Resumen de filosofia
Resumen de filosofia
Resumen de filosofia
¿Qué es la filosofía?
En el texto y según la visión de Ismael Quiles,el acto de filosofar surge cuando el hombre
tiene un choque fuerte en la vida, un choque que lo lleva a desprenderse de las
preocupaciones comunes y lo obliga a hacerse preguntas a sí mismo. Ismael señala que
para que esto suceda deben cumplirse ciertas características, denominando a esto el
análisis del filosofar. Dichas características son:
a) estar en soledad: estar en soledad en el mundo es la primera característica que
lleva al hombre al acto de filosofar. Ya que mientras el este se encuentre sumergido
en las preocupaciones cotidianas, se halla perdido en el mundo, siendo que el acto
de filosofar requiere que el hombre se encuentre separado del mundo y por lo tanto
EN SOLEDAD CON EL MUNDO.
b) encontrarse a sí mismo: esto es para que el hombre pueda conocerse a sí mismo,
saber que existe y saber que es él
UNIDAD II
(En el resumen van a ver que dice “texto”, con texto me refiero al capítulo del que hablo)
¿Qué es la filosofía?:
El texto aborda el concepto de filosofía, explorando sus diferentes facetas y su importancia
en el pensamiento humano. Se señala que la filosofía sigue siendo enigmática para la
mayoría de las personas y se asocia con la idea de un conocimiento mítico y poético, así
como con la reflexión serena sobre la vida. Aristóteles menciona que la filosofía tiene un
carácter maravilloso que se remonta a tiempos antiguos. Se destaca que la filosofía es una
actividad natural del ser humano y una actitud esencialmente humana.
A partir de esta división, se desarrolla una clasificación de las ciencias en tres grupos:
ciencias físico-naturales, ciencias matemáticas y metafísica. Sin embargo, debido a la
separación posterior de las ciencias particulares, surge una nueva división en la filosofía
propuesta por Christian Wolff, que incluye la filosofía real, la filosofía del conocimiento y la
filosofía de la conducta.
La utilidad de la filosofía:
El texto aborda la pregunta recurrente sobre la utilidad de la filosofía y su relación con la
naturaleza humana. Se argumenta que la filosofía no tiene una utilidad práctica en el
sentido convencional, pero su grandeza radica precisamente en eso. Mientras que las
diversas técnicas sirven al hombre y este sirve a las técnicas para satisfacer necesidades
prácticas, la esencia diferencial del ser humano es su capacidad racional, que lo impulsa a
buscar el conocimiento desinteresado de la esencia de las cosas.
Aunque la filosofía no tiene una utilidad técnica, sí tiene una repercusión espiritual, siendo
una pura y desinteresada contemplación de esencias. Se discuten diferentes concepciones
sobre el papel de la filosofía, desde una visión estoica que la reduce a una ética hasta una
perspectiva fenomenológica que la concibe como una contemplación pura. Sin embargo, se
argumenta que la filosofía es más que una mera contemplación, ya que incluye la persona y
la vida del sujeto que contempla, moviendo tanto la voluntad como el entendimiento.
Filosofía y filosofías:
El texto aborda tres objeciones comunes contra la filosofía. La primera sugiere que, dado
que las ciencias particulares abarcan todo el campo de la realidad, no queda lugar para la
filosofía. La segunda cuestiona la utilidad de la filosofía en comparación con las ciencias. La
tercera objeción argumenta que la pluralidad de sistemas filosóficos indica la falta de unidad
y, por lo tanto, de validez de la filosofía como disciplina.
Para responder a estas objeciones, se utiliza la analogía de un pueblo que vive cerca de un
lago, donde la superficie representa el conocimiento científico verificable, el fondo del lago
simboliza la fe religiosa y la zona intermedia representa el ámbito de la filosofía. La filosofía
se ve como un esfuerzo por comprender y unificar las dos esferas conocidas, partiendo de
lo experimentado en la superficie y lo creído en el fondo.
Origen de la filosofía:
El texto destaca que la inspiración filosófica surge de la admiración por la existencia y la
reflexión sobre la experiencia humana. Aristóteles señala que esta admiración proviene
tanto de la experiencia sensorial como del conocimiento racional. La contradicción entre un
mundo de ideas universales e inmutables y un mundo de individuos cambiantes y en
constante movimiento genera esta admiración en el pensador. A lo largo de la historia, el
pensamiento humano ha estado inmerso en esta lucha entre las dos experiencias
contradictorias, reflejada en los diversos sistemas filosóficos que se han desarrollado a lo
largo del tiempo. El texto promete explorar esta lucha y la continuidad de la búsqueda
filosófica a través de los siglos.
