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ICSE

Módulo 1
*“La sociedad, el Estado y las instituciones”- Nadia Yannuzzi
Durkhein
Uno de los primeros pensadores en preguntarse sobre el orden social fue el sociólogo
francés Emile Durkheim. Desde su perspectiva, la sociedad es una totalidad sui generis, eso
quiere decir que es algo más que la mera suma de individuos, es un fenómeno diferente.
Sociedad: la sociedad es la que impone al individuo una moral que define como las reglas
que rigen las relaciones y establecen lo que está permitido y lo que no.
Estado: Es la institución más importante de un país, detecta el monopolio legítimo de la
violencia
Las instituciones: son las pautas que guían y regulan nuestras interacciones, podemos
clasificar de muchas formas las instituciones.
Características de las instituciones
Según el politólogo argentino Guillermo O’Donnell (1996), las instituciones son pautas –
leyes, códigos, estatutos, constituciones, organismos del Estado o comportamientos
establecidos culturalmente– que instauran y regulan la interacción entre las personas y los
grupos que componen una sociedad y tienen varias características.
1) Las instituciones son eficaces, intersubjetivas y pueden cumplir simultáneamente varias
funciones.
2) Las instituciones se desarrollan en un juego o una tensión entre la permanencia en el
tiempo y el cambio, entre la estructuración y la reestructuración.
3) Las instituciones pueden clasificarse en formales e informales.
pero hay dos grandes tipos de instituciones
● Instituciones formales
Son las reglas, las leyes, las normativas, están escritas y sancionadas como los tres
poderes que conforman el estado (Legislativo, Ejecutivo y Judicial)
● Instituciones informales
Son las que no están escritas, obedecen al orden de la costumbre, comportamiento, etc.
Ambas instituciones son igual de eficaces y efectivas, no sentimos su presencia en la vida
cotidiana sin embargo tiene un poderoso efecto “el orden”.

Ejemplo: la familia, es una institución informal, nadie está obligado a formar una familia,
todos tenemos ideas de lo que es una familia, estamos en el orden de la costumbre de lo
informal, pero al mismo tiempo tenemos leyes que nos dicen que podemos hacer en el
interior de una familia y lo que no, los niños, niñas y adolescente tienen derechos.
Ambos tipos de instituciones coexisten permanentemente.
Vínculo entre la sociedad y estado
Se vinculan de muchas formas, a veces ese vínculo es de cooperación otras veces es de
conflicto, actores sociales, individuos organizados (partidos políticos) , más o menos
organizados (personas autoconvocadas para ir a marchar) que lo que hacen es luchar por
sus intereses.
Las instituciones se vuelven clave porque ordenan la distribución del poder en una
sociedad, ordenan, distribuyen el poder indican que se puede y que no se puede hacer
¿Que es sociedad civil?: somos cada uno de nosotros que estamos bajo el mismo estado
y que nos agrupamos con diferentes objetivos.

*“El nombre y la cosa. Hacia una conceptualización del Estado”-


Patricio Gómez Talavera
Max Weber
El Estado: origen histórico y formulación teórica
La aparición del Estado como actor histórico marca un antes y un después en el
desarrollo de las sociedades humanas. Es el Estado el que, en un nivel de mayor
complejidad social, impone las leyes, es decir, las hace cumplir. El Estado pasa a ser
el poder y quien define las reglas de juego, por lo tanto, también genera
diferenciaciones entre los habitantes de esa sociedad. El Estado es una creación
humana. Antes de que las sociedades conformaran un Estado, las personas vivían
en lo que se ha dado en llamar “estado de naturaleza”. Esto significa que no había
leyes que organizaran la vida humana y el más fuerte lograba imponerse una y otra
vez, sobre el más débil.
Uno de los primeros avances en la tarea de definir al Estado lo dio el filósofo
británico Thomas Hobbes (1588-1679) quien sostenía que el Estado surgió a través
de un acuerdo efectuado entre todos los habitantes de un territorio. Hobbes señala
en su obra Leviatán, publicada en 1651, que la guerra se encuentra entre las
motivaciones fundamentales en la construcción del Estado. Para este filósofo era
evidente que “durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que
los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra,
una guerra tal que es de todos contra todos”

-Estado y coerción
El estado es aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio,
reclama para sí el monopolio de la violencia física legítima
¿Qué significa “monopolio de la violencia legítima”? Quiere decir que dentro de ese
territorio que domina, el Estado es el único que puede ejercer la violencia; dicha
violencia es legítima porque está normada, regulada y respaldada por el orden legal
vigente.
-Estado y gobierno

El estado es permanente
El gobierno es temporal

-El estado y la dominación


La relación entre el estado y las formas de administración de la violencia
El estado cuenta con una herramienta de disciplinamiento, gobernanza de la
sociedad que es el monopolio de la violencia legítima, puede garantizar su
influencia, supremacía, su llegada a toda la sociedad.
Es monopólica y es legítima
El Estado no es representativo de la totalidad de la sociedad ya que la sociedad es
heterogénea y conflictiva.

Tipos de legitimación
1- La legitimidad basada en el eterno ayer
Está basada en las tradiciones, en la creencia, en las costumbres y en el efecto que
producen ambas en el conjunto de la sociedad.
La convención, la sensación, la vivencia de cómo esto fue así en el pasado seguirá
siéndolo en el futuro.

2- La legitimidad del carisma personal


Está basada en la confianza, en la creencia en una persona concreta, en sus
cualidades y en sus atributos, en su capacidad para liderarnos o de liderar un
conjunto muy importante de la sociedad hacia resultados que estamos persuadidos
de que van hacer beneficiosos para todos.

3- La legitimidad de la legalidad
Está basada en la creencia de la legalidad, que nos va a brindar un trato justo, que si
nosotros obedecemos la ley recibiremos un trato justo. (leyes)

Gellner
-Estado y nación
Fases que distinguen una nación
Cultura: la constitución de la nación depende de la asociación de los hombres que
comparten la misma cultura
+ Sistema de ideas/signos
+Asociaciones
+Partes de la conducta y comunicación
Voluntarista: señala que los ocupantes de un territorio determinado o los hablantes
de un idioma dado, llegan a ser una nación cuando se reconocen mutua y
firmemente ciertos deberes y derechos en virtud de su común calidad de miembros

Hobsbawm
Utiliza una definición más amplia que la de Gellner, señalando que es suficiente con
que un grupo suficientemente grande de personas se autoperciba como nación para
ser analizada como tal.

*“Tipos de Estado” - Enrique García

-Estado liberal
El Estado liberal plantea la defensa de los llamados derechos naturales, inviolables,
precontractuales e individuales. El hombre en su estado presocial, anterior a la
formación de la sociedad, ya posee los derechos de la igualdad, de libertad y de
propiedad privada. Para preservar estos derechos, los mismos hombres deciden
firmar un contrato mediante el cual acuerdan vivir en sociedad y crear el Estado que
debe mantenerse contenido y limitado en su propensión a dominar la sociedad; para
ello, el liberalismo propone un ejercicio equilibrado del poder.

