2018 3

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Revista del

Centro de Estudios Superiores Navales


Editor
Tte. Nav. SCS. L. Per. Alberto Medina Angeles

Corrector de Estilo
Tte. Corb. SCS. L. Ccias. Com. José de Jesús Fonseca Martínez

Diseño Editorial y Portada


Tte. Corb. SCS. L. Com. Graf. Paulina Renée Becerril Recillas

REVISTA DEL CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES NAVALES. Volumen


39, No. 3, 2018, es una publicación trimestral editada por el Centro de Estudios Superiores
Navales (CESNAV). Calzada de la Virgen #1800, Colonia Ex-Ejido de San Pablo Tepetlapa,
Código Postal 04840, Ciudad de México. Teléfono: 5608 0847. Página web: https://cesnav.
uninav.edu.mx/cesnav/index_inicio.html. Correos electrónicos: cesnav.publicaciones@semar.gob.
mx o revista.cesnav@hotmail.com. Editor responsable: Alberto Medina Angeles. Reservas de
Derechos al Uso Exclusivo Número 04-2009-040611003500-102, ISSN: 1870-5480. Cer-
tificado de Licitud y Contenido Número 14766, otorgado por la Comisión Calificadora de
Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en los talleres
gráficos de la Dirección General de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología, de la Secreta-
ría de Marina-Armada de México, Heroica Escuela Naval Militar, Número 861, Colonia Los
Cipreses, Delegación Coyoacán, Código Postal 04830, Ciudad de México. Este número se
terminó de imprimir el 30 de septiembre de 2018, con un tiraje de 500 ejemplares.
La Revista del CESNAV tiene como objetivo ser un foro abierto en el cual los miembros de
la Armada de México y el personal civil interesados en temas marítimos puedan expresar sus
ideas acerca de la Seguridad Nacional y temas afines al medio naval.
En caso de hacer referencia a algún trabajo de los aquí publicados, deberá de citar la fuente
y el autor.
La Revista del Centro de Estudios Superiores Navales, comenzó su publicación en 1979,
en idioma español. El contenido de la presente publicación refleja los puntos de vista del
autor, que no necesariamente coinciden con el del Alto Mando de la Armada de México o
la Dirección de este plantel.
La Revista del Centro de Estudios Superiores Navales se encuentra indexada en el Sistema
Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe,
España y Portugal (LATINDEX), así como en la Base de Datos de Revistas de Ciencias
Sociales y Humanidades (CLASE).PRAPO

PORTADA. Infantería de Marina.

2 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Presidente
Vicealmirante
José Ricardo Gómez Meillón
Director
Centro de Estudios Superiores Navales

Vicepresidente
Contralmirante
Carlos Eduardo L´Eglise Escamilla
Director de la Escuela de Guerra Naval

Primer Vocal Cuarto Vocal


Contralmirante Doctor
Enrique Flores Morado Emilio Vizarretea Rosales
Secretaría de Marina-Armada de México Investigador del Instituto de Investigaciones
Estratégicas de la Armada de México
Segundo Vocal
Doctor Quinto Vocal
Javier Oliva Posada Maestro
Universidad Nacional Autónoma de México Juan Manuel Ibarrola Carreón
Milenio
Tercer Vocal
Doctor Sexto Vocal
Juan Velázquez Coronel
Abogado Penalista Jesús de Miguel Sebastián
Investigador del Instituto de Investigaciones
Estratégicas de la Armada de México

Secretario Técnico
Capitán de Navío CG. DEM.
José Valdemar González González
Centro de Estudios Superiores Navales

3 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Editorial 7-9

La Talasopolítica en México 11-27


Thalassopolitics in Mexico
Capitán de Navío CG. DEM. Ricardo Eliseo Valdés Cerda

Empresas Militares Privadas y Seguridad 29-56


Military Privatized Firms (MPF´S) and Security
Maestra Paloma Mendoza Cortés

Consideraciones teórico-metodológicas para el 57-80


estudio conceptual de la seguridad en México
Theorical-methodological considerations for the
conceptual study of security in Mexico
Maestro
Otto René Cáceres Parra

