La Capacitación Laboral en América Latina
La Capacitación Laboral en América Latina
La Capacitación Laboral en América Latina
en América Latina
Diciembre 2016
Ariel Fiszbein
Diálogo Interamericano
Belén Cumsille
Diálogo Interamericano
Simón Cueva
Laureate Latinoamérica
Este documento surge de la colaboración entre el Diálogo Interamericano y la red Laureate
International Universities.
Laureate International Universities es una red de universidades a nivel mundial, líder en servicios de
educación superior que contribuye a proveer un mayor acceso a programas profesionales de calidad
en diversas áreas académicas en más de 30 países y con más de 65 instituciones.
Ambas instituciones se han asociado para preparar un primer informe sobre la capacitación
profesional en América Latina, un tema que ha recibido relativamente poco interés de investigación.
Este proyecto, orientado a proveer luces sobre formas de mejorar la empleabilidad de jóvenes y
adultos trabajadores en la región, es visto como un primer paso hacia una colaboración más estrecha
entre ambas instituciones en temas de política pública y educación superior en Latinoamérica.
Durante los últimos 20 años, los gobiernos de América Latina han invertido en mejorar sus sistemas
educativos, en especial en materia de cobertura. Esto se ha traducido en una mejora en los niveles
promedio de escolarización de la población adulta (Figura 1). Si a principios de los años 1950 una
persona promedio de la región no alcanzaba a terminar la educación primaria (5 años de escolaridad),
para la década de 2010, esta persona se habría graduado de la educación secundaria (12 años de
escolaridad).
11.5
11.0
10.4
9.8
9.2
8.8
8.1 8.4
Etapa 3: Mediados de los
7.4 2000s
6.5 El promedio completó la
5.8 secundaria superior
Etapa 2: Mediados de los
5.2
4.7 1990s
El promedio completó la
secundaria inferior
Etapa 1: finales de los
1960s
El promedio completó la
primaria
1953 1958 1963 1968 1973 1978 1983 1988 1993 1998 2003 2008 2013
A pesar de esos importantes avances, los niveles de habilidades de la fuerza de trabajo en la región
continúan siendo bajos en comparación a países desarrollados. En la mayoría de los países de la región,
la población con bajas habilidades (0 a 8 años de educación formal) continúa siendo el grupo
predominante en la población adulta, y sólo Argentina, Chile y Panamá tienen niveles que se asemejan a
los del promedio de la OCDE (Figura 2).
Además, existen crecientes evidencias (Fiszbein, Cosentino y Cumsille, 2016) que los mayores niveles
de escolarización conviven con fuertes brechas en habilidades de orden cognitivo (tal como lo indican las
diversas pruebas de aprendizaje en la región) y técnico y socio-emocional (tal como lo indican, entre
otras fuentes, diversas encuestas empresariales).
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Es en este contexto que la pregunta por la capacitación para el empleo se hace relevante, como una
oportunidad de los países para mejorar en el corto plazo las habilidades de su población y, por ende,
mejorar la productividad en el trabajo. La definición de capacitación de este estudio abarca cursos,
seminarios o talleres que no son parte del sistema educativo formal, que consiste de cursos de corta
duración o baja intensidad (Llisterri, Gligo, Homs y Ruíz-Devesa, 2014) en distintas áreas como
habilidades técnicas, socioemocionales, alfabetización, desarrollo social o cultural, entre otros. Tiende a
enfocarse en personas de todas las edades y es diseñada por proveedores de educación públicos o
privados, o por empleadores con el objetivo de complementar la educación formal.
En este informe buscamos presentar un panorama general de la capacitación laboral en América Latina
como primer paso para avanzar una agenda de debate público sobre cómo mejorar las oportunidades de
capacitación de una manera efectiva y eficiente. Utilizamos información proveniente de encuestas a
empresas, hogares y prestadores de servicios (ver Anexo metodológico), así como información
proveniente de publicaciones disponibles. Tal como quedará manifiesto a lo largo del informe, existen
fuertes deficiencias de información que limitan nuestra comprensión de la dinámica y funcionamiento de
los mercados de capacitación. Esto enfatiza la importancia de mejorar la información, tema que
retomaremos en las conclusiones del informe.
35
31.6
30
25
20
15.5
15
10.9 11.2 10.7 9.9
10 8.3 8
0
Brasil 2015 Chile 2013 Colombia Ecuador El Salvador Guatemala Paraguay Uruguay
2012 2013 2013 2013 2015 2013
Aunque no hay datos internacionales para comparar con los países de América Latina, el análisis de
datos de países de la OCDE que participaron en la Encuesta de Habilidades de Adultos (PIAAC) indica
que, en promedio, 48 por ciento de los adultos de 25 a 64 años de edad participan en entrenamiento no
formal (en los anteriores 12 meses), donde Italia tiene la tasa más baja, en 22 por ciento. Esto sugiere
que la proporción promedio de individuos en la fuerza laboral que están entrenados en un año es
notablemente superior en la OCDE que en América Latina (OECD, 2014a).
