Tci Resumenes Lola 2013 2014
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Índice
I
EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO EN EL PENSAMIENTO ANTIGUO Y
MEDIEVAL
Pág.
Capítulo 1.-La teoría platónica de las Ideas.................................................. 1
Capítulo 2.-Lógica y metafísica aristotélica.................................................. 5
Capítulo 3.- Ideales del saber al final del mundo griego...............................13
Capítulo 4.- Realismo, nominalismo y conceptualismo en la Edad Media...22
II
EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO EN EL PENSAMIENTO MODERNO
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Capítulo I
1. Introducción
1.1. Contexto histórico
Los primeros filósofos intentaron determinar el ser de la naturaleza (hasta siglo V a. C.).
Criticados por los sofistas con sus conceptos relativistas, escepticismo y subjetivismo. Platón:
sí es posible un conocimiento de la esencia de la verdad de las cosas (mito de la caverna para
señalar que la percepción no basta). El alma existía en el mundo celeste contemplando las
Ideas. Al unirse con el cuerpo el alma olvida. El cuerpo percibe por los sentidos. Ante la
contemplación de la belleza u objetos del mundo el alma recuerda.
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El punto de partida del pensamiento platónico es la discusión entre Sócrates y los sofistas
respecto cuál es la virtud más propia del hombre. Platón rechaza esas posiciones sofistas para
fundar valores absolutos válidos para todos. Aunque consideró que una poseía validez duradera
y científica: la teoría de la percepción de Protágoras. Para los sofistas la virtud más propia del
hombre es la elocuencia como poder de persuadir (areté): a) el saber es una fuerza social que
tiene como función la política. b) la persuasión no es la verdad, sino un instrumento para lograr
los propios intereses. Los sofistas dudan de si existe una realidad universalmente válida, se
inclinan hacia un relativismo subjetivista (excepto el impulso individual natural). El éxito es el
único valor en las acciones morales. Junto al relativismo ético aparece el relativismo
gnosológico (teoría del conocimiento): las cosas no son como son, sino según como cada cual
las percibe.
2.2.1. El relativismo ético Para la elocuencia los sofistas estudiaron las fuerzas del alma: el
pensamiento y la voluntad. ¿Hay verdades teóricas o principios morales universalmente
válidos?, dicen que no existen. El valor de las leyes humanas es siempre relativo, depende de
intereses y su vigencia y cumplimiento se basa en un acuerdo social.
2.3. La concepción socrática del saber (transmitido por Aristóteles en Tópicos y Platón en
los diálogos). Sócrates piensa distinto de los sofistas, aunque también parte de la significación
práctica, política y social del conocimiento. Sócrates se pregunta por lo permanente y por lo
común: la physis lógica la encuentra en el concepto universal, la definición, lo común: a)
partimos de los casos concretos de la conciencia; b) aspectos iguales y repetidos; c) los rasgos
iguales los reunimos en un concepto. La ciencia verdadera es pensar conceptual y su objetivo
es la definición (lo que las cosas son), contra el relativismo, por ejemplo de la justicia. Sócrates
apuesta por la constancia de los valores éticos y los fija en definiciones universales. Produce
con ello: a) un conocimiento estable y generalizable; b) un conocimiento seguro, que no está en
los modos de percibir, sino en el mismo objeto.
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función de la comprensión racional. De ahí su actitud antidemocrática, sólo los más prudentes
debían encargarse de gobernar, no por elección popular. No es una concepción utilitarista dado
que para él el sentido de la vida está en el incansable perfeccionamiento moral el hombre,
medio para conquistar la felicidad (eudemonismo). Platón mira hacia la exigencia moral
socrática como postulado epistemológico
3.2. La ciencia (episteme) como el conocimiento que la virtud exige. Platón y antes
Demócrito reconocieron que la percepción sólo suministra opiniones subjetivas (doxai). Para
Platón, las opiniones no suministran el saber que la virtud exige (Sócrates). En el Menón
examina la teoría parmenídea del conocimiento (sólo es posible o conocimiento científico
(episteme) del ser o absoluta ignorancia (doxa) por la opinión del no-ser). Respecto a
Parménides, Platón introduce una innovación: otorga a la opinión, bajo la modalidad correcta,
cierta validez en el orden del conocimiento. Será en el libro VI de la República donde
establecerá una gradación de los modos de conocimiento y de los objetos. Postula como objeto
de conocimiento científico un mundo inteligible, inmaterial, que debe existir fuera, frente al
mundo de los cuerpos: el mundo de las Ideas.
3.2.1 Las ideas o la realidad que la ciencia exige (una respuesta frente al relativismo).Las
ideas son el ser inmaterial susceptibles de ser conocidas por los conceptos. Tiene como fin
garantizar un objeto al conocimiento científico y un fundamento al valor moral. Se encuentra
en una orientación nueva, se trata de un eleatismo (Doctrina del filósofo Parménides de Elea,
que sostiene la inmutabilidad y eternidad del ser) inmaterialista. En las Ideas está el verdadero
ser, abandonando a la percepción y a la opinión. Las Ideas son realidades plenas, perfectas,
singulares y subsistentes, seres propios aparte de lo sensible. Puede derivarse dos tipos de
conocimiento científico: 1) El discursivo mediato o reflexión, que usa para conocer lo sensible
a partir de las Ideas. 2) El intuitivo inmediato, por el que se conoce a las Ideas directamente,
separadamente o mediante la dialéctica.
3.2.2 El conocimiento como recuerdo la anámnesis. A diferencia de Sócrates, para Platón las
Ideas no son los conceptos. Platón no admite que el sujeto sea capaz de producir los contenidos
del conocimiento (Kant). Para Platón la percepción es un estímulo que despierta al alma y la
motiva a la búsqueda y al recuerdo de la Idea. Para explicarlo echa mano al mito órfico-
pitagórico del alma (el alma contempló a las Ideas y la percepción evoca el recuerdo). De ahí
nace el amor de las Ideas por obra del cual el alma se eleva al conocimiento. Hay en Platón una
concepción sustancialista del conocimiento (la reminisciencia/ inmortalidad del alma).
3.3 Principales características de las Ideas en la fase acrítica.Desde los primeros diálogos
(socráticos) hasta Fedón, las ideas se presentan todavía de forma rudimentaria. Los términos
empleados para definirlas son: Expresiones verbales sustantivadas (apuntan a la propiedad de
existencia). Expresiones adjetivadas (a partir de Hipias), apuntan a la propiedad de
independencia: lo bueno en sí, lo bello mismo. A partir de Fedón se identifica ya Idea o Forma
con esencia o realidad profunda. Se perciben dos características de esta fase: 1) exposición
indirecta: no se repara específicamente en las Ideas en tanto que teoría estudiada en sí misma.
2) Uso instrumental: como recurso de trabajo para resolver los problemas que se tratan: qué es
la belleza, la justicia, la inmortalidad del alma etc. Otras dos características más de esta fase
acrítica: 1) Contradicciones (indicando inmanencia) y otras que indica la trascendencia de las
Ideas. 2) Realismo ontológico para las Ideas.
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problemas: 1) Problemas de extensión (límite del mundo de las Ideas) 2) Problemas de la
participación (relaciones entre el mundo sensible y las Ideas).3) Problema del conocimiento
(¿cómo se conocen unas realidades separadas del mundo empírico?) Se persiste en las Ideas de
las matemáticas y éticas y la tesis de una Idea para cada cosa o grupo de cosas; no resuelve el
problema de la extensión. En el problema de la participación: o no hay relación, o si la hay
entonces las Ideas no podrían ser unitarias sino que tendrán que ser divisibles, llevaría la Idea
hacia el infinito. Para solucionar el problema de la participación habrá de construir una
cosmogonía (Timeo), que explique el proceso de formación del mundo a partir de las entidades
ideales, previamente relacionadas entre sí por la dialéctica. Intenta una teoría dialéctica de las
Ideas: agrupaciones relacionadas de realidades superiores que permiten el paso de unas a otras
(Sofista), construirá un sistema deductivo de las Ideas, se podrán alcanzar el razonamiento.
4.2. Reorganización dialéctica de la teoría de las Ideas. Para mantener las Ideas en un
mundo metafísico dice que sin ellas no existe conocimiento científico. En el Teeteo revisa la
definición de la ciencia. Los problemas de la definición de la ciencia: Rechaza cualquier
definición que no sean las Ideas (sólo serían opiniones).Reformula su teoría para garantizar el
conocimiento científico. Lo lleva a cabo en el Sofista (representa en la evolución de la teoría de
las Ideas el momento capital). Hay una disgresión ontológica acerca de los fundamentos
metafísicos del error al definir al sofista como “simulador”: el sofista produce lo que no es real,
dar por supuesto que existe el no-ser. Para demostrar la posibilidad del error tiene que
demostrar que el no-ser de alguna forma es. Las Ideas, separadas de lo sensible y distintas entre
sí, impiden el pensamiento y el lenguaje. Tiene que romper el doble aislamiento: el del ser
respecto a lo demás (Parménides) y el de las Ideas entre sí (Platón).
4.2.2. La comunicación entre las Ideas: la dialéctica. El método dialéctico es el único que
intenta llegar a la esencia de las cosas. Las posibilidades que se plantean son tres: 1) Carencia
absoluta de relación (movimiento y reposo no se relacionan con el ser, entonces no hay
universo). 2) Una comunicación total (no se pueden combinar entre sí porque el reposo se
movería, lo cual es absurdo). 3) Una comunicación parcial (Unas Ideas se mezclarían y otras
no), ésta es la única practicable. Esta sería la dialéctica (ciencia máxima de los hombres libres).
Permite al filósofo seleccionar aquellas Ideas que se prestan a comunicación y descubrir sus
relaciones. Después aplicarla a las relaciones entre ciertas Ideas: ser, reposo-movimiento,
identidad-diferencia y relacionar éstas con el no-ser para establecer la posibilidad con el error
en el razonamiento (demostrando que el no-ser de alguna manera es).
5.1 La existencia temporal del hombre. El alma espiritual e inmortal de todo ser humano se
vincula pasajeramente a un cuerpo material corruptible. La esencia del hombre (alma) no se
corresponde con su existencia mortal (cuerpo). Hay un desajuste entre el verdadero ser humano
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(su alma y sus aspiraciones). La existencia temporal no se da sino en el puro instante de un
presente que nunca es, para ser habría que estar libre del tiempo.
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lenguaje (metodológico) para alcanzar el conocimiento científico. La designa como órganon
(instrumento) de la investigación científica.
2.1 En los tratados que componen el Órganon formula un estudio sistemático de la lógica
formal. Kant afirma: hay que considerarla como conclusa y completa. Se compone de cinco
tratados redactados cronológicamente: 2.1.1 Las Categorías clases de objetos que pueden
actuar como sujetos o como predicados en una proposición. Contiene la teoría de los términos
clasificados en diez categorías: sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, situación,
haber, obrar y padecer.2.1.2. El De interpretatione. Combinaciones de términos que
constituyen proposiciones, enunciados o asertos. Pueden ser afirmativas, negativas y
particulares, universales (cuadrado de los opuestos). Para las proposiciones contrarias es válido
el principio de no contradicción, según el cual una de las dos tiene que ser falsa y la otra
verdadera (no puede aplicarse en las subcontrarias ya que pueden ser las dos a la vez verdadera
o falsas). El que una haya de ser verdadera y otra falsa, sin término medio, da lugar al principio
de bivalencia (tertio excluso): entre opuestos contradictorios no hay medio.
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2.2.2 Crítica a la teoría platónica de las Ideas. Su filosofía se refleja elementos de la teoría
platónica de las Ideas. Pero afirma que siendo el verdadero ser la sustancia, el concepto es el
medio de conocerla. Esta doctrina implica una crítica a Platón ya que éste niega la relación
entre lo general y particular, las Ideas y las apariencias, los conceptos y las percepciones. Para
Aristóteles: el verdadero ser es la esencia que se desarrolla en las apariencias concretas (no un
mundo aparte). El conocimiento es una formación de conceptos (no un recuerdo de las Ideas).
Opinión de Sto. Tomás sobre la crítica de Aristóteles a las Ideas Platón. Tomás ve en las
Ideas de Platón una evasión de los principios del mundo sensible, esta realidad resulta
intelectualmente incognoscible sin unos principios ónticos. Defiende la unidad y peculiaridad
de cada una de las esencias y su tesis de que el conjunto de las naturalezas que componen el
universo están ligadas entre sí mediante relaciones de mayor o menor perfección. Base para
admitir la existencia de grados. El máximo será Dios principio y medida del todo el Universo.)
El esfuerzo de Aristóteles se encamina a eliminar esta escisión entre conceptos y realidad y a
restablecer el vínculo entre Ideas y apariencias que haga posible la explicación conceptual de
lo percibido.
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otra. Para Aristóteles la más valiosa es la primera forma. Esta derivación del concepto se llama
definición. Al final de los Segundos Analíticos, da cuenta de que sin estas verdades primeras
indemostrables nos enfrentaríamos, o a un regreso al infinito o a un círculo vicioso que harían
imposible el conocimiento. Los primeros principios no son demostrables, sino que deben ser
convincentes de manera inmediata. Esos primeros principios tienen una entidad lógica y
ontológica.
3.1.4. El carácter ontológico de los principios del conocer. Los principios del conocer no
tienen en Aristóteles un carácter psicológico, sino ontológico. Los primeros principios poseen
las características de universalidad, necesidad y evidencia (propiedades fundamentales del
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ente): son el principio de no contradicción, de identidad, de tertio excluso, y de razón
suficiente.
3.1.4.2. El ente como “algo” y el principio de no contradicción. El ente se nos muestra como
algo en oposición a la nada ( aliquidad), un aspecto original y primero del ente. “Es imposible
que un ser sea y no sea al mismo tiempo y de la misma manera” Es el primer principio y más
fundamental de todos los axiomas ya que no cabe error, pudiéndose el fundamento de toda
demostración. Este principio no se demuestra, sino que se manifiesta en toda afirmación.
3.2 Las categorías. Los elementos últimos del pensamiento no son sólo las proposiciones y las
deducciones, sino también, y más originariamente aún, los términos o las palabras, de cuyo
estudio se ocupa en Categorías, este tratado y Sobre la interpretación, que estudia las
proposiciones interrogativas, son tratados preliminares a los Analíticos (la silogística, las
condiciones del método científico y la aplicación de la lógica formal) al proceso de
conocimiento.
