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UNIVERSIDAD DE MURCIA

FACULTAD DE MEDICINA

Tratamiento de la Sialorrea y Análisis de


los Elementos Traza en Saliva en
Pacientes con Discapacidad Psíquica

Dª María Lorca Larrosa


2017
UNIVERSIDAD DE MURCIA
FACULTAD DE MEDICINA

Tratamiento de la sialorrea y análisis de los


elementos traza en saliva en pacientes con
discapacidad psíquica

Doctoranda: María Lorca Larrosa

Directores: Dra. Pía López Jornet, Dr. Juan Antonio Ruiz Roca

Murcia, 2017
AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las personas


que me han apoyado en la realización de este trabajo y que lo han hecho posible.

A la Dra. Pía López Jornet y al Dr. Juan Antonio Ruiz Roca, por dirigir esta
investigación, por su ayuda y atención constantes, por animarme y guiarme desde el
inicio de este trabajo. Gracias.

Al Centro de Educación Especial Primitiva López (Cartagena), en especial a su


director D. Antonio García Barbero y a la Jefa de Estudios, Dña. Mª Irene Ruiz Roca,
que nos facilitaron la tramitación de los permisos pertinentes y nos abrieron las
puertas del centro en aras de conseguir una mejora sustancial en la calidad de vida de
sus alumnos. A los fisioterapeutas del centro y a los padres que participaron y
permitieron la participación de sus hijos, siguiendo con esmero las instrucciones para
la consecución de los mejores resultados en este estudio.

Al Colegio Santa María de la Paz (Murcia), mi antiguo colegio y a todos sus


profesores y alumnos. Siempre dispuestos a ayudar, gracias por recibirme con los
brazos abiertos y por haber formado parte de este trabajo.

A mis padres Gabriel y Rosi, por incentivarme siempre a crecer profesionalmente,


y ayudarme en todo lo posible. Gracias por ser un apoyo y un ejemplo para mí.

A mi hermana, mi fuente de alegría, mi pequeño terremoto, la que siempre está


ahí y a la que adoro.

A José Francisco, por aguantarme todo este tiempo, por esa paciencia infinita, por
escucharme, por animarme, por pasar conmigo los buenos y los malos momentos,
gracias por tu apoyo incondicional.

A toda mi familia y amigos, por su interés y por estar ahí.

A todos y cada uno de vosotros, gracias.

2
ÍNDICE

01. ABREVIATURAS

02. ÍNDICE DE TABLAS

03. ÍNDICE DE FIGURAS

1. INTRODUCCIÓN ………………………………………………...….……… 17
1.1. Parálisis cerebral ……………………………………………....………….. 19
1.2. Definición de saliva …………………………………………….…………. 22
1.3. Aspectos fisiológicos y anatómicos básicos…………………….…………. 22
1.4. Funciones de la saliva …………………………………………….……….. 24
1.5. Elementos traza en saliva …………………………………………………. 25
1.6. Regulación de la salivación ……………………………………………….. 30
1.7. Valores normales de saliva y medición del flujo salival ……………….….. 30
1.8. Alteraciones de la secreción salival ………………………………….……. 31
1.8.1. Hiposalivación ……………………………………………………. 31
1.8.2. Hipersalivación, hipersialia o sialorrea …………………………… 32
1.8.2.1.Prevalencia …………………………………………………….. 33
1.8.2.2.Etiología ……………………………………………………….. 34
1.8.2.3.Manifestaciones clínicas ………………………………………. 36
1.8.2.4.Evaluación …………………………………………………….. 37
1.8.2.5.Tratamiento ……………………………………………………. 42
1.8.2.5.1. Cirugía …………………………………………………... 43
1.8.2.5.2. Radioterapia …………………………………...………... 45
1.8.2.5.3. Fármacos ……………………………………...………… 45
1.8.2.5.4. Toxina botulínica ………………………………………... 50
1.8.2.5.5. Acupuntura ……………………………………………… 51
1.8.2.5.6. Terapia miofuncional y programas de cambio de
comportamiento. Vendaje neuromuscular ……….……… 52

2. JUSTIFICACIÓN E HIPÓTESIS DE TRABAJO ……………………..….. 56


3. OBJETIVOS ……………………………………………………….………… 60
4. MATERIAL Y MÉTODOS ………………………………………………… 62

3
4.1. Diseño y ética del estudio …………………………………...………...……62
4.2. Población y muestra del estudio …………………………...……………….62
4.3. Manifestaciones clínicas generales de la muestra ………......……………...63
4.4. Criterios de inclusión y de exclusión ………………………………...……..65
4.5. Espacio físico y recursos humanos …………………………………..……..67
4.6. Material y recogida de datos …………………………………………...….. 67
4.7. Cuaderno de recogida de datos y criterios diagnósticos ……………..……. 72
4.8. Valoración de la eficacia del vendaje neuromuscular ………………...…… 77
A.Desarrollo del estudio …………………………………………..…...… 81
B. Protocolo de recogida de datos …………………………………...……. 84
4.9. Procesado de datos y análisis estadístico ………………………………….. 85

5. RESULTADOS ……………………………………………………………….87
5.1. Estadística descriptiva …………………………………………..………… 87
5.1.1. Grupo de estudio …………………………………………...………. 87
5.1.2. Grupo control ……………………………………………...……….. 92
5.1.3. Elementos traza ………………………………………………..…… 98
A. Grupo de estudio ………………………………………………….... 98
B. Grupo control ………………………………………………………. 98
5.1.4. Valoración de la alteración de la secreción salival …………………. 99
A. Escala clínica de sialorrea ……………………………………….… 99
B. Escala de sialorrea posicional …………………………………….. 100
C. Escala de impacto del babeo ……………………………………….100
5.2. Estadística inferencial …………………………………………..………...101
5.2.1. Comparación de las características sociodemográficas y orales en el
grupo de estudio y el grupo control …………………………...……101
5.2.2. Elementos traza ………………………………………………...…. 106
A. Comparación de elementos traza entre el grupo de estudio y el grupo
control …………………………………………………………….. 106
B. Relación de determinadas variables con los elementos traza del grupo
de estudio y del grupo control …………………………………..…. 107

4
5.2.3. Evolución de las escalas de valoración de la sialorrea e influencia de
determinadas variables ……………………………………………. 114
A. Escala Clínica de Sialorrea ……………………………………...… 114
B. Escala de Sialorrea Posicional ……………………...………….… 117
C. Escala de Impacto del Babeo ……………………………………. 119

6. DISCUSIÓN ……………………………………………………………….…. 122


7. CONCLUSIONES ……………………………………………………….…....139
8. BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………..… 141
9. ANEXOS ……………………………………………………………………… 158

5
0.1. ABREVIATURAS

AACC: Alumnado con altas capacidades intelectuales.

AAMR: Asociación Americana sobre Discapacidad Mental

ACNEAE: Alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo.

ACNEE: Alumnado con necesidades educativas especiales.

ACV: Accidente Cerebro Vascular

Ag: Plata

Al: Aluminio

AMPA: Asociación de madres y padres de alumnos.

As: Arsénico

ATE: Auxiliar técnico educativo.

Au: Oro

Ba: Bario

Be: Berilio.

Bi: Bismuto

Br: Bromo

Ca: Calcio.

Cd: Cadmio

CEBAS - CESIC: Centro de edafología y biología aplicada del Segura.

CEI: Comisión de ética de investigación.

CI: Cociente intelectual.

CIDDM: Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías.

CIF: Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud.

6
Co: Cobalto

Cr: Cromo

Cu: Cobre

DEA: Dificultades específicas de aprendizaje.

ELA: Esclerosis Lateral Amiotrófica

EMG: Electromiografía

EP: Enfermedad de Parkinson

F: Flúor

FDA: Food and Droog Administration

Fe: Hierro

Ge: Germanio

Hg: Mercurio

I: Yodo

ICP - MS: Espectroscopia de masa por plasma inducido.

K: Potasio.

Li: Litio.

LOE: Ley orgánica de educación.

LOGSE: Ley orgánica general del sistema educativo.

LOMCE: Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa.

Mg: Magnesio.

Mn: Manganeso

Mo: Molibdeno

Na: Sodio.

7
Ni: Niquel

OMS: Organización Mundial de la Salud.

P: Fósforo.

Pb: Plomo

PC: Parálisis cerebral

Rb: Rubidio

S: Azufre.

Sb: Antiomonio

Sc: Escandio

SCS-PD: Escala clínica de sialorrea para pacientes con enfermedad de Parkinson.

SD: Síndrome de Down

Se: Selenio

SE: Sistema educativo.

Si: Sicilio

Sn: Estaño

Sr: Estroncio

TANV: Trastorno del aprendizaje no verbal.

TDAH: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

TEA: Trastorno del espectro autista.

TGC: Trastorno grave de conducta.

TGD: Trastorno generalizado del desarrollo.

Ti: Titanio

Tl: Talio.

8
TSG: Test de saliva global.

V: Vanadio

VNM: Vendaje Neuromuscular

Zn: Zinc

Zr: Circonio

9
0.2.ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Funciones de la saliva y sus componentes

Tabla 2. Clasificación de los elementos traza según su frecuencia e importancia biológica


y concentraciones promedio en un adulto sano de 70 kg. de los tres metales más activos

Tabla 3. Elementos traza esenciales, no esenciales y tóxicos.

Tabla 4. Nivel máximo de ingesta tolerable (UL) para diversos elementos traza, en un
adulto sano de 70 kg.

Tabla 5. Valores normales del flujo de saliva no estimulado y estimulado.

Tabla 6. Causas de sialorrea.

Tabla 7. Métodos objetivos para la evaluación de la sialorrea.

Tabla 8. Criterios de inclusión.

Tabla 9. Criterios de exclusión.

Tabla 10. Rangos óptimos de medida para los distintos elementos, expresados en mg/kg.

Tabla 11. Tratamiento farmacológico de la muestra de sujetos con discapacidad.

Tabla 12. Datos descriptivos de la edad en el grupo de estudio.

Tabla 13. Distribución de género en el grupo de estudio.

Tabla 14. Datos descriptivos de la cantidad de fármacos que tomaba cada sujeto del grupo
de estudio.

Tabla 15. Datos descriptivos de caries en el grupo de estudio.

Tabla 16. Datos descriptivos de la competencia labial en el grupo de estudio.

Tabla 17. Distribución según la clase molar en el grupo de estudio.

Tabla 18. Datos descriptivos del resalte en el grupo de estudio.

Tabla 19. Datos descriptivos de la relación vertical anterior en el grupo de estudio.

Tabla 20. Datos descriptivos de la relación transversal posterior en el grupo de estudio.

10
Tabla 21. Datos descriptivos de las lesiones orales en el grupo de estudio.

Tabla 22. Datos descriptivos de la presencia de depósitos blandos en el grupo de estudio.

Tabla 23. Datos descriptivos de la presencia de depósitos duros en el grupo de estudio.

Tabla 24. Datos descriptivos de la capacidad de comunicación de los sujetos del grupo
de estudio.

Tabla 25. Datos descriptivos sobre el uso del babero en los sujetos del grupo de estudio.

Tabla 26. Datos descriptivos de la edad en el grupo control.

Tabla 27. Distribución de género en el grupo control.

Tabla 28. Datos descriptivos de caries en el grupo control.

Tabla 29. Datos descriptivos de la competencia labial en el grupo control.

Tabla 30. Distribución según la clase molar en el grupo control.

Tabla 31. Datos descriptivos del resalte en el grupo control.

Tabla 32. Datos descriptivos de la relación vertical anterior en el grupo control.

Tabla 33. Datos descriptivos de la relación transversal posterior en el grupo control.

Tabla 34. Descriptiva de la frecuencia de cepillado de dientes, uso de seda dental y


enjuague bucal en los sujetos del grupo control.

Tabla 35. Medias y desviaciones típicas de los elementos traza en el grupo de estudio.

Tabla 36. Medias y desviaciones típicas de los elementos traza en el grupo control.

Tabla 37. Media y desviación típica de las puntuaciones totales de la Escala Clínica de
Sialorrea al inicio, al mes y a los 3 meses de VNM.

Tabla 38. Media y desviación típica de las puntuaciones totales de la Escala de Sialorrea
Posicional al inicio, al mes y a los 3 meses de VNM.

Tabla 39. Media y desviación típica de las puntuaciones totales de la Escala de Impacto
del Babeo al inicio, al mes y a los 3 meses de VNM.

11
Tabla 40. Datos comparativos de la edad en el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 41. Datos comparativos de género en el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 42. Datos comparativos de la competencia labial en el grupo de estudio y el grupo


control.

Tabla 43. Datos comparativos de la clase molar en el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 44. Datos comparativos de la relación transversal posterior en el grupo de estudio


y el grupo control.

Tabla 45. Datos comparativos de la presencia de lesiones orales en grupo de estudio y el


control.

Tabla 46. Datos comparativos de la presencia de depósitos blandos en grupo de estudio


y el control.

Tabla 47. Comparación de las concentraciones de elementos traza entre el grupo de


estudio y el grupo control.

Tabla 48. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza entre individuos
sin caries en el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 49. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza entre individuos
con caries en el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 50. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en ausencia de


lesiones orales entre el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 51. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en ausencia de


depósitos blandos entre el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 52. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en presencia de


depósitos blandos entre el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 53. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en ausencia de


depósitos duros entre el grupo de estudio y el grupo control.

Tabla 54. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en presencia de


depósitos duros entre el grupo de estudio y el grupo control.

12
Tabla 55. Datos comparativos de la media y desviación típica obtenidas al inicio, al mes
y al tercer mes de tratamiento, en la Escala Clínica de Sialorrea.

Tabla 56. Variación de las puntuaciones de la Escala Clínica de Sialorrea en función del
tiempo y determinadas variables.

Tabla 57. Datos comparativos de la media y desviación típica obtenidas al inicio, al mes
y al tercer mes de tratamiento, en la Escala de Sialorrea Posicional.

Tabla 58. Variación de las puntuaciones de la Escala de Sialorrea Posicional en función


del tiempo y determinadas variables.

Tabla 59. Datos comparativos de la media y desviación típica obtenidas al inicio, al mes
y al tercer mes de tratamiento, en la Escala de Impacto del Babeo.

Tabla 60. Variación de las puntuaciones de la Escala de Impacto del babeo en función
del tiempo y determinadas variables.

13
0.3. ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Localización y relaciones anatómicas de la glándula parótida.

Figura 2. Volumen total de saliva.

Figura 3. Contribución de las glándulas al flujo salival en reposo.

Figura 4. Silla de ruedas adaptada.

Figura 5. Centro de Educación Especial Primitiva López, de Cartagena (Murcia).

Figura 6. Alumnado Con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (ACNEAE).

Figura 7. Test de Saliva Global (TSG).

Figura 8. Tubos de microcentrífuga numerados.

Figura 9. Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) de la


Universidad de Murcia.

Figura 10. Clase I molar, clase II molar, clase III molar.

Figura 11. Rollo de vendaje neuromuscular y sobre con las tiras

Figura 12. Diagrama de flujo explicativo de la primera y segunda parte del estudio
realizado en la investigación (1º: Comparación de las características orales en pacientes
con discapacidad psíquica y un grupo control, 2º: Análisis de los elementos traza en saliva
en pacientes con discapacidad psíquica y en un grupo control).

Figura 13. Diagrama de flujo explicativo de la tercera parte del estudio realizado en la
investigación (3º: Valoración de la eficacia del vendaje neuromuscular como tratamiento
rehabilitador de la sialorrea en pacientes con discapacidad psíquica).

Figura 14. Sala de fisioterapia del Centro de Educación Especial Primitiva López.

Figura 15. Tira de VNM aplicada bajo la barbilla. Color azul, 5cm x 1,6 cm,
dermatológicamente testado, resistente al agua, sin látex.

Figura 16. Tira de VNM aplicada bajo la barbilla, en la región de la musculatura supra
hioidea.

14
Figura 17. Distribución según el grado de discapacidad en el grupo de estudio.

Figura 18. Datos descriptivos del estado gingival en la muestra de sujetos con
discapacidad.

Figura 19. Datos descriptivos de la presencia de depósitos blandos en el grupo control.

Figura 20. Datos descriptivos de la presencia de depósitos duros en el grupo control.

Figura 21. Datos descriptivos de los meses pasados desde la última visita al dentista en
el grupo control.

Figura 22. Datos comparativos de caries en el grupo de estudio y el grupo control.

Figura 23. Datos comparativos del resalte en el grupo de estudio y el grupo control.

Figura 24. Datos comparativos de la relación vertical anterior en el grupo de estudio y el


grupo control.

Figura 25. Datos comparativos de la presencia de depósitos duros en grupo de estudio y


el control.

15
1. INTRODUCCIÓN

16
1. INTRODUCCIÓN

La Convención sobre derechos de las personas con discapacidad celebrada en el año


2006 en la sede de las Naciones Unidas, define a las personas con discapacidad como
aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo
que, al interactuar con diversas barreras, pueden impedir su participación plena y efectiva
en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás 1.

En 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la Clasificación


Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM), que diferencia
entre tres tipos de conceptos que a menudo se superponen2.

1. Deficiencia: consiste en la pérdida o anormalidad de una estructura o función


psicológica, fisiológica o anatómica de una persona.
2. Discapacidad: cuando la situación anterior conlleva una ausencia o restricción de
la capacidad de realizar una actividad dentro del margen considerado normal para
el ser humano.
3. Minusvalía: cuando una deficiencia o discapacidad plantea una situación de
desventaja social para un individuo, que limita o impide el cumplimiento de una
función que es normal de acuerdo con la edad, el sexo y los factores
socioculturales de ese sujeto.

La CIDDM utilizó los términos “deficiencia” (Impairment), “discapacidad”


(Disability) y “minusvalía” (Handicap) para distinguir las tres dimensiones anteriores del
término conjunto “Disablement” que podría traducirse como “discapacitación” o
“discapacitamiento”.

Posteriormente, este título se modificó, proponiéndose el de Clasificación


Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF). En esta
3, 4
clasificación se agrupan los distintos dominios de una persona en un determinado
estado de la salud. Es definida la salud y algunos componentes “relacionados con la
salud”, como la educación o el trabajo. También son contemplados los factores sociales,
culturales y medioambientales:

- Funcionamiento: es considerado como un término global y se refiere a las funciones


corporales, la actividad y la participación.

17
- Discapacidad: engloba las deficiencias, limitaciones en la actividad o restricciones
en la participación.

- Deficiencia: no es equivalente a patología subyacente sino a la forma de manifestarse


esa patología. Las deficiencias deben ser parte o expresión de un estado de salud y no
necesariamente tiene que existir una enfermedad. Es un concepto más amplio que el de
trastorno o enfermedad; por ejemplo, incluye aspectos como la pérdida de una pierna.

El concepto de discapacidad cambia sustancialmente y no se presenta como un


problema de un grupo minoritario o de personas con deficiencias visibles. Es contemplada
también la discapacidad de una persona en lo que se refiere a la participación activa en
una profesión por padecer una enfermedad y son tenidos en consideración los aspectos
sociales 5.

La OMS define a las personas con discapacidad psíquica como individuos con una
capacidad intelectual significativamente inferior a la media, que se manifiesta en el curso
del desarrollo y se asocia a una clara alteración de los comportamientos adaptativos
(maduración, aprendizaje o ajuste social). La Asociación Americana sobre Discapacidad
Mental (AAMR) define esta discapacidad como una discapacidad caracterizada por
limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y la conducta adaptativa que
se manifiesta en habilidades prácticas, sociales y conceptuales6.

A pesar de sus limitaciones, se sigue considerando el coeficiente intelectual como la


mejor representación del funcionamiento intelectual de un individuo, que en la
discapacidad intelectual, se halla significativamente por debajo de la media, junto con
limitaciones relacionadas con dos o más de las siguientes áreas de habilidades
adaptativas: cuidado personal, vida en el hogar, habilidades sociales, participación en la
comunidad, autonomía para tomar decisiones, salud y seguridad, estudios, ocio y trabajo.
La discapacidad psíquica se expresa antes de los 18 años 1.

La discapacidad psíquica se puede manifestar en ciertas enfermedades o patologías,


ir asociada a otras deficiencias, o estar englobada en síndromes, y el grado de afectación
es muy variable, desde leve a severa. Dentro de las patologías con las que puede
presentarse se encuentran por ejemplo, el Trastorno del Espectro Autista (TEA)7, el

Síndrome de Down (SD)8, y la Parálisis Cerebral (PC)9, que afecta entre un 0,05% y un

18
0,2% de la población española10, 11. Aunque es frecuente, no se da en todos los casos, y
solo atendimos a aquellos que la presentaban.

1.1. Parálisis cerebral

Parálisis Cerebral (PC) es la expresión más común para describir a personas que
presentan problemas posturales y del movimiento, con restricciones de la actividad o
discapacidades motoras causadas por una lesión congénita que afecta al cerebro
inmaduro. Se entiende por cerebro inmaduro el cerebro fetal y hasta los 2 o 5 años de
vida. Es de naturaleza no progresiva, persistente, aunque no es invariable, estática, con
tendencia en los casos leves y transitorios, a mejorar 9, 12.

Prevalencia

La tasa de prevalencia mundial de PC es bastante constante, aunque crece


ligeramente, siendo en la actualidad de 2 a 2,5 por cada 1000 nacidos vivos 13 - 16. A partir
de una serie de conferencias publicadas desde 1843, William Little fue el primero en
relacionar la asfixia intraparto con la aparición de una lesión permanente del sistema
nervioso central, que se manifestaba por una deformidad postural (tétanos
espasmódico)13. Esta visión que se ha mantenido durante décadas, nos hace pensar que
los avances experimentados desde 1950 en el manejo de los cuidados neonatales y la
atención en obstetricia deberían producir una reducción de la incidencia, pero la
disminución de la tasa de mortalidad infantil se ha acompañado de un aumento de la
incidencia y gravedad de la PC, ya que sobreviven más bebés prematuros y con bajo peso
al nacer, en los que el riesgo es mayor 13, 14, 16, 17.

Etiología

La etiología de la PC es diversa y multifactorial. Las causas pueden ser congénitas,


genéticas, inflamatorias, infecciosas, anóxicas, traumáticas y metabólicas. Según el
momento en el que se produce la lesión en el cerebro en desarrollo, puede ser prenatal,

19
natal o postnatal. El 75-80% de los casos se deben a lesiones prenatales, y
aproximadamente un 10% son debidos a traumatismos significativos en el nacimiento o
asfixia. El factor de riesgo más importante parece ser la prematuridad y el bajo peso al
nacer 14.

Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones periféricas dependen de la magnitud, la extensión y la


localización de la causa que produce el daño irreversible al cerebro, al tronco encefálico
o la médula espinal. La gravedad puede variar desde una alteración motora sutil hasta la
afectación de todo el cuerpo. Los signos característicos son espasticidad, trastornos del
movimiento, debilidad muscular, ataxia y rigidez. La parálisis cerebral es la causa más
común de discapacidad física grave en la infancia 17.

Según la alteración motora principal, la PC se clasifica en espástica, discinética


(incluyendo las formas coreoatetoide y distónica), atáxica, hipotónica y mixta 14.

A pesar de definirse la PC por el problema motor, frecuentemente va asociada a otros


trastornos:

- Discapacidad intelectual: oscila desde la normalidad en un 50% - 70% de los


casos, a un retraso mental severo, frecuente en los niños con tetraplejia. El menor
grado de retraso lo presentan los niños con diplejía y los hemipléjicos. Los
problemas de comunicación y de lenguaje, son más frecuentes en la PC
discinética.
- Epilepsia: se da aproximadamente en la mitad de los niños con PC, es muy
frecuente en pacientes con tetraplejia (70%) y el riesgo es inferior al 20% en
dipléjicos.
- Alteraciones visuales: refracción, estrabismo y problemas de coordinación visual
motora son frecuentes. Se dan en el 50% de los casos.
- Alteraciones auditivas: están relacionadas con la prematuridad, afectan al 20%.
- Complicaciones ortopédicas: entre las más frecuentes se encuentran la luxación
de caderas y la escoliosis.

20
- Trastornos digestivos: estreñimiento, reflujo gastroesofágico, sialorrea, trastornos
de deglución.
- Complicaciones respiratorias: neumonías, aspiraciones 18.

Problemas bucodentales

Los estudios han demostrado que cuanto más severo es el daño neurológico en los
niños con PC, mayor es el riesgo de enfermedad dental. Esto se debe a múltiples factores,
que incluyen las dificultades motoras y de coordinación, así como una higiene bucal
limitada 19.

La dificultad para alimentarse por la incoordinación motora obliga en muchos casos


a una dieta blanda y rica en hidratos de carbono, lo que hace que esta población tenga un
mayor riesgo de desarrollar caries, que afecta negativamente a su calidad de vida.
También influyen factores biológicos, económicos, culturales, ambientales y
sociales19,20.

Estos mismos factores que predisponen a la caries, asociados a la dificultad en la


higiene bucal diaria, la sensibilidad intraoral y la disfunción motora oral, aumentan la
frecuencia de enfermedad periodontal. Cabe destacar que muchos de ellos presentan
hiperplasia gingival a consecuencia del uso de medicamentos, como los antiepilépticos,
en particular la fenitoína19.

También podemos observar en estos pacientes erosión dental, es decir, una pérdida
progresiva de tejido dental duro resultante de un proceso químico, que normalmente es
provocada por el reflujo gastroesofágico19.

La prevalencia de maloclusiones es alta debido a la alteración muscular que presentan,


que produce una falta de crecimiento y desarrollo normal de los maxilares20.

El bruxismo, cuyo mecanismo de desarrollo en pacientes con PC no se sabe, en


ocasiones puede ser tan grave que llegue a producir afectación pulpar y alteraciones de la
dimensión vertical y la articulación temporo mandibular. Es probable que esté
relacionado con un comportamiento auto estimulante, con la propiocepción anormal en
el periodonto o los trastornos del sueño19, 20.

21
Los traumatismos dentales suelen ser consecuencia de lesiones físicas, sobre todo en
aquellos con epilepsia o déficits motores. Y aumenta su frecuencia en los sujetos con
incompetencia labial y maloclusión en los incisivos superiores 19, 20.

También son frecuentes la incompetencia labial y la hipersalivación o sialorrea 20. Así


mismo se han encontrado alteraciones en la saliva de los pacientes con PC, como
concentraciones anómalas de sodio y potasio 21.

1.2. Definición de saliva

La saliva es un producto de secreción acuosa que se encuentra en la cavidad bucal,


interviene en la digestión y proviene de las glándulas salivales. Se trata de un líquido
transparente, de viscosidad variable, compuesto principalmente por agua, sales minerales
y algunas proteínas con funciones enzimáticas 22. Es estéril cuando sale de las glándulas
salivales y deja de serlo cuando se mezcla con el fluido crevicular, los restos de alimentos,
los microorganismos y las células descamadas de la mucosa oral 23.

1.3. Aspectos fisiológicos y anatómicos básicos

Las glándulas salivales se clasifican en mayores (parótidas, submandibulares y


sublinguales), situadas a ambos lados de la cara y responsables del 93% del volumen de
saliva y menores, que producen el otro 7% 23, 24.

La glándula parótida tiene forma piramidal y está situada en la región preauricular, a


lo largo de la superficie posterior de la mandíbula. Se encarga de producir grandes
cantidades de saliva acuosa durante la comida y la bebida y está dividida por el nervio
facial en un lóbulo superficial y un lóbulo profundo. El conducto que la conecta con la
boca se denomina Conducto de Stensen y desemboca a la altura del segundo molar
superior 25.

22
Figura 1. Localización y relaciones anatómicas de la glándula parótida 26.

La glándula submandibular tiene forma irregular, está situada en el triángulo


submandibular, posterolateral al músculo milohioideo y sus conductos (conductos de
Wharton) se abren a cada lado del frenillo lingual. Produce alrededor del 70% de la saliva
de alta viscosidad en reposo.

Además, la saliva que se produce en reposo, también está compuesta de secreciones


de las glándulas parótidas (aproximadamente un 25%) y de las glándulas sublinguales
(aproximadamente un 5%).

7%

Glándulas salivales
mayores
Glándulas salivales
93% menores

Figura 2. Volumen total de saliva 23.

23
Glándula submandibular Glándula parótida
Glándula sublingual

5%

25%

70%

Figura 3. Contribución de las glándulas al flujo salival en reposo 27.

Las glándulas sublinguales son las más pequeñas y están situadas en el suelo anterior
de la boca. Sólo producen saliva mucosa y tienen de 8 a 20 conductos de drenaje, los
conductos de Rivinus, que desembocan en el suelo de la boca 25, 27 - 29.

Las glándulas salivales menores son sobre todo mucosas.

La secreción diaria de saliva varía entre 500 y 700 ml, con un volumen medio de 1,1
ml. En reposo, la secreción oscila entre 0.25 y 0,35 ml/mn y ante estímulos sensitivos,
mecánicos o eléctricos, el volumen puede alcanzar 1,5 ml/mn. El mayor volumen de
saliva se produce antes, durante y después de las comidas y disminuye considerablemente
durante el sueño 23.

