Apelacion Prision Exp. 1480-2018

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Exp. N° : 001480-2018-5-3102-JR-PE-01.

Sumilla : Recurso de Apelación.

SEÑOR JUEZ DEL PRIMER JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE TALARA:

ITALO JHAIR BRAVO OCHOA, con registro ICAT N° 357,


con casilla electrónica N° 98892, Abogado Defensor
Público del ciudadano JAIR JACOB MERINO MORALES,
en el proceso seguido en su contra por el delito de Robo
Agravado, en agravio de Rosa Eddy Ruiz Yenque, a usted
atentamente digo:

I.- PETITORIO:

Dentro del plazo de Ley y en conformidad con lo dispuesto en el Art. 278° del Código
Procesal Penal interpongo RECURSO DE APELACIÓN contra el auto de fecha 16 de diciembre
del 2018, que declara fundado el Requerimiento Fiscal de Prisión Preventiva formulado contra
JAIR JACOB MERINO MORALES y fija en siete meses el plazo de duración de la medida de
coerción personal, resolución que la defensa técnica no encuentra conforme a derecho,
solicitando que se eleven los actuados a la Superior Sala Penal de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de Sullana, esperando que los miembros de esta, luego de analizar los
argumentos de nuestro recurso REVOQUEN la resolución recurrida y reformándola se declare
INFUNDADO el requerimiento de Prisión Preventiva formulado por la Fiscalía, dictando una
medida menos gravosa, que en este caso sería la COMPARECENCIA CON RESTRICCIONES
prevista en el Art. 287° del Código Procesal Penal.

II. AGRAVIOS Y CAUSALES:

Se denuncia la afectación a la tutela jurisdiccional efectiva, en base a las siguientes


causales:
1.- Indebida aplicación del Art. 268° del Código Penal, que regula los presupuestos de la Prisión
Preventiva.

2.- Es necesario señalar también que la resolución que emite el órgano de juzgamiento y que ha
sido materia de impugnación, causa un grave perjuicio personal y moral al procesado, al haberse
impuesto la medida de coerción personal más gravosa, sin que concurran los presupuestos
legales para dictar dicha medida.

III. FUNDAMENTOS FÁCTICOS Y JURÍDICOS QUE SUSTENTAN EL RECURSO DE


APELACIÓN:

3.1.- Sobre los hechos objeto de imputación:

3.1.1.- Conforme se aprecia del contenido de la disposición de formalización de


investigación preparatoria y el requerimiento de Prisión Preventiva, se atribuye a mi patrocinado
JAIR JACOB MERINO MORALES el hecho de haber intervenido, en calidad de coautor, en la
comisión del delito de robo agravado perpetrado el 11 de diciembre del 2018, al promediar las
13:45 horas, en agravio de doña Rosa Eddy Ruiz Yenque, en circunstancias que esta transitaba
por la altura del parque 53 de esta localidad, momento en que es interceptada por un sujeto de
sexo masculino (que en este caso sería mi patrocinado), quien le arrebató su cartera de forma
violenta, causando lesiones en su cuerpo, logrando sustraer su equipo celular, marca HTC, color
negro, con número de SIM 941100171 y una billetera con la suma de S/ 250.00 Soles, para
luego darse a la fuga, siendo finalmente aprehendido a la altura del parque 51 por algunos
moradores de la zona, que salieron en ayuda de la agraviada, los mismos que lo pusieron a
disposición del personal policial, encontrando en su poder el equipo celular que fue sustraído a la
agraviada.
3.2.- Sobre los fundamentos de del auto impugnado:

3.2.1.- El señor Juez de Investigación Preparatoria considera que, respecto al primer


presupuesto material de la Prisión Preventiva, esto es la existencia de fundados y graves
elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión del delito (robo agravado en
este caso) y la vinculación del imputado como autor o participe del mismo, si concurre por cuanto
la Fiscalía ha ofrecido elementos de convicción que corroboran la materialización del delito
imputado y la vinculación del investigado como presunto coautor del mismo, contando con la
declaración de la agraviada, quien narra cómo ocurrieron los hechos en su agravio, concurriendo
los criterios de certeza que se han fijado en el Acuerdo Plenario 02-2005, pues no se evidencia
circunstancias de móviles espurios o de venganza, además, ha sido persistente y resulta
verosímil. Asimismo, se cuenta con el acta de intervención policial y acta de registro personal,
donde se deja constancia de la intervención y detención del imputado en flagrancia delictiva,
encontrándose en su poder el celular propiedad de la agraviada, además, se tiene el certificado
médico legal con el cual se acredita que la agraviada sufrió lesiones en cuerpo como
consecuencia de la acción violenta desplegada por el imputado, la declaración de uno de los
efectivos policiales que participó en la intervención del investigado, así como el acta de
constatación y acta de visualización de equipo celular.

