PRIMARIA1
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COMUNICADO
FECHA 10 de Abril 2020
JEFATURA REGIONAL 48
NIVEL Educación Primaria
OBJETO
Circular Técnica Nº 1/20 Dirección Provincial de Educación
Primaria
Se adjunta un archivo.
Atte.
“Nuestro propósito es lograr crecientes niveles de participación en todos los dispositivos que
tenemos y que iremos agregando, lo que también implica afirmar que, en esta etapa que se inicia,
la insistencia no va a estar ni en la cantidad de contenidos a enseñar ni en los dispositivos de
calificación de los aprendizajes sino en el acompañamiento ante la contingencia, la búsqueda
de variaciones en las maneras de llegar a distancia a cada uno de los barrios, de las casas,
de las familias y de los contextos en que se encuentran los niños y las niñas, adolescentes,
jóvenes, adultos y adultas que forman la comunidad educativa de nuestra provincia”.
En esta segunda etapa la tarea que proponemos a los/as Inspectores/as del Nivel Primario se
enmarca en el objetivo general de “Fortalecer la trama institucional del sistema educativo
bonaerense” en el contexto de la emergencia sanitaria que requiere interrumpir temporalmente la
actividad habitual en las escuelas.
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Se trata, entonces, de acompañar y fortalecer el tejido de esa trama con la comunidad de
estudiantes, familias, docentes, directivos y auxiliares que, por las circunstancias que
atravesamos, no se concentra a diario en la escuela.
Los/as Inspectores/as reconocen y valoran, en primer lugar, las estrategias que desarrolla cada
escuela para acercarse de la manera más sistemática posible a todos y todas los niños y niñas
que asisten a ella.
En segundo lugar, se asegura de nominalizar, junto con los equipos directivos, a los alumnos y
alumnas que presentan más dificultades para participar de las propuestas de continuidad
pedagógica en los diversos años. En este contexto de emergencia, es importante tratar de indagar
las razones, no sólo por el sostenimiento del vínculo escolar sino porque es fundamental conocer
el estado sanitario del/la niño/a y el de su grupo familiar, para poder intervenir si existieran
necesidades de otra índole.
En acuerdo con el JD y sus colegas, cada Inspector/a tratará de encontrar y sostener otros
medios, propios de cada zona, para que las instituciones concreten también la incorporación de
los chicos, las chicas y las familias que tienen dificultades para unirse a esta red indispensable de
acercamientos.
En cada Distrito se presentarán situaciones que demanden la asistencia de otros, de una red
territorial de efectores que podría atender dichas demandas con la celeridad que la situación
amerite. Las voces de los mismos Inspectores han dado cuenta de la colaboración de miembros
de agrupaciones barriales, pequeños comerciantes, miembros de las guardias rurales,
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repartidores de algunas mercaderías y muchos otros que se integran a los circuitos de
comunicación porque reconocen, desde su lugar social, la importancia de la acción de la escuela.
Por otra parte, recordemos que la tarea en soledad es imposible.
Del mismo modo requiere, y es tarea del/a Inspector/a expresarlo claramente con sus colegas y
los equipos directivos de sus escuelas, estar atento a la situación de los propios compañeros y
compañeras de tarea, para sostener también con ellos y ellas los canales de comunicación y de
contención ante la incertidumbre de la situación: en las actuales circunstancias, el acto de cuidar
es acto pedagógico, enseñante y es acto de solidaridad.
Del mismo modo, el Inspector tiene la posibilidad de organizar encuentros con los equipos
directivos de las escuelas a su cargo. Estas reuniones requieren tomar recaudos docentes
indispensables: asegurarse de que todos los participantes pueden acceder a la comunicación,
darles a conocer los modos de participar en las reuniones, hacerles llegar previamente los
instructivos para ingresar en ellas, sostener -al tiempo que coordina el intercambio sobre los ejes
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previstos- las breves indicaciones tecnológicas –“conectá la camarita, encendé el micrófono”- para
mantenerlos/as en contacto. Las primeras oportunidades en que utilizamos un canal alternativo
pueden no resultar todo lo satisfactorias que hubiésemos deseado. No obstante, seguir
intentándolo y animar a otros a realizarlo permite romper el aislamiento, sostener los intercambios
y coordinar las acciones.
El aprendizaje es un proceso; las circunstancias nos han empujado hacia las nuevas
tecnologías; hay que tener paciencia porque, una vez adquiridas, se incorporarán a la vida
cotidiana. Como en todo acto comunicacional, el Inspector que convoca da a conocer los
propósitos de la reunión, cuáles serán los temas a tratar, la duración y extensión de la charla,
entre otros aspectos.
Los aprendizajes escolares tienen lugar en un grupo de aula coordinado y alentado por el
docente con sus intervenciones; por otra parte, los niños y niñas se escuchan, ven las
producciones de sus compañeros, cooperan y se facilitan mutuamente el acceso a los
conocimientos. Este escenario de la tarea escolar hoy se ve trasladado al seno familiar.