Aproximación a un modelo que permita medir 81-93


el campo diplomático en el contexto de su
contribución al Poder Nacional
A Model´s approach allows to Measure
the D iplomatic field in the context of its
contribution
to National Power
Cap. Nav. AN. PA. DEM.
Marco Antonio Bandala López

Política Editorial 95-100


Editorial Policy

5 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
E
stados Unidos Mexicanos, es el nombre constitucional de nuestra
nación y que, tomando en cuenta diversas variables como su
población, extensión territorial y marítima, recursos naturales,
economía y cultura, es un orgullo para esta editorial mencionar que es uno de
los países más importantes del continente Americano.
La trayectoria significativa del nombre México nos remonta varios años
atrás, más allá de la integración oficial del país como nación en el siglo XIX;
su referencia etimológica y cultural es de origen prehispánico. La cultura
mexicana es una herencia histórica que se ha hecho acreedora de un merecido
reconocimiento internacional por sus vastas y ricas tradiciones, lenguas y
conocimientos transmitidos de generación en generación a través de nues-
tras poblaciones y culturas ancestrales: olmecas, toltecas, mayas, zapotecas,
totonacos, teotihuacanos, mixtecos, yaquis, purépechas y aztecas, entre otras;
cada una de ellas fueron linajes con características y vinculaciones culturales
definidas mucho antes de la época novohispana.
Es precisamente esta definición cultural construida con el paso de los siglos,
la que nos hace conmemorar periodos significativos, representados simbólica-
mente a través de fenómenos naturales, hechos históricos o representaciones
artísticas como la arquitectura, escultura, pintura, música y literatura.
Algunos de estos periodos se mezclan con representaciones humanas,
resultando de esta fusión un fenómeno conocido como arte popular mexica-
no, cuyo aporte a nuestra cultura es de gran valía para proyectar momentos
esenciales de la historia que proveen de identidad a nuestra gran nación; como
es el mes patrio: Septiembre.
Son tres los momentos históricos que cimentaron la construcción de
una gran tradición nacional: el 16 de septiembre de 1896 cuando el General
Porfirio Díaz ordena una parada militar y se traslada la campana de Dolores
hacia la hoy Ciudad de México, y esa misma fecha pero del año 1935 cuando
el General Lázaro Cárdenas ordenó que se realizarán los desfiles militares de
manera ininterrumpida; instantes entrelazados por un fuerte nacionalismo y
un gran amor a la patria, que contribuyeron a que la sociedad mexicana reco-
nociera al mes de septiembre como el mes patrio, donde las Fuerzas Armadas
interactúan con el pueblo de México, como lo hiciera el 27 de septiembre de
1821 en su llegada a la Plaza de la Constitución el Ejército Trigarante, en un
espectacular desfile cívico-militar, donde mujeres y hombres pertenecientes a
la Secretaría de Marina-Armada de México hacen muestra de su porte y ga-
llardía para conmemorar un aniversario más del inicio de la lucha por nuestra
independencia nacional.
Es menester destacar que los valores de honor, deber, lealtad y patriotismo
son legado de nuestros héroes nacionales, quienes forjaron y lucharon por la
independencia de nuestro país. Esos mismos valores son ahora la fortaleza
que motiva el actuar de los que integran la Secretaría de Marina-Armada de
México.