1.4. Funciones de la saliva

Entre las funciones más importantes de la saliva destacan: lubricación, acción


antimicrobiana, mantenimiento de la integridad de la mucosa, limpieza, capacidad
tamponadora y de remineralización, preparación de los alimentos para la deglución,
digestión, sabor y fonación 22, 23, 29, 30.

24
FUNCIÓN COMPONENTES

Capacidad tampón y Bicarbonato, fosfato, calcio, staterina,


remineralización proteínas aniónicas ricas en prolina, flúor
Mantenimiento de la integridad de Mucinas, electrolitos, agua
la mucosa

Limpieza Agua

Lubricación Glicoproteínas ricas en prolina, mucinas, agua


Preparación de los alimentos para la Agua, mucinas
deglución

Digestión Amilasa, lipasa, ribonucleasas, proteasas, agua,


mucinas

Sabor Agua, gustina

Fonación Agua, mucina

Antifúngica Inmunoglobulinas, mucinas, histatina

Antibacteriana Mucinas, lisozimas, lactoferrina,


lactoperoxidasa, histatina, aglutinina, cistatina,
lipocalinas

Tabla 1. Funciones de la saliva y sus componentes 23, 30.

1.5. Elementos traza en saliva.

Los elementos traza u oligoelementos son aquellos que se encuentran en cantidades


muy pequeñas en los tejidos corporales, pero que resultan esenciales por desempeñar una
serie de funciones indispensables para mantener la vida. Se requieren en cantidades
mínimas, pero su papel es vital en el mantenimiento de la integridad de diversos procesos
fisiológicos y metabólicos que ocurren dentro de los tejidos vivos. Su ingreso inadecuado
en el organismo puede deteriorar las funciones tisulares y producir enfermedad, ya que
cada elemento traza está relacionado con muchos sistemas enzimáticos 31, 32.

Los elementos traza se dividen según su frecuencia e importancia biológica. Según


Frieden 33, de acuerdo con su frecuencia, los elementos traza incluyen tres metales muy
activos: hierro (Fe), zinc (Zn) y cobre (Cu), siendo sus concentraciones promedio en un
hombre adulto sano de 70 kg, de 4.5 g, 1.4-2.3 g, y 80 mg, respectivamente. El resto de

25
elementos se consideran como ultratrazas, ya que se encuentran en concentraciones
menores de 20 mg en un adulto sano. Por ejemplo, el cuerpo de un adulto normal de 70
kg contiene un total de 1,1 mg y de 12-20 mg de cobalto (Co) y de manganeso (Mn),
respectivamente.

De acuerdo con su importancia biológica, los elementos traza se dividen en esenciales,


posibles esenciales y los no esenciales o contaminantes. Debemos añadir un cuarto grupo,
los elementos tóxicos para los seres vivos, que a bajas concentraciones pueden interferir
con funciones vitales. Cualquier elemento traza se convierte en tóxico cuando ingresa en
el organismo en grandes cantidades 32.

ELEMENTOS TRAZA

FRECUENCIA IMPORTANCIA BIOLÓGICA


Hierro (Fe) 4.5 g Esenciales

Zinc (Zn) 1.4-2.3 g Posibles esenciales

Cobre (Cu) 80 mg No esenciales o contaminantes

Ultratrazas <20mg Elementos tóxicos

Tabla 2. Clasificación de los elementos traza según su frecuencia e importancia biológica


y concentraciones promedio en un adulto sano de 70 kg. de los tres metales más activos
32, 33
.

Un elemento traza será considerado esencial si 34:

- Su ingesta insuficiente produce deficiencias funcionales, que pueden revertir


cuando el elemento recupera su nivel fisiológico óptimo.
- El organismo no puede crecer ni completar su ciclo vital sin ese elemento.
- El elemento posee una influencia directa sobre el organismo y está involucrado
en sus procesos metabólicos.
- El efecto concreto de un elemento esencial no puede ser logrado totalmente por
ningún otro elemento.

En la actualidad, los elementos traza que se consideran esenciales para el hombre y


diversas especies, por cumplir los criterios requeridos para ello, son: cromo (Cr), cobre

26
(Cu), cobalto (Co), flúor (F), yodo (I), hierro (Fe), manganeso (Mn), molibdeno (Mo),
selenio (Se), vanadio (V), zinc (Zn), níquel (Ni), silicio (Si), arsénico (As) y estaño (Sn).
Aunque también se encuentran como candidatos el bario (Ba), boro (B), bromo (Br) y
estroncio (Sr).

Entre los elementos traza que no cumplen los criterios para ser esenciales y que están
en los tejidos vivos en concentraciones variables se encuentran: aluminio (Al), antimonio
(Sb), germanio (Ge), rubidio (Rb), plata (Ag), oro (Au), plomo (Pb), bismuto (Bi), titanio
(Ti), circonio (Zr) y otros. Reflejan el contacto del organismo con su medio ambiente, ya
que se adquieren como contaminantes ambientales.

Los elementos tóxicos comprenden el plomo (Pb), cadmio (Cd) y mercurio (Hg), ya
a bajas concentraciones pueden ser dañinos. Sin embargo, todos los elementos traza son
tóxicos si se ingieren o inhalan en cantidades elevadas durante un largo período de
tiempo32.

ELEMENTOS TRAZA

cromo (Cr), cobre (Cu), cobalto (Co),


flúor (F), yodo (I), hierro (Fe), manganeso
ESENCIALES (Mn), molibdeno (Mo), selenio (Se),
vanadio (V), zinc (Zn), níquel (Ni), silicio
(Si), arsénico (As) y estaño (Sn).

aluminio (Al), antimonio (Sb), germanio


(Ge), rubidio (Rb), plata (Ag), oro (Au),
NO ESENCIALES
plomo (Pb), bismuto (Bi), titanio (Ti),
circonio (Zr) y otros

TÓXICOS plomo (Pb), cadmio (Cd), mercurio (Hg)

Tabla 3. Elementos traza esenciales, no esenciales y tóxicos 32.

Para cada elemento:

a) existe un rango de seguridad y de exposición adecuado, dentro del cual los


mecanismos homeostáticos son capaces de mantener sus concentraciones tisulares
óptimas y las funciones normales.

b) cualquier elemento traza es potencialmente tóxico cuando este rango se sobrepasa.

27
Esto permitió el desarrollo del concepto de nivel máximo de ingesta tolerable (UL,
tolerable upper intake level), que se define como “el nivel más alto de ingesta diaria de
un nutriente, con menos probabilidad de riesgo de que se produzcan efectos adversos a la
salud, en la mayoría de los individuos aparentemente sanos, en los correspondientes
grupos específicos de edad” 32.

ELEMENTO Cu Mn B I Fe Mo Zn V Ni

U/L DÍA 10 11 20 1.100 45 2000 40 1,8 1,1


mg mg mg µg mg µg mg mg mg

Tabla 4. Nivel máximo de ingesta tolerable (UL) para diversos elementos traza, en un
adulto sano de 70 kg 32.

Las funciones de los elementos traza esenciales son:

- Actúan como componentes o como activadores claves de enzimas o de proteínas


con función vital.
- Sirven como unidades estructurales de proteínas y de hormonas.
- Forman parte de diversas proteínas de unión o almacenamiento.
- Pueden interactuar con los diversos tipos de vitaminas lipo e hidrosolubles.
- Actúan como iones metálicos libres, a bajas concentraciones intracelulares 32.

La saliva constituye una matriz biológica ideal para el diagnóstico y la evaluación de


riesgos a gran escala en la población general, debido a la facilidad con que puede ser
recogida mediante una técnica no invasiva. No es una réplica del suero, puesto que
contiene cantidades mayores de iones potasio y bicarbonato y menos iones de sodio y
cloruro que el plasma. Por lo tanto, tiene sus propias características químicas y
bioquímicas, lo que le permite usos potenciales en el diagnóstico clínico 35,36.

La saliva está formada por agua (99.5%), compuestos orgánicos (0.3%) e inorgánicos
y elementos traza (0.2%) 37, 38. Su composición varía según el sitio dentro de la boca de
cada individuo, la hora del día y la proximidad a las horas de las comidas. Sus propiedades
se ven también afectadas por el nivel de hidratación y la salud general del individuo. 36

28
El análisis de los cambios en la composición de la saliva nos puede ayudar a entender
las anormalidades que pueden aparecer en la función oral, como en el sabor o el olor. Se
ha demostrado que existe un vínculo entre varias enfermedades relacionadas con la
cavidad bucal y los cambios en la composición salival 39.

Shetty y cols. 40, encontraron aumentos muy significativos del Cu salival en pacientes
con fibrosis submucosa oral, leucoplasia oral y carcinoma epidermoide oral, y una
disminución significativa de los niveles de Zn. Además, en los pacientes con fibrosis
submucosa hubo una disminución del Fe.

Grǎdinaru y cols. 41, determinaron que las concentraciones plasmáticas y en saliva de


Mg, eran significativamente mayores en pacientes con tumores malignos de parótida, en
comparación con un grupo control. Por lo que el aumento del Mg salival como
consecuencia del desarrollo de tejido tumoral necesita ser aclarado.

Los elementos traza están presentes en las sustancias biológicas o fluidos en muy poca
cantidad (microgramos por gramos o menos concentración). En la saliva hay varios tipos
37
de elementos traza , siendo su determinación importante en el estudio de la actividad
amilasa y el papel en el mantenimiento de la integridad funcional de varios tejidos de la
cavidad oral 38, 39.

Hay pocos estudios que analicen la composición de oligoelementos de la saliva y su


relación con la caries dental 42. Hedge y cols. 43, encontraron un aumento significativo de
Cu y Zn en la saliva de pacientes con caries, en comparación con otro grupo libre de
caries. Resultados que coinciden con otro estudio de Hussein y cols.44.

Watanabe y cols.45, también informaron de un aumento de la concentración salival de


Cu en los sujetos con caries. Estos resultados son contrarios a los que encontraron Borella
y cols.46 en 1994, donde observaron una reducción de las proporciones de Zn y Cu en
saliva total en sujetos con más de tres dientes cariados.

Zaichk y Bagirov 47, analizaron 21 elementos en saliva mixta no estimulada en sujetos


con diferentes enfermedades periodontales y encontraron que los adultos con mayor
incidencia de enfermedad periodontal mostraron un incremento en las concentraciones
salivales en reposo de Fe, Sc, Mn, Cr, Co, Cu, Se, Ag y Hg y concentraciones reducidas

29
de Zn. Los cambios significativos en los niveles de muchos de los elementos se
relacionaron con el grado de afectación de los tejidos periodontales.

Chicharro y cols.39, observaron que el ejercicio físico incremental producía cambios


significativos en la concentración de algunos oligoelementos en saliva. Na y Mg
mostraron un aumento significativo y los niveles de Mn disminuyeron.

Sheibaninia y cols.38, relacionaron el estrés en adolescentes con un aumento


significativo del Mn, concluyendo que podría influir en la salud de los dientes y tejidos
de la mucosa oral.

1.6. Regulación de la salivación

La secreción salival se regula a través de un arco reflejo con varias influencias. Las
inervaciones aferentes de los nervios craneales V, VII, IX y X, constan de
quimiorreceptores en las papilas gustativas y mecanorreceptores en el ligamento
periodontal y ante estímulos químicos o mecánicos (presencia de comida o saliva en la
boca), olfativos o visuales (olor y visión de los alimentos), transmiten impulsos a los
núcleos salivales en el bulbo raquídeo. A su vez, las influencias eferentes envían impulsos
a las glándulas salivales, estimulándolas. Las influencias eferentes son principalmente
parasimpáticas, a través del VII par craneal, que controla las glándulas submandibular,
sublingual, y otras glándulas menores, y el IX par craneal, que influye en la glándula
parótida 29, 25.

1.7. Valores normales de saliva y medición del flujo salival

El flujo salival varía de un individuo a otro. Se consideran valores normales para el


flujo de saliva no estimulada de 0,3 a 0,5 ml/min y valores entre 0,01 y 0,1ml/min se
considera hiposalivación. El flujo de saliva estimulada normal oscila entre 1 a 2 ml / min;
<0,7 ml/min se considera reducida.

30
Normal Reducido

Flujo de saliva no estimulado 0,3 – 0,5 ml/min 0,001 – 0,1 ml/min

Flujo de saliva estimulado 1 – 2 ml/min <0,7 ml/min

Tabla 5. Valores normales del flujo de saliva no estimulado y estimulado 30.

La sialometría cuantitativa es una prueba diagnóstica que sirve para evaluar la tasa de
secreción salival, mientras que la sialometría cualitativa analiza la composición de la
saliva.

Cuando empleamos la sialometría cuantitativa hay que especificar si la saliva procede


de una sola glándula o es mezclada, y si las cifras obtenidas son en estado no estimulado
o después de estimular la secreción.

A través de la sialometría cualitativa se determinan los constituyentes endógenos y


exógenos de la saliva. Los constituyentes endógenos sirven para evaluar estados
fisiológicos y diagnosticar enfermedades de las glándulas salivales 30.

1.8. Alteraciones de la secreción salival.

1.8.1. Hiposalivación

La secreción de saliva puede verse disminuida, lo que se conoce como hiposalivación.


Entre sus síntomas encontramos xerostomía, sed, dificultad para tragar y para hablar,
dificultad para comer alimentos secos, necesidad de beber agua con frecuencia,
dificultad para llevar prótesis, dolor e irritación de las mucosas, sensación de
quemazón en la lengua y disgeusia.

Los signos que más frecuentemente se encuentran son: pérdida de brillo de la mucosa
oral, sequedad de las mucosas, fisuras en el dorso de la lengua, queilitis angular, saliva
espesa, aumento de la frecuencia de infecciones orales, aparición de caries en lugares
atípicos y aumento de tamaño de las glándulas salivales mayores.

El diagnóstico de la hiposalivación se realiza mediante la sintomatología del paciente,


la exploración clínica, presencia de los signos clínicos expuestos y medición del flujo

31
salival. A veces se requiere una resonancia magnética o una biopsia de las glándulas
salivales mayores o menores, dependiendo del escenario clínico 48.

Entre las principales causas de la hipofunción salival se encuentran la edad, número


de dientes, sexo, peso corporal o momento del día, algunos medicamentos como
ansiolíticos o anticonvulsionantes, la radioterapia de cabeza y cuello, enfermedades
autoinmunes como el síndrome de Sjögren, la hipertensión, depresión, desnutrición o la
diabetes 23.

1.8.2. Hipersalivación

La secreción salival aumentada se denomina hipersalivación, hipersialia o sialorrea29.


Puede ser fisiológica o patológica.

El diagnóstico se realiza por los síntomas del paciente, que tiene la necesidad de
deglutir constantemente saliva, o en el caso de pacientes con trastornos neurológicos
graves, se produce un babeo constante.

Fisiológicamente se produce una mayor secreción salival durante el periodo de la


erupción dentaria, en la primera mitad del embarazo, durante la menstruación, así como
con los estímulos olfativos, mecánicos y gustativos, dado que hay una hiperestimulación
de los receptores periféricos de la mucosa oral.

Entre las causas patológicas de la hipersalivación se distinguen algunas de origen


bucal, como la colocación de una prótesis, dolor dental, o cualquier proceso inflamatorio
o irritativo en el territorio oro-faríngeo o digestivo, así como intoxicaciones (exógenas o
endógenas) y el uso de determinados medicamentos, como la pilocarpina 23.

En contraste, se encuentra la sialorrea, que se define como la pérdida no intencional


de saliva por la cavidad oral. Se considera normal en niños de 18-24 meses, es decir, antes
del desarrollo del control neuromuscular oral, pudiendo persistir en algunos casos hasta
los 4 años de edad, pero más allá de esa edad, la sialorrea se considera patológica 12, 22,
24, 49 - 51
.

32
La sialorrea no es debida a un aumento en la producción de saliva, sino a su
incapacidad para procesarla, por un fallo en el mecanismo de coordinación de la
musculatura orofacial, palato lingual, de la cabeza y cuello, lo cual conlleva a una
acumulación excesiva de saliva en la cavidad oral. Esta falta de coordinación muscular,
impide la iniciación del reflejo de deglución y conlleva la pérdida de saliva no
intencionada 24, 29, 52.

En un estudio de Senner y cols.53, se compararon, entre otros, la frecuencia de


deglución y la producción de saliva entre un grupo de niños con PC y sialorrea; un grupo
de niños con PC sin sialorrea, y otro grupo con un desarrollo neurológico normal, que
sirvió como control. Los resultados mostraron puntuaciones más bajas de habilidades
funcionales, menos frecuencia al tragar, afectaciones motoras orales más graves y menor
inteligencia no verbal en el grupo con PC y sialorrea, sin embargo, no había una mayor
producción de saliva. Lo que sugiere que la hipersalivación no es uno de los factores
responsables de la sialorrea en los pacientes con PC.

Otro estudio de Erasmus y cols.27, concluyó que no había diferencias en las tasas de
flujo salival entre niños con PC y sialorrea y un grupo de niños sanos.

La posición de la cabeza, la estabilidad de la mandíbula, el cierre labial y la deglución


espontánea son considerados como requisitos previos para el desarrollo de un correcto
control salival. Así, niños con un desarrollo motor global alterado pueden presentar
anomalías en el desarrollo del control motor oral, lo que influirá negativamente en el
desempeño de funciones alimenticias de succión, masticación y deglución, y por tanto,
de control de la deglución de saliva 54.

1.8.2.1.Prevalencia

55
La sialorrea es un problema común en individuos con discapacidad psíquica . Su
27, 29, 50, 52, 55 - 58
incidencia en los niños con PC oscila entre el 10 y el 38% . Aunque

algunos estudios hablan de una prevalencia aún mayor, que alcanza el 58% 12, 59, 60.

También se da en casos de SD 61 y TEA 7. En los adultos, es frecuente entre pacientes


con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Enfermedad de Parkinson (EP), donde

33
alrededor del 45% refieren babeo, y accidente cerebrovascular (ACV). En los pacientes
esquizofrénicos, la sialorrea es consecuencia del uso de la clozapina 29. Y además, puede
verse en pacientes con tumores de orofaringe, deformidades de la lengua, o pérdida
parcial de la mandíbula o los labios debido a una lesión 51.

1.8.2.2.Etiología

La sialorrea tiene una etiología multifactorial, aunque la causa más común es la


disfunción neuromuscular. En los niños, la discapacidad psíquica y la PC están
habitualmente implicadas y en adultos, la EP es la etiología más frecuente. La parálisis
pseudobulbar o el ACV son causas menos comunes.

Las causas de la sialorrea se recogen en la siguiente tabla (Tabla 6):

34
CAUSAS DE SIALORREA

Déficits Neurológicos Problemas orales/dentales

Parálisis cerebral Déficit de sensibilidad y percepción oral


Enfermedad de la neurona motora Deficiente control motor de la zona oral
Esclerosis lateral amiotrófica (ELA) Incoordinación de la deglución
Parálisis facial Respiración bucal
Accidentes cerebrovasculares (ACV) Maloclusión
Convulsiones Falta de tonicidad del músculo orbicular
de los labios
Enfermedad de Parkinson (EP)
Incompetencia labial
Parálisis congénita suprabulbar
Succión oral inadecuada
Retraso mental severo; Síndrome de
Down y pacientes con discapacidad Presión de la lengua hacia adelante en el
psíquica o de aprendizaje
momento de la deglución.
Encefalitis
Alteración de la movilidad lingual
Hidrocefalia
Introducción del borde lateral de la lengua
Encefalopatía hipóxica entre las arcadas dentarias
Síndromes: Angleman, Worster Drought,
Landau Kleffner, Freeman-Sheldon,
Moebius

Gran resección orofaríngea Postura corporal inadecuada, cabeza


inclinada hacia delante

Reacciones adversas a fármacos: Obstrucción nasal


clozapina

Daño causado por enfermedades Reflujo gastroesofágico


infecciosas: herpes primario, virus
Coxsackie.

Tabla 6. Causas de sialorrea 25, 49, 55, 62 - 64.

En cuanto a la relación de la sialorrea con el reflujo gastroesofágico, definido como


como el flujo de contenidos gástricos hacia el esófago o las vías aéreas superiores, podría
ser resultado de la activación vagal refleja, un mecanismo compensatorio, ya que la saliva,
por su alcalinidad, es muy importante en el mecanismo de aclaramiento esofágico 65.

35
La saliva contribuye a la protección de la mucosa del esófago contra las lesiones que
produce el reflujo gastroesofágico. En los niños que presentan sialorrea, la pérdida
continua de saliva puede perjudicar la eliminación del reflujo ácido gástrico en el esófago,
lo cual puede producir dismotilidad esofágica y esofagitis.

Heine y cols.66, en 1996, estudiaron la relación entre el reflujo gastroesofágico y la


sialorrea, en 24 niños que presentaban PC. Postularon la hipótesis de que el reflujo
gastroesofágico puede aumentar el babeo debido a la estimulación del reflejo esófago-
salival. Aproximadamente un tercio de los niños tuvieron evidencia de reflujo
gastroesofágico en la monitorización del pH esofágico de 24 horas o en la esofagoscopia.
Estos pacientes fueron tratados con cisaprida y ranitidina para el reflujo gastroesofágico,
sin embargo, no se observó una reducción de la gravedad y la frecuencia de la sialorrea.
En opinión de los autores, la secreción de saliva estimulada por el reflujo gastroesofágico
debe tener significado clínico sólo en aquellos pacientes con esofagitis significativa. Se
ha postulado que controlar el reflujo puede reducir el babeo; Sin embargo, no se ha
confirmado por la investigación, y es poco probable que el control del reflujo tenga algún
efecto clínicamente significativo sobre la sialorrea 67.

Para Erasmus y cols.68, la irritación química que causa el reflujo gastroesofágico


puede producir un aumento de la producción de saliva, a través de la mediación del
sistema nervioso parasimpático y el reflejo vagovagal, con el fin de proteger la orofaringe
y mucosa esofágica. En niños con disfunción motora oral, este aumento en la producción
de saliva podría aumentar el riesgo de aspiración, debido a la acumulación de saliva en la
faringe y / o esófago. Sigue siendo una cuestión a discutir si el reflujo gastroesofágico
por sí sólo puede causar sialorrea severa y si el tratamiento del reflujo gastroesofágico
puede reducir la intensidad de la sialorrea en los niños con PC 12.

1.8.2.3.Manifestaciones clínicas

La sialorrea tiene consecuencias muy negativas en la vida del paciente, ya que


necesita atención constante. Tanto la zona de la boca, como la ropa, están continuamente
húmedas, provocando un olor desagradable y problemas de higiene. Además, en la piel,

36
aparecen irritaciones y abrasiones, que conllevan un aumento de la probabilidad de
infecciones periorales y orales, sobre todo por Candida albicans 24, 60.

En los casos más graves, una pérdida excesiva de líquidos corporales, puede dar lugar
a deshidratación.

En el ámbito escolar, a consecuencia del babeo, los niños pueden dañar los libros,
ordenadores y el mobiliario, lo que origina el rechazo por parte de otros niños y
educadores 25, 59, 68.

En el plano emocional y social, esta alteración de la apariencia exterior produce un


deterioro de las relaciones sociales, padeciendo muchas veces los pacientes una pérdida
de autoestima, vergüenza y pudiendo llegar al aislamiento social 25, 67, 69.

En niños con disfagia severa en la fase faríngea, se puede producir una neumonía por
aspiración, al no poder tragar saliva. La inundación de la hipofaringe, complica la
deglución y favorece los atragantamientos y accidentes respiratorios, mientras que la falta
de aclaramiento esofágico puede llegar a favorecer la esofagitis, cuando se acompaña de
reflujo 12, 28, 68.

1.8.2.4.Evaluación

Se han descrito varios métodos para la evaluación clínica de la sialorrea, a través de


métodos objetivos o subjetivos. Los métodos objetivos incluyen la medición del flujo de
saliva y la observación directa de la pérdida de saliva 12, 24.

En 1982, Sochaniwskyj’s 70, describió una técnica que consistía en recolectar la saliva
que se escapaba por los labios y llegaba hasta el mentón, colocando una taza bajo el
mismo, durante un período de 30 minutos. El proceso se repetía 5 veces para obtener un
promedio y evitar la variabilidad de los datos obtenidos.

En 1988, Thomas-Stonell y Greenberg 71, desarrollaron una clasificación para medir


la intensidad o el grado de babeo. Constaba de cinco grados: 1 = seco (sin babeo); 2 =
leve (labios húmedos); 3 = moderado (labios y barbilla húmedos); 4 = severo (ropa
húmeda) y 5 = profuso (humedad que afecta a la ropa, las manos y los objetos) 24.

37
Por otro lado, el Cociente de babeo, es un método observacional directo
semicuantitativo (expresado como porcentaje), que mide la intensidad del babeo. Según
su diseño original, se registran episodios de babeo durante dos períodos de 10 minutos,
separados por 60 minutos. Un episodio de babeo se define como la presencia de saliva en
el borde de los labios, o el babeo desde la barbilla. La presencia o ausencia de babeo se
evalúa cada 15 segundos (40 observaciones en 10 minutos) 72.

Sung Hwa Ko y cols.73, sin embargo, utilizan en su estudio la prueba de Schirmer


modificada. Originalmente, la prueba de Schirmer emplea tiras de papel que se insertan
en el ojo varios minutos para medir la producción de lágrimas y evaluar así el síndrome
de ojo seco. De forma que modificaron este método, colocando la tira de papel cerca de
la glándula submandibular del paciente y midiendo la longitud de la tira que había sido
empapada por la saliva después de 5 minutos.

Existen otros métodos para cuantificar el flujo salival o la cantidad de saliva perdida,
por ejemplo, unidades de colección, baberos o rollos de algodón que se pesan para medir
así el flujo salival 74.

38
TÉCNICA MÉTODO DESCRIPCIÓN

Técnica de Sochaniwskyj’s Colección de saliva y uso de Colección de saliva que


24, 70 su propia fórmula para su sale por la boca y llega
cuantificación hasta el mentón, con un
vaso, durante un
período de 30 minutos

Escala de Thomas-Stonnel Observación directa del 1-Seco (sin babeo)


and Greenberg 24, 71 examinador cuantificada a
través de una escala de 2-Leve (labios
gravedad húmedos)
3-Moderado (labios y
barbilla húmedos)
4-Severo (ropa húmeda)
5-Profuso (ropa
mojada, manos y
objetos)

Cociente de babeo 72, 75 Colección de saliva y uso de Cada 15 segundos, en


su propia fórmula para su periodos de 10 minutos
cuantificación (40 observaciones), se
observa la presencia o
ausencia de sialorrea.
Cociente de babeo (%)
= 100 x Nº episodios de
sialorrea/40
observaciones

Prueba de Schirmer Colocación de una tira de Se mide la longitud de


73 papel cerca de la glándula absorción de la saliva
modificada
submandibular del paciente después de 5 minutos

Otros 74 Medición directa del peso Uso de unidades de


del envase usado para la colección, toallas,
colección de saliva pañales o rollos de
algodón dental.

Tabla 7. Métodos objetivos para la evaluación de la sialorrea.

Los métodos subjetivos, normalmente escalas, son métodos para medir los cambios
en la sialorrea útiles y adecuados. El impacto en las familias, los cuidadores y los propios
pacientes es muy importante en la evaluación de la satisfacción con la eficacia de
cualquier tratamiento para la sialorrea 12.

39
Según algunos investigadores, el método definitivo para la evaluación de la eficacia
de cualquier tratamiento de la sialorrea es uno que mide cómo se ha facilitado la vida del
cuidador y que cuantifica la mejora en la calidad de vida del niño 76, 77.

Entre las escalas subjetivas se encuentran la Escala de Evaluación del babeo, la Escala
de Severidad y Frecuencia del babeo, la Escala Visual Analógica o la Escala de Impacto
del Babeo. Son rellenadas por los pacientes o sus cuidadores, que expresan sus
impresiones cualitativas y cuantitativas de la gravedad y el impacto de sialorrea 12, 78.

Escala de Evaluación del babeo (Teacher Drooling Scale) 58

1. No babeo
2. Babeo infrecuente: pequeña cantidad
3. Babeo ocasional: intermitente todo el día
4. Babeo frecuente pero no profuso
5. Babeo constante: siempre mojado

Escala de Severidad y Frecuencia del babeo (Tomada de Crysdale y White y modificada


por Aguilar-Rebolledo) 79, 80

Severidad

1. Seco: nunca saliva en exceso

2. Sialorrea leve: solamente moja los labios

3. Sialorrea moderada: moja los labios y la mandíbula

4. Sialorrea grave: moja la ropa

5. Sialorrea profusa: moja la ropa, las manos, los objetos, el suelo y permanece
mojado constantemente por la saliva

40
Frecuencia

1. Nunca saliva en exceso

2. Sialorrea ocasional: no sucede todos los días

3. Sialorrea frecuente: sucede todos los días y frecuente

4. Sialorrea constante: sucede todos los días y continuamente

Escala Visual Analógica 81

No babeo 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Babeo severo

Escala de Impacto del Babeo 76

1. ¿Con qué frecuencia babeó su hijo?


Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Constantemente
2. ¿Cómo de grave era el babeo?
Permaneció seco 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Profuso
3. ¿Cuántas veces al día tuvo que cambiar el babero o la ropa debido al babeo?
Una vez o nunca 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Diez o más
4. ¿Cómo de ofensivo era el olor de la saliva de su hijo?
No ofensivo 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Muy ofensivo
5. ¿Cuánta irritación de la piel ha tenido su hijo debido al babeo?
Ninguna 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Erupción cutánea severa
6. ¿Con qué frecuencia necesita limpiarse la boca de su niño?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Todo el tiempo
7. ¿Cómo de avergonzado parecía estar su hijo debido al babeo?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Muy avergonzado
8. ¿Cuánto tiene que secar o limpiar la saliva de los artículos del hogar, por
ejemplo juguetes, muebles, ordenadores?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Todo el tiempo
9. ¿Hasta qué punto el babeo de su hijo afectó a su vida?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Extremadamente
10. ¿En qué medida el babeo de su hijo le afectó a usted y a la vida de su familia?
Nada 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Extremadamente

41
1.8.2.5.Tratamiento

Los objetivos más importantes en el tratamiento de la sialorrea son:

- Reducción del impacto de la sialorrea en la vida social-afectiva y la salud.


- Reducción de los problemas causados por la sialorrea.
- Mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes, como de los cuidadores.
- Reducir la carga que experimentan los cuidadores 12.

La sialorrea es un problema difícil de tratar, y además requiere la actuación de un


equipo multidisciplinar. El médico de atención primaria se encarga de obtener una historia
clínica completa y realizar un examen físico exhaustivo, atendiendo sobre todo al
impacto del babeo en la calidad de vida del paciente y su potencial de mejora. Y por otro
lado, los logopedas, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales trabajan mejorando la
mecánica para tragar del paciente y apoyan su postura con sillas de ruedas adaptadas a
sus necesidades.

Figura 4. Silla de ruedas adaptada, foto


cedida por el Centro de Educación
Especial Primitiva López.

Actualmente, no existe un protocolo que pueda aplicarse a los distintos casos clínicos,
sino que cada paciente requiere un tratamiento individualizado 24. Por lo que después de
una evaluación completa, el equipo de tratamiento, el paciente y la familia, establecen un
consenso sobre cuáles son las opciones de tratamiento más adecuadas 67.

42
Entre las opciones terapéuticas que encontramos en la literatura, se incluyen
tratamientos invasivos como la cirugía o la radioterapia, que ofrecen resultados más
permanentes y tratamientos conservadores, con fármacos, inyecciones de toxina
botulínica, acupuntura, terapia miofuncional y programas de cambio de
comportamiento22, 24, 29.

1.8.2.5.1. Cirugía

En cuanto a la cirugía, fue de las primeras opciones que se contemplaron. Solamente


debe ser utilizada cuando las terapias conservadoras fracasan y cuando existe un
importante componente de minusvalía. La cirugía tiene como objetivos que la saliva se
vierta desde la región anterior de la boca hacia la orofaringe (siempre que no exista un
trastorno deglutorio concomitante) y disminuir la producción de saliva (respetando las
28
necesidades para la salud bucodental y digestiva) . Entre las técnicas quirúrgicas
empleadas se encuentran la sección de los nervios parasimpáticos eferentes de las
glándulas salivales, la reubicación o la ligadura de los conductos salivales y la escisión
de las glándulas salivales 82.

La técnica clásica, actualmente poco empleada, consiste en la transposición sub-


mucosa de los conductos de Stenon para vaciar la saliva detrás de los pilares anteriores
de la orofaringe 28, 55.

Debido a que la mayor parte de la saliva que se produce entre comidas procede de las
glándulas submandibulares (70%) y sublinguales, los estudios más recientes se centran
en la reubicación de los conductos salivales de estas glándulas hacia los pilares faríngeos,
28, 55, 81, 83, 84
lo que reduce el babeo a medio y largo plazo . La agresividad de este
procedimiento es baja en proporción a sus beneficios potenciales; sin embargo, la
complejidad de la técnica alarga el tiempo de la intervención de forma considerable.

Se deben tener en cuenta los posibles efectos adversos como la pérdida de función del
esfínter o la formación de ránulas. A largo plazo, hay que controlar que el paciente tenga
una buena higiene bucal, para prevenir la patología gingivodentaria que puede producirse
por la sequedad bucal 28, 30, 49.

43
Otras técnicas quirúrgicas, que resultan más satisfactorias, buscan suprimir la
secreción de las glándulas salivales mayores, considerando que las glándulas salivales
menores, distribuidas por toda la cavidad oral, son suficientes para mantener las
necesidades básicas de saliva y preservar la salud bucodental. Un procedimiento muy
utilizado es la submaxilectomía bilateral con ligadura de los conductos de Stenon de
ambas glándulas parótidas. Esta intervención soluciona completamente el babeo en el
90% de los casos y lo disminuye de forma muy significativa en el resto, encontrando
algunas complicaciones como aumento de las caries o sensación de boca seca, que
ocurren en menos del 5% de los casos intervenidos 28.

En estudios más recientes, se realiza la ligadura de los conductos parotídeos y


submandibulares con una mejora significativa de la sialorrea. Las complicaciones más
frecuentes fueron persistencia de la inflamación y neumonía por aspiración, hinchazón
transitoria de las glándulas submandibulares, cambio en la consistencia de la saliva,
absceso en la mejilla, recogida de saliva en la mejilla, y fístula del conducto
parotídeo85,86.

El tratamiento quirúrgico del babeo, a menudo produce sequedad bucal, pérdida del
sentido del gusto, problemas de movilidad de la lengua en el sector anterior, hinchazón y
tendencia a la sialoadenitis 24.

Neurectomía

En los años 70, se realizaban las neurectomías. La sección del nervio parasimpático
reduce el flujo de saliva. El nervio del plexo timpánico y el cordón timpánico se pueden
dividir uni o bilateralmente y se pueden realizar solos o en combinación con otros
procesos como la extirpación de la glándula submandibular. La neurectomía del cordón
timpánico reduce la secreción de las glándulas sublinguales y submaxilares, sin embargo,
si se realiza como un procedimiento aislado, se ha demostrado que sus resultados son
insignificantes. Las neurectomías se realizaban en pacientes adultos, con eficacia
equívoca, recidiva tardía y criticada, puesto que se operaba un oído normal, teniendo
como posibles complicaciones la pérdida auditiva y la pérdida del sentido del gusto en
los dos tercios anteriores de la lengua 30, 55.

44
Fotocoagulación

Recientemente, se ha propuesto una técnica que requiere anestesia general, la


fotocoagulación con láser intraductal de los conductos parotídeos. Consiste en la
destrucción parcial de la glándula y la oclusión del conducto. En un estudio de Chang y
cols.87, emplean el láser Nd: YAG para realizar la fotocoagulación intraductal de las
glándulas parótidas, en 48 pacientes con PC. En la mayoría de pacientes, hubo una mejora
de la frecuencia y gravedad del babeo, y no hubo signos de xerostomía. Como
consecuencias tras la operación, además de la hinchazón transitoria, observaron con baja
frecuencia infecciones, formaciones quísticas y hematomas. La fotocoagulación de los
conductos de la glándula submandibular se reserva para pacientes recurrentes o que no
obtienen resultados satisfactorios con la técnica anterior. 28, 30, 49, 87.

1.8.2.5.2. Radioterapia

La radioterapia para el tratamiento de la sialorrea ha sido estudiada por autores como


Borg y cols.88. Se aplica en pacientes de edad avanzada que no toleran la cirugía ni la
terapia médica y debe ser evitada en niños, por el riesgo de producir malignidad, retrasos
en el crecimiento, xerostomía, caries, mucositis y osteorradionecrosis 30. La radioterapia
conduce a la xerostomía, que puede durar meses o años. El tratamiento se puede repetir
las veces que sea necesario, ajustando las dosis hasta que se alcanza el efecto deseado.
Los tumores malignos que induce la radioterapia suelen aparecer entre 10 y 15 años
después del tratamiento 67.

1.8.2.5.3. Fármacos

A pesar de las indicaciones de que la hipersalivación no es un factor causante de la


sialorrea en niños con PC, la mayoría de tratamientos disponibles están enfocados a la
disminución de la producción de saliva. Por ejemplo, la medicación oral, transdérmica o
sublingual, la toxina botulínica o la cirugía 12, 53.

45
En el tratamiento de la sialorrea con fármacos orales encontramos agentes
anticolinérgicos como glicopirrolato, atropina, escopolamina, tropicamida, biperideno o
trihexifenidilo 29.

Estos fármacos están contraindicados en pacientes con problemas cardíacos,


glaucoma, hipertrofia prostática, íleo paralítico y obstrucción pilórica. Los resultados son
aún incompletos y hay muchas variaciones individuales que pueden conducir a la
administración de altas dosis, con aparición de efectos secundarios (antimuscarínicos),
como boca seca, dilatación pupilar y visión borrosa, estreñimiento, enrojecimiento facial,
taquicardia, mareos, retención urinaria, déficit de sudoración, irritabilidad, confusión, o
incluso psicosis tóxica, ya que hay otras funciones corporales que también están bajo
control colinérgico 28, 30, 89.

Glicopirrolato

El glicopirrolato en solución oral fue el primer tratamiento farmacológico aprobado


en Estados Unidos para el babeo en niños con enfermedades neurológicas. Es actualmente
la única formulación de un fármaco anticolinérgico aprobado por la Food and Droog
Administration (FDA) para el tratamiento de la sialorrea en niños de 3 a 16 años, aunque
12
no está disponible en Brasil . Sus indicaciones también incluyen el tratamiento de la
úlcera péptica en adultos, la inhibición de la salivación preoperatoria o intraoperatoria y
las excesivas secreciones del tracto respiratorio en adultos o en niños, y el manejo de las
50, 90
secreciones en niños con traqueotomías . El glicopirrolato inhibe eficazmente los
receptores de acetilcolina en las glándulas salivares y otros tejidos periféricos. Tiene una
estructura de amonio cuaternario que impide que atraviese la barrera hematoencefálica en
grandes cantidades, en consecuencia, encontramos menos efectos secundarios centrales
29
.

Este fármaco tiene baja y variable disponibilidad por vía oral. Se excreta sin
metabolizar en gran medida por los riñones. Su vida media después de la administración
oral, es aproximadamente de 3 horas. Si un paciente sufre insuficiencia renal, la
eliminación del fármaco se reduce significativamente, por lo que habrá que ajustar la
dosis 90.

46
Zeller y cols.91, evaluaron la eficacia del glicopirrolato como tratamiento para la
sialorrea en 137 pacientes con deterioro neurológico, de entre 3 y 18 años. Se
administraron dosis de 1mg/5ml/0,02 mg / kg 3 veces/día, con incrementos de 0,02 mg /
kg cada 5-7 días durante 4 semanas, hasta conseguir una dosis óptima de mantenimiento
o una dosis máxima de 0,1 mg / kg, pero no superior a 3 mg 3 veces/día. A las 24 semanas
se observó una reducción de 3 puntos en la escala de babeo en el 52,3% de los pacientes.
Al final del estudio, el 83,5% de los padres / cuidadores y el 85,8% de los investigadores
calificaron la solución de glicopirrolato oral como un tratamiento de éxito. Entre los
efectos secundarios encontraron estreñimiento, vómitos, diarrea, pirexia, boca seca,
rubor, otitis media, infección del tracto respiratorio superior, neumonía, faringitis,
epixtasis, somnolencia y exantema.

Arbouw y cols.92, en cambio, llevaron a cabo su estudio en 24 pacientes con EP y


sialorrea. Usaron 1 mg de glicopirrolato, tres veces al día, durante 4 semanas y observaron
que todos los pacientes tuvieron una mejoría de la sialorrea, siendo clínicamente relevante
(de al menos el 30%) en 9 de los pacientes.

La sialorrea también puede ser debida a la clozapina, un fármaco que se emplea


comúnmente en pacientes esquizofrénicos 29. Blissit y cols. 93, utilizaron el glicopirrolato
en 4 pacientes con sialorrea inducida por clozapina, encontrando alivio de los síntomas
en 3 de los 4 pacientes. En el cuarto se observó una ligera mejoría.

Escopolamina

La escopolamina tiene propiedades antieméticas y sedantes-hipnóticas. Su duración


de acción es de 5 a 6 horas después de la administración oral o parenteral y su efecto se
mantiene durante 24-72 horas cuando se administra en forma de parches transdérmicos.
Entre sus indicaciones se incluye la reducción de la secreción salival, mediante el bloqueo
63
de la inervación parasimpática de las glándulas salivales . Normalmente, se aplica a
través de parches transdérmicos (Scopoderm®) para el tratamiento de las náuseas
asociadas con el mareo. La sequedad oral es su efecto secundario más común 30.

63,
Mato y cols. realizaron un estudio en el que aplicaron parches de escopolamina
transdérmica de liberación sostenida, a un paciente de 24 años, con PC y sialorrea. La

47
técnica consistió en la aplicación cada tres días, de un parche con 1,5 mg de escopolamina
en el área de la apófisis mastoidea; El parche libera una dosis de 0,5 mg del principio
activo durante cada período de 24 horas. El paciente fue sometido a un seguimiento
clínico y de laboratorio periódico durante tres años, logrando resultados satisfactorios sin
efectos indeseables significativos. Más tarde, en 2010, llevaron a cabo otro estudio 51 en
30 pacientes discapacitados, en los que aplicaron de nuevo parches de escopolamina
transdérmica de 1,5 mg, cambiándolos cada 3 días, observándose una reducción del 80%
del babeo a las 2 semanas. Entre los efectos secundarios encontraron midriasis,
irritabilidad, agitación, reacción en la piel y retención urinaria.

Atropina

La atropina (DL - Hiosciamina) disminuye la producción de saliva por el bloqueo de


los receptores muscarínicos M3 en las glándulas salivales. No tiene mucha aceptación
como tratamiento del babeo crónico, sino que se usan otros fármacos como glicopirrolato
o escopolamina, por su mayor capacidad para reducir la producción de saliva con menos
94
efectos secundarios . Tiene capacidad para reducir el babeo cuando se administra por
vía sublingual, lo que tiene muchas ventajas con respecto a la administración parenteral.
No es cara, no requiere conocimientos especiales para su administración, y su efecto es
reversible. Está contraindicado en pacientes con deterioro cognitivo, demencia y
alucinaciones 30.

Tropicamida

En un estudio llevado a cabo por LLoret y cols.95, en 19 pacientes con EP, encontraron
que dosis de 1 mg de tropicamida, aplicada a través de películas intraorales, producían
una reducción del 95% de la sialorrea (evaluada mediante una escala analógica visual) y
una reducción del volumen de saliva del 27%, 33% y 20% respectivamente, para 0.3 mg,
1 mg y 3 mg de tropicamida. Aunque se necesita una exploración más profunda. No
encontraron efectos adversos.

48
Biperideno

Liang CS y cols.96, utilizaron glicopirrolato y biperideno como tratamientos para la


reducción de la sialorrea inducida por clozapina, en pacientes esquizofrénicos. Además
del babeo, evaluaron el efecto de los fármacos en la función cognitiva. Ambos fármacos
produjeron una reducción significativa de la sialorrea, siendo mayor el efecto del
glicopirrolato, además de presentar un menor impacto en el deterioro de la función
cognitiva.

Trihexifenidilo

En el mayor estudio en niños con trihexifenidilo, común en el tratamiento de


síndromes extrapiramidales como la distonía, las indicaciones para su uso fueron distonía
(28,7%), sialorrea (5,9%), y distonía y sialorrea (65,4%). Utilizaron una dosis media
inicial de 0,095 mg / kg / día y una dosis máxima media de 0,55 mg / kg / día, dos o tres
veces al día. Un 69.3% de los pacientes presentaron efectos secundarios.

Hubo mejora de la distonía en la mayoría de los pacientes, así como de la sialorrea y


el lenguaje específico. Los autores concluyeron que el trihexifenidilo fue mejor tolerado
en la población de niños y adolescentes (con PC y síndrome extrapiramidal) que en la
población adulta, y que la mejora de la sialorrea puedo ser debida al efecto anticolinérgico
del medicamento, pero también a su acción central, lo que resulta en una mejor control
12, 97
motor de los músculos que participan en la deglución . Hoon y cols.98, también
contemplaron la mejora en el babeo con el trihexifenidilo, además de una mejor respuesta
en la población joven y el aumento de las habilidades motrices finas y el lenguaje
específico.

Como posible complicación del tratamiento de la sialorrea con trihexifenidilo, Begbie


y cols.99, documentaron el primer caso de pseudo obstrucción de colon en un niño de 8
años con PC e hipomotilidad intestinal a largo plazo, por lo que hemos de tener cuidado
a la hora de prescribir este fármaco en pacientes que presentan dicho problema.

Otros estudios han informado del uso exitoso del trihexifenidilo en adultos para el
tratamiento de la sialorrea inducida por la clozapina 12, 100, - 102.

49
1.8.2.5.4. Toxina botulínica

La administración de toxina botulínica fue descrita por primera vez en 1977 por
103
Bushara , en pacientes con ELA. El efecto de la toxina botulínica en el babeo se
observó por primera vez en pacientes con EP. La toxina botulínica es una potente
neurotoxina que bloquea la liberación de acetilcolina y una serie de otros
neurotransmisores de vesículas sinápticas 30.

Se han recogido siete toxinas botulínicas de Clostridium botulinum, pero sólo los tipos
A y B se utilizan en la práctica clínica 104. Actualmente, hay tres tipos de toxinas de tipo
A (Onabotulinumtoxin A, Abobotulinumtoxin A, Incobotulinumtoxin A) y una de tipo B
(Rimabotulinumtoxin B), que están aprobadas para su uso en Estados Unidos 29.

La inyección local de toxina botulínica es un procedimiento simple, con pocos efectos


sistémicos adversos y eficaz en pacientes que no son candidatos para el tratamiento
quirúrgico de la sialorrea. Puede producir efectos secundarios como parálisis de los
músculos pterigoideos mediales y laterales, xerostomía y debilidad de los músculos
masticatorios causada por una excesiva difusión de la toxina botulínica 105, problemas de

deglución, masticación y saliva espesa 72, 104, 106, 107.

La toxina botulínica se inyecta en las glándulas parótida y submandibular, ya que son


las principales responsables de la producción de saliva 30. Por razones de seguridad, las
inyecciones deben realizarse con guía de ultrasonidos. Se debe realizar una evaluación
cuidadosa del niño antes de iniciar el tratamiento 106. A la hora de inyectar la toxina, hay

que tener especial precaución con el nervio facial. Se puede utilizar anestesia local 104 o

incluso general 58, 108, para reducir el dolor de la inyección, aunque no es habitual 29.

Los serotipos A y B de toxina botulínica se consideran eficaces y seguros por igual.


Guidubaldi y cols.109, evaluaron las diferencias entre los dos serotipos y encontraron que
2500U de toxina botulínica B tienen una latencia significativamente más corta y la misma
duración de eficacia en comparación con 250U de toxina botulínica A. Sin embargo, hubo
diferencias en el coste de los dos tratamientos, puesto que a las dosis que se emplearon
en el estudio, un tratamiento con toxina botulínica B cuesta aproximadamente la mitad

50
que con toxina botulínica A. En la mayoría de los casos, la inyección de toxina botulínica
no tiene efectos secundarios.

Son numerosos los autores que evalúan la eficacia en la reducción de la sialorrea de


las inyecciones de toxina botulínica A en pacientes con diferentes patologías como ELA,
PC, EP, ACV, enfermedad de la neurona motora o encefalitis, entre otras, produciéndose
un efecto beneficioso, según varios ensayos abiertos, estudios retrospectivos, estudios de
casos y ensayos clínicos controlados 52, 58, 72, 73, 106 - 108, 110. Aunque encontramos que las

dosis inyectadas varían desde 15 U 58, hasta 200U 107.

Scheffer y cols. 52, observaron que la reducción del babeo con cirugía fue mayor que
con la inyección de toxina botulínica A, y que además la cirugía proporcionó un efecto
más duradero.

Según Basciani y cols.104, la inyección de 3000MU de toxina botulínica tipo B en las


glándulas salivales mejora significativamente la frecuencia y la gravedad de la sialorrea,
105
concluyendo que dosis más bajas eran ineficaces, en contraste con Park y cols. , en
cuyo estudio realizado en 2012 observaron que dosis de 1500U y 2500U también
resultaban eficaces en la reducción de la sialorrea.

No hay un consenso sobre el método de inyección y la dosis de toxina botulínica más


adecuados para reducir el babeo en pacientes con lesión cerebral 105.

Las reacciones anafilácticas producidas por las inyecciones de toxina botulínica no


son frecuentes, pero cuando se producen, son a menudo graves 111.

1.8.2.5.5. Acupuntura

Otra alternativa para el tratamiento de la sialorrea es la acupuntura. Esta puede


estimular la compleja red neuronal de la lengua y mejorar la secreción salival y la
deglución. En un estudio de Wong y cols.112, se observó que la acupuntura suponía un
tratamiento sin complicaciones, tolerado por los niños, y que mejoraba considerablemente
el babeo. Aunque se necesitan más estudios longitudinales a largo plazo con el
seguimiento y las evaluaciones cuantitativas para determinar la validez de la técnica 30.

51
1.8.2.5.6. Terapia miofuncional y programas de cambio de
comportamiento

La terapia miofuncional o mioterapia está diseñada para rehabilitar la función


neuromuscular orofacial desde edades tempranas, con el fin de obtener mejoras en la
respiración nasal, el sellado labial y el cierre oral. Estas técnicas pretenden alcanzar un
control adecuado de los grupos neuromusculares, para mejorar la masticación y la
deglución, facilitar la correcta alimentación por vía oral, y asegurar el control adecuado
49
de la posición de la cabeza . La mioterapia consiste en una serie de técnicas y
procedimientos que mejoran o corrigen las funciones antes mencionadas, ayudan a
reducir los hábitos negativos y mejorar la estética del paciente.

Los programas deben crearse de forma individualizada y contienen ejercicios físicos


repetitivos y coordinados (de labios, mandíbula y técnicas de presión en la garganta) y
estimulación vibratoria durante unos dos minutos sobre estas localizaciones anatómicas.

También existen técnicas ortopédicas, que utilizan placas de acrílico intraorales para
estimular la retrusión de la lengua o de los labios, por ejemplo, de acuerdo con el método
desarrollado por Castillo-Morales 113.

A veces, la intervención logopédica puede ser suficiente para el control de la saliva,


sin embargo, la aplicación de dichas técnicas puede verse obstaculizada por el retraso
mental del paciente o las dificultades de comprensión verbal o no verbal. 24

Otra técnica empleada es la denominada biorretroalimentación o biofeedback.


Consiste en monitorizar un grupo muscular concreto, que se estimula a través de
electromiografía (EMG). Se colocan sobre el músculo dos electrodos de superficie
adhesiva y cuando el músculo se contrae, el electromiógrafo informa del cambio de
actividad mediante una señal acústica o luminosa. Así, el paciente es consciente de la
actividad, por ejemplo de tragar y puede corregir o mejorar esa función. Esta técnica
puede tener un impacto positivo en el entrenamiento del paciente y mejorar la función
motora oral 12, 24, 49.

En cuanto a los programas de cambio de comportamiento, consisten en técnicas de


refuerzo que aumentan o disminuyen comportamientos determinados previamente.
Primero, se enseña el comportamiento requerido, por ejemplo, la deglución correcta, y

52
después, se refuerza cuando es realizado de forma adecuada. Este programa, se puede
usar junto con la técnica de biorretroalimentación o biofeedback, haciendo que el paciente
trague cuando escuche la señal emitida por un sistema electrónico con temporizador.

También existen sensores de humedad de barbilla que producen una señal al aumentar
la humedad, induciendo que el paciente trague saliva 24.

Vendaje neuromuscular

Dentro de las terapias miofuncionales encaminadas a la mejora de la sialorrea se


encuentra el vendaje neuromuscular (VNM).

Tragar es un mecanismo complejo, regulado por el sistema nervioso autónomo en las


fases faríngea y esofágica, en el que participan tanto la lengua (músculo esquelético),
como los músculos lisos de la faringe y del esófago, así como los suprahioideos, inervados
por el plexo cervical 114.

Se postula que el VNM, debido a sus propiedades terapéuticas, podría incidir sobre el
sistema cutáneo de forma continua y este feedback aplicado debajo de la barbilla, podría
facilitar o reforzar la acción de la musculatura del suelo de la lengua, mejorando la etapa
oral de la deglución 115.

En 1996, el doctor Kenzo Kase desarrolló el método kinesiotaping o vendaje


neuromuscular, consistente en la aplicación directa de cintas elásticas sobre la
musculatura que se desea estimular. La cinta usada para VNM está diseñada mediante
una cadena de polímero elástico, envuelto por fibras de algodón. No contiene látex, el
adhesivo es 100% de acrílico médico y se activa con el calor de la piel. No contiene
medicamentos ni sustancias químicas, permite que la piel respire, es resistente al agua y
tiene una textura y elasticidad similar a la piel humana (de un 40% a un 60%), que se
adapta al contorno del músculo y permite la movilidad de forma natural.

Es elástica en una dirección y puede ser estirada hasta un 140% de su longitud


original antes de ser aplicada, lo que proporciona una constante de fuerza de tracción
a la piel. Sus efectos terapéuticos dependerán de la cantidad de estiramiento a la que se
someta la cinta y de la dirección en la que sea aplicada.

53
La cinta de VNM tradicional es de color beige, aunque la podemos encontrar en rojo
y azul, utilizadas para terapia de color, y también en negro, diseñada para deportistas por
la capacidad de absorber más el calor 116 - 118.

Se señalan 4 funciones importantes de su aplicación:

- Alteración de la función muscular por efecto de la cinta en los músculos


debilitados.
- Mejora el drenaje linfático y venoso de la piel.
- Disminución del dolor a través de la supresión neurológica.
- Reposicionamiento de las articulaciones subluxadas al aliviar la tensión
muscular anormal 116, 119.

Murray, citado por Nieves Estrada y cols.116, sugirió otra función, en la que se
incrementa la propiocepción a través de la estimulación de los mecanorreceptores
cutáneos. La cinta actúa como un estímulo constante a través de la inervación
cutánea de la región suprahioidea del cuello, lo cual aporta información perceptiva
fina sobre la posición de la articulación y su movimiento.

Entre las dificultades que encontramos a la hora de investigar este tema, se encuentran
las relacionadas con la participación de los niños y la variabilidad intrínseca de esta
técnica. Desde un punto de vista clínico, el VNM se puede adaptar a las necesidades
específicas de cada niño; Por otro lado, desde un punto de vista científico, esta
adaptabilidad implica una falta de repetibilidad que podría introducir un sesgo 120.

A pesar de que la sialorrea es un problema común en niños y adultos con PC y otras


enfermedades, ninguno de los tratamientos disponibles son totalmente satisfactorios 121.

Actualmente, el VNM está siendo utilizado con el fin de mejorar el control oral en
niños con desórdenes neuromusculares, causando una reducción tanto de la sialorrea,
como de la frecuencia de sus episodios 22, 122, 123.

54
2. JUSTIFICACIÓN E
HIPÓTESIS DE TRABAJO

55
2. JUSTIFICACIÓN E HIPÓTESIS DE TRABAJO

Los pacientes con discapacidad psíquica suelen ser un sector de la población muy
olvidada y poco atendido en lo referente a su atención dental.

Por ello consideramos necesaria una revisión de las características orales que
presentan estos pacientes, para actualizar y renovar los conocimientos existentes, mejorar
su tratamiento dental y efectuar un enfoque preventivo adecuado de estos problemas,
mejorando así su calidad asistencial.

Debido a la escasez de estudios que aporten información sobre este tema, decidimos
realizar una exploración, con la finalidad de obtener nuestras propias conclusiones sobre
la incidencia de patologías orales en este sector de la población, así como contribuir al
aumento de la sensibilidad y la motivación de los profesionales de la odontología en la
adquisición de un conocimiento más profundo sobre las necesidades de tratamiento
bucodental de este colectivo y colaborar con la investigación en este campo.

La saliva es una secreción compleja que procede de las glándulas salivales y está
formada en su mayoría por agua, aunque también por compuestos orgánicos, inorgánicos
y elementos traza 37, 38.

Los elementos traza, que se encuentran en cantidades muy pequeñas en los tejidos
corporales, resultan esenciales por desempeñar una serie de funciones indispensables para
mantener la vida 32.

Aunque la importancia de los elementos traza está reconocida desde hace tiempo,
poco se sabe de sus concentraciones en saliva en los pacientes con alteración de la
38
secreción , por ello es importante poder usar este fluido para determinar las

concentraciones de estos, por ser un método rápido, sencillo y nada cruento 35, 36.

Algunas modificaciones de la composición salival pueden ser consecuencia de


41
procesos patológicos . Así, cambios en las concentraciones de elementos traza se
relacionan con la presencia de caries, enfermedad periodontal y ciertas patologías como
la fibrosis submucosa oral 38, 40, 41, 45, 47. Por lo que creemos que es importante determinar
los niveles de elementos traza en saliva en una persona con discapacidad, algo que aún se
desconoce 124.

56
Además de la calidad, también es importante la cantidad de saliva 23, así, la presencia
de sialorrea en las personas con discapacidad psíquica, puede conducir a alteraciones
funcionales, psicológicas y sociales, que afectan tanto a la vida del paciente, como a sus
cuidadores. El impacto en la calidad de vida es el factor más importante para determinar
la necesidad de terapia en el caso de sialorrea 24, 67, 89.

