Compendio O.V.O
Compendio O.V.O
Compendio O.V.O
O.V. es un campo de trabajo preventivo, clínico y de investigación, psicológico y pedagógico, que atiende a
púberes, adolescentes, jóvenes, adultos y gerontes con conflictos o dudas para elegir estudios u ocupaciones, con
deseos de cambiar los mismos, o con situaciones de fracaso en decisiones ya tomadas. Incluye no sólo aspectos
vocacionales, relacionados con las disposiciones, inclinaciones y preferencias personales, sino también ocupacionales,
vale, es decir laborales, vinculados a actividades productivas.
En 1984 en la UBA un equipo de profesionales se da cuenta en O.V. es compartido con otras disciplinas
(psicología, psicopedagogía). La O.V. tiene dos vertientes, psicológico (sujeto con su duda y singularidad) y
psicopedagógica (da cuenta de la necesidad de aprender de si mismo, buscar información afuera y ahí decidir).
En nuestro país la deserción y el fracaso son muy elevados lo que hace que la O.V. sea muy necesaria desde
lo preventivo (psicohigiene), interviniendo en procesos de aprendizaje dentro de la escuela, ya sea sistemático o
asistemático. La O.V. puede realizarse en diversos ámbitos: escuelas, universidades, centros de orientación y de salud
mental, hospitales, servicios sociales, centros recreativos, organizaciones laborales, consulta privada. En cuanto a la
población, lo más frecuente es que en O.V. se trabaje con una serie breve de entrevistas –individuales- que oscila
entre 8 y 15. La intervención de O.V es focalizada y esclarece un proyecto vocacional-ocupacional que contribuye a
situar y clarificar al sujeto en cuanto a los diversos planos de realidad (psíquica / social / académica / laboral).
De este modo se podría hablar de una educación vocacional en la cual la comunidad educativa estuviese
disponible para acompañar a los estudiantes a conocer la realidad vocacional - ocupacional y a aprender a elegir, no
mediante una materia específica, limitada a etapas finales de un ciclo educativo, sino mediante el conjunto articulado
de su propuesta curricular.
El instrumento principal de esta modalidad es la entrevista clínica operativa, donde se destacan la relación
orientado-orientador y los términos del encuadre: objetivos, roles, variables espacio-temporales, contrato, tarea.
1
Compendio teórico – práctico del área de orientador vocacional – ocupacional. Por Lic. Prof. Fernando Susino
2
Muller, M. (1990): Orientación vocacional. Miño y Dávila. Buenos Aires. Cap. 4, pp. 61 – 72.
Los orientadores son acompañantes, co – pensadores, agentes movilizadores que brindan un contexto de
reflexión y actividades que dan espacio y tiempo para replantear los conflictos, las crisis de identidad y de ideales, las
problemáticas sociales, educativas y laborales. El eje o foco del orientador es acompañar el aprendizaje de los
consultantes sobre sí mismos y sobre la realidad ocupacional, para construir un proyecto personal de inserción social.
La complejidad de lo vocacional
Pensar el campo vocacional desde el paradigma de la complejidad requiere tomar en cuenta ciertas nociones,
tales como elucidación crítica y deconstrucción. En nuestro campo, deconstruír implica analizar las problemáticas
ocasionales de la vida actual, reconociendo las singularidades y las especificidades de cada sujeto y sector social, así
como también revisar las operaciones que sostienen y promueven ciertos ideales. Y elucidar es el trabajo por el cual
los hombres intentan pensar lo que hacen y saber lo que piensan. Elucidar tendrá el sentido de promover una crítica a
las tradicionales respuestas que la orientación vocacional dio durante muchos años, de reconstruir sus preguntas, de
indagar sobre sus impensables. Elucidar es también el pensarse a sí mismo como agente profesional.
La complejidad hace que lo vocacional no sea un objeto fijo o acabado, sino un campo de problemáticas
conformado por dos dimensiones:
La dimensión social de las problemáticas vocacionales supone entender la elección y realización de un hacer,
lo que genéricamente denominamos “ocupación”, como efecto de un particular escenario social, económico, político,
cultural. El contexto opera como determinante de las configuraciones que adquiere el trabajo, el aparato productivo y
el sistema educativo en cada sociedad y en cada momento histórico.
La dimensión subjetiva considera lo vocacional como un fenómeno estrechamente vinculado con la dialéctica
del deseo. La búsqueda de “objetos vocacionales” es incesante y, a su vez, contingente. No hay un objeto necesario
para un sujeto. El proceso de búsqueda de objetos que satisfagan el deseo es, por lo tanto, interminable y desde luego,
concomitante de la propia constitución subjetiva singular.
3
Rascovan, S. (2000): Orientación vocacional: una perspectiva crítica. Paidós. Buenos Aires. Cap 1, pp. 26 – 50.
REVISIÓN CRÍTICA Y PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN – Rascovan, 20054
Rascovan hace una revisión crítica de cómo se viene haciendo la orientación vocacional y propone empezar a
pensar desde el paradigma de la complejidad (sujeto atravesado por múltiples registros). El autor enfatiza en que lo
vocacional implica el entrecruzamiento de una dimensión social y una dimensión subjetiva.
Como intervención, la orientación vocacional es una experiencia a través de la cual se procura dilucidar algo
respecto de la forma singular que cada sujeto tiene de vincularse con los otros y con las cosas; de reconocer su propia
posición subjetiva en tanto sujeto deseante a partir de lo cual poder proyectarse hacia el futuro. Es una intervención
que le compete al psicólogo y que en el siglo XX estuvo atravesada por dos modalidades: modalidad clínica y
modalidad actuarial. Rascovan propone deconstruir uno de los conceptos más significativos de la orientación
vocacional desde la perspectiva clínica: el de identidad vocacional ocupacional.
La identidad no es algo que se trae del nacimiento, sino que se construye en la relación del sujeto con los
otros, a través de procesos de identificación. Ese otro siempre nos devuelve una imagen que es nuestro “yo ideal”, una
representación fantasmática de lo que yo quiero ser, y por otra parte existe un “ideal del yo” que tiene que ver con los
mandatos simbólicos del entorno que nos atraviesan y nos demandan qué deberíamos ser. El sujeto va construyendo el
yo ideal y el ideal yo en su relación con los otros. Pero en la conflictiva de la elección entra también el Otro con
mayúscula, que responde a lo inconsciente, entra en conflicto con el ideal del yo y el yo ideal porque aparece con el
deseo y el goce.
La identidad se construye, no es algo integrado, el sujeto se divide entre fantasías, deseos e ideales, por lo que
la identidad es dinámica, va cambiando. La identidad se conforma alrededor de un proceso de unión con los otros, es
decir, de pertenencia, pero al mismo tiempo, también, de separación de los otros, o sea, de diferencia.
El principal aporte del paradigma crítico fue romper con la noción absoluta y certera de la vocación.
Reforzamos la posición acerca de un sujeto no atado a un solo objeto, postulando que entre uno y otro se abre la
dimensión de la falta y, con ella, la posibilidad de buscar, de explorar, de crear. La vocación, más que revelación o
construcción de algo seguro, categórico, será una búsqueda.
La vocación no es (si se la toma como proceso acabado); es un ser siendo como proceso abierto, indefinido,
contingente. Se va construyendo-deconstruyendo-reconstruyendo a lo largo de la vida, como algo que se mantiene
pero que también cambia. La vocación en tanto búsqueda esta movilizada por el deseo, el deseo es la búsqueda de
satisfacción que nunca es total.
4
Rascovan, S. (2000): Orientación vocacional: una perspectiva crítica. Paidós. Buenos Aires. Cap 6, pp.141 – 160.
forma de elaborar un proyecto futuro. La intervención consistirá, entonces, en la operatoria que permita desanudar
aquello que se ha anudado y que, por lo tanto, obstaculiza el proceso de elección.
