Libro Carlos Olivera

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 18

Cada obra es un acertijo y una trampa que siembro contra mi propio ser. El proceso de trabajo parece liberarme.

Pero, cuando termino una me veo atrapado por la ansiedad de la siguiente.

CARLOS OLIVERA

Derechos reservados Carlos Olivera Aguirre Textos Alejandro Alonso y Alfredo Mrquez Editor Carlos Olivera Aguirre carlosoliveraaguirre@gmail.com 96436.3201 Cusco - Per Diseo grico Pilar Elas Alfageme Fotografa Miguel Araoz Cartagena Hctor del Castillo Teo Allain Chambi Sergio Urday Manuel Guevara Retoque digital Grica Biblos Hecho el depsito legal en la Bibloteca Nacional del Per N. 0000000 Impresin Grica Biblos Jr. Morococha 152 Surquillo Primera edicin Julio, 2012 Tiraje 1 000 ejemplares PONER AQU CODIGO DE BARRAS DEL ISBN

Dedico este libro a mi esposa Zoila y a mis hijos Ruby y Paolo.

Carlos Olivera es un artista del Cusco. Ha construido en el tiempo una obra escultrica de gran potencia y lenguaje universal, expresando su forma particular de ser al dejar en cada una de sus obras la fuerza de su corazn. Hay comn acuerdo en quienes airman que cada una de las esculturas de Carlos Olivera son el retrato verdico y autntico de su persona. Expresa su cosmovisin a travs de materiales como el metal, la piedra, la madera y la cermica, y los transforma con espritu y alma de artista en smbolos que trascienden lo conoa cido, a la vez da forma a travs de sus obras a ese universo que slo su profunda sensibilidad puede lograr y transmitir. La obra de Olivera nos confronta con nuestra interioridad, gracias a su vasta comprensin y vivencias en los planos material, psquico y mental superior. Las formas expresan su encuentro con el espacio y su herencia ancestral andina. Siendo parte del ambiente andino con nuestras operaciones y proyectos, nos pareci muy importante no pasar por alto un artista destacado proveniente del ambiente y espacio donde desarrollamos nuestras actividades y que bien ensambla con nuestra ilosofa del desarrollo sostenible. Por todas estas razones, Carlos Olivera llam nuestra atencin y decidimos contribuir a publicar este volumen que recoge toda su trayectoria artstica, como un aporte a la cultura contempornea nacional e internacional.

Jose Marn Vicepresidente Ejecutivo Xstrata Copper Divisin Operaciones Sudamrica

INDICE
La gravedad a punto de quiebre Alejandro alonso En el eter y en el plomo Poderes curativos Bicfalos Carnes Psquicas Obra en espacio pblico Del minotauro a las musas y el templador Color Esculturas Del ttem a las mscaras La dimensin del vaco Lnea de tiempo Dibujos y maquetas El Tolo Jos Manuel Biografa Vitae 09 12 20 26 38 46 52 68 76 104 112 166 170 178 180 182 196

