Trabajo Final Grupo 9 - Medicina Legal
Trabajo Final Grupo 9 - Medicina Legal
Trabajo Final Grupo 9 - Medicina Legal
FACULTAD DE DERECHO
TEMA:
DOCENTE:
INTEGRANTES:
GRUPO 9
INDICE
INTRODUCCION
I. Aspecto Generales del aborto provocado
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3.2 Consecuencias del Aborto
3.3. Aborto Terapéutico en el Perú
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CONCLUSIONES
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
INTRODUCCIÓN
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El presente trabajo se centra en los criterios médico legales del aborto provocado, se considera
como una de las cuestiones médicas más controvertidas, el polémico aborto, si bien la OMS
gestacional suficiente para sobrevivir fuera del vientre materno. Terminación inducida del
embarazo para destruir al feto. Creemos que esta investigación es oportuna porque las
Por esta razón, este trabajo tendrá un desarrollo de los aspectos más relevantes sobre el tema,
investigar sobre las pautas específicas para el aborto, asimismo, sus consecuencias de la
realizada.
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Criterios médico legales del aborto provocado
La palabra aborto proviene del latín abortus, relativo a la acción de abortar, y ésta proviene
del latín abortare, que significa «interrupción de forma natural o provocada del desarrollo del
feto».
La OMS: define el aborto provocado como la expulsión del producto con menos de 500 g de
peso Equivalente al concepto de 20 semanas de vida intrauterina (Equivalen a 25 cm);
realizado a partir del inicio de la fecha de la última menstruación, pudiendo esta ser
espontánea o provocada.
Manuel Ossorio define al aborto como «parir antes de que el feto pueda vivir»; por lo tanto,
el delito de aborto es aquel cometido de manera intencional, y que provoca la interrupción del
embarazo, causando la muerte del embrión o feto en el claustro de la madre o logrando su
expulsión.
Álvarez (2012), señala que a pesar de los cambios que se han producido, con el papel cada
vez mayor de la mujer en la sociedad, la interrelación entre los cónyuges todavía tiende a está
estrechamente relacionado con el comportamiento social tradicional. en las tradiciones
sociales. En general, especialmente en los países del tercer mundo, como característica el rol
sumiso de la mujer en materia sexual y el rol opresivo que se le otorga al hombre. De así, un
embarazo no deseado es considerado por la mujer y su familia sus problemas, no los de su
pareja, aunque todos estén de acuerdo cuando la mujer está fuera el embarazo es
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generalmente el resultado de relaciones sexuales sin protección, por lo que el mencionado
futuro de embarazo incluye a ambos cónyuges. (p.98)
Un aborto espontáneo también se denomina aborto natural y se refiere a los hechos que
ocurren naturalmente y no a abortos terapéuticos o abortos quirúrgicos”. La mayoría “de los
abortos espontáneos son causados por problemas cromosómicos que hacen imposible el
desarrollo del bebé. Por lo regular, estos problemas no tienen relación con los genes del
padre o de la madre.
Según Schorge, et al. (2009) los aspectos clínicos del aborto espontáneo se pueden
clasificar en:
B. Aborto inevitable, La rotura de las membranas, que se manifiesta por la salida del
líquido amniótico, en presencia de dilatación del cuello uterino, indica un aborto casi seguro.
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casi siempre es precedido por la muerte embrionaria, por lo que la mayor parte se denomina
retenido.
Aborto terapéutico. - Algunas indicaciones para la interrupción prematura del embarazo son
la descompensación cardiaca persistente, la vasculopatía, hipertensión avanzada y el
carcinoma invasor del cuello uterino. Otra indicación frecuente es para prevenir el nacimiento
de un feto con alguna deformidad anatómica o mental considerable.
Según Inostroza y Quezada (2012) el aborto provocado propiamente tal: Es el aborto ilegal
o criminal, en el cual el único fin es la interrupción del embarazo por razones personales de la
madre o por una persona a quien la ley le prohíbe la realización de este procedimiento.
Aborto legal. - Es aquella interrupción provocada del embarazo, pero que es realizado en un
entorno médico, con garantías jurídicas y sanitarias. Se pueden dividir en:
B. Aborto eugenésico. - Cuando se elimina el feto porque hay una alta probabilidad o certeza
de que va a nacer con defectos importantes o no va a sobrevivir una vez que nazca.
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C. Aborto terapéutico o por razones médicas. - Es el que se practica con el fin de preservar
la salud o la vida de la madre en aquellos casos en que la continuación del embarazo podría
incrementar a niveles críticos el riesgo de muerte materna.
Causas del aborto inducido. - Se estima que en América Latina entre el 40% a 60% de los
embarazos no son planificados, siendo la mayoría no deseados aproximadamente la mitad de
ellos termina en aborto; en el Perú se estima que del total de embarazos (aproximadamente un
millón), el 40% termina en nacimiento deseado, el 25% en nacimiento no deseado y el 35%
en aborto inducido. Las causas de que las mujeres no deseen el embarazo pueden ser de tipo
social, económico, físico o de otra naturaleza, pero todas ellas son de carácter individual, y,
por lo tanto, el peso o la importancia que se le dé dependerá única y exclusivamente de cada
una de las mujeres. Entonces es muy complejo saber que lleva a las mujeres a decidir
interrumpir una gestación, tendríamos que ponernos en la situación de cada una de ellas para
entender las circunstancias a las que se enfrentan individualmente” (Gutiérrez, 2005).
Consecuencias “del aborto inducido La salud psicológica y física de la mujer se ve afectada
por el aborto de aquel que siempre será para ella, a lo largo de toda su vida, su propio hijo,
haya o no nacido. La vida sexual de la mujer y de la pareja en sí también se ve afectada. Se
han descrito graves alteraciones en las relaciones sexuales y en el deseo sexual de numerosas
mujeres que abortaron voluntariamente en estudios de la Universidad de Ginebra, en Polonia
y en China.
