Las 100 Mejores Recetas de Isasaweis
Las 100 Mejores Recetas de Isasaweis
Las 100 Mejores Recetas de Isasaweis
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públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación,
interpretación o ejecución artística en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de
cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
ISBN: 978-84-415-4130-6
Printed in Spain
A todos los piñones.
A los de siempre, a los nuevos y a los que os uniréis.
A todos.
Casi diez años llevo con vosotros..., ¡Diez años! Diez años en los que he publicado cerca
de mil vídeos, seis mil fotografías, ideas, post, comentarios, y, con este, diez libros, cinco
de ellos de cocina.
En estos casi diez años, he compartido mi vida con vosotros. Habéis conocido mi primera
etapa, cuando terminé informática y decidí hacer oposiciones para ser profesora, y
un buen día, colgué un vídeo en Internet contando cómo hacerse un moño con unos
calcetines (¡el famoso moño!). Después vinieron muchas cosas… Me llamaron para
hacer un programa en televisión y un primer libro. Me quedé embarazada de mi primer
hijo, Mateo. Vivisteis conmigo el embarazo, su nacimiento, los primeros meses… ¡Mateo
tiene ya siete años! Y yo continuaba con mis vídeos, mis libros, mis fotos...
Luego llegó Sancho, después de hacernos sufrir un poquito. Tuve cuatro abortos hasta
que todo salió bien por fin, y también lo vivisteis conmigo, porque así somos en esta
gran comunidad que formamos, nos alegramos juntos en los buenos momentos y nos
apoyamos en los malos.
Y siguió una época difícil. Me separé, perdí mi web y con ella gran parte del trabajo de
tantos años, pero en la adversidad fue cuando sacamos los dientes, hicimos piña y nos
levantamos más fuertes que nunca, y hasta compartimos un Camino de Santiago para
soltar todo el lastre. Siguieron pasando los meses y los años y seguí compartiendo con
vosotros vídeos, fotos, textos y vivencias, y hasta mis #québonitotodocontigo.
Y nacieron los piñones. Nosotros. Lo que formamos todos juntos. Una comunidad que
cada día se despierta junta, se cuenta cosas, se apoya, lucha, aprende, se ríe y se da las
buenas noches. Y seguimos creciendo...
Si aún no nos conoces, pero sabes que tú también eres un piñón, únete a nosotros
en la web www.isasaweis.com, y en las redes sociales, Facebook, Twitter e Instagram.
Estoy en todas como @isasaweis.
Hace años pensaba «cuando se acabe isasaweis...», pero ahora, @isasaweis es algo
más. Es un espacio, donde miles de personas comparten sus cosas, y no quiero que se
acabe nunca... Por eso, este libro tan especial, con mis mejores recetas y trucos, os lo
dedico a vosotros, los piñones, a los de siempre, a los nuevos y a los que os uniréis: mi
otra familia.
Isasaweis, un piñón más.
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Las berenjenas rellenas de atún 76
16 El calabapizza 78
El cardo a la navarra 80
Las cazuelitas de huevos con tomate 82
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• Las berenjenas tienen un ligero sabor amargo que podemos quitar antes de utilizarlas. Para ello, tengo dos
truquitos: coloco las rodajas de berenjena sobre un colador o un escurridor, en capas, y las espolvoreo bien con
sal gorda, o bien las pongo en un bol con agua fría, un chorro de leche y un poco de sal gorda. En cualquier caso,
las dejo unos 30 minutos, y pasado este tiempo las enjuago bajo el grifo y las seco bien antes de utilizarlas en la
receta.
• Para ahorrar tiempo en la cocina, utilizo verduras congeladas picadas. Hoy en día, encontramos en los
supermercados cebolla, pimiento rojo, pimiento verde, zanahorias, calabacines... Facilitan el trabajo y además
conservan todas sus propiedades.
• Las legumbres, o algunas verduras como el brócoli, la coliflor o las coles de Bruselas, pueden resultar un
poco indigestas. En casa, contra las digestiones pesadas, preparo una infusión que es infalible. Machaco en el
mortero semillas de comino, estrellas de anís, semillas de hinojo y regaliz de palo, guardo la mezcla en un frasco
en la despensa, y cuando lo necesitamos, hago una infusión con esta mezcla y es ¡mano de santo!