7 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
En este orden de ideas y para garantizar el cumplimiento de la misión cons-
titucional conferida, la Secretaría de Marina, a través del Centro de Estudios
Superiores Navales, máxima casa de estudios de la Universidad Naval, se
profesionaliza y actualiza a los marinos militares, ampliando su conocimiento,
perfeccionando su doctrina y robusteciendo su planeación estratégica, acorde a
las necesidades y atribuciones institucionales que se han adquirido con el paso
de los años, aunado al constante adiestramiento militar al que es sometido el
personal naval como complemento de la carrera de las Armas de los distintos
Cuerpos y Servicios que integran la Armada de México, combinación perfecta
de conocimiento, fortaleza y disciplina legada por nuestro héroes nacionales.
Un botón de muestra de lo fundamental que es impulsar el desarrollo de la
investigación y difusión del conocimiento es el artículo con el que abrimos el
número 3 del volumen 39, de nuestra revista, escrito por el Capitán de Navío
Cuerpo General Ricardo Eliseo Valdés Cerda, titulado La Talasopolítica en
México, tema acorde a la Autoridad Marítima Nacional, en el cual identifica a
las distintas autoridades federales de los órganos del Estado que se encuentra le-
galmente facultadas para ejercer soberanía, derechos de soberanía y jurisdicción
en las zonas marinas mexicanas y apunta sobre algunas actividades que realizan
otros Estados en los espacios marítimos que se encuentran más allá de la juris-
dicción nacional que pudieran afectar a los intereses marítimos nacionales.
En ese contexto, la capacitación y el adiestramiento que recibe el personal
naval los hace expertos en los Cuerpos que existen en este instituto, por tal
motivo al retirarse del Servicio Activo de la Armada de México podrían se
candidatos idóneos a ser convocados por empresas privadas que ofrecen sus
servicios en materia de planeación estrategica, inteligencia y logística. Mercado
de rápido crecimiento en México que se ha convertido en toda una industria a
nivel mundial. El tema es abordado con un acendrado y particular estilo por
la Maestra Paloma Mendoza Cortés, con el escrito titulado: Empresas militares
privadas y seguridad. En este trabajo académico expresa que dichas empresas
representan un nuevo actor que nos obliga a incorporarlo al análisis de los
temas de seguridad y defensa. Esto como consecuencia de la asimetría de las
amenazas a la seguridad y la privatización de la violencia, ya que constituye la
ruptura del paradigma del monopolio de la violencia física legítima del Estado
y plantea la coexistencia de los militares de Estado con los militares privados
como tendencia global.
Por otro lado, el Maestro Otto René Cáceres Parra, aborda un tópico muy
relevante y específico a través del artículo denominado Consideraciones teórico-
metodológicas para el estudio conceptual de la seguridad en México, donde señala
que el tema de la preocupación pública sobre el fenómeno de la inseguridad
tiene impacto en la imagen de las instituciones, la democracia y la goberna-
bilidad. En este trabajo el autor fundamenta que la política de combate a la
inseguridad se reduce a abordar los fenómenos delictivos a partir del estudio
de la violencia en espacios públicos ignorando otro tipo de inseguridades
que no necesariamente implican violencia pero afectan la calidad de vida de
los ciudadanos (condiciones económicas, laborales, sanitarias, ambientales,
etcétera).

8 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Si relacionamos todos los elementos antes mencionados dentro de un
mismo campo semántico, tendremos una perspectiva que probablemente
nos conducirá hacia el entendimiento del concepto del Poder Nacional, ele-
mento fundamental en toda cultura política democrática. En esta ocasión
quien coloca ese tema sobre la mesa del pensamiento abstracto relacionán-
dolo con las instituciones del Estado, es el Capitán de Navío Piloto Aviador
de la Armada de México, Marco Antonio Bandála López, quien presenta
el interesante artículo denominado Aproximación a un modelo que per-
mita medir el Campo Diplomático en el contexto de su contribución al Poder
Nacional, en el cual la intención de su propuesta es comprender la manera
en la que es posible diseñar mecanismos de medición simples y prácticos
que permitan determinar cómo las actividades que realizan las instituciones
que conforman cada uno de los Campos del Poder de un Estado, en su
quehacer constante, contribuyen al fortalecimiento o debilitamiento del
Poder Nacional.
Y es en un contexto nacionalista que llegamos a un número más de esta
revista, en el que recordamos a los lectores que toda investigación académi-
ca, científica o de cualquier índole, contribuye a la formación cultural de
un país soberano y de gran tradición, como lo es nuestro querido México.