Por otra parte, la participación en programas de capacitación de distintos grupos dentro la fuerza de
trabajo es muy variada. En primer lugar, existe una tendencia en forma de U invertida respecto a la edad
(Figura 4): en la mayor parte de los países en los tramos más jóvenes la participación en programas de
capacitación es baja, pero comienza a crecer, llegando a un máximo en la proporción de capacitados
entre los 31 a 40 años, antes de descender en rangos de mayor edad la proporción de individuos que
han participado en actividades de capacitación. La información proveniente de las instituciones
proveedoras de servicios de capacitación que fueron encuestadas, muestra un patrón muy similar, con el
grupo de individuos entre los 31 a 40 años siendo los que se capacitan en mayor proporción.
40
35 33 35
31
29
30
26
25 24
20 18
15 14 14
14 13 13 13 13 11
15 12 11
1011 10
9 8 8 8
10 6 7 6 7
5 5
3 4 3 2
5 1
0
Brasil 2015 Chile 2013 Colombia 2012 Ecuador 2013 El Salvador Paraguay 2015
2013
Entre 15 y 20 años Entre 21 y 30 años Entre 31 y 40 años
Entre 41 y 50 años Entre 51 y 60 años 61 y más
Aún más notable es el patrón que se observa en la prevalencia de capacitación en grupos con distintos
niveles educativos (Figura 5). En todos los países existe un fuerte gradiente de capacitación, donde la
prevalencia de capacitación es más alta en los grupos más educados. En Brasil, por ejemplo, el 46% de
quienes (al menos) han alcanzado la educación terciaria han participado en actividades de capacitación,
en comparación a un 39% de los que tienen secundaria completa, y tan sólo un 13% de quienes no han
completado la secundaria. En Paraguay, menos del 3% de aquellos individuos que no han completado la
secundaria reciben capacitación, comparado con el 25% de aquellos con educación terciaria. Los
resultados son consistentes con los obtenidos de la encuesta a prestadores que muestra que los
prestadores públicos concentran participantes con nivel más bajo de educación que los privados.
50 46
45
39
40 36 36
35
35
30 25
25 21
19 18
20 17
13 14
15 12 10 12
10 7 6
4 5 5
5 3
0
Brasil 2015 Chile 2013 Colombia Ecuador 2013 Guatemala El Salvador Paraguay
2012 2013 2013 2015
Por otro lado, no pareciera existir un patrón sistemático de desigual acceso a capacitación asociado a
otras dimensiones (Figura 6). Sólo en Guatemala (donde la información se restringe únicamente a los
jóvenes) los hombres han participado más que las mujeres en cursos de capacitación, e inclusive en
varios países la tasa de participación es mayor para mujeres que hombres, resultado que se confirma en
la encuesta a prestadores que indica que las mujeres representan una proporción ligeramente
mayoritaria de los participantes.
35 32 31
30
25
21
20 17 17
14
15 13 13 12
10 10 11 11 11
10 8
6
5
0
Brasil 2015 Chile 2013 Colombia Ecuador Guatemala El Salvador Paraguay Uruguay
2012 2013 2013 2013 2015 2013
Hombre Mujer
Quizás algo sorprendente es que tampoco pareciera haber diferencias sistemáticas en los niveles de
capacitación de grupos minoritarios (Tabla 1). En Colombia tanto indígenas como afro-descendientes
muestran niveles de capacitación menores al promedio general, mientras que en Uruguay, ambos grupos
han sido capacitados en mayor proporción al promedio del país. En Brasil, blancos y asiáticos reciben el
mismo nivel de capacitación, mientras que indígenas, afrodescendientes y pardos se encuentran
levemente bajo el promedio.
Colombia 2012 Paraguay 2015 El Salvador 2013 Uruguay 2013 Brasil 2015
Indígena 7,8 5,3 16,5 20,2 30,2
Afrodescendiente 5,7 10,2 - 15,9 28,1
Blanco - - - - 34,7
Asiático - - - - 34,5
Pardo - - - - 28,9
50
45 43 42
40 36
35 33
30
25
19
20
15
10
5
0
América Latina y Asia Oriental y Europa Oriental y África Asia Meridional
el Caribe Pacífico Asia Central Subsahariana
Sin embargo, dentro de la región existen importantes diferencias entre países en la proporción de
empresas que ofrecen capacitación (Tabla 2). En la mayoría de los países, entre la mitad y dos tercios
de las empresas manufactureras capacitan a sus trabajadores, de acuerdo a los datos recabados por el
Banco Mundial. Las excepciones más notables son Honduras y Panamá, donde solo un 36% y 11% de
las empresas respectivamente ofrecen capacitación.
