Cenadoj 1
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EXPEDIENTE 2265-2010
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, veintiuno de diciembre de dos mil
once.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de diecinueve de
mayo de dos mil diez, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y
Antejuicio, en la acción constitucional de amparo promovida por la entidad Sylvania,
Sociedad Anónima, por medio de su Mandataria Especial Judicial y Administrativa con
Representación, Norka Ivette Aragón García, contra la Sala Segunda de la Corte de
Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. La postulante actuó con el patrocinio de la
abogada Ana Raquel Villeda Osorio. Es ponente en este caso el Magistrado Vocal I,
Mauro Roderico Chacón Corado, quien expresa el parecer de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el cuatro de noviembre de dos mil nueve,
en la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto reclamado:
auto de ocho de octubre de dos mil nueve, por el que la autoridad impugnada confirmó el
emitido el seis de julio de dos mil siete, por el Juez Quinto de Primera Instancia de
Trabajo y Previsión Social del departamento de Guatemala y, como consecuencia, declaró
sin lugar el incidente de fijación de contragarantía, consistente en fianza, planteado por la
postulante dentro del juicio ordinario laboral promovido en su contra por Sonia Albertina
Molina de Maldonado. C) Violaciones que denuncia: al derecho de defensa y al
principio jurídico del debido proceso. D) Hechos que motivan el amparo: de lo
expuesto por la postulante y del estudio de los antecedentes, se resume: D.1)
Producción del acto reclamado: a) en el Juzgado Quinto de Primera Instancia de
Trabajo y Previsión Social del departamento de Guatemala, Sonia Albertina Molina de
Maldonado planteó en su contra juicio ordinario laboral; b) dentro del proceso de mérito
se decretó, como medida cautelar, el embargo sobre las cuentas de depósitos monetarios
registradas a su nombre; c) el catorce de junio de dos mil siete, solicitó en la vía
incidental el levantamiento de la misma, pretendiendo que se fijara una fianza como
contragarantía, pues, a su criterio, se garantizaban de mejor forma los derechos de la
demandante; petición que encuentra asidero legal en lo preceptuado en el artículo 533
del Código Procesal Civil y Mercantil; d) luego del trámite correspondiente, el Juez de
conocimiento, mediante auto de seis de julio de dos mil siete, declaró sin lugar el
incidente relacionado, al considerar que la contragarantía solicitada no podía prosperar,
ya que sustituir el embargo de cuentas de depósitos monetarias por la fianza pretendida,
provocaría tener que acudir a formalismos y gestiones adicionales, contraviniendo los
principios de tutelaridad, sencillez, realismo y objetividad que nutren el derecho laboral;
e) inconforme con esta última decisión, apeló, medio de impugnación que fue conocido
por la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Presión Social, Tribunal que,
mediante auto de ocho de octubre de dos mil nueve, confirmó el auto apelado, al estimar
que, en efecto, la decisión asumida por el Juez de los autos se encontraba conforme a
derecho, pues en el derecho laboral imperan, entre otros, el principio de tutelaridad
derivado de la desigualdad económica existente entre las partes, por lo que la sustitución
del embargo precautorio decretado sobre las cuentas de depósitos monetarios por la
fianza pretendida como contragarantía, no constituía una medida encaminada a
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cumpla la función esencial de esa clase de prevenciones, que como se dijo, es asegurar
que la sentencia que se dicte sea efectivamente cumplida, en consecuencia, a su criterio,
el juez debe admitir estas pretensiones tomando en cuenta las constancias procesales,
para que sus decisiones sean eficaces y suficientes para asegurar las resultas del proceso,
de manera tal que, tanto la medida cautelar que originalmente se dicte como la
contragarantía que pueda constituirse para el levantamiento de aquella, deben fijarse de
forma arbitraria, sino cuidando que se cumpla el fin ulterior para el cual fue prevista por
el legislador, es decir, reduciendo el peligro en el retardo (periculum in mora), derivado
de la duración de la actividad jurisdiccional propia del proceso de conocimiento,
considerado en sí mismo como posible causa de un sucesivo daño. La normativa antes
citada prevé la posibilidad de sustituir una garantía por otra, señalando que la misma
podrá consistir en hipoteca, prenda o fianza, y que una vez formalizada la garantía la
medida precautoria dictada será levantada, situación que se tramita en forma de
incidente. Sobre el particular es pertinente realzar que el motivo por el cual se tramita por
esta vía es, precisamente, el hecho de que el juez para sustituir una medida cautelar,
necesita obtener los elementos necesarios, que le permitan determinar la viabilidad de
esa sustitución, la que a su vez, también debe atender a los principios y garantías que
nutren al derecho laboral.
De conformidad con el artículo 2100 del Código Civil, por el contrato de fianza una
persona se compromete a responder por las obligaciones de otra. Como elemento
personal de dicho contrato tenemos al fiador y al fiado. El elemento real consiste en la
obligación que debe ser válida (de dar, hacer o no hacer) y, por último debe constar por
escrito para su validez, situación que constituye el elemento formal. Para poder ejecutar
dicha fianza, es necesario que el interesado acuda ante un órgano jurisdiccional y
promueva el proceso establecido en el Título II, Capítulo I, del Código Procesal Civil y
Mercantil (juicio ejecutivo).
En el presente caso, dentro del proceso sub litis, a petición de la parte actora se
decretó el embargo precautorio con carácter de intervención de la empresa mercantil
propiedad de la entidad Sylvania, Sociedad Anónima. La postulante planteó incidente de
fijación de contragarantía, pretendiendo levantar la medida precautoria aludida,
sustituyéndola por una fianza, a efecto de cubrir la demanda, intereses y costas
procesales causadas. El Juez Quinto de Trabajo y Previsión Social del departamento de
Guatemala declaró sin lugar dicho incidente, en resolución de seis de julio de dos mil
siete, la cual fue apelada por la accionante, medio de impugnación que fue conocido por
la Sala reprochada, Tribunal que, en auto de ocho de octubre de dos mil nueve (acto
reclamado), indicó: “…al hacer el estudio correspondiente de la contragarantía solicitada
se comparte el criterio del Juez ad quem en el sentido que en derecho laboral imperan los
principios de sencillez, tutelaridad y poco formalista. Es por ello que se considera que la
resolución del Juez ad quem se encuentra conforme a derecho…”.
Al hacer el análisis respectivo, esta Corte considera que la autoridad impugnada, al
emitir el acto señalado como lesivo, ningún agravio le ocasionó a la amparista, ya que si
bien el artículo 533 del Código Procesal Civil y Mercantil, establece que el demandado
tiene derecho a constituir garantía, también lo es que esa pretensión debe ser analizada y
resuelta por el juez que conoce el caso para acceder o no, según corresponda en el
marco jurídico y fáctico que caracterice el caso concreto de que se trate, para lograr el
cometido que se persigue con esa clase de medidas susceptibles de adoptarse en los
proceso para asegurar el resultado de éstos, conforme los principios del derecho ya
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citados en este fallo, particularmente los que caracterizan el proceso laboral; para ello, el
juez deberá cuidar que la garantía que pretenda constituirse sea suficiente para cubrir el
monto de lo reclamado en la demanda, los intereses y las costas procesales causadas,
situación que en el presente caso hizo valer tanto el Juez de primera instancia, como la
autoridad impugnada, coincidiendo ambos en que no era pertinente sustituir el embargo
precautorio sobre cuentas de depósitos monetarios decretado, por la fianza pretendida
por la parte demandada -ahora amparista- pues, tal y como lo indicó el Juez Quinto de
Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica, mediante
auto de seis de julio de dos mil siete, de acceder a la pretensión de la ahora postulante
provocaría que la parte demandante dentro del proceso sub litis, acudiera a formalismos y
gestiones adicionales que el embargo actualmente no implica por ser un crédito efectivo,
encontrando este Tribunal que la autoridad reprochada, al confirmar tal decisión actuó en
uso de sus facultades legales, pues también estimó que era más beneficiosa para la
trabajadora Sonia Albertina Molina de Maldonado, la medida de embargo aludida, en
atención a los principios de sencillez, realidad y objetividad que nutren al derecho de
trabajo, mismos que, en congruencia con el principio protectorio considerado
integralmente, implican la pertinencia de que el juzgador tutele de manera especial los
derechos del trabajador, en tal virtud, cabe acotar que la sustitución de la medida
cautelar correspondiente, pudo resultar procedente si, por ejemplo, se hubiere propuesto
asegurar el resultado del proceso con hipoteca –factible conforme el contenido del
artículo 533 ya citado-, que como tal, resulta eficaz por la facilidad que, en su momento,
puede presentar la ejecución de la sentencia sobre bienes inmuebles propiedad del
demandado-; por todo lo considerado, debe reconocerse que la decisión judicial
reclamada encuentra asidero legal en lo preceptuado en los artículos 527 y 533 del
Código Procesal Civil y Mercantil.
El criterio relativo a que el juez que conoce un juicio laboral tiene no solamente
facultad, sino obligación de analizar las circunstancias propias del caso para resolver la
pretensión de levantar medidas cautelares mediante la constitución de garantía
(sustituyéndola por otra), ha sido sostenido por esta Corte en sentencias de nueve de
diciembre de dos mil diez y doce de abril de dos mil once, dentro de los expedientes mil
novecientos siete – dos mil diez (1907-2010) y tres mil setecientos seis – dos mil diez
(3706-2010) al confirmar la desestimación de otros dos amparos también promovidos por
la entidad ahora amparista, en los que reclamó contra decisiones adoptadas dentro del
proceso que sirve de antecedente al presente amparo, relativas a desestimar otras dos
gestiones que promovió para levantar la medida cautelar de embargo de cuentas de
depósitos monetarios correspondiente.
Lo anteriormente analizado, permite concluir que la autoridad impugnada, al
confirmar la decisión que conoció en alzada, actuó de conformidad con las facultades que,
como Tribunal de segunda instancia, le confiere el artículo 372 del Código de Trabajo,
debiéndose tomar en cuenta que el criterio valorativo sostenido por dicha autoridad no
puede ser analizado mediante la presente acción constitucional, ya que, como se expuso,
la procedencia y pertinencia de la sustitución de la medida cautelar es una facultad que le
corresponde única y exclusivamente a los jueces y tribunales de la jurisdicción ordinaria,
no pudiéndose valorar dicho criterio mediante la presente acción constitucional.
Por las razones antes expuestas, este Tribunal estima que los argumentos vertidos
por la accionante mediante el presente amparo carecen de fundamento, por lo que no
existe agravio que sea reparable por esta vía, ya que el sólo hecho de que lo resuelto no
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AMPLIACIÓN
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CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, veinte de enero de dos mil doce.
Se tiene a la vista para resolver la solicitud de ampliación presentada por Sonia
Albertina Molina de Maldonado, tercera interesada, de la sentencia emitida por esta Corte
el veintiuno de diciembre de dos mil once, dentro del expediente formado por apelación
de sentencia, en el amparo promovido por la entidad Sylvania, Sociedad Anónima, contra
la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social.
ANTECEDENTES
I) DEL PLANTEAMIENTO DEL AMPARO Y RESOLUCIÓN DE PRIMER GRADO: En
el proceso constitucional dentro del cual se plantea la impugnación que ahora se resuelve,
la postulante señaló como acto reclamado la resolución de ocho de octubre de dos mil
nueve, por medio de la cual la Sala mencionada confirmó la emitida el seis de julio de dos
mil siete, por el Juez Quinto de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social del
departamento de Guatemala y, como consecuencia, declaró sin lugar el incidente de
fijación de contragarantía, consistente en fianza, planteado por la accionante dentro del
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juicio ordinario laboral promovido en su contra por Sonia Albertina Molina de Maldonado.
La Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, denegó la
protección constitucional solicitada en sentencia de diecinueve de mayo de dos mil diez.
II) DE LA APELACIÓN PROMOVIDA Y LA RESOLUCIÓN DE SEGUNDO GRADO: La
amparista apeló el fallo dictado por el Tribunal de Amparo de primer grado. Esta Corte, al
conocer en alzada, dictó la sentencia de veintiuno de diciembre de dos mil once, por la
que declaró sin lugar el recurso instado y, en consecuencia, confirmó la decisión venida
en grado por considerar que la autoridad impugnada actuó con apego a Derecho y su
proceder no evidencia comisión de violación constitucional.
III) DE LOS ARGUMENTOS DE LA AMPLIACIÓN: La interponente solicita que la
sentencia impugnada se amplíe a efecto de que esta Corte se pronuncie respecto de la
condena de daños y perjuicios requerida en memoriales presentados ante este Tribunal.
Estima que la condena de daños y perjuicios tiene su asidero legal en los artículos 28 de
la Constitución Política de la República de Guatemala; 2º y 59 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad y en la sentencia dictada por la Corte de
Constitucionalidad el once de enero de dos mil seis, dentro de los expedientes
acumulados setecientos catorce, setecientos sesenta y uno y ochocientos diez, todos de
dos mil cinco (714-2005, 761-2005 y 810-2005). De esa cuenta, considera que es
procedente la ampliación instada, en virtud de que la postulante ha planteado otros dos
procesos constitucionales sobre el mismo tema, los cuales fueron declarados sin lugar;
todo ello evidencia daños y perjuicios que se generaron durante la tramitación del amparo
aludido y la intención de retardar indefinidamente el trámite del juicio ordinario laboral
planteado en su contra.
CONSIDERANDO
-I-
De conformidad con el artículo 70 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, si se hubiere omitido resolver alguno de los puntos sobre los que
versó el amparo, podrá solicitarse la ampliación.
-II-
El remedio procesal antes indicado procede cuando en el fallo que se cuestiona se
ha dejado de resolver alguna cuestión de las solicitadas en el planteamiento del amparo.
En el presente caso, de la lectura del escrito contentivo de la solicitud promovida y
del estudio del fallo aludido, esta Corte advierte que en lo que concierne a lo
argumentado por la tercera interesada en la ampliación planteada, se omitió hacer
pronunciamiento con relación a su petición de condenar a la entidad Sylvania, Sociedad
Anónima -en su calidad de postulante-, al pago de daños y perjuicios que provocaron la
tramitación del amparo. Al respecto, esta Corte estima que no es procedente hacer tal
condena por no concurrir las circunstancias que ameritan su imposición. De ahí que debe
hacerse el pronunciamiento que en derecho corresponde, al accederse a la ampliación
promovida.
LEYES APLICABLES
Artículo citado y, 265, 268, 272 inciso i) de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 7º, 71, 149, 163 inciso i) y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y
de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad con base en lo considerado y leyes citadas
resuelve: I) Con lugar la solicitud de ampliación presentada por Sonia Albertina Molina
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