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En cualquiera de los años del nivel los períodos de continuidad pedagógica pueden proponer a
los estudiantes el seguimiento o profundización de contenidos y tipos de actividades que los/as
alumnos/as ya trataron y ensayaron en el aula. Habitualmente la continuidad está prevista para
períodos breves.
Esta es una situación diferente, los tiempos pueden ser prolongados y poblados de
incertidumbre y de temores.
- Las tareas que la escuela propone a los niños y niñas para realizar en casa, en ningún
momento pueden sumar inquietud o dificultades a la vida familiar. El docente “sabe” que
la mayoría de sus estudiantes tienen muchas posibilidades de resolver la propuesta. No
espera que los niños y las niñas avancen en sus aprendizajes; propone que sostengan
sus vínculos con la escuela, con la tarea escolar y con la voz del maestro o la maestra.
- Puede solicitar que guarden en sus hogares todas las tareas que van desarrollando en
casa y hacer explícitas referencias al reencuentro en el aula: “cuando nos veamos en la
escuela vas a contarnos qué te dio más risa en este cuento”, “en el aula, vamos a hacer
otros problemas como estos para que todos los resuelvan”, “cuando nos encontremos
en la escuela, revisamos juntos esto que escribiste”. El objetivo es retomar las
producciones infantiles como registro y memoria didáctica que permita, al reiniciar las
clases, la planificación de un proceso de enseñanza que retome parte de lo realizado y
lo revise con los estudiantes para provocar, entonces sí, avances significativos.
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virtualmente o al regreso. Se espera que todos intenten resolver cálculos y problemas
comparando entre sí otros ejemplos cuya resolución el maestro reveló u orientó y que
retomará como punto de partida para nuevos desafíos. Se propone que participen de
acercamientos al conocimiento social y natural para enriquecer su mirada del mundo.
No es posible olvidar que los adultos acompañantes en la casa no son maestros y que no están
presentes los compañeros que cooperan en la resolución de las actividades.
Las propuestas que llegan a los chicos y chicas son el puente que crea un vínculo cálido y
afectuoso que hace que todos y todas deseen un pronto regreso a la escuela.
En un primer momento, todos los docentes desplegaron los medios tecnológicos disponibles
para asegurar la continuidad pedagógica. La tareas fueron dispares: excesivas, adecuadas,
enriquecidas o limitadas según los medios con que se contara para hacerlas accesibles a la mayor
cantidad posible de estudiantes. El esfuerzo por mantener la presencia de la escuela se evidenció
en toda la Provincia.
Existen alternativas para el uso de los cuadernillos por parte de maestros y maestras:
- Emplear los cuadernillos tal como han sido concebidos y centrar el esfuerzo del docente en la
orientación de los tiempos de resolución de las tareas y de los modos de abordarlas, así como
establecer, según las posibilidades, algún tipo de devolución a los alumnos de aquello que van
produciendo día a día.
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- Emplear los cuadernillos para “tomar ideas” y elaborar la propia propuesta, enviada a los
alumnos por los medios que mejor funcionen en cada caso.
Entre una y otra alternativa, puede apelarse a todas las posibilidades y combinaciones que las
instituciones consideren necesarias.
- Hasta que se vuelva a la escuela, los cuadernillos apuntan a que los chicos no pierdan
el vínculo con los contenidos escolares, cómo, dónde y hasta dónde puedan en la
circunstancias familiares de cada uno: que sigan leyendo y escribiendo, tratando de
resolver problemas matemáticos, interesados en el mundo natural y social, en los
personajes de ficción, en los autores de literatura, etc. Más allá de que todos puedan
aprender algo nuevo en este período, no es esa la expectativa. Se trabaja sobre lo que
ya conocen en nuevos contextos para que, de ningún modo, se ofrezca una tarea de
repetición sino de ampliación y profundización de los contenidos.
- En todos los casos se ha intentado que las propuestas resulten autosuficientes: los
alumnos y las alumnas encuentran en cada cuadernillo todo lo que necesitan para
resolver las actividades. Los textos indicados para leer o la información para resolver
situaciones están allí, en cualquier contexto los niños y niñas no necesitan recurrir a
otras fuentes o acceder a Internet pues la conexión no está garantizada para todos y
todas. Las lecturas ofrecen enlaces a audios pero el texto puede ser leídas por un
adulto o por los propios niños.
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- Es necesario considerar tiempos flexibles para la realización de las tareas propuestas.
Los tiempos en los hogares tienen una lógica diferente a la de la organización escolar,
más aún en estos momentos de emergencia sanitaria e incertidumbre. A veces las
familias podrán organizar a los chicos y chicas en horarios previsibles y regulares, otras
no será posible. Niños y niñas seguramente pasarán por períodos más o menos
productivos. Los docentes alientan la realización de las tareas sin ignorar las diversas
circunstancias de todos y de cada uno de los estudiantes. Ante todo, es imprescindible
intentar que las tareas puedan desarrollarse en climas agradables para chicos y
grandes.
- Los estudiantes anotan en los cuadernillos sus “primeras respuestas” ante las diversas
situaciones. Muchas de ellas serán retomadas en las aulas, al volver a la escuela. Los
estudiantes de la escuela primaria pueden sacar conclusiones o elaborar nuevos
conocimientos en el aula, con la orientación del maestro o maestra y en interacción con
otros chicos y chicas.