La salud mental comunitaria es entendida como un movimiento que se viene desplegando en el abordaje de
las problemáticas subjetivas y que cuestiona la hegemonía de la psiquiatría como ciencia de lo mental. Nos permite
ubicar el conjunto de expresiones del malestar y el sufrimiento humano en un esquema integrador, atreves de un
gradiente que va desde los problemas existenciales propios de una época hasta los procesos más graves de
desintegración y derrumbe psíquicos.
Los problemas vocacionales, son parte del campo de la salud mental comunitaria, aunque no necesariamente
formen parte del sistema de salud. La elección de carrera o trabajo, según Rascovan, siempre está condicionada por
estas tres variables. Hay un sujeto que elige un objeto en un determinado contexto. El contexto condiciona nuestra
elección, por eso el autor plantea un modelo crítico y hace una crítica al modelo clínico por dejar de lado al contexto.
Citando a Castell, Rascovan va a hablar de la metamorfosis de la cuestión social. Se refiere a que algo de lo
social ha cambiado, ha cambiado un concepto, el de trabajo. El trabajo en un momento del siglo XX fue el
organizador de la vida del sujeto y luego en un momento del siglo más cercano al nuestro esto comienza a cambiar. El
trabajo comienza a tomarse frágil y no es más un garante de seguridad. Esto pone en duda la existencia de la
posibilidad de hacer carrera y le plantea al sujeto el desafío de estar abierto a los cambios que le va a presentar el
contexto frágil.
SOCIEDAD
Los que tienen un trabajo Trabajo inestable. No tienen las Los que no tienen
estable. Hacer carrera. mismas condiciones de seguridad. trabajo
Proceso de desafiliación
Hasta la década del 70 la zona de seguridad en la Argentina era muy amplia. En esta época existía un estado
de bienestar que trataba de garantizar trabajo, había un fuerte control del ámbito privado por lo que la vulnerabilidad
era menor.
En los 90 la zona de seguridad se comenzó a achicar, ya que lo estatal se comenzó a vender a lo privado
(Menem), se agrando el sector de vulnerabilidad y el de exclusión. Se aprobó una ley para que se pueda echar al
empleado sin indemnización.
En el 2001 con el corralito la situación empeoro. Antes la inempleabilidad era de los no calificados y hoy ya
los profesionales son también inempleables.
SUJETO
Identidad
vocación
deseo-goce
OBJETO CONTEXTO
Dentro de un proceso de O.V. hoy hay que pensar en un sujeto dinámico, que este abierto a estos nuevos
cambios. Los cambios de contexto hacen cambiar los modos de elección. Como orientadores debemos hacer que
nuestros consultantes sean críticos y tomen elecciones maduras psicológicamente hablando. Una de las consecuencias
de esta metamorfosis de la cuestión social es que pierde valor el hecho de hacer carrera.
Más adelante, con el surgimiento de la medicina psicosomática se comenzó a considerar al individuo como un
todo, teniendo en cuenta no solo el cuerpo, sino también su esfera psicoafectiva. Es así como se introduce en la
rehabilitación el concepto de interacción entre el individuo y su ambiente, ampliando el campo de trabajo y
facilitando la integración de otras disciplinas como la O.V. Consiste en la integración de la esfera social, cultural,
laboral y participativa en función de los intereses y valores, generando posibilidades.
Para poder comprender el trabajo de la O.V. en este campo es necesario entender qué es discapacidad y cómo
se produce. La discapacidad es una consecuencia de algo, condición o impedimento que puede ser congénita, causada
por alteraciones genéticas y presentes desde el nacimiento, o adquirida como secuela de enfermedades limitantes o de
5
Rascovan, S. (1998): Orientación Vocacional: Aportes para la formación de orientadores – en Cirulli de Impini,
Cecilia. Ediciones Novedades Educativas. Buenos Aires. Cap 7, pp. 85 – 95.
situaciones traumáticas. Producto de esto el sujeto está en una especie de desventaja respecto al resto de la sociedad.
Lo que discapacita no es la limitación o la falta, sino la actitud que toma la sociedad toda de cara a las diversidades.
Otra definición de discapacidad es “el grado de alejamiento que sufre un individuo de la media normal a
consecuencia de un daño que se manifiesta por la limitación funcional y/o restitución de actividades específicas”
(Cirulli de Impini).
El proceso de orientación:
→ La elaboración del duelo. Permite pasar del síndrome depresivo al surgimiento de fantasías de reparación
y estas fantasías van acompañadas de un aumento de la autoestima.
A partir de todo esto se genera un proyecto, se comienza a pensar el qué hacer. Para ello es necesario
reconocer, recalificar, resignificar y redescubrir valores y posibilidades desde otro lugar. El ideal es que el sujeto
pueda ver sus potencialidades y no solo centrarse en la limitación o déficit. El objetivo es que la persona con
discapacidad pueda definir un proyecto que le permita integrarse o reintegrarse en la esfera laboral y socio – cultural.
Se presentan casos donde el consultante no puede continuar con su antiguo trabajo y se ve la necesidad de
encarar una nueva adaptación laboral, que estarán determinadas por: la edad del consultante; la personalidad previa o
la enfermedad; la historia laboral anterior; las potencialidades remanentes; el entorno familiar; el contexto social,
económico y cultural.
6
Del Mármol, A. (2008): Discapacidad y derecho al trabajo. En Los Derechos de las personas con discapacidad. Análisis
de las convenciones internacionales y de la legislación vigente que los garantiza. Carlos Eroles y Hugo Fiamberti.(compiladores).
Secretaría de extensión universitaria y bienestar estudiantil. Universidad de Buenos Aires. Eudeba, pp. 159 – 172.
proceso educativo, que en algunos casos requiere gastos de transporte y materiales de estudio adaptados.
En consecuencia, el costo de oportunidad que implica la elección de estudiar constituye un obstáculo
económico muy difícil de superar.
- Las barreras arquitectónicas (escaleras, sanitarios, información, etc.), las barreras relacionadas a las
comunicaciones (ausencia de intérpretes del lenguaje de señas, por ejemplo) y el problema de conseguir
transportes públicos tampoco ayudan, lo que se agrega a la lista de elementos desmotivantes a la hora de
intentar capacitarse.
Existe un sistema de protección integral de discapacidad, Ley Nacional N° 22.431 que articula con lo anterior
descrito y se titula Sistema de protección integral de las personas con discapacidad.
Al desarrollarnos en una sociedad cuyo eje regulador es el trabajo y cuyas relaciones sociales se generan en
primera instancia debido a interacciones laborales, éste se convierte no solo en una fuente de ingresos, sino que
decreta un lugar en la sociedad.
La teoría de la actividad de Erikson (Santrock, 2006) indica que muchos individuos alcanzarán un
mayor nivel de satisfacción si continúan ejerciendo roles de madurez a lo largo de la vejez. Si se les
arrebatan estos roles (como sucede en el caso de la jubilación), resulta importante que encuentren funciones
sustitutivas que les mantengan activos e involucrados en su entorno. La práctica de aficiones y el hecho de
tener amigos no relacionados con el trabajo constituyen factores que mejoran la adaptación a esta nueva
etapa.
Nuestra sociedad muestra dificultades para la inserción del viejo, más bien lo segrega y discrimina,
terminando los ancianos institucionalizados. Los espacios en blanco de nuestros viejos los llevan muchas veces a
estados de apatía y alejamiento del entorno, de allí la idea de conceptualizar un tipo de recreación para y del tiempo
libre. Tiempo en que el sujeto se halla liberado de sus obligaciones y en donde deberá reaprender a elegir de acuerdo a
sus deseos (aquello que antes no pudo hacer). Este tiempo no tiene que ser un tiempo de espera a la muerte sino un
tiempo productivo en el que el sujeto pueda realizar sus deseos.
