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Los presocráticos
Se llaman así por haber desarrollado su filosofía con anterioridad a Sócrates,
filósofo que marca un estudio diferente en la filosofía griega (otra razón más para
calificarlos con este nombre). La principal preocupación de los presocráticos es
la naturaleza (fisis) y el principio de las cosas (arjé); por ello, se considera esta
etapa, dentro de la filosofía griega, como la etapa cosmológica. La filosofía en este
tiempo se desarrolla en las colonias jónicas e itálicas. Los llamados presocráticos
fueron un grupo de pensadores y filósofos que ejercieron su labor filosófica antes
de Sócrates, iniciaron en el año 624 a. C. y lograron alcanzar el siglo V a. C. Eran
hombres considerados magos, médicos y sabios y fueron los encargados de
elaborar la filosofía como un paradigma racional autónomo y original, eliminando la
religión, el rito y el mito. Algunos de ellos fueron:
Tales de Mileto. Consideraba que el agua era el principio de todas las cosas porque
todo lo que nos rodeaba está formado de agua.
Anaxímenes. Pensaba que el aire era el arjé de todas las cosas porque cuando el
aire se condensaba originaba el frío, cuando de enralece se originaba lo caliente.
Empédocles. Para él, habían 4 diferentes tipos de elementos que se movían por
medio del amor y del odio: Agua, Tierra, Fuego y Aire. El amor forma una unidad
mientras que el odio los separa.
Leucipo. Todo lo que nos rodeaba estaba formado por partículas indivisibles con
forma diferente al igual que su posición y ordenación llamados átomos, que eran
partículas diminutas y móviles que estaban en constante movimiento.
Sócrates
Sócrates (en griego antiguo, Σωκράτης, Sōkrátēs; Atenas, 470-ib., 399 a. C.) fue
un filósofo clásico griego considerado como uno de los más grandes, tanto de la
filosofía occidental como de la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo
a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes fundamentales
de la filosofía de la Antigua Grecia.
Sócrates fue figura principal de la transformación de la filosofía griega en un
proyecto continuo y unificado. Luego, sabemos que pasó gran parte de su vida
generando discusiones con todo el mundo en Atenas, tratando de determinar si
alguien tenía alguna idea de lo que estaba hablando, especialmente cuando el
tema tratado era importante, como la justicia, la belleza o la verdad. No dejó
ningún escrito, pero inspiró a muchos discípulos. En su vejez, se convirtió en el
foco de la hostilidad de muchos de la ciudad quienes veían a los sofistas y a la
filosofía, intercambiablemente, como los destructores de la piedad y moral de la
ciudad; y fue ejecutado en 399 a. C. Detalles de la vida de Sócrates son conocidos
gracias a tres fuentes contemporáneas: los diálogos de Platón, las obras
de Aristófanes y los diálogos de Jenofonte. No hay ninguna evidencia de que
Sócrates haya publicado algún escrito de su autoría. Sócrates fue el padre de
la filosofía política y de la ética y es la principal fuente de todos los temas
importantes de la filosofía occidental en general; quizás su contribución más
importante al pensamiento occidental es su modo dialéctico de indagar, conocido
como el método socrático o método de «elencos», el cual aplicaba para el examen
de conceptos morales clave, tales como el bien y la justicia. Nació en Atenas,
donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C., la época más
espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo
de Sofronisco, de profesión cantero, motivo por el que en su juventud lo llamaban
Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de Sofronisco’), y
de Fenáreta, comadrona, emparentados con Arístides el Justo.
Platón
Platón (en griego antiguo: Πλάτων, Plátōn; Atenas o Egina, c. 427-347 a. C.) fue
un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. En 387 fundó
la Academia, institución que continuaría su marcha a lo largo de más de
novecientos años y a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a
estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte años
de amistad y trabajo con su maestro. Platón participó activamente en la enseñanza
de la Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos
temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología
filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosof
ía del lenguaje y filosofía de la educación; intentó también plasmar en
un Estado real su original teoría política, razón por la cual viajó dos veces
a Siracusa, Sicilia, con intenciones de poner en práctica allí su proyecto, pero
fracasó en ambas ocasiones y logró escapar penosamente y corriendo peligro su
vida debido a las persecuciones que sufrió por parte de sus opositores. Su
influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la
filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina
gracias a sus trabajos. Su teoría más conocida es la de las Ideas o Formas. En ella
se sostiene que todos los entes del mundo sensible son imperfectos y deficientes,
y participan de otros entes, perfectos y autónomos (Ideas) de carácter ontológico
muy superior y de los cuales son pálida copia, que no son perceptibles mediante los
sentidos.