9 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México
Thalassopolitics in Mexico

Resumen
La Talasopolítica es una rama de la Geopolítica que se encarga de la toma de decisiones en los
espacios marítimos. México, como país bioceánico y Estado Parte de la Convención de las Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar, 1982 (CONVEMAR’82), también conocida como «La Constitución
de los Océanos», requiere observar sus disposiciones para una acertada toma de decisiones.
Desde el punto de vista del autor y a través del análisis de diversas fuentes, se identifica a las distintas
autoridades federales de los órganos del Estado que se encuentra legalmente facultadas para ejercer
soberanía, derechos de soberanía y jurisdicción en las zonas marinas mexicanas, así como para conocer
las actividades que se realizan por otros Estados en los espacios marítimos que se encuentran más allá de
la jurisdicción nacional y que pudieran afectar a los intereses marítimos nacionales.
Palabras clave
Geopolítica, espacios marítimos, derecho del mar, toma de decisiones.

Abstract
Talasopolitics is a branch of Geopolitics dealing with the decision-making process at the maritime
zones. Mexico, as a bioceanic country and a State Party of to the United Nations Convention on the
Law of the Sea, 1982 (CONVEMAR’82), also known as the «Constitution of the Oceans», needs to
observe its provisions in order to make sound decisions.
According to the author and through the analysis of several sources, the different federal agencies of
the State are legally authorized to exercise sovereignty, sovereign rights and jurisdiction at the Mexican
Maritime Zones. These authorities are also required to observe activities carried out by other States at
maritime zones beyond national jurisdiction that could affect Mexican maritime interests.
Keywords
Geopolitics, maritime zones, law of the sea, decision making.

Cap. Nav. CG. DEM.


Ricardo Eliseo Valdés Cerda

El autor es Especialista en Derecho Marítimo Internacional por el Instituto Marítimo Español


(IME) y Maestro en Ciencias en Asuntos Marítimos por parte de la Universidad Marítima Mundial
en Malmö, Suecia. Actualmente es el Director de Ordenamientos y Enlace de Asuntos Marítimos de
la Unidad de Capitanías de Puertos y Asuntos Marítimos (UNICAPAM) de la Autoridad Marítima
Nacional (AMN) en México, a cargo de la Secretaría de Marina (SEMAR).

Correo electrónico: revaldescerda@gmail.com


Artículo recibido el 7 de agosto de 2018. Aprobado el 13 de septiembre de 2018.
Los errores remanentes son responsabilidad de los autores.

11 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

«It is up to us to make right decisions»

Karolina Kurkova

Introducción

D e acuerdo con Rudolf Kjellén, politólogo y político sueco, la Geopolítica


puede representarse mediante una fórmula sencilla:

«Política = ƒ (Geografía)»

En otras palabras, «Política» es la variable dependiente y se encuentra en función


de los factores geográficos (espacios) del Estado (Laureano, 2012). Estos espacios
no solo consideran la parte continental o terrestre, también incluyen los espacios
marítimos.
La Talasopolítica, como rama de la Geopolítica referida al Océano, demanda de
una política clara y responsable en la toma de decisiones sobre los espacios maríti-
mos. Los países hispano-americanos, como México, carecen de una Talasopolítica
y viven de espaldas al mar, con algunas muy escasas excepciones (Pedraza, 2018).
Por ello, para evitar caer en errores en la toma de decisiones es preciso conocer los
espacios marítimos.
Este trabajo precisa el concepto de Talasopolítica, desde el punto de vista del Estado,
como resultado del análisis de varios autores que escriben sobre la materia. Identifica tam-
bién a las distintas autoridades federales de los órganos del Estado mexicano facultados
para tomar decisiones en los espacios marítimos de acuerdo con la Tercera Convención
de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, 1982 (CONVEMAR’82). Así mismo,
precisa el vínculo que existe entre este instrumento internacional y la Ley Federal del Mar
en el marco de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM).
De igual manera, se realiza una distinción entre el territorio nacional y el territorio
marítimo, así como de los conceptos de soberanía, derechos de soberanía y jurisdicción
aplicables a las zonas marinas mexicanas, cuya incorrecta interpretación ha dado lugar
a errores, tanto por instancias nacionales como internacionales. Este trabajo advierte de
esos errores y muestra el porqué de ellos.
Considerando la limitación de espacio y la frase: «Una imagen vale más que mil
palabras», este documento resume, a través de gráficos y figuras contempladas en anexos,
mucha información que, de no incluirse, demeritaría el sustento y el propósito del mismo.