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Soberón (1994. p,122), señala que el aborto puede ser inducido de diversas maneras. La
elección va a depender de:
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- Se estima que en América Latina entre el 40% a 60% de los embarazos no son planificados,
siendo la mayoría no deseados aproximadamente la mitad de ellos termina en aborto; en el
Perú se estima que del total de embarazos (aproximadamente un millón), el 40% termina en
nacimiento deseado, el 25% en nacimiento no deseado y el 35% en aborto inducido.
Las causas de que las mujeres no deseen el embarazo pueden ser de tipo social, económico,
físico o de otra naturaleza, pero todas ellas son de carácter individual, y, por lo tanto, el peso
o la importancia que se le dé dependerá única y exclusivamente de cada una de las mujeres.
Entonces es muy complejo saber que lleva a las mujeres a decidir interrumpir una gestación,
tendríamos que ponernos en la situación de cada una de ellas para entender las circunstancias
a las que se enfrentan individualmente” (Gutiérrez, 2005).
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II. CONSIDERACIONES MÉDICO LEGALES Y SOCIALES.
Mayo (2002), sostiene que un aborto médico legal es un acto que implica un acto
malicioso o doloso sancionado por la ley, o negligente (temeraria) si afecta la
responsabilidad médica que puede ocurrir como consecuencia de una violación
procesal con consecuencias fatales o si las consecuencias de lo anterior dejan al
también se utiliza la investigación criminal del paciente para hacer un diagnóstico
diferencial de causas puramente episódicas, como suele ocurrir en las caídas y otras
situaciones similares. Después de describir los principales factores que influyen,
desde un punto de vista experto, en la investigación del aborto, consideramos
prudente describir dos tendencias que detallan los criterios actuales sobre este tema.
Se dice que uno es conservador o clásico y el otro liberal o de libre albedrío.
Los conservadores de origen católico, que argumentan que el estado no tiene derecho
a apoyar el aborto, hacen cumplir las leyes del aborto. Los que están en el medio
dicen que la ley proporciona protecciones para prevenir prácticas de aborto
"irresponsables". También se proclaman defensores de la vida y su modelo es que
todos los humanos, incluso los niños que aún no han nacido en el vientre materno
reciben el don de la vida directamente de Dios, y los humanos no tienen derecho a
quitar la vida a otras personas inocentes. Humano, la vida humana comienza desde el
momento de la concepción, y el aborto, en cualquier etapa del embarazo, equivale a
matar la vida de un ser humano inocente, porque debe ser considerado humano desde
la concepción, el feto debe conservarse intacto. Obtenga la mejor atención y
tratamiento médico posible, como cualquier otro ser humano. Las intervenciones
sobre el feto humano también deben considerarse legales, siempre que respeten la
vida y la seguridad del feto y no lo expongan a riesgos desproporcionados con fines
terapéuticos. mejora de su estado de salud o de supervivencia individual. Como
podemos apreciar en esta corriente no existe como concepción que solo la muerte se
produce si el producto de la concepción es viable y muestra signos de vida; no
conciben que el feto no es persona ni adquiere nunca esa condición si no nace vivo;
no tienen en cuenta edad gestacional ni patologías maternas, ni contexto social, ni
vialidad, ni delitos asociados como violación, incesto, ni malformaciones genéticas
incompatibles con la vida que pueden ser diagnosticadas a tiempo, agenesia intestinal,
acéfalo, entre otras.
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Por otra parte, Adame (1996), sostiene que el movimiento liberal o albedrio,
considera lo siguiente:
➢ La libertad de la mujer depende, en última instancia, de que sea ella la que tenga
pleno y libre control de su vida procreadora.
La ciencia con extrema frecuencia presenta varias visiones de la temática con puntos
de vista diametralmente opuesto, si bien queda claro que un óvulo fecundado tiene
vida, al igual que la tiene un espermatozoide, hasta un tumor, es preciso aclarar que la
vida humana es mucho más que una serie de procesos orgánicos, fisiológicos y
bioquímicos, una parte de los científicos afirma que la vida humana empieza cuando
el feto adquiere la capacidad de moverse por cuenta propia en el útero, otros esta vida
empieza cuando se, desarrolla el sistema nervioso. Hay también quienes argumentan a
favor del inicio de la función cerebral y quienes abogan por el primer latido del
corazón. Finalmente, desde otras posiciones científicas se plantea que no se puede
hablar de vida humana hasta el momento en que el feto es capaz de sobrevivir
independientemente del cuerpo de la madre.
Además, Lopez (2007), menciona que la vida a punto de partida permite que
ultrasonográficamente se distingan las circunvoluciones cerebrales, el latido y los
movimientos fetales. Lo descrito con anterioridad hace solo referencia que de manera
inequívoca existe un embarazo pues sumado a la radiología del abdomen en el tiempo
indicado se puede afirmar de manera categórica que estamos en presencia de un
embarazo; aun así, si se produjese un parto y el feto no expulsa el líquido amniótico y
comienza a respirar o si existiese un impedimento como la membrana hialina y nunca
se produce respiración entonces no se adquiere la condición de persona desde el punto
de vista jurídico en ciertas legislaciones, pero tampoco desde el punto de vista
científico porque no se activan luego de la separación del feto del claustro materno de
los mecanismos nerviosos y cardiorrespiratorios imprescindibles para los primeros
proceso vitales.
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2.1.CRITERIOS CRIMINOLÓGICOS Y SOCIALES
Garrido (2001), señala que, como ciencia la Criminología en su concepto más amplio tiene
varias funciones que responden a su objeto social principal, el control social del delito desde
la perspectiva de la investigación, análisis y control preventivo de este, si lo vemos desde un
pragma ortodoxo solo nos sería útil para etiquetar a esta ciencia como la veían hace años los
operadores de la justicia y el estado los cuales tenían el criterio que solo servía para criticar al
derecho penal y el poder punitivo de la ley desde una posición teórica, catedrática y pasiva
ante el delito, por lo que era incapaz en el orden práctico de lograr un control del delito como
pretendían, con tendencia proteccionista sobre el delincuente.
