Tejido Oseo

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1.

FUNDAMENTOS DEL TEJIDO OSEO


Desde un punto de vista histológico, el hueso es un tejido conjuntivo mineralizado muy
vascularizado e inervado, que está estructurado en laminillas de matriz osteoide calcificada. La
disposición de estas laminillas es la que determina que el hueso sea cortical o esponjoso. Ambos
están constituidos por osteonas.

El principal componente de la matriz ósea es el colágeno de tipo I, y en menor proporción colágeno


tipo V. Además, existen otros tipos de colágeno en la matriz. En conjunto, el colágeno representa
aproximadamente el 90% de la matriz ósea.

La matriz también contiene otros elementos (no colágenos) que forman la sustancia fundamental.
Sus componentes son esenciales para el desarrollo, crecimiento y remodelado óseo.

Los 4 grupos grandes de sustancias no colágenas en la matriz ósea son:

I. Macromoléculas de proteoglucanos
- Una proteína central con cadenas laterales de glucosaminoglicanos.
II. Glucoproteínas multiadhesivas
- Actúan en la adhesión de las células óseas y el colágeno con la sustancia fundamental.
- Entre las glucoproteínas más importantes, podemos citar:
✓ Osteonectina → adhesivo entre colágeno y cristales de hidroxiapatita.
✓ Podoplanina → producida por los osteocitos en respuesta al estrés mecánico.
✓ Proteína de la matriz de dentina → importante en la mineralización ósea.
✓ Sialoproteínas → estas son la osteopontina (BSP-1) y BSP-2.
III. Proteínas dependientes de vitamina K
- Incluyen 3 proteínas:
✓ Osteocalcina → secuestran iones de calcio y estimula a los osteoclastos.
✓ Proteína S → contribuye a la eliminación de células que sufren apoptosis.
✓ Proteína Gla de la matriz ósea → desarrollo de calcificaciones vasculares.
IV. Factores de crecimiento y citosinas
Varias clases de proteínas → factor de crecimiento transformante β, factor de necrosis
tumoral α, factor de crecimiento similar a insulina, interleucina, proteínas morfogénicas
ósea, etc.

• Composición de la matriz ósea

- Contiene lagunas, y cada una de ellas contiene a un osteocito.

- Los osteocitos extienden sus evaginaciones por toda la matriz en pequeños túneles
denominados canalículos.

- Los canalículos permiten la comunicación de diversas lagunas contiguas.

Además de los osteocitos hay otros tipos cuatro celulares:

 CELULAS OSTEOPROGENITORAS. – Son células madre del tejido óseo y que se encargan de
convertirse en osteoblastos.
 OSTEOBLASTOS. – Son las células principales del tejido óseo y son las responsables de
producir la matriz orgánica y después convertirse en osteocito.
 CELULAS DE REVESTIMIENTO OSEO. – Son las células que cubren el hueso en la parte
externa del periostio o endostio.
 OSTEOCLASTOS. – Son los macrófagos del tejido óseo.

Su función fundamental es la remodelación ósea y la descalcificación.

2. ESTRUCTURA GENERAL DEL TEJIDO OSEO


Los huesos son órganos dinámicos que presentan una estructura compleja, diseñada para cumplir
varias funciones vitales en el organismo. A continuación se desglosan sus componentes y
características en mayor profundidad.

1. Composición General del Hueso


Matriz Extracelular:
Componentes Orgánicos: Aproximadamente el 30% de la matriz ósea está compuesta por
colágeno (principalmente tipo I), que proporciona flexibilidad y resistencia a la tracción. También
incluye proteoglicanos y glucoproteínas que ayudan en la regulación de la mineralización.

Componentes Inorgánicos: Alrededor del 70% de la matriz está formada por minerales,
principalmente hidroxiapatita (fosfato de calcio), que otorgan dureza y resistencia a la compresión.
La mineralización es un proceso esencial que permite la formación del tejido óseo rígido.

Células Óseas:
Osteoblastos: Son responsables de la síntesis de la matriz ósea y la mineralización. Se originan
de células mesenquimatosas y se localizan en la superficie del hueso. Al finalizar su actividad,
algunos osteoblastos quedan atrapados en la matriz y se convierten en osteocitos.

Osteocitos: Son células maduras del hueso que se encuentran en lagunas dentro de la matriz
mineralizada. Su función principal es mantener el tejido óseo y regular el metabolismo óseo
mediante la comunicación con otras células a través de canalículos.

Osteoclastos: Células multinucleadas derivadas de la fusión de monocitos, encargadas de la


resorción ósea. Liberan enzimas y ácidos que disuelven la matriz mineral y descomponen las
proteínas de la matriz, lo que es crucial para la remodelación y la regulación del calcio en el
organismo.

2. Clasificación de los Huesos


Huesos Largos:
Estructura: Presentan una diáfisis (cuerpo) que contiene principalmente hueso compacto y dos
epífisis (extremos) que son más esponjosas. Ejemplos incluyen el fémur y el húmero.

Función: Están diseñados para soportar cargas y facilitar el movimiento.


Huesos Cortos:
Estructura: Generalmente son cúbicos y están formados predominantemente por hueso
esponjoso, como los huesos del carpo.