3.2.2.- Respecto a la prognosis de pena superior a cuatro años de pena privativa de


libertad, considera que también concurre este segundo presupuesto, por cuanto la calificación
jurídica del hecho imputado ha sido subsumida en el Art. 189°, incisos 2) y 4) del Código Penal,
conconcordante con el Art. 188° del citado código, que tipifica el delito de Robo Agravado, que
se encuentra sancionado con pena privativa de libertad no menor de doce ni mayor de veinte
años, por lo que nos encontramos frente al tercio superior, siendo que en todo caso la pena a
imponerse será mayor de cuatro años.

3.2.3. En cuanto al peligro procesal, sostiene el señor Juez de Investigación


Preparatoria, que también concurre este tercer presupuesto pues el investigado no ha acreditado
tener arraigo domiciliario, laboral, familiar o en bienes y si bien ha indicado que trabaja como
mototaxista, no ha presentado ningún documento que acredite que realiza dicha actividad
laboral, como licencia de conducir o el contrato de alquiler de vehículo menor.

3.2.4.- Respecto a la proporcionalidad de la medida señala el señor Juez de Garantías


que la medida de prisión preventiva solicitada por la Fiscalía si resulta proporcional y
equivalente, pues es la única medida que puede garantizar la presencia del imputado durante el
proceso, dado que el proceso penal con el nuevo código regula una etapa de investigación
preparatoria, luego una etapa intermedia y el juzgamiento donde finalmente se actuará las
pruebas ofrecidas por las partes para dilucidar la responsabilidad penal del imputado. Agregando
que, respecto a la duración de la media, este si debe graduarse en función a los actos de
investigación que se encuentran pendiente de realizar y las demás etapas del proceso, como la
etapa intermedia y el juicio oral, razones por las cuales considera razonable que la duración de la
medida de coerción sea de siete meses.

3.3.- Desarrollo de la Formulación de Agravios:

3.3.1.- La defensa considera que, respecto al primer presupuesto de la prisión


preventiva, este no concurre, en virtud a los siguientes fundamentos:

a.- Uno de los principales elementos de convicción ofrecidos por la fiscalía y


asumido por la judicatura, es la declaración de la agraviada Rosa Eddy Ruiz
Yenque, quien es la única testigo presencial del hecho; sin embargo, se puede
evidenciar que dicha declaración se tomó sin la participación del representante
del Ministerio Público y la defensa técnica, pese a que dicha diligencia se
realizó luego de la intervención y detención de mi patrocinado; por tanto, en
ejercicio del derecho a la defensa, debió notificarse al abogado para que
participe en la misma y, además, la Policía tenía la obligación de poner en
conocimiento de forma inmediata del Fiscal de turno, no solo para que
disponga que tipo de diligencias debían de realizarse- teniendo en cuenta que
es el director de la investigación- sino también para que participe en las
mismas. Teniendo en cuenta que este caso no se ha considerado los criterios
fijados por la Corte Suprema de la República en la Casación N° 158-2016-
Huaura, que en su fundamento décimo tercero ha establecido que: “Ahora
bien, las actuaciones policiales, en principio, no poseen valor probatorio debido
a los siguientes motivos: a) La ausencia del juez durante su realización. b) La
falta de garantías en su práctica. Al no ser los actos valorados directamente
por el órgano jurisdiccional, no pueden ser idóneos de otorgársele calidad de
prueba suficiente a aquella actividad que se desarrolla sin que pueda
constatarse que fueron practicadas con las garantías de Ley que le otorgarían
mérito probatorio”. Asimismo, en el fundamento décimo octavo se señala que:
“En conclusión, el valor probatorio que se otorgue al contenido del informe
policial (manifestaciones, actas, y demás diligencias preliminares), dependerá
que estos actos se hayan realizado con la presencia del representante del
Ministerio Público, que confirma que la actividad policial cumpla con las
garantías previstas en la Ley, asimismo, deben encontrarse corroborados con
otros medios de prueba que valorados conjuntamente, puedan ser idóneos
para esclarecer los hechos materia de imputación. Adicional a ello, dichas
diligencias introducidas al juicio oral tendrán aptitud probatoria a pesar de no
haber estado presente el Fiscal, siempre que las circunstancias de urgencia o
necesidad y dado el carácter irrepetible de dicha actuación haya impedido que
estuviera presente el representante del Ministerio Público”.