Esta visión se mantuvo hasta mediados del siglo pasado cuando la psicóloga y criminóloga
contemporánea Hilda Marchiori la consideró una ciencia interdisciplinaria, cuyo objetivo era
el estudio y análisis del delito, la pena, el delincuente y la víctima del delito. Y respuestas
sociales, institucionales, culturales y económicas dirigidas a explicar, apoyar y prevenir los
actos de violencia. Asimismo, Marchiori (2014), la Criminología también se define como la
ciencia independiente de perfil jurídico y forense que estudia el delito de tres maneras
diferentes: (a) explica su origen y desarrollo dentro de la sociedad en que se produce, (b)
estudia los modelos de comportamiento humano que la ley humana describe como delitos, así
como las sanciones aplicadas, y (c) indaga en las circunstancias temporales, espaciales,
instrumentales y personales.
Por otro lado, el control social que plantea la criminología tiene dos vertientes principales una
se refiere al control social formal y la otra al control social informal, el primero trata sobre la
leyes, regulaciones y directivas que traza el estado como parte de la regulación escrita o
literal de cómo debe dirigirse la sociedad, el segundo es mucho más complejo pero sin lugar a
dudas resulta ser el más efectivo pues este consiste en procesos que definen la conducta y el
comportamiento de los hombres en la sociedad como el la familia, la educación, el trabajo, la
salud, el deporte, la religión, los medios masivos de comunicación, entre otros. El estado
como garante de la sociedad tiene la responsabilidad de procurar una economía básica
sostenible, de manera que los elementos que componen el control social informal sean
realmente factibles y faciliten la vida de las personas y su calidad.
No existen dudas que la mujer será más libre para exigir y ejercer su autonomía, mientras
mejor conozca sus necesidades y los mecanismos socio jurídicos que le permitan alcanzar su
satisfacción plena en el aspecto sexual y reproductivo.
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2.2. IMPLICACIÓN DEL ESTADO
El aborto está penalizado en nuestro país, con excepción del que se practica por razones
terapéuticas. Sin embargo, la desproporción entre el número de abortos que se producen. El
último estudio estimado de Dador Jennie en su artículo Diagnóstico normativo de los
derechos sexuales y reproductivos en el Perú, habla de 410,000 al año (Estimación trabajada
sobre el supuesto de que cada aborto incompleto que llega a los hospitales representa otros 7
que no llegan a los centros de salud públicos), aquellos que son denunciados y, los que
terminan en procesos judiciales, revela que si bien la práctica del aborto es ilegal, la sociedad,
con su silencio, parece ampararla y de esa manera, tolerar la muerte de miles de mujeres por
esa causa.
Desde el Derecho Penal y los estudios de criminología se puede afirmar que las leyes
penalizadoras no han cumplido con su finalidad de prevención específica ni general (Artículo
IX del Título Preliminar del Código Penal: “La pena tiene función preventiva, protectora y
resocializadora…”.), es decir, la amenaza de una posible sanción no ha logrado inhibir la
práctica del aborto, sino más bien, se ha convertido en una forma de ejercer violencia contra
las mujeres en múltiples planos. Ello se manifiesta en el incremento de las muertes maternas
y en los altos costos que la atención de abortos incompletos y de los problemas derivados de
su práctica clandestina representan para los servicios de salud. En este sentido, es válido y
pertinente considerar al aborto como un problema de salud pública.
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c) A no ser sometida, sin su consentimiento, a exploración, tratamiento o exhibición con
fines docentes.
A los efectos de las presentes pautas se entiende por aborto por indicación médico-legal el
acto médico o quirúrgico consistente en la interrupción voluntaria de la gravidez en los casos
en que la legislación nacional vigente prevé la no imposición de una pena. Artículo 119 del
Código Penal. "No es punible el aborto practicado por un médico con el consentimiento de
la mujer embarazada o de su representante legal, si lo tuviera, cuando es el único medio
para salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y permanente".
En el Perú, de conformidad con el artículo 119° del Código Penal sólo existen dos
circunstancias para interrumpir legalmente un embarazo:
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● Cuando el embarazo presenta una complicación capaz de provocar un mal grave y
permanente en la salud de la mujer gestante
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Según Villanueva (1996) en su libro “El aborto: un conflicto de derechos”, todo
procedimiento médico conlleva riesgos y consecuencias, y, aunque el aborto si se realiza de
manera segura no tiene graves riesgos, aún así es importante mencionar las consecuencias
implícitas que aumentan cuando las condiciones no son las adecuadas. (pag.35). Algunas de
las consecuencias del aborto son:
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profesional antes, durante y después del proceso de aborto, para comprobar que el
proceso terminó exitosamente.
Los autores Cámara & Tipiani (2018) nos señalan que la práctica del aborto tiene muchos
años de emplearse en todas las partes del mundo, teniendo diferentes connotaciones en las
diferentes culturas, regiones, países, etc. Actualmente toma importancia como un problema
de salud pública, de derechos humanos y de las legislaciones presentes mundialmente,
teniendo en cuenta que no en todos los países es igual.
Entre los años 2010 a 2014, la tasa de abortos de mujeres jóvenes y de edad media (15 a 40
años) fue de 35 por cada 1000 mujeres en todo el mundo. A lo largo de los últimos 30
años el número de abortos se ha incrementado 10 veces más. La población de los
países de bajos ingresos o en vías de desarrollo presenta con más frecuencia este fenómeno y
así como también un crecimiento demográfico mayor.
En países como Perú, el interés por saber más sobre el aborto y temas relacionados ha ido
aumentado de la mano con la globalización en los últimos años. En el Perú, ocurren 400
000 abortos inducidos anualmente, con diversas causas y junto con ello sus
complicaciones. En la región Ica, el aborto corresponde al 41.2% de los factores de riesgo
directos relacionados con mortalidad materna.
Asimismo, cabe mencionar al aborto terapéutico dentro estas estrategias. Por la definición
según el artículo 119 del Código Penal Peruano se entiende al aborto terapéutico como el acto
realizado y permitido siempre y cuando sea decisión de la gestante o de un representante para
salvaguardar la vida de ella. Lo que es aceptable a nivel social como por los especialistas
gineco-obstetras y realizado por razones obviamente médicas, por lo tanto, no punible.
