Herrera, B., Valenzuela, Y. y Vergara, M - Noaccesible
Herrera, B., Valenzuela, Y. y Vergara, M - Noaccesible
Herrera, B., Valenzuela, Y. y Vergara, M - Noaccesible
FACULTAD DE MEDICINA
CARRERA DE FONOAUDIOLOGÍA
Profesora guía
Flga. Viviana García
“Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga”
Mahatma Gandhi
Agradecimientos a ti, mamá, porque siempre has creído en mí; sin ti yo no hubiera logrado
nada. Te lo debo todo.
A Esteban, por estar incondicionalmente en las buenas y en las malas.
A mis amigas y hermana por hacer de la época universitaria la mejor etapa de mi vida.
RESUMEN
INTRODUCCIÓN 1
I. MARCO TEÓRICO 3
1. DEGLUCIÓN Y DISFAGIA 3
1.1 Fisiología de la deglución 4
1.1.1 Etapa preparatoria oral 4
1.1.2 Etapa oral 5
1.1.3 Etapa faríngea 6
1.1.4 Etapa esofágica 7
1.2 Control neurológico de la deglución 8
1.3 Fisiopatología de la deglución 9
1.3.1 Epidemiología de la disfagia 11
1.3.2 Tipos de disfagia 11
1.3.3 Grados de disfagia 12
1.3.4 Disfagia orofaríngea neurogénica 14
2. EVALUACIÓN 14
2.1 Evaluación clínica 15
2.2 Evaluación instrumental 17
3. NASOLARINGOFIBROSCOPÍA 19
3.1 Descripción del procedimiento 19
3.2 Comparación entre nasolaringofibroscopía y 22
videofluoroscopía
4. LOS TRASTORNOS DE LA DEGLUCIÓN EN 23
DIFERENTES AFECCIONES NEUROLÓGICAS
4.1 Disfagia y Accidente Cerebrovascular (ACV) 24
4.2 Disfagia y Traumatismo Encéfalo Craneano (TEC) 26
4.3 Disfagia y Enfermedad de Parkinson (EP) 27
4.4 Disfagia y Enfermedad de Alzheimer (EA) 27
4.5 Disfagia y Esclerosis Múltiple (EM) 28
4.6 Disfagia y Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) 29
4.7 Disfagia y Miastenia Gravis 30
4.8 Disfagia y Tumores Cerebrales 31
II. MARCO METODOLÓGICO 32
1. Planteamiento del problema 32
1.1 Pregunta de investigación 32
1.2 Justificación 33
2. Objetivos 34
2.1 Objetivo general 34
2.2 Objetivos específicos 34
3. Tipo de estudio 34
3.1 Enfoque 34
3.2 Alcance 35
3.3 Diseño 35
4. Descripción de las muestras 36
5. Unidades de información 39
6. Categorías 40
7. Instrumento de recolección de información 41
8. Herramientas 42
9. Trabajo de campo 43
10. Materiales 45
III. RESULTADOS 47
1. Juicio de expertos 47
2. Pilotaje 56
IV. DISCUSIÓN 60
V. CONCLUSIÓN 66
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 68
ANEXOS 77
RESUMEN
En cuanto a los resultados de la creación del protocolo, se concluyó que todas las
modificaciones sugeridas por los profesionales entrevistados fueron indispensables para lograr
un instrumento de evaluación que incluyera contenidos clínicos e instrumentales para el
diagnóstico de la disfagia. Por último, las investigadoras valoran la participación de los
profesionales otorrinolaringólogos y fonoaudiólogos en la evaluación de la deglución, pues sus
aportes y los esfuerzos puestos en la creación del instrumento podrán beneficiar a otros
pacientes gracias al manejo interdisciplinario de la información proporcionada por este
protocolo.
In relation to the results of the protocol creation, it was included that all the
modifications suggested by the interviewed professionals were indispensable for obtaining an
evaluation instrument that includes clinical and instrumental content for the diagnosis of
dysphagia. Finally, the researchers appreciate the participation of the professional
otolaryngologists and speech therapists in the evaluation of the swallowing, because their
input and effort used in the creation of the instrument will benefit other patients thank to the
interdisciplinary information management provided by this protocol.
1. DEGLUCIÓN Y DISFAGIA
La deglución es un proceso que ha sido descrito por diversos autores. Furkim (2010)
plantea una definición que abarca las aristas relevantes para establecer la normalidad del
proceso y así comprender los trastornos posibles que se presenten. Para esta autora, la
deglución es definida como:
De acuerdo a lo planteado por Furkim (2010), la eficiencia del acto deglutorio depende
de una compleja acción neuromuscular (que incluye sensibilidad, percepción de sabor,
propiocepción, movilidad, amplitud y precisión de movimientos, tono y tensión muscular de
los treinta músculos involucrados), más allá de la intención de alimentarse. Este proceso
necesita una integración de varios sistemas neuronales, vías aferentes, integración de los
estímulos en el sistema nervioso central, vías eferentes, respuestas motoras e integración de las
estructuras involucradas (Furkim, 2010).
El objetivo de la etapa preparatoria oral es manipular los alimentos hasta formar un bolo
que tenga una consistencia apropiada para la deglución. En ella influyen diversas estructuras
(labios, dientes, mejillas, mandíbula y paladar) que variarán su motricidad según la
consistencia del alimento. Esta etapa comienza con el ingreso del alimento a la boca e incluye
la manipulación, masticación y posicionamiento final del bolo en la cavidad oral para que sea
transportado hacia la faringe. Asimismo, los nervios craneales; trigémino V, facial VII,
glosofaríngeo IX, accesorio XI e hipogloso XII, participan en el control y coordinación de las
acciones neuromusculares (Florín & cols, 2004).
En la etapa preparatoria oral participan, en conjunto, la función masticatoria, la
musculatura facial (temporal, masetero, bucinador, pterigoideos y suprahioideos) y la
musculatura lingual (17 músculos), que efectúan la segmentación, el movimiento y la
contención del alimento dentro de la cavidad oral con el fin de formar el bolo. Paralelo a esta
etapa se encuentran actuando los músculos orbiculares cuya función es el selle de los labios
formando así el primer esfínter del sistema deglutorio. Son los músculos masticatorios los que
ejercen una fuerza de transferencia hacia la mandíbula que se articula en movimientos de
apertura, cierre y rotación -proyección, retroproyección y lateralidad- (Terré, 2009).
Una vez formado el bolo, la parte posterior de la lengua se eleva contra el paladar blando
el cual desciende por acción del músculo palatogloso para evitar que el bolo caiga
prematuramente, es así como se forma el segundo esfínter cerrando de forma efectiva la parte
posterior de la cavidad oral. La lengua inicia una serie de movimientos finos para recoger
restos de alimento que puedan encontrarse esparcidos en las estructuras de la cavidad oral
hasta llegar a cohesionar el bolo antes de la siguiente etapa. El tamaño del bolo es apropiado
con relación a la viscosidad, así a mayor viscosidad del alimento menor será el volumen del
bolo. Esta etapa finaliza al posicionar el bolo en la parte posterior de la lengua y paladar, en un
tiempo aproximado de 1 a 20 segundos, lo que varía dependiendo de la edad y la consistencia
alimenticia (Alvarez & Buritica, 2009). Durante esta etapa, la laringe y la faringe están en
reposo por lo que la respiración es normal (Bernabeu, 2002).
Furkim (2010) señala que la etapa oral comienza cuando el bolo es recogido por la
lengua con movimientos ondulantes en sentido anteroposterior, mientras el ápice lingual se
posiciona en las rugas palatinas generando una fijación funcional anterior. El dorso de la
lengua se eleva para presionar el bolo contra el paladar separando la cavidad oral de la faringe
para luego desplazarlo hacia posterior. Una vez posicionado el bolo será controlado en la
cavidad oral por el ajuste del tono de la musculatura; según el volumen enviado hacia la
faringe, puede haber una sutil modulación de la fuerza en la apertura de la transición
farinfoesofágica (en Fernandes & cols, 2010).
Esta etapa finaliza cuando se dispara el reflejo deglutorio (Bernabeu, 2002). Tiene una
duración entre 0.7 a 1.2 segundos y se considera voluntaria, participando los nervios craneales
trigémino V e hipogloso XII (Florin & cols, 2004).
No se tiene certeza acerca del momento en que se inicia la etapa faríngea; sin embargo,
Macedo (2000) menciona que algunos autores coinciden en que la etapa faríngea comienza
cuando el bolo alimenticio alcanza el pilar amigdalino anterior. Coincidiendo con esa
propuesta Bleeckx (2004), agrega que: “Cuando los alimentos alcanzan el istmo de las fauces
se desencadena el llamado reflejo de la deglución, que condiciona una serie de actos
coordinados que protegen la vía respiratoria y aseguran la progresión del bolo alimenticio”
(Bleeckx, 2004: 7).
Mora, Aldea y Bernages (2003) plantean que a medida que el bolo entra en la faringe, la
laringe asciende por acción de los músculos suprahioideos: milohioideo, estilohioideo y
digástrico; y se anterioriza por la acción del músculo genihioideo. Este movimiento de la
laringe provoca una presión negativa a nivel de la hipofaringe, que succiona el bolo
caudalmente y además colabora en la apertura del esfínter esofágico (en Suarez & cols, 1999).
La etapa esofágica es la responsable del transporte del bolo alimenticio desde el esófago
al estómago. El bolo alimenticio entra al esófago gracias a la apertura del esfínter
cricofaríngeo y es llevado hacia el estómago por los movimientos peristálticos descendentes.
Es una etapa inconsciente e involuntaria y dura de 8 a 20 segundos siendo la etapa con mayor
duración en el proceso de la deglución (González & Bevilacqua, 2009).
Jean (2006) postula que el NTS recibe aferencias de los receptores orofaríngeos
(mecánicos, térmicos y químicos) y fibras descendentes de la corteza y centros subcorticales,
los que determinan, respectivamente, el inicio reflejo y voluntario de la deglución. Cuando la
deglución es activada, la cascada secuencial de movimientos de la deglución no varía de
manera significativa, independiente del bolo resultante y del tipo de disfagia. Ésto es una de
las evidencias que apoya la existencia de un centro generador del patrón deglutorio (CGP),
que se hallaría en la formación reticular adyacente al NTS y al núcleo ambiguo (NA) del bulbo
raquídeo.
- Disfagia mecánica (orgánica): las causas habituales son estenosis benignas de distinta
naturaleza y neoplasias (incluyendo el carcinoma). En el adulto, el lumen esofágico puede
distenderse hasta un diámetro de 4 cm por lo que, cuando el esófago no es capaz de dilatarse
más de 2.5 cm de diámetro, puede aparecer disfagia para consistencias sólidas (Ruiz & cols,
2001).
Macedo (1998), también presenta otra clasificación desde el punto de vista del
compromiso de los componentes musculares y sensoriales (en Zambrana-Toledo, 2001):
Este tipo de disfagia presenta dos riesgos a considerar para la seguridad de los pacientes:
b) La aspiración que corresponde a la entrada del alimento en la laringe, por debajo del
nivel de las cuerdas vocales; puede ser clínica o silente, es decir, asintomática, en función de
la indemnidad de la sensibilidad laríngea, del reflejo tusígeno y de los mecanismos de
limpieza traqueal (Ramsey et al, 2005).
2. EVALUACIÓN
Una serie de signos permiten sospechar sobre la presencia de disfagia, los que han de
considerarse al evaluar la deglución. Estos son: historia de neumonía recurrente y aumento de
las secreciones bronquiales, cambios en la cualidad de la voz (voz húmeda), tos o ausencia del
reflejo tusígeno, escape oral del alimento, drenaje por el traqueostoma o por la cavidad nasal -
regurgitación- (Leder & Espinosa, 2002).
Al construir la historia clínica del paciente en la anamnesis, los datos que han de
considerarse según Bernabeu (2002), son:
- Estado cognitivo que le permita colaborar y seguir instrucciones (Según Nazar -2009-,
el 13 a 19% de los pacientes no cumplen este criterio).
Existen diversas técnicas instrumentales que permiten evaluar los aspectos fisiológicos
de la deglución. Dentro de las más comúnmente utilizadas se encuentran:
Una vez observadas las estructuras y sus características, se iniciará la exploración con
una deglución seca, observando el manejo de la saliva, aparición de tos y capacidad para
aclarar la garganta después de la deglución. Si se considera segura, se proseguirá la
exploración con alimento, en general se evalúan diversas viscosidades o consistencias (papilla,
sólido y líquido) con bolos de volúmenes crecientes (3, 5, 10 y 15 ml), a los cuales se les
aplica tinción azul con algún colorante de origen vegetal; de esta forma contrastará con el
color de la mucosa y de las secreciones del tracto. Para efectos de este estudio, los volúmenes
a emplear son 1, 3 y 5 ml., dado que corresponden al modo en que se otorga el alimento al
paciente (en cuchara pequeña). Se solicita al paciente mantener el bolo en la boca durante unos
segundos y a continuación se le indica que degluta, para poder observar la parte posterior de la
lengua evaluando el sello gloso-palatal y la posible caída de parte del bolo teñido dentro de la
vía aérea -aspiración predeglutoria- (Terré, 2009). Cabe destacar que es imposible visualizar
directamente la aspiración de alimento con este procedimiento.
- Penetración laríngea: entrada de alimento al vestíbulo laríngeo, por sobre el nivel de las
cuerdas vocales verdaderas.
Las ventajas del FEES en relación a la videofluoroscopía son: no irradia; evalúa las
cuerdas vocales y anatomía orofaríngea; explora la sensibilidad de las estructuras laríngeas y
faríngeas (Aviv et al, 1996); es portátil pudiendo realizarse al lado de la cama del paciente;
mínimamente invasivo y de bajo costo (Vandemeulebroecke et al, 2007). Por último, es un
examen bien tolerado por el paciente, por lo que es posible repetirlo fácilmente (Velasco &
cols, 2007).
Existe una extensa variedad de trastornos neurológicos que pueden causar disfagia
orofaríngea (Daniels, 2006); estos pueden ser clasificados como degenerativos y no
degenerativos. De acuerdo a su presentación clínica, dichos trastornos son subclasificados
según los componentes funcionales del proceso de deglución que afecten preponderantemente
en cada uno de ellos o a la reversibilidad del cuadro. Sin embargo, la alteración neurológica de
la deglución no es específica del trastorno que la determina (González & Bevilacqua, 2009).
A continuación, serán abordadas las enfermedades neurológicas que cursan con trastorno
de la deglución, las cuales se presentan en pacientes hospitalizados en los servicios de salud
de Chile.
Según Bernabeu (2002), al momento del disparo del reflejo de deglución faríngea, los
pacientes con este tipo de lesiones usualmente presentan:
- Área bulbar: se presenta como una disfagia severa, inicialmente hay ausencia del
reflejo faríngeo. Luego de dos semanas aparece el reflejo deglutorio con un significativo
retardo en el inicio de 10 a 15 segundos o más, reducida elevación laríngea, parálisis faríngea
uni o bilateral (Logemann, 1998).
