mediato o directo, llamado tambin discursivo, conocer es una inferencia, por lo
que supone siempre una mediacin entre el sujeto y el objeto. Fuera de la sensibilidad no se
conoce sino por medio de conceptos, y stos suponen inferencias y abstracciones, no intuiciones.
Se distingue, igualmente, entre conocimiento a priori y a posteriori. El conocimiento a priori puede
entenderse como independencia, o precedencia temporal, respecto de la experiencia, o como
independencia lgica, es decir, validez del conocimiento independientemente de la experiencia. El
racionalismo sostuvo este tipo de a priori temporal con su teora de las ideas innatas. En general,
puede decirse que, desde Platn, cualquier proposicin necesaria, conocida por el entendimiento
independientemente de la experiencia, es una forma de a priori. Kant sostuvo la necesidad del a
priori lgico, como forma del conocimiento, no como contenido primeramente conocido en el
tiempo, sino como justificacin de su validez: de su universalidad y necesidad.
En la historia de la filosofa, con todo, hay otros aprioris cognoscitivos, de influjo kantiano,
aunque no entendidos como constituciones (trascendentales) del objeto. Normalmente se rechaza
la concepcin ingenua del conocimiento, como simple receptividad pasiva o reflejo especular, o
tabula rasa, y se supone algn tipo de actividad productora del conocimiento por parte del sujeto,
independiente de alguna forma de la experiencia. As, por ejemplo, en este sentido hay que
entender las exigencias, en la fenomenologa de Husserl, de la aportacin de la propia conciencia,
o el mismo condicionamiento cultural del saber humano, segn Max Scheler, o los planteamientos
ms recientes de la sociologa del conocimiento. La discusin terica sobre la necesidad de algn
tipo de conocimiento a priori contina tambin en los autores influidos por el positivismo lgico,
que rechazan cualquier conocimiento a priori de la experiencia y sostienen que el nico
conocimiento a priori son las tautologas. En filosofa de la ciencia, la distincin entre lo terico y lo
observacional y el supuesto de que los trminos observacionales estn cargados de teora
recuerda la distincin entre analtico y sinttico. Popper mismo no tiene inconveniente en admitir
cierta similitud entre su teora del conocimiento como teora del reflector (ver referencia) y el
punto de vista kantiano, as como la necesidad de ciertos aprioris biolgicos en el mbito del
conocimiento.

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conocimiento, fuentes del EPIST.

Manera tradicional de presentar lo que con mayor actualidad se denomina justificacin de una
creencia. En el supuesto de que el conocimiento consiste normalmente en una creencia racional,
esto es, en una creencia apoyada en razones, fuentes del conocimiento se llaman los lugares, en
el sentido metodolgico de la palabra, en donde hallamos estas razones o justificaciones de la
creencia. Podemos decir tambin que constituyen los criterios generales con los que sabemos que
algo es verdad. Las fuentes tradicionales del conocimiento son:

a) la experiencia externa, o la percepcin: rechazamos como falsa cualquier teora de la


percepcin que intente demostrar que no podemos fiarnos sustancialmente de la experiencia. b)
La memoria como forma de experiencia es igualmente una fuente del conocer; se remite igual que
la experiencia a la percepcin y confiere igualmente evidencia y razonabilidad a lo que sabemos. c)
La propia reflexin o autoconciencia, entendida como el conjunto de experiencias externas e
internas que resultan inmediatamente evidentes e inmunes a toda duda razonable. d) La razn
como agente de conocimiento indirecto, que otorga evidencia mediata a lo que conoce de un
modo discursivo (razonamientos) o por anlisis de los trminos (clculo y verdades analticas; ver
cita).

La autoridad, no es fuente de conocimiento, en sentido propio, y slo puede serlo en sentido


amplio en contextos muy delimitados y especficos, aceptada con espritu crtico, esto es, con
conocimiento de sus razones y con libertad para oponerse a ellas, y usada como un apoyo exterior
complementario. La intuicin (intelectual o sentimental), aunque aceptada en algunos momentos
de la historia de la filosofa (Scheler, Bergson) es, desde el punto de vista epistemolgico, poco
fiable como fuente de conocimiento, por su naturaleza subjetiva; el intuicionismo tico es
discutible. La fe, religiosa o no, tampoco es fuente epistemolgica adecuada, pues no es
directamente objeto de percepcin o de razn, ni por lo mismo de conocimiento (ver cita); sin
pruebas, la fe es pura creencia; con pruebas, es conocimiento racional, o creencia racional y deja
de ser fe Son fuentes legtimas de conocimiento, por tanto, la percepcin, la memoria, la
autoconciencia, que producen evidencia inmediata, y la razn dicursiva o analtica, que produce
evidencia mediata.

Ver saber.

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conocimiento, origen del EPIST.

Cuestin epistemolgica tradicional histricamente suscitada para establecer los lmites de la


certeza que poda alcanzar el conocimiento humano en general, en una poca en que la ciencia
comenzaba a constituirse en modelo de conocimiento del mundo fsico, tras haber hallado un
mtodo nuevo que desafiaba los planteamientos aristotlicos. Ren Descartes, que vivi
inicialmente en un ambiente de escepticismo filosfico, fue el primero en preguntarse qu poda
aceptarse como conocimiento verdadero. La regla metdica de considerar falso todo aquello que
ofreciera la ms mnima duda le llev al racionalismo. Por tal se entiende aquella teora del
conocimiento que establece que slo la razn es fuente u origen adecuados del conocimiento, y
que la experiencia de los sentidos no puede constituir el punto justificado de partida para conocer.
Por otro lado, es propio de la mentalidad racionalista considerar que la autntica realidad es lo
que se conoce mediante conceptos o ideas universales y necesarias del entendimiento; stas se
fundamentan en otras anteriores e innatas. La orientacin opuesta al racionalismo fue el
empirismo, surgido en Inglaterra en el s. XVII en una poca de desarrollo material, industrial y
comercial (ver texto ). John Locke establece sus principios clsicos. Su afirmacin bsica es que no
existen ideas innatas, que el entendimiento antes de toda experiencia no es ms que un papel en
blanco y que todo conocimiento comienza en los sentidos (tabula rasa). No hay ms fuente del
conocimiento que la experiencia externa(sensacin) o la interna (reflexin). Pensar no es ms que
combinar ideas, cuyo origen est en la experiencia (ver texto ). Las dificultades y limitaciones de
ambas posturas, en especial del dogmatismo racionalista y del criticismo y escepticismo de Hume,
propiciaron la va de sntesis o de compromiso del apriorismo de Kant: el conocimiento comienza
con la experiencia, pero no todo l proviene de la experiencia (ver texto ). El conocimiento es un
proceso que comienza con la sensibilidad y culmina en el entendimiento; sin la primera, no habra
objeto y, sin la segunda, no sera pensado: Los pensamientos sin contenido son vacos; las
intuiciones sin conceptos son ciegas. Lo que no proviene de la experiencia y, pese a ello, es
conocido, son los elementos a priori de la sensibilidad y el entendimiento (ver texto ).

Se ha argumentado que este planteamiento tradicional del origen del conocimiento ha sido una
manera errnea -por su orientacin preferentemente psicologista, por lo menos en el
racionalismo y en el empirismo- de plantear una cuestin verdaderamente filosfica, que es la de
cmo se relaciona el conocimiento con la experiencia. Pero para responder a esta cuestin
estrictamente filosfica se ha partido siempre tambin de posturas que son, en un grado u otro,
empiristas o racionalistas

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conocimiento, teora del EPIST.