Función: Proporcionan estabilidad y permiten el movimiento en múltiples direcciones.

Huesos Planos:
Estructura: Tienen una forma delgada y aplanada, compuestos por capas de hueso compacto
que encierran hueso esponjoso (diploé). Ejemplos son los huesos del cráneo y la escápula.

Función: Proporcionan protección a los órganos internos y superficies amplias para la inserción
de músculos.

Huesos Irregulares:
Estructura: Tienen formas complejas y varían en su composición, como las vértebras y los
huesos de la pelvis.

Función: Ofrecen soporte y protección a órganos y permiten la inserción muscular.

3. Superficies y Cavidades del Hueso


Periostio:
Descripción: Es una membrana fibrosa que recubre la superficie externa de los huesos, excepto
en las articulaciones. Contiene un suministro abundante de vasos sanguíneos y nervios.

Función: Proporciona un sitio para la inserción de tendones y ligamentos y participa en el


crecimiento y reparación ósea gracias a su contenido de células osteoprogenitoras.

Endostio:
Descripción: Es una membrana delgada que recubre las cavidades internas del hueso, como el
canal medular.

Función: Contiene células osteoprogenitoras que pueden diferenciarse en osteoblastos y están


involucradas en la remodelación y el crecimiento óseo.

Cavidad Medular:
Descripción: En los huesos largos, esta cavidad se encuentra en la diáfisis y contiene médula
ósea, que puede ser roja (responsable de la producción de células sanguíneas) o amarilla
(principalmente grasa).

Función: La médula ósea roja es esencial para la hematopoyesis, mientras que la médula amarilla
actúa como reserva de energía.

4. Estructura Interna
Hueso Compacto:
Descripción: Compuesto por osteonas que permiten la vascularización y el transporte de
nutrientes. Las osteonas están organizadas en anillos concéntricos alrededor del canal de Havers.
Función: Proporciona resistencia a las fuerzas de compresión y torsión, esencial para soportar el
peso del cuerpo.

Hueso Esponjoso:
Descripción: Formado por trabéculas que crean una red tridimensional. Los espacios entre las
trabéculas están llenos de médula ósea.

Función: Permite una distribución eficiente de las cargas y reduce el peso del hueso, facilitando el
movimiento y la función.

5. Importancia Funcional del Tejido Óseo


Soporte: Proporcionan un marco rígido que sostiene el cuerpo y mantiene su forma.
Protección: Protegen órganos internos vitales (por ejemplo, el cráneo protege el cerebro).
Movimiento: Actúan como palancas para los músculos, facilitando el movimiento.
Almacenamiento: Sirven como reserva de minerales, especialmente calcio y fósforo,
esenciales para diversas funciones metabólicas.

Producción de Células Sanguíneas: La médula ósea en los huesos es el sitio principal


de producción de células sanguíneas.

Consideraciones Clínicas
El entendimiento de la estructura del hueso es crucial para el diagnóstico y tratamiento de
diversas patologías, como fracturas, osteoporosis y enfermedades metabólicas del hueso.
La capacidad de los huesos para remodelarse y adaptarse a las cargas también es un
aspecto clave en la ortopedia y la rehabilitación.

3. TIPOS DE TEJIDO OSEO

1. Hueso Compacto (Cortical)


Estructura:
Osteonas: La unidad estructural básica del hueso compacto es la osteona, que consiste en un
canal central (canal de Havers) rodeado de varias capas de matriz ósea (lamelas).

Canales de Volkmann: Estos canales permiten la comunicación entre los canales de


Havers, proporcionando un acceso adicional a los vasos sanguíneos y nervios.

Osteocitos: Los osteocitos están situados en lagunas entre las lamelas y se comunican entre sí
a través de canalículos. Esta comunicación es crucial para el mantenimiento del tejido óseo.

Función:
Proporciona una resistencia significativa a las fuerzas de compresión y torsión. Es el principal
componente en las partes del hueso que soportan peso y tensión, como la diáfisis de los huesos
largos.

Actúa como una barrera protectora para la médula ósea y los órganos internos.
2. Hueso Esponjoso (Trabecular o Canceloso)
Estructura:
Trabéculas: Formadas por láminas de tejido óseo que se entrelazan para crear una red
tridimensional. Los espacios entre las trabéculas son donde se encuentra la médula ósea.

Médula Óseo: Puede ser roja (responsable de la producción de células sanguíneas) o amarilla
(principalmente grasa). La médula roja es más común en los huesos esponjosos de los niños y en
ciertos huesos del adulto.

Función:
- Aporta resistencia con menos peso, lo que es fundamental para la movilidad. Su estructura
permite absorber impactos y distribuir las cargas de manera más eficiente.

- Facilita la producción de células sanguíneas, ya que la médula ósea se encuentra en su interior.

3. Hueso Primario (Inmaduro)


- Estructura:
- Se caracteriza por tener fibras colágenas desorganizadas y una matriz ósea menos mineralizada.
Este tipo de hueso se forma rápidamente durante el desarrollo fetal y en la fase inicial de la
reparación ósea.

- Generalmente tiene una menor resistencia mecánica comparado con el hueso maduro.