Los pacientes que han sufrido un TEC pueden presentar dificultad para deglutir con
distintas características según la localización de las lesiones; aun así Aguilar (2006) propone,
de acuerdo a estudios videofluoroscópicos, alteraciones en la deglución desde la más frecuente
a la menos frecuente:
- Apraxia de la deglución.
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad del Sistema Nervioso Central (SNC)
que afecta al cerebro y la médula espinal. Se considera una enfermedad desmielinizante por
lesiones limitadas a la sustancia blanca del SNC y pérdida de la mielina (Peña & Machica,
2009). Evoluciona de forma crónica, habitualmente, con un curso de brotes y remisiones de
los signos y síntomas. Afecta a personas jóvenes y su etiología es autoinmune (Terré-Boliart
& cols, 2004).
Esta patología se presenta de dos formas dependiendo del nivel afectado, con las que se
inician los signos y síntomas. En su forma espinal (más frecuente), suele cursar inicialmente
con debilidad muscular asimétrica, atrofia muscular, fasciculaciones, espasticidad y
calambres. En su forma bulbar, produce problemas para articular las palabras, disfagia y
sialorrea por afectación motora de los pares craneales V, VII, X, XI y XII. No obstante, en la
enfermedad avanzada, la disfagia aparece igualmente en las formas espinales, por lo que se
requiere un manejo similar a la forma bulbar (Puling & Prosiegel, 2002).
- Menor control del bolo en la cavidad oral (inicialmente existe más dificultad con
alimentos espesos).
- Movimientos de la lengua lentos y débiles, que además empeoran con las degluciones
sucesivas.
Daniels (2006), plantea que los tumores cerebrales pueden dar lugar a disfagia
dependiendo de qué región del cerebro esté afectado. Histológicamente, los tumores cerebrales
pueden ser benignos o malignos; sin embargo, el área que abarque el tumor, junto con la
naturaleza de éste, puede provocar una disfunción neurológica significativa; conduciendo a la
presencia de disfagia cuando el tumor daña regiones cerebrales implicadas en la deglución. A
diferencia de las etiologías agudas de la disfagia, los trastornos de la deglución secundarios a
un tumor cerebral pueden ser progresivos a medida que aumenta la invasión tumoral. Cabe
destacar que las modalidades de tratamiento para el tumor incluyendo la cirugía y la
radioterapia pueden afectar la deglución.
Los contenidos expuestos en este apartado teórico son necesarios para comprender la
importancia de la deglución, su evaluación y diagnóstico. En el caso que se presente disfagia
orofaríngea en pacientes con afecciones neurológicas, la evaluación de la deglución tiene
como objetivo establecer las indicaciones que propicien una alimentación segura y nutrittiva.
Este apartado otorga las bases teóricas necesarias para comprender el estudio que se presentará
a continuación.
II. MARCO METODOLÓGICO
1.2 Justificación
3. Tipo de estudio
3.1 Enfoque
El enfoque del estudio es cualitativo, puesto que “se basa en métodos de recolección de
datos sin mención numérica, como las descripciones y las observaciones. (…) Su propósito
consiste en “reconstruir” la realidad tal y como la observan los actores de un sistema social
previamente definido” (Hernández & cols, 2003:5). Para este estudio, se determinaron las
categorías del protocolo recabando información bibliográfica actualizada y protocolos de
evaluación ya existentes. Además, se recabó información a través de entrevistas realizadas a
expertos en el área de la deglución y a profesionales participantes en el proceso de pilotaje.
3.2 Alcance
El alcance del estudio es descriptivo, puesto que “en un estudio descriptivo se selecciona
una serie de cuestiones y se mide o recolecta información sobre cada una de ellas, para así
(valga la redundancia) describir lo que se investiga.” (Hernández & cols, 2006:102). En el
caso de nuestro estudio, se busca describir los procesos a seguir para evaluar la funcionalidad
de la deglución a través de la nasolaringofibroscopía, estudiando las características relevantes
que deben ser incluidas y consideradas para llegar al diagnóstico de disfagia.
3.3 Diseño
En la actualidad, existen ocasiones en las que la evaluación clínica del paciente con
disfagia no basta para la confirmación diagnóstica, lo cual dificulta la toma de decisiones por
parte de los profesionales de salud. Es por esto, que se requiere una evaluación instrumental
que ayude a los profesionales a especificar las alteraciones deglutorias del paciente
hospitalizado. En consecuencia, la presente investigación busca guiar la evaluación de la
deglución incluyendo criterios clínicos e instrumentales por medio de la
nasolaringofibroscopía, fomentando así, un trabajo interdisciplinario.
4. Descripción de las muestras
Criterios de inclusión
Criterios de exclusión
Criterios de inclusión
Criterios de exclusión
Criterios de inclusión
Criterios de exclusión
5. Unidades de información
b) Investigadora.
c) Fonoaudiólogo.
d) Otorrinolaringólogo.
- Proceso de deglución.
- TQT: salida de secreciones por cánula post deglución y secreciones aspiradas por
kinesiólogo post deglución.
- Diagnóstico.
- Indicaciones.
Una vez establecida la disponibilidad y el interés por parte del personal, se obtuvieron
las autorizaciones a través de cartas dirigidas a los Jefes de los Servicios que podrían verse
involucrados en la aplicación del proceso de pilotaje (servicios de: Neurología,
Otorrinolaringología, Neurocirugía y Unidad de Cuidados Intermedios -UCIM-). Luego de
haber reunido las cartas autorizadas, se adjuntaron a una solicitud de autorización dirigida al
Comité Científico del Hospital. Este Comité nos convocó a una reunión donde se expuso la
investigación, la que tuvo como resultado la aprobación de este estudio, que se materializó por
medio de una carta.
Las investigadoras fueron las encargadas de reestructurar la versión inicial del protocolo
utilizando la bitácora del juicio de expertos, donde se seleccionaron los aportes que se
consideraron relevantes. Además de estos cambios, se realizaron nuevos aportes por parte de
las investigadoras, los que fueron obtenidos a través de una reunión que se transcribió
conformando la segunda bitácora. Ambas bitácoras constituyeron la base para la creación de
una segunda versión del protocolo, la que posteriormente se aplicó en el proceso de pilotaje.
Luego del proceso evaluativo, se realizó una entrevista a cada profesional donde
contestaron las preguntas referentes al protocolo y su aplicación en el pilotaje. Las respuestas
se registraron en formato de audio y posteriormente, fueron transcritas conformando la cuarta
bitácora. Finalmente, las observaciones obtenidas constituyeron la versión definitiva y final
del protocolo de evaluación funcional de la deglución con nasolaringofibroscopía.
10. Materiales
- Vasos plásticos.
- Bajalenguas.
- Émbolos.
- Hisopos.
III. RESULTADOS
1. Juicio de expertos
Los cambios aplicados al protocolo mencionados con mayor frecuencia por parte de
los fonoaudiólogos fueron los siguientes: adaptar más el protocolo al quehacer
fonoaudiológico, agregar anatomía y funcionalidad de los órganos fonoarticulatorios, adaptar
el protocolo a modalidad check list, agregar categoría de pruebas terapéuticas en formato
abierto, modificar el protocolo para que sea lo más corto posible, agregar parálisis o paresia de
cuerda(s) vocal(es), establecer que el cuff debe desinflarse previo a la evaluación, consignar la
frecuencia diaria del cuff inflado y cambiar la palabra “secreciones” por “alimento” en
categoría de evaluación con alimento en traqueostomía.
Los cambios aplicados al protocolo mencionados con mayor frecuencia por parte de los
otorrinolaringólogos fueron los siguientes: mencionar y definir vía y consistencia de
alimentación, mencionar consistencia de medicación, agregar ítem de derivación a terapia
fonoaudiológica, establecer qué zonas anatómicas se deben estimular para evaluar
sensibilidad, establecer dos diagnósticos (otorrinolaringológico y fonoaudiológico), agregar
derrame posterior, especificar en qué estructura anatómica se presenta el edema, establecer
que el cuff debe desinflarse previo a la evaluación, sólo poner “penetración” y eliminar
“traumatismo por intubación”.
Los cambios aplicados al protocolo mencionados por parte de las investigadoras fueron
tanto de contenido como de forma. Los cambios de contenido son los siguientes: indicar “vía”
y “consistencia” previas a la evaluación, establecer si el paciente presenta un hemicuerpo
afectado (derecho o izquierdo) y en qué forma (hemiparesia y/o hemiplejía), establecer tipos
de afasia y establecer control de temperatura. Los cambios de forma son los siguientes: mover
“fonoaudiólogo” y “otorrinolaringólogo” al final del protocolo y agregar nombre y firma de
los profesionales, eliminar "anterior (desde-hasta)" en categoría de traqueostomizados, agregar
en escala de manejo de secreciones “con rebasamiento" en grado 3, unificación de etapas de
la deglución en "proceso de deglución", consignar “presente (especificar consistencia)” y
“ausente” en categoría de evaluación con alimento en traqueostomía, ubicar la categoría de
saturación antes de “evaluación clínica fonoaudiológica” y agregar “otros” a ítem de “vía” y
“consistencia” de alimento en la categoría de indicaciones.
2. Pilotaje
A continuación, se presenta la Tabla 4 que contiene todas las sugerencias otorgadas por
el par evaluador (fonoaudióloga y otorrinolaringólogo) entregadas en entrevista realizada
luego del proceso de pilotaje y que se aplicaron en su totalidad.
El otorrinolaringólogo en las
categorías correspondientes a
evaluación
otorrinolaringológica no
agregaría ningún aspecto
evaluativo al protocolo.
Pregunta 8: Los profesionales no “…No”. (cod. 107 (a))
¿Quitaría algún aspecto quitarían ningún aspecto “…Tampoco le quitaría ninguna cosa”.
evaluativo del protocolo? evaluativo del protocolo. (cod. 107 (b))
Pregunta 9: Los profesionales consideran “…Sí, para la descripción de las cuerdas y
¿Considera los resultados que los resultados obtenidos todo el tema y porque posibilita en el fondo
obtenidos a través del a través del protocolo son tratar de hacer algunas maniobras cuando se
protocolo una orientación una orientación para el hace en conjunto”. (cod. 108 (a))
para el tratamiento? tratamiento. “…Lógicamente tiene importancia lo que se
logra con la aplicabilidad del protocolo”.
(cod. 108 (b))
Comentarios generales La fonoaudióloga considera “…Pienso que de alguna manera tendría que
que el protocolo debería tener un resumen, como los protocolos que
tener un apartado de usan las nutricionistas, que es una hoja que
resumen, el cual se se pega en la ficha y abajo viene un resumen
adjuntaría a la ficha clínica. pequeño de la evaluación”. (cod. 109)
Los profesionales consideran “…El tema de rellenarlo pienso que el
que es necesario optimizar el trabajo en conjunto igual es difícil cuando
trabajo dual a través de un no se está acostumbrado a hacer (…)
entrenamiento previo y la Lamentablemente hay que estar arriba del
creación de una unidad de otro profesional para que pueda ir marcando
evaluación de deglución en las cosas que corresponden (…) Si el
el Hospital Carlos Van objetivo del protocolo es trabajo en
Buren. conjunto, pienso que es solamente
entrenamiento lograrlo”. (cod. 110 (a))
“…Lo ideal es que el protocolo sea
aplicable o que se haga una unidad de lo que
es la evaluación de deglución. El problema
es que nosotros estamos aquí (planta baja
del hospital) y los pacientes están allá (4to
piso del hospital) y que el
nasolaringofibroscopio tenga que subir o el
paciente tenga que bajar, en realidad eso
crea una disparidad en cuanto a los criterios
de evaluación y también coordinar el
examen con el fonoaudiólogo y juntarse al
mismo tiempo es complicado”. (cod. 110
(b))
Tabla 4. Aportes realizados por el par evaluador posteriores al proceso de pilotaje.
En este apartado, se discutirán los hallazgos que surgieron a partir de los datos recabados
en el transcurso del proceso investigativo, es decir, tras la aplicación de las entrevistas a
otorrinolaringólogos y fonoaudiólogos dedicados al área de la deglución. Para este efecto, se
reflexionará a la luz del cumplimiento de los objetivos propuestos en este estudio y en función de
los fundamentos teóricos presentados.
El proceso antes enunciado, por lo tanto, implica que la creación del protocolo para
evaluar la deglución constituya un hito relevante para el área de la Fonoaudiología y de la salud
en general, según las investigadoras, pues los protocolos consultados para la realización de este
estudio (González-Toledo, 2000; y Nazar, 2008) no fusionan la evaluación clínica e
instrumental. Con todo, se ha evidenciado que el trabajo interdisciplinario prácticamente no ha
sido contemplado en esta área aún. En este sentido, el instrumento elaborado facilita la labor en
conjunto de otorrinolaringólogos y fonoaudiólogos, en un momento que es crucial para
diagnosticar la disfagia. Por consiguiente, el fonoaudiólogo debe incluirse en la evaluación
instrumental, dado que es el especialista en el área de la deglución.
En segundo lugar, nos referiremos al proceso de creación de la versión inicial del protocolo
evaluativo; éste fue un constructo teórico, organizado por las investigadoras; sin embargo, la
información teórica resultó insuficiente para cumplir con dicho propósito. De allí que fueran
necesarios los aportes de profesionales involucrados en el área de estudio. Por lo anterior,
nuestro protocolo debió ser juzgado por profesionales expertos y, de esta manera, surgieron
aportes atingentes al quehacer interdisciplinario en la realidad clínica hospitalaria de la
valoración de la deglución. Gracias a este proceso, se logró modificar el protocolo inicial,
cumpliendo así las expectativas de esta etapa al definir las categorías con contenidos de ambas
disciplinas.
Entre las modificaciones aplicadas luego de la consulta a los expertos, cabe destacar
algunos cambios que permitieron adaptar el protocolo a los requerimientos del Hospital. A saber,
consideramos la incorporación de antecedentes clínicos que se relacionan con la presencia de
disfagia; de este modo, los profesionales orientarían su quehacer evaluativo, ya que se obtiene
una visión del estado de salud del paciente. También, se incluyó un apartado que permitiera
distinguir y determinar la consistencia de los medicamentos administrados por vía oral, puesto
que éstos deben adecuarse a la consistencia que el paciente pueda tolerar.
