Poder Judicial
Poder Judicial
Poder Judicial
l Poder Judicial en su ejercicio funcional es autónomo en lo político, administrativo, económico, disciplinario e independiente en lo
jurisdiccional, con sujeción a la Constitución.
No existe, ni puede instituirse, ninguna jurisdicción que pueda cumplir esta misma tarea, con excepción de los organismos de justicia
militar y arbitral.
El Poder Judicial es, de acuerdo a la Constitución y las leyes, la institución encargada de administrar justicia a través de sus órganos
jerárquicos que son los Juzgados de Paz no Letrados, los Juzgados de Paz Letrados, las Cortes Superiores y la Corte Suprema de
Justicia de la República.
El funcionamiento del Poder Judicial se rige por la Ley Orgánica del Poder Judicial que establece su estructura orgánica y precisa sus
funciones.
Esta ley define los derechos y deberes de los magistrados, quienes son los encargados de administrar justicia; de los justiciables, que
son aquellos que están siendo juzgados o quienes están solicitando justicia; y de los auxiliares jurisdiccionales que son las personas
encargadas de brindar apoyo a la labor de los integrantes de la magistratura.
La Ley Orgánica del Poder Judicial vigente, tiene su origen en el Decreto Supremo N° 017-93-JUS promulgado el 28 de Mayo de 1993
y publicado el 2 de Junio del mismo año. Consta de 304 Artículos, 1 Disposición Complementaria Única y 33 Disposiciones Finales y
Transitorias.
En la Constitución
La Constitución Política del Perú en su artículo 138º, señala: "La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el
Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos, con arreglo a la Constitución y a las Leyes."
La potestad exclusiva de administrar justicia del Poder Judicial es uno de los principios generales que se cita igualmente en el Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que además, precisa lo siguiente:
No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral.
En su ejercicio funcional es autónomo en lo político, administrativo, económico; disciplinario e independiente en lo jurisdiccional con
sujeción a la Constitución y a la Ley Orgánica del Poder Judicial.
La Ley Orgánica del Poder Judicial determina la estructura del Poder Judicial y define los derechos y deberes de los Magistrados,
justiciables y auxiliares jurisdiccionales.
Según la Constitución y las leyes, el Poder Judicial tiene la función de ejercer la administración de justicia a través de sus diferentes
instancias: Salas Supremas, Salas Superiores, Juzgados.
Aspecto Jurisdiccional
Dentro del Estado nuestros actos y responsabilidades son regidas por leyes que el Poder Judicial debe hacer cumplir. La justicia debe
estar al servicio del pueblo por lo que existe un Sistema Judicial, una organización que permite que el ciudadano pueda acceder a la
justicia, según diferentes niveles e instancias relacionadas con la gravedad de su falta o delito.
Un delito es una acción antijurídica y culpable, que se castiga por la ley mediante una pena o medida de seguridad. Generalmente está
relacionada con daños a la persona, a la propiedad, etc. Por ejemplo, un asesinato, un robo, una estafa a gran cantidad de personas,
etc.
Solucionan Casos de Faltas
Las faltas son infracción involuntaria de la ley, ordenanza o reglamento, a la cual se señala una sanción leve, por ejemplo, una riña
callejera, el arrojar basura en lugares prohibidos, etc.
Resuelven las apelaciones realizadas sobre las sentencias de los juzgados de Paz No Letrados.
Investigan y sentencian en casos de faltas, de acuerdo con su competencia.
Investigan o realizan instrucción de los casos que les son presentados (Procesos Ordinarios).
Investigan y sentencian en los procesos sumarios y especiales.
Resuelven las apelaciones realizadas sobre las sentencias de los Juzgados de Paz Letrados.
Cortes Superiores
Corte Suprema
Es la última instancia ante la cual se pueden apelar todos los procesos judiciales que provienen de cualquier Corte Superior de
justicia.
En todo caso judicial siempre hay dos partes: el demandante (la persona o institución que inicia el proceso) y el demandado (la
persona o institución sobre la que se inicia el proceso). Cuando se inicia un proceso judicial ambas partes presentan al juez pruebas y
alegatos con la finalidad de demostrar que tienen la razón. Basándose en ello y en su criterio, el juez toma una decisión que se conoce
con el nombre de sentencia. Si una persona no está conforme con la sentencia puede apelar a la instancia superior.
El artículo 139° de la Constitución Política del Perú señala que el Poder Judicial, a través de sus Órganos Jurisdiccionales: "es el único
llamado a administrar justicia en todo el territorio nacional, con excepción de la extensión jurisdiccional y el derecho consuetudinario,
precisado en el artículo 149° de la Carta Magna".
El poder judicial es uno de los tres poderes públicos en que tradicionalmente se organiza el Estado, de acuerdo a la teoría
de la separación de poderes de Montaigne.
El poder judicial es el encargado de velar por el cumplimiento de la Ley. Es decir, se ocupa de la resolución de los
conflictos en la sociedad siguiendo de lo que dicta la Constitución o el ordenamiento jurídico que corresponda.
El poder judicial se compone de juzgados y tribunales, que son órganos judiciales y jurisdiccionales. Deben atender las
disputas tanto entre poderes públicos como entre particulares, o incluso entre estos últimos y el Estado.
Así es posible tomar las decisiones pertinentes que permitan hacer justicia en la sociedad, castigando al transgresor,
reparando al dañado y garantizando el estado de derecho. Para ello, este poder se estructura en un largo organigrama
jerárquico de cortes, juzgados e instancias, para enfrentar el conflicto en los distintos niveles en que se produzca.
La función del poder judicial en la sociedad es muy antigua, aunque no siempre la desempeñaron jueces formados e
imparciales, sino reyes, sabios o incluso los ancianos de la tribu.
Por otro lado, la presencia de un elemento que brinde un criterio común de justicia a la sociedad es indispensable para la
vida en común. Así se evita que las personas tomen la justicia por propia mano, engendrando espirales de violencia que
después sea muy complicado resolver de manera pacífica.
Es decir, el poder judicial debe atender a la Ley por encima de todas las cosas, lo cual le
permite incluso juzgar las acciones de los otros poderes públicos, cuando éstas
contradigan lo dispuesto en la Constitución que rige al Estado.
Por otro lado, el poder judicial es el único de los poderes públicos que no es electo
por voto directo de la población, sino por juicio de mérito y evaluación de parte de los
otros poderes públicos, también encargados de relegitimarlo o cambiarlo. Sin embargo,
el poder judicial mismo debe velar porque incluso la elección de sus miembros se dé en
el marco de la Ley.
Al mismo tiempo, este poder está organizado en una estructura piramidal y jerárquica,
en cuyo tope está el Tribunal Supremo de Justicia, y luego descienden tantos juzgados
como peldaños haya, yendo de lo más general (el país) hacia lo más particular (la
municipalidad, por ejemplo).
Al cumplir con esas funciones, el poder judicial también sirve de ente regulador de los
otros dos poderes públicos, impidiéndoles tomar acciones por fuera de la Constitución.
En caso de que así lo hicieran, está habilitado para declarar la nulidad de los mismos y
exigir la apertura de investigaciones con miras a penalizar a los responsables.
Todo lo que requiera de una toma de decisión judicial entra en las funciones del poder
judicial: desde resolver un conflicto vecinal, determinar el castigo de un ladrón de
teléfonos celulares o investigar a un funcionario corrupto, hasta interpretar un artículo
de la Constitución para decidir si una ley puede o no ponerse en ejecución