STC Penal

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ANTECEDENTES.

El caso se refiere a Don Abraham Alejandro Martínez López, quien fue denunciado por la
compañía de transporte Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) por viajar sin un
título de transporte válido en el tranvía de Alicante. Las denuncias se basaron en dos
incidentes separados en los que Don Abraham viajó sin un billete válido y se le emitieron
"billetes de pago aplazado" que no fueron abonados.

La Fiscalía de Menores de Alicante inició un procedimiento por delito leve de estafa contra
Don Abraham. El Juzgado de Menores núm. 1 de Alicante incoó el expediente de reforma
núm. 228-2019 y condenó a Don Abraham como autor responsable de un delito leve
continuado de estafa a una medida de cinco meses de libertad vigilada.

Don Abraham presentó un recurso de apelación argumentando la vulneración del principio


non bis in idem (prohibición de ser juzgado dos veces por el mismo hecho) y alegando que
ya había sido sancionado administrativamente por los mismos hechos. El recurso de
apelación fue desestimado por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante.

Posteriormente, Don Abraham presentó un recurso de amparo ante el Tribunal


Constitucional alegando la vulneración del principio non bis in idem tanto en su vertiente
material como procesal. El recurso de amparo se basa en los mismos argumentos
presentados en el recurso de apelación, afirmando que fue condenado dos veces por los
mismos hechos y que se le sometió a dos procedimientos sancionadores. También
argumenta que no puede apreciarse mala fe en su actuación, ya que la sanción
administrativa se impuso antes de que tuviera conocimiento del procedimiento penal en su
contra.

El caso está actualmente en proceso de revisión por parte del Tribunal Constitucional, que
ha solicitado los testimonios de las actuaciones del Juzgado de Menores y de la Audiencia
Provincial de Alicante.

En el presente recurso de amparo, el objeto es determinar si las sentencias emitidas por el


Juzgado de Menores núm. 1 de Alicante y la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de
Alicante han vulnerado el derecho fundamental del demandante a la legalidad penal y
sancionadora en su vertiente de garantía del principio non bis in idem, tanto material como
procesal (arts. 24.1 y 25.1 de la Constitución Española).

Las posiciones de las partes son las siguientes:

El recurrente alega que se vulneró su derecho a no sufrir una doble condena y a no padecer
un doble procedimiento sancionador por los mismos hechos. Argumenta que fue condenado
por el juzgado de menores y la audiencia provincial como autor de un delito leve continuado
de estafa, a una medida de libertad vigilada, por viajar sin título de transporte válido en un
tranvía, después de haber sido sancionado por la empresa Ferrocarrils de la Generalitat
Valenciana (FGV) por el mismo hecho en vía administrativa.

El Ministerio Fiscal y FGV se oponen a la estimación del recurso de amparo y no aprecian


vulneración. El Ministerio Fiscal argumenta que la sanción penal no fue excesiva, ya que se
tuvo en cuenta para reducir la duración de la medida de libertad vigilada. FGV niega que el
recargo de 100 € por viajar sin título de transporte válido sea una sanción.

Además, el recurrente denuncia la falta de legitimación de FGV para comparecer en el


proceso de amparo y solicita que se inadmita su personación. Sin embargo, este argumento
es rechazado debido a que el recurrente no impugnó oportunamente la diligencia de
ordenación en la que se acordó la personación de FGV.

En cuanto a la trascendencia constitucional del recurso, no se cuestiona su especial


trascendencia constitucional. El recurso plantea un problema relacionado con el principio
non bis in idem en casos donde concurren sanciones y procedimientos penales y
administrativos en la jurisdicción de menores, una cuestión sobre la cual no hay doctrina del
Tribunal Constitucional.