Aristóteles
Aristóteles (en griego antiguo: Ἀριστοτέλης, Aristotélēs; Estagira, 384 a. C.-Calcis,
322 a. C.) fue un polímata: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas
ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual
de Occidente por más de dos milenios. Aristóteles escribió cerca de 200 tratados
(de los cuales solo nos han llegado 31) sobre una enorme variedad de temas, entre
ellos: lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía
política, estética, retórica, física, astronomía y biología. 1 Aristóteles transformó
muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que abordó. Es reconocido como
el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien existen reflexiones y
escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles, donde se
encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto.
Entre muchas otras contribuciones, Aristóteles formuló la teoría de la generación
espontánea, el principio de no contradicción, las nociones
de categoría, sustancia, acto, potencia y primer motor inmóvil. Algunas de sus
ideas, que fueron novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy forman parte
del sentido común de muchas personas. Aristóteles fue discípulo de Platón y de
otros pensadores (como Eudoxo) durante los veinte años que estuvo en
la Academia de Atenas. Fue maestro de Alejandro Magno en el Reino de
Macedonia. En la última etapa de su vida fundó el Liceo en Atenas, donde enseñó
hasta un año antes de su muerte.
El dogmatismo
El dogmatismo es una corriente filosófica opuesta al escepticismo y al idealismo,
que haciendo derivar el pensamiento del ser, presupone la supremacía del objeto
respecto al sujeto, de la realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. Dios
mismo es concebido eminentemente en la naturaleza, e identificado por tanto como
un todo que contiene hasta lo último (panteísmo). No se trata de un simple
materialismo, puesto que Dios es naturaleza, por tanto unidad indisoluble, también
visto como una unidad complementaria: la naturaleza soltando manifestación
concreta y tangible del Dios, que sin embargo vive exclusivamente en ella, siendo
esencial para conforme a objeto convertido de si igual, que está al objeto. El tema
en hecho se forma solamente como tales la conexión con un objeto. Y el objeto en
su vuelta es siempre solo objeto de un tema. De él alcanza la correspondencia entre
las estructuras íntimas de la verdad, y eso del intelecto. El mayor exponente del
dogmatismo se considera Spinoza. Se encuentra otra vez también en el estoicismo.
El dogmatismo es la posición primaria y más antigua, tanto psicológica como
histórica. Los pensadores antiguos se hallan animados todavía por una confianza
ingenua en la capacidad de la razón humana hacia el ser, hacia la naturaleza no
sienten que el conocimiento es un problema, el dogmatismo es para Kant la posición
que cultiva la metafísica sin haber examinado antes la capacidad de la razón
humana para tal cultivo. Fue en el concilio de Trento(1545- 1563) donde la palabra
“dogma” recibió el significado técnico con que actualmente se suele utilizar en el
ámbito religioso: dogmas son aquellas verdades directamente reveladas por Dios
El escepticismo
El escepticismo es generalmente cualquier actitud de duda hacia el conocimiento,
sea éste hechos, opiniones o creencias declaradas como hechos, o
de duda respecto de afirmaciones que son tomadas por supuestos en otra parte.
El escepticismo filosófico es un acercamiento general que exige dudar de toda la
información que no sea bien apoyada por la evidencia. El escepticismo filosófico
clásico deriva del griego 'skeptikós', que quería decir "pensativo, reflexivo", y que se
usó para nombrar a los miembros de la escuela filosófica que "no afirman nada", es
decir, que se quedan en reflexión sin pronunciarse ni aceptando ni negando.