• Las legumbres son muy nutritivas y con ellas podemos preparar fácilmente platos muy completos. La única
pega que tienen es que hemos de acordarnos de ponerlas a remojo la noche anterior y después tardan en
cocerse bastante tiempo. Por eso, yo suelo tener siempre en la despensa frascos de garbanzos, lentejas y alubias.
Solo necesitamos enjuagarlas bien y podemos utilizarlas en muchos platos.
• Cuando sobran lentejas, aprovecho para convertirlas en crema de lentejas, que nos gusta tanto o más.
Simplemente hago un refrito de ajo y pimentón, lo agrego a las lentejas junto con un poco de leche y trituro
muy bien hasta obtener una crema lo más fina posible. Está muy rica servida caliente o tibia.
• Para que los ajos no nos repitan y tengamos mejores digestiones, lo que hago es retirar el germen central.
• Siempre que podáis, utilizad hierbas frescas en lugar de secas, ya que aportan un mayor aroma y más rico. No
obstante, como no siempre es fácil encontrarlas, si las utilizáis secas tened en cuenta que hay que usar bastante
menos cantidad que cuando son frescas.
• El inconveniente de las hierbas frescas es que se conservan peor. Podemos comprarlas para hacer una receta,
y las que nos sobren, congelarlas o hacer cubitos con aceite de oliva virgen extra. Para ello pico las hierbas
frescas con un cuchillo y voy echando cada una de ellas en los huecos de una cubitera. Relleno con aceite de
oliva virgen extra y lo meto al congelador. Cuando quiero hacer una receta, echo directamente en la cazuela o
en la sartén el cubito de la hierba que quiero y ¡a cocinar!
• El comino ayuda con las digestiones difíciles, por tanto, para mí es un gran aliado cuando cocino legumbres.
Además, combina muy bien con ellas. Acordaos de él cuando hagáis platos de lentejas, alubias y garbanzos.
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• Para freír en general, y carne en particular, lo ideal es hacerlo por tandas. Voy friendo unos trozos de carne de
cada vez, los saco y continuo con el resto. Se hace así para que no baje la temperatura del aceite al freír mucho
de una vez, en cuyo caso, en lugar de sellarse, la carne empieza a soltar agua, termina cociéndose y no queda
igual de tierna.
• Cualquier guiso, es mejor prepararlo de víspera porque con el reposo se intensifican los sabores.
• Para los guisos y salteados de pollo, os recomiendo utilizar la carne de los contramuslos libre de grasa y piel.
Esto lo aprendí de una cocinera japonesa, y realmente queda mucho más tierna y jugosa.
• Cuando hacemos una pechuga de pollo entera a la plancha, para saber si está hecha por el centro, lo que
hago es pincharla con un cuchillo en la parte más gruesa y observar que el jugo que sale sea transparente. Si es
rosado, tenemos que cocinarla un poco más.
• Para tener siempre caldo casero en casa un truco estupendo que hago siempre que puedo es el siguiente: en
una olla cuezo una carcasa de pollo, con una cebolla, un par de zanahorias, una rama de apio y un poco de perejil.
Agrego agua, no demasiada, tapo y dejo cocinar hasta obtener el caldo. Después dejo al fuego hasta que se reduzca
mucho, de modo que obtengo un caldo muy concentrado. Lo congelo en recipientes pequeños o en cubiteras, y lo
utilizo cuando quiero para dar sabor a los guisos. No obstante, si lo compramos envasado, buscaremos uno que
entre sus ingredientes solo lleve pollo, verduras y hortalizas, y si es posible, que sea bajo en sal.
• Cuando compremos en la pescadería un pescado para rellenar y pedimos que nos retiren la espina central
y la cabeza, podemos pedir que nos las pongan para llevar, porque son estupendas para hacer un caldo para
sopas, arroces o guisos de pescado. Aunque no tengamos pensado hacerlo en el momento, siempre podemos
congelarlas y tenerlas reservadas para el día que las necesitemos.
• Para retirar la piel a un pescado, la separo un poco por un extremo, meto la hoja de un cuchillo bien afilado y tiro
de la piel hacia arriba con la mano. Si el pescado está congelado o bien frío, se retira mucho mejor.
• Para quitar las espinas a un pescado, paso los dedos por la carne para detectarlas. Para extraerlas, suelo
ayudarme de unas pinzas de depilar.
• Las masas o preparaciones que son pegajosas o difíciles de trabajar las suelo meter en la nevera durante un
tiempo, para que cojan consistencia, y después puedo estirarlas o darles forma con facilidad.
• Si no quiero que una masa, como el hojaldre o la pasta brisa, crezca o se abombe con el calor, lo que hago es
pincharla con un tenedor antes de hornearla.
• Antes de echar el relleno sobre una masa lo dejo enfriar, ya que si lo echáramos caliente sobre la masa, la
humedecería y se quedaría blanda, incluso con sabor a crudo. Sería, por ejemplo, el caso de un sofrito sobre una
masa de empanada, o una crema pastelera sobre un hojaldre.
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• Un truquito que suelo utilizar mucho es pintar con clara de huevo batida una masa una vez horneada, y
después la horneo de nuevo un par de minutos, porque la clara, al secarse en el horno, forma una capa que
impide que la masa absorba la humedad del relleno que pondré después encima.
• Pintamos con huevo batido o con leche las masas antes de hornearlas para que adquieran un bonito color dorado.
• Hornear una masa colocando encima algún peso, como pueden ser unos garbanzos, no es más que un
sistema para que la masa no crezca y conserve su forma. Los garbanzos ya no se podrán utilizar para guisar,
pero podemos guardarlos y utilizarlos siempre que necesitemos este truco. También se puede colocar encima
otro peso, como un molde vacío un poco más pequeño que encaje bien.
• Cuando hagamos masas o repostería, debemos de tener cuidado de que la sal nunca entre en contacto con
la levadura porque anularía su efecto o parte de él. Por eso, debemos añadirla encima de la harina o en una
esquina, y mezclar con cuidado.
• Siempre que hagamos masas que deben levar (aumentar de volumen con el reposo) utilizaremos levadura,
que es un organismo vivo que se come el gluten, fermenta y libera gases que hacen subir las masas. Podemos
utilizar tacos de levadura fresca que encontraremos en algunas panaderías y en la zona de refrigerados de los
supermercados, o levadura liofilizada, que son unos granitos marrones que se venden en sobres.
• Cuando corto hojaldre, siempre lo hago con un cuchillo muy afilado y procuro que el corte sea rápido. El
hojaldre está compuesto de muchas capas que crecen y se separan durante el horneado, y si lo cortamos con un
cuchillo que corte mal, se pegarán unas a otras y no crecerá bien.
• Las masas de hojaldre que compramos refrigeradas vienen enrolladas en una hoja de papel vegetal que
podemos aprovechar y utilizarla en la receta.
• Utilizo papel vegetal para que no se me peguen las masas a la bandeja del horno, evitando tener que engrasarla.
También se conoce como papel de horno y se puede encontrar en cualquier supermercado.
• Cuando quiero reservar una salsa bechamel o una crema pastelera en la nevera, la tapo con papel film
colocándolo de modo que quede en contacto con la superficie, para aislarla del aire y que no se cree una capa
dura por encima. Lo hago de este modo, pegándolo a la superficie, para que no haya condensación y no se
formen gotas de agua que mojen y nos arruinen la preparación.
• Si en alguna receta de brochetas las utilizamos de madera, las remojaremos en agua durante unos minutos
antes de utilizarlas, para que no se quemen ni se astillen.
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• Es recomendable comprar los frutos secos crudos e incluso con cáscara, y pelarlos y tostarlos nosotros en
casa. No lleva mucho trabajo y conseguimos sacarles todo el aroma y un sabor mucho más rico.
• Cuando fundo chocolate en el microondas, lo hago siempre a baja temperatura, incluso en la opción de
descongelar, y vigilando, ya que se quema con mucha facilidad.
• Tamizo la harina para airearla y que las preparaciones queden más esponjosas. En el caso de la harina integral,
el salvado queda en el tamiz o colador, pero lo volvemos a agregar a la mezcla para no desperdiciarlo.
• Si no tenemos tamizador, podemos hacerlo echando la harina en un colador grande y dando golpes con la
mano, para que vaya cayendo.
• Cuando montemos nata, esta ha de estar bien fría y el recipiente que utilicemos perfectamente limpio, para que
suba con facilidad.
• Otro truco que también utilizo a la hora de montar nata es meter el vaso de la batidora y las varillas en la nevera
un rato antes de hacerlo, para que estén bien frías cuando vayamos a utilizarlas.
• Los bizcochos, hacedlos de un día para otro. Se intensifican los sabores, y un día o dos después están aún más
ricos. Para conservarlos jugosos, los suelo envolver en papel de aluminio o los meto en una bolsa de plástico
haciendo que no quede aire dentro y la cierro bien.
• Para saber si un bizcocho o un pastel dulce o salado está hecho, pinchamos con una brocheta o un palillo largo
en el centro, ya que es la parte que tarda más en hacerse, porque es donde tarda más en llegar el calor. Si sale
limpio, ya podemos sacarlo del horno.
• Mientras se hornea un bizcocho no se debe abrir la puerta del horno, porque al entrar aire bajará la temperatura
y el bizcocho no subirá bien.
• Cuando haya pasado suficiente tiempo de cocción, y queramos abrir la puerta del horno para comprobar que el
bizcocho está hecho pinchándolo, debemos abrirla solo lo justo y cerrarla lo antes posible.
• Lo que utilizamos para los bizcochos, aunque lo llamemos levadura, no lo es. En realidad, es un producto
químico que hace subir las preparaciones con la acción del calor. Se conoce como levadura química o polvo para
hornear.
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• Si al hornear un bizcocho se estuviera poniendo oscuro por la parte de arriba y al pincharlo con un palillo en el
centro este no saliera limpio aún, lo cubriremos con una hoja de papel de aluminio y continuaremos la cocción
hasta que se termine de hacer.
• Cuando voy a hornear un bizcocho, además de haber engrasado el molde que voy a utilizar, también suelo
cubrir el fondo con papel de hornear y echo la mezcla encima. El papel nos ayudará a la hora de desmoldarlo y
además evitará que no se reseque el fondo del bizcocho.
• Cuando agregamos a un bizcocho u otra mezcla trozos de algo, como frutos secos, frutas desecadas o pepitas
de chocolate, podemos tener el problema de que durante la cocción se vayan al fondo, cuando lo que queremos
es que queden repartidos por el bizcocho. Para evitarlo, los enharino antes de agregarlos a la mezcla.
• Las cápsulas de papel para magdalenas las coloco dentro de unas flaneras rígidas, de aluminio o de silicona,
para que no se abran y permitan crecer a las magdalenas hacia arriba. Otro de los trucos que utilizo para que
las magdalenas suban bien es que las dejo reposar en la nevera para que la mezcla esté bien fría antes de
hornearlas. Para que la miga resulte esponjosa y suelta es importante batir muy bien y durante bastante tiempo
en los distintos pasos.
• Al sacar del horno panes, galletas o pastas, lo ideal es dejarlos enfriar sobre una rejilla. Esto se hace para
que la base no esté en contacto con una superficie, circule el aire y no se quede humedecida con el vapor. Así
no se ablandarán y se mantendrán crujientes.
• La mayoría de los hornos incorporan una luz que se apaga al alcanzar la temperatura elegida. Así, si la receta nos
indica que precalentemos el horno a 180°, al encender el horno y poner la temperatura a 180°, la luz se encenderá,
y se apagará al alcanzar los 180°. En ese momento el horno estará listo para meter nuestra preparación.
• En general, siempre que hago un dulce que lleve lo que llamamos levadura química, es decir, preparaciones que
crecen en el horno con la acción del calor, como bizcochos o magdalenas, utilizo harina de repostería porque se
obtiene un mejor resultado, ya que es más fina. Por otro lado, cuando hago un dulce que lleva levadura fresca
o levadura liofilizada, es decir, preparaciones que deben levar antes de hornear, como bollería o panes, utilizo
harina de fuerza, que es más rica en gluten.
• Siempre que en una receta os indiquen que agreguemos ralladura de naranja o de limón, tendremos
cuidado de rallar solo la parte naranja o amarilla, respectivamente, que es la que aporta el aroma. La parte de
piel blanca que hay debajo es amarga y añadiría un sabor que no se desea.
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Os dejo en esta sección los alimentos que suelo tener en mi despensa, nevera y congelador,
además de algunos utensilios que considero indispensables para cocinar.
EN LA DESPENSA
Hay que favorecer los alimentos frescos, pero hoy en día tenemos también a nuestra
disposición muchos alimentos secos o en conserva que nos ayudan mucho en la cocina
y que nos permiten llevar una alimentación saludable. Os cuento algunos de los que
siempre tengo en mi despensa.
Panes y harinas:
Buscaremos panes y harinas integrales de verdad, no hechos con harina blanca a la que
se le ha añadido posteriormente el salvado.
Yo suelo tener en mi despensa:
• Harinas de trigo, de centeno, de avena o de maíz integral.
• Panes de trigo, centeno y espelta integrales.
• Tortillas de trigo o maíz integral.
• Salvado de avena o de trigo, levadura de cerveza.
Cereales y pastas:
Con la pasta ocurre lo mismo, buscaremos pasta integral de verdad, no con salvado
añadido. Además, no todas las pastas son iguales, ni todos los cereales.
Yo suelo tener en mi despensa:
• Arroz redondo o basmati integral, arroz silvestre o arroz rojo.
• Pasta de trigo, como espaguetis, macarrones o espirales integrales.
• Pasta de otros cereales como quinoa, centeno o trigo sarraceno.
• Pasta de legumbres como lentejas o guisantes.
• Fideos de arroz o soja.
• Otros cereales como avena, mijo o quinoa.
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Legumbres:
Podemos comprarlas secas y también en conservas naturales en frasco.
Yo suelo tener en mi despensa:
• Alubias en cualquiera de sus variedades.
• Garbanzos en cualquiera de sus variedades.
• Lentejas en cualquiera de sus variedades.
• Otras legumbres como frijoles, azuki, guisantes, judías mungo o soja verde.
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4 patatas medianas • 1 lata de atún en aceite de oliva • 1 cebolla dulce • 6 cucharadas de mayonesa
Aceite de oliva virgen extra • Vinagre • Sal
SUGE RENCIA
Utilizad patatas pequeñas, ¡consejo de abuela! Se puede utilizar mayonesa comprada, aunque yo siempre
prefiero hacerla casera. Os cuento cómo la hago para que salga perfecta y no se corte. Echamos en un vaso de
batidora, alto y estrecho, el huevo. Añadimos un chorro de vinagre, una pizca de sal y unos cuatro dedos de un
aceite suave. Metemos la batidora y la ponemos tocando el fondo del recipiente. Sin moverla, comenzamos a
batir para que se vaya uniendo el aceite y la mayonesa vaya espesando. Cuando se haya integrado casi todo,
comenzamos a subir poco a poco hasta integrar el resto del aceite y tendremos la mayonesa lista. Probamos
para ajustar el vinagre y la sal a nuestro gusto.
IDE A
Podemos sustituir la cebolla dulce por cebolleta.
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2 masas de hojaldre refrigeradas • 1 paquete de bacon • 1 paquete de queso en lonchas
1 puñado de dátiles sin hueso
Para pintar: 1 huevo
Extendemos una de las bases de hojaldre y la colocamos sobre la bandeja del horno que tendremos
engrasada o cubierta con papel vegetal.
Pinchamos toda la masa con un tenedor y colocamos encima las lonchas de bacon. Distribuimos sobre el
bacon los dátiles picados y tapamos con las lonchas de queso.
Cubrimos con la otra masa de hojaldre y cerramos bien los bordes, girándolos hacia adentro y presionando
con los dedos o con un tenedor.
Pintamos toda la superficie con huevo batido, la pinchamos con el tenedor de nuevo y lo metemos al
horno precalentado a 180º durante 25 minutos hasta que la superficie se haya dorado.
Se puede comer caliente, tibio o frío.
IDE A
Este relleno ya sabéis que me gusta mucho, pero también queda muy rico si sustituimos el bacon por jamón y
los dátiles por ciruelas pasas.
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Pan de molde • Espárragos trigueros cocidos • Mayonesa
SUGE RENCIA
Podéis comprar directamente pan de molde sin corteza, pero es más caro. La corteza que no utilizamos la
podemos aprovechar. Dejadla secar y moledla para obtener pan rallado casero, o bien utilizadla para hacer un
rico y sencillo pudin.
IDE A
Esta combinación de sabores es deliciosa, pero si preferís probar con otros ingredientes podéis hacerlo utilizan-
do espárragos blancos en lugar de trigueros. También podemos poner una loncha de jamón serrano o de salmón
ahumado sobre la mayonesa. ¡Seguro que se os ocurren muchas más opciones!
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250 g de palitos de cangrejo frescos o congelados • 200 ml de nata líquida para cocinar 18% MG
100 ml de tomate frito • 3 huevos • Sal
Cortamos los palitos de cangrejo con unas tijeras y los vamos echando en una jarra o vaso batidor.
Si utilizamos palitos de cangrejo congelados, los descongelamos unas horas antes pasándolos a la nevera.
Agregamos a la jarra, los huevos, la nata líquida, el tomate frito, y una pizca de sal, y trituramos con la
batidora hasta obtener una mezcla homogénea y fina.
Engrasamos por dentro un molde apto para microondas con un poco de aceite de oliva y lo espolvoreamos
con pan rallado.
Vertemos la preparación y metemos al microondas a máxima potencia, sin tapar, durante 15 minutos.
Cuando finalice, dejamos reposar dentro del microondas durante 5 minutos.
Sacamos, y una vez haya enfriado, desmoldamos y servimos acompañado de
pan tostado y mayonesa o salsa rosa.
IDE A
Podemos hacer el pastel de atún simplemente sustituyendo los palitos de cangrejo por 3 latas de atún.
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1 kilo de patatas de piel fina • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen suave
Para la mezcla de especias cajún: 2 cucharaditas de pimentón dulce • 2 cucharaditas de cebolla en polvo
2 cucharaditas de ajo en polvo • 1 cucharadita de orégano • 1 cucharadita de albahaca seca
½ cucharadita de tomillo seco • ¼ de cucharadita de pimienta blanca • ¼ de cucharadita de pimienta negra
¼ de cucharadita de cayena en polvo o pimentón picante • ¼ de cucharadita de comino
Para acompañar: Yogur desnatado para beber, natural o de limón
Lavamos muy bien las patatas y las cortamos en gajos sin pelarlas.
Las ponemos en un bol, y echamos el aceite en un hilo muy fino distribuyéndolo bien, para que impregnen
las patatas. Removemos.
Mezclamos en un cuenco todas las especias, y las echamos en el bol con las patatas. Removemos muy bien
de nuevo, de forma que queden bien cubiertas por todos los lados.
Las ponemos en la bandeja del horno que tendremos forrada con papel vegetal o ligeramente engrasada,
y las disponemos en una sola capa sin que queden amontonadas. Metemos al horno precalentado a 220°
con calor arriba y abajo durante 40 minutos.
Servimos con un cuenco de yogur para beber natural o de limón para mojar las patatas.
SUGE RENCIA
Podéis servirlas acompañadas de aliño de yogur, salsa de tomate o mostaza. Para nosotros están especialmente
ricas y ligeras mojadas en yogur de beber, aunque parezca un poco raro. En concreto nos gusta mucho con el
de limón, pero también están ricas con el natural.
IDE A
A nosotros nos gustan mucho las especias y también el picante, así que nuestra mezcla cajún es «alegre». Si no
es vuestro gusto, podéis prescindir de la cayena o el pimentón picante, y por supuesto también podéis omitir
la especia que no os guste o añadir cualquier otra. Simplemente con aceite, orégano y pimienta ya están ricas.
Además, al utilizar tantas especias prescindimos de la sal, pero si queréis utilizarla podéis añadir
una cucharadita a la mezcla.
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Lechuga iceberg • Zanahorias • Lonchas de jamón cocido o jamón de york • Agar-agar
Para el aliño blanco: 50 g de azúcar • 60 ml de vinagre de vino blanco o de manzana
1 cucharada de aceite de girasol
Dejamos el agar-agar en remojo toda la noche o al menos durante 4 horas para que se rehidrate.
Para hacer el aliño blanco echamos en el vaso de la batidora todos los ingredientes y trituramos durante
3 o 4 minutos para que emulsione bien.
Dejamos reposar.
Troceamos con las manos las hojas de lechuga y las disponemos en una fuente.
Colocamos encima el jamón de york cortado en tiras, la zanahoria en bastones finos y el agar-agar que
habremos escurrido.
Regamos la ensalada con abundante aliño y servimos el resto en un cuenco aparte para quien quiera
echar más.
IDE A
Esta es la ensalada básica que siempre he visto en restaurantes chinos, pero a veces las he encontrado con
otros ingredientes añadidos como brotes de soja o maíz dulce. Si queréis añadirle alguno de estos ingredientes
o cualquier otro, hacedlo a vuestro gusto, pero ¡nunca olvidéis el aliño blanco!
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