C 448 15
C 448 15
C 448 15
La condición resolutoria del artículo 136 del Código Civil, que exige la
convalidación del matrimonio in extremis si transcurridos cuarenta días
desde su celebración no ha acontecido la muerte de uno o ambos cónyuges,
no es una forma de hacer cesar los efectos civiles. Pero incluso si se
considerara que la condición resolutoria del matrimonio articulo mortis es
una forma de cesación de los efectos civiles del matrimonio, ello no
desconocería la Constitución puesto que el margen de configuración del
Legislador en esta materia es amplio y porque el divorcio no es la única
forma de hacer cesar los efectos civiles del matrimonio.
La condición resolutoria del artículo 136 del Código Civil que se aplica
únicamente al matrimonio in extremis no viola el artículo 13 de la
Constitución, considerando que es razonable que se exija a quienes otorgan
su consentimiento al borde de la muerte, la revalidación de su consentimiento
con las formalidades legales y la confirmación de su compromiso de contraer
matrimonio para cumplir los fines enunciados en el artículo 113 del Código
Civil y para permitir la oposición de terceros
MATRIMONIO-Contenido y alcance/MATRIMONIO-Concepto
DIVORCIO-Contenido y alcance
1
MATRIMONIO IN EXTREMIS CUANDO LA MUERTE
ACONTECE ANTES DE LOS CUARENTA DIAS DE SU
CELEBRACION-Validez/MATRIMONIO IN EXTREMIS
CUANDO LA MUERTE NO ACONTECE Y ES REVALIDADO
DESPUES DEL DIA 40 DESDE SU CELEBRACION-
Validez/MATRIMONIO IN EXTREMIS CUANDO NO
ACONTECE LA MUERTE Y NO SE REVALIDA DESPUES DEL
DIA 40 DESDE SU CELEBRACION-Ineficacia
I. ANTECEDENTES
“[…]
LEY 57 DE 1887
(15 de abril)
Diario Oficial Nº 7.019 del 20 de abril de 1887
Código Civil
[…]
TÍTULO IV
2
DEL MATRIMONIO
2. Pretensión y cargos.
2.1. Pretensión.
2.3.1. El artículo 42, en uno de sus incisos, establece que “los efectos civiles
de todo matrimonio cesarán por divorcio con arreglo a la ley civil”. Para el
accionante, la expresión demandada, al hacer referencia a que el matrimonio
in extremis no revalidado no surtirá efectos, está decretando una forma de
cesación de los efectos jurídicos del matrimonio distinta de la prevista en el
3
parágrafo transcrito del artículo 42 de la Constitución, que es únicamente el
divorcio. Con ello, al consagrar otro modo de hacer cesar los efectos civiles
del matrimonio -no revalidar el matrimonio in extremis- está yendo más allá
de lo que consagra la Constitución en materia de la cesación de los efectos
civiles de todo matrimonio y desconociendo su mandato.
2.3. La demanda admitida en contra del artículo 136 del Código Civil.
4
3. Intervenciones.
II. FUNDAMENTOS.
1. Competencia.
2. Problemas jurídicos.
2.1. ¿Desconoce el inciso final del artículo 136 del Código Civil el artículo 42
Superior, al prever la cesación de los efectos jurídicos del matrimonio in
extremis, cuando este no se revalida al transcurrir cuarenta días de su
celebración sin que se haya producido la muerte de uno o ambos contrayentes,
considerando que la Constitución dispone que solo es el divorcio la manera de
hacer cesar los efectos jurídicos del mismo?
3. Contexto normativo.
1
Vélez Fernando, Estudio sobre el Derecho Civil Colombiano. Tomo Primero. Imprenta París – América.
Paris.
7
3.1.2. De este modo, el artículo 115 del Código Civil establece los elementos
esenciales para la validez del matrimonio:
3.1.4. De acuerdo con el artículo 113 del Código, el matrimonio tiene como
fin la convivencia, la procreación y el auxilio mutuos. Cabe puntualizar en
este punto que, si bien el Legislador consideró la procreación como una
finalidad del matrimonio, esta no es una obligación o imposición sino una
posibilidad de la pareja5.
3.1.6. Todo matrimonio produce dos tipos de efectos, que se caracterizan por
ser de orden público7: (1) efectos personales, relacionados con los derechos y
obligaciones que se originan para los cónyuges entre sí y respecto de sus hijos;
incluyen la obligación de fidelidad, socorro y ayuda mutua y convivencia; (2)
efectos patrimoniales se refieren a la creación de la sociedad conyugal o
sociedad de bienes8. Respecto de las obligaciones que se concretan para los
2
La esencia del matrimonio es “la unión jurídica producida por el consentimiento de los cónyuges”. El
consentimiento expresado por los contrayentes hace que “la unión que entre ellos surge sea una unión
jurídica, es decir que en lo sucesivo tenga el carácter de deuda recíproca”, de modo que “sin consentimiento
no hay vínculo jurídico”. C-577 de 2011, C-533 de 2000.
3
Conforme al artículo 1499 del Código de Comercio que dispone que, “en caso de urgencia justificada, el
capitán tendrá, además, las atribuciones de juez municipal en lo relativo a la celebración del matrimonio
civil”.
4
Medina Pabón Juan Enrique. Derecho Civil Derecho de Familia. Editorial Universidad del Rosario. Bogotá,
2011. P. 61.
5
La Corte ha señalado el sentido del artículo 113 del Código Civil en la sentencia C-577 de 2011 de la
siguiente manera: “Así, en caso de optar por no tenerlos, la decisión de la pareja tiene respaldo jurídico, pero
si deciden tenerlos el apoyo legal dado por la inclusión de la procreación como fin del matrimonio es
importante para la pareja y, sobre todo, para los hijos habidos en el matrimonio, quienes tienen derecho a su
familia biológica y son sujetos de especial protección constitucional”.
6
C-577 de 2011.
7
Op. Cit. Valencia Zea. P. 89.
8
C-821 de 2005.
8
cónyuges están las de la fidelidad, la convivencia, la asistencia y el auxilio
mutuo, la solidaridad y la tolerancia. Algunos de estos deberes subsisten
incluso en caso de divorcio, como las que conciernen a la obligación
alimentaria a favor del cónyuge inocente9.
3.1.8. También cabe aclarar que la nulidad del matrimonio declarada por una
autoridad religiosa reconocida, también hace cesar los efectos civiles del
matrimonio siempre que se comunique al juez competente y se ordene su
registro (art. 152 del Código Civil).
3.2.3. Originalmente, la institución fue pensada para los casos de unión libre o
concubinato entre hombre y mujer en los que uno de los dos estuviera en
inminente peligro de muerte y existiera un deseo mutuo de regularizar su
situación mediante el matrimonio11. Así, el matrimonio in extremis podía
servir para legitimar a los hijos extramatrimoniales e incluir al cónyuge en el
orden sucesoral. Hoy en día se han igualado los derechos de todos los hijos
habidos dentro o fuera del matrimonio, y los compañeros permanentes tienen
derechos semejantes a los de los cónyuges en relación con los efectos
patrimoniales de la unión marital de hecho, por lo que la institución del
matrimonio in extremis puede resultar obsoleta desde este punto de vista. No
obstante, puede ocurrir también que el matrimonio articulo mortis obedezca a
9
C-577 de 2011, C-533 de 2000.
10
Ejemplo: art. 268 Código Civil Peruano, art. 196 Código Civil Argentino, art. 101 Código Civil Italiano,
art. 75 Código Civil Francés.
11
Valencia Zea, Arturo. Derecho de Familia Tomo V, Editorial Temis. Bogotá, 1962. Este autor expresó en
su obra lo siguiente: “Sí se justifica ampliamente el matrimonio en estado de necesidad, con el objeto de
convertir en regular una situación irregular existente entre los concubinos y de legitimar los hijos naturales
procreados durante el concubinato”. P.72.
9
un deseo íntimo de los contrayentes, independientemente de los efectos
jurídicos que ello implique.
3.2.6. Se trata sin duda de una institución compleja puesto que de ocurrir la
muerte antes de los cuarenta días, el matrimonio tiene plena validez, sin
embargo, de no revalidarse en el día cuarenta y uno, cuando no ha acontecido
el fallecimiento de uno o ambos cónyuges, el matrimonio no produce efectos.
En este orden de ideas, por ejemplo, las donaciones por causa de matrimonio y
las capitulaciones también quedan resueltas al desaparecer la causa que las
originó13. De lo contrario, cuando se revalida, sus efectos se cuentan desde la
fecha del primer matrimonio.
12
Op. Cit. Medina Pabón. P. 105.
13
Op.Cit Medina Pabón.
10
formalidades contenidas en el artículo 130 del mismo Código –que regulaba el
tema del edicto emplazatorio y de los testigos de conocimiento en el
matrimonio-, siempre que justificaran que no se hallaban en ningún de los
casos del artículo 140. No obstante lo anterior, de no ocurrir la muerte, las
partes debían revalidarlo observando las formalidades legales. De no hacerlo,
el matrimonio no surtiría efectos.
3.3.4. Así las cosas, para determinar si en este caso el artículo 136 del Código
Civil se encuentra vigente, resulta indispensable realizar un análisis de las
modificaciones introducidas por el Legislador en el Título del Código Civil
que regula el matrimonio y establecer si las formalidades que pueden ser
omitidas y posteriormente revalidadas en el matrimonio in extremis, sólo se
refieren a las contenidas en el artículo 130 derogado.
14
Art. 626 de la Ley 1564 de 2012.
11
lugar de su nacimiento, para que dentro del término del edicto se presentara
quien se creyera con derecho a impedir el matrimonio, o para que se
denunciaran posibles impedimentos entre los contrayentes; al derogarse el
artículo 130, se derogaron también las expresiones que remitían a dicha
disposición en los artículos 136 y 134 del Código Civil; (5) los recursos contra
la resolución dispuestos en el artículo 133.
De otro lado, aunque no fue derogado de manera explícita el artículo 131 del
Código Civil, sobre la publicidad a través de edicto de contrayentes
pertenecientes a diferentes vecindades, la norma se refiere al edicto “del que
habla el artículo anterior”, es decir del derogado 130, por lo cual también
pierde su fundamento y vigencia el mismo artículo 131. Además, al haber sido
derogado el artículo 126 del Código Civil se entiende que ya no es requisito
celebrar el matrimonio ante el juez de la vecindad de los contrayentes.
Tampoco el Código General del Proceso especifica que exista una
competencia para celebrar matrimonios únicamente en cabeza de los jueces
municipales del lugar donde residan los contrayentes15.
3.3.9. Así las cosas, el hecho de que el Código General del Proceso derogara
el artículo 130 del Código y sus referencias en el artículo 136, no supone la
derogatoria tácita de la institución del matrimonio in extremis, porque el
Legislador exige la revalidación del consentimiento, que no se reduce a las
meras diligencias previas del artículo 130 sino a todos los requisitos y
condiciones exigidos en el artículo 115 del mismo Código.
13
4.2.1. El artículo 42 de la Constitución regula el deber de protección de la
familia y confiere al Legislador un amplio margen de configuración para
determinar las formas de matrimonio, requisitos, derechos y obligaciones de
los cónyuges, cesación de efectos civiles del matrimonio y en general todo lo
relativo al estado civil de las personas.
4.2.2. Ahora bien, respecto del inciso 12 del artículo 42 en el que se establece
que “los efectos civiles de todo matrimonio cesarán por divorcio con arreglo
a la ley civil”, las discusiones en la Asamblea Nacional Constituyente giraron
en su mayoría alrededor de la cesación de efectos civiles de los matrimonios
religiosos17.
16
T-527 de 2009
17
Sesión de la Comisión del 5 de mayo de 2010 (5510).
14
ya que ésta consagra la libertad de cultos, la libertad de conciencia y la
existencia de los diversos ritos religiosos”.
4.2.3. En conformidad con el artículo 42, el artículo 152 del Código Civil
dispone, como se señaló anteriormente, que el matrimonio civil se disuelve
por muerte de uno o ambos cónyuges o por divorcio.
18
C-027 de 1993.
19
Parra Benítez, Jorge. Manual de Derecho Civil. Personas y Familia. Segunda Edición. Editorial Temis.
Bogotá, 1990.
20
ARTICULO 154. CAUSALES DE DIVORCIO. Modificado por el art. 6, Ley 25 de 1992. El nuevo
texto es el siguiente: Son causales de divorcio:
1. Las relaciones sexuales extramatrimoniales de uno de los cónyuges.
2. El grave e injustificado incumplimiento por parte de alguno de los cónyuges de los deberes que la ley les
impone como tales y como padres.
3. Los ultrajes, el trato cruel y los maltratamientos de obra.
4. La embriaguez habitual de uno de los cónyuges.
5. El uso habitual de sustancias alucinógenas o estupefacientes, salvo prescripción médica.
6. Toda enfermedad o anormalidad grave e incurable, física o síquica, de uno de los cónyuges, que ponga en
peligro la salud mental o física del otro cónyuge e imposibilite la comunidad matrimonial.
7. Toda conducta de uno de los cónyuges tendientes a corromper o pervertir al otro, a un descendiente, o a
personas que estén a su cuidado y convivan bajo el mismo techo.
8. La separación de cuerpos, judicial o de hecho, que haya perdurado por más de dos años.
9. El consentimiento de ambos cónyuges manifestado ante juez competente y reconocido por éste mediante
sentencia.
21
C-027 de 1993, C-456 de 1993.
22
C-456 de 1993.
15
nulidad de los matrimonios religiosos tendrán efectos civiles, porque de hecho
los matrimonios religiosos23.
23
En este punto la Corte ha sido cuidadosa en distinguir las diferentes situaciones que plantea el artículo 42
Superior, en efecto ha establecido que “la constitución claramente ha diferenciado en el artículo 42 entre los
términos disolución del vínculo, cesación de los efectos civiles de un matrimonio y el divorcio como causa de
la disolución o cesación. Ciertamente por divorcio puede disolverse el vínculo o cesar los efectos civiles; sin
embargo, en el caso de los matrimonios religiosos, por divorcio no se disuelve el vínculo, sino que sólo cesan
los efectos civiles reconocidos anteriormente, en cambio, para el matrimonio civil por divorcio cesan sus
efectos y se disuelve el vínculo” (C-027 de 1993).
16
celebración celebración
Matrimonio válido y Matrimonio válido y Matrimonio ineficaz de
con plenos efectos. con plenos efectos pleno derecho, es decir
desde la fecha de la que no produce efectos
primera celebración. ni personales ni
patrimoniales en ningún
momento. Las
obligaciones contraídas
por las partes durante
los 40 días previos se
regirán por el régimen
general de las
obligaciones.
4.3.5. En este sentido, la Corte considera que el cargo por violación del
artículo 42 de la Constitución no está llamado a prosperar en el presente caso,
considerando que los supuestos que plantea el actor son diferentes y no
comparables. En efecto, el divorcio supone una cesación de los efectos civiles
del matrimonio, mientras que la no revalidación produce la ineficacia del
vínculo matrimonial.
4.3.6.4. Sería absurdo considerar que sólo el divorcio hace cesar los efectos
civiles del matrimonio, cuando es evidente que la muerte de uno de los
cónyuges también disuelve el vínculo y por consiguiente los efectos
personales y patrimoniales entre los cónyuges. Semejante apreciación puede
hacerse respecto de los matrimonios declarados nulos.
17
4.3.6.5. Esto significa que la competencia del Legislador en relación con la
cesación de los efectos civiles del matrimonio no se limita a la regulación del
divorcio, porque su competencia es amplia y puede regular otras
circunstancias que generan de hecho la disolución del vínculo y la extinción
de las obligaciones y deberes de las partes así como la liquidación de la
sociedad conyugal.
La condición resolutoria del artículo 136 del Código Civil, que exige la
convalidación del matrimonio in extremis si transcurridos cuarenta días desde
su celebración no ha acontecido la muerte de uno o ambos cónyuges, no es
una forma de hacer cesar los efectos civiles. Pero incluso si se considerara que
la condición resolutoria del matrimonio articulo mortis es una forma de
cesación de los efectos civiles del matrimonio, ello no desconocería la
Constitución puesto que el margen de configuración del Legislador en esta
materia es amplio y porque el divorcio no es la única forma de hacer cesar los
efectos civiles del matrimonio.
18
artículo 13 superior y en múltiples tratados internacionales ratificados por
Colombia24.
(i) La ley “debe ser aplicada de la misma forma a todas las personas”25. El
desconocimiento de este deber se produce cuando la ley se aplica de manera
diferente a una o a varias personas con relación al resto de ellas26. Así, se viola
el derecho a la igualdad desde esta perspectiva, cuando se reconocen efectos
jurídicos diferentes a personas que se encuentran en un mismo supuesto
normativo27;
(ii) Por otra parte, la igualdad supone la obligación de que la ley no regule de
manera diferente la situación de personas que deberían ser tratadas de la
misma manera o que regule “de forma igual la situación de personas que
deben ser tratadas diferente”28;
24
Como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos suscrito en 1966 (arts. 2 y 3), aprobado
mediante la Ley 74 de 1968, y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica) suscrita en 1969 (Art. 24), aprobada mediante la Ley 16 de 1972.
25
C-507 de 2004.
26
Ibídem.
27
C-008 de 2010.
28
C-507 de 2004.
29
Ibíd.
30
Ibíd.
31
C-008 de 2010.
32
C-093 de 2001 y C-673 de 2001.
19
derechos aparentemente desconocidos a raíz del trato diferenciado. Finalmente
se realiza un juicio de proporcionalidad33.
5.3.3. Los grupos a comparar son las parejas que se casan in extremis es decir
en las condiciones previstas en el artículo 136 del Código Civil, y quienes se
casan en condiciones normales, es decir no en condiciones de extrema
urgencia y riesgo de muerte.
33
C-250 de 2012.
34
C-015 de 2014.
20
5.3.5. Identificados los sujetos a comparar y la naturaleza del trato
diferenciado, se estima que este es un caso de supuesto trato diferenciado a
sujetos iguales.
3.5.6.1. Así las cosas, se estima que la finalidad perseguida por la norma es
importante porque asegura el consentimiento de los cónyuges una vez
superada –total o temporalmente- la inminencia de la muerte y porque en todo
caso la Constitución reconoce al Legislador un amplio margen de acción para
regular todo lo concerniente al matrimonio, los tipos, la edad y capacidad, los
derechos y deberes de las partes, las condiciones de validez y la separación,
disolución y cesación de sus efectos civiles.
35
C-401 de 2013.
21
revalidar el compromiso de los cónyuges frente a los fines del matrimonio y
para efectos de oponibilidad ante terceros.
Así las cosas, la Corte declarará exequible la norma acusada por este cargo.
La condición resolutoria del artículo 136 del Código Civil que se aplica
únicamente al matrimonio in extremis no viola el artículo 13 de la
Constitución, considerando que es razonable que se exija a quienes otorgan su
consentimiento al borde de la muerte, la revalidación de su consentimiento
con las formalidades legales y la confirmación de su compromiso de contraer
matrimonio para cumplir los fines enunciados en el artículo 113 del Código
Civil y para permitir la oposición de terceros.
III. CONCLUSIÓN.
IV. DECISIÓN.
RESUELVE:
23
GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO GLORIA STELLA ORTIZ ELGADO
Magistrada
Magistrado
24
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
MARÍA VICTORIA CALLE CORREA
A LA SENTENCIA C-448/15
Magistrado Ponente
Mauricio González Cuervo
26
ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO
ALBERTO ROJAS RÍOS
A LA SENTENCIA C-448/15
27
JUICIO DE PROPORCIONALIDAD Y TEST DE IGUALDAD-
Complementariedad (Aclaración de voto)
Magistrado Ponente:
MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO.
Así las cosas, la igualdad es una meta-norma que regula la producción de otras
reglas jurídicas40. De un lado, cuando el principio se dirige hacia el legislador,
éste debe respetar su contenido al crear las leyes. En esos casos se habla de la
igualdad en la ley. De otro lado, en el evento en que ese mandato de
optimización rige a los órganos de aplicación del derecho (administración –
jueces) se trata de la igualdad ante la ley.
38
Sentencia C-811 de 2014
39
Sentencia C-862 de 2008
40
Guastini, Ricardo, Otras distinciones, Ed. Universidad Externado de Colombia, Bogotá 2014, Capitulo
XXIV, Breve lección acerca de la igualdad pp. 503 -504
30
La utilización de la concepción aristotélica de la igualdad41 y su reconocimiento
en el artículo 13 de la Carta Política trae varias consecuencias, por ejemplo: i)
convierte a la igualdad en un contenido abierto que no se restringe a calidades o
situaciones específicas de sexo, raza o edad. Además, la vaguedad de la norma
se produce, toda vez que la disposición superior no indica cuando un trato
diferente es discriminatorio o justificado, o cuando una acción u omisión de las
autoridades no alcanza a remover las barreras sociales, físicas o mentales que
padecen algunas personas; ii) el principio de igualdad es una norma derrotable,
es decir, las prohibiciones consignadas en el artículo 13 no son intangibles. De
ahí que existe la posibilidad de que una medida establezca una diferencia con
base en esos criterios, sin que sea inconstitucional. Ello ocurrirá, siempre que la
disimilitud sea razonable; y iii) la norma de la igualdad se convierte en un
principio de razonabilidad. Por ende, las leyes que establecen tratos
diferenciados a situaciones iguales o similares a casos disimiles son
constitucionales, siempre y cuando sean justificables frente a las normas
superiores. Tales consecuencias advierten una indeterminación del derecho –
principio de la igualdad, de modo que éste debe ser concretado en cada caso
determinado.
41
Ibídem. pp, 507 a 509.En el mismo sentido ver Sentencia C-229 de 2011. “El actual principio de igualdad
ha retomado la vieja idea aristotélica de justicia, según la cual los casos iguales deben ser tratados de la
misma manera y los casos diferentes de diferente manera. Así, salvo que argumentos razonables exijan otro
tipo de solución, la regulación diferenciada de supuestos iguales es tan violatoria del principio de igualdad
como la regulación igualada de supuestos diferentes. Ese principio de la igualdad es objetivo y no formal; él
se predica 88de la identidad de los iguales y de la diferencia entre los desiguales. Se supera así el concepto
de la igualdad de la ley a partir de la generalidad abstracta, por el concepto de la generalidad concreta, que
concluye con el principio según el cual no se permite regulación diferente de supuestos iguales o análogos y
prescribe diferente normación a supuestos distintos. Con este concepto sólo se autoriza un trato diferente si
está razonablemente justificado. Se supera también, con la igualdad material, el igualitarismo o simple
igualdad matemática”
42
Sobre el juicio de proporcionalidad ver: Bernal Pulido, Carlos “el Principio de proporcionalidad con
criterio para la aplicación del derecho fundamental a la igualdad”. En desafíos a la ponderación. Editores
Gustavo A Beabe Laura Clérico. Universidad Externado de Colombia, serie de teoría jurídica y filosofía del
Derecho, Bogotá, 2011; Rodríguez Garavito César. “El test de razonabilidad y el derecho a la igualdad. En:
Observatorio de Justicia Constitucional. Jaramillo Sierra, Isabel Cristina; Cepeda Espinosa, Manuel José
editores
. Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 1998.
31
La Sala aplicó las siguientes etapas para examinar la constitucionalidad de la
norma: i) identificación del fin que persigue el trato desigual; ii) la validez
constitucional del objetivo; y iii) “la razonabilidad del trato desigual, es
decir, la relación de proporcionalidad entre ese trato y el fin perseguido”43.
Esta fase incluye un juicio de proporcionalidad, análisis que “comprende tres
conceptos parciales: la adecuación de los medios escogidos para la
consecución del fin perseguido, la necesidad de la utilización de esos medios
para el logro del fin (esto es, que no exista otro medio que pueda conducir al
fin y que sacrifique en menor medida los principios constitucionales
afectados por el uso de esos medios), y la proporcionalidad en sentido
estricto entre medios y fin, es decir, que el principio satisfecho por el logro de
este fin no sacrifique principios constitucionalmente más importantes.”44
43
Sentencia C-022 de 1996.
44
Ibídem.
45
Sentencia C-093 de 2001.
46
Sentencia C-445 de 1995.
47
En varias sentencias, esta Corporación ha considerado que los elementos señalados en el artículo 13 de la
Constitución (sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica) son
también criterios sospechosos de discriminación. SU-617 de 2014; C-577 de 2011 o C-075 de 2007.
32
no pueden prescindir por voluntad propia, a riesgo de perder su identidad; ii)
son características que han estado sometidas, históricamente, a patrones de
valoración cultural que tienden a menospreciarlas; iii) no constituyen, per se,
criterios con base en los cuales sea posible efectuar una distribución o
reparto racionales y equitativos de bienes, derechos o cargas sociales”48. El
examen más riguroso busca establecer si el fin que persigue la medida es
legítimo, importante e imperioso a la luz de la Carta Política. Al mismo
tiempo evalúa si el medio es adecuado, necesario y proporcional.
48
Sentencia C-112 de 2000.
49
Opcit, Guastini Ricardo, otras distinciones, pp 516 – 518. En el mismo sentido Sentencia C-989 de 2006
50
Sentencia C-932 de 2007 estableció que “por acciones afirmativas se entiende todo tipo de medidas o
políticas dirigidas a favorecer a determinadas personas o grupos, ya sea con el fin de eliminar o reducir las
desigualdades de tipo social, cultural o económico que los afectan, bien de lograr que los miembros de un
grupo subrepresentado, usualmente un grupo que ha sido discriminado, tengan una mayor representación,
con el fin de conseguir una mayor igualdad sustantiva entre grupos sociales con problemas de discriminación
o de desigualdad de oportunidades”. Frente al desarrollo teórico de las acciones afirmativas se puede
consultar: Tushnet, Mark. “The New Constitutional Orden”. Princeton Universtiy Press. Princeton, 2004. Un
tratamiento sistemático del tema puede verse en: Las estrategias de la Igualdad, la discriminación inversa
como medio de promover la igualdad, por Macario Alemany, en Isonomía No. 11, octubre de 1999,
Universidad de Alicante, España.
51
.Sentencia C-445 de 1995.
52
Sentencia C-673 de 2001.
33
europeo, la práctica constitucional indica que no es apropiado que el
escrutinio judicial sea adelantado con el mismo rigor en todos los casos, por
lo cual, según la naturaleza de la regulación estudiada, conviene que la Corte
proceda a graduar en intensidad cada uno de los distintos pasos del juicio de
proporcionalidad”53.
53
Sentencias C-880 de 2014, C-504 de 2014, C-240 de 2014, C-934 de 2013 y C-663 de 2009
54
Sentencia C-368 de 2015
55
Sentencias C-093 y C-673 de 2001, C-862 de 2008 y C-015 de 2014.
56
Alexy, Robert, teoría de la Argumentación Jurídica, Centro de Estudios Constitucionales de Madrid,
Madrid 1989, pp. 19 y 43.
57
Perelman, Chaim, La lógica Jurídica y la nueva retórica, Ed. Civitas, 1980 Pág. 214
58
Atienza, Manuel, «Argumentación jurídica», en GARZÓN VALDÉS, Ernesto y LAPORTA, Francisco J.
(eds.), El Derecho y la Justicia, Madrid: Trotta, 1996, pp. 231-232.
59
Martinez Zorrilla, David, Metodología Jurídica y Argumentación, Ed Marcial Pons, 2010, pp 189 - 190
34
cualificación estética y moral de la providencia así como del sistema jurídico.
De hecho, sin la racionalidad “es imposible entender el concepto de derecho y
la idea de orden jurídico”60.
Dejo aquí las razones que me llevaron a aclarar mi voto frente a la Sentencia C-
448 de 2015, en relación con la aplicación del test de igualdad. Lo expuesto
precedentemente, es una visión constitucional de la labor del juez en la
construcción de sus decisiones, pues él debe recordar que escribe para un
auditorio inmenso, la sociedad.
Fecha ut supra,
60
Aarnio Aulis, Lo racional como lo razonable, Centro de Estudios Constitucionales de Madrid, Madrid 1991,
p 252
35
ALBERTO ROJAS RÍOS
Magistrado
36