El qué (la sustancia), la magnitud (cantidad), qué clase de cosas es (cualidad), con qué se
relaciona (relación), dónde de está (lugar), cuándo (tiempo), en qué actitud está (posición,
hábito), etc. Su estudio no es meramente lingüístico o lógico, sino también metafísico u
ontológico (una palabra no puede ser usada correctamente sin relacionarla con el objeto o la
realidad que designa), tiene en cuenta lo que puede decirse o predicarse de las cosas.
3.2.2. El origen lingüístico de las categorías. Menciona diez en dos pasajes: en Las
Categorías y en los Tópicos. Nada en el ser queda fuera del contenido categorial, establece la
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tabla de las categorías a partir de los modelos de predicación lingüística. La seis primeras se
refieren a formas nominales, la cuatro siguientes forman el conjunto: categorías verbales. Son
categorías de realidad, ligadas al ser de las cosas al que se refiere.
Las categorías de Platón Para Platón es la realidad la que está categorizada (por participación
en la Idea). Estos predicados o grados son cinco: 1) El ser: primer predicado de toda realidad
sensible.2) Movimiento y reposo. 3) Identidad/alteridad La ciencia que estudia esta
comunicación de los géneros es la Dialéctica, que une y separa los géneros. Con Platón
estamos en una categorización más realista que la del propio Aristóteles, al haber puesto toda
realidad de las cosas en el tipo o grado de participación de las Ideas.
3.2.3. Relación de las categorías con el ser. Aristóteles las denomina “modos de ser”. Se
refiere a ellas como divisiones, como una visión jerárquica del universo, de la que descendería
de la universalidad del ser a la pluralidad de los entes. Son modos pertenecientes al ser (sea del
on, sea del enai). Interpretación que va a perdurar hasta el giro kantiano. En su tabla de las
categorías hay dos grupos: la sustancia y las demás categorías que pueden ser consideradas
como los diversos modos en que algo se predica de las sustancias. Lo que se predica de una
sustancia primera es la especie o género al que pertenece, distinto de los atributos. Distingue
entre sustancia primera (no puede ser predicado de ninguna otra cosa), y segunda es el
universal, la clase de todas las sustancias (ousía), que llega al conocimiento por la abstracción.
3.3 La abstracción .La realidad está en los seres individuales existentes en el mundo sensible,
para la ciencia el entendimiento debe captar elementos o rasgos comunes a una clase o especie
de cosas que explicarán su naturaleza, abstrayendo la forma específica que comparte con otros
de su clase o especies. Reduce a las Ideas a especies y géneros de las cosas reales. El
conocimiento científico nunca versa sobre lo particular, sino por lo general o universal.
3.3.1. Abstracción versus intuición. El conocimiento sensible es asumir las formas sensibles
sin la materia; el conocimiento intelectual recibe las formas inteligibles abstrayéndolas de las
sensibles. Con la abstracción explica las ciencias teoréticas (matemáticas, física y la
metafísica). Abstracción es la separación de un aspecto de un contexto total y unitario,
proveniente intuitivamente de los sentidos (se opone a la intuición de las esencias o captación
por las Ideas), provienen de la experiencia, los conceptos universales se obtienen por inducción
(observando lo común de varios individuos o la naturaleza o propiedad de un objeto).
(Controversia de los universales en la Edad Media).
3.3.2. La función del entendimiento. Las partes del alma intelectiva: Los sentidos reciben las
formas sensibles (conocimiento sensorial). En el entendimiento potencial su función es recibir
las formas inteligibles (Física), como entendimiento en acto es ya un principio de actividad
racional (impasible), esta disposición del alma no dispone de órgano corporal. La inteligencia
es el límite entre alma- formas que contiene potencialmente, y entre el alma-sentidos. Una
parte del alma está vinculada al cuerpo y muere con él (sensación, memoria y deseos), otra
parte es entendimiento puro, separado del cuerpo e inmortal. “no es la piedra la que está en el
alma sino su forma” (Del alma).. Las imágenes son percepciones sensoriales sin presencia
material de la cosa; el concepto se deja acompañar de imágenes, aunque no es un icono
representativo. El juicio procede de la unión de dos o más conceptos en un enunciado, que
puede ser verdadero o falso. Y el razonamiento se compone de varios juicios, de los cuales
unos son el antecedente de la conclusión.
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4.1 Significado del término. Metafísica: doctrina que trasciende la física o filosofía de la
naturaleza, un saber superior a lo físico, un conocimiento de realidades (hipotéticas) que
superan la experiencia sensible. Un saber de los entes en sí, distinto de las apariencias
fenoménicas. Una ciencia filosófica que trata de dar la explicación última del ser en cuanto ser.
4.3.1. Los diversos sentidos de physis. Sto. Tomas encuentra cinco sentidos hasta llegar a la
conclusión de que physis sólo será la sustancia: 1) Nacimiento (principio). Physis es todo
aquello que nace y se desarrolla. 2) Principio engendrante, es primer principio del que se
engendra lo que crece. 3) Principio intrínsico de actividad, es el primer movimiento en cada
uno de los seres. 4) principio pasivo del movimiento y una forma (Platón) como principio
activo del movimiento, las dos serán el sustratum. 5) La physis como esencia de las sustancias
La verdadera naturaleza de las cosas está en las formas (Platón-Aristóteles). Para Aristóteles la
forma existe como universal en lo particular (no en un mundo trascendente), el verdadero ser
se corresponde con la sustancia primera: el ser concreto, real e individual que realiza en sí la
forma universal. El individuo, la sustancia primera, es “el último sujeto de toda predicación y
el fundamento de ser de los accidentes. La forma sustancial es algo inmanente a la cosa (no
separada como Platón), la Idea está en el mundo y no al revés.
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4.4.1. Materia-forma, Potencia-Acto. Con la relación materia-forma Aristóteles será capaz de
explicar el devenir. Todo ser particular es un compuesto de materia y forma (un sustrato
corporal, no vacío como en Platón). La materia es la oportunidad de convertirse en cosa
concreta gracias a la forma. Sólo en potencia (dynamei) se da la esencia (ousía) en la materia;
sólo por obra de la forma se convierte aquella en realidad, en acto (energia): es el devenir del
mundo. Lo general sólo es real en el reino de lo individual; lo individual sólo existe porque en
él se realiza lo general. A esta autorrealización de la esencia en las apariencias la llama
Aristóteles entelekia . Son dos los límites de ordenación de la Física: el límite inferior (la
materia prima) y el límite superior (la forma pura).
4.4.2. La materia prima. La materia exenta de toda forma, como mera posibilidad no es real.
Es culpa de la materia que las formas no puedan realizarse plenamente, ella provoca lo
accidental. De ahí las causas formales (formas teleológicamente realizadas en la materia) y
causas materiales o mecánicas (contraefectos del devenir teleológico). La materia se somete a
la forma, pero dentro de ciertos límites, es insuperable el dualismo de la teleología de la forma
y la resistencia de la materia.
4.4.3. La forma pura. En el ser es causa del movimiento la acción de la forma sobre la
materia. La materia como mera potencia no puede contener en sí ningún principio de
movimiento. No es posible el movimiento si no existe una forma pura exenta de movilidad: el
primer motor inmóvil (no necesita materia para existir). Existen dos momentos en el devenir:
1) El impulso de la materia. (Potencia) a ser transformada; 2) El movimiento teleológico que
parte de la forma misma. Cuando el primer motor actúa sobre la materia provoca en ella el
impulso a configurarse según modelo, como causa final pura (es igual que la Idead de bondad
platónica). Sólo a ella le adjudica los predicados de eternidad, invariabilidad, inmovilidad,
incorporeidad e independencia, causa del devenir, el ser perfecto: la divinidad.
4.5 El devenir como proceso teleológico. Se opone a las doctrinas precedente (mecanicistas,
atomistas) a partir de la explicación de la teleología. La finalidad rige el devenir. Explica este
carácter metafísico-teleológico: 1) en el acontecer orgánico: materia y forma son sólo
separables por abstracción de una y la misma realidad (el embrión con su esencia encuentra a
la materia determinada por la forma); 2) la creación constructiva o artística del hombre:
primero tiene el material, después llega el trabajo que produce una obra en la materia,
plasmando una forma. Aplica un doble sentido: 1) se consideran las cosas singulares como las
formas que se realizan (acontecer orgánico; 2) se ponen las propias cosas en tal relación que
unas veces se ve en ellas la materia y otras la forma (creación artística).
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Capítulo 3
Ideales del saber al final del mundo antiguo
2.1.1. Los engaños de los sentidos. Para discutir el valor del conocimiento sensible, los
escépticos reproducen el relativismo de Protágoras. Las percepciones no pueden considerarse
como una reproducción inmediata de las cosas (condicionadas por circunstancias contingentes
(como el aire, etc.)) No hay criterio para jerarquizar las percepciones ni existe forma de
distinguir lo verdadero de lo falso ante tal afluencia de impresiones fugaces y contradictorias.
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2.2. La teoría del conocimiento
2.2.1. El conocimiento como combinación de signos. El principio básico del escepticismo es
que no existe un criterio de verdad seguro, inequívoco e inconfundible. Los estoicos se
enfrentan a ellos porque se acogen a la idea socrática de que la virtud es imposible sin el saber
(metafísica materialista y de una psicología sensualista.
Según las doctrinas psicológicas de los estoicos, el contenido de cualquier representación o
conocimiento procede de la percepción sensible, coincidencia de fondo con el materialismo de
Epicuro, ya que éstos explicaban el origen de las representaciones sensibles a partir de la teoría
democrítea de los ídolos (emanaciones de los objetos que ponen en movimiento los átomos
ígneos, son como copias infinitamente pequeñas de las cosas), la percepción no es otra cosa
que la acción (el choque) de estos ídolos sobre los átomos ígneos (monismo materialista). Los
estoicos coinciden con los epicúreos sobre que la percepción es un fenómeno material, la
acción de una impresión de las cosas externas sobre el alma. Los estoicos reducen los
conceptos generales y abstractos a un mero mecanismo de los elementos de la percepción
(rechazan la teoría de as Ideas y la doctrina aristotélica del entendimiento agente).
2.2.2. Nociones comunes y verdad. El principal argumento de los estoicos contra los
escépticos es que los contenidos de las impresiones (igual que la naturaleza del pensamiento)
son iguales en todos los hombres. Es como una comunidad de las funciones psíquicas, un
consenso (en el alma), en virtud de la cual podemos encontrar una verdad segura. Cicerón
(estoico) las llama representaciones innatas, no sólo lo afirma por los conceptos morales y del
derecho, sino también respecto de la creencia de Dios. Deja un germen para la moderna teoría
racionalista del conocimiento (ideas innatas).
2.2.3. Percepciones y opiniones Los estoicos concluyen que el criterio propio del
conocimiento verdadero sólo puede ser el sentimiento subjetivo de la necesidad con que la
percepción se impone a la conciencia. Toda percepción es un átomo consciente en el mundo de
las representaciones. Ante percepciones contradictorias el error reside en la opinión no en las
percepciones mismas. La relatividad no representa para los estoicos ninguna razón contra la
exactitud de las representaciones. No se admite otra garantía que la percepción misma.
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propiedades. Los estoicos hacen una conexión entre las categorías del ser y las normas
conceptuales que expresan la relación del pensar con el ser. Se separa lo subjetivo y lo
objetivo. Se plantea el problema de cómo explicar la relación o correspondencia entre sujeto y
objeto.
2.4. La teoría metafísica del lógos La teoría metafísica estoica no recoge sólo la inspiración
de Heráclito, sino que se caracteriza por un complejo sincretismo. Para los estoicos el universo
es un organismo vital (oposición a Aristóteles), en términos de un consciente panteísmo,
pretendían superar el dualismo platónico-aristotélico entre lo sensible y lo suprasensible y
neutralizar la oposición entre necesidad y finalidad, entre materia y forma. El cosmos, como
divinidad, es la causa originaria, la razón y el sentido del universo. Esta divinidad es el lógos
spermatikós (fuerzas productoras). La subordinación de lo particular a la ley cósmica es la
convicción más profunda de los estoicos, adquiere así el carácter de una ley racional.
B) Neoplatonismo
3. INTRODUCCIÓN AL NEOPLATONISMO
3.1. Contexto histórico-temático La decadencia del mundo grecorromano produjo un clima de
desorientación y tedio. Se despierta una época de hondo afán de felicidad, una apetencia hacia
lo supraterreno y un impulso religioso sin igual. Se produce una contienda entre religiones y se
recogen y reelaboran elementos de toda la filosofía anterior, una doctrina capaz de satisfacer, al
impulso religioso y a la razón. Es ya usual reconocer en el neoplatonismo dos problemas: El
religioso (el destino del alma); y el filosófico (explicación racional de la razón). La filosofía
del neoplatonismo tendría un fundamento antropológico, una hipóstasis a nivel metafísico y
cosmológico de la experiencia espiritual y religiosa del alma.
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3.2. Alma y universo en las religiones helenísticas La tradción órfico-pitagórica es recogida
por Platón en su metafísica. El dualismo antropológico, que distingue en el hombre una parte
material y otra espiritual, es dominante en la época: el ser más propio del hombre es el alma,
caída del cielo, vive en el cuerpo aprisionada y la vuelven impura. También está el dualimo
metafísico, que distingue entre lo sensible y lo suprasensible (perfección divina/maldad
terrena)y el dualismo ético, que separa la interioridad del hombre, como camino de perfección,
de ña disipación en el mundo de los sentidos como vía de perdición. Lo importante es la
valoración de los polos enfrentados: espíritu (lo divino, lo eterno e inmutable) y materia
(perecedero; lo malo). La función de la religión es salvar el alma mediante un movimiento
ascensorial, prepararla para el viaje y alcanzar la unión final con la divinidad: doble
movimiento: de ascenso, lo sagrado (evasión del cuerpo- purificación); de descenso, lo profano
(caída del cuerpo- olvido de la espiritualidad) (en República, Fedón y Fedro Platón ofrece
relatos metafóricos del alma).
La idea de Principio El principio no es todas las cosas, sino que todas las cosas proceden de
él.
La oposición espiritual/divino y material/sensible y el problema de explicar el mundo
procediendo de Dios, le lleva a buscar una solución para establecer conexión del hombre con la
divinidad, para ello recurre a intermediarios, para elevar al hombre de su inferioridad sensible a
la más alta realidad.