-Estado fascista
El Estado fascista se inmiscuye en todas las esferas de la sociedad. El poder del
Estado no posee límites y su control sobre la sociedad es total.
El surgimiento del Estado fascista en Italia y de otros gobiernos de índole similar en
Europa se explica en gran medida, por la llamada “reacción de miedo”, generada por
la presencia del comunismo.
El Estado fascista lo abarca todo: fuera de él no pueden existir valores humanos y
espirituales; por ello es totalitario y profundamente antidemocrático.

-El Estado de bienestar o benefactor


Este tipo de Estado buscaba, de hecho, una fórmula que permitiera retomar el rumbo
del crecimiento, por un lado, y el logro de la estabilidad social ante el avance del
comunismo, por otro. Por ello, puede entenderse que es el producto de una toma de
conciencia de la incapacidad del Estado liberal de dar respuesta a los desafíos de la
posguerra.
El Estado de bienestar busca intermediar en las relaciones entre las fuerzas del
capital (los empresarios) y las del trabajo (los sindicatos).

-El Estado neoliberal


En la década de 1990, la mayoría de los países socialistas entró en una crisis final
que derivó en que el símbolo del comunismo cayera, y provocó que la Unión
Soviética desapareciera. Con ella también fue arrastrada la creencia de que el
Estado debía encargarse de todo lo relativo a la sociedad. El Estado soviético se
había convertido en modelo del autoritarismo, de ahogo de la iniciativa individual, de
falta de libertad y pluralismo y, además, de ineficiencia económica.
El neoliberalismo predica especialmente la apertura de la economía, eliminando las
protecciones económicas que recaen sobre algunos sectores. Es decir, se busca la
entrada de bienes y servicios de un país a otro, sin importar que compiten con
ventaja con los producidos en el país que los recibe.
El neoliberalismo busca imponer un capitalismo desregulado sin normas o leyes que
restrinjan su actividad y que permita un aumento de la actividad y la innovación
privada

*“Regímenes políticos. Herramientas para reducir el grado de


abstracción” – Max Povse
El régimen político es el conjunto de reglamentaciones que determinan cómo se
accede y cómo se ejerce el poder.

-¿Cuáles son los tipos de régimen político?

1-La democracia es uno de los tipos ideales de régimen político, que se sitúa en
un extremo del espectro. Un régimen político es democrático cuando el acceso y el
ejercicio del poder son limitados. Ello quiere decir que dicho acceso se hace a través
de un sistema electoral en el que se llevan adelante elecciones libres y justas, a
través de las cuales se elige a los representantes tanto legislativos como ejecutivos
(diputados, senadores, presidentes, gobernadores, intendentes, etcétera).

2- El autoritarismo en cambio, está definido por las características


exactamente opuestas a la democracia. Es decir, el acceso y el ejercicio del poder
no están limitados por un sistema electoral y un Estado de derecho. Quien gobierna
no es representante de los ciudadanos, sino que asume ese rol por medios no
democráticos. Algunos ejemplos de esto último pueden ser un golpe de Estado, el
nombramiento por parte de un partido sin pasar por las reglas de acceso electoral o,
en una monarquía, por ser parte de la línea de sucesión.
-Regímenes políticos con adjetivos
Entre los subtipos de régimen político se encuentran diversos conceptos: la
poliarquía, la democracia delegativa, o la dictadura
Estos tres conceptos hacen referencia a subtipos específicos de lo que puede ser
una democracia (los primeros dos), y un subtipo del autoritarismo (la dictadura).
En el caso de la democracia delegativa, casi todos los indicadores coinciden con
valores propios del tipo ideal de democracia, pero al menos uno de ellos no
concuerda: la separación de poderes.
En el caso de las dictaduras, hasta en algunos casos pueden involucrar elecciones,
pero, en tanto estas no son libres y no existen limitaciones al poder de quien
gobierna, constituyen un subtipo más cercano al autoritarismo.

-Regímenes híbridos (ni democracia ni autoritarismo)


Frente a esta proliferación de subtipos nombrados de acuerdo al caso que se
estudia, existe una proposición para pensar un tercer tipo ideal de régimen político,
que se encuentra en medio de los dos extremos entre democracia y autoritarismo: el
régimen híbrido.
Un régimen híbrido es aquel que combina elementos de los regímenes democráticos
y no democráticos.
Un ejemplo pueden ser un régimen en el que haya elecciones libres, pero exista una
“cancha inclinada” en favor del partido de gobierno, es decir que los recursos del
Estado se usen a favor de la fuerza gobernante.4 Como otro ejemplo de estos
indicadores puede mencionarse uno en el que la libertad de expresión esté
asegurada, pero no la de asociación; otro caso puede ser un régimen en el que haya
división de poderes, pero el Ejecutivo tenga una cantidad de poder desmesurado con
respecto a los otros.
En la historia de la Argentina pueden señalarse como regímenes híbridos (por
distintas causas y con distintas formas) los gobiernos de Agustín Pedro Justo, Juan
Domingo Perón, Arturo Frondizi, Arturo Umberto Illia e Isabel Perón (Romero, 2017).

¿Cómo se transforma un régimen político en otro?


Se denomina transición al proceso mediante el cual un régimen político cambia a
otro (esto se profundiza en el Capítulo 10 de N. Simone). Para que exista una
transición, debe haber cambios profundos en los valores de un indicador: por
ejemplo, libertad de expresión o libertad de reunión. Se denomina transición el
período de tiempo que transcurre entre un régimen y otro. Si en un régimen
democrático se limitan los derechos de los ciudadanos, por ejemplo, se coarta la
libertad de expresión o de asociación, el régimen pasa a ser híbrido, es decir, posee
características de los regímenes democráticos y otras de los no democráticos, y no
se define totalmente por ninguno de los dos tipos. Si la tendencia autoritaria persiste
y se restringen aún más las libertades y garantías, como la posibilidad de formalizar
una oposición política, puede llegar a ser autoritario, es decir, claramente no
democrático. A la inversa, si un régimen autoritario comienza un proceso de
democratización, que puede incluir la organización de elecciones libres, pasa a ser
híbrido, y si deja de limitar las libertades civiles y la división de poderes, puede pasar
a ser democrático.
los regímenes son fluidos y pueden cambiar en la medida en que quienes ejercen el
poder modifican sus propias políticas. Por supuesto, también pueden mantenerse en
el mismo modo en que se iniciaron y nunca cambiar de tipo.
No es lo mismo un cambio de régimen que un cambio de gobierno.

*“Golpes de Estado y otras formas de interrupción institucional” -


Florencia Deich

-En la búsqueda de un concepto


Un golpe de Estado siempre se propone producir una ruptura del régimen político
existente hasta ese momento, generalmente mediante la acción de derribar un
gobierno constitucional. En este sentido, el concepto de cambio de régimen político
es clave para el análisis de los golpes de Estado, ya que el golpe es el instrumento
que permite conducir y producir ese cambio.1 La forma más usual de cambio es
desde un régimen democrático, que es el que cae, a otro no democrático que se
impone por la utilización ilegal de la fuerza. En el caso de la Argentina, en todos los
golpes de Estado desde 1930 a 1976, se produjo la caída del régimen democrático y
se instauraron regímenes no democráticos.
Un golpe de Estado, cuando triunfa, siempre produce un cambio de régimen
político.