La gravedad a punto de quiebre


por Alejandro Alonso*

La transmutacin de la materia y la posesin de la otredad son inquietudes que le han pesado como loza de oro a nuestra especie. Mediante el conjuro, la experimentacin y otras vas, el deseo por virar la naturaleza de lo inerte, de apropiarse de una identidad ajena, tienden un puente desde el pasado mtico hasta el conocimiento cientico de hoy da. El pensamiento prehispnico daba por hecho la capacidad de metamorfosis de un individuo. As nos lo deja ver la igura del nagual, referente mesoamericano que prevalece pese a la pirotecnia de la tecnologa. En sntesis, se trata de una entidad animal compatible con el alma humana. Un individuo con la virtud para reconocer a su nagual, no domina la naturaleza, ms bien se convierte en naturaleza; dicha entidad puede ser un roedor o un felino de montaa, y las posibilidades son insospechadas. En el caso de occidente, los mitos dieron un paso de riesgo hacia la iccin. El ejemplo lo tenemos con la igura del Glem, aquel personaje animado por una voluntad alqumica. En qu momento un ser inerte cobra vida? Cul es la virtud, la pcima, el secreto, la receta, el conjuro para que un ente de arcilla, barro, cantera, madera, mrmol, metal, logre desplazarse en el mundo terreno una vez libre de la mano humana? El artiicio deja de serlo cuando aquel ser fantstico encarna realidad, cuando la iccin es imperativa en la dimensin del alma. Cierto, la ambicin por dotar de existencia a una confabulacin de objetos y pcimas inertes, no slo le pertenece al Glem. Con la autora de Mary Shelley y la sombra portentosa de Percival Shelley y Lord Byron, Frankenstein es un mito de la modernidad que se suma a esta factura de trasfondo alqumico. Por supuesto, sin olvidar la semilla de los autmatas vivientes depositada por Jacques Vaucanson y que hicieran extensiva E.T.A. Hofman y Fritz Lang, entre muchos otros. La cuestin es que desde su factura de memoria colectiva o por su herencia de tinta y papel, incluso celuloide, la iccin logr una rentabilidad a partir de la tesis de la transmutacin de la materia inorgnica en orgnica. Obvio, por el momento no hay un Glem o Frankenstein que se den el lujo de inquirir a sus propios creadores. El sueo se vali de otros mtodos para llegar a resultados ms certeros. Los cienticos del siglo XX revolucionaron los dogmas de la biologa, la fsica y la qumica, y tuvieron que revelarse ante las restricciones ticas de orden poltico, humanista y religioso, en pos de la experimentacin. Esta ruptura de horizonte, tal trasgresin de los cnones de la natura, tanto en el plano experimental como del conocimiento mtico, no escapan al ministerio de la creacin esttica. En una dimensin introspectiva de apropiacin de la naturaleza, dueo de los elementos y buscador de quimeras, capaz de despojarse de su espritu para encontrar a su nagual en la materia del arte, as es la apuesta del escultor Carlos Olivera.

Aprendiz de brujo
Sin saberlo entonces, realiz un pacto inicitico al crear un ser de plastilina y entregarle un alma de pura crema para manos. Cada maana le abra el vientre con un cuchillo para volver a llenarlo de crema, para que no le faltase la sustancia vital. Este simple juego de infancia (aunque creo que a muchos no les parecer tal), le otorga una identidad prematura al pequeo Carlos Olivera (Cusco, Per 1970), quien lleva su arte a la mirada pblica en una exposicin escolar titulada Inquietudes en King Kong de plastilina, juguete de manufactura personal, 1977.

miniatura, integrada por una serie de personajes de las iestas costumbristas del Cusco. A sus diez aos, el artista logra reconocer la identidad propia en el objeto que sus manos haban dado vida, a partir de la burda plastilina. En ese momento desconoca de los recovecos de los mitos con los que se emparentaba. El punto es que an con la dermis de la inocencia, asume el compromiso maniiesto del destino. Carlos Olivera no mira a estas piezas primeras como meros objetos de trofeo dedicados para suscitar la admiracin de sus padres y compaeros. Entonces descubre que la creacin de la materia es la creacin del espritu mismo, que as como se modela al bronce, tambin puede modelarse el sueo, que la proyeccin de un sueo traslada al lindero del ininito. El pacto queda sobre la mesa, el nobel artista no se contentar con el Glem equvoco. A cambio, comete un pacto que lo signar de por vida: en cada pieza buscar trasladar su espritu, cual nagual, con el riesgo de caminar en el lindero del extravo, la locura. Sin nocin plena de lo que le deparara tal condicin, simplemente acta en consecuencia y por ello su formacin en las artes siempre estar de la mano de la rebelin.

le deja al artista la pericia para dominar un barco en plena tempestad. Sin perder el horizonte de la contemplacin, asume el timn de su obra venidera a partir de un pragmatismo creativo.