Por su parte, la autora Dador Tozzini, M. J. (2012) nos señala sus elementos constitutivos del
tipo penal:
El artículo 21 del Código Sanitario –ahora derogado-, establecía que el aborto terapéutico
tenía que ser practicado por un médico diplomado; contar con la opinión previa de dos
médicos, además de la firma del jefe del servicio, que de acuerdo al reglamento interno del
hospital debe autorizar todo tratamiento médico o quirúrgico que se realice.
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Aclarando el dispositivo, el Colegio Médico del Perú se pronunció mediante Resolución
CMP/CN20, del 4 de noviembre de 1970: “Cada caso de aborto terapéutico que se plantee en
el ejercicio de la profesión debe resolverse a criterio de una junta médica de no menos de tres
especialistas en el problema que se trate. Si llega a concluirse en la junta médica que es
procedente el aborto terapéutico, éste debe efectuarse en un hospital o clínica oficialmente
reconocida”.
Las normas mencionadas han sido derogadas por la Ley General de Salud. Si bien este nuevo
cuerpo normativo no regula el procedimiento administrativo para acceder a un aborto
terapéutico, sí resultan aplicables los derechos que, como usuaria de los servicios de salud,
establece la Ley General de Salud en su artículo 15:
A exigir la reserva de la información relacionada con el acto médico y su historia clínica, con
las excepciones que la ley establece (confidencialidad).
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f. A que se le entregue el informe de alta al finalizar su estancia en el
establecimiento de salud y, si lo solicita, copia de la epicrisis y de su historia
clínica.
Actualmente, sólo el Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé y el Hospital
Belén de Trujillo, cuentan con protocolos para el manejo de casos para la interrupción legal
del embarazo del. El procedimiento administrativo básico es el siguiente:
Es importante considerar, que de acuerdo al artículo XII de la Ley General de Salud, todo/a
médico/a tiene derecho a la objeción de conciencia, pero ésta no opera de forma irrestricta.
Las razones de conciencia o de creencia no pueden ser invocadas para eximirse de las
disposiciones de la autoridad de salud cuando de tal exención se deriven riesgos para la salud
de terceros.
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De acuerdo a lo establecido en el artículo 4 de la Ley General de Salud, ninguna persona
puede ser sometida a tratamiento médico o quirúrgico, sin su consentimiento o el de la
persona legalmente llamada a darlo, si correspondiere o estuviere impedida de hacerlo. Con
excepción de las intervenciones de emergencia.
En caso que los representantes legales de las absolutas o relativamente incapaces, negaran su
consentimiento, el médico tratante o el establecimiento de salud, debe comunicarlo a la
autoridad judicial competente para dejar expeditas las acciones a que hubiere lugar en
salvaguarda de la vida y la salud de los mismos.
Debe quedar claro, que en caso del aborto terapéutico, es la mujer gestante quien tiene la
titularidad para decidir la interrupción del embarazo, ya que la vida y/o la salud que podrían
afectarse de continuar con el proceso de gestación, son precisamente las de ella.
Para acceder a la interrupción legal del embarazo no es necesario que la gestante esté en
inminente peligro de muerte, sino que es suficiente con que exista amenaza de daño grave y
permanente en su salud.
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todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o
social.
El 28 de junio del 2014 se establece la “Guía Técnica Nacional para la estandarización del
procedimiento de la Atención Integral de la gestante en la Interrupción Voluntaria por
Indicación Terapéutica del Embarazo” menor de 22 semanas con consentimiento informado
en el marco de lo dispuesto en el artículo 119º del Código Penal” para regular la aplicación
del artículo 119º del Código Penal Peruano.
Siendo las primeras dos indicaciones de esta guía señalan como indicación al
embarazo ectópico y a la enfermedad del trofoblasto sin requerimiento de junta médica, ya
que estos tipos de embarazos comprometen la vida de la gestante por lo cual debe ser
interrumpido.
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La interrupción médica del embarazo solo se justifica en casos poco frecuentes, por lo que
deben ser evaluados mediante una junta médica y no requiere una norma técnica como la que
ha publicado el Ministerio de Salud.
Por otro lado, la OMS define la salud como un estado que integra aspectos biológicos,
psicológicos y sociales del bienestar y que afianza la idea de la Convención para
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, que las
mujeres tienen el derecho a gozar del más alto nivel disponible de salud física y mental.
La protección de la salud de las mujeres proporcionada por los instrumentos que garantizan el
acceso al aborto por indicación terapéutica debe incluir la protección de la salud mental,
indispensable para asegurar un adecuado nivel de bienestar que permita a la persona vivir con
dignidad. Por tanto, el embarazo no deseado y el aborto son estresores que amenazan la salud
mental de la mujer, al interferir con el proyecto de vida y sus expectativas. Perpetúa la
pobreza al disminuir las oportunidades de educación y trabajo, generando estigmatización y
violencia.
El delito de aborto se encuentra estatuido en el capítulo II, del título I del Código Penal. El
bien protegido en el delito de aborto, es la vida del producto de la concepción, esto lo
sostiene Felipe Villavicencio Terreros (lecciones de derecho penal, parte especial I, pág. 43.)
1.-En las últimas décadas este tema ha motivado intensa discusión en el país, en relación con
que si debe o no sancionarse. Al respecto tomemos en cuenta que:
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B). - La realidad peruana refleja una cifra oscura alta en relación con el aborto, dado que hay
un número importante de casos de aborto que no llegan a conocimiento de las instancias
judiciales correspondientes.
C). - La realidad judicial demuestra que son escasos los procesos iniciados por este delito.
D). - Tomando la realidad judicial en otros países, se puede mencionar que, en España en
Julio de 1995, sólo dos hombres estaban en prisión acusados del delito de Aborto y ninguna
mujer.
A). - Despenalización absoluta que propugna que todo aborto consentido sea impune.
De plazos, tiene como característica central el límite temporal del aborto lícito,
aceptándose en la doctrina dominante y la legislación comparada la doceava semana del
embarazo.