Desarrollo
México, a pesar de su privilegiada posición geoestratégica y rodeado por los dos
más grandes océanos del mundo, vive de espaldas al mar. El presidente de México,
Adolfo Ruiz Cortínez (1952-1958), ha sido el único, hasta el momento, que ha puesto
en práctica un plan conocido como «La Marcha al Mar», con el fin de distribuir la

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13 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

población del altiplano a las costas y optimizar la explotación y el desarrollo de los


recursos del mar (Economía, 2018). Nada ha ocurrido desde entonces.
Posterior a la publicación de la Ley Orgánica de la administración pública federal,
en 1976, las atribuciones que tenía la Secretaría de Marina (SEMAR), en materia de
marina mercante, se transfirieron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
(SCT). No obstante, con los acontecimientos terroristas que ocurrieron en septiembre
de 2001 la participación de la SEMAR, en esta materia, aumentó de manera paulati-
na y constante, de tal manera que, a partir del 17 de junio de 2017, asumió el liderazgo
de la Autoridad Marítima Nacional (AMN) (Anexo I).
Lo anterior, demanda del conocimiento y las coordinaciones necesarias, con las
diferentes dependencias de la Administración Pública Federal que cuentan con atri-
buciones en el ámbito marítimo, con el fin de tomar las decisiones adecuadas en los
espacios marítimos nacionales. La materia que se encarga de ello es la Talasopolítica.
En esta disciplina Chile podría ser un ejemplo a seguir en Latinoamérica.
De acuerdo con Kholer: «Chile estableció, en 1990, su Mar Presencial tras una
apreciación Oceanopolítica y buscando una solución a la pesca indiscriminada que
flotas pesqueras de aguas distantes realizaban en la alta mar, adyacente a su zona
económica exclusiva,… sobre los recursos pesqueros transzonales y altamente migra-
torios» (Gary, 2001).
Chile es Parte de la CONVEMAR’82 (Anexo II). El hecho de establecer un es-
pacio marítimo «adicional» al que se contempla en este instrumento internacional, de
niguna manera viola sus disposiciones, por el contrario, las materializa. Lo anterior,
según lo dispuesto por el artículo 116 (derecho de pesca en alta mar), que establece:
«Todos los Estados tienen derecho a que sus nacionales se dediquen a la pesca en la
alta mar» (CONVEMAR, 1982).
De igual manera, el artículo 117 de este ordenamiento indica que: «Todos los
Estados tienen el deber de adoptar las medidas que, en relación con sus respectivos
nacionales, puedan ser necesarias para la conservación de los recursos vivos de la
Alta Mar…» (CONVEMAR, 1982). En otras palabras, para Chile, el concepto de
Talasopolítica es claro.

A. La Talasopolítica
De acuerdo con Pedraza, la Talasopolítica es una rama de la Geopolítica referida
al Océano, por lo que también se le conoce como Oceanopolítica. Etimológicamente
deriva del concepto griego de Thalassa o «mar». Por ota parte, «política» se refiere a la
toma de decisiones por parte del Estado (Pedraza, 2018). De igual manera, Aramburu
precisa el concepto de Talasopolítica como «el estudio del espacio marítimo como
componente territorial de un Estado o como ámbito de la jurisdicción estatal y su
relación con la toma de decisiones» (Aramburu, 2004).
Considerando el concepto de estos autores, la Talasopolítica podría definirse
también como la toma de decisiones, por parte de la Administración Marítima, con
respecto a los espacios marítimos en los que el Estado ejerce soberanía, derechos de
soberanía y jurisdicción.

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La Talasopolítica en México

Un ejemplo de este tipo de errores es el que comete el Licenciado Roberto


Fernández, en su artículo: «Talasopolítica vs Talasocracia», al mencionar que: «La
CONVEMAR’82 permite la ampliación de la zona económica exclusiva hasta
un límite de 350 millas náuticas desde las líneas de base» (Fernández, 2008). Lo
anterior es falso y se muestra una clara confusión, por parte de este autor, entre la
zona económica exclusiva y la plataforma continental.
El artículo 76 de la CONVEMAR’82 refiere a la Plataforma Continental (suelo
y subsuelo marino). Es la plataforma continental y no la zona económica exclusiva
(columna de agua) la que puede extenderse hasta una distancia de 350 millas náu-
ticas (CONVEMAR, 1982).
El desconocimiento de la CONVEMAR’82, mejor conocida como la
«Constitución de los Océanos», provoca errores de esta naturaleza. Difícilmente se
pueden tomar decisiones en los espacios marítimos si estos y su ámbito jurídico se
desconocen. En otras palabras, no se puede hablar de Talasopolítica sin primera-
mente, identificar a las autoridades federales de los órganos del Estado encargados
de tomar decisiones en los espacios marítimos.

B. Autoridades federales de los órganos del Estado mexicano


La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) organiza
al poder público en: Poder ejecutivo, poder legislativo, poder judicial y órganos cons-
titucionales autónomos1. En el Anexo III se observa la relación que tiene el poder
público en el ámbito marítimo y la ausencia de un órgano especializado que tome
decisiones en los espacios marítimos nacionales en materia de Talasopolítica.
A cargo del Poder Ejecutivo se encuentran las dependencias que integran la
Administración Pública Federal. El artículo 26 de la LOAPF, establece 18 depen-
dencias y una Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal (DOF, 1976), prácticamente
todas ellas tienen, en menor o mayor grado, atribuciones en materia marítima.
El Poder Legislativo se sustenta, entre otros, en el artículo 133 constitucional, el
cual establece que las leyes que provengan de la Constitución, así como los Tratados
Internacionales, firmados por el Presidente de la República con aprobación del
Senado, son la Ley Suprema de toda la Unión (CPEUM, 2017).
El Poder Judicial está a cargo de los tribunales de la federación y, de acuerdo
con la CPEUM (art. 104 fracc. IV) atiende, entre otras, las controversias que versen
sobre derecho marítimo (CPEUM, 2017). Sin embargo, no existe algún tribunal que
atienda las controversias sobre el derecho del mar (que no es lo mismo que el derecho
marítimo). Es decir de los aspectos que el Estado debe atender en los espacios marí-
timos o en materia de Talasopolítica (DOF, 2016).
Con relación a los órganos constitucionales autónomos, la Carta Magna de México
identifica cuatro entidades: «1. Banco central/Banco de México (art. 28 párrafo sex-
to); 2. Instituto Federal Electoral (art. 41, fracc. III); 3. Comisión Nacional de los
Derechos Humanos (art. 102, apartado B); y 4. Universidad Nacional Autónoma de
México (art. 3, fracc. VII)» (Calderón, 2018).

1  Según el Artículo 27 fracción VIII de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF), las relaciones del Po-
der Ejecutivo con los demás Poderes de la Unión le corresponden a la Secretaría de Gobernación (SEGOB). No obstante,
se puede facultar también a la Secretaría de Marina (SEMAR) en el ejercicio de la Autoridad Marítima Nacional (AMN).

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La Talasopolítica en México

Por lo anterior, en México el poder público, integrado por el poder ejecutivo, el


poder legislativo, el poder judicial y los órganos constitucionales autónomos, son
las autoridades federales de los órganos del Estado encargados de tomar decisiones
sobre los espacios marítimos.

C. Los espacios marítimos


De acuerdo con el Doctor Ponce Urquiza: «En la historia de la humanidad, la
necesidad de asegurar, conservar y preservar un espacio marítimo… ha sido esencial
para la toma de decisiones…» (Urquiza, 2017, pág. 2).
La necesidad de establecer jurídicamente una franja marítima, en la que el
Estado ejerciera soberanía, data del siglo XVII. El estudio de la evolución y el
establecimiento de los espacios marítimos es una de las ramas más importantes del
«derecho del mar (law of the sea)», la cual no debe confundirse con el «derecho ma-
rítimo (maritime law)», dos conceptos muy similares, pero diferentes (Anexo IV).
En 1609, el jurista holandés Hugo Grocio, sienta las bases del derecho del mar
con la publicación de su libro Mare Liberum (libertad de los mares). En contraste,
en 1635, el inglés John Selden, con su obra Mare Clausum, establecía que «el mar,
por mandato de las naciones no es común a todos los hombres, sino susceptible del
dominio privado o propiedad particular, como lo es la tierra» (FCE, 1991).
Como resultado de ello, ya en el siglo XVIII, a los Estados costeros se les permi-
tía tener potestad sobre una franja adyacente a sus costas. El nombre de este espacio
marítimo, el cual pemanece hasta la fecha, fue el de «Mar Territorial». El problema
radicó en ponerse de acuerdo sobre el establecimiento de su anchura.
A finales del siglo decimonónico la mayor parte de los países del mundo, incluyen-
do los Estados Unidos de América (EE.UU.), aceptaron la propuesta que el holandés
Cornelius Bynkershoek hizo en 1703, la cual consistía en la distancia que, en aquel en-
tonces, alcanzaba una bala de cañon desde la costa, es decir, de tres millas náuticas (MN)2
(Varghese, 1985).
La evolución contundente del derecho del mar tuvo lugar a inicios del siglo
XX. La Conferencia de la Haya de 1930, a cargo de la Sociedad de las Naciones,
se pronunció por un mar territorial con una extensión de 12 MN. Posteriormente,
los líderes de varios países del mundo realizaron una serie de declaraciones cuyo
objetivo era extender su soberanía nacional hacia el mar (FCE, 1991).
No fue sino hasta 1958, en el marco de la Primera Conferencia de la Organización
de las Naciones Unidas, cuando se adoptaron cuatro convenios internacionales que
codifican, por primera vez, el derecho del mar, éstos fueron: 1. El Mar Territorial y
la Zona Contigua. 2. El Alta Mar. 3. Pesca y conservación de los recursos vivos en
alta mar y 4. La Plataforma Continental (DOALOS, 2017).
En 1982, se adoptó finalmente la CONVEMAR’82 en Montego Bay, Jamaica,
la cual entró en vigor en noviembre de 1994. México es Parte Contratante de este
instrumento internacional desde el momento que lo ratifica, el 18 de marzo de 1983,
por lo que se encuentra obligado al cumplimiento de sus disposiciones (Anexo V).

2  1 MN = 1.852 metros.

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16 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

En el marco de los párrafos cuarto, quinto, sexto y octavo del artículo 27 de


la CPEUM, se publicó en México, en 1986, la Ley Federal del Mar, en la que se
regula lo relativo a las zonas marinas mexicanas en los términos que dispone la
CONVEMAR’82. Este ordenamiento demanda, desde ese entonces, la elaboración
de su reglamento. No obstante, hasta la fecha, ese reglamento es todavía inexistente
(DOF, 1986). Esto podría ser un indicador de la indiferencia o el desinterés que el
Estado mexicano ha mostrado, hasta el momento, hacia sus espacios marítimos.
El artículo 3 de esta ley establece que las zonas marinas mexicanas son: «a) El
Mar Territorial; b) Las Aguas Marinas Interiores; c) La Zona Contigua; d) La Zona
Económica Exclusiva; e) La Plataforma Continental y las Plataformas Insulares y f)
Cualquier otra permitida por el derecho internacional» (DOF, 1986).
Existen otros espacios marítimos que, aunque no son parte de las zonas marinas
mexicanas, tal como el alta mar y la zona, requieren de su estudio y observación ya
que, la explotación de los recursos naturales en esas áreas por otros Estados, afectan
directamente a los intereses marítimos del Estado mexicano (Anexo VI).

D. El territorio nacional y el territorio marítimo


El artículo 42 de la CPEUM establece las partes que comprende el territorio
nacional (Anexo VII). Es importante señalar que las aguas de los mares territoriales
forman parte del territorio nacional. Es decir, en el mar territorial, el Estado ejerce
la misma potestad que en la parte contiental o terrestre, con algunas excepciones,
como el derecho de paso inocente3.
Más allá de las 12 millas náuticas (MN) o millