06. Toldot 2024
06. Toldot 2024
06. Toldot 2024
ּתֹולְ דֹ ת
“Generación, Descendiente, Historia,
Memoria, Crónica”
Jacob recibe las bendiciones de su padre por “el rocío del cielo
y la grosura de la tierra” y el dominio sobre su hermano.
Cuando Esaú regresa y se revela el engaño, todo lo que Isaac
puede hacer por su hijo que llora es predecir que vivirá por su
espada, y que cuando Jacob flaquee, el hermano menor
perderá su supremacía sobre el mayor.
La parashá Toldot comienza con la frase "Estas son las generaciones de Isaac," centrando
la narrativa en el linaje de Isaac y su esposa Rebeca. "Toldot" ( )תּוְֹלדוֹתsignifica
"generaciones" o "descendencia," destacando el desarrollo de la promesa divina a través
de los hijos de Isaac.
Esta parashá relata el nacimiento de los gemelos Esaú y Jacob, y su lucha tanto dentro del
vientre de su madre como a lo largo de sus vidas. Rebeca recibe una profecía de que "el
mayor servirá al menor," lo cual influye en los eventos posteriores.
Temas:
• Génesis 25:19 - Isaac ora por Rebeca, quien concibe a los gemelos
• Génesis 25:22 - Lucha entre Esaú y Jacob en el vientre de Rebeca
• Génesis 25:29 - Esaú vende su primogenitura a Jacob
• Génesis 26:1 - Isaac en Gerar, repite la experiencia de Abraham con Abimelec
• Génesis 26:12 - Isaac prospera y enfrenta disputas por pozos
• Génesis 27:1 - Rebeca y Jacob engañan a Isaac para obtener la bendición
• Génesis 28:1 - Jacob huye a Padan-Aram para protegerse de Esaú
Temas en la Haftará:
• Malaquías 1:1-5 - Amor de Dios por Jacob y rechazo de Esaú
• Malaquías 1:6-14 - Reprensión a los sacerdotes por su desobediencia
• Malaquías 2:1-7 - Recordatorio del pacto con Leví y su rol sacerdotal
Brit Hadashá:
Las lecturas del Brit Hadashá destacan la elección divina y la fe como fundamentos de la
herencia espiritual. Romanos subraya que la elección de Jacob sobre Esaú fue un acto de
gracia divina. Hebreos y Lucas refuerzan el papel de Isaac y Jacob en la historia de fe y
redención.
Mandamientos:
No hay mandamientos nuevos en esta parashá, pero se destacan los valores de la fe, la
paciencia y la importancia de la primogenitura y las bendiciones espirituales como
elementos esenciales en la relación con Dios.
"Dios de los padres": Este epíteto enfatiza la relación continua y el convenio entre
Dios y las generaciones de una familia, comenzando con Abraham, Isaac y Jacob.
Cada uno de estos patriarcas experimentó una renovación del convenio divino,
asegurando que la relación de Dios con Israel estaba basada en promesas
continuas y reafirmadas a lo largo de generaciones.
El epíteto "Dios del padre" o "Dios de los padres" es una expresión usada en la Biblia
para referirse a Dios en un contexto que subraya Su relación con las generaciones
anteriores, especialmente con los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Esta forma de
referirse a Dios no solo enfatiza la continuidad de la fe y la promesa a través de las
generaciones, sino que también resalta la naturaleza personal y familiar de la relación
entre Dios y Su pueblo.
La referencia a Dios como el "Dios de los padres" jugaba un papel crucial en este contexto
por varias razones:
Identidad Nacional y Religiosa: Los judíos del primer siglo se definían en gran
medida por su descendencia de los patriarcas y su relación con Dios. Este epíteto
reforzaba la idea de una conexión divina ininterrumpida desde Abraham hasta el
presente, sirviendo como un recordatorio de la fidelidad y promesas de Dios.
Prácticas Religiosas: Las festividades y rituales judíos del primer siglo, como la
Pascua y otros momentos del calendario litúrgico, incorporaban referencias al
"Dios de los padres" para enfatizar la continuidad de la fe y la historia compartida
como pueblo elegido de Dios.
Este enfoque en el "Dios de los padres" no solo ayudaba a los judíos del primer siglo a
navegar su identidad bajo el dominio romano, sino que también proporcionaba un marco a
través del cual podían entender y experimentar su relación con Dios de manera personal y
comunitaria.
• Referencias:
• Primogénito del Padre: Colosenses 1:15 describe a Jesús como "la
imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación."
• Primogénito de Entre los Muertos: Colosenses 1:18 y Apocalipsis
1:5, donde Yeshua es descrito como "el primogénito de entre los
muertos."
• Significado:
• De toda creación: Esta afirmación subraya la preeminencia de Cristo
en relación a toda la creación; es el mediador a través del cual todo
fue creado y el propósito de toda la creación es para Él.
• De entre los muertos: Destaca que Yeshua es el primero en resucitar
de entre los muertos de forma permanente y gloriosa, asegurando así
la esperanza de resurrección y vida eterna para todos los creyentes (1
Corintios 15:20-22).
Estos usos del término "primogénito" a través de la Biblia muestran cómo el concepto va
más allá de la mera sucesión biológica para abrazar ideas de autoridad, responsabilidad y
redención. Cada uso del término construye y expande sobre la idea de que Dios trabaja a
través de "primogénitos" en diferentes formas para llevar a cabo su plan redentor para la
creación y la humanidad.