En este momento crítico en el que se encuentra el viejo hay una certeza de que al menos cuatro factores se
están perdiendo:
7
Spano, Mónica: Pensando la vejez y su relación con el tiempo libre.
- Pérdida económica, recursos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas.
En relación a los viejos se crean prejuicios (aquellos que son irreversibles) y falsas creencias (aquellas que se
pueden modificar), en donde este hecho habitual nos hace tratar de negar nuestro futuro próximo de envejecimiento.
De acuerdo con Moragas (1991) cuando los adultos ancianos se mantienen activos, con altos niveles
de energía y productividad, envejecen de manera más positiva y muestran un mayor grado de felicidad que
los ancianos que se desvinculan de la sociedad.
Este paradigma de la educación permanente se asienta sobre una serie de principios y supuestos
teóricos y metodológicos: - la concepción de la educación como una necesidad permanente y como un
derecho humano; - el reconocimiento de la capacidad de individuos y grupos para el aprendizaje y la
transformación a lo largo de toda su existencia; - la consideración de la experiencia vital como punto de
partida para procesos de aprendizaje continuo; - el reconocimiento de la existencia de múltiples formas y
recursos educativos emergentes de una sociedad, que operan en la escuela y “más allá de la escuela”; - el
supuesto de la potenciación de los recursos educativos a través de la constitución de una red o trama que los
articule; - el reconocimiento de la importancia y la necesidad de la participación social en las cuestiones
referidas a la educación y la democratización del conocimiento.
A través de la educación permanente se ofrecen oportunidades para que los adultos mayores
exploren y potencien aquellas capacidades y habilidades no descubiertas, sea por limitaciones personales o
por no tener oportunidades para hacerlo.
Sin embargo, son actividades que pueden ser vividas como impuestas, dejando en un lugar de
pasividad al sujeto, sin posibilidad de repreguntarse e interrogarse sobre intereses, motivaciones y deseos.
Es decir, que son actividades que apuntan a la integración, no elegidas, ni resignificadas. En cambio, lo
fundamental de la orientación es que el sujeto pueda decidir dónde incluirse, no incluirse donde decidieron
por él. En palabras de Adriana Gullco (2007) “se trata de prevenir cualquier inclusión social que resulte
desubjetivante”.
LA ELECCION VOCACIONAL COMO PROCESO Y EL PROCESO DE LA ORIENTACION
VOCACIONAL – López Bonelli, 20038
Identidad y psicopatología:
Cuando estamos frente a un sujeto que, en función de su identidad vocacional mantiene elecciones inmaduras,
conflictivas, desajustadas, desorientadas, etc., posiblemente estemos trabajando con alguien que manifiesta
dificultades o trastornos de identidad. Interferencias características en el desarrollo de la identidad son las identidades
negativas y pseudoidentidades.
En las identidades negativas, el adolescente se identifica con los objetos más indeseables, idealizados ahora.
Es lo contrario de lo que el grupo familiar espera de él.
La pseudoidentidad sería algo así como una máscara que otros valoran para tapar el profundo sentimiento de
inferioridad y la imposibilidad de asumir el propio ser. Se termina eligiendo identificándose fuertemente con lo que
esperan de él, se alienan al deseo del otro.
Ambos cuadros son transitorios y si se mantienen empiezan a pesar en la vida del sujeto.
Periodos de elecciones fantaseadas: este periodo corresponde a la infancia (10-11 años), el sujeto a través del
juego se visualiza desempeñando diferentes roles dentro de la fantasía. No hay una concepción de temporalidad. Este
ligado a las primeras identificaciones, al deseo de ser grande. Son elecciones regidas por la función del placer. Al
final del periodo de fantasías (11-12 años) hay un mayor realismo vinculado con el aumento de la preocupación por la
realidad, ligado también a las influencias familiares y escolares. A través del entrenamiento escolar descubre sus
gustos, perfecciona habilidades, experimenta el éxito y el fracaso, elabora progresivamente la imagen de sí en
términos vocacionales.
Periodo de elecciones tentativas: (17 años aprox.) la perspectiva temporal se objetiviza por el reconocimiento
de un continuo entre el presente y el futuro. La intolerancia a la frustración, la búsqueda de gratificaciones inmediatas,
interfieren con sus proyectos futuros, no siempre realistas. Hay mayor reconocimiento de sus intereses y aptitudes,
pero la crisis normal de identidad que atraviesa le hace difícil concretar una imagen de sí mismo futuro. Le permite ir
tanteando y está previsto socialmente por la escuela secundaria, pero al finalizarla se puede prolongar (año sabático).
Periodo de elecciones realistas: coinciden con la finalización de los estudios secundarios, donde la presión
del contexto impulsa a una elección. A nivel interno hay un proceso de duelo que se fue transitando en la adolescencia
y resolviendo. Se culmina con la elección de nuevos objetos reparatorios, se es consciente de la necesidad de decidir.
8
López Bonelli, A. (2003): La orientación vocacional como proceso: Teoría, técnica y práctica. Editorial Borum.
Buenos Aires. Cap 2, pp. 33 – 50.
El proceso espontaneo y el proceso sistemático de elección:
El proceso espontaneo se cumple en un periodo de varios años a través de identificaciones con figuras
significativas del contexto social, familiar, educacional. Este proceso no necesita de la intervención del psicólogo. En
la actualidad este proceso espontaneo se dificulta por la gran cantidad de cambios sociales, por la devaluación de las
figuras de identificación y la gran oferta académica.
Es por esto que en la actualidad un mayor número de estudiantes concurre a consulta y pide realizar un
proceso sistemático de orientación vocacional y también reorientación.
El proceso sistemático asistencial incluye al psicólogo o al equipo orientador. Su rol consistirá en ayudar a
elaborar los conflictos que impiden la elección, en facilitar la interpretación correcta de la realidad socioeconómica,
cultural, en posibilitar el planteamiento y/o corrección de imágenes profesionales distorsionadas o fantaseadas, en
ayudar a elaborar su identidad vocacional en términos de roles vocacionales ocupacionales.
La orientación vocacional sistemática se funda en una teoría y en una técnica: utiliza el método clínico; se
centra en la entrevista; exige profesionales entrenados en observar, diagnosticar y operar en el aquí, ahora conmigo;
adhiere a una modalidad focalizada que se centraliza en esclarecer la identidad vocacional; utiliza instrumentos
psicométricos, proyectivos y dramáticos compatibles con una concepción dinámica de la personalidad; maneja
recursos de sondeo e información sobre la realidad ocupacional y las carreras concretas.
• Dimensión social: los objetos a elegir y el contexto en el que dicha relación se produce.
9
Rascovan, S. (1998): Orientación Vocacional: Aportes para la formación de orientadores. Ediciones Novedades
Educativas. Buenos Aires. Cap 5, pp. 59 – 73.
Los objetos a elegir, son las posibilidades que cada sociedad ofrece en relación con el mundo del trabajo y los
estudios. Estos objetos corresponden a la oferta cultural de la época; a partir de su libidinización se constituye en
vehículo para la búsqueda de satisfacción personal. El contexto (tercer componente de la triada del campo vocacional)
está constituido por las condiciones históricas de la época.
Existen una serie de aspectos que contextualizan la intervención: tipos de intervención, niveles de
intervención, los momentos, el campo.