El diagnóstico y tratamiento de un paciente con sialorrea se logra tras una serie de


deducciones basadas en un intento serio y juicioso de explicar cada dato de la historia
clínica. Desafortunadamente son escasos los estudios epidemiológicos de esta
sintomatología, por lo que existe dificultad a la hora de encontrar series significativas.

La etiología de la sialorrea es multifactorial, frecuentemente la vemos asociada a una


disfunción neuromuscular29,67. Su abordaje debe ser realizado por un equipo
multidisciplinario. El enfoque terapéutico puede ser, no farmacológico o farmacológico,
sistémico o local 24.

El objetivo del tratamiento es reducir la salivación, identificando el o los posibles


agentes etiológicos. En la práctica clínica diaria nos encontramos que la sialorrea
generalmente está en relación con el uso de fármacos y ésta mejora de forma espontánea
cuando se suprimen 28.

Otras veces el objetivo es minimizar la sintomatología, por lo que se recomienda la


administración de fármacos atropínicos, antiespasmódicos o neuropsicótropos, fármacos
muy eficaces, pero con conocidos efectos secundarios e interacciones con otros
fármacos29, 89.

Otra opción terapéutica potencialmente beneficiosa es la utilización de toxina


botulínica inyectada en las glándulas salivales, consiguiendo, temporalmente, una menor
salivación; sin embargo, existe una gran variedad de respuesta a este tipo de tratamiento,
por lo que no podemos trasladar su uso de forma rutinaria 83.

La decisión de realizar procedimientos quirúrgicos en pacientes con sialorrea queda


reservada para aquellos que no responden al tratamiento farmacológico, o cuando los
efectos colaterales o interacciones con otros fármacos se vuelven inaceptables 28.

57
En la actualidad están apareciendo otros procedimientos que pueden ayudar a mejorar
la sialorrea, como el vendaje neuromuscular. El vendaje neuromuscular consiste en la
adhesión a la piel de una tira de venda elástica, que según su estructura, morfología y
forma de aplicación, determina una acción muscular, linfática, articular, vascular,
neurorrefleja, visceral, tendinosa, o sobre los ligamentos que puede tener efectos
analgésicos, relajantes o estimulantes. La hipótesis sería que el vendaje, aplicado por
debajo de la barbilla, podría posiblemente aumentar el movimiento de deglución 114.

Esta técnica se encuentra en auge gracias a la comodidad de su aplicación, ya que


aparte de no limitar los movimientos de la zona tratada, las cintas han sido diseñadas con
el objetivo de reproducir las cualidades elásticas, de peso y grosor de la piel. Además,
mantiene la homeostasia del organismo asegurando un correcto aporte de nutrientes y
eliminación de productos residuales del metabolismo 125. Sin embargo, son muy escasos
los estudios realizados en el campo de la sialorrea.

De acuerdo con nuestros planteamientos preliminares, se establecen las siguientes


hipótesis de trabajo:

1. Los pacientes con discapacidad psíquica no muestran diferencias significativas en


cuanto a las necesidades dentales frente a un grupo control, similar en edad y
género.
2. Los pacientes con discapacidad psíquica no presentan diferencias significativas
en las concentraciones de elementos traza determinados en saliva global de
reposo, respecto a un grupo control.
3. El tratamiento rehabilitador de la sialorrea mediante VNM en los pacientes con
discapacidad psíquica mejorará el estado de la misma.

58
3. OBJETIVOS

59
3. OBJETIVOS

OBJETIVO PRINCIPAL

1) El objetivo principal de este trabajo fue el estudio de la sialorrea en pacientes con


discapacidad psíquica.

OBJETIVOS SECUNDARIOS

1) Estudiar los parámetros del estado de salud oral en pacientes con discapacidad
psíquica y un grupo control.
2) Determinar a través del análisis de la saliva mediante espectrometría de emisión
por plasma (ICP), los elementos traza que la componen y compararla con un grupo
control.
3) Valorar la eficacia del tratamiento rehabilitador de la sialorrea mediante vendaje
neuromuscular al inicio, al mes y a los tres meses de tratamiento.

60
4. MATERIAL Y MÉTODOS

61
4. MATERIAL Y MÉTODOS

4.1. Diseño.

Este estudio es un ensayo clínico abierto de casos y controles, en el que se recogieron


datos de las diferentes variables de estudio en una muestra determinada, a través de la
exploración bucodental directa, la recogida de saliva mixta y mediante cuestionarios. Más
tarde se compararon los resultados entre un grupo de estudio con discapacidad psíquica y
un grupo control sano.

El trabajo se dividió en tres partes:

a. Comparación de las características orales en pacientes con discapacidad psíquica


y un grupo control.
b. Análisis de los elementos traza en saliva en pacientes con discapacidad psíquica
y en un grupo control.
c. Valoración de la eficacia del vendaje neuromuscular como tratamiento
rehabilitador de la sialorrea en pacientes con discapacidad psíquica.

Recibimos por escrito el permiso para la realización del estudio, por parte de la
Dirección del Centro de Educación Especial Primitiva López (Cartagena), de la
Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), de la Consejería de Educación de
la Comunidad de Murcia y de los padres/tutores de cada niño sujeto de estudio.

El proyecto fue aprobado por la Comisión de Ética de Investigación (CEI) de la


Universidad de Murcia, con fecha de 16 de octubre de 2014. (Anexo I)

4.2.Población y muestra de estudio

La población del grupo de estudio estaba compuesta por hombres y mujeres con
discapacidad psíquica, diagnosticados por nosotros de sialorrea y la población del grupo
control por hombres y mujeres sanos con bastante homogeneidad en cuanto a la
distribución por edad y sexo.

En el grupo de estudio participaron individuos pertenecientes al Centro de Educación


Especial Primitiva López, de Cartagena (Murcia). Este centro, cuenta con 143 alumnos
matriculados, con edades comprendidas entre los 4 y los 21 años. Se denomina centro

62
específico, y no de integración, porque todos los alumnos, como requisito de admisión
deben estar diagnosticados oficialmente de alguna discapacidad psíquica. Obtuvimos tan
solo el consentimiento informado de los padres/tutores de 62 sujetos para realizarles la
exploración bucodental. De estos 62, observamos que 30 presentaban sialorrea, por tanto
éstos fueron los que finalmente formaron nuestro grupo de estudio.

Figura 5. Centro de Educación Especial Primitiva López, de Cartagena (Murcia)

En el grupo control participaron 22 alumnos de 1º de la Eso del Colegio Santa María


de la Paz, de Murcia.

4.3.Manifestaciones clínicas generales de la muestra

Todos los sujetos del grupo de estudio presentaban discapacidad psíquica (leve,
moderada o severa).

Desde un punto de vista educativo, los pacientes con discapacidad psíquica están
englobados en el grupo de Alumnos Con Necesidades Educativas Especiales (ACNEE).

El concepto de necesidades educativas especiales ha ido modificándose hasta


conformarse como un constructo dinámico en constante interacción con el entorno. El
concepto fue legislado con la Ley Orgánica General del Sistema Educativo de 3 de
octubre de 1990 (LOGSE). Con la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación
(LOE) y adaptado también en la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora

63
de la calidad educativa (LOMCE), se define el concepto de alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo (ACNEAE), englobándose en él una gran variedad de
situaciones. En concreto:

 Alumnado con necesidades educativas especiales (ACNEE):


o Discapacidad:
- Física.
- Psíquica.
- Sensorial.
o Trastorno Grave de Conducta (TGC).
o Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD). Actualmente se está pasando
de TGD al concepto de Trastorno del Espectro Autista (TEA).
o Personalidad.
 Alumnado con altas capacidades intelectuales (AACC). En edades tempranas
hablamos de precocidad. Actualmente se apuesta por las competencias y
capacidades en lugar de hablar de un cociente intelectual (CI) único.
 Por su Historia Personal y/o Escolar. Alumnado que por diversas circunstancias
desarrolla un desfase curricular significativo o tiene problemas de aprendizaje, no
pudiéndose explicar por otro tipo de diagnóstico o valoración.
 Integración tardía en el Sistema Educativo (SE). Alumnado recién ingresado en el
sistema educativo español.
 Dificultades específicas de aprendizaje (DEA). Ejemplos:
o Capacidad intelectual límite (CI ubicado entre 70 y 79).
o Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).
o Trastorno del Aprendizaje No Verbal (TANV).
o Dislexia.
o Discalculia.
o Disgrafía.
o Disortografía.

64
ACNEAE

Hª Personal/ Integración
ACNEE AACC DEA
Escolar tardía SE

TEA Dislexia
Discapacidad
TGC TDAH
Personalidad Límite
...
Física
Psíquica
Sensorial

Figura 6. Alumnado Con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (ACNEAE).


(Alumnado Con Necesidades Educativas Especiales ACNEE, Alumnado con Altas
Capacidades Intelectuales AACC, Sistema Educativo SE, Dificultades Específicas de
Aprendizaje DEA, Trastorno del Espectro Autista TEA, Trastorno Grave de Conducta
TGC, Trastorno por Déficit de Atención por Hiperactividad TDHA)

4.4.Criterios de inclusión y de exclusión

Todos los sujetos del grupo de estudio y del grupo control debían cumplir los criterios
de inclusión que se reflejan en la siguiente tabla (Tabla 8). En la tabla 9 se recogen los
criterios de exclusión de ambos grupos.

65
CRITERIOS DE INCLUSIÓN

GRUPO DE ESTUDIO GRUPO CONTROL


Presentar discapacidad psíquica No presentar ningún tipo de discapacidad
psíquica
Presentar sialorrea
No presentar alergia a ninguno de los
componentes del producto del estudio
Estar de acuerdo en participar Estar de acuerdo en participar
voluntariamente en el estudio y voluntariamente en el estudio y
consentimiento informado por escrito consentimiento informado por escrito
(Anexo II) (Anexo III)
Tabla 8. Criterios de inclusión.

El consentimiento informado lo firmaron los padres/tutores en el caso de los pacientes


con discapacidad psíquica y también en los sujetos del grupo control, ya que estos últimos
eran menores de edad.

CRITERIOS DE EXCLUSIÓN

GRUPO DE ESTUDIO GRUPO CONTROL


No firmar consentimiento informado No firmar consentimiento informado
No presencia de sialorrea
Alergia a alguno de los componentes del Alergia a alguno de los materiales
producto del estudio utilizados para la exploración oral y la
recogida de saliva
Tratamiento sistémico con medicaciones Fármacos
que puedan inducir salivación y fuera a
modificarse durante el desarrollo del
estudio
Falta de colaboración Falta de colaboración
Embarazo o lactancia Embarazo o lactancia
Patología orales activas (cáncer, micosis, Patología orales activas (cáncer, micosis,
etc) etc)
Tabla 9. Criterios de exclusión.

66
4.5. Espacio físico, recursos humanos y calibración

Las exploraciones y recogida de saliva en el grupo de estudio se realizaron en la sala


de enfermería, en horario no lectivo, para no interferir con las actividades programadas
para los alumnos.

En el grupo control, las exploraciones fueron realizadas en el aula, en cambio, durante


una hora lectiva.

El trabajo de campo se llevó a cabo por un equipo humano formado por una
odontóloga (doctoranda), que realizaba las exploraciones y la toma de muestras de saliva,
y una higienista dental, que anotaba los resultados de la exploración en un cuaderno de
recogida de datos.

Como agradecimiento a la participación en el estudio, proporcionamos una charla


preventiva a los sujetos del grupo control, explicando la importancia de la salud
bucodental, las principales enfermedades bucodentales y cómo llevar a cabo unos
métodos de higiene correctos. En el grupo de estudio, se explicaron las medidas de
higiene oral correctas a los padres/tutores de los sujetos. También se entregó a los
padres/tutores de los sujetos de ambos grupos un informe con el estado bucodental que
presentaba cada alumno en ese momento y las necesidades de tratamiento que requería,
así como un pequeño obsequio (estuche con un cepillo y pasta de dientes).

4.6. Material y recogida de datos

Los sujetos del grupo de estudio fueron explorados en la sala de enfermería, de uno
en uno, para evitar que se alteraran, y siempre acompañados del Auxiliar Técnico
Educativo (ATE). Se colocaban sentados en la camilla de enfermería, y aquellos que
venían en silla de ruedas, eran explorados en esta.

El material empleado para la exploración consistió en un pequeño espejo de plástico,


guantes, bastoncillos de algodón y un tubo para muestras de saliva.

Se pidió que en el momento del estudio, el alumno tuviera cepillados los dientes, para
eliminar detritus que pudieran interferir con la objetividad de los datos, no introduciendo
sesgos en el mismo.

67
Para la recogida de saliva en el grupo de estudio, los sujetos debían expectorar en
tubos de polipropileno de 1,5 milímetros con cierre hermético.

Además, se utilizó el Test de Saliva Global (TSG). Esta prueba está basada en el test
de Schirmer ocular que permite medir la secreción lacrimal. Para ello, se realizó un diseño
que pudiera adaptarse a las características de la cavidad oral. Este procedimiento fue
desarrollado en la Universidad de Murcia y consiste en una tira de papel whatman
milimetrada (1cm de ancho x 17cm de largo) introducida en una bolsa de polietileno de
21 cm de longitud por 5 cm de ancho. Para la realización de la prueba hay que extraer de
la bolsa la porción de la tira no milimetrada. A continuación, se dobla el extremo en un
ángulo de 90 grados y se inserta en la cavidad bucal, debajo de la lengua. De modo que,
al cerrar los labios, quedan ligeramente en contacto con la bolsa de polietileno. Los
dientes deben permanecer en contacto entre las dos arcadas. La saliva que se va
acumulando en la vallécula lingual durante los 5 minutos que dura la prueba, va
empapando la tira. Transcurrido el tiempo, se retira de la boca con un pequeño
movimiento de deslizamiento y se leen inmediatamente los milímetros humedecidos. Es
un procedimiento de fácil realización y reproducción, barato, y el material es de un solo
uso 126.

La tira TSG en los sujetos con discapacidad fue imposible de valorar, ya que algunos
no colaboraban en su realización, otros se comían la tira o la rompían.

Figura 7. Test de Saliva Global


(TSG)

Los sujetos del grupo control fueron explorados sentados cada uno en su pupitre, con
la espalda apoyada en el respaldo, formando un ángulo aproximadamente de 90º respecto
al suelo.

68
El material empleado para la exploración fue: guantes, mascarillas y kit de
exploración esterilizados, compuestos por un espejo intraoral y una sonda.

Para realizar la recogida de saliva en el grupo control empleamos la técnica de drenaje,


para la que necesitamos un cronómetro, pajitas desechables y tubos de microcentrífuga
de polipropileno, de 1'5 ml con cierre hermético.

Primero se dieron una serie de instrucciones generales a los alumnos. En las dos horas
previas a las pruebas, no podían haber ingerido comida, ni masticado chicle o cepillado
sus dientes.

Se proporcionó a cada sujeto una pajita desechable y un tubo de microcentrífuga de


polipropileno. Antes de comenzar, los sujetos debían permanecer unos minutos en
posición de reposo. Para la prueba, se colocaron sentados cómodamente, con los ojos
cerrados, la cabeza ligeramente inclinada hacia delante y los labios entreabiertos. Una vez
posicionados e instruidos para hacer los mínimos movimientos posibles, incluido el
tragar, se dio paso a la prueba. El alumno colocaba la pajita en su boca y durante 5 minutos
dejaba fluir libremente la saliva a través de la pajita, procurando no realizar movimientos
orales, de forma que la saliva caía espontáneamente a medida que se iba produciendo,
hacia el tubo graduado. Cuando acababa el tiempo de recolección, el sujeto expectoraba
la saliva que le quedaba en la boca y posteriormente se procedía a la lectura. Controlando
el tiempo que se había tardado en el proceso, se calculó la cantidad de saliva producida.

Todos los tubos de saliva, tanto los del grupo de estudio, como los del grupo control,
fueron numerados y enviados al Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura
(CEBAS-CSIC) de la Universidad de Murcia, para realizar el análisis de la saliva
mediante espectrometría de emisión por plasma (ICP).

69
Figura 8. Tubos de microcentrífuga Figura 9. Centro de Edafología y
numerados. Biología Aplicada del Segura
(CEBAS-CSIC) de la Universidad de
Murcia

Este procedimiento describe el método para la determinación de elementos totales en


muestras sólidas y líquidas tras digestión ácida; así como la determinación de elementos
en muestras líquidas mediante espectrometría de emisión por plasma (ICP). Los
elementos a los que se refiere son los siguientes: aluminio (Al), arsénico (As), berilio
(Be), bismuto (Bi), calcio (Ca), cadmio (Cd), cobalto (Co), cromo (Cr), cobre (Cu), hierro
(Fe), potasio (K), litio (Li), magnesio (Mg), manganeso (Mn), molibdeno (Mo), sodio
(Na), níquel (Ni), plomo (Pb), fósforo (P), rubidio (Rb), antimonio (Sb), selenio (Se),
azufre (S), estroncio (Sr), titanio (Ti), talio (Tl), vanadio (V), zinc (Zn).
Esta técnica aplica a la determinación mediante espectrometría de emisión por plasma
de los elementos citados anteriormente, en los rangos analíticos siguientes (Tabla 10).

70
ELEMENTOS - RANGOS ANALÍTICOS (Mg/Kg)
13Al 33 As 4 Be 83 Bi 20 Ca

(0.1 - 100.0) (0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0) (1.0 - 100.0)
48 Cd 27 Co 24 Cr 29 Cu 26 Fe

(0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0) (0.1 - 100.0)
19 K 3 Li 12 Mg 25 Mn 42 Mo

(0.3 - 300.0) (0.01 - 10.0) (0.1 - 100.0) (0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0)
11 Na 28 Ni 82 Pb 15 P 37 Rb

(0.1 - 100.0) (0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0) (0.1 - 100.0) (0.01 - 10.0)
51 Sb 34 Se 16 S 38 Sr 22 Ti

(0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0) (0.1 - 100.0) (0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0)
81 Tl 23 V 30 Zn

(0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0) (0.01 - 10.0)

Tabla 10. Rangos óptimos de medida para los distintos elementos, expresados en mg/kg.

Este método está basado en la medición de la emisión atómica por medio de una
técnica de espectroscopia óptica. Las muestras se nebulizan y el aerosol formado se
transporta hasta la antorcha de plasma en donde tiene lugar la excitación electrónica. Un
plasma de radiofrecuencia acoplado inductivamente (ICP) genera los correspondientes
espectros de líneas de emisión atómicas. Los haces de luz son dispersados por un
espectrómetro de red de difracción y los detectores se encargan de medir las intensidades
de las líneas. Las señales originadas en los detectores se procesan y controlan mediante
un sistema informático.
El procedimiento se realiza a una temperatura ambiental de 20±5ºC.

Todo el material utilizado distinto de los tubos utilizados en el ICP se lava por
inmersión durante un mínimo de 5 minutos en una solución de agua/ ácido nítrico (10/1)
y posterior lavado con agua destilada y secado en estufa a 65 ±10ºC.

La medida se debe hacer lo antes posible después de la recepción de la muestra en el


laboratorio, y en el caso de muestras liquidas se almacenan en refrigerador.

71
Las muestras líquidas se transfieren a un tubo de ensayo para su análisis, eliminando
las partículas que puedan contener con un filtrado si es necesario.

A la hora del procesamiento estadístico de los datos, como multitud de los elementos
traza son considerados no esenciales, y muchos de ellos aparecen en cantidades ínfimas
o casi imperceptibles, próximas muchas veces al cero, por facilitar el análisis de los datos,
éstos fueron agrupados en rangos y posteriormente codificados.

En nuestro estudio, nos centramos en aquellos elementos cuyas concentraciones


estuvieron expresadas en valores numéricos y no en rangos, que fueron los siguientes:
Ca, Cr, Cu, Fe, K, Mg, Mn, Na, Ni, Pb, P, Rb, S y Zn.

4.7. Cuaderno de recogida de datos y criterios diagnósticos

En el cuaderno de recogida de datos de ambos grupos, quedan registradas las


características sociodemográficas de los sujetos y datos obtenidos de la exploración
extraoral e intraoral. (Anexo IV)

A. Las variables analizadas que corresponden a las características sociodemográficas


son:
- Fecha de la visita basal
- Nombre y apellidos.
- Edad.
- Fecha de nacimiento.
- Género.
- Diagnóstico.

En el grupo de estudio se anotó el diagnóstico del sujeto, y además se clasificó su


discapacidad psíquica en leve, moderada o severa, según el informe médico.

- Medicación.

Se asignó a cada sujeto el número correspondiente a la cantidad de fármacos que


tomaba en el momento del estudio.

72
En la siguiente tabla (Tabla 11) quedan reflejados todos los medicamentos que
estaban siendo administrados a los sujetos con discapacidad, así como el grupo al que
pertenecen. Se comprobó que ninguno se utilizaba como tratamiento para la sialorrea.

Fármaco Grupo

Diacepam®, Tranxilium®, Rivotril® Tranquilizantes/Ansiolíticos

Rubifen® Psicoanaléptico/Psicoestimulante, agente


usado para trastorno déficit de atención e
hiperactividad.

Lexxema® Corticosteroide potente (Grupo III)

Abilify®, Risperdal®, Sinogan® Antipsicótico/esquizofrenia

Vimpat®, Zebinix®, Lamictal®, Antiepiléptico


Zonegran®, Zarontin®, Depakine®,
Trileptal®, Luminal®, Keppra®

Sintrom® Anticoagulante

Parizac® Omeprazol, inhibidor de la bomba de


protones

Pulmicort turbuhaler® Budesonida, glucocorticoide

Akineton® Agente anticolinérgico/Antiparkinsoniano

L-Tyrosine® Tirosina, aminoácido no esencial

Carnicor® Carnitina, dipéptido sintetizado a partir de la


lisina y metionina

Zyloric® Antigotoso/inhibidor de la producción de


ácido úrico

Melamil® Melatonina

Eutirox® Hormona tiroidea sintética

Singulair® Antagonista del receptor de


leucotrienos/asma

Genotonorm® Hormona recombinante de crecimiento


humano/somatropina

Tabla 11. Tratamiento farmacológico de la muestra de sujetos con discapacidad.

73
B. La variable común en ambos grupos para la evaluación física extraoral fue:

- Competencia labial.

Cuando la mandíbula está en posición de reposo y los músculos orbiculares y el


127
mentón sin contraer, debe existir contacto interlabial . La competencia labial se da
cuando los labios están sellados en reposo, y cuando hay ausencia de contacto o sellado
labial, estamos ante una incompetencia labial.

Además, en el grupo de estudio también se exploraron las siguientes variables


extraorales:

- Comunicación.

Se observó la capacidad de cada sujeto para hablar o comunicarse.

- Babeo.

La valoración del babeo se realizó mediante observación directa de la pérdida no


intencionada de saliva por la boca.

- Babero.

Anotamos en cada caso si el sujeto llevaba babero, una alternativa de uso cotidiano,
que minimiza los efectos y los inconvenientes que derivan de la sialorrea.

C. Las variables empleadas para la evaluación física intraoral en ambos grupos


fueron las siguientes:

- Caries.

La presencia de caries se estableció en base a los criterios propuestos por la


Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Oral Health Survey Basic Methods. Estos
criterios indican que una superficie dental se codifica como cariada cuando presenta
reblandecimiento del suelo o paredes de la superficie que está examinando. Las lesiones
incipientes en estadio de mancha blanca no son consideradas caries; así mismo, las

74
lesiones remineralizadas que presentan superficies duras y pigmentadas se consideran
como sanas 128.

- Clase molar.

Observamos la relación entre la cúspide mesio-vestibular del primer molar superior y


el surco mesio-vestibular del primer molar inferior.

 Clase I: cuando la cúspide mesio-vestibular del primer molar superior ocluye


con el surco vestibular del primer molar inferior.
 Clase II: el surco vestibular inferior está situado hacia distal de la cúspide
mesio-vestibular del primer molar superior.
 Clase III: el surco vestibular del primer molar inferior está situado por mesial
de la cúspide mesio-vestibular del primer molar superior 129.

Figura 10. Clase I molar, Clase II molar, Clase III molar 129.

- Resalte

Se considera un resalte fisiológico entre 2-4 mm, resalte disminuido en caso de ser
menor de 2 mm y resalte aumentado si es mayor de 4 mm. 130

- Relación vertical anterior.


 Mordida normal: cuando los incisivos superiores cubrían 1/3 o 2/3 de los
incisivos inferiores.
 Mordida abierta: si los incisivos inferiores no se solapaban en el plano vertical
por los incisivos superiores y no ocluían con ellos.
 Sobremordida: cuando los incisivos superiores solapaban más de 2/3 de los
incisivos inferiores en un plano vertical 130, 131.

75
- Relación transversal posterior.

 Relación normal: las cúspides vestibulares de los molares superiores ocluyen


por vestibular de la cara bucal de los molares inferiores.
 Mordida cruzada unilateral: cuando la arcada superior ocluye unilateralmente
dentro de la arcada inferior. Las cúspides vestibulares superiores están en
contacto con las cúspides linguales inferiores.
 Mordida cruzada bilateral: cuando la arcada superior ocluye bilateralmente
dentro de la arcada inferior. Las cúspides vestibulares superiores están en
contacto con las cúspides linguales inferiores.
 Mordida en tijera unilateral: cuando la arcada superior ocluye unilateralmente
por fuera de la inferior, es decir, las cúspides palatinas superiores están en
contacto con las cúspides vestibulares inferiores.
 Mordida en tijera bilateral: cuando la arcada superior ocluye en ambos lados
por fuera de la arcada inferior, es decir, las cúspides palatinas superiores están
en contacto con las cúspides vestibulares inferiores 130.

- Estado gingival.

Anotamos si el sujeto tenía buen estado gingival, encía sana, o si presentaba


inflamación de encías, gingivitis.

- Lesiones orales.

Observamos la presencia o ausencia de lesiones en la mucosa oral, queilitis, eczema


en el mentón, depapilación lingual o boca séptica. Anotamos el número de lesiones,
tamaño, forma clínica y su localización.

- Depósitos blandos.

Utilizamos el test de Greene y Vermillion simplificado, por la rapidez, pues no usa


pastilla reveladora y sólo se necesita espejo y explorador dental.

Principalmente este índice mide la cantidad de depósitos blandos y duros adheridos a


la superficie dental.

76
0: No hay depósitos ni pigmentaciones

1: Existen depósitos en no más del 1/3, o no hay pigmentación.

2: Existen depósitos que cubren más del 1/3, pero menos que 2/3.

3: Los depósitos cubren más de 2/3 de la superficie dentaria.

- Depósitos duros.

Para evaluar la presencia de depósitos duros utilizamos el mismo índice anteriormente


descrito.

0: No hay tártaro.

1: Tártaro supragingival no es más de 1/3.

2: Tártaro supragingival cubre más de 1/3, pero no más de 2/3 (es típico en molares
superiores).

3: Cubre más de 2/3 o existe banda de tártaro subgingival que rodea la porción
cervical del diente (más típico en piezas anteroinferiores por la salida de la glándula
Submaxilar). 132

Los sujetos del grupo control, también rellenaron un breve cuestionario sobre sus
hábitos de higiene oral, con preguntas acerca de la frecuencia con que cepillaban sus
dientes, usaban la seda dental, enjuagues bucales y cuándo fue la última vez que visitaron
al dentista. (Anexo V)

4.8.Valoración de la eficacia del vendaje neuromuscular

La tercera parte del trabajo consistió en un estudio prospectivo unicéntrico, cuyo


objetivo fue evaluar la respuesta de los 30 sujetos con discapacidad psíquica y sialorrea a
un tratamiento rehabilitador basado en la aplicación durante tres meses de una tira de
vendaje neuromuscular (VNM) en la zona del hioides.

77
La tira de VNM está compuesta por algodón y adhesivo acrílico. Utilizamos un rollo
de 5 metros, que cortamos en tiras de 5 cm de largo x 1,6 cm de ancho. Elegimos el color
beige, con el objetivo de que pasara lo más desapercibido posible. Entregamos a los
padres/tutores de cada sujeto un sobre con la cantidad de tiras necesarias para cada
periodo y alguna extra por si tenían que cambiarla.

Figura 11. Rollo de vendaje neuromuscular y sobre con las tiras.

A continuación, mostramos dos diagramas explicativos de la realización de nuestro


estudio (Figuras 12 y 13).

78
Sujetos con Sujetos control
discapacidad (n=62) (n=22)

Sujetos con Características


discapacidad y sialorrea Saliva
generales
(n=30)

Género Elementos
Características traza
Saliva
generales Edad
Nº de fármacos
Caries
Género Elementos
traza Clase molar
Edad
Resalte
Nº de fármacos
Relación vertical anterior
Caries
Relación transversal
Clase molar posterior
Resalte Competencia labial
Relación vertical anterior Lesiones orales
Relación transversal Depósitos blandos
posterior
Depósitos duros
Competencia labial
Lesiones orales
Depósitos blandos
Depósitos duros
Estado gingival
Grado de discapacidad
Comunicación
Babero

Figura 12. Diagrama de flujo explicativo de la primera y segunda parte del estudio
realizado en la investigación (1º: Comparación de las características orales en pacientes
con discapacidad psíquica y sialorrea con un grupo control, 2º: Análisis de los elementos
traza en saliva en pacientes con discapacidad psíquica y sialorrea y en un grupo control).

