Competencia en El Proceso Sucesorio

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COMPETENCIA EN EL PROCESO

SUCESORIO
Gutiérrez Dalla Fontana, Esteban M.
Publicado en: DFyP 2016 (septiembre) , 117
Sumario: I. El fallo.— II. Aplicación temporal de las normas del Código Civil y del Código Civil
y Comercial.— III. Proceso sucesorio. Competencia.— IV. Fuero de atracción.— V. Acciones
atraídas.— VI. Conclusión.
Cita Online: AR/DOC/2398/2016
I. El fallo
En el presente fallo que se nos remitió para su comentario, la Cámara de Apelaciones en lo
Civil y Comercial de Trenque Lauquen (prov. de Buenos Aires) ordenó que entienda el juez del
sucesorio de uno de los deudores (litisconsorcio pasivo) en un juicio por daños y perjuicios
iniciado con anterioridad a su fallecimiento.
La Cámara, para así resolver, hizo mérito del art. 3284 del Código Civil (CC) y lo aplicó al caso
en cuestión, aun cuando ya estaba en plena vigencia el nuevo Código Civil y Comercial
(CCC). Comparó el artículo citado con la actual regulación del art. 2336 del CCC y además
realizó un análisis de la aplicación temporal del derecho.
Se refirió además a la competencia sucesoria y al fuero de atracción existente como
consecuencia del carácter universal del proceso sucesorio.
II. Aplicación temporal de las normas del Código Civil y del Código Civil y Comercial
El Código Civil y Comercial fue sancionado por ley 26.994 y comenzó a regir a partir del 1º de
agosto de 2015. El nuevo Código, en materia de sucesiones o transmisión de derechos por
causa de muerte (Libro V) contiene normas de fondo y procesales, cuya aplicación difiere.
Con relación a las primeras (sustanciales), se aplica el principio de que las sucesiones se
rigen por la ley vigente a la fecha de la apertura de la sucesión (fallecimiento), aunque el
proceso sucesorio no se hubiera iniciado o concluido al momento de entrada en vigencia de
la nueva ley. El fundamento radica en que el hecho generador es la muerte del causante, que
agota el fenómeno sucesorio. En el art. 2644 CCC se consagra en forma expresa y
claramente este principio (1).
Respecto de las segundas (adjetivas), corresponde diferenciar aquellos procesos sucesorios
abiertos hasta el 31/7/2015, de aquellos que se inician posteriormente.
En relación a los primeros (iniciados hasta el 31/7/2015), se aplican las normas procesales
contenidas en la nueva legislación en todas aquellas actuaciones que deban realizarse a
partir de la fecha de entrada en vigencia, sin poder retrotraer su aplicación a los actos
realizados (art. 7 CCC) (2).
Con respecto a aquellos procesos sucesorios iniciados con posterioridad al 31/7/2015 y cuyos
causantes hayan fallecido luego de dicha fecha, se aplica el derecho de fondo y de forma
regulado por el nuevo Código Civil y Comercial, con las excepciones ya citadas (arts. 2472,
2467 inc. a y 2647 CCC).
III. Proceso sucesorio. Competencia
El juicio sucesorio es el proceso judicial que tiene por finalidad identificar a los herederos
mediante el auto de declaratoria de herederos o de aprobación formal del testamento;
determinar el activo hereditario, verificar y satisfacer el pasivo que lo grava, para dividir y
adjudicar el remanente líquido entre los sucesores mediante el acto particionario (3).
El objeto del proceso sucesorio está enunciado en el art. 2335 del CCC, pero realmente su
verdadera finalidad es posibilitar y asegurar la transmisión de la herencia del causante a
favor de la persona o las personas llamadas por la ley o por el testamento (4).
Esta tramitación es judicial (arts. 2335, 2336, 2337 primer párrafo CCC) (5), de jurisdicción
voluntaria (6), pero puede ocurrir que se originen derivaciones contenciosas, entre los
sucesores concurrentes, o entre éstos y los acreedores de la sucesión o de los mismos
herederos y esuniversal pues tiene por objeto la liquidación y distribución de la totalidad de
la herencia del causante, conformada por todos los derechos y obligaciones que no se
extinguen por su fallecimiento (art. 2277 CCC, art. 3281 CC).
La competencia entonces está regida actualmente por el art. 2336 CCC (art. 3284 CC) que
establece claramente que la competencia sobre la sucesión corresponde al juez del último
domicilio del causante, entendiendo por tal, aquel definido por el art. 73 CCC (art. 89 CC)
como el lugar de su residencia habitual y, si ejerce actividad profesional o económica la ley
presume jure et jure que lo será el lugar donde la desempeña (conf. arts. 73 segundo párrafo
y 74 CCC) (7).
De lo expuesto, surge claramente que el juez del último domicilio del causante es el
competente para entender en el proceso sucesorio que se abra como consecuencia del
deceso de la persona del de cuius, siendo la competencia asignada a este magistrado
de orden público (8), lo que implica necesariamente que los demás jueces que no tengan
jurisdicción en el último domicilio del causante deberán declararse incompetentes y remitir al
que corresponda los procesos en trámite y las acciones que se inicien y se enmarquen en lo
prescripto por la norma del art. 2336 del CCC (art. 3284 CC), por la fuerza del fuero de
atracción.
Siendo de orden público la competencia del juez del último domicilio del causante, no puede
ser modificada por voluntad de los herederos, quienes deberán ocurrir ante los estrados del
magistrado con competencia, de acuerdo al último domicilio del de cuius.
La regulación establecida por el Código Civil y Comercial -sistema de la unidad con base en el
último domicilio del causante-, además de replicar la del Código Civil de Vélez Sarsfield, tiene
importantes ventajas pues concentra, por efecto del fuero de atracción, en un solo juez la
liquidación del patrimonio hereditario: realización del activo, pago de las deudas y
distribución de los bienes, evita conflictos y dilaciones en el procedimiento y permite una
interpretación única de la voluntad del testador, siendo por demás conveniente.
IV. Fuero de atracción
El fuero de atracción es una cualidad de los procesos universales (sucesión y quiebra) que
consiste en la asignación de competencia en favor de un órgano judicial que interviene en un
proceso universal, con respecto al conocimiento de ciertas pretensiones vinculadas con el
patrimonio, que constituye el objeto de ese proceso y que se debe liquidar (9).
El objeto y fundamento del fuero de atracción en el ámbito de las sucesiones radica en
facilitar la liquidación de la herencia, el pago de las deudas, concentrando ante el tribunal del
sucesorio las demandas deducidas contra la sucesión aún indivisa; y la división de los bienes
remanentes entre los sucesores (10).
Para que los herederos, acreedores y legatarios de la sucesión, en suma, los que tengan
algún derecho sobre los bienes hereditarios, no se hallen expuestos a tener que litigar en una
multitud de tribunales diferentes, lo que importaría un verdadero dispendio de actividad
jurisdiccional, es preciso que no haya más que un solo tribunal para decidir sobre todas las
cuestiones relativas a la sucesión aún indivisa, y este tribunal debe ser, naturalmente, el juez
del último domicilio del causante conforme lo dispone el art. 2336, 1º párrafo (art. 3284
CC) (11).
Por eso, no solo tiene su razón en conveniencias prácticas, sino también en el interés general
de la justicia, de allí que sea considerado de orden público y su vigencia declarable de
oficio (12). El fuero de atracción se justifica así por razones de economía judicial, para la más
rápida, eficaz, segura y fácil administración de justicia (13).
Por lo tanto, su finalidad es la concentración ante el mismo Tribunal que entiende en el
principal de todos los litigios que se planteen entre sucesores con respecto a los bienes de la
herencia, y de las acciones de los acreedores contra el causante, dada la innegable
conveniencia de que el juez que interviene en el proceso universal donde se involucra un
patrimonio como universalidad jurídica, conozca de todas las demandas que puedan afectar
su integridad (14). Una razón de lógica y de buen orden judicial exige que esa universalidad
de derechos y obligaciones se sujete a un proceso unificado de liquidación (15).
Tiene como características que es limitado, excepcional, temporal, pasivo y de orden
público (16).
Es limitado, porque no abarca todas las acciones que se relacionan con el patrimonio
hereditario, pues las acciones reales (reivindicatoria, usucapión, etc.) no son atraídas.
Funciona solo cuando la sucesión es demandada, es decir en forma pasiva (17). Ahora bien,
si los herederos demandantes son reconvenidos, el juicio se desplazará hacia el tribunal del
proceso sucesorio. Es excepcional, ya que implica una alteración de las reglas ordinarias de
competencia y temporal, pues finaliza con la partición, mediante la inscripción de las hijuelas
en el Registro de la Propiedad (18), si hubiera bienes registrables (art. 2363 CCC), excepto
que con posterioridad se deduzcan acciones como la petición de herencia, la nulidad o
rectificación de la partición.