Tipos de intervención:
• Intervención psicológica: hace hincapié en el sujeto que elige. Bohoslavsky distinguió dos líneas
antagónicas de abordaje de la problemática vocacional, desde el discurso psicológico: la modalidad
clínica y la actuarial. el abordaje clínico implica crear condiciones para que el joven, pueda encontrarse
consigo mismo, con su historia personal y colectiva, con su particular ubicación familiar, con sus deseos y
limitaciones y sus recursos materiales y personales. La intervención psicológica tiene el propósito de
elaborar los duelos, ya que esto implica atravesar un proceso de crisis entendido como una ruptura y
perdida de lo establecido y búsqueda de un nuevo estado.
• Intervención sociológica: se diferencia de la intervención pedagógica, en tanto que se lleva a cabo fuera
del marco escolar, es una intervención postescolar, o paralela a ella. El acento en esta intervención esta
puesta en el conocimiento de los objetos y el contexto, aunque en muchos casos se hace hincapié en la
tarea de búsqueda y conservación de trabajo.
Niveles de intervención:
- El nivel psicosocial es el que atiende a la singularidad de cada sujeto y es el más difundido y practicado.
Es la consulta individual.
- El nivel institucional refiere a los programas, planes, que se efectúan en escuelas, universidades, etc.
- El nivel comunitario es el que actúa a nivel social más general. Por ejemplo, las ferias, las exposiciones,
el trabajo barrial, etc.
Los momentos:
Está en relación directa con el concepto de crisis vital, es decir aquellos acontecimientos esperables en la
vida de un sujeto. Por ejemplo, la finalización de la escuela primaria, secundaria, estudios universitarios, búsqueda del
primer trabajo, retiro jubilatorio, etc.
El campo:
Educativo: educación formal (escuelas, universidades), educación no formal (clubes, centros culturales).
Salud: incluye la práctica en servicios hospitalarios públicos, obras sociales y consultorio privado.
Eje diacrónico: conjunto de acciones educativas a lo largo del proceso escolar. Está relacionado con los
procesos de enseñanza – aprendizaje que se llevan a cabo en la escuela. Estos le permitirán incorporarse a la vida
social en general y laboral en particular. Es decir que hay orientación cada vez que se cumpla con el mandato social
hacia la escuela: preparar a los alumnos para integrarse a la sociedad, para proseguir estudios superiores y para
incorporarse al mundo del trabajo.
Eje sincrónico: supone un corte en cada momento en que el futuro se juega, desde el presente de una manera
particular. Es decir, en los periodos en que las personas se encuentran ante la exigencia de tomar decisión en relación
con su futuro.
No se trataría de que las políticas públicas impidan a los sujetos elegir sus caminos libremente, si no
garantizar su inclusión social, que una sociedad tenga lugar para todos; aspecto que el capitalismo, como sistema
social, político y económico, no ha podido resolver. Por eso podemos sostener que las políticas sociales del sistema
capitalista intentan remediar lo que en rigor el propio régimen genera. Las políticas públicas vinculadas a los procesos
de elección vocacional deberán centrarse en las acciones que el Estado y otros actores de la vida colectiva hacen para
garantizar la inclusión de los sujetos en los circuitos educativos y laborales.
10
Rascovan, S. (2010): Elecciones vocacionales, políticas públicas y subjetividad. Conferencia en Universidad de
Mendoza, Sede Río Cuarto.
Una práctica de orientación vocacional que articule políticas públicas y subjetividad deberá promover que el
propio sujeto pueda definir por dónde pasa su elección, que se juega al elegir. El significado de la elección se lo dará
el propio sujeto, como ser autónomo.
A partir de la vuelta de la democracia a fines del año 1983, se retoma la discusión sobre el papel de la
orientación vocacional y el Estado. Recién en 1993 se promulgo en nuestro país una Ley Federal de Educación, que
solo en el apartado derechos y deberes de los miembros de la comunidad educativa, se refería a la orientación. Ubicar
la orientación como derecho no obliga al Estado a definir políticas específicas acerca de su implementación.
A fines de 2006, se promulga la Ley Nacional de Educación (N° 26.206) que reemplaza a la precedente. En el artículo
30 capítulo IV, título II, sostiene que “la educación secundaria en todas sus modalidades y orientaciones tiene la
finalidad de habilitar a los/las adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la
continuación de estudios”. Además, en el artículo 32, sostiene que el Consejo Federal de Educación fijará las
disposiciones necesarias para que las distintas jurisdicciones garanticen, entre otros aspectos, el desarrollo de
prácticas de orientación vocacional, el cual supone reconocer el papel del Estado en las problemáticas subjetivas
referidas al desarrollo de las trayectorias vitales; los procesos de transición entre niveles educativos y la inserción en
el mundo laboral.
Las políticas públicas serán respetuosas de la subjetividad en la medida en que no se propongan imponer o
aplicar un programa de orientación, sino de generar las condiciones para que el colectivo institucional decida qué y
cómo llevarlo a cabo. Así, la orientación tendrá una función instituyente, promoviendo la creación de diversos
dispositivos de acompañamiento.
La orientación estará “orientada” a articular la tensión entre el sujeto deseante, los procesos institucionales y las
necesidades productivas del país.
Las políticas públicas serán respetuosas de la subjetividad, si promueven la participación de los estudiantes,
reconociéndolos como sujetos de derecho.
O.V.O. DESDE LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO – Quadrizzi Leccese y
Settembrino (2019)11
Los autores abordan la Orientación Vocacional – Ocupacional como Orientación al Talento Personal (OTP),
enfatizando en que el sentido de la vida en cuanto dirección se encuentra profundamente ligado a los valores
personales, atravesados por múltiples variables socio – contextuales.
Existe una interacción personal con una multiplicidad de criterios de valuación, reglas y valores sociales, que
saturan, hoy más que nunca, a un YO desorientado frente a sus propias elecciones y decisiones personales, este estado
de situación nos empuja, irremediablemente, a conseguir mayor experiencia en la gestión de nuestra propia instancia
valorativa y la elaboración de propósitos vitales.
En síntesis, las direcciones vitales satisfactorias se consiguen, en gran medida, clarificando/construyendo los
valores personales de cada individuo. Por ello, la posmodernidad, como cualquier época, no es un problema en sí
mismo, es lo que hacemos con las posibilidades del contexto en relación a nuestros propios valores, lo
verdaderamente importante a dirimir, a los fines de nuestras acotadas vidas.
ACT aborda el tema de los valores personales como clave para la resolución de múltiples problemáticas
humanas, y de diversas patologías. Es por ello que mucho es el aporte del cuerpo teórico de esta terapia para la
orientación laboral, no porque la definición en relación a una profesión o un oficio sea un problema per sé, sino
porque dicho pasaje se puede realizar más adecuadamente a partir de un abordaje específico sobre el proceso de
valoración en la persona que elige.
Desde esta mirada hacia lo humano, la Orientación al Talento Personal, basada en la Terapia de Aceptación y
Compromiso, tiene el objetivo principal de facilitar la elaboración de propósito en las personas y la consecuente
decisión respecto a la profesión u oficio que mejor lo vehiculice.
Producir nosotros el sentido valioso de la propia vida, deconstruyendo tanto la realidad social como lo íntimo
de nuestro ser, es un camino de libertad personal que lleva a un mayor entendimiento, complejidad y evolución
permanente. Pensamos que este camino tiene un alto grado de esfuerzo para quien se compromete a recorrerlo, pero,
como dice ACT, a pesar de malestares y desavenencias, los estadíos de bienestar se consiguen a partir de andar por
direcciones valoradas.
A su vez, al interior del proceso, la OTP trasciende el objetivo de facilitar en los consultantes el
esclarecimiento acerca de un hacer o lo concerniente a un rol laboral-ocupacional, para dar lugar a un abordaje
educativo y profundo en relación al sentido vital. Aprender a clarificar los valores personales, evaluar el contexto y
dirigirse a acciones comprometidas respecto a dichos valores, es el punto nodal de esta modalidad de orientación que
11
Quadrizzi Leccese, G., Settembrino, D. M. (2019). Orientación al talento personal. Protocolo de orientación basado en
la terapia de aceptación y compromiso. Editorial Akadia. Buenos Aires.
apunta, desde una mayor flexibilidad psicológica, a una autogestión en la elaboración de proyectos personales. En
este sentido, decimos que la OTP no parte de la “necesidad de inserción laboral” en las personas, aunque obviamente
la incluye, sino de la “necesidad de dar sentido a la existencia y el impulso de desplegar la singularidad”, en todo ser
humano.
Dicho proceso se encuentra basado en el cuerpo teórico de la Terapia de Aceptación y Compromiso, modelo
que se inscribe dentro de los denominados abordajes de tercera generación en psicoterapia conductual y cognitiva. En
el interior de este enfoque comulgan, de forma original y efectiva, principios humanistas con procedimientos de
cambio conductual, por lo cual, su amplia mirada hacia lo humano lo convierten en un modelo altamente compatible
con diferentes visiones en psicoterapia.
Este modelo se basa en las seis dimensiones del hexaflex de ACT: aceptación, defusión cognitiva, yo como
contexto, compromiso con la acción, valores, atención flexible al momento presente, como pilares fundamentales para
promover la flexibilidad psicológica.
Por otro lado, si nos referimos al aspecto operativo de la OTP, éste se presenta como un breve protocolo de 6
encuentros (extensible en función a la necesidad de los consultantes) en los que se incluyen técnicas de mindfulness,
ejercicios cognitivo-conductuales, prácticas gestálticas, narrativas, multimediales y visualizaciones.
Actividades que son administradas con el objetivo fundamental de esclarecer y dar relevancia a la instancia
valorativo-intencional de los participantes. Dicho protocolo puede ser implementado de forma individual o grupal,
tanto desde el trabajo clínico en consultorios privados, como en instituciones sociales, educativas o de salud.
Ahora bien, concretamente ¿cómo se puede aspirar a generar este Talento Personal? Para ello, la OTP cuenta
con una particular metodología para clarificar/construir valores personales en los consultantes, y la planificación de
acciones comprometidas en dirección a los anteriores. Dicho protocolo se divide en tres ejes o instancias principales:
1) la clarificación de una Intención Primordial (accionar valorado que imprime una dirección general);
2) la elaboración de un Propósito Vital (valor personal - dirección y cualidades del accionar valorado);
3) y el diseño de un Proyecto Personal (plan estratégico sobre acciones comprometidas), que contenga la
decisión del rol laboral que mejor represente al Propósito Vital y, asimismo, los lineamientos básicos para lograr la
capacitación necesaria.
El adecuado pasaje por estas tres instancias facilitará que la persona pueda dirigirse a generar su Talento
Personal.
Iniciar cualquier tipo de búsqueda implica un compromiso real por parte de aquel que emprende el desafío de
indagar, analizar, explorar el campo, etc. El desafío se vuelve escabroso cuando el que busca no tiene pistas claras, o
abrumador cuando la cantidad de resultados posibles es innumerable.
Todo momento de elección es complejo, más aún cuando elegir supone algo “para toda la vida”. He aquí el
desafío en la elección vocacional: que define no solo ocupaciones, sino también identidades.
Es allí donde se formulan frases como “no importa lo que debas hacer, asegúrate que te haga feliz”, o “no se
trata de dónde estés sino de dónde quieres estar”. Estos pequeños fragmentos de sabiduría express influyen en la
elección vocacional focalizando la atención en aquellos aspectos de la decisión que quien repite las frases valora. Por
ejemplo, quien propone: “convierte tu pasión en un proyecto de vida”, demuestra un interés especial en las emociones
que genera la vocación. En cambio, alguien que repite: “con X profesión te morirás de hambre”, deja entrever que el
valor de una ocupación está puesto en la cantidad de dinero que permita producir.
Ergo, la vocación es, ante todo, una construcción. Así, en el interjuego entre las influencias sociales, el
sistema educativo, las exigencias personales, las influencias familiares, los modelos e ideales y la ética y los valores,
se formula el campo de búsqueda dentro del cual el adolescente o joven encontrará su vocación.
12
Genise, G. (2021). Orientación vocacional orientada en valores. Revista PsyCiencia.
Es difícil olvidar en las influencias a los padres, aquellos sueños proyectados, ambiciones, ideas o imagos que
fueron creando en el devenir del niño. Por todos estos motivos es difícil pensar en un proceso aislado, en un encuentro
mágico en el cual la vocación se presenta.
Asimismo, las influencias del entorno, los mandatos, prejuicios y limitaciones buscan ser sacados a la luz en
un proceso de orientación vocacional. El objetivo es, siempre, llevar a la conciencia los aspectos involucrados en la
elección vocacional para disponer al orientado en una mejor posición para decidir.
En los últimos años, el interés por las terapias comportamentales de tercera generación ha aumentado
significativamente. Estas se caracterizan por:
▪ Su énfasis en el cambio de las funciones de los pensamientos y emociones (cambios de segundo orden) en
lugar del cambio de su contenido (cambios de primer orden).
Los valores cumplen un rol fundamental en el proceso de cambio planteado por ACT. Podemos entenderlos
como repertorios conductuales que implican generar verbalmente un patrón extendido y dinámico de actividad
deseada. Este repertorio implica formular verbalmente direcciones vitales deseadas, bajo la premisa de objetivos
generales y de cualidades de acción. El repertorio de valores intenta sustituir a las reglas poco funcionales, actuando
como guías para la regulación de la conducta. También pueden ser entendidos como las direcciones generales y las
cualidades que deseamos que tengan nuestras acciones.
Cuando hablamos de valores, no estamos haciendo referencia al concepto de valores universales como el
amor, la verdad, la paz, la justicia, etc. Desde ACT se entienden a los valores como “direcciones vitales elegidas”.
Los valores no son metas alcanzables, son direcciones inagotables que orientan nuestra conducta. Como los valores
no tienen fin, no se realizan completamente nunca, por el contrario, están siempre presentes y funcionan como
horizonte o guía de nuestros comportamientos.
Con relación a la orientación vocacional, poder diferenciar metas de valores es algo sumamente útil, ya que la
confusión entre ambos conceptos puede llevar a la persona a enfrentar experiencias no deseadas. Veamos algunas
diferencias:
→ Obtener un título universitario es una meta. Un objetivo al que se puede llegar. Si el hecho de obtener un
título se convierte en un fin en sí mismo, es probable que la persona experimente frustración luego de alcanzarla.
→ Ser alguien que ayude a los demás es un valor. Este valor direcciona las acciones de la persona, viendo a
la carrera/profesión como un medio para poder ayudar a otros.
El gran problema de las crisis vocacionales es que están cimentadas en el “QUÉ” y no en el “PARA QUÉ”. Si
una persona no tiene en claro de qué maneras quiere trascender en su tránsito por este mundo, qué le parece
importante, la elección vocacional estará basada en aspectos que quizá no tengan nada que ver con sus valores.
Por estas razones quienes orientamos nos encontramos muchas veces con crisis basadas en: “no sé qué
estudiar”. Nuestro objetivo será, fundamentalmente, transformar esta duda en la pregunta siguiente: “¿Hacia dónde
quiero dirigirme?”. Quien tiene en claro a dónde quiere ir, le resulta mucho más orgánico elegir qué camino tomar.
Una vez que la pregunta está formulada correctamente, comienza el camino de la auto-observación para
reconocer el talento personal. El talento personal es la capacidad que generamos al desarrollar una actividad
valorada con un estilo propio.
Es muy importante estar atentos a estos procesos de necesidad de cambio o adaptación que requiere una
persona en tal circunstancia, en función de la calidad del pedido de guía, del grado de conciencia con el que se asume,
la motivación e información que se tiene al respecto. Además es necesario identificar puntos de foco que requieren un
proceso psicoterapéutico en paralelo o una derivación a otras áreas como psicopedagogía, neurología o educación
especial, para poder acompañar de una manera integral y contextual a la persona, pudiendo ser más precisos en el
proceso de orientación al apoyarnos en los aportes de otros profesionales; esto último no siempre es necesario, no se
deriva sin motivos aparentes, pero es nuestra responsabilidad estar atentos a esto como agentes de salud por sobre la
disciplina que ejercemos.
Ahora bien, a los efectos del presente compendio voy a describir cuál es el esquema de trabajo que sigo en un
proceso de orientación vocacional para jóvenes que consultan para elegir una carrera:
1) Entrevista de admisión: es más bien clínica, sondeando aspectos psicológicos generales para abordar los
particulares relacionados al motivo de consulta: las dificultades de elección vocacional. Una vez obtenida cierta
cantidad de información, explico el esquema de trabajo que seguiremos. Siempre aclaro que mi rol en el proceso es de
guía – colaborador, incentivando a que el consultante sostenga una actitud activa y motivada en todas las instancias
(pov_no siempre se logra).
2) Fase de autoconocimiento: consta de una serie de entrevistas en las que se administra el test desiderativo
vocacional (serie de catexias positivas y negativas que reflejan “valores” o “antivalores”, atributos, gustos,
disposiciones, etc.), se otorga un cuadernillo con actividades que invitan a la auto pregunta, reflexión y toma de
perspectiva respecto a sus habilidades, intereses y valores, como también en relación a su contexto socio – afectivo
(familia, amistades, profesores) (E.g. “¿Cómo te ven tus amigos dentro de diez años?”, “¿Cuáles aspectos crees que
valora tu familia de vos?”, “¿Cuáles son las profesiones que consideras indispensables y por qué?”).
La cantidad de entrevistas dependerá del avance del consultante con el cuadernillo que se llevará como tarea.
Trato de apoyar este proceso con contenido multimedia del área de orientación, que invite a la reflexión e
identificación con este proceso. Solicito además que realicen anotaciones en sus casas, porque suele ocurrir que van
buscando información o les llama la atención ver roles profesionales en su día a día, o en las redes también.
Culmina la fase registrando intereses, aptitudes y valores que más aparecieron en el intercambio con el
cuadernillo, en las entrevistas y en el test desiderativo vocacional.
3) Fase de información: como indica el nombre, se aporta información sobre áreas del conocimiento (artes,
ciencias humanas y sociales, ciencias de la salud, ciencias básicas y tecnológicas) describiendo las carreras afines a
cada área, como así también abordando palabras clave como universidad y facultad, vida universitaria, inscripciones,
ingreso, plan de estudios, educación superior (universidad, instituto universitario, instituto superior), y carreras (de
pregrado/ tecnicaturas, de grado - +4 años de duración - , y de posgrado – especialización, maestría y doctorado).
En esta fase se motiva a que el consultante investigue sobre distintas instituciones de educación superior y las
propuestas académicas que ofrecen, así también como el plan de estudio de las carreras, locación de la institución,
perfil de egresados, etc.
La idea también es desmitificar e identificar distorsiones en torno a ser estudiante de nivel superior y a las
profesiones.
4) Fase de evaluación: se administra una serie de instrumentos psicométricos que determinen la ocurrencia y
frecuencia de ciertas profesiones, entre los que más utilizo: Test informatizada SOVI, CAV (Cuestionario de
Aptitudes Vocacionales), KUDER C (registro de preferencias de Kuder versión resumida), Test CHASIDE, Prueba de
Hollard, Inventario de Intereses de Hereford.
Esta fase culmina con la interpretación de resultados de los instrumentos y la creación conjunta de un listado
ordenado de mayor a menor en función de la ocurrencia y frecuencia de las profesiones (E.g.: aparece microbiología 5
veces en promedio de todos los test, agronomía 4, y veterinaria 1).
Se seleccionan las dos o tres profesiones más puntuadas para continuar investigando colaborativamente.
5) Entrevistas a profesionales: una de las partes más enriquecedoras del proceso. Si, hipotéticamente
hablando, el consultante está más orientado por una carrera (aunque aún puede estar entre dos, así se bifurcan las
entrevistas) se planifica una entrevista realizando en conjunto una serie de preguntas a realizarle al entrevistado (e.g.:
“¿Qué haces usualmente un Ingeniero en Sistemas?, Cuando estabas por decidirte por estudiar la carrera, ¿En qué
proceso personal te encontrabas? ¿Qué te llevó a elegirla? Durante la cursada ¿Era lo que pensabas? ¿Cumplía con tus
expectativas cursar esta carrera? ¿Cuáles son las áreas o ramas de la profesión?”).
Me encargo de coordinar una entrevista online con un profesional que conozca, ha sucedido que no conocía a
ninguno y tuve que buscar a alguien que esté dispuesto a conceder el tiempo.
Es una parte que, a mi parecer, suele vivirse con mucha motivación y entusiasmo por parte del consultante,
luego de la entrevista se ven reflejados varios puntos de los que se trabajó en el proceso. Considero que estas
entrevistas acortan mucho la brecha entre ser un estudiante de secundario y un profesional, porque los interrogantes
exploran mucho la faceta de estudiante del entrevistado.
6) Valoración de lo trabajado: se aborda esta etapa teniendo en cuenta las apreciaciones del proceso desde
el inicio a la fecha, invitando a que comparta sus reflexiones y argumentos en relación a la elección vocacional.
Suelo utilizar una grilla para valorar los aspectos fortalecidos o pendientes de seguir trabajando (internos,
externos, informativos, logísticos). Combinando estos aportes con las dimensiones del hexaflex de Terapia de
Aceptación y Compromiso, así se evidencia la triada cognitiva en relación a la experiencia interna y el plano
comportamental, las disposiciones y acciones dirigidas a asumir compromisos.
Admito que en esta fase es importante sostener una contención activa, suelen aparecer ansiedades que estaban
al principio del proceso, posiblemente vinculadas a imágenes profesionales que aún siguen distorsionadas,
dificultades para concretar la elección, inseguridades propias del momento, mitos, prejuicios, etc. Por todo esto, no
está de más volver a alguna fase anterior para ver qué se moviliza en el camino.
6) Entrevista de cierre: Se da cuando la elección de una profesión está consumada, el consultante ya decidió
qué quiere estudiar, dónde y cuándo. Se invita al feedback sobre el proceso, siempre enriquecedor a nivel profesional.
No está demás invitar a que compartan sus primeras experiencias como estudiantes o luego del primer año de
cursado, un gesto enorme siempre que aparece.
TÉCNICAS Y RECURSOS – López Bonelli, 200313
♦ LA ENTREVISTA EN O.V.:
La entrevista es el instrumento por excelencia. Es una entrevista psicológica esencialmente operativa. Es una
relación de índole particular que se establece entre dos o más personas. En este caso el psicólogo orientador es un
técnico que posee recursos psicológicos idóneos para que en la relación vincular que se establezca, el orientado pueda
asumir su propia decisión vocacional, una vez esclarecidos los obstáculos que eventualmente le impedían elegir. La
entrevista de O.V. es operativa porque su función es esclarecer los conflictos para que se pueda definir un proyecto en
un tiempo limitado. El psicólogo es co - pensador con el consultante.
