Salud Mental
Salud Mental
Salud Mental
Es importante hablar de estos hechos, dado que los problemas de salud mental se encuentran
altamente invisibilizados e incluso hoy en día muchos de ellos siguen conllevando un
importante estigma social.
Asimismo, cabe señalar que aunque la mayoría de personas podría llegar a identificar o definir
al menos por encima lo que es un trastorno mental, curiosamente no ocurre lo mismo con el
concepto aparentemente opuesto. Y es que... ¿a qué llamamos exactamente salud
mental? Vamos a discutirlo a lo largo de este artículo.
De una manera general es posible definir la salud mental como el estado de bienestar
subjetivo en el que la persona es capaz de hacer frente a las demandas psicosociales
del día a día, es consciente de sus capacidades y puede gracias a ellas adaptarse e integrarse
de manera efectiva en el mundo que le rodea.
Estaríamos ante un estado de equilibrio entre la persona y el mundo tanto cognitivo como
emocional y como conductual, en el cual la primera se siente y es capaz de funcionar
adecuadamente, y puede no solo satisfacer sus necesidades sino sentirse bien y realizado.
Asimismo, se debe tener en cuenta de que la salud no es considerada como un objetivo per
se, sino como algo que forma parte de nuestra vida diaria y que nos permite llevar a cabo
nuestras aspiraciones. Dentro del concepto de salud mental se incluye también la capacidad
de realizar las conductas necesarias para mantener y promover la propia salud tanto física
como mental.
Es importante tener en cuenta que salud mental y trastorno mental no son opuestos, ya que
no es suficiente con no tener ningún tipo de patología para poder considerar estar sano.
A todo ello puede añadirse la existencia en el día a día de una elevada proporción de afecto
positivo y baja de negativo, satisfacción y sensación de coherencia, integración, aceptación
social. Además, también influye la percepción de ser útil y generar algo a la comunidad.
Principales características
Son muchos los aspectos que hay que considerar a la hora de valorar la salud mental. En este
sentido puede ser interesante señalar y subrayar diferentes características a tener en cuenta
en lo que respecta a lo que implica la existencia de salud mental. Entre ellas podemos
encontrar las siguientes:
4. Influencia cultural
Tal y como ya hemos visto anteriormente, el concepto de salud mental puede ser complejo de
definir de manera universal debido a que diferentes culturas tienen diferentes
concepciones de lo que es o no es sano. Del mismo modo, se utiliza por lo general la
comparación con el grupo de referencia para valorar el propio estado de salud mental: algo
es considerado sano si se ajusta a lo que la sociedad considera como tal. Así, un mismo sujeto
puede considerarse mentalmente sano en un contexto y no en otro.
Por poner un ejemplo, en un país individualista se hará más énfasis en la autonomía y la
autodeterminación mientras que en uno colectivista será considerado como más sano aquel
que sea capaz de pensar más en el grupo o la comunidad. Otro ejemplo lo encontramos en
el manejo y consideración de las emociones: algunas culturas o países tienden a buscar
esconder o suprimir las negativas, mientras que otras buscan una mayor aceptación y
validación de éstas.
6. Interrelación cuerpo-mente
Otra idea que es necesario tener en cuenta cuando hablamos de salud mental es el hecho de
que no es posible entender por completo el funcionamiento de la mente sin el cuerpo o del
cuerpo sin la mente.
La presencia de enfermedades y alteraciones médicas supone un factor a tener en cuenta a
la hora de explicar el estado de salud mental, y viceversa. Resulta fácilmente visible si
pensamos en los efectos que pueden generar en nuestra psique enfermedades graves,
crónicas o muy peligrosas: el estrés, miedo y sufrimiento que pueden conllevar
problemas tan importantes como un cáncer, un infarto, una diabetes o una infección por
VIH.
En este sentido hay que tener en cuenta tanto la posible afectación de la enfermedad en el
estado de salud mental (por ejemplo, una intoxicación puede generar alteraciones mentales)
como la que genera la percepción de enfermedad. Esto no quiere decir que no se pueda
preservar la salud mental pese a tener una enfermedad, pero sí que puede suponer un
hándicap o una dificultad para mantener un estado de bienestar mental.
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Su salud mental también es importante porque puede afectar su salud física. Por ejemplo, los
trastornos mentales pueden aumentar su riesgo de problemas de salud física, como accidente
cerebrovascular, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.