Dos aspectos resaltan de esta información. Primero, las encuestas muestran que entre 2006 y 2010
aumenta la proporción de empresas que ofrecen capacitación en todos los países, en algunos casos
(como Guatemala y México) de manera notable. La excepción es Panamá, donde esa proporción cae de
manera radical. Segundo, en la mayoría de los países, las empresas manufactureras informan haber
capacitado a una muy alta proporción de sus trabajadores. Solo en Uruguay esa proporción es menor al
40% (Tabla 2).
Otras encuestas de empresas a empresas con cobertura más allá del sector manufacturero muestran
algunas diferencias en las tasas de capacitación aunque dentro de un rango de magnitud similar. Por
ejemplo, la Encuesta de Indicadores Laborales de Argentina (2013) muestra que el nivel de capacitación
es de 59%, similar a la cifra entregada por la Encuesta a Empresas del Banco Mundial (63.6%) para
empresas manufactureras. En el caso de Chile, la cifra recabada a través de la Encuesta Longitudinal a
Empresas (ELE, 2013) es de 43%, por debajo del 58% de las empresas manufactureras captada por el
La literatura señala que las empresas grandes tienden a capacitar más a sus empleados que las
pequeñas y medianas, ya que estas últimas tienden a tener menores retornos a su inversión (Almeida y
Aterido, 2010). Los datos de la Enterprise Survey del Banco Mundial ratifican esto: 44,6% de las
empresas pequeñas capacitan, 60,7% de las empresas medianas y 80,4% de las empresas grandes.
Esto se confirma en los casos de Argentina, Chile y Costa Rica en la Tabla 3. El caso de Perú, sin
% % % %
Pequeña 53 4 28 41
Mediana 84 10 33 25
Grande 92 85 39 34
% % %
Aprendices 6 12 37
Cursos internos 66 67 7
Cursos externos 59 69 45
Estudiantes en práctica 10 - -
Otros - - - 10
Fuente: Encuesta Proyecto CEPAL – UCR, 2009, Encuesta Centro de Investigación de la Opinión Pública
Salvadoreña (CIOPS), Encuesta Instituto CUANTO, 2009
La información proveniente de encuestas a empresas también puede dar pistas sobre la adecuación de
la oferta de capacitación a las necesidades y preferencias de las empresas. Al ser consultadas sobre los
factores que limitan la capacitación, las empresas en Argentina indican que los dos factores más
Al mismo tiempo, es razonable esperar que la demanda efectiva por capacitación por parte de las
empresas dependa al menos en parte del marco de incentivos generado por las políticas públicas. La
importancia de los arreglos institucionales queda ilustrada, en el caso de Chile, por el programa de
franquicia tributaria para el financiamiento de capacitación. La franquicia tributaria del SENCE es un
incentivo tributario que permite a empresas descontar parte de su impuesto anual a la renta cuando
estas incurren en gastos en la capacitación de personal, habiendo previamente informado y recibido
aprobación del SENCE. En efecto, hay una muy fuerte correlación entre las empresas que capacitaron y
las que conocen y utilizaron SENCE (Tabla 5). Más del 99% de todas las empresas que capacitaron
tienen algún tipo de conocimiento de SENCE. Solamente alrededor de un 10% de las empresas
encuestadas no utiliza el mecanismo SENCE de franquicia tributaria para capacitar a sus trabajadores.
%
Conoce y utilizó SENCE 90,06
Conoce pero no utilizó SENCE 9,68
No conoce ni utilizo SENCE 0,26
Total 100,00
Fuente: ELE Chile 2013
Esta información enfatiza la importancia de generar mejor información sobre los incentivos que enfrentan
(distintos tipos) de empresas para invertir en la capacitación de sus empleados. Sin embargo, las
encuestas existentes permiten analizar este punto solo de manera muy superficial.
Los empleadores de toda América Latina reportan cada vez más dificultades para encontrar solicitantes
calificados para posiciones vacantes: 42 por ciento informó esto en las encuestas de empleadores de
2015, en comparación con un 34 por ciento en 2010 (ManpowerGroup, 2015). Además, los empleadores
toman mucho más tiempo para ocupar una posición calificada en América Latina (un promedio de seis
semanas) que en otras regiones del mundo. Por ejemplo, ocupar dichas posiciones en el sur de Asia
toma un promedio de menos de tres semanas (Aedo y Walker, 2012). La principal razón de esta
discrepancia es una falta general de habilidades valoradas en los candidatos de trabajo.