- Función:
- Sirve como un andamiaje inicial durante el desarrollo y la cicatrización, siendo reemplazado
posteriormente por hueso secundario más estructurado y resistente.

4. Hueso Secundario (Maduro)


Estructura:
- Compuesto por hueso compacto y esponjoso, con una disposición organizada de las fibras
colágenas. La matriz es más mineralizada, lo que le confiere mayor resistencia.

- Se desarrolla a partir del hueso primario a través de un proceso de remodelación y


mineralización.

Función:
- Proporciona una estructura sólida y duradera, capaz de soportar cargas mecánicas. Es el tipo de
tejido óseo que prevalece en los adultos y se adapta a las necesidades funcionales del organismo.

Aspectos de Remodelación Ósea


Células Involucradas: La remodelación ósea es un proceso dinámico que involucra
osteoblastos (células formadoras de hueso), osteoclastos (células que resorben hueso) y
osteocitos.
Regulación: Este proceso es influenciado por factores mecánicos (cargas y tensiones),
hormonales (hormonas paratiroideas, calcitonina, hormonas sexuales) y nutricionales (calcio y
vitamina D).

Patologías Relacionadas: La alteración en el equilibrio entre la formación y la resorción


puede llevar a condiciones como la osteoporosis, que se caracteriza por una disminución en la
densidad ósea.

Importancia Clínica
El conocimiento de los diferentes tipos de tejido óseo es esencial para comprender diversas
patologías, intervenciones quirúrgicas y tratamientos en medicina ortopédica, así como para el
manejo de enfermedades metabólicas del hueso.

Si necesitas profundizar en algún aspecto en particular o tienes más preguntas, ¡estaré encantado
de ayudarte!

4. CELULAS DEL TEJIDO OSEO


El tejido óseo es un tipo especializado de tejido conectivo que proporciona soporte estructural y
protección a los órganos del cuerpo, así como almacenamiento de minerales y producción de
células sanguíneas. A continuación, se detallan las principales células que componen el tejido óseo.

Tipos de Células del Tejido Óseo

1. Osteoblastos

Función: Son las células responsables de la formación de nuevo tejido óseo. Sintetizan y secretan la
matriz ósea, que está compuesta principalmente de colágeno y otros componentes orgánicos.

Características: Tienen un citoplasma basófilo debido a la abundancia de ribosomas. Su actividad


está regulada por hormonas como la paratohormona y el calcitriol.

2. Osteocitos

Función: Derivan de los osteoblastos una vez que quedan atrapados en la matriz que han
secretado. Su principal función es mantener la matriz ósea.

Características: Son células maduras con prolongaciones citoplasmáticas que se extienden a través
de los canalículos, permitiendo la comunicación entre osteocitos. Tienen un citoplasma menos
basófilo que los osteoblastos.

3. Osteoclastos

Función: Son responsables de la resorción ósea, es decir, descomponen la matriz ósea y liberan
minerales al torrente sanguíneo.
Características: Son multinucleados y grandes, con un citoplasma eosinofílico. Se encuentran en la
superficie ósea y son activados por hormonas como la calcitonina y la paratohormona.

4. Células de revestimiento óseo

Función: Estas células son responsables de la regulación del intercambio de iones y la homeostasis
del tejido óseo.

Características: Son células planas que recubren la superficie del hueso y pueden derivar de
osteoblastos.

Matriz Ósea

La matriz ósea está compuesta de una fase orgánica (aproximadamente 30% del peso) y una fase
inorgánica (70% del peso).

Fase orgánica: Principalmente colágeno tipo I y proteínas no colágenas, que proporcionan


resistencia y elasticidad.

Fase inorgánica: Principalmente hidroxiapatita (cristales de fosfato de calcio) que proporcionan


dureza y resistencia.

5. FORMACIÓN DE LOS HUESOS


El desarrollo del hueso se clasifica en dos tipos: osificación endocondral y osificación
intramembranosa. La distinción radica en la existencia de un modelo de cartílago que actúa como
precursor óseo en la osificación endocondral, mientras que en la osificación intramembranosa el
hueso se forma directamente a partir del tejido mesenquimatoso.

Sin embargo, la existencia de estos dos tipos no implica que el hueso resultante pueda ser
catalogado como "hueso de membrana" o "hueso endocondral"; estos términos solo se refieren al
mecanismo inicial de formación del hueso. Con el tiempo, el tejido depositado por ambos procesos
es rápidamente reemplazado por remodelación ósea, y el nuevo tejido crece por aposición sobre el
hueso preexistente, resultando en un tejido óseo idéntico.

Aunque generalmente se considera que los huesos largos se forman a través de osificación
endocondral, durante su desarrollo también se puede observar la participación de la osificación
intramembranosa. Este tipo de osificación ocurre principalmente a nivel del periostio, la
membrana que recubre externamente los huesos, y es el resultado de la actividad de las células
osteoprogenitoras de esta capa. Esto implica que, en el desarrollo continuo de los huesos largos, la
histogénesis de ambos tipos de hueso (endocondral e intramembranoso) ocurre simultáneamente,
contribuyendo a la formación del esqueleto.