Un golpe de Estado, sin importar la causa que invoque, es siempre un acto ilegal.

Un golpe de Estado siempre es un hecho violento, aunque varíe el grado y la forma


en que se aplica dicha violencia
-Los golpes de Estado pueden clasificarse
Los golpes de Estado en los que las Fuerzas Armadas toman el poder y son el grupo
más importante de la coalición golpista son los denominados golpes militares. En
estos casos, todas las instituciones quedan bajo la órbita militar: los jefes de dichas
fuerzas suprimen el parlamento y eligen al presidente, los gobernadores, los
intendentes y los embajadores. Este tipo de golpe de Estado fue el más común en la
historia argentina. Muchas veces, quienes ocupan esos cargos son hombres de
armas. Es decir que las decisiones se toman en el seno de la institución militar, que
es el verdadero poder. Un ejemplo paradigmático fue el golpe de 1976, cuando el
país fue dividido entre las tres armas (Fuerza Aérea, Ejército y Marina) y los militares,
además de tener el poder real, ocuparon numerosas posiciones en la administración
pública. Como en todo golpe de Estado que anula un régimen democrático, la
constitución queda relegada –en ocasiones directamente se la cambia por otra,
como ocurrió en 1955– y se prohíbe la actividad política en cualquier ámbito. Los
golpes de Estado no son exclusivos de las Fuerzas Armadas. Cabe señalar que otros
actores pueden organizar un golpe con el objetivo de cambiar el rumbo político de
un país a través de la violación y de la falta de reconocimiento de la legalidad
constitucional vigente. En la Argentina, los golpes de Estado en que el grupo
dominante no fueron las Fuerzas Armadas no han sido comunes, Herramientas para
el análisis de la sociedad y el Estado 109 pero pueden encontrarse ejemplos en
otros países, como Honduras en 2009.
Más allá de los elementos en común definidos hasta aquí, cada golpe de Estado es
un hecho que tiene características propias y, por lo tanto, diferentes a las de otros
golpes de Estado.

Los aspectos a considerar para caracterizar particularmente un golpe de Estado y


que permiten distinguirlo son: las causas que conducen al hecho del golpe; el
liderazgo y los actores que los llevan a cabo, sus intereses y discursos; cómo se
desarrolla; las consecuencias y los efectos sobre el sistema político y la vida social.

-Interrupciones institucionales sin cambio de régimen


Como se explicó anteriormente, un golpe de Estado siempre produce un cambio de
régimen cuando es exitoso. Pero no es la única forma de inestabilidad. A veces,
también hay turbulencias y conflictos que, aunque pueden generar un cambio de
gobierno, no cambian el régimen político. En estos casos, se trata de interrupciones
institucionales.

Una interrupción institucional se produce cuando el conflicto social y político, la


intervención militar o de otro grupo logra derribar al gobierno, pero no llega a
cambiar el régimen.
La existencia de un cambio presidencial sin un cambio de régimen político es la
diferencia principal entre la interrupción institucional y los golpes de Estado.
-Golpes de Estado en la Argentina
El primer elemento, entonces, para destacar es la gran cantidad de golpes de
Estado y cambios de régimen que sufrió nuestro país. Esto no fue igual en toda la
región.
Otros países tuvieron experiencias autoritarias muy breves, como Colombia,
Venezuela (antes del chavismo) y Costa Rica. En cambio, países como Chile y
Uruguay tuvieron pocos golpes de Estado pero que perduraron bastante en el
tiempo.
El golpe de junio de 1943 tuvo varias particularidades que lo destacan de los otros.
Fue un golpe importante en la historia del país más allá de la brevedad e
inestabilidad de los gobiernos que inauguró (Romero, 2017). Lo primero que se debe
destacar del golpe de 1943 es que derrocó al gobierno de facto anterior.3 En
segundo lugar, se puede mencionar que fue el único golpe que tuvo solo
intervención militar ya que la participación civil fue prácticamente nula. En tercer
lugar, el golpe no tuvo causas económicas, sino que surgió como respuesta a la
intención del gobierno de Ramón Castillo de romper la neutralidad frente a la
Segunda Guerra Mundial, volcándose así al bando aliado liderado por Estados
Unidos
El siguiente golpe (1955) se caracterizó por su antiperonismo y la violencia ejercida
contra los seguidores del general Perón, quien había sido elegido en 1945 y
reelegido en 1951.
El último golpe de Estado (1976) se caracterizó por haber sido el más sangriento de
la historia argentina. Se impuso el terrorismo de Estado, y se violaron
sistemáticamente los derechos humanos (véase el Capítulo 11 de G. Etcheves). Se
produjeron decenas de miles de desaparecidos, muertos, secuestros y exilios.
La derrota en la guerra de Malvinas (1982) y la quiebra económica del país
ocasionaron un desastre de tal magnitud que arrastró con la idea de que los
militares podían servir para algo más allá de gestionar la vida en los cuarteles. De
hecho, hasta el día de hoy no se ha registrado ningún otro gobierno militar. Tampoco
los militares han vuelto a aparecer ante la opinión pública como posibles líderes
para solucionar coyunturas de crisis, lo que era muy habitual en los años previos a
1983.

-Las interrupciones institucionales en la Argentina


En cuanto a las interrupciones institucionales, además de la ya mencionada de
Frondizi, en la Argentina se produjeron en tres ocasiones más: con el fin de los
gobiernos de Héctor Cámpora (1974), Fernando de la Rúa (2001) y Eduardo Duhalde
en 2003 (que por una cuestión de tiempos históricos no se abordará en este
trabajo). Estos casos tienen en común que el presidente constitucional debió
abandonar el cargo pero sin producirse por eso un cambio de régimen.
La primera interrupción sucedió en 1973, cuando el presidente Cámpora y el
vicepresidente Vicente Solano Lima renunciaron y fueron reemplazados por el
tercero en la línea constitucional, el entonces presidente de la Cámara de Diputados,
Raúl Lastiri. Esto ocurrió por movimientos dentro del peronismo para convocar a
nuevas elecciones y garantizar el retorno de Perón a la presidencia. En el caso de De
la Rúa en el año 2001, se produjo una interrupción institucional ya que el Congreso,
siguiendo las reglas previstas por la Constitución, nombró al reemplazante debido a
que el presidente había renunciado en medio de una grave crisis política y
económica
-El (fracasado) golpe de Estado contra Frondizi: un caso particular
Para el caso del gobierno de Frondizi, lo que se inició como un golpe de Estado
terminó como una interrupción institucional porque no logró cambiar el régimen
político y se resolvió según lo previsto en la Constitución Nacional vigente.

*“Consideraciones sobre el populismo” - Laura Petrino.


A partir del ascenso global del populismo, se han multiplicado sus estudios y se han
formulado definiciones que abordan la problemática desde diferentes y variados
ángulos. De hecho, se lo ha estudiado como un particular tipo de régimen político,
una forma de gobierno, un estilo de liderazgo, una determinada ideología, un tipo de
política pública, una apelación discursiva o una cultura política

-Tres enfoques sobre el populismo


1) Una primera perspectiva se relaciona con el contexto socioeconómico de pobreza
y marginalidad social que experimentan los países latinoamericanos. Debido a crisis
cíclicas los populistas aparecen como líderes delegativosque devuelven la
esperanza en el Estado como actor ordenador capaz de revertir la constante de
retrocesos económicos y sociales.
El populismo plantea un modelo de Estado que interviene en crisis socioeconómicas
y la delegación del poder característica de las democracias delegativas.

