Sistema Politico Pia
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17 Noviembre de 2020
INTRODUCCION
Este ensayo presenta un análisis del sistema presidencial mexicano desde una
perspectiva constitucional. Se hace especial referencia a la concentración del poder
presidencial y a las relaciones entre el Congreso y el gobierno. Asimismo, El concepto
vertical del poder en México no ha sido modificado de manera significativa desde su
versión original de 1917, por lo que se hacen ostensibles las contradicciones entre las
instituciones electorales democráticas, de cuño más o menos reciente, y la tradicional
irresponsabilidad política propia de los esquemas autoritarios del poder. En la parte final
del ensayo, formulo una sucinta referencia a las reformas constitucionales que se hacen
necesarias para introducir la racionalidad democrática en el sistema presidencial
mexicano.
LA INSTITUCION PRESIDENCIAL
El inicio de este gobierno ha sido muy controvertido, por lo menos en las redes sociales.
Hay quienes continúan teniendo fe y esperanza en este gobierno, pero también quienes
exhiben su animadversión en contra del presidente López Obrador, rescatando
promesas de campaña y contrastándolas con las decisiones que hoy se están tomando.
A final de cuentas, todo esto es parte de las reglas de operación de la democracia que
tenemos. Sin embargo, es muy importante delimitar los alcances que deben tener las
críticas en contra del presidente.
Debemos entender que la investidura presidencial genera una autoridad moral que
respalda la autoridad de las instituciones que operan toda la estructura política y social
del país.
Sin embargo, no son lo mismo. Las personas cambian y son renovadas cada seis años,
pero la institución presidencial permanece indefinidamente.
Hay personas que le dan dignidad y categoría a la institución presidencial, pero otras no.
Los amigos del presidente de la república no tienen que ser forzosamente amigos de
México. El caso de nuestro viraje afectivo hacia Nicolás Maduro, lo confirma.
Maduro puede ser amigo de ellos, pero eso no debe representar un espaldarazo a su
gobierno. En estricto sentido debe haber una visión institucional, como país, respecto a
nuestra relación diplomática, aunque subsista la relación interpersonal entre los
mandatarios.
Si México fuera un país de instituciones autónomas, los afectos presidenciales no
debiesen traducirse en acciones de gobierno, como está sucediendo.
Ahora el nuevo gobierno mexicano retiró su apoyo a la declaración del Grupo de Lima,
conformado por los países Latinoamericanos que no reconocerán el mandato de Nicolás
Maduro.
Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México,
Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía integran el Grupo de Lima, creado en
2017.
Si las elecciones de Venezuela, en las que se reelige Nicolás Maduro en 2018, fueron
fraudulentas, México no debe reconocerlo, pues su compromiso debe ser guiarse por
principios y valores y no por simpatías personales.
La intención de los constituyentes fue evitar que los integrantes del Congreso y el
presidente tuvieran una fuente análoga de legitimidad plebiscitaria que los pudiera
enfrentar,5 generando una situación de desventaja para el órgano de representación
política, por su naturaleza colegiada, frente al órgano del poder decisorio de carácter
unitario. Aunque el Constituyente mexicano de 1824 no debatió acerca de este asunto,
aplicó no obstante una mecánica electoral similar, con las particularidades ya señaladas.
A pesar de los múltiples problemas a los que ha dado lugar el sistema de elección
indirecta en segundo grado del presidente de Estados Unidos, el sistema se ha
conservado.6 Las discusiones que se han producido después de procesos como el de
2000, han exhibido los defectos del sistema imperante, pero cuando se han evaluado las
posibilidades de la elección popular directa y el impacto que tendría en la mayor
concentración del poder en la presidencia, se ha optado por dejar que se apacigüen los
efectos de los comicios, en lugar de exponerse a las consecuencias de la presidencia
plebiscitaria.
Diversos líderes han dejado su huella en México a través de sus ideales, pensamientos
patrióticos o gestiones durante sus Gobiernos, como el militar y expresidente Lázaro
Cárdenas (1934-1940).
Cárdenas fue un gran estadista, recordado como un fiel luchador de la Revolución
Mexicana, defensor de la justicia y la igualdad de derechos para todo el pueblo.
Además, ejerció como gobernador de Michoacán y ganó las elecciones presidenciales
de 1934. Posteriormente, creó el Partido Revolucionario Mexicano (PRM) que incluyó a
quienes se sentían identificados con pensamientos progresistas.
Cárdenas promovió la educación y la cultura en México.
Legalización del petróleo A través de la legalización del petróleo, los mexicanos tuvieron
más acceso al combustible y evitaron que manos extranjeras se apropiaran de él. Esta
medida permitió brindar mayores ofertas de empleo y mejoras salariales a trabajadores.
Reforma agraria Parte del progreso económico del país fue la reforma agraria, la cual
ordenaba la repartición de las tierras entre los campesinos. Esto disminuyó los
desacuerdos comerciales entre ellos.
APORTACIONES AL SISTEMA POLITICO MEXICANO DE PLUTARCO ELIAS
CALLES
Manuel Ávila Camacho nació en Teziutlán, Puebla, el 24 de abril de 1897 y sus padres
fueron Manuel Ávila Castillo y Eufrosina Camacho Bello. Fue un destacado militar,
político y presidente de los Estados Unidos Mexicanos desde el 1 de diciembre de 1940
hasta el 30 de noviembre de 1946. Fue denominado por los ciudadanos como el
“presidente caballero” debido al compromiso de libertad que adquirió para su país.
Bajo la militancia del Partido de la Revolución Mexicana (PRM), los elementos más
relevantes de su presidencia fueron el cambio del poder militar al ciudadano, el fin del
anticlericalismo de confrontación, la disminución de los ideales socialistas y la unión de
relaciones laborales con Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
La toma del poder ocurrió el 1 de diciembre de 1940 y, a partir de entonces, se hizo cargo
de las rivalidades políticas internas del país debido a los sucesos el día de las elecciones.
Además, debió lidiar con factores externos, como las consecuencias de la Segunda
Guerra Mundial.
Su modelo de gobierno estuvo caracterizado por una política moderada y centrista, con
la cual buscó la unidad nacional. Para ello, el 15 de septiembre de 1942 convocó una
asamblea con los expresidentes de México.
Estos expresidentes fueron Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil,
Pascual Ortiz Rubio, Abelardo L. Rodríguez y Lázaro Cárdenas.
El objetivo era crear diálogos entre los distintos pensamientos; así, logró el apoyo de
organizaciones de distintos ámbitos y su popularidad aumentó. La tendencia del gobierno
avillista presentó un modelo económico capitalista que impulsó a la clase burguesa, a
pesar de que en un punto la moneda sufrió una devaluación que ocasionó una crisis
inflacionaria. Sin embargo, la nación se vio favorecida de materias primas agrícolas y
minerales con las que se producían materiales de guerra. Por ello, se dotaron
maquinarias industriales, agrícolas y de minería.
Además de por la obvia relación de amistad, Cárdenas aseguraba apoyar a Ávila por
considerarlo un militar con patriotismo, compromiso y entrega por su país. Ante esto,
Múgica renunció a su candidatura, dejando así a Ávila como aspirante oficial a la
presidencia.
El 7 de julio de 1940 se eligió a Ávila como presidente, con 2476641 votos para su
elección. Sin embargo, en el desarrollo de las elecciones se dieron enfrentamientos entre
los militantes del partido de Almazán y de Ávila.
Ningún tema de la política mexicana recibió más atención en 1981 que el papel del
tecnócrata. La influencia de la tecnocracia en el Estado mexicano tiene consecuencias
generalizadas, entre las cuales señalamos: cambios en las pautas de reclutamiento
político, alteraciones en la socialización de los dirigentes políticos, mayor importancia de
las carreras profesionales para avanzar dentro del sistema político y, muy
significativamente, ajustes en la estabilidad del Estado. Para cualquier análisis del papel
cambiante que desempeña el tecnócrata en la política mexicana es decisivo el significado
que diversos autores atribuyen a este tipo de individuo. En consecuencia, este ensayo
analiza la conceptualización del tecnócrata, procura presentar una definición operativa
del tecnócrata en el contexto mexicano, suministra alguna evidencia empírica de la
presencia del técnico en la política mexicana y analiza las consecuencias de dicha
tendencia para el sistema político. El tecnócrata en México ha sido conside rado desde
varios puntos de vista. Entre las características más importantes utilizadas para
diferenciar al tecnócrata de su contraparte política en la administración pública se
cuentan su educación, su curriculum profesional, sus medios de reclutamiento y su
fuente de influencia. Como ha dicho Merilee Grindle, las características que se atribuyen
por lo general al técnico son que posee conocimientos especializados, se incorpora a su
carrera y avanza en ella a través de criterios universalistas de evaluación, es apolítico y
se considera por encima de la política, toma decisiones sobre la base de la racionalidad
y la eficiencia, tiende con frecuencia a subestimar la necesidad de tener en cuenta en su
trabajo aspectos de relaciones humanas y política y tiene una influencia cada vez mayor
en la acción política La primera característica generalmente atribuida al tecnócrata
político, como aquí lo llamaremos, es que adquirió cierto conocimiento especializado que
lo capacita para la posición en la cual tiene responsabilidades. La capacidad se adquiere
de diversas maneras, entre las cuales se cuentan la educación, la capacitación en el
trabajo y la carrera profesional. El supuesto de que la capacidad del individuo
corresponde a la posición que éste ocupa, todo al mismo tiempo, es ingenuo y de escaso
valor para comprobar su importancia para definir al tecnócrata. Por lo tanto la capacidad,
si es que ha de tener algún valor para comprender la función y definición del tecnócrata
político, y para que pueda ser comprobada empíricamente, debe ser examinada en un
largo período de tiempo para que se hagan visibles las tendencias en este tipo de
liderazgo. Ningún observador sagaz del sistema político mexicano dirá que, aun cuando
podamos definir a los técnicos políticos, e incluso cuando un individuo cumpla las
condiciones que debe satisfacer ese tipo de político, ocupara siempre la posición que
corresponda a sus conocimientos o capacidades especiales. Lo que diríamos, en
cambio, es que desde los años treinta el especialista ha estado presente en el escenario
político, que tiende a aumentar dentro del sistema político mexicano, que es poco
probable que esta tendencia se invierta y que dicha especialización puede producir
muchas consecuencias en el sistema político.
CONCLUSIÓN
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