OSIFICACIÓN INTRAMEMBRANOSA: La formación del hueso comienza con la acumulación de


células mesenquimatosas, que se diferencian en osteoblastos. Estas células migran y se agrupan en
áreas específicas, formando los centros de osificación. Las células mesenquimatosas se alargan y se
convierten en células osteoprogenitoras, que luego cambian su citoplasma para transformarse en
osteoblastos. Estos osteoblastos se acumulan en la periferia de los centros de osificación, donde
continúan el proceso de osificación. A medida que avanza, los osteoblastos se transforman en
osteocitos, y con el tiempo, la matriz ósea que han secretado se calcifica.

Este proceso es responsable de la formación de los huesos planos, como los del cráneo, partes de
la mandíbula y la clavícula. Se denomina "intramembranosa" porque el hueso se forma
directamente a partir del tejido mesenquimatoso, sin una fase intermedia de cartílago.

1. En las áreas donde se formarán los huesos planos, las células mesenquimatosas
proliferan y se agrupan. Estas zonas están muy vascularizadas.

2. Las células mesenquimatosas se diferencian en osteoblastos, que sintetizan y secretan


osteoide, compuesto principalmente de colágeno tipo I.

3. El osteoide secretado se mineraliza con la deposición de cristales de hidroxiapatita.


Algunos osteoblastos quedan atrapados y se transforman en osteocitos.

4. El hueso recién formado tiene la apariencia de pequeñas trabéculas o espículas,


formando un hueso entretejido inmaduro.

5. El hueso entretejido es reemplazado por hueso laminar, con fibras de colágeno


organizadas en láminas paralelas que proporcionan mayor resistencia estructural.

OSIFICACIÓN ENDOCONDRAL: Este proceso involucra primero la formación de un modelo de


cartílago hialino que posteriormente es reemplazado por hueso. Comienza con la acumulación de
células mesenquimatosas en el sitio donde se desarrollará el futuro hueso. Las células
mesenquimatosas se diferencian en condrocitos, formando el molde cartilaginoso. El cartílago
crece de manera intersticial y por aposición, permitiendo su expansión tanto en longitud como en
espesor. La osificación endocondral es responsable de la formación de la mayoría de los huesos del
esqueleto, en particular los huesos largos como el fémur, la pelvis y las vértebras. Los pasos
principales son:

1. Las células mesenquimatosas se diferencian en condrocitos, que producen el cartílago


hialino con la forma general del futuro hueso.

2. En el centro del molde, los condrocitos se hipertrofian y secretan una matriz que se
calcifica. Esto provoca la muerte de los condrocitos y deja espacios que serán ocupados por
tejido óseo.

3. Los vasos sanguíneos invaden el cartílago calcificado, trayendo consigo células


osteoprogenitoras, que se diferencian en osteoblastos y comienzan a depositar hueso
sobre el cartílago calcificado.

4. En la diáfisis del molde cartilaginoso, los osteoblastos depositan hueso inmaduro o


entretejido.

5. El crecimiento en longitud del hueso está controlado por la placa epifisaria, una región
de cartílago que permite el alargamiento del hueso hasta su calcificación en la madurez.

6. En las epífisis, se forman centros de osificación secundarios donde se repite el proceso


de osificación, lo que permite el crecimiento de las epífisis.
7. En ambos tipos de osificación, el hueso inmaduro se remodela a hueso laminar
mediante la actividad de osteoclastos y osteoblastos, asegurando que el hueso sea
resistente y capaz de adaptarse a las demandas estructurales.

REGULACIÓN DE LA OSIFICACIÓN: Tanto la osificación intramembranosa como la endocondral


están reguladas por varios factores como:

1. Factores de crecimiento: Como el factor de crecimiento transformante beta (TGF-β), que


promueve la proliferación y diferenciación de las células mesenquimatosas en osteoblastos
y condrocitos.

2. Hormonas: La hormona del crecimiento (GH) y las hormonas tiroideas estimulan la


actividad de los condrocitos en la osificación endocondral. La hormona paratiroidea (PTH) y
la calcitonina regulan el equilibrio entre la formación y resorción ósea.

3. Factores mecánicos y ambientales: La osificación responde a la presión mecánica y a las


fuerzas físicas, especialmente en la remodelación ósea, adaptando los huesos a las
exigencias físicas, como el ejercicio o el reposo prolongado.

Estos factores aseguran que los procesos de osificación ocurran correctamente y que el esqueleto
crezca de manera saludable y estructuralmente fuerte. Cualquier alteración puede causar
problemas en el desarrollo esquelético, como el raquitismo o la osteopetrosis.

CRECIMIENTO DEL HUESO ENDOCONDRAL

1. Desarrollo del cartílago hialino


Condrogénesis: Al inicio del desarrollo, se forman los condrocitos a partir de mesénquima,
que es un tejido conectivo embrionario. Este proceso da lugar a la formación de cartílago hialino
que actúa como un molde para el hueso.

2. Crecimiento del cartílago


Crecimiento intersticia: Los condrocitos se dividen y producen más matriz extracelular, lo
que provoca un aumento en el volumen del cartílago. Este tipo de crecimiento permite que el
cartílago se expanda desde dentro.