La psicoterapia de corto plazo o técnica focal posee un encuadre con tiempo limitado y se basa en los
principios de actividad y planificación. Se va a trabajar sobre un foco que en el caso de orientación vocacional es la
problemática de elegir.
Para poder elegir con madurez, será necesario: una buena autonomía, un cierto funcionamiento yoico no
interferido por conflictos, determinada plasticidad y determinada fuerza que le permitan no fracasar en sus
mecanismos adaptativos. Generalmente se establecen de 12 a 15 entrevistas, aunque es variable.
Es una técnica irremplazable en el trabajo institucional. Los coordinadores tienen como función señalar o
interpretar lo que va ocurriendo, ser coordinador significa ajustarse a la tarea, de allí que la intervención deberá
ajustarse a los tiempos y objetivos.
Es necesario en los grupos de orientación vocacional regular el nivel de ansiedad: sin ansiedad no se aprende,
cuando hay mucha ansiedad tampoco.
En el grupo se actúan distintos roles de tipo funcional, vinculados, de alguna manera, con la estructura
predominante de personalidad de cada uno de sus miembros. Roles eficaces para el grupo en el momento oportuno.
Es necesario identificar los roles facilitadores de la tarea (iniciador contribuyente, el que pide información u
opiniones, el crítico constructivo, etc.) y los ligados al mantenimiento del grupo (el que estimula, concilia, etc.).
Dentro del grupo existen distintos tipos de liderazgos.
13
López Bonelli, A. (2003): La orientación vocacional como proceso: Teoría, técnica y práctica. Borum. Buenos Aires.
Cap 4, pp. 63 - 87.
La duración del trabajo grupal es de una hora y media de duración. El número de integrantes puede variar
entre 5 y 15, siendo lo óptimo entre 6 y 9. Es preferible que los grupos sean mixtos.
Consiste en la presentación de palabras iniciales o comienzos de frases, pidiéndole al sujeto que termine la
frase. La aplicación de la técnica puede darse en ámbitos muy distintos. Fue diseñado utilizando frases-estímulo
altamente estructuradas, adaptadas a la situación particular de la problemática de la decisión ocupacional. Los ítems
de la técnica son los siguientes:
1. Para elegir...
2. Trabajar...
3. Seguir una carrera en la universidad...
4. Mis profesores piensan que yo...
5. Si yo fuera...podría...
6. Rara vez tomo una decisión importante...
Consigna: "Completa las siguientes frases expresando tus verdaderos sentimientos. Escribí la primera idea
que venga a tu mente". No se deben dar ejemplo de las posibles alternativas que se pueden utilizar para completarlas.
Ante la pregunta de los sujetos, se responde parafraseando la consigna.
Evaluación: El primer paso consiste en organizar las respuestas dadas a los ítems de la prueba.
Los ítems relacionados con aspectos comunes son agrupados en una misma categoría, de forma tal que
permita realizar una evaluación detallada de un problema en particular. Para la evaluación del TCF - OV, se han
agrupado los ítems en 8 categorías:
Brindan información sobre el proyecto de vida y de autorrealización vocacional. Motivo de logro: motivo de
éxito y motivo de evitación al fracaso.
El proyecto de vida y de autorrealización no depende sólo de la persona, sino que está socialmente
condicionado.
5) Toma de decisiones
Brindan información acerca de las estrategias que utiliza el consultante para tomar decisiones. Existen tres
estilos que las personas utilizan: racional, intuitivo, y dependiente.
Estos ítems han sido diseñados para detectar situaciones que pudieran estar afectando, de algún modo, la
capacidad de la persona para realizar una elección vocacional.
Ítems que tienden a detectar situaciones que provocan ansiedad y miedos que pudieran afectar la decisión.
Brindan información acerca del concepto que tiene la persona de sí misma. Concepto de autoconcepto:
aspectos fenoménicos (atributos de los cuales está consciente el individuo) y aspectos no fenoménicos (sensaciones,
motivaciones, conocimientos y percepciones inconscientes).
Las intervenciones que van desde el reflejo, la clarificación, la reflexión, la confrontación y la interpretación
propiamente dicha.
INTERVENCIÓN OBJETIVO
OTRAS TÉCNICAS14
Se denomina información ocupacional a los distintos recursos y técnicas: guías de universidad, guías de
carreras, de planes, etc.; empleados para trasmitir información.
La información ocupacional posee un contenido referido al mundo del trabajo destinado a la comprensión de
los roles ocupacionales y educativos.
Se trata de un adolescente que tiene muchas imágenes distorsionadas sobre el trabajo, fundamentalmente con
imágenes profesionales fantaseadas y con prejuicios trasmitidos por la sociedad.
El orientador debe esclarecer la información del consultante, suministrarle nueva información y trabajar las
distintas actitudes defensivas que pueden surgir en el proceso.
14
López Bonelli, A. (2003): La orientación vocacional como proceso: Teoría, técnica y práctica. Borum. Buenos Aires.
Cap 5, pp. 91 – 114.
♦ EL PSICODIAGNÓSTICO VOCACIONAL
Bonelli acostumbra a realizar el primer diagnostico vocacional a partir del análisis de la primera o segunda
entrevista. Esto no significa que prescinda del uso de pruebas psicométricas y técnicas proyectivas que contribuyen a
enriquecer el diagnostico y el pronóstico.
Dominós de Anstey
WAIS o WISC
Test Desiderativo.
Cuestionario de personalidad de Mooney (en sus dos formas para estudiantes secundarios y universitarios).
Distintos collages.
Test de la Familia.
Estos recursos sirven a modo de “objetos transicionales” al consultante y al orientador a fin de esclarecer la
problemática y favorecer el dialogo. Se deben tener en cuenta dos aspectos: la naturaleza del test y el caso particular.
♦ TORBELLINO DE IDEAS
En un grupo reducido (un máximo de 20), los participantes exponen sus ideas sobre un tema o problema con
el fin de producir ideas originales o soluciones nuevas.
Para ejercitar la imaginación creadora (entendiendo por ella la capacidad de establecer una nueva relación
entre hechos o integrarlos de una manera distinta). Esta técnica tiende a mostrar que los problemas en general no
tienen una sola solución sino varias posibles. Ayuda a actuar con autonomía e independencia.
Desarrollo:
1. El coordinador precisa el problema que va a tratarse, explica el procedimiento de la técnica, que consiste en
exponer ideas libremente. De normas minimas para mantener un clima permisivo e informal. Las ideas que se
exponen no deben ser censuradas ni criticadas, debe evitarse todo tipo de manifestación que coarte la espontaneidad,
no se discute la factibilidad de las sugerencias.
2. El coordinador solo interviene para distribuir la palabra entre varios que desean hablar a la vez, o bien si se
apartan del tema central.
3. Terminando el plazo previsto para la creación de ideas, se pasa a considerar la viabilidad o practicidad de
las propuestas más valiosas.
♦ JUEGO DE PALABRAS
En ordenar palabras en forma coherente para formar una frase. Esta frase sirve como estímulo o disparador
para la reflexión y debate posterior.
Se puede utilizar en orientación vocacional para intercambiar ideas entre personas que poseen intereses
comunes, para esclarecer temas que resulten problematicos, y a través de la comunicación grupal, adquirir
información por medio del aporte.
Desarrollo
1. El coordinador explica el mecanismo de la técnica, que consiste en orden las frases y dar opiniones sobre
esta afirmación.
2. Invita a los alumnos a agruparse en subgrupos de no más de seis miembros cada uno y a nombrar un
secretario relator que se encargara de anotar la frase y las opiniones dadas por los miembros sobre la misma.