Cabe destacar algunas modificaciones extraídas a través del juicio de expertos que
mejoraron la aplicabilidad del protocolo. Las opiniones de estos profesionales difirieron en la
clasificación de ciertos signos presentados en el protocolo inicial, ya que existen signos
clasificables en distintas etapas dependiendo del autor que las defina. Un ejemplo de distintas
divisiones del proceso de deglución en etapas es propuesta por Magendi (1836) y Logemann
(1983, 1998); el primero establece tres etapas, mientras que el segundo plantea cuatro. Frente a
estas diversas clasificaciones teóricas, evidenciadas además en las entrevistas realizadas a los
profesionales, se decidió no catalogar los signos en etapas. Por último, también se modificaron
las consignas de las instrucciones necesarias para el registro de los resultados en algunas
categorías y se especificó la especialización del profesional que debe completar la evaluación en
una determinada categoría.
En tercer lugar, la segunda versión del protocolo obtenida con los aportes realizados por
los expertos fue aplicada en una muestra de pilotaje en el Hospital Carlos Van Buren. Producto
de este proceso, se consideraron todos los cambios propuestos por estos profesionales
evaluadores. Entre los cambios propuestos destacamos dos modificaciones como las más
relevantes: 1) reformulación de las instrucciones para completar las categorías de Evaluación
Fonoaudiológica y Evaluación Otorrinolaringológica, lo que mejoró el aspecto autoexplicativo
del protocolo, que a pesar de ser una observación propuesta en el juicio de expertos, fue en el
proceso de pilotaje donde se comprobó que no había sido un objetivo logrado; y 2) la creación de
un apartado de resumen de la evaluación, para ser incluido en la ficha clínica, con lo que se
buscó mejorar la comunicación entre los profesionales del equipo de salud, ya que contemplaría
información sintetizada y de fácil comprensión registrada por los evaluadores. Todos los
cambios contribuidos por el par evaluador constituyeron la versión final del protocolo
evaluativo.
Para finalizar con la discusión de los resultados, tanto el proceso de juicio de expertos
como el de pilotaje permitieron cumplir el objetivo de crear el protocolo clínico e instrumental
de evaluación. Al inicio del proceso creativo, conformamos un protocolo ceñido a la teoría, pero
faltaron contenidos evaluativos y de aplicabilidad, necesarios para el diagnóstico de la disfagia,
que sólo profesionales con experiencia laboral pueden manejar. Por esta razón, se valoran los
aportes de los especialistas en cuanto a los contenidos y a su presentación para la elaboración
final de un protocolo más objetivo, que facilite la práctica de evaluación de la deglución.
Este estudio cumplió los objetivos propuestos, sin embargo, no estuvo exento de
limitaciones:
2) Con respecto al juicio de expertos, desde el comienzo fue notoria la limitada cantidad de
profesionales dedicados al área de la deglución y por ende, existió una restringida participación
de profesionales en este estudio. En total, participaron 9 fonoaudiólogos y 4 otorrinolaringólogos
que se encuentran, mayoritariamente, en la Región Metropolitana. En otras palabras, sólo
algunos profesionales se dedican a la evaluación de la deglución, quienes se desenvuelven
profesionalmente en Santiago, y en menor medida en Valparaíso, donde se realizó este estudio.
4) El Hospital Carlos Van Buren cuenta con una fonoaudióloga para realizar evaluaciones
de la deglución. Metodológicamente, en la etapa de pilotaje, cada profesional evaluador podía
aplicar una vez el protocolo, por lo que se pudo conformar un par evaluador constituido por la
fonoaudióloga y un otorrinolaringólogo, quienes aplicaron el protocolo a un paciente. Esta
situación acotó la cantidad de entrevistas a sólo dos profesionales, limitando así la muestra de
pilotaje.
Por último, la realización de este estudio nos permite plantear proyecciones que fortalezcan
y mejoren el trabajo realizado. Para comenzar, es necesaria la validez y la confiabilidad del
protocolo para constituirse como una herramienta comprobadamente efectiva para la evaluación
clínica, instrumental e interdisciplinaria de la deglución en el Hospital Carlos Van Buren. La
aprobación del protocolo dentro de la institución sanitaria permitiría la aplicación de dicho
instrumento en pacientes con sospecha diagnóstica de disfagia orofaríngea neurogénica. Esta
herramienta diagnóstica se traduce en un beneficio para el estado de salud general del paciente,
puesto que podría prevenir la neumonía por aspiración que, según declara el Ministerio de Salud
de Chile (2007), es la patología de mayor morbilidad asociada a la disfagia, pudiendo alcanzar
una letalidad de un 50%.
Los resultados del estudio permitieron concluir que tanto los profesionales
otorrinolaringólogos como fonoaudiólogos, quienes colaboraron con su evaluación
especializada del instrumento creado, coincidieron en algunas de sus sugerencias relativas a
los contenidos del protocolo. Estas fueron: adaptación del protocolo para incluir, en mayor
grado, el quehacer fonoaudiológico; especificación de las zonas anatómicas que se deben
estimular para evaluar la sensibilidad laríngea; diferenciación de las estructuras anatómicas y
sus diagnósticos; consignación del orden de las consistencias en las que se administra el
alimento; indicación de realizar el examen con el cuff desinflado en el caso de pacientes
traqueostomizados; y modificación del protocolo para optimizar su aplicación (formato check
list). Estas observaciones, en consecuencia, demuestran que en la práctica del ejercicio
profesional el trabajo interdisciplinario permitiría integrar las diversas aristas involucradas en
la evaluación de la deglución y, por ende, se desprendería con mayor rapidez y eficacia su
diagnóstico.
Ali, G.; Wallace, K.; Schwartz, R.; DeCarle, D.; Zagami, A. & Cook, I. (1996) Mechanisms of
oral-pharyngeal dysphagia in patients with Parkinson’s disease. Gastroenterolog, 110,
383-92.
Alvarez, J. & Buritica, L. (2009). Guía de evaluación e intervención en pacientes adultos con
disfagia consecuente con un accidente cerebrovascular “ACV”. Tesis diplomado
inédita. Medellín: Universidad CEES, Facultad de Medicina.
Arteaga, P.; Olavarría, C.; Naranjo, B.; Elgueta, F. & Espínola, D. (2006). Cómo realizar una
evaluación completa, eficaz y en corto tiempo. Revista otorrinolaringología cirugía
cabeza y cuello, 66, 13-22.
Aviv, J.; Martin, J. & Sacco, R. (1996). Suppraglotic and pharyngeal sensation sensory
abnormalities in stroke patients with dysphagia. Ann Otol Rhinol Laryngol, 105 (2), 92-
7.
Aviv, J. & Murry, T. (2005). FEESST: Flexible Endoscopic Evaluation of Swallowing with
Sensory Testing (1° Ed.). San Diego: Plural Publishing, Inc.
Beltrán, C.; Soler, B. & León, M. (2007). Evaluación de deglución a través de fibroscopía
óptica. Revista Otorrinolaringología Cirugía de Cabeza Cuello, 67, 266-267.
Betancor, V.; Serrano, P.; Esperanza, A.; Miralles, R. & Cervara, A. (2002). Disfagia en el
Anciano. Servicio de Geriatría del IMAS, Hospital de la Esperanza, Centro Fórum,
Hospital del Mar. Instituto de Atención Geriátrica y Sociosanitaria (IAGS), 17:168-
174.
Betancor, E.; Serrano, P.; Esperanza, A.; Miralles, R. & Cervera, A. (2006). Disfagia en el
anciano. Rev Mult Gerontol, 16 (1), 37-41.
Cabezón, R.; Ramírez, C.; Badía, V.; León, N. & Fonseca, X. (2011). Evaluación de la
deglución con nasofibroscopía en pacientes hospitalizados: factores predictivos y
seguimiento intrahospitalario. Experiencia en un hospital clínico universitario. Revista
médica Chilena, 139, 1025-1031.
Clavé, P.; Arreola, V. & Romea, L. (2008). Accuracy of the volemen-viscosity swallow test
for clinical screening of oropharyngeal dysphagia and aspiration. Clin Nutr., 27, 806-15.
Clavé, P.; Arreola, V.; Velasco, M. & Querc, M. (2007). Diagnóstico y tratamiento de la
disfagia orofaríngea funcional. Aspecto de interés para el cirujano digestivo. Cirugía
Española, 82 (2), 62-76.
Clavé, P.; Terré, R.; Kraa, M. & Serra (2004). Appoaching oropharyngeal dysphagia. Rev Esp
Enferm Dig, 96; 119-131.
Corregidor, A.; Gutiérrez, C. & Jiménez. C. (2005). Disfagia. Tratado de geriatría para
residentes, 53, 545.
Donzelli, J.; Brady, S.; Wesling, M. & Craney, M. (2003). Predictive value of accumulated
oropharyngeal secretions for aspiration during video nasal endoscopic evaluation of the
swallow. Ann Otol Rhinol Laryngol, 112: 469-475.
Eterkin & Aydogdu. (2003). Neurophysiology of swallowing. Clin Neurophysiol, 14, 2226-44.
Fernándes, F.; Andrade, B. & Gomes, A. (2010). Tratado de Fonoaudiología (2° Ed.). Sao
Paulo: Roca.
Florín, C.; Menares, C.; Salgado, F. Tobar, & L. Villagra, R. (2004). Evaluación de la
deglución en pacientes con accidente cerebro vascular agudo. Tesis pregrado inédita.
Santiago: Universidad de Chile, Facultad de Medicina.
Fundació Institut Guttmann. (2002). Disfagia neurogénica: evaluación y tratamiento (1° Ed.).
Badalona: Bernabeu, M.
Ganong, W. (2002). Fisiología médica. El manual moderno (10° Ed.). México DF: Mc Graw-
Hill Interamericana.
González, R. & Araya, C. (2000). Manejo fonoaudiológico del paciente con disfagia
neurogénica. Revista chilena de Fonoaudiología, 2 (3), 49-61.
González, M.; Ambrosio, K. & Sanchéz, S. (2006). Regulación neuroendócrina del hambre, la
saciedad y mantenimiento del balance energético. Medigraphic Artemisa En línea, 3 (3).
Hinchey, J.; Shephard, T.; Furie, K.; Smith, D.; Wang, D. & Tonn, S. (2005). Formal
Dysphagia Screening Protocols Prevent Pneumonia. Stroke, 36: 1972-1976.
Jaume, G. (2007). Curso de formación online: Manejo de la disfagia y aspiración (1° Ed.).
Santiago: Salvat.
Johnson, E.; McKensie, S. & Sievers, A. (1993). Aspiration pneumonia in stroke. Arch Phys
Med Rehabil, 74: 973-6.
Leder, S. & Espinosa, J. (2002). Aspiration Risk After Acute Stroke: Comparation of Clinical
Examination and Fiberoptic Endoscopic Evaluation of Swallowing. Dysphagia, 17:214-
218.
Le Huche, F. & Allali, A. (2000). La voz. Anatomía y fisiología de los órganos de la voz y del
habla (1° Ed.). Barcelona: Masson.
Leonard, R. (2008). Endoscopy in assessing and treating (2° Ed.). San Diego: Plural.
Logemann, J. (1998). Evaluation and treatment of swallowing disorders (2° Ed.). Texas: Pro -
Ed. Inc.
Llabrés, M.; Molina-Martinez, F. & Miralles, F. (2005). Dysphagia as the sole menifestation
of myasthenia gravis. J Neurol Neurosurg Psychiatry, 76(9):1297-1300.
Macedo, E. (1999). Disfagia: Abordagem Multidisciplinar (2° Ed.). Sao Pablo: Frontis.
Macedo, E.; Gomes, G. & Furkim, A. (2000). Manual de cuidados do Paciente com Disfagia
(1° Ed.). Sao Paulo: Lovise ltda.
Malagelada, J.; Bazzoli, A.; Elewaut, M. & Fried, J. (2004). Recomendaciones de la WGO –
OMGE. Para el manejo de la disfagia. Tesis de pregrado inédita. Bogotá: Universidad
Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Facultad de Rehabilitación y Desarrollo
Humano.
Mann, G.; Hankey, G. & Cameron, D. (1999). Swallowing function after stroke: prognostic
factors at 6 months. Stroke, 30 (4), 744-748.
Marambio, J.; Moraga, C.; Ortiz, M.; Vidal, C. & Yañez, A. (2010). Intervención en disfagia
orofaríngea secundaria a accidente cerebrovascular isquémico reciente. Tesis pregrado
inédita. Valparaíso: Universidad de Valparaíso, Facultad de Medicina.
Monte, F.; Silva-Junior, F.; Braga-Neto, P.; Nobre e Souza, M. & De Bruin, V. (2005).
Swallowing abnormalities and dyskinesia in Parkinson’s. Disease. Mov Disord, 20, 457-
62.
Montgomery, W. (2002). Surgery of the larinx, trachea, esophagus, and neck (3° Ed.).
Philadelphia: Saunders.
Mora, F.; Aldea, A. & Benages, A. (2003). Deglución. En C. Suárez, C. (1999). Tratado de
Otorrinolaringología y Cirugía de cabeza y cuello. Madrid: Proyectos Médicos.
Murray, T. & Carrau, R. (2006). Clinical management of swallowing disorders (2° Ed.). San
Diego: Plural Publishing.
Nazar, G.; Ortega, A.; Godoy, A.; Godoy, J. & Fuentealba. I. (2008). Evaluación fibroscópica
de la deglución. Rev. Otorrinolaringol. Cir. Cabeza Cuello, 68: 131-142.
Nazar, G.; Ortega, A. & Fuentealba I. (2009). Evaluación y manejo integral de la disfagia
orofaríngea. Revista médica Clínica Las Condes, 20 (4), 450-451.
Nilsson, P.; Ekberg, O.; Olsson, R. & Hindfelt, B. (1996). Quantitative assessment of oral and
pharyngeal function in Parkinson’s disease. Dysphagia, 12, 11-18.
Paciaroni, M.; Mazzotta, G. & Corea, F. (2004). Dysphagia following stroke. European
Neurology, 51, 162-167.
Perry, L. & Love, C. (2001). Screening for dysphagia and aspiration in acute stroke: a
systematic review. Dysphagia, 16, 7-18.
Potulska, A.; Friedman, A.; Krolicki, L. & Spychala, A. (2003). Swallowing disorders in
Parkinson’s disease. Parkinsonism Relat Disor, 9, 349-53.
Quesada, P.; Quesada, J. & Lorente, J. (2004). Parestesias faríngeas. Reflujo gastroesofágico.
Globo faríngeo. Ponencia oficial de la Sociedad Española de ORL y Patología
Cervicofacial, 19-27.
Ramsey, D.; Smithard, D. & Kalra, L. (2003). Early assessments of dysphagia and aspiration
risk in acute stroke patients. Stroke, 34, 1252-1257.
Ramsey, D.; Smithard, D. & Kalra, L. (2005). Silent aspiration: what do we know?
Dysphagia, 20 (3): 218-25.
República de Chile (2007). Guía Clínica Ataque Cerebrovascular Isquémico del Adulto (1°
Ed.). Santiago: Ministerio de Salud.
Robbins, J. & Levine, R. (1993). Swallowing after unilateral stroke of the cerebral cortex.
Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 74, 1295-1300.
Rosenfield, D. & Barroso, A. Difficulties with speech and swallowing. En: W. Bradley.
(1996). Neurology in clinical practice: Principles of diagnosis and management (1°
Ed.). Boston: Butterworth-Heinemann.
Ruiz, R. (2001). Manual de diagnóstico y terapéutica en atención primaria. (3° Ed). Madrid:
Diaz de Santos.
Saeian, K. & Shaker, R. (2004). Management of swallowing disorders (1° Ed.). Philadelphia:
Butterworth Heinemann.
Terré-Boliart, R.; Orient, F.; Guevara, D.; Ramón, S.; Bernabeu, M. & Clavé, P. (2004).
Disfagia orofaríngea en pacientes afectados de esclerosis múltiple. Revista Neurología,
39 (8), 707-710.
Universidad Nacional de Colombia (2008). Guía de práctica basada en la evidencia para la
auscultación cervical en disfagia orofaríngea (1° Ed.). Bogotá: Barragan, M.
Vandemeulebroecke, M.; Laloux, P.; Lawson, G.; Deltombe, T. & Hanson, P. (2007). “La
dysphagie aprés un accident vasculaire cérébral” 1° partie: bilan et prise en charge.
Louvaine medical, 126, 4, 95-101.
Velasco, M.; Arreola, V.; Clavé, P. & Puiggrós C. (2007). Abordaje clínico de la disfagia
orofaríngea. Nutrición Clínica en Medicina, I (3), 174-202.
Wiesner, W.; Wetzel, S,; Kappos.; Hoshi, M.; Witte, U. & Radue, E. (2002). Swallowing
abnormalities in multiple sclerosis: correlation between videofluoroscopy and subjective
symptoms. Eur Radiol, 12: 789-92.
1. Antecedentes personales
Nombre : Edad :
Vía de alimentación : Fecha :
Médico ORL : Evaluadores:
Modalidad: Se otorga el alimento.
2. Antecedentes clínicos
2.1 Mórbidos:
2.2 Disartria: Sí No
4. Anatomía
Observaciones
4.1 Forma y posición de epiglotis
4.2 Simetría de espacio vallecular
y senos piriformes
4.3 Simetría de base de la lengua
4.4 Edema
4.5 Traumatismo por intubación
4.6 Cuerdas vocales Reposo Fonación (/a/)
• Morfología
• Posición
• Movilidad
5. Escala de sensibilidad
0 Nula
1 Escasa
2 Normal
3 Hipersensibilidad
0 Normal.
1 Acúmulo salival fuera de vestíbulo laríngeo en momentos.
2 Acúmulo salival transitorio en vestíbulo laríngeo con rebasamiento ocasional.
Puede aclarar.
3 Retención salival en vestíbulo constante. No puede aclarar.
7. Proceso de deglución
Sí No
7.1.1 Sialorrea
7.1.2 Xerostomía
7.1.3 Mastica Lento Normal
7.1.4 Escape oral anterior
Sí No
7.2.1 Dificultad inicio
7.2.2 Lentitud
9. TQT
10. Saturación
11. Observaciones
12. Diagnóstico
13. Indicaciones
SEGUNDA VERSIÓN
1. Antecedentes personales
2. Antecedentes clínicos
¿Desde cuándo?_____________________________
Cuff inflado: Nunca A veces Siempre
Secreciones aspiradas: Normales Observaciones _________________________
Cantidad de secreciones: + ++ +++
Lengua
Dientes
0 Normal (húmedo).
1 Acúmulo salival fuera de vestíbulo laríngeo en momentos.
2 Acúmulo salival transitorio en vestíbulo laríngeo con rebasamiento ocasional. Puede
aclarar.
3 Retención salival en vestíbulo constante con rebasamiento ocasional. No puede aclarar.
(Adaptado de Langmore, 2001).
9. Proceso de deglución. Alimento lleva tinción vegetal azul. Se inicia con papilla, luego sólido
y por último líquido; en los volúmenes 1, 3 y 5 mL.
10. Traqueostomía
Presente Ausente
Salida de alimento por cánula post deglución (especificar consistencia)
Alimento en subglotis*
* Evaluar insertando fibra óptica por cánula.
13. Diagnósticos
Dg. otorrinolaringológico__________________________________________________________
Dg. fonoaudiológico ______________________________________________________________
14. Indicaciones
Otros ________________________________________________________
Terapia fonoaudiológica Sí No
Otorrinolaringólogo(a) Fonoaudiólogo(a)
(Nombre y firma) (Nombre y firma)
VERSIÓN FINAL
1. Antecedentes personales
2. Antecedentes clínicos
¿Desde cuándo?_____________________________
Cuff inflado: Nunca A veces Siempre
Periodo oclusión: Sí No
Secreciones aspiradas: Normales Observaciones _________________________
Cantidad de secreciones: + ++ +++
Aspiraciones diarias: N°_________
Ventilación mecánica: Sí No
3. Evaluación clínica fonoaudiológica
Lengua
Mejillas
Dentición
ATM
0 Normal (húmedo).
1 Acúmulo salival fuera de vestíbulo laríngeo en momentos.
2 Acúmulo salival transitorio en vestíbulo laríngeo con rebasamiento ocasional. Puede
aclarar.
3 Retención salival en vestíbulo constante con rebasamiento ocasional. No puede aclarar.
(Adaptado de Langmore, 2001).
8. Proceso de deglución. Alimento lleva tinción vegetal azul. Se inicia con papilla, luego sólido
y por último líquido; en los volúmenes 1, 3 y 5 mL.
8.1 Evaluación fonoaudiológica. Marcar con una X sólo la alteración cuando corresponda.
8.1.1 Signos de aspiración. Marcar con una X sólo la alteración cuando corresponda.
Papilla Sólido (Trozo de Líquido (Agua) Observación
(Compota de pan)
frutas)
1 3 5 Pequeño Grande 1 3 5
mL mL mL mL mL mL
Tos post deglución
Voz húmeda post
deglución
Variación
significativa de SO2
* Variación de 3 a 5% considerado normal (Clavé. P, 2008).
8.2 Evaluación otorrinolaringológica. Marcar con una X sólo la alteración cuando corresponda.
9. Traqueostomía
Presente Ausente
Salida de alimento por cánula post deglución (especificar consistencia)
Alimento en subglotis*
* Evaluar insertando fibra óptica por cánula.
11. Observaciones
12. Diagnósticos
Dg. otorrinolaringológico__________________________________________________________
Dg. fonoaudiológico ______________________________________________________________
13. Indicaciones. Marcar con una X una opción por columna según corresponda.
Alimentación Vía Oral Consistencia Papilla
SNG Sólido
GTT Líquido
Otros ________________________________________________________
Otorrinolaringólogo(a) Fonoaudiólogo(a)
(Nombre y firma) (Nombre y firma)
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………
Introducción
Todo centro hospitalario debe contar con protocolos propios para la realización de
exámenes. Es por esto que el Protocolo de Evaluación de Deglución con
Nasolaringofibroscopía nace por la ausencia de protocolos de evaluación que diagnostiquen
disfagia orofaríngea en pacientes con etiología neurológica en el Hospital Carlos Van Buren.
Es por ello, que surge la necesidad de crear un protocolo instrumental funcional con
nasolaringofibroscopía, que abarque todos los contenidos relevantes para evaluar la deglución
en pacientes hospitalizados y que contemple la participación tanto del otorrinolaringólogo
como del fonoaudiólogo. Dicho protocolo fue confeccionado gracias a la bibliografía
existente, protocolos anteriores (Nazar y Zambrana-Toledo) y aportes propios de las
investigadoras junto a la profesora guía.
Instrucciones
Lea atentamente la pregunta que antecede a la tabla de respuestas, luego conteste según su
criterio profesional en cada cuadro correspondiente. Se agradece comentar cuando no
encuentre adecuado algún ítem del Protocolo de Evaluación de Deglución a través de
Nasolaringofibroscopía. Si desea agregar algún ítem por favor comentarlo en la tabla continua
después de cada pregunta.
Ítem Sí No (Comentarios)
1.Antecedentes
personales
2.1 Mórbidos
2.2 Disartria
2.3 Diagnóstico
neurológico
Sí (Comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
Sí (comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
Ítem Sí No (Comentarios)
4.1 Forma y posición
de epiglotis
4.2 Simetría de espacio
vallecular y senos
piriformes
4.3 Simetría de base de
la lengua
4.4 Edema
4.5 Traumatismo por
intubación
4.6 Cuerdas vocales
Sí (Comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
5. Escala de sensibilidad
Sí No (Comentarios)
¿Cambiaría la escala?
Sí (comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
7. Proceso de deglución
7.1 - 7.2 ¿Considera pertinentes los criterios evaluados en las etapas preparatoria oral y
oral?
Ítem Sí No (Comentarios)
7.1.1 Sialorrea
7.1.2 Xerostomia
7.1.3 Mastica
7.2.2 Lentitud
Sí (comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
7.4 ¿Considera que la escala describe los posibles desenlaces del bolo alimenticio en la
etapa faríngea?
Sí (Comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
8. Evaluación de consistencias
¿Considera usted que los siguientes indicadores son relevantes en la evaluación de
disfagia?
Ítem Sí No (Comentarios)
8.1 Retardo en
motilidad faríngea
8.2 Reflejo de
deglución
8.4 Signos de
penetración
8.5 Degluciones
múltiples
8.9 Residuo de
alimento en cavidad
oral
Sí (Comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
Ítem Sí No (Comentarios)
9.1 Salida de
secreciones por cánula
post deglución
9.2 Secreciones
aspiradas por
kinesiólogo post
deglución
Sí (Comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
Sí (Comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
Ítem Sí No (Comentarios)
11.1 Impedimentos para
realizar examen
11.2 Apoyo respiratorio
11.3 Coopera
Sí (Comentarios) No
¿Agregaría o cambiaría
algún ítem?
Nombre:
Profesión:
Fecha:
Firma
PRIMERA BITÁCORA
Fonoaudiólogo: Nº 1
“Para esta etapa preparatoria oral cambiaría que antes se tienen que fijar en anatomía
porque puede ser un paciente neurológico que además tiene un trastorno de tipo oncológico o
tiene un traumatismo facial por cicatriz o similar le quita una parte importante de la
funcionalidad labial y a veces hasta maxilar. De todas formas hay que hacer un examen
completo de la parte oral y perioral anatómica y funcionalmente (cod. 13 (a)) antes de la
endoscopia, es imposible que no se haga así.
Nosotros creamos la pauta pensando en la disfagia neurogénica pero tal vez es mejor
abarcar la disfagia incluyendo la mecánica.
Por otro lado un paciente que tiene una deglución de origen mecánico, éste siempre va
a existir a menos que se compense con una buena dentadura. Un paciente nunca está solo,
pueden ser oncológicos que antes sufrieron de un ACV (Accidente Cerebro Vascular). Así que
yo pondría el examen de los órganos fonoarticulatorios ante todo lo demás.
Yo aquí de todas maneras haría una denotación fonoaudiológica porque ustedes están
haciendo algo que no corresponde. Tú no ves la simetría de la base de la lengua pero sí le
puedes decir que hay prognatismo, si existe dentadura o no, tonificación de la musculatura,
etc. Porque eso es de ustedes y sí altera la deglución.
Esto es una cosa que los otorrinos deberían hacer. Después dice cuerdas vocales,
posición, movilidad. Lo que yo pondría es si emiten sonido, si hay voz disfónica, si hay voz
húmeda, porque eso lo puede ver el fonoaudiólogo y el otorrino verá si son chicas, si son
grandes o si están paralizadas. Debe haber una descripción más de voz, ¿Se escucha escape de
aire? Después dice escala de sensibilidad, esto depende de ellos, ahora ver si tocan ahí no es
muy bueno.
En la etapa preparatoria podrían poner primero que nada una descripción y una
evaluación de lo que está pasando en la parte anatómica, después colocaría este tipo de
información. La xerostomía si se produce, eso es parte de la anamnesis, tú no lo vas a ver a
menos que el paciente te lo diga o tú le haces el examen oral y miras la lengua puedes darte
cuenta si es que está seca. Y cuando el paciente está hablando y se le cae la baba ya sabes que
hay xialorrea y cuando está comiendo. La masticación ¿Cómo dices que está lento o normal?
Hay muchas personas normales que comen lento. Lo que debería decir aquí es si existe
la masticación cuando traga. Y eso te lo va a dar un paciente dependiendo si es desdentado, o
si no tiene lengua.
Etapa oral, mira fíjate que en la preparatoria oral lo más importante es que si puede
abrir la boca o no ¿Puede abrir la boca? ¿Tiene una apertura suficiente? Eso es la preparatoria
oral. La sialorrea, la xerostomía, esos son intraorales que están dentro de la etapa oral. La otra
es la orofaríngea, cuando tienes el bolo y lo tiras para adentro. Así que es muy importante que
definan cuántas etapas ustedes van a considerar porque hay muchos autores que hablan de
distintas etapas entonces ustedes tienen que colocar “Nosotros vamos a considerar para este
examen la clasificación de deglución que consta de 4 etapas: la preparatoria oral, la oral, la
faríngea y la esofágica, según el autor tanto”. Escala de manejo del bolo. Etapa faríngea ¿No
será laríngea?, porque faríngea es que pasa el bolo y lo lleva.
Lo que pasa es que según nuestra definición todo eso corresponde a la etapa faríngea.
Explicitaremos el autor para que no se produzcan estas confusiones. La etapa esofágica no se
encuentra porque por definición la nasolaringofibroscopía no puede evaluar aspiración.
A mí no me parece. Ahí hay una discusión con ellos porque lo que hace es lo que dice
acá, que hay retención de alimento… Pero sí se ve cuando se aspira. Además que cuando tú
tienes microaspiraciones lo haces con anilina natural y el paciente tose, la tos que saca, las
secreciones vienen con el tinte.
Aquí dice evaluación con consistencias ¿Te das cuenta que las consistencias deben ir
de sólido a líquido y no al revés? (cod. 24)
Nosotros lo hacemos de papilla, sólido y líquido. Claro que nos dimos cuenta y fue por
error nuestro que no están en ese orden.
Lo que yo debo hacer es evaluar con papilla que me dará el tiempo de evaluar las
distintas etapas y la situación en que se encuentran. Ése es mi argumento personal por lo que
no se debe evaluar con líquido.
Todas estas otras alteraciones que dicen retardo en la motilidad faríngea, reflejo de
deglución, signos de penetración, degluciones múltiples, ésto por ejemplo si imagínate que
tienes un paciente con alteracion neurológica que tú sabes ya por el diagnóstico que ahí está el
centro de la deglución, tú sabes que no está respondiendo, no tiene sensibilidad, el paciente va
a comer y va a tragar fantástico pero como no tiene sensibilidad si se le fue al pulmón no tiene
ni idea, porque no hay reflejos. Pero por eso es importante el diagnóstico neurológico previo.