Tambin llamada gnoseologa y epistemologa, es una reflexin sobre el proceso del conocimiento
humano y los problemas que en l se plantean. Como reflexin que es, supone una actividad de
segundo orden, igual que la epistemologa o la filosofa de la ciencia, sobre una actividad primera
que es el conocer o el conocimiento, que es su objeto de estudio, pero es tambin, al mismo
tiempo, una interpretacin o explicacin del fenmeno del conocer, segn el principio de que
nadie sabe que p, a menos que sepa tambin cmo sabe que p. Por eso, puede definirse como
un estudio crtico de las condiciones de posibilidad del conocimiento humano en general, que se
ocupa de responder a cuestiones como: en qu consiste conocer?, qu queremos decir cuando
decimos que sabemos o conocemos algo?, qu podemos conocer?, como sabemos que lo que
creemos acerca del mundo es verdadero? o bien cmo es posible un conocimiento digno de
crdito? (Habermas). Johannes Hessen, en su clsica y conocida obra, Teora del conocimiento,
recurriendo a una descripcin fenomenolgica del conocimiento, es decir, a una descripcin que
pretende presentar la esencia misma del fenmeno del conocimiento, lo describe como una
relacin entre un sujeto y un objeto, siendo esta dualidad una caracterstica esencial del
conocimiento. Esta relacin, que tambin es una correlacin, porque no hay lo uno sin lo otro y,
adems la presencia de uno supone la del otro, se entiende como una apropiacin o captacin que
el sujeto hace del objeto mediante la produccin de una imagen del mismo, o de una
representacin mental del objeto, debido a una determinacin o modificacin que el objeto causa
en el sujeto. Esta modificacin no es ms que la percepcin del objeto, en la cual el sujeto que
conoce no est meramente pasivo y receptor, sino receptor y espontneo. Tambin en este
dualismo de receptividad y espontaneidad se encuentra el autntico problema del conocimiento,
al menos tal como se ha desarrollado histricamente desde el s. XVII. En cualquier caso, el objeto
conocido ha de considerarse siempre de algn modo trascendente al sujeto, incluso en el caso de
los objetos ideales, como pueden ser, por ejemplo, las entidades matemticas. Los objetos
conocidos, sean reales, como las cosas fsicas del mundo, sean ideales, como los nmeros y las
figuras geomtricas, son, en cuanto conocidos, independientes del espritu humano. Supuesta esta
descripcin fenomenolgica, son cinco -siempre segn Hesse- los principales temas que pueden
considerarse problemas fundamentales de una teora del conocimiento: 1) La posibilidad del
conocimiento: Existe en realidad tal relacin entre el sujeto humano que conoce y el objeto
conocido?2) El origen del conocimiento: de dnde proceden los objetos del conocimiento? de la
razn? de la experiencia? de ambas cosas? 3) La esencia del conocimiento humano: en el
dualismo de sujeto y objeto, es el hombre activo y espontneo o se comporta meramente de
forma pasiva y receptora?4) La cuestin sobre las clases de conocimiento: hay algn otro
conocimiento humano que no se haga por medio de una representacin intelectual del objeto?, es
decir, el problema del conocimiento intuitivo, y 5) el criterio de verdad: cmo sabemos que el
conocimiento es verdadero?Como proceso que es, el conocimiento acontece en la estructura
nerviosa del sujeto que conoce, en el sistema perifrico y, ms concretamente, en la sede de las
actividades humanas superiores, o sea, el encfalo. As considerado, el conocimiento es una
funcin psicobiolgica del ser humano que se lleva a cabo mediante el cerebro. Ahora bien,
filosficamente, el lugar gnoseolgico en que acontece el conocimiento es llamado espritu
(tambin alma), yo, individuo o sujeto, y sobre todo mente o entendimiento, y al producto o
resultado final del conocimiento se le denomina imagen mental, juicio, nema, y sobre todo idea o
concepto. Son stos bsicamente abstracciones de las cosas conocidas o representaciones
mentales de las mismas. La relacin dual entre sujeto y objeto, como esencial al conocer,
pertenece a la concepcin clsica del conocimiento. La filosofa analtica expresa esta
relacin/correlacin entre sujeto y objeto explicando el conocimiento como una creencia
justificada, y explicita esta afirmacin precisando qu se quiere decir cuando se dice que alguien
sabe (previa distincin entre saber y creer). En este sentido se conviene que, al decir que S
sabe que p, queremos decir :1) que si S sabe que p, p es verdadero;2) que si S sabe que p, S
cree que p, y3) que si S sabe que p, S tiene razones para creer que p.Tanto segn esta manera
ms actual de ver las cosa como segn la concepcin clsica del conocimiento como relacin entre
sujeto y objeto, el conocimiento se concibe como una creencia subjetiva y su principal problema
es la fundamentacin, o justificacin racional, de esta creencia. Popper objeta a
este planteamiento del problema la consideracin de que se refiere simplemente al conocimiento
subjetivo, y que plantea cul es el estado mental o de conciencia del sujeto que dice s, cuando
lo importante es el estudio del desarrollo del paradigma del conocimiento, cual es el conocimiento
cientfico, que avanza a travs de conjeturas y el intento de refutarlas: lo que Popper llama
conocimiento objetivo, o tambin conocimiento sin sujeto cognoscente (ver texto ).