Ya desde mediados de la década pasada las encuestas de empresas del Banco Mundial revelaban que,
aun considerando las notables diferencias entre países en la región, la proporción de empresas
latinoamericanas que identifican la formación inadecuada de la fuerza laboral como una limitación
importante para sus negocios era mayor que en los países de la OCDE (Figura 8).
100%
90%
80%
70%
60%
50%
Promedio países OCDE
40%
30%
20%
10%
0%
Los datos la Encuesta Manpower de Déficit de Talento de 2014 y 2015 (Talent Shortage Survey, Figura
9) muestran un problema de habilidades aún más agudo. En 2014, todos los países latinoamericanos
considerados en la encuesta se ubican sobre el promedio global de empleadores que tienen problemas
para llenar puestos de trabajo y, dentro de los diez países del mundo con más problemas, se encuentran
cinco países latinoamericanos: Perú (2º), Argentina (4º), Brasil (5º), Panamá (8º) y Colombia (9º). En
2015, la posición de los países de América Latina mejora levemente, pero sigue con problemas al
comparar con el promedio global. Solamente Argentina baja su proporción de empleadores que reportan
problemas ubicándose bajo la media global y tres países de la región siguen dentro de los primeros diez
países con problemas: Perú (2º), Brasil (4º) y México (9º).
Pero ¿cuál es el conjunto de habilidades valoradas por los empleadores y de las que sus posibles
empleados carecen? La literatura señala tres habilidades críticas: las habilidades básicas (la
alfabetización fundamental y las habilidades matemáticas adquiridas en la escuela primaria y reforzadas
en las escuela secundaria), las habilidades técnicas (que típicamente se aquieren en programas de
educación y capacitación especializada y en el entrenamiento en el trabajo) y las habilidades socio-
emocionales (que incluyen la resolución de problemas y habilidades de comunicación, la habilidad para
priorizar tareas, para trabajar como parte de un equipo, entre otras, y que se adquieren tanto dentro
como fuera de las escuelas, incluyendo en el hogar, la comunidad y el trabajo).
80
70 67 68
63 63
61
60
58 57
54
51
50 46 47 46 46
44 44
37 38
40 36
30
20
10
0
Perú Argentina Brasil Panamá Colombia Costa Rica Guatemala México Global
2014 2015
Tal como lo demuestran los resultados en pruebas internacionales tales como el Programa de
Evaluación Internacional de Alumnos (Programme for International Student Assessment - PISA) de la
OCDE, los jóvenes latinoamericanos tienen un muy pobre desempeño en lo que concierne a habilidades
básicas (Diálogo Interamericano, 2016).
Menos conocido es el hecho que existen importantes déficits en habilidades técnicas. La encuesta
Manpower previamente citada, por ejemplo, identifica que los principales problemas para llenar los
puestos de trabajo en América (incluyendo a Estados Unidos) se encuentran en oficios especializados
(1º), técnicos (2º), ejecutivos de ventas (3º), operadores de maquinaria o producción (4º) y secretarias,
recepcionistas, asistentes administrativas y personal de apoyo de oficina (5º). Del mismo modo, las
industrias automotriz y de maquinaria, que requieren habilidades técnicas muy especializadas, son las
que tienen mayores dificultades en encontrar trabajadores calificados para sus operaciones (OECD,
ONU y CAF, 2015). Asimismo, una alta proporción (cerca del 30 por ciento) de las personas en edad de
trabajar en Bolivia y Colombia informan que la falta de habilidades en TICs (tecnologías de la información
y comunicación) es una limitante para obtener empleo e ingresos más altos, en comparación con el 10
por ciento en otros países como Georgia o Macedonia (World Bank, 2016).
Una “Encuesta de Demanda de Habilidades” realizada a principios de 2010 con empresas en Argentina,
Chile y Brasil reveló que, cuando se les hicieron preguntas sobre el valor de diversos tipos de
En México, los resultados de una encuesta de empleadores indican que los empleadores pagarían más
por un empleado que puediera tomar decisiones, que tuviera habilidades de negociación y resolución de
conflictos y sentido de responsabilidad, que pudiera identificar oportunidades para mejorar los productos
del empleador, que supiera cómo relacionarse con clientes, que pudiera proporcionar nuevas ideas y que
tuviera un sentido de la puntualidad (CIDAC, 2014).
La literatura también sugiere que las habilidades socio-emocionales más fuertes están correlacionadas
con resultados positivos en el empleo. De acuerdo al Programa de Medición de Habilidades STEP del
Banco Mundial, tener un empleo se asocia con puntuaciones más altas de responsabilidad y
determinación en Bolivia, mientras que en Colombia, mayor extroversión se correlaciona positivamente
con más contacto con los clientes en el trabajo (World Bank, 2014b).