Adherentes del pirronismo (y más recientemente, sinónimo parcial con falibilismo),
por ejemplo, suspenden el juicio en las investigaciones. Los escépticos pueden
incluso dudar de la fiabilidad de sus propios sentidos.El escepticismo religioso, por
el otro lado, es una "duda respecto de los principios religiosos básicos (tales como
la inmortalidad, la providencia, la revelación o la existencia de la
deidad)".El escepticismo científico consiste en examinar científicamente la
veracidad de las creencias al someterlas a una investigación sistemática a través
del método científico para descubrir las pruebas empíricas que las apoye.
Escepticismo es también el nombre de una corriente de pensamiento filosófico
según la cual debemos de dudar de todas las cosas, fenómenos y hechos, y que
afirma que la verdad no existe, pero que, de existir, el hombre sería incapaz de
conocerla.
El escepticismo también puede ser cierta propensión pesimista, consistente en
ver las cosas de un modo siempre desfavorable. Por ejemplo: “Julio mantuvo su
escepticismo a pesar del resultado positivo de la reunión”.
El subjetivismo
El subjetivismo es la postura filosófica que toma como factor primario para toda
verdad, moralidad a la individualidad psíquica y material del sujeto particular,
siempre variable e imposible de trascender hacia una verdad absoluta y universal.
El subjetivismo limita la validez de la verdad al sujeto que conoce, juzga
principalmente según su entendimiento y en consideración a su realidad específica
(entorno e interacción social) entendida no como un hecho "externo" sino como
parte constitutiva del sujeto, es decir, afirma que el conocimiento solo es posible de
manera limitada.
No debe confundirse el subjetivismo con el relativismo. El relativismo, que se
asemeja mucho al escepticismo filosófico, tampoco admite ninguna verdad absoluta
que tenga validez universal, pero mientras el subjetivismo hace depender el
conocimiento humano de factores que residen en el sujeto cognoscente, el
relativismo subraya la dependencia casi exclusiva de factores externos. Como tales
considera la influencia del medio, del espíritu, del tiempo, de la pertenencia a un
determinado círculo cultural o clase social, y los factores determinantes contenidos
en ellos.
Una variante del subjetivismo es el subjetivismo ético, el cual afirma que lo bueno o
lo malo en la moral depende de las actitudes morales individuales. Por lo tanto
cuando alguien siente que "P" es bueno de manera sincera entonces "P" es bueno
por lo tanto, de acuerdo con los subjetivistas, no puede estar equivocado
moralmente.
El relativismo
El relativismo es el concepto que sostiene que los puntos de vista no tienen verdad
ni validez universal, sino que solo poseen una validez subjetiva y relativa a los
diferentes marcos de referencia. En general, las discusiones sobre el relativismo se
centran en cuestiones concretas; así, el relativismo gnoseológico considera que no
hay verdad objetiva, dependiendo siempre la validez de un juicio de las condiciones
en que este se enuncia; o el relativismo moral, que sostiene que no hay bien o mal
absolutos, sino dependientes de las circunstancias concretas. Similares postulados
se defienden tanto en el relativismo lingüístico como en el relativismo cultural. Como
suele ocurrir con muchas actitudes culturales consolidadas, ésta tiene un origen
filosófico, a partir del cual, por decirlo así, se ha desmadrado, se ha inculturado,
configurándose como un modelo de pensar y de vivir muy extendido entre nosotros,
casi como un reflejo social condicionado. Mucha gente se reconoce en ella quizá
sin proponérselo explícitamente, y sin haber leído autores relativistas, por ósmosis
sociocultural. Es interesante hacer una breve mención de esos orígenes filosóficos.
Pero primero que hay que hacer para conocer a fondo el término empirismo es
proceder a la determinación de su origen etimológico que es el que determina luego
el significado que posee. Para ello tenemos que dejar claramente expuesto que
aquel está en el griego y que dentro de dicha lengua la citada palabra se compone
de tres partes que son el prefijo en- que equivale a “antes”; la palabra peiran que
significa “tratar” y el sufijo –ismo que se traduce como “doctrina o actividad”. El
concepto de empirismo se utiliza para describir el conocimiento que nace de
la experiencia. También se trata de una estructura de tipo filosófico basada,
justamente, en los datos que se desprenden de toda experiencia. En este sentido,
podríamos establecer que el empirismo se sustenta básicamente en dos principios
fundamentales. Por un lado, lleva a cabo la negación de la absolutización de la
verdad, estableciendo además que el hombre no puede acceder a la verdad
absoluta. Y por otro lado, deja patente que toda verdad debe ser siempre puesta a
prueba dando lugar a que, a partir de la experiencia, aquella se pueda modificar,
corregir o desamparar. Para la filosofía, el empirismo constituye una teoría
relacionada al conocimiento que acentúa el valor de la experiencia y de la
percepción sensorial en el surgimiento de ideas. Para que el conocimiento sea
válido, debe ser probado a través de la experiencia, que de esta forma se convierte
en la base de toda clase de saber.De igual modo, el empirismo en la filosofía de
la ciencia supone que el método científico debe apelar a hipótesis y teorías
probadas mediante la observación del mundo natural. El raciocinio, la intuición y la
revelación quedan subordinados a la experiencia.
El intelectualismo
El intelectualismo es una corriente filosófica del conocimiento que sostiene que la
experiencia y el pensamiento, o la razón, son la base de todo conocimiento. El
intelectualismo afirma que los conocimientos universalmente válidos y los juicios
lógicamente necesarios derivan tanto de la razón como de la experiencia, porque
por separado no conseguirían alcanzar ese tipo de conocimiento. Se dice que
el intelectualismo nace en 350 a. de C. con Aristóteles buscando un punto medio
entre el racionalismo (el conocimiento por la razón de Platón) y el empirismo (el
conocimiento por la experiencia de los naturalistas). Aristóteles sostenía que
nuestro conocimiento comienza con los sentidos (experiencia), que luego son
procesados por nuestro intelecto que creará conceptos que nos llevarán finalmente
al conocimiento. Otro representante de esta corriente fue Santo Tomás de Aquino,
que continuó con las enseñanzas de Aristóteles enfatizando la generación de
conocimiento bajo la cooperación del cuerpo (experiencias, sentidos) y el alma
(pensamiento, razón). Intelecto y voluntad son dos de las facultades más
importantes del ser humano. Mientras que el voluntarismo muestra la exaltación de
la voluntad como fuerza suprema del ser humano (una corriente defendida por
autores tan importantes como Schopenhauer), por el contrario, el intelectualismo
muestra aquella doctrina en la que la tesis principal es que el intelecto es el eje
fundamental en la teoría del conocimiento humano. El valor del intelecto es tan
importante que es prioritario incluso respecto de la voluntad y la afectividad humana.
El apriorismo
El Apriorismo es la doctrina filosófica que defiende que se puede adquirir
conocimiento acerca del mundo real sin recurrir para nada a algún tipo
de experiencia. Según esta corriente el conocimiento se deriva de principios innatos
evidentes independientes de toda experiencia. Una vez aceptada la existencia del
conjunto de enunciados autónomos basta aplicar a estos enunciados las reglas de
la inferencia deductiva y derivar la verdad de las Teorías. Además lo podríamos
definir como la manera o tendencia de razonar por medio de hipótesis sin considerar
y/o conocer los hechos reales ni tener conocimiento adecuado del asunto. Ya hemos
visto en post anteriores el racionalismo, empirismo, intelectualismo ahora
continuaremos con el apriorismo, todas estas corrientes filosóficas, nos dicen la
manera en que se adquiere el conocimiento, el racionalismo, por medio de la razón;
el empirismo por medio de la experiencia; el intelectualismo es trata de mediar entre
los dos, pero está más cercano al racionalismo, y ahora el apriorismo es un nuevo
intento de mediación entre el racionalismo y el empirismo, pero contrario al
intelectualismo, se acerca al empirismo, pero basta ya de introducción y pasemos
al tema de hoy. En la historia de la filosofía encontramos un segundo intento de
intermediación entre el empirismo y el racionalismo: el apriorismo. En esta posición
se considera también la experiencia y el pensamiento como fuentes de
conocimiento, pero el apriorismo se maneja en una dirección contraria al
intelectualismo.
