El documento analiza la construcción del Estado mexicano y la tensión entre el modelo liberal y las formas de organización comunitaria de los pueblos, así como la resistencia de estos ante las amenazas de destrucción de su identidad y autonomía.
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El prncipe mexicano: Subalternidad, historia y Estado.
1. Historia y comunidad estatal
El Estado es el proceso de reconstruccin, como comunidad, de la unidad de una sociedad internamente desgarrada por relaciones de dominio-subordinacin. Es el permanente y siempre inestable- proceso de unificacin de seres humanos que, relacionados entre s por lazos no simtricos, supera al unificarlos- el potencial conflicto entre ellos, conservando la fragmentacin interna de la sociedad cohesionada. Esa comunidad se desdobla internamente en una relacin vertical de mando-obediencia entre los que dirigen y administran los asuntos pblicos de la comunidad (gobernantes) y la propia comunidad (gobernados). 2. La tragedia del liberalismo Lo primero, como en cualquier proceso de construccin de una unidad poltica en su forma moderna el estado nacional, significaba cumplir cuatro requisitos: 1) realizar un proceso de delimitacin territorial, esto es, de las fronteras que marcan el espacio de accin del poder estatal; 2) el establecimiento de un poder soberano, es decir, de un mando nico supremo, interna y externamente reconocido, as como de su derecho exclusivo al ejercicio de la violencia, a la expedicin de leyes y la imparticin de justicia, 3) la construccin de una esfera de lo pblico- estatal secularizada (construccin de una res publica), y 4) la construccin de una identidad colectiva que permitiera a los individuos el reconocimiento de s mismos como parte de una comunidad estatalnacional. La repblica, implicaba la construccin de una nueva comunidad abstracta de ciudadanos: una comunidad poltica conformada con individuos, regulada por leyes positivas, impersonales, abstractas, universales y obligatorias, y organizada bajo los principios de separacin entre lo pblico y lo privado, garanta del poder judicial, representacin poltica ciudadana y eleccin de los gobernantes por los gobernados. Para Jos Mara Luis Mora la construccin de la republica pasaba por la transformacin social y cultural de un pueblo tradicional, cuyas ideas y costumbres eran ajenas a los requerimientos por las instituciones liberales y democrticas requeria tambin de la universalizacin de independencia de lazos de independencia personal entre los individuos jurdicamente iguales y la desarticulacin de los vnculos campesinos que, medidos por la comunidad agraria, implicaban un mundo de la vida ajena al individualismo libera: no puede levantarse una repblica, razonaban los liberales, donde no existen individuos. La reconstruccin de la repblica pasaba por la destruccin de los pueblos.
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La historia mexicana, como aquella que visualizaba Benjamin nadando contracorriente, es tambin una historia de resistencia de formas de socialidad comunitaria frente a sucesivas amenazas de aniquilamiento y destruccin. Tejida desde la trgica experiencia de sobrevivencia y adaptacin ante el proceso material y espiritual de la conquista en la recreacin de la identidad comunitaria contenida en las fiestas del santo patrn en los pueblos o en la apropiacin indgena y campesina de municipio como forma renovada del antiguo gobierno comunitario. Esta historia de rebeliones y resistencia revela en la tierra el ncleo problemtico del proceso de construccin del Estado mexicano. Como cualquier forma de propiedad, el del rgimen de propiedad agraria no era un problema de relacin entre hombre y cosas, sino entre hombres. El pueblo representaba no slo un modelo de posesin y usufructo de la tierra, sino una forma d relacin social. La conquista de las poblaciones americoindias no poda fundamentarse en la negacin de la condicin humana de los indgenas sin que ello no significara, al mismo tiempo, plantear una contradiccin: la imposibilidad de lograr la obediencia voluntaria de los indgenas a la Corona y su conversin voluntaria al cristianismo. El papel de la conquista y colonizacin de los territorios americanos en la configuracin histrica del mundo moderno tendra repercusiones de largo alcance en la estructuracin de la sociedad mexicana. Primero, porque desde la matriz colonial quedara fijada una lnea racial que sera constitutiva de los lazos de dominacin interna: una frontera definida por el color de la piel que quedara imbricada , junto con el del trabajo excedente, en