Sesgo Cognitivo
Sesgo Cognitivo
Sesgo Cognitivo
En un experimento ideado por Wolfgang Köhler, se pide al sujeto que diga cuál de estas figuras
se llama bouba y cuál kiki. La mayoría de los sujetos le asigna el nombre bouba a la figura de la
derecha, quizá porque los labios se redondean para producir el sonido o porque en el alfabeto
romano, las letras b, o y a tienen una forma más redondeada que k e i (puntiagudas).
La existencia de sesgos cognitivos surge como necesidad evolutiva para la emisión inmediata de
juicios que utiliza nuestro cerebro para asumir una posición rápida ante ciertos estímulos,
problemas o situaciones, que debido a la incapacidad de procesar toda la información disponible
se filtra de forma selectiva o subjetiva.4 Si bien nos pueden conducir a errores que pueden ser
graves, en determinados contextos conducen a acciones más eficaces o permiten adoptar
decisiones más rápidas cuando la inmediatez es el mayor valor (heurística).5
La psicología cognitiva estudia este efecto, así como otras estrategias y estructuras que utilizamos
para procesar la información, habiendo identificado una gran cantidad de ellos, con frecuencia
relacionados entre sí.6
El sesgo cognitivo surge de diversos procesos que a veces son difíciles de distinguir. Estos incluyen
procesamiento de la información mediante atajos (heurística),5 motivaciones emocionales y
morales,7 o la influencia social.8
La noción de sesgo cognitivo fue introducida por Daniel Kahneman y Amos Tversky en 1972,9 y
surgió de su experiencia con la imposibilidad de las personas de razonar intuitivamente con
órdenes de magnitud muy grandes, o anumerismo (innumeracy en inglés).
Los críticos de Kahneman y Tversky, como Gerd Gigerenzer, argumentan que la heurística no
debe llevarnos a definir el pensamiento humano como plagado de sesgos cognitivos irracionales,
sino más bien concebir la racionalidad como un instrumento de adaptación que no se ajusta
idénticamente a las reglas de la lógica formal o de la probabilidad.13 Algunos investigadores
posteriores, tales como David Funder y Joachim Krueger han sugerido la posibilidad de ver los
prejuicios cognitivos no como errores, sino como atajos empleados por los humanos a la hora de
predecir y tomar decisiones, sobre todo cuando no hay mucha información.
Sesgo de autoservicio: es la tendencia a reclamar más responsabilidad para los éxitos que
por los fallos. Se muestra también cuando la gente tiende a interpretar como beneficiosa
para sus propósitos información ambigua.
Entendemos por prejuicio el tomar decisiones sin tener una experiencia propia, un hecho que
evolutivamente parece estar extendido.14
Esto es debido a que al no disponer de información contrastada sino solo disponer de los sesgos
y probabilidades (procedentes de los valores adquiridos) o tópicos inciertos (procedentes de
vagas referencias de otros) reduce, en definitiva, las posibilidades de usar la lógica para tomar
decisiones correctas o para alcanzar la verdad. El cerebro y en general la evolución premia la
supervivencia a corto plazo que nos permita la reproducción. El humano ha evolucionado en otro
tipo de ambiente donde la mejor estrategia es asegurarse a sobrevivir a corto plazo en lugar de
una estrategia a largo plazo de búsqueda de la verdad.
Sin embargo, aunque el prejuicio evolutivo y la intuición puede ser beneficioso en primer lugar
para tomar decisiones rápidas sin información adicional, es un obstáculo para el avance,
adaptabilidad y por tanto supervivencia de una sociedad. Esto es así porque los hechos veraces
conducen a la predictibilidad, la predictibilidad permite la preparación y la creación de
herramientas para el control de los resultados permitiendo cambiarlos, esto se produce gracias
a que bajo premisas verdaderas se puede usar la lógica y el razonamiento.
Una sociedad o cultura que estudia la verdad, será más capaz de predecir y cambiar su futuro,
esta posibilidad proporciona una gran ventaja de supervivencia. Así, una sociedad ve limitada el
acceso a la verdad cuando ignora sus prejuicios. Esto no excluye que sea posible usar la verdad
para planear malos escenarios futuros, por eso son importantes los mecanismos de control. Pero
entonces la causa del problema sería "la aplicación" realizada y no la disponibilidad de la verdad.
El conocimiento y manera de pensar tendenciosos deben separarse de los actos prejuiciosos que
son los que producen una ética reprobable. Así, por ejemplo, la ciencia nos dice que existe
el planeta Urano, pero ya desde la infancia y sin comprobarlo porque se ha recibido sin razonarlo
a una edad temprana, se cree de manera preferente en su existencia. El no comprobarlo
científicamente el individuo es un acto que evita el gasto energético y de tiempo, de comprobarlo
y que además proporciona estabilidad social.
Hoy en día se vive del prejuicio informativo de muchas fuentes porque el trabajo
necesario de comprobarlo nos impediría vivir en sociedad. Por tanto, se ha hecho
inevitable basarse en suposiciones, prejuicios o probabilidades, que la conciencia decide
sesgar de una manera u otra en función de resultados anteriores, sin embargo, si nadie
comprobara de manera regular la veracidad de la información, cuando la propia vida o
una decisión depende de dicha veracidad, estaríamos hablando de un acto prejuicioso
o negligencia. Así el acto de evitar la experimentación o no verificar la información desde
una perspectiva informada y protegida, es un acto prejuicioso que en tal caso, sería
reprobable. No es un acto negativo el pensar cautelosamente de manera prejuiciosa.
Al mismo tiempo, independientemente del cariz ético que adopta en la sociedad debido
a la existencia de grupos sociales específicos, no solo el prejuicio sino los actos
prejuiciosos han sido inevitables, ya que siempre ha sido necesario convencer a los aliados
para dar incluso su vida por una causa que no es comprobable o que no sería viable
comprobar dado el tiempo y número de personas que se necesitan. Los medios de
información son los que ponen pruebas indirectas, y por tanto falsificables, que informan
al grueso de la población.
Bajo esas premisas, la supervivencia, en un sentido evolutivo, pasa por adelantarse y asegurarse
independientemente o sin tener en cuenta la veracidad de la información. Este conflicto entre la
ética y lo que razonadamente debería hacerse y entre el egoísmo psicológico y lo que es más fácil
y seguro para la propia supervivencia, es lo que, en función de los recursos, se da todos los días.
Eliminar los actos prejuiciosos y evitar la negligencia mediante la comprobación implica evitar en
cierta medida el respetoo autocensura de las creencias establecidas, si esto quiere decir dejar de
criticarlas. De hecho, la fortaleza de una creencia es mayor cuanto mejor ha solucionado el
problema.