En la cuestin del origen del conocimiento, el trmino origen puede entenderse de dos
maneras: en sentido psicolgico, como proceso real que comienza y termina, y en sentido lgico,
como problema de fundamentacin. Ambos sentidos se han conectado histricamente, por
cuanto el problema de la validez o fundamentacin prevalece sobre el del origen psicolgico o
temporal. Quien crea que el conocimiento se funda en ltima instancia en la razn y no en la
experiencia atribuir tambin el origen del conocimiento -por lo menos de cierta clase de
conocimientos- a elementos de la sola razn. Y a la inversa, quien crea que no hay conocimiento si
no es fundndose en la experiencia, sostendr que el origen de las ideas es la experiencia. Los
sistemas de conocimiento tradicionales que responden a este problema son el racionalismo, el
empirismo y el apriorismo de Kant.
Para el racionalismo, la razn es el origen o la fuente principal del conocimiento, y ste es
verdaderamente tal slo cuando sea necesario y universal. El enunciado el sol calienta las
piedras, cuando se le entiende como ley de la naturaleza, en el sentido de que el sol es la causa
de la temperatura de las piedras, y no como mera constatacin de un hecho aislado, es un
enunciado que implica universalidad y necesidad, propiedades que no es posible haber obtenido
por simple observacin de la experiencia y que hay que atribuir a algn hecho de la razn, esto es,
a la idea de causalidad. Ms presencia de la sola razn puede observarse en afirmaciones como
el todo es mayor que la parte, o todo cuerpo es

extenso. Estos ltimos enunciados tienen unas caractersticas que los hacen semejantes a los
enunciados matemticos: su verdad no depende de ninguna experiencia. El racionalismo, de
hecho, concibe todo el conocimiento a imagen y semejanza de una clase determinada de
conocimiento, a saber, el conocimiento matemtico, cuyas caractersticas bsicas son la
universalidad y la necesidad. Como las matemticas, el conocimiento en general ha de ser de
naturaleza deductiva, es decir, ha de poder inferirse de unas cuantas verdades iniciales
incuestionables. A estas verdades dio el racionalismo categora de verdades innatas (como en
Descartes, Spinoza y Leibniz, por ejemplo) o de verdades simplemente a priori, o independientes y
anteriores a toda experiencia (como en el caso de Kant). La doble caracterstica de la presencia de
verdades universales y necesarias, por un lado, y de la posibilidad de deducir otras verdades de
unas primeras innatas o a priori, dio al racionalismo su carcter dogmtico: el entendimiento es
capaz de conocer todas o muchas verdades, con certeza deductiva.

Por otro lado, el empirismo mantiene la tesis opuesta de que la nica fuente, a la vez que
justificacin, del conocimiento es la experiencia. Distingue entre verdades de razn y verdades de
hecho, propias las primeras del mbito de la lgica y las matemticas, y las segundas del mundo de
las ciencias de la naturaleza y de la vida ordinaria; pero no existen ideas innatas -la mente es una
tabula rasa, o un papel en blanco- ni tampoco a priori, porque nada hay en la mente que antes no
haya estado de algn modo en los sentidos. Frente al conocimiento universal y necesario del
racionalismo, el empirismo aprecia y valora el conocimiento concreto y probable; al dogmatismo
optimista opone con frecuencia, a lo largo de la historia del pensamiento, el escepticismo, o la
afirmacin de que la razn humana tiene los lmites que le impone la experiencia, y que no son
demasiadas las cosas que el espritu humano puede conocer con certeza.El sistema filosfico de
Kant es histricamente un intento de mediacin y sntesis entre la postura racionalista y la
empirista. El conocimiento no puede explicarse ni por la sola razn ni por la sola experiencia: los
conceptos sin las intuiciones son vacos, las intuiciones sin los conceptos son ciegas. De ah el
apriorismo: con anterioridad a toda experiencia posible, el espritu humano aporta la posibilidad
misma de que algo sea conocido como objeto, hacindolo objeto del espacio y del tiempo, y
sometindolo
a las reglas del pensamiento. Conocer es ordenar lo catico mediante la sensacin y el
pensamiento; y no hay experiencia, y ni tan slo naturaleza, sin la accin ordenadora de la mente
humana.