50 46
45 41
40
33 33
35
30
25 23
21
20
15
10
5
0
Costa Rica Costa Rica El Salvador El Salvador Perú Perú
Habilidades Habilidades Habilidades Habilidades Habilidades Habilidades
duras blandas duras blandas duras blandas
Al desagregar con mayor detalle (Tabla 6), en Costa Rica, las principales debilidades en habilidades
duras se concentran en la categoría de técnicos calificados, mientras que en El Salvador la mayor
La información sobre qué habilidades blandas son las más requeridas está disponible sólo para Costa
Rica y Perú (Tabla 7). En estos países la falta de valores asociados al trabajo es el principal problema en
habilidades blandas. En Perú, la falta de habilidades de aprendizaje es también percibido como un
problema importante.
Sin embargo, de manera algo sorprendente, no pareciera existir una correlación clara entre la
identificación de problemas en la formación y los esfuerzos de capacitación. De la comparación de las
Tablas 2 y 8 surge, por ejemplo, que Brasil es el país con la mayor proporción de empresas identificando
problemas de formación, pero uno de aquellos en los que la proporción de empresas ofreciendo
capacitación es una de las más bajas en la región. Por otro lado, Ecuador, El Salvador y Perú se
encuentran entre los países en los que la proporción de empresas identificando problemas de formación
es de las más bajas (y reduciéndose) y al mismo tiempo presentan niveles relativamente altos de
capacitación. En el caso de Panamá, sin embargo, la aparentemente baja incidencia de problemas de
formación en la fuerza de trabajo se da, quizás de manera más intuitiva, con bajas tasas en la incidencia
de capacitación por parte de las empresas. Naturalmente, no es posible extraer relaciones de causalidad
entre estas correlaciones.
2006 2010
Brasil* s.d. 74,9
Argentina 49,0 56,6
Paraguay 36,1 51,4
Colombia 29,0 44,5
Chile 41,8 40,7
Costa Rica** 13,4 38,3
Bolivia 27,8 36,7
República Dominicana s.d. 36,2
Ecuador 35,9 34,2
Guatemala 29,1 33,1
México 10,4 30,9
Uruguay 24,5 30,8
El Salvador 31,7 29,9
Perú 32,0 28,4
Honduras 23,1 27,7
Venezuela 27,9 24,7
Panamá 14,5 18,9
* Los datos corresponden al año 2009
** Los datos corresponden a los años 2005 y 2009
Que las necesidades de la fuerza laboral no parezcan estar correlacionadas fuertemente con la oferta de
capacitación por parte de las empresas plantea la pregunta de qué es lo que gatilla que las empresas
ofrezcan oportunidades de capacitación a sus trabajadores. González-Velosa, Rosas y Flores (2016)
responden esta pregunta, al identificar los principales determinantes de la capacitación laboral formal para
los empleados permanentes y formales en 11 países de América Latina usando datos la Encuesta Mundial
de Ambiente de Negocios (World Business Environment Survey). Tanto para firmas pequeñas, medianas y
grandes, los determinantes de la oferta de capacitación están relacionados con medidas de innovación y
desarrollo tecnológico, como la inversión en desarrollo e investigación, la certificación ISO, la introducción de
nuevos productos, y la mejora en los procesos internos. Esto apunta a que la mayor complejidad de las
operaciones internas de las empresas aumenta la demanda por trabajadores con más y mejores habilidades,
fomentando la oferta de capacitación por parte de las firmas.
5. Características de la capacitación
Los cursos ofertados cubren una gama bastante amplia de sectores de actividad. La información
recogida de entidades prestadoras de servicios de capacitación indica que los sectores más
representativos, sobre todo para entidades privadas, están en áreas de gestión y servicios—incluyendo
comercio, ventas y servicios financieros; administración y relacionados; servicios a las personas; y
educación y capacitación—así como destrezas más específicas, como computación, idiomas y procesos
industriales. En las entidades públicas, algunas áreas como alimentación, gastronomía y turismo; artes,
artesanía y gráficas; y ciencias y técnicas aplicadas tienen una oferta relevante.
Agropecuario/Zootecnia
Construcción
Educación y Capacitación
Energía nuclear
Total
Forestal
Entidades Públicas
Mecánica automotriz
Nivelación de estudios
Fuente: Encuesta Laureate-Diálogo Interamericano; páginas web e información de diferentes entidades públicas
En materia de volumen de cursos ofertados, las entidades públicas para las que se dispone de
información generalmente manejan elevados números de cursos (superiores a 100 y en varios casos a
750 cursos al año). Entre tanto, las entidades privadas muestran un mayor grado de heterogeneidad:
cerca de la mitad de ellas ofertan menos de 60 cursos al año, mientras que una tercera parte tienen
volúmenes similares a los de las entidades públicas.