79
Sujetos
discapacitados
(n=62)

Sialorrea No sialorrea
(n=30) (n=32)

Vendaje
neuromuscular
(n=30)

Inicio Revisión 1 mes Revisión 3 meses

1. Escala clínica 1. Escala clínica 1. Escala clínica


sialorrea sialorrea sialorrea
2. Escala sialorrea 2. Escala sialorrea 2. Escala sialorrea
posicional posicional posicional
3. Escala de impacto 3. Escala de 3. Escala de
del babeo impacto del babeo impacto del babeo

Perdidos (n=1)

Figura 13. Diagrama de flujo explicativo de la tercera parte del estudio realizado en la
investigación (3º: Valoración de la eficacia del vendaje neuromuscular como tratamiento
rehabilitador de la sialorrea en pacientes con discapacidad psíquica).

La recogida de datos se realizó mediante tres cuestionarios sobre la sialorrea que


recibieron y rellenaron los padres, y que explicamos a continuación (Anexo VI).

1. Escala Clínica de Sialorrea. (SCS-PD)

Esta escala clínica consiste en siete preguntas que evalúan la severidad y la frecuencia
del babeo, además del deterioro social y funcional. Está diseñada para evaluar la
percepción subjetiva del malestar relacionado con la sialorrea. La escala evalúa la relación

80
entre la sialorrea y las comidas, el grado de babeo diurno y nocturno, las dificultades para
hablar o comer, la tasa de babeo severo y el grado de incomodidad.

Los valores oscilan entre 0 (mínimo) y 21 (máxima intensidad). 133, 134.

2. Escala de sialorrea posicional (Drooling Rating Scale).

Esta escala fue desarrollada en 2001 para evaluar la sialorrea en individuos con EP.
A los pacientes se les da una puntuación de 0 a 3 (0 = sequedad excesiva o sin exceso de
saliva, 3 = babeo continuo, ropa mojada o uso constante de pañuelos) en función de la
severidad del babeo durante la semana anterior en las siguientes situaciones: de pie, en la
cama, hablando, y mientras comía o bebía.

Esta escala es similar a la escala de severidad y frecuencia del babeo, pero evalúa la
severidad del babeo en múltiples situaciones 134.

3. Escala de impacto del babeo (Drooling Impact Scale).

La escala de impacto del babeo (Drooling Impact Scale) fue diseñada para evaluar
cambios longitudinales en el impacto del babeo en los niños con trastornos neurológicos.
Cuantifica los beneficios en el control de la saliva de un tratamiento a corto y medio plazo.
Este cuestionario permite ser rellenado por un cuidador. Dada su naturaleza subjetiva, se
requiere que sea siempre el mismo cuidador el que evalúe el babeo.

La escala consta de 10 ítems que fueron elegidos por su capacidad para cambiar
después de una intervención y se puntúan del 1 al 10. Los ítems están relacionados con el
babeo durante la semana anterior, así permiten tener en cuenta la variación del babeo con
el tiempo. Cada ítem fue diseñado según la información obtenida de padres, cuidadores y
logopedas. 76

A. Desarrollo del estudio

La tira de VNM era colocada inicialmente por un fisioterapeuta, en las aulas o


habitaciones habilitadas para ello.

81
Figura 14. Sala de fisioterapia del Centro de Educación Especial Primitiva López.

Se explicó a los padres/tutores, mediante una reunión en el salón de actos del colegio
y en presencia del fisioterapeuta, la forma en la que debían posicionar la tira para que
pudieran aplicar el tratamiento a los sujetos durante los fines de semana y periodos no
lectivos como las vacaciones.

Además, fueron informados sobre cómo debían cumplimentar los cuestionarios y se


entregó a los padres/tutores de cada sujeto del grupo de estudio un sobre con la cantidad
de tiras necesarias para los tres meses, y una carta con las instrucciones de aplicación de
la tira de VNM (Anexo VII).

Figura 15. Tira de VNM aplicada Figura 16. Tira de VNM aplicada
bajo la barbilla. Color azul, 5cm x bajo la barbilla, en la región de la
1,6 cm, dermatológicamente musculatura supra hioidea.
testado, resistente al agua, sin
látex.

82
Instrucciones para la colocación de la tira:

1- Ubicación de la tira: en la zona de la papada, hacia delante, a unos centímetros de


distancia de lo que sería la nuez, y se coloca en sentido horizontal.

2- El sujeto debe estar sentado, y la persona que coloca la tira detrás de él. Secar
primero la papada por si tuviera saliva o estuviese húmeda.

3- Despegar el adhesivo. La tira debe pegarse tensada, estirada, para que tense los
músculos. Para ello, primero se pega del centro, sin que los demás extremos
contacten con la piel. Mientras se sujeta la parte central con la mano izquierda,
con la derecha hay que tensar la tira y pegarla a la piel. Lo mismo con la otra parte,
es decir, una vez pegado un extremo, presionar ese lado y tensar el otro extremo
de la tira, que es elástico, y una vez alargado y tenso se pega. Una vez colocada,
la tira tiene el doble de su tamaño original.

4- La tira se colocará durante tres días, y al cuarto se descansará, es decir no se pone


ninguna tira. Si se despega en esos tres días, hay que volver a poner otra tira al
sujeto. La tira se coloca por la mañana y se retira por la noche.

5- Si se observa irritación en la piel, picor, o cualquier otra anomalía o molestia, la


tira debe ser retirada y limpiar bien la papada con agua y jabón.

De los tres cuestionarios que se entregaron a los padres/tutores, el primero debía ser
respondido antes del comienzo del vendaje, el segundo después de 4 semanas de vendaje
diario (20± 5 días) y el tercero después de 3 meses de tratamiento, haciendo especial
énfasis en la “adherencia al tratamiento”, detección de posibles acontecimientos adversos
y medicación concomitante.

Para valorar el grado de cumplimiento, se pidió a los padres/tutores que nos


devolvieran en un sobre las tiras que no hubieran sido utilizadas. No recibimos ninguna
tira, de modo que se entiende que todas fueron usadas.

Se perdieron solamente los datos de un sujeto, ya que los padres/tutores no


cumplimentaron el primer cuestionario de evaluación de la sialorrea al tercer mes de
tratamiento.

83
B. Protocolo de recogida de datos

 Visita 1: día 0

Durante la primera visita de los pacientes se les realizó los siguientes procedimientos:

- Información.
- Verificación de los criterios de inclusión.
- Realización de la historia médica.
- Firma del consentimiento informado.
- Exploración de la cavidad oral.
- Registro de la “Escala Clínica de Sialorrea” (Sialorrhea Clinical Scale for PD)
- Registro de la “Escala de Sialorrea Posicional” (Drooling Rating Scale)
- Registro de la “Escala de Impacto del Babeo” (Drooling impact Scale)

 Visita 2: al mes desde el día 0

Los cuestionarios que se pasaron a los 15 días fueron:

- Registro de la “Escala Clínica de Sialorrea” (Sialorrhea Clinical Scale for PD)


- Registro de la “Escala de Sialorrea Posicional” (Drooling Rating Scale)
- Registro de la “Escala de Impacto del Babeo” (Drooling impact Scale)

A parte de estos parámetros se les preguntó la frecuencia de uso del producto, la


aparición de efectos adversos en el tratamiento y además se les motivó a continuar con el
mismo.

 Visita 3: 3meses días desde el día 0

En la tercera visita se les realizó los siguientes procedimientos para finalizar el


estudio:

- Registro de la “Escala Clínica de Sialorrea” (Sialorrhea Clinical Scale for PD)


- Registro de la “Escala de Sialorrea Posicional” (Drooling Rating Scale)
- Registro de la “Escala de Impacto del Babeo” (Drooling Impact Scale)

84
4.9. Procesado de datos y análisis estadístico

Todas las variables fueron incluidas en una base de datos encriptada, cumpliendo con
todas las normativas de la Ley de protección de datos. Realizamos un estudio descriptivo
en el que las variables cuantitativas se resumieron como media, desviación típica, mínimo
y máximo, y las variables cualitativas con frecuencias y porcentajes, tanto para el grupo
de estudio como para el grupo control.

Las condiciones de homogeneidad de varianzas fueron analizadas mediante la prueba


de Levene. En función de los resultados, aplicamos la comparación de medias de T-
Student para muestras independientes cuando dividíamos a la población en dos factores,
o ANOVA para cuando había más de 2 factores, con aplicación del test de Tukey para
detectar diferencias entre subgrupos y corregir errores de acumulación, cuando la
distribución de la variable era normal.

Para la comparación de variables cualitativas, aplicamos el test de la Chi-Cuadrado.


La magnitud de asociación entre variables cualitativas se realizó mediante los residuos
tipificados corregidos.

Para estudiar la relación entre variables continuas usamos el coeficiente de Pearson y


el coeficiente de correlación tau de Kendall.

Diseñamos un Modelo Lineal General de medidas repetidas para evaluar el efecto


intra-observador entre las distintas medidas de los test de sialorrea que pasamos a los
registros.

Todos los resultados se considerarán significativos para un nivel alfa <0.05, es decir,
una p<0,05. Los análisis se llevaron a cabo con el programa IBM SPSS Statistics v21
(SPSS Inc., Chicago, IL).

85
5. RESULTADOS

86
5. RESULTADOS

5.1.Estadística descriptiva

5.1.1. Grupo de estudio.

A. Edad

La edad media de los sujetos del grupo de estudio fue de 15,03 ± 4,61 años.

Edad Mínimo Máximo Media ± DT

Grupo con discapacidad (n=30) 4 20 15,03±4,61

Tabla 12. Datos descriptivos de la edad en el grupo de estudio.

B. Género

La distribución según el género fue de 20 hombres (66,7%) y 10 mujeres (33,3%).

Género Masculino Femenino

Grupo con discapacidad (n=30) 20 (66,7%) 10 (33,3%)

Tabla 13. Distribución de género en el grupo de estudio.

C. Discapacidad

En el grupo de estudio, la distribución según el grado de discapacidad psíquica


mostraba que la mayoría de sujetos presentaban discapacidad moderada o severa. Sólo un
13,3% tenía discapacidad leve, como se muestra en la figura 17.

87
Discapacidad psíquica

13,30%
40,00%

46,70%

Leve (N=4) Moderada (N=14) Severa (N=12)

Figura 17. Distribución según el grado de discapacidad psíquica en el grupo de estudio.

D. Medicación

Los sujetos del grupo de estudio tomaban una media de 1,20 ± 1,15 fármacos (con un
mínimo de 0 y un máximo de 4), la mayoría de ellos antipsicóticos, antiepilépticos o
ansiolíticos.

Medicación N (30)

0 10 (33,3%)

1 10 (33,3%)

>1 10 (33,3%)

Tabla 14. Datos descriptivos de la cantidad de fármacos que tomaba cada sujeto del grupo
de estudio.

E. Caries

De los 30 sujetos del grupo de estudio, 11 tenían caries en el momento de la


exploración y 19 no.

Caries Si No

Grupo discapacidad (n=30) 11 (36,7%) 19 (63,3%)

Tabla 15. Datos descriptivos de caries en el grupo de estudio.

88
F. Competencia labial

En cuanto a la competencia labial, observamos que 12 sujetos no tenían sellado labial


en reposo.

Competencia labial Si No

Grupo discapacidad (n=30) 18 (60%) 12 (40%)

Tabla 16. Datos descriptivos de la competencia labial en el grupo de estudio.

G. Relaciones dentarias

1. Clase molar

La mayoría de sujetos con discapacidad, presentaron clase I molar, aunque en 5 casos


se observó una clase II molar.

Clase molar I II

Grupo discapacidad (n=30) 25 (83,3%) 5 (16,7%)

Tabla 17. Distribución según la clase molar en el grupo de estudio.

2. Resalte

En la mayoría de sujetos del grupo se observó un resalte normal.

Resalte Normal Aumentado

Grupo discapacidad (n=30) 20 (66,7%) 10 (33,3%)

Tabla 18. Datos descriptivos del resalte en el grupo de estudio.

3. Relación vertical anterior

En el grupo de estudio predominaba la mordida normal, aunque 3 sujetos presentaron


mordida abierta.

Relación vertical anterior Normal Mordida Abierta

Grupo discapacidad (n=30) 27 (90%) 3 (10%)

Tabla 19. Datos descriptivos de la relación vertical anterior en el grupo de estudio.

89
4. Relación transversal posterior

La mayoría de sujetos de este grupo presentaban una relación normal de las arcadas
en el plano transversal.

Relación transversal posterior Grupo discapacidad (n=30)

Normal 28 (93,3%)

Mordida cruzada unilateral 1 (3,3%)

Mordida cruzada bilateral 1 (3,3%)

Tabla 20. Datos descriptivos de la relación transversal posterior en el grupo de estudio.

H. Lesiones orales

Solamente un sujeto del grupo de estudio mostró lesiones orales.

Lesiones orales Si No

Grupo discapacidad (n=30) 1 (3,3%) 29 (96,7%)

Tabla 21. Datos descriptivos de las lesiones orales en el grupo de estudio.

I. Higiene oral

1. Depósitos blandos

En la observación de las superficies dentales, encontramos depósitos blandos en el


30% de los sujetos con discapacidad.

Depósitos blandos Si No

Grupo discapacidad (n=30) 9 (30%) 21 (70%)

Tabla 22. Datos descriptivos de la presencia de depósitos blandos en el grupo de estudio.

2. Depósitos duros

En la mayoría de sujetos del grupo con discapacidad no se observaron depósitos duros


sobre las superficies dentales.

90
Depósitos duros Si No

Grupo discapacidad (n=30) 4 (13,3%) 26 (86,7%)

Tabla 23. Datos descriptivos de la presencia de depósitos duros en el grupo de estudio.

3. Estado gingival

Un 66,7% de los sujetos del grupo de estudio mostraron buen estado gingival,
mientras que en un 33,3% de los casos se observó gingivitis.

Gingivitis

Si
33%

No
67%

Si No

Figura 18. Datos descriptivos del estado gingival en la muestra de sujetos con
discapacidad.

J. Aspectos psicosociales: comunicación.

De todos los sujetos con discapacidad observados, un 66,7% no hablaban o tenían


problemas a la hora de comunicarse y solamente el 33,3% eran capaces de comunicarse
sin ninguna dificultad.

Comunicación Si hablan Dificultad No hablan


para hablar

Grupo discapacidad (n=30) 10 (33,3%) 8 (26,7%) 12 (40%)

Tabla 24. Datos descriptivos de la capacidad de comunicación de los sujetos del grupo de
estudio.

91
K. Alteración de la secreción salival: babero.

Respecto al uso del babero, utilizado en muchas ocasiones para cuantificar la pérdida
de saliva, el 33,3% de los sujetos con discapacidad no lo usaban, mientras que un 66,7%
sí.

Babero Si No

Grupo discapacidad (n=30) 10 (33,3%) 20 (66,7%)

Tabla 25. Datos descriptivos sobre el uso del babero en los sujetos del grupo de estudio.

5.1.2. Grupo control

A. Edad

La edad media de los sujetos del grupo control fue de 12,4 ± 0,5 años.

Edad Mínimo Máximo Media ± DT

Grupo control (n=22) 12 14 12,4±0,5

Tabla 26. Datos descriptivos de la edad en el grupo control.

B. Género

La distribución según el género en el grupo control fue de 13 hombres (66,7%) y 9


mujeres (33,3%).

Género Masculino Femenino

Grupo control (n=22) 13 (59,1%) 9 (40,9%)

Tabla 27. Distribución de género en el grupo control.

92
C. Medicación

En el grupo control, sólo 3 sujetos tomaban algún medicamento (media 0,1 ± 0,3) en
el momento del estudio, y en todos los casos se trataba de mucolíticos o antihistamínicos
para la alergia.

D. Caries

Se observó caries en 7 sujetos del grupo control en el momento del estudio.

Caries Si No

Grupo control (n=22) 7 (31,8%) 15 (68,2%)

Tabla 28. Datos descriptivos de caries en el grupo control.

E. Competencia labial

En cuanto a la competencia labial, observamos que el 81,8% de los sujetos tenían


sellado labial en reposo.

Competencia labial Si No

Grupo control (n=22) 18 (81,8%) 4 (18,2%)

Tabla 29. Datos descriptivos de la competencia labial en el grupo control.

F. Relaciones dentarias

1. Clase molar

En el grupo control, la mayoría de sujetos presentaron clase II o clase III molar, y sólo
en 8 sujetos observamos una relación molar normal, de clase I, como se refleja en la tabla
30.

93
Clase molar I II III

Grupo control (n=22) 8(36,4%) 7 (31,8%) 7 (31,8%)

Tabla 30. Distribución según la clase molar en el grupo control.

2. Resalte

En la mayoría de sujetos del grupo control se observó un resalte normal, aunque hubo
un resalte aumentado en el 36,4% de los casos y un caso de mordida cruzada anterior.

Resalte Normal Mordida cruzada Aumentado


anterior

Grupo control (n=22) 13 (59,1%) 1 (4,5%) 8 (36,4%)

Tabla 31. Datos descriptivos del resalte en el grupo control.

3. Relación vertical anterior

En el grupo control, predominaba una relación vertical normal en el sector anterior,


que se dio en el 63,6% de casos.

Relación vertical anterior Normal Mordida Abierta Sobremordida

Grupo control (n=22) 14 (63,6%) 2 (9,1%) 6 (27,3%)

Tabla 32. Datos descriptivos de la relación vertical anterior en el grupo control.

4. Relación transversal posterior

La mayoría de sujetos control presentaban una relación normal de las arcadas en el


plano transversal.

Relación transversal posterior Grupo control (n=22)

Normal 19 (86,4%)

Mordida cruzada unilateral 1 (4,5%)

Mordida cruzada bilateral 1 (4,5%)

Mordida en tijera unilateral 1 (4,5%)

Tabla 33. Datos descriptivos de la relación transversal posterior en el grupo control.

94
G. Lesiones orales

Ninguno de los sujetos del grupo control presentó lesiones orales en el momento del
estudio.

H. Higiene oral

1. Depósitos blandos

En cuanto a la presencia de depósitos blandos, se observó en el 45,5% de los sujetos


del grupo control.

Depósitos blandos

Si
45%
No
55%

Si No

Figura 19. Datos descriptivos de la presencia de depósitos blandos en el grupo control.

2. Depósitos duros

Se observaron depósitos duros sobre las superficies dentales en 10 de los 22 sujetos


del grupo control, en los 12 restantes no.

95
Depósitos duros

Si
45%
No
55%

Si No

Figura 20. Datos descriptivos de la presencia de depósitos duros en el grupo control.

3. Cuestionario de higiene

Sobre el cuestionario de higiene dental que respondieron los sujetos del grupo control
antes de realizar la exploración oral, obtuvimos los resultados que se recogen en la tabla
34.

La mayoría de los sujetos (90,9%) cepillaban sus dientes una o dos veces al día.
Solamente 2 sujetos (9,1%) se cepillaban tres veces al día.

Respecto al uso de la seda, un 59,1% de sujetos no la usaban nunca.

En cuanto al enjuague bucal, un 45,5% no lo usaban nunca y en el 54,5% de los


casos lo utilizaban ocasionalmente, una o dos veces al día.

96
Cepillado Frecuencia Porcentaje
Nunca 0 0%
Ocasionalmente 3 13,6%
Una vez al día 4 18,2%
Dos veces al día 13 59,1%
Tres veces al día 2 9,1%
Total 22 100%
Seda dental Frecuencia Porcentaje
Nunca 13 59,1%
Ocasionalmente 7 31,8%
Una vez al día 2 9,1%
Dos veces al día 0 0%
Tres veces al día 0 0%
Total 22 100%
Enjuague bucal Frecuencia Porcentaje
Nunca 10 45,5%
Ocasionalmente 9 40,9%
Una vez al día 2 9,1%
Dos veces al día 1 4,5%
Tres veces al día 0 0%
Total 22 100%
Tabla 34. Descriptiva de la frecuencia de cepillado de dientes, uso de seda dental y
enjuague bucal en los sujetos del grupo control.

En la pregunta sobre cuál fue la última vez que visitaron al dentista, en el 66,7% de
los casos habían pasado menos de 8 meses y el 33,3% restante, no lo visitaban desde hacía
más de un año, como se refleja en la siguiente figura (Figura 21):

Última visita al dentista


14
12
10
8
6
4
2 61,90% 4,80% 0% 33,30%
0
0 - 4 meses 5 - 8 meses 9 - 12 meses Más de 12 meses
Nº de sujetos Porcentaje

Figura 21. Datos descriptivos de los meses pasados desde la última visita al dentista en el
grupo control.

97
5.1.3. Elementos traza

A. Grupo de estudio

En la siguiente tabla (Tabla 35) quedan reflejadas las medias y desviaciones típicas
de los elementos traza con del grupo de estudio, expresados en mg/kg o en g/100gr.

ELEMENTO N MÍNIMO MÁXIMO MEDIA±DT

Ca (g/100gr) 30 0,001 0,075 0,0092 ± 0,0133

Cr (mg/kg) 30 0,10 21,43 1,309 ± 3,8494

Cu (mg/kg) 30 0,0001 0,62 0,0932 ± 0,1286

Fe (mg/kg) 30 0,0001 36,45 4,6626 ± 9,0565

K (g/100gr) 30 0,001 0,15 0,0698 ± 0,03001

Mg (g/100gr) 30 0,00001 0,002 0,0002 ± 0,0004

Mn (mg/kg) 30 0,0001 0,38 0,0610 ± 0,0957

Na (g/100gr) 30 0,005 0,129 0,0272 ± 0,0307

Ni (mg/kg) 30 0,0001 4,76 0,3978 ± 0,8731

Pb (mg/kg) 30 0,0001 1,62 0,1933 ± 0,3286

P (g/100gr) 30 0,004 0,02 0,0169 ± 0,0073

Rb (mg/kg) 30 0,31 6,67 0,8031 ± 1,1977

S (g/100gr) 30 0,0002 0,0176 0,0044 ± 0,0034

Zn (mg/kg) 30 0,16 53,81 3,3857 ± 9,9561

Tabla 35. Medias y desviaciones típicas de los elementos traza en el grupo de estudio.

B. Grupo control

En la siguiente tabla (Tabla 36) quedan recogidas las medias y desviaciones típicas
de los elementos traza del grupo control, expresados en mg/kg o en g/100gr.

98
ELEMENTO N MÍNIMO MÁXIMO MEDIA±DT

Ca (g/100gr) 22 0,005 0,015 0,0079 ± 0,0024

Cr (mg/kg) 22 0,0001 0,79 0,0360 ± 0,1684

Cu (mg/kg) 22 0,0001 2,08 0,1114 ± 0,4407

Fe (mg/kg) 22 0,0001 0,85 0,0387 ± 0,1811

K (g/100gr) 22 0,05 0,10 0,0715 ± 0,01441

Mg (g/100gr) 22 0,0002 0,0010 0,0004 ± 0,0002

Mn (mg/kg) 22 0,0001 0,01 0,0005 ± 0,0021

Na (g/100gr) 22 0,007 0,079 0,0175 ± 0,0153

Ni (mg/kg) 22 0,0001 0,82 0,0866 ± 0,1809

Pb (mg/kg) 22 0,03 0,72 0,1597 ± 0,1687

P (g/100gr) 22 0,011 0,033 0,0178 ± 0,0061

Rb (mg/kg) 22 0,02 0,70 0,3921 ± 0,1556

S (g/100gr) 22 0,002 0,011 0,0046 ± 0,0024

Zn (mg/kg) 22 0,13 21,04 1,7242 ± 4,6543

Tabla 36. Medias y desviaciones típicas de los elementos traza en el grupo control.

5.1.4. Valoración de la alteración de la secreción salival

A. Escala clínica de sialorrea

En la tabla 37 quedan reflejadas las medias y desviaciones típicas de las puntuaciones


totales de sialorrea obtenidas de la primera escala clínica que se utilizó en los pacientes
que fueron tratados con el VNM en los diferentes tiempos, y encontramos una menor
puntuación a los tres meses de aplicación.

99
Inicio (Media ± Mes 1 (Media ± Mes 3 (Media ±
Escala clínica de DT) N=30 DT) N=30 DT) N=29
sialorrea
11,13 ± 7,58 11,13 ± 7,58 8,38 ± 5,72

Tabla 37. Media y desviación típica de las puntuaciones totales de la Escala clínica de
Sialorrea al inicio, al mes y a los 3 meses de VNM.

B. Escala de sialorrea posicional (Drooling Rating Scale)

La media y las desviaciones típicas de las puntuaciones totales obtenidas en la


segunda escala utilizada para la valoración de la sialorrea fueron las siguientes:

Inicio (Media ± DT) Mes 1 (Media ± DT) Mes 3 (Media ± DT)


Escala de sialorrea N=30 N=30 N=29
posicional
10,23 ± 4,91 7,83 ± 4,49 5,67 ± 3,79

Tabla 38. Media y desviación típica de las puntuaciones totales de la Escala de Sialorrea
Posicional al inicio, al mes y a los 3 meses de VNM.

C. Escala de impacto del babeo (Drooling Impact Scale)

Por último, en la tabla 39 vemos la media y las desviaciones típicas de las


puntuaciones totales que se observaron en la tercera escala utilizada en la valoración de
la sialorrea en el grupo de estudio.

Inicio (Media ± DT) Mes 1 (Media ± DT) Mes 3 (Media ± DT)


Escala de impacto N=30 N=30 N=29
del babeo
47,03 ± 28,79 44,93 ± 27,28 40,87 ± 24,18

Tabla 39. Media y desviación típica de las puntuaciones totales de la Escala de Impacto
del Babeo al inicio, al mes y a los 3 meses de VNM.

100
5.2. Estadística inferencial

5.2.1. Comparación de las características sociodemográficas y orales en el


grupo de estudio y el grupo control.

A. Edad

En la siguiente tabla (Tabla 40) observamos que existieron diferencias


estadísticamente significativas (p<0,05) en cuanto a la edad del grupo de estudio y la edad
del grupo control.

Edad Media ± DT Significación


bilateral
Discapacidad Control
15,3 ± 4,61 12,41 ± 0,59 p<0,05
Total 30 22
Tabla 40. Datos comparativos de la edad en el grupo de estudio y el grupo control.

B. Género

Como se refleja en la tabla (Tabla 41), la distribución de hombres y mujeres y mujeres


en el grupo de estudio y el grupo control fue similar, no encontrando diferencias
estadísticamente significativas entre los grupos (p>0,05).

Género Frecuencia Significación


bilateral
Discapacidad Control
Masculino 20 (66,7%) 13 (59,1%) p>0,05
Femenino 10 (33,3%) 9 (40,9%)
Total 30 22
Tabla 41. Datos comparativos de género en el grupo de estudio y el grupo control.

C. Caries

La mayoría de sujetos de ambos grupos no tenían ninguna caries en el momento del


estudio, como se refleja en la figura 22. No había diferencias estadísticamente
significativas respecto a la presencia de caries en el grupo control y el grupo con
discapacidad (p>0,05).

101
Caries
80,00% 68,20% 63%
60,00%
31,80% 37%
40,00%

20,00%

0,00%
Control Discapacidad
Si No

Figura 22. Datos comparativos de caries en el grupo de estudio y el grupo control.

D. Competencia labial

La mayoría de los pacientes, tanto control como los que tenían discapacidad,
mostraron un adecuado sellado labial en reposo, no existiendo diferencias
estadísticamente significativas entre ambos grupos (p=0,092). Si bien, en el grupo de
pacientes con discapacidad se encontró cierta tendencia a la incompetencia labial, que se
dio en el 40% de los casos.

Competencia labial Frecuencia Significación


bilateral
Discapacidad Control
Si 18 (60%) 18 (81,8%) p=0,092
No 12 (40%) 4 (18,2%)
Total 30 22
Tabla 42. Datos comparativos de la competencia labial en el grupo de estudio y el grupo
control.

E. Clase molar

Respecto a la clase molar, encontramos diferencias estadísticamente significativas


entre ambos grupos (p<0,001), observando en el grupo con discapacidad una mayor
frecuencia de clase I (81,8%), y una tendencia a la clase II (16,7%), mientras que en el
grupo control la tendencia fue hacia la clase II y III.

102
Clase molar Frecuencia Significación
bilateral
Discapacidad Control
I 25 (83,3%) 8 (36,4%)
II 5 (16,7%) 7 (31,8%) p<0,001
III 0 7 (31,8%)
Total 30 22
Tabla 43. Datos comparativos de la clase molar en el grupo de estudio y el grupo control.

F. Resalte

Tampoco encontramos diferencias estadísticamente significativas en cuanto al resalte


en ambos grupos, pues la mayoría de los sujetos tenían un resalte fisiológico y el
porcentaje de sujetos con resalte aumentado fue similar en el grupo control y el grupo con
discapacidad. (p>0.05)

Resalte
25

20

15

10

0
Control Discapacidad
Resalte fisiológico Mordida cruzada anterior
Resalte aumentado

Figura 23. Datos comparativos del resalte en el grupo de estudio y el grupo control.