El concepto de primogenitura en el Antiguo Cercano Oriente, incluidos los contextos
bíblicos, era una institución central en las estructuras familiares y sociales. Esta práctica
determinaba la distribución de herencia, responsabilidades, y privilegios dentro de la
familia, particularmente entre los hijos varones del jefe de familia.
Casos de Excepción: Hay varios ejemplos en la Biblia y en otros registros antiguos del
Cercano Oriente donde el derecho de primogenitura fue revocado o transferido debido a
acciones inapropiadas del primogénito o decisiones del padre. Por ejemplo, Esaú vendió
su primogenitura a Jacob por un plato de lentejas, demostrando desinterés en su herencia
y responsabilidades (Génesis 25:29-34).
En resumen, la primogenitura en el Antiguo Cercano Oriente era más que una mera
práctica de sucesión; era una institución compleja que integraba economía, religión, y ley
en la estructura fundamental de la sociedad. Su impacto iba más allá de la familia,
afectando la estructura social y el orden cultural en general.
Así, mientras que en algunas culturas del Antiguo Cercano Oriente el primogénito podía
ser literalmente ofrecido a los dioses, en el contexto israelita se transformó en un acto
simbólico de redención y dedicación espiritual. Este enfoque no solo preservaba la vida,
sino que también reforzaba la enseñanza de que la verdadera devoción a Dios se basa en
el compromiso y la obediencia, más que en sacrificios humanos.
Introducción
En el Antiguo Cercano Oriente, la primogenitura era una institución social y religiosa de
gran importancia, implicando no solo derechos de sucesión y herencia sino también
profundas implicancias religiosas y culturales. Esta práctica estaba integrada en las
estructuras familiares y tenía consecuencias significativas para las relaciones
comunitarias y la adoración divina.
Dedicación al Divino
Desde una perspectiva religiosa, el primogénito a menudo se veía como especialmente
consagrado a las deidades. En Israel, esto se traducía en la redención simbólica del
primogénito, una práctica que reflejaba su santificación tras el evento del Éxodo donde los
primogénitos israelitas fueron salvados de la plaga. La ley mosaica requería que los
primogénitos fueran redimidos mediante un pago, subrayando la sacralidad de la vida y la
soberanía de Dios sobre todas las primeras cosas.
La figura del primogénito en el Antiguo Cercano Oriente sirve como un poderoso reflejo de
las intersecciones entre lo legal, lo social y lo sagrado. En Israel, la evolución del concepto
de primogenitura desde un deber ritual hasta un acto de redención simbólica demuestra
un profundo rechazo a las prácticas de sacrificio humano, a favor de una relación más
profunda y ética con lo divino. Este tratamiento de la primogenitura no solo preservaba la
vida sino que fortalecía el tejido moral y espiritual de la comunidad, asegurando que la
devoción a Dios se manifestara a través del compromiso y la obediencia, y no a través del
sufrimiento humano.
Primogenitura en la Torá
Fundamentos en la Torá:
• Génesis 25:31-34 - Jacob y Esaú: Jacob compra la primogenitura de
Esaú, destacando el valor espiritual sobre el material.
Implicaciones Teológicas:
Interpretaciones Proféticas:
• Las lecturas de la Haftará proporcionan un contexto profético y a
menudo un contrapunto a las narrativas de la Torá, enfatizando la
justicia de Dios y el cumplimiento de sus promesas a través de la
rectitud más que por el derecho de nacimiento.
Conclusión
• Recapitulación de cómo la primogenitura conecta el Antiguo y Nuevo
Testamento, reflejando temas de responsabilidad, redención y restauración.
Creación Continua: Esta idea implica que Dios continúa obrando en la creación,
guiando y manteniendo el universo y la historia humana. En el contexto de los
convenios, la creación continua se manifiesta en la forma en que Dios sustenta y
renueva su promesa a través de las generaciones.
Aplicación en Yeshua
Cumplimiento de las Promesas: Yeshua es presentado en el Nuevo Testamento
como el cumplimiento último de las promesas hechas a los patriarcas. Él es el
"primogénito" de toda creación (Colosenses 1:15) y de entre los muertos
(Colosenses 1:18), inaugurando una nueva creación y un nuevo pacto mediante su
vida, muerte y resurrección.
Libros:
• "Ancient Near Eastern Thought and the Old Testament" por John H.
Walton: Un estudio exhaustivo de las similitudes y diferencias entre el
pensamiento del Antiguo Cercano Oriente y el Antiguo Testamento.
• "The JPS Torah Commentary: Genesis" por Nahum M. Sarna:
Comentarios detallados sobre Génesis desde una perspectiva judía
tradicional.
Artículos Académicos:
• Investigaciones publicadas en revistas como "Vetus Testamentum" y
"Journal of Biblical Literature", que ofrecen análisis profundos sobre
temas específicos relacionados con la primogenitura.
Sitios Web:
• TheTorah.com: Un recurso en línea que ofrece artículos y comentarios
sobre la Torá desde perspectivas críticas y tradicionales.
• Bible Odyssey: Un sitio web gestionado por la Society of Biblical
Literature que proporciona perspectivas académicas sobre la Biblia.
Baruj atá יהוה, Elohenu mélej ha’olam
asher nátan lanu et torató Torat emét, vejaié olám natá betojénu
Baruj atá יהוה, notén hatorá.