El problema fundamental de la teora del conocimiento consiste en precisar debidamente en qu


sentido una idea o un concepto son representaciones mentales de las cosas. Los sistemas clsicos
al respecto son el realismo y el antirrealismo, en sus formas de idealismo y fenomenismo. El
realismo sostiene la existencia independiente de las cosas, aunque no sean conocidas. Segn el
llamado realismo ingenuo o natural, que no llega a distinguir entre el objeto conocido y el mismo
objeto, porque ignora la elaboracin del objeto debida a la percepcin humana, las cosas son tal
como las conocemos. Para el realismo crtico es preciso distinguir entre las cualidades objetivas y
las subjetivas del objeto conocido: la mejor expresin histrica de este realismo ha sido la teora
de las cualidades primarias y secundarias, difundida sobre todo por Locke. Los sistemas
antirrealistas presentan las formas de fenomenismo y de idealismo (adems del solipsismo). El
idealismo sostiene que no existen otros objetos o cosas que los contenidos de la propia
conciencia, o mente, como ideas , vivencias, sentimientos, percepciones, o los llamados objetos
ideales, como, por ejemplo, las entidades matemticas, y las conciencias o las mentes -incluida la
de Dios- que los piensan. Berkeley hizo clsica esta opinin sosteniendo que ser es ser
percibido, ya que, conociendo slo ideas y siendo stas slo contenidos de la conciencia humana,
no tenemos certeza ni conocimiento alguno de otra cosa que no sea de la propia idea subjetiva.
Formas derivadas de este idealismo berkeleyano son el empiriocriticismo de R. Avenarius y E.
Mach, o las posturas tericas del llamado solipsismo. El idealismo de Hegel es una versin lgico-
ontolgica de este subjetivismo, que hace de toda la realidad un contenido de conciencia -del
espritu absoluto- que se desarrolla segn las leyes de la dialctica. El fenomenismo (en cuanto
pueda distinguirse del idealismo de Berkeley), teora segn la cual el hombre no conoce la realidad
de las cosas, sino slo sus apariencias o fenmenos, puede contemplarse como un estado
intermedio entre el realismo y el idealismo. Defiende una doble manera de ser de las cosas: lo que
es la cosa en s y lo que conocemos de ellas (ver en s / para s). En s las cosas son inaccesibles al
conocimiento del espritu humano y son, a lo sumo, inteligibles o pensables. Lo que de ellas
conocemos, sin embargo, no es pura receptividad del espritu humano, porque el conocimiento es
accin del espritu que configura y da forma a la materialidad catica de lo sensible. El mundo del
conocimiento es el mundo fenomnico, de los contenidos de conciencia. El fenomenismo se
acerca, pues, al idealismo, pero se aleja de l en cuanto admite la existencia de las cosas
meramente inteligibles o pensables, aunque no conocibles, ms all de la experiencia. D. Hume,
J.S. Mill, B. Russell (ver texto ) y A.J. Ayer son fenomenalistas o fenomenistas.Este problema
fundamental del conocimiento, ahora aludido, puede contemplarse igualmente desde la
perspectiva de los problemas de la percepcin. La filosofa analtica ha incidido sobre la teora del
conocimiento cambiando el punto de mira. El problema no est tanto en justificar si y hasta qu
punto son las ideas representaciones de la realidad, sino qu sentido tienen, y de dnde lo toman,
las palabras que usamos para hablar de las cosas. El problema epistemolgico deja su sitio al
problema del significado y a la filosofa compete ms bien la labor teraputica de deshacer los
problemas que genera el lenguaje cuando se aplica a las cuestiones tradicionalmente consideradas
filosficas.HIST. Pese a no existir propiamente una verdadera teora del conocimiento, en la
antigedad griega aparecen consideraciones o planteamientos epistemolgicos inmersos en
cuestiones de fsica, metafsica o psicologa. Los presocrticos, ms bien entregados a la
consideracin del origen y principio (GDPZ) de la naturaleza, plantean cuestiones ms
cosmolgicas que epistemolgicas, si bien algunos, como Herclito y Parmnides, inician los
planteamientos que marcan la historia posterior del problema. A Herclito se le puede atribuir
cierto empirismo que funda el conocimiento de la naturaleza en lo que aparece a los sentidos (lo