2) Una segunda perspectiva define el populismo como el resultado de la crisis de


representación de los partidos políticos tradicionales. En este caso, los líderes
populistas aparecen como la opción personalista de representación colectiva, que
permitiría superar la 84 Fernando Pedrosa, Florencia Deich, Cecilia Noce
(compiladores) crisis e iniciar un nuevo proceso de confianza entre la sociedad y sus
representantes.
Freidenberg (2007 y 2011) señala que populismo es un concepto relacionado a un
determinado estilo de liderazgo que se caracteriza por la relación directa entre líder
y seguidores
En este punto, el populismo puede pensarse como una estrategia política llevada a
cabo por un líder personalista para ejercer el poder sin intermediación institucional, a
través del apoyo directo y desorganizado de un gran número de seguidores
3) El populismo, para el tercer enfoque, es un tipo de discurso político que articula
demandas insatisfechas, a la vez que divide el campo político en dos, mediante la
descalificación constante de los “otros”.

-Cinco elementos para definir el liderazgo populista


1) En primer lugar, el líder populista se constituye como una alternativa concreta que
busca cambiar el sistema político, frente a otros actores tradicionales a los que
acusa por el estancamiento que sufre el país
El populismo se presenta públicamente enfrentado a los intereses tradicionales de
la política y la economía aunque efectivamente no lo esté
2)En segundo lugar, el liderazgo populista es resultado de la relación directa entre
líder y seguidores, en la cual no existen intermediarios (ni personales, ni
institucionales). Como consecuencia, los gobiernos populistas se caracterizan por
una escasa intervención ciudadana, excepto en lo discursivo. Los ciudadanos deben
esperar durante un período constitucionalmente establecido para que el líder
extraordinario los salve. La figura del líder también se legitima a partir de una
relación clientelar, por medio de la cual obtiene apoyo de numerosas personas que
reciben ayuda del Estado.
Nadie puede intermediar en la relación directa y personal del líder con su pueblo. Por
eso el populista no cree en instituciones formales ni en partidos políticos.
3) En tercer lugar, en tanto líderes con un discurso radical, los populistas polarizan la
sociedad a partir de la exclusión discursiva de quienes no opinan como ellos. Freidenberg
(2007) plantea que estos liderazgos ofrecen “vínculos de suma cero: se está totalmente a
favor o totalmente en contra”, no hay términos medios.
El líder populista polariza la sociedad asociando a sus posiciones con el pueblo y la nación.
4) En cuarto lugar, si bien su discurso es estricto y excluyente, el éxito electoral y político de
estos líderes se sostiene mediante una coalición plural de sectores sociales que encuentran
en el Estado un lugar donde representar sus intereses. Por este motivo, el discurso populista
se basa en la legitimidad mayoritaria que la cual sustenta el desarrollo de sus proyectos de
cambio y justifica sus acciones (Freidenberg, 2011). De modo que en los gobiernos
populistas, mientras las decisiones atiendan la voluntad e intereses de la mayoría, no
podrán ser objetadas.
Las acciones que lleva a cabo el líder populista siempre son presentadas por él mismo
como si fueran producto de decisiones de la mayoría
5) En quinto y último lugar, aparece la forma carismática, personalista y paternalista de
ejercer el poder, a su vez legitimada por supuestas cualidades extraordinarias, presentan un
escenario con seguidores convencidos de sus características únicas. En este punto,
aparece el problema de la continuidad de los gobiernos populistas, dadas las dificultades
para reemplazar características personales.
El líder populista es para sus seguidores una persona extraordinaria en la que se debe
confiar ciegamente debido a sus dotes poco comunes.

-Dos casos paradigmáticos del populismo en la Argentina. Yrigoyen y Perón


Tanto Yrigoyen como Perón construyeron liderazgos carismáticos. Si bien ambos líderes
mantuvieron diferentes tipos de relación con sus partidarios, los dos concitaron la misma
pasión en sus seguidores y, por consiguiente, la misma intensidad de odio en sus
detractores.
En todos estos casos, más allá de las diferencias, el papel del liderazgo, el rol de los
seguidores y la relación entre ambos resultan claves para definirlos como populistas.

*“Los sistemas políticos contemporáneos: de la democracia a la


poliarquía”
Margarita Batlle
El término “democracia” es utilizado tanto por las ciencias sociales como por la opinión
pública y los medios de comunicación a la hora de describir y explicar el funcionamiento de
los sistemas políticos contemporáneos. Sobre todo en aquellos lugares donde las
elecciones son las que determinan cómo se conforma el gobierno.1 En ámbitos
académicos, el concepto ha ido complejizándose con una gran cantidad de significados
diferentes a partir de adjetivos o “apellidos” que lo acompañan, acuñados desde diferentes
perspectivas analíticas. Esto ha llevado a la “proliferación de fórmulas conceptuales
alternativas” incluso contradictorias, sobre qué es o qué debería ser una democracia
Frente a la dificultad –conceptual y analítica– que plantea la utilización del término
“democracia”, el célebre politólogo Robert Dahl se propuso ordenar y sistematizar el
concepto a partir de una visión minimalista, es decir, asumiendo que aquello que define a un
régimen como democrático es el hecho de que sus gobernantes lleguen a ocupar el poder a
través de elecciones competitivas
Para esto, Dahl planteó un nuevo concepto: la poliarquía que, con el correr del tiempo, se fue
convirtiendo en un referente clásico en los estudios sobre la democracia y la
representación. El concepto de poliarquía surge para dar cuenta del modo en que funcionan,
según Dahl, los sistemas políticos occidentales contemporáneos en la práctica concreta y
real. Las poliarquías son, pues “democracias imperfectas”
El concepto de poliarquía es la manera más simple y que mejor describe a las sociedades
democráticas realmente existentes

¿Qué significa “poliarquía”?