Crecimiento aposicional: Se produce en la superficie del cartílago, donde los condrocitos en la capa
pericondrial (capa de tejido conectivo que rodea el cartílago) generan nueva matriz. Este
mecanismo también contribuye al aumento en el grosor del cartílago.

3. Osteogénesis
Mineralización: A medida que los condrocitos en la zona central del cartílago hialino empiezan
a morir, la matriz se mineraliza, creando un ambiente adecuado para la llegada de vasos
sanguíneos.

Invasión vascular: Los capilares invaden el cartílago en un proceso conocido como "invasión
vascular", trayendo consigo osteoblastos y células madre mesenquimatosas. Los osteoblastos son
cruciales para la formación del hueso, ya que sintetizan la matriz ósea.
4. Formación del hueso esponjoso y la diáfisis
Creación de la diáfisis: Una vez que los osteoblastos comienzan a depositar matriz ósea en
la región central, se forma la diáfisis (la parte larga del hueso).

Hueso esponjoso: Inicialmente, el hueso formado es esponjoso, con espacios que se llenan
con médula ósea. Con el tiempo, este tejido se remodela y se convierte en hueso compacto.

5. Crecimiento en longitud
Placas de crecimiento: En las epífisis, el cartílago hialino permanece como cartílago de
crecimiento o placas epifisarias. Este cartílago permite que el hueso siga creciendo en longitud
durante la infancia y adolescencia.

Zona de proliferación: Aquí, los condrocitos se dividen rápidamente, lo que empuja las
epífisis hacia afuera y promueve el crecimiento del hueso.

Zona de maduración y calcificación: Tras la proliferación, los condrocitos maduran, se


hipertrofian y finalmente mueren, permitiendo la mineralización de la matriz.

6. Maduración y remodelación
Cierre de las placas de crecimiento: Al final de la adolescencia, las placas de
crecimiento se convierten en líneas epifisarias, lo que indica que el crecimiento en longitud ha
terminado. Esto es regulado por hormonas, como las hormonas sexuales.

Remodelación ósea: A lo largo de la vida, el hueso se remodela continuamente en respuesta


a las cargas mecánicas y a factores hormonales. Este proceso incluye la actividad de osteoblastos
(formadores de hueso) y osteoclastos (responsables de la resorción ósea).

Importancia Clínica
El entendimiento del crecimiento endocondral es crucial en la pediatría y la ortopedia, ya que
alteraciones en este proceso pueden llevar a trastornos del crecimiento, como el enanismo o la
displasia esquelética.

6. MINERALIZACIÓN BIOLOGICA Y VESICULAS MATRICIALES


La mineralización biológica es un proceso complejo y altamente regulado, que resulta en la
deposición de cristales minerales, principalmente de fosfato de calcio en forma de hidroxiapatita
[Ca₁₀(PO₄)₆(OH)₂], en la matriz extracelular de diversos tejidos como huesos, cartílagos y dientes.
Este fenómeno es fundamental para dotar a los tejidos de la dureza y resistencia necesarias para
cumplir con sus funciones estructurales. Aunque el proceso es similar en distintos tejidos, cada uno
tiene características particulares, lo que lo convierte en un campo extenso y multidimensional
dentro de la biología y la medicina.

1. Fases del proceso de mineralización

El proceso de mineralización consta de varias fases que ocurren principalmente en la matriz


extracelular, las cuales son iniciadas y reguladas por células especializadas como osteoblastos,
odontoblastos y ameloblastos.

1.1. Liberación de vesículas matriciales


La mineralización comienza con la liberación de vesículas matriciales por parte de los osteoblastos
en el hueso, condrocitos en el cartílago, y odontoblastos en la dentina. Estas vesículas contienen
enzimas como la fosfatasa alcalina (ALP), que facilita la concentración de iones Ca²⁺ y PO₄³⁻ en su
interior. Estos iones forman los primeros cristales de fosfato de calcio, que servirán como el núcleo
para el crecimiento adicional de la hidroxiapatita.

1.2. Formación de cristales de hidroxiapatita

Una vez que los niveles de Ca²⁺ y PO₄³⁻ dentro de las vesículas alcanzan una concentración crítica,
se inicia la nucleación de cristales de fosfato de calcio. Estos cristales se expanden y crecen a partir
de los núcleos iniciales, dirigiéndose hacia la matriz extracelular. El colágeno actúa como una
plantilla en el hueso y la dentina, alineando los cristales para formar una estructura sólida y
ordenada.

1.3. Crecimiento y maduración de cristales

Los cristales de fosfato de calcio se integran en la matriz extracelular, donde continúan creciendo y
madurando. En esta fase, los cristales se vuelven más densos y resistentes, formando finalmente
hidroxiapatita, la sustancia mineral que confiere al hueso y los dientes su rigidez característica. En
el esmalte dental, este proceso es más intenso, lo que otorga al esmalte una dureza mayor que en
otros tejidos mineralizados.

2. Factores Reguladores de la Mineralización

El proceso de mineralización está sujeto a una compleja red de reguladores que aseguran que
ocurra de manera controlada, precisa y en los tejidos adecuados.

2.1. Concentración de iones de Ca²⁺ y PO₄³⁻

La disponibilidad local de estos iones es crucial para la mineralización. En las vesículas matriciales,
las concentraciones de Ca²⁺ y PO₄³⁻ alcanzan niveles elevados gracias a la actividad de proteínas
transportadoras y la degradación de inhibidores de la mineralización como el pirofosfato. La
fosfatasa alcalina (ALP) juega un papel esencial al descomponer los inhibidores, facilitando la
precipitación de los cristales.

2.2. Hormonas reguladoras

Hormonas como la parathormona (PTH) y la calcitonina controlan los niveles sistémicos de Ca²⁺ y
PO₄³⁻, y por ende, su disponibilidad para la mineralización. La PTH promueve la resorción ósea
cuando los niveles de calcio en sangre son bajos, liberando Ca²⁺ hacia el torrente sanguíneo,
mientras que la calcitonina inhibe esta resorción en situaciones de exceso de calcio.

2.3. Proteínas no colagenosas

Proteínas como la osteocalcina y la osteopontina también desempeñan un papel clave al regular la


nucleación y el crecimiento de los cristales. Estas proteínas pueden actuar tanto como promotoras
como inhibidoras de la mineralización, dependiendo de las condiciones locales y del tejido en el
que se encuentren.

2.4. Vesículas matriciales


Las vesículas matriciales no solo concentran iones esenciales para la mineralización, sino que
también contienen enzimas y proteínas que modulan el proceso. Estas vesículas actúan como
lugares de nucleación controlada, iniciando la formación de los primeros cristales en un ambiente
regulado para evitar la mineralización descontrolada.

3. Mineralización en Tejidos Específicos

Aunque el proceso general de mineralización es similar en distintos tejidos, cada uno presenta
características únicas que merecen ser destacadas.

3.1. Hueso y cartílago

En el hueso, los cristales de hidroxiapatita se depositan sobre una matriz de colágeno organizada,
lo que otorga al hueso su resistencia mecánica y elasticidad. En el cartílago, la mineralización
ocurre de manera más limitada, pero es crucial durante el desarrollo óseo, en procesos como la
osificación endocondral.

3.2. Dentina y esmalte dental

En la dentina, los odontoblastos liberan vesículas matriciales que inician la mineralización de


manera similar a lo que ocurre en el hueso. Sin embargo, en el esmalte, la mineralización se realiza
de manera directa y sin vesículas matriciales, gracias a la actividad de los ameloblastos. Este
proceso resulta en una mineralización más densa y uniforme, lo que convierte al esmalte en el
tejido más mineralizado del cuerpo humano.

4. Patologías Relacionadas con la Mineralización

El desequilibrio en el proceso de mineralización puede llevar a una serie de condiciones


patológicas. Por ejemplo, en casos de deficiencia de vitamina D, como en el raquitismo o la
osteomalacia, la mineralización es defectuosa, lo que conduce a huesos frágiles y deformidades.
Además, en enfermedades como la osteoporosis, la disminución en la densidad ósea debido a un
fallo en la mineralización o resorción ósea desbalanceada aumenta el riesgo de fracturas.

Otro aspecto importante es la calcificación ectópica, donde se forman depósitos de calcio en


tejidos no deseados como vasos sanguíneos o tejidos blandos, lo cual puede llevar a
complicaciones graves, como la arteriosclerosis.

5. Mineralización y Envejecimiento

Con el envejecimiento, el proceso de mineralización cambia, resultando en una disminución


progresiva de la densidad ósea. Condiciones como la osteoporosis están asociadas con la pérdida
de masa ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas. La suplementación con calcio y vitamina D,
junto con la terapia hormonal, puede ayudar a mitigar los efectos del envejecimiento sobre la
mineralización.

7. TEJIDO ÓSEO COMO DIANA DE LAS HORMONAS ENDOCRINAS Y


COMO ÓRGANO ENDOCRINOEL HUESO SIRVE COMO RESERVORIO
CORPORAL DE CALCIO
El mantenimiento de la concentración normal sanguínea de calcio es fundamental para la salud y la
vida. Las hormonas endocrinas, como la PTH y la calcitonina, controlan estrechamente su
liberación y recuperación desde la sangre. Estos procesos están regulados por la PTH, secretada
por las células principales de las paratiroides, y la calcitonina, secretada por las células
parafoliculares de la tiroides. La PTH actúa sobre el hueso para elevar la baja concentración de
calcio en sangre hasta alcanzar la normalidad. La PTH regula la distribución del Ca2+ total del
cuerpo, estimula a los osteocitos y los osteoblastos, actuando de manera indirecta a través de vías
señalizadoras de RANK-RANKL, debido a que los osteoblastos no tienen receptores de PTH. La PTH
también disminuye la excreción de calciopor el riñón y estimula la absorción de calcio por el
intestino delgado. La PTH actúa para mantener la homeostasis mediante la estimulación del riñón
para que elimine el exceso de fosfato producido por la reabsorción ósea. La calcitonina actúa para
disminuir la concentración elevada de calcio en sangre hasta llegar a la normalidad. La calcitonina
inhibe la absorción ósea, específicamente mediante la inhibición de los efectos de la PTH sobre los
osteoblastos. Es muy activaen las personas jóvenes, y conforme pasa el tiempo su actividad
disminuye.Hormona de crecimiento o somatotropina (producida en la hipófisis). Esta hormona
estimula el crecimiento en general y, en especial, el crecimiento del cartílago epifisiario y del
hueso; actúa directamente sobre las células osteoprogenitoras y las estimula paraque se dividan y
se diferencien.

Las hormonas endocrinas, como la PTH y la calcitonina, controlan estrechamente su liberación y


recuperación desde la sangre.

Estos procesos están regulados por la PTH, secretada por las células principales de las paratiroides,
y la calcitonina, secretada por las células parafoliculares de la tiroides.

La PTH actúa sobre el hueso para elevar la baja concentración de calcio en sangre hasta alcanzar la
normalidad.

La PTH regula la distribución del Ca2+ total del cuerpo, estimula a los osteocitos y los osteoblastos,
actuando de manera indirecta a través de vías señalizadoras de RANK-RANKL, debido a que los
osteoblastos no tienen receptores de PTH. La PTH también disminuye la excreción de calcio por el
riñón y estimula la absorción de calcio por el intestino delgado. La PTH actúa para mantener la
homeostasis mediante la estimulación del riñón para que elimine el exceso de fosfato producido
por la reabsorción ósea.

La calcitonina actúa para disminuir la concentración elevada de calcio en sangre hasta llegar a la
normalidad. La calcitonina inhibe la absorción ósea, específicamente mediante la inhibición de los
efectos de la PTH sobre los osteoblastos. Es muy activa en las personas jóvenes, y conforme pasa el
tiempo su actividad disminuye.  Hormona de crecimiento o somatotropina (producida en la
hipófisis). Esta hormona estimula el crecimiento en general y, en especial, el crecimiento del
cartílago epifisiario y del hueso; actúa directamente sobre las células osteoprogenitoras y las
estimula para que se dividan y se diferencien.

LEOCUCITOS

Los leucocitos se subclasifican en dos grupos generales. El fundamento para esta división es la
presencio o ausencia de gránulos específicos prominentes en el citoplasma. Las células que
contienen gránulos específicos se clasifican como GRANULOCITOS (neutrófilos, eosinófilos y
basófilos), y las células que carecen de gránulos específicos se clasifican como AGRANULOCITOS
(linfocitos y monocitos), tanto como los granulocitos y agranulocitos poseen una pequeña cantidad
de gránulos azurófilos inespecíficos, que son los lisosomas.

Neutrófilos

Los neutrófilos son los leucocitos mas abundantes y los granulocitos más frecuentes.

Los neutrófilos miden 10-12 um de diámetro y claramente son mas grandes que los eritrocitos. Si
bien su nombre se debe a la ausencia de tinción citoplasmática. Los neutrófilos maduros poseen
de 2 a 4 lóbulos unidos por finas hebras de material nuclear.

Los neutrófilos contienen 3 tipos de gránulos

El citoplasma de un neutrófilo contiene tres tipos de gránulos. Estos diferentes tipos de gránulos
reflejan las diversas funciones fagocíticas de la célula  Los gránulos azurófilos (gránulos primarios)
son mas grandes y menos abundantes que los gránulos específicos. Los gránulos azurófilos son los
lisosomas de los neutrófilos y contienen mieloperoxidasa, que ayuda a la formación de hipoclorito
y cloraminas, unos bactericidas altamente reactivos. Los azurófilos también contienen proteínas
catiónicas llamadas defensinas, que funcionan de forma análoga a los anticuerpos, y el péptido
antimicrobiano catolicísima, que distribuye a los patógenos.

Los gránulos específicos (gránulos secundarios) son los mas pequeños y por lo menos dos veces
mas abundantes que los gránulos azurófilos. Apenas se hacen visibles en el microscopio óptico,
aparecen de forma elipsoidal. Los gránulos específicos contienen diversas enzimas, así como
activadores de complementos y otros péptidos antimicrobianos (lisozima, lactoferrina).

Los gránulos terciarios son de dos tipos en los neutrófilos. Un tipo contiene fosfatasas; el otro tipo
contiene las metaloproteinasas, como

Además, una proteína especifica de 39 KDa llamada “CD40L” se expresa en la superficie de los
basófilos. El citoplasma del basófilo contiene dos tipos de gránulos: los específicos (que son
mayores que los gránulos específicos de los neutrófilos) y los azurófilos inespecíficos.

Linfocitos

Los linfocitos son las principales células funcionales del sistema linfático o inmunitario.

Los linfocitos son los agranulocitos mas abundantes y representan aproximadamente el 30% del
total de los leucocitos sanguíneos; la mayoría de los linfocitos se encuentran en la sangre o en la
linfa que representan células inmunocompetentes circulantes. Por lo tanto, los linfocitos son
diferentes en varios aspectos de otros leucocitos:

Los linfocitos no son células terminalmente diferenciadas.  Los linfocitos pueden salir desde la luz
de los vasos sanguíneos en los tejidos.  En los tejidos relacionados con el sistema inmunitario se
pueden identificar tres grupos de linfocitos de acuerdo con su tamaño: linfocitos pequeños,
medianos y grandes, con un diámetro que va desde 6 hasta 30 um. En el torrente sanguíneo, la
mayoría de los linfocitos son pequeños y medianos, de 6-15 um de diámetro; en su mayoría (más
del 90%) son linfocitos pequeños.
En el organismo hay tres tipos de linfocitos distintos desde el punto de vista funcional: linfocito T,
linfocitos B y linfocitos NK. Los linfocitos T se denominan así porque experimentan su
diferenciación en el timo; los linfocitos B, porque fueron identificados en su momento como una
población separada en la bolsa de Fabricio de las aves y en los órganos equivalentes de los
mamíferos. Los linfocitos NK se originan de las mismas células precursoras que los linfocitos B y T,
pero se denominan así porque están

Programadas para distribuir ciertos tipos de células transformadas.

Monocitos

Los monocitos son los precursores de las células del sistema fagocítico mononuclear. Los
monocitos son los leucocitos mas grandes de un frotis sanguíneo de diámetro promedio de 18 um.
Viajan de la medula ósea a los tejidos del cuerpo, donde se diferencian en los diferentes fagocitos
del sistema fagocítico nuclear. Los monocitos permanecen en la sangre solamente tres días.

El núcleo de un monocito típicamente posee una escotadura mas pronunciada que la del linfocito.
Los monocitos también contienen retículo endoplasmático liso, retículo endoplasmático rugoso y
mitocondrias pequeñas. Se clasifican como agranulocitos, en su citoplasma hay pequeños gránulos
azurófilos densos. Estos gránulos contienen enzimas lisosomaticas típicas similares a las que se
encuentran en los gránulos azurófilos de los neutrófilos.

Los monocitos se transforman en macrófagos que actúan como células presentadoras de antígenos
en el sistema inmunitario. El mocito-macrófago es una célula presentadora de antígenos y
desempeña un papel importante en las respuestas inmunitarias. El macrófago degrada
parcialmente los antígenos y presenta sus fragmentos en las moléculas MCH-II ubicadas en su
superficie a los linfocitos T cooperadores para su reconocimiento.

8. BIOLOGIA DE LA REPARACIÓN OSEA


El hueso puede repararse así mismo después de una lesión, ya sea por un proceso de curación
directa (primaria) o indirecta (secundaria).

CURACIÓN DIRECTA (PRIMARIA)

La curación ósea directa o primaria es un proceso de reparación del hueso en el que se produce
una restauración estructural sin la formación intermedia de callo óseo, que es común en la
curación secundaria. Este tipo de curación se observa cuando los fragmentos óseos están
perfectamente alineados y estabilizados, generalmente mediante intervenciones quirúrgicas como
el uso de placas y tornillos, o clavos intramedulares que fijan firmemente el hueso.

Durante la curación ósea primaria, las células óseas (osteoblastos y osteoclastos) trabajan
directamente en la remodelación del hueso dañado o fracturado. Se forma nuevo tejido óseo que
va llenando gradualmente el espacio entre los fragmentos, sin la fase inicial de formación de callo
que ocurre en la curación secundaria.

Esto sucede a través de dos mecanismos:


Curación ósea de contacto: Los fragmentos óseos están en íntimo contacto y los osteoclastos y
osteoblastos atraviesan directamente la fractura, lo que permite la formación de nuevo hueso sin
un desplazamiento significativo.

Curación ósea por brecha: Si existe una pequeña brecha entre los fragmentos, pero aún hay
suficiente estabilidad, el hueso nuevo se forma directamente dentro de esa brecha.

CURACIÓN INDIRECTA (SECUNDARIA)

La curación ósea indirecta o secundaria es el proceso más común en la reparación de fracturas, y


ocurre cuando los fragmentos óseos no están perfectamente alineados o no se mantienen
completamente inmóviles. A diferencia de la curación primaria, la secundaria implica la formación
de un callo óseo como parte de una respuesta biológica natural para restaurar la estabilidad y la
integridad del hueso.

Este proceso se desarrolla en varias etapas:

Fase inflamatoria: Tras la fractura, se forma un hematoma en el sitio de la lesión debido a la


ruptura de vasos sanguíneos. Este hematoma proporciona un entorno para la llegada de células
inflamatorias, lo que ayuda a limpiar el área de desechos y promueve la liberación de factores de
crecimiento que inician la curación.

Formación del callo blando: Durante esta fase, el hematoma se va reemplazando por tejido de
granulación, formado por fibroblastos y capilares. Esto da lugar a un callo blando compuesto por
cartílago, que proporciona cierta estabilidad inicial a los fragmentos óseos.

Formación del callo duro: El cartílago en el callo blando comienza a calcificarse y es reemplazado
por hueso inmaduro (hueso trabecular o esponjoso), formando un callo duro. Esta fase mejora
significativamente la estabilidad de la fractura.

Remodelación ósea: El hueso inmaduro que se formó en el callo duro es gradualmente


reemplazado por hueso laminar maduro, en un proceso en el que osteoclastos reabsorben el
hueso dañado y osteoblastos depositan hueso nuevo. Esta remodelación puede durar meses o
incluso años, hasta que el hueso recupere su forma original y sus propiedades biomecánicas.

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