El 7 de octubre, Hamás lanzó miles de cohetes contra Israel, desde varios puntos de Gaza, según se informó. Hamás llevó a cabo una incursión terrestre a gran escala en Israel, capturando a decenas de rehenes y matando a más de 1000 israelíes.
En respuesta a este ataque, las autoridades israelíes declararon la guerra. Posteriormente, las Fuerzas de Defensa israelíes iniciaron ataques aéreos de represalia contra Gaza, matando a más de 41.000 de palestinos, desplazando a más de un millón de personas e impusieron un cerco sobre toda la Franja, con continuas restricciones a la entrada de alimentos, agua, electricidad, equipos médicos y otros suministros vitales.
La guerra se ha extendido al Líbano.