Hay que diferenciar los pacientes neurológicos de los pacientes neurodeteriorados. Hay
una evaluación importante que se hace en los pacientes neurocríticos, los pacientes con
deterioro cognitivo, otros tipos de pacientes como ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica).
Todos esos está descrito en la literatura porque tienen un deterioro que es bien marcado, que
son de libro. Entonces pueden mejorar muchas de sus condiciones observándolos con todo tipo
de maniobras pero son pacientes distintos.
Eso es lo que yo opino, es un trabajo para el otorrino. Yo creo que ustedes tienen que
destacar el trabajo fonoaudiológico que es el más importante (cod. 29 (a)) y el por qué
necesitarían ustedes en algún minuto al otorrinolaringólogo para que les hiciera una
nasolaringofibroscopía, no que la nasolaringofibroscopía diga que necesitan al fonoaudiólogo.
La nasolaringofibroscopía confirma que el fonoaudiólogo es importante en ese tipo de
pacientes pero no es al revés, o sea la evaluación fonoaudiológica previa es vital y ustedes
están preparados para eso”.
Fonoaudiólogo: Nº 2
“Dentro del título 1 de antecedentes personales yo diría que en general tiene suficiente
información, sin embargo, ésto va a depender de si tenemos o no fichas del paciente a la vista,
en los servicios de salud pública en general uno trabaja con la ficha pero probablemente ahí
me hace falta un poquito más de información dependiendo de lo que uno tenga, porque se
supone que el paciente con disfagia puede tenerla por distintas causas y sería bueno saber el
nivel cognitivo del paciente, es importante saberlo en pacientes con disfagia neurogénica
porque por lo general son personas añosas que previamente pueden haber tenido un deterioro
cognitivo. Uno tiene que contar con que el paciente podrá responder a la prueba y tendrá la
capacidad de seguir instrucciones y hay pacientes con demencia por ejemplo, que puede ser
vascular que generan disfagia, necesitan un manejo diferente y uno debe saberlo previamente,
a veces tienen inatención y no alteración de conciencia, pero son difíciles de manejar porque
no siguen instrucciones o quieren hablar durante la prueba entonces ese antecedente debería
manejarse acá en los antecedentes clínicos o personales digamos.
El diagnóstico neurológico podría incluir demencia, pero antes de hacer esta prueba si
el paciente no tiene diagnosticada demencia sería interesante tener una apreciación del nivel
cognitivo del paciente porque puede tener deterioro no diagnosticado aún como demencia. Por
ejemplo, aquí en el diagnóstico neurológico podría ir un listado que incluya la demencia, pero
si no está incluida hay que tener el antecedente del estado cognitivo.
El nivel de atención también sería importante tenerlo, porque no es necesario que haya
compromiso de conciencia, pero si hay inatención se puede transformar en un problema para
realizar la evaluación.
¿Entonces usted nos recomendaría poner si se realiza la prueba con cuff inflado o no y
en caso de realizarla con el cuff inflado, justificar el por qué?
Sí claro, porque hay pacientes que desde el punto de vista respiratorio no le puedes
retirar la traqueo pero desde el punto de vista fonoaudiológico podrían, por lo que hay que
evaluar esos dos puntos.
En anatomía hay una superposición de dos temas diferentes: uno son las estructuras y
otro es la condición como el edema, yo los separaría (cod. 14).
En la escala de sensibilidad se debería describir qué se considera para determinar el
nivel de sensibilidad (cod. 16) y si está tomada de una que ya existe se debe poner la
referencia (cod. 17). Lo mismo para la escala de manejo de secreciones, porque por ejemplo
hay pacientes hipersecretores de saliva y pareciera ser que tienen un mal manejo pero no es
así, yo lo describiría un poco más, agregaría la referencia (cod. 19).
En la etapa preparatoria oral faltan alteraciones que podrían estar presentes o tendría
que ponerse como un punto de observaciones o descripción de la etapa, pero no podría haber
una sola condición porque da la impresión que sólo puede ocurrir lo que está puesto en el
protocolo.
En la escala de manejo del bolo también faltan alteraciones que podríamos encontrar
con la naso. Existen más causas de alteración de la etapa faríngea, por lo que hay que revisar si
deben incluirse para los objetivos que ustedes tienen con la pauta, por ejemplo la regurgitación
nasal.
Pero no se entiende mucho, tal vez deberían juntarlas o hacer una sola en donde vayan
divididas por etapas porque hay cosas que aparecen en una y no en otra.
Acá yo le quitaría la palabra kinesiólogo porque muchas veces son los enfermeros
quienes realizan esa función cuando no hay disponibilidad de un kinesiólogo (cod. 27).
Pero la realidad del Hospital Carlos Van Buren consta de la atención constante de los
kinesiólogos en los servicios.
Pero siento que te lo reduce, porque si no lo pone pueden servir para otros servicios en
que no esté siempre el kinesiólogo.
Acá en apoyo respiratorio quedó como volando la información, sería bueno especificar
de qué tipo es.
Fonoaudiólogo: Nº3
“No me quedó claro que si al momento de la evaluación utilizaban el cuff inflado o no,
porque considero que hay que hacerlo.
Con esas palabras se pretende saber si el paciente está durante el día con el cuff
inflado y de ser así en qué circunstancias…
Ah ok, entonces colóquenlo de esa forma porque si no, no queda claro. Pongan algo
así como: el paciente tiene el cuff inflado durante el día, si/no. (cod. 6 (a)) Lo otro, acá en la
escala de manejo del bolo tienen evaluación del líquido incluyendo saliva, yo encuentro que
deglutir saliva es bastante distinto que deglutir líquido, así que debería ser otro ítem, porque el
volumen de la saliva nunca se va a comparar con el volumen de un líquido, en general la
saliva es súper ligosa, mucho más que el agua.
El protocolo debería consignar que se realiza el examen con el cuff desinflado (cod 5
(b)) y acá en las secreciones aspiradas post deglución sería bueno cambiar por alimento teñido
(cod. 26 (a)). En cuanto a la saturación yo no lo considero importante dentro de la evaluación
propiamente tal, es más importante previo a la evaluación, porque si decae mucho en
definitiva no podrás evaluar, como en pacientes con BIPAP (ventilación con presión
controlada) que simplemente no pueden comer porque le sacas la ventilación y no pueden
respirar. En definitiva durante la evaluación la saturación no entrega mucha información
porque si baja por ejemplo 2 puntos no es trascendental como otros aspectos como el que se
caiga comida de la boca. Además la idea de una evaluación es que sea lo más simple posible,
por lo que yo sacaría este ítem.
Acá en el apoyo respiratorio no queda claro a qué se refieren, sería bueno poner qué
tipos, si es ventilación mecánica no invasiva y se puede evaluar, pero que sea de manera
rápida, como un check list, porque finalmente eso es lo que uno valora (cod. 30 (a) y 31 (a)).
“Lo que uno busca a través de una evaluación es una guía para un tratamiento,
entonces, ¿De qué sirve que un otorrino te diga que el paciente tiene disfagia si tú ya lo sabes?
Entonces tú como clínico lo sabes, yo gracias a Dios no me he equivocado al evaluar a un
paciente y si solicito una evaluación con el otorrino es porque existe algo específico que no
logro ver. En esa instancia existen cosas claves que no pueden fallar, por ejemplo postura de
cabeza, entonces necesito que un fonoaudiólogo esté ahí supervisando la postura del paciente,
porque puede ocurrir un falso positivo, que en realidad esté tragando bien, pero por su
incomodidad va a tragar mal, por ejemplo. Entonces como introducción tal vez falta el
énfasis en que sería bueno que el fonoaudiólogo sea quien supervise el procedimiento por los
beneficios que esto trae y después lo pueden profundizar.
Ya. Habría que hacerlo más específico, hay que pensarlo en base a lo que se converse
con el otorrino si lo van a consignar por ejemplo como check list o si van a hacer puras
observaciones, lo que lo haría demasiado largo.
Acá en cuerdas vocales a lo mejor sería bueno agregar de nuevo edema, me suena
extraño que el edema lo hayan dejado aparte de las cuerdas vocales. Falta agregar
observaciones de las cuerdas vocales (cod.12). La escala de sensibilidad y de manejo de
secreciones ¿De dónde vienen?
Ok. Falta especificar qué está haciendo el fonoaudiólogo en la primera etapa. (cod. 22)
El fonoaudiólogo tiene que fijarse que el paciente esté en buena posición y darle indicaciones,
hay que establecer bien el rol fonoaudiológico y que no sea una pauta prácticamente para el
otorrinolaringólogo (cod. 29 (b)). Se puede ir conversando con el paciente para evaluar con un
screening la parte neurológica, además hay que tener muy en cuenta que la evaluación clínica
es más importante que la evaluación del otorrino, porque entrega mucha más información que
tiene que agregarse al protocolo en caso de ser la primera evaluación, como el estado de
conciencia y cognitivo del paciente.
En la escala de manejo del bolo no deberían incluir la saliva, pienso que es redundante
porque ya la incluyeron en la escala de manejo de secreciones.
Mi duda con la elevación laríngea es si ustedes conocen la desventaja del naso que no
logra ver qué ocurre al momento de la deglución, ésto es una ventaja para ustedes, porque el
fonoaudiólogo puede palpar si existe la elevación laríngea. Por eso no lo pondría donde está,
porque es algo fonoaudiológico.
Falta especificar dónde está el residuo de alimento de en la cavidad oral. En ésta parte
en vez de secreciones cámbienlo por alimento (cod. 26 (b)) porque se va a confundir, puede
que durante la evaluación constantemente salgan secreciones. También consignar en la parte
anterior si existe salida espontánea de secreciones que no es lo mismo a si se necesita aspirar.
El fonoaudiólogo también tiene que fijarse cuando se desinfle el cuff como es la coordinación
fonorrespiratoria del paciente.
Tienen que ver cómo van a achicar el protocolo, porque está muy largo. (cod. 30 (b))
Les hace falta un check list. (cod. 31 (b)) Acá en salida de alimentos por cánula es un sí/no.
Aquí mencionaron al kinesiólogo.
Ese rol deberían manejarlo ustedes, que aprendan sobre el tema, a manejar el cuff y la
traqueostomía. Además los kinesiólogos a veces se meten mucho en el tema de deglución
siendo que es un área que no les corresponde.
La saturación es muy importante, sin embargo, hay pacientes que no les baja la
saturación y están aspirando y hay una voz húmeda evidente. Hay médicos que confían en que
si no baja la saturación no existe aspiración y se equivocan.
En las observaciones también deberían hacerlo como check list, por ejemplo en los
impedimentos dejar el estado de conciencia del paciente, porque está muy amplio. En lo del
apoyo respiratorio, también dejarlo como check list y en caso de que le puedan retirar la
mascarilla por ejemplo tenerla a mano por si se necesita”.
Fonoaudiólogo: Nº 5
“Acá en los antecedentes echo de menos los médicos, como se alimenta, etc., resumen
del historial del paciente. Cuando te derivan un paciente tiene que decir qué quieres que
evalúe. Estado general del paciente, si está postrado o no, hallazgos neurológicos o
radiográficos y otros estudios realizados. No sabemos si es su primer evento. Alimentación
actual, qué recibe y qué no. Después se hace el examen oral periférico, donde se hace una
descripción de los pares craneanos (cod. 13 (c)). El paciente que llega aquí puede ser
neurológico o politraumatizado, puede ser oncológico. Las dos vertientes son las alteraciones
orgánicas y neurológicas. Características orales, si usa prótesis o no, muy importante. Yo
dejaría en otro capítulo la voz porque te puede decir muchas cosas, ya que te habla de
indemnidad laríngea. Traqueostomía muy bien. Después de la evaluación tú haces tu plan.
Yo tengo otra pauta que te voy a describir donde dice si el alimento escapa afuera sí o
no, si tiene problema por qué, si está presente la masticación o no, si no tiene dientes o muelas,
etc. Si el alimento queda en el sulcus lateral o anterior, si quedan restos en la lengua, abajo,
adelante, abajo a los lados, en el paladar duro, tú tienes que saber por qué quedan allí, hay dos
razones. Si el paciente escupe el alimento, el tiempo del tránsito oral, la movilidad de la
lengua, si hay elevación laríngea, si tiene tos durante o post deglución, presencia de voz
húmeda, secreciones, expectoraciones y regurgitaciones. Deberían agregar análisis de los
reflejos protectores (cod. 32). Saber si el paciente va a sala o está en la cama. Primero me
pregunto en cómo está la saliva, por el control de ésta y si no tiene puede ser que sea por un
medicamento que le están dando. Si el paciente babea y le corre la saliva yo ya sé que no le
puedo hacer una prueba directa de deglución y eso no está en los libros. Hay que tener claro si
el paciente está infectado”.
Fonoaudiólogo: Nº 6
“Veo que está muy enfocado hacia los otorrinolaringólogos y poco hacia los
fonoaudiólogos (cod. 29 (c)). ¿Cuál es el objetivo de hacer una FEES?
Eso, el objetivo tienen que enfocarlo del punto de vista del paciente. Que el paciente
tenga una deglución segura y eficiente. Yo agregaría en antecedentes clínicos si tuvo
evaluación previa por el fonoaudiólogo. Si un fonoaudiólogo lo vio, cuando fue y si tuvo
terapia. Siempre los pacientes con traqueostomía van a tener terapia de fono antes.
En el segundo ítem agregaría los aspectos cognitivos, si sigue órdenes simples, si esta
vigil, cooperador. También se podría poner el motivo de consulta del examen (cod. 1). La
evaluación endoscópica se utiliza para el proceso de decanulación de los pacientes. ¿Van a
incluir evaluación por el traqueostoma?
Tienen que revisar la nomenclatura que sea en todo el protocolo igual, por ejemplo,
escasa, aumentada, etc. La sensibilidad cambia de derecha a izquierda cuando hay parálisis.
Poner una división. (cod. 18)
Hay otra escala de manejo de secreciones: Grado 1: secreciones escasas que es 10% en
vallécula y en seno piriforme, grado 2: secreciones en vallécula y senos piriformes, grado 3:
secreciones que ingresan a vestíbulo y grado 4.
Fase preparatoria. Acá no creo que sea necesario poner si mastica lento o normal (cod.
21). Etapa faríngea. Acúmulo de alimento en vestíbulo laríngeo en momento, ¿Dónde? si
está en vallécula, si está en seno, si hay una paresia a nivel faríngeo izquierdo, pueden quedar
más restos en esa zona. También haría la división entre derecha e izquierda. La gracia de la
división es luego hacer pruebas terapéuticas, o sea, evaluar si con una determinada maniobra
el paciente compensa o logra limpiar bien con cierta consistencia. (cod. 34 (a)) Esa es la
gracia de que el fono este ahí.
Como un ítem abierto, para rellenar. Agregaría la del mentón al pecho, inclinación de
cabeza y extensión cervical.
Signos de penetración, ¿Cuáles? Porque algunos los pones después. Si es durante, previo
o después que se dispare el reflejo. Yo lo pondría aparte. Finalmente hay que especificar el
diagnóstico del otorrinolaringólogo y fonoaudiólogo, porque son distintos (cod. 35)”.
Fonoaudiólogo: Nº 7
“De repente podrían incorporar si requiere kinesiología respiratoria el paciente con
traqueostomía y cuántas veces al día. También sería bueno establecer si el paciente se
mantiene durante el día y en la evaluación con el cuff inflado o no (cod. 6 (b)), porque no
queda muy clara la idea… ¿El paciente mantiene el cuff inflado? Sí/No. Aquí en anatomía, el
edema en las observaciones uno pone ¿Si es laríngeo o de otra estructura? Tal vez es mejor
hacer un check list de edema (cod. 7): hipofaringeo, laríngeo, subglótico, supraglótico,
¿Evalúan la capacidad de tos voluntaria? Porque hay evaluaciones clínicas que no la
incorporan, podrían incorporarlo. Acá en el escape oral anterior: sí/no, mayor a derecha
/mayor a izquierda. Oye y la evaluación con naso en general la van a hacer así: ¿Líquido,
papilla y sólido?, por lo general la hacen los otorrinos con jalea.
Idealmente que el alimento sea teñido con tinción azul. (cod. 39) Es raro, pero también
puede pasar que por la traqueostomía salga alimento por el estoma y ustedes pusieron por la
cánula o aspirado y a veces se filtra por el borde sin salir por cánula o se tiñe el parche y puede
que el paciente acumule y no tose, lo cual indica que algo no está funcionando bien. Antes de
empezar a evaluar anatomía deberían poner si el paciente coopera: si/no y si está vigil, como
antecedente. Tal vez sería bueno consignar los parámetros hemodinámicos: respiración y pulso
y observar si el paciente se fatiga durante la evaluación.
En el hospital no todos los pacientes constan con monitor, por lo que descartamos esa
opción en el protocolo.
Claro, de ser así, entonces no los consideren, pero sí observar si el paciente se fatiga o
no”.
Fonoaudiólogo: Nº 8
“Está bien antecedentes personales. En los antecedentes mórbidos ¿Va la fecha del
evento? Es importante consignarlo aparte para ver el tiempo de evolución del paciente. La
disartria sí y no y la severidad también. Diagnóstico neurológico está bien, también agregar si
hay exámenes complementarios, si le han realizado un examen previo a la evaluación, como
imagenológicos o de deglución propiamente tal, e indicar que se obtuvo para tenerlo como
antecedente. En pacientes con traqueostomía, lo que dice anterior es ¿Si se le fue retirada?
La prueba se va a aplicar con color, entonces hay que registrar si se observa color o
no, cuántas secreciones hay o si no hay.
Ya. Anatomía y cuerdas vocales, si está bien. Va a ser el FEES con prueba de
sensibilidad.
¿Va teñida?
Sí, con tinción vegetal azul.
Si es un protocolo, el protocolo tiene que establecer todas esas cosas, porque papilla
para otros puede ser un yogurt. Todo tiene que estar especificado (cod. 36), si es líquido tiene
que ser agua y no jugo porque tienen distinta viscosidad y si va ir teñido con qué. Y el sólido
también, ustedes dicen que usan pan. ¿Por qué usan pan para sólido?
Esta pauta también la realiza un fonoaudiólogo por lo tanto sabe que se parte con
papilla luego sólido y finalmente líquido. Pero de acuerdo a lo que usted nos dice hay que
establecerlo.
Porque muchos parten por líquido, entonces no es tan obvio lo que ustedes plantean.
Quizás es ya que en la guía del MINSAL aparece el test del vaso del agua.
Entonces tienen que especificar el tiempo normal del reflejo de la deglución. (cod. 38)
Ésto, residuo en la cavidad oral. ¿Por qué lo ponen en la etapa faríngea?
Sabemos que no tiene conexión, pero corresponde a observar la cavidad oral post
deglución.
Mejor debería ir en la etapa oral. O sea si van a hacer un protocolo tiene que ir todo
establecido y esa es mi duda, si le piden al paciente calidad vocal, supongo que le pedirán que
fone. Debiera indicar que la fonación es pre y post deglución. (cod. 11) Y en diagnóstico ¿Lo
van a poner como una escala que completar o queda abierto?
Queda abierto.
Quizás a ellos les facilita el hecho que pongan disfagia, sí o no, alteración en la etapa y
que ellos marquen. Y así es más fácil de comunicarse. Quizás no escala de severidad, sino
poner hipótesis diagnóstica y que ellos marquen y también esofágica porque ellos también
pueden ver reflujo, podría ir acá. En antecedentes mórbidos, creo que siempre es mejor tener
alternativas para chequear más rápido. Por ejemplo en la historia clínica del paciente poner
hipertensión arterial (HTA), reflujo faringolaríngeo (RFL), tabaquismo, poner una lista de
cosas comunes (cod. 2). Forma y posición de epiglotis normal, alterada. Las pautas que son
de tikear son más útiles ya que es la misma información de todos los pacientes, (cod. 31 (c)) es
mejor que sea menos descriptiva”.
Fonoaudiólogo: Nº 9
La anatomía me parece bastante bien, pero en las cuerdas vocales hace falta establecer
si hay paresia o parálisis, (cod. 9 (b)) es muy importante considerarlo. Hay que preguntarle al
paciente cómo está comiendo, realizar la prueba de deglución porque la parálisis o paresia es
un riesgo. Además establezco ejercicios terapéuticos. Acá en la escala de manejo de
secreciones ¿Se refieren a que puede aclarar?
Es que en las nasos lo que más importa es que el paciente sea capaz de barrer, más allá
de si se acumula la saliva. De repente autorizan alimentación mixta si el paciente es capaz de
barrer inmediatamente. La etapa preparatoria me parece bien. Acá también se mide harto si
escurre alimento hacia vallécula, si existe derrame posterior, de ser así el paciente no está listo
para comer por boca (cod. 37).
Acá me parece bastante bien el manejo del bolo con consistencias, pero me parece un
poco enredado. Yo en cada consistencia pondría sí/no, para que sea más práctico.
Saturación me parece bien. Las indicaciones se verán orientadas por las pruebas
terapéuticas que realice, así mismo el tratamiento fonoaudiológico. Siento que las pruebas
terapéuticas es lo más relevante que puedo aportarles, (cod. 34 (b)) sin embargo, está súper
buena, aunque un poco larga”.
Otorrinolaringólogo: Nº 1
Cuando uno hace un protocolo y ambos están viendo lo que se está haciendo, ambos
pueden opinar de eso.
El problema es que la realidad del Hospital Carlos Van Buren es el otorrino mirando
por el nasolaringofibroscopía, es sólo con imagen para el otorrino porque es de transporte.
Como nosotros funcionamos es que primero, cuando nos llaman para un paciente con
deglución, generalmente tratamos que o el fonoaudiólogo o el otorrino vaya a ver al paciente
porque a veces te llaman por pacientes que están intubados o pacientes que están en la UCI
(Unidad de Cuidados Intensivos). Entonces ver si el paciente sigue instrucciones, si no es
capaz de abrir los ojos, como para saber en qué escenario uno se está manejando. Y
obviamente siempre la idea es ir en conjunto.
Desde el punto de vista de las cuerdas vocales, se debería poner como borde libre o
como lesiones anatómicas (cod. 49) entonces tú le puedes poner que tiene un edema
subglótico o tiene una úlcera de aritenoides porque en traumatismo post intubación tú no sabes
que podría ser que pasen a llevar con el tubo (cod. 48 (b)), o que el caballero lleve 21 días con
el tubo.
En la preparatoria oral y oral me parece súper bien desde el punto práctico. Yo creo
que rara vez evaluamos la etapa preparatoria oral nosotros. (cod. 55) Y la etapa oral la evalúan
más los fonoaudiólogos (cod. 56) Acá nosotros lo hacemos diferente porque uno solamente
va a ver un poco más, puesto que el manejo del bolo no es sólo faríngeo, sino que llega mucho
más allá. Entonces lo que uno va a ver es sí y solo sí no hay signos de penetración. Nosotros
en la misma escala vemos sin intervención y con intervención.
Consistencias, creo que es importante decir con qué vas a partir: sólido, semisólido y
líquido. (cod. 62) De la motilidad laríngea casi no nos damos cuenta, (cod. 59) puedo decir
que hay un derrame posterior porque veo que antes de que le diga “traga” se le va la comida
hacia atrás pero no sé si es por retardo de la motilidad o por sensibilidad. Yo creo que es
mucho más importante definir si hay o no derrame posterior (cod. 80 (a)) que es lo que uno
está viendo más que el por qué, porque uno no sabe o no tiene claro el por qué. Acá en
degluciones múltiples ¿A qué se refieren? No se entiende. (cod. 61)
A patológicamente.
En el fondo si tiene un trastorno de deglución leve puede que necesitara para una
cucharada deglutir 3 veces pero no está tan malo como si se le va a la primera. Definir si el
procedimiento lo hiciste con cuff inflado o desinflado, el concepto es que no tienes que tener
un cuff inflado. (cod. 43 (a)) Siempre tiene que estar desinflado. ¿Apoyo respiratorio es que
necesitaron del kinesiólogo después del examen?
No, nos referimos a si se encuentra con máscara de oxígeno para fijarnos en los
niveles de saturación.
Ah ya, en el fondo qué dispositivo de oxígeno están utilizando y por qué vía. No tiene
sentido hacerle el examen a un paciente que no coopera, por definición no entra en una FEES,
es por lo menos como nosotros trabajamos.
Me parece que aquí hay que poner dos diagnósticos: uno otorrinolaringológico o entre
comillas anatómico y un diagnóstico fonoaudiológico. (cod. 70 (a)) En indicaciones es
importante dejar mencionada la vía y consistencia de alimentación, si es que hay algún
medicamento que dejarle, si es que tiene terapia o que uno defina si es que la va a tener o no
(cod. 71 (a)), (cod. 72 (a)) y (cod. 74 (a)) y la próxima evaluación para hacer seguimiento
sobre todo de pacientes geriátricos”.
Otorrinolaringólogo: N°2
Sí, especificaría la zona anatómica donde se presenta edema, (cod. 47 (b)) podría ser
por reflujo. Traumatismo por intubación, ¿Cuál?
Ah, ya. Cuerdas vocales está bien. En la escala de secreciones, donde dice en
momentos cámbialo por momento o leve. El momento es frecuencia no intensidad. Cambien
por escala de manejo del bolo alimentario. ¿No será mejor poner signos de aspiración?, porque
el paciente no penetra, aspira. En pediatría se dice que signos de penetración es por un cuerpo
extraño. En los signos de aspiración es mejor aclarar cuáles son, busquen qué signos de
aspiración tienen. Mejor ponerlo en un ítem aparte (cod. 65) sino se ve desordenado. Agrega
atoramiento. También se puede mejorar dejando en orden anatómico (cod. 63), por ejemplo
en deglución múltiple debería ir al principio con regurgitación nasal. En signos de aspiración,
poner tos postdeglución, atoramiento, voz húmeda postdeglución, tiraje, alimento en cavidad
oral postdeglución. Salida de alimento por cánula postdeglución sería mejor. (cod. 66)
Saturación inicial y final ¿A qué? Ponle saturación inicial a la deglución, saturación de O2
durante la evaluación, etc. Especifiquen la bibliografía de Clavé (cod. 67), puede ser “clavé
una aguja”. Poner si es doctor o lo que sea. Pon un asterisco y aclara al final de la página,
porque yo empiezo a buscar el otro asterisco, tienes que nombrar la fuente. Es bueno que
dejes amplio los impedimentos del examen para cada paciente, si está bueno el final”.
Otorrinolaringólogo: Nº 3
“Estamos claros que el aporte vienen de los dos, lo que pasa es que en lugares
asistenciales no siempre pueden estar los dos, está trabajando a full el otorrino y está
trabajando a full el fono.
Claro. Se refiere a que generalmente se encuentra inflado, sucede que a veces a los
pacientes de a poco le van desinflando el cuff, es diferente cuando ha tenido todo el día el cuff
inflado que cuando se le ha inflado un rato y luego se lo han desinflado.
O sea que la pregunta va si es que ¿Ha tenido el cuff inflado ese día? Quizás sería
bueno, porque ustedes que hicieron el protocolo quizás lo tienen claro, pero como pregunta
quedó como medio raro (cod. 44). De hecho quizás la pregunta fundamental es cómo está el
cuff en el momento del examen (cod. 43 (b)) porque a veces va a estar obligado a hacer el
examen con el paciente con el cuff inflado. Y muchas veces hay cosas que uno las puede tener
técnicamente claras pero hay cosas que parecen fácil y que cambian tremendamente el
concepto en el equipo en que estén. Entonces puede que al paciente no se le puede desinflar el
cuff así que hay que mirarlo así no más y no puedes hacer problemas, así que lo más
importante es consignar cómo está el cuff en el momento de la evaluación.
Uno tiene que tener cuidado con todo lo que es información, si es una cantidad enorme
de información que después escribirla y analizarla es tan grande que uno debe ser bien crítico
de no meter exceso de información.
Yo creo que conviene en este caso poner espacios más libres; yo pondría epiglotis. Lo
que pasa es que también tengo mis dudas porque, es de los ítems que menos variaciones tiene.
Estamos hablando de que en la mayoría se les hacen los exámenes a los adultos, la cantidad de
veces que uno ve una anomalía en la epiglotis es bajísima. O sea tú ves problemas en la
epiglotis como un traumatismo o una inflamación pero lo que pasa es que en pacientes
neurológicos que están con disfagia no se tienden a presentar estos problemas. Ahora me
parece bien que lo quieran incluir como informe endoscópico pero yo pondría solamente
epiglotis, no forma ni posición. (cod. 45)
De la misma manera generar espacio abierto para base de la lengua, por si hay tumor o
edema. (cod. 46) Yo recomendaría entonces, describir ítems por área anatómica y ahí uno
poner si hay edemas, lesión, herida, etc. Pero sólo áreas anatómicas y dejar abierto el espacio.
Cuerdas vocales está bien. Morfología, posición y movilidad; está bien, es un ítem que
uno debe informarlo de todas maneras. Ahí también tengo dudas porque por ejemplo, cuando
tú estás hablando de en reposo y fonación en el fondo estás hablando de la movilidad. Me
estoy tratando de imaginar en el contexto de una parálisis cordal, ahora ¿Cuál es la posición?
bueno en reposo estaría una en reposo y la otra en paramediana, movilidad: una cuerda no se
mueve. La información está redundante, bastaría dentro de las cuerdas vocales que si quieren
detallar dejar el campo abierto o dividirlo en morfología, movilidad y posición pero saltándose
reposo y fonación (cod. 50) pero me parece razonable que dividan lo que es importante
informar.