En primer lugar, la poliarquía se caracteriza por el derecho al voto, es decir que las
elecciones determinan quiénes conforman un gobierno. Al mismo tiempo, todos los
ciudadanos tienen derecho a presentarse a elecciones y competir por los cargos públicos,
es decir que hay una igualdad de oportunidades en ese sentido
Primera característica de la poliarquía: derecho a votar y a ser votado.
En segundo lugar, en una poliarquía se debe garantizar la igualdad del voto. El sufragio en
una poliarquía es universal, es decir, abarca a toda la ciudadanía que, según la Constitución,
cumple las condiciones que le permitan el ejercicio del voto. El sufragio debe estar
garantizado para todos los ciudadanos capacitados por la constitución para hacerlo y los
votos, que se depositan en las urnas, deben tener todos el mismo valor (es decir que el voto
de ningún ciudadano puede valer más que el de otro).
Segunda característica de la poliarquía: las elecciones deben ser limpias y todos los votos
deben valer lo mismo.
En tercer lugar, debe existir una subordinación de los funcionarios públicos no elegidos a
aquellos elegidos popularmente. Esto no quiere decir que los funcionarios políticos no
deban rendir cuentas y ser controlados por otras instituciones como la justicia o los
parlamentos. Por el contrario, significa que no debe haber una persona o grupo que posea el
poder (o pueda condicionarlo) sin haber sido electo de manera democrática, es decir, a
través de elecciones.
Tercera característica de la poliarquía: los funcionarios públicos electos no pueden ser
condicionados por personas sin representación popular electoral
Una cuarta característica es que debe existir una alternativa frente al gobierno de turno. Es
decir que de acuerdo con Dahl, en el desarrollo la poliarquía cobra una especial relevancia la
capacidad de participación y control sobre los funcionarios electos. Dahl sostiene también
que en un sistema poliárquico cada ciudadano tiene la posibilidad de asociarse libremente a
los diferentes grupos que sean de su interés
Cuarta característica de la poliarquía: debe existir una alternativa frente al gobierno y cada
ciudadano puede elegir a qué grupo acercarse.
En quinto lugar, en una poliarquía deben garantizarse diversas fuentes a través de las cuales
los ciudadanos reciben la información. En una poliarquía hay libertad de expresión. Así,
deben evitarse los monopolios o desequilibrios informativos. Para lo antedicho deben existir
fuentes de información diversas que cuenten con las garantías para realizar su trabajo y
convertirse en un canal efectivo entre el ciudadano y los acontecimientos nacionales o
internacionales. De este modo, la ciudadanía puede contar, entonces, con diferentes
alternativas a las que acudir o de las que recibir la información.
Quinta característica de la poliarquía: la existencia de libertad de expresión y variedad de
información
En sexto lugar, en una poliarquía deben existir opciones diferentes, no solo en términos de
partidos políticos o candidaturas en competencia por el poder, sino también respecto de los
tipos de políticas que se implementan. Es decir, no puede haber solo un partido. Tampoco
puede ocurrir que un partido gane siempre las elecciones
Sexta característica: para que exista una poliarquía debe haber partidos diferentes con
iguales posibilidades de llegar al poder y que, a su vez, representen programas e ideas
distintas.
-El marco institucional de la poliarquía
Las instituciones de la poliarquía deben regirse bajo dos principios fundamentales: el de
inclusión y el de contestación.
El principio de inclusión se relaciona con la participación de los ciudadanos en los asuntos
públicos y en las decisiones que se toman desde el gobierno, vale decir que la participación
más allá de lo meramente electoral; por ejemplo, organizando en asociaciones voluntarias,
haciendo peticiones al Estado y a los dirigentes políticos, manifestándose en las calles,
etcétera.
Por su parte, el principio de contestación se refiere a la existencia de competencia política,
es decir, a un sistema con elecciones competitivas, sin que el poder sea ejercido de manera
monopólica, y haya lugar para la alternancia de partidos y candidatos en el gobierno.
-Conclusiones. ¿La poliarquía como una versión “real” de la democracia?
La complejidad del concepto de democracia constituye un obstáculo, tanto analítico como
práctico, sobre el sentido que se le otorga a su significado. Esto se observa en la existencia
de ideas diferentes por parte de los estudiosos en el tema, pero también de la opinión
pública y los medios de comunicación. En ese sentido, la obra de Dahl evidencia su
preocupación por analizar y comprender el funcionamiento de los sistemas políticos
occidentales contemporáneos al trazar el camino hacia la identificación del gobierno de
muchos, en contraposición con el –utópico– gobierno de todos. Cuando se refiere a
muchos (en lugar de todos) queda claro que la poliarquía debe garantizar el acceso al poder
de quien gana, pero también los derechos de los que pierden. En síntesis el concepto de
poliarquía toma las características centrales de lo que se espera de una democracia
fundamentada en la inclusión y la contestación, y se erige como un concepto útil para dar
cuenta del modo en que se estructuran los regímenes políticos contemporáneos y se
conforman los gobiernos.

Módulo 2

ROMERO, L. A. (2017). Capítulos de la unidad:


Capítulo VI: Dependencia o liberación, 1966-1976

El ensayo autoritario:

Un amplio consenso acompañó el golpe de Estado de 1966: empresarios, la


mayoría de los partidos políticos y grupos de extrema izquierda.

Era necesario reorganizar el Estado, hacerlo fuerte, con autoridad y recursos, y


controlable desde su cima. Para unos, era la condición de un reordenamiento
económico para romper los bloqueos de crecimiento. Para otros, era la condición de
un reordenamiento de la sociedad, de sus maneras de organización que liquidara
las formas políticas de liberalismo, (juzgadas nefastas) y creara las bases para
otras.
La primera fase del nuevo gobierno se caracterizó por un "shock autoritario". Se
proclamó el comienzo de una etapa revolucionaria. Se disolvió el Parlamento y
también los partidos políticos.

Se comenzó a encorsetar a la sociedad. El blanco principal fue la universidad, que


era vista como el lugar típico de la infiltración, la cuna del comunismo. Las
universidades fueron intervenidas y se acabó con su autonomía académica. En la
"noche de los bastones largos", la policía irrumpió en algunas facultades de la UBA
y apaleó a alumnos y profesores.

El gobierno había encontrado la fórmula política adecuada para operar la gran


reestructuración de la sociedad y la economía. Con la clausura de la escena política
había puesto fin a la puja sectorial. Acallado cualquier ámbito de expresión de las
tensiones de la sociedad, podía diseñar sus políticas con tranquilidad y con un
instrumento estatal poderoso en sus manos.

Pero en los seis primeros meses no se había adoptado un rumbo claro en materia
económica. Krieger Vasena fue designado ministro de Economía y Trabajo. El plan
de Vasena lanzado en 1967 apuntaba en primer término a superar la crisis cíclica y
a lograr una estabilización prolongada. Se proponía racionalizar el funcionamiento
de la economía. Contaba para ello con poderosas herramientas de un Estado
perfeccionado en sus orientaciones intervencionistas. Los éxitos de esta política de
estabilización fueron notables. La inflación se había reducido drásticamente y las
cuentas del Estado estaban equilibradas.

Las inversiones del Estado fueron considerables, particularmente en obras públicas:


represas, puentes y caminos y accesos a la Capital. La nueva política económica
volcaba la balanza a favor de los grandes empresarios.

La primavera de los pueblos:

El estallido ocurrido en Córdoba en 1969 vino precedido de una ola de protestas


estudiantiles de diversas universidades y de una fuerte agitación sindical en
Córdoba. Activismo estudiantil y obrero se conjugaron. La fortísima represión policial
generó un violento enfrentamiento. Intervino el Ejército y recuperó el control.

Todos los males de la sociedad se concentraban en un punto: el poder autoritario y


los grupos minoritarios que lo apoyaban, responsables directos de todas las formas
de opresión, explotación y violencia de la sociedad. Frente a ellos se alzaba el
pueblo, que se ponía en movimiento para derrocarlos.