Menos de 101
Entre 101 y 250
Entre 101 y 250
Entre 250 y 750
Entre 250 y 750
Más de 751
cursos Más de 751
cursos
Fuente: Encuesta Laureate-Diálogo Interamericano; páginas web e información de diferentes entidades públicas.
La gran mayoría de entidades ofertan cursos de capacitación abiertos al público en general, y la mitad de
ellas tienen requisitos de admisión, aunque toman formas muy diversas incluyendo experiencia laboral
mínima, estudios previos o niveles específicos de estudios superiores, conocimientos específicos de
alguna rama o requisitos establecidos por la legislación o por las empresas con quienes se desarrollan
los cursos.
Más de la mitad de las instituciones (incluyendo todas las públicas y una cuarta parte de las privadas)
ofertan también cursos diseñados para grupos específicos de la población, típicamente jóvenes,
desempleados, mujeres o una combinación de estos grupos.
8%
6%
47%
4%
53%
2%
0%
Fuente: Encuesta Laureate-Diálogo Interamericano; páginas web e información de diferentes entidades públicas.
6.7% 6.7%
13.3%
20.0%
53.3%
Fuente: Encuesta Laureate-Diálogo Interamericano; páginas web e información de diferentes entidades públicas.
5% 5%
0% 0%
Fuente: Encuesta Laureate-Diálogo Interamericano; páginas web e información de diferentes entidades públicas.
Los cursos de 21 a 40 horas son los más representativos, tanto para entidades públicas como privadas,
aunque hay una diversidad de otras opciones. Algunas entidades públicas ofrecen cursos mucho más
largos (superiores a 200 horas), más cercanos a programas de formación profesional cortos. A su vez,
una cuarta parte de las entidades privadas ofertan cursos cortos (de 6 a 20 horas) que reflejan la
diversidad de la demanda empresarial y de desarrollo de habilidades puntuales .
40% 40%
30% 30%
20% 20%
10% 10%
0% 0%
6 - 20 h 21 - 40 h 41 - 60 h 6 - 20 h 21 - 40 h 41 - 60 h
61 - 100 h 101 - 140 h 80 - 200 h 61 - 100 h 101 - 140 h 80 - 200 h
Más de 200 h Otros Más de 200 h Otros
Fuente: Encuesta Laureate-Diálogo Interamericano; páginas web e información de diferentes entidades públicas.
La gran mayoría de entidades evalúan el aprendizaje de los cursos, aunque los métodos de evaluación
señalados son muy diversos, incluyendo exámenes, tests de evaluación, trabajos, portafolio de
entregables, proyectos prácticos, evaluaciones de aprendizaje y actitudinales y mecanismos de
seguimiento en empresa.
Asimismo, la gran mayoría de entidades generan alguna certificación de las habilidades adquiridas en la
capacitación, generalmente reconocida por las autoridades competentes. Se menciona una multiplicidad
de autoridades competentes para dicha certificación, como ministerios de diferentes ramos, institutos
públicos de formación, certificaciones empresariales o sectoriales y certificaciones internacionales.
93% 93%
SI NO SI NO
Fuente: Encuesta Laureate-Diálogo Interamericano; páginas web e información de diferentes entidades públicas.
El costo promedio de un curso de capacitación puede ser bastante variable. Sin embargo, la mayoría de
entidades privadas indican un costo promedio superior a US$500, mientras que las entidades públicas
señalan algunos costos entre US$200 y USS$299 por curso, y otros mucho más económicos (inferiores
a US$50). En cuanto al financiamiento de estos costos, la mitad de las entidades públicas menciona una
combinación de recursos del empleador, la persona capacitada y fondos públicos. Mientras tanto, la
mitad de las entidades privadas señala principalmente a las empresas o empleadores como el principal
financiador, seguido por la persona capacitada, y complementado por becas. Retomamos este tema en
la próxima sección.
US$500 o más
US$400 - US$499
US$300 - US$399
US$200 - US$299
US$100 - US$199
US$50 - US$99
Menos de US$50
0 1 2 3 4 5 6 7
Tal como se argumentó previamente, una parte significativa de la capacitación se realiza por fuera de la
empresa. ¿Cuán diversa es la oferta de prestadores de capacitación? La realidad es que la información
oficial sobre prestadores de servicios de capacitación es limitada y no está públicamente disponible. Una
de las pocas fuentes de información al respecto son las encuestas de empresas. Estas sugieren que
existe diversidad de prestadores de capacitación y que la importancia relativa de distintos tipos de
prestadores varía fuertemente entre países, quizás como resultado de los arreglos institucionales
existentes en cada país.