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4.2 Precedentes d la explicación de Filón. Es el primero que desarrolla la idea de mediación:
los poderes mediadores entre la divinidad y el mundo son, para Filón, las Ideas (ángeles de la
religión judía), pero las Ideas son pensamientos de origen divino (no entidades separadas)
productos de un principio espiritual creador. Este concepto de espíritu creador y autónomo se
va a convertir en el pensamiento fundamental de la metafísica platónica. La idea daba para
superar el dualismo y concebir el mundo como un producto del espíritu, ver en el mundo
corpóreo algo espiritual. Las Ideas son para Filón un mundo concluso en el que rige la
pluralidad y el movimiento y del que se derivan los seres. Entre este mundo y Dios debería
existir otro mundo intermediario superior: la Idea de las Ideas: el Logos, la razón, el segundo
Dios, por su mediación ha creado Dios el mundo, y a la inversa, es el intermediario máximo,
establece los vínculos entre el hombre y la divinidad. El Logos como Dios mundano es la
morada del Dios ultramundo.
4.3.2. El mundo inteligible (Nous) y sus categorías. La primera esfera de esta acción divina
es, según Plotino, el espíritu (Nous), con la que la unidad se escinde en la dualidad de pensar y
ser , en la conciencia y sus objetos. En él se mantiene, por un lado, la esencia divina, la función
pensante (noesis) como una contemplación eterna de su idéntico contenido frente a las
apariencias, es el principio de la diversidad. Las Ideas no son pensamientos solamente, sino
que constituyen fuerzas motrices de la realidad inferior. Los conceptos fundamentales
(categorías) de este mundo inteligible son cinco: lo que existe, el reposo, el acontecer, la
identidad y la diversidad.
4.3.3. El alma Dios como principio creador es espíritu (Nous). El Nous necesita de una
creación semejante para crear de sí el mundo: el Alma y ésta a su vez se manifiesta
convirtiendo la materia en corporiedad. La tarea del Alma es captar, contemplativamente, el
contenido del Nous, el mundo de las Ideas y modelar lo sensible según este arquetipo. Frente al
creador, el Alma es un principio receptivo; frente a la materia, un principio activo. Así como el
Nous se duplica en pensar y ser, el alma queda duplicada así: La Psiché sumergida en la
contemplación de las Ideas, es la propia superior Alma. Como energía creadora, es el alma
inferior Physis (en la acepción análoga al lógos spermatikós de los estoicos). Estas
determinaciones valen para el alma universal y el alma individual (la fuerza vital del mundo es
la misma que la del hombre). El alma ejerce sobre la materia un efecto orientado con arreglo a
sus fines. El alma inferior de manera involuntaria ilumina a la materia con u resplandor, que a
su vez recibe el Nous y de lo Uno.
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concepto da a Plotino n argumento para la Teodicea (teología natural): si lo malo no existe, no
es preciso justificarlo, pudiéndose inferir así de estas determinaciones que todo lo que existe es
bueno. Para él el mundo sensible no es considerado ni bueno ni malo. Es bueno en tanto
participa de la divinidad, de lo bueno, y en tanto que existe; y es malo en la medida que
participa de la materia o maldad, es decir, en tanto que no existe.
C) CRISTIANISMO
5 INTRODUCCIÓN
5.1 Los implícitos filosóficos de la revelación cristiana. La filosofía occidental va a estar
marcada por el cristianismo. No sólo en la Edad Media, sino incluso en los siglos XIX y XX..
Pero al final del mundo antiguo son más bien los principios doctrinales de esta religión los que
quedan impregnados y revestidos por el lenguaje y la conceptiva de la filosofía grecorromana.
En el cristianismo de los primeros siglos hay una tendencia al uso del griego. El cristianismo
adopta las formas de exposición protréptica (es una forma de oratoria clásica que tiene como
fin la captación de alumnos común a la filosofía helenística). Los implícitos filosóficos de la
revelación cristiana: 1) Una metafísica creacionista: afirmación del origen de la realidad a
partir de un Ser Creador, que no forma parte del mundo y produce de la nada. Queda en
entredicho, a partir de la Revelación, el concepto de una materia preexistente griega, o la visión
del tiempo como eterno retorno: 2) Una nueva antropología: El hombre es una unidad
indisoluble, un absoluto en la realidad, es una nueva sociedad en la filiación divina. La
cristiandad no podrá asentarse ni sobre el concepto de “democracia” griega (ausente la
igualdad ontológica) ni el civis romano (desposeído de una clara identidad personal).3) Una
visión nueva de la historia: el mundo queda ligado a una temporalidad determinada y lineal. El
concepto de eternidad queda impregnado de un sentido intemporal que no tenían los griegos.
18
uno bueno, lo espiritual (el alma). Este movimiento se difunde en ele siglo II. El Maniqueísmo
podría igualmente ser considerado como la gnosis persa (mazdeístas+ gnósticos+cristianos).
19
lleva dentro de sí la oscura verdad, tiene la conciencia del pensar. Convirtió este sentimiento en
un principio filosófico decisivo contra la duda académica porque su evidencia está confirmada
por la misma duda. Sabe Agustín dos cosas: que duda y piensa, no sabe de dónde le viene el
saber (Descartes). El pensamiento es contenido del ser y no al contrario. Se pregunta por el
origen del conocimiento de su existencia. La conciencia no se crea a sí misma, es el testimonio
o prueba de algo distinto de sí: es una certeza iluminada por una verdad superior. En De libero
arbitrio se pregunta: ¿cuál es la primera verdad que conozco?: la realidad de existir: existo
puesto que dudo. Para aprehender esta verdad es necesario estar presente en la propia
conciencia. La autoconciencia agustiniana es verdad que testimonia otra verdad en la que se
encuentra: su razón de conocer (ratio cognoscendi) su razón de ser (ratio essendi) el principio
de mi existencia.
6.3 La teoría de la iluminación como teoría ontológica. Dios es para Agustín la ratio
cosnoscendi la teoría de la iluminación (vertiente ontológica).
20
6.4 La teoría de la iluminación como teoría noética. Al igual que en lo ontológico, la
iluminación consiste en dar forma a una materia informe. En el aspecto noético, se considera al
espíritu humano como una materia informe que, iluminada por Dios, conoce la verdad. No es
que se conozcan las verdades porque Dios las pone en nuestra mente, sino que las verdades
encontradas por el espíritu son inteligibles a causa de la luz divina. Lejos de dispensar al
hombre de tener un intelecto propio, la iluminación divina lo supone.
6.4.1. Rechazo del innatismo platónico. La conclusión del libro De magistro es que por
medio de las palabras no se enseña ni se aprende nada. La verdad está dentro del hombre. En
los Soliloquios parece que el santo acepta el innatismo, habla de reminiscencia, pero esta teoría
le resultará inaceptable y la rechaza en el De trinitate , aunque siga aceptando que la razón
descubre en la mente los verdaderos inteligibles, esto implica: 1) Que el pensamiento no crea
sino que descubre la verdad ( la verdad es antes que el pensamiento); 2) Que es descubierta la
verdad no fuera, sino dentro de nosotros. Las verdades descubiertas por el alma son verdades
eternas, universales, y está en nosotros porque tenemos dentro su intuición original. No es
recuerdo del pasado, sino presencia de Dios.
6.4.2.2. Conocimiento racional (ciencia). La razón es la facultad del alma que discierne,
clasifica, asocia, distingue y juzga las imágenes sensitivas. Dispone de unas reglas o principios
verdaderos, inmutables y necesarios. No son creadas por la razón individual, sino reglas
comunes e inmutables, individualmente percibidas. Cada razón particular está en la verdad por
el común conocimiento de las reglas universales. Por tanto: 1) La razón individual no crea las
reglas o principios verdaderos e inmutables; 2) No crea la razón, no es ella quien juzga la
verdad, sino que la verdad juzga a la razón y la rige; 3) Las verdades primarias, (principios)
son intuidas (presentes) por la inteligencia, de la que son luz, y aplicadas por la razón así
iluminada, en los juicios, cuya veracidad constituyen. Estas verdades primarias son la luz de la
razón, dada a ésta por Dios.
6.4.2.3. Conocimiento intelectivo. Por encima de la razón está la inteligencia o razón superior
que tiene la intuición inmediata de las verdades de la luz que Dios da. La razón es la fuente de
la ciencia de lo sensible, la inteligencia es fuente de la sabiduría, que versa sobre verdades
eternas, sobre las Ideas inmutables, absolutas y necesarias del mundo inteligible. Los objetos
de la inteligencia son las Ideas de Dios. Esta doctrina recibe el nombre de ejemplarismo. Entre
los objetos de la razón (mundo sensible) y los objetos de la inteligencia (Ideas: mundo
inteligible) hay, para Agustín, una desproporción ontológica. Se funda la validez del
conocimiento racional (ciencia) en un principio absoluto, metafísico: las Ideas, que están por
encima de la razón, anteriores e independientes de la misma. Las Ideas están en “el libro de la
luz que se llama Verdad” en el Verbo o Inteligencia divina. El alma no conoce las Ideas tal
21
como están en el Verbo, sino el reflejo de estas Ideas en ella. Para sacar las Ideas del alma tiene
en cuenta el innatismo de Platón, pero lo llama interiorismo. La verdad está en nosotros porque
está en nosotros su intuición original, la luz de Dios. No es recuerdo, sino presencia de Dios en
el alma. La sacamos fuera en la medida que nos esforzamos en interiorizarnos en su búsqueda.
Capítulo 4
REALISMO, NOMINALISMO Y CONCEPTUALISMO EN LA EDAD MEDIA
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Contexto histórico-temático
Al ser invadido el Imperio Romano por los bárbaros, la herencia cultural de la Antigüedad se
transmitió a Occidente a través de la Iglesia cristiana. La Patrística y San Agustín habían
dotado a la Iglesia de un sistema coherente de doctrina que articulaba el conjunto de sus
dogmas, poniendo fin a las herejías que amenazaban con debilitar al cristianismo. Durante la
Edad Media, lo más característico es la subordinación de todo saber teórico (la razón) a la
certeza de lo que se impone por la fe. En las escuelas monásticas y palatinas (primeros siglos
de la Edad Media), se utiliza para la enseñaza de la dialéctica, dos de las obras el Organon
aristotélico: De categoriis y De interpretationes en versión latina. para los conocimientos
prácticos (Quadrivium) sirven las obras de Marciano Capella, de Casiodoro y de San Isidoro de
22
Sevilla, sólo se conocía de los antiguos el Timeo de Platón. Con este material se aprenden los
silogismos lógicos. Se insiste en la ordenación fundamental de la argumentación, en la
caracterización y división de los conceptos generales y en la corrección de los razonamientos.
1.2 El nexo con la filosofía griega. Este trabajo no tuvo sólo un valor didáctico
(conceptualización-clasificación-juicio-deducción), sino que dio lugar a las primeras
reflexiones filosóficas, aunque dominada por el poder eclesiástico. Una de las discusiones que
llegará hasta la Modernidad fue el problema de las relaciones del concepto con la palabra y el
concepto con el objeto. Cuando los primeros filósofos toman como partida la Introducción de
Porfirio a las Categorías de Aristóteles, están retomando un antiguo problema griego
(Sócrates): la relación de los conceptos generales con la realidad. Este problema dio origen a la
teoría platónica de las Ideas y la lógica aristotélica (lo particular respecto a lo general). Pero el
mundo medieval incipiente no disponía de la experiencia científica y conocimientos griegos,
para que las discusiones no degeneraran en meros bizantinismos abstractos.
1.4 La evolución de la polémica. Llegan a Europa las obras de Aristóteles, traídas de Bizancio
a Córdoba y llevadas después a París (árabes S. XIII). El Corpus aristotélico llegaba con
traducción latina y con comentarios de filósofos árabes (Avicena y Averroes), quienes extraían
conclusiones que contradecían principios del cristianismo. Sto. Tomás será el encargado de la
síntesis para demostrar que le aristotelismo no comportaba contradicción y que era un
instrumento para reforzar la expresión dialéctica de la teología cristiana. Bajo Aristóteles Sto.
Tomás reconoce (aunque parcialmente) a la razón como fuente de conocimiento autónoma
frente a la fe. El saber teórico de la filosofía acabará recuperando (Ockham) su libertad
respecto a la religión y la teología. Tomás: fe y razón son fuentes de conocimiento distintas; la
razón se debe subordinar a la fe. Ockham: las únicas realidades cognoscibles son las que caen
en el ámbito de nuestra experiencia; las sobrenaturales no son objeto de conocimiento, sólo fe.
El tomismo (dominicos), tuvo que luchar contra el pensamiento agustiniano (franciscanos) y
contra el movimiento averroísta. En esa lucha Duns Scoto, al desarrollar su pensamiento sobre
la base de la filosofía agustiniana de la voluntad, produce un importante giro en el
pensamiento. Empieza a distinguirse con decisión entre los intereses religiosos y los racionales
(s. XIV). Esta orientación se vio reforzada por el auge del nominalismo (finales Edad Media),
que elabora desde una perspectiva lógica el esquematismo aristotélico-estoico, su aspecto
lingüístico-gramatical. Vincula la teoría del juicio y de la deducción a la doctrina de los
conceptos (termini), como signos subjetivos de las cosas singulares, las que realmente existen.
Este “terminismo” conecta con Ockham con el propósito de refutar el realismo moderado que
se había mantenido por igual en el tomismo y en el escotismo, así como con los primeros pasos
de la psicología empírica y la investigación naturalista, que preludia nuevos pensamientos.
23
con los grados de la intensidad y prioridad del ser. Lo general, el concepto universal, es la
realidad esencial y originaria, que crea y contiene en sí lo particular (el individuo). Los
universales no son sólo sustancias (res de donde viene el nombre de realismo), son también,
respecto de las cosas singulares, seres más originarios, productores y determinantes, son
sustancias reales y tanto más reales cuanto más generales. Las relaciones lógicas de los
conceptos se convierten en relaciones metafísicas. Lo general se desarrolla y manifiesta en lo
particular. Culmina en el concepto de divinidad, lo general por antonomasia.
2.3. El argumento ontológico. La posición filosófica que otorga el valor de realidad a los
conceptos universales implica una gradación del ser (lo general existe más que lo particular).
El se r se convierte en algo que posee grados. Existir y lo que es (essentia).
24
del ser perfecto implica el de su realidad. Cuando lo pensamos, el más perfecto de los seres
“existe” en la conciencia. Concluye que es propio de la esencia del ser más perfecto, no sólo la
realidad en el pensamiento, sino también la realidad absoluta.
2.3.2. Las objeciones de Gaunilo: El monje argumenta que se podría probar del mismo modo
la realidad de cualquier representación, por ejemplo una isla a la que se le adscribiera el
carácter de perfección, siendo más real una isla que existiera con los mismos atributos que no
una isla inexistente perfecta. El concepto de realidad es necesario y sin contrasentido.
2.5. El vértigo del panteísmo. El realismo es indisociable del panteísmo, que sólo ve en las
manifestaciones del mundo la única sustancia de Dios, debido al parentesco con la metafísica
neoplatónica en los argumentos realistas. Abelardo, contrincante, reprochará esta consecuencia.
Hasta el Siglo XIII no se llega a una afirmación del panteísmo realista. El realismo y su
doctrina sobre los universales cumple la función es esta época de fundar dogmatismos básicos
de la Iglesia como la exposición racional de la doctrina de la Trinidad, el fundamento más
apropiado para la doctrina del pecado original y de la redención de Cristo (S. Anselmo).
25
2.6.1. La tesis nominalista. Lo usual es definir el nominalismo como: los conceptos
universales no son más que nombres que destinarían a individuos concretos, por lo que parece
sólo una voz discrepante respecto al realismo (doctrina eclesiástica). El nominalismo de esta
época no es sólo eso, se inspira en la lógica aristotélica (Categorías) donde creen encontrar dos
importantes tesis: 1) Que la verdadera realidad corresponde a las cosas singulares (sustancias
primeras); 2) como regla lógico-gramatical, la sustancia no puede ser predicado en el juicio (y
en la conclusión). Para el nominalismo extremo los universales son nombres colectivos,
designaciones comunes para las diversas cosas. Frente a la doctrina realista, el nominalismo se
caracteriza por su metafísica del individuo, según la cual todas las cosas singulares, como
sustancias, son verdaderas y reales. Roscelino es su máximo representante. Lo verdaderamente
real es la cosa individual Como lo individual es lo dado en la experiencia sensible, para esta
metafísica, el conocimiento propiamente dicho es conocimiento sensorial.
El nominalismo de Roscelino. Está compuesto por tres tesis: a) negación de la realidad de los
universales; b) negación de la realidad de los accidentes (derivación de las sustancias); c)
negación de la realidad de las partes de un todo (sólo existen individuos indivisibles). Estos
planteamientos tienen más sentido teológico que lógico: Berengaro de Tours disputaba en la
eucaristía la posibilidad de la transubstanciación del pan y del vino, conservándose los
accidentes iniciales. Roscelino concluía que sólo en ciertas propiedades y efectos hay que ver
en las tres personas de la Trinidad divina tres diferentes sustancias coincidentes.
2.6.2. Los universales no pueden ser ni cosas ni palabras. Abelardo (discípulo y opositor de
Roscelino y de Guillermo de Champeaux combatió conjuntamente al nominalismo y al
realismo y a las consecuencias a las que llegaban: sensualismo (nominalismo) y panteísmo
(realismo). Su solución será aceptada más adelante por Sto. Tomás y Duns Scoto. El problema
de los universales, aunque no resuelto, entró en la calma hasta la renovación del nominalismo
del s. XIV. Abelardo dice: Lo general es el predicado conceptual (sermonismo) o el propio
concepto (conceptualismo), pero han de tener alguna relación con la absoluta realidad (ya que
se dan en el pensamiento y en el juzgar como predicados). Lo que predicamos y
conceptualizamos de las cosas es la igualdad o analogía (conformitas) de las
determinabilidades esenciales de las sustancias individuales. Lo universal existe en la
naturaleza como multiplicidad homogénea, no como identidad numérica y sustancial. Sólo por
el pensamiento humano se convierte en el concepto unitario que hace posible la predicación (S.
Agustín: Dios ha creado al mundo con arreglo a las Ideas o paradigmas insertos en su mente)
26
entre esencia y existencia (Avicena). Pero, Avicena considera al ser finito como
emanado (no creado) necesariamente de Dios. La emanación no la acepta Tomás, pero
sí su distinción entre esencia y existencia como factores que se implican necesariamente
en Dios pero no en el ser finito. Para Aristóteles no hay potencia que no sea materia ni
acto que no sea forma, y viceversa, atribuía realidad necesaria, eterna e increada, tanto a
las formas (esencias) como a la materia, así garantizaba la necesidad (inteligibilidad) al
universo sin dar cabida a Dios. Para Tomás la existencia es el acto de la esencia, así
podemos conocer la esencia del hombre sin que exista como ser concreto en acto. Las
sustancias están compuestas de esencia (materia y forma) y de existencia. La esencia
está en potencia respecto a la existencia y la unión de la esencia con la existencia (paso
de la potencia al acto) exige la intervención creadora de Dios (Causa essendi). El ser
necesario (Aristóteles) pasa a ser el ser creado.
3.2. La analogía del ser. Distingue entre el Ser Creador, necesario y absoluto y el ser
creado, contingente, que recibe su ser de Dios. La creación es una exigencia de la
constitución misma de los seres creados. Según su participación en Dios forman una
jerarquía. Por ello el término ser no es idéntico a Dios, sino análogo. Para Aristóteles el
ser es la sustancia (metafísica). Para Sto. Tomas sólo Dios es Ser y esencia y por tanto
necesario y en él están contenidos todos los seres. La analogía del ser hace imposible
una sola ciencia del ser (como era la metafísica de Aristóteles). La ciencia que trata de
las sustancias creadas es la metafísica, la que trata del ser necesario es la teología, de
mayor rango. Y a ella debe subordinarse las demás ciencias o siervas (ancillae).
3.3 La teología como ámbito más elevado del saber. El se r creado participa de la
causa creadora según la causalidad eficiente, ejemplar y final. La materia es pura
pasividad la creación ex nihilo es propia sólo de Dios.
3.3.1. Dios como causa del ser. La misión de la causa eficiente es extraer la forma de la
potencialidad de la materia. La producción del ser no exige para Sto. Tomás, la
presencia de un sustrato paralelo que reciba el ser (materia). Corrige la noción platónica
y aristotélica de participación. Dios es por tanto la causa eficiente, causa essendi de las
criaturas, que no sólo hace que la forma se reciba en una materia, sino que hace que las
cosas existan. Las criaturas, al ser por participación, dependen del Creador, son
contingentes.
27
humanidad) en tan múltiples individuos. Es el principium individutationis y él lo sitúa
en la materia. La capacidad de ésta de ser afectada por diferencias cuantitativas (materia
signata), reside la posibilidad de que la misma forma se realice en diversos ejemplares
como sustancia individual. Así las formas puras se individualizan (el ángel es especie e
individuo a la vez), mientras que las formas a las que pertenece el alma humana, se
realizan en el múltiples ejemplares en virtud de la materia.
28
socratidad o haeccitas de Sócrates sólo hay una distinción formal objetiva, nunca una
distinción real.
29
de todos los hombres es uno e idéntico; el alma muere con el cuerpo; la voluntad
humana está determinada por los astros; el mundo es eterno y Dios no conoce las
formas individuales ni las gobierna.
5.2 La derivación del problema de los universales hacia una teoría del lenguaje.
Ockahm critica al realismo: “No hay fuera del alma ninguna realidad universal”
(Sentencias). Llega a esta conclusión tras su análisis del formalismo de Scoto y de su
discusión con el realismo moderado de Sto. Tomás:
30
supremacía a la suposición personal. La validez viene por la teoría de la coincidencia de
suposiciones del sujeto y el predicado. A diferencia de algunos predecesores ( Pedro
Hispano), para él la suposición no es una propiedad sólo de los signos arbitrarios (orales
o escritos), sino de los conceptos. Okham habla de que la suposición es propia de la
proposición, así la consecuencia es que plantea el problema del conocimiento, no ya al
nivel atómico del concepto, sino al nivel molecular de la proposición como unidad
primaria del lenguaje, desde la que debe plantearse el saber.
Capítulo 5
El modelo del Conocimiento Matemático: el Racionalismo
INTRODUCCIÓN
31
1.2.2. Antropocentrismo y naturalismo. Frente al teocentrismo medieval, aparece una
actitud que considera al hombre como tal punto de referencia. El humanismo busca un
nuevo modelo de hombre. Olvida el destino sobrenatural: surge una actitud naturalista
por igual en todas las corrientes filosóficas. En el Aristotelismo, Pomponazzi niega la
inmortalidad del alma individual (averroista). Platonismo: se ve esta filosofía como una
religión natural, alejada de los platónicos medievales (San Agustín). Se exalta la libertad
y dignidad del hombre frente al pecado agustiniano. El protestantismo señala el carácter
corrompido de la naturaleza humana, sólo la fe y la gracia pueden salvarlo. El
humanismo defiende que el hombre es naturalmente bueno. En el s. XVIII Rousseau
recogerá la tesis de la bondad y Hobbes la contraria.
1.3. La revolución científica. Tiene lugar desde el mediados del s. XVI hasta finales
del s. XVII, en Europa, se transforma la visión clásica y medieval del Universo,
configurada astronómicamente por Ptolomeo y el aspecto “físico” por Aristóteles
(ámbito sublunar compuesto por cuatro elementos, en cuyo centro está la Tierra y un
ámbito superior de cuerpos luminosos esféricos incorruptibles, formados por una quinta
esencia, de movimiento circular uniforme. Se destruye la imagen ptolomeico-
aristotélica: el astronómico por Copérnico (heliocentrismo) y el físico por Galileo, y las
aportaciones de Kepler, y más tarde de Newton: supuso un nuevo método de trabajo.
32
revolución fuera de nuestra vista. b) Cuerpos celestes cuya posición varía a simple vista
respecto a las estrellas fijas: son siete: el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y
Saturno. El zodiaco está compuesto por 12 constelaciones, que sucesivamente preceden
al sol en el amanecer. El día solar es cuatro minutos más largo que el día sideral, por lo
que el año sideral tiene un día más que el año solar. La distancia polar del Sol varía
desde los 66,5º la mitad del verano hasta los 113º a mediados del invierno. Cáncer es la
constelación que está más cerca del Polo, Capricornio las más alejada. El sol que se
mueve con Cáncer pasa en vertical directa sobre el trópico de Cáncer (verano).
2.2.2. La astronomía griega. Supusieron que los cuerpos celestes tenían movimientos
reales circulares y uniformes. Eudoxo, influido por Platón diseñó un sistema según este
principio. Más tarde Ptolomeo abandona las esferas concéntricas de Eudoxo e introduce
la teoría de los epiciclos, admitida en Europa hasta la revolución científica.
2.2.2.1. El sistema de Eudoxo. La Tierra era el centro del universo, y Sol, Luna y
planetas giraban entorno a ella en esferas concéntricas cristalinas. La esfera más
externa, con centro en la Tierra, es la de las estrellas fijas, gira diariamente de este a
oeste alrededor de un eje. Con este sistema necesitaba cuatro esferas. Júpiter, igual que
le Sol, se mueve de Oeste a Este y tarda 12 años para completar su giro alrededor de la
Tierra. Los instantes en que no se mueve se llaman estaciones, y el movimiento hacia el
oeste entre dos estaciones se llama retrógrado o recesión. Cada Planeta requería esferas
semejantes a la de Júpiter, por lo que concluye su sistema con 27 esferas concéntricas:
una para las estrellas fijas, tres para el Sol, tres para la Luna y cuatro para cada planeta.
Mas tarde tuvo que aumentar el número de esferas.
33
explicar sin epiciclos: la revolución diaria de todos los cuerpos celestes alrededor del
Polo; el movimiento regresivo del Sol a través del Zodiaco de las estrellas fijas durante
el año; las estaciones y regresiones de los planetas; las cuatro estaciones solares.
2.2.3.2. Kepler. Defendió la astronomía copernicana, pero su interés era eliminar los
epiciclos ptolomeicos. Los datos de su maestro Tycho Brahe sobre Marte daba la
imposibilidad de que su órbita fuera circular. Había una diferencia de ocho minutos con
la hipótesis copernicana. En 1609 formuló dos leyes: 1) los planetas se mueven en
elipses, con el sol en uno de sus focos. 2) La línea que une el centro de cada planeta con
el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales . La Primera ley supuso una revolución
pues caía la creencia griega de que en los cielos sólo podía darse la circularidad
perfecta. Con la segunda ley desaparecen los ecuantes, aun respetándose la exigencia de
uniformidad del movimiento angular.Falta explicar por qué el planeta gira más deprisa
en el perihelio, Kepler sugirió que se debía a una fuerza del Sol, acercándose, así, a la
teoría de la gravitación de Newton. 3) ley demuestra que los cuadrados de los periodos
de revolución de dos planetas son proporcionales a los cubos de su distancia media la
Sol.
34
movimiento de los proyectiles: se compone de dos movimientos: uno natural, el de
caída y otro violento, el horizontal de la trayectoria. El espacio recorrido será la
diagonal del paralelogramo de fuerzas (gravedad y empuje). La base de la nueva física
no es la experiencia sino el experimento como proyecto matemático.
2.3.2. Isaac Newton. Continúa con la labor de Galileo, aplica la nueva mecánica del
movimiento planetario, expone un sistema mecánico y matemático del mundo celeste y
terrestre. Con la ley de la inercia Galileo había transformado el concepto fuerza: un
cambio de movimiento puede ser una aceleración, una desaceleración o un cambio de
dirección. Pero las leyes de Kepler establecían que los planetas se mueven según una
elipse con el Sol en uno de sus focos (no en línea recta). Newton abordará estas
cuestiones con el espacio, tiempo y masa, de manera matemática: El movimiento: la
velocidad es el cambio de posición por unidad de tiempo, y la aceleración es el cambio
de velocidad por unidad de tiempo. La materia es la extensión en el espacio, la duración
en el tiempo, y la masa (cantidad de materia que hay en un cuerpo). El peso es la fuerza
con que la tierra lo atrae. La fuerza causa de la alteración del movimiento, se
representan a pares (el que la ejerce y el que la recibe) Se da una acción-redacción a
distancia (no en contacto (Aristóteles)). Newton demostró que un planeta obedecerá la
2ª ley de Kepler si y sólo si la fuerza que actúa se dirige hacia el Sol. Esa fuerza tiene
que variar inversamente al cuadrado de la distancia del planeta al Sol F= K/r2, siendo K
una constante. La gravitación ya no es atributo exclusivo de la Tierra, sino una ley
universal de todo cuerpo material. La atracción entre dos cuerpo es proporcional al
producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia: F=
Gmm’/d2, siendo d la distancia que las separa. La tercera ley de Kepler es consecuencia
de la constante G en todo el sistema solar. Newton no presenta una hipótesis, sino la
descripción de tales fenómenos, de sus uniformidades y regularidades, y conexiones.
3.2.2. El método como ayuda a la luz natural del entendimiento. El método consiste
en una serie de reglas que tienen como finalidad el correcto empleo de las capacidades
naturales y las operaciones de la mente. Lo primario para él es la actividad del espíritu y
35
la manera de su ejercicio impuesta por su propia naturaleza. La razón abandonada a su
luz natural actúa por sí sola.
3.3.2. El orden: los momentos analítico y sintético. Nos dice cómo se debe observar
el orden: la evidencia, distinción, el análisis, la síntesis y la enumeración. Desde dos
vertientes: 1) análisis o resolución (descomponer los datos en elementos más simples);
2) método sintético-deductivo o de composición: deducir ordenadamente, con la
seguridad de que cada nueva proposición se sigue de la precedente. Consideraba que en
la matemática euclidiana, sus primeros principios no están justificados. El método de
análisis tiene como finalidad justificar los primeros principios de una ciencia, al exponer
de modo sistemático cómo se alcanzan y por qué son afirmados. Él había seguido el
método del análisis en sus Meditaciones , reduciendo los múltiples datos del
conocimiento a la proposición primaria: cogito, ergo sum y mostrando cómo las
verdades básicas de la metafísica son descubierta en su orden propio.
36
3.4.3. Las ideas innatas y su significado epistemológico. Las ideas a las que llama
ideas innatas, han sido puestas en el alma humana por Dios. El mundo podría no ser
real, sino una visión del entendimiento (escepticismo). De ahí la importancia de la
demostración de Dios como verdad deducible del “yo pienso. Utiliza un argumento
análogo al de San Anselmo: la relación de lo representado con lo real, no podríamos
tener la idea de un ser perfectísimo si ella misma no hubiese sido introducida en
nosotros por tal ser. Destruye, así, la ilusión escéptico-hipotética de un demonio
engañoso, fundando la confianza en el lumen naturale: en la evidencia inmediata, ya
que la perfección de Dios implica su veracidad y es imposible que nos haya creado de
tal modo que nos equivoquemos. En la tercera meditación: la autoconciencia no sólo
está cierta de sí misma, sino también de una realidad espiritual superior, Dios, como
fuente unitaria de todo conocimiento racional. Funda el racionalismo moderno al
atribuir la suprema certeza a los principios evidentes de la razón.
Res cogitans. Si yo cesara de pensar, cesaría al mismo tiempo de existir, no soy más
que una cosa que piensa, un espíritu.
37
4.2. La reforma del entendimiento en Spinoza. Sólo Dios es sustancia (Ética). El
entendimiento es un modo: una afección de la sustancia concebida en un atributo
(aquello que es en otra cosa). El atributo: es aquello que el entendimiento percibe de una
sustancia como constitutivo de la esencia de la misma. Atributos son el pensamiento y
la extensión (modos) y necesitan de Dios para existir. Esto conduce a la identificación
del entendimiento humano y el divino, garantiza que toda verdad sea index sui. En su
Intelectu Enmendatione se propone reformar el entendimiento con el fin de conseguir la
perfección y con ella la felicidad. Distingue cuatro modos de percepción: 1) Adquirida
de oídas o por cualquier signo escogido arbitrariamente; 2) adquirida por una
experiencia vaga, no determinada por el entendimiento y que se produce casualmente;
3) Percepción de las causas a partir de los efectos (Aristóteles) o deducción de una
conclusión a partir del universal (Descartes); 4) Percepción en la que se conoce una cosa
por su sola esencia. La cosa nos hace comprender lo que en verdad es. Este es el modo
ideal de conocer (intelectual).
La idea. La esencia del hombre está constituida por ciertos modos de los atributos de
Dios. La idea es lo primero que constituye el ser del alma humana. Ésta es una parte del
entendimiento infinito de Dios. Éste se explica a través de la naturaleza del alma
humana y cundo el alma percibe esto o aquello es Dios quien tiene esta o aquella idea.
38
ejemplo: Si definimos el círculo como una figura cuyas rectas trazadas del centro a la
circunferencia son iguales sería una idea clara, pero no adecuada. Las propiedades
deberán ser derivadas de la esencia, pero no al revés, ya que éstas son efectos y el
conocimiento del efecto procede de la causa.
Capítulo 6
La experiencia como origen del Conocimiento: El Empirismo
1. INTRODUCCIÓN
1.1. Características fundamentales del empirismo. Defiende dos proposiciones
fundamentales: 1) que todos nuestros conocimientos se originan en la experiencia. Las
sensaciones son las primeras en lo que respecta al valor cognoscitivo.2) Que el modo de
relacionarse entre sí las percepciones para constituir nuestro conocimiento del mundo
está determinado también por la experiencia y no la razón. El empirismo inglés se
enfrenta a la tradición metafísica aristotélico-escolástica y al innatismo de la metafísica
racionalista. La crítica empirista a la metafísica se realiza bajo el mismo imperativo de
rigor a los propios supuestos metodológicos que pudo tener Descartes. La característica
principal del empirismo inglés es su pretensión de fundar todo conocimiento en la
observación. Queda la psicología empírica como definitiva instancia a la que recurrir.
1.2. Empirismo y racionalismo. La metafísica escolástica va a ser criticada por el
empirismo inglés, ya que su teoría del conocimiento sigue manteniendo la ciencia como
verdades metafísicas a través de la abstracción. Con la nueva metafísica racionalista, se
va a polemizar en relación con el valor de un conocimiento universal abstracto (con un
39
método deductivo, la nueva noción de sustancia res cogitans o res extensa y la
demostrabilidad de Dios). Los aspectos comunes entre empirismo y racionalismo: es
que ambos se desarrollan a partir de la conciencia y sus contenidos. En los filósofos
empiristas el supuesto fundamental son los datos de la conciencia. La influencia del
cogito cartesiano en el empirismo inglés se ve en que la filosofía ya no va a ser cómo
son las cosas, sino como llega el sujeto a poseer una imagen del mundo y si esto es
posible. Descartes recurre a otra metafísica (más platónica- agustiniana que aristotélica-
tomista) la cual apoyará en la realidad de las ideas y un Dios regulador que nos ilumina.
El empirismo inglés (heredero de la tradición nominalista) rechazará la nueva
metafísica, sobre todo Hume, su máximo representante.
2.1.1. Ciencia y método. Bacon proclama que el método más adecuado es la inducción.
Escribió Novum Organum Scientiarum . Para Bacon el conocimiento científico debe ser
práctico (Aristóteles: conocimiento teórico). Para los dos el método científico consta de
dos momentos: el inductivo y el deductivo. Inductivo: se establecen principios o leyes a
partir de la observación de los hechos; deductivo: extraer conclusiones a partir de
principios generales previamente establecidos. Critica la inducción aristotélica: 1) por
no ser sistemática, la recogida de datos se hace sin ningún criterio. 2) No es rigurosa,
extraen conclusiones con pocos datos, sólo tienen en cuenta casos favorables, sin
estudiar las contradicciones. Crítica la preponderancia que el aristotelismo concede al
momento deductivo, crea sólo una lógica de la deducción y no de la inducción.
2.1.2. Causas del error. Para Bacon el pensamiento humano se halla ofuscado por
prejuicios, a los que él llama ídolos, fuentes del error. Distingue cuatro: 1) Ídolos de la
tribu, inclinaciones comunes a la humanidad y que empujan a interpretar erróneamente
la naturaleza. 2) Ídolos de la caverna, disposiciones individuales resultantes del propio
carácter y de la educación recibida. 3) Ídolo de la plaza pública, errores de
40
comunicación de los hombres entre sí, por el uso del lenguaje: a) la imprecisión de las
palabras; b) porque la lengua común condiciona nuestra interpretación de las cosas. 4)
Ídolos del teatro o errores que provienen de la aceptación de las opiniones de filósofos
antiguos por el prestigio social o históricamente que se les reconoce.
2.2. Thomas Hobbes. Uno de los primeros empiristas (Bacon), y padre de la psicología
de la asociación: las sensaciones suministran los únicos elementos de la conciencia que
dan lugar a la memoria y el pensamiento. Igual son concebidos el impulso de
autoconservación y los sentimientos de placer y displacer a partir de los cuales se
generan los demás sentimientos y actividades volitivas (voluntad). Se opone a la
doctrina tradicional sobre la dignidad suprasensible del hombre (Descartes la salvó con:
materia/espíritu). Niega la existencia del alma, tiene una idea materialista del hombre.
El egoísmo es la principal motivación del hombre (moral utilitarista), la vida anímica o
res cogitans de Descartes pertenece al mundo de lo corporal. El espíritu divino y mundo
espiritual debe relegarse a la teología. Construye una historia natural de los afectos y
pasiones de gran trascendencia. Todas las sensaciones tienen su origen en la actividad
sensorial. La teoría científico-natural debe concebir todo desarrollo de las actividades
empíricas como un proceso mecánico en permanente nexo con las funciones corporales.
Hobbes contra la distinción cartesiana entre res cogitans y res extensa. Puesto que el
conocimiento de la proposición yo existo depende del conocimiento de la proposición
yo pienso, y el de esta última, de que no podemos separar el pensamiento de una materia
que piense, parece que debe inferirse que una cosa que piensa es más bien material que
inmaterial.
41
las actividades del espíritu. Así el saber de nuestros propios estados, como saber
intuitivo, es el más seguro, porque estamos ciertos de nuestra propia existencia
(Descartes). El conocimiento de lo externo, sólo es posible por sensación y carece de
plena seguridad y adecuación.
3.1.2. Crítica a la teoría de las ideas innatas. No hay principios innatos en el alma
humana, lo dirige más contra los neoplatónicos ingleses (Cherbury) que contra
Descartes. Refuta el consensus gentium (la experiencia de los niños y la etnografía),
halla que no existen principios teoréticos conocidos, ni siquiera la representación de
Dios. Tampoco admite el subterfugio empleado por Moore de que las ideas innatas
están de manera implícita en el alma. Esto sólo significa para Locke que el alma es
capaz de aceptar y construir ideas. Despoja al alma de toda posesión primigenia, las
ideas le vienen de la experiencia: primera consecuencia del planteamiento gnoseológico
genetista del empirismo. En Descartes (III Meditación) dice que el ser innato de la idea
de Dios no es otra cosa que un signo impreso por el creador. Pero dice que el criterio
para discernir el ser innato reside en la evidencia inmediata (por la luz de la razón).
3.13. Las ideas y sus clases. Idea es el objeto del entendimiento (fantasma), el
contenido de la conciencia del objeto y de las cualidades de ese objeto. La virtud de
producirse en la mente la llama cualidad del sujeto. Por tanto las ideas son sensaciones
y percepciones. Distingue dos tipos: 1) Ideas simples (el material total de nuestro saber).
Se originan de dos formas: a) por sensación (sentido externo) representaciones del
mundo corporal; b) por reflexión (sentido interno), representaciones que el alma tiene
de su actividad (sentimientos). 2) Ideas complejas, el entendimiento no inventa sólo
modela y transforma. Formar representaciones complejas es la abstracción: separar una
idea del resto de ideas que la acompañan en su existencia real.
42
mundo de las representaciones, a los cuales no corresponde realidad alguna in natura
rerum. Nos vemos constreñidos a aceptar un sustrato real en las diversas ideas sin que
podamos predicar nada de lo que sea este sustrato mismo. La sustancia no es más que
una coexistencia de varias ideas simples que nos hemos acostumbrado a ver juntas.
“Todas las ideas simples, las cualidades sensibles comportan el supuesto de un sustrato
en el que existen y de una sustancia en la inhieren”. Es una abstracción de nuestras
ideas de sustancias concretas, las cuales se originan por la costumbre. Así, abstracción
es asociaciones de apariencias que llevamos a cabo por costumbre.
3.2.2. Esencia nominal y esencia real. Intenta explicar cómo la noción de sustancia
cumple una función tan importante en nuestras representaciones como fundamento sin
que sepamos nada de ella. Hay que distinguir entre esencia nominal “idea abstracta a la
que va anejo el nombre” (ejemplo: oro: amarillo, maleable...) y esencia real
“constitución real de las sustancias, de la cual dependen esa esencia nominal y todas
las propiedades de esa clase o especie” (ejemplo: partes insensibles del oro, de las que
dependen esas cualidades y demás propiedades del oro). No nos es posible un
conocimiento metafísico de esencias. El único conocimiento del exterior nos lo facilitan
nuestras ideas simples. Las nociones de sustancia y esencia no nos proporcionan un
conocimiento de la realidad. Una nueva perspectiva de la noción aristotélica de especie
(constitución última de los individuos): no es, sino un desarrollo o resultado de la
definición nominal.
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ciencia puede conocer sólo las apariencias, tras las cuales no hay nada material ni
metafísico, sino sólo Dios, que no puede ser objeto de conocimiento.
4.3. La crítica a las ideas abstractas. Si ser es ser percibido, se ve obligado a afirmar
que toda idea tiene unas características concretas: no hay ideas abstractas. La idea
misma de una idea abstracta es imposible. Mientras Locke afirma que es posible separar
aspectos de nuestra conciencia como el concepto de un cielo en una noche sin Luna,
Berkeley afirma que nuestras ideas siempre conservan su particularidad. Por ejemplo:
en el trazo de “una línea” es el lenguaje el que hace posible que las observaciones sobre
ella se puedan extender al resto de líneas. Por eso es posible mantener, en contra de
Locke, que la idea debe permanecer concreta. El error de de Locke, según Berkely, es
decir que todo nombre tiene o debe tener, un sólo significado preciso establecido, lo que
predispone a pensar que hay ideas abstractas (esta idea aparecerá también en Hume).
5.1. Impresiones e ideas. Es más correcto afirmar que toda idea deriva de una
impresión (que de la experiencia), pues no siempre el contenido de la conciencia es una
idea (distinto de Locke). No hay ideas innatas (Locke). Las percepciones son: a)
Impresiones: sensaciones o aprehensiones primeras, más vivas venidas de la percepción
externa o interna. b) Ideas: contenidos mediatos, reproducidos de lo pensado. Con la
experiencia asociamos ideas. Tres leyes de tal asociación: semejanza, contigüidad
espacio-temporal y causalidad. Consecuencias teóricas: 1) la asociación de ideas
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simples para formar ideas complejas es el paso de lo vivaz a lo débil (cuando pasan a
ser ideas de la memoria).Las impresiones son primeras genéticamente y superiores a las
ideas por darnos una imagen más precisa. 2) este modo le permite plantear el criterio
para distinguirla de los meros términos. “No tenemos más que preguntar, ¿de qué
impresión se deriva la supuesta idea? y si fuera imposible asignarle una, no tendría
significado”.
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concepción de sustancia; crítica de la distinción entre cualidades e ideas primarias e
ideas secundarias; crítica del alma como sustancia espiritual; de la identidad personal;
de la demostrabilidad de la existencia de Dios. En su Investigación sobre el
conocimiento humano, sustituye la metafísica tradicional por otra filosofía a la que
llama metafísica, pero con el concepto de teoría. El error ha sido penetrar en temas
inaccesibles para el pensamiento. La metafísica debe servir para el quehacer cotidiano.
El escéptico y el mundo externo. Nada puede estar presente en la mente sino una
imagen o percepción, y que los sentidos sólo son conductos por los que se transmiten
estas imágenes sin que sean capaces de producir un contacto inmediato entre la mente y
el objeto. Una mesa no es más que una imagen que está presente en la mente, copia o
representación fugaz de otra existencia, que permanece uniforme e independiente.
46
5.3.3. La negación de la identidad personal. La crítica se lleva a cabo desde la
necesidad de reducir las ideas a impresiones, sólo reconoce las ideas experimentalmente
y niega la existencia de conciencia de uno mismo, pasos: 1) En ningún momento
tenemos una percepción de nosotros mismos: el proceso de comprobación del yo no se
puede cumplir. No tenemos impresión de un yo o sustancia. 2) No hay experiencia del
yo ni puede haberla, dado el carácter atómico de nuestra vida perceptiva: el
entendimiento humano es incapaz de descubrir conexión entre existencias distintas. 3)
La creencia en el yo no se deriva del contenido de nuestras percepciones (en la
inferencia causal, sí), sino del hecho de que experimentamos. Por eso Hume habla de la
noción del yo como de una ficción de la mente, un haz de diferentes percepciones.
Capítulo 7
El planteamiento trascendental de Kant
1 Introducción
1.1. El concepto de “trascendental”. Son los principios a priori del conocimiento, los
cuales proporcionan un fundamento objetivo. Descartes partía del “yo pienso” primera
verdad indudable. Kant objetará que ese “yo” es un sujeto sustancial, que no puede
fundamentar un conocimiento objetivo con validez universal para todos. Por eso
Descartes cree que Dios es el último fundamento de validez universal del conocimiento.
En el empirismo inglés ese sujeto se disolvía entre las ideas. Kant intenta reconstruir el
fundamento del conocimiento desde una perspectiva trascendental: el sujeto como pura
función de determinación a priori de un contenido del conocimiento. Trascendente es:
1) Las condiciones a priori de posibilidad de un conocimiento (el sujeto como
determinación a priori del objeto). 2) El conocimiento de estas condiciones a priori de
posibilidad (la conciencia que el sujeto adquiere de sí mismo como determinación a
priori del objeto. Lo trascendental no es lo trascendente. En el conocimiento una
realidad trascendente es la que se sitúa más allá de nuestra capacidad de conocerla y de
nuestra experiencia (Dios, alma, libertad (realidades nouménicas)). Si Dios es
trascendente se afirma que es superior a los otros seres. Su trascendencia sería lo
opuesto a su inmanencia o identidad de Dios con el mundo, lo que haría posible su
conocimiento.
1.2 La crítica kantiana de la razón. Escribió tres obras:
1.2.1. La crítica de la razón pura. Hume lo despertó del dogmatismo (creencias en
ideas metafísicas), que critica en esta obra. Sí, es posible un saber estable (matemáticas
y física). Aunque debe investigar la motivación última del hombre hacia la metafísica, a
trascender la experiencia. Pero estableciendo un límite en las pretensiones legítimas de
la razón y condenando las que no tienen fundamento: Crítica de la razón pura, es una
autocrítica a los conocimientos independientes de la experiencia. El racionalismo y el
47
empirismo coincidían en que la experiencia no puede conferir valor universal. Estudia
los elementos que dan orden a las impresiones y encuentra tres niveles: a) Nivel de la
sensibilidad (Estética trascendental), formas del espacio y tiempo. b) Nivel del
entendimiento (Analítica trascendental), descubre las categorías: elementos que
configuran las percepciones sensibles elevándolas a conocimiento intelectual. La
deducción metafísica : deducción de las categorías a partir de las formas lógicas del
juicio (sustituye a la metafísica tradicional). Con la Deducción trascendental muestra la
vinculación de las categorías con el “yo” puro. c) La Dialéctica trascendental analiza las
ideas referidas a cosas absolutas (Dios, alma y mundo), que engendran ficciones:
cumplen una función reguladora en la ordenación de conocimientos.
48
contradicciones internas), siendo deudor de Leibniz y su principio de razón suficiente.
Wolff intenta armonizar la metafísica con la fe cristiana, pero cosificando y
simplificando conceptos, por lo que fue objeto de la crítica de Kant, pues no basta la
posibilidad (no ser contradictoria), sino que si algo es posible, necesitará de la
existencia y ésta no es reducible a un simple predicado. Kant habla de la experiencia
como auténtico ámbito se cualquier posibilidad real (Newton) en Sueños de un
visionario).
2.3. Extensión del análisis trascendental. Los límites de la razón humana no pueden
ser impuestos desde fuera (fe, tradición, mito, costumbre), sino sólo por la razón. En
Disertatio, (1770) entiende lo inteletual desde el dogmatismo metafísico de
Baumgartem y Wolf, aplica sólo el análisis trascendental a la sensibilidad. Su
argumento: para garantizar la autonomía del conocimiento intelectual frente a la
sensibilidad, es necesario señalar críticamente los límites de ésta. Conclusiones: 1) el
conocimiento sensible se extiende al ámbito de los fenómenos (objetos de la
sensibilidad). 2) El conocimiento intelectual debe ser comprendido en contraposición a
la intuición intelectual de Dios. Entre la Disertatio y la Crítica de la razón pura (diez
años), se convence de que no sólo la sensibilidad, sino que para el conocimiento, la
moral, la estética, vale su principio trascendental: toda facultad del hombre puede
encontrar la garantía de su valor, sólo en el reconocimiento de sus límites.
49
Hume: 1) el saber humano es un saber probable, incluso dentro de la experiencia; 2) este
saber probable falta cuando el hombre desprecia los límites de la experiencia y se
aventura por la metafísica.
Respuesta de Kant: 1) Un saber cierto lo tenemos en las matemáticas y en la física; 2)
Aunque la metafísica sea quimérica, el esfuerzo del hombre hacia ella es real y debe ser
explicado.
3.1. El objetivo de la Crítica debe buscar el últmo móvil de la tendencia del hombre a
trascender la experiencia. Y debe establecer el tribunal que delimite las pretensiones
legítimas de la razón, tal tribunal es la Crítica de la Razón Pura.
3.1.1 Juicios analíticos y juicios sintéticos. De común el juicio es el acto por el que
afirmamos o negamos la existencia de algo, implica dos términos y una decisión del
sujeto. El razonamiento es la vinculación de dos o más juicios. En Aristóteles el término
que sirve de predicado y el sujeto están unidos por la cópula “es”, implicando una
negación o afirmación, para él el juicio es un intermedio entre el concepto y el
raciocinio. Kant distingue entre: a) Juicios analíticos: son los juicios a priori, aquellos
en los que el predicado está contenido en la noción de sujeto, no aporta nada a lo que el
sujeto ya es. b) Juicios sintéticos: el predicado aporta algo a l sujeto procedente de la
experiencia, estos son los juicios que produce el progreso en la ciencia, centro de
atención de Kant. También significa para él la capacidad de pensar algo individual en el
seno de lo universal. Ello implica un uso de la finalidad, si ésta es entendida como
finalidad sin fin: es juicio estético; si como finalidad simplemente: es juicio teleológico.
3.1.2. La explicación del proceso de conocimiento. En los juicios sintéticos las formas
a priori de la sensibilidad son el espacio y el tiempo, así las impresiones sensoriales para
convertirse en percepciones deben ser organizadas por el espacio-tiempo, organización
primaria que posee el espíritu. El entendimiento conoce con el pensamiento un objeto
sirviéndose de las impresiones. Intuición y concepto constituyen los elementos de todo
nuestro conocer. Las percepciones sensibles para pasar al plano del conocer intelectual
necesitan ser configuradas por las formas del entendimiento: las categorías. Estas
formas de pensar a priori son producidas por el entendimiento, todas ellas se insertan en
un tronco común que es la unidad del yo (principio de síntesis). El resultado de estos
dos procesos de síntesis (percepción y entendimiento) es la objetividad, que se basa en
la regularidad de las formas subjetivas del pensar.
Criticismo. El término crítica lo emplea Kant para designar el proceso por el cual la
razón examina sus pretensiones de conocimiento y dictamina las legítimas y las que no.
Establece así los límites del conocimiento, a la vez, señala un uso fundamentado de la
razón. Por eso llama a sus tres obras principales: Crítica de la razón pura, Crítica de la
razón práctica y Crítica de la facultad de juzgar. Por lo cual suele designarse como
criticismo a la filosofía de Kant. Características: 1) la filosofía es una autorreflexión
crítica para determinar las condiciones de validez de la ciencia y actividades humanas.
2) La exclusión de la metafísica en el ámbito de la ciencia. 3) La distinción entre el
problema psicológico del origen del conocimiento y los problemas lógicos relativos a su
validez. Sobre esta distinción objetiva del conocimiento se basará la filosofía de la
Escuela de Marburgo, el logicismo de Frege y la fenomenología de Husserl.
3.2. ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori? Que todo conocimiento
universal y necesario sea independiente de la experiencia no significa que precede a la
50
experiencia. Aunque para Kant todo conocimiento empieza con la experiencia, puede
ser que no se origine totalmente en ella, que sea una combinación de impresiones.
Distingue: 1) una materia: impresiones sensibles; 2) Una forma: el orden cognoscitivo
que damos a tal materia. Las matemáticas y la física pura contienen verdades
universales y necesarias independientes de la experiencia, han sido elaboradas en el
pensamiento por síntesis a priori. La diversidad de leyes en las ciencias dependen de dos
causas: 1) De la diversidad de datos empíricos; 2) De la diversidad de relaciones
impuestas a esos datos empíricos. En la física encontramos juicios sintéticos, que a la
vez son a priori. Llama a las ciencias puras: una ciencia pura de la cantidad
(matemática), ciencia pura del espacio (geometría), y una física pura. Puesto que estas
ciencias existen sólo cabe preguntarse cómo son posibles.
51
subjetivas que hacen posible nuestras percepciones de los fenómenos. La del tiempo es
anterior. El espacio es la condición de la percepción externa; el tiempo de la percepción
interna. Las percepciones externas están subordinadas al sentido interno. Todas las
intuiciones de espacio son también intuidas en el tiempo, pero no al revés. El tiempo
constituye la forma de intuición de todos los fenómenos, es para Kant lo más profundo
y jugará un papel destacado en la teoría de las categorías.
4.2.1. Conceptos sin contenido son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegos.
Intuiciones y conceptos son elementos constitutivos de nuestro conocimiento. La
metafísica tradicional son conceptos vacíos, más allá de la realidad, el límite de la
verdad lo constituye la experiencia. La Analítica Trascendental aclara los elementos del
conocimiento intelectual puro, mediante los cuales pensamos las intuiciones sensibles.
Estas percepciones sensibles, para pasar al plano del conocimiento, necesitan ser
informadas por las formas del pensar. Estas formas de pensar a priori, producidas por el
entendimiento puro, sin mezcla de sensibilidad ni experiencia van a ser descubiertas por
Kant. En este análisis diseña un cuadro de los elementos de entendimiento puro (las
categorías): primera parte de la Lógica Trascendental, su objetivo: la extensión y
validez del pensamiento mismo (qué y cuánto puede conocer el entendimiento y la
razón independientemente de toda experiencia). La diferencia con la lógica formal está
en que ésta última se ocupa sólo de fijar las leyes del pensar. La segunda parte estará en
la Dialéctica Trascendental. La Analítica Trascendental se divide en: la Analítica de los
conceptos y la Analítica de los principios.
52
4.2.2. Analítica de los conceptos. Kant descubre unos factores de organización de la
actividad mental a los que llama conceptos fundamentales o categorías. Son los
“principios constitutivos” a partir de los cuales se configura todo conocimiento que
rebase el nivel de la percepción sensible. Las categorías son las condiciones del pensar
en una experiencia posible, al igual que espacio y tiempo contienen las correspondientes
a la intuición en una experiencia posible. Esas categorías son conceptos básicos para
pensar objetos en general en relación con los fenómenos y poseen validez objetiva.
Las categorías. El mismo entendimiento y por medio de los mismos actos con que
produjo en los conceptos la forma lógica de un juicio a través de la unidad analítica,
introduce también en sus representaciones un contenido trascendental a través de la
unidad sintética de lo diverso de la intuición; por ello se llaman estas representaciones
conceptos puros del entendimiento, y se aplican a priori a objetos. Crítica de la Razón
pura.
A esta deducción de las categorías a partir de las formas de los juicios la califica de
metafísica, conceptos dados a priori. Trata de demostrar el origen a priori de las
categorías.La ontología ahora ha de ser trascendental. Las categorías fueron combatidas
por Bolzano y Schopenhauer. Esto ocurrió con las tablas kantianas: 1) Las categorías de
Fichte, Schelling y Hegel se apartan de las de Kant; 2) en los sistemas neokantianos
posteriores no aparece el esquema entero de las doce categorías; 3) la ontología
postkantiana se ha ocupado de las categorías del ser viviente e histórico, ausentes en
Kant. Al parecer se considera insuficiente, erróneamente construida la tabla de juicios,
pues es a ella que aplican su crítica los lógicos posteriores a Kant.