3. Entrega a cada sub grupo un juego de tarjetas, que pueden ser de distintos colores.
Puesta en común
5. Una vez finalizada la tarea, los secretarios leerán la frase y las opiniones sugeridas en el pequeño grupo.
♦ FORO
Esta técnica permite sondear las opiniones de un grupo sobre cierto tema, aumentar la información de los
miembros, extraer conclusiones generales, establecer distintos enfoques que pueden darse a un tema, hecho o
problema. Puede aplicarse a continuación del Role Playing, Panel o de otras técnicas, para debatir un hecho o
problema.
Desarrollo:
1. El coordinador especifica claramente el tema o problema que se va a debatir, o aquellos aspectos que
habrán de tomarse en cuenta para analizar el tema. De algunas normas mínimas que deberán tenerse en cuenta por
ejemplo no apartarse del tema central.
2. Formula preguntas concretas y estimulantes referidas al tema e invita a los miembros del grupo a exponer
sus opiniones. La función del coordinador es guiar, estimular y alimentar a los participantes más tímidos o inhibidos.
Deberá crear un clima propicio, permisivo, a fin de favorecer la libre expresión, y esto se logra en la medida en que el
coordinador pueda despojarse de su rol de autoridad.
3. Al finalizar el tiempo estipulado, el coordinador hace un resumen de las opiniones expuestas, extra
conclusiones y señala discrepancias.
♦ PHILLIPS 66
Subgrupos de 6 personas discuten un tema durante 6 minutos, para llegar a una conclusión. De los informes
de todos los subgrupos, se extrae la conclusión final.
¿Por qué se aplica?
Para lograr fundamentalmente la participación activa de los miembros y llegar rápidamente a conclusiones
generales sobre un problema, tema o hecho. El tema o problema por discutirse puede ser previsto o bien sugerir
dentro del desarrollo de la reunión de grupo.
Desarrollo:
1. El coordinador solicita a los participantes que se reúnan en grupos de 6 personas y pide que cada sub grupo
elija un secretario – relator que anotara las conclusiones y posteriormente las leerá.
2. Explica brevemente como se realiza la técnica: en cada subgrupo, cada uno de los miembros expone su
opinión sobre el tema o problema, luego discuten brevemente las ideas expuestas, en busca de un acuerdo. El
secretario registra las conclusiones que adopta el subgrupo.
3. El coordinado formula con precisión la pregunta o tema que va a discutirse. Es conveniente que la pregunta
exiga respuestas de tipo sumatorio y no de oposición.
4. Una vez pasado el tiempo estipulado para la discusión, el coordinador pide a los secretarios relatores de
cada subgrupo la lectura de las conclusiones.
5. Anota en el pizarrón la síntesis de los informes y juntamente con el grupo hace un resumen final.
Sugerencias:
El coordinador podrá ampliar el tiempo de discusión de los subgrupos cuando el tema lo requiera. Puede
aplicarse a continuación foro.
♦ PANEL INTEGRADO
En pequeño grupo se dialoga sobre un tema; luego representantes de cada grupo integran un nuevo grupo y
debaten para elaborar conclusiones generales.
Para promover la participación activa de todos los miembros y extraer, en un tiempo breve, conclusiones
generales. Esta técnica favorece la capacidad de síntesis.
Preparación del material: el coordinador prepara preguntas tratando de que tengan suficiente amplitud a fin de
posibilitar distintas interpretaciones. Puede trabajar con dos preguntas, de tal manera que algunos subgrupos trabajan
con una y el resto de los subgrupos con otra.
Desarrollo:
El coordinador pide a los participantes que se reúnan en grupos de no más de seis miembros. Explica
brevemente como se realiza la técnica. En cada subgrupo, cada uno de los miembros expone su opinión sobre el tema,
luego discuten las ideas expuestas en busca de un acuerdo.
Mientras los subgrupos deliberan, el coordinador para entre ellos y designa con una letra diferente del
abecedario a cada uno de los miembros.
Terminada la deliberación, el coordinador pide que todas las letras A formen un grupo, las B otro y así
sucesivamente.
Explica que cada uno de los nuevos grupos trabajara de la misma forma que lo hizo anteriormente. Puede
reformular la pregunta y pide que elijan un secretario- relator que será el que leerá las conclusiones. El tiempo de
debate en esta etapa puede ser mayor que para la anterior.
Puesta en común: cada secretario leerá las conclusiones generales y el coordinador hará una breve síntesis.
♦ TÉCNICA DE FICHAJE
Se aplica para incrementar la información de los miembros participantes a través de los aportes múltiples y
para agilizar a los alumnos en la obtención de datos informativos utilizando la guía del estudiante.
Desarrollo:
El coordinador explica al grupo el tipo de técnica y su mecanismo, que consiste, a partir de la carrera que
figura en la tarjeta, en buscar la información académica correspondiente a esa carrera.
Una vez entendido el mecanismo de la técnica por el grupo, el coordinador invita a los participantes a
decidirse en subgrupos de seis a ocho miembros y pide que designen un secretario, encargado de registrar los datos
investigados en las tarjetas. Cada subgrupo cuenta con un juego de tarjetas, un marcador y una guía del estudiante.
Una vez que cada subgrupo termina su tarea, el secretario pasa al pizarrón y coloca allí las tarjetas, explicando
el contenido de cada una de ellas. Sucesivamente, hará su relato cada secretario para informar a todos los miembros.
♦ ATANDO CABOS
¿Cómo se realiza?
Es una técnica mista; en una primera reunión, se trabaja con la técnica de debate dirigido y en la segunda
reunión se trabaja con la técnica de trabajo en equipo.
Primera reunión: el coordinador o el grupo mismo eligen el tema que se ha de tratar. Si se trabaja con
ocupaciones, prepara varias tarjetas con el nombre de una ocupación en cada una.
Desarrollo:
El coordinador tiene a su cargo la conducción del debate, puede elegir un secretario para que registre las
conclusiones o bien puede ser el mismo.
El coordinador puede proponer el tema directamente o bien formular la proposición de los temas.
Una vez decidido el tema, el coordinador hace una breve introducción al tema, esclarece sus implicancias y
proponen aspectos que podrían tratarse.
Formular una pregunta, que debe ser cuestionable y posibilitar distintos enfoques o interpretaciones, a fin de
favorecer la participación, dando por comenzado el debate. Los miembros del grupo exponen libremente sus puntos
de vista, teniendo en cuenta los objetivos fijados: el análisis de los ítems más importantes que se deben tener en
cuenta para profundizar la información sobre el tema.
Al finalizar el tiempo destinado al debate, el grupo se pondrá de acuerdo respecto de los ítems que hay que
tener en cuenta para formarse sobre el tema, y todos los miembros anotaran las conclusiones.
El coordinador pide a los miembros que se dividan en subgrupos de no más de 8 participantes cada uno, y que
elijan un secretario que anotara las conclusiones. Entregará a cada subgrupo una tarjeta con la denominación de la
carrera, ocupación o área sobre la cual trabajará el subgrupo y/o el material informativo impreso.
Una vez vencido el tiempo, cada secretario informara y anotara en el pizarrón conclusiones.
Un pequeño grupo se informa sobre un tema o discute un problema específico, para luego transmitir sus
conclusiones al grupo mayor al que pertenece.
¿Para qué se aplica?
Desarrollo:
El coordinador explica que la actividad consiste en la exploración informativa sobre distintas carreras, fuera
de la institución escuela.
Invita a la formación de pequeños grupos sobre la base de las inquietudes, intereses y preferencias de cada
uno de los miembros del grupo.
Puede sugerir la distribución de tareas para cada miembro a fin de promover la participación responsable de
cada uno.
Luego pide a cada secretario que lea el proyecto y pide a todos los miembros de grupo que hagan sugerencias.
Cierra este trabajo fijando la fecha para la presentación en común de la síntesis informativa de la experiencia
realizada.