b.- Si bien podría decirse que estos criterios se remiten únicamente a las actas
que pretender ser incorporadas al juicio oral, lo cierto es que para que dicho
documento tenga la calidad de elemento de convicción fundado y grave debió
ser actuado con la participación del Fiscal y la defensa técnica, para ejercer el
contradictorio respectivo.

c.- Por otro lado, la defensa ha cuestionado y cuestiona la verosimilitud de dicha


declaración en el sentido que esta no brinda detalles de la participación de una
segunda en la comisión del hecho delictivo o las característica de lugar desolado
respecto a la zona donde se habría cometido el delito, teniendo en cuenta que
dicha información resulta relevante, pues en esta se fundan las dos
circunstancias agravantes del delito de Robo que postula Fiscalía, esto es robo
con el concurso de dos o más personas y en lugar desolado. Además, conforme
se evidencia en el relato de la agraviada, esta no ha indicado que haya sido
víctima de una agresión directa por parte del investigado, limitándose a indicar
que este le “arranchó” la cartera y que intentó taparle la boca, más no ha
indicado haber recibido algún tipo de golpe en el cuerpo, versión que luego varia
al ser entrevistada por el médico legista, pues conforme se aprecia en la data del
Certificado Médico Legal N° 004266-L, recién la agraviada le refiere al médico
que recibió puñetes en el brazo izquierdo, patadas en la pierna izquierda y que
le arañaron el rostro; sin embargo al examen médico no presenta ninguna lesión
en el brazo ni en las piernas, por tanto no existe concordancia en lo relatado por
la agraviada y las conclusiones de dicha evaluación.

d.- Se ha cuestionado el acta de intervención policial, en donde se ha


consignado que la detención de mi patrocinado no la realiza directamente la
policía, sino un grupo de moradores que salieron en apoyo de la agraviada,
encontrándonos entonces frente a un caso de arresto ciudadano, conforme al
Art. 260° del Código Procesal Penal; sin embargo, no se ha respetado el
procedimiento de dicha media de coerción, pues ligeramente se ha indicado que
las personas que participaron en la aprehensión del investigado se negaron a
identificar, incumpliendo así con las atribuciones de la Policía Nacional que
establece el Art. 68° del Código Procesal Penal.

e.- Por otro lado, la defensa cuestiona la forma y circunstancias en que la


agraviada habría identificado y reconocido a mi patrocinado como el presunto
autor del delito cometido en su agraviado, pues conforme se aprecia de la
declaración brindada por el efectivo policial José Adelmo Guerrero Olivera
(respuesta a la pregunta número 04), este refiere que luego de intervenir al
investigado, lo subieron al vehículo policial y cuando se dirigían a la comisaria,
pasando por medio de los parques, se acerca la agraviada Ruiz Yenque, quien
sindicó al sujeto retenido, indicando que era la persona que le arrebató su
cartera y al enseñársele el celular que poseía dicho sujeto dicha mujer dijo que
era de su propiedad, motivo por el cual se trasladó a ambos a la comisaría.

f.- Lo declarado por el citado efectivo policial no guarda conconcordancia con la


información contenida en el acta de intervención policial, donde se indica que
luego de la intervención del investigado se acercó la agraviada, quien indicó
haber sido víctima del robo de su celular y reconoció al intervenido, así como el
celular recuperado, indicando que era de su propiedad e incluso la agraviada
firma el acta de intervención policial; sin embargo, de la declaración del efectivo
PNP Guerrero Olivera se evidencia que la agraviada no participó en dicha
intervención, pues esta fue encontrada posteriormente cuando la unidad policial
ya se dirigía con dirección a la Comisaría.

g.- Se puede apreciar que en el análisis que realiza el juez de investigación


preparatoria no se ha tomado en cuenta los argumentos de la defensa, en el
sentido que la fiscalía no ha recabado elementos de convicción fundados y
graves que acrediten la concurrencia de las agravantes previstas en el Art.
189°, incisos 2) y 4), pues no existe evidencia que permita establecer de forma
objetiva la participación de otras personas en la comisión del acto delictivo, dado
que en el relato poco claro que realiza la agraviada, esta se ha limitado a señalar
que por lo que pudo observar una moto kar color azul estaba esperando a mi
patrocinado; sin embargo, no ha indicado si este bajó de dicho vehículo o si
finalmente lo utilizó para su fuga, tampoco ha señalado que acción contributiva
efectuó dicha o dichas personas para la ejecución del acto delictivo, teniendo en
cuenta que la hipótesis de la fiscalía, que es recogida por el Juez en el auto
recurrido, se trataría de un caso de coautoría. Por otro lado, la agraviada
siquiera ha precisado cuales serían las características de dichos sujetos; sin
embargo, al final de su declaración indica que observó que mi patrocinado
habría arrojado un canguro a las personas que se trasladaban en dicho vehículo,
donde al parecer estaba su billetera y que estas personas huyeron al observar
que los moradores de la zona salieron en ayuda de la agraviada.

h.- Este relato no resulta verisímil por cuanto no resulta lógico que una persona
que actúa en complicidad o con la intervención de otras no haya aprovechado la
presencia del vehículo para facilitar su huida, pero si haya tenido tiempo para
entregarle un canguro, más no así el celular sustraído, siendo otra afirmación
contradictoria de la agraviada.
f.- Finalmente, respecto a este extremo el juez de investigación no ha tomado en
cuenta que la fiscalía tampoco ofreció ningún elemento de convicción para
corroborar la segunda de las agravantes postuladas, esto es que el lugar donde
ocurrió el hecho delictivo es un lugar desolado, dado que ni siquiera se practicó
una diligencia de inspección o constatación en dicho lugar, para verificar sus
condiciones y características, la misma que sorpresivamente ha sido
programada recién en la investigación preparatoria. En ese sentido uno de los
argumentos de la defensa se centra en que no se pude establecer que se
trataba de un lugar desolado, por cuanto de los propios elementos de convicción
se evidencia que ante el pedido de ayuda de la agraviada un grupo de
moradores que habitan la zona donde ocurrió el hecho salieron inmediatamente
en su apoyo y procedieron finalmente a la aprehensión de mi patrocinado, lo que
deja en evidencia que no se trataba de una zona desolada.

3.3.2.- Respecto al segundo presupuesto, conforme lo postuló la defensa, al no existir


fundados y graves elementos de convicción tampoco puede concurrir el presupuesto de la
prognosis de pena superior a cuatro años, tanto más si conforme se ha indicado no se cuenta
con elementos de convicción que permitan corroborar mínimamente la concurrencia de las dos
circunstancias agravantes del delito de robo postuladas por la Fiscalía, esto es la participación
de dos o más personas en la comisión del hecho delictivo y que el hecho se haya cometido en
un lugar desolado, lo que indudablemente conlleva a reconducir la conducta al delito de Robo
Simple previsto en el Art. 188° del Código Penal, que es sancionado con pena privativa de
libertad no menor de tres ni mayor de ocho años y realizando una prognosis de pena, esta se
debe situar entre los tres años a cuatro años y ocho meses de pena privativa de libertad (tercio
inferior), teniendo en cuenta que no concurre ninguna circunstancia agravante genérica o
cualificada, conforme a los criterios del Art. 45°, 45°- A y 46° del Código Penal. En
consecuencia, este segundo presupuesto tampoco se presenta.

3.3.3.- Respecto al peligro procesal se debe tener en cuenta que, al no existir fundados y
graves elementos de convicción, ni una prognosis de pena superior a cuatro años, mucho menos
puede establecerse la existencia peligro procesal. Sin perjuicio de ello la defensa debe indicar
que si bien es cierto al momento de realizarse la audiencia de prisión preventiva no fue posible
ofrecer documentos que acrediten el arraigo de mi patrocinado, se están adjuntado al presente
escrito varios documentos que acreditan su arraigo domiciliario y laboral, tales como una
constancia domiciliaria expedida por el notario público de Talara, un acta de constatación judicial
de domicilio, copia del DNI de mi patrocinado, así como copias de su licencia de conducir,
certificado de FASMOT, contrato de alquiler de vehículo menor con el cual este realiza labores
como moto taxista, tal como lo indicó en la audiencia de prisión preventiva, así como copia de la
constancia de afiliación a la asociación de choferes y propietarios de mototaxista de la provincia
de Talara emitida a nombre de la propietaria del vehículo que era alquilado por mi patrocinado.

3.3.4.- En cuanto a la proporcionalidad de la medida, se debe tener en cuenta que el


Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia ha precisado que el derecho a la libertad
personal no es un derecho absoluto. Ello quiere decir que es susceptible de ser limitado en su
ejercicio. No obstante, es claro que las eventuales restricciones que se puedan imponer no están
libradas a la entera discrecionalidad de la autoridad que pretende limitar su ejercicio. En ese
sentido, la legitimidad de tales restricciones radica en que ellas deben ser dispuestas con
criterios objetivos de razonabilidad y proporcionalidad, a través de una resolución judicial
motivada.

Precisamente, uno de los principios que demarcan la aplicación de la prisión preventiva,


es el principio de Proporcionalidad, es decir que la medida se aplica en forma proporcional a la
concurrencia de los requisitos que la ley prevé, solo en los casos que la ley prescribe y en forma
proporcional a la presunta responsabilidad del autor del hecho, así como al desvalor del suceso y
teniendo en cuenta los fines de la medida que no son otros que garantizar la investigación, pero
más aún el proceso en su integridad. La prisión preventiva debe encontrarse proporcionalmente
justificada en relación al fin que se pretende obtener. En ese sentido el profesor ARSENIO
ORE GUARDIA, grafica intensamente el Principio de Proporcionalidad, en la forma siguiente:
“Consideramos que resulta desproporcionado que ante delitos de menor gravedad o poca
dañosidad social se restrinja la libertad ambulatoria de los procesados, por cuanto ello implica
desconocer los efectos criminógenos de las privaciones de la libertad de corta duración, la
desnaturalización de una medida excepcional de naturaleza procesal, así como la entronización
de la detención como verdadero anticipo de la pena1”

3.3.5.- En consecuencia, la defensa considera que la medida adoptada por el señor Juez
de Investigación Preparatoria no resulta proporcional, dado que no existen fundados y graves
elementos de convicción que vislumbren la comisión del delito de Robo Agravado, conforme a la
tesis asumida por la Fiscalía, razones por las cuales debió dictarse una medida menos gravosa
que garantice de igual forma la presencia y sujeción de mi patrocinado al proceso, como es el
caso de la Comparecencia con restricciones, conforme a lo establecido en el Art. 287° del
Código Procesal Penal, tanto más si mi patrocinado es un joven de 22 años de edad que carece
de antecedentes penales.

IV. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA APELACIÓN:

- Art.139, inciso 6), de la Constitución Política del Estado, que regula el


principio de pluralidad de instancia.

- Art. 404º del Código Procesal Penal, que regula los preceptos generales para
la impugnación.

- Art. 278° del Código Procesal Penal, donde se establece que: “Contra el auto
de prisión preventiva procede recurso de apelación. El plazo para la apelación
es de tres días. El Juez de la Investigación Preparatoria elevará los actuados
dentro de las veinticuatro horas, bajo responsabilidad. La apelación se
concede con efecto devolutivo”.

V. FORMULACIÓN DE PRETENSIÓN CONCRETA:

1
ORÉ GUARDIA, Arsenio: Las Medidas Cautelares Personales en el Proceso Penal Peruano; Edit.
Reforma, Lima, Primera Edición, 2011, pp. 34.
REVOCAR la resolución recurrida y reformándola se declare INFUNDADO el requerimiento
de Prisión Preventiva postulado por la Fiscalía, dictando una medida menos gravosa, que en
este caso sería la COMPARECENCIA CON RESTRICCIONES prevista en el Art. 287° del
Código Procesal Penal.

POR LO TANTO:

Solicito a Ud. Señor Juez, se sirva elevar los autos a la Superior Sala Penal de
Apelaciones.

Talara, 18 de diciembre del 2018

OTROSI DIGO: Se anexan los siguientes documentos:

a.- Constancia domiciliaria expedida por el notario público de Talara, de fecha 17 de diciembre
del 2018.
b.- Acta de constatación judicial de domicilio, de fecha 17 de diciembre del 2018.
c.- Copia del DNI de mi patrocinado.
d.- Copia de la licencia de conducir expedida a nombre de Jair Jacob Merino Morales.
e.- Copia del Certificado de FASMOT y el Contrato de alquiler de vehículo menor con el cual mi
patrocinado realiza labores como moto taxista.
f.- Copia de la constancia de afiliación a la asociación de choferes y propietarios de mototaxista
de la provincia de Talara emitida a nombre de la propietaria del vehículo que era alquilado por
mi patrocinado, esto es doña Cristina Carrasco De Silva.

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