G. Relación vertical anterior

En cuanto a la relación vertical anterior, se encontraron diferencias estadísticamente


significativas (p<0,01) entre los grupos, predominando la mordida normal. En el grupo
con discapacidad los sujetos tendían a tener una mordida abierta, mientras que en el grupo
control se observó una predisposición a la sobremordida.

103
Relación vertical anterior
100,00% 90,00%
80,00%
63,60%
60,00%

40,00% 27,30%
20,00% 9,10% 10,00%
0
0,00%
Control Discapacidad
Mordida normal Mordida abierta Sobremordida

Figura 24. Datos comparativos de la relación vertical anterior en el grupo de estudio y el


grupo control.

H. Relación transversal posterior

La mayoría de sujetos del grupo control (86,4%) y del grupo con discapacidad
(93,3%) presentaban una relación normal entre la arcada superior y la inferior en sentido
transversal. En un 6,6% de los sujetos con discapacidad observamos mordida cruzada,
mientras que en los controles se dio en un 9% de casos. Solo un sujeto del grupo control
mostró una mordida en tijera unilateral. No se encontraron diferencias estadísticamente
significativas entre los grupos (p>0.05).

Relación transversal Significación


Frecuencia
posterior bilateral
Discapacidad Control
Relación normal 28 (93,3%) 19 (86,4%)
Mordida cruzada
1 (3,3%) 1 (4,5%)
unilateral p>0,05
Mordida cruzada bilateral 1 (3,3%) 1 (4,5%)
Mordida en tijera
0 1 (4,5%)
unilateral
Total 30 22
Tabla 44. Datos comparativos de la relación transversal posterior en el grupo de estudio
y el grupo control.

104
I. Lesiones orales

En ningún sujeto del grupo control se observaron lesiones orales, mientras que en el
grupo con discapacidad, 1 sujetos mostró lesiones, sin diferencias estadísticamente
significativas entre ambos grupos (p>0.05).

Lesiones orales Frecuencia Significación bilateral


Discapacidad Control
No 29 (96,7%) 22 (100%) p>0.05
Si 1 (3,3%) 0
Total 30 22
Tabla 45. Datos comparativos de la presencia de lesiones orales en grupo de estudio y el
control.

J. Depósitos blandos

Al explorar la presencia de depósitos blandos o pigmentaciones en las superficies


dentales de los sujetos del grupo control y del grupo con discapacidad, no encontramos
diferencias significativas (p>0.05).

Depósitos blandos Frecuencia Significación


bilateral
Discapacidad Control
No 21 (70%) 12 (54,5%) p>0.05
Si 9 (30%) 10 (45,5%)
Total 30 22
Tabla 46. Datos comparativos de la presencia de depósitos blandos en grupo de estudio y
el grupo control.

K. Depósitos duros

En cuanto a la observación de depósitos duros sobre las superficies dentales, sí que se


encontraron diferencias estadísticamente significativas (p<0,01) entre un grupo y otro,
siendo mayor la presencia de depósitos duros en el grupo control.

105
Depósitos duros
100,00% 87%
80,00%
60,00% 54,50%
45,50%
40,00%
20,00% 13%

0,00%
Control Discapacidad
Si No

Figura 25. Datos comparativos de la presencia de depósitos duros en el grupo de estudio


y el control.

5.2.2. Elementos traza

A. Comparación de elementos traza entre el grupo de estudio y el grupo control.

De los elementos traza analizados, encontramos valores similares en el grupo de


estudio y el grupo control para Ca, K, Mg, Na, Pb, P y S. En el grupo de estudio, los
valores de Cr, Cu, Fe, Mn, Ni, Rb y Zn fueron más elevados, aunque sólo existieron
diferencias estadísticamente significativas en los elementos Fe y Mn (p<0,01).

106
ELEMENTO ESTUDIO N CONTROL N P

Ca (g/100gr) 0,0092±0,0133 30 0,0079±0,0024 22 >0,05

Cr (mg/kg) 1,309±3,8494 30 0,0360±0,1684 22 >0,05

Cu (mg/kg) 0,0932±0,1286 30 0,1114±0,4407 22 >0,05

Fe (mg/kg) 4,6626±9,0565 30 0,0387±0,1811 22 <0,01

K (g/100gr) 0,0698±0,03001 30 0,0715±0,01441 22 >0,05

Mg (g/100gr) 0,0002±0,0004 30 0,0004±0,0002 22 >0,05

Mn (mg/kg) 0,0610±0,0957 30 0,0005±0,0021 22 < 0,01

Na (g/100gr) 0,0272±0,0307 30 0,0175±0,0153 22 >0,05

Ni (mg/kg) 0,3978±0,8731 30 0,0866±0,1809 22 >0,05

Pb (mg/kg) 0,1933±0,3286 30 0,1597±0,1687 22 >0,05

P (g/100gr) 0,0169±0,0073 30 0,0178±0,0061 22 >0,05

Rb(mg/kg) 0,8031±1,1977 30 0,3921±0,1556 22 >0,05

S (g/100gr) 0,0046±0,0024 30 0,0044±0,0034 22 >0,05

Zn (mg/kg) 1,7242±4,6543 30 3,3857±9,9561 22 >0,05


Tabla 47. Comparación de las concentraciones de elementos traza entre el grupo de
estudio y el grupo control.

B. Relación de determinadas variables con los elementos traza del grupo de


estudio y del grupo control.

Para poder analizar si la caries tenía influencia sobre alguno de los elementos traza,
unificamos los pacientes del grupo de estudio y el grupo control (n=52), y a su vez
hicimos dos grupos, los que no presentaban caries (n=34) y los que si tenían (n=18).

Del grupo sin caries, (19 procedentes del grupo de estudio y 15 del grupo control),
como resultado de la estadística, encontramos los siguientes valores:

107
GRUPO SIN CARIES

Elemento Estudio (N=19) Control (N=15) P

Ca (g/100gr) 0,010±0,016 0,007±0,001 >0,05

Cu (mg/kg) 0,107±0,146 0,020±0,035 <0,05

Cr (mg/kg) 0,613±0,687 0,0001±0,000 <0,01

Fe (mg/kg) 3,407±5,425 0,0001±0,000 <0,05

K (g/100gr) 0,071±0,025 0,072±0,014 >0,05

Mg (g/100gr) 0,0003±0,0005 0,0004±0,0002 >0,05

Mn (mg/kg) 0,078±0,105 0,0001±0,0000 <0,01

Na (g/100gr) 0,027±0,029 0,015±0,007 >0,05

Ni (mg/kg) 0,290±0,350 0,064±0,089 <0,05

Pb (mg/kg) 0,232±0,390 0,144±0,123 >0,05

P (g/100gr) 0,016±0,007 0,018±0,006 >0,05

Rb(mg/kg) 0,626±0,547 0,413±0,141 >0,05

S (g/100gr) 0,004±0,004 0,004±0,002 >0,05

Zn (mg/kg) 1,983±3,568 0,955±2,106 >0,05

Tabla 48. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza entre individuos
sin caries en el grupo de estudio y el grupo control.

Encontramos que los elementos en la mayoría de casos suelen presentar valores


similares entre ambos grupos, como ocurre con el Ca, K, Mg, Na, P y S, mientras que
para el resto de elementos de la tabla, los valores son más elevados en el grupo tratamiento
que en el grupo control para el Cu, Ni, Pb y Rb, pero manifiestamente con más diferencias
para el Cr, Fe, Mn y Zn. Tras aplicar una prueba de Levene obtuvimos que esa diferencia
en las concentraciones de los elementos traza entre los dos grupos sin caries es
significativamente estadística para Cu, Cr, Fe, Mn y Ni, con un valor de p<0,05.

En los grupos con caries, los valores medios de los elementos traza eran muy similares
para Ca, K, Mg, Na, P y S. Mientras que los niveles de Cr, Fe, Mn, Ni, Rb y Zn eran

108
mucho mayores en el grupo tratamiento, en el grupo control el nivel de Cu y Pb era más
elevado, aunque tras aplicar la prueba de Levene obtuvimos que no había diferencias
estadísticamente significativas (p>0,05) de ningún elemento entre los dos grupos.

GRUPO CON CARIES

Elemento Estudio (N=11) Control (N=7) P

Ca (g/100gr) 0,008±0,006 0,008±0,003 >0,05

Cu (mg/kg) 0,068±0,092 0,305±0,782 >0,05

Cr (mg/kg) 2,510±6,294 0,112±0,298 >0,05

Fe (mg/kg) 6,829±13,293 0,121±0,321 >0,05

K (g/100gr) 0,066±0,037 0,069±0,0161 >0,05

Mg (g/100gr) 0,0001±0,0003 0,0001±0,0003 >0,05

Mn (mg/kg) 0,0313±0,0697 0,001±0,003 >0,05

Na (g/100gr) 0,027±0,034 0,021±0,025 >0,05

Ni (mg/kg) 0,583±1,389 0,133±0,303 >0,05

Pb (mg/kg) 0,125±0,174 0,192±0,249 >0,05

P (g/100gr) 0,018±0,007 0,017±0,006 >0,05

Rb(mg/kg) 1,108±1,859 0,346±0,185 >0,05

S (g/100gr) 0,004±0,001 0,004±0,002 >0,05

Zn (mg/kg) 5,808±15,948 3,370±7,799 >0,05

Tabla 49. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza entre individuos
con caries en el grupo de estudio y el grupo control.

Con respecto a las lesiones orales, como vimos anteriormente, solo hubo una lesión
oral en un paciente del grupo tratamiento, mientras que el resto de pacientes (n=51) tenían
ausencia de la misma (n=29 en el grupo tratamiento, y n=22 en el grupo control). Si
observamos los valores medios de los elementos traza en los distintos grupos ante la
ausencia de lesiones, observamos que son similares para Ca, Cu, K, Mg, P y S, siendo
para el resto, es decir, para el Cr, Fe, Mn, Na, Ni, Pb, Rb y Zn más elevados en el grupo
tratamiento que en el control.

109
AUSENCIA DE LESIONES ORALES

Elemento Estudio (N=29) Control (N=22) P

Ca (g/100gr) 0,009±0,0135 0,007±0,002 >0,05

Cu (mg/kg) 0,095±0,130 0,111±0,440 >0,05

Cr (mg/kg) 1,345±3,912 0,036±0,168 >0,05

Fe (mg/kg) 4,819±9,175 0,0387±0,181 <0,05

K (g/100gr) 0,070±0,030 0,071±0,014 >0,05

Mg (g/100gr) 0,0002±0,0004 0,0004±0,0002 >0,05

Mn (mg/kg) 0,063±0,096 0,0005±0,0021 <0,05

Na (g/100gr) 0,027±0,031 0,017±0,015 >0,05

Ni (mg/kg) 0,408±0,886 0,086±0,180 >0,05

Pb (mg/kg) 0,198±0,333 0,159±0,168 >0,05

P (g/100gr) 0,016±0,007 0,017±0,006 >0,05

Rb(mg/kg) 0,819±1,215 0,392±0,155 >0,05

S (g/100gr) 0,004±0,003 0,004±0,002 >0,05

Zn (mg/kg) 3,496±10,113 1,724±4,654 >0,05

Tabla 50. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en ausencia de


lesiones orales entre el grupo de estudio y el grupo control.

Si aplicamos una prueba de Levene, vemos que solo hay diferencias estadísticamente
significativas para el Fe y el Mn entre los dos grupos de estudio ante la ausencia de
lesiones (p<0.05).

Por lo que respecta a los depósitos blandos, vemos que había ausencia de los mismos
en 21 pacientes del grupo de estudio y en 12 del grupo control, mientras que si lo
presentaban 9 pacientes del grupo de estudio y 10 del grupo control.

En ausencia de depósitos blandos, encontramos similares concentraciones de


elementos traza de K, Mg, P y S, entre el grupo tratamiento y el grupo control. Para el
resto de elementos, Ca, Cu, Mn, Na, Ni, Pb, Rb y Zn los valores medios eran mayores en
el grupo tratamiento, sobre todo destacando el Cr y el Fe.

110
Sin embargo, si los sometemos a la prueba de Levente observamos que ante la
ausencia de depósitos blandos, hay una diferencia estadísticamente significativa (p<0.05)
entre los grupos tratamiento y control para los elementos Cu, Fe, Mn y Na.

AUSENCIA DE DEPÓSITOS BLANDOS

Elemento Estudio (N=21) Control (N=12) P

Ca (g/100gr) 0,010±0,015 0,007±0,001 >0,05

Cu (mg/kg) 0,113±0,145 0,020±0,035 <0,05

Cr (mg/kg) 1,664±4,575 0,0001±0,0000 >0,05

Fe (mg/kg) 6,26±10,45 0,0001±0,0000 <0,05

K (g/100gr) 0,071±0,033 0,070±0,014 >0,05

Mg (g/100gr) 0,0003±0,0005 0,0003±0,0001 >0,05

Mn (mg/kg) 0,071±0,103 0,0001±0,0000 <0,05

Na (g/100gr) 0,031±0,035 0,013±0,005 <0,05

Ni (mg/kg) 0,506±1,030 0,057±0,096 >0,05

Pb (mg/kg) 0,246±0,380 0,104±0,108 >0,05

P (g/100gr) 0,017±0,007 0,018±0,006 >0,05

Rb(mg/kg) 0,951±1,413 0,425±0,171 >0,05

S (g/100gr) 0,004±0,003 0,004±0,002 >0,05

Zn (mg/kg) 4,394±11,818 1,018±2,372 >0,05

Tabla 51. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en ausencia de


depósitos blandos entre el grupo de estudio y el grupo control.

Si analizamos esos mismos grupos con presencia de depósitos blandos, vemos que el
Cr, Fe, Mn y Rb están con unos valores más elevados en el grupo tratamiento mientras
que el Cu, Pb, Na y Zn lo están en el grupo control. Para el resto de elementos los valores
son muy similares entre ambos grupos. Tras aplicar la prueba estadística de Levene vemos
que hay una diferencia estadísticamente significativa (p<0.05) entre los grupos
tratamiento y control para los elementos Cr y Pb.

111
PRESENCIA DE DEPÓSITOS BLANDOS

Elemento Estudio (N=9) Control (N=10) P

Ca (g/100gr) 0,007±0,003 0,008±0,003 >0,05

Cu (mg/kg) 0,046±0,063 0,221±0,653 >0,05

Cr (mg/kg) 0,480±0,525 0,079±0,249 <0,05

Fe (mg/kg) 0,934±1,392 0,085±0,268 >0,05

K (g/100gr) 0,066±0,020 0,072±0,014 >0,05

Mg (g/100gr) 0,0002±0,0004 0,0005±0,0002 >0,05

Mn (mg/kg) 0,036±0,073 0,001±0,003 >0,05

Na (g/100gr) 0,017±0,008 0,022±0,021 >0,05

Ni (mg/kg) 0,143±0,079 0,121±0,250 >0,05

Pb (mg/kg) 0,069±0,071 0,226±0,207 <0,05

P (g/100gr) 0,015±0,007 0,017±0,006 >0,05

Rb(mg/kg) 0,457±0,124 0,351±0,131 >0,05

S (g/100gr) 0,004±0,002 0,005±0,002 >0,05

Zn (mg/kg) 1,032±1,104 2,571±6,496 >0,05

Tabla 52. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en presencia de


depósitos blandos entre el grupo de estudio y el grupo control.

En cuanto a los depósitos duros se refiere, vemos que había ausencia de los mismos
en 26 pacientes del grupo de estudio y en 12 del grupo control, mientras que sí lo
presentaban 4 pacientes del grupo de estudio y 10 del grupo control.

En ausencia de depósitos duros, encontramos similares concentraciones de elementos


traza de K, Mg, P y S, entre el grupo tratamiento y el grupo control, tal y como sucedía
para los depósitos blandos. Para el resto de elementos, Ca, Cu, Mn, Na, Ni, Pb, Rb y Zn
los valores medios eran mayores en el grupo tratamiento, sobre todo destacando el Cr y
el Fe.

Sin embargo, si los sometemos a la prueba de Levente observamos que ante la


ausencia de depósitos duros, hay una diferencia estadísticamente significativa (p<0.05)

112
entre los grupos tratamiento y control para los elementos Cu, Fe, Mn y Na, casi
idénticamente a como ocurría ante la ausencia de depósitos blandos.

AUSENCIA DE DEPÓSITOS DUROS

Elemento Estudio (N=26) Control (N=12) P

Ca (g/100gr) 0,010±0,014 0,006±0,001 >0,05

Cu (mg/kg) 0,095±0,135 0,012±0,023 <0,05

Cr (mg/kg) 1,468±4,121 0,0001±0,0000 >0,05

Fe (mg/kg) 5,152±9,640 0,0001±0,0000 <0,05

K (g/100gr) 0,069±0,030 0,069±0,012 >0,05

Mg (g/100gr) 0,0003±0,0005 0,0003±0,0001 >0,05

Mn (mg/kg) 0,064±0,099 0,0001±0,0000 <0,05

Na (g/100gr) 0,029±0,032 0,012±0,005 <0,05

Ni (mg/kg) 0,433±0,934 0,052±0,097 >0,05

Pb (mg/kg) 0,214±0,348 0,124±0,118 >0,05

P (g/100gr) 0,016±0,007 0,016±0,005 >0,05

Rb(mg/kg) 0,863±1,278 0,402±0,148 >0,05

S (g/100gr) 0,004±0,003 0,004±0,002 >0,05

Zn (mg/kg) 3,822±10,653 0,972±2,384 >0,05

Tabla 53. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en ausencia de


depósitos duros entre el grupo de estudio y el grupo control.

Si analizamos esos mismos grupos con presencia de depósitos duros, vemos que el
Cr, Fe, Mn, Ni y Rb están con unos valores más elevados en el grupo tratamiento mientras
que el Ca, Cu, Na, Pb y Zn lo están en el grupo control. Para el resto de elementos los
valores son muy similares entre ambos grupos, como ocurría también para los depósitos
blandos, en ambos casos, tanto para ausencias como presencias de cualquier tipo de
depósito, los elementos K, Mg, P y S permanecen similares entre los grupos. Tras aplicar
la prueba estadística de Levene vemos que no hay diferencias estadísticamente
significativas (p>0.05) entre los grupos tratamiento y control en ningún elemento.

113
PRESENCIA DE DEPÓSITOS DUROS

Elemento Estudio (N=4) Control (N=10) P

Ca (g/100gr) 0,006±0,002 0,009±0,002 >0,05

Cu (mg/kg) 0,078±0,078 0,230±0,651 >0,05

Cr (mg/kg) 0,274±0,105 0,079±0,249 >0,05

Fe (mg/kg) 1,475±1,670 0,085±0,268 >0,05

K (g/100gr) 0,074±0,026 0,074±0,017 >0,05

Mg (g/100gr) 0,0002±0,0000 0,0005±0,0002 >0,05

Mn (mg/kg) 0,036±0,073 0,001±0,003 >0,05

Na (g/100gr) 0,016±0,011 0,023±0,021 >0,05

Ni (mg/kg) 0,163±0,055 0,127±0,247 >0,05

Pb (mg/kg) 0,054±0,059 0,201±0,213 >0,05

P (g/100gr) 0,019±0,008 0,019±0,006 >0,05

Rb(mg/kg) 0,414±0,109 0,379±0,171 >0,05

S (g/100gr) 0,005±0,002 0,005±0,002 >0,05

Zn (mg/kg) 0,547±0,315 2,625±6,476 >0,05

Tabla 54. Datos comparativos de las concentraciones de elementos traza en ausencia de


depósitos duros entre el grupo de estudio y el grupo control.

5.2.3. Evolución de las escalas de valoración de la sialorrea con el tiempo e


influencia de determinadas variables.

A. Escala Clínica de Sialorrea

Observamos en la tabla 55 que la puntuación obtenida al inicio, no difiere de la


del primer mes de tratamiento, pero al tercer mes la sialorrea disminuyó con diferencias
estadísticamente significativas (p<0,001). La media de reducción del inicio al final del
tratamiento fue de 2,5±2,3 puntos. Los datos de un sujeto se perdieron debido a que los
padres/tutores no cumplimentaron uno de los cuestionarios.

114
Inicio (Media ± Mes 1 (Media ± Mes 3 (Media ± Significación
Escala clínica DT) N=30 DT) N=30 DT) N=29
de sialorrea
11,13 ± 7,58 11,13 ± 7,58 8,38 ± 5,72 P<0,001

Tabla 55. Datos comparativos de la media y desviación típica obtenidas al inicio, al mes
y al tercer mes de tratamiento, en la Escala Clínica de Sialorrea.

Se realizó un análisis mediante un modelo lineal general de medidas repetidas, con el


objetivo de observar si las puntuaciones de las escalas de valoración de la sialorrea en los
diferentes momentos del estudio podrían estar influidas por factores como el género, la
medicación, el grado de discapacidad, la competencia labial, la clase molar, la relación
vertical anterior o el resalte.

En la siguiente tabla (Tabla 56) quedan recogidas las medias y desviaciones típicas
de la Escala Clínica de Sialorrea en función de las diferentes variables y su significación.
Las puntuaciones del Test 1 fueron disminuyendo con el tiempo de tratamiento, pero
como podemos ver, no estaban influidas por la mayoría de las variables. Únicamente se
obtuvieron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05), en aquellos sujetos con
incompetencia labial, que obtuvieron valores mayores de sialorrea.

115
VARIABLE MEDIDA EFECTOS INTRA-SUJETOS

T0 T1 T3 Tiempo F (g.l) Variable F (g.l)


Media± D.T Media± D.T Media± D.T p-valor p-valor

GÉNERO

Masculino (n=19) 10,1±7,5 10,2±7,6 7,6±5,5 29,736 0,018


(P<0,01) (P<0,89)
Femenino (n=10) 12,3±7,9 12,2±7,8 9,7±6,1

MEDICACIÓN

0 (n=10) 6,5±7,9 6,4±7,7 4,7±5,5 33,06 0,724


(P<0,01) (P<0,49)
1 (n=10) 13,6±6,6 13,5±6,5 10,6±4,7

>1 (n=9) 12,7±6,6 13±6,8 10±5,2

DISCAPACIDAD

Leve (n=4) 11,5±8 11,5±8 8±5,5 31,75 1,57


(P<0,01) (P<0,22)
Moderada (n=13) 7,9±6,7 8±6,9 6,2±4,9

Severa (n=12) 13,9±7,7 13,7±7,5 10,8±5,9

COMPETENCIA
LABIAL

Si (n=17) 8,7±7,9 8,6±7,8 6,8±6 40,32 3,99


(P<0,01) (P<0,05)
No (n=12) 14±6,1 14±6,1 10,5±4,6

CLASE MOLAR 17,81 0,015


(P<0,01) (P<0,90)
I (n=24) 10,5±7,7 10,4±7,6 7,9±5,6

II (n=5) 12,8±7,5 13,2±7,8 10,4±6,3

REL.VERTICAL
ANTERIOR

Mordida normal 10,6±7,3 10,7±7,4 8,1±5,5 12,65 0,013


(n=26) (P<0,01) (P<0,90)

Mordida abierta 12,6±11 12,3±10,6 10±8,6


(n=3)

RESALTE

Normal (n=20) 9,1±7,7 9±7,6 7±5,6 34,85 1,623


(P<0,01) (P<0,21)
Aumentado (n=9) 14,7±5,8 15±5,9 11,4±4,7

Tabla 56. Variación de las puntuaciones de la Escala Clínica de Sialorrea en función del
tiempo y determinadas variables.

116
B. Escala de Sialorrea Posicional

Para la Escala de Sialorrea Posicional, observamos una reducción significativa de la


puntuación de sialorrea tanto al primer mes de tratamiento, como al tercero, con una
p<0,001.

La reducción media desde el inicio al primer mes fue de 2,4±2,3 puntos, la reducción
media desde el primer mes al tercer mes de tratamiento fue de 2,1±1,9 puntos y desde el
inicio hasta el tercer mes la reducción fue de 4,5±3,2 puntos.

Escala de Inicio (Media Mes 1 (Media Mes 3 (Media Significación


sialorrea ± DT) N=30 ± DT) N=30 ± DT) N=29
posicional 10,23 ± 4,91 7,83 ± 4,49 5,67 ± 3,79 P<0,001

Tabla 57. Datos comparativos de la media y desviación típica obtenidas al inicio, al mes
y al tercer mes de tratamiento, en la Escala de Sialorrea Posicional.

En la tabla 58 observamos que las puntuaciones de esta escala de valoración de la


sialorrea no se vieron afectadas por ninguna de las variables analizadas. Las mejoras que
obtuvimos en cuanto a la sialorrea fueron debidas al tiempo de tratamiento.

117
VARIABLE MEDIDA EFECTOS INTRA-SUJETOS
T0 T1 T3 Tiempo F(g.l) Variable F(g.l)
Media± D.T Media± D.T Media± D.T p-valor p-valor

GÉNERO

Masculino (n=20) 9,3±5,1 7,2±4,9 5,1±3,7 56,94 0,976


(P<0,01) (P<0,33)
Femenino (n=10) 12,1±4 9±3,3 6,7±3,8

MEDICACIÓN

0 (n=10) 8,6±5,7 6±4,9 3,9±3,8 56,43 0,45


(P<0,01) (P<0,64)
1 (n=10) 11,7±3,8 9,3±4,2 6,5±3,7

>1 (n=10) 10,4±4,9 8,2±4 6,6±3,5

DISCAPACIDAD

Leve (n=4) 11±6,7 8,5±5,1 6,7±4,7 39,29 0,023


(P<0,01) (P<0,97)
Moderada (n=14) 8,7±5,5 6,4±5,1 4,1±3,4

Severa (n=12) 11,7±2,9 9,2±3 7±3,4

COMPETENCIA
LABIAL

Si (n=18) 9,2±5 6,8±4,9 5,1±4,2 59,71 1,10


(P<0,01) (P<0,302)
No (n=12) 11,7±4,4 9,2±3,4 6,4±3

CLASE MOLAR 34,01 0,102


(P<0,01) (P<0,75)
I (n=25) 10±5,1 7,6±4,6 5,5±3,8

II (n=5) 11,4±3,7 9±3,4 6,4±3,5

REL.VERTICAL
ANTERIOR

Mordida normal 10,3±4,6 7,9±4,4 5,5±3,6 14,09 1,13


(n=27) (P<0,01) (P<0,296)

Mordida abierta 9,3±8,1 6,6±5,7 6,6±5,7


(n=3)

RESALTE

Normal (n=20) 9,5±5,4 7,2±5,1 5,3±4,3 55,913 0,75


(P<0,01) (P<0,394)
Aumentado (n=10) 11,7±3,4 9,1±2,7 6,4±2,4

Tabla 58. Variación de las puntuaciones de la Escala de Sialorrea Posicional en función


del tiempo y determinadas variables.

118
C. Escala de Impacto del Babeo

Al igual que en la escala anterior, en la Escala de Impacto del Babeo encontramos


diferencias estadísticamente significativas tanto al primer, como al tercer mes de
tratamiento (p<0,01).

La reducción media en el primer mes fue de 2,1±4,1 puntos, la reducción desde el


primer al tercer mes fue de 4±5,9 puntos y la reducción desde el inicio al tercer mes fue
de 6,1±7,2puntos.

Escala de Inicio (Media Mes 1 (Media Mes 3 (Media Significación


impacto del ± DT) N=30 ± DT) N=30 ± DT) N=29
babeo 47,03 ± 28,79 44,93 ± 27,28 40,87 ± 24,18 P<0,01

Tabla 59. Datos comparativos de la media y desviación típica obtenidas al inicio, al mes
y al tercer mes de tratamiento, en la Escala de Impacto del Babeo.

En la tercera escala de valoración de la sialorrea, además de la mejora de la


sialorrea con diferencias estadísticamente significativas entre el inicio y el tercer mes de
tratamiento, observamos que los sujetos que tomaban uno o más de un fármaco tenían
tendencia a obtener puntuaciones mayores de sialorrea (p<0,06), al igual que aquellos con
incompetencia labial (p<0,08), o un resalte aumentado (p<0,09).