LA FILOSOFÍA EN LA ANTIGÜEDAD
La filosofía en grecia:
El texto explora el origen de la filosofía occidental en la Grecia antigua, destacando el
carácter humanista de la cultura griega como un factor fundamental que permitió el
desarrollo del pensamiento filosófico. Se discute si es justo atribuir exclusivamente a Grecia
el inicio de la filosofía, considerando también las sabidurías de otras culturas orientales.
Algunos argumentan que Grecia fue donde se planteó racionalmente la filosofía, mientras
que otros ven en las tradiciones orientales una profundidad filosófica superior. Se propone
un enfoque medio que reconoce la contribución de las culturas orientales pero resalta a
Grecia como el lugar donde surgieron las primeras soluciones racionales a las preguntas
fundamentales. Se esboza un plan para explorar los principales temas de la filosofía clásica
griega y romana en un marco cronológico por siglos.
Pitágoras y su escuela:
El texto presenta la escuela pitagórica, fundada por Pitágoras en la Magna Grecia, como
una comunidad religiosa y filosófica de carácter misterioso. Introdujeron el culto dionisíaco
en la cultura griega, influenciados por los misterios órficos, lo que contrastaba con la visión
apolínea predominante. Sin embargo, su principal contribución filosófica fue en el campo de
las matemáticas, donde encontraron en los números el principio fundamental del universo,
que los milesios habían buscado en los elementos naturales. Consideraban que los
números eran la clave para entender el cosmos y asignaban significaciones cabalísticas y
simbolismos sagrados a ellos. Esta idea de la armonía numérica del universo influyó en
conceptos posteriores como la "música celestial" y el eterno retorno de las almas, que
transmigran según la filosofía india. Estos temas, recogidos por Platón, muestran la
influencia duradera del pitagorismo en el pensamiento filosófico occidental.
Heraclito y Parmenides:
El texto explora la antítesis entre la experiencia sensible y la inteligible a través de dos
filósofos del siglo V AC., Heráclito y Parménides, considerados los padres de la metafísica.
Heráclito percibe la naturaleza cambiante y fugaz de todo lo existente, proclamando que
"todo cambia", lo que contradice la estabilidad de las ideas y conceptos. Parménides, por
otro lado, postula la existencia de un ser inmutable e infinito como principio fundamental,
negando la realidad de la multiplicidad y el cambio. Esta contradicción lleva a dos actitudes
opuestas: el escepticismo de Heráclito y el quietismo contemplativo de Parménides. Sin
embargo, ambos planteamientos desafían la armonía y la actividad propia del espíritu
heleno y occidental. Este período pre-socrático muestra una progresión en el pensamiento,
desde la abstracción física de los primeros filósofos cosmólogos hasta la abstracción
metafísica de Heráclito y Parménides, quienes exploraron el concepto del ser como principio
fundamental.
Los sofistas y sócrates:
El período álgido de la filosofía griega, conocido como el Siglo de Oro, se sitúa entre los
siglos V y IV a.C., en Atenas, donde emergen grandes figuras como Sócrates, Platón y
Aristóteles. Este período se caracteriza por un giro hacia la reflexión sobre el ser humano y
su conocimiento, en contraposición al estudio del mundo externo. Un fenómeno social
destacado en este contexto es el surgimiento de los sofistas, maestros de la retórica y la
dialéctica, cuyo enfoque mercantilizado generó escepticismo hacia la verdad y una fe
excesiva en la habilidad humana para persuadir.
Aunque su vida y obra están envueltas en sombras, se sabe que Sócrates murió
defendiendo las leyes de Atenas, enfrentándose a la corrupción y el escepticismo moral de
su tiempo. Su influencia perduró en las llamadas "escuelas socráticas", como los cirenaicos
y los cínicos, quienes interpretaron y adaptaron su enseñanza según diferentes
perspectivas filosóficas, influenciando incluso corrientes posteriores como el estoicismo. Las
escuelas socráticas mayores, lideradas por Platón y Aristóteles, marcaron profundamente el
desarrollo de la filosofía occidental con sus elaboradas teorías sobre el conocimiento, la
ética y la política.
Platón:
Platón, conocido por su sensibilidad estética y su habilidad para expresar sus ideas a través
de mitos y parábolas, fue uno de los grandes filósofos de la antigua Grecia. Su misión
filosófica fue reconciliar las concepciones opuestas de Heráclito y Parménides sobre la
realidad, y lo hizo estableciendo dos mundos: el mundo sensible y el mundo inteligible de
las Ideas. Fundó la Academia, una influyente escuela filosófica que perduró por más de mil
años.
A través de dos de sus mitos más conocidos, el del carro alado y el de la caverna, Platón
transmitió su visión sobre la naturaleza de la realidad y la búsqueda de la verdad. En su
obra, Platón definió las Ideas como entidades objetivas y eternas, en contraposición a
nuestra percepción de las cosas materiales, que son simples sombras de esas Ideas.
Según él, el conocimiento verdadero se alcanza a través de la reminiscencia, recordando lo
que el alma contempló en el mundo inteligible antes de encarnarse en un cuerpo.
En su ética y política, Platón estableció la virtud como la armonía del alma y propuso una
sociedad ideal basada en la analogía del alma humana, donde cada clase social está
guiada por una virtud específica. Esta visión influyó en la concepción de la sociedad
medieval cristiana.
Aristóteles:
El texto trata sobre la teoría aristotélica de la potencia y el acto, que aborda el problema del
cambio y la caducidad de las cosas. Según Aristóteles, todos los seres naturales contienen
una mezcla de potencia y acto, siendo el movimiento la transición de la potencia al acto.
Esta teoría lleva a la noción de un primer motor inmóvil, que es Dios según Aristóteles.
Aristóteles concibe al hombre como una unidad sustancial de alma y cuerpo, rechazando la
idea de la preexistencia de las almas. Su concepción del conocimiento parte de los sentidos
pero se eleva al conocimiento intelectual, que es la capacidad de penetrar en la esencia de
las cosas.
En ética, Aristóteles plantea que la felicidad es el fin último del hombre, siendo esta la
contemplación intelectual. La virtud es crucial para alcanzar la felicidad, y se manifiesta
como un hábito del término medio.
El estoicismo:
El texto aborda la difusión y decadencia de la filosofía griega después de Aristóteles,
especialmente bajo la influencia del imperio de Alejandro y la posterior dominación romana.
Se mencionan dos escuelas importantes surgidas en Atenas: el estoicismo, fundado por
Zenón de Citio, y el epicureísmo.
La filosofía estoica se divide entre aquellos que la alaban como una manifestación de virtud
humana y aquellos que la critican como una forma refinada de soberbia. Sin embargo,
algunos también la ven como una anticipación del cristianismo. Se destaca la figura de
Séneca como uno de los principales exponentes del estoicismo.
El epicureismo:
El texto presenta la escuela filosófica fundada por Epicuro en Atenas, conocida como la
escuela del Jardín. Aunque se considera opuesta al estoicismo, comparte algunas
similitudes. Epicuro rechaza las entidades metafísicas y se enfoca en la realidad material y
sensible. Su concepción del universo se basa en el atomismo, sosteniendo que todo está
compuesto por átomos y su movimiento está regido por leyes naturales.
Epicuro aborda el problema de conciliar esta visión determinista con la posibilidad de una
ética, introduciendo el concepto del "clinamen", una ligera desviación en el movimiento de
los átomos que permite la libertad humana. Considera que el placer es el fin último de la
vida, pero distingue entre placeres corporales y espirituales, prefiriendo los placeres en
reposo sobre los placeres en movimiento.
En cuanto a política, Epicuro aboga por la apatía hacia la vida pública y considera la tiranía
como la forma de gobierno más deseable, para evitar preocupaciones a los ciudadanos.
Este enfoque refleja la decadencia de la cultura griega bajo la dominación de Alejandro y
Roma.
Destaca la figura de Tito Lucrecio Caro, autor del poema filosófico "De rerum Natura", que
expone la concepción epicúrea de manera poética y compasiva. Por otro lado, Lucio Anneo
Séneca representa el estoicismo romano, adaptándolo a un enfoque más humano y
compasivo, cercano a la moral cristiana incipiente. Aunque se especula sobre una posible
influencia del cristianismo en Séneca, su concepción filosófica sigue siendo principalmente
estoica.
La filosofía romana muestra una reducción de horizontes hacia problemas éticos y
existenciales, reflejando la decadencia del mundo clásico. Sin embargo, en Séneca se
percibe un germen de renovación y esperanza, anticipando el surgimiento del cristianismo
como una tercera dimensión en la filosofía. Este nuevo paradigma llevará a una
transformación radical en la visión del mundo y de la existencia humana.
El texto luego explora las corrientes del neoplatonismo, que incluían una síntesis entre el
judaísmo y el platonismo, un gnosticismo pseudocristiano y una defensa del paganismo
grecolatino. Plotino es presentado como el principal exponente, desarrollando una filosofía
que culminaba en la idea del Uno como principio supremo, dando origen a la realidad
cósmica a través de emanaciones.
Cristianismo y filosofía:
El texto explora la relación entre la filosofía y el cristianismo a lo largo de la historia. Se
señala que el cristianismo, aunque es una religión, tuvo una enorme influencia en el
desarrollo de la filosofía, marcando dos épocas distintas en su evolución. El cristianismo, al
surgir en un momento histórico crucial, influyó en la transición de la filosofía antigua a una
nueva era. Se describen varias posturas sobre la relación entre la fe y la filosofía, desde la
identificación total hasta la incompatibilidad total, pasando por la influencia parcial. Se
destaca la existencia de una filosofía cristiana, que se manifestó principalmente en dos
periodos: el patrístico y el escolástico. En el primero, los Padres de la Iglesia intentaron
armonizar la fe con la filosofía, mientras que en el segundo, durante la Edad Media, se
desarrollaron sistemas filosóficos complejos que combinaban elementos de la filosofía
antigua con la teología cristiana, destacando el platonismo agustiniano y el aristotelismo
tomista como las principales corrientes.
El texto explica cómo San Agustín concilió las verdades eternas con la fe cristiana,
considerando a Dios como el origen de todas las verdades. Su filosofía se centra en la
relación entre el alma y Dios, destacando la aspiración del alma hacia su origen divino y su
búsqueda del descanso en Dios.
Además, San Agustín aborda temas como la creación del alma humana, su teoría de la
iluminación divina como origen del conocimiento, y la relación entre Dios y el mundo. Su
obra también incluye una filosofía de la historia, donde explica la intervención providencial
de Dios en los acontecimientos humanos.
Se presentan dos posturas extremas: el realismo absoluto, que sostiene que los universales
tienen una existencia sustancial separada de la mente y las cosas, y el nominalismo, que
niega la existencia real de los universales, considerándolos simplemente nombres o
conveniencias lingüísticas. Entre estas posturas extremas, hay diversas concepciones
armonizadoras.
Se discuten las ideas de dos importantes filósofos de la época: Juan Escoto Eriúgena,
defensor del realismo absoluto, y San Anselmo de Canterbury, quien argumenta a favor de
la fe como fundamento previo al ejercicio de la razón. Se detalla el famoso "argumento
ontológico" de San Anselmo para probar la existencia de Dios.
Averroes interpretó las obras de Aristóteles con un matiz panteísta, mientras que
Maimónides intentó armonizar la filosofía aristotélica con la religión judía de manera más fiel
al espíritu original de Aristóteles.
Santo Tomás aborda la existencia de Dios mediante cinco vías, destacando la vía del orden
y gobierno de las cosas como la más convincente para la mayoría de las personas. Su
argumento realista modera la controversia sobre los universales.
El nominalismo del siglo XIV se centra en destruir las construcciones metafísicas anteriores,
basándose en la experiencia sensorial inmediata. Esta destrucción deja al hombre ante un
mundo fragmentado, similar al de la filosofía presocrática, y marca el inicio de una nueva
era de pensamiento, la modernidad.
Descartes:
La época renacentista en filosofía fue de crisis y reacción contra la Escolástica, con un
enfoque en restaurar a Platón y Aristóteles. Sin embargo, el primer gran filósofo de la Edad
Moderna fue René Descartes en el siglo XVII, quien estableció las bases del racionalismo
moderno. Descartes, un noble y no un clérigo, utilizó el francés en lugar del latín y buscó un
método seguro para construir el conocimiento, comenzando con la duda metódica. Esta
duda no era escepticismo real, sino un medio para encontrar una verdad indudable, lo que
llevó a su famosa proposición "pienso, luego existo" ("cogito, ergo sum").
Descartes buscaba verdades claras y distintas y estableció reglas para guiar la razón en la
búsqueda de la verdad. A partir de su certeza del "yo" pensante y de la existencia de Dios,
argumentó la realidad del mundo exterior. Identificó dos sustancias fundamentales: la
materia y el espíritu, lo que planteó problemas sobre la relación entre cuerpo y alma.
Locke, considerado el primer filósofo importante del empirismo inglés, postula que todas las
ideas provienen de la experiencia sensorial, negando la existencia de ideas innatas. Divide
las ideas en simples y compuestas, argumentando que estas últimas son combinaciones de
las primeras. Esta perspectiva tiene profundas implicaciones en áreas como la
epistemología, la psicología y la política, siendo Locke reconocido como el padre del
liberalismo democrático.
Kant compara este proceso con ver el mundo a través de gafas rojas o un caleidoscopio,
donde la percepción del sujeto depende en gran medida de estas estructuras internas. Esto
implica que no podemos conocer la realidad exterior tal como es en sí misma, sino sólo
cómo se nos aparece a través de nuestras estructuras cognitivas.
La "Dialéctica trascendental" de Kant cuestiona si los juicios sintéticos a priori son posibles
en la metafísica, concluyendo que no lo son, ya que el conocimiento metafísico carece de
uno de los elementos necesarios: las sensaciones. Así, Kant declara que la metafísica es
una pseudociencia, y la razón no puede acceder a Dios, el alma o el cosmos. Sin embargo,
propone una vía práctica a través de la moralidad para acceder a estos conceptos
. La moralidad, según Kant, se basa en el imperativo categórico, una ley moral autónoma y
universal que exige que las acciones sean juzgadas según si pueden convertirse en normas
universales.
Kant sostiene que la existencia de la ley moral implica la necesidad de Dios y la
inmortalidad del alma. Su sistema es una culminación del racionalismo moderno, sugiriendo
que todo conocimiento posible está limitado a la ciencia físico-matemática, mientras que el
conocimiento metafísico y religioso se considera imposible
. Aunque Kant tuvo muchos seguidores, su teoría enfrentó críticas, especialmente sobre la
relación entre las sensaciones y las categorías del entendimiento, lo que llevó a posteriores
modificaciones en su pensamiento.
Fichte, un moralista y político, partió de un "yo absoluto" que, a través de su actividad, crea
el mundo material (el no-yo) y se desarrolla superándolo. Schelling, con un enfoque
artístico, veía la naturaleza y el espíritu como una creación armoniosa del absoluto. Hegel,
un teórico puro, desarrolló la idea de que la realidad y la historia son manifestaciones del
espíritu absoluto en un proceso dialéctico de tesis, antítesis y síntesis.
UNIDAD I
(En el resumen van a ver que dice “texto”, con texto me refiero al capítulo del que hablo)
A) ¿Qué es la filosofía?:
La filosofía es una actividad interior y personal. No es fácil definirla con precisión, pero se
puede experimentar y sentir. Al preguntarse qué es la filosofía, uno ya está filosofando.
Filosofar implica una actitud especial frente a problemas trascendentales.
B) Encontrarse a sí mismo
En soledad, el individuo puede reflexionar sobre sí mismo y su existencia. Este
autoencuentro es esencial para la filosofía, ya que permite a la persona conocer sus propios
pensamientos y deseos más íntimos.
D) Sentimiento de finitud
Al encontrarse en soledad, el individuo siente su pequeñez e insignificancia en el universo.
Esta sensación de finitud y vacío es un punto de partida crucial para la reflexión filosófica.
G) Aspiración a lo absoluto
El ser humano aspira a algo absoluto y trascendente que pueda satisfacer plenamente sus
anhelos de ser y su búsqueda de sentido. Esta aspiración es esencialmente filosófica.
*Conclusión*
Este resumen abarca las ideas centrales del texto, proporcionando una visión general de la
reflexión filosófica presentada.
Introducción a la Filosofía:
Significado y necesidad de la filosofía: La filosofía, aunque pueda parecer irrelevante para
las actividades diarias, trabaja de manera subyacente en la vida humana. En momentos de
reflexión, especialmente después de enfrentarse a desafíos o éxitos, las personas se
preguntan sobre el propósito y significado de sus vidas, lo cual es una forma de filosofar.
Definición y Origen:
- Definición etimológica: La palabra "filosofía" proviene del griego, donde "filos"
significa amante y "sofía" sabiduría. Pitágoras se describía no como un sabio, sino
como un amante de la sabiduría, buscando siempre aprender más.
- El acto de filosofar: Filosofar implica reflexionar profundamente sobre el sentido de la
vida y del universo. Momentos de aislamiento y soledad a menudo llevan a esta
reflexión, destacando la insignificancia del ser humano frente al universo pero
también sugiriendo una búsqueda de un sentido último y final.