mltiple), aunque admite al mismo tiempo el conocimiento del logos (8`(@H) oculto (lo uno) que
est ms all de ellos. Parmnides adopta claramente una postura racionalista que le hace
rechazar el conocimiento de lo mltiple y mutable, las cosas tal como aparecen a los sentidos
engaosos, para aceptar slo el conocimiento de lo que es uno e inmutable, comprensible slo al
entendimiento. Los sofistas se plantean diversas cuestiones claramente gnoseolgicas, que
incluyen el escepticismo, el agnosticismo, el fenomenismo, el relativismo. Scrates representa la
irrupcin en el mundo griego de la importancia y el sentido de la razn y del concepto, y con ellos
del realismo de las ideas y conceptos, que Platn transforma en idealismo e innatismo, y
Aristteles interpreta de manera intelectualista formulando un realismo que suele llamarse
moderado. La escolstica de la Edad Media hereda, en principio, los planteamientos gnoseolgicos
de Platn (corriente agustiniana) y de Aristteles (corriente aristotlica). Partiendo de san Agustn
el agustinismo medieval contina la influencia platnica, tradicin en la que destaca la llamada
escuela franciscana de san Buenaventura. El aristotelismo, a su vez, ingresa en occidente a travs
de Boecio y Averroes, es aceptado por Abelardo y Alberto Magno y es acomodado en su
globalidad al cristianismo por el gran escolstico Toms de Aquino. La principal cuestin
epistemolgica de la Edad Media la constituye la denominada disputa de los universales;, dentro
de ella, el nominalismo es la gran aportacin medieval a la teora del conocimiento. Tras el
Renacimiento, aparecen de nuevo, en el mbito humanista, las antiguas teoras epistemolgicas
de los griegos, en especial el escepticismo. Pero el hecho decisivo que contribuye a la aparicin de
la teora del conocimiento como tema de estudio propio y preferente es la reaccin de la filosofa
ante los avances y logros de la ciencia moderna de los siglos XVII y XVIII, de Galileo y Newton. Los
filsofos modernos, siguiendo a Descartes, hacen del problema y del proceso del conocimiento el
tema por excelencia de la reflexin filosfica. No obstante, la historia de la teora del
conocimiento, tanto de la edad moderna como de la actual, es deudora no slo de los
planteamientos de Descartes y Locke, autor este ltimo de quien se dice que fue el autor que
plante por vez primera el problema en trminos modernos, sino tambin por Berkeley, Hume y
Kant. A Kant se atribuye la revolucin copernicana en la teora del conocimiento, por haber
supuesto, como Coprnico, una hiptesis totalmente contraria a la hasta entonces mantenida: que
es el sujeto el que determina al objeto, y no a la inversa. Por esta razn, Kant es un autor decisivo
en cuestiones epistemolgicas, al cambiar el enfoque psicolgico del racionalismo, y en especial
del empirismo, y sustituirlo por un enfoque lgico: no inquiere cmo surge (temporalmente) el
conocimiento, sino cmo es posible (lgicamente). La historia de la filosofa, y con ella la de la
teora del conocimiento, posterior a Kant, hasta los albores del siglo actual, no es otra que la
historia de la evolucin del pensamiento de Kant, que da primero origen, por fuerza de la Crtica
de la razn pura, al idealismo alemn y, luego, a las filosofas y gnoseologas inspiradas en la Crtica
de la razn prctica. El s. XX, al dar mayor importancia a la lgica, a la ciencia y al lenguaje rechaza
el planteamiento de corte psicologista, que atribuye en principio a la tradicin anterior, y pone el
nfasis en comprender la naturaleza lgica de los problemas filosficos y de los problemas que la
ciencia plantea a la filosofa. A partir de este momento, las cuestiones epistemolgicas sobre la
esencia del conocimiento, o lo que es lo mismo, sobre la diferenciacin gnoseolgica entre
apariencia y realidad, a lo que lleva el supuesto inicial de que las ideas son representaciones en la
conciencia de una realidad exterior, se resuelven (bsicamente) en la cuestin filosfico-lingstica
de sentido y referencia.

Diccionario de filosofa en CD-ROM. Copyright 1996. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona.
Todos los derechos reservados. ISBN 84-254-1991-3. Autores: Jordi Corts Morat y Antoni
Martnez Riu.

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