119
VARIABLE MEDIDA EFECTOS INTRA-SUJETOS
T0 T1 T3 Tiempo F(g.l) Variable F(g.l)
Media± D.T Media± D.T Media± D.T p-valor p-valor

GÉNERO

Masculino (n=20) 45±29,4 42,1±27,1 38,8±24,4 18,48 0,008


(P<0,01) (P<0,93)
Femenino (n=10) 51±28,4 50,5±28,1 45±24,3

MEDICACIÓN

0 (n=10) 32,7±29,4 32,3±28,9 30,1±26 18,77 2,517


(P<0,01) (P<0,052)
1 (n=10) 52±29 50,2±28,1 42,7±22,8

>1 (n=10) 56,4±24,6 52,3±22,4 49,8±21,5

DISCAPACIDAD

Leve (n=4) 55±30 50,5±27,5 46±24,5 21,28 1,59


(P<0,01) (P<0,22)
Moderada (n=14) 38±29,2 36,3±27,4 34,3±25,5

Severa (n=12) 54,8±27 53±26,2 46,7±22,4

COMPETENCIA
LABIAL

Si (n=18) 38,7±29,7 38±29 34,4±25,3 26,21 3,31


(P<0,01) (P<0,079)
No (n=12) 59,5±23,1 55,2±21,5 50,5±19,5

CLASE MOLAR 12,38 0,021


(P<0,01) (P<0,88)
I (n=25) 45,2±29,4 43,3±28 39,2±24,6

II (n=5) 55,8±25,9 53±24,1 49,2±22,3

REL.VERTICAL
ANTERIOR

Mordida normal 46,7±28,8 44,5±27,2 40,5±24,1 6,711 0,043


(n=27) (P<0,05) (P<0,838)

Mordida abierta 49,3±34,1 48,6±33,7 44±29,7


(n=3)

RESALTE

Normal (n=20) 39,1±29,9 37,5±28,4 34,5±25,4 26,723 3,23


(P<0,01) (P<0,083)
Aumentado (n=10) 62,9±18,9 59,8±17,9 53,5±15,8

Tabla 60. Variación de las puntuaciones de la Escala de Impacto del Babeo en función
del tiempo y determinadas variables.

120
6. DISCUSIÓN

121
6. DISCUSIÓN

Análisis de las características orales

El manejo de los pacientes con discapacidad psíquica adquiere cada vez más interés
por parte de los profesionales de la salud 135, 136.

Los niños con discapacidad psíquica son un grupo de riesgo al que hay que
proporcionar cuidados dentales desde edades tempranas, siendo de gran importancia el
apoyo e interés de los padres hacia la salud oral de sus hijos. Es necesario dotarles de unas
medidas de salud pública específicas y adaptadas a sus condiciones. Estos pacientes
requieren el mismo tipo de tratamientos que la población general, pero el equipo de
profesionales encargados, debe tener la experiencia y destreza adecuadas para llevar a
cabo estos procedimientos, a menudo diferentes y en ocasiones prácticamente imposibles
de realizar 137.

Los principales problemas de salud bucal en los niños con discapacidad psíquica
según diversos autores son la caries dental, la enfermedad periodontal y las
maloclusiones136, 138, 139.

Entre los factores que inciden en la aparición de estas enfermedades se encuentran el


bajo nivel de higiene oral, la dieta cariogénica y hábitos como la respiración bucal, el
bruxismo o la succión digital, siendo posible la modificación de algunos o la mayoría de
ellos mediante la prevención de la salud bucodental 10, 136, 138.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que dos tercios de estos


pacientes no reciben atención bucodental, otros únicamente reciben tratamientos
curativos, y sólo algunos se ven beneficiados con la prevención 138.

Es necesario que la educación comience desde la infancia, para desarrollar los hábitos
que permitan el mantenimiento de la salud del niño a través de toda su vida y que las
actividades educativas y preventivas se realicen de forma sistemática y periódica 138.

En los niños con deficiencias mentales resulta muy complicado conseguir una higiene
bucal adecuada, debido al pobre desarrollo cognitivo y a los trastornos psicomotores y
conductuales que presentan. Es importante resaltar las dificultades en el manejo del
comportamiento de las personas con necesidades especiales durante la atención

122
odontológica y la falta de cooperación durante el tratamiento. Un estudio realizado en
140
Ámsterdam por De Jongh , demostró que sólo el 10% de los niños se manifestaron

cooperativos o se mantuvieron pasivos durante el examen clínico 139. Por otro lado, existe
una falta de conocimiento y motivación por parte de los padres, que utilizan la mayoría
de veces una técnica de cepillado que no elimina de forma efectiva la placa bacteriana, lo
que aumenta el riesgo de caries y enfermedad periodontal. Resulta importante cambiar
estos patrones de conducta a través de la educación para la salud, dirigida a los niños, a
sus padres o a las personas vinculadas con ellos 136, 138.

Las dietas cariogénicas son muy comunes en los niños con discapacidad psíquica, ya
que reciben alimentos entre comidas, muchos de ellos carbohidratos refinados, para
11, 136
controlar o frenar su comportamiento . Según Tuija 141 y Sáez y cols.10, ésta es la
razón por la que los niños institucionalizados presentan más caries que los que viven en
sus casas.

La incidencia de caries en pacientes con discapacidad psíquica es similar a la de la


población general, aunque el tamaño de éstas suele ser muy superior, debido a la escasa
atención odontológica que reciben y a la mala higiene oral 10, 11, 139. Estos datos coinciden
con nuestro estudio, donde se encontraron porcentajes de caries similares en el grupo de
niños con discapacidad psíquica (36,7%) y en el grupo control (31,8%). Este hecho puede
estar relacionado con el nivel socio económico, la escolaridad o el conocimiento de los
familiares de los niños discapacitados con respecto a las medidas preventivas139. Otros
estudios, como vemos a continuación, hablan de porcentajes de caries en la población de
niños con discapacidad más elevados que el obtenido en nuestra muestra, posiblemente
porque exploraron a un mayor número de sujetos. En el estudio descriptivo observacional
realizado por Muñoz y cols. 136, en 2005 en Camagüey, cuya muestra estuvo constituida
por 82 niños con retraso mental ligero, encontraron que la caries dental afectó al 81%.
142
Escribano y cols. , en 2007, evaluaron 108 pacientes con discapacidad mental,

encontrando caries en el 86%. Otro estudio de Sáez y cols.10, señala un porcentaje de

caries del 75,6% en una muestra de 45 niños con PC. Morales y cols.143, en 30 pacientes

con PC, encontraron caries en el 60% de la muestra y Giménez Prats 11 señaló que en una
muestra de 103 pacientes con PC, el 77,1% presentó caries. Estos autores realizaron
estudios epidemiológicos de salud oral en pacientes con discapacidad psíquica, pero no

123
compararon la incidencia con respecto a un grupo control sano. Otros estudios realizados
en sujetos con SD y TEA, muestran resultados contradictorios, puesto que algunos
afirman que su incidencia de caries es menor con respecto a la población normal, debido
a una dieta más baja en carbohidratos y azúcares, y otros hablan de incidencias similares
o superiores 7, 61.

También debemos de tener en cuenta que la salud oral de las personas discapacitadas
se ve afectada por los medicamentos que toman, que pueden causar efectos secundarios,
como hiperplasia gingival o aumento del riesgo de caries dental, por el alto contenido en
azúcares 139.

En cuanto a los problemas de oclusión, constituyen un dilema importante en esta


población, que los lleva a tener una baja autoestima. Por esta razón, debe realizarse un
diagnóstico y tratamiento precoz para conseguir un mejor estado facial y bucal y por lo
tanto, una mayor aceptación social para ellos 136, 138.

Algunos autores coinciden en que la prevalencia de las maloclusiones es mayor en los


individuos con discapacidad que en la población normal 11, 135, 136. Esto puede ser debido
a la adaptación postural craneocervical, que se produce en respuesta a la necesidad de
mantener el suficiente espacio nasofaríngeo para el desarrollo de las funciones
estomatológicas básicas, como la respiración, la deglución y la fonoarticulación143.

Entre los trastornos que se observan con mayor frecuencia se encuentran la protrusión
de los dientes anterosuperiores (por la posición adelantada de la lengua), paladar pequeño,
sobremordida alterada, mordida abierta y cruzada unilateral y tendencia hacia la relación
molar clase II; existiendo una directa relación entre las actividades musculares anormales
de la cabeza y cuello, las fuerzas intraorales, la posición de la lengua, la respiración bucal
y la deglución atípica 143.

Otro aspecto funcional, el cierre labial, se ve profundamente alterado en los pacientes


con discapacidad psíquica, señalándose en algunos estudios incidencias de hasta el 73,2%
144, 145
de incompetencia labial . En nuestro estudio, la incompetencia labial se dio en el
40% de los sujetos. Aunque no hubo diferencias estadísticamente significativas con el
grupo control, sí que se encontró una mayor tendencia en los sujetos con discapacidad
psíquica.

124
Según varios autores 135, 138, la prevalencia de clase I en los niños con retraso mental
suele ser menor, mientras que la clase II y III es mayor con respecto a los niños normales.
En nuestra investigación, encontramos diferencias estadísticamente significativas en
cuanto a la clase molar entre ambos grupos (p<0,01), con una tendencia a la clase II en
los niños con discapacidad, datos que coinciden con los resultados de otros estudios
realizados en niños con PC 143, 145. Sin embargo, hay autores que relatan que en niños con
SD, hay mayor frecuencia de clase III molar, ya que la lengua, por su mayor tamaño y
protrusión, contribuye a que la mandíbula vaya hacia adelante 61, no obstante, en nuestro
estudio ningún sujeto presentó clase III molar.

En cuanto al resalte, pese a que en nuestro trabajo se observó que estaba aumentado
en el 33,3% de los sujetos del grupo de estudio, no se encontraron diferencias
estadísticamente significativas con el grupo control.

En los niños con discapacidad psíquica es más frecuente la mordida abierta


anterior135, 138, normalmente debido al escaso desarrollo de los maxilares, que favorece
que la lengua, aunque tenga un tamaño normal, se interponga entre ellos, incrementándose
así la mordida abierta. En nuestro estudio, encontramos diferencias estadísticamente
significativas en cuanto a la relación vertical anterior con el grupo control (p<0,01). En
ambos grupos predominaba la mordida normal, pero en el grupo con discapacidad los
sujetos tendían hacia una mordida abierta, mientras que en el grupo control la
predisposición era a la sobremordida. En otros estudios encontraron también una elevada
incidencia de mordida abierta anterior, tanto en sujetos con PC 143, 144, como en niños con

SD 61 y TEA 7.

Al evaluar la relación de las arcadas en sentido transversal, no encontramos


diferencias significativas entre el grupo de estudio y el grupo control, ya que en ambos
prevalecía una relación de normalidad.

Son pocos los estudios que evalúan la presencia de lesiones mucosas o cutáneas, intra
o extrabucales, en pacientes con discapacidad psíquica, normalmente asociadas a
autoagresiones o debidas a irritaciones, abrasiones o infecciones consecuencia del babeo.
Entre ellos, Morales y cols.143, determinaron que el 23,33% de los pacientes de su estudio
mostraban lesiones intra y extrabucales asociadas a autoagresiones, que observaron
durante el examen clínico y fueron corroboradas con una encuesta previa realizada a los

125
padres y cuidadores de los niños. Contrastando con las cifras planteadas por autores como
Schroeder y cols.146, quienes afirman que los porcentajes de pacientes discapacitados que
presentan autolesiones se encuentran entre el 5% y el 17%. Estas conductas se asocian
directamente al retraso mental, a las alteraciones neurobioquímicas, biológicas o
psicológicas, que suelen tener estos pacientes. En nuestro estudio solamente un sujeto
mostró lesiones orales en el momento de la exploración, debido al babeo.

En los individuos con discapacidad psíquica es común encontrar una mala higiene
oral con altos niveles de placa dental y gingivitis, cálculo en edades tempranas, halitosis
intensa y restos de alimentos en los dientes y la mucosa142. En nuestro trabajo,
observamos que un 30% de los sujetos con discapacidad psíquica tenían placa bacteriana,
un porcentaje similar al observado en el grupo control, mientras que en otros estudios
como el de Rueda y cols.138, este porcentaje se elevaba al 78% de los sujetos.

Tan sólo un 13,3% de nuestra muestra de pacientes con discapacidad presentaron


cálculo sobre las superficies dentales, en contraste con Sáez y cols.10, que lo observaron
en el 85% de los sujetos de estudio. Al comparar la incidencia en los pacientes con
discapacidad y en el grupo control, observamos que este último obtuvo mayores
porcentajes con diferencias estadísticamente significativas (p<0,01).

La inflamación gingival se desarrolla en edades muy tempranas, de manera más


extensa y rápida en los niños con discapacidad que en niños normales, aumentando su
135, 136
severidad con la edad y el grado de retraso mental . En nuestro estudio, el 33,3%
de los sujetos con discapacidad presentaron gingivitis en el momento de la exploración,
mientras que otras publicaciones hablan de porcentajes superiores 10, 138.

Para prevenir la aparición de patología bucodental en estos colectivos, es necesaria la


realización de un plan de salud bucodental completo e integrado en todos sus niveles. Es
indispensable la atención primaria odontológica, así como la atención especializada tanto
en el ámbito ambulatorio, como hospitalario 147.

En relación a los hábitos de higiene bucal del grupo control, se encontró que menos
del 10% dijeron que se cepillaban los dientes tres veces al día. Lo que indica que solo este
porcentaje de escolares estaría siguiendo las recomendaciones de los dentistas y medios
de comunicación de que el cepillado debe realizarse tres veces al día o después de cada

126
comida. La mayor parte de los niños contestó que se cepillaban los dientes una o dos
veces al día (77,3%) y un pequeño porcentaje informó que se cepillaba los dientes
ocasionalmente (13,6%).

A lo anterior sumamos que la mayoría tampoco usaban la seda dental (59,1%), y sin
embargo, un 50% realizaban enjuagues con colutorios ocasionalmente o una vez al día.

Estos datos reflejan la necesidad de incrementar los programas de prevención de


enfermedades bucodentales en los niños, para que tengan mayor conciencia y estén
dotados de los conocimientos y las habilidades necesarias para conseguir la salud
bucodental.

Elementos traza

En la actualidad, se han realizado pocos estudios que utilicen la saliva como medio
diagnóstico para la caracterización de cambios en las concentraciones de elementos traza
en personas con discapacidad psíquica. En nuestro estudio, decidimos utilizar el análisis
salival, ya que es un método seguro, simple y no invasivo 148.

Se ha demostrado que existen cambios en la composición química de la saliva, que


varían de un sujeto a otro, y dentro del mismo sujeto. Hay muchos factores que influyen
en la calidad del flujo salival y en su composición, entre los que se encuentran: el comer,
el ritmo circadiano, el género, la edad, el clima, la ingestión de fármacos, drogas, factores
genéticos y el estado fisiológico. Así, en un estudio de Alghadir y cols.149, se observaron
mayores niveles de Cu y disminución de la concentración de Zn en sujetos que tenían
síntomas de depresión y realizaban poca actividad física. Y en presencia de estrés,
también se produce un aumento del Mn en saliva, según Sheibaninia 38, pudiendo influir

estos cambios en los dientes y tejidos de la mucosa oral 150.

Se ha demostrado que los bioelementos tienen un papel importante en el sistema


nervioso central y que cualquier exceso o deficiencia de un metal esencial puede dar lugar
a un desequilibrio 151, 152.

En nuestro estudio, encontramos determinados elementos con concentraciones


similares en el grupo de estudio y el grupo control, en concreto Ca, K, Mg, Na, Pb, P y S.

127
Resultados que coinciden con los de otro estudio en el que observaron resultados
semejantes de Ca, Mg y P en individuos con PC y un grupo sano21.Sin embargo,
distinguimos valores más elevados en los pacientes con discapacidad psíquica de Cr, Cu,
Fe, Mn, Ni, Rb y Zn, aunque sólo Fe y Mn con diferencias estadísticamente significativas
(p<0,01).

El Fe es el oligoelemento más abundante en el cuerpo humano y está contenido


en los alimentos en proporciones variables, así como en el agua, bien de origen natural, o
como resultado del empleo de compuestos de Fe en tratamientos de purificación o en
materiales de conducción. El Mn es un metal emitido al medio ambiente a través del tubo
de escape de los automóviles, ya que sustituye al Pb en las gasolinas, también se detecta
en cualquier tipo de alimento o bebida y su cantidad en el agua potable suele ser baja 153.

Las concentraciones de los elementos traza pueden variar en función del ambiente al
que estemos expuestos. En un estudio de Wang y cols.35, realizado en soldadores,
detectaron mayores niveles de Mn y menor concentración de Zn que en un grupo control,
siendo interesante, dado que la exposición al Mn y la EP están relacionadas desde hace
mucho tiempo y los síntomas, una vez instaurados, suelen ser progresivos e irreversibles.

El aumento de la concentración de Fe y Mn en saliva en los sujetos de nuestro estudio,


podría ser resultado de una mayor exposición a la contaminación ambiental, ya que
Cartagena, lugar donde se ubica el Centro de Educación Especial Primitiva López, es
una zona muy industrializada. Aunque esta hipótesis abre una línea de investigación
futura, puesto que no fue objetivo de nuestro trabajo.

En contraste con nuestro estudio, Kalra y cols.154, encontraron niveles séricos de Fe,
Cu y Mg inferiores en niños con PC, al compararlos con un grupo sano, mientras que
Siqueira y cols.21, observaron una disminución significativa de Na y aumento de K en
individuos con PC, en relación con un grupo de población sana.

151
Marlaveni , estudió los niveles de determinados elementos traza en el cabello y
uñas de niños con TEA, encontrando mayores concentraciones de Cu, Pb y Hg que en
niños sanos, además de una disminución del Mg, Zn y Se. Cu también aumentaba en
función de la severidad del autismo, por lo que fue considerado como un indicador de
toxicidad en los niños con TEA. Se sabe que el Cu es un metal esencial para determinadas

128
funciones elementales del cuerpo, pero en exceso tiene efectos neurotóxicos como
irritabilidad, depresión, nerviosismo y trastornos de comportamiento y aprendizaje, y
puede afectar a la mente, moderada o severamente, en función del grado de toxicidad y
susceptibilidad del individuo.

Con lo que respecta a la caries dental, ésta afecta a una gran proporción de la
población mundial, constituyendo la saliva el principal sistema de defensa en el medio
oral. Por eso resulta importante asociar posibles cambios en las concentraciones de
elementos traza con el inicio y desarrollo de la caries 43.

La mayoría de elementos que se presentaron similares en ambos grupos, siguieron


siendo similares en ausencia de caries. Encontramos concentraciones más elevadas de Cu,
Cr, Fe, Mn y Ni en los sujetos con discapacidad, con un valor de p<0,05. Fe y Mn ya
estaban significativamente más elevados en el grupo de estudio. Es posible que Cu, Cr y
Ni tengan alguna vinculación con la caries dental o la discapacidad.

Cuando analizamos los elementos en los sujetos con caries de ambos grupos,
observamos que los niveles de Cr, Fe, Mn, Ni, Rb y Zn eran mucho mayores en el grupo
tratamiento, y en el grupo control el nivel de Cu y Pb era más elevado, pero sin diferencias
estadísticamente significativas (p>0,05). El aumento de Cu y Pb puede estar relacionado
con la caries dental, como indicaron Zhair y cols37.

Otras investigaciones también observaron un aumento significativo de Cu en grupos


43 - 45
de sujetos sanos con caries dental . Aunque se desconoce el mecanismo de
interrelación del Cu en saliva y la caries, una posible explicación sería que la rotura de
43, 45
los cristales de hidroxiapatita del esmalte liberaría los iones Cu en la saliva . La
disminución de otros elementos como Ca y el Zn ha sido asociada a la caries y parece que
juegan un papel protector, de modo que su aumento en la dieta podría mejorar el estado
de salud bucodental 155. En contraposición, Bhandary y cols. 156, encontraron en sujetos
con caries niveles inferiores de Cu y Zn.

157
El Zn está presente en la placa, la saliva y los dientes, de forma natural . Está
implicado en la remineralización. Una dieta deficiente en Zn se relacionó con el aumento
43
de la incidencia de caries en ratas . Estos resultados difieren de los encontrados por

Hussein y cols.44, que observaron niveles de Zn más elevados en sujetos con caries que

129
en aquellos libres de caries, con diferencias significativas. Además en este estudio no
observaron ningún vínculo entre el Mn, el Fe y la caries. En nuestro estudio también hubo
un aumento del Zn en presencia de caries en ambos grupos, pero sin diferencias
significativas.

En ausencia de lesiones orales, observamos las mismas diferencias significativas que


obteníamos al comparar las concentraciones de elementos traza entre el grupo de estudio
y el grupo control, sin analizarlos con ninguna variable, es decir, entre el Fe y Mn
(p<0,05).

Es importante el análisis de la saliva en pacientes con patologías orales, ya que podría


ser posible identificar marcadores que puedan ayudar a su diagnóstico. Sin embargo, los
resultados de diversos estudios acerca de las concentraciones de elementos traza en saliva
en pacientes con patologías orales no son concluyentes. Así, en un estudio de Dziewulska
y cols.158, encontraron niveles más elevados de Na, Ca y Mg en pacientes con cáncer en
el suelo de la boca, que en un grupo control, y además el Na y Ca eran más elevados aun
cuando se trataba de un carcinoma epidermoide. El aumento de Mg fue igualmente
observado por Grǎdinaru y cols.41, en pacientes con tumores malignos de parótida.
También hay documentado un aumento de los niveles salivales de Cu en pacientes con
leucoplasia oral 159, coincidiendo con otro estudio40 en el que se relaciona la leucoplasia,
la fibrosis submucosa y el carcinoma epidermoide oral con el aumento significativo de
Cu y la disminución de Zn. Además observaron en los casos de fibrosis submucosa oral
una reducción del Fe. El Cu y Zn tienen un papel anticancerígeno en el sistema de defensa
del cuerpo humano.

En cuanto a la placa bacteriana, vimos que en los sujetos con buena higiene oral, los
valores de Ca, Cu, Cr, Fe, Na, Mn, Ni, Pb, Rb y Zn eran también más elevados en el grupo
de estudio. Aunque las diferencias con el grupo control sólo fueron estadísticamente
significativas en Cu, Fe, Mn y Na (p<0,05).

En presencia de placa bacteriana, se mantuvieron más elevadas las concentraciones


de Cr, Fe, Mn y Rb en el grupo de estudio y de Cu, Pb, Na, y Zn en el grupo control. Las
diferencias fueron estadísticamente significativas para Cr, que fue mayor en el grupo de
estudio y Pb, que obtuvo niveles más altos en el grupo control (p<0,05)

130
El papel del Na y el K en relación con la caries y la placa dental no está bien
fundamentado. Sin embargo, junto con el K, el Na influye en la regulación del flujo
salival, por lo tanto, su concentración en la saliva puede estar asociada con la experiencia
de caries y la presencia de placa bacteriana, ya que la saliva ayuda a la limpieza de las
superficies dentales. En el estudio de Dharmadhikari y cols.155, relacionaron niveles más
bajos de Na en niños con SD que en la población normal, lo que puede estar asociado a
una alteración del metabolismo del conducto o de las células acinares de las glándulas
salivales de los niños con SD. A su vez, en el grupo con SD, el Mg (que inhibe la
remineralización) fue más elevado en los niños institucionalizados y el Ca, K, P y Zn en
los no institucionalizados.

El Ca, P y Mg están presentes en la composición de la placa dental y el cálculo, al


igual que el Na y Zn, que se encuentran en menor cantidad. Niveles altos de Ca, K y P se
vinculan con menos caries y mejor higiene oral, ya que previenen la disolución del
esmalte por el ataque ácido 155.

En ausencia de depósitos duros, seguían siendo más elevados los valores de Ca, Cu,
Cr, Fe, Mn, Na, Ni, Pb, Rb y Zn en el grupo de estudio. Sólo hubo diferencias
significativas en los valores de Cu, Fe, Mn y Na (p<0,05), exactamente lo mismo que
ocurrió en ausencia de depósitos blandos.

En presencia de depósitos duros vemos que el Cr, Fe, Mn, Ni y Rb están con unos
valores más elevados en el grupo tratamiento mientras que el Ca, Cu, Na, Pb y Zn lo están
en el grupo control. No hubo diferencias entre ambos grupos. (p>0,05)

Tanto en el grupo de estudio como en el grupo control observamos ciertos niveles de


Pb. Este metal no tiene ningún papel en la fisiología humana, por lo que su concentración
ideal debería ser cero 160. La presencia de plomo en saliva tiene relación con la exposición
reciente a este metal y es resultado de la contaminación ambiental. Algunas de las fuentes
de emisión y exposición a este elemento son: combustibles; restos de pinturas, cañerías
de agua cuyas tuberías o tanques incluyen plomo en su constitución, baterías, juguetes,
artículos escolares, lacas, tintas, imprentas y diversas actividades industriales. La
exposición a este metal puede ocasionar alteraciones como anemia microlítica, cólico
saturnino, y alteraciones tanto en el Sistema Nervioso Periférico como en el Sistema
Nervioso Central 148.

131
Debemos considerar las limitaciones de nuestro estudio y aspectos a mejorar, como
el control de otros factores locales que puedan influir en las concentraciones de elementos
traza, por ejemplo la contaminación no intencional. Aunque en nuestro estudio se tuvieron
determinadas consideraciones generales, como que los sujetos no tomaran alimentos ni
bebidas, ni masticaran chicle durante los 30 minutos previos a la obtención de las
muestras.

Vendaje neuromuscular (VNM)

Hay muchos enfoques en cuanto al tratamiento de la sialorrea. Un método utilizado


recientemente es el VNM, aunque son pocos los estudios que encontramos en la literatura
acerca de su uso como tratamiento de la sialorrea y otras disfunciones orofaciales en
pacientes con discapacidad y necesidades educativas especiales. La mayor parte de ellos
se ubican en la última década, por lo que también son escasos 22, 116, 123.

Inicialmente, el VNM fue creado para el tratamiento de lesiones ortopédicas derivadas


122, 123
del deporte . Por ejemplo, en un estudio de Bicici y cols.119, observaron que la
aplicación del VNM en jugadores de baloncesto con esguince de tobillo crónico, mejoraba
su rendimiento funcional en algunas pruebas.

A diferencia de los vendajes tradicionales, tiene efectos sobre cinco sistemas


fisiológicos: piel, fascia, músculo, articulaciones y sistema circulatorio/linfático. Y entre
los tratamientos para los que ha sido utilizado se encuentran el linfedema posmastectomía,
la atención pediátrica, hemiplejia, la mejora del rango de movimiento de la cadera, el
dolor lumbar crónico, el dolor miofascial del hombro y en desórdenes temporo-
mandibulares 117, 161.

En niños con discapacidad psíquica, su uso no es muy frecuente, está enfocado a


mejorar la función locomotora y parece tener resultados satisfactorios. Suele aplicarse
sobre todo en los miembros superiores del cuerpo, donde se ha observado una mejoría en
el control y las funciones de las extremidades 162. También encontramos estudios sobre
163
su efecto beneficioso en las extremidades inferiores . Kara y cols.118, en un estudio
realizado a 30 niños con PC unilateral espástica, interpretaron que el VNM resulta
prometedor en el aumento de la retroalimentación propioceptiva y la mejora de la

132
condición física, la función motora gruesa y las actividades de la vida diaria de estos
niños. Tamburella y cols.164, además, concluyeron que el VNM producía una reducción
de la espasticidad y el dolor, y una mejora del equilibrio y la marcha en sujetos con lesión
crónica de la médula espinal.

Entre las ventajas del VNM encontramos que, aunque tiene ciertas contraindicaciones
que tienen que ver con la hipersensibilidad a los componentes de la tira, no posee efectos
secundarios, a diferencia de otros métodos empleados para el tratamiento de la sialorrea,
como por ejemplo, los fármacos 116.

De Ru114 concluyó, después de intentar cuatro aplicaciones diferentes de VNM debajo


de la barbilla en varios pacientes, sin obtener variaciones en los resultados, que la forma
de aplicación más sencilla fue la que elegimos para nuestro estudio, es decir, en la región
de la musculatura supra hioidea, en coincidencia con el resto de estudios, que la aplican
en la misma localización para aumentar el movimiento de la deglución22, 115, 116, 122, 123,
165
.

Existe variabilidad en cuanto a las dimensiones de la tira utilizada en los estudios. En


el nuestro, al igual que en el estudio de López y cols.22, la tira midió 5cm x 1,6cm. Sin
116, 122 165
embargo, otros autores emplean tiras de 5cm x 2,5 cm , o de 4cm x 2cm . El
objetivo de utilizar un menor tamaño en nuestro estudio fue buscar aplicaciones lo más
discretas posibles, que consiguieran resultados efectivos.

Tampoco existe un consenso sobre el tiempo de aplicación del VNM. En nuestro


estudio decidimos que los participantes deberían llevarlo durante tres días consecutivos y
al cuarto descansar, de forma similar al estudio de Oliveira Ribeiro y cols. 123, con la
diferencia de que nuestro estudio tuvo una duración de 3 meses. Con la retirada del
vendaje durante un día pretendíamos que la piel se recuperara para poder hacer
116
aplicaciones durante un periodo de tiempo más largo. Nieves Estrada , en cambio,
colocó la tira durante 30 días consecutivos el primer mes y 2 veces por semana durante el
segundo y el tercer mes. Los 2 sujetos del estudio de González Sánchez y cols. 165,
recibieron la aplicación del vendaje diariamente durante un año. Y en el de Caneschi y
cols.122, durante dos días seguidos, con un total de 30 días de aplicación. En estos casos,

133
la colocación de la tira se realizaba por la mañana y su retirada por la noche, ya que la
duración de una tira de VNM fijada a la piel, varía entre 3 y 5 días 117.

Además, la propiedad de resistir al agua permite que el paciente pueda permanecer


con el vendaje durante el aseo personal, de tal forma que no se interrumpe el efecto
durante las actividades de la vida diaria.