Para el poder autoritario, el desarrollo era un fruto de la seguridad nacional y para


quienes lo enfrentaban la única alternativa a la dependencia era la revolución, que
conduciría a la liberación (Che Guevara y la Revolución eran la influencia). Los
obispos del Tercer Mundo proclamaron su preocupación por los pobres. Desde 1968
en Argentina, los religiosos que se reunieron en el Movimiento de Sacerdotes del
Tercer Mundo, militaron en las zonas más pobres, promovieron la formación de
organizaciones solidarias e impulsaron reclamos y acciones de protesta.

La revolución era posible. Así lo mostraban Cuba, el Cordobazo y la movilización


social. La clave de la opresión, la injusticia y la entrega se encontraban en el poder,
monopolizado por pocos.

Las primeras organizaciones guerrilleras habían surgido desde 1960. Su verdadero


caldo de cultivo fue la experiencia autoritaria y la convicción de que no había
alternativas mas allá de la acción armada. En 1970 surgen la organización de
Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Los actos de violencia
fueron en crecimiento.

Entre todas las organizaciones había grandes diferencias técnicas y políticas, pero
privaba un espíritu común. Todas aspiraban a transformar la movilización
espontanea de la sociedad en un alzamiento generalizado, y todas coincidían en
una cultura política que retomaba y potenciaba la de los grupos de izquierda. Las
organizaciones eran la vanguardia de la movilización popular, cuya representación
consistía en la acción violenta.

Militares en retirada:

La movilización popular fue identificándose cada vez más con el peronismo y con el
propio Perón. Las Fuerzas Armadas fueron advirtiendo que debían buscar una
salida al callejón en que estaban metidas.

En 1970 los militares depusieron a Ongania y designaron presidente al general


Levingston. Este confirmó la caducidad de los "viejos" partidos y alentó la formación
de otros "nuevos". Resurgimiento del sindicalismo organizado y de los partidos
políticos. Levingston resultó incapaz de manejar el espacio de negociación que se
estaba abriendo. Era hostigado por el establishment económico y estaba enfrentado
con los partidos políticos, con la CGT y con los empresarios nacionales. Los jefes
militares apreciaron que Levingston era tan poco capaz como Ongania de encontrar
la salida y decidieron su remoción y su reemplazo por el general Lanusse.

Lanusse anunció el restablecimiento de la actividad política partidaria y la próxima


convocatoria a elecciones generales. Las discrepancias sobre cómo enfrentar a las
organizaciones armadas y la protesta social eran crecientes. Se creó el fuero
antisubversivo y tribunales especiales para juzgar a los guerrilleros.

Se disolvió el Ministerio de Economía. Inflación, fuga de divisas, caída del salario


real y desempleo.
La Juventud Peronista dio el tono a la campaña electoral y constituyó una
culminación de la polarización de la sociedad contra el poder militar. Triunfo electora
(1973) asunción de Cámpora.

La vuelta de Perón:

1973: Perón retornó al país. Un enfrentamiento entre grupos armados de distintas


tendencias del peronismo provocó una masacre. Cámpora renuncia y asume la
presidencia Lastiri.

Perón armo su proyecto sobre tres bases: un acuerdo democrático con las fuerzas
políticas, un pacto social con los grandes representantes corporativos y una
conducción mas centralizada de su movimiento. Para que funcionara, Perón
necesitaba que la economía tuviera un desempeño medianamente satisfactorio y
que pudiera reforzarse el poder del Estado. Este era un punto débil: los mecanismos
y los instrumentos estaban desgastados y resultaron ineficaces, y el control que
Perón podía tener no era pleno, pues las Fuerzas Armadas se mostraban reticentes.

El programa de Reconstrucción y Liberación Nacional consistía en un intento de


superar las limitaciones al crecimiento de una economía cuyos rasgos básicos no se
pensaban modificar. Los objetivos de Perón eran fuertemente intervencionistas y
nacionalistas y distribucioncitas. Se esperaba apoyar el crecimiento de la economía
en una expansión del mercado interno y del crecimiento de las exportaciones.

El Estado aumentó considerablemente sus gastos a través de obras sociales e


incrementó el número de empleados públicos y de empresas del Estado; contribuyó
así a activar la economía interna.

Los primeros resultados de este programa de estabilización fueron espectaculares.


La inflación se frenó y las mejoras salariales y el incremento de gastos del Estado
estimulaban el aumento de la actividad interna. Pero el incremento del consumo
hizo reaparecer la inflación, mientras que el aumento del precio del petróleo en el
mundo encareció las importaciones e incrementó los costos de las empresas.

Isabel se propuso homogeneizar el gobierno, colocando a amigos en los puestos


clave y rompiendo una a una las alianzas que había que había tejido Perón con los
militares y empresarios.

1975: crisis económica. Problema de la balanza de pagos, inflación desatada y


Estado desbordado. Movilizaciones y paro general. La CGT encabezaba la acción
contra el gobierno peronista. El gobierno entró en su etapa final.
La estrategia de Perón contra quienes lo expulsaron del poder consistía en utilizar a
los jóvenes y a los sectores populares para hostigarlos. Desde 1975, el Ejército,
convocado por la presidenta, asumió la tarea de reprimir la guerrilla tucumana. El
genocidio estaba en marcha. El gobierno peronista se acercaba a su final. La crisis
económica preparó la crisis política.

Capítulo VII: El Proceso, 1976-1983

El 24 de marzo de 1976, la Junta de Comandantes en jefe, integrada por Videla,


Massera y Agosti, se hizo cargo del poder. "Proceso de Reorganización Nacional".
Videla presidente.

El Estado terrorista:

El caos económico de 1975, la crisis de autoridad, las luchas facciosas y la acción


de las organizaciones guerrilleras crearon las condiciones para la aceptación de un
Golpe de Estado que prometía restablecer el orden y asegurar el monopolio estatal
de la fuerza. La represión fue la acción sistemática del Estado .Se trató de una
acción terrorista clandestina: secuestro, tortura, detención y ejecución. La tortura
servía para lograr la denuncia de compañeros, lugares, operaciones. Los
sobrevivientes iniciaban una detención en alguno de los centros clandestinos de
detención. No hubo muertos, sino "desaparecidos".

Con el argumento de enfrentar y destruir a las organizaciones armadas, la operación


procuraba eliminar todo activismo, toda protesta social, toda expresión de
pensamiento crítico. Antes de emprender la transformacion de la sociedad, ésta
debía ser controlada y dominada por el terror y la palabra. Desaparecieron las
instituciones de la republica, fue clausurada la expresión pública de opiniones,
quedaron prohibidos los partidos y la actividad política, así como los sindicatos y
censura a los medios de prensa. Sólo quedó la voz del Estado.

El terror cubrió a toda la sociedad. Estado aterrorizador. Se impuso la cultura del


miedo.

Achicar el Estado y silenciar a la sociedad:


El llamado "Proceso de Reorganización Nacional" supuso la coexistencia de un
Estado terrorista clandestino, encargado de la represión. y otro visible, sujeto a
normas. Pero el Estado fue corroyendo y corrompiendo al conjunto de las
instituciones del Estado.

La Iglesia modificó su comportamiento a medida que el régimen militar empezaba a


dar muestras de debilidad. El documento "Iglesia y la comunidad nacional" de 1981
afirmó los principios republicanos, indicó la opción de la iglesia por la democracia,
su apartamiento del régimen militar y su vinculación con los crecientes reclamos de
la sociedad.