El objetivismo
El Objetivismo es una corriente filosófica fundada por la escritora judía de origen
Ruso – Estadounidense Alisa Zinovievna Rosenbaum, también conocida como Ayn
Rand, que establece que el hombre debe seguir una serie de principios abstractos
para conseguir una armonía entre los pensamientos y las acciones que realiza en
sociedad simultáneamente para que “viva la vida propia de un hombre
El principio más elemental del Objetivismo es la fórmula A es igual a A (A = A), esto
quiere decir que el hombre debe apartar de su camino toda creencia espiritual o
religiosa que le haga pensar que la realidad otra que la que se percibe con los
sentidos.
A continuación enumeramos los demás principios que complementan al objetivismo:
Epistemología: Es el elemento que permite la correcta percepción de las ideas
reales del entorno del hombre, toda la razón debe estar concentrada en el uso de
los sentidos para captar todos los elementos que lo rodean, de aquí puede surgir el
extremismo el cual determina a su vez el grado de seguridad del sujeto al realizar
sus tareas.
Ética: uno de los valores aceptados por la corriente sostiene que la razón es la única
capaz de juzgarlo en cualquier momento por muy complicado que resulte. Es
inaceptable que un hombre se sostenga sin pensar o sin la mentalidad y la
conciencia.
Política: El capitalismo es la fuente del comercio dentro del objetivismo, la próspera
relación entre iguales con un interés propio debe ser concebida bajo el principio de
“un valor por un valor igual”.
El Realismo
El concepto de realismo permite identificar a la manera de contar, presentar,
considerar o percibir lo que ocurre tal como sucede. A raíz de esto se puede
decir que la postura realista tiene la particularidad de evitar exageraciones: sólo
narra los acontecimientos concretos. Por ejemplo: “Miremos la situación con
realismo: el paciente está grave, pero estamos trabajando para salvarlo” es una
frase que hace referencia al estado de salud de una persona. Si consideramos que
dicha gravedad es comprobable, expresiones como “No tiene nada, en unos días
vuelve a casa” (minimiza la gravedad) o “Ya está perdido, no se puede hacer
nada” (exagera la realidad) no son realistas.
Cabe resaltar que el realismo también identifica una doctrina filosófica que se
caracteriza por resaltar la existencia objetiva de los conceptos de carácter universal.
Desde la perspectiva de la filosofía moderna, el realismo constituye un saber
basado en la idea de que los objetos que pueden percibirse a través de los sentidos
poseen una existencia que resulta independiente respecto de ellos mismos.
En el campo del arte, se conoce como realismo a la estructura estética que busca
surgir como una imitación fiel de la naturaleza. Puede hablarse de realismo pictórico
(el cual pretende plasmar la realidad en cuadros) o realismo literario (cuyos textos
intentan aportar un testimonio sobre una determinada época).
El Idealismo
Como idealismo se designa el conjunto de los sistemas filosóficos según los cuales
la idea es el principio y fundamento del ser y el conocimiento. Su origen se puede
rastrear hasta Platón, quien consideraba que la verdadera realidad era la del mundo
de las ideas, únicamente accesible para la razón.
Como idealismo también denominamos la confianza exagerada o ingenua en los
valores éticos y morales de la sociedad; en la forma de conducirse las personas y
las instituciones según lo justo y lo bueno.
Idealismo en Filosofía
En filosofía, como idealismo se denomina la rama del pensamiento filosófico que
fundamenta sus doctrinas en la preponderancia de las ideas como principio del ser
y el conocer, opuesta al materialismo. En este sentido, para el idealismo los objetos
no pueden existir si no han sido concebidos primero por una mente que esté
consciente de ellos. El término, como tal, fue usado por primera vez en el siglo XVII
para hacer referencia a la filosofía de Platón, según el cual la verdadera realidad la
constituyen las ideas, y no las cosas materiales. Como tal, existen dos variantes del
idealismo: el idealismo objetivo y el idealismo subjetivo.
Idealismo objetivo
Según el idealismo objetivo las ideas existen por sí mismas y solo podemos acceder
a ellas por medio de la experiencia. Algunos filósofos reconocidos en esta corriente
fueron Platón, Leibniz, Hegel o Dilthey.
Idealismo subjetivo
Para el idealismo subjetivo las ideas solo existen en la mente del sujeto, de modo
que sin él no existe un mundo externo autónomo. Algunos filósofos de esta corriente
fueron Descartes, Berkeley, Kant y Fichte.
Vea también Corrientes filosóficas.
Fenomenalismo