Escala de sensibilidad ¿Lo sacaron de alguna escala que esté validada? Lo digo para
categorizarlo porque es una técnica que se utiliza. De repente lo que puede ser útil poner en
letra chiquitita una ayuda de memoria de qué significa, por ejemplo: nula es que toca
reiteradamente la zona sin respuesta y escasa es que frente a estímulo exagerado se logra que
ocurra.
Como ésto, exactamente la misma idea, lo que pasa es que está más desarrollada,
podrían haber puesto normal, leve o severo pero está súper explicado. Me parece bien, está
muy claro, muy explicada.
Etapa de preparación oral. También acá es interesante describir bien lo que están
evaluando porque con la naso yo no puedo ver escape oral anterior, por lo que nuevamente
tengo dudas porque me queda súper claro que es tremendo aporte que esté el fonoaudiólogo
ayudando pero en la evaluación endoscópica ninguno de los dos tiene como poner escape oral
anterior; entonces o sacan el escape anterior o deben poner más amplio agregando “evaluación
clínica” al título y ahí incluir todo lo que ustedes hacen en esa evaluación. (cod. 77)
Para nosotras eso se asumía con evaluación funcional, o sea evaluación funcional
incluye lo clínico e instrumental pero es mejor explicarlo.
Sí, dejarlo un poco más claro en el título. Y así el otorrino no se pone nervioso que
además de la evaluación deba estar fijándose es más detalles.
Totalmente de acuerdo. Etapa oral. ¿Cómo me diferencian una lentitud con una
dificultad en el inicio? ¿Cómo lo consignan separadamente? Yo creo que bastaría con lentitud
porque te engloba las dos ideas. Es siempre una ventaja que la evaluación sea lo más
amigable, lo más corta posible. (cod. 78)
Escala del manejo del bolo. Ali ha desarrollado una serie de evaluaciones; él desarrolló
la evaluación endoscópica de la deglución y describe cuatro ítems que son importantes en la
deglución faríngea y que son fundamentales. Que son el derrame no me parece que esté
claramente consignado (cod. 80 (b)), escape o caída del bolo porque pusieron lentitud pero es
importante que antes hay que ver si puede controlarlo y si hay caída del bolo hacia la faringe,
derrame y residuos post deglución. En nuestra tabla proponemos la presencia de derrame,
residuos post deglución, penetración y aspiración (cod. 60 (a)); ahora ustedes tienen los
residuos desglosados en más niveles lo que está bien, pero quizás para hacerlo más simple
podría sugerirles que marquen con una cruz, dos cruces o tres cruces. (cod. 81)
Papilla que es compota de frutas, pan y agua. Que está adaptado a la realidad del
hospital.
Me parece bien. Acá es donde tengo la duda de que eventualmente se podrían unificar
estas dos tablas, porque en el fondo acá abordan lo que son residuos pero acá ya entran a
hablar de penetración, pudiendo incluir aspiración.
También acá hay que ver cómo están planteados los términos, porque acá hay distintos
problemas pero también hay cosas normales entonces para una intervención visual de la tabla
sería mejor poner sólo problemáticas (cod. 64). Me explico, debería decir ausencia o retardo
del reflejo para marcarlo pero no reflejo; de la misma manera elevación laríngea. Porque el
problema es que hay dificultades y cosas positivas que dificultarían marcar con cruces.
Redactar las mismas ideas pero en patología. Eso no quita que ya es bastante extenso, yo creo
que como evaluación ya es bastante larga.
Degluciones múltiples. Yo pondría para explicarlo mejor necesidades de degluciones
múltiples, porque muchas veces una técnica es decirle a los pacientes que deglutan varias
veces, por lo que así va a quedar claro que el paciente no está pudiendo tragar teniendo que
hacerlo varias veces sólo para hacer bajar el bolo ¿Te fijas? Entonces de alguna manera que
quede claro que son espontáneas. Me parece muy bien lo de traqueostomía.
Aquí habría que diferenciarlo, porque una cosa son equipos que te ayudan con la
presión, que en general está contraindicado para cualquier paciente con intubación por lo que
no viene al caso preguntarlo. Apoyo ventilatorio puede ser pacientes que estén con aspiración
mecánica intermitente, oxigenoterapia sería con una mascarilla. Pero tampoco tengo claro el
aporte de la pregunta y ¿La pregunta es que si usan o no oxígeno?
Lo que pasa es que en realidad tiene que ver con la saturación porque obviamente si
están todo el tiempo con oxígeno al evaluarlo se tiene que retirar y va a cambiar la saturación
de oxígeno y podemos deducir una aspiración.
“Esto me parece súper importante, saber cómo se alimenta el paciente antes, si comía
bien, solo, con ayuda, si se atoraba, si tenía algún problema en la deglución , por lo que todos
esos antecedentes previos son muy importantes. También sería importante considerar si tiene
prótesis dental o no. (cod. 79) En los antecedentes mórbidos es importante saber si han tenido
neumonías a repetición, patologías neurológicas previas, etc. (cod. 41) ¿Por qué consideraron
disartria? Qué raro.
Porque existen estudios que mencionan que es una patología concomitante con
disfagia.
O pacientes con enfermedades neurológicas en general. Pero por lo que dices en cuanto
a la disartria, sí, pero no sé si como punto porque se pregunta dentro de la parte neurológica
también. El diagnóstico neurológico es fundamental saber qué tipo de ACV (Accidente
Cerebro Vascular) fue, si múltiple, en qué lado y el pronóstico que tendrá el paciente y cómo
ha sido la recuperación, porque es diferente en cada paciente.
Me parece muy importante porque muchas veces hay pacientes que el kine ve varias
veces al día y saben qué tipo de secreciones tienen y cómo las está manejando el paciente, si
es capaz de limpiarlas por si solo o hay que aspirarlo.
Bueno, en cuanto a la anatomía, son aspectos que se evalúan antes del estudio de
deglución y se realiza sin anestesia, porque así debe ser para que no pierda sensibilidad ni el
reflejo. En las estructuras se observa si hay movilidad, reflejos o tumores. En los pacientes con
intubaciones prolongadas pueden tener insuficiencia glótica o una luxación de aritenoides o
un granuloma que puede interferir, parálisis de cuerdas, edema, también se observan signos
de reflujo que también deben tratarse o causan inflamación.
Acá en la escala de sensibilidad deberían poner que zonas tocar. (cod. 53 (b)) Nosotros
principalmente evaluamos si hay o no reflejo, se toca o hay algunos nasos que tienen aire, pero
yo toco la epiglotis o la supraglotis para ver si tose o tiene reflejo, porque hay pacientes que
pueden tener cero sensibilidad cuando sí debería presentarse algún tipo de reacción con esos
estímulos.
En cuanto a las consistencias con las que se realiza la evaluación, no se debe utilizar
jalea porque en el fondo algunas veces es prácticamente agua y hay muchas personas que
erróneamente lo hacen. Nosotras lo hacemos con papilla verde, también es importante la
tinción. La etapa preparatoria oral principalmente la evalúan los fonoaudiólogos pero igual es
importante fijarse. No creo que le falte algo.
Eso es primordial, yo por lo general evalúo con la fonoaudióloga que se fija en todas
estas cosas, por ejemplo el hecho de ponerle la prótesis al paciente en el examen o lubricarle la
cavidad oral si es necesario. También con el kinesiólogo para aspirar secreciones en caso de
necesitarlo. En esta fase también hay que fijarse si retiene la comida y no la traga.
Lo que pusieron en la etapa oral está bien hay pacientes que hay que darles la orden
para que lo haga o se necesita realizar terapia para estimular con hielo. Acá es fundamental
ver si está o no enlentecida o francamente devuelven el alimento y no se lo tragan.
Acá en la escala de manejo del bolo es importante darle el alimento y observar, ya sea
en la vallécula, en los ventrículos o los senos piriformes en el fondo ver si después de tragar
retienen el alimento…observarlos un rato, porque muchas veces quedan restos que luego van a
ser los aspirados. ¿Pero en esta escala la idea es ver si aclara solo o ustedes le dan la
indicación?
No está establecido.
Bueno hay que enseñarle al paciente diciéndole que trague y que vuelva a tragar. Hay
pacientes que aclaran solos, o tosen o ustedes tendrán que indicarles que traguen hasta que se
limpie y si no lo logra, se detiene el estudio. (cod. 57) y (cod. 58). Acá en las degluciones
múltiples tienen que diferenciar si el paciente las realiza espontáneamente o ustedes le dan la
indicación.
Bueno, en ese punto en realidad nos referimos a que la cantidad de degluciones sea
adecuada según el volumen del bolo, por ejemplo sería inadecuado múltiples degluciones
reiteradas con 1 ml. de alimento.
Ah claro, ahí está súper bien. Hay que observarlo. Súper importante lo que
consideraron para traqueostomía y el contacto entre el otorrino, el fono y el kinesiólogo es
sumamente importante.
Hay pacientes que no cooperan así que hay que fijarse en eso. Muchas veces depende
del momento del día en que se va a evaluar al paciente, hay momentos en que se encuentran
más somnolientos que otros. Por lo general los pacientes neurológicos están con apoyo
respiratorio.
El diagnóstico siempre tiene que ir fundamentalmente para luego tomar una conducta,
si es que hay un trastorno de deglución determinar en qué etapa está, severo, moderado, leve y
teniendo el diagnóstico hay que determinar si se estimula con el fonoaudiólogo por el
momento, (cod. 74 (b)) qué régimen se va a seguir, por ejemplo régimen cero con
estimulación, alimentarse por sonda o yo por ejemplo dejo alimentación asistida por
fonoaudiólogo, luego con la familia y especificar hasta los medicamentos. A veces uno indica
régimen papilla estricto y sin embargo, le dan las pastillas que pueden aspirarlas igual. Uno
debe ser súper estricto con las indicaciones de los alimentos y de cómo deben ser
administrados también los medicamentos, por ejemplo con dispersables o con espesantes.
(cod. 71 (c)), (cod. 72 (b) y (cod. 73) Los espesantes también pueden utilizarse con diversos
líquidos como té o agua.
Investigadora 2: Serviría también para ver si los pacientes siguen con lo mismo o tal vez
después de la evaluación cambiarán. También deberíamos mover fonoaudiólogo y
otorrinolaringólogo al final de la evaluación, y ahí les agregamos nombre y firma a los
profesionales.
Investigadora 3: Sí, son importantes sus nombres pero también había que agregarlo con firma
porque corresponde en un protocolo. Así que ¿Para qué tener nombres arriba y firmas al final?
Mejor que se identifique el profesional y su firma al final (cod. 83).
Investigadora 2: Además que después de cada procedimiento en el Hospital tienes que dejar
consignado quién lo hizo y una firma porque se hace responsable legalmente de las
intervenciones.
Investigadora 1: Aparte, podríamos dejarlo atrás porque si otra persona va a ver el protocolo y
quiere ver las indicaciones, no tiene por qué ver el principio del protocolo sino que se queda
en el final.
Investigadora 3: Y es lo lógico, las identificaciones como que siempre están en los finales.
Investigadora 3: Nos dijeron que pusiéramos afasia si/no, pero creo que es necesario no sólo
agregar esa información, sino que además si es comprensiva, expresiva o mixta (cod. 85).
Servirá para dar instrucciones, podría ser hasta un criterio de corte dependiendo de qué tan
severo sea.
Investigadora 2: Y para saber cómo dar las instrucciones también porque si es una afasia
comprensiva vas a buscar más herramientas para poder darlas.
Investigadora 1: Muchas veces nos dijeron que no se entiende así que es mejor eliminarlo.
Investigadora 3: Además que se refiere a cuando ya no hay traqueo pero para cuando se la
sacaron llevaba 3 meses, por ejemplo, por lo que podrían haber problemas de sensibilidad.
Además que la categoría es netamente de traqueostomizados por lo tanto si ya no la tiene, no
tiene porqué ir en este apartado (cod. 86).
Investigadora 2: En la escala de manejo de secreciones agreguemos en grado 3 las palabras:
con rebasamiento. Porque es lógico que si dice en el grado 2 “con rebalsamiento” y no lo dice
en el grado 3 que es peor… Obviamente debe incluirse en ese grado. En el grado 2 se incluye
acúmulo y rebasamiento y en el grado 3 sólo retención o acúmulo pero no incluía
rebasamiento, lo que es incluso peor que la retención. Si está en un grado más leve, tiene que
estar en un grado peor (cod. 87).
Investigadora 1: Por varias cosas deberíamos realizar estos cambios. Primero por lo que nos
dijo un fonoaudiólogo, que teníamos que separar lo fonoaudiológico de lo
otorrinolaringológico, por lo tanto no podemos decir que una etapa la hace uno o el otro, y
para dividir de manera que sea más equitativa separémoslo así.
Investigadora 3: Y lo otro es que por ejemplo, muchos detalles como derrame posterior, nos
dijeron que los agregáramos en diferentes las etapas, entonces es información de más. Mejor
poner una vez el signo y que se ponga dónde se observa.
Investigadora 1: Ese es el criterio que te digo. Hay sucesos que se producen en más de una
etapa. Por eso es complicado separarlo por etapas, hay autores que proponen un mismo signo
pero lo ubican en diferentes etapas (cod. 88).
Investigadora 3: Además que desorganizaron ciertas etapas, como por ejemplo sialorrea y
xerostomía son signos que ya no van a ir en preparatoria oral y detalles similares.
Investigadora 3: Para que se acuerden de tomar la saturación, es una estrategia visual (cod.
90).
Investigadora 1: Es buena idea, puesto que hay un alto porcentaje de pacientes que después de
haber tenido un ictus debutan con neumonía aspiración. Es muy común encontrar en pacientes
neurológicos este tipo de alteración, la neumonía por aspiración. Los pacientes cuando
aspiran los alimentos y pasan a la vía aérea, crean infección que se manifiesta también con un
alza en la temperatura corporal (cod. 91). Por eso es importante incluirlo como criterio clínico
es el control de temperatura.
Investigadora 2: Además que en el servicio neurología del Hospital, es una práctica clínica el
controlar la temperatura para corroborar el diagnóstico y verificar que la deglución es segura.
Entonces el protocolo tiene que abarcar esa necesidad de que puedan indicar control de
temperatura.
Investigadora 2: Así el evaluador pondrá lo que más le acomode en caso de que no coincida
con nuestro aporte”.
PROCESO DE PILOTAJE
1. PROTOCOLO DE EVALUACIÓN
2. TERCERA BITÁCORA
3. PAUTA DE ENTREVISTAS
4. CUARTA BITÁCORA
PROTOCOLO DE EVALUACIÓN
TERCERA BITÁCORA
Los profesionales llegan a la sala donde se encuentra el paciente que será evaluado en
el proceso de pilotaje. La fonoaudióloga revisó la ficha del paciente previo la evaluación y se
presentó con el otorrinolaringólogo, que ya se encontraba en la sala.
Finalizó la evaluación con alimentos otorgando líquidos con cuchara al paciente, pero
antes la fonoaudióloga levantó aún más el respaldo de la cama, quedando así en unos 90
grados. La fonoaudióloga administró agua teñida de color azul y auscultó la deglución. Del
mismo modo que la papilla, fue aumentando el volumen de líquido en cada administración
(cuatro administraciones). El otorrinolaringólogo le pidió al paciente que carraspeara y la
fonoaudióloga le solicitó que emitiera el fonema /a/ posterior a la deglución de la tercera
administración de líquidos.
“Pilotaje: Estudio con un pequeño grupo en el que se ensaya algunos aspectos de éste, a fin de
desarrollar con bases sólidas el estudio definitivo” (Galán, 2008).
5. ¿Alguna categoría no se explica por sí misma u ocasiona dudas para ser completada?
9. ¿Considera los resultados obtenidos a través del protocolo una orientación para el
tratamiento?
Después considero que favorece el trabajo evaluativo conjunto entre los profesionales
otorrinolaringólogos y fonoaudiólogos. Pienso que un protocolo en común siempre va a ser
favorable dependiendo de la disponibilidad (cod. 95 (a)) también del profesional que esté
realizando la evaluación. Y eso tiene que ver un poco con el trabajo que debiera hacerse,
siempre pasa en cuanto a trabajo colaborativo.
Es que pienso que si el objetivo del protocolo es trabajo en conjunto, pienso que es
solamente entrenamiento lograrlo (cod. 110 (a)). Ahora, si ya se entrena y no se logra
nuevamente pienso que habría que hacer quizás una parte en donde estuviese más pequeñito,
fácil de describir por el otorrino que pudiera dejar ese trozo y después rellenarlo. Pero creo
que el entrenamiento es la fase principal.
Luego de este dice: ¿Algún ítem no se explica por sí mismo y ocasiona dudas para ser
completado? No. Me pareció bastante claro (cod. 97 (a)).
Tiempo empleado en la aplicación, pienso que es algo largo pero creo que es lo que se
debe demorar una evaluación de deglución (cod. 98 (a)). En cuanto a completarlo es simple,
requiere de tiempo sí, porque hay que pensar que hay que rellenar el protocolo y luego de eso
hay que ocuparlo como herramienta para llenar la ficha.
La idea es que si se implanta este protocolo aquí en el hospital, se tiene que adjuntar.
Lo que pasa es que como es una investigación se tiene que rellenar en la ficha.
Por supuesto, pero de todas formas el protocolo no se va a explicar por sí solo para, por
ejemplo, un profesional nutricionista; a lo mejor va a mirar la parte de atrás y mirará el
diagnóstico pero no le hace sentido lo otro como para nosotros, en cuanto a la extracción de
información. Tal vez pienso que de alguna manera tendría que tener un resumen, como los
protocolos que usan las nutricionistas, que es una hoja que se pega en la ficha y abajo viene un
resumen pequeño de la evaluación (cod. 109). Porque, por ejemplo, un médico que está a
cargo o un becado que está a cargo que no está acostumbrado a ver este tipo de protocolo no le
va a ser sentido ninguno de estos números ni nada, va a ver el diagnóstico solamente.
Entonces sería bueno definir que va a ser un apartado así como de resumen para que
lo peguen en la ficha.
Claro, eso es lo que aconsejaría yo porque siento que el protocolo es súper útil pero
para la persona que va a realmente a extraer bien la información. Entonces, generalmente se
escribe en la ficha cuando se hace una evaluación, por eso es que todavía las tenemos, incluso
desde el 2002 está todo computarizado, pero de todas maneras también va todo súper descrito,
va todo resumido: la epicrisis y todo ese tipo de cosas, está todo escrito en la ficha. Entonces,
pienso que eso se ha dado por algo, por eso no se usan check list de cosas, porque no todos los
pacientes se comportan igual.
No, tendría que ser un resumen, por eso te digo que tendría que ser un entrenamiento,
tendría que ser un resumen que tenga siempre el mismo orden. Que vaya siempre bien
consignado pero es difícil, no es fácil hacerlo.
Eh, hay que pensar en el tiempo de aplicación como una cosa, y el tiempo de
información en la ficha como otra, porque no siempre te vas a encontrar con toda la gente, las
enfermeras se cambian de turno, los doctores también. Entonces todo ese tipo de cosas van
sucediendo y son cosas reales que el protocolo no va a poder manejar por sí solo.
Entonces opina que ¿Debería darse un entrenamiento a los servicios que sirviese el
protocolo?
Sí, netamente, pienso que eso es lo que siempre prima, porque falta mucho
conocimiento de la disfagia y su importancia en los efectos del manejo y del estado de salud
del paciente.
¿Si agregaría algún aspecto evaluativo al protocolo? Sí, ahí puse algunas cosas, por
ejemplo, no fue el caso de Don V.S. porque no tenía cuff, pero en el cuadro de acá yo habría
puesto si estaban con ventilación mecánica y si está en el período de oclusión o no (cod. 99),
porque eso igual es importante consignar para empezar a tener tratamiento de alimentación o
para empezar a dar algunas instrucciones. Y luego, debajo de cantidad de secreciones agregué
número de aspiraciones diarias (cod. 100), porque algunos pacientes llevan 3, 4 o 5
aspiraciones, entonces eso está diciendo que realmente no está preparado todavía para poder
ser evaluado. Y arriba, en antecedentes clínicos también le pondría conexión al medio (cod.
101), si es que el paciente está conectado o no porque eventualmente se piden evaluaciones
cuando los pacientes están totalmente somnolientos o no están conectados, entonces claro, se
puede hacer una evaluación solamente en ese escenario pero hay que considerarlo. Creo que la
conexión al medio resume un poco más que si está cooperador o no, porque hay pacientes por
ejemplo con Parkinson o con demencia que cursan con un ACV (Accidente Cerebro
Vascular), entonces ya de base no va a cooperar tanto como otro paciente.
Pero profe como conexión al medio creo que no se explica por sí solo, entonces ¿Lo
ponemos como estado cognitivo, o de conciencia tal vez?
Es que por eso les digo, les dejo la sugerencia respecto a eso, pero en el fondo la
sugerencia no es que si el paciente coopera o no, porque eventualmente puede ser por
oposición, puede ser por problemas de base, puede ser por un montón de cosas pero en ese
minuto es si está conectado o no. O podría ser conexión al medio, alta, media, no sé. Pienso
que eso a lo mejor lo podrían manejar. Yo también entiendo y subentendí que el paciente tiene
que ser capaz de poder seguir instrucciones y un montón de cosas, porque obviamente uno ya
lo conoce pero, por ejemplo, en el caso de Don V.S yo no lo había visto, no había revisado su
ficha, nada. Por eso llegué un poquito antes, revisé la ficha para ver algunas cosas pero no
todas las personas hacen eso. Ahora podría alguien eventualmente llegar y aplicar el protocolo
y no se trata tampoco de eso.
Lo que pasa es que aquí en los reflejos ustedes tienen presente y ausente, y entiendo,
pero no siempre están presentes o ausentes, de repente por eso yo dejé una línea de
observación como para establecer si está retrasado, si es que está con tiempo de gatillo muy
prolongado, entonces todas esas cosas que se pudiesen a lo mejor describir (cod. 102).
Encuentro que está buena la nivelación, pero podrían agregar algunas líneas de
observación en el caso del reflejo de arcada que de repente si está, pero muy posteriorizado.
Como para que no quede como que no está, porque un paciente que no tiene ningún reflejo
uno piensa en dos segundos y dice “probablemente va a tener que tener otra vía de
alimentación” y eso es un poco más enfocado a tratamiento prolongado, eso más o menos te
da una idea.
Ese día traté de dejar consignado lo que había hecho el otorrino porque él venía sólo
con las ganas de hacer la naso, entonces por eso yo tomé el liderazgo. Es una de las cosas que
pasa en el servicio, con los pacientes con traqueo y con un montón de pacientes, que uno
necesita la evaluación del otorrino y realmente, con el tiempo que tengo, me es imposible
coordinarme con alguien. Pero es como sobrenatural el esfuerzo que se debe hacer y bueno
son cosas que he planteado y se irán implementando de a poco.
¿Si considero los resultados obtenidos en el protocolo una ayuda para la orientación del
tratamiento? Sí, para la descripción de las cuerdas y todo el tema y porque posibilita en el
fondo tratar de hacer algunas maniobras cuando se hace en conjunto (cod. 108 (a)), porque
cuando no se está en conjunto, pienso que no se le va a ocurrir a los otorrinos hacer maniobras.
Bueno como comentarios generales, cambien el formato que les decía para poder
rellenar. En cuanto a la parte positiva, precisa la lectura de las descripciones de los otorrinos
que yo siempre tengo problemas para entenderlos. Entonces por ejemplo teniendo la
evaluación instrumental y habiéndola hecho con ellos, me acuerdo de lo que marcó.
“En la pregunta 1, sí, yo creo que están bien cubiertos todos los puntos en la evaluación
de la disfagia (cod. 93 (b)).
En la pregunta 3, sí, obvio, ¿Cierto? Tiene que ser un trabajo idealmente en conjunto,
porque la parte inicial nosotros en realidad no la hacemos nunca y vamos directamente a la
parte endoscópica, no hacemos los que ustedes (fonoaudiólogos) hacen en la evaluación,
entonces cuando lo hacemos por nuestra cuenta, puede ser un poco sesgado, porque nos vamos
a la parte más laríngea y faríngea, no a la etapa oral (cod. 95 (b)).
En la pregunta 5, en realidad considero que todos los ítems están dentro de lo que uno
conoce o maneja sobre deglución (cod. 97 (b)).
No encuentro que sea prolongado, no es un examen corto, entonces uno no puede
esperar que un estudio de deglución sea como nada, o que sea una fibroscopía rápida y ya.
Cuando es deglución uno ya sabe que es un examen un poco más largo y también dependerá
del paciente que tan largo va a ser (cod. 98 (b)). Este paciente colaboraba harto, por eso yo
creo que nos demoramos poco, porque era un paciente que colaboraba bien. Tal vez un
paciente con más daño neurológico hace que el examen sea más largo o que requiera de varias
etapas.
En el ítem 10, lo ideal es que el protocolo sea aplicable o que se haga una unidad de lo
que es la evaluación de deglución. El problema es que nosotros estamos aquí (planta baja del
hospital) y los pacientes están allá (4to piso del hospital) y que el nasolaringofibroscopio tenga
que subir o el paciente tenga que bajar, en realidad eso crea una disparidad en cuanto a los
criterios de evaluación y también coordinar el examen con el fonoaudiólogo y juntarse al
mismo tiempo es complicado (cod. 110 (b)). Al final muchas veces lo hacemos solos, nosotros
vemos básicamente la parte deglutoria en su parte baja, lo ideal sería hacerlo todo de una sola
vez. Ojalá se logre y después tener allá una unidad para fibroscopio donde uno pueda ir a
trabajar con días y horarios establecidos para realizar las evaluaciones”.
CARTAS
ASENTIMIENTOS
CONSENTIMIENTOS
CARTA DE PARTICIPACIÓN A JUICIO DE EXPERTOS
Señor(a)
…………………………
Fonoaudiólogo(a)
Otorrinolaringólogo(a)
PRESENTE
De nuestra consideración:
Dra.
Claudia Cartagena Salinas
Encargada Sección Investigación
Oficina de Gestión Docente
Hospital Carlos Van Buren
VALPARAÍSO
Atentamente,
_______________________ _________________________
Flga. Viviana García U. Bárbara Herrera R.
Profesora Guía de Tesis Representante de Tesis
________________________
Patricio Valdebenito V.
Director Carrera de Fonoaudiología
Universidad de Valparaíso
CARTA AUTORIZACIÓN DEL CÓMITE CIENTÍFICO DEL HCVB
CARTA SOLICITUD DE NASOLARINGOFIBROSCOPIO A
ENCARGADA DE LABORATORIO DE FONOAUDIOLOGÍA UV
Flga.
Cristina Carmona Soto
Encargada de Laboratorio de Fonoaudiología
Carrera de Fonoaudiología
Facultad de Medicina
Universidad de Valparaíso
VALPARAÍSO
Antes que todo consideramos necesario aclarar algunos puntos con el fin de dar a
entender la importancia de nuestra investigación. El objetivo de esta tesis radica en crear un
protocolo de evaluación clínica e instrumental de la deglución usando la
nasolaringofibroscopía para pacientes con disfagia orofaríngea neurogénica, buscando
complementar la evaluación clínica y mejorar el manejo intrahospitalario de los pacientes con
disfagia, ya que en la actualidad no se cuenta de un protocolo que evalúe conjuntamente
(otorrinolaringólogo y fonoaudiólogo) en el Hospital Carlos Van Buren.
Existen variados exámenes instrumentales que evalúan deglución, sin embargo las
ventajas de la nasolaringofibroscopía frente a otro tipo de examen son: no irradia; evalúa las
cuerdas vocales y anatomía orofaríngea; explora la sensibilidad de las estructuras laríngeas y
faríngeas (Aviv, 1996); es portátil pudiendo realizarse al lado de la cama del paciente;
mínimamente invasivo y de bajo costo (Vandemeulebroecke, 2007). Por último, es un examen
bien tolerado por el paciente pudiendo repetirse fácilmente (Velasco, 2007). Es por estas
razones que resulta el instrumento idóneo para utilizar en la evaluación de deglución acorde a
la realidad del Hospital Carlos Van Buren.
Es en el periodo de pilotaje donde se nos presentó el inconveniente que nos invalida para
continuar nuestra tesis: el Nasolaringofibroscopio del HCVB se encuentra averiado y sin
fecha definida de reparación. En definitiva, no contamos con el recurso instrumental
primordial para realizar nuestro trabajo de campo. Los profesionales otorrinolaringólogos
colaborarán con nuestra investigación y sugirieron solicitar a la Universidad el equipo, el cual
tendría que ser trasladado al Hospital el día requerido para la evaluación. El paciente en el que
se realizará la evaluación de pilotaje se encuentra hospitalizado por lo que el examen debe ser
llevado a cabo en el recinto hospitalario.
Atentamente,
_______________________ _________________________
Flga. Viviana García U. Bárbara Herrera R.
Profesora Guía de Tesis Tesista
_______________________ _________________________
Yasna Valenzuela N. María Cristina Vergara F.
Tesista Tesista
79780989
nfcdisfagia@gmail.com
viviana.garcia@uv.cl
79780989
nfcdisfagia@gmail.com
viviana.garcia@uv.cl