53
insertas en un tronco común originario: la unidad del yo. Los objetos del conocimiento
se rigen desde el sujeto y por el sujeto, y no al revés (Copérnico). El yo pienso
acompaña a toda representación produciendo la unidad trascendental de la
autoconciencia. Las intuiciones son dadas a priori no están en los objetos ni puede
provenir de ellos, es producto del entendimiento. Identifica al sujeto con la conciencia
trascendental. Este entendimiento puro se despliega en 12 funciones diversas como
formas de su síntesis. El yo no se percibe a sí mismo en la experiencia, sino que es el
nexo y validez lógica. La objetividad kantiana descansa en la regularidad de las formas
subjetivas del pensar. Con esto combate el relativismo de Hume, a diferencia del cual
Kant da a las formas subjetivas del pensar un sentido a priori.
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5.1.1. El problema de la existencia de la cosa en sí. La Analítica trascendental ha
establecido que para que se pueda considerar científicamente válido un conocimiento
han de sintetizarse en él la experiencia sensible y las categorías del entendimiento.
Aunque también es posible un uso objetivo de las formas del entendimiento al margen
de las condiciones de toda sensibilidad, sustituyendo el contenido sensible por un
contenido de intuición general. La Crítica de la Razón Pura juzga acerca de ese valor de
la actividad intelectual. Los contenidos objetivos de la conciencia y los objetos
fenoménicos han mostrado que dependen a la vez de la pasividad receptiva de la
conciencia ante las impresiones y de la espontaneidad de la conciencia en la síntesis
aperceptiva de ese dato. Por lo que suponemos un soporte de ese dato o cosa en sí. Así
un objeto nouménico, que le faltan determinaciones procedentes de la intuición sensible,
sólo sería posible si existiese la posibilidad de una intuición intelectual, o sea, no
sensible. No disponemos de intuición intelectual, por lo que no podemos afirmar la
posibilidad positiva del objeto nouménico.
5.1.2. El problema de las determinaciones de la cosa en sí. De los objetos del mundo
sólo conocemos nuestro modo de percibirlos y de conocerlos. Sin embargo la razón no
se satisface con los conocimientos de la experiencia, se siente impulsada a sobrepasar
los límites y alcanzar objetos trascendentes. Los sistemas metafísicos han afirmado la
cosa en sí más allá del fenómeno con determinaciones precisas. Para Kant, estas
pretensiones son ilusorias, pero cómo explicar esta obstinación del espíritu humano. qué
necesidad natural o función especulativa cumple.
La razón dialéctica. Una tesis dialéctica de la razón pura debe distinguirse de todas las
proposiciones sofísticas por lo siguiente: por no referirse a una cuestión arbitraria,
planteada con un propósito particular, sino a una cuestión con la que necesariamente
tropieza la razón humana al avanzar. Crítica de la razón pura.
5.2.2. Los modos fundamentales del razonamiento. Tres formas de premisas mayores
en los razonamientos: 1) La forma categórica A es B; 2) hipotética: si A es, B es; 3)
disyuntiva: A es B, o C, o D. Categórica: un predicado B es atribuido a un sujeto A, que
no puede hacer ya de predicado en ningún otro juicio. Lo incondicionado es la unidad
absoluta del sujeto. En hipotético: La mayor expresa la dependencia de un condicionado
55
por referencia a una condición. Tiende hacia un incondicionado que asegure la unidad
absoluta de la serie de las condiciones objetivas de la experiencia. Disyuntivo: se
expresa el sistema o el agregado de sus partes potenciales con relación a un objeto.
Representamos la unidad absoluta e incondicionada de todos los objetos del
pensamiento. Las tres maneras de encadenar proposiciones no la encontramos en los
objetos de la experiencia, por lo que la razón se ve impulsada más allá de los límites de
toda experiencia hacia lo incondicionado y absoluto. Estos tres incondicionados serían
la ley interna y subjetiva de una unificación sistemática de la experiencia, “Ideas” para
la metafísica tradicional, lo que Kant llama “ilusión trascendental”.
Ideas de la razón. Idea es un concepto necesario de razón del que no puede darse en los
sentidos un objeto correspondiente. Los conceptos puros de la razón son ideas
trascendentales. No son invenciones arbitrarias, las plantean la naturaleza misma de la
razón. Son trascendentes y rebasan el límite de toda experiencia, cuyo campo no puede
hallarse nunca un objeto que sea adecuado a la idea trascendental. Crítica de la razón
pura.
56
totalidad: A) Tesis: El mundo tiene un comienzo y es limitado en el espacio. No
podemos negar la posibilidad de otros fenómenos hasta el infinito: B) Antítesis: El
mundo no puede tener ni comienzo en el tiempo, ni límites en el espacio. 2ª Antinomia:
categorías de la cualidad: A) Tesis: Toda sustancia en el mundo está compuesta de
partes simples. El espacio es la forma a priori de la intuición del objeto, entonces el
espacio no es divisible en partes simples: B) Antítesis: Ninguna cosa está compuesta de
partes simples y no existe nada simple. 3ª Antinomia: categorías de la relación: A)
Tesis: la causalidad determinada por las leyes de la naturaleza no es la única de donde
derivan todos los fenómenos del mundo, es necesario una causalidad libre: B) Antítesis:
No existe libertad, todo en el mundo acontece obedeciendo leyes naturales. 4ª
Antinomia: categorías de la modalidad: Es contingente lo que puede no ser. La
existencia debe depender de algo incondicionado, es decir de algo necesario. Este ser
necesario debe formar parte del mundo: A) Tesis: Existe en el mundo ya sea como
parte, ya sea como causa. Al tener que actuar en el tiempo debe pertenecer al mundo: B)
Antítesis: No existe ningún ser necesario, ni en el mundo ni fuera del mundo, como
causa suya.
Dios, alma, mundo. La razón pura suministra la idea de una doctrina trascendental del
alma, de una ciencia trascendental del mundo, y finalmente, de un conocimiento
trascendental de Dios. Crítica de la razón pura.
5.3.2.2. Solución de Kant a las antinomias. Las cuatro antinomias dan consistencia
racional a nuestros valores morales. Las antítesis satisfacen más al “interés especulativo
de la razón”. Para Kant el problema de las antinomias no está en la experiencia, sino en
el uso a priori que hacemos de la experiencia: 1ª y 2ª antinomias (llamadas por él
matemáticas), con respecto a la finitud o infinitud del mundo espacio-temporal, dice
Kant, que tanto las tesis como la antítesis son falsas: un mundo infinito en el espacio y
en el tiempo hacia afuera o hacia dentro afirma algo que no puede saber. Quien afirma
que es limitado afirma algo imposible, el espacio-tiempo no puede limitarse, son las
formas por las que conocemos el mundo. Esto es tan sólo una “idea”. 3ª Antinomia
(determinismo libertad): tesis y antítesis son heterogéneas. Entre la afirmación de una
causalidad libre en el orden nouménico y la del determinismo más riguroso en el orden
fenoménico, no puede hallarse contradicción. El hombre, que forma parte del mundo
empírico, puede suponerse como ejerciendo una causalidad libre (sustancia-fenómeno).
4ª Antinomia: La antítesis es verdadera respecto a la existencia fenoménica pues toda
ella está sometida a la contingencia y no ofrece ninguna necesidad. Pero como lo que
hay detrás de la cosa en sí, no sabemos nada, puede suponerse sin contradicción la
existencia de un ser necesario en el orden nouménico. Se deja ver la posibilidad de un
57
Ser necesario trascendente, puramente nouménico, condición universal de la existencia
del mundo.
Prueba de Dios. El bien supremo sólo es posible en el mundo si se acepta una causa
suprema de la naturaleza que tenga una causalidad conforme a la intención moral. La
causa suprema de la naturaleza, si ha de suponerse para el bien supremo, es un ente que
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mediante entendimiento y voluntad es la causa, el autor, de la naturaleza, es decir: Dios.
Crítica de la razón práctica.
5.2. El papel puramente regulador de las ideas de la razón. Aunque para Kant, las
ideas de la razón no poseen en absoluto en sí mismas verdad objetiva, nos las considera
como ficciones totalmente inútiles. Cree que deben cumplir un fin, un so regulador. El
uso de las ideas de la razón es sofístico cuando se ve en ellas extensiones reales de
nuestro conocimiento. Cumplen, sin embargo, una función positiva e indispensable de
regulación.
Capítulo 8
1. INTRODUCCIÓN
Filosofía crítica y filosofía dogmática. Kant defendía que no se conoce lo que queda
fuera de los límites de la razón teórica (síntesis entre impresiones de la sensibilidad y
59
aportación formal-categorial del sujeto). Lo que no se conozca de esta manera será
imaginación, pero no de auténtico conocimiento. A partir de aquí se abren dos
posibilidades de interpretación: o sea acepta el realismo, o se desatiende esta necesidad
y se amplía el conocimiento hasta incluir la posibilidad de un saber absoluto: o filosofía
crítica (elaboración del conocimiento), o filosofía dogmática que avanza hasta la
constitución de una metafísica.
2.1. Entendimiento y razón. Para Hegel la dialéctica es una necesaria síntesis racional
de oposiciones auténticas que tiene lugar como: 1) La razón se reconoce en la realidad
que aparece como extraña u opuesta a la razón, conciliando o eliminando esta
oposición; 2) El proceso por el cual la realidad se concilia consigo misma y se consuma
en su unidad racional. Para Hegel la estructura de la razón es dialéctica. Hay que
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distinguir a la razón del entendimiento o intelecto analítico, que es el que se encierra en
oposiciones insuperables como las antinomias de Kant. Frente al dualismo del
entendimiento lógico-analítico, regido por el principio de identidad y de no
contradicción, la razón dialéctica aporta poder concebir una tercera posición distinta de
A y no A: la síntesis, en lógica se expresa mediante el principio del tercero excluido. La
síntesis es el momento en que la contradicción se resuelve al producir un concepto en el
que tesis y antítesis se reconcilian. En la sucesión de estos momentos no hay
arbitrariedad, sino un orden determinado por la necesidad. Hegel afirma que la sucesión
histórica equivale a la sucesión de las diversas fases en la derivación lógica de las
determinaciones conceptuales de la Idea. La evolución de la razón es el proceso mismo
de constitución del sistema. La tesis de este principio es metafísica. Habrá que recurrir a
la Fenomenología del Espíritu, que concreta a qué nivel de desarrollo del espíritu
corresponde cada etapa de la sucesión histórica.
2.3. Saber del saber y saber absoluto. Hay diferencia entre el saber y el proceso de la
Idea: el primero conoce al segundo, que es su objeto. En Hegel el saber constituye un
doble proceso: el saber del objeto y el saber del saber del objeto. Un sólo concepto que
progresa con un sólo y unitario carácter. El conocimiento dialéctico no es un
conocimiento inmediato como la evidencia cartesiana o la intuición empírica, sino que
implica un recorrido a través de etapas. En la Fenomenología del Espíritu se demuestra
61
esta evolución de la conciencia por el camino del saber de lo absoluto. La historia
universal ha transcurrido racionalmente. Para Hegel, sólo quien ha hecho el recorrido
entero de la filosofía del espíritu llega a comprender la historia como unidad, las
condiciones que hacen que la libertad sea racional y real en el espíritu. La razón no es
una simple abstracción, un ideal, sino que posee la fuerza para convertirse en su propia
autorrealización. La Fenomenología del Espíritu y la Enciclopedia de las ciencias
filosóficas son obras orientadas a atar las ideas con el empirismo de los hechos.
La Idea. Todo nuestro trabajo es dirigido hacia un fin y cuando este fin es alcanzado,
asombra no hallar otra cosa que lo que se quería. La importancia está en el movimiento
entero. Así el contenido de la idea absoluta es también el desenvolvimiento entero de
los momentos que tenemos ante nosotros hasta aquí. Y que es este desenvolvimiento lo
que constituye el contenido y lo esencial. Hegel.
3.1.1. Hegel en Marx. Marx traslada la dialéctica hegeliana del plano metafísico al
sociológico. Para Marx, Hegel permanece en el nivel de las ideas ya que es un filósofo
burgués y hace el juego a la clase dominante. Marx aplica la dialéctica a una
comprensión de la sociedad capitalista, convencido de que las condiciones objetivas y
subjetivas de su utopía comunista estaban formándose ya dentro del útero de la sociedad
capitalista. El comunismo es el resultado necesario de la negación dialéctica de la
producción capitalista de mercancías. Lo característico del marxismo es la comprensión
de la dialéctica como ley del desarrollo de la realidad histórica: de la sociedad en su
estructura económica. Ley que expresa la inevitabilidad del paso de la sociedad
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capitalista a la sociedad comunista y, por tanto, de la alienación humana, propia de la
primera. Rechaza el fundamento metafísico de la dialéctica de Hegel: momentos de un
proceso interno de la Autoconciencia. Lo que acepta de la dialéctica hegeliana es la
necesidad del paso de una fase determinada a su negación, no será una síntesis
metafísica de un Espíritu absoluto o una consciencia trascendental, sino como síntesis
de los sujetos sociales e históricos que trabajan y en virtud de la acción de
transformación de la naturaleza y de ellos mismos que representa e implica la fuerza
activa de su trabajo. El hombre se construye a sí mismo, por lo que el desenlace de la
historia es la libertad humana.
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El hombre como ser natural. Un ser que no tiene su naturaleza fuera de sí no es un ser
natural, no participa de ser de la naturaleza. Un ser que no tiene ningún objeto fuera de
sí no es un ser objetivo. Un ser que no es, a su vez, objeto para un tercer ser no tiene
ningún ser como objetivo suyo, es decir, no se comporta objetivamente, su ser no es
objetivo. Marx, Manuscritos: Economía y filosofía.
3.2.1. Praxis como mediación entre naturaleza subjetiva y objetiva. El trabajo hace
de función de mediación entre naturaleza subjetiva del hombre y la naturaleza objetiva
de su entorno: “... a fin de apoderarse de los materiales de la naturaleza bajo una forma
útil para su propia vida”, Marx. Esta mediación no sólo es por la supervivencia
biológica, sino que es la instancia que regula el intercambio material y constituye el
mundo, y crea las condiciones necesarias para la vida social y las condiciones
trascendentales de la objetividad posible de los objetos de la experiencia. El trabajo no
sólo es una categoría antropológica, sino también una categoría gnoseológica. El
conocimiento no será constituido por un sujeto trascendental y abstracto, sino como la
actividad concreta de la humanidad. El trabajo es la instancia de realización
trascendental de un mundo en el que la realidad aparece sometida a las condiciones de
objetividad de los objetos posibles. El trabajo es una actividad de transformación y de
autoformación; en su materialismo histórico el trabajo es la instancia que lleva a cabo el
tercer momento de la dialéctica o síntesis. En virtud del trabajo no sólo la naturaleza
externa es modificada sino que, mediante los resultados y productos del trabajo,
también cambia y se modifica la naturaleza de los sujetos que trabajan.
3.2.2. Producción y autoproducción. Para Marx no se puede hablar de una esencia del
hombre ni en sentido individual ni en sentido trascendental. El hombre se distingue de
los animales por el trabajo y su capacidad de transformación. La especie humana no se
caracteriza por ninguna estructura invariante natural o trascendental, sino tan sólo por el
proceso de devenir del hombre. La suma de fuerzas de producción, capitales y formas
de intercambio social con que cada generación se encuentra como algo dado es el
fundamento real de lo que los filósofos se representan como sustancia y esencia del
hombre. La constitución de los cinco sentidos ha sido un trabajo de toda la historia
universal. La investigación materialista de la historia apunta a categorías de la sociedad
que determinan de igual manera el proceso real de la vida que las condiciones
trascendentales de la constitución de los mundos de la vida. La teoría sólo tiene sentido
en función de una praxis, a no es una realidad inmutable, sino un plan, con una
representación normativa, que permite orientar la acción en el devenir.
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medios) para entender lo demás. La cultura es un reflejo de la actividad económica.
Denuncia como ideológicas a las superestructuras: las explicaciones que los grupos
elaboran acerca de la sociedad y de su lugar en ellas, son falsas. En función de los
intereses de clase se construye una imagen de la sociedad en general y de la condición
humana. El contenido de las artes, las religiones, las filosofías, todos los aspectos de la
cultura, son ideológicos. La fuerza de producción representa la actividad de la voluntad
de vida. Excluye toda absolutización de la physis o de la materia y centra el principio de
la realidad y de la historia en el hombre concreto y necesitado. La historia nace del
choque entre el momento progresivo de la inteligencia y el momento natural, que se
expresa en la división del trabajo de la situación objetiva. La contradicción entre fuerzas
de producción y relaciones de producción es su manifestación primera. Elementos:
fuerza de producción, situación social y conciencia. A la conciencia, en su doble
relación: ambiente social/ naturaleza, le corresponde ser registro de la contradicción. La
conciencia existe sólo en dicha contradicción y en sus objetivaciones (la moral,
ambiente social, formas del estado); con respecto a la naturaleza es la conciencia
misma. Este es el criterio para distinguir entre ciencia e ideología. Y es su
hipostatización (atribución de una espaciosa realidad material a nociones abstractas)
la que da lugar al proceso de ideologización.
3.3.2. El status de la ciencia marxiana. Debe definir el status de las ciencias entre las
superestructuras si no quier ver invalidada como ideológica su propia teoría cuando se
presenta como científica. Su teoría opera en una disociación de la ciencia moderna entre
teoría (depende de la superestructura) y técnica (infraestructura). Para Marx, la ciencia
(superestructura), es mera teoría, aunque lo tecnológico de la ciencia moderna está en la
infraestructura. La infraestructura comprende todo lo que condiciona la producción de
bienes. La superestructura las producciones simbólicas de la sociedad: instituciones
políticas, el derecho, la religión, la educación, la moral, la filosofía, las costumbres y las
artes. Pero en las infraestructuras no todo es material: relaciones de producción, que
comprende relaciones de poder, economía, propiedad privada. Se debe tener en cuenta
que la historia es concebida por Marx a través de la correlación entre concreto o
complejidad social y conciencia. Lo concreto es siempre la contradicción en la que la
potencialidad de la inteligencia humana, que tiende en la teoría a la posesión universal
de la naturaleza, se halla frente a la potencia frenante de las condiciones sociales que
representan cada momento histórico. Y los signos de esta inadecuación son las
hipostatizaciones ideológicas. Otro problema es el de la articulación entre
infraestructura y superestructura. Para Marx la idea dominante es que las últimas
reflejan a las primeras y ese reflejo es engañoso, ideológico. Habría que suponer que
entre ambas estructuras (economía/ socio-político-cultural) hay más bien interacción,
interdependencia y no determinación simple de una por la otra (Max Weber, La ética
protestante y espíritu del capitalismo).
Filosofía y ciencia Donde acaba la especulación y donde se examina la vida real es allí
donde empieza la ciencia real, positiva. Aisladas y separadas de la historia real, estas
abstracciones no tienen el más pequeño valor. Sólo pueden servir para indicar el orden
sucesivo de los hechos. Las premisas hay que buscarlas en el estudio del proceso de
vida real y de la actividad de los individuos de cada época. Marx, La ideología
alemana.
3.4. El marxismo como ciencia social. Parte de la reducción de todos los fenómenos
sociales a la economía, concebida como ciencia social. Y la historia como una lucha de
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clases. Este materialismo, en Marx, no es metafísica, sino actitud científica. Luchando
contra la economía burguesa trata de crear la verdadera ciencia social, que pretende la
crítica. Marx se definió contrario a Comte (sociologías burguesas) por motivos políticos
y científicos. Los sociólogos burgueses consideraron la ciencia revolucionaria socialista
como una mezcla pseudo científica de teoría y política. Los marxistas rechazan la
sociología burguesa como pura ideología. Marx parte de la sociedad civil hegeliana (los
economistas del siglo XVIII veían en la sociedad civil la dinámica de todo proceso
histórico y social), que Hegel cristalizó en el espíritu. Marx desarrolla el discurso
interrumpido de Hegel viendo a la sociedad burguesa clásica (instigadora de las
revoluciones francesas e inglesa) en sus límites y méritos históricos. De este
descubrimiento nace la nueva ciencia social
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con la intención de comenzar toda filosofía desde un punto de partida que no
presuponga nada. Hegel contrapone a esta duda incondicional otro tipo de actitud crítica
que tiene en cuenta el proceso histórico de formación de la conciencia hacia la ciencia y
que, frente al proyecto fundacionista cartesiano-kantiano se extiende a toda la
conciencia. Cuando Hegel habla de proceso de formación se está refiriendo a la
experiencia de la reflexión. Las etapas de la reflexión pueden ser reconstruidas a través
de la repetición sistemática de las experiencias constitutivas de la historia de la
humanidad. La Fenomenología del espíritu intenta esta reconstrucción por tres vías: a
través del proceso de socialización del individuo, a través de la historia universal del
género humano y a través de esta misma historia tal y como se refleja a sí misma en las
formas del espíritu absoluto, es decir religión, arte y ciencia. Así, la actitud crítica
aparecerá en el planteamiento de Hegel como resultado de un recorrido
fenomenológico, gracias a este recorrido es posible comprender cualquier conocimiento
en el proceso histórico de formación de la humanidad. Hegel radicaliza el planteamiento
de la crítica kantiana del conocimiento, al someter a examen crítico sus presupuestos y
disolviendo el fundamento último de la objetividad del saber: el yo trascendental. En
lugar de ese yo trascendental, Hegel sitúa la experiencia fenomenológica, donde toman
forma las determinaciones trascendentales, sin establecer ningún elemento como
fundamento último.
4.2.1. Un concepto normativo de ciencia. Hegel reprocha a Kant, que éste acepte sin
discusión una forma de ciencia (la física newtoniana) y que le otorgue el valor de
modélica. Se acepta la vigencia normativa de una forma determinada de ciencia, que
sirva como criterio a partir del cual pueda desplegarse la crítica del conocimiento. Pero
esta crítica lo que hace es apoyarse en el recorrido histórico de unos principios
científicos y extenderlo en cuanto a su funcionamiento a toda la organización de
nuestras facultades cognoscitivas. De modo que la crítica del conocimiento recurre a un
criterio previo e indemostrado de validez de las afirmaciones científicas. Para Hegel, la
crítica del conocimiento debe comenzar absteniéndose de prejuzgar qué es lo que debe
considerarse como ciencia.
4.2.2. Un concepto normativo del yo. El segundo elemento que Hegel critica a Kant es
el sujeto trascendental con su sistema de categorías a priori, como fundamento último
de la objetividad. Kant: el yo es asumible sobre la experiencia trascendental de la
autorreflexión. Para Hegel, esta conciencia no tiene el adecuado concepto de sí misma,
no se sabe como elemento necesariamente inserto en la experiencia de la reflexión. Por
ello propone la Fenomenología del espíritu para el proceso de formación que lleva a la
conciencia natural hasta la perspectiva que el espectador fenomenológico ha debido
adoptar provisionalmente, para que luego la crítica del conocimiento pueda coincidir
con la autoconciencia, conocedora de su propio proceso de formación y tan sólo de esta
forma, purificada de toda contingencia. Ya que el sujeto que busca la certeza
epistemológica no está en todo momento a disposición de la conciencia, sino que se da a
sí mismo tan sólo con el resultado de su autocerteza. Frente a la determinación abstracta
de la conciencia de Kant, la experiencia fenomenológica realiza una conciencia que
distingue reflexivamente entre el en-sí del objeto y la conciencia misma para la que se
da el objeto. El paso desde la intuición del objeto al saber reflexivo hace posible que la
conciencia tenga una experiencia de sí en su objeto, experiencia que sólo existe para
nosotros como observadores fenomenológicos. Dice Habermas: “Las dimensiones del
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en-sí, del para-la conciencia y del para-nosotros enmarcan el sistema de coordenadas en
el que se mueve la experiencia de la reflexión. El punto de vista del fenomenólogo,
desde el cual se presenta para nosotros el camino del saber que se nos aparece, puede
ser adoptado sólo anticipadamente hasta que se produzca en la experiencia
fenomenológica misma”.
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a sí mismo históricamente. En el idealismo es la síntesis a través de la lógica, en el
marxismo, la economía. 1) El idealismo entiende la unidad de sujeto y predicado como
resultado paradigmático de la síntesis según la cual es concebida la conciencia, del yo o
del espíritu. En Kant es la lógica formal; Fichte y Hegel se refieren a la lógica
trascendental, el primero para la actividad del yo absoluto, el segundo, el concepto
absoluto. 2) El materialismo entiende la síntesis, no en el pensamiento, sino en el
trabajo. No son las conexiones correctas de símbolos, sino los procesos sociales de la
vida, las producciones materiales y las apropiaciones de los productos son las que
proporcionan la materia sobre la que opera la reflexión. La Crítica de la economía
política sustituye, en Marx, a la crítica idealista de la lógica formal. Marx: la unidad de
sujeto-objeto-naturaleza se produce a través del trabajo y varía en la historia, según el
desarrollo de la técnica y de la industria.
4.5.1. Las diferencias entre Kant y Marx. La síntesis llevada a cabo por el trabajo
conserva la diferencia entre materia y forma (como sucedía en Kant), pero aquí las
formas no son categorías a priori, sino categorías de la actividad material, ni la unidad
de la objetividad de los objetos posibles se constituye en la conciencia trascendental,
sino en la esfera funcional de la acción instrumental. No obstante, la materia adquiere
una forma en virtud de una operación del sujeto (también en Kant). Comparación del
proceso del trabajo (Marx) con el proceso cognitivo (Kant): 1) Los objetos de la
intuición sensible previamente organizados por las formas a priori del espacio y del
tiempo adquieren su unidad mediante la síntesis llevada a cabo por las categorías del
entendimiento, reglas trascendentales (conceptos puros), estructuralmente idénticas en
todos los sujetos. 2) Los objetos materiales transformados mediante el trabajo adquieren
su unidad y significado a través de las categorías del hombre que trabaja, estas reglas
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técnicas de la síntesis no son trascendentales ni estructuralmente extrapolables a toda la
humanidad, sino que su existencia es histórica y varía según épocas y sociedades. Así,
frente al concepto kantiano de síntesis como material dado y la noción de sujeto
trascendental elaborado por un sujeto de conocimiento, aparece el concepto materialista
de síntesis del hombre como ser sensible y corporal que trabaja. Aunque Marx tiene en
cuenta las reglas de las síntesis mediadas empíricamente objetivadas en las fuerzas
productivas y que han transformado históricamente la relación del sujeto con el medio
natural que le rodea. Habermas: “Lo que de más kantiano queda en la concepción
marxista del conocimiento es la relación invariante de la especie humana con la
naturaleza, establecida mediante la esfera funcional de la acción instrumental”.
La objetivación como objeto del trabajo. Es cierto que también el animal produce,
pero produce únicamente lo que necesita, unilateralmente, mientras que el hombre
produce universalmente. Por ello el hombre crea también según las leyes de la belleza.
Esta producción es su vida genérica activa. Mediante ella parece la naturaleza como su
obra y su realidad. El objeto del trabajo es por eso la objetivación de la vida genérica del
hombre, pues éste se desdobla no sólo intelectualmente, como en la conciencia, sino
activa y realmente, y se contempla a sí mismo en un mundo creado por él. Marx
Manuscritos: economía y filosofía.
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más que cuando en su producción entiende el trabajo como acto de autoproducción de
toda la especie humana, él mismo se sabe producido por el trabajo de toda la historia
universal anterior. Marx sugiere una cierta trascendentalidad que estaría enraizada en la
específica organización física del hombre. Marx habla de una naturaleza en sí que
antecedería al mundo histórico y social de los hombres (la cosa-en-sí de Kant). Esta
naturaleza actúa como fundamento básico de los sujetos que trabajan en cuanto seres
naturales, al mismo tiempo que forma parte de sus propios procesos de trabajo. Esa
naturaleza en sí no es más que una abstracción que utilizamos en nuestra actividad
pensante, mientras sólo existe la naturaleza en el horizonte del proceso de formación
histórico-universal de la humanidad. Esa función cumple, según Marx, la función
gnoseológica de fijar la contingencia de la naturaleza como un todo en oposición al
intento idealista de reducirla a una mera exteriorización del espíritu. El ideal utópico de
Marx de una sociedad sin clases es un estado de la humanidad en la que los individuos
asociados habían adaptado su metabolismo a la naturaleza bajo su control. La libertad se
concibe como la supresión de todos los obstáculos para el desarrollo de todos sin ningún
tipo de impedimento, derivándose la única limitación de la ineludible necesidad.
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