la propia definicin de lo que separa a los oprimidos de las lites y conclua: En las colonias, la infraestructura econmica es igualmente una superestructura. La causa es la consecuencia: se es rico porque blanco, se es blanco porque rico. Esta frontera racial entre dominadores y oprimidos: la lite blanca de un lado y la piel morena de otro, sera una herencia del mundo colonial de la sociedad mexicana. Lo que desde entonces tuvo lugar, explica Bolvar Echeverra, fue un proceso inacabado e inacabable de mestizaje cultural en el cdigo del conquistador tuvo que rehacerse, restructurarse y reconstruirse para poder integrar efectivamente determinados elementos insustituibles del cdigo sometido. Sobreviviente junto con sus tierras, la organizacin poltica de los pueblos era coherente con los lazos comunitarios. Conservadas a travs de la apropiacin de las estructuras polticas y jurisdiccionales locales, como cabildos y municipios, las antiguas formas de gobierno indgena eran por ello tambin ajenas al modelo liberal. La eleccin de 2
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autoridades y la participacin en los asuntos pblicos en las comunidades agrarias estaban fundadas en vnculos y concepciones ajenos a la politicidad liberal, aunque de sta tambin se apropiaran en determinadas circunstancias. Los pueblos tenan sus propias reglas y autoridades, su propio cdigo de moral pblica y sus formas de entender y participar en poltica. La describi Bonfil Batalla: Las autoridades en los pueblos va unida al prestigio social. Y ste se adquiere a lo largo de la vida mediante la demostracin de la capacidad de servicio a la comunidad. En el mbito de la vida pblica, el servicio a la comunidad se realiza a travs de la participacin en el sistema de cargos. En todos los grupos existen un conjunto jerarquizado de cargos pblicos, que constituye el gobierno comunal. La mayor parte son cargos anuales; en algunos casos su desempeo es voluntario y los aspirantes se proponen a s mismos ante las autoridades correspondientes; entre otros casos, se ocupan obligatoriamente por la designacin o por eleccin. Es necesario ascender desde los cargos ms bajos. El modelo liberal exiga remplazar esa nocin de la moral pblica basada en la supremaca de la comunidad por otra fundada en las garantas individuales y e respeto a un orden jurdico impersonal. Las virtudes cvicas tenan, evidentemente, un significado distinto en cada modelo. Lo que en el modelo cvico liberal era la soberana del individuo, en el modelo agrario era la soberana de la comunidad. Lo que en el primero era justicia entendida como aplicacin impersonal de la ley, en el segundo estaba vinculada a la existencia de relaciones de reciprocidad concreta. Si bien para el modelo liberal la nocin del bien comn significa garantas de seguridad a una sociedad atomizada, para los pueblos significaba autosuficiencia, conservacin de la naturaleza y proteccin del patrimonio cultural heredado. A lo largo del siglo XIX la tierra era el ncleo de los vnculos clientelares y tutelares tejidos en torno a los caudillos, de las relaciones entre stos y de sus relaciones con el poder central. Como describe Leticia Reina: El poder y el control sobre la poblacin emanaba de la propiedad de la tierra y la capacidad de estar en contacto con la gente. Es por eso que a lo largo del siglo (XIX), la tierra fue cobrando cada da mayor importancia poltica; primero, porque en ella se cimentaron o tuvieron origen los poderes locales; segundo, porque fueron las contradicciones generadas por su posesin las que favorecieron las crisis peridicas del sistema. La fortaleza poltica y militar de los mltiples caciques y caudillos no emanaba del carisma ni de las armas. Lo que pareca como poder personal era en realidad un poder 3
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social que provena del mundo agrario: ya que los vnculos que establecan con los campesinos, de sus vnculos con los hacendados o de su propia conversin en terratenientes o rancheros. Intermediarios entre el mundo urbano y el mundo agrarios, los caudillos sostenan su poder y su potencial de negociacin en su capacidad para ser portavoces de las demandas campesinas y frente a stas, de su capacidad de gestin ante el gobierno central. La construccin del Estado es tambin, y sobre todo, un problema de legitimidad. Requiere de la conformidad de seres humanos para constituirse en comunidad poltica y para acatar voluntariamente un mando. Requiere de la creencia en la validez de un orden, por lo cual supone, a su vez, la existencia de un cdigo de valores y normas morales