Las Madres de Plaza de Mayo se convirtieron en la referencia de un movimiento


cada vez más amplio de asociaciones defensoras de los derechos humanos. En
1981 la prohibición política terminó. Los partidos se comprometían a no colaborar
con el gobierno en una salida electoral condicionada ni a aceptar una democracia
sometida a la tutela militar.

La guerra de Malvinas y la crisis del régimen militar:

Desde 1980, los dirigentes del Proceso discutían la cuestión de la salida política.
Designación de Viola. 1981 reemplazo por Galtieri.

Galtieri se presentó como salvador del Proceso, el dirigente vigoroso capaz de


conducirlo a un final victorioso. En 1982 concibió y lanzó el plan de ocupar las Islas
Malvinas, que aparecían como la solución para los muchos problemas del gobierno.
Desde la perspectiva de los militares, una acción militar para recuperar las islas
permitiría unificar a las Fuerzas Armadas tras un objetivo común y ganar la
cuestionada legitimidad ante una sociedad visiblemente disconforme.

El 2 de abril de 1982 las Fuerzas Armadas desembarcaron y ocuparon las Malvinas.


La sociedad se disponía avanzar, si era necesario, hacia una guerra. Si triunfaban,
los militares habrían saldado sus deudas con la sociedad.

El gobierno militar no podía resignar lo que había proclamado como su objetivo


fundamental. Solo así la operación podía ser presentada como victoria ante la
sociedad y ante una multitud que se reuniría en la plaza. Cualquier otro resultado
equivaldría a una derrota. Así, los gobernantes argentinos quedaron apresados por
la movilización patriótica que habían lanzado.

Total manipulación de las informaciones que llegaban a un público dispuesto a creer


que la Argentina estaba ganando la guerra. El 14 de junio se produjo la rendición.
Los generales exigían a Galtieri la renuncia.
La vuelta a la democracia:

La derrota agudizó la crisis del régimen militar e hizo públicos los conflictos hasta
entonces disimulados. Se culpó a la Junta Militar por la derrota, cuyos miembros
fueron enjuiciados y condenados. En medio de un conflicto entre las 3 fuerzas, fue
designado presidente el general Bignone.

Se intentó lograr el acuerdo de los partidos para una serie de cuestiones: la


presencia institucional de las Fuerzas Armadas en el nuevo gobierno, y una garantía
de que no se investigarían los actos de corrupción ni las responsabilidades de la
guerra. La propuesta de los militares fue rechazada por la opinión pública y los
partidos, que convocaron a una marcha civil en defensa de la democracia.

Los militares debían enfrentarse con la evidencia de un fracaso como


administradores de un país desquiciado y como conductores de una guerra absurda.
Las organizaciones de derechos humanos instalaron la cuestión de los
desaparecidos y el reclamo de justicia.

Los sindicalistas sacaron a la gente a la calle para reclamar contra la crisis


económica a favor de la democracia. Hubo un amplio deseo de participación en los
partidos políticos y se animaron los comités.

Alfonsín criticó a los militares con mucha energía, asumió la defensa de detenidos
políticos y el reclamo por los desaparecidos. Hizo de la democracia su bandera.

PEDROSA, F., DEICH, F. y NOCE, C. (Comps.) (2021). Artículos de


la unidad:

“Dictadura. Construyendo un concepto complejo” - Verónica


Beyreuther
En el presente capítulo, nos centraremos en el polo de los
regímenes autoritarios enfocándonos en el concepto de
“dictadura”. En primer lugar, haremos un breve análisis del
concepto y de los elementos que lo caracterizan. En segundo lugar,
nos detendremos en los diferentes tipos de dictadura, para
diferenciar “autoritarismo” de “totalitarismo”, conceptos claves en
el siglo XX. En tercer lugar, proponemos un recorrido histórico, con
foco en América Latina y la Argentina.
-Dictaduras. Qué son, cómo se inician, cómo se sostienen
Los regímenes dictatoriales excluyen cualquier posibilidad de división de los
poderes del Estado, propios de la democracia o la república: los poderes
Legislativo, Judicial y Ejecutivo.
Una dictadura implica la restricción o supresión de libertades de expresión, el
derecho de reunión y asociación como se ha dado varias veces en nuestro
país.
En una dictadura las condiciones de acceso y permanencia en el poder son
establecidas por el dictador; por lo tanto, los tiempos de duración de un
gobierno no están establecidos con anterioridad.
Una dictadura se diferencia de un régimen democrático en cuanto el poder se
concentra en pocas manos sin la división de poderes, no se respetan
libertades ni derechos civiles y políticos, y las condiciones de acceso al poder
y de permanencia en él son manejadas arbitrariamente.
-Debates sobre los tipos de régimen autoritario
Como vimos en capítulos anteriores (véase el Capítulo 4 de M. Povse), el
régimen autoritario es un tipo ideal que puede incluir varios subtipos
abarcando desde un autoritarismo superficial al totalitarismo más inhumano.
En esta última opción, el gobernante tratará de utilizar todo su poder para
imponer una ideología determinada o para convertirse él mismo en un dios
sobre la tierra, con poder de vida y muerte sobre la población. Este fue el
ejemplo del fascismo o el nazismo, entre muchos otros. O de líderes como
Stalin, que hicieron obligatorio el culto a su persona.

“Terrorismo de Estado” - Graciela Etcheves.


“Terrorismo” es un concepto que hace referencia al uso de la violencia para
obligar a un gobierno o a instituciones de la sociedad a tomar determinadas
decisiones, o simplemente, obligarlas a conceder determinadas demandas
políticas, religiosas o sociales a favor del grupo que ejecuta la acción
terrorista.
Se considera como “acto terrorista” la actividad violenta que realiza una
organización no estatal guiada por una motivación política, religiosa o
ideológica.
El terrorismo busca, mediante la utilización del terror (o solo la amenaza de su
uso), conseguir objetivos que una persona o grupo consideran que por otra
vía no serían posibles de alcanzar.
El terrorismo de Estado
El terrorismo de Estado es un tipo especial de terrorismo. Su protagonista –el
que ejerce el terror– no es un grupo extremista ni personas que buscan
imponer una religión o idea por la fuerza. El terrorista en este caso es el
Estado. Que el Estado sea quien ejerce la acción terrorista implica una
situación muy delicada ya que produce la convivencia de un Estado formal y
otro “clandestino”. La idea toda de Estado se transforma debido a que la
coerción no es un recurso para superar alguna situación circunstancial, ni es
legal o legítima. El Estado se transforma en “Estado terrorista”.
Paradójicamente, el terrorismo de Estado surgió como una forma de combatir
a grupos terroristas que supuesta o verdaderamente amenazaban el
predominio del Estado, cuando no su existencia misma
El terrorismo de Estado es una de las peores formas de violencia política, no
solo porque se ejerce sobre personas que no pueden defenderse, sino porque
viola ese “contrato” original entre una sociedad y el Estado.

“Genocidio: concepto polémico y necesario” - Javier Hermo.


