Unidad 6
Unidad 6
Unidad 6
EXPRESIÓN Y COMUNICACIÓN
1. ALGO DE HISTORIA
2. CONCEPTO DE LITERATURA INFANTIL
3. LOS RECURSOS POÉTICOS
3.1. Precuentos
3.2. Juegos corporales
3.3. Retahílas
3.4. Pareados
3.5. Canciones de corro
3.6. Folclore popular
3.7. Poesía
4. EL CUENTO POPULAR
4.1. Cuentos de fórmula
4.2. Cuentos de animales
4.3. Cuentos de costumbres
4.4. Cuentos maravillosos
4.5. Otros cuentos
4.6. Valor educativo del cuento
4.7. Criterios para seleccionar un cuento
4.8. Pautas para contar un cuento
5. LA ANIMACIÓN A LA LECTURA
6. LA BIBLIOTECA INFANTIL
1. ALGO DE HISTORIA
En la Edad Media no existía una noción de la infancia por lo que no existe tampoco,
propiamente, una literatura infantil. Los niños escuchaban las mismas cosas que los adultos y
tenían las mismas lecturas, como las Cantigas de Alfonso X el Sabio, o un siglo más tarde, El
Conde Lucanor, el romancero...
Las pocas obras que leía la gente pretendían inculcar determinados valores, por lo que la figura
del libro como vehículo didáctico está presente durante toda la Edad Media y parte del
Renacimiento. Se podrían incluir en estas obras algunas de corte clásico, como las fábulas de
Esopo.
A partir del siglo XVII, son cada vez más las obras que versan sobre fantasía, siendo un fiel
reflejo de los mitos, leyendas y cuentos, propios de la trasmisión oral, que ha ido recopilando
la cultura popular a través de la narración por parte de los mayores a los niños. Destacan
autores como Charles Perrault (Caperucita Roja, Pulgarcito) o Madame Leprince de Beaumont
(La Bella y la Bestia), y fabulistas como Félix María de Samaniego (La cigarra y la hormiga) o
Tomás de Iriarte.
En el siglo XVIII se publican dos obras fundamentales para la que hoy se conoce como
literatura infantil: Los viajes de Gulliver (Jonathan Swift) y de Robinson Crusoe (Daniel Defoe),
claros ejemplos de los relatos de aventuras.
Con el movimiento romántico, en el siglo XIX llega la época de oro de la literatura infantil.
Algunos de los autores más destacados son: Hans Christian Andersen (El patito feo, La sirenita,
En cualquier caso, la literatura infantil tiene una gran importancia para el niño porque conecta
con sus intereses, da respuesta a sus necesidades, sirve de vehículo de transmisión cultural y
potencia el espíritu crítico. Además, estimula el desarrollo de la imaginación y la creatividad,
nutre la fantasía y mejora la capacidad de expresión.
Este tipo de juegos son una herramienta excepcional para establecer pautas de atención y
disfrute hacia producciones literarias más extensas.
3.2. Los juegos corporales ayudan al bebé a descubrir su cuerpo y sus posibilidades de
movimiento. Por ejemplo, pueden ser para jugar con las manos y los dedos, aprender a dar
palmas, darse en la cabeza, señalar partes del cuerpo, hacer cosquillas, esconder las manos,
trotar y balancearle… Destacan las denominadas canciones de falda.
“A la silla la reina
que nunca se peina,
un día se peinó
y la silla se rompió.
Al paso, al paso, al paso.
Al trote, al trote, al trote.
Al galope, al galope, al galope”
3.3. Las retahílas son los juegos literarios que acompañan a las acciones cotidianas. Pueden ser
conjuros (cuando el bebé se hace daño), sorteos (para echar a suerte) y de juego (de corro y
pasillo, de prendas).
3.4. Otros recursos de este tipo son los disparates, patrañas y pareados.
3.5. También están las canciones de corro y bailes para jugar en la calle.
3.6. También encontramos en el folclore popular infantil otras canciones, como las nanas o las
canciones para ocasiones especiales (Carnaval, Navidad,..).
“Cucú, cucú,
cantaba la rana,
Cucú, cucú,
debajo del agua.