La doctrina constitucional establece que el principio non bis in idem, tanto en su vertiente
material como procesal, prohíbe la aplicación de múltiples normas sancionadoras y el
ulterior enjuiciamiento por los mismos hechos. En casos de concurrencia de sanciones y
procedimientos penales y administrativos, se otorga preferencia a la norma penal y a los
tribunales penales sobre la norma y la potestad administrativa sancionadora. Solo
excepcionalmente, la vía administrativa puede ser preferente en ciertos casos disciplinarios.
La preferencia de la jurisdicción penal se basa en las garantías específicas que rigen en el
proceso penal y en la exclusividad jurisdiccional para castigar delitos. Las resoluciones
judiciales penales firmes vinculan

El non bis in idem es un principio que prohíbe sancionar dos veces por el mismo ilícito si se
cumple la identidad de sujetos, hechos y fundamento. Este principio se encuentra en el
derecho fundamental al principio de legalidad en materia penal y sancionadora, y su objetivo
es evitar una reacción punitiva desproporcionada y contraria a la garantía de previsibilidad
de las sanciones.

En resumen, el non bis in idem establece que no se puede castigar dos veces por el mismo
delito, ya sea en el mismo procedimiento o en procedimientos diferentes,
independientemente de si son de naturaleza penal o administrativa. Se busca garantizar la
proporcionalidad de las sanciones y la tutela judicial efectiva, evitando un doble
enjuiciamiento penal si el primer proceso concluyó con una resolución firme. Sin embargo,
existen excepciones en casos de comportamientos socialmente inaceptables donde se
permite una respuesta sancionadora penal y administrativa complementaria, siempre que se
combinen de manera coherente.

La jurisdicción constitucional tiene la competencia de revisar los pronunciamientos de los


órganos judiciales en relación a la triple identidad en el non bis in idem, ya sea en su
vertiente material o procesal. La identidad de hechos, sujetos y fundamento constituye el
requisito para esta garantía y delimita los derechos fundamentales reconocidos en la
Constitución.

Sin embargo, la jurisdicción de amparo no puede entrar a conocer de los hechos que dieron
lugar al proceso, ya que esa tarea corresponde a los tribunales ordinarios en el ejercicio de
su potestad jurisdiccional. La revisión constitucional se limita a comparar los ilícitos
sancionados, tomando como base la acotación de los hechos realizada por la
administración en la resolución sancionadora y por el órgano judicial penal en las
sentencias.

En el caso concreto, se establece que la actuación de la administración sancionadora queda


fuera del control del proceso constitucional, ya que la demanda se dirige contra las
sentencias dictadas en el procedimiento penal. Además, se señala que los tribunales
ordinarios enjuiciaron el caso asumiendo la existencia de la triple identidad y la aplicación
del principio non bis in idem en ambas vertientes.

Se descarta la objeción de la administración sancionadora, que argumenta que el recargo


de 100 € no constituye una sanción sino una tarifa suplementaria, ya que ello implicaría
revisar la calificación jurídica realizada por los tribunales ordinarios, lo cual no corresponde
a la jurisdicción constitucional. Se destaca que la calificación de sanción administrativa para
dicho recargo no resulta manifiestamente irrazonable y se basa en la normativa sectorial
aplicable.

En resumen, la jurisdicción constitucional puede revisar la aplicación del non bis in idem en
los pronunciamientos judiciales, pero debe respetar la delimitación de los hechos y su
calificación jurídica realizada por los tribunales ordinarios. En el caso analizado, se confirma
la razonabilidad de considerar el recargo de 100 € como una sanción administrativa,
respaldada por la normativa correspondiente.

En resumen, en este caso se plantea la queja de vulneración del derecho al non bis in idem
procesal, argumentando que el procedimiento penal continuó a pesar de que la sanción
administrativa ya había sido satisfecha. Sin embargo, se explica que la existencia de
normas sancionadoras penales y administrativas que se superponen es una decisión del
legislador para proteger intereses considerados relevantes para la sociedad.

En este sentido, se establece que la preferencia de la tutela penal sobre la administrativa se


justifica por la gravedad de las consecuencias de un delito y por las mayores garantías
procesales del ámbito penal. Además, en el caso concreto de un proceso penal de
menores, se combinan elementos sancionadores y reeducativos.

Se señala que la queja del recurrente, en realidad, se dirige a la actuación de FGV por
haber presentado la denuncia ante la fiscalía de menores solo después de constatar el
impago de la sanción administrativa. Sin embargo, se aclara que este reproche no es objeto
del presente recurso, el cual se dirige contra las resoluciones judiciales y no contra la
actuación de FGV.

En cuanto a la vulneración del non bis in idem procesal, se concluye que las resoluciones
judiciales respetaron el derecho del menor a no ser sometido a un doble proceso. Se aplicó
la doctrina constitucional que otorga preferencia al orden penal sobre el administrativo
sancionador, considerando que no se puede equiparar el procedimiento penal con el
administrativo en términos de trámites, garantías y finalidades.

Además, se argumenta que el recurrente abonó la sanción administrativa solo cuando se le


notificó su condición de investigado por el juzgado, lo cual indica la coexistencia de ambas
vías sancionadoras. La causa penal se inició antes de que el procedimiento administrativo
finalizara y tuviera valor de cosa juzgada. Aunque el recurrente alega que pagó antes de
tener conocimiento del procedimiento penal, se considera que tenía conocimiento de su
existencia y que la finalidad de evitar el principio non bis in idem no justifica liquidar una
causa penal prioritaria mediante el pago de una sanción administrativa concurrente.

En resumen, el caso examinado trata sobre la vulneración de la garantía del non bis in idem
material, que establece que una persona no puede ser castigada dos veces por los mismos
hechos. En este caso, se impuso una sanción administrativa por viajar sin título de
transporte válido y posteriormente se impuso una sanción penal por el mismo hecho. El
tribunal concluye que se produjo una vulneración de esta garantía, ya que la sanción penal
no tuvo en cuenta la sanción administrativa previa.

El juzgado de menores y la audiencia provincial no descontaron la sanción administrativa de


la medida de libertad vigilada impuesta, sino que la compensaron erróneamente con la
responsabilidad civil. Sin embargo, no había ninguna responsabilidad civil que resarcir, ya
que la compañía de transporte informó que había sido indemnizada y solicitó el archivo del
caso. Además, la compensación debería haber sido entre las sanciones, es decir, la multa
pagada y las medidas adoptadas, pero esto no se tuvo en cuenta correctamente.

La tesis del fiscal de que el abono de la multa se tuvo en cuenta al fijar la duración de la
medida de libertad vigilada no puede ser aceptada, ya que no se corresponde con los
argumentos de los órganos judiciales. El juzgado de menores consideró la necesidad de
evitar una doble condena y descontó la sanción administrativa de la responsabilidad civil,
pero la duración de la medida de libertad vigilada se decidió en base a la obligación de
individualización y no como un descuento que garantizara el derecho a no sufrir una doble
condena.

En conclusión, los órganos judiciales no realizaron la compensación necesaria para evitar el


exceso punitivo y se vulneró el derecho del recurrente a no sufrir una doble condena por los
mismos hechos. Por lo tanto, se estima el recurso y se otorga el amparo solicitado,
anulando las sentencias impugnadas para restablecer la garantía del non bis in idem
material.

FALLO.

El Tribunal Constitucional ha decidido estimar el recurso de amparo presentado por


Abraham Alejandro Martínez López debido a la vulneración de su derecho fundamental a la
legalidad penal y sancionadora en relación al principio non bis in idem material (artículo 25.1
de la Constitución española). En consecuencia, se reconoce la violación de sus derechos y
se declara la nulidad de la sentencia del Juzgado de Menores y de la sentencia de la
Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante.

El Tribunal Constitucional ordena restablecer a Abraham Alejandro Martínez López en su


derecho y dispone que esta sentencia sea publicada en el Boletín Oficial del Estado. La
sentencia fue emitida el seis de febrero de dos mil veintitrés.
Sin embargo, se presentaron votos particulares por parte de los magistrados Enrique
Arnaldo Alcubilla y César Tolosa Tribiño, quienes discrepan de la decisión de estimar el
recurso de amparo. Argumentan que el recargo impuesto por Ferrocarrils de la Generalitat
Valenciana (FGV) no constituye una sanción administrativa, por lo que no se cumple el
requisito para considerar vulnerado el principio non bis in idem material. Además,
consideran que la sentencia revisa la calificación jurídica realizada por los tribunales
ordinarios, lo cual no corresponde al Tribunal Constitucional. También argumentan que la
doctrina constitucional sobre los recargos administrativos no respalda la decisión de
considerar el recargo como una sanción. En conclusión, sostienen que el recurso de
amparo debería haber sido desestimado.

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