V. Acciones atraídas
El Código Civil de Vélez Sarsfield en la norma del art. 3284 contenía, luego de establecer la
competencia del juez del último domicilio del causante para entender en el proceso
sucesorio, cuatro incisos en los que se determinaban las acciones que debían entablarse ante
el citado magistrado, a saber: 1. Las demandas concernientes a los bienes hereditarios, hasta
la partición inclusive, cuando son interpuestas por algunos sucesores universales contra sus
coherederos; 2. Las demandas relativas a la garantías de los lotes entre los copartícipes y las
que tiendan a la reforma o nulidad de la partición; 3. Las demandas relativas a la ejecución
de las disposiciones del testador, aunque sean a título particular, como sobre la entrega de
los legados y 4. Las acciones personales de los acreedores del difunto, antes de la división de
la herencia.
Con dicho fundamento normativo, la Cámara de Trenque Lauquen determinó acetadamente
la competencia del juez del último domicilio del causante (fallecido el 15/2/2014) para
entender en una acción personal de un acreedor del causante, aunque éste hubiera formado
un litisconsorcio pasivo, aplicando la ley vigente al momento de ocurrir el óbito del autor de
la sucesión (19).
También interpretó correctamente que si la cuestión hubiera acaecido estando vigente el
Código Civil y Comercial, es decir si el fallecimiento del demandado se hubiere producido
luego del 30/7/2015 o si el proceso sucesorio se hubiera iniciado con posterioridad a dicha
fecha, también resultaría competente el citado juez, conforme lo regula el art. 2336 CCC.
En el referido artículo se mencionan expresamente algunas acciones que resultan atraídas
por el fuero de atracción, a saber: las de petición de herencia; nulidad de testamento; demás
litigios que tengan que ver con: la administración y liquidación de la herencia; la ejecución de
las disposiciones testamentarias; el mantenimiento de la indivisión; las operaciones de
partición; la garantía de los lotes que se adjudicaron a los copartícipes; y, finalmente, con la
reforma y nulidad de la partición.
También son atraídas las acciones personales de los acreedores del causante, pues se
incluyen dentro de aquellas referidas a la administración y liquidación de la herencia (20), de
acuerdo a la enumeración descriptiva del segundo párrafo (21) y lo expresado en la última
parte del art. 2336 CCC (22).
El fuero de atracción también funciona cuando fallece uno de los codemandados por un
acreedor personal, pues la sucesión atrae el juicio, pero no cuando fallece más de uno (23),
salvo que sean cónyuges (24).
En efecto, habiendo fallecido el demandado corresponde al intervención competente del juez
que entiende en la sucesión — en la acción personal del acreedor - , pues la norma del art.
3284 inc. 4 del Código Civil así lo impone y lo replica el art. 2336 del Código Civil y Comercial,
como lo hemos descripto.
Lo afirmado, además, encuentra sustento en el principio de unidad del patrimonio
hereditario, que determina que todas las cuestiones atinentes al mismo deben ser resueltas
ante el mismo juez, en el principio del bien común, ya que razones de economía procesal,
tutela judicial efectiva para las partes y el interés de la sociedad en una eficiente
administración de justicia, determinan su atracción al juicio sucesorio.
Asimismo, es correcta la interpretación formulada por el Tribunal sentenciante pues hace gala
de la aplicación del antiguo principio proveniente del derecho romano- hispánico (25),
receptado por el régimen sucesorio del Código Civil velezano y sostenido por el nuevo Código
(arg. arts. 2280 último párrafo, 2316 y 2359), antes pagar que heredar, lo que significa que la
herencia que reciben los herederos es el residuo o remanente que queda luego de pagar las
deudas sucesorias. La determinación de ese residuo o remanente exige lógicamente que la
liquidación del pasivo se efectúe ante mismo juez y en un mismo proceso universal, o sea,
ante el juez de la sucesión.
VI. Conclusión
La sentencia bajo comentario es ajustada a derecho y a la doctrina autoral y jurisprudencial
elaborada bajo la vigencia del Código Civil de Vélez Sarsfield y que resulta de plena
aplicación al nuevo Código Civil y Comercial, conforme lo hemos sostenido oportunamente.
La determinación de la competencia del juez de la sucesión del demandado, para entender
en una acción personal de un acreedor, fue correcta pues la Cámara hizo una aplicación
precisa de la normativa, no solo temporalmente (art. 3284 CC) sino también en cuanto al
contenido del art. 2336 del CCC, acogiendo además lo que es jurisprudencia unánime de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación (26), de la Provincia de Santa Fe (27) y de tribunales
nacionales (28).
(1) Esta regla reconoce dos excepciones: 1) La forma del testamento se rige por la ley
vigente al tiempo de su otorgamiento: tempus regit actum (art. 3625 C.Civil; art. 2472, CCC).
"Una ley posterior no trae cambio alguno, ni a favor ni en perjuicio del testamento, aunque
sea dada viviendo el testador" (art. 3625, C.Civil). 2) La capacidad del testador debe existir al
momento de otorgar el testamento, por lo cual se rige por la ley en vigor a ese tiempo (arts.
3611 y 3613, C.Civil; arts. 2467, inc. c, y 2647, CCC). Un testamento válido por esta ley no
puede anularse por una ley posterior, y recíprocamente.
(2) FERRER, Francisco A.M. - NATALE, Roberto M. en PEYRANO, J.W. (Director) "Explicaciones
del Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Santa Fe con los ajustes derivados de
la vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación" T. III, Rubinzal Culzoni Editores, Santa
Fe — Bs. As. 2015, p. 323 y notas 4, 5 y 6.
(3) FERRER, F.A.M. - NATALE, R. M. ob. cit. p. 326 y nota 8.
(4) NATALE, R. M. en PEYRANO, Jorge — VAZQUEZ FERREYRA, Roberto "Código Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Santa Fe. Análisis doctrinario y jurisprudencial". Ed. Juris.
Rosario, 1998, T. 3, pag. 4; CORNEJO, Raúl J. "El Procesos Sucesorio", Ed. Plus Ultra, Buenos
Aires, 1977, pag. 7; CNCiv. Sala H, 29/10/97, LL, 1998-E-426 p. 2.
(5) FERRER, F.A.M — NATALE, R.M. "La sucesión notarial en las XX Jornadas Nacionales de
Derecho Civil", JA 2005-IV-1333, pag. 1342. En dichas Jornadas (Bs. As., 2005) se aprobó por
contundente mayoría el siguiente despacho: "a) La jurisdicción sobre la sucesión corresponde
a los jueces (art. 3284 CC); b) El proceso sucesorio extrajudicial está vedado por normas de
la Constitución Nacional (arts. 1, 18, 75 inc. 12 y cc. CN); c) Resulta inconstitucional el
sistema de la sucesión extrajudicial por violar claramente las disposiciones del Código Civil
(arts. 3410, 3412, 3413, 3414, 3284, 3691, 3694, 3695, 984, 3321, 3430, 3324, 3390, 3389,
3692, 3693 y concs. CCiv.) y d) La jurisdicción voluntaria es una actividad ineludible de los
jueces...". Ver fundamentos del Anteproyecto del CCC en Código Civil y Comercial, Ed.
Zavalía, Bs. As. 2014, p. 801.
(6) C. Civ. y Com. San Isidro, Sala I, 14/7/1998, LLBA, 199-632; ED, 183-245; CNCiv. Sala E,
26/6/85, JA, 1985-IV, índice, pag. 139.
(7) Nuestro trabajo, "Competencia en materia sucesoria. Su regulación en el Código Civil y en
el Código Civil y Comercial (Ley 26.994)". RC D 331/2015.
(8) BORDA, Guillermo A., "Tratado de Derecho Civil — Parte General", T. I. 13ª edición, La Ley,
Bs. As. 2008, ap. 47, p. 66. "Una cuestión es de orden público, dice Borda, cuando responde a
un interés general, colectivo, por oposición a las cuestiones de orden privado, en las que sólo
juega un interés particular. Por eso las leyes de orden público son irrenunciables, imperativas;
por el contrario, las de orden privado son renunciables, permisivas y confieren a los
interesados la posibilidad de apartarse de sus disposiciones y sustituirlas por otras";
CORDOBA, Marcos M., "Orden Público en el Derecho Sucesorio", LA LEY, 2015-F, 159; CNCiv.,
Sala B, 14/8/1979, ED, 87-663.
(9) Nuestro trabajo junto al Dr. Francisco A. M. Ferrer, "Fuero de atracción y acciones
personales de los acreedores del causante" en Revista del Foro de Práctica Profesional
"Edición en honor al Dr. Carlos Fayt", Santa Fe, 2015, p. 77 y ss.; Rubinzal Culzoni on line RC
D 387/15.
(10) BORDA, Guillermo A. ob. cit. t. I, nº 57; Alterini, Jorge H. (director general) - Ferrer
Francisco A.M., Código Civil y Comercial Comentado. Tratado exegético, La Ley, Bs.As., 2015,
t. XI, p. 287, nº 2.
(11) CSJN, 304:344, JA, 1982 — III índice. Este fundamento de orden práctico invocado por
Georges Antoine CHABOT DE L'ALLIER (Commentaire sur la loi des successions, Librairie de
Jurisprudente de Cotillon, París, 1839, t. 2, p. 214, nº 2), que se mantiene vigente fue citado
por los miembros del Alto Tribunal, entre ellos Elías Guastavino; PERRINO, Jorge O.: Derecho
de las sucesiones, Abeledo Perrot, Bs. As., 2011 t. I, nº 165-b), p. 164; GONZALEZ MAGAÑA,
I., en RIVERA-MEDINA, Código Civil y Comercial de la Nación Comentado, La Ley, Bs.As., t. VI,
p. 178, nº 1-3.
(12) CNCiv Sala A, 21/4/88, LA LEY 1988-D, 285; PALACIO, Lino E., "Derecho procesal civil",
Ed. Abeledo Perrot, Bs. As. 1987, t. II, nº 188; GONZALEZ MAGAÑA, I., ob cit. p. 177, nº- 1-1.
(13) DE IRIONDO, Luis U., Fuero de atracción, E.D. 7-461, nº 21; STRATTA, Alicia J., en
LLAMBIAS - MENDEZ COSTA: Código Civil Anotado, cit., t. V-A, p. 67; PEREZ LASALA, José L.,
Tratado de sucesiones, Rubinzal Culzoni Ed., Santa Fe - Bs. As., 2014, t. I, nº 66.
(14) CNCiv. y Com. Fed, Sala 1ª, 15/4/99, LA LEY, 1999-E, 424; Sala K, 30/10/1990; Sala D,
20/9/1977, LA LEY, 1978-A, 253; Trib. Ap. Fam. nº 1, Montevideo, sentencia nº 114/10,
21/4/2010, en Anuario Uruguayo Crítico de Derecho de Familia y Sucesiones, Fundación de
Cultura Universitaria, Montevideo, 2013, t. I, p. 382, sostuvo que el fuero de atracción
"Consiste en atraer al juicio universal todos los demás procesos relacionados con el
patrimonio como universalidad jurídica".
(15) Conf. ZANNONI; Eduardo A., Derecho de las sucesiones, 5ta. Edición. Ed. Astrea, Bs. As.
2008, t. 1, parág. 100.
(16) Nuestro trabajo "El fuero de atracción y las acciones laborales", DJ 26/11/2014, 31, DFyP
2015 (abril), 121, Fallo Comentado: Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Jujuy ~
2014/03/20, Ignacio, Iván Alejandro c. Guevara, Hilda Elsa s/ acción autónoma de nulidad por
sentencia irrita, Cita Online: AR/DOC/3571/201; CSJN, 304:344, JA, 1982 — III, índice.
(17) CSJ, 14/6/79, Fallos 301-478; CCC Rosario, Sala 3ra, 12/6/81, JURIS 65-123; CNCiv. Sala
G, 30/11/81, JA, 1982-III, índice, p. 24, sum. 8; CNCiv. Sala J, 11/4/95, JA, 1997-III, JA 1997-III,
índice, p. 211, sum. 6; CCC Azul, 29/3/96, JUBA Online; TSLa Rioja, 3/12/97, LLGran Cuyo,
1999-58; CCC Córdoba, 8va.Nom, 27/4/99, LLC, 2000-877; SC Bs.As., 13/6/09, JUBA Online;
etc. DE IRIONDO, Luis U., Fuero de atracción, ED, 7-461, nº 118.
(18) Cám. Civ. 2da., Capital, 22/9/1930, J.A. 34-209; Cám. Civ. 1ra., Capital, 2/8/38, J.A. 63-
500; C, 2da.CCC y Minas, San Juan, 22/6/66, Rep. La Ley t. XXVIII, p. 303, sum. 140; CNCiv
Sala E, 9/5/67, La Ley 127-1159, nº 15.855-S; CCC Córdoba, Sala 5ta., 1/8/97, La Ley Córdoba
1997-781; etc. DE IRIONDO, Luis U., Fuero de atracción, E.D., 7-461, nº 138; STRATTA, Alicia
J., en LLAMBIAS - MENDEZ COSTA, Código Civil Anotado, ed. Abeledo-Perrot, Bs.As., 1992, cit.,
t. V-A, p. 67/68; Alterini, Jorge H. (director general) - Ferrer Francisco A.M. ob. cit. p. 287, nº 2;
AZPIRI, Jorge O., Incidencias del Código Civil y Comercial - Derecho sucesorio, Ed.
Hammurabi, Bs. As. 2015. p. 125.
(19) FASSI, Santiago C. — MAURINO, Alberto L., "Código Procesal Civil y Comercial.
Comentado, anotado y concordado", T. IV., Ed. Astrea, Bs. As. 2005P. 728; FORNIELES,
Salvador, "Tratado de Sucesiones", 4ta. Edición, Ed. Tipográfica Argentina, S.A., Bs. As. 1958,
p. 107.
(20) Nuestro trabajo junto al Dr. Francisco A. M. Ferrer, "Fuero de atracción y acciones..." Cit.
p. 73 y ss.; KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída "La aplicación del CCyC a las relaciones y
situaciones existentes — Segunda parte", Rubinzal Culzoni Editores, Sta. Fe — Bs. As. 2016,
p. 264; MOURELLE DE TAMBORENEA, M. Cristina — PODESTÁ, Andrea I., "Derecho de las
Sucesiones", Ed. Ad Hoc, Bs. As., 2016, t. I, p. 357.
(21) Se encuentran atraídas además: las acciones de indignidad; de exclusión de herederos,
de inclusión o exclusión de bienes, de colación, de reducción, las relativas a la liquidación y
partición de la sociedad conyugal, cuando se disuelve por muerte de uno de los cónyuges;
las acciones de estado de familia, de las que resulte o pueda derivar una pretensión de
petición de herencia; la acción de exclusión del cónyuge supérstite; la liquidación de la
sociedad de hecho integrada por el causante, etc. Consultar: NATALE, Roberto Miguel en
FERRER, Francisco A. M. — MEDINA, Graciela, "Código Civil Comentado, Sucesiones", 2da.
Edición, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe Bs. As., 2011, Tomo I, comentario al art. 3284, pág.
103 y sgtes; MEDINA, Graciela: Proceso sucesorio, cit., t. I, págs. 64 y sgtes; AZPIRI, Jorge O.,
Juicio sucesorio, Hammurabi, Bs.As., 2009, parág. 13; Nuestro trabajo "Liquidación de
sociedad conyugal y las acciones de colación y reducción". Rubinzal Culzoni on line RC D
300/2014; y jurisprudencia citada por estos autores.
(22) Art. 2336 in fine CCC. Si el causante deja un solo heredero, las acciones personales de
los acreedores del causante pueden dirigirse a su opción ante el juez del último domicilio del
causante o ante el que corresponde al domicilio del heredero único.
(23) CSJN, 16/3/82, JA 1982-III, índice, p. 24, sum 7. Si fallece más de un demandado no
funciona el fuero de atracción correspondiente a estos causantes; MOURELLE DE
TAMBORENEA, M. C. — PODESTÁ, A. I., ob. cit. p. 363
(24) CNCiv. Sala C, 2/12/80, JA 1981-III, índice, p. 27, sum. 12.
(25) Bona non intellinguntur nisi deducto aere alieno: se entiende por bienes o "fortuna" de
cada uno lo que resta una vez deducidas las deudas, PAULO: Digesto, 50, 16, 39, 1; en igual
sentido la concepción de la herencia de las Partidas: Ley 8va., título XXXIII, Partida VII.
(26) CSJN, Vilchi de March, M. A. y ot. c/ Pami s/ daños y perjuicios, 8.9.15, La Ley, 5.10.15
con nota crítica que no compartimos de Eduardo Sodero (AR/JUR/30823/2015).
(27) CSJ Santa Fe, "Espíndola" AyS, T. 267, p. 220/22, 01.3.2016; "Ronchetti" T.267, p. 428/30,
23.3.2016 y otros. Ver www.justiciasantafe.gov.ar/jurisprudencia.
(28) Cámara 1ra. Civil y Comercial, Sala III, de San Isidro, Rubinzal Online, RC J 6137/15.

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