FIGURA 19: ORGANISMOS DE CAPACITACIÓN USADOS POR LAS EMPRESAS (RESPUESTA MÚLTIPLE)
Argentina
100%
80%
60% 70
91 82 82
93
40%
20% 30
9 18 18
0% 7
Centros de Centros de Centros de Empresas o Universidades
Formación Formación de Formación de consultoras
Profesional Sindicatos Cámaras o privadas
Públicos Asociaciones
Empresariales
Sí No
Costa Rica
100%
90%
80% 38
70% 67
70
60% 84 83
50%
40%
30% 62
20% 33
30
10% 16 17
0%
Instituto Nacional Universidades Universidades Empresas de Otros
de Aprendizaje Públicas Privadas capacitación
Sí No
Sí No
Como puede observarse en la Figura 20, el uso de financiamiento público para la capacitación es
limitado en la región, y solo en el caso de Chile este mecanismo de financiamiento se usa de manera
generalizada. Las empresas en Ecuador se encuentran por sobre el promedio regional, pero el resto de
los países utilizan el financiamiento público de manera muy limitada.
70
61
60
50
40
30
25
19
20 16 16 15
12 11 10 10
10 8
Fuente: Flores-Lima, González-Velosa y Rosas-Shady, 2014 basado en datos de la World Bank Enterprise Survey
Provisión
Organización
Público Empresa sin fines de
lucro u otro
Provisión
Organización
Público Empresa sin fines de
lucro u otro
7. Implicancias
Una preocupación importante que surge de los datos es que esos esfuerzos no están distribuidos de
manera equitativa entre distintos grupos. En particular, encontramos fuerte evidencia que los
trabajadores con menos educación reciben significativamente menos capacitación que sus pares con
mayores niveles educativos. Del mismo modo, hay evidencia que los trabajadores en empresas
pequeñas en general tienden a recibir menos capacitación. Estos factores tienden a reforzar las
inequidades que surgen del mismo sistema educativo.
Las brechas específicas de habilidades varían entre países, pero en términos generales sugieren que
estas involucran debilidades en diversas áreas (habilidades cognitivas, socio-emocionales y técnicas). La
evidencia disponible sugiere que la oferta de capacitación no está plenamente adecuada a las demandas
de habilidades que manifiestan los empleadores.
Esto nos lleva a enfatizar la importancia de comprender mejor los modos en que operan los mercados de
capacitación laboral. La falta de información lo suficientemente detallada representa un cuello de botella
muy importante en este sentido. Simplemente no sabemos lo suficiente sobre las características de los
prestadores de servicios de capacitación y de los programas que ofrecen. Lo que sí queda en claro es
que la oferta es diversa y que las instituciones oficiales de capacitación están lejos de tener un
monopolio o aun, una presencia mayoritaria en estos mercados. Del mismo modo, y reconociendo las
limitaciones en información cuantitativa al respecto, es notable el hallazgo que el financiamiento público
tampoco es la norma en estos mercados.
La falta de información tanto sobre demandas de habilidades como sobre oferta de programas que
observamos, tiene fuertes implicancias para la operatoria de los mercados de servicios de capacitación
De igual manera, la falta de información hace difícil tener una idea sobre la calidad de los cursos
impartidos a los trabajadores, y más aún, sobre la efectividad y el impacto que estos tienen en la mejora
de habilidades y por consiguiente, en la productividad de las empresas.
Este panorama nos lleva a enfatizar la importancia de avanzar de una manera más sistemática en la
recolección y difusión de información de alta calidad sobre la demanda y oferta de servicios de
capacitación, y el gran valor que la misma siga patrones comunes que permitan la comparación entre
países y a lo largo del tiempo.
Adelman, M., y M. Székely (2015). “School Dropout: Unresolved Issues and New Challenges for
Education Progress in Central America.” Washington, DC: The World Bank.
Aedo, C., and I. Walker. “Skills for the 21st Century in Latin America and the Caribbean.” Washington,
DC: The World Bank, 2012.
Almeida, R., and R. Aterido (2010). Investment in Job Training: Why are SMEs Lagging So Much
Behind? Policy Research Working Paper 5358. World Bank, Washington, DC.
Bassi, M., M. Busso, S. Urzúa y J. Vargas. (2012) Desconectados: Habilidades, educación y empleo en
América. Banco Interamericano de Desarrollo.
CIDAC (2014). Encuesta de Competencias Profesionales 2014. ¿Qué buscan y no encuentran las
empresas en los profesionistas jóvenes? Centro de Investigación para el desarrollo. Recuperado de
http://www.corporativostr.com/assets/encuesta_competencias_profesionales_270214.pdf
Diálogo Interamericano (2016). Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de
América Latina. Comisión para la Educación de Calidad para Todos. Buenos Aires: Santillana.
Recuperado de http://www.thedialogue.org/resources/construyendo-una-educacion-de-calidad/
FHI360 (2016). Bridging the Skills Gap: Insights from Employers, Educators, and Youth in Latin America
and the Caribbean. Recuperado de https://www.fhi360.org/sites/default/files/media/documents/resource-
bridging-skills-gap-overview.pdf
Fiszbein, A., C. Cosentino, y B. Cumsille (2016). “El desafío del desarrollo de habilidades en América
Latina: Un diagnóstico de los problemas y soluciones de política pública.” Washington, DC: Diálogo
Interamericano y Mathematica Policy Research. Recuperado de http://www.thedialogue.org/resources/el-
desafio-del-desarrollo-de-habilidades-en-america-latina/?lang=es
Huneeus, C., C. de Mendoza, y G. Rucci. (2013). “Una visión crítica sobre el financiamiento y la
asignación de recursos públicos para la capacitación de trabajadores en América Latina y el Caribe.”.
IDB Documento para Discusión No. IDB-DP- 265. Inter-American Development Bank, Washington, DC.
Recuperado de http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=37540685
Inter-American Development Bank (2016). Firm Innovation and Porductivity in Latin America and the
Caribbean. The Engine of Economic Development. Summary. Recuperado de
https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/7749/Firm-Innovation-and-Productivity-in-Latin-
America-and-the-Caribbean-The-Engine-of-Economic-Development-Summary.pdf?sequence=1
Llisterri, J.J, N. Gligo, O. Homs y S- Ruíz-Devesa (2014). Educación Técnica Profesional en América
Latina. El reto de la productividad. CAF Banco de desarrollo de América Latina. Serie Políticas Públicas y
Transformación Productiva. Recuperado de
http://publicaciones.caf.com/media/38365/educacion_tecnica_formacion_profesional.pdf
ManpowerGroup (2015). “Talent Shortage Survey.” 2015 Talent Shortage Survey Results. Recuperado
de manpowergroup.com/talentshortage.
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y Oficina Internacional del Trabajo (2006). Plan Nacional
de Promoción y Formalización para la Competitividad y Desarrollo de la Micro y Pequeña Empresa.
Editora Impresora Amarilys. Lima, Perú.
O’Connor, R., and L. Viscidi. Mexico’s Energy Reform: Bridging the Skill Gap. Energy Policy Brief. Inter-
American Dialogue, 2015. Recuperado de http://www.thedialogue.org/wp-content/
uploads/2015/06/Mexicos-Energy-Reform-Bridging-the-Skills-Gap2.pdf.
OECD (2014a). “Education at a Glance 2014: OECD Indicators.” Paris, France: OECD Publishing, 2014.
Recuperado de http://dx.doi.org/10.1787/eag-2014-en.
OECD, ONU y CAF (2015). Latin American Economic Outlook 2015: Education, Skills and Innovation for
Development. 2015. Recuperado de http://alltitles.ebrary.com/Doc?id=11015912.
Rucci, G, y S. Carpo (2011). Formación y capacitación continua a lo largo de la vida: Avances, desafíos y
oportunidades. Nota de Discusión. Inter-American Development Bank, Washington, DC. Recuperado de
http://publications.iadb.org/handle/11319/5150?locale-attribute=en
World Bank (2014a). Creating Jobs and Developing Skills in Latin America and the Caribbean.
Recuperado de http://www.enterprisesurveys.org/~/media/GIAWB/EnterpriseSurveys/Documents/Topic-
Analysis/Creating-Jobs-and-Developing-Skills-in-LAC.pdf
World Bank (2016). Digital Dividends. World Development Report, 2016. Recuperado de
http://documents.worldbank.org/curated/en/896971468194972881/pdf/102725-PUBReplacement-
PUBLIC.pdf
TABLA A.1 PORCENTAJE DE POBLACIÓN ADULTA (25-65 AÑOS) POR NIVEL DE HABILIDAD
El presente reporte usa información de encuestas a hogares, encuestas a empresas y una encuesta a
prestadores de educación realizada por el Grupo Laureate y Diálogo Interamericano. A continuación se
presenta una tabla que detalla las encuestas a hogares y a empresas utilizadas y su origen.
Encuesta de Caracterización
Chile Socioeconómica Nacional (CASEN), Microdatos
2013
Encuesta Nacional de Empleo,
Ecuador Desempleo y Subempleo (ENEMDU). Microdatos
Diciembre, 2013
Encuesta Nacional de Empleo en
Guatemala Microdatos
Ingresos (ENEI), 2013-II
Encuesta Longitudinal de Protección
Colombia
Social, 2012
Encuesta Longitudinal de Protección Encuesta de Longitudinal de
El Salvador
Social, 2013 Protección Social, Bases
Encuesta Longitudinal de Protección Armonizadas del Observatorio de
Uruguay
Social, 2012 Seguridad Social de ALC
Encuesta Longitudinal de Protección
Paraguay
Social, 2015