La gravedad a punto de quiebre


En el universo de la dialctica los antagonismos coexisten tanto en armona como en confrontacin cabal. Hay quien gusta del equilibrio de ese estado prspero de las aguas mansas, donde los polos se funden o difuminan; otros preieren la rebelda y la confrontacin, y justo a partir de su epicentro deciden el derrotero de su existencia. Los escenarios donde sucede tal gravitacin a punto de quiebre es el del conocimiento, la innovacin, la creatividad, la revolucin. Carlos Olivera trabaja los metales al fuego para obtener piezas de dimensiones monumentales. Como el cirujano que tiene en sus manos un corazn palpitante, el artista revela las bondades elsticas y plsticas de la materia. Justo cuando el objeto de su devocin est a punto de quebrarse, logra el equilibrio, lo dota de rgano vital y una columna vertebral. Ahora, el creador maduro reinventa el mito forjado durante la niez. Del panten cosmognico andino, surgen espritus dispuestos a transmutarse en metal, madera o cermica. El mito, el conocimiento de la realidad a partir de la tragedia, acepta los cnones de la modernidad. Olivera hace a un lado el espejo de Narciso de un arte contemporneo frvolo y carente de mitologa; se sumerge en el misterio, la fantasa, la emocin febril del creador de alma potica. En cada una de sus piezas traspira la fragilidad de la verdad, con la piel rugosa de la paradoja. De la fundicin del acero, bronce y cobre procede el nicho donde se suscita el rito del cosmos. A cada pieza le antecede el estudio preciso, una suerte de acuarelas, leos, maquetas, temperas y dibujos a pluma. En su nueva apuesta (que el mismo denomina esculto-pinturas mviles) nos advierte que la transmutacin del mito poco tiene que ver con el retake almibarado del cine gringo. La fantasa domina un primer plano con un acto de transgresin sexual y moral. Predomina el humor negro, el retrato decadente de una sociedad a la que le urge una revulsin de fondo. Si bien en la pieza El Escultor nos muestra una mirada en trance ilosico, polivalente e introspectiva, penetrante e indescifrable, con un tercer ojo capaz de descifrar la multidimensin, con una cabeza cuya cabellera parece un corazn con sus arterias palpitantes hacia un contexto gris y pastoso, su escultura Abrigo de lo Sagrado y lo Profano nos muestra a un ser sin cabeza, cuyo tronco parece extenderse hacia las extremidades, con los dedos que se aferran cual races a las costillas y con esta sola expresin arrojan el grito a partir de un vaco existencial. Honda catadura de este artista que logra traducir la poesa en su apuesta plstica. Apuesta de riesgo de quien se vale del mito para ensamblar aquello que la ultra tecnologa apenas bocetea. La obra de Carlos Olivera se encuentra en un estatus de cabal salud, digna de secuela para otros creadores. Seguramente, esta valoracin poco debe de importarle a quien slo desea seguir su propio instinto, olfatear la tierra prometida, un dorado que nunca llegar, pero que no impide, por supuesto, la altura del vuelo metafsico en el horizonte donde la razn cede su paso al misterio, donde es posible la conversin del nagual prehispnico. De las manos y el talento de Carlos Olivera, es certera la consigna de que algo nuevo siempre vendr.

La otra mirada
Con una fuerte dosis de herencia paterna del Tolo Olivera el nimo se le torna contestatario. Su voluntad rechaza la batuta de la academia; elige como mejor amiga a la soledad; experimenta en cuerpo y alma; los venenos sagrados y las drogas comunes le dejarn ver el fondo donde la sabidura se muestra con la igura de un reptil; logra una tesis doctoral a partir de la formacin autodidacta. Una vez libre de la matrcula escolar, expone su primera muestra individual a la que titula Esculturas. Precursor de los ensamblajes e instalaciones, Carlos Olivera se vale de la cera de las abejas, semillas, plumas, piedras, retazos de metales. Su mirada es inquisitiva con el arte procedente de otras fronteras, pero lo es todava ms con la realidad de su pas; la barbarie y corrupcin de una generacin poltica lo nutre de irona (tan aguda en su trabajo reciente). Insatisfecho y en la bsqueda del yo existencial, deja las artes plsticas y se dedica a la escritura. Volver a su fuente primera, al dominio y transmutacin de la materia con una certeza en la yema de los dedos y en la pupila de sus ojos penetrantes: el mayor conocimiento en el arte la excelsitud es aquel que procede de la experiencia ms honda de la existencia, la tragedia. Cual fue el exceso cometido por Olivera para dar paso a un virtuosismo sin frenos? tengo la impresin de que el artista hizo suyo el sueo, se apropi de la naturaleza, rob el fuego del conocimiento, y que por su posesin precoz del dominio de las formas recibi el peor de los naufragios, el del espritu.

Deconstruccin y construccin del caos propio


El artista no deja de nutrirse de manera autodidacta de un rbol eclctico: de Bacon a Aldo Shiroma, de Antoni Tapies a Jaap Wagemaker, de Americo Tisoc a Kooning. Con el grupo escultrico titulado El Sueo del ngel, gana el saln Regional del Cusco de la Primera Bienal Nacional del Per, 1998. Olivera consolida su esttica en la que convergen los absurdos de Lautramont, la modernidad y el mito. Pero tal logro de ninguna manera le signiica el piloto automtico a su periplo. Acaso le acusa que la experimentacin debe seguir, de manera natural y en consonancia con su propio espritu. El artista asume su caos interno, su tsunami espiritual. Decide la autodestruccin, el desliz del suicidio, como aventura de sumo riesgo para la reconstruccin. La paradoja con Carlos Olivera es que del caos primero, en vez de devenir un orden, vuelve en barco pirata sobre la marea de nuevo caos. El naufragio

Ciudad de Mxico *Alejandro Alonso, poeta, Premio Nacional de Periodismo Mxico

10

11

Talla en madera caoba y mrmol 116 x 145 x 40 cms 2007

40

41

EMBRIN ESPIRITUAL Talla en madera de aliso, metal y mrmol negro 200 x 80 x 55 cms 2007

42

43

HOMENAJE A PICASSO Talla en madera de pino policromado, hierro y piedra lpiz lzuli 185 x 67 x 37 cm Serie: De la niez 2008

94

95

FIESTA EN EL SAPO Cermica gres de alta temperatura 65 x 30 x 24 cm 2010

98

99

RETRATO DE UN FORASTERO Madera tallada y policromada con aplicaciones de piedra y metal 80 x 25 x 15 cm 2004

EL MAESTRO PEDRO Madera tallada y policromada con aplicaciones de piedra y metal 107 x 20 x 07 cm 2009

GUARDIAN DE LA FLORA Madera tallada y policromada con aplicaciones de piedra y metal 90 x 30 x 07 cm 2009

CURANDERO EN TRANCE Madera tallada y policromada con aplicaciones de metal 90 x 30 x 07 cm 2010

EL VIDENTE Madera tallada y policromada con aplicaciones de piedra y metal 122 x 23 x 7 cm 2010

110

111

CARLOS OLIVERA: Sobre la Creacin y la Plasmacin de una Voluntad Constructiva y Expresiva de la Materia, su nima y su Animus.

Adis, adis, compaeros mos /Adis, adis, compaeros mos, Tupasuchis manaacha / Tupasunchis manaacha Ay taytallay, ay apullay (Despedida, Seor de Qoyllur Riti)

Llegada al Cuzco. Se aproxima el solsticio de invierno, la fecha mas importante del calendario agrcola, en el Per. Durante el ltimo ao he intentado llegar a este destino, estoy muy contento de que inalmente coincidan necesidades y deseos. Carlos Olivera trabaja en su casa-taller en Saylla, cerca de Tipn, durante los ltimos tres aos se encuentra produciendo un importante conjunto escultrico con piezas forjadas en acero, hierro, bronce y cobre, que presentar en el Museo Pedro de Osma en Lima. El amable azar nos a colocado en la posibilidad de compartir su experiencia, el azar y la necesidad postergada desde hace dos dcadas de participar en el peregrinaje al santuario del Seor de Qoyllur Riti, que ser bajo la luna llena, antes del Corpus Christi. Llegamos al taller con cuyes de Tipn. Leoncio y David nos esperan con huatia, Miguel nos acompaa. Despus de comer, rpidamente comenzamos a desenvolver de sus cubiertas plsticas el conjunto de esculturas. Las piezas son sumamente enrgicas, trabajadas con expresiva intensidad y contencin. Efectivamente el conjunto es de grandes dimensiones, la calidad de cada escultura es sobrecogedora, no exenta de enigmas que dilucidar. Agradezco la experiencia de enfrentar este conjunto liberado de cualquier compromiso espacial de contencin museogrica, es un privilegio. Toda construccin sea individual como colectiva requiere de frrea voluntad y de una capacidad efectiva de accin; y la correcta, si es que existe, inaccin que la complemente. En Carlos Olivera y su obra escultrica, este accionar se desarrolla desde un emparentamiento con el pago ritual a la tierra o pagapu, el pago al cosmos, el pago a los elementos y a las fuerzas que los articulan y gobiernan, el pago a la naturaleza y a la espiritualidad que la anima, pero tambin un consciente manejo de los materiales y las relaciones de estos con lo que su conciencia creativa quiere testimoniar y expresar. Las piezas escultricas desarrolladas por Carlos evidencian la correspondencia con la colectividad de la cual procede, el sur andino cusqueo; tambin son piezas comprometidas con el arte moderno y contemporneo, con sus programas y procesos, inluenciadas por los hallazgos y desarrollos logrados por las vanguardias occidentales y sus aplicaciones en sociedades como la actual Latinoamrica. Lo que radicalmente Carlos no hace es ilustracin de los consensos colectivos locales y supranacionales, nada que se aproxime o roce la espectacularizacin del buen salvaje y del Per como marca.; tampoco dando cuerpo al discurso dominante, sino por el contrario buscando un espacio donde construir la propia nomenclatura fsica, que no ilustra sino construye una visin propia, que no es antojo sino evidencia de aquello que existe en la naturaleza social, pero que no esta contenido ni expresado por la vieja plantilla de consensos cosmognicos. Carlos aporta creatividad y anula la posibilidad del complaciente taido del lugar comn, de la quena pachammica y brichera.

112

113

Completar el universo como propone Juan Javier Salazar. Pero: Es posible graicar el vaco? De que vaco se habla? Las tensiones que evidencian la disolucin de la propia materialidad del objeto, el equilibrio precario, la posibilidad de la cada, el desvanecimiento, su inmanencia, actan como una sugerencia tangible de la fecundidad de la relacin entre la densidad de la materia y su contradiccin complementaria de su condicin etrea o mas bien espiritual. Aunque en la cosmovisin andina y mas precisamente en el quechua la palabra espritu y por ende su sentido judeo-cristiano no existen, en el trabajo escultrico de Carlos Olivera podra mas bien pensarse en el nima y el nimus, voces emparentadas con el griego anemos que quiere decir viento y que se reieren a aquello que atrae y anima a la materia. Imgenes arquetpicas de lo eterno femenino en el inconsciente masculino e imgenes arquetpicas de lo eterno masculino en el inconsciente femenino. Todo esto no representado sino siendo tangible en la construccin de los objetos, en sus materiales y las formas y vacos que los deinen. La evidencia de que la aparente solidez de la estructuracin del objeto escultrico es permeable y esta absolutamente lleno de vaco y tensin estructural es lo mas saltante de este conjunto escultrico. Geometra, espacio, antropomorismo, zoomorismo y tensiones materiales entre los elementos que constituyen el cosmos al que se reieren las esculturas, pero tambin del que forman parte no solo para expresar su existencia o inexistencia material, sino la voluntad constructiva de que existan matrica y espiritualmente. Vacos, contenedores, suspensiones, tensiones, texturas constitutivas y concomitantes, materia forjada, densidad y peso, liviandad y vaco, equilibrios precarios hechos propuesta plstica. Escultura/vaco. En Lima, tras el regreso de peregrinar con Carlos, Miguel, David, Leoncio, Analuca. y miles de miles de campesinos y representantes de naciones terrenales y csmicas, danzantes y cantantes entrelazados rtmica y asintnicamente a casi 5,000 metros de altura durante varios das en La Fiesta del QOYLLUR RITI... me encontr con mi computadora

nodriza noqueada, la moto inutilizada, las cuentas acumuladas,... y sin embargo una secreta alegra me confortaba, la certeza de que otro mundo existe por encima de las miserias cotidianas y que a pesar del fro y del deshielo inmisericordes del Apu Sinakara, la vida discurre y discurrir destructo-creativa libre e incontrolada, despus que todos nosotros hayamos partido al viaje sin retorno. Salud maestro.

Alfredo Mrquez

114

115

118

119

120

121

EL TALLER

194

195

Leoncio Quispe y David Bazn, asistentes escultores y amigos mos.

196

197

UNA APROXIMACIN AL ESCULTOR

CARLOS OLIVERA AGUIRRE CUSCO, PER (1970) Carlos Olivera realiz su primera muestra de esculturas, Nacimientos, a los 10 aos de edad en la sala de exposiciones de la Casa Garcilaso, en Cusco, Per. Desde entonces, ha creado una obra prolica y constante. Entre 1992 y 1996, realiz estudios profesionales en el curso de Restauracin de Arte Colonial Peruano, ofrecido por el Convenio Per Espaa. Recibi el primer premio Medalla de Oro del concurso de arte cusqueo Santurantikuy en 1997. En 1999, obtuvo el primer premio del Saln Regional del Cusco con el grupo escultrico El Sueo del ngel y particip en la primera Bienal Nacional del Per con una exposicin individual titulada En el ter y en el Plomo en la galera municipal Pancho Fierro de Lima. Ha realizado 21 muestras individuales, entre ellas: Mapas de las Estructuras Emocionales, en la galera del Banco Interamericano de Desarrollo en Washington D.C., Estados Unidos; en la Galera Francisco de Paula Santander del consulado colombiano en Miami; en la casa estudio de Patricia y Merrel Bergin en Denver, Colorado; as como en Lima y en Cusco. En 2003, cre el proyecto Bicfalos, que se expuso en las principales ciudades del Per a travs de la red de Alianzas Francesas, muestra que termin su periplo en la Universidad Autnoma del Estado de Mxico, Mxico D.F. En el Valle Sagrado de los Incas (Cusco), ejecut la primera parte de su obra a escala en rocas andesita y granito, con el tema de los cuatro elementos de la naturaleza. En 2006, emplaz en la ciudad de Lima la escultura monumental Pachatusan, creada en roca andesita, ubicada actualmente en la Av. Javier Prado, convocado por la municipalidad del distrito de San Isidro. Luego, inici diferentes intercambios profesionales con escultores contemporneos de Estados Unidos, en espacios ocupados por comunidades artsticas en Manhattan, Nueva York y Columbia-Ohio, donde fue acogido por la maestra Aminah Brenda Lynn Robinson. En 2007, particip como representante nacional en el Simposio Internacional de Escultura en Piedra, TiwanakuBolivia. En 2008, present la muestra individual de esculturas de las series Metafsica, Mitolgica, Espiritual y Niez, en el patio mayor del Beaterio de las Nazarenas Hotel Monasterio, Cusco. En 2009, realiz el proyecto escultrico monumental titulado Serenidad, Sabidura y Tolerancia que se encuentra emplazado en el campus universitario de la Universidad Andina del Cusco. Carlos Olivera tiene su obra en instituciones pblicas y colecciones privadas en Per y diferentes pases del mundo. En la actualidad, Olivera viene produciendo su prxima muestra escultrica de obras de gran formato que se realizar en Lima por invitacin del Museo Pedro de Osma, que ser inaugurada el prximo 2 de agosto, junto a la presentacin del libro: OLIVERA ESCULTOR, auspiciado por la compaa minera XSTRATA COPPER.

198

199

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy