10 Características de La
10 Características de La
10 Características de La
Te explicamos qué son la reproducción sexual y asexual, tanto en plantas como en animales. Además, cómo
ocurre en humanos.
Así, la reproducción asexual, la más primitiva de ambas, implica la generación de individuos nuevos a
partir de un mismo y único progenitor. Esto significa que el progenitor duplica su material genético para
crear réplicas idénticas de sí mismo.
En cambio, la reproducción sexual requiere de dos individuos combinando la mitad de sus códigos
genéticos respectivos. De esta manera se logra una fusión única de células que produce un nuevo
individuo, de material genético propio y singular.
1. Importancia de la reproducción
La reproducción es uno de los cometidos principales de los organismos.
Todas las formas de vida tienen una u otra forma de producir nuevos individuos jóvenes.
Puede interpretarse como la forma en que la vida vence a la muerte: los individuos perecen, pero la
especie persiste en el tiempo.
También existe, en el caso de los seres vivos pluricelulares y complejos, la necesidad de reparar tejidos
dañados y reponer células viejas. Dicha necesidad se satisface también a través de la reproducción, pero
a menor escala: la de las células del cuerpo.
Los animales que acuden a la reproducción asexual para formar individuos nuevos, generalmente, son
aquellos unicelulares y primitivos, llamados protozoarios. Les basta con alcanzar cierto grado de
madurez o crecimiento para iniciar una fase de división celular que puede ser:
Fisión binaria (aunque este proceso es más común de los procariotas, seres vivos mucho más simples
todavía).
Además de ser utilizado por organismos simples para la reproducción, este mecanismo tiene lugar en las
células somáticas (dotadas del material genético completo) de los animales, en los casos en que se
necesita aumentar los tejidoscon células idénticas. Esto ocurre durante el crecimiento del cuerpo o
durante la reparación de los tejidos dañados.
Aunque la mayor parte de los animales no utilizan este mecanismo para la reproducción de individuos (ya
que se reproducen sexualmente), existen excepciones. Son animales dotados de totipotencia embrionaria,
esto es, que sus células pueden no sólo multiplicarse, sino diferenciarse y reconstruir los tejidos
necesarios para crear un organismo entero.
Las esponjas, equinodermos, anélidos y algunos lagartos son animales capaces de reproducir un
individuo entero a partir de una sola célula por diversos métodos:
Las plantas pueden reproducirse tanto sexual como asexualmente, dependiendo de las condiciones. La
reproducción asexual se da, al igual que en los animales, para la construcción de los tejidos nuevos
necesarios para el crecimiento, la regeneración de tejidos dañados o creación de estructuras nuevas.
Pero, además, las plantas pueden reproducirse asexualmente generando de individuos enteros e
idénticos genéticamente al progenitor. Para ello no requieren de la floración y la polinización, sino de la
partir de tallos, rizomas, brotes, mitoesporas (esporas generadas por mitosis) o propágulos.
Muchas plantas se reproducen así en ciertas condiciones y acuden a la reproducción sexual cuando hace
falta incrementar la variedad genética.
Los animales disponen de la reproducción sexual para generar organismos nuevos. A través de la
combinación del propio ADN con el de otros individuos de la misma especie se logran más variaciones
genéticas.
Este proceso es útil para la especie porque previene la acumulación de mutaciones genéticas o defectos
durante la replicación del ADN. Incluso si un animal da a luz a tres o cuatro descendientes en una
camada, cada uno poseerá información genética ligeramente distinta.
Cuando las plantas producen flores, semillas y frutos, se reproducen sexualmente. Para ello requieren del
intercambio del polen cargado de material genético entre plantas, por acción del viento o de animales que
son atraídos por el olor de sus flores (como las abejas o los colibríes) y los llevan de las estomas de una,
a los pistilos de otra.
Una vez fecundadas, las flores generan semillas y dichas semillas son arrojadas al medio ambiente. Si las
condiciones son propicias, estas semillas luego generan nuevos individuos con genoma propio, si las
condiciones se dan.
En ocasiones las plantas producen frutos que rodean a las semillas. Esto le brinda a las semillas mejores
chances de esparcirse y alejarse del progenitor, ya sea por acción del viento o de los animales que comen
la fruta y se llevan la semilla.
La reproducción sexual es la más abundante de los seres vivos pluricelulares. Son ejemplos de ello:
La fecundación externa de ciertos peces, cuyas hembras depositan los huevos para que el macho los fecunde
por separado.
Las bacterias se reproducen mediante bipartición una vez alcanzado cierto tamaño en los medios propicios
para ello.
Las plantas también pueden hacerlo, mediante retoños, rizomas, gajos o injertos.
La reproducción humana es siempre de tipo sexual, es decir, requiere de la producción de óvulos (por la
mujer) y espermatozoides (por el hombre). Ambos se ponen en con en contacto en el vientre de la mujer,
habitualmente a través del coito o bien por métodos artificiales de inseminación.
Luego de 9 meses de división celular y de formación de un individuo único, éste es parido por la mujer y
se suma así un nuevo miembro a la especie. Genéticamente es similar a ambos padres, pero su ADN es
único e irrepetible.
Existe la posibilidad, claro está, de reproducir asexualmente a un ser humano, mediante técnicas como la
clonación. Pero dichos experimentos no están bien vistos éticamente. Sin embargo, el ser humano, como
cualquier otro animal, cuenta con la reproducción asexual de sus células, para restitución de tejidos o
crecimiento.