Temario Comun

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TEMARIO COMUN

Índice:
Tema 1.- La Constitución Española de 1978: estructura. Principios generales. Los derechos y
deberes fundamentales. Sus garantías.

Tema 2.- La Administración Pública en la Constitución Española. Tipología de los entes


públicos territoriales: la administración del Estado, Autonómica y Local. Las Comunidades
Autónomas. Los Estatutos de Autonomía. Especial referencia al Estatuto de Autonomía de
Andalucía.

Tema 3.- Las formas de actividad de las Entidades Locales: policía, fomento y servicio público.
La intervención administrativa local en la actividad privada: licencias y autorizaciones
administrativas.

Tema 4.- El Régimen Local Español. Principios constitucionales y regulación jurídica de la


Administración Local: Entidades que la integran.

Tema 5.- Sometimiento de la Administración a la Ley y al Derecho. Fuentes del Derecho


Público. Jerarquía normativa.

Tema 6.- La Hacienda Local. Clasificación de los recursos. Ordenanzas fiscales.

Tema 7.- Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la Información Pública y


Buen Gobierno: derecho de acceso a la información pública y concepto de información pública.
Solicitud, tramitación y acceso parcial. Solicitud de acceso a la información. Publicidad activa
de información institucional, organizativa y de planificación.

Tema 8.- Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad efectiva de mujeres y
hombres: objeto de la Ley y ámbito de aplicación. Criterios generales de actuación de los
Poderes Públicos según la Ley 3/2007. Concepto y contenido de los planes de igualdad de las
empresas. Acoso sexual y acoso por razón de sexo. Publicidad institucional e imagen pública
no sexista.

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Tema 1.- La Constitución Española de 1978: estructura. Principios generales. Los
derechos y deberes fundamentales. Sus garantías.

Estructura de la Constitución:

Se compone de: Un preámbulo, Título Preliminar (Art. 1 al 9), Título I. De los Derechos y
Deberes Fundamentales (Art. 10 a 55), Título II: De la Corona (Art. 56 a 65), Título III. De las
Cortes Generales. (Art. 66 a 96), Título IV. Del Gobierno y la Administración. (Art. 97 a 107),
Título V: De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales. (Art. 108 a 116), Título VI.
Del Poder Judicial. (Art. 117 a 127), Título VII. Economía y Hacienda. (Art. 128 a 136), Título VIII.
De la Organización territorial del Estado. (Art. 137 a 158), Título IX. Del Tribunal Constitucional.
(Art. 159 a 165), Título X. De la Reforma Constitucional. (Art. 166 a 169), Cuatro Disposiciones
Adicionales. Nueve Disposiciones Transitorias. Una Disposición Derogatoria. Una Disposición
final.

De su contenido, cabe destacar:

El Preámbulo: Contiene los principios y valores que son desarrollados posteriormente,


los fundamentos del orden constitucional y los objetivos que persigue la Constitución.

El Título Preliminar, que contiene en 9 artículos, los principios, caracteres y valores


fundamentales:

- el artículo 1 con la definición de cómo se constituye el Estado español.

- el artículo 2 con el fundamento de la misma.

- el artículo 3 la lengua oficial.

- el artículo 4 con la bandera.

- el artículo 5 con la capitalidad.

- el artículo 6 con la definición de partidos políticos.

- el artículo 7 con los sindicatos y organizaciones empresariales.

- el artículo 8 con la definición y exigencia en la regulación para las Fuerzas Armadas.

- el artículo 9 con los principios de funcionamiento y la exigencia de someterse a la


legalidad de todos los ciudadanos y los poderes públicos de la nación española.

El Título Primero, donde se recogen los derechos y deberes fundamentales. Este Título
I se divide en:

- El artículo 10: introductorio de todos los derechos y libertades fundamentales. Reconoce la


dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la
personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político
y de la paz social. Asimismo, establece que las normas relativas a los derechos fundamentales
y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la
Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las
mismas materias ratificados por España.

- El Capítulo I: “De los españoles y extranjeros” (artículos 11, 12 y 13).

- El Capítulo II: “Derechos y Libertades” (artículos 14 a 38) Artículo 14. Los españoles son
iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. A partir
de este artículo, el capítulo se divide en dos Secciones:

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• “Derechos fundamentales y libertades públicas” (Sección 1ª, artículos 15 a 29).

• “Derechos fundamentales y deberes de los ciudadanos” (Sección 2ª, artículos 30 a 38).

- El Capítulo III: “Principios rectores de la política social y económica” (artículos 39 a 52).

- El Capítulo IV: “Garantías de las libertades y derechos fundamentales” (artículos 53 y 54).

- El Capítulo V: “Suspensión de derechos y libertades” (artículo 55).

A continuación, se definen los órganos de poder, regulando los órganos constitucionales y


poderes del Estado, así como las relaciones entre los mismos. Incluye:

El Título II: “De la Corona”

La Corona es la institución que da titularidad a la forma política del Estado Español. El Rey es
símbolo de la unidad y permanencia del Estado, arbitra y modera el funcionamiento regular de
las instituciones, y asume todas las atribuciones que la Constitución y las leyes le confieren. La
persona del Rey es inviolable, y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos habrán de ser
refrendados.

El Título III: “De las Cortes Generales”

Las Cortes Generales representan al pueblo español y se componen del Congreso de Diputados
y del Senado. Ejercen la potestad legislativa, aprueban sus presupuestos, controlan la acción del
gobierno y asumen las demás atribuciones que les confiere la Constitución y las leyes. Sus
miembros son elegidos en elecciones generales cada cuatro años por el pueblo español.

El Título IV: “Del Gobierno y de la Administración”

El Gobierno español ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria, de acuerdo con la


Constitución y las leyes. Se compone del presidente del Gobierno (elegido en el Congreso de
Diputados) y de los ministros, elegidos por el presidente. Además, puede existir, en su caso, la
figura del/los vicepresidentes.

El Título V: “De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales”

El Título VI: “Del Poder Judicial”

La Justicia, que emana del pueblo, se administra en nombre del Rey por los Jueces y
Magistrados que desempeñan, en los juzgados y tribunales, la función de juzgar y hacer ejecutar
lo juzgado. El órgano de gobierno del Poder Judicial es el Consejo General del Poder Judicial. El
órgano judicial máximo en el poder judicial es el Tribunal Supremo.

Título VII: “Economía y Hacienda”

Título VIII: “De la organización territorial del Estado”

Establece que España se organiza territorialmente en municipios, provincias y CCAA. Todas


estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses. Se garantiza
el principio de igualdad de todos los españoles en las distintas partes del territorio español y el
de solidaridad entre territorios. Para ello, existe un fondo de compensación territorial gestionado
por las Cortes Generales que ayuda económicamente a las CCAA.

Título IX: “Del Tribunal Constitucional”

El Tribunal Constitucional está compuesto por 12 miembros nombrados por el Rey (uno de ellos
presidente). Su función es salvaguardar la Constitución Española. Es competente para conocer
del recurso de inconstitucionalidad, de la cuestión de inconstitucionalidad, del recurso de amparo,
y de los conflictos de competencias entre el Estado y las CCAA, o de los de éstas entre sí.

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Título X: “De la Reforma Constitucional”

La solicitud de reforma de la Constitución podrá solicitarse desde cualquiera de las Cámaras


nacionales o de las CCAA. Puede ser de dos tipos:

- Parcial: Debe aprobarse por mayoría de 3/5 de cada una de las Cámaras en primera votación.
En segunda votación, se requiere mayoría de 2/3 del Congreso y Absoluta del Senado. Aprobada
la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando así
lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los
miembros de cualquiera de las Cámaras.

- Total o parcial que afecta a las partes esenciales –título preliminar, al Capítulo

segundo, Sección primera del Título I, o al Título II. Se requiere la aprobación por mayoría
2/3 de cada Cámara, y se procede a la disolución inmediata de las Cortes. Las Cámaras elegidas
deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser
aprobado por mayoría de 2/3 de ambas Cámaras. Aprobada la reforma por las Cortes Generales,
será sometida a referéndum para su ratificación.

Se prohíbe proponer reformar la Constitución en tiempo de guerra, o de vigencia de los Estados


de Alarma, Excepción o Sitio.

Durante su periodo de vigencia se han producido dos reformas, una en el año 1992 en la que se
añadió en el artículo 13.2, la expresión “y pasivo" referida al ejercicio del derecho de sufragio de
los extranjeros en elecciones municipales. La segunda de ellas fue a causa de la modificación
del artículo 135 con el objetivo de garantizar el principio de estabilidad presupuestaria vinculando
a todas las administraciones públicas, a reforzar el compromiso de España con la Unión Europea
y garantizar la sostenibilidad económica y social.

Otras disposiciones

• Cuatro disposiciones adicionales y nueve disposiciones transitorias, sobre ordenación


territorial.
• Una disposición derogatoria que deroga expresamente las leyes Fundamentales y,
genéricamente, cuantas disposiciones se opongan a la Constitución.
• Una disposición final que establece la vigencia inmediata y la publicación en las demás
lenguas españolas aparte del castellano.

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La Constitución Española de 1978 es la ley fundamental que establece las bases del
ordenamiento jurídico en España. Su estructura se compone de un preámbulo y un total de 169
artículos, agrupados en un título preliminar y diez títulos numerados. A continuación, se
proporciona una visión general de la estructura de la Constitución Española de 1978:

1. Título Preliminar:

Contiene los principios fundamentales de la Constitución, como la soberanía nacional, la forma


política del Estado (monarquía parlamentaria), la unidad de la nación española y la división de
poderes.

2. Título I: Derechos y Libertades:

Establece los derechos fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos españoles.
Incluye derechos individuales, sociales y económicos, así como las garantías para su protección.

3. Título II: La Corona:

Define el papel de la monarquía parlamentaria en España, estableciendo las funciones del Rey,
su sucesión, y las normas sobre la Regencia en caso de minoría de edad o incapacidad del Rey.

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4. Título III: Las Cortes Generales:

Regula el funcionamiento de las Cortes Generales, compuestas por el Congreso de los Diputados
y el Senado. Establece las competencias y el proceso legislativo.

5. Título IV: El Gobierno y la Administración:

Detalla la estructura y funciones del Gobierno, encabezado por el presidente del Gobierno.
También aborda la Administración Pública y su relación con el Gobierno.

6. Título V: Relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales:

Establece las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales, incluyendo la cuestión de
confianza, la moción de censura y la fiscalización del Gobierno por parte del Parlamento.

7. Título VI: El Poder Judicial:

Define la organización y funcionamiento del Poder Judicial, incluyendo el Tribunal Supremo y el


Consejo General del Poder Judicial. Garantiza la independencia judicial.

8. Título VII: Economía y Hacienda:

Regula la economía y las finanzas públicas, estableciendo los principios fundamentales de la


política económica y las competencias en materia financiera.

9. Título VIII: Organización Territorial del Estado:

Aborda la estructura del Estado español, reconociendo las autonomías y estableciendo las bases
del sistema de distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas.

10. Título IX: Tribunal Constitucional:

Define la estructura y funciones del Tribunal Constitucional, encargado de garantizar la


supremacía de la Constitución y resolver los conflictos de competencia entre el Estado y las
Comunidades Autónomas, así como entre órganos constitucionales.

11. Título X: Reforma Constitucional:

Establece los procedimientos para llevar a cabo posibles reformas en la Constitución.

12. Disposiciones Adicionales, Transitorias, Derogatoria y Final:

Incluye disposiciones adicionales que complementan los preceptos generales, disposiciones


transitorias para regular situaciones específicas y disposiciones derogatorias para anular
normativas anteriores. La disposición final establece la entrada en vigor de la Constitución.

El preámbulo destaca los valores en los que se fundamenta la Constitución, como la libertad, la
justicia, la igualdad y el pluralismo político. En resumen, la estructura de la Constitución Española
de 1978 refleja la organización del Estado, los derechos fundamentales y las garantías para su
protección.

Principios Generales:

Los principios de la Constitución se empiezan a enunciar en su Preámbulo, texto que no tiene


valor normativo (es decir, que no puede aplicarse como un artículo) pero que tiene importancia
desde el punto de vista simbólico e interpretativo. Su texto es:

La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien


de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:

• Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme


a un orden económico y social justo.

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• Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la
voluntad popular.
• Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos
humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
• Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna
calidad de vida.
• Establecer una sociedad democrática avanzada. - Colaborar en el fortalecimiento de
unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la tierra.

Los principios básicos regulados en el Título Preliminar de la Constitución son:

España se constituye en un Estado social y democrático de derecho que propugna como


valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo
político (art. 1.1 CE). Un estado social es aquél que reconoce pretensiones de los individuos
frente a la comunidad; a través de él se consigue la protección social y económica de todos los
ciudadanos. El Estado es democrático porque en el pueblo reside la soberanía nacional, de él
emanan los poderes del Estado y participa en los asuntos públicos. Nos encontramos ante un
Estado de Derecho cuando dicho Estado se encuentra organizado por un poder político; este
poder deberá dictar las normas precisas para garantizar los derechos y libertades de los
individuos y de los grupos en que se integran, tutelando de esta manera el bienestar común.

Los valores superiores del ordenamiento jurídico son:

• Libertad: La libertad se reconoce expresamente como un derecho en el art. 17. El texto


constitucional recoge la libertad en todas sus manifestaciones; así se desarrolla como:
o Libertad física Los arts. 17 y 19 CE regulan el tiempo máximo de detención
preventiva y el procedimiento de habeas corpus para los detenidos ilegalmente,
así como la libertad de residencia y circulación.
o Libertad de pensamiento El art. 16 reconoce el derecho a la libertad ideológica
y religiosa.
o Libertad de expresión y de información Recogida en art. 20.
o Derecho a ejercer la libertad de forma individual y colectiva De este modo el art.
22 reconoce el derecho de asociación y el art. 21 el derecho de reunión.
o Derecho a ejercer la libertad para participar en asuntos públicos.
o Medios para defender la libertad.

• Justicia: La justicia es el instrumento con el cual se consigue que la libertad y la igualdad


sean de aplicación para todos los ciudadanos. El art. 117 de la Constitución establece
que la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y
Magistrados integrantes del Poder Judicial, independientes, inamovibles, responsables
y sometidos únicamente al imperio de la ley. La palabra “justicia” no se utiliza en el
sentido de hacer justicia, sino que se emplea en consonancia con el art. 1.2 de la
Constitución que establece que la soberanía nacional reside en el pueblo del que
emanan los poderes del Estado; en este sentido el poder judicial, como el de los
restantes poderes del Estado, emana del pueblo. Igualmente, como se desprende del
art. 24 CE, debe destacarse el derecho de toda persona a obtener la tutela efectiva de
los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos. Finalmente,
la Constitución en su art. 119 consagra el principio de gratuidad de la justicia, en los
casos que así lo establezca la ley, y, en todo caso, respecto de quienes acrediten
insuficiencia de recursos para litigar.

• Igualdad: La igualdad es un principio que tiene distintas facetas, y así se refleja en


nuestro texto constitucional:
o Principio de igualdad ante la ley. El art. 14 CE establece que los españoles son
iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social.

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o Compromiso de los poderes públicos. El art. 9.2 CE establece que corresponde
a los poderes públicos promover las condiciones para que la igualdad sea real y
efectiva, removiendo los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud. El art.
40 CE establece que los poderes públicos promoverán las condiciones
favorables para una distribución de la renta regional y personal más equitativa.
o Igualdad de los españoles en todo el territorio del Estado. Art. 139.1 CE: “Todos
los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del
territorio del Estado”.

• Pluralismo Político: El pluralismo político como valor superior del ordenamiento jurídico
tiene su principal manifestación en el art. 6 de la Constitución que establece: “Los
partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y
manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación
política”. El texto constitucional contiene múltiples referencias que conforman la base
sobre la que se asienta la existencia de los partidos políticos como expresión del
pluralismo político, así:
o El art. 10 CE reconoce el libre desarrollo de la personalidad.
o El art. 14 CE establece la no discriminación por razón de opinión.
o El art. 16 CE reconoce el derecho a la libertad ideológica y religiosa.
o El art. 20 CE reconoce el derecho a la libertad de expresión, de pensamiento, de
ideas, etc.
o Los arts. 21, 22 y 23 CE reconocen los derechos de reunión, asociación y
participación en los asuntos públicos, respectivamente. Visto el pluralismo
político, ha de tenerse en cuenta que hay también otras manifestaciones del
pluralismo, como pueden ser:
o Pluralismo lingüístico, como consecuencia de la configuración del Estado
autonómico (arts. 3 y 4).

El pluralismo sindical (art 28). - El pluralismo profesional, (arts. 36 y 52), sobre el que se basa la
creación y defensa de los colegios profesionales.

PREÁMBULO

La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien


de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:

Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un


orden económico y social justo. Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la
ley como expresión de la voluntad popular. Proteger a todos los españoles y pueblos de España
en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de
vida. Establecer una sociedad democrática avanzada, y Colaborar en el fortalecimiento de unas
relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.

En consecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica la siguiente CONSTITUCIÓN

TÍTULO PRELIMINAR

Artículo 1.

1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como


valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo
político.

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2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

Artículo 2.

La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e


indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Artículo 3.

1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de
conocerla y el derecho a usarla.

2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades
Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.

3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que


será objeto de especial respeto y protección.

Artículo 4.

1. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo
la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.

2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas.
Estas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales.

Artículo 5.

La capital del Estado es la villa de Madrid.

Artículo 6.

Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación


de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación
y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura
interna y funcionamiento deberán ser democráticos.

Artículo 7.

Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y


promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios. Su creación y el ejercicio
de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y
funcionamiento deberán ser democráticos.

Artículo 8.

1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire,
tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad
territorial y el ordenamiento constitucional.

2. Una ley orgánica regulará las bases de la organización militar conforme a los principios de la
presente Constitución.

Artículo 9.

1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico.

2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad
del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos

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que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida
política, económica, cultural y social.

3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las


normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de
derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad
de los poderes públicos.

Derechos y deberes fundamentales de la constitución (Corresponde al Título I de la Constitución)

TÍTULO I

De los derechos y deberes fundamentales

Artículo 10.

1. La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo
de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden
político y de la paz social.

2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución
reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos
y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.

CAPÍTULO PRIMERO

De los españoles y los extranjeros

Artículo 11.

1. La nacionalidad española se adquiere, se conserva y se pierde de acuerdo con lo establecido


por la ley.

2. Ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad.

3. El Estado podrá concertar tratados de doble nacionalidad con los países iberoamericanos o
con aquellos que hayan tenido o tengan una particular vinculación con España. En estos mismos
países, aun cuando no reconozcan a sus ciudadanos un derecho recíproco, podrán naturalizarse
los españoles sin perder su nacionalidad de origen.

Artículo 12.

Los españoles son mayores de edad a los dieciocho años.

Artículo 13.

1. Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas que garantiza el presente Título
en los términos que establezcan los tratados y la ley.

2. Solamente los españoles serán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23, salvo
lo que, atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o ley para el
derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales.

3. La extradición sólo se concederá en cumplimiento de un tratado o de la ley, atendiendo al


principio de reciprocidad. Quedan excluidos de la extradición los delitos políticos, no
considerándose como tales los actos de terrorismo.

4. La ley establecerá los términos en que los ciudadanos de otros países y los apátridas podrán
gozar del derecho de asilo en España.

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CAPÍTULO SEGUNDO

Derechos y libertades

Artículo 14.

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón
de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o
social.

Sección 1.ª De los derechos fundamentales y de las libertades públicas

Artículo 15.

Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan
ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de
muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.

Artículo 16.

1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin
más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público
protegido por la ley.

2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.

3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las
creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de
cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

Artículo 17.

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su
libertad, sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma
previstos en la ley.

2. La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la
realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso,
en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a
disposición de la autoridad judicial.

3. Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea
comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a
declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y
judiciales, en los términos que la ley establezca.

4. La ley regulará un procedimiento de «habeas corpus» para producir la inmediata puesta a


disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el
plazo máximo de duración de la prisión provisional.

Artículo 18.

1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

2. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento


del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.

3. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y


telefónicas, salvo resolución judicial.

4. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar
de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.

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Artículo 19.

Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio
nacional.

Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley
establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos.

Artículo 20.

1. Se reconocen y protegen los derechos:

a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el


escrito o cualquier otro medio de reproducción.

b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.

c) A la libertad de cátedra.

d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley
regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas
libertades.

2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social


dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de
los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las
diversas lenguas de España.

4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en
los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la
intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.

5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de


información en virtud de resolución judicial.

Artículo 21.

1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no


necesitará autorización previa.

2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará


comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas
de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

Artículo 22.

1. Se reconoce el derecho de asociación.

2. Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales.

3. Las asociaciones constituidas al amparo de este artículo deberán inscribirse en un registro a


los solos efectos de publicidad.

4. Las asociaciones sólo podrán ser disueltas o suspendidas en sus actividades en virtud de
resolución judicial motivada.

5. Se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.

12
Artículo 23.

1. Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por
medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.

2. Asimismo, tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos


públicos, con los requisitos que señalen las leyes.

Artículo 24.

1. Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse
indefensión.

2. Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a
la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso
público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba
pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la
presunción de inocencia.

La ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará
obligado a declarar sobre hechos presuntamente delictivos.

Artículo 25.

1. Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de
producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vigente en
aquel momento.

2. Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la
reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena
de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este
Capítulo, a excepción de los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo
condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria. En todo caso, tendrá derecho a un
trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, así como al
acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad.

3. La Administración civil no podrá imponer sanciones que, directa o subsidiariamente, impliquen


privación de libertad.

Artículo 26.

Se prohíben los Tribunales de Honor en el ámbito de la Administración civil y de las


organizaciones profesionales.

Artículo 27.

1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.

2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a


los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.

3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban
la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.

5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una


programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores
afectados y la creación de centros docentes.

6. Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes,


dentro del respeto a los principios constitucionales.

13
7. Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de
todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la
ley establezca.

8. Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para garantizar el


cumplimiento de las leyes.

9. Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la ley
establezca.

10. Se reconoce la autonomía de las Universidades, en los términos que la ley establezca.

Artículo 28.

1. Todos tienen derecho a sindicarse libremente. La ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de
este derecho a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a disciplina
militar y regulará las peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos. La libertad
sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, así como el
derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones sindicales
internacionales o a afiliarse a las mismas. Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato.

2. Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La


ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el
mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad.

Artículo 29.

1. Todos los españoles tendrán el derecho de petición individual y colectiva, por escrito, en la
forma y con los efectos que determine la ley.

2. Los miembros de las Fuerzas o Institutos armados o de los Cuerpos sometidos a disciplina
militar podrán ejercer este derecho sólo individualmente y con arreglo a lo dispuesto en su
legislación específica.

Sección 2.ª De los derechos y deberes de los ciudadanos

Artículo 30.

1. Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España.

2. La ley fijará las obligaciones militares de los españoles y regulará, con las debidas garantías,
la objeción de conciencia, así como las demás causas de exención del servicio militar obligatorio,
pudiendo imponer, en su caso, una prestación social sustitutoria.

3. Podrá establecerse un servicio civil para el cumplimiento de fines de interés general.

4. Mediante ley podrán regularse los deberes de los ciudadanos en los casos de grave riesgo,
catástrofe o calamidad pública.

Artículo 31.

1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad


económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y
progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.

2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su


programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.

3. Sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con


arreglo a la ley.

14
Artículo 32.

1. El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.

2. La ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y
deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos

Artículo 33.

1. Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia.

2. La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes.

3. Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública
o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto
por las leyes.

Artículo 34.

1. Se reconoce el derecho de fundación para fines de interés general, con arreglo a la ley.

2. Regirá también para las fundaciones lo dispuesto en los apartados 2 y 4 del artículo 22.

Artículo 35.

1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de
profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para
satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse
discriminación por razón de sexo.

2. La ley regulará un estatuto de los trabajadores.

Artículo 36.

La ley regulará las peculiaridades propias del régimen jurídico de los Colegios Profesionales y el
ejercicio de las profesiones tituladas. La estructura interna y el funcionamiento de los Colegios
deberán ser democráticos.

Artículo 37.

1. La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los
trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios.

2. Se reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar medidas de conflicto


colectivo. La ley que regule el ejercicio de este derecho, sin perjuicio de las limitaciones que
puedan establecer, incluirá las garantías precisas para asegurar el funcionamiento de los
servicios esenciales de la comunidad.

Artículo 38.

Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes


públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las
exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación.

CAPÍTULO TERCERO

De los principios rectores de la política social y económica

Artículo 39.

1. Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia.

2. Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección integral de los hijos, iguales éstos
ante la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil.
La ley posibilitará la investigación de la paternidad.

15
3. Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro o fuera del
matrimonio, durante su minoría de edad y en los demás casos en que legalmente proceda.

4. Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus
derechos.

Artículo 40.

1. Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y
económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de
una política de estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al
pleno empleo.

2. Asimismo, los poderes públicos fomentarán una política que garantice la formación y
readaptación profesionales; velarán por la seguridad e higiene en el trabajo y garantizarán el
descanso necesario, mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas
retribuidas y la promoción de centros adecuados.

Artículo 41.

Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los
ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de
necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias
serán libres.

Artículo 42.

El Estado velará especialmente por la salvaguardia de los derechos económicos y sociales de


los trabajadores españoles en el extranjero y orientará su política hacia su retorno.

Artículo 43.

1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.

2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas
preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y
deberes de todos al respecto.

3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte.


Asimismo, facilitarán la adecuada utilización del ocio.

Artículo 44.

1. Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen
derecho.

2. Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio


del interés general.

Artículo 45.

1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la


persona, así como el deber de conservarlo.

2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el
fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente,
apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.

3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se
establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar
el daño causado.

16
Artículo 46.

Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del


patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran,
cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados
contra este patrimonio.

Artículo 47.

Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes
públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para
hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general
para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción
urbanística de los entes públicos.

Artículo 48.

Los poderes públicos promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la
juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural.

Artículo 49.

Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración
de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos a los que prestarán la atención especializada
que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título
otorga a todos los ciudadanos.

Artículo 50.

Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente


actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y
con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema
de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.

Artículo 51.

1. Los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo,


mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos intereses económicos
de los mismos.

2. Los poderes públicos promoverán la información y la educación de los consumidores y


usuarios, fomentarán sus organizaciones y oirán a éstas en las cuestiones que puedan afectar a
aquéllos, en los términos que la ley establezca.

3. En el marco de lo dispuesto por los apartados anteriores, la ley regulará el comercio interior y
el régimen de autorización de productos comerciales.

Artículo 52.

La ley regulará las organizaciones profesionales que contribuyan a la defensa de los intereses
económicos que les sean propios. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser
democráticos.

CAPÍTULO CUARTO

De las garantías de las libertades y derechos fundamentales

Artículo 53.

1. Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo segundo del presente Título vinculan a
todos los poderes públicos. Sólo por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial,
podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades, que se tutelarán de acuerdo con lo
previsto en el artículo 161, 1, a).

17
2. Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el
artículo 14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante los Tribunales ordinarios por un
procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del
recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Este último recurso será aplicable a la
objeción de conciencia reconocida en el artículo 30.

3. El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo


tercero informarán la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes
públicos. Sólo podrán ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que
dispongan las leyes que los desarrollen.

Artículo 54.

Una ley orgánica regulará la institución del Defensor del Pueblo, como alto comisionado de las
Cortes Generales, designado por éstas para la defensa de los derechos comprendidos en este
Título, a cuyo efecto podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes
Generales.

CAPÍTULO QUINTO

De la suspensión de los derechos y libertades

Artículo 55.

1. Los derechos reconocidos en los artículos 17, 18, apartados 2 y 3, artículos 19, 20, apartados
1, a) y d), y 5, artículos 21, 28, apartado 2, y artículo 37, apartado 2, podrán ser suspendidos
cuando se acuerde la declaración del estado de excepción o de sitio en los términos previstos
en la Constitución. Se exceptúa de lo establecido anteriormente el apartado 3 del artículo 17 para
el supuesto de declaración de estado de excepción.

2. Una ley orgánica podrá determinar la forma y los casos en los que, de forma individual y con
la necesaria intervención judicial y el adecuado control parlamentario, los derechos reconocidos
en los artículos 17, apartado 2, y 18, apartados 2 y 3, pueden ser suspendidos para personas
determinadas, en relación con las investigaciones correspondientes a la actuación de bandas
armadas o elementos terroristas.

