Confesion de Barmen
Confesion de Barmen
Confesion de Barmen
Prólogo
I.
"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre" (Juan 14,6).
"En verdad les digo, el que no entra por la puerta del corral de las ovejas, sino que se mete por
otro lado, es ladrón y bandido… Yo soy la puerta; el que entre por mí, será salvado" (Juan
10,1.9).
" Jesucristo, según el testimonio que de él tenemos en la Sagrada Escritura, es la única palabra de
Dios. A ella sola debemos escuchar, en ella sola debemos confiar y obedecerla en la vida y en la
muerte.
" Rechazamos la falsa doctrina según la cual, además y junto a esta una y única palabra de Dios,
la iglesia podría y debería admitir como fuente de su proclamación otros acontecimientos y
potencias, otras personalidades y otras verdades como si fueran también revelación de Dios.
II.
"Pero Dios mismo… ha hecho también que Cristo sea nuestra sabiduría y que por medio de
Cristo seamos puestos en la debida relación con Dios, consagrados a él y salvados" (1º Corintios
1,30).
" Así como Jesucristo es la expresión del perdón de Dios de todos nuestros pecados, del mismo
modo es él la expresión del derecho de Dios sobre toda nuestra vida. Por medio de él
1
experimentamos una gozosa liberación de todas las ataduras ateas de este mundo para un servicio
libre y agradecido a todas sus criaturas.
“Rechazamos la falsa doctrina según la cual habría ámbitos en nuestra vida en los cuales no
perteneceríamos a Jesucristo sino a otros soberanos, ámbitos éstos en los cuales no
necesitaríamos la justificación por él realizada.
III.
"Más bien, hablando la verdad en un espíritu de amor, debemos crecer en todo hacia Cristo, que
es la cabeza del cuerpo. Y por Cristo el cuerpo entero se ajusta y se liga bien" (Efesios 4,15-16).
" La iglesia cristiana es la comunidad de hermanos en la cual Jesucristo actúa como su Señor
presente en la palabra y los sacramentos por medio del Espíritu Santo. Ella, como Iglesia de
pecadores reconciliados, debe dar testimonio en este mundo pecador, tanto por medio de su fe
como por medio de su obediencia, por su mensaje como por su disciplina, de que sólo pertenece
a él, que sólo vive y desea vivir de su consuelo y orientación en la esperanza de su venida.
" Rechazamos la falsa doctrina según la cual la Iglesia podría dejar librada la expresión concreta
de su mensaje y de su estructura a su conveniencia o a la mutación de las convicciones
ideológicas y políticas reinantes en tal o cual momento.
IV.
"Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los
grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el
que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás" (Mateo 20,25-26).
"Los diferentes ministerios de la Iglesia no son causa del dominio de unos sobre otros, sino el
desempeño del servicio que le ha sido encomendado y confiado a toda la comunidad eclesial.
"Rechazamos la falsa doctrina según la cual, aparte de este servicio, la Iglesia tendría poder y
autoridad para darse o aceptar autoridades especiales dotadas de atributos o de dominio.
V.
2
" Rechazamos la falsa doctrina según la cual la Iglesia, por encima de su mandato especial,
pudiera y debiera apropiarse de la modalidad de las tareas específicas y la dignidad del Estado y
convertirse así ella misma en un órgano estatal.
VI.
"Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28,20).
"Pero el mensaje de Dios no está encadenado" (2ª Timoteo 2,9).
“La misión de la Iglesia, en la cual se funda su libertad, consiste en proclamar, en lugar de
Cristo, o sea, al servicio de su propia palabra y obra, el mensaje de la libre misericordia de Dios a
todos los pueblos por medio de la predicación y los sacramentos.
“Rechazamos la falsa doctrina según la cual la Iglesia, dejándose llevar por autosuficiencia
humana, podría poner la palabra y obra de Jesucristo al servicio de deseos, objetivos y planes
arbitrariamente elegidos.
Epílogo