Contexto Kant
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Almería
KANT
La Ilustración se inicia en Inglaterra, se extiende a Francia y de ahí se irradia a toda Europa. En las
islas británicas la Ilustración, en un marco de menor tensión política (la monarquía parlamentaria ya se había
instaurado con la revolución de 1688) tuvo un carácter empirista-epistemológico y cultivó las ciencias de la
naturaleza (Newton) y el análisis de la sociedad y de la religión (Locke, Hume). En Francia, en un clima político
tenso entre el absolutismo y la ascendente burguesía, se debatieron sobre todo los temas de la moral, el derecho
y el progreso histórico (Voltaire, Montesquieu, Rousseau). La Ilustración alemana llevará a cabo un análisis de
la razón para encontrar sus posibilidades y sus límites tanto en el terreno científico como en el ético y religioso
(Kant). En España se presentó débilmente, sólo aparecen algunas pocas figuras como Feijoo y Jovellanos.
El espíritu de la ilustración viene resumido en la figura del "ilustrado" que: es pensador, escritor, de la
élite intelectual; realiza una crítica universal a cualquier forma de superstición, fanatismo, opresión intelectual;
tiene afán de difundir la cultura, de claridad, de educación y, tiene fe en el progreso de la humanidad gracias al
desarrollo de la razón.
Este espíritu dio lugar a obras colectivas como La Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias,
de las artes y de los oficios dirigida por Diderot y D'Alambert cuyo propósito era difundir la cultura, crear una
opinión crítica y antidogmática y criticar los prejuicios y las creencias tradicionales. También fructificaron los
estudios de filosofía social y política de Montesquieu (El espíritu de las leyes), Voltaire (Ensayo sobre las
costumbres) y Rousseau (El contrato social).
Estas revoluciones políticas culminan con la crisis del Antiguo Régimen, marcada por los siguientes
factores:
El concepto de razón que aparece en la época de la Ilustración puede entenderse como una síntesis
de racionalismo y empirismo: La razón es universal, una y la misma en todos los pueblos, hombres, culturas y
épocas. La razón ilustrada tiene un carácter autónomo, que no tiene ante sí más límites que ella misma. Es la
única guía del hombre y rechaza la tutela y la tradición, no acepta a nada ni a nadie por encima de sí misma. Se
fija sus propios límites.
La razón es crítica contra los prejuicios (no tanto contra la ignorancia); contra la tradición; contra la
autoridad externa, es decir, contra la autoridad no reconocida ni reconocible por la propia razón; contra la
superstición y la idolatría (no contra la "fe racional").
Inmanuel Kant (1724-1804) nació, vivió y murió en Königsberg (Prusia Oriental). Educado por su madre
en el pietismo (credo luterano rigorista en la propia conducta y que rechaza las formas externas de piedad),
dedicó su vida al estudio y a la filosofía. Llegó a ser profesor de Lógica y Metafísica en la Universidad de
Königsberg. Sobrio de costumbres, metódico, soltero, modesto, amable, respetuoso... imbuido de los ideales de
la Ilustración (simpatía por la Independencia americana y la Revolución francesa, pacifista, cosmopolita...).
Sus principales obras son: Crítica de la razón pura (1781), Crítica de la razón práctica (1788), Crítica del
juicio (1790), La religión dentro de los límites de la mera razón (1793), Ideas para una historia universal
desde el punto de vista cosmopolita (1784), La paz perpetua (1795). Las dos primeras tratan de responder a las
preguntas ¿qué puedo conocer? Y ¿qué debo hacer? Las tres últimas responden a la cuestión ¿¡qué me cabe
esperar?. Pero estas preguntas del pensamiento kantiano se resumen en una sola: ¿qué es el hombre? El
hombre es razón, razón que se desarrolla en sus diversos aspectos (cognoscitivo, práctico o moral, estético y
religioso-histórico)
En 1786 muere Federico II de Prusia el Grande, monarca ilustrado, muy admirado por Kant. Le sucede
en el trono Federico Guillermo II y su ministro de Enseñanza y Cultos, Wöllner, impone una fuerte censura,
especialmente en lo religioso. Kant, que en 1793 ha publicado La religión...., recibe al año siguiente una
advertencia para que no vuelva a publicar nada referente a religión. Kant obedece pero no se retracta del
contenido de su obra.
En 1796 se retira de la enseñanza para escribir su gran obra, proyecto que, incapaz de realizar, debe
abandonar en 1798.
En el prólogo de La Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres (1785) Kant deja claro que
por “metafísica de las costumbres” entiende filosofía moral y cuál es el lugar que ocupa dentro del sistema de las
ciencias. Kant ya había publicado en 1781 la Crítica de la Razón Pura estableciendo la fundamentación de la
metafísica de la naturaleza. Ahora reconoce que una fundamentación de la metafísica de las costumbres (o de la
filosofía moral) sólo será posible de realizar mediante una crítica de la razón en su uso práctico. Por ello, esta
obra es previa a las otras dos sobre ética, la Crítica de la Razón Práctica (1788) y la Metafísica de las
Costumbres (1797).
La Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres busca establecer el principio supremo de la
moralidad, esto es, la norma principal que aplicamos en todos nuestros juicios morales. Para ello partirá del
Autor: umpo_20.
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