La utilización injustificada o abusiva de las facultades reconocidas en dicha ley orgánica


producirá responsabilidad penal, como violación de los derechos y libertades reconocidos por las
leyes.

Garantías:

El artículo 53 de la CE establece una serie de garantías en relación con los capítulos II y III. Son
las siguientes:

1. Capítulo II artículos 14-38 de la CE

El artículo 53.1 de la CE establece que los derechos y libertades del capítulo II (arts. 14-38 de la
CE) del título I vinculan a todos los poderes públicos. El desarrollo de los derechos y libertades
ahí regulados se realizará por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, y
estarán tutelados de acuerdo con lo previsto en el artículo 161.1. a) de la CE:

«El Tribunal Constitucional tiene jurisdicción en todo el territorio español y es competente para
conocer:

a) Del recurso de inconstitucionalidad contra leyes y disposiciones normativas con


fuerza de ley.

Por lo tanto, se puede deducir, que estos derechos comprendidos en los artículos 14 a 38 de la
CE, cuentan con una triple garantía:

18
1.1. Fuerza vinculante

En tanto que vinculan a todos los poderes públicos del Estado. En este sentido, de los arts.
14 a 38, componentes del capítulo segundo del título primero, pues el párrafo primero del art. 53
declara que los derechos y libertades reconocidos en dicho capítulo "vinculan a todos los poderes
públicos". Que el ejercicio de tales derechos haya de regularse solo por ley y la necesidad de
que esta respete su contenido esencial, implican que esos derechos ya existen, con carácter
vinculante para todos los poderes públicos entre los cuales se insertan obviamente "los jueces y
magistrados integrantes del poder judicial" (art. 117 de la CE)».

1.2. Reserva de ley

Se encomienda el desarrollo de tales derechos a la ley, que tendrá que hacerse atendiendo a lo
establecido en el artículo 81 de la CE, por lo que la ley tendrá que ser una ley orgánica. De este
modo, se garantiza que son las Cortes, como representantes del pueblo, quienes ostentan
únicamente la potestad para desarrollar las libertades y derechos fundamentales protegidos
constitucionalmente, evitando toda intervención del ejecutivo.

1.3. Control constitucional de las leyes que los desarrollen

En cuanto se puede acudir al artículo 161 de la CE, para someter a juicio su constitucionalidad.

2. Garantías especiales del artículo 14 de la CE y sección 1.ª (arts. 15-29 de la CE)

El apartado 2. del artículo 53 de la CE regula una serie de garantías especiales en relación con
el art. 14 de la CE y los establecidos en la sección 1.ª del capítulo II del título I.

Estas garantías consisten en que cualquier ciudadano pueda recabar la tutela de las libertades
y derechos reconocidos en el artículo 14 de la CE y en la sección 1.ª del capítulo II del título I,
ante los tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia
y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

A TENER EN CUENTA. Es muy importante recordar que, a pesar de que el procedimiento


especial preferente y sumario y el recurso de amparo se establezcan como especificidades de
los artículos 14 a 29 de la CE, el recurso de amparo se prevé también para el derecho a
la objeción de conciencia del artículo 30 de la CE.

Por otro lado, respecto al amparo constitucional, otorgado por medio del recurso de amparo,
el Tribunal Constitucional se convierte en un garante máximo de los derechos y libertades. Es un
recurso complementario, que requiere el agotamiento de la vía judicial previa.

3. Capítulo III artículos 39-52 de la CE

Por último, en lo relativo al capítulo III, el apartado3.del artículo 53 de la CE establece que el


reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en este, informarán la
legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos, y, solo
podrán ser alegados ante la jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que dispongan las leyes que
los desarrollen.

En este capítulo se regulan preceptos muy variados, desde derechos sociales, prestacionales,
de interés general, así como mandatos al legislador. Estos tienen como finalidad orientar la
actuación de los poderes públicos, por lo que no implican una aplicación inmediata. Asimismo,
requieren de un desarrollo legislativo para poder ser alegadas ante los tribunales ordinarios.

El Defensor del Pueblo

La figura del Defensor del Pueblo se prevé en el artículo 54 de la CE.

Se le conoce como «alto comisionado de las Cortes Generales». El defensor del pueblo será
elegido por las Cortes para un periodo de cinco años, y se dirigirá a las mismas a través de los
presidentes del Congreso y del Senado, respectivamente (art. 2 de la LODP).

19
Su función es la defensa de los derechos comprendidos en el título I de la CE, convirtiéndose en
una garantía institucional de aquellos. Asimismo, supervisará la actividad de la Administración
dando cuenta anualmente a las Cortes, mediante un informe de la gestión realizada que
presentará ante las mismas cuando se hallen reunidas en periodo ordinario de sesiones (art. 32
de la LODP). Para ello, contará con la asistencia de dos adjuntos, adjunto primero y adjunto
segundo, nombrados por él. Cuenta con autonomía funcional en el ejercicio de sus funciones
(art. 6.1 de la LODP).

Para ser defensor del pueblo es necesario ser español, mayor de edad y encontrarse en pleno
disfrute de derechos civiles y políticos (art. 3 de la LODP).

Asimismo, se establece que el defensor del pueblo no estará sujeto a mandato imperativo
alguno, pues no recibirá instrucciones de ninguna autoridad. El defensor del pueblo gozará de
inviolabilidad y no podrá ser detenido, expedientado, multado, perseguido o juzgado en razón a
las opiniones que formule o a los actos que realice en el ejercicio de las competencias propias
de su cargo (art. 6.2 de la LODP).

20
Tema 2.- La Administración Pública en la Constitución Española. Tipología de los entes
públicos territoriales: la administración del Estado, Autonómica y Local. Las
Comunidades Autónomas. Los Estatutos de Autonomía. Especial referencia al Estatuto de
Autonomía de Andalucía.

TÍTULO IV
Del Gobierno y de la Administración

Artículo 97.
El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del
Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y
las leyes.

Artículo 98.
1. El Gobierno se compone del presidente, de los vicepresidentes, en su caso, de los
ministros y de los demás miembros que establezca la ley.
2. El presidente dirige la acción del Gobierno y coordina las funciones de los demás
miembros del mismo, sin perjuicio de la competencia y responsabilidad directa de éstos
en su gestión.
3. Los miembros del Gobierno no podrán ejercer otras funciones representativas que las
propias del mandato parlamentario, ni cualquier otra función pública que no derive de su
cargo, ni actividad profesional o mercantil alguna.
4. La ley regulará el estatuto e incompatibilidades de los miembros del Gobierno.

Artículo 99.
1. Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos
constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes
designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del
presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.
2. El candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el
Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y
solicitará la confianza de la Cámara.
3. Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros,
otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará presidente. De no
alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta
y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere
la mayoría simple.
4. Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se
tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores.
5. Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura,
ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas
Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del presidente del Congreso.

Artículo 100.
Los demás miembros del Gobierno serán nombrados y separados por el Rey, a
propuesta de su presidente.

Artículo 101.
1. El Gobierno cesa tras la celebración de elecciones generales, en los casos de pérdida
de la confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento
de su presidente.
2. El Gobierno cesante continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo
Gobierno.

Artículo 102.
1. La responsabilidad criminal del presidente y los demás miembros del Gobierno será
exigible, en su caso, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
2. Si la acusación fuere por traición o por cualquier delito contra la seguridad del Estado en
el ejercicio de sus funciones, sólo podrá ser planteada por iniciativa de la cuarta parte de
los miembros del Congreso, y con la aprobación de la mayoría absoluta del mismo.

21
3. La prerrogativa real de gracia no será aplicable a ninguno de los supuestos del presente
artículo.

Artículo 103.
1. La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de
acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y
coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho.
2. Los órganos de la Administración del Estado son creados, regidos y coordinados de
acuerdo con la ley.
3. La ley regulará el estatuto de los funcionarios públicos, el acceso a la función pública de
acuerdo con los principios de mérito y capacidad, las peculiaridades del ejercicio de su
derecho a sindicación, el sistema de incompatibilidades y las garantías para la
imparcialidad en el ejercicio de sus funciones.

Artículo 104.
1. Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como
misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad
ciudadana.
2. Una ley orgánica determinará las funciones, principios básicos de actuación y estatutos
de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad.

Artículo 105.
La ley regulará:

a) La audiencia de los ciudadanos, directamente o a través de las organizaciones y


asociaciones reconocidas por la ley, en el procedimiento de elaboración de las
disposiciones administrativas que les afecten.
b) El acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que
afecte a la seguridad y defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad
de las personas.
c) El procedimiento a través del cual deben producirse los actos administrativos,
garantizando, cuando proceda, la audiencia del interesado.

Artículo 106.
1. Los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación
administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines que la justifican.
2. Los particulares, en los términos establecidos por la ley, tendrán derecho a ser
indemnizados por toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo
en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del
funcionamiento de los servicios públicos.

Artículo 107.
El Consejo de Estado es el supremo órgano consultivo del Gobierno. Una ley orgánica
regulará su composición y competencia.

Tipología de los entes públicos territoriales: la administración del Estado, Autonómica y Local.

22
BOLSA DE AUXILIAR ADMINISTRATIVO 2016

TEMA 2

La Administración Pública en el ordenamiento jurídico español. Tipología de los Entes Públicos:


las Administraciones del Estado, Autonómica, Local e Institucional. Relaciones de las Entidades
Locales con las restantes Administraciones Territoriales.

1 – LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN EL ORDENAMIENTO ESPAÑOL


1.1 CONCEPTO
El derecho Administrativo considera a la Administración Pública como una persona jurídica, formada por una
pluralidad de entes dotados de personalidad jurídica y patrimonio propio para el cumplimiento de los fines que el
ordenamiento jurídico le atribuye.
El art. 103.1 de la Constitución, en relación a los fines de la Administración establece que:
“Los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación administrativa, así como el
sometimiento de ésta a los fines que la justifican (art. 106.1 CE)”.

1.2 CARACTERES
La Administración Pública presenta las siguientes características:
- Está formada por una pluralidad de entes, dotados de personalidad jurídica y patrimonios propios.
- Es una persona jurídica.
- Su finalidad principal es la consecución de los intereses generales.
- Su actuación está sometida a la Ley y al Derecho.

1.3 CLASES
El art. 2 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
Común, de 26 de noviembre de 1992 (LRJ-PAC) señala que:
1) Se entiende a los efectos de esta Ley por Administraciones Públicas:
- La Administración General del Estado.
- Las Administraciones de las Comunidades Autónomas.
- Las entidades que integran la Administración Local.
2) Las entidades de Derecho Público con personalidad jurídica propia vinculadas o dependientes de
cualquiera de las Administraciones Públicas, tendrán asimismo la consideración de Administración Pública.
Estas Entidades sujetarán su actividad a la Ley 30/92, de 26 de noviembre cuando ejerzan potestades
administrativas, sometiéndose en el resto de su actividad a lo que dispongan sus normas de creación.
Por tanto, más que de Administración Pública en singular, habrá que hablar de Administraciones Públicas, es
decir, de una pluralidad de entes dotados, todos ellos, de personalidad jurídica, por tanto, con capacidad para ser
titulares de derechos y de obligaciones.
Atendiendo a su naturaleza, las Administraciones Públicas pueden clasificarse en territoriales e
institucionales.
A. TERRITORIALES
a) Son Administraciones Públicas territoriales:
- El Estado.
- Las Comunidades Autónomas.
- La Provincia.
- El Municipio y otros entes locales.
b) Se caracterizan por:
- La importancia fundamental del elemento territorial.
- Su posición dentro del ordenamiento jurídico.
BOLSA DE AUXILIAR ADMINISTRATIVO 2016

- La pluralidad y generalidad de sus fines.


- Su origen, anterior a la ley.
- El carácter cerrado de su número.

B. INSTITUCIONALES
a) Son Administraciones institucionales:
- Las Corporaciones.
- Las Fundaciones.
b) Se caracterizan por:
- El territorio sólo determina su ámbito de actuación.
- Son creadas por la ley.
- La especialización de sus fines.
- Son posteriores a la ley.
- Son de número abierto, pudiendo adoptar diversas formas.

2. ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO


Esta materia se halla regulada por la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y funcionamiento de la
Administración General del Estado y por la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno, así como por los
principios básicos contenidos en los preceptos constitucionales.
Junto a los principios que inspiran la Ley 6/1997, de 14 de abril, la Exposición de Motivos de la misma establece lo
siguiente:
“El servicio a los ciudadanos y a los intereses generales debe estar caracterizado por la objetividad”. “El servicio a
los ciudadanos exige que la estructura y la planta de la Administración General del Estado se ajusten a la realidad
social y, por ello, debe reordenarse en función de los mismos, puesto que tienen legítimo derecho a saber cuáles son
las competencias de cada Administración y a recibir servicios públicos de calidad”

2.1 Concepto y Caracteres.


La Administración General del Estado es aquella parte de la Administración Pública que se encarga de la
gestión en todo el territorio nacional de aquellos servicios y funciones fundamentales para la existencia de la
comunidad.
Se puede caracterizar la Administración General del Estado por las siguientes notas (especialmente
referidas a la Administración Central):
1) Como conjunto, actúa con personalidad jurídica única.
2) Constituye el aparato instrumental básico del Estado en cuanto unidad política.
3) Se encuentra estructurada de manera predominantemente jerárquica y en forma departamental.
4) Desarrolla funciones ejecutivas de carácter administrativo, bajo la dirección del Gobierno.

2.2 Clasificación.
A. Órganos administrativos.
Toda Administración Pública es un conjunto de elementos personales y materiales ordenados en una serie
de unidades, en virtud del principio de división del trabajo a la que se asigna una parte de las competencias que
corresponden a la organización en su totalidad.
Estas unidades en que se descompone la organización de un ente público suelen denominarse con las
expresiones de órgano y oficio.
Así pues, tendrán la consideración de órgano las entidades administrativas, a las que se atribuyan funciones
que tengan efectos jurídicos frente a terceros o cuya actuación tenga carácter preceptivo.
BOLSA DE AUXILIAR ADMINISTRATIVO 2016

B. Órganos superiores y órganos directivos en la organización central.


La organización de la Administración General del Estado responde a los principios de división funcional en
Departamentos Ministeriales y de gestión territorial integrada en Delegaciones del Gobierno en las CCAA, salvo
las excepciones previstas en la ley.
a. En la organización central son órganos superiores
- Los Ministros.
- Los Secretarios de Estado.
b. En la organización central son órganos directivos
- Los Subsecretarios y Secretarios Generales.
- Los Secretarios Generales Técnicos y Directores Generales.
- Los Subdirectores Generales.
C. En la organización territorial.
En la organización territorial de la Administración General del Estado son órganos directivos tanto los
Delegados del Gobierno en las CCAA, que tendrán rango de Subsecretario, como los subdelegados del Gobierno en
las provincias, que tendrán nivel de Subdirector General.
D. En la Administración General del Estado en el exterior.
Son órganos directivos los embajadores y representantes permanentes ante Organizaciones internacionales.
Los órganos superiores y directivos tienen además la condición de alto cargo, excepto los Subdirectores
Generales y asimilados.
Todos los demás órganos de la Administración General del Estado se encuentran bajo la dependencia o
dirección de un órgano superior o directivo.
Corresponde a los órganos superiores establecer los planes de actuación de la organización situada bajo su
responsabilidad y a los órganos directivos su desarrollo y ejecución.
E. Elementos organizativos básicos: unidades administrativas.
Haremos una breve referencia a las unidades administrativas, que son los elementos organizativos básicos
de las estructuras orgánicas.
Las unidades comprenden puestos de trabajo o dotaciones de plantilla vinculados funcionalmente por razón
de sus cometidos y orgánicamente por una jefatura común.
Pueden existir unidades administrativas complejas, que agrupen dos o más unidades menores.
Los jefes de las unidades son responsables del correcto funcionamiento de la misma y de la adecuada
ejecución de las tareas asignadas a la misma.
Las unidades administrativas se establecen mediante las relaciones de puestos de trabajo, que se aprobarán
de acuerdo con su regulación específica y que se integrarán en un determinado órgano.

2.3 Órganos Centrales


A. Los Ministerios
a. Estructura del Ministerio
La Administración General del Estado se organiza en Ministerios, comprendiendo cada uno de ellos a varios
sectores funcionalmente homogéneos de actividad administrativa.
La organización en Departamentos ministeriales no obsta a la existencia de órganos superiores o directivos u
Organismos públicos no integrados o dependientes de un Ministerio, que con carácter excepcional se adscriban a
miembros del Gobierno distintos de los Ministros.
En los Ministerios pueden existir Secretarías de Estado, y excepcionalmente Secretarías Generales para la
gestión de un sector de actividad administrativa. De ellas dependerán jerárquicamente los órganos directivos que se
les adscriban.
Los Ministerios contarán en todo caso con una Subsecretaría, y dependiendo de ella una Secretaría General
Técnica para la gestión de determinados servicios comunes.
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Las Direcciones Generales se organizan en Subdirecciones Generales para la distribución de las


competencias encomendadas a aquéllas, la realización de las actividades que les son propias y la asignación de
objetivos y responsabilidades.
La determinación del número, denominación y el ámbito de competencias respectivo de los Ministerios y de
las Secretarias de Estado se establecerán mediante Real Decreto del Presidente del Gobierno.
Las subsecretarías, las Secretarías Generales, las Secretarías Generales Técnicas, las Direcciones Generales,
las Subdirecciones Generales y órganos similares a los anteriores, se crean, modifican y suprimen por Real Decreto
del Consejo de Ministros, a iniciativa del Ministro interesado y a propuesta del Ministro de Administraciones
Públicas.
Las unidades que no tengan consideración de órganos se crean, modifican y suprimen a través de las
relaciones de puestos de trabajo.
b. Ordenación jerárquica de los órganos ministeriales (art. 11 LOFAGE)
Los Ministros son los jefes superiores del Departamento y superiores jerárquicos directos de los Secretarios
de Estado.
Los órganos directivos dependen de alguno de los anteriores y se ordenan jerárquicamente entre sí de la
siguiente forma:
· Subsecretario
· Director General
· Subdirector General
Los Secretarios Generales tienen la categoría de Subsecretario y los Secretarios Generales Técnicos tienen
categoría de Director General.
B. Los Ministros
El Ministro es un órgano superior que se encuentra al frente de un Departamento Ministerial que, a su vez,
constituye una unidad especializada en grandes áreas de acción política y gestión administrativa.
Tienen, por tanto, una doble naturaleza:
1.- Política: es un miembro del Gobierno.
2.- Administrativa: es un órgano superior de la Administración General del Estado.
Los Ministros son nombrados y separados por el Rey, a propuesta del Presidente del Gobierno.
Los miembros del Gobierno no podrán ejercer otras funciones representativas que las propias del mandato
parlamentario, ni cualquier otra función pública que no derive de su cargo, ni actividad profesional o mercantil
alguna.
Competencias de los Ministros
1) Desarrollar la acción del Gobierno en el ámbito de su departamento.
2) Ejercer la Potestad reglamentaria en las materias propias de su dpto.
3) Ejercer cuantas otras competencias les atribuyan las leyes.
4) Refrendar en su caso, los actos del Rey.
5) Fijar los objetivos del Ministerio, aprobar los planes de actuación y asignar los recursos necesarios.
6) Aprobar las propuestas de los estados de gastos del Ministerio, y de los presupuestos de los Organismos
Públicos dependientes y remitirlas al Ministerio de Economía y Hacienda.
7) Determinar y, en su caso, proponer la organización interna de su Ministerio.
8) Revisar de oficio los actos administrativos y resolver los conflictos de atribuciones cuando les
corresponda.
9) Convocar las pruebas selectivas en relación al personal funcionario de los cuerpos y escalas adscritos al
Ministerio así como al personal laboral.
10) Administrar los recursos humanos del Ministerio.
11) Etc.
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C. Los Secretarios de Estado


Según establece el art. 7 de la Ley del Gobierno son órganos superiores de la Administración General del
Estado, directamente responsables de la ejecución de la acción del Gobierno, en un sector de actividad específica
de un Departamento o de la Presidencia del Gobierno.
Actúan bajo la dirección del titular del Departamento al que pertenezcan. Cuando estén adscritos a la
Presidencia del Gobierno, actúan bajo la dirección del Presidente. Asimismo, podrán ostentar por delegación
expresa de sus respectivos Ministros la representación de éstos en materias propias de sus competencias.
Los Secretarios de Estado son nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de Ministros,
aprobado a propuesta del Presidente del Gobierno o del miembro del Gobierno a cuyo Departamento pertenezcan.
Los Secretarios de Estado dirigen y coordinan las Direcciones Generales situadas bajo su dependencia y
responden ante el Ministro de la ejecución de los objetivos fijados para la Secretaría de Estado.
D. Subsecretarios
Es un órgano central de la Administración del Estado, con rango inferior al Secretario de Estado.
Son nombrados y separados por Real Decreto acordado en Consejo de Ministros a iniciativa del Ministro
interesado y a propuesta del titular del Ministerio.
Los Subsecretarios ostentan la representación ordinaria del Ministerio, dirigen los servicios comunes, y
ejercen las competencias correspondientes a dichos servicios.

E. Los Secretarios Generales


Los Secretarios Generales, con categoría de Subsecretarios, serán nombrados y separados por Real Decreto
del Consejo de ministros, a propuesta del titular del Ministerio.
Cuando, con carácter excepcional, las normas que regulan la estructura de una Ministerio prevean la
existencia de un Secretario General, deberán determinar las competencias que le correspondan sobre un sector de
actividad administrativa determinado.
Los Secretarios Generales ejercen las competencias inherentes a su responsabilidad de dirección sobre los
órganos dependientes.
F. Los Secretarios Generales Técnicos
Los Secretarios Generales Técnicos serán nombrados y separados por real Decreto del Consejo de
Ministros, a propuesta del titular del Ministerio.
Bajo la inmediata dependencia del Subsecretario, tendrán las competencias sobre servicios comunes que les
atribuya el Real Decreto de Estructura del Departamento y, en todo caso, las relativas a producción normativa,
asistencia jurídica y publicaciones.
Tienen a todos los efectos la categoría de Director General y ejercen sobre sus órganos dependientes las
facultades atribuidas a dicho órgano.
G. Los Directores Generales
Serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de Ministros, a propuesta del titular del
Departamento.
Los Directores Generales son titulares de los órganos directivos encargados de la gestión de una o varias
áreas funcionalmente homogéneas del Ministerio.
H. Los Subdirectores Generales
Son los responsables inmediatos, bajo la supervisión del Director General o del titular del órgano del que
dependa, de la ejecución de aquellos proyectos, objetivos o actividades que les sean asignados, así como de la
gestión ordinaria de los asuntos de la competencia de la Subdirección General.
Los Subdirectores Generales serán nombrados y cesados por el Ministerio o el Secretario de Estado del que
dependan.
Los nombramientos se efectuarán entre funcionarios de carrera de la Administración General del Estado, y
si procede, de otras Administraciones Públicas cuando así lo prevean las normas de aplicación y que pertenezcan a
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Cuerpos y Escalas, a los que se les exija para su ingreso el título de Doctor, Licenciado, Ingeniero, Arquitecto o
equivalente.

2.4 Órganos Territoriales.


Dentro de la Administración del Estado, junto a la Central, haremos referencia a la periférica, a la luz de las
nuevas exigencias de la Ley de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado.
A. Concepto
La Administración Periférica, es aquella que está integrada por órganos que forman parte de la
Administración del Estado y que tienen su competencia limitada a un territorio. Este territorio puede ser, sobre todo
a partir de la Constitución, bien una provincia, bien una CCAA, aunque existen otras unidades como las islas, las
comarcas o los municipios.
La LOFAGE, en su Exposición de Motivos señala lo siguiente:
...La necesidad de acometer procesos de supresión y simplificación administrativa, evidente desde una
perspectiva organizativa general, viene impuesta por la realidad del Estado autonómico. Tras más de 17 años de
andadura constitucional, nos encontramos con que todavía no se ha ajustado la estructura administrativa de la
Administración periférica del Estado al modelo autonómico.
Por ello, resulta conveniente introducir en esta Ley el objetivo de la Administración única o común, de
forma que el protagonismo administrativo en el territorio autonómico lo tenga la Administración autonómica, que
también podrá asumir funciones administrativas correspondientes a materias de competencia exclusiva del Estado a
partir de las técnicas del art. 150.2 CE.
Esta adaptación de la actual Administración periférica a las exigencias del Estado autonómico debe
permitir eliminar posibles duplicidades y conseguir una mejora en la calidad de los servicios que la Administración
presta a los ciudadanos.
B. Delegados del Gobierno en las CCAA
a. Concepto
Se trata de una figura de relevancia constitucional, pues el art. 154 CE la contempla. El Delegado del
Gobierno será la persona que nombre el Gobierno en cada CCAA para dirigir la administración del Estado en dicho
territorio y coordinarla, cuando proceda, con la administración propia de la Comunidad.
b. Nombramiento y cese
Los Delegados del Gobierno serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de Ministros a
propuesta del Presidente del Gobierno, y tendrán su sede en la localidad donde radique el Consejo de Gobierno de
la CCAA, salvo que el Consejo de Ministros determine otra cosa, y sin perjuicio de lo que disponga expresamente
el Estatuto de Autonomía.
c. Funciones
Los Delegados representan al Gobierno en el territorio de las CCAA sin perjuicio de la representación
ordinaria del Estado en las mismas a través de sus respectivos Presidentes.
Ejercen la dirección y la supervisión de todos los servicios de la Administración General del Estado y sus
Organismos públicos situados en su territorio.
Dependen de la Presidencia del Gobierno.
Les corresponde mantener las necesarias relaciones de cooperación y coordinación de la AGE y sus
Organismos Públicos, con la de la CCAA y con las correspondientes Entidades Locales.
Comunicar y recibir cuanta información precisen el Gobierno y el órgano de Gobierno de la CCAA.
Dirigirán la Delegación del Gobierno.
Impulsarán y supervisarán con carácter general la actividad de los restantes órganos de la AGE y sus
Organismos Públicos en el territorio de la CCAA.
Etc.
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C. Subdelegados del Gobierno en las Provincias


a. Concepto y regulación
Los Subdelegados del Gobierno en las provincias se constituyen en colaboradores del Delegado del
Gobierno, con el fin de que éstos puedan ejercer las competencias relativas a los servicios de la Administración
General del Estado en el territorio de la Comunidad Autónoma que la Ley les atribuye.
Esta figura, novedosa en nuestro ordenamiento jurídico, se regula en los arts. 29 a 35 de la Ley 6/1997, de
14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado y en el Real Decreto
617/1997, de 25 de abril, de Subdelegados del Gobierno y Directores Insulares en la Administración General del
Estado.
Existirá un Subdelegado del Gobierno en cada provincia, con nivel orgánico de Subdirector General, salvo
en las CCAA uniprovinciales, en las que el Delegado del Gobierno será el que asuma las competencias que la
LOFAGE atribuye a aquellos.
Los Subdelegados del Gobierno en las provincias dependerán jerárquicamente del Delegado del Gobierno
en la CCAA.
Podrán crearse por Real Decreto Subdelegaciones de Gobierno en las Comunidades Autónomas
Uniprovinciales y para ello habrán de tenerse en cuenta circunstancias tales como la población, el territorio, el
volumen de gestión o sus singularidades geográficas, sociales o económicas.
b. Nombramiento y Cese
El nombramiento y cese de los Subdelegados del Gobierno en las provincias se efectuará por Resolución
del Delegado del Gobierno, que será publicada en el BOE.
El nombramiento se producirá por el procedimiento de libre designación entre funcionarios de carrera del
Estado, de las CCAA o de las Entidades Locales a los que se exija para su ingreso el título de Doctor, Licenciado,
Ingeniero, Arquitecto o equivalente.
c. Competencias
A los Subdelegados del Gobierno les corresponden las siguientes competencias:
1. Dirigir, en su caso, los servicios integrados de la AGE, de acuerdo con las instrucciones del Delegado
del Gobierno.
2. Impulsar, supervisar e inspeccionar los servicios no integrados.
3. Desempeñar las funciones de comunicación, colaboración y cooperación con las Corporaciones locales.
4. Cooperar y colaborar con los órganos territoriales de la Administración de la respectiva CCAA que
tengan su sede en el territorio provincial.
5. Ejercer las competencias sancionadoras que se les atribuya normativamente.
En las provincias en las que no radique la sede de las Delegaciones del Gobierno, el Subdelegado (bajo la
dirección y supervisión del Delegado) ejercerá las siguientes competencias:
- La protección del libre ejercicio de los derechos y libertades, garantizando la seguridad ciudadana, todo
ello dentro de las competencias estatales en la materia. A estos efectos, dirigirá las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado en la provincia.
- La dirección y la coordinación de la protección civil en el ámbito de la provincia.
D. Directores Insulares de la Administración General del Estado.
Existirá un Director Insular de la Administración General del Estado, con el nivel que se determine en cada
caso en la relación de puestos, en las islas de Menorca, Ibiza-Formentera, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, El
Hierro y La Gomera.
El ámbito territorial de las Direcciones insulares de Menorca, Ibiza-Formentera, Lanzarote y Fuerteventura
comprende el de las demás islas agregadas administrativamente en cada una de ellas.
Los Directores Insulares dependerán jerárquicamente del Delegado del Gobierno en la CCAA o del
Subdelegado del Gobierno en la provincia cuando este cargo exista.
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A los Directores insulares les corresponde ejercer, en su ámbito territorial, las competencias atribuidas por
la LOFAGE a los Subdelegados del Gobierno en las Provincias y aquellas otras que les sean desconcentradas o
delegadas.

3. ADMINISTRACIÓN AUTONÓMICA
3.1 Nociones básicas.
La Administración autónoma va a ser objeto de estudio de forma muy general y esquemática, debido a que,
aunque son escasas las diferencias, su regulación es propia de cada CCAA, teniendo cada una de ellas su propia
Ley Reguladora.
El modelo de Administración Autonómica que las CCAA han adoptado es muy similar al de la
Administración del Estado.
Era posible la adopción de dos sistemas de organización: los sistemas de Administración directa e
indirecta. El primero de los sistemas, muy similar al modelo estatal, conlleva una organización centralizada, que a
su vez se divide en una serie de ramas de actividad denominadas, en el ámbito autonómico, Consejerías.
El sistema de Administración indirecta conlleva un apoyo de la Administración autonómica en los Entes
Locales, mediante la transferencia, delegación o encomendación de la gestión de competencias propias.
En el primero de los sistemas el más utilizado, estructurándose la Administración en Central, Periférica e
Institucional.

3.2 Administración Central de la Comunidad.


A. Gobierno o Consejo de Gobierno.
Se compone de un Presidente, un Vicepresidente, en su caso, y los Consejeros.
B. Las Consejerías.
El número y denominación de las Consejerías varía en cada CCAA, recogiéndose en la Ley de Gobierno y
Administración de cada una de las CCAA, o en los Decretos del Presidente cuando no hay reserva de ley. Sin
embargo, se suele autorizar al Presidente a modificarlas mediante Decreto, práctica muy frecuente en la actualidad.
Forman parte de la estructura orgánica de las Consejerías:
· El Consejero.
· Los Viceconsejeros, en su caso.
· Los Secretarios Generales Técnicos.
· Las Direcciones Regionales. Éstas a su vez, pueden organizarse en Servicios, Secciones y Negociados.
· Otros órganos: colegiados, consultivos y de asesoramiento.

3.3 Administración Periférica


Cuando se ha regulado o previsto, se compone de un Delegado Territorial del Gobierno y Delegados Sectoriales de
las Consejerías.

3.4 Administración Institucional


Se suele regular por una Ley general. Sin embargo, también puede regularse en la Ley de Finanzas, o incluso en las
normas de creación de cada ente.

4 – LA ADMINISTRACIÓN LOCAL
Las Entidades que integran la Administración Local también cuentan con su propia organización administrativa, ya
que la Constitución, en el art. 137, proclama la autonomía de estas Entidades para la gestión de sus respectivos
intereses.
El gobierno y la administración de las Entidades Locales viene asignado a unos determinados órganos previstos en
la legislación local. Respecto al funcionamiento de la Administración Local hay que señalar que tanto la
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Administración del Estado como la Administración de las CCAA ejercen facultades de coordinación, tutela y
control sobre aquélla.
La Administración Local es una parte de la AAPP, que está formada por entes cuya COMPETENCIA se limita a un
determinado territorio (Provincia o Municipio), que gozan de Autonomía para la gestión de sus respectivos
intereses. La Administración Local aparece regulada en el Título VIII – CE, Capítulo 2º, arts. 140 a 142 y la Ley
7/1985, 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local.
El Art. 6 LBRL establece que Las Entidades Locales sirven con objetividad los intereses públicos que les están
encomendados y actúan de acuerdo con los principios de Eficacia, Descentralización, Desconcentración y
Coordinación, con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
Conforme a la reforma operada por la Ley 11/1999, de 21 de abril, para el cumplimiento de sus fines y en el ámbito
de sus competencias, Las Entidades Locales tendrán plena capacidad jurídica para Adquirir, Poseer, Reivindicar,
Permutar, Gravar o Enajenar Toda clase de bienes, celebrar contratos, Establecer y explotar obras o servicios
públicos, Obligarse, interponer los recursos establecidos y Ejercitar las acciones previstas en las Leyes.
Según el Art. 3 LBRL son Entidades Locales Territoriales
1) El Municipio
2) La Provincia
3) La Isla en los archipiélagos balear y canario.
En los archipiélagos --> Las Islas tendrán su Admin. propia en forma de:
A) CABILDOS o
B) CONSEJOS
Gozan de la condición de Entidades Locales (NO TERRITORIALES)
1) Entidades de ámbito territorial inferior al municipal (instituidos y reconocidos por
CCAA)
2) Las comarcas u otras entidades q agrupen varios Municipios --> Instituidos por CCAAs de
conformidad LBRL y Estatutos.
3) Áreas Metropolitanas: Entidades Locales integradas x los Muncipios de grandes
aglomeraciones urbanas entre cuyos núcleos de población existan vinculaciones económicas y
sociales q hagan necesaria la planificación conjunta y la Coordinación de servicios y obras
4) Las Mancomunidades de Municipios
De conformidad con la Ley 8/1987, 15 de abril, de Régimen Municipal y Local de Cataluña, los Municipios y
Comarcas son los Entes locales en que se organiza territorialmente la Generalitat de Cataluña.
Tienen también la condición de Entes locales de Cataluña, la Provincia, las Entidades municipales descentralizadas,
las Entidades Metropolitanas y las Mancomunidades de Municipios.
El Municipio, la Comarca y la Provincia tienen naturaleza territorial y gozan de autonomía para la gestión de sus
respectivos intereses.
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Relaciones de las Entidades Locales con las restantes Administraciones Territoriales.

El modelo de Estado impuesto por la vigente Constitución identifica, junto a la organización general de aquel, la
existencia de otras soluciones organizativas determinadas por respectivos ámbitos territoriales: las Comunidades
Autónomas, las provincias y los municipios (aunadas estas dos últimas en la expresión de Administración Local).
Junto a lo dicho no debe perderse de vista que la progresiva integración de nuestro país en la Unión Europea trae
consigo la presencia de dicha Unión como un nuevo ámbito organizativo. Por tanto, y tomando como referencia el
modelo de gestión de los asuntos públicos propio de épocas no demasiado distantes en el tiempo, debe admitirse
que la fórmula actual es ciertamente complicada. Así tenemos que hay atribuciones propias de la Unión Europea
(como la moneda y la política monetaria), misiones cada vez más residuales del Estado, competencias cada vez
mayores de las Comunidades Autónomas y por último las que están conferidas a las Entidades Locales. Tal
diversidad organizativa exige el establecimiento y la aplicación de criterios que iremos exponiendo y comentando
aquí a partir de diferentes normas. Especialmente la LRL y la Ley 30/92

Según el art. 10 de la norma citada en primer lugar (la LRL):

a) La Administración Local y las demás Administraciones Públicas ajustarán sus relaciones recíprocas a los
deberes de información mutua, colaboración, coordinación y respeto a los ámbitos competenciales
respectivos.
b) Procederá la coordinación de las competencias de las Entidades Locales entre si y, especialmente, con las
de las restantes Administraciones públicas, cuando las actividades o los servicios locales trasciendan el
interés propio de las correspondientes Entidades, incidan o condicionen relevantemente los de dichas
Administraciones o sean concurrentes o complementarios de los de éstas
c) Las funciones de coordinación no afectarán en ningún caso a la autonomía de las Entidades Locales

En el precepto seleccionado cabe diferenciar dos partes:

a) La que establece los deberes a que deben ajustar sus relaciones la Local y el resto de Administraciones
Públicas.
b) La que determina el alcance y límites (la autonomía de las Entidades Locales) de uno de esos deberes: el
de coordinación.

Al desarrollo de lo anterior destina la LRL el Capítulo II (relaciones interadministrativas) de su quinto Título, que
se rubrica como “Otras Entidades Locales”. Tal Capítulo comprende los artículos 55 a 62 cuyo contenido básico es
el siguiente:

1.1.- Deberes en las relaciones recíprocas

Esto son (art. 55 LRL):

a) Respetar el ejercicio legítimo por las otras Administraciones de sus competencias y las consecuencias que
del mismo se deriven para las propias.
b) Ponderar, en la actuación de las competencias propias, la totalidad de los intereses públicos implicados y
concretamente aquellos cuya gestión esté encomendada a otras Administraciones Públicas
c) Facilitar a las otras Administraciones la información sobre la propia gestión que sea relevante para el
adecuado desarrollo por ésta de sus cometidos
d) Prestar, en el ámbito propio, la cooperación y asistencia activas que las otras Administraciones pudieran
precisar para el eficaz cumplimiento de sus tareas
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1.2.- Deber de información mutua.

Queda regulado en el art. 56 y se contrae a la obligación que tienen las Entidades Locales de remitir copia o
extracto de copia comprensiva o comprensivo de sus actos y acuerdos a las Administraciones del Estado y de las
Comunidades Autónomas. La finalidad que se persigue es comprobar la efectividad en su aplicación de las
legislación estatal y autonómica así como también el recabar y obtener información concreta sobre la actividad
municipal. Además, y en sentido inverso, los representantes legales de las Entidades Locales tiene derecho a
acceder a los instrumentos de planificación, programación y gestión de obras que conciernan a las mismas y cuya
titularidad ostenten el Estado o las Autonomías.

1.3.- Cooperación

La cooperación entre la Administración Local y las restantes Administraciones Públicas será de carácter
económico, técnico o administrativo y tanto en los asuntos locales como en otros de interés común. Dicha
cooperación se desarrollará con carácter voluntario, bajo las formas y en los términos previstos en las leyes,
pudiente tener lugar, en todo caso, mediante los consorcios o convenios administrativos que se suscriban.

De cada acuerdo de cooperación formalizado por alguna de estas Administraciones se dará comunicación a
aquellas otras que, resultando interesadas, no hayan intervenido en el mismo, a los efectos de mantener una
recíproca y constante información.

1.4.- Órganos creados para la coordinación administrativa

Las leyes del Estado y de las Autonomías pueden crear órganos de colaboración de las Administraciones
correspondientes con las Entidades Locales para la coordinación administrativa. Tales órganos pueden tener ámbito
provincial o autonómico y asimismo carácter general o sectorial pero en cualquier caso su carácter siempre será
deliberante o consultivo.

Tanto la Administración del Estado como la de las Comunidades Autónomas podrán participar en los respectivos
órganos de colaboración creados por cada una de ellas (especialmente preceptiva cuando tal participación verse
sobre los instrumentos de planificación). La participación de los municipios en la formación de los Planes generales
que les afecten se realizará en todo caso de conformidad con lo que disponga la legislación sectorial. Asimismo, en
la determinación de usos y en la adopción de resoluciones por parte de otras Administraciones públicas en materia
de concesiones o autorizaciones relativa al dominio público de su competencia, será requisito indispensable para su
aprobación el informe previo de los municipios en cuyo territorio se encuentre dicho dominio.

1.5.- Coordinación de la actividad de la Administración Local

Con el fin de asegurar la coherencia de las actuaciones de las Administraciones Públicas cuando las actividades o
los servicios locales trasciendan el interés propio de las correspondientes Entidades, incidan o condicionen
relevantemente los de dichas Administraciones o sean concurrentes o complementarios de los de éstas las leyes (del
Estado o de la Comunidad Autónoma) podrán atribuir al Gobierno de la Nación o de la respectiva Comunidad
Autónoma la facultad de coordinar la actividad de la Administración Local y de manera especial la de las
Diputaciones Provinciales.

La coordinación se realizará mediante la definición concreta y en relación con una materia, servicio o competencia
determinados de los intereses generales o comunitarios, a través de planes sectoriales para la fijación de objetivos
y prioridades. Tales planes sectoriales constituyen el marco en el que las entidades locales ejercerán sus facultades
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de programación, planificación y ordenación.

1.6.- Incumplimiento de sus obligaciones por la Entidad Local

Cuando una entidad local incumpliera las obligaciones impuestas directamente por la Ley de forma que tal
incumplimiento afectara al ejercicio de competencias de la Administración del Estado o de la Comunidad
Autónoma, y cuya cobertura económica esté garantizada, una u otra, según su respectivo ámbito competencial,
deberá recordarle su cumplimiento concediendo el plazo que fuere necesario. Si transcurrido dicho plazo, nunca
inferior a un mes, el incumplimiento persistiera, se procederá a adoptar las medidas necesarias para el
cumplimiento de la obligación a costa y en sustitución de la entidad local.

1.7.- Disolución Entidades Locales

El Consejo de Ministros, a iniciativa propia y con conocimiento del Consejo de Gobierno de la Comunidad
Autónoma correspondiente o a solicitud de éste, y en todo caso, previo acuerdo favorable del Senado, podrá
proceder mediante Real Decreto, a la disolución de los órganos de las Corporaciones Locales en el supuesto de
gestión gravamente dañosa para los intereses generales que suponga el incumplimiento de las obligaciones
constitucionales.

Acorda la disolución, será de aplicación la legislación electoral general en relación a la convocatoria de elecciones
parciales y a la provisional administración ordinaria de la Corporación.

1.8.- Técnicas de atribución de actividad

En aquellos casos en que la naturaleza de la actividad de que se trate haga muy difícil o inconveniente una
asignación diferenciada y distinta de facultades decisorias en la materia, las Leyes reguladoras de la acción pública
en relación con la misma asegurarán, en todo caso, a las entidades locales su participación o integración en
actuaciones o procedimientos conjuntamente con la Administración del Estado y/o con la de la Comunidad
Autónoma correspondiente, atribuyéndole a una de estas la decisión final.
Las Comunidades Autónomas.

La Constitución española asume la unidad de España y reconoce el derecho a la autonomía de


las nacionalidades y regiones que la forman. Además, la Constitución reconoce la autonomía de
las Entidades que configuran la Administración Local.
El sistema constitucional español establece un sistema de reconocimiento de la autonomía
territorial que jurídica y administrativamente se materializa en una profunda descentralización
hasta el punto de que el funcionamiento efectivo del Estado se asemeja en muchos aspectos al
propio de los estados federales. Territorialmente el sistema de descentralización se organiza con
17 Comunidades Autónomas; 2 ciudades con estatuto de autonomía - Ceuta y Melilla-; y 8125
entidades Locales.
Entre las especificidades autonómicas, destacan las Comunidades Autónomas con lengua propia
y cooficial, que son Cataluña, Comunidad Valenciana, Illes Balears, País Vasco, Navarra y
Galicia. Igualmente, es especial el régimen de financiación de Navarra y País Vasco, así como
en buena medida el de la Comunidad Autónoma de Canarias y el de las ciudades de Ceuta y
Melilla.
Las Comunidades Autónomas

Las Comunidades Autónomas tienen autonomía política y financiera. Esto supone la atribución
de competencia para aprobar leyes en las materias en las que sus Estatutos así lo reconocen,
así como realizar tareas ejecutivas que los mismos Estatutos les asignan.
Sus instituciones de autogobierno principales son dos: la Asamblea Legislativa y el Consejo de
Gobierno. En la mayor parte de las Comunidades, este marco institucional se completa con
instituciones propias y similares a otras del Estado, singularmente el Defensor del Pueblo, el
Tribunal de Cuentas, el correspondiente órgano de consulta jurídica y el consejo Económico y
Social. Dependiendo de sus Gobiernos, las Comunidades Autónomas cuentas con los
correspondientes órganos administrativos, que pueden ser centrales o territoriales. Igualmente,
y al igual que ocurre en el ámbito de Estado, las Comunidades Autónomas cuentas con
Administraciones propias, organizadas en Consejerías o Departamentos, junto a organismos
dotados de personalidad jurídica propia y que se adscriben a las diferentes Consejerías,
actuando en régimen de descentralización funcional. Este es el caso de los organismos
autónomos, las agencias, las entidades públicas, las fundaciones, los consorcios o las
sociedades mercantiles o empresas propias. Además, la mayor parte de las Comunidades
cuentan también con Delegaciones en Bruselas e incluso en algunas ciudades de otros Estados
especialmente relevantes.
Las Comunidades Autónomas tienen, según las materias, competencias legislativas y ejecutivas.
En un sentido estricto, las Comunidades tienen cuatro tipos de competencias que les habilitan
para realizar las siguientes acciones:
 Competencias legislativas y ejecutivas exclusivas. Es el caso, entre otros de servicios
sociales, agricultura y ganadería, pesca interior, industria, comercio, turismo, juventud o
deportes.
 Competencias para el desarrollo de la legislación básica del Estado, así como para la
puesta en marcha de esta legislación. Es el caso de medioambiente, política económica,
protección de los consumidores, educación, asistencias sanitaria o salud pública.
 Competencias para la ejecución de la legislación aprobada en exclusiva por el Estado.
es sobre todo el caso de empleo y formación profesional.
 Competencias legislativas y ejecutivas, si bien indistintas de las que tiene el Estado en
la misma materia, de modo que ambos niveles administrativos pueden llevar a cabo las
mismas acciones e iniciativas. Es el caso especial de cultura.
Las Comunidades Autónomas cuentan con autonomía financiera, si bien sus ingresos dependen
en parte del Estado y en parte de recursos propios, sus propios tributos o una parte de los
obtenidos por impuestos del Estado en la Comunidad Autónoma. Este sistema se arbitra
mediante un sistema de participación en los ingresos del Estado recaudados con cargo a los
principales tributos.
Las Comunidades Autónomas colaboran con el Estado a través de los siguientes órganos e
instrumentos:
 La Conferencia de presidentes, de la que forman parte el presidente del Gobierno y los
presidentes de las CCAA

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 Las Conferencias Sectoriales sobre materias concretas, en las que participan el Estado
y todas las CCAA
 Las Comisiones Bilaterales de Cooperación, entre el Estado y una determinada
Comunidad Autónoma
 Las Comisiones Sectoriales, Grupos de Trabajo y Ponencias de composición técnica y
adscritos en gran medida a las conferencias Sectoriales, que garantizan el sistema de
cooperación interadministrativa permanente que el sistema descentralizado requiere.
 La financiación estatal, los Planes y Programas adoptados de forma conjunta con otras
Administraciones. Por ejemplo, mediante el Fondo de Financiación Autonómico.

Los conflictos sobre el ejercicio de competencias se solucionan mediante el diálogo, y el régimen


de cooperación, si bien en última instancia la controversia puede requerir la participación de los
órganos jurisdiccionales y, en especial, del Tribunal Constitucional, que resuelve los conflictos
de competencias y controla la constitucionalidad de las leyes.
Los tribunales garantizan la legalidad de las actuaciones de las Comunidades Autónomas, al
igual que las del Estado. El Estado puede impugnar los actos o leyes de las Comunidades
Autónomas cuando estime que suponen una vulneración de la Constitución o del sistema de
distribución competencial, mediante la interposición del correspondiente recurso o conflicto ante
el Tribunal Constitucional. Por su parte, las Comunidades Autónomas también cuentan con
mecanismos similares para proteger sus competencias en caso de extralimitaciones del Estado.

Los Estatutos de Autonomía. Especial referencia al Estatuto de Autonomía de Andalucía.

El estatuto de autonomía es la norma institucional básica de una comunidad o ciudad


autónomas de España. Está reconocido por la Constitución Española de 1978 (CE) en los
artículos 146 y 147. Los estatutos de autonomía forman parte del ordenamiento jurídico del
Estado, pero su régimen de elaboración y aprobación es distinto del resto de las leyes.
Una vez elaborado será elevado a las Cortes Generales para su aprobación que lo tramitarán
por ley. Su reforma (artículo 147 de la CE) se lleva a cabo mediante ley orgánica, que requiere
el voto favorable de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados en una votación final
sobre el conjunto del proyecto.
En el estatuto se recogen, al menos, la denominación de la comunidad autónoma; la delimitación
territorial; la denominación, organización y sede de las instituciones autónomas; las
competencias asumidas dentro del marco establecido en la Constitución y las bases para el
traspaso de los servicios correspondientes a las mismas y, si procede, los principios del régimen
lingüístico.

El Estatuto de Autonomía de Andalucía, aprobado en 1981 y reformado en 2007, refleja los


principios que inspiran la organización y el funcionamiento de la comunidad autónoma. A
continuación, se destacan algunos de los principios fundamentales presentes en el Estatuto de
Autonomía de Andalucía:

1. Identidad Histórica y Cultural:

• El estatuto reconoce la identidad histórica y cultural de Andalucía, resaltando su


patrimonio, tradiciones, y contribuciones a la cultura española. Este principio
refleja la singularidad y diversidad de la región.

• Se reconoce y valora la identidad histórica y cultural de Andalucía como un


elemento distintivo. Este principio refleja el respeto y la promoción de las
tradiciones, la lengua y la historia propias de la región.

2. Autogobierno y Autonomía:

• Se reconoce el derecho a la autonomía y al autogobierno de Andalucía, lo que


implica la capacidad de la región para decidir sobre sus propios asuntos dentro
de los límites establecidos por la Constitución y el marco legal.

• El Estatuto reafirma el derecho a la autonomía y al autogobierno de Andalucía.


Este principio reconoce la capacidad de la comunidad autónoma para gestionar

25
sus propios asuntos y tomar decisiones en ámbitos de competencia, de acuerdo
con lo establecido en la Constitución española.

3. Participación Ciudadana:

• El estatuto promueve la participación activa de los ciudadanos en los asuntos


públicos, buscando fortalecer la democracia participativa y garantizar que la
población tenga la oportunidad de influir en las decisiones que afectan a la
comunidad.

• Se promueve la participación activa de los ciudadanos en los asuntos públicos.


Este principio busca fortalecer la democracia participativa a través de la
implicación directa de la población en la toma de decisiones.

4. Solidaridad Territorial:

• Se establece el principio de solidaridad y cooperación entre los diferentes


territorios y provincias de Andalucía. Este enfoque busca equilibrar el desarrollo
económico y social en toda la comunidad autónoma.

• Se establece el principio de solidaridad entre las distintas provincias y territorios


que conforman Andalucía. Este principio busca equilibrar el desarrollo
económico y social de todas las partes de la comunidad autónoma.

5. Igualdad y No Discriminación:

• El estatuto consagra el principio de igualdad entre mujeres y hombres, así como


el rechazo a cualquier forma de discriminación. Busca garantizar la igualdad de
oportunidades y derechos para todos los ciudadanos, independientemente de
su género u otras características.

• El Estatuto de Andalucía consagra el principio de igualdad, garantizando la


igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Busca eliminar
cualquier forma de discriminación y promover la igualdad de género en todos los
ámbitos.

6. Desarrollo Sostenible:

• El estatuto incluye el compromiso con el desarrollo sostenible, buscando


armonizar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente y la
preservación de los recursos naturales para las generaciones futuras.

• El Estatuto contempla el desarrollo sostenible como un principio fundamental.


Esto implica el equilibrio entre el desarrollo económico, la protección del medio
ambiente y la preservación de los recursos naturales para las generaciones
futuras.

7. Cohesión Social y Económica:

• Se promueve la cohesión social y económica en la región, buscando reducir las


desigualdades entre sus diferentes áreas y garantizar un desarrollo equitativo.

8. Cultura Democrática:

• El estatuto fomenta la consolidación de una cultura democrática en la región,


promoviendo los principios y valores democráticos en la sociedad andaluza.

9. Bienestar Social:

• Se establece el compromiso con el bienestar social de los ciudadanos,


reconociendo derechos en áreas fundamentales como la educación, la salud, la
vivienda y la asistencia social.

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10. Pluralismo Político:

• Se reconoce y respeta el pluralismo político como un elemento enriquecedor de la


democracia. Este principio implica la coexistencia y participación activa de diversas
corrientes políticas en la vida pública de Andalucía.

El Estatuto de Autonomía de Andalucía es la norma básica que regula el autogobierno de esta


comunidad autónoma en España. Fue aprobado por las Cortes Generales en 1981 y ratificado
por el pueblo andaluz en referéndum. Desde entonces, ha experimentado varias modificaciones
para adaptarse a los cambios sociales y políticos.

Este estatuto establece las competencias que corresponden a la Junta de Andalucía, así como
los derechos y deberes de los ciudadanos andaluces. Entre sus aspectos más destacados se
encuentran la organización institucional de la comunidad autónoma, el reconocimiento de la
identidad histórica y cultural de Andalucía, y la regulación de materias como la educación, la
sanidad, la cultura y el medio ambiente.

Además, el Estatuto de Autonomía de Andalucía reconoce y protege los derechos lingüísticos de


la población andaluza, estableciendo el español como lengua oficial y el derecho de los
ciudadanos a recibir la enseñanza en su lengua materna, ya sea el español o cualquier otra
lengua oficial del Estado español.

En resumen, el Estatuto de Autonomía de Andalucía es un marco jurídico fundamental que otorga


a esta comunidad autónoma una amplia autonomía para gestionar sus asuntos internos dentro
del marco de la Constitución española.

algunos puntos clave del Estatuto de Autonomía de Andalucía:

1. Órganos de Gobierno:

• La Junta de Andalucía es el órgano ejecutivo de la comunidad autónoma,


encargado de la administración y gestión de los servicios públicos. Está
compuesta por el Presidente o Presidenta de la Junta y por las Consejerías,
cada una de las cuales tiene competencias específicas en áreas como
educación, salud, medio ambiente, economía, etc.

• El Parlamento de Andalucía es la institución legislativa, donde se debaten y


aprueban las leyes y se ejerce el control sobre el Gobierno. Está formado por
diputados elegidos por sufragio universal en elecciones autonómicas.

• El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía es el órgano judicial superior de la


comunidad autónoma, encargado de garantizar la administración de justicia en
el ámbito andaluz.

2. Financiación:

• El estatuto establece el sistema de financiación autonómica, que determina


cómo se distribuyen los recursos entre el Estado y las comunidades autónomas,
incluida Andalucía. Esto incluye los fondos que la comunidad autónoma recibe
del Estado central y los impuestos que recauda de manera autónoma.

• Además, regula la capacidad de la Junta de Andalucía para elaborar y gestionar


su presupuesto, así como su participación en los ingresos generales del Estado.

3. Desarrollo Estatutario:

• El estatuto establece los procedimientos para su desarrollo normativo,


permitiendo que la Junta de Andalucía elabore leyes que desarrollen y
complementen las disposiciones del estatuto.
• Esto permite adaptar el marco legal a las necesidades y realidades específicas
de Andalucía, en áreas como educación, cultura, economía, etc.

4. Participación Ciudadana:

• Reconoce la importancia de la participación ciudadana en la vida política y social


de Andalucía. Esto se traduce en mecanismos como la iniciativa legislativa
popular, que permite a los ciudadanos proponer leyes ante el Parlamento, y otros
instrumentos de participación ciudadana en la toma de decisiones públicas.

5. Derechos Sociales y Económicos:

• El estatuto garantiza una serie de derechos sociales y económicos a los


ciudadanos andaluces, como el derecho a la vivienda digna, la protección del
medio ambiente, la igualdad de género, la protección de los consumidores, entre
otros.

• Estos derechos están respaldados por políticas y programas específicos


desarrollados por la Junta de Andalucía para promover el bienestar y la igualdad
en la región.
Tema 3.- Las formas de actividad de las Entidades Locales: policía, fomento y servicio
público. La intervención administrativa local en la actividad privada: licencias y
autorizaciones administrativas.

Abordamos en este tema las distintas formas de acción administrativas, clasificadas por la
doctrina en tres grandes áreas: fomento, policía y servicio público. Cada una de ellas será objeto
de estudio en las páginas siguientes. Posteriormente nos dedicaremos al análisis de los servicios
públicos locales, con el estudio pormenorizado de las distintas modalidades de gestión aplicables
a los citados servicios. Para finalizar nuestro recorrido, nos detendremos en el estudio del
régimen general de concesión de licencias en el ámbito local.

Por tanto, al finalizar nuestro estudio, deberemos:


• Definir y reconocer los distintos modos de acción administrativa, conociendo sus
diferencias y conceptos
• Comprender los modelos de gestión de los servicios públicos locales y las diferencias
existentes entre ellos
• Conocer el procedimiento general de concesión de licencias y compararlo con el
procedimiento administrativo común

1. INTERVENCIÓN ADMINISTRATIVA DE LOS ENTES LOCALES

Las formas clásicas de intervención administrativa de los Entes Locales, se realiza, en opinión
de la doctrina más acreditada en:
• Actuaciones que atribuyen al administrado nuevos derechos o en la ampliación de los
derechos de los que ya es titular
• Mediante la limitación, reducción o supresión de derechos previos del administrado
• Mediante la creación de nuevas obligaciones o cargas al administrado
Según la ley 7 / 1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, las
Corporaciones locales podrán intervenir la actividad de los ciudadanos a través de los siguientes
medios:
• Ordenanzas y Bandos
• Sometimiento a previa licencia y otros actos de control preventivo
• Órdenes individuales constitutivas de mandato para la ejecución de un acto o la
prohibición del mismo.
La actividad de intervención se ajustará, en todo caso, a los principios de igualdad de trato,
congruencia con los motivos y fines justificativas y respeto a la libertad individual.
Las licencias o autorizaciones otorgadas por otras Administraciones públicas no eximen a sus
titulares de obtener las correspondientes licencias de las Entidades locales, respetándose en
todo caso lo dispuesto en las correspondiente leyes sectoriales.

1.1. Regulación jurídica

Al margen de la normativa sectorial en la materia, y la específica de cada Corporación Local, la


principal regulación normativa de la materia se contiene en las siguientes normas:
• Ley 7/ 1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local
• Decreto de 17 de junio de 1955 por el que se aprueba el Reglamento de Servicios de las
Corporaciones Locales
1.2 Disposiciones generales

1.2.1. Supuestos de Intervención

Los Ayuntamientos podrán intervenir la actividad de sus administrados en los siguientes casos:
a) En el ejercicio de la función de policía, cuando existiere perturbación o peligro de
perturbación grave de la tranquilidad, seguridad, salubridad o moralidad ciudadanas, con
el fin de restablecerlas o conservarlas.
b) En materia de subsistencias, además, para asegurar el abasto de los artículos de
consumo de primera necesidad, la calidad de los ofrecidos en venta, la fidelidad en el
despacho de los que se expendan a peso o medida, la normalidad de los precios y la
libre competencia entre los suministradores y vendedores.

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c) En el orden del urbanismo, también para velar por el cumplimiento de los planes de
ordenación aprobados.
d) En los servicios de particulares destinados al público mediante la utilización especial o
privativa de bienes de dominio público, para imponer la prestación de aquellos
debidamente y bajo tarifa.
e) En los demás casos autorizados legalmente y por los motivos y para los fines previstos.

1.2.2. Limitaciones

La intervención de las Corporaciones Locales en la actividad de sus administrados se ajustará,


en todo caso, al principio de igualdad ante la Ley.
La intervención defensiva del orden, en cualquiera de sus aspectos, se ejercerá frente a los
sujetos que lo perturbaren. Excepcionalmente y cuando por no existir otro medio de mantener o
restaurar el orden hubiere de dirigirse la intervención frente a quienes legítimamente ejercieren
sus derechos, procederá la justa indemnización.
La competencia atribuida a las Corporaciones Locales para intervenir la actividad de sus
administrados se ejercerá mediante la concurrencia de los motivos que la fundamentan y
precisamente para los fines que la determinen.
El contenido de los actos de intervención será congruente con los motivos y fines que los
justifiquen. Si fueren varios los admisibles, se elegirá el menos restrictivo de la Libertad individual.

1.2.3. Medios de Intervención

La intervención de las Corporaciones Locales en la actividad de sus administrados se ejercerá


por los siguientes medios:
1. Ordenanzas, reglamentos y bandos de policía y buen gobierno
2. Sometimiento a previa licencia
3. Ordenes individuales, constitutivas de mandato para la ejecución de un acto o la
prohibición del mismo.

1.2.4. Efectos

Los actos de las Corporaciones Locales por los que se intervenga la acción de los administrados
producirán efectos entre la Corporación y el sujeto a cuya actividad se refieran, pero no alteraran
las situaciones jurídicas privadas entre este y las demás personas.
En relación con las autorizaciones y licencias, se entenderán otorgadas salvo el derecho de
propiedad y sin perjuicio del de tercero.
No podrán ser invocadas para excluir o disminuir la responsabilidad civil o penal en la que
hubieren incurrido los beneficiarios en el ejercicio de sus actividades.

1.2. Disposiciones Especiales

El Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales, establece las siguientes


determinaciones especiales:
1. La intervención en materia de abastos se dirigirá a asegurar la libre competencia como
medio de procurar la economía en los precios
2. Los Ayuntamientos sancionaran cualesquiera formas de actuación encaminadas a
impedir o dificultar la libertad de trafico
3. Por disposición de las ordenanzas municipales podrá declararse obligatoria:
• La utilización de los mataderos municipales o sujetos a su vigilancia inmediata, para
el sacrificio de reses destinadas al consumo doméstico o la venta de carnes y
productos frescos, con el fin de velar por la salubridad
• La utilización por los abastecedores mayoristas de mercados al por mayor, con el fin
de promover la concurrencia.
4. Cuando, por razones sanitarias, o de otra índole, fuera obligatoria la introducción,
manipulación o suministro de artículos de primera necesidad a través de alhóndigas,
mataderos, mercados u otros centros semejantes y quedará prohibida su realización
fuera de ellos, no podrá impedirse el acceso a las personas que desearen ejercer el
tráfico para el que se hallaren instituidos ni limitar el número de los autorizados, salvo
disposición legal o reglamentaria en contrario

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5. Estarán sujetas a previa licencia las parcelaciones y reparcelaciones urbanas,
movimientos de tierras, obras de nueva planta, modificación de estructura o aspecto
exterior de las existentes, primera utilización de los edificios y modificación objetiva del
uso de los mismos, demolición de construcciones y demás actos que señalaren los
planes.
6. En todo caso se examinará si el acto proyectado se ajusta a los planes de ordenación
urbana y, además, si concurren las circunstancias que se expresan para cada uno de
los relacionados:
• Si la parcelación o reparcelación se refiere a sector para el que ya esté aprobado un
plan de ordenación, en cuyo defecto la solicitud deberá reunir los requisitos y seguir
la tramitación dispuesta para los planes de urbanismo
• Si los movimientos de tierras modifican el relieve del suelo de modo que pueda
dificultar el destino previsto en los planes de ordenación o la armonía del paisaje, así
como si se cumplen las condiciones técnicas de seguridad y salubridad
• Si las obras de edificación se proyectan sobre terreno o, en su defecto, si el
peticionario asume el deber de costear y realizar simultáneamente la urbanización,
y si la construcción se atiene a las condiciones de seguridad, salubridad y estética
adecuadas a su emplazamiento
• Si el edificio puede destinarse a determinado uso, por estar situado en zona
apropiada y reunir condiciones técnicas de seguridad y salubridad y, en su caso, si
el constructor ha cumplido el compromiso de realizar simultáneamente la
urbanización
• Si las construcciones pueden ser demolidas por carecer de interés histórico o
artístico o no formar parte de un conjunto monumental y si el derribo se proyecta con
observancia de las condiciones de seguridad y salubridad
7. Estará sujeta a licencia la apertura de establecimientos industriales y mercantiles
8. La intervención municipal tendera a verificar si los locales e instalaciones reúnen las
condiciones de tranquilidad, seguridad y salubridad, y las que, en su caso, estuvieren
dispuestas en los planes de urbanismo debidamente aprobados
9. Cuando, con arreglo al proyecto presentado, la edificación de un inmueble se destinará
específicamente a establecimiento de características determinadas, no se concederá el
permiso de obras sin el otorgamiento de la licencia de apertura si fuere procedente

2. ACCIÓN DE FOMENTO

2.1. Subvenciones

2.1.1. Concepto

Se considerará subvención cualquier auxilio directo o indirecto, valorable económicamente, a


expensas de las entidades locales, que otorguen las corporaciones, y, entre ellos, las becas,
primas, premios y demás gastos de ayuda personal.

2.1.2. Beneficiarios

Las Corporaciones Locales podrán conceder subvenciones a entidades, organismos o


particulares cuyos servicios o actividades complementen o suplan los atribuidos a la competencia
local.

2.1.3. Limitaciones

Solo podrá aplicarse el régimen de subvención a servicios de índole económica cuando se


demuestre, en el expediente que al efecto se instruya, la imposibilidad de utilizar cualquiera otra
modalidad de prestación o la mayor carga económica que con ella se ocasionaría.
Serán nulos los acuerdos de subvenciones que obedezcan a mera liberalidad.
Dicha nulidad alcanzara a los acuerdos de subvenciones destinadas a finalidades que las
corporaciones puedan cumplir por sí mismas con igual eficacia y sin mayor gasto que el
representado por la propia subvención.

2.1.4.Normas de otorgamiento

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El otorgamiento de las subvenciones se atendrá a estas normas:
• Tendrán carácter voluntario y eventual, excepto lo que se dispusiere legal o
reglamentariamente
• La Corporación podrá revocarlas o reducirlas en cualquier momento, salvo cláusula en
contrario
• No serán invocables como precedente
• No excederán, en ningún caso, del 50 por 100 del coste de la actividad a que se apliquen
• No será exigible aumento o revisión de la subvención. La Corporación podrá comprobar,
por los medios que estime oportunos, la inversión de las cantidades otorgadas en
relación con sus adecuados fines.
El Real Decreto 2225/1993, de 17 de febrero, aprueba el Reglamento para la Concesión de
Subvenciones Públicas, aplicable a:
a) Las gestionadas en su totalidad por la Administración General del Estado o por las
Entidades de Derecho Público vinculadas o dependientes de aquélla
b) Las establecidas en materias de competencia normativa plena del Estado y cuya gestión
corresponda total o parcialmente a otras Administraciones Públicas
c) Las establecidas en materias que no son de competencia normativa plena del Estado y
en cuya tramitación intervengan órganos de la Administración General del Estado o de
las Entidades de Derecho Público vinculadas o dependientes de aquélla, en cuanto a las
fases del procedimiento que corresponda gestionar a dichos órganos.

3. ACCIÓN DE POLICÍA

3.1. Concepto

La acción de Policía se define como aquella desplegada en el ejercicio de las potestades


administrativas, ejercitada por la misma, con la finalidad de mantener el orden público, y que se
manifiesta en la limitación de los derechos de los administrados, mediante el ejercicio, en su
caso, de la coacción sobre los mismos.

3.2. Manifestaciones

Las manifestaciones de la acción de Policía se traducen en los ámbitos que analizamos a


continuación.

3.2.1. Disposiciones

Pueden ser tanto de carácter general ( reglamentos de policía) como de carácter singular. Es
importante resaltar que las actuaciones en materia de acción policial no pueden ser adoptadas
de modo individual, en tanto no estén autorizadas en una norma reglamentaria o legal que las
sustente.
Las disposiciones individuales o de carácter singular, se traducen en tres tipos distintos de acción
policial:
a) Autorización: mediante la que se remueve por la Administración un obstáculo concreto
que impide al administrado el ejercicio de un derecho previo
b) Mandato: supone el requerimiento para que un administrado cumpla con una obligación
legal o reglamentariamente establecida, o para que soporte una actuación administrativa
sobre su esfera personal o patrimonial
c) Prohibición: mediante la que se impide al administrado el ejercicio de una actividad por
no ser ajustada a derecho

3.2.2. Medios de ejecución forzosa

Los medios de ejecución forzosa se encuentran regulados en la Ley 30/ 1992, de 26 de


noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, en sus artículos 96 y siguientes.

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3.2.3.A) Utilización

Las Administraciones Públicas, a través de sus órganos competentes en cada caso, podrán
proceder, previo apercibimiento, a la ejecución forzosa de los actos administrativos, salvo en los
supuestos en que se suspenda la ejecución de acuerdo con la ley, o cuando la Constitución o la
ley exijan la intervención de los Tribunales.

3.2.3. B) Medios de ejecución forzosa

La ejecución forzosa por las Administraciones Públicas se efectuará, respetando siempre el


principio de proporcionalidad, por los siguientes medios:
a) Apremio sobre el patrimonio
b) Ejecución subsidiaria
c) Multa coercitiva
d) Compulsión sobre las personas
Si fueran varios los medios de ejecución admisibles se elegirán el menos restrictivo de la libertad
individual.
Si fuese necesario entrar en el domicilio del afectado, las Administraciones Públicas deberán
obtener el consentimiento del mismo o, en su defecto, la oportuna autorización judicial.

3.2.4. C) Apremio sobre el patrimonio

Si en virtud de acto administrativo hubiera de satisfacerse cantidad líquida se seguirá el


procedimiento previsto en las normas reguladoras del procedimiento recaudatorio en vía
ejecutiva.
En cualquier caso, no podrá imponerse a los administrados una obligación pecuniaria que no
estuviese establecida con arreglo a una norma de rango legal.

3.2.3. D) Ejecución subsidiaria

Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos
puedan ser realizados por sujeto distinto del obligado.
En este caso, las Administraciones Públicas realizarán el acto, por sí o a través de las personas
que determinen, a costa del obligado.
El importe de los gastos, daños y perjuicios se exigirá conforme al procedimiento de apremio
sobre el patrimonio. Dicho importe podrá liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la
ejecución, a reserva de la liquidación definitiva.

3.2.3. E) Multa coercitiva

Cuando así lo autoricen las leyes, y en la forma y cuantía que éstas determinen, las
Administraciones Públicas pueden, para la ejecución de determinados actos, imponer multas
coercitivas, reiteradas por lapsos de tiempo que sean suficientes para cumplir lo ordenado, en
los siguientes supuestos:
a) Actos personalísimos en que no proceda la compulsión directa sobre la persona del
obligado
b) Actos en que, procediendo la compulsión, la Administración no la estimara conveniente
c) Actos cuya ejecución pueda el obligado encargar a otra persona. La multa coercitiva es
independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal carácter y compatible con
ellas.

3.2.3. F) Compulsión sobre las personas

Los actos administrativos que impongan una obligación personalísima de no hacer o soportar
podrán ser ejecutados por compulsión directa sobre las personas en los casos en que la Ley
expresamente lo autorice, y dentro siempre del respeto debido a su dignidad y a los derechos
reconocidos en la Constitución.
Si, tratándose de obligaciones personalísimas de hacer, no se realizase la prestación, el obligado
deberá resarcir los daños y perjuicios, a cuya liquidación y cobro se procederá en vía
administrativa.

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3.2.4. Sanción administrativa

Las sanciones administrativas comunes se manifiestan bajo la denominación de multas. Las


multas sancionadoras, a diferencia de la multa coercitiva analizada anteriormente, consisten en
una consecuencia impuesta al administrado no para forzarle a realizar una actuación sino como
consecuencia de la comisión de una infracción.
Según la Disposición Adicional Única de la Ley 11/ 1999, salvo previsión legal distinta en cuanto
a sus cuantías, las multas por infracción de ordenanzas no podrán exceder de 1830,36 euros
(300.000 pesetas) en municipios de más 250.000 habitantes, de 901,52 euros (150.000 pesetas)
en los de 50.001 a 250.000 habitantes, de 450,75 euros (75.000 pesetas) en los de 20.001 a
50.000 habitantes, de 300, euros (50.000 pesetas) en los de 5.001 a 20.000 habitantes, y de
150,25 euros (25.000 pesetas) en los demás municipios.

3.2.4.1. Procedimiento sancionador

El procedimiento sancionador se regula en el Título IX de la Ley 30/ 1992, de 26 de noviembre y


en el Real Decreto 1398/ 1993, de 4 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento del
Procedimiento para el ejercicio de la potestad sancionadora, que se aplica con carácter
subsidiario en las Corporaciones Locales, en defecto de normativa específica.

3.2.4.1. A) Normas Generales sobre el procedimiento sancionador

1. Principio de legalidad
La potestad sancionadora de las Administraciones Públicas, reconocida por la Constitución, se
ejercerá cuando haya sido expresamente atribuida por una norma con rango de Ley, con
aplicación del procedimiento previsto para su ejercicio.
El ejercicio de la potestad sancionadora corresponde a los órganos administrativos que la tengan
expresamente atribuida, por disposición de rango legal o reglamentario.
2. Irretroactividad
Serán de aplicación las disposiciones sancionadoras vigentes en el momento de producirse los
hechos que constituyan infracción administrativa.
Las disposiciones sancionadoras producirán efecto retroactivo en cuanto favorezcan al presunto
infractor.
3. Principio de tipicidad
Sólo constituyen infracciones administrativas las vulneraciones del Ordenamiento Jurídico
previstas como tales infracciones por una Ley.
Las infracciones administrativas se clasificarán por la Ley en leves, graves y muy graves.
Únicamente por la comisión de infracciones administrativas podrán imponerse sanciones que,
en todo caso, estarán delimitadas por la Ley.
Las disposiciones reglamentarias de desarrollo podrán introducir especificaciones o
graduaciones al cuadro de las infracciones o sanciones establecidas legalmente que, sin
constituir nuevas infracciones o sanciones, ni alterar la naturaleza o límites de las que la Ley
contempla, contribuyan a la más correcta identificación de las conductas o a la más precisa
determinación de las sanciones correspondientes.
Las normas definidoras de infracciones y sanciones no serán susceptibles de aplicación
analógica.
4. Responsabilidad
Sólo podrán ser sancionadas por hechos constitutivos de infracción administrativa las personas
físicas y jurídicas que resulten responsables de los mismos aun a título de simple inobservancia.
Las responsabilidades administrativas que se deriven del procedimiento sancionador serán
compatibles con la exigencia al infractor de la reposición de la situación alterada por el mismo a
su estado originario, así como con la indemnización por los daños y perjuicios causados que
podrán ser determinados por el órgano competente, debiendo, en este caso, comunicarse al
infractor para su satisfacción en el plazo que al efecto se determine, y quedando, de no hacerse
así, expedita la vía judicial correspondiente.
Cuando el cumplimiento de las obligaciones previstas en una disposición legal corresponda a
varias personas conjuntamente, responderá de forma solidaria de las infracciones que, en su
caso, se cometan y de las sanciones que se impongan.
Serán responsables subsidiarios o solidarios por el incumplimiento de las obligaciones impuestas
por la Ley que conlleven el deber de prevenir la infracción administrativa cometida por otros, las

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personas físicas y jurídicas sobre las que tal deber recaiga, cuando así lo determinen las Leyes
reguladoras de los distintos regímenes sancionadores.
5. Proporcionalidad
Las sanciones administrativas, sean o no de naturaleza pecuniaria, en ningún caso podrán
implicar, directa o subsidiariamente, privación de libertad.
El establecimiento de sanciones pecuniarias deberá prever que la comisión de las infracciones
tipificadas no resulte más beneficioso para el infractor que el cumplimiento de las normas
infringidas.
En la determinación normativa del régimen sancionador, así como en la imposición de sanciones
por las Administraciones Públicas se deberá guardar la debida adecuación entre la gravedad del
hecho constitutivo de la infracción y la sanción aplicada, considerándose especialmente los
siguientes criterios para la graduación de la sanción a aplicar:
• La existencia de intencionalidad o reiteración
• La naturaleza de los perjuicios causados
• La reincidencia, por comisión en el término de un año de más de una infracción de la
misma naturaleza cuando así haya sido declarado por resolución firme
6. Prescripción
Las infracciones y sanciones prescribirán según lo dispuesto en las leyes que las establezcan.
Si éstas no fijan plazos de prescripción, las infracciones muy graves prescribirán a los tres años,
las graves a los dos años y las leves a los seis meses; las sanciones impuestas por faltas muy
graves prescribirán a los tres años, las impuestas por faltas graves a los dos años y las impuestas
por faltas leves al año.
El plazo de prescripción de las infracciones comenzará a contarse desde el día en que la
infracción se hubiera cometido. Interrumpirá la prescripción la iniciación, con conocimiento del
interesado, del procedimiento sancionador, reanudándose el plazo de prescripción si el
expediente sancionador estuviera paralizado más de un mes por causa no imputable al presunto
responsable.
El plazo de prescripción de las sanciones comenzará a contarse desde el día siguiente a aquel
en que adquiera firmeza la resolución por la que se impone la sanción.
Interrumpirá la prescripción la iniciación, con conocimiento del interesado, del procedimiento de
ejecución, volviendo a transcurrir el plazo si aquél está paralizado durante más de un mes por
causa no imputable al infractor.
7. Concurrencia de sanciones
No podrán sancionarse los hechos que hayan sido sancionados penal o administrativamente, en
los casos en que se aprecie identidad del sujeto, hecho y fundamento.

3.2.4.1. B) Principios del procedimiento sancionador

1. Garantía de procedimiento.
El ejercicio de la potestad sancionadora requerirá procedimiento legal o reglamentariamente
establecido.
Los procedimientos que regulen el ejercicio de la potestad sancionadora deberán establecer la
debida separación entre la fase instructora y la sancionadora, encomendándolas a órganos
distintos.
En ningún caso se podrá imponer una sanción sin que se haya tramitado el necesario
procedimiento.
2. Derechos del presunto responsable
Los procedimientos sancionadores garantizarán al presunto responsable los siguientes
derechos:
• A ser notificado de los hechos que se le imputen, de las infracciones que tales hechos
puedan constituir y de las sanciones que, en su caso, se les pudieran imponer, así como
de la identidad del instructor, de la autoridad competente para imponer la sanción y de
la norma que atribuya tal competencia
• A formular alegaciones y utilizar los medios de defensa admitidos por el Ordenamiento
Jurídico que resulten procedentes
• Los demás derechos reconocidos por el artículo 35 de la Ley 30/ 1992, de 26 de
noviembre
3. Medidas de carácter provisional

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Cuando así esté previsto en las normas que regulen los procedimientos sancionadores, se podrá
proceder mediante acuerdo motivado a la adopción de medidas de carácter provisional que
aseguren la eficacia de la resolución final que pudiera recaer.
4. Presunción de inocencia
Los procedimientos sancionadores respetarán la presunción de no existencia de responsabilidad
administrativa mientras no se demuestre lo contrario.
Los hechos declarados probados por resoluciones judiciales penales firmes vincularán a las
Administraciones Públicas respecto de los procedimientos sancionadores que substancien.
Los hechos constatados por funcionarios a los que se reconoce la condición de autoridad, y que
se formalicen en documento público observando los requisitos legales pertinentes, tendrán valor
probatorio sin perjuicio de las pruebas que en defensa de los respectivos derechos o intereses
puedan señalar o aportar los propios administrados.
Se practicarán de oficio o se admitirán a propuesta del presunto responsable cuantas pruebas
sean adecuadas para la determinación de hechos y posibles responsabilidades.
Sólo podrán declararse improcedentes aquellas pruebas que por su relación con los hechos no
puedan alterar la resolución final a favor del presunto responsable.
5. Resolución
La resolución que ponga fin al procedimiento habrá de ser motivada y resolverá todas las
cuestiones planteadas en el expediente.
En la resolución no se podrán aceptar hechos distintos de los determinados en el curso del
procedimiento, con independencia de su diferente valoración jurídica.
La resolución será ejecutiva cuando ponga fin a la vía administrativa.
En la resolución se adoptarán, en su caso, las disposiciones cautelares precisas para garantizar
su eficacia en tanto no sean ejecutiva.
4. SERVICIO PÚBLICO

4.1. Disposiciones Generales

Las Corporaciones Locales tendrán plena potestad para constituir, organizar, modificar y suprimir
los servicios de su competencia, tanto en el orden personal como en el económico o en
cualesquiera otros aspectos, con arreglo a la Ley de Régimen Local y a sus reglamentos y demás
disposiciones de aplicación.
Con el fin de atender a las necesidades de sus administrados, las Corporaciones Locales
prestaran los servicios adecuados para satisfacerlas.
Se evitará la duplicidad de servicios prestados por otros organismos públicos con competencia
especialmente instituida para el desarrollo de los mismos.
La prestación de los servicios se atemperará a las normas que rijan cada uno de ellos.
Las Corporaciones Locales determinaran en la reglamentación de todo servicio que establezcan
las modalidades de prestación, situación, deberes y derechos de los usuarios y, si no se hubieren
de desarrollar íntegramente, de quien asumiere la prestación en vez de la Administración.
La recepción y uso de los servicios por parte de los administrados podrán declararse obligatorios
por disposición reglamentaria o acuerdo, cuando fuere necesario para garantizar la tranquilidad,
seguridad o salubridad ciudadanas.
Los servicios que consistieren en la inspección técnica de personas, establecimientos o cosas
habrán de ser prestados por facultativos con título profesional competente.
Todas las cuestiones que se suscitaren respecto a las resoluciones de las Corporaciones Locales
sobre constitución, organización, modificación y supresión de los servicios públicos de su
competencia serán deferidas al conocimiento de la jurisdicción contencioso-administrativa.

5. LA GESTIÓN DE SERVICIOS PÚBLICOS LOCALES

5.1. Del Consorcio

Las Corporaciones Locales podrán constituir consorcios con entidades públicas de diferente
orden, para instalar o gestionar servicios de interés local.
La constitución de un consorcio, en lo que a las Corporaciones Locales concierne, deberá seguir
el procedimiento señalado para la municipalización o provincialización de servicios si se tratare
de alguno de los que la asunción y gestión directa por la Corporación requiera esta formalización
y no hubiere sido ya aprobada.

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Si no requiriera dicho trámite, o ya se hubiere seguido, la Corporación podrá convenir la
institución del consorcio libremente.
El estatuto del consorcio determinara las particularidades del régimen orgánico, funcional y
financiero.
Los consorcios podrán utilizar cualquiera de las formas de gestión de servicios, sustituyendo a
los entes consorciados.

5.2. Gestión Directa de Servicios

5.2.1. Concepto y alcance

Se entenderá por gestión directa la que para prestar los servicios de su competencia realicen las
Corporaciones Locales por sí mismas o mediante organismos exclusivamente dependientes de
ellas.
Para el establecimiento de la gestión directa de servicios que no tengan carácter económico,
mercantil o industrial bastara el acuerdo de la Corporación en pleno.
Serán atendidas necesariamente por gestión directa las funciones que impliquen ejercicio de
autoridad.
Los servicios relacionados con las actividades benéficas podrán prestarse por gestión directa o
por concierto.
5.2.2. Formas de Gestión Directa

La gestión directa de los servicios municipales puede prestarse con órgano especial de
administración o con órgano especial de administración.
En la gestión directa sin órgano especial, la corporación local interesada asumirá su propio riesgo
y ejercerá sin intermediarios y de modo exclusivo todos los poderes de decisión y gestión,
realizando el servicio mediante funcionarios de plantilla y obreros retribuidos con fondos del
presupuesto ordinario.
El régimen financiero del servicio se desenvolverá dentro de los límites del indicado presupuesto.
Podrá designarse un administrador del servicio, que sea funcionario de plantilla, sin facultades
para el manejo de caudales ni para la adopción de resoluciones.
Serán atendidos necesariamente por gestión directa sin órgano especial los servicios que
impliquen ejercicio de autoridad.
Las Corporaciones Locales podrán realizar los servicios de su competencia dotándolos de
personalidad jurídica publica en los supuestos siguientes:
a) Cuando lo exigiere una Ley especial
b) Cuando por compra, donación o disposición fundacional, en este caso con arreglo a la
voluntad del fundador, adquirieren de los particulares bienes adscritos a determinado fin
c) Cuando el adecuado desarrollo de las funciones de beneficencia, de cultura o de
naturaleza económica lo aconsejaren.
Los servicios personalizados poseerán patrimonio especial, afecto a los fines específicos de la
institución que se constituye.
Dichos servicios se regirán por estatuto propio, el cual habrá de ser aprobado por la corporación
local, pero respetando en las fundaciones la voluntad del fundador.
Cuando la gestión directa de los servicios se realice mediante una organización especializada,
habrá de constituirse un Consejo de Administración que será presidido por un miembro de la
Corporación.
A propuesta de dicho Consejo, el alcalde o presidente designará al Gerente.
La organización especializada tendrá, dentro del presupuesto único previsto en el artículo 112
de la Ley 7/1985, de 2 de abril, sección presupuestaria propia, constituida por las partidas
consignadas a tal fin y nutrida por el producto de la prestación y por las subvenciones o auxilios
que se recibiesen.
Los servicios prestados mediante una organización especializada llevarán, con independencia
de la contabilidad general de la Entidad local, una contabilidad especial, debiendo publicarse los
balances y las liquidaciones.
La liquidación o compensación de las pérdidas se hará en la forma prevista en el acuerdo de
establecimiento. Con cargo a las ganancias se constituirán fondos de reserva en la cuantía que
establezcan las Ordenanzas.
En los casos en que el servicio o actividad se gestione directamente en forma de empresa
privada, habrá de adoptarse una de las formas de Sociedad mercantil de responsabilidad

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limitada. La Sociedad se constituirá y actuará conforme a las disposiciones legales mercantiles,
y en la escritura de constitución constará el capital, que deberá ser aportado íntegramente por la
Entidad local, la forma de constituir el Consejo de Administración y la determinación de quienes
tengan derecho a emitir voto representando al capital social.
Cuando las pérdidas excedan de la mitad del capital social, será obligatoria la disolución de la
Sociedad, y la Corporación resolverá sobre la continuidad y forma de prestación del servicio.

5.3. Gestión Indirecta de los Servicios

5.3.1. Formas de Gestión Indirecta

Los servicios de competencia de las Corporaciones Locales podrán prestarse indirectamente con
arreglo a las siguientes formas:
a) Concesión
b) Arrendamiento
c) Concierto
5.3.1.1) Concesión
Los servicios de competencia de las entidades locales podrán prestarse mediante concesión
administrativa, salvo en los casos en que este ordenada la gestión directa.
La concesión podrá comprender:
a) La construcción de una obra o instalación y la subsiguiente gestión del servicio a que
estuvieren afectas
b) El mero ejercicio del servicio público cuando no requiera obras o instalaciones
permanentes o estuvieren ya establecidas.
En toda concesión de servicios se fijarán las cláusulas con arreglo a las cuales se otorgare, que
serán las que se juzguen convenientes y, como mínimo, las siguientes:
a) Servicio objeto de la concesión y características del mismo
b) Obras e instalaciones que hubiere de realizar el concesionario y quedaren sujetas a
reversión, y obras e instalaciones a su cargo, pero no comprendidas en aquella
c) Obras e instalaciones de la Corporación cuyo goce se entregare al concesionario
d) Plazo de la concesión, según las características del servicio y las inversiones que hubiere
de realizar el concesionario, sin que pueda exceder de cincuenta años
e) Situación respectiva de la Corporación y del concesionario durante el plazo de vigencia
de la concesión
f) Tarifas que hubieren de percibirse del público, con descomposición de sus factores
constitutivos, como base de futuras revisiones
g) Clase, cuantía, plazos y formas de entrega de la subvención al concesionario, si se
otorgare
h) Canon o participación que hubiere de satisfacer, en su caso, el concesionario a la
Corporación
i) Deber del concesionario de mantener en buen estado las obras e instalaciones
j) Otras obligaciones y derechos recíprocos de la Corporación y el concesionario
k) Relaciones con los usuarios
l) Sanciones por incumplimiento de la concesión
m) Régimen de transición, en el último periodo de la concesión en garantía de la debida
reversión o devolución, en su caso, de las instalaciones, bienes y material integrantes
del servicio
n) Casos de resolución y caducidad.
Serán nulas las concesiones que se otorgaren sin ajustarse a las formalidades que se establecen
en los artículos siguientes y, para lo no dispuesto en ellos, en el reglamento de contratación de
las Corporaciones Locales.
Serán nulas las cláusulas por las que la Corporación concedente renunciare a fiscalizar el
servicio o imponer modificaciones al rescate si lo aconsejare el interés público o a declarar la
caducidad en casos de infracción grave.
Serán también nulas las cláusulas que establecieran la irreversibilidad de las tarifas en el
transcurso de la concesión, o confiriesen al concesionario derecho de preferencia a la gestión
del servicio una vez extinguido el plazo de la otorgada.
Cuando algún particular solicitare por su propia iniciativa la concesión de un servicio deberá
presentar memoria sobre el que se tratare de establecer y en la que justifique la conveniencia de
prestarlo en régimen de concesión.

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La Corporación examinará la petición y, considerando la necesidad o no del establecimiento del
servicio y la conveniencia para los intereses generales de su gestión por concesión, la admitirá
a trámite o la rechazará de plano.
Si se pidiere subvención de fondos la Corporación deberá expresar, en el supuesto de admisión,
si acepta o rechaza en principio la cláusula y, en caso afirmativo, la partida del presupuesto a
cuyo cargo hubiere de imputarse.
La Corporación encargara a sus técnicos la redacción del proyecto correspondiente o convocara
concurso de proyectos, durante el plazo mínimo de un mes y en la forma dispuesta por el
reglamento de contratación de las Corporaciones Locales.
Si optare por la ultima solución, en las bases del concurso podrá ofrecer:
a) Adquirir el proyecto, mediante pago de cierta suma
b) Obligar al que resultare adjudicatario de la ejecución de aquel a pagar su importe
c) Derecho de tanteo sobre la adjudicación
En el supuesto de que se hubiere convocado concurso de proyectos, la Corporación elegirá, con
arreglo a las bases del mismo, el que fuere más conveniente a los intereses públicos, en el cual
podrá introducir las modificaciones que considerare oportunas.
Aprobado por la Corporación el proyecto que, redactado por particulares o por la misma
Corporación, hubiere de servir de base a la concesión del servicio, se convocara licitación pública
para adjudicarla.
Podrá tomar parte en la licitación cualquier persona, además de los presentadores de proyectos
en el concurso previo si se hubiere celebrado.
Si el proyecto proveyere la subvención con fondos públicos al concesionario, la Corporación
podrá disponer que la licitación verse sobre la rebaja en el importe de aquella.
En otro caso, y en el de igualdad en la baja, la licitación se referirá al abaratamiento de las tarifas
tipo señaladas en el proyecto, y, si se produjere empate, sucesivamente a los siguientes
extremos: ventajas a los usuarios económicamente débiles; mayor anticipación en el plazo de
reversión, si la hubiere; y más rendimientos para la Administración, en forma de canon o
participación en los beneficios.
La concesión será otorgada por el Ayuntamiento pleno o por la Diputación Provincial.
La garantía se devolverá al concesionario si hubiere de realizar obras reversibles a la entidad
local, cuando acreditare tenerlas efectuadas por valor equivalente a la tercera parte de las
comprendidas en la concesión.
En el plazo de quince días, el concesionario deberá abonar el valor de tasación del proyecto, si
lo ordenaren las bases de la licitación o hubiere obtenido la adjudicación.
Constituida la garantía definitiva y, en su caso, pagado o consignado el valor del proyecto, se
formalizará la concesión.
En la ordenación jurídica de la concesión se tendrá como principio básico que el servicio
concedido seguirá ostentando en todo momento la calificación de servicio público de la
Corporación Local a cuya competencia estuviere atribuido.
La Corporación concedente ostentara, sin perjuicio de las que procedan, las potestades
siguientes:
Ordenar discrecionalmente, como podría disponer si gestionarse directamente el servicio las
modificaciones en el concedido que aconsejare el interés público, y, entre otras:
a) La variación en la calidad, cantidad, tiempo o lugar de las prestaciones en que el servicio
consista, y
b) La alteración de las tarifas a cargo del público y en la forma de retribución del
concesionario.
c) Fiscalizar la gestión del concesionario, a cuyo efecto podrá inspeccionar el servicio, sus
obras, instalaciones y locales y la documentación relacionada con el objeto de la
concesión, y dictar las órdenes para mantener o restablecer la debida prestación.
d) Asumir temporalmente la ejecución directa del servicio en los casos en que no lo prestare
o no lo pudiere prestar el concesionario, por circunstancias imputables o no al mismo.
e) Imponer al concesionario las correcciones pertinentes por razón de las infracciones que
cometiere.
f) Rescatar la concesión.
g) Suprimir el servicio.
La Corporación concedente deberá:
a) Otorgar al concesionario la protección adecuada para que pueda prestar el servicio
debidamente.
b) Mantener el equilibrio financiero de la concesión para lo cual:

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c) Compensara económicamente al concesionario por razón de las modificaciones que le
ordenare introducir en el servicio y que incrementaren los costos o disminuyeren la
retribución, y
d) Revisará las tarifas y subvención cuando, aun sin mediar modificaciones en el servicio,
circunstancias sobrevenidas e imprevisibles determinaren, en cualquier sentido, la
ruptura de la economía de la concesión.
e) Indemnizar al concesionario por los daños y perjuicios que le ocasionare la asunción
directa de la gestión del servicio, si esta se produjere por motivos de interés público
independientes de culpa del concesionario.
f) Indemnizar al concesionario por el rescate de la concesión o en caso de supresión del
servicio.
Serán obligaciones generales del concesionario:
a) Prestar el servicio del modo dispuesto en la concesión u ordenado posteriormente por la
Corporación concedente, incluso en el caso de que circunstancias sobrevenidas e
imprevisibles ocasionaren una subversión en la economía de la concesión, y sin más
interrupciones que las que se habrían producido en el supuesto de gestión directa
municipal o provincial.
b) Admitir al goce del servicio a toda persona que cumpla los requisitos dispuestos
reglamentariamente.
c) Indemnizar a terceros de los daños que les ocasionare el funcionamiento del servicio,
salvo si se hubieren producido por actos realizados en cumplimiento de una cláusula
impuesta por la Corporación con carácter ineludible.
d) No enajenar bienes afectos a la concesión que hubieren de revestir a la entidad
concedente, ni gravarlos, salvo autorización expresa de la Corporación.
e) Ejercer, por si, la concesión y no cederla o traspasarla a terceros sin la anuencia de la
Corporación, que solo podrá autorizarla en las circunstancias que señala el párrafo 2 del
artículo 52 del reglamento de contratación de las Corporaciones Locales.
La concesión otorgara al concesionario las facultades necesarias para prestar el servicio.
Serán derechos del concesionario:
• Percibir la retribución correspondiente por la prestación del servicio
• Obtener compensación económica que mantenga el equilibrio financiero de la concesión
• Utilizar los bienes de dominio público necesarios para el servicio
• Recabar de la Corporación los procedimientos de expropiación forzosa, imposición de
servidumbres y desahucio administrativo para la adquisición del dominio, derechos
reales o uso de los bienes precisos para el funcionamiento del servicio
La Corporación concedente podrá otorgar al concesionario:
Reconocimiento de vecindad a su persona, dependientes y operarios en el municipio de la
concesión, para el disfrute de los aprovechamientos comunales
Utilización de la vía de apremio para la percepción de las prestaciones económicas que adeuden
los usuarios por razón del servicio
El concesionario percibirá, como retribución:
a) Las contribuciones especiales que se devengaren por el establecimiento del servicio,
salvo cláusula en contrario
b) Las tasas a cargo de los usuarios
También podrá consistir la retribución, juntamente con alguno de los conceptos anteriores, o
exclusivamente si el servicio hubiere de prestarse gratuitamente, en subvención a cargo de los
fondos de la Corporación.
En todo caso, la retribución prevista para el concesionario deberá ser calculada de modo que
permita, mediante una buena y ordenada administración, amortizar durante el plazo de la
concesión el costo de establecimiento del servicio y cubrir los gastos de explotación y un margen
normal de beneficio industrial.
Si como forma de retribución, total o parcial, se acordare el otorgamiento de subvención, esta no
podrá revestir la forma de garantía de rendimiento mínimo ni cualquier otra modalidad susceptible
de estimular el aumento de gastos de explotación, y, en general, una gestión económica
deficiente por el concesionario y el traslado de las resultas de la misma a la entidad concedente.
La retribución será revisable en los casos a que aluden los artículos

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5.3.1.2. Arrendamiento

Las Corporaciones Locales podrán disponer la prestación de los servicios mediante


arrendamiento de las instalaciones de su pertenencia.
No podrán ser prestados en esta forma los servicios de beneficencia y asistencia sanitaria,
incendios y establecimientos de crédito.
Serán utilizable esta forma de gestión indirecta cuando se hubieren de tener primordialmente en
cuenta los intereses económicos de la Corporación contratante en orden a la disminución de los
costos o al aumento de los ingresos.
La duración del contrato de arrendamiento de instalaciones para la prestación de servicios no
podrá exceder de diez años.
La garantía representará el importe de un trimestre, por lo menos, del canon, sin exceder del de
una anualidad.
Los arrendatarios estarán obligados a conservar en perfecto estado las obras e instalaciones,
destinándolas exclusivamente al uso pactado a realizar por su cuenta todas las reparaciones
necesarias, respondiendo incluso de los deterioros producidos por los usuarios; y a devolverlas,
al terminar el contrato, en el mismo estado en que las recibieron.
No podrán ser contratados servicios personales cuando atendieren necesidades permanentes,
en cuyo caso deberá crearse la oportuna plaza de funcionario y proveerla reglamentariamente.
Cuando se tratare de servicios transitorios, el contrato deberá llevarse a cabo mediante concurso,
a no ser que afectare a obreros no cualificados, y se fijará un plazo que no podrá exceder de dos
años y será improrrogable.

5.3.1.3. Concierto

Las operaciones locales podrán prestar los servicios de su competencia mediante concierto con
otras entidades públicas o privadas y con los particulares, utilizando los que unas u otros tuvieran
establecidos, sin que el concierto origine nueva persona jurídica entre las mismas.
La duración de los conciertos no podrá exceder de diez años, y quedaran automáticamente sin
efecto desde el momento en que la Corporación interesada tuviere instalado y en disposición de
funcionar un servicio análogo al concertado.
El concierto podrá establecerse con personas o entidades radicantes dentro o fuera del territorio
de la entidad local.
Cuando el concierto se estableciera entre dos Corporaciones Locales o entre una de estas y el
Estado y otra de carácter paraestatal, no requerirá prestación de garantía.
El pago de los servicios concertados se fijará en un tanto alzado inalterable, y de carácter
conjunto por la totalidad del servicio en un tiempo determinado, o por unidades a precio fijo.
Las diputaciones provinciales no podrán concertar la totalidad de los servicios mínimos
obligatorios de carácter benéfico-sanitario.

6. CONCESIÓN DE LICENCIAS

Las solicitudes de licencias se resolverán con arreglo al siguiente procedimiento, cuando no


exista otro especialmente ordenado por disposición de superior o igual jerarquía:
• Se presentarán en el registro general de la Corporación, y si se refieren a ejecución de
obras o instalaciones, deberá acompañarse proyecto técnico con ejemplares para cada
uno de los organismos que hubieren de informar la petición
• En el plazo de los cinco días siguientes a la fecha del registro se remitirán los duplicados
a cada uno de los aludidos organismos
• Los informes de estos deberán remitirse a la Corporación diez días antes, al menos, de
la fecha en que terminen los plazos indicados posteriormente, transcurridos los cuales
se entenderán informadas favorablemente las solicitudes
• Si resultaren deficiencias subsanables, se notificarán al peticionario antes de expirar el
plazo indicado a continuación, para que dentro de los quince días pueda subsanarlas
• Las licencias para el ejercicio de actividades personales, parcelaciones en sectores para
los que exista aprobado plan de urbanismo, obras e instalaciones industriales menores
y apertura de pequeños establecimientos habrán de otorgarse o denegarse en el plazo
de un mes, y las de nueva construcción o reforma de edificios e industrias, apertura de
mataderos, mercados particulares y, en general, grandes establecimientos, en el de dos,
a contar de la fecha en que la solicitud hubiere ingresado en el registro general.

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• El computo de estos plazos quedara suspendido durante los quince días de subsanación
de defectos de la solicitud, contados a partir de la notificación de la deficiencia
Si transcurrieran los plazos señalados, con la prórroga del periodo de subsanación de
deficiencias, en su caso, sin que se hubiere notificado resolución expresa:
• El peticionario de licencia de parcelación, en el supuesto expresado, construcción de
inmuebles o modificación de la estructura de los mismos, implantación de nuevas
industrias o reformas mayores de las existentes, podrá acudir a la comisión provincial de
urbanismo, donde existiere constituida, o, en su defecto, a la comisión provincial de
servicios técnicos, y si en el plazo de un mes no se notificare al interesado acuerdo
expreso, quedará otorgada la licencia por silencio administrativo
• Si la licencia solicitada se refiere a actividades en la vía pública o en bienes de dominio
público o patrimoniales, se entenderá denegada por silencio administrativo
• Si la licencia instada se refiere a obras o instalaciones menores, apertura de toda clase
de establecimientos y, en general, a cualquier otro objeto no comprendido en los dos
apartados precedentes, se entenderá otorgada por silencio administrativo.
Las Corporaciones Locales podrán reducir en cuanto a ellas afecte los plazos señalados en el
párrafo anterior.
Los documentos en que se formalicen las licencias y sus posibles transmisiones serán expedidas
por el secretario de la Corporación.

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Tema 4.- El Régimen Local Español. Principios constitucionales y regulación jurídica de
la Administración Local: Entidades que la integran.

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Administrativo (C1)

Tema 5

• La Administración Local.
- Concepto, naturaleza y características.
- Principios constitucionales.
- Regulación jurídica.
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- Entidades que integran la Administración Local.


Sumario

1. LA ADMINISTRACIÓN LOCAL.

1.1. Conceptos, Naturaleza y Características.

1.2. Principios Constitucionales.

1.3. Regulación Jurídica.

1.4. Entidades que integran la Administración Local.

1.4.1. Entidades Locales Territoriales.


El Municipio.
La Provincia.
La Isla en los archipiélagos Balear y Canario.

1.4.2. Otras Entidades Locales.


Las Comarcas.
Las Áreas Metropolitanas.
Las Mancomunidades de Municipios.
Las Entidades Territoriales de ámbito inferior al municipio.

1.4.3. Potestades de las Entidades Locales.


1.4.4. Capacidad jurídica de las Entidades Locales.
1.4.5. Principios de actuación y control de las Entidades Locales.
1.4.6. Competencias de las Entidades Locales.
1.4.7. Principios de relación de las Entidades Locales.

Tema 5 - Administrativo (C1) La Administración Local


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1. LA ADMINISTRACIÓN LOCAL.

1.1. CONCEPTO, NATURALEZA Y CARACTERÍSTICAS.


El término “Administración Local” se suele usar como sinónimo de “Régimen Local”, pero
se puede diferenciar en que la expresión “Régimen Local” es más amplia y comprende no sólo la
Administración relativa a los Entes Locales, sino también cuestiones que tienen naturaleza
política, es decir, que afectan a la organización política y al gobierno de los Entes.
ENTRENA CUESTA define la Administración Local como “aquél sector de la
Administración Pública integrado por los Entes Públicos menores de carácter territorial” y
determina que los entes locales tienen una naturaleza exclusivamente administrativa. Esta es la
posición del Tribunal Constitucional que mantiene que la autonomía local es administrativa,
mientras afirma el carácter político de la autonomía de las Comunidades Autónomas.
De esta definición se desprenden las siguientes características:

• La Administración Local forma parte de la Administración Pública.


El artículo 2.3 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo
Común de las Administraciones Públicas, establece que tienen la consideración de
Administraciones Públicas:

- La Administración General del Estado.


- Las Administraciones de las Comunidades Autónomas.
- Las Entidades que integran la Administración Local.
- Los organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o dependientes
de las Administraciones Públicas.

• A diferencia de la Administración del Estado e incluso de la Autonómica, la


Administración Local está forma por Entes, no por órganos, es decir, por sujetos de Derecho con
personalidad jurídica propia.

• Los Entes Públicos menores que integran la Administración Local tienen carácter
territorial. El territorio constituye un elemento esencial de los mismos. Pueden perseguir todos
aquellos fines que redunden en beneficio de quienes ocupan el territorio de su jurisdicción.

1.2. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES.


La regulación constitucional de la Administración Local viene recogida en el Capítulo
Segundo “De la Administración Local” de su Título VIII “De la Organización Territorial del Estado”,
artículos 140 a 142.
Con carácter general, el artículo 137 de la CE dispone el Estado se organiza territorialmente
en Municipios, en Provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan.
Todas estas Entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses.

Tema 5 - Administrativo (C1) -5-


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 Artículo 140. Autonomía y democracia municipal.

La Constitución garantiza la autonomía de los Municipios.


Estos gozarán de personalidad jurídica plena.
Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos Ayuntamientos, integrados por
los Alcaldes y los Concejales. Los Concejales serán elegidos por los vecinos del Municipio
mediante sufragio universal, igual, libre, directo y secreto, en la forma establecida por la Ley.
Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales o por los vecinos. La Ley regulará las
condiciones en las que proceda el régimen del concejo abierto.

 Artículo 141. Las Provincias. Las islas.

La Provincia es una Entidad Local con personalidad jurídica propia, determinada por la
agrupación de Municipios y división territorial para el cumplimiento de las actividades del
Estado. Cualquier alteración de los límites provinciales habrá de ser aprobada por las Cortes
Generales mediante Ley orgánica.
El Gobierno y la administración autónoma de las Provincias estarán encomendados a
Diputaciones u otras Corporaciones de carácter representativo.
Se podrán crear agrupaciones de Municipios diferentes de la Provincia.
En los archipiélagos, las islas tendrán además su administración propia en forma de Cabildos
o Consejos.

 Artículo 142. La Haciendas locales.

Las Haciendas locales deberán disponer de los medios suficientes para el desempeño de las
funciones que la Ley atribuye a las Corporaciones respectivas y se nutrirán fundamentalmente
de tributos propios y de participación en los del Estado y de las Comunidades Autónomas.

A la vista de los artículos citados, se pueden señalar tres principios fundamentales en


relación con la Administración Local:

1. Autonomía de las Corporaciones Locales en la gestión de sus intereses. El


concepto de autonomía referido a las Corporaciones Locales no tiene el mismo alcance y
significado que cuando se habla del derecho a la autonomía de las Comunidades Autónomas. La
autonomía es sinónima de capacidad normativa, es decir, facultad para dictar normas de rango
legislativo. Las Corporaciones Locales no gozan de la facultad para aprobar Leyes, sólo la tiene
las Cortes y las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas. En cambio, a la
Administración Local se le ha visto limitada su facultad de hacer normas, ya que solo tiene
atribuida la potestad de aprobar normas de rango reglamentario.
El Tribunal Constitucional ha venido a definir la autonomía local, señalando que autonomía
no es soberanía. Cada organización territorial dotada de autonomía es una parte del todo, y en
ningún caso el principio de autonomía puede oponerse al de unidad.

-6- La Administración Local


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La autonomía, por tanto, en lo que se refiere a los Entes Locales, se refiere al


reconocimiento de una serie de facultades de acción que van a garantizar el cumplimiento de sus
propios intereses.
A tal efecto, el artículo 4 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de
Régimen Local atribuye a tales Entes una serie de potestades que desarrollaremos a lo largo de
este tema.

2. Carácter democrático y representativo de sus órganos de gobierno. La Autonomía


local para su desenvolvimiento precisa de una institución capaz de hacerla efectiva, la cual, ha de
ser representativa. El gobierno y administración de Municipios y Provincias corresponde
respectivamente a los Ayuntamientos y las Diputaciones u otras Corporaciones de carácter
representativo. Los Concejales serán elegidos por los vecinos mediante sufragio universal, libre,
secreto y directo. Sin embargo, los Diputados serán elegidos entre los propios Concejales, siendo,
por tanto, una elección de segundo grado.
El principio de elección democrática exige que la gestión de las competencias locales esté
a cargo de órganos integrados por personas que ostenten una legitimidad basada en un proceso
electivo.

3. Suficiencia financiera de las Haciendas Locales. El principio de autonomía estaría


vacío de contenido si las Corporaciones Locales no tuvieran suficientes recursos para hacer
efectivo la realización de dicho principio.
Por suficiencia financiera debemos entender que los Entes Locales cuentan con los
recursos apropiados para hacer frente a sus necesidades.
La Constitución lo garantiza en su artículo 142, estableciendo un sistema financiero mixto
al disponer que «Las Haciendas Locales... se nutrirán fundamentalmente de tributos propios y de
participación de los del Estado y de las Comunidades Autónomas».
Junto a esta regulación específica de la Administración Local, hemos de referirnos a otras
disposiciones que recoge el texto constitucional para la Administración Pública en general y que
por tanto, también serán de aplicación a la Administración Local. Nos referimos a los siguientes
artículos:

 Artículo 103. La Administración Pública.


1. La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo
con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación,
con sometimiento pleno a la ley y al Derecho.
2. Los órganos de la Administración del Estado son creados, regidos y coordinados de acuerdo
con la ley.
3. La ley regulará el estatuto de los funcionarios públicos, el acceso a la función pública de
acuerdo con los principios de mérito y capacidad, las peculiaridades del ejercicio de su
derecho a sindicación, el sistema de incompatibilidades y las garantías para la imparcialidad
en el ejercicio de sus funciones.

Tema 5 - Administrativo (C1) -7-


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 Artículo 105. Participación de los ciudadanos.

La ley regulará:

a) La audiencia de los ciudadanos, directamente o a través de las organizaciones y


asociaciones reconocidas por la Ley, en el procedimiento de elaboración de las
disposiciones administrativas que les afecten.
b) El acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que afecte a
la seguridad y defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad de las personas.
c) El procedimiento a través del cual deben producirse los actos administrativos, garantizando,
cuando proceda, la audiencia del interesado.

 Artículo 106. Control judicial de la Administración.

1. Los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación


administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines que la justifican.
2. Los particulares, en los términos establecidos por la Ley, tendrán derecho a ser
indemnizados por toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en
los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de
los servicios públicos.

1.3. REGULACIÓN JURÍDICA.


Debemos señalar tres niveles normativos de diferente alcance:
a) El estatal: Leyes básicas.
b) El autonómico: Leyes autonómicas y de desarrollo de las del Estado.
c) El local: Reglamentos, Ordenanzas y Bandos.

En el escalón más alto, la Constitución Española de 1978, artículos 137 a 142.

a) Dentro del primer nivel, es decir, el básico, debemos resaltar que la Constitución, en su
artículo 149.1.18.ª, reserva a la exclusiva competencia del Estado la regulación de las bases del
régimen jurídico de las Administraciones Públicas, entre las que se encuentra la propia
Administración Local. Dentro de este apartado se enumeran las siguientes normas de rango
legislativo:

 Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local (LRBRL).

Constituye el núcleo básico que el legislador ha considerado de necesaria aplicación al


Régimen Local. Dicha Ley ha sufrido importantes modificaciones (e incluso ha sido declarada
inconstitucional en algunos puntos) llevadas a cabo por diferentes leyes, entre las que podemos
citar:
• Ley 11/1999, de 21 de abril, de modificación de la LRBRL.
• Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de medidas para la modernización del
gobierno local.

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• Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la


Administración Local.
• Real Decreto-ley 9/2018, de 3 de agosto, de medidas urgentes para el desarrollo
del Pacto de Estado contra la violencia de género.

La Disposición Final Primera de la LRBRL (que constituye legislación básica del Estado y
tiene por tanto una aplicación sustantiva directa) autoriza al Gobierno para refundir en un solo
texto las disposiciones legales vigentes en materia de Régimen Local, en cuanto no se opongan,
contradigan o resulten incompatibles con las disposiciones de dicha Ley. En virtud de esta
autorización se aprobó:

 Real Decreto Legislativo 781/1986, de 18 de abril, por el que se aprueba el texto


refundido de las disposiciones legales vigentes en materia de Régimen Local.

Además, conforme al mandato contenido en dicha Disposición, se dictaron una serie de


normas de carácter reglamentario que desarrollan distintas materias relacionadas con el Régimen
Local. Nos referimos a:

 Real Decreto 1372/1986, de 13 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de


Bienes de las Entidades Locales.
 Real Decreto 1690/1986, de 11 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de
Población y Demarcación Territorial de las Entidades Locales.
 Real Decreto 2568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento
de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales.

En cuanto al ámbito económico, en desarrollo de la previsión constitucional del principio de


suficiencia financiera, se dictó la Ley 39/1988, de 28 de diciembre, reguladora de las
Haciendas Locales (ya derogada), la cual fue finalmente objeto de un nuevo texto refundido que
es el actual:

 Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto


refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales.

b) Dentro del segundo nivel, es decir, Leyes de las Comunidades Autónomas sobre
Régimen Local, podemos señalar que el desarrollo normativo de esta materia dependerá de la
actividad que desarrollen las Asambleas Legislativas de las diferentes Comunidades Autónomas.
En el ámbito autonómico andaluz se ha ejercido la competencia para desarrollar esas
Bases del Régimen Local, dictando una nueva Ley:

 Ley 5/2010, de 11 de junio, de Autonomía Local de Andalucía.

Esta Ley se dicta al amparo del título competencial recogido en el artículo 60 del Estatuto
de Autonomía para Andalucía, que atribuye a la Comunidad Autónoma de Andalucía competencia
exclusiva sobre Régimen Local, respetando el artículo 149.1.18.º de la Constitución y el Principio
de Autonomía Local.

Tema 5 - Administrativo (C1) -9-


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c) Dentro del tercer nivel, las Ordenanzas y Reglamentos Locales, representan las
manifestaciones efectivas de la potestad reglamentaria de tales Entes, las cuales deberán ser
ejercidas con estricta subordinación a la Ley, ya sea estatal o autonómica, según el sistema
constitucional de distribución de competencias.

1.4. ENTIDADES QUE INTEGRAN LA ADMINISTRACIÓN LOCAL.


El artículo 3 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local
(LRBRL), modificado por la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad
de la Administración Local (LRSAL) establece que:

 Son ENTIDADES LOCALES TERRITORIALES:

• El MUNICIPIO.
• La PROVINCIA.
• La ISLA en los archipiélagos balear y canario.

 Gozan, asimismo, de la condición de ENTIDADES LOCALES:

• Las COMARCAS u otras Entidades que agrupen varios Municipios.


• Las ÁREAS METROPOLITANAS.
• Las MANCOMUNIDADES DE MUNICIPIOS.

Tras la modificación de la Ley de Bases de Régimen Local, mediante la Ley de


racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, las Entidades de ámbito territorial
inferior al Municipio (núcleos de población separados, bajo la denominación tradicional de
caseríos, parroquias, aldeas, barrios, anteiglesias, concejos, pedanías, lugares anejos y otros
análogos) pierden su personalidad jurídica, así como su condición de Entidad Local.
El artículo 89.1 de la Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto de
Autonomía para Andalucía (EAA), señala que Andalucía se organiza territorialmente en:

• MUNICIPIOS.
• PROVINCIAS.
• Demás Entidades territoriales que puedan crearse por Ley.

1.4.1. Entidades Locales Territoriales.

El Municipio.
El *Municipio es una Entidad Local básica de la organización territorial del Estado y cauce
inmediato de participación ciudadana en los asuntos públicos, que institucionaliza y gestiona con
autonomía los intereses propios de la correspondiente colectividad. (art. 1.1 LRBRL)
Tiene personalidad jurídica y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines. (art. 11.1
LRBRL).

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El artículo 91 EAA señala que el Municipio es la Entidad territorial básica de la Comunidad


Autónoma. Goza de personalidad jurídica propia y de plena autonomía en el ámbito de sus
intereses. Su representación, gobierno y administración corresponden a los respectivos
Ayuntamientos.
Los Municipios disponen de plena capacidad de autoorganización dentro del marco de las
disposiciones generales establecidas por Ley en materia de organización y funcionamiento
municipal.

La Provincia.

La *Provincia es una Entidad Local determinada por la agrupación de Municipios, con


personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines. (art. 31.1.
LRBRL).
La Provincia goza, asimismo, de la misma autonomía que el Municipio para la gestión de
sus intereses. (art. 1.2. LRBRL)
El artículo 96 EAA determina que la Provincia es una Entidad Local con personalidad
jurídica propia, determinada por la agrupación de Municipios. Cualquier alteración de los límites
Provinciales habrá de ser aprobada por las Cortes Generales mediante Ley orgánica.
El gobierno y la administración autónoma de la Provincia corresponden a la Diputación,
como órgano representativo de la misma.

[*El Municipio y la Provincia los desarrollaremos en sus temas específicos.]

La Isla en los archipiélagos Balear y Canario.

Con idéntica autonomía que el Municipio y la Provincia para la gestión de sus intereses
(art. 1.2. LRBRL).
Conforme a lo previsto en el artículo 41 LRBRL, los Cabildos Insulares Canarios, como
órganos de gobierno, administración y representación de cada isla, se rigen por las normas
contenidas en la disposición adicional decimocuarta de esta Ley y supletoriamente por las normas
que regulan la organización y funcionamiento de las Diputaciones Provinciales, asumiendo las
competencias de éstas, sin perjuicio de lo dispuesto en el Estatuto de Autonomía de Canarias.
En el Archipiélago Canario subsisten las mancomunidades provinciales interinsulares
exclusivamente como órganos de representación y expresión de los intereses provinciales.
Integran dichos órganos los Presidentes de los Cabildos Insulares de las Provincias
correspondientes, presidiéndolos el del Cabildo de la Isla en que se halle la capital de la Provincia.
Los Consejos Insulares de las Islas Baleares, a los que son de aplicación las normas de
esta Ley que regulan la organización y funcionamiento de las Diputaciones Provinciales, asumen
sus competencias de acuerdo con lo dispuesto en esta Ley y las que les correspondan de
conformidad con el Estatuto de Autonomía de Baleares.

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1.4.2. Otras Entidades Locales.

Las Comarcas.
El artículo 141.3 de la Constitución Española ya previó, aunque no se cite expresamente,
la posibilidad de constituir Comarcas cuando vino a señalar que: Se podrán crear agrupaciones de
Municipios diferentes de la Provincia. Por su parte, el artículo 152.3 de la misma también se
refiere genéricamente a la posibilidad de establecer circunscripciones territoriales propias, que
gozarán de plena personalidad jurídica mediante la agrupación de Municipios limítrofes.
De conformidad con lo previsto en el artículo 42 LRBRL, las Comunidades Autónomas, de
acuerdo con lo dispuesto en sus respectivos Estatutos, podrán crear en su territorio Comarcas u
otras Entidades que agrupen varios Municipios, cuyas características determinen intereses comunes
precisados de una gestión propia o demanden la prestación de servicios de dicho ámbito.
La iniciativa para la creación de una Comarca podrá partir de los propios Municipios
interesados.
En cualquier caso, no podrá crearse la Comarca si a ello se oponen expresamente las dos
quintas partes de los Municipios que debieran agruparse en ella, siempre que, en este caso, tales
Municipios representen al menos la mitad del censo electoral del territorio correspondiente.
Cuando la Comarca deba agrupar a Municipios de más de una Provincia, será necesario el
informe favorable de las Diputaciones Provinciales a cuyo ámbito territorial pertenezcan tales
Municipios.
Las Leyes de las Comunidades Autónomas determinarán el ámbito territorial de las
Comarcas, la composición y el funcionamiento de sus órganos de gobierno, que serán
representativos de los Ayuntamientos que agrupen, así como las competencias y recursos
económicos que, en todo caso, se les asignen.
La creación de las Comarcas no podrá suponer la pérdida por los Municipios de la
competencia para prestar los servicios enumerados en el artículo 26 LRBRL, ni privar a los
mismos de toda intervención en cada una de las materias enumeradas en el apartado 2 del
artículo 25.
Por otra parte, el artículo 97 del Estatuto de Autonomía de Andalucía determina que la
Comarca se configura como la agrupación voluntaria de Municipios limítrofes con características
geográficas, económicas, sociales e históricas afines. Por Ley del Parlamento de Andalucía podrá
regularse la creación de comarcas, que establecerá, también, sus competencias. Se requerirá en
todo caso el acuerdo de los Ayuntamientos afectados y la aprobación del Consejo de Gobierno.

Las Áreas Metropolitanas.


Se regulan en el artículo 43 LRBRL, al establecer que las Comunidades Autónomas, previa
audiencia de la Administración del Estado y de los Ayuntamientos y Diputaciones afectados,
podrán crear, modificar y suprimir, mediante Ley, áreas metropolitanas, de acuerdo con lo
dispuesto en sus respectivos Estatutos.

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Las áreas metropolitanas son Entidades Locales integradas por los Municipios de grandes
aglomeraciones urbanas entre cuyos núcleos de población existan vinculaciones económicas y
sociales que hagan necesaria la planificación conjunta y la coordinación de determinados servicios
y obras.
La legislación de la Comunidad Autónoma determinará los órganos de gobierno y
administración, en los que estarán representados todos los Municipios integrados en el área; el
régimen económico y de funcionamiento, que garantizará la participación de todos los Municipios
en la toma de decisiones y una justa distribución de las cargas entre ellos; así como los servicios y
obras de prestación o realización metropolitana y el procedimiento para su ejecución.
Por otra parte, el Estatuto de Autonomía de Andalucía ha venido a reconocerlas en su
artículo 94, señalando que una Ley regulará las funciones de las áreas metropolitanas,
mancomunidades, consorcios y aquellas otras agrupaciones de Municipios que se establezcan,
para lo cual se tendrán en cuenta las diferentes características demográficas, geográficas,
funcionales, organizativas, de dimensión y capacidad de gestión de los distintos entes locales.

Las Mancomunidades de Municipios.


Se regulan en el artículo 44 LRBRL, por el cual se reconoce a los Municipios el derecho a
asociarse con otros en mancomunidades para la ejecución en común de obras y servicios
determinados de su competencia.
Las mancomunidades tienen personalidad y capacidad jurídicas para el cumplimiento de
sus fines específicos y se rigen por sus Estatutos propios. Los Estatutos han de regular el ámbito
territorial de la Entidad, su objeto y competencia, órganos de gobierno y recursos, plazo de
duración y cuantos otros extremos sean necesarios para su funcionamiento.
En todo caso, los órganos de gobierno serán representativos de los Ayuntamientos
mancomunados.
El procedimiento de aprobación de los Estatutos de las mancomunidades se determinará
por la legislación de las Comunidades Autónomas y se ajustará, en todo caso, a las siguientes
reglas:
a) La elaboración corresponderá a los Concejales de la totalidad de los Municipios
promotores de la mancomunidad, constituidos en Asamblea.
b) La Diputación o Diputaciones Provinciales interesadas emitirán informe sobre el
proyecto de Estatutos.
c) Los Plenos de todos los Ayuntamientos aprueban los Estatutos.

Se seguirá un procedimiento similar para la modificación o supresión de mancomunidades.


Podrán integrarse en la misma mancomunidad Municipios pertenecientes a distintas
Comunidades Autónomas, siempre que lo permitan las normativas de las CC.AA. afectadas.
La Ley 5/2010, de 11 de junio, de Autonomía Local de Andalucía (LAULA) regula las
mancomunidades de Municipios en su Título V - Capítulo II - Sección 1ª (arts. 63 a 77),
definiéndolas, en su artículos 62, como Entidades de cooperación territorial.

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El artículo 63 LAULA señala que los Municipios tienen derecho a asociarse entre sí,
constituyendo mancomunidades, para la planificación, establecimiento, gestión o ejecución en
común de obras y servicios determinados de competencia propia. El objeto de la mancomunidad
deberá ser determinado y no podrá comprender el ejercicio de la totalidad de las competencias
asignadas a los respectivos Municipios.

Las Entidades Territoriales de ámbito inferior al municipio.


Tras la profunda reforma de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del
Régimen Local (LRBRL), llevada a cabo por la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de
racionalización y sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), han perdido la condición de
Entidades Locales las Entidades de ámbito territorial inferior al Municipio, lo que no impide
que subsistan.
En concreto, el artículo 24 bis LRBRL dispone que:
Las Leyes de las Comunidades Autónomas sobre Régimen Local regularán los Entes de
ámbito territorial inferior al Municipio, que carecerán de personalidad jurídica, como forma de
organización desconcentrada del mismo para la administración de núcleos de población
separados, bajo su denominación tradicional de caseríos, parroquias, aldeas, barrios, anteiglesias,
concejos, pedanías, lugares anejos y otros análogos, o aquella que establezcan las Leyes.
La iniciativa corresponderá indistintamente a la población interesada o al Ayuntamiento
correspondiente. Este último debe ser oído en todo caso.
Solo podrán crearse este tipo de Entes si resulta una opción más eficiente para la
administración desconcentrada de núcleos de población separados de acuerdo con los principios
previstos en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad
Financiera.
En este contexto, las Disposiciones transitorias cuarta y quinta de la LRSAL, determinan que:
Las Entidades de ámbito territorial inferior al Municipio existentes en el momento de la
entrada en vigor de la LRSAL (el 31 de diciembre de 2013) mantendrán su personalidad jurídica y
la condición de Entidad Local, siempre que presenten sus cuentas ante los organismos
correspondientes del Estado y de la Comunidad Autónoma respectiva, para no incurrir en causa
de disolución (que será acordada por Decreto del órgano de gobierno de la respectiva C.A.).
La disolución en todo caso conllevaría:
a) Que el personal que estuviera al servicio de la Entidad disuelta quedará incorporado en
el Ayuntamiento en cuyo ámbito territorial esté integrada.
b) Que el Ayuntamiento del que dependa la Entidad de ámbito territorial inferior al
Municipio queda subrogado en todos sus derechos y obligaciones.

El núcleo de población que antes del 1 de enero de 2013 hubiera iniciado el procedimiento
para su constitución como Entidad de ámbito territorial inferior al Municipio, una vez que se
constituya, lo hará con personalidad jurídica propia y con la condición de Entidad Local y se regirá
por lo dispuesto en la legislación autonómica correspondiente.

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Curiosamente, frente a esta nueva orientación del Régimen Local, más tendente a la
pérdida de protagonismo de las Entidades de ámbito territorial inferior al Municipio, la Ley 5/2010,
de 11 de junio, de Autonomía Local de Andalucía, vino a regular con gran detalle las Entidades de
gestión desconcentrada siguiendo en vigor en todo cuanto no se oponga a la LRBRL.
Así el artículo 112 de la misma previó que cuando uno o, en su caso, varios núcleos de
población separados de aquel en que se halle la capitalidad del Municipio tuviesen características
geográficas, sociales, históricas, culturales o administrativas comunes que de forma notoria
revelasen unos intereses colectivos peculiares que hiciesen conveniente una gestión diferenciada
del resto del Municipio, el Ayuntamiento podrá constituir una Entidad descentralizada para el
exclusivo ejercicio de las competencias municipales que se determinen en el instrumento de
creación o en sus posteriores modificaciones, sin perjuicio, en ningún caso, de la unidad de
gobierno municipal y de la representación general que ostentan los correspondientes órganos
municipales.
Estas Entidades de gestión desconcentrada podrán adoptar la forma de entidad vecinal o
de Entidad Local autónoma, en función del alcance de la descentralización.
Las Entidades vecinales son Entidades Locales para la gestión descentralizada de
servicios locales de interés general y ejecución de obras de la competencia municipal que asumen
por delegación del Ayuntamiento.
Son Entidades locales autónomas aquellas Entidades Locales creadas para el gobierno
y administración de sus propios intereses diferenciados de los generales del Municipio, a cuyo
efecto ostentan la titularidad de competencias propias y las que puedan serle transferidas por el
Ayuntamiento.
Los artículos 122 y siguientes se dedican a regular las Entidades locales autónomas con
gran detalle, a cuyo estudio nos remitimos.

1.4.3. Potestades de las Entidades Locales.


De conformidad con lo previsto en el artículo 4 LRBRL, en su calidad de Administraciones
públicas de carácter territorial, y dentro de la esfera de sus competencias, corresponden en todo
caso a los MUNICIPIOS, las PROVINCIAS y las ISLAS:

• Las potestades reglamentaria y de autoorganización.


• Las potestades tributaria y financiera.
• La potestad de programación o planificación.
• Las potestades expropiatoria y de investigación, deslinde y recuperación de oficio de
sus bienes.

• La presunción de legitimidad y la ejecutividad de sus actos.


• Las potestades de ejecución forzosa y sancionadora.
• La potestad de revisión de oficio de sus actos y acuerdos.

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• Las prelaciones y preferencias y demás prerrogativas reconocidas a la Hacienda


Pública para los créditos de la misma, sin perjuicio de las que correspondan a las
Haciendas del Estado y de las Comunidades Autónomas; así como la inembargabilidad
de sus bienes y derechos en los términos previstos en las Leyes.

Lo dispuesto en el apartado anterior podrá ser de aplicación a las Entidades territoriales


de ámbito inferior al municipal y, asimismo, a las comarcas, áreas metropolitanas y demás
Entidades Locales, debiendo las Leyes de las comunidades autónomas concretar cuáles de
aquellas potestades serán de aplicación, excepto en el supuesto de las mancomunidades, que se
rigen por lo dispuesto en el apartado siguiente.
Corresponden a las mancomunidades de Municipios, para la prestación de los servicios
o la ejecución de las obras de su competencia, las potestades anteriormente señaladas que
determinen sus Estatutos. En defecto de previsión estatutaria, les corresponderán todas las
potestades enumeradas en dicho apartado, siempre que sean precisas para el cumplimiento de su
finalidad, y de acuerdo con la legislación aplicable a cada una de dichas potestades, en ambos
casos.
Asimismo, la Ley 5/2010, de 11 de junio, de Autonomía Local de Andalucía (LAULA)
señala que la Autonomía Local comprende, en todo caso, la organización y gestión de sus propios
órganos de gobierno y administración y le atribuye a las Entidades Locales la potestad de
autoorganización que define en su artículo 5 de la siguiente manera:
1. Las Entidades Locales definen por sí mismas las estructuras administrativas internas
con las que pueden dotarse, con objeto de poder adaptarlas a sus necesidades específicas y a fin
de permitir una gestión eficaz.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, los Municipios y Provincias habrán
de contar con los órganos necesarios, previstos en la legislación básica sobre Régimen Local,
para su gobierno y administración. Su funcionamiento, su régimen de acuerdos y el estatuto de
sus miembros se ajustarán a lo que aquella legislación establezca, garantizándose, en todo caso,
el ejercicio de la acción de gobierno y el respeto de la representación proporcional en sus órganos
asamblearios, conforme al principio de legitimación democrática. El resto de los órganos
complementarios se ajustará a lo que respectivamente dispongan los Estatutos de cada Entidad
Local.

1.4.4. Capacidad jurídica de las Entidades Locales.


El artículo 5 LRBRL, establece que para el cumplimiento de sus fines y en el ámbito de sus
respectivas competencias, las Entidades Locales, de acuerdo con la Constitución y las Leyes,
tendrán plena capacidad jurídica para: adquirir, poseer, reivindicar, permutar, gravar o enajenar
toda clase de bienes, celebrar contratos, establecer y explotar obras o servicios públicos,
obligarse, interponer los recursos establecidos y ejercitar las acciones previstas en las Leyes.

- 16 - La Administración Local
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1.4.5. Principios de actuación y control de las Entidades Locales.


El artículo 6 LRBRL, señala que las Entidades Locales sirven con objetividad los intereses
públicos que les están encomendados y actúan de acuerdo con los principios de:

• Eficacia, Descentralización, Desconcentración, Coordinación, con sometimiento pleno a


la ley y al Derecho.
Los Tribunales ejercen el control de legalidad de los acuerdos y actos de las Entidades
Locales.

1.4.6. Competencias de las Entidades Locales.


Conforme a lo previsto en el artículo 7 LRBRL, las competencias de las Entidades Locales
son propias o atribuidas por delegación.
Las competencias propias de los Municipios, las Provincias, las Islas y demás Entidades
Locales territoriales solo podrán ser determinadas por Ley y se ejercen en régimen de autonomía
y bajo la propia responsabilidad, atendiendo siempre a la debida coordinación en su programación
y ejecución con las demás Administraciones Públicas.
El Estado y las Comunidades Autónomas, en el ejercicio de sus respectivas competencias,
podrán delegar en las Entidades Locales el ejercicio de sus competencias.
Las competencias delegadas se ejercen en los términos establecidos en la disposición o
en el acuerdo de delegación, según corresponda, con sujeción a las reglas establecidas en el
artículo 27, y preverán técnicas de dirección y control de oportunidad y eficiencia.
Las Entidades Locales solo podrán ejercer competencias distintas de las propias y de
las atribuidas por delegación cuando no se ponga en riesgo la sostenibilidad financiera del
conjunto de la Hacienda municipal, de acuerdo con los requerimientos de la legislación de
estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera y no se incurra en un supuesto de ejecución
simultánea del mismo servicio público con otra Administración Pública. A estos efectos, serán
necesarios y vinculantes los informes previos de la Administración competente por razón de
materia, en el que se señale la inexistencia de duplicidades, y de la Administración que tenga
atribuida la tutela financiera sobre la sostenibilidad financiera de las nuevas competencias.
En todo caso, el ejercicio de estas competencias deberá realizarse en los términos
previstos en la legislación del Estado y de las Comunidades Autónomas.

1.4.7. Principios de relación de las Entidades Locales.


El artículo 10 LRBRL, dispone que la Administración Local y las demás Administraciones
Públicas ajustarán sus relaciones recíprocas a los deberes de:

• Información mutua,
• Colaboración,
• Coordinación y
• Respeto a los ámbitos competenciales respectivos.

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Procederá la coordinación de las competencias de las Entidades Locales entre sí y,


especialmente, con las de las restantes Administraciones públicas, cuando las actividades o los
servicios locales trasciendan el interés propio de las correspondientes Entidades, incidan o
condicionen relevantemente los de dichas Administraciones o sean concurrentes o
complementarios de los de éstas. En especial, la coordinación de las Entidades Locales tendrá
por objeto asegurar el cumplimiento de la legislación de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad
financiera.
Las funciones de coordinación serán compatibles con la autonomía de las Entidades
Locales.
El artículo 89.2 EAA señala que la Administración de la Comunidad Autónoma y las
Administraciones locales ajustarán sus relaciones a los principios de información mutua,
coordinación, colaboración y respeto a los ámbitos competenciales correspondientes
determinados en el presente Estatuto, en la legislación básica del Estado y en la normativa
autonómica de desarrollo, con plena observancia de la garantía institucional de la autonomía local
reconocida por la Constitución y por la Carta Europea de la Autonomía Local.
Por último, destacar que conforme al artículo 98 EAA, una Ley de Régimen Local, en el
marco de la legislación básica del Estado, regulará las relaciones entre las instituciones de la
Junta de Andalucía y los Entes Locales, así como las técnicas de organización y de relación para
la cooperación y la colaboración entre los Entes Locales y entre éstos y la Administración de la
Comunidad Autónoma, incluyendo las distintas formas asociativas mancomunales,
convencionales y consorciales, así como cuantas materias se deduzcan del artículo 60 (Régimen
Local).
La Ley de Régimen Local tendrá en cuenta las diferentes características demográficas,
geográficas, funcionales, organizativas, de dimensión y capacidad de gestión de los distintos
Entes Locales.
El mandato previsto en el artículo 98 EAA ha dado lugar a la siguiente Ley, aprobada por el
Parlamento de Andalucía: Ley 5/2010, de 11 de junio, de Autonomía Local de Andalucía.

- 18 - La Administración Local
La Administración Local. Concepto, naturaleza y
características. Principios constitucionales y regulación
jurídica. Entidades que integran la Administración Local.

4.1. ENTIDADES

Las Entidades que forman la Administración Local, se clasifican en la Ley 7/ 1985, de 2 de abril,
reguladora de las bases del régimen local en entidades locales territoriales y no territoriales.

Son Entidades locales territoriales:

1. El Municipio

• Los Municipios son entidades básicas de la organización territorial del Estado y cauces
inmediatos de participación ciudadana en los asuntos públicos, que institucionalizan y gestionan
con autonomía los intereses propios de las correspondientes colectividades.

2. La Provincia.

3. La Isla en los archipiélagos balear y canario.

• La Provincia y, en su caso, la Isla gozan, asimismo, de idéntica autonomía para la


gestión de los intereses respectivos.

Gozan, asimismo, de la condición de Entidades locales:

1. Las Entidades de ámbito territorial inferior al municipal, instituidas o reconocidas por


las Comunidades Autónomas

2. Las Comarcas u otras Entidades que agrupen varios Municipios, instituidas por las
Comunidades Autónomas de conformidad con esta Ley y los correspondientes Estatutos de
Autonomía

3. Las Áreas Metropolitanas

4. Las Mancomunidades de Municipios

4.2. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES Y REGULACIÓN NORMATIVA

4.2.1. Principios constitucionales

La Administración Local se regula constitucionalmente en el Capítulo II, Título VIII, artículos 140,
141 y 142.

Su contenido en el siguiente:

Artículo 140

La Constitución garantiza la autonomía de los municipios. Estos gozarán de personalidad jurídica


plena. Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos Ayuntamientos, integrados
por los alcaldes y los concejales. Los concejales serán elegidos por los vecinos del municipio
mediante sufragio universal igual, libre, directo y secreto, en la forma establecida por la ley. Los
alcaldes serán elegidos por los concejales o por los vecinos. La ley regulará las condiciones en
las que proceda el régimen del concejo abierto.
Art. 141

1. La provincia es una entidad local con personalidad jurídica propia, determinada por la
agrupación de municipios y división territorial para el cumplimiento de las actividades del Estado.
Cualquier alteración de los límites provinciales habrá de ser aprobada por las Cortes Generales
mediante ley orgánica.

2. El gobierno y la administración autónoma de las provincias estarán encomendados a


Diputaciones u otras Corporaciones de carácter representativo.

3. Se podrán crear agrupaciones de municipios diferentes de la provincia.

4. En los archipiélagos, las islas tendrán además su administración propia en forma de


Cabildos o Consejos.

Art. 142

Las Haciendas locales deberán disponer de los medios suficientes para el desempeño de las
funciones que la ley atribuye a las Corporaciones respectivas y se nutrirán fundamentalmente de
tributos propios y de participación en los del Estado y de las Comunidades Autónomas.

4.2.2. Potestades

En su calidad de Administraciones Públicas de carácter territorial, y dentro de la esfera de sus


competencias, corresponden en todo caso a los Municipios, las Provincias y las Islas:

• Las potestades reglamentarias y de autoorganización.

• Las potestades tributaria y financiera.

• La potestad de programación o planificación.

• Las potestades expropiatorias y de investigación, deslinde y recuperación de oficio de sus


bienes.

• La presunción de legitimidad y la ejecutividad de sus actos.

• Las potestades de ejecución forzosa y sancionadora.

• La potestad de revisión de oficio de sus actos y acuerdos.

• La inembargabilidad de sus bienes y derechos en los términos previstos en las leyes; las
prelaciones y preferencias y demás prerrogativas reconocidas a la Hacienda Pública para los
créditos de la misma, sin perjuicio de las que correspondan a las Haciendas del Estado y de las
Comunidades Autónomas. Todo ello, podrá ser de aplicación a las Entidades territoriales de
ámbito inferior al municipal y, asimismo, a las Comarcas, Áreas Metropolitanas y demás
Entidades locales, debiendo las Leyes de las Comunidades Autónomas concretar cuales de
aquellas potestades serán de aplicación.

4.2.3. Capacidad jurídica

Para el cumplimiento de sus fines y en el ámbito de sus respectivas competencias, las Entidades
locales, de acuerdo con la Constitución y las leyes, tendrán plena capacidad jurídica para
adquirir, poseer, reivindicar, permutar, gravar o enajenar toda clase de bienes, celebrar contratos,
establecer y explotar obras o servicios públicos, obligarse, interponer los recursos establecidos
y ejercitar las acciones previstas en las leyes.

4.3.3. Funciones y control

Las Entidades locales sirven con objetividad los intereses públicos que les están encomendados
y actúan de acuerdo con los principios de eficacia, descentralización, desconcentración y
coordinación, con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho. Los Tribunales ejercen el control de
legalidad de los acuerdos y actos de las Entidades locales.
4.3.4. Competencias

Las competencias de las Entidades locales son propias o atribuidas por delegación. Las
competencias propias de los Municipios, las Provincias, las Islas y demás Entidades locales
territoriales solo podrán ser determinadas por Ley. Las competencias propias se ejercen en
régimen de autonomía y bajo la propia responsabilidad, atendiendo siempre a la debida
coordinación en su programación y ejecución con las demás Administraciones Públicas. Las
competencias atribuidas se ejercen en los términos de la delegación, que puede prever técnicas
de dirección y control de oportunidad que, en todo caso, habrán de respetar la potestad de
autoorganización de los servicios de la Entidad local. Las Provincias y las Islas podrán realizar
la gestión ordinaria de servicios propios de la Administración autonómica, de conformidad con
los Estatutos de Autonomía y la legislación de las Comunidades Autónomas.

4.3.5. Principios de relación

La Administración Local y las demás Administraciones Públicas ajustarán sus relaciones


recíprocas a los deberes de información mutua, colaboración, coordinación y respeto a los
ámbitos competenciales respectivos. Procederá la coordinación de las competencias de las
entidades locales entre sí y, especialmente, con las de las restantes Administraciones Públicas,
cuando las actividades o los servicios locales trasciendan el interés propio de las
correspondientes Entidades, incidan o condicionen relevantemente los de dichas
Administraciones o sean concurrentes o complementarios de los de estalas funciones de
coordinación no afectaran en ningún caso a la autonomía de las entidades locales

4.3.6. Regulación normativa

La normativa principal en materia de Administración Local es la siguiente:

• Ley 7/ 1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local

• Real decreto legislativo 781/1986, de 18 de abril, por el que se aprueba el texto


refundido de las disposiciones legales vigentes en materia de régimen local

• Ley 39/1988, reguladora de las haciendas locales de 28 de diciembre de 1988.

• Real decreto 1372/1986, de 13 de junio, por el que se aprueba el reglamento de bienes


de las entidades locales.

• Real decreto 2568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el reglamento de


organización, funcionamiento y régimen jurídico de las entidades locales.

• Decreto de 17 de junio de 1955, por el que se aprueba el reglamento de servicios de


las corporaciones locales. El análisis de su contenido principal se recoge en los temas
específicos a los que nos remitimos para su estudio.

La Administración Local se refiere a la gestión de los asuntos públicos a nivel de municipios,


provincias y otras entidades locales en un país. A continuación, se proporciona una descripción
más detallada de la Administración Local, incluyendo su concepto, naturaleza, características,
principios constitucionales y regulación legal, así como las entidades que la componen:

Concepto de la Administración Local:

La Administración Local es una rama de la administración pública que se ocupa de la gestión de


los asuntos de carácter local o municipal. Estas entidades locales son la base de la estructura
administrativa de un país y están más cercanas a los ciudadanos, brindando servicios y tomando
decisiones sobre asuntos que afectan directamente a las comunidades locales.
Naturaleza de la Administración Local:

La Administración Local tiene una naturaleza descentralizada y se caracteriza por su proximidad


a los ciudadanos. A través de los gobiernos locales, se busca satisfacer las necesidades y
demandas de las comunidades locales de manera más eficiente y adaptada a sus circunstancias
específicas.

Características de la Administración Local:

Las principales características de la Administración Local incluyen:

1. Descentralización: La Administración Local se encuentra descentralizada, lo que


significa que opera a nivel local y está más cerca de los ciudadanos que otras ramas de
la administración pública. Esto permite una toma de decisiones más ágil y adaptada a
las necesidades específicas de cada comunidad.
2. Cercanía al Ciudadano: Una de las principales características de la Administración Local
es su proximidad a los ciudadanos. Los gobiernos locales están en contacto directo con
la población y son responsables de proporcionar servicios y solucionar problemas a nivel
comunitario.
3. Gestión de Asuntos Locales: La Administración Local se ocupa de una amplia gama de
asuntos relacionados con la vida cotidiana de la comunidad, como la prestación de
servicios públicos locales (agua, alcantarillado, recogida de basura, etc.), la planificación
urbana, la regulación del tráfico, la educación y la cultura local, entre otros.
4. Participación Ciudadana: Fomenta la participación activa de los ciudadanos en la toma
de decisiones locales. Esto se logra a través de consejos locales, audiencias públicas y
otros mecanismos de consulta que permiten a la comunidad influir en las políticas y
proyectos locales.
5. Independencia dentro del Marco Legal: Aunque disfrutan de cierto grado de autonomía,
los gobiernos locales operan dentro del marco legal y constitucional del país. Esto
significa que su autonomía está limitada por las leyes y regulaciones nacionales o
regionales.

Principios Constitucionales y Regulación Legal:

La regulación de la Administración Local varía según el país y está sujeta a su propia Constitución
y leyes. En el caso de España, por ejemplo, la Constitución Española de 1978 reconoce a los
municipios como entidades locales y establece principios fundamentales como la autonomía
municipal y la elección democrática de concejales. Además de la Constitución, existen leyes
específicas a nivel nacional y regional que regulan la Administración Local, como la Ley de Bases
de Régimen Local.

Entidades que Integran la Administración Local:

Las entidades que integran la Administración Local pueden variar según el país y su estructura
administrativa. En España, por ejemplo, las principales entidades que componen la
Administración Local son:
1. Municipios: Son la entidad local más básica y común, que engloba ciudades, pueblos y
áreas rurales. Cada municipio tiene su propio gobierno local, encabezado por un alcalde
o alcaldesa, y un consejo municipal compuesto por concejales.
2. Provincias: En algunos países, como España, las provincias actúan como entidades
intermedias entre los municipios y el gobierno central. Las provincias tienen su propia
administración y su función principal es coordinar servicios entre los municipios dentro
de su territorio.
3. Comarcas, condados o distritos: Dependiendo de la estructura administrativa de cada
país, pueden existir divisiones adicionales, como comarcas, condados o distritos, que
también se encargan de gestionar asuntos locales dentro de áreas más pequeñas.

Cada una de estas entidades locales tiene su propia estructura de gobierno, compuesta por
funcionarios electos, como alcaldes, concejales, comisionados o gobernadores, que son
responsables de la gestión de los asuntos locales y la prestación de servicios a los ciudadanos
en sus respectivas jurisdicciones.
Tema 5.- Sometimiento de la Administración a la Ley y al Derecho. Fuentes del Derecho
Público. Jerarquía normativa.

SOMETIMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN A LA LEY Y AL DERECHO.


EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD.

El artículo 1 de la Constitución establece que España se constituye en un Estado caracterizado


por tres notas principales: social, democrático y de Derecho.

Así, España se va a constituir en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna


como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el
pluralismo político.

Para hablar de Estado de Derecho, antes tenemos que referirnos a la configuración de la Ley
como expresión de la voluntad popular, de forma que el respeto a la ley es el respeto a la voluntad
que manifiesta el pueblo, como proyección del Estado democrático.

El principio de legalidad es, por tanto, una clara manifestación de nuestro Estado de Derecho.
Este principio de legalidad informa todo el texto constitucional y, por ende, todo nuestro
ordenamiento jurídico. Desde su Preámbulo, que proclama la voluntad de la Nación Española
“de consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la Ley como expresión de la
voluntad popular”, a sus distintos artículos y al resto del ordenamiento jurídico.

Nuestra Constitución ha desarrollado este principio de legalidad en:


• El artículo 9.1 y 9.3: Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la
Constitución y al resto del ordenamiento jurídico. La Constitución garantiza el principio
de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las
disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la
seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes
públicos.
• El respeto a la ley y a los derechos de los demás como fundamento del orden político y
de la paz social, al cual se refiere el artículo 10.
• El artículo 97 recuerda al Gobierno que debe ejercer sus funciones de acuerdo con la
Constitución y las leyes.
• Principio de legalidad en la Administración Pública al que se refiere el artículo 103.1: la
Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo
con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y
coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho.
• El artículo 106.1, el cual prevé que los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y
la legalidad de la actuación administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines
que la justifican.

La sumisión a la Ley de la actividad administrativa supone, en palabras de Garrido Falla, de un
lado, la sumisión de los actos administrativos concretos a las disposiciones vigentes de carácter
general, y de otro, la sumisión de los órganos que dictan disposiciones generales al ordenamiento
jerárquico de las fuentes del Derecho. Por otra parte, la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de
Régimen Jurídico del Sector Público destaca este principio en el artículo 3.1 reproduciendo
íntegramente el artículo 103.1 CE al que hemos hecho referencia y en el artículo 34.2 de la Ley
39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones
Públicas, al determinar que “El contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto por el
ordenamiento jurídico...”

El principio de legalidad se ve garantizado, además, como ya veníamos señalando, por el papel


de los Tribunales, de un Poder Judicial independiente que controla el acatamiento a la Ley de
los poderes públicos. Concretamente, el artículo 106.1 CE señala que “Los tribunales controlan
la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación administrativa, así como el sometimiento
de ésta a los fines que la justifican”.

En cuanto a la Administración Local, el art. 6 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las


Bases del Régimen Local, viene a proclamar la exigencia de este principio de legalidad, pero

55
ahora referido a Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales y demás Entidades Locales. Así, las
Entidades locales sirven con objetividad los intereses públicos que les están encomendados y
actúan de acuerdo con los principios de eficacia, descentralización, esconcentración y
coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al derecho. Nótese, la ausencia del principio de
jerarquía, que en el ámbito local no opera, como veremos más adelante en el temario.

Además, insiste en que los Tribunales ejercen el control de legalidad de los acuerdos y actos de
las Entidades locales. El principio de legalidad significa, además:
• Que no sólo la Administración Pública sino todos los poderes públicos, en su más amplio
sentido, están sujetos a la Ley.
• Que por Ley no debe entenderse sólo la emanada del Parlamento, sino también y por
supuesto la Constitución, como norma suprema del ordenamiento jurídico, las normas
del Gobierno con rango de Ley (Decretos-leyes y Decretos Legislativos), los Tratados y
Convenios Internacionales, la Costumbre y los Principios Generales del Derecho, e
igualmente los Reglamentos o normas dictadas por la propia Administración, y todo ello
en el marco del Estado autonómico y en el ámbito de las respectivas competencias.

PRINCIPIOS DE JERARQUÍA NORMATIVA y COMPETENCIA.

La Constitución Española, en su artículo 9.3, garantiza expresamente, entre otros, el principio


de jerarquía normativa, según el cual el sistema de fuentes se ordena de acuerdo con la
posición que ocupa el órgano emisor de la norma, así, a mayor jerarquía del órgano que dicta la
norma administrativa, corresponde mayor valor formal de la norma dictada. En primer lugar, la
subordinación de las disposiciones administrativas respecto de las emanadas por el Poder
Legislativo, y, dentro de éstas últimas, la mayor jerarquía de la Constitución respecto de los
demás tipos de Leyes. Este principio tiene vital importancia en la aplicación de una determinada
norma, ya que:

1. Una norma de rango inferior no puede vulnerar ni contradecir lo dispuesto en otra


de rango superior.
2. Una norma posterior deroga a una norma anterior de igual rango. (Principio de
Temporalidad)
3. Una ley especial prevalece frente a una ley general. (Principio de especialidad) El
artículo 1.2 del CC realiza una mención especial al principio de jerarquía normativa al
declarar que, "Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otras de rango
superior". Por su parte, y como complemento del anterior artículo, el artículo 6 de la Ley
Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, ordena que "los Jueces y Tribunales
no aplicarán los Reglamentos o cualquier otra disposición contraria a la Constitución, a
la Ley o al principio de jerarquía normativa". Como principio general, las fuentes escritas
tienen preferencia sobre las fuentes no escritas, y a mayor jerarquía del órgano que dicta
la norma administrativa, corresponde mayor valor formal de la norma dictada. El
principio de competencia, que opera como regla complementaria del principio de
jerarquía normativa, implica la atribución a un órgano o ente concreto de la potestad de
regular determinadas materias o de dictar cierto tipo de normas con exclusión de los
demás, para lo cual la Constitución establece ordenamientos o sistemas jurídicos
autónomos que se corresponden usualmente con la atribución de autonomía a
determinadas organizaciones, aunque también hace se referencia al ejercicio de una
función determinada. Este principio de competencia explica la coexistencia de
subsistemas jurídicos autónomos de las Comunidades Autónomas o de las
Corporaciones Locales, engarzados con el general y entre sí por medio del principio de
competencia. Teniendo en cuenta todo lo anterior y al margen del Derecho Comunitario,
se puede establecer la siguiente clasificación y orden jerárquico de las fuentes del
Derecho Administrativo:

• FUENTES DIRECTAS:
a) La Constitución.
b) b) Los Tratados Internacionales (publicados en el B.O.E.).
c) Las
Leyes:
a. Orgánicas.

56
b. Ordinarias.
Disposiciones del Ejecutivo con fuerza de Ley:
c. Decretos-leyes.
d. Decretos Legislativos.
e. Los Reglamentos.

 FUENTES DIRECTAS SUBSIDIARIAS:


a) La Costumbre y la Práctica Administrativa.(Secundarias o Complementarias)
b) Los Principios Generales del Derecho.

 FUENTES INDIRECTAS:
a) Los Tratados Internacionales (no publicados en el B.O.E.).(Aclaratorias)
b) La Jurisprudencia y la Doctrina Científica. Las fuentes DIRECTAS pueden aplicarse sin
ningún tipo de intermediación para decidir sobre la cuestión planteada. Las fuentes
DIRECTAS SUBSIDIARIAS se aplican en defecto de las anteriores.

Sin embargo, las fuentes INDIRECTAS sólo podrán aplicarse en el supuesto de ausencia
de fuente directa o directa subsidiaria y siempre que con la misma no se violente ninguna de las
normas que componen las fuentes directas.

4.3. FUENTES DIRECTAS SUBSIDIARIAS.

4.3.1. La Costumbre y la Práctica Administrativa o precedente.

Según el artículo 1.3 del Código Civil:


“La costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o
al orden público y que resulte probada. Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos
de una declaración de voluntad tendrán la consideración de costumbre.” La costumbre puede
definirse como la expresión del sentir popular expresado por la repetición de una serie de actos
sobre un orden determinado de derecho. Se trata, por tanto, como observa DE CASTRO, de una
norma creada e impuesta por el uso social.

Dentro de la costumbre, podemos distinguir:


• Costumbre a la que se remite la ley, como por ejemplo en materia de
aprovechamientos de bienes comunales en cuyo caso si debe reconocérsela
como fuente del Derecho Administrativo.
• La costumbre como expresión de las prácticas administrativas. En este caso, la
costumbre no se considera fuente del Derecho Administrativo ya que la
Administración no se encuentra vinculada por el precedente administrativo,
debiendo únicamente motivar su actuación cuando se separe del criterio seguido
anteriormente.
Por tanto, la Administración puede desvincularse de su práctica o precedente al resolver un
nuevo y análogo asunto con sólo cumplir la carga de la motivación, pero ello implicará la
exposición de razones objetivas que expliquen y justifiquen el cambio de criterio. De lo contrario
la Administración estará vinculada por su anterior comportamiento so pena de incurrir en una
discriminación atentatoria al principio de igualdad de los administrados.

4.3.2. Los Principios Generales del Derecho.

Según el artículo 1.4 del Código Civil, “Los principios generales del derecho se aplicarán en
defecto de ley o costumbre, sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico”.
En este sentido, el Tribunal Constitucional declaró en su sentencia de 2 de febrero de 1981 que
“Los principios generales del derecho incluidos en la Constitución tienen carácter informador de
todo el ordenamiento jurídico, que debe así ser interpretado de acuerdo con los mismos”. Estos
principios generales del derecho expresan, en el concepto de GARCÍA DE ENTERRÍA, “los
valores materiales básicos de un ordenamiento jurídico, aquellos sobre los cuales se constituye
como tal, las convicciones ético-jurídicas fundamentales de una comunidad”. Este autor viene a
destacar su funcionalidad como límite al ejercicio de la actividad discrecional de la
Administración, al ser informadores de todo el ordenamiento jurídico.

57
4.4. FUENTES INDIRECTAS.

4.4.1. La Jurisprudencia.

Según el artículo 1.6 del Código Civil, “La jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico
con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la
ley, la costumbre y los principios generales del derecho”. La jurisprudencia por sí solo no integra
el ordenamiento jurídico, pero la doctrina del Tribunal Supremo al interpretar y aplicar dicho
ordenamiento establece unas pautas que, si no vinculan directamente al resto de los órganos
judiciales, sí condiciona en gran manera su ejercicio por la auctoritas del órgano del que emana.

Esta importancia es especialmente significativa respecto de las sentencias dictadas en recursos


de casación en interés de Ley, tanto por el Tribunal Supremo, respecto de la normativa estatal,
como por los Tribunales Superiores de Justicia respecto de la interpretación y aplicación de las
normas emanadas de la Comunidad Autónoma respectiva, puesto que en las mismas, de ser
estimatorias, se debe fijar la doctrina legal, la cual vinculará a todos los Jueces y Tribunales
inferiores, si la sentencia procede del Tribunal Supremo y a los Jueces de lo Contencioso-
Administrativo con sede en el territorio a que extiende su jurisdicción el Tribunal Superior de
Justicia si la sentencia procede de estos Tribunales, para lo cual se dispone en la Ley de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa, que estas sentencias deben publicarse en el Boletín
Oficial del Estado o en el Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma, según la referida sentencia
proceda, respectivamente, del Tribunal Supremo o de un Tribunal Superior de Justicia.
Existen además otras dos fuentes de doctrina jurisprudencial que son fruto de nuestra integración
europea:
• La jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
• La jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

4.4.2. La Doctrina Científica.

La doctrina científica está formada por las opiniones de los juristas expresadas en sus trabajos
de investigación. Aunque no tiene tampoco carácter de fuente del derecho, se la reconoce el
valor de auxiliar en la determinación y comprensión de las normas jurídicas. Es decir, esta labor
de los estudiosos del Derecho implica una importante aportación para la aclaración del contenido
de las normas. Asimismo, resulta interesante destacar que los jueces y tribunales tienen en
cuenta la doctrina científica, y en ocasiones, determinados pronunciamientos jurisprudenciales
se han basado en opiniones doctrinales autorizadas. En este sentido, podemos afirmar que la
doctrina da pautas a los aplicadores del Derecho, esto es, a los jueces y a la Administración.

4.4.3. Los Tratados Internacionales.

Un tratado válidamente concluido no es todavía fuente directa del derecho interno español,
sino sólo fuente indirecta. Para llegar a ser fuente directa necesita el requisito de su publicación
en el Boletín Oficial del Estado. El tratado válido, una vez publicado podrá crear obligaciones y
derechos para los particulares. A este efecto se le denomina "aplicación directa" del tratado sin
necesidad de una norma que lo desarrolle, pero sólo se producirá una vez que el tratado se haya
publicado y si la naturaleza del mismo lo permite.

58
Tema 6.- La Hacienda Local. Clasificación de los recursos. Ordenanzas fiscales.

1.- Haciendas Locales.

En Derecho Público el término Hacienda identifica el sistema de recursos de que dispone un


Ente para sufragar los desembolsos económicos que suponen el ejercicio de sus competencias.
Se trata de un concepto con elementos definitorios propios y consecuentemente distinto de
otros con los que aparece relacionado, como los de Patrimonio (conjunto de derechos y
obligaciones de contenido económico de que es titular una persona) y Presupuesto (previsión
de ingresos y gastos para un determinado período de tiempo).

Como entes que son las Corporaciones Locales disponen de sus propias Haciendas
(obviamente Haciendas Locales) respecto de las cuales el art. 142 de la C.E. dice que “deberán
disponer de los medios suficientes para el desempeño que la Ley atribuye a las Corporaciones
respectivas y se nutrirán fundamentalmente de tributos propios y de participación en los del
Estado y de las Comunidades Autónomas”. En parecidos términos se expresa el art. 105 de la
LRL precepto donde se dice que “se dotará a las Haciendas Locales de recursos suficientes para
el cumplimiento de los fines asignados a las Entidades Locales” para añadir que “las Haciendas
Locales se nutren, además de los tributos propios y de las participaciones reconocidas en los
del Estado y en los de las Comunidades Autónomas, de aquellos otros recursos que prevé la
Ley”.

Prosiguiendo con la citada LRL tenemos que la misma destina su Título VIII a las Haciendas
Locales, remitiendo en éste a una Ley que desarrolle más ampliamente el tema. Misión que a
día de hoy (y hasta nuevo cambio) cubre la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, aprobada
por Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo. En lo sucesivo identificaremos esta norma
con las siglas LHL

2.- Clasificación de los ingresos.

Ingresos de las Haciendas Locales

La hacienda de las entidades locales está constituida por el conjunto de derechos y


obligaciones de contenido económico cuya titularidad corresponde a la entidad de que se trate
(por ejemplo, la Diputación Provincial de Alicante) y de los organismos autónomos adscritos a
la misma.

Los ingresos de las haciendas locales se clasifican conforme al art. 2 TR-LHL en:

2.1.- Ingresos de derecho privado(procedentes de su patrimonio, de herencias, donaciones,


…)

2.2.- Ingresos de derecho público

2.2.1.- Ingresos de naturaleza tributaria

2.2.1.1.- Tributos propios


Impuestos.- Conforme al art. 26 de la LGT son tributos que se exigen sin contraprestación y
su determinación se basa en la capacidad económica del ciudadano puesta de manifiesto por
su nivel de renta, su consumo o su patrimonio. En el ámbito de las haciendas locales se
distingue entre los impuestos que se deben exigir y los impuestos que se pueden exigir
Impuestos que se deben exigir
Impuesto sobre Bienes Inmuebles.-Tributo directo de carácter real que grava el valor de
los bienes inmuebles.
Impuesto sobre Actividades Económicas.- Tributo directo de carácter real cuyo hecho
imponible está constituido por el mero ejercicio, en el territorio nacional, de activides
empresariales, profesionales o artísticas se ejerzan o no en local determinado y se hallen o no
especificadas en las tarifas del impuesto.
Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica.- Tributo directo que grava la titularidad
de los vehículos de esta naturaleza, aptos para circular por vías públicas cualquiera que sea su
clase y categoría
Impuestos que se pueden exigir
Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras.- Tributo indirecto cuyo hecho
imponible está constituido por la realización, dentro del término municipal, de cualquier
construcción, instalación u obra para la que se exija obtención de la correspondiente licencia de
obras o urbanística, se haya obtenido o no dicha licencia, siempre que su expedición
corresponda al Ayuntamiento de imposición.
Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana.-Tributo
directo que grava el incremento de valor que experimenten dichos terrenos y se ponga de
manifiesto a consecuencia de la transmisión de la propiedad de los mismos por cualquier título
o de la constitución o transmisión de cualquier derecho real de goce, limitativo de dominio,
sobre los referidos terrenos.

Tasas.- Tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o aprovechamiento


especial del dominio público, en la prestación de servicios o en la realización de actividades en
régimen de Derecho público que se refieran, afecten o beneficien de modo particular al sujeto
pasivo, cuando no sean de solicitud voluntaria o cuando no se presten o realicen por el sector
privado, esté o no establecida su reserva a favor del sector público

Contribuciones Especiales.- Su hecho imponible lo constituye la obtención por el sujeto


pasivo de un beneficio o de un aumento de valor de sus bienes como consecuencia de la
realización de obras públicas o del establecimiento o ampliación de servicios públicos. Las
cantidades recaudadas por este concepto sólo podrán destinarse a sufragar los gastos de la
obra o servicio por el que se hubieran exigido sin que su importe pueda superar el 90 por 100
del coste de la obra que el municipio soporte, entendiéndose por tal la cuantía resultante de
restar a la cifra de coste total el importe de las subvenciones o auxilios que la entidad local
obtenga del Estado o de otras fuentes.

Recargos exigibles.- Cabe en los casos admitidos en la LHL, por ejemplo a favor de las Areas
Metropolitanas en el caso del IBI o a favor de las Diputaciones Provinciales en el del IAE

Participación en los tributos del Estado y de la Comunidad Autónoma.- Alcance y


contenidos de la cesión
Ambito subjetivo.- Capitales de Comunidad Autónoma o de provincia o más de 75.000
habitantes
Objeto de la cesión.- Porcentaje de rendimiento de determinados impuestos que no han sido
objeto de cesión a la respectiva Comunidad Autónoma
 1,68 IRPF
 1,78 IVA
 2,04 Impuestos Especiales
La cesión no va acompañada de competencias en materia de gestión, liquidación, inspección
y recaudación de tales tributos ni de revisión
El modelo de cesión se revisará cada cuatro años

Participación de los municipios en los tributos del Estado


 Fondo complementario de financiación
 Corresponde a los municipios señalados más arriba (más de 75.000 habitantes y
capitales de provincia o Comunidad Autónoma) y en esencia consiste en un sistema para
compensar la pérdida de ingresos que en su caso pudiera producirse por el cambio de
aplicación del sistema anterior a la reforma de la LHL de 2004.

Participación del resto de municipios (salvo turísticos)


 En los municipios de menos de 75.000 habitantes o que no son capitales la
participación total de cada ejercicio se obtiene aplicando un índice de evolución determinado
por el incremento que experimenten los ingresos tributarios del Estado y el año base
 La cifra resultante se distribuye:
 Un 75% en función del número de habitantes de derecho de cada municipio
 El 12,5% en función del esfuerzo fiscal medio de cada municipio
 Un 12,5% en función del inverso de la capacidad tributaria
 En ningún caso podrá ser inferior a la que resulte de la participación en los tributos del
Estado del año 2003

Participación en los municipios turísticos


 Un municipio turístico es aquel cuya población de derecho supera los 20.000
habitantes y cuyo número de viviendas de segunda residencia supera al de viviendas
principales
 De entrada participan en los tributos del Estado en términos idénticos al resto de
municipios

 Además se les cede el 2,04 de los Impuestos Especiales de Hidrocarburos y


Tabaco.

2.2.2.- Ingresos de derecho público que no tienen naturaleza tributaria

 Subvenciones.- Las entidades locales podrán percibir subvenciones de toda índole


con destino a sus obras y servicios, que no podrán ser aplicadas a atenciones distintas de
aquellas para las que fueron otorgadas salvo los sobrantes no reintegables
 Precios públicos.- Contraprestaciones pecuniarias que se satisfacen por la prestación
de servicios o la realización de actividades en régimen de derecho público cuando, prestándose
también tales servicios o actividades por el sector privado, sean de recepción voluntaria por
parte de los administrados.
 Operaciones de crédito.- Las Entidades Locales pueden concertar operaciones de
crédito en las condiciones contempladas en la LHL.
 Multas y sanciones.-
 Otros ingresos.- (Entre otras y reconocida expresamente en la LHL la prestación
personal y de transporte en municipios de menos de 5.000 habitantes).

3.- Ordenanzas Fiscales.

Las ordenanzas fiscales son normas aprobadas por el Pleno de las Corporaciones Locales
que, conforme a la Ley de Haciendas Locales, donde se refleja:

a) Respecto del IBI, del IAE y del IVTM los Ayuntamientos que decidan hacer uso de las
facultades que les confiere la LHL la fijación de los elementos necesarios para la determinación
de las oportunas cuotas tributarias
b) Respecto de los otros tributos previstos en la LHL además sirven para acordar su
imposición y supresión
c) Además de Ordenanzas reguladoras de los distintos tributos locales el ejercicio de esta
potestad reglamentaria puede manifestarse también con la aprobación de Ordenanzas que
regulen con carácter general la gestión, liquidación, inspección y recaudación de los tributos
locales.

Las Ordenanzas fiscales deberán contener:

a) Determinación del hecho imponible, sujeto pasivo, responsables, exenciones,


reducciones y bonificaciones, base imponible y liquidable, tipo de gravamen o cuota tributaria,
período impositivo y devengo
b) Los regímenes de declaración y de ingreso
c) Las fechas de su aprobación y del comienzo de su aplicación

Elaboración y aprobación de las Ordenanzas Fiscales

a) Redacción.- se encomienda por el órgano competente para su aprobación (el Pleno) a


un órgano técnico. Ya elaborada la propuesta se someterá al dictamen de la Comisión
informativa u órgano correspondiente, que elevará la propuesta del texto definitivo de la
Ordenanza al Pleno. Si se trata de municipios de gran población antes de elevarse al Pleno
deberá ser aprobada por la Junta de Gobierno local.
b) Aprobación provisional.- Por el Pleno de la Corporación sin requerirse quórum
cualificado
c) Información pública y audiencia de los interesados.- Plazo mínimo de 30 días. El
anuncio de la exposición deberá publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia y además en un
diario de los de mayor difusión de la provincia si la población del municipio es superior a
10.000 habs.
d) Resolución de las reclamaciones y aprobación definitiva.- Finalizado el período de
exposición las Corporaciones Locales adoptarán el acuerdo definitivo que proceda. En el caso
de que no se hubieran presentado reclamaciones se entenderá definitivamente adoptado el
acuerdo provisional sin necesidad de nuevo Pleno.
e) Publicación.- Todos los acuerdos (provisional y definitivo) deben ser publicados en el
Boletín Oficial de la Provincia sin que entren en vigor hasta que se produzca dicha publicación.
Las Diputaciones y demás entidades locales de población superior a 20.000 habitantes editarán
el texto íntegro de las Ordenanzas reguladoras de sus tributos dentro del primer cuatrimestre
del ejercicio económico correspondiente.
Tema 7.- Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la Información
Pública y Buen Gobierno: derecho de acceso a la información pública y concepto de
información pública. Solicitud, tramitación y acceso parcial. Solicitud de acceso a la
información. Publicidad activa de información institucional, organizativa y de
planificación.

Derecho de acceso a la información pública y concepto de información pública. Solicitud,


tramitación y acceso parcial. Solicitud de acceso a la información.

CAPÍTULO III

Derecho de acceso a la información pública

Sección 1.ª Régimen general

Artículo 12. Derecho de acceso a la información pública.


Todas las personas tienen derecho a acceder a la información pública, en los términos
previstos en el artículo 105.b) de la Constitución Española, desarrollados por esta Ley.
Asimismo, y en el ámbito de sus respectivas competencias, será de aplicación la
correspondiente normativa autonómica.

Artículo 13. Información pública.


Se entiende por información pública los contenidos o documentos, cualquiera que sea
su formato o soporte, que obren en poder de alguno de los sujetos incluidos en el ámbito
de aplicación de este título y que hayan sido elaborados o adquiridos en el ejercicio de
sus funciones.

Artículo 14. Límites al derecho de acceso.


1. El derecho de acceso podrá ser limitado cuando acceder a la información suponga
un perjuicio para:
a) La seguridad nacional.
b) La defensa.
c) Las relaciones exteriores.
d) La seguridad pública.
e) La prevención, investigación y sanción de los ilícitos penales, administrativos o
disciplinarios.
f) La igualdad de las partes en los procesos judiciales y la tutela judicial efectiva.
g) Las funciones administrativas de vigilancia, inspección y control.
h) Los intereses económicos y comerciales.
i) La política económica y monetaria.
j) El secreto profesional y la propiedad intelectual e industrial.
k) La garantía de la confidencialidad o el secreto requerido en procesos de toma de
decisión.
l) La protección del medio ambiente.
2. La aplicación de los límites será justificada y proporcionada a su objeto y finalidad
de protección y atenderá a las circunstancias del caso concreto, especialmente a la concurrencia
de un interés público o privado superior que justifique el acceso.
3. Las resoluciones que de conformidad con lo previsto en la sección 2.ª se dicten en aplicación
de este artículo serán objeto de publicidad previa disociación de los datos de carácter personal
que contuvieran y sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 3 del artículo 20, una vez hayan
sido notificadas a los interesados.

Artículo 15. Protección de datos personales.

1. Si la información solicitada contuviera datos especialmente protegidos a los que se refiere el


apartado 2 del artículo 7 de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos
de Carácter Personal, el acceso únicamente se podrá autorizar en caso de que se contase con
el consentimiento expreso y por escrito del afectado, a menos que dicho afectado hubiese hecho

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manifiestamente públicos los datos con anterioridad a que se solicitase el acceso. Si la
información incluyese datos especialmente protegidos a los que se refiere el apartado 3 del
artículo 7 de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, o datos relativos a la comisión de
infracciones penales o administrativas que no conllevasen la amonestación pública al infractor,
el acceso sólo se podrá autorizar en caso de que se cuente con el consentimiento expreso del
afectado o si aquél estuviera amparado por una norma con rango de Ley.

2. Con carácter general, y salvo que en el caso concreto prevalezca la protección de datos
personales u otros derechos constitucionalmente protegidos sobre el interés público en la
divulgación que lo impida, se concederá el acceso a información que contenga datos meramente
identificativos relacionados con la organización, funcionamiento o actividad pública del órgano.
3. Cuando la información solicitada no contuviera datos especialmente protegidos, el órgano al
que se dirija la solicitud concederá el acceso previa ponderación suficientemente razonada del
interés público en la divulgación de la información y los derechos de los afectados cuyos datos
aparezcan en la información solicitada, en particular su derecho fundamental a la protección de
datos de carácter personal. Para la realización de la citada ponderación, dicho órgano tomará
particularmente en consideración los siguientes criterios:

a) El menor perjuicio a los afectados derivado del transcurso de los plazos establecidos
en el artículo 57 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español.
b) La justificación por los solicitantes de su petición en el ejercicio de un derecho o
el hecho de que tengan la condición de investigadores y motiven el acceso en fines históricos,
científicos o estadísticos.
c) El menor perjuicio de los derechos de los afectados en caso de que los documentos
únicamente contuviesen datos de carácter meramente identificativo de aquéllos.
d) La mayor garantía de los derechos de los afectados en caso de que los datos
contenidos en el documento puedan afectar a su intimidad o a su seguridad, o se refieran a
menores de edad.
4. No será aplicable lo establecido en los apartados anteriores si el acceso se efectúa previa
disociación de los datos de carácter personal de modo que se impida la identificación de las
personas afectadas.
5. La normativa de protección de datos personales será de aplicación al tratamiento posterior de
los obtenidos a través del ejercicio del derecho de acceso.

Artículo 16. Acceso parcial.


En los casos en que la aplicación de alguno de los límites previstos en el artículo 14 no afecte a
la totalidad de la información, se concederá el acceso parcial previa omisión de la información
afectada por el límite salvo que de ello resulte una información distorsionada o que carezca de
sentido. En este caso, deberá indicarse al solicitante que parte de la información ha sido omitida.

Sección 2.ª Ejercicio del derecho de acceso a la información pública

Artículo 17. Solicitud de acceso a la información.


1. El procedimiento para el ejercicio del derecho de acceso se iniciará con la presentación de la
correspondiente solicitud, que deberá dirigirse al titular del órgano administrativo o entidad que
posea la información. Cuando se trate de información en posesión de personas físicas o jurídicas
que presten servicios públicos o ejerzan potestades administrativas, la solicitud se dirigirá a la
Administración, organismo o entidad de las previstas en el artículo 2.1 a las que se encuentren
vinculadas.
2. La solicitud podrá presentarse por cualquier medio que permita tener constancia de:
a) La identidad del solicitante.
b) La información que se solicita.
c) Una dirección de contacto, preferentemente electrónica, a efectos de comunicaciones.
d) En su caso, la modalidad que se prefiera para acceder a la información solicitada.
3. El solicitante no está obligado a motivar su solicitud de acceso a la información. Sin embargo,
podrá exponer los motivos por los que solicita la información y que podrán ser tenidos en cuenta
cuando se dicte la resolución. No obstante, la ausencia de motivación no será por si sola causa
de rechazo de la solicitud.

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4. Los solicitantes de información podrán dirigirse a las Administraciones Públicas en cualquiera
de las lenguas cooficiales del Estado en el territorio en el que radique la Administración en
cuestión.

Artículo 18. Causas de inadmisión.

1. Se inadmitirán a trámite, mediante resolución motivada, las solicitudes:


a) Que se refieran a información que esté en curso de elaboración o de publicación
general.
b) Referidas a información que tenga carácter auxiliar o de apoyo como la contenida en
notas, borradores, opiniones, resúmenes, comunicaciones e informes internos o entre órganos o
entidades administrativas.
c) Relativas a información para cuya divulgación sea necesaria una acción previa de
reelaboración.
d) Dirigidas a un órgano en cuyo poder no obre la información cuando se desconozca el
competente.
e) Que sean manifiestamente repetitivas o tengan un carácter abusivo no justificado
con la finalidad de transparencia de esta Ley.

2. En el caso en que se inadmita la solicitud por concurrir la causa prevista en la letra d) del
apartado anterior, el órgano que acuerde la inadmisión deberá indicar en la resolución el órgano
que, a su juicio, es competente para conocer de la solicitud.

Artículo 19. Tramitación.

1. Si la solicitud se refiere a información que no obre en poder del sujeto al que se dirige, éste la
remitirá al competente, si lo conociera, e informará de esta circunstancia al solicitante.
2. Cuando la solicitud no identifique de forma suficiente la información, se pedirá al solicitante
que la concrete en un plazo de diez días, con indicación de que, en caso de no hacerlo, se le
tendrá por desistido, así como de la suspensión del plazo para dictar resolución.
3. Si la información solicitada pudiera afectar a derechos o intereses de terceros, debidamente
identificados, se les concederá un plazo de quince días para que puedan realizar las alegaciones
que estimen oportunas. El solicitante deberá ser informado de esta circunstancia, así como de la
suspensión del plazo para dictar resolución hasta que se hayan recibido las alegaciones o haya
transcurrido el plazo para su presentación.
4. Cuando la información objeto de la solicitud, aun obrando en poder del sujeto al que se dirige,
haya sido elaborada o generada en su integridad o parte principal por otro, se le remitirá la
solicitud a éste para que decida sobre el acceso.

Artículo 20. Resolución.

1. La resolución en la que se conceda o deniegue el acceso deberá notificarse al solicitante y a


los terceros afectados que así lo hayan solicitado en el plazo máximo de un mes desde la
recepción de la solicitud por el órgano competente para resolver. Este plazo podrá ampliarse por
otro mes en el caso de que el volumen o la complejidad de la información que se solicita así lo
hagan necesario y previa notificación al solicitante.
2. Serán motivadas las resoluciones que denieguen el acceso, las que concedan el acceso
parcial o a través de una modalidad distinta a la solicitada y las que permitan el acceso cuando
haya habido oposición de un tercero. En este último supuesto, se indicará expresamente al
interesado que el acceso sólo tendrá lugar cuando haya transcurrido el plazo del artículo 22.2.
3. Cuando la mera indicación de la existencia o no de la información supusiera la vulneración de
alguno de los límites al acceso se indicará esta circunstancia al desestimarse la solicitud.
4. Transcurrido el plazo máximo para resolver sin que se haya dictado y notificado resolución
expresa se entenderá que la solicitud ha sido desestimada.
5. Las resoluciones dictadas en materia de acceso a la información pública son recurribles
directamente ante la Jurisdicción Contencioso-administrativa, sin perjuicio de la posibilidad de
interposición de la reclamación potestativa prevista en el artículo 24.
6. El incumplimiento reiterado de la obligación de resolver en plazo tendrá la consideración de
infracción grave a los efectos de la aplicación a sus responsables del régimen disciplinario
previsto en la correspondiente normativa reguladora.

63
Artículo 21. Unidades de información.

1. Las Administraciones Públicas incluidas en el ámbito de aplicación de este título establecerán


sistemas para integrar la gestión de solicitudes de información de los ciudadanos en el
funcionamiento de su organización interna.
2. En el ámbito de la Administración General del Estado, existirán unidades especializadas que
tendrán las siguientes funciones:
a) Recabar y difundir la información a la que se refiere el capítulo II del título I de esta
Ley.
b) Recibir y dar tramitación a las solicitudes de acceso a la información.
c) Realizar los trámites internos necesarios para dar acceso a la información solicitada.
d) Realizar el seguimiento y control de la correcta tramitación de las solicitudes de acceso
a la información.
e) Llevar un registro de las solicitudes de acceso a la información.
f) Asegurar la disponibilidad en la respectiva página web o sede electrónica de la
información cuyo acceso se solicita con más frecuencia
g) Mantener actualizado un mapa de contenidos en el que queden identificados los
distintos tipos de información que obre en poder del órgano.
h) Todas aquellas que sean necesarias para asegurar una correcta aplicación de las
disposiciones de esta Ley. 3. El resto de las entidades incluidas en el ámbito de aplicación de
este título identificarán claramente el órgano competente para conocer de las solicitudes de
acceso.

Artículo 22. Formalización del acceso.


1. El acceso a la información se realizará preferentemente por vía electrónica, salvo cuando no
sea posible o el solicitante haya señalado expresamente otro medio. Cuando no pueda darse el
acceso en el momento de la notificación de la resolución deberá otorgarse, en cualquier caso,
en un plazo no superior a diez días.
2. Si ha existido oposición de tercero, el acceso sólo tendrá lugar cuando, habiéndose concedido
dicho acceso, haya transcurrido el plazo para interponer recurso contencioso administrativo sin
que se haya formalizado o haya sido resuelto confirmando el derecho a recibir la información.
3. Si la información ya ha sido publicada, la resolución podrá limitarse a indicar al solicitante cómo
puede acceder a ella.
4. El acceso a la información será gratuito. No obstante, la expedición de copias o la trasposición
de la información a un formato diferente al original podrá dar lugar a la exigencia de exacciones
en los términos previstos en la Ley 8/1989, de 13 de abril, de Tasas y Precios Públicos, o, en su
caso, conforme a la normativa autonómica o local que resulte aplicable.

Publicidad activa de información institucional, organizativa y de planificación.

CAPÍTULO II

Publicidad activa

Artículo 5. Principios generales.


1. Los sujetos enumerados en el artículo 2.1 publicarán de forma periódica y actualizada la
información cuyo conocimiento sea relevante para garantizar la transparencia de su actividad
relacionada con el funcionamiento y control de la actuación pública.
2. Las obligaciones de transparencia contenidas en este capítulo se entienden sin perjuicio de la
aplicación de la normativa autonómica correspondiente o de otras disposiciones específicas que
prevean un régimen más amplio en materia de publicidad.
3. Serán de aplicación, en su caso, los límites al derecho de acceso a la información pública
previstos en el artículo 14 y, especialmente, el derivado de la protección de datos de carácter
personal, regulado en el artículo 15. A este respecto, cuando la información contuviera datos
especialmente protegidos, la publicidad sólo se llevará a cabo previa disociación de los mismos.
4. La información sujeta a las obligaciones de transparencia será publicada en las
correspondientes sedes electrónicas o páginas web y de una manera clara, estructurada y
entendible para los interesados y, preferiblemente, en formatos reutilizables. Se establecerán

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los mecanismos adecuados para facilitar la accesibilidad, la interoperabilidad, la calidad y la
reutilización de la información publicada, así como su identificación y localización. Cuando se
trate de entidades sin ánimo de lucro que persigan exclusivamente fines de interés social o
cultural y cuyo presupuesto sea inferior a 50.000 euros, el cumplimiento de las obligaciones
derivadas de esta Ley podrá realizarse utilizando los medios electrónicos puestos a su
disposición por la Administración Pública de la que provenga la mayor parte de las ayudas o
subvenciones públicas percibidas.
5. Toda la información será comprensible, de acceso fácil y gratuito y estará a disposición de las
personas con discapacidad en una modalidad suministrada por medios o en formatos adecuados
de manera que resulten accesibles y comprensibles, conforme al principio de accesibilidad
universal y diseño para todos.

Artículo 6. Información institucional, organizativa y de planificación.

1. Los sujetos comprendidos en el ámbito de aplicación de este título publicarán información


relativa a las funciones que desarrollan, la normativa que les sea de aplicación, así como a su
estructura organizativa. A estos efectos, incluirán un organigrama actualizado que identifique a
los responsables de los diferentes órganos y su perfil y trayectoria profesional.
2. Las Administraciones Públicas publicarán los planes y programas anuales y plurianuales en
los que se fijen objetivos concretos, así como las actividades, medios y tiempo previsto para su
consecución. Su grado de cumplimiento y resultados deberán ser objeto de evaluación y
publicación periódica junto con los indicadores de medida y valoración, en la forma en que se
determine por cada Administración competente. En el ámbito de la Administración General del
Estado corresponde a las inspecciones generales de servicios la evaluación del cumplimiento de
estos planes y programas.

Artículo 7. Información de relevancia jurídica.

Las Administraciones Públicas, en el ámbito de sus competencias, publicarán:


a) Las directrices, instrucciones, acuerdos, circulares o respuestas a consultas
planteadas por los particulares u otros órganos en la medida en que supongan una interpretación
del Derecho o tengan efectos jurídicos.
b) Los Anteproyectos de Ley y los proyectos de Decretos Legislativos cuya iniciativa les
corresponda, cuando se soliciten los dictámenes a los órganos consultivos correspondientes. En
el caso en que no sea preceptivo ningún dictamen la publicación se realizará en el momento de
su aprobación.
c) Los proyectos de Reglamentos cuya iniciativa les corresponda. Cuando sea preceptiva
la solicitud de dictámenes, la publicación se producirá una vez que estos hayan sido solicitados
a los órganos consultivos correspondientes sin que ello suponga, necesariamente, la apertura
de un trámite de audiencia pública.
d) Las memorias e informes que conformen los expedientes de elaboración de los textos
normativos, en particular, la memoria del análisis de impacto normativo regulada por el Real
Decreto 1083/2009, de 3 de julio.
e) Los documentos que, conforme a la legislación sectorial vigente, deban ser sometidos
a un período de información pública durante su tramitación.

Artículo 8. Información económica, presupuestaria y estadística.

1. Los sujetos incluidos en el ámbito de aplicación de este título deberán hacer pública, como
mínimo, la información relativa a los actos de gestión administrativa con repercusión económica
o presupuestaria que se indican a continuación:
a) Todos los contratos, con indicación del objeto, duración, el importe de licitación y de
adjudicación, el procedimiento utilizado para su celebración, los instrumentos a través de los que,
en su caso, se ha publicitado, el número de licitadores participantes en el procedimiento y la
identidad del adjudicatario, así como las modificaciones del contrato. Igualmente serán objeto de
publicación las decisiones de desistimiento y renuncia de los contratos. La publicación de la
información relativa a los contratos menores podrá realizarse trimestralmente .Asimismo, se
publicarán datos estadísticos sobre el porcentaje en volumen presupuestario de contratos
adjudicados a través de cada uno de los procedimientos previstos en la legislación de contratos
del sector público.

65
b) La relación de los convenios suscritos, con mención de las partes firmantes, su objeto,
plazo de duración, modificaciones realizadas, obligados a la realización de las
prestaciones y, en su caso, las obligaciones económicas convenidas. Igualmente, se
publicarán las encomiendas de gestión que se firmen, con indicación de su objeto,
presupuesto, duración, obligaciones económicas y las subcontrataciones que se realicen
con mención de los adjudicatarios, procedimiento seguido para la adjudicación e importe
de la misma.
c) Las subvenciones y ayudas públicas concedidas con indicación de su importe, objetivo
o finalidad y beneficiarios.
d) Los presupuestos, con descripción de las principales partidas presupuestarias e
información actualizada y comprensible sobre su estado de ejecución y sobre el
cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera
de las Administraciones Públicas.
e) Las cuentas anuales que deban rendirse y los informes de auditoría de cuentas y de
fiscalización por parte de los órganos de control externo que sobre ellos se emitan.
f) Las retribuciones percibidas anualmente por los altos cargos y máximos responsables
de las entidades incluidas en el ámbito de la aplicación de este título. Igualmente, se
harán públicas las indemnizaciones percibidas, en su caso, con ocasión del abandono
del cargo.
g) Las resoluciones de autorización o reconocimiento de compatibilidad que afecten a
los empleados públicos, así como las que autoricen el ejercicio de actividad privada al
cese de los altos cargos de la Administración General del Estado o asimilados según la
normativa autonómica o local.
h) Las declaraciones anuales de bienes y actividades de los representantes locales, en
los términos previstos en la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del
Régimen Local. Cuando el reglamento no fije los términos en que han de hacerse
públicas estas declaraciones se aplicará lo dispuesto en la normativa de conflictos de
intereses en el ámbito de la Administración General del Estado. En todo caso, se omitirán
los datos relativos a la localización concreta de los bienes inmuebles y se garantizará la
privacidad y seguridad de sus titulares.
i) La información estadística necesaria para valorar el grado de cumplimiento y calidad
de los servicios públicos que sean de su competencia, en los términos que defina cada
administración competente.
2. Los sujetos mencionados en el artículo 3 deberán publicar la información a la que se refieren
las letras a) y b) del apartado primero de este artículo cuando se trate de contratos o convenios
celebrados con una Administración Pública. Asimismo, habrán de publicar la información prevista
en la letra c) en relación a las subvenciones que reciban cuando el órgano concedente sea una
Administración Pública.
3. Las Administraciones Públicas publicarán la relación de los bienes inmuebles que sean de su
propiedad o sobre los que ostenten algún derecho real.

Artículo 9. Control.

1. El cumplimiento por la Administración General del Estado de las obligaciones contenidas en


este capítulo será objeto de control por parte del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno.
2. En ejercicio de la competencia prevista en el apartado anterior, el Consejo de Transparencia
y Buen Gobierno, de acuerdo con el procedimiento que se prevea reglamentariamente, podrá
dictar resoluciones en las que se establezcan las medidas que sea necesario adoptar para el
cese del incumplimiento y el inicio de las actuaciones disciplinarias que procedan.
3. El incumplimiento reiterado de las obligaciones de publicidad activa reguladas en este capítulo
tendrá la consideración de infracción grave a los efectos de aplicación a sus responsables del
régimen disciplinario previsto en la correspondiente normativa reguladora.

Artículo 10. Portal de la Transparencia.

1. La Administración General del Estado desarrollará un Portal de la Transparencia, dependiente


del Ministerio de la Presidencia, que facilitará el acceso de los ciudadanos a toda la información
a la que se refieren los artículos anteriores relativa a su ámbito de actuación.

66
2. El Portal de la Transparencia incluirá, en los términos que se establezcan reglamentariamente,
la información de la Administración General del Estado, cuyo acceso se solicite con mayor
frecuencia.
3. La Administración General del Estado, las Administraciones de las Comunidades Autónomas
y de las Ciudades de Ceuta y Melilla y las entidades que integran la Administración Local podrán
adoptar otras medidas complementarias y de colaboración para el cumplimiento de las
obligaciones de transparencia recogidas en este capítulo.

Artículo 11. Principios técnicos.

El Portal de la Transparencia contendrá información publicada de acuerdo con las prescripciones


técnicas que se establezcan reglamentariamente que deberán adecuarse a los siguientes
principios:
a) Accesibilidad: se proporcionará información estructurada sobre los documentos y
recursos de información con vistas a facilitar la identificación y búsqueda de la
información.
b) Interoperabilidad: la información publicada será conforme al Esquema Nacional de
Interoperabilidad, aprobado por el Real Decreto 4/2010, de 8 enero, así como a las
normas técnicas de interoperabilidad.
c) Reutilización: se fomentará que la información sea publicada en formatos que permita
su reutilización, de acuerdo con lo previsto en la Ley 37/2007, de 16 de noviembre, sobre
reutilización de la información del sector público y en su normativa de desarrollo.

67
Tema 8.- Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad efectiva de mujeres y
hombres: objeto de la Ley y ámbito de aplicación. Criterios generales de actuación de los
Poderes Públicos según la Ley 3/2007. Concepto y contenido de los planes de igualdad de
las empresas. Acoso sexual y acoso por razón de sexo. Publicidad institucional e imagen
pública no sexista.

Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres: objeto
de la Ley y ámbito de aplicación.

TÍTULO PRELIMINAR

Objeto y ámbito de la Ley

Artículo 1. Objeto de la Ley.

1. Las mujeres y los hombres son iguales en dignidad humana, e iguales en derechos y deberes.
Esta Ley tiene por objeto hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre
mujeres y hombres, en particular mediante la eliminación de la discriminación de la mujer, sea
cual fuere su circunstancia o condición, en cualesquiera de los ámbitos de la vida y,
singularmente, en las esferas política, civil, laboral, económica, social y cultural para, en el
desarrollo de los artículos 9.2 y 14 de la Constitución, alcanzar una sociedad más democrática,
más justa y más solidaria.
2. A estos efectos, la Ley establece principios de actuación de los Poderes Públicos, regula
derechos y deberes de las personas físicas y jurídicas, tanto públicas como privadas, y prevé
medidas destinadas a eliminar y corregir en los sectores público y privado, toda forma de
discriminación por razón de sexo.

Artículo 2. Ámbito de aplicación.

1. Todas las personas gozarán de los derechos derivados del principio de igualdad de trato y de
la prohibición de discriminación por razón de sexo.
2. Las obligaciones establecidas en esta Ley serán de aplicación a toda persona, física o jurídica,
que se encuentre o actúe en territorio español, cualquiera que fuese su nacionalidad, domicilio o
residencia.

Criterios generales de actuación de los Poderes Públicos según la Ley 3/2007.

Artículo 14. Criterios generales de actuación de los Poderes Públicos.

A los fines de esta Ley, serán criterios generales de actuación de los Poderes Públicos:

1. El compromiso con la efectividad del derecho constitucional de igualdad entre mujeres y


hombres.
2. La integración del principio de igualdad de trato y de oportunidades en el conjunto de las
políticas económica, laboral, social, cultural y artística, con el fin de evitar la segregación
laboral y eliminar las diferencias retributivas, así como potenciar el crecimiento del
empresariado femenino en todos los ámbitos que abarque el conjunto de políticas y el
valor del trabajo de las mujeres, incluido el doméstico.
3. La colaboración y cooperación entre las distintas Administraciones públicas en la
aplicación del principio de igualdad de trato y de oportunidades.
4. La participación equilibrada de mujeres y hombres en las candidaturas electorales y en
la toma de decisiones.
5. La adopción de las medidas necesarias para la erradicación de la violencia de género,
la violencia familiar y todas las formas de acoso sexual y acoso por razón de sexo.
6. La consideración de las singulares dificultades en que se encuentran las mujeres de
colectivos de especial vulnerabilidad como son las que pertenecen a minorías, las
mujeres migrantes, las niñas, las mujeres con discapacidad, las mujeres mayores, las

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mujeres viudas y las mujeres víctimas de violencia de género, para las cuales los
poderes públicos podrán adoptar, igualmente, medidas de acción positiva.
7. La protección de la maternidad, con especial atención a la asunción por la sociedad de
los efectos derivados del embarazo, parto y lactancia.
8. El establecimiento de medidas que aseguren la conciliación del trabajo y de la vida
personal y familiar de las mujeres y los hombres, así como el fomento de la
corresponsabilidad en las labores domésticas y en la atención a la familia.
9. El fomento de instrumentos de colaboración entre las distintas Administraciones públicas
y los agentes sociales, las asociaciones de mujeres y otras entidades privadas.
10. El fomento de la efectividad del principio de igualdad entre mujeres y hombres en las
relaciones entre particulares.
11. La implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y su fomento en la
totalidad de las relaciones sociales, culturales y artísticas.
12. Todos los puntos considerados en este artículo se promoverán e integrarán de igual
manera en la política española de cooperación internacional para el desarrollo.

Concepto y contenido de los planes de igualdad de las empresas.

Artículo 46. Concepto y contenido de los planes de igualdad de las empresas.

1. Los planes de igualdad de las empresas son un conjunto ordenado de medidas, adoptadas
después de realizar un diagnóstico de situación, tendentes a alcanzar en la empresa la igualdad
de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres y a eliminar la discriminación por razón de
sexo. Los planes de igualdad fijarán los concretos objetivos de igualdad a alcanzar, las
estrategias y prácticas a adoptar para su consecución, así como el establecimiento de sistemas
eficaces de seguimiento y evaluación de los objetivos fijados.
2. Los planes de igualdad contendrán un conjunto ordenado de medidas evaluables dirigidas a
remover los obstáculos que impiden o dificultan la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Con
carácter previo se elaborará un diagnóstico negociado, en su caso, con la representación legal
de las personas trabajadoras, que contendrá al menos las siguientes materias:

a) Proceso de selección y contratación.


b) Clasificación profesional.
c) Formación.
d) Promoción profesional.
e) Condiciones de trabajo, incluida la auditoría salarial entre mujeres y hombres.
f) Ejercicio corresponsable de los derechos de la vida personal, familiar y laboral.
g) Infrarrepresentación femenina.
h) Retribuciones.
i) Prevención del acoso sexual y por razón de sexo.
La elaboración del diagnóstico se realizará en el seno de la Comisión Negociadora del Plan de
Igualdad, para lo cual, la dirección de la empresa facilitará todos los datos e información
necesaria para elaborar el mismo en relación con las materias enumeradas en este apartado, así
como los datos del Registro regulados en el artículo 28, apartado 2 del Estatuto de los
Trabajadores.
3. Los planes de igualdad incluirán la totalidad de una empresa, sin perjuicio del establecimiento
de acciones especiales adecuadas respecto a determinados centros de trabajo.
4. Se crea un Registro de Planes de Igualdad de las Empresas, como parte de los Registros de
convenios y acuerdos colectivos de trabajo dependientes de la Dirección General de Trabajo del
Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y de las Autoridades Laborales de las
Comunidades Autónomas.
5. Las empresas están obligadas a inscribir sus planes de igualdad en el citado registro.
6. Reglamentariamente se desarrollará el diagnóstico, los contenidos, las materias, las auditorías
salariales, los sistemas de seguimiento y evaluación de los planes de igualdad; así como el
Registro de Planes de Igualdad, en lo relativo a su constitución, características y condiciones
para la inscripción y acceso.

69
Acoso sexual y acoso por razón de sexo.

Artículo 7. Acoso sexual y acoso por razón de sexo.

1. Sin perjuicio de lo establecido en el Código Penal, a los efectos de esta Ley constituye acoso
sexual cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o
produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un
entorno intimidatorio, degradante u ofensivo.
2. Constituye acoso por razón de sexo cualquier comportamiento realizado en función del sexo
de una persona, con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y de crear un entorno
intimidatorio, degradante u ofensivo.
3. Se considerarán en todo caso discriminatorios el acoso sexual y el acoso por razón de sexo.
4. El condicionamiento de un derecho o de una expectativa de derecho a la aceptación de una
situación constitutiva de acoso sexual o de acoso por razón de sexo se considerará también acto
de discriminación por razón de sexo.

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