colectivamente aceptados. La tragedia del liberalismo mexicano era que, para construir su nacin y su repblica, deba no slo arrasar con los pueblos y homogeneizar jurdica, cultural y lingsticamente una sociedad heterognea. Necesitaba al mismo tiempo destruir a la oligarqua agraria, romper los pilares del corporativos, heredados del orden colonial, subordinar la Iglesia al poder estatal, obtener el reconocimiento extremo de su mando en territorio nacional y construir desde la subjetividad una comunidad nacional. Tanto liberales como conservadores quierian contruir un Estado moderno. Mientras los liberales proponan construir una repblica remodelando desde arriba todas las relaciones sociales, los conservadores apelaban a la conformacin de las relaciones sociales los conservadores apelaban a la confrontacin de una institucin poltica acorde a sus hbitos, costumbre y tradiciones. Lo que ms criticaban los conservadores era el empeo liberal de asumir como modelo de organizacin poltica al republicanismo federal de Estados Unidos. Un modelo al que consideraban no slo ajeno al ethos nacional, sino causa de desintegracin. Lo que ms teman y lo que los llevara a apelar la instauracin de una monarquia- era que, en las condiciones de desintegracin poltica, se produjera una absorcin del territorio mexicano por Estados Unidos. Los liberales oscilaban entre la necesidad de cambiar desde arriba el tejido social y la necesidad de contar, en un pas recreado en oscilaciones agrarias, con el fundamento social que le permitiera afirmar, hacia dentro y hacia fuera, su proyecto y mando nacional. En Mxico, a diferencia de otras experiencias latinoamericanas, la derrota de los conservadores y la existencia de un estado pasaban necesariamente por la movilizacin campesina.
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La ruptura del pacto en que haba sostenido una unidad poltica durante la poca colonial se expres en la desintegracin poltica que desgarro a la sociedad mexicana durante casi todo el siglo XIX. La ausencia de reglas estructuradores de una comunidad estatal y el intento liberal de emplazar el viejo pacto colonial construyendo otras reglas ajenas a las sociedades, mitos y representaciones colectivas, resulto en el largo y violento ciclo de rebeliones agrarias, revueltas militares y golpes de estado que caracterizaron el llamado periodo de anarqua. La construccin del estado en Mxico implic la realizacin simultnea de cuatro procesos: 1)Conservacin de la integridad del territorio nacional; 2) afirmacin de la soberana estatal hacia dentro y hacia fuera; 3) construccin de una esfera de lo pblico-estatal secularizada y 4) construccin de una relacin estable de mando obediencia, basada en el reconocimiento de todos los actores de la sociedad como parte de una misma comunidad poltica. El pacto constitutivo del estado nacional, realizado por Daz con un golpe de estado y en nombre de la repblica, incluy un acuerdo de coexistencia pacifista con la Iglesia, el establecimiento, el establecimiento de una red nacional de lealtades personales con caciques y caudillos regionales, y un intercambio de lealtad-tutelaje fundado en el reconocimiento metaconstitucional de los pueblos y acerca del significado no slo material, sino poltico y jurdico- del pacto con los pueblos, escribi: El problema de los pueblos no es nicamente el de las tierras, sino incluso antes que ste- pues las tierras dependen de ella- el de la personalidad jurdica de la comunidad el compromiso consista en aceptar en los hechos una personalidad jurdica que la Constitucin abola. En el porfiriato se realiz la construccin de una gran maquinaria estatal eficiente. Se logr la centralizacin del mando en un proceso que supuso la negociacin con caciques y caudillos regionales, pero tambin su subordinacin al poder central. Daz cre un sistema centralizado con poderes locales relativamente autnomos pero unidos a cambio de esa autonoma- en el reconocimiento de un mando nacional nico y exclusivo. El secreto de la paz forfiriana, analizara Molina Enrquez en vsperas de la revolucin, no haba sido el gobierno despersonalizado de las leyes, sino las relaciones de fidelidad personal tejidas en torno al gran caudillo, proveniente el tambin mundo agrario. 5
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3. Sociedades y derechos La modernizacin porfirista se propuso concluir el proceso de regulacin estatal de la economa y la delimitacin estatal del espacio territorial iniciado durante el juarismo, estableciendo al mismo tiempo los cimientos jurdicos para la organizacin jurdica de la propiedad privada. Para realizarse, el proyecto de modernizacin necesitaba sustituir una relacin de mando-obediencia basada en el reconocimiento de derechos y la existencia de lealtades personales por una nueva forma de denominacin poltica fundada en la igualdad jurdica y ene l cumplimiento de leyes impersonales. El proyecto de los cientficos no significaba el remplazo el remplazo de la dictadura por un rgimen democrtico, sino la transicin controlada del gobierno de un solo hombre a una repblica oligrquica: un rgimen cuya cohesin y estabilidad no depender de las lealtades personales sino de reglas jurdicas por todos observadas y gobernada por un pequeo grupo conformado en la confluencia del poder y los negocios. El atropello de las aejas costumbres que componan la economa moral del mundo agrario y el surgimiento de nuevos agravios. El rgimen de Daz se haba sostenido en un pacto no escrito con los actores de la vieja sociedad agraria mexicana: haba conservado la existencia de los pueblos, haba establecido una red nacional de lealtades personales con los caudillos regionales a cambio del reconocimiento del mando nacional y haba establecido un acuerdo tcito de coexistencia pacfica con la Iglesia. El pacto en que se haba sostenido el mando nacional fue roto por la modernizacin emprendida por los cientficos, provocando un sentimiento de injusticia y agravio por la violacin de las reglas establecidas. La ofensiva desarticulada contra los pueblos contenida en la modernizacin liberal quebr uno de los soportes en que se haba sostenido la paz porfiriana. En esa ofensiva estuvieron comprendidas tanto una embestida contra las autonomas municipales como un nuevo proceso de concentracin de grandes propiedades agrarias. La modernizacin arroll tambin las redes de proteccin y lealtades tejidas con los caciques y caudillos regionales: los intercambios de proteccin y lealtad que haban configurado la pirmide de vnculos personales en que se haba sostenido la maquinaria que haba hecho funcionar la circulacin del mando y la centralizacin del poder poltico durante los primeros aos del porfiriato. 6
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El remplazo de la vieja lite porfirista por los nuevos cuadros reclutados entre los cientficos, se sumaron los nuevos agravios provocados por las dislocaciones en el tejido social, las transformaciones operadas en las estructuras de clases y mutaciones culturales contenidas en la modernizacin porfirista. El proceso de modernizacin capitalista en el norte alter las condiciones materiales y polticas en que se haba sustentado la vieja oligarqua agraria y excluyo de los circuitos productivos a los pequeos y mediados propietarios. A ello se agreg la perdida de la autonoma municipal y de libertades polticas en a seleccin de funcionarios locales, condiciones que hicieron del estado un foco receptivo a las oposiciones al rgimen. Las rupturas se produjeron en varios niveles: 1) El quiebre de los pactos en se haba sostenido el Estado durante el porfiriato, expresado simultneamente en la ruptura del pacto con los pueblos, el desplazamiento de los poderes regionales por la nueva elite. 2) La exclusin de sectores de la burguesa nacional en el proyecto de modernizacin de la economa y la poltica. 3) La exclusin de la clase media urbana de los nuevos escenarios y acuerdos de la poltica estatal 4) Una guerra de exterminio vs sujetos de identidades colectivas agrarias. La redefinicin de la estructura y el funcionamiento del poder poltico nacional, la insubordinacin obrera y el intento de recuperacin de la jurisdiccin estatal sobre recursos y territorios controlados por compaas extranjeras. Las primeras fases de la revolucin quedo claro que los movimientos militares como los cambios de correlacin de fuerzas dependan de la ubicacin de los actores sociales en torno al problema agrario. a. Las razones de la legitimidad Solucionar el problema de la tierra sin que ello alterara los funcionamientos mismos del capital supuso como nica salida una medicin estatal: incorporar el derecho de la tierra como elemento constitutivo del nuevo orden jurdico. El ejido fue la figura constitucional de esa medicin. Para reconstruirse, el Estado tuvo que abrir a los campesinos las puertas de la vida publica. Para ser nacional, tuvo que incorporar tambin a los trabajadores urbano: recocnocer derechos sindicales y laborales en la constitucin poltica del Estado y hacer 7
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de la relacin capital-trabajo una relacin estatal, esto es, regulada no por el mercado, sino por las reglas del derecho publico.