El involucramiento de algún adulto o hermano o hermana mayor, en esta instancia, pasa por
recordar a niños y niñas que “hagan la tarea”, leer junto a ellos algún cuento o la consigna de la
tarea, conversar sobre el tema de Ciencias Naturales… En general, los niños y las niñas no
cuentan todavía con la suficiente autonomía como para poder enfrentar y desarrollar la totalidad
de las tareas por sí mismos.
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En todos los casos, los cuadernillos que propone la Dirección Provincial de Educación Primaria
y se distribuyen a niños y niñas tienen el propósito de que los equipos directivos y docentes los
analicen y tomen de ellos lo que les resulte interesante y apropiado para los alumnos y alumnas
de cada año. Esta producción está, en principio, destinada a circular mientras persista la situación
sanitaria de aislamiento obligatorio.
Sin embargo, los cuadernillos –elaborados como respuesta a las circunstancias conocidas-
expresan una forma de organización de la enseñanza que está ampliamente difundida en las
escuelas y entre los docentes de la Provincia y que también sostienen los equipos curriculares del
nivel central.
Se trata, en líneas muy generales, de proponer un eje–un cuento, varios cuentos del mismo
autor, un tipo de problemas, la exposición inicial del maestro sobre los pueblos originarios – y de
sostenerlo y profundizarlo a través de una secuencia que encadena algunas situaciones
didácticas, diferentes entre sí, organizadas alrededor del mismo contenido a lo largo de varios
días.
Los equipos directivos se encuentran hoy ante el enorme desafío de la gestión institucional en
el marco del aislamiento sanitario. Muchas de las prácticas que formaban parte de la conducción
escolar hoy se ven interpeladas y tensionadas por la realidad. El intercambio con sus colegas y
con el/la Inspector/a significará una instancia valorada de acompañamiento y sostén.
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Los equipos directivos, docentes y auxiliares fortalecen entre sí el vínculo pedagógico y de
cuidado importante en esta etapa de lejanías y fundamental para el retorno a clases, cuando sea
posible. Todo ello, instala una certeza que perdura en el escenario escolar: se consolida el valor
irremplazable de la escuela, para los niños y niñas, para sus familias y para la sociedad.
A través de diversos medios, estrechan el vínculo con sus comunidades y, a la vez, sostienen
la comunicación regular con sus equipos docentes y con los auxiliares de sus escuelas, también
atravesados por la incertidumbre. Entablan con los docentes los diálogos necesarios en torno a lo
que los asuntos pedagógicos demanden. Pero también dialogan con ellos y con los auxiliares para
conocer cómo se encuentran y cómo están los miembros de sus familias. Frente a la pandemia
todos/as nos sentimos amenazados/as.
En los encuentros virtuales, el inspector insta a compartir las iniciativas surgidas en sus
escuelas respecto a la continuidad pedagógica. La divulgación de estas iniciativas expresa el
reconocimiento del sistema educativo hacia docentes y directivos y ayuda a renovar y ampliar los
recursos de todos y todas. En estos momentos de tanta complejidad es importante agradecer y
valorar la dedicación, el tiempo, el compromiso y la responsabilidad de los integrantes de cada
escuela.
Los equipos directivos intercambian también sobre las posibilidades virtuales a las que pueden
recurrir para replicar los encuentros con maestros, maestras, bibliotecarios, curriculares y equipos
de orientación. Estas instancias serán una oportunidad para reflexionar conjuntamente acerca de
las actividades que están recibiendo los chicos y las chicas y tratar de incidir, si es necesario, para
abreviarlas, variarlas o acompañarlas de orientaciones que faciliten la resolución en el hogar.
Estos espacios también resultan importantes para agradecer y compartir con el equipo de la
propia escuela el reconocimiento por su dedicación.
Las conducciones escolares necesitan tener claridad y sentirse respaldadas respecto a las
decisiones tomadas sobre la evaluación y acreditación pues, con el transcurso de los días,
empezará a surgir la preocupación entre docentes y padres.
En las reuniones a las que el equipo directivo convoque a los docentes, todos los integrantes
del equipo escolar pueden empezar a evaluar principalmente las propuestas llegadas a manos de
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los niños y niñas en el marco de la continuidad pedagógica -¿para qué niños resultaron
adecuadas, muy alejadas o demasiado fáciles?- y a elaborar, según las producciones que hayan
podido realizar los estudiantes en sus hogares, cómo encarar al regreso la enseñanza: ¿qué
propuestas consideran necesario retomar?, ¿cómo piensan reiniciar la tarea con los niños que
empezaron primero?, ¿cómo pueden, en intercambio con colegas y directivos , acordar sobre
aquellos contenidos nucleares de cada año escolar para definir las mejores estrategias para su
enseñanza?
Es importante tratar de llevar tranquilidad a los hogares sobre la calificación de sus hijos/as que
seguramente será una cuestión que preocupará a muchas familias.
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