Cucú, cucú,
pasó un marinero
Cucú, cucú,
llevando romero”
3.7. Por su expresividad, la poesía resulta apropiada para el desarrollo del mundo personal del
niño. Los niños disfrutan del juego de palabras, de su musicalidad. Se pueden trabajar enteras
o en fragmentos, según el momento y la finalidad.
Algunas de las estructuras poéticas más frecuentes son:
4. EL CUENTO POPULAR
El cuento se puede definir como un relato breve, de hechos imaginarios, con un desarrollo
argumental sencillo (exposición-nudo-desenlace), cuya finalidad puede ser moral o recreativa,
y que estimula la imaginación del niño.
Según su estructura, existen cuatro tipos de cuentos:
4.1. Los cuentos de fórmula son un recurso literario dirigido a niños en torno al año y medio
que facilitan el paso de la palabra como juego a la palabra como significado. Hay dos tipos:
Mínimos y de nunca acabar. Tienen un argumento mínimo y una estructura repetitiva
en verso que busca conectar con el niño por lo sensorial. Lo significativo es el
comienzo y el final del cuento. Son los cuentos que nada cuentan.
“Quieres que te cuente el cuento del pan parapules, el de las bragas azules y el culo al revés.
¿Quieres que te lo cuente otra vez?”
4.2. Cuentos de animales. Son cuentos generalmente breves que se narran en torno a los dos
años, en lo cuales los protagonistas suelen ser animales que hablan y se comportan reflejando
características humanas.
Sus argumentos se centran en temas universales pero en escenarios familiares para los niños,
donde los animales luchan entre sí y sale derrotado aquel que aparece como malo.
Por ejemplo, “Los tres cerditos”, “Los siete cabritillos”, “La ratita presumida”, ...
4.3. Cuentos de costumbres. Se cuentan a los niños a partir de los tres años. Suelen reflejar los
modos de vida de la sociedad y se centran en niños que están en peligro, en historias de
miedo, …
Algunos ejemplos son “Pulgarcito”, “El gato con botas”, “Juan sin miedo”, …
4.4. Cuentos maravillosos. Se introducen a partir de los cinco años y su elemento más
característico es la presencia de objetos maravillosos. En cuanto a su estructura:
“Frederick” (Leo Leonni), “Historias de ratones” (Arnold Lobel), “Donde viven los
monstruos” (Maurice Sendak), “Yo siempre te querré” (Hans Wilhelm), “La pequeña
oruga glotona” (Eric Carlé), …
En cuanto al desarrollo evolutivo del niño, conviene tener en cuenta los siguientes aspectos:
De uno a tres años. Predomina el interés por la palabra y el movimiento. Son indicados
los textos breves y rimados que los niños puedan repetir.
De tres a cinco años. Los niños tienden a atribuir características humanas a todos los
seres. Prefieren las historias sencillas de acción lineal y que no sean demasiado largas.
De cinco a seis años. Predomina el interés por la fantasía y lo maravilloso. Se pueden
incluir personajes secundarios. Empiezan a interesarse por los cuentos que les
descubren cómo son y cómo funcionan las cosas.
5. LA ANIMACIÓN A LA LECTURA
A partir de cualquier relato se pueden realizar diferentes juegos, canciones u otras actividades.
Por ejemplo:
Antes de la lectura
Introducir al personaje principal
Contar algo de los personajes
Hablar del lugar donde se va a desarrollar la acción
Dramatizar el relato
Utilizar marionetas u otros objetos para contar el relato.
Inventar historias
Puede comenzar con un relato tradicional y luego ir inventando entre todos.
Que los niños imaginen historias en los que ellos sean los protagonistas.
Organizar el relato
Crear tarjetas con imágenes representativas del relato para que los niños puedan
representar temporalmente el relato y, a partir de ellas, puedan contarlo.
Recreación de la historia
Decorar el aula con motivos pertenecientes al relato.
Disfrazar a los niños como personajes del relato.
6. LA BIBLIOTECA INFANTIL
La biblioteca infantil ha de incorporar todo tipo de material que se acerque al concepto de
libro infantil: ilustraciones, fotografías, muñecos, etc.
La organización de la biblioteca debe tener en cuenta distintos aspectos: