En Un Pequeño Pueblo
En Un Pequeño Pueblo
En Un Pequeño Pueblo
desconocido, cuyo mayor sueño era culminar su carrera con su obra más relevante, cuya
importancia era inmensa en la vida del pintor.
Este artista, parecía no tener nombre, y de dónde provenía,
era un total misterio. Había muchas hipótesis de quien era
él, cuál era su pasado… casi todas las personas del pueblo,
lo apodaron “Vecman” porque al llegar al pueblo esa fue
la única frase que dijo.
Aquel pueblo era muy pequeño, y no pasaba de los 1200
habitantes, no pasaba nada interesante, lo único relevante
era una iglesia construida por allá en el siglo 15 o 16.
A pocos minutos de su pequeña morada, vivía un hombre
y su esposa, aquel señor, de tupida barba, baja estatura,
ignorante del mundo, únicamente le interesaba molestar a su vecino, y no dejarlo nunca en
paz, claramente al pintor esto le parecía una falta de respeto, y aunque siempre intentaba
ignorar su presencia, era imposible.
Aquel pintor, alto, culto, formal, aparentaba tener una vida triste, sin ningún tipo de
compañía. Ese hombre, perfeccionista y narcisista, había desarrollado aquella personalidad
tras un horrible suceso de su pasado, no tenía contacto con el mundo exterior, ni siquiera
con su familia, olvidado por el resto de personas; temía morir solo, sin nadie a su lado,
despreciado y sin consuelo.
El pintor deseaba que, en su obra, estuviera todo su conocimiento, su vida retratada en una
pintura. Al caer la noche, aquel pintor observó a la luz de la luna, las hermosas montañas
alrededor del pueblo, intentando obtener la inspiración para ejecutar su obra maestra, de
repente, como si el conocimiento le hubiera llegado del cielo, pensó en pintar un árbol,
cuyo significado, aunque fuera abstracto, tuviera todo lo que el pintor deseaba para
descansar en paz, sería como un árbol genealógico, pero no habría personas, sino ideas y
pensamientos.
En una ocasión aquel pintor, recibió la noticia de que la esposa de su vecino había caído
terriblemente enferma, por lo que la habían llevado fuera del pueblo, al artista, esto le
parecía algo minúsculo y no le dio importancia al asunto.
El pintor se concentró en la obra, y de la forma más sutil, empezó a dar trazos en el lienzo,
dando volumen, textura y color, intentó pintar el árbol de varias técnicas, tales como
acuarela y óleo, pero ninguna le convencía del todo, por lo que estuvo todo el día tratando
de hallar la mejor técnica. Al no conseguir ningún buen resultado, decidió ir a su habitación
a descansar, y así al siguiente día seguir probando otras formas.
Mientras tanto su vecino daba vueltas por toda la casa, pensando en su mujer y lo que le
había pasado, por lo que fue a hablar con Vecman para hablar de su situación-
-¡Señor Vecman!,¿Puede bajar un momento por favor?
-Que pasa Rumpelstiltskin.