- Aborto Eugenésico.
- Aborto terapéutico.
El Código Penal ha optado por mantener la criminalización penal del Aborto, en este
sentido:
Admite como único supuesto impune al del Aborto Terapéutico (Art. 119 del CP.
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Establece una penalidad atenuada con pena privativa de libertad no mayor de 3 meses en
los casos de Aborto Sentimental y de Aborto Eugenésico.
El tipo penal se configura en el artículo 114 del CP, que protege la vida del producto de la
concepción:
La mujer que consiente que otro le practique, “Aborto Consentido”.- Art. 115 del CP.
La tercera figura delictiva es el aborto consentido, regulado en el art. 115. Este consiste en
que el agente realiza, con el consentimiento de la madre, actos que causan la interrupción del
embarazo. El aborto sigue siendo ilícito porque la vida, aunque embrionaria, no es un bien
151 152 153 154 155 156 52 jurídico del que la madre puede disponer libremente (ver
Hurtado, 1987, p. 392 y ss.; Bacigalupo 1984, p. 132 y s.).
La pena es atenuada en razón de la naturaleza del bien que se daña: vida en germen,
aún no lograda, ni independiente como la del que está naciendo o ha nacido. El
consentimiento debe ser serio y expreso.
En esta figura no hay violencia pero falta la anuencia de la mujer, el consentimiento puede
faltar por estar privada de sentido o el consentimiento viciado engaño o amenaza moral; en
nuestro Código Penal, su descripción legal corresponde al art. 116 del CP e indica que
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consiste en hacer abortar a una mujer sin su consentimiento. Es decir sin su autorización, sin
el consentimiento de la mujer: “deben considerarse abarcados tanto los casos en los que se
actúa sin darle oportunidad de opinar, por ejemplo: Si está inconsciente como aquellos en los
que la embarazada se opone, esto es, cuando actúa contra su voluntad”.
El que, con violencia, ocasiona un aborto, sin haber tenido el propósito de causarlo, siendo
notorio o constándole el embarazo, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
dos años o con prestación de servicio comunitario de cincuenta y dos a ciento cuatro
jornadas.
Aun cuando en doctrina no existe unanimidad para etiquetar esta modalidad del aborto, en la
dogmática peruana se ha decidido en aceptar como nomen iuris más adecuado el de "aborto
preterintencional". Ello debido a que la tipicidad subjetiva se constituye de una mixtura entre
dolo en la acción inicial y culpa en la consecuencia o acción final.
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El Artículo 119 prescribe que. “No es punible el aborto practicado por un médico con el
consentimiento de la mujer embarazada o de su representante legal, si lo tuviera, cuando es el
único medio para salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y
permanente”.
El artículo 21 del Código Sanitario ahora derogado, establecía que el aborto terapéutico tenía
que ser practicado por un médico diplomado; contar con la opinión previa de dos médicos,
además de la firma del jefe del servicio, que de acuerdo al reglamento interno del hospital
debe autorizar todo tratamiento médico o quirúrgico que se realice.
Las normas mencionadas han sido derogadas por la Ley General de Salud. Si bien este nuevo
cuerpo normativo no regula el procedimiento administrativo para acceder a un aborto
terapéutico, sí resultan aplicables los derechos que como usuaria de los servicios de salud,
establece la Ley General de Salud en su artículo 15:
f) A que se le brinde información veraz, oportuna y completa sobre las características del
servicio, las condiciones económicas de la prestación y demás términos y condiciones del
servicio.
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g) A que se le dé en términos comprensibles información completa y continuada sobre su
proceso, incluyendo el diagnóstico y alternativas de tratamiento, así como sobre los riesgos,
contraindicaciones, precauciones y advertencias de los medicamentos que se le prescriban y
administren.
h) A que se le comunique todo lo necesario para que pueda dar su consentimiento informado,
previo a la aplicación de cualquier procedimiento o tratamiento, así como negarse a éste.
Es importante considerar, que de acuerdo al artículo XII de la Ley General de Salud, todo/a
médico/a tiene derecho a la objeción de conciencia, pero ésta no opera de forma irrestricta.
Las razones de conciencia o de creencia no pueden ser invocadas para eximirse de las
disposiciones de la autoridad de salud cuando de tal exención se deriven riesgos para la salud
de terceros.
En caso que los representantes legales de las absolutas o relativamente incapaces, negaran su
consentimiento, el médico tratante o el establecimiento de salud, debe comunicarlo a la
autoridad judicial competente para dejar expeditas las acciones a que hubiere lugar en
salvaguarda de la vida y la salud de los mismos.
Debe quedar claro, que en caso del aborto terapéutico, es la mujer gestante quien tiene la
titularidad para decidir la interrupción del embarazo, ya que la vida y/o la salud que podrían
afectarse de continuar con el proceso de gestación, son precisamente las de ella.
Para acceder a la interrupción legal del embarazo no es necesario que la gestante esté en
inminente peligro de muerte, sino que es suficiente con que exista amenaza de daño grave y
permanente en su salud. La Organización Mundial de la Salud establece que la salud es un
estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de infecciones
o enfermedades. El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los
derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política
o condición económica o social.
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3.5.4.3. Aborto sentimental y eugenésico
¿Por qué el tipo penal de aborto sentimental vulnera el derecho constitucional de igualdad?
Ante el problema planteado se fijó como hipótesis: “El tipo penal de aborto sentimental
vulnera el derecho constitucional de igualdad, porque solo se configura cuando el embarazo
es producto de una violación sexual ocurrida fuera del matrimonio y no dentro de este
vínculo”. Luego de realizar un análisis de la dogmática penal, de la ley, de la constitución y
sobretodo del derecho comprado, se llegó a determinar claramente que hay legislaciones en
las que no se sanciona este tipo de aborto, algunas en que se sanciona de forma atenuada, y
otras en las que si se sanciona el aborto sentimental, como si estuviéramos ante un aborto o
auto aborto.