Existe dificultad a la hora de valorar la sialorrea, ya que no hay ningún dispositivo


que se utilice para tal fin. Los métodos objetivos resultan demasiado lentos, complejos y
a veces impracticables, además no cuantifican la incomodidad relacionada con la
sialorrea134, por lo que en nuestro estudio intentamos cuantificar la efectividad del
tratamiento de la sialorrea mediante el VNM a través de tres escalas validadas: Escala
Clínica de Sialorrea (SCS-PD), Escala de Sialorrea Posicional (Drooling Rating Scale) y
76, 134, 166
Escala de Impacto del Babeo (Drooling Impact Scale) . Descartamos la
utilización de métodos cuantitativos dada la falta de cooperación y los problemas
conductuales de los sujetos, y a que aunque la muestra al completo presentaba sialorrea,
no todos llevaban babero.

Los padres rellenaron los cuestionarios antes de la aplicación del VNM (T0), a los 30
días de vendaje (T1) y a los 3 meses (T3).

Los estudios relatan que el VNM produce un aumento de la propiocepción local y


fortalece los músculos débiles al promover la estimulación cutánea para aumentar la
contracción muscular 123. En nuestro estudio pudimos observar tales hechos, ya que hubo
una reducción significativa de la sialorrea en todos los Test analizados.

En la Escala Clínica de Sialorrea (Test 1), observamos que la puntuación total de


sialorrea disminuyó de 11,13±7,5 al inicio del tratamiento a 8,38±5,72 en el tercer mes.
Teniendo en cuenta que en el tercer mes se perdieron los datos de un sujeto. Se produjo
una reducción media de 2,5±2,3 puntos (p<0,001).

En la Escala de Sialorrea Posicional (Test 2), la reducción media de la sialorrea desde


el inicio hasta el tercer mes fue de 4,5±3,2 puntos. Pasando de 10,23±4,91 al inicio del
tratamiento, a 5,67 ± 3,79. Obtuvimos diferencias estadísticamente significativas
(p<0,001).

134
En la Escala de Impacto del babeo la reducción desde el inicio al tercer mes fue de
6,1±7,2 puntos. Obtuvimos una puntuación de 47,03 ± 28,79 al inicio del tratamiento, y
se redujo a 40,87 ± 24,18 al tercer mes, observando diferencias estadísticamente
significativas (p<0,01).

Nuestros resultados coinciden con los estudios previos existentes, que también
experimentaron mejoras significativas en los métodos que utilizaron en la valoración de
114
la sialorrea. Así, en el estudio realizado por De Ru en el año 2009, se observó una
mejora de la salivación tras 4 semanas de vendaje (como sucedió en nuestros Test 2 y 3)
en una paciente de 4 años con síndrome de Rett. En otro estudio similar 22 realizado en
niños con necesidades educativas especiales, también obtuvieron una mejora en el control
de la deglución de la saliva, observando cambios desde el primer mes de tratamiento. En
un estudio realizado en México116, en el que se compara la eficacia de la
electroestimulación frente al VNM en el tratamiento de la sialorrea en pacientes con PC
leve y moderada, consiguieron una disminución de la frecuencia y severidad de la
sialorrea con ambos tratamientos, sin encontrar diferencias estadísticamente
significativas entre ellos. Oliveira Ribeiro y cols.123, verificaron que hubo una reducción
estadísticamente significativa en los parámetros utilizados para la evaluación de la
sialorrea, es decir, el número de baberos usados al día y la puntuación en la escala de
frecuencia y severidad, en los niños con PC que participaron en su estudio. Por último,
en el estudio de Caneschi y cols.122, realizado en 11 niños con discapacidades similares a
las de los sujetos de nuestro estudio (retraso global del desarrollo, retraso del desarrollo
neuropsicomotor, PC, hidrocefalia, malformaciones congénitas y encefalopatía), se
informó de una reducción de la sialorrea a los 30 días de tratamiento, que no se mantuvo
en el tiempo al retirar la aplicación del VNM.

En contraste con todos los resultados anteriores, González Sánchez y cols.165, no


obtuvieron ninguna mejoría de la sialorrea en un paciente que formó parte de su estudio
y que presentaba TEA, con el uso del VNM. Tal vez porque en los anteriores estudios los
sujetos tenían otras patologías diferentes, o por la necesidad de hacer investigaciones en
una muestra mayor de sujetos con TEA.

Realizamos también un análisis comparativo entre los resultados obtenidos por los
sujetos en las diferentes escalas debidos al tiempo exposición al tratamiento y las posibles

135
variables que creímos que podrían influir en el aumento de la sialorrea, como el género,
la medicación, el grado de discapacidad, la clase molar, la competencia labial, la relación
vertical anterior y el resalte.

Solamente observamos que los sujetos con incompetencia labial obtuvieron valores
mayores de sialorrea en el Test 1, con diferencias estadísticamente significativas
(p<0,05). Y en el Test 3, los sujetos que tomaban uno o más de un fármaco tenían
tendencia a obtener puntuaciones mayores de sialorrea (p<0,06), al igual que aquellos con
incompetencia labial (p<0,08), o un resalte aumentado (p<0,09). Pero no hubo diferencias
estadísticamente significativas. En relación a los fármacos, había sujetos que tomaban
Rivotril® (Clonazepan), un medicamento ansiolítico que puede tener como efecto
167
adverso hipersecreción salival . En cuanto a la incompetencia labial, son varios los

estudios que la relacionan con la sialorrea 144, 7.

El Test 2 no se vio afectado por ninguna de las variables anteriores.

Respecto a la gravedad de la discapacidad psíquica, el hecho de que fuera leve,


moderada o severa, no tuvo efectos significativos en la sialorrea, así como tampoco
influyó el género del sujeto, ni la clase molar. No hay artículos en la literatura que
relacionen el grado de discapacidad con la sialorrea, pero tanto Oliveira Ribeiro y cols.123,

como López y cols.22, coinciden en que no hay datos que establezcan una relación de
mejoría de la sialorrea en función de las diferentes patologías o los diferentes tipos de PC.

Una de las debilidades de nuestro trabajo fue que los datos presentados se refieren
sólo al periodo de aplicación del VNM. No se realizó un seguimiento después de los 3
meses de tratamiento, por lo que no podemos afirmar que los resultados se mantienen
después de retirar el vendaje. Aunque en el estudio de Caneschi y cols.122, que fueron los
primeros en realizar un seguimiento antes, durante y después del tratamiento, observaron
que pasados tres meses de la retirada del VNM, no se mantuvieron sus beneficios.

Tampoco incluimos en este estudio un grupo control placebo, ya que a todos los
sujetos se les aplicó el VNM.

Y no incluir variables que pueden influir en la sialorrea como el control de la posición


del cuello y el proceso de deglución propiamente, son aspectos del estudio a mejorar en
futuras investigaciones.

136
Aunque sus mecanismos de actuación aún no son bien conocidos, se cree que el VNM
actúa sobre la función neuromuscular, a través de la estimulación de mecanorreceptores.
Nuestros hallazgos apoyan el uso del VNM como alternativa para el manejo de la
sialorrea, ya que es un método simple, poco traumático y económico.

Es por ello que se hace necesario llevar a cabo una investigación cuantitativa y
cualitativamente mayor de esta técnica.

Hay que resaltar la importancia de realizar nuevos trabajos que investiguen sobre la
eficacia del VNM como tratamiento rehabilitador de la sialorrea en la población
pediátrica y neurológica, así como el seguimiento después de un periodo continuo de
utilización.

137
7. CONCLUSIONES

138
7. CONCLUSIONES

Primera

Las necesidades de atención bucodental son semejantes en los sujetos con


discapacidad psíquica y en el grupo control. La prevalencia de caries es similar en ambos
grupos.

Segunda

Los factores oclusales en el grupo de estudio son diferentes en cuanto a la clase molar
y la relación vertical anterior, con respecto al grupo control.

Tercera

El nivel de higiene dental (medido mediante el Índice de Greene y Vermillion


simplificado) de los sujetos con discapacidad psíquica y el grupo control es equivalente.

Cuarta

Las concentraciones de Ca, K, Mg, Na, Pb, P y S en saliva, son similares en los
pacientes con discapacidad psíquica y el grupo control. Los valores de Cu, Fe, Mn y Na
se presentan significativamente más elevados en los sujetos con discapacidad psíquica
que en el grupo control, en condiciones de buena higiene oral, es decir, en ausencia de
placa bacteriana y cálculo dental.

Quinta

El tratamiento rehabilitador de la sialorrea mediante la aplicación del VNM en la


región supra hioidea proporciona una mejoría clínica de la misma.

139
8. BIBLIOGRAFÍA

140
8. BIBLIOGRAFÍA

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161. Coskun Benlidayi I, Salimov F, Kurkcu M, Guzel R. Kinesio Taping for


temporomandibular disorders: Single-blind, randomized, controlled trial of effectiveness.
J Back Musculoskelet Rehabil. 2016;29(2):373–80.

162. Yasukawa A, Patel P, Sisung C. Pilot study: investigating the effects of Kinesio
Taping in an acute pediatric rehabilitation setting. Am J Occup Ther. 2006;60(1):104–10.

163. Iosa M, Morelli D, Nanni MV, Veredice C, Marro T, Medici A, et al. Functional
taping: A promising technique for children with cerebral palsy. Dev Med Child Neurol.
2010;52(6):587–9.

164. Tamburella F, Scivoletto G, Molinari M. Somatosensory inputs by application of


KinesioTaping: effects on spasticity, balance, and gait in chronic spinal cord injury. Front
Hum Neurosci. 2014;8:367.

165. González-Sánchez B, Rodríguez-Mansilla J, de-Toro-García Á, González-López-


Arza MV. Eficacia del vendaje neuromuscular en el tratamiento de la sialorrea en
pacientes con trastorno del espectro autista. Rev Logop Foniatría y Audiol.
2015;35(3):143–6.

166. Srivanitchapoom, P, Pandey, S, and Hallett, M. Drooling in Parkinson's disease: a


review. Parkinsonism Relat Disord. 2014; 20: 1109–1118.

155
167. Castellanos Suárez JL, Díaz Guzmán LM, Lee Gómez EA. Medicina en odontología.
Manejo dental de pacientes con enfermedades sistémicas. Tercera ed. México, D.F:
Manual Moderno; 2014.

156
9. ANEXOS

157
9. ANEXOS

ANEXO I

158
ANEXO II

HOJA DE INFORMACIÓN Y CONSENTIMIENTO INFORMADO GRUPO DE


ESTUDIO

A/A Padres y Madres de los alumnos del Centro de Educación Especial “Primitiva
López”:

La Unidad de Medicina Oral, de la Clínica Odontológica Universitaria de la Universidad


de Murcia, ha solicitado formalmente a la Consejería de Educación de la Región de
Murcia, al equipo directivo del Colegio Primitiva López y a la AMPA una autorización
para llevar a cabo un estudio observacional sobre el babeo, en los niños escolarizados en
dicho centro.

Una de las mayores incomodidades, personales y sociales, tanto para el niño como para
los padres y cuidadores, es el denominado drooling, es decir, la excesiva salivación o
babeo que padecen muchos de ellos. En la Unidad Departamental de Medicina Oral,
pretendemos estudiar las posibles variables que puedan influir en la aparición de este
babeo, es decir, hacer un profundo análisis de los factores desencadenantes o
predisponentes, para poder en un futuro incidir sobre ellos con el objetivo de
proporcionarles una mejora en la calidad de vida del niño.

Para ello se ha establecido un protocolo escrito con una serie de ítems en donde serán
anotados el sexo, la edad, y el diagnóstico del niño, así como la medicación que toma
habitualmente. Para cumplir la ley de protección de datos, así como proteger los derechos
del menor, en ningún momento se anotará ni el nombre ni ningún dato que pueda
identificar al alumno.

Se preguntará que si su niño no babea ¿para qué debe ser incluido en el estudio?; la
respuesta es que para poder saber qué es lo que tienen los niños que les hace babear, debe
ser comparado con otros que no babean, de esta manera podremos obtener resultados más
exactos, para luego poder establecer diferencias, y en un futuro, estudiar medidas y

159
tratamientos más efectivos que los actualmente existentes encaminados a eliminar ese
problema.

El estudio no es nada invasivo, sólo observacional, en donde tan sólo es necesario un


pequeño espejo de plástico, guantes, bastoncillos de algodón y un tubo para muestras de
saliva, si fuera necesario.

Se procederá a una exploración de la boca y de los dientes, anotando desde las caries que
tienen hasta las lesiones que puedan presentar en mejilla labios, lengua, etc…así como un
análisis de la saliva, tanto de la cantidad producida como de su composición química.

Además, la Unidad de Medicina Oral, como nuestra de su agradecimiento a aquellos


alumnos/as que hayan participado, les proporcionará un informe con el estado bucodental
que presenta el alumno en ese momento, y las necesidades de tratamiento que requiere,
para poder acudir a su dentista de referencia, así como un pequeño obsequio (estuche con
un cepillo y pasta de dientes).

Esto supone que la Directora de dicho estudio, la Dra. Pía López Jornet (Profesora Titular
de Medicina Oral de la Facultad de Medicina), así como el Dr. Juan Antonio Ruiz Roca
(Profesor Asociado de la Facultad de Medicina), acudirán al centro a realizar la
exploración en un horario no lectivo, que no interfiera con las actividades programadas
para los alumnos ese día. Sólo necesitamos que en el momento del estudio, el alumno
tenga cepillados los dientes, para eliminar detritus que puedan interferir con la objetividad
de los datos, no introduciendo sesgos en el mismo.

Si lo cree conveniente el centro, y sin pretender nosotros alterar su normal


funcionamiento, a los padres que autoricen la participación de su hijo/a en dicho estudio,
se les informará con anterioridad del día y la hora, y por supuesto estaríamos encantados
de contar con la presencia de aquellos que así lo deseen, siempre que tanto usted como
director, como la Consejería y la AMPA, den el visto bueno.

160
Les agradecemos de antemano tanto a los padres/madres de la AMPA como a la directiva
del Centro Primitiva López su disposición a participar en este estudio, colaborando así
con la Universidad y apostando por la investigación, reiterándole en todo momento que
no es nada cruento, sólo una simple exploración que, recogida en un buen protocolo,
puede ayudar en un futuro a mejorar la calidad de vida de muchos niños.

Les adjuntamos más abajo la autorización que, en caso de estar conformes, deben entregar
firmada.

………………………………………………………………………………………….

Don/Doña
___________________________________________________________como
padre/madre/tutor/a legal AUTORIZO al alumno/a
________________________________________________

a que participe en el estudio que lleva a cabo la Universidad de Murcia, cuyo objetivo es
determinar los factores predisponentes al babeo, y aquellos factores sobre los que se
puede incidir para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Ello conlleva la toma de
muestra de saliva, así como la realización de una exploración bucodental, simplemente
con un espejo y una sonda de exploración. Dicha participación se llevará a cabo el
día________ del mes de _________de 2014 en
horario________________________________

Murcia a de , de 20

Atentamente,

Dr. Juan Antonio Ruiz Roca

161
ANEXO III

HOJA DE INFORMACIÓN Y CONSENTIMIENTO INFORMADO GRUPO


CONTROL

A/A Padres y Madres de los alumnos del Colegio Santa María de la Paz:

La Unidad de Medicina Oral, de la Clínica Odontológica Universitaria de la


Universidad de Murcia, ha solicitado formalmente a la Consejería de Educación de la
Región de Murcia, al equipo directivo del Colegio Santa María de la Paz y a la AMPA
una autorización para llevar a cabo un estudio sobre el estado de salud bucodental de los
niños escolarizados en este centro.

Para ello se ha establecido un protocolo escrito con una serie de ítems en donde serán
anotados el sexo, la edad, la altura, el peso, enfermedades sistémicas relevantes, así
como la medicación que tomen habitualmente.

Para cumplir la ley de protección de datos, así como proteger los derechos del menor, en
ningún momento se anotará ni el nombre ni ningún dato que pueda identificar al
alumno.

El estudio no es nada invasivo, sólo observacional, en donde tan sólo es necesario un


pequeño espejo de plástico, guantes, bastoncillos de algodón y un tubo para muestras de
saliva.

Se procederá a una exploración de la boca y de los dientes, anotando desde las caries
que tienen hasta las lesiones que puedan presentar en mejilla, labios, lengua, etc…así
como un análisis de la saliva, tanto de la cantidad producida como de su composición
química.

162
Además, la Unidad de Medicina Oral, como nuestra de su agradecimiento a aquellos
alumnos/as que hayan participado, les proporcionará una charla preventiva, donde se les
explicará la importancia de la salud bucodental, las principales enfermedades
bucodentales y cómo llevar a cabo unos métodos de higiene correctos. También se
proporcionará al alumno un informe con el estado bucodental que presenta en ese
momento, y las necesidades de tratamiento que requiere, para poder acudir a su dentista
de referencia, así como un pequeño obsequio (estuche con un cepillo y pasta de dientes).

Esto supone que la Doctora responsable del estudio, la Dra. María Lorca Larrosa y la
Dra. Lucía Plazas Buendía, en calidad de colaboradora, acudirán al centro a realizar la
exploración.

Si lo cree conveniente el centro, a los padres que autoricen la participación de su hijo/a


en dicho estudio, se les informará con anterioridad del día y la hora, y por supuesto
estaríamos encantados de contar con la presencia de aquellos que así lo deseen, siempre
que tanto usted como director, como la Consejería y la AMPA, den el visto bueno.

Les agradecemos de antemano tanto a los padres/madres de la AMPA como a la


directiva del Colegio Santa María de la Paz su disposición a participar en este estudio,
colaborando así con la Universidad y apostando por la investigación, reiterándole en
todo momento que no es nada cruento, sólo una simple exploración que, recogida en un
buen protocolo, puede ayudar en un futuro a mejorar la calidad de vida de muchos
niños.

Les adjuntamos más abajo la autorización que, en caso de estar conformes, deben
entregar firmada.

163
………………………………………………………………………………………….

Don/Doña
___________________________________________________________como
padre/madre/tutor/a legal AUTORIZO al alumno/a
________________________________________________

a que participe en el estudio que lleva a cabo la Universidad de Murcia, cuyo objetivo
es determinar el estado de salud bucodental de los pacientes, y aquellos factores sobre
los que se puede incidir para mejorarlo. Ello conlleva la realización de una exploración
bucodental, simplemente con un espejo y una sonda de exploración, así como la toma
de una muestra de saliva. Dicha participación se llevará a cabo el día________ del mes
de _________de 2014 en horario________________________________

Murcia a de , de 20

Atentamente,

Dra. María Lorca Larrosa

164
ANEXO IV

CUADERNO DE RECOGIDA DE DATOS (CDR)

Código de protocolo

ESTUDIO DE SALIVACIÓN EN PACIENTES CON DISCAPACIDAD

CÓDIGO PACIENTE

INICIALES PACIENTE

Nombre:

Primer apellido:

Segundo apellido:

CÓDIGO PACIENTE

INICIALES PACIENTE

165
VISITA 1: BASAL

Fecha de la visita Basal: ……./……../……..

DATOS DEL PACIENTE

Edad: …….. Años Sexo: Masculino □

Femenino □

Fecha de nacimiento: ………/………/………

Nº de Historia clínica:

CRITERIOS DE INCLUSIÓN

Discapacidad

Consentimiento informado escrito antes de participar en el estudio SÍ NO Tutor

CRITERIOS EXCLUSIÓN

No firmar el consentimiento informado SÍ NO

CONSENTIMIENTO INFORMADO

¿Ha leído el paciente la hoja de “Información al paciente” y ha dado su


consentimiento por escrito para participar en el estudio? SÍ NO

El paciente ha recibido la hoja de información general

Con fecha ……/……../……..

166
CODIGO PACIENTE

INICIALES PACIENTE

Enfermedades sistémicas:

Diagnóstico. Parálisis cerebral Otros: ___________________

Ataxia Rigidez Tremor Hemiplejia Epilepsia Autismo

Movilidad: Independiente con ayuda No deambula

Comunicación (Hablar): □si habla □ dificultad □no habla □ agresivo

Problema intelectual: Ninguno Medio Moderado Severo

Comer: No hay dificultades Dificultad con los alimentos duros

Los alimentos deben estar puré Total o parcialmente alimentado por tubo

Tiempo de evolución:

Tratamiento: Toxina Botulínica Cirugía glándula Med.


Anticolinérgica

Otras terapias: Miofuncionales Taller pre-alimentación Baba-Stop

Observaciones:

Talla: Peso: IMC:

Perímetro abdominal: Tensión arterial:

167
SIALOMETRIA BASAL EN 5 MINUTOS (Clasificación de Thomas Stonell y
Greenberg)

Test TSG Test drenaje

AFECTACIÓN ORAL:

Odontograma

Caries: □ No □Si

Edad dental Edad cronológica

Dentición normal Mordida Abierta Mordida cruzada Incompetencia


labial

Sí No

Lesiones mucosas
Queilitis
Eczema mentón
Depapilación lingual
Otras

Prótesis

Boca séptica

168
Localización M Encía Paladar Lengua F Vesti. Suelo Labios
bucal b.

Número

Tamaño

Forma clin.

Total :

TEST DE GREENE Y VERMILLION SIMPLIFICADO

- Depósitos Blandos:

0 → No hay depósitos ni pigmentaciones.


1 → Existen depósitos en no más del 1/3, o no hay pigmentación.
2 → Existen depósitos que cubren más del 1/3, pero menos que 2/3.
3 → Los depósitos cubren más de 2/3 de la superficie dentaria.

169
-Depósitos Duros:

0 → No hay tártaro.
1 → Tártaro supragingival no es más de 1/3.
2 → Tártaro supragingival cubre más de 1/3, pero no más de 2/3 (es típico en molares
superiores)
3 → Cubre más de 2/3 o existe banda de tártaro subgingival que rodea laporción
cervical del diente (más típico en piezas anteroinferiores por la salidade la Gl.
Submaxilar).

RELACIÓN SAGITAL MOLAR

□ Clase I

□ Clase II

□ Clase III

RESALTE

□ Resalte fisiológico (0-4mm)

□ Mordida cruzada anterior (< 0mm)

□ Resalte aumentado (> 4 mm)

RELACIÓN VERTICAL ANTERIOR

□ Mordida normal (0-4mm)

□ Mordida abierta (< 0 mm)

□ Sobremordida (> 4 mm)

170
RELACIÓN TRANSVERSAL POSTERIOR

□ Relación normal

□ Mordida cruzada unilateral

□ Mordida cruzada bilateral

□ Mordida en tijera unilateral

□ Mordida en tijera bilateral

POSICIÓN LABIAL EN REPOSO

□ Competencia labial

□ Incompetencia labial

171
ANEXO V

DATOS

Edad:

Sexo:

Enfermedades sistémicas relevantes:

¿Toma actualmente algún medicamento?

CUESTIONARIO DE HIGIENE

1. ¿Cuántas veces al día cepilla sus dientes?

- Nunca
- Ocasionalmente
- Una vez al día
- Dos veces al día
- Tres veces al día o más

2. ¿Cuántas veces al día utiliza seda dental?

- Nunca
- Ocasionalmente
- Una vez al día
- Dos veces al día
- Tres veces al día o más

3. ¿Cuántas veces al día utiliza enjuague bucal?

- Nunca
- Ocasionalmente
- Una vez al día
- Dos veces al día
- Tres veces al día o más

4. ¿Cuándo fue su última visita al dentista?

172
ANEXO VI

EVALUACION DE LA SIALORREA (para los PADRES)

Por favor lea las siguientes preguntas y trate de responderlas sobre la base de

cómo se sintió la semana pasada.

A. ¿Durante el día, cuándo siente que hay más saliva en su boca?

0 = Nunca.

1 = En todas las comidas.

2 = Durante el día, no se relaciona con comidas.

3 = Todo el día, incluso cuando me duermo.

B. ¿Cuando usted duerme, cuánta saliva hay en su boca?

0 = No noto que se incremente la saliva en mi boca.

1 = Noto que aumenta la saliva en mi boca, pero mi almohada no se humedece.

2 = Mi almohada se humedece.

3 = Mi almohada y otra ropa de cama se humedece.

C. Cuando usted está despierto,

0 = No saliveo.

1 = La saliva moja mis labios.

2 = La saliva se acumula en mis labios, pero no saliveo.

3 = Saliveo.

D. ¿La saliva en su boca le impide hablar?

0 = No.

1 = Debo tragar con frecuencia para evitar dificultades.

2 = Tengo problemas al hablar.

3 = No puedo hablar.

173
E. La saliva en su boca dificulta su habilidad para comer?

0 = No.

1 = Debo tragar con frecuencia para evitar dificultades.

2 = Tengo problemas al comer.

3 = No puedo comer.

F. ¿Cuántas veces derrama saliva durante el día?

0 = Nunca.

1 = No más de tres veces.

2 = A menudo. Debo tener pañuelos siempre conmigo. No más de tres veces.

3 = Permanentemente.

G. ¿Cuando usted sale o tiene reuniones sociales, le molesta la acumulación

de saliva?

0 = No.

1 = Noto la acumulación, pero no me molesta.

2 = Me doy cuenta que otras personas lo notan, pero puedo controlar la

situación (por ejemplo, con un pañuelo)

3 = He dejado de asistir a reuniones sociales

174
Escala de Sialorrea Posicional

El puntaje es la suma de los subpuntajes de cada actividad (máximo = 15).

Indique si fue completada por un familiar o cuidador: ______________

Instrucciones: Marque el cuadrado que mejor describa su babeo durante la última


semana en cada una de las siguientes situaciones:

Tipo de Excesiva No Exceso MILD TO CONTINUOUS


actividad sequeda exces saliva MODERATE DROOLING,
d o sin DROOLING, WET CLOTHES
saliva sialorre NEEDS OR CONSTANT
(score (score a OCCAISIONA USE OF
=0) =0) L WIPING HANDKERCHIE
(score = F OR TISSUE
1) (score = 2)
(score = 3)

Sentado

De pie

Cama

hablando

Comiend
o
bebiendo

175
Con cuanta frecuencia babea su hijo/a?
No mucha Constantemente

¿Cómo es la gravedad de su babeo?

Seco Profuso

¿Cuántas veces necesitas cambiar la ropa o el babero?


Ninguna 10 ó más

¿Cómo de molesto es el olor a la saliva?

Nada molesto Muy molesto

¿Cómo de irritada tiene la piel el niño debido al babeo?

Ninguno Sarpullido severo

¿Con cuanta frecuencia necesitas limpiarle la boca a tu hijo/a?

Nada Todo el tiempo

¿Cómo de embarazoso o molesto te parece su babeo?


Nada Muy embarazoso

¿Cuántas veces debes limpiar o secar la saliva impregnada en juguetes, objetos, etc…?
Nada
Todo el tiempo

¿Cómo afecta el babeo en la vida del niño/a?

Sarpullido severo Gravemente

El babeo de su hijo/a: cómo le afecta a su vida?


Nada Gravemente

176
ANEXO VII

INSTRUCCIONES PARA LA APLICACIÓN DEL VENDAJE


NEUROMUSCULAR.

Les hemos introducido en un sobre las tiras autoadhesivas de vendaje neuromuscular. Nos
han venido algunas azules, pero las siguientes serán siempre color carne. Tal y como les
explicamos en la reunión, éstas tiras son como una tirita pero en este caso elástica. Para
su colocación, es muy importante ver dónde la han colocado los fisioterapeutas del Centro
“Cristo de la Misericordia”, porque es precisamente ahí donde se debe ubicar: en la zona
de la papada, hacia delante, a unos centímetros de distancia de lo que sería la nuez, y se
coloca en sentido horizontal.

Como la tira sirve para tensar los músculos suprahioideos que intervienen en la deglución,
así como de mecanismo propioceptivo, es decir, que el/la niño/a vaya aprendiendo a ir
tragando su saliva mediante ese estímulo, es súper importante que la tira, que como
dijimos es elástica, se coloca de forma tensada.

1- Nos fijamos muy bien en la zona donde debe ir colocada la tira.


2- Con vuestro hijo sentado, os situáis por detrás de él. Le secáis primero la papada
por si tuviera saliva o estuviese húmeda.
3- Despegamos el adhesivo. Importante: la tira debe pegarse tensada, estirada,
para que tense los músculos. Para ello, primero la pegamos del centro, sin que los
demás extremos contacten con la piel. Mientras sujetamos la parte central con la
mano izquierda, con la derecha tensamos la tira y la pegamos a la piel. Lo mismo
con la otra parte, es decir, una vez pegado un extremo, presionamos ese lado y
tensamos el otro extremo de la tira, que como digo es elástica, y una vez alargado
y tenso se pega. Veremos que una vez colocada, la tira tiene el doble de tamaño
que las que os quedan sin colocar.
4- Se colocará durante tres días, y al cuarto se descansa, es decir no se pone ninguna
tira. Si se os despega en esos tres días, hay que volverle a poner otra tira con el
mismo procedimiento antes explicado.
5- Si observáis que le irrita la piel, le pica, o cualquier otra anomalía o molestia, no
dudéis en retirarle la tira y limpiarle bien la papada con agua y jabón.

177
Precisamente, con agua y jabón empapado previamente sobre la tira, podréis
retirarla con mucha más facilidad.

La Unidad de Medicina Bucal de la Facultad de Odontología de la Universidad de


Murcia les agradece enormemente su colaboración.

178
179

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