El concepto “genocidio” tiene su origen en la propuesta de Raphael Lemkin, un
ciudadano polaco de religión judía que en 1944 postuló este término para
caracterizar las matanzas por motivos raciales, de nacionalidad o religiosos.
-Conclusiones
El genocidio es un concepto que sirve para caracterizar situaciones en las que
se pone en riesgo la continuidad vital de grupos sociales que tienen
características comunes. Estas características comunes pueden ser étnicas,
religiosas, de nacionalidad, políticas o ideológicas. Las formas de poner en
riesgo a esos grupos sociales pueden ser diversas: a través de prácticas que
buscan su aniquilación total o su neutralización y desaparición como factor
relevante en el lugar donde lo eran. Se trata tanto de la eliminación física
como simbólica y subjetiva de un grupo social que es caracterizado por otros
como amenazador, indeseable o enemigo.

Módulo 3
ROMERO, L. A. (2017). Capítulo de la unidad:
Capítulo VIII: El impulso y su freno, 1983-1989.
La ilusión democrática

-El nuevo presidente Raúl Alfonsín asumió el 10 de diciembre de 1983.


-Pronto se evidencio la dificultad que tuvo Alfonsín para satisfacer las demandas que la
sociedad venia acumulando y esperaba ver resueltas, porque que el retorno de la
democracia suponía la solución de todos los problemas.

- La economía se encontraba en situación de desgobierno y caos: inflación desatada,


deuda externa multiplicada, un Estado carente de recursos, sin posibilidad de atender a
los reclamos de la sociedad (esos reclamos era de carácter educativo, salarial, o de
salud)

-La poca eficacia del nuevo gobierno democrático para solucionar la crisis también
afecto a otros sectores: Los militares, la iglesia, los empresarios, los sindicatos; quienes
habían demostrado tener una enorme fuerza y abandonaron el apoyo al régimen
anterior, y se sumaron al régimen democrático.

-El peronismo (Gran oponente de la UCR) vivía una crisis interna: El sindicalismo
peronista se separa de la conducción partidaria y ensaya su propia estrategia para
enfrentar al gobierno, y el peronismo político busca sin éxito definir su perfil.

-El radicalismo era fuerte en el terreno político pero contaba con escaso apoyo de los
poderes corporativos, si bien tenía mayoría en la cámara de diputados no tenía mayoría
en la cámara de senadores.

-Los civiles apoyaba a Alfonsín, proponían construir un Estado de derecho, al cual los
poderes corporativos debían someterse y consolidar un conjunto de reglas para resolver
conflictos de manera pasiva, ordenada, transparente y equitativa.

-El pueblo vivió la euforia y la ilusión de la democracia.

- El presidente tuvo que tomar una gran decisión, tenía que decidir a qué conflictos le
iba a dar prioridad, si a los problemas de la crisis económica o a las demandas de la
sociedad. Su elección fue priorizar la crisis económica, lo que provoco tenciones en su
relación con los civiles demandantes. Pero igualmente Alfonsín tuvo que ocuparse con
rapidez de atender las demandas de los civiles, debido al golpe democrático que estos
estaban dando mediante movilizaciones.

-Los problemas económicos parecían menos importantes que los políticos, lo


fundamental era eliminar el autoritarismo y encontrar como representar a la voluntad
ciudadana.

-El gobierno le atribuyo gran importancia a la política cultural y educativa, destinada a


remover el autoritarismo de las instituciones. Las consignas fueron:

A. Modernización cultural.

B. Se realizo un programa de alfabetización.

C. Se atacaron los sistemas represivos que anidaban en el sistema escolar.

D. En los medios hubo libertad de expresión.

E. En la universidad y en el sistema científico volvieron los mejores intelectuales,


quienes también se metieron en la política, y la política se intelectualizo.

F. Alfonsín recurrió a ellos como asesores.


G. El punto culminante de la modernización cultural fue la aprobación del divorcio y a la
patria potestad compartida

Política exterior:

Ø Hubo una buena imagen del presidente en el mundo por sus tendencias democráticas.

Ø Con chile: Se asumió al laudo papal como la única solución posible por la democracia,
para reafirmar los valores de paz y eliminar la situación de conflicto.

Ø En el caso de Malvinas se propuso una negociación para decidir quién tenía la soberanía,
pero fue rechazada.

Ø Asociada con Uruguay, Brasil y Perú, Argentina propuso mediar en el conflicto de


Centroamérica, donde logro llegar a una solución pacifica.

Ø Se tuvo buena relación con USA, quien respaldaba las instituciones democráticas y
apoyo los diversos intentos de estabilización económica.

PEDROSA, F., DEICH, F. y NOCE, C. (Comps.) (2021). Artículo de la


unidad:
“Las dos transiciones a la democracia en Argentina (1973 y
1983)”- Nicolás Simone
La transición, entonces, es un lapso que comienza cuando un régimen no
democrático de un país empieza a retirarse y termina cuando un régimen
democrático se impone ya sin riesgo de ser derrocado.
El fin de la guerra marcó el inicio de la transición entre ambos regímenes, de
no democrático a democrático

-Los actores políticos en la transición a la democracia


Para la transición a un régimen democrático se necesita que el gobierno
autoritario se encuentre debilitado.
Los acuerdos son muy generales, no tienen que ver con programas de
gobierno muy detallados, sino con la intención de expulsar cuanto antes al
gobierno no democrático.
La élite es el grupo más importante dentro de cada sector: políticos,
intelectuales, empresarios, sindicalistas, y poseen un rol clave en el paso de
un régimen a otro.
En segundo lugar, la sociedad civil es otro actor clave en una transición
(véase el Capítulo 1 de N. Yanuzzi). Esta, mediante sus acciones, como
movilizaciones o pedidos de apoyo internacional, suele presionar en favor de
la democracia. Los sindicatos, las organizaciones de derechos humanos y los
estudiantes universitarios son algunos de los actores que quedan incluidos en
este grupo. La participación activa de la sociedad civil es posible porque la
transición comienza cuando la dictadura está débil y su final se percibe
cercano

Los sectores que apoyaron al régimen no democrático suelen dividirse frente


a una transición. Los “blandos” apoyaron inicialmente la dictadura, pero en
ese momento prefieren una salida democrática. Los “duros” son quienes
quieren continuar la dictadura aun cuando ya no hay legitimidad para que eso
ocurra
-Incertidumbre, élites políticas y pactos
Los pactos y la necesidad de moderar las demandas y expectativas de la
sociedad, y a la vez contener posibles golpes de Estado, son las claves para
que una transición sea exitosa y ordenada.
Como se ha visto hay dos tipos de transiciones. Una más corta, que se
extiende desde que se aflojan los controles autoritarios y se instala el primer
gobierno surgido de elecciones; y una segunda etapa que se alcanza cuando
ya no existe miedo a una regresión autoritaria. Sobre la primera etapa, se
mostró que los militares salientes fijaron tanto en 1973 como en 1983 buena
parte de las reglas de las elecciones y que, una vez que se instalaron en
poder, los civiles no las cambiaron. Sobre la segunda etapa, la consolidación
definitiva, resulta evidente que la de 1973 falló, pero también, que sentó las
bases del éxito de la de 1983, en la que la élite política logró acordar reglas
mínimas de procedimiento democrático (poliarquía) que aun hoy regulan el
acceso al poder.

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