Con respecto a ello cabe anotar que las legislaciones, cuando se trata de una interrupción
dolosa de un embarazo producto de una violación sexual no hacen diferenciación alguna
entre la violación fuera o dentro del matrimonio para que configure el delito de aborto
“sentimental” o ético. Los códigos penales simplemente se refieren a la “violación sexual” sin
hacer ningún distingo si se produce dentro o fuera del matrimonio con lo que se entiende que
el sujeto pasivo puede ser la mujer soltera o casada. Así mismo, son más específicos en
señalar que, la existencia de un proceso penal de violación sexual, así como el consentimiento
de la mujer para que se realice el aborto, además de la práctica abortiva que debe ser
realizada por un médico o profesional de la salud, a fin de que la salud de la madre no se vea
perjudicada.
El Aborto Ético:
Casos:
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A). - Cuando el embarazo sea consecuencia de violación sexual fuera del matrimonio.
No se puede imponer a una mujer una maternidad no querida. A esta figura LUIS
JIMENEZ DE ASUA la llamó Aborto Sentimental. Evitar taras físicas por violación.
El Aborto Eugenésico:
Cuando es probable que el ser en formación conlleve al nacimiento graves taras físicas o
psíquicas siempre que exista Diagnóstico Médico.
Este Aborto no puede realizarse por simples sospechas, de que puede nacer un niño
defectuoso, debe hacerse un diagnóstico confirmado. Por ejemplo: Por ecografías; su
realización se recomienda en casos de embarazos de una Oligofrénica (retraso intelectual
severo) cuyo hijo debe ser un retrasado.
En toxicomanías, como padres alcohólicos; cuando la madre es drogadicta y los niños son
engendrados bajo los efectos del L.D.S.
Cuando las madres embarazadas han estado enfermas en hospitales con pacientes de
enfermedades virales (SIDA, RUBEOLA, VIRUELA, etc.) justifican este aborto por ser
niños con Síndromes de Down y el Mongolismos.
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El objeto del delito es el fruto de la concepción desde el momento en que el óvulo fecundado
se instala (anida) en la matriz de la mujer hasta el inicio del nacimiento con los primeros
dolores del parto. En el momento de la acción delictiva ha de encontrarse vivo, sin importar
que haya sufrido cualquier deformación o daño. La extracción del feto muerto no es aborto.
Tampoco puede considerarse aborto la expulsión voluntaria de la mole (degeneración del
embrión). Está demás decir que no encontrándose embarazada la mujer es imposible que se
hable de aborto, pues dicho estado fisiológico es presupuesto indispensable para la comisión
de este delito.
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Si el embarazo sólo comienza con la implantación del óvulo fecundado en el útero, antes de
este momento no puede hablarse de aborto pues el embarazo es su presupuesto indispensable.
Por esto, no sólo están fuera de los alcances de la represión penal el hecho de impedir la
fecundación sino también el evitar, mediante medicamentos, productos hormonales o medios
mecánicos, que el óvulo fecundado se implante en la matriz. Ya en los inicios del presente
siglo y utilizando la terminología de la época, Viterbo Arias (p. 54) dijo: "no falta quien
pretenda que se castigue como aborto todo acto encaminado a impedir la concepción,
inmediatamente después de la aproximación sexual o durante ella; pero a nuestro juicio,
semejante pretensión es inaceptable; tanto por la dificultad de la prueba, que en la mayoría de
los casos rayaría en la imposibilidad, cuanto porque no existiendo aún la tercera persona que
reciba el daño, no hay derecho herido y, por consiguiente, no hay delito. Esos actos serán
todo lo inmoral que se quiera; pero no son antijurídicos".
El sujeto activo del delito de aborto, es por regla general, indiferente, se trata de un delito
común, que puede ser realizado por cualquier persona (inclusive el compañero o
conviviente), es decir, el sujeto activo es el tercero que provoca el aborto de la mujer con o
sin consentimiento de ella.
No obstante lo anterior, en el aborto causado por la propia mujer o consentido por ella, el
sujeto activo es la propia mujer en estado de embarazo, y en este caso nos encontramos ante
un delito especial, pues requiere que el agente de la infracción sea una mujer en estado de
embarazo.
Si partimos del supuesto que sujeto pasivo es el titular del bien jurídico protegido, la solución
de esta problemática habrá de reconocer que el sujeto pasivo del aborto es, en primera
instancia, el embrión o feto, según las distintas etapas de crecimiento del cigoto fijado en el
claustro materno.
Decimos en primera instancia, ya que en aquellos casos de aborto provocado por la propia
mujer o provocados por otro con el consentimiento de ésta, sólo es el embrión o el feto,
sujeto pasivo, aunque cuando se realice sin su consentimiento secundariamente también
puede ser sujeto pasivo la propia mujer.
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Los límites temporales que determinan la existencia del sujeto pasivo han sido objeto de
mucha discusión, así vemos que en el homicidio, la protección a la vida humana
independiente se inicia con el nacimiento del ser humano, de forma tal que el límite máximo
de protección que la ley concede al feto termina precisamente con el nacimiento de la
criatura. Por el contrario, la determinación del límite inicial de protección gira entre dos
momentos diversos: a) el momento de la fecundación (concepción) y b) la fijación del cigoto
en la matriz de la mujer.
El delito de aborto es siempre doloso. La mujer que se practica maniobras abortivas debe ser
consciente de su estado de embarazo, de la naturaleza de los medios abortivos que utiliza, de
los actos que realiza y del fin que persigue (muerte del feto). Debe querer este resultado; al
menos, en forma de dolo eventual. En caso de sólo consentir el aborto, la mujer ha de ser
igualmente consciente de la intervención a la que se somete. Por eso, afirmamos
anteriormente que cualquier vicio que afecta su consentimiento lo anula; por ejemplo: la
coacción y el engaño.
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El bien jurídico protegido, fundamentalmente, es la vida del nuevo ser durante el embarazo.
Este es el criterio rector, aun cuando en segundo plano se encuentren otros bienes como la
salud o la vida de la madre. No tener en cuenta esta situación crearía problemas casi
insolubles en los casos de colisión de distintos bienes jurídicos.
Medicina Legal (2022) En este artículo se menciona que el examen del cuello del útero nos
da pruebas demostrativas, más si se hace el examen poco tiempo después de practicado al
aborto; si recordamos anatomía, sabemos que el hocico de Tenca en las nulíparas presenta
forma oval, con su mayor diámetro en forma de ventana en sentido transversal los labios
están aplicados uno contra otro, teniendo los contornos una regularidad perfecta, no
presentando ninguna cicatriz en cambio, en las multíparas el orificio del cuello es amplio,
presentando cicatrices irregulares repartidas, debido a las desgarraduras durante el parto. Si se
presume delito, es necesario precisar si solo se trata de amenaza de aborto, de aborto en plena
evolución, o de aborto consumado. Si hay amenaza de aborto, la Salida de Sangre
acompañada de dolores, nos lo indica. Si el aborto esta en plena evolución, la exploración
física nos proporcionara datos suficientes para apreciarlo.
b) Aborto no reciente: En este caso solo obtendremos datos presuncionales, siendo por lo
tanto difícil su diagnostico, y solo un hábil interrogatorio podría hacer Ilegar a un diagnostico
pero solo presuncional, ya que no podemos señalar daños.
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3.8.2 Pruebas del aborto en el cadáver
La autopsia debe practicar a toda mujer que se presume muerta a consecuencia de un aborto
provocado. Si hubo aborto o tentativa de aborto, tres casos pueden presentarse:
II. Que se encuentre la placenta únicamente adherida o no a la pared uterina, lo que basta para
afirmar el aborto.
Las dificultades van en aumento a medida que transcurre el tiempo entre el deceso y la
autopsia por practicar; pero aunque esta se practique meses después de la muerte, aún así se
está en condiciones de saber la causa de la muerte, (aunque este lapso no es indefinido;
algunos autores señalan doce meses y otros hasta dieciocho) y se debe a que el útero resiste a
la putrefacción hasta ese tiempo. Si el Juez pregunta: "¿ se podría exhumar el cadáver,
(digamos siete meses después del fallecimiento) para saber si hubo o no aborto criminal?",
contestaremos categóricamente que sí, ya que de antemano se sabe que el útero proporcionará
los datos necesarios.
En ocasiones es muy difícil hacer la diferenciación; en otros casos es fácil hacerla, pues un
útero perforado, fondos de Saco también lesionados o perforados, gangrena del cuerpo del
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útero, zonas esfaceladas, peritonitis a consecuencia de maniobras torpes, etc., son datos que
nos facilitan hacer diagnósticos de aborto criminal del feto cuando tengamos la suerte de
tenerlo a la mano, también nos puede proporcionar valiosos elementos de diagnóstico.
Además, no debemos olvidar hacer un examen del lugar, es decir, del sitio en que se presuma
se consumo el aborto, ya que encontraremos manchas, substancias reputadas como abortivas,
instrumentos, etc., que evidenciaran un aborto criminal.
A los efectos de las presentes pautas se entiende por aborto por indicación médico-legal el
acto médico o quirúrgico consistente en la interrupción voluntaria de la gravidez en los casos
en que la legislación nacional vigente prevé la no imposición de una pena. Artículo 119 del
Código Penal. "No es punible el aborto practicado por un médico con el consentimiento de la
mujer embarazada o de su representante legal, si lo tuviera, cuando es el único medio para
salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y permanente".
En el Perú, de conformidad con el artículo 119° del Código Penal sólo existen dos
circunstancias para interrumpir legalmente un embarazo:
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De acuerdo a las conclusiones del Taller de la Sociedad Peruana de Obstetricia y Ginecología
con otras Sociedades Científicas, llevado a cabo en Agosto 2005, las siguientes entidades
clínicas justifican el aborto terapéutico:
● Mujeres en diálisis
● Trastornos hemorrágicos.
● Radio o quimioterapia.
● Existen otras entidades clínicas que justifican la interrupción legal del embarazo,
como son:
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- El cáncer de mama en el primer trimestre requiere tratamiento quirúrgico, radio y
quimioterapia.
- Leucemia.
- Fiebre
- Dolor en el vientre
- Flujo vaginal
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● Hemorragia: La hemorragia o sangrado excesivo es más frecuente en abortos tardíos,
después del segundo trimestre. La hemorragia suele ser signo de retención de tejido del
embarazo, de perforación uterina o de una falla en el útero al contraerse.
Los autores Cámara & Tipiani (2018) nos señalan que la práctica del aborto tiene muchos
años de emplearse en todas las partes del mundo, teniendo diferentes connotaciones en las
diferentes culturas, regiones, países, etc. Actualmente toma importancia como un problema
de salud pública, de derechos humanos y de las legislaciones presentes mundialmente,
teniendo en cuenta que no en todos los países es igual.
Entre los años 2010 a 2014, la tasa de abortos de mujeres jóvenes y de edad media (15 a 40
años) fue de 35 por cada 1000 mujeres en todo el mundo. A lo largo de los últimos 30
años el número de abortos se ha incrementado 10 veces más. La población de los
países de bajos ingresos o en vías de desarrollo presenta con más frecuencia este fenómeno y
así como también un crecimiento demográfico mayor.
En países como Perú, el interés por saber más sobre el aborto y temas relacionados ha ido
aumentado de la mano con la globalización en los últimos años. En el Perú, ocurren 400
000 abortos inducidos anualmente, con diversas causas y junto con ello sus
complicaciones. En la región Ica, el aborto corresponde al 41.2% de los factores de riesgo
directos relacionados con mortalidad materna.
Asimismo, cabe mencionar al aborto terapéutico dentro estas estrategias. Por la definición
según el artículo 119 del Código Penal Peruano se entiende al aborto terapéutico como el acto
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realizado y permitido siempre y cuando sea decisión de la gestante o de un representante para
salvaguardar la vida de ella. Lo que es aceptable a nivel social como por los especialistas
gineco-obstetras y realizado por razones obviamente médicas, por lo tanto, no punible.
Por su parte, la autora Dador Tozzini, M. J. (2012) nos señala sus elementos constitutivos del
tipo penal:
El artículo 21 del Código Sanitario –ahora derogado-, establecía que el aborto terapéutico
tenía que ser practicado por un médico diplomado; contar con la opinión previa de dos
médicos, además de la firma del jefe del servicio, que de acuerdo al reglamento interno del
hospital debe autorizar todo tratamiento médico o quirúrgico que se realice.
Las normas mencionadas han sido derogadas por la Ley General de Salud. Si bien este nuevo
cuerpo normativo no regula el procedimiento administrativo para acceder a un aborto
terapéutico, sí resultan aplicables los derechos que, como usuaria de los servicios de salud,
establece la Ley General de Salud en su artículo 15:
A exigir la reserva de la información relacionada con el acto médico y su historia clínica, con
las excepciones que la ley establece (confidencialidad).
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b. A no ser discriminado en razón de cualquier enfermedad o padecimiento que le
afectare.
Actualmente, sólo el Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé y el Hospital
Belén de Trujillo, cuentan con protocolos para el manejo de casos para la interrupción legal
del embarazo del. El procedimiento administrativo básico es el siguiente:
6. La Junta Médica, integrada por tres médicos, podrá pedir asesoría a otros
especialistas; delibera el caso y deja constancia de sus conclusiones en la historia clínica.
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7. Si es procedente, el médico tratante prepara a la paciente.
Es importante considerar, que de acuerdo al artículo XII de la Ley General de Salud, todo/a
médico/a tiene derecho a la objeción de conciencia, pero ésta no opera de forma irrestricta.
Las razones de conciencia o de creencia no pueden ser invocadas para eximirse de las
disposiciones de la autoridad de salud cuando de tal exención se deriven riesgos para la salud
de terceros.
En caso que los representantes legales de las absolutas o relativamente incapaces, negaran su
consentimiento, el médico tratante o el establecimiento de salud, debe comunicarlo a la
autoridad judicial competente para dejar expeditas las acciones a que hubiere lugar en
salvaguarda de la vida y la salud de los mismos.
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énfasis en Salud Mental, Sexual y Reproductiva, entre otras. Con esta finalidad el marco legal
normativo deberá permitir el ejercicio del derecho a la salud de las/os adolescentes.
Debe quedar claro, que en caso del aborto terapéutico, es la mujer gestante quien tiene la
titularidad para decidir la interrupción del embarazo, ya que la vida y/o la salud que podrían
afectarse de continuar con el proceso de gestación, son precisamente las de ella.
- Cuando es el único medio para salvar la vida de la gestante o evitar en su salud un mal
grave y permanente.
Para acceder a la interrupción legal del embarazo no es necesario que la gestante esté en
inminente peligro de muerte, sino que es suficiente con que exista amenaza de daño grave y
permanente en su salud.
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1. Riesgo de la vida de la gestante (13%).
2. Riesgo de salud física y mental (87%), incluyendo malformaciones congénitas fetales
incompatibles con la vida. Desde el año 2010 utiliza la Guía de Práctica Clínica y de
Procedimientos en Obstetricia, en la que está incluido el Aborto terapéutico.
El 28 de junio del 2014 se establece la “Guía Técnica Nacional para la estandarización del
procedimiento de la Atención Integral de la gestante en la Interrupción Voluntaria por
Indicación Terapéutica del Embarazo” menor de 22 semanas con consentimiento informado
en el marco de lo dispuesto en el artículo 119º del Código Penal” para regular la aplicación
del artículo 119º del Código Penal Peruano.
Siendo las primeras dos indicaciones de esta guía señalan como indicación al
embarazo ectópico y a la enfermedad del trofoblasto sin requerimiento de junta médica, ya
que estos tipos de embarazos comprometen la vida de la gestante por lo cual debe ser
interrumpido.
La interrupción médica del embarazo solo se justifica en casos poco frecuentes, por lo que
deben ser evaluados mediante una junta médica y no requiere una norma técnica como la que
ha publicado el Ministerio de Salud.
Por otro lado, la OMS define la salud como un estado que integra aspectos biológicos,
psicológicos y sociales del bienestar y que afianza la idea de la Convención para
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, que las
mujeres tienen el derecho a gozar del más alto nivel disponible de salud física y mental.
La protección de la salud de las mujeres proporcionada por los instrumentos que garantizan el
acceso al aborto por indicación terapéutica debe incluir la protección de la salud mental,
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indispensable para asegurar un adecuado nivel de bienestar que permita a la persona vivir con
dignidad. Por tanto, el embarazo no deseado y el aborto son estresores que amenazan la salud
mental de la mujer, al interferir con el proyecto de vida y sus expectativas. Perpetúa la
pobreza al disminuir las oportunidades de educación y trabajo, generando estigmatización y
violencia.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
46
★ Villanueva, R.(1996). “El aborto: un conflicto de derechos”. En: Derechos Humanos
de las Mujeres. Aproximaciones conceptuales. Movimiento Manuela Ramos. Lima.
★ Cámara R., & Tipiani M. (2018). Aborto terapéutico en el Perú: una revisión sobre el
enfoque actual. Rev. méd. panacea, 74-77.
★ Dador Tozzini, M. J. (2012). El aborto terapéutico en el Perú.
★ Mayo, D (2002). Algunos aspectos históricos sociales del aborto. Rev Cubana Obstet
Ginecol v.28 n.2 Ciudad de la Habana.
★ Adame, J (1996). Capítulo III. La persona humana. En: Adame J. Naturaleza, persona
y derechos humanos. Cuadernos constitucionales. 1a. ed. México: Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional de México, 111-43
★ López, E (2007). Tres enfoques deontológicos acerca de la vida. Revista
Latinoamericana de Bioética, 8:44-53.
★ Marchiori, H (2014). Criminología. Teorías y pensamientos. Ed Porrúa. México.
Edición ampliada.
★ Dador, Jennie.(2000). Diagnóstico normativo de los derechos sexuales y
reproductivos en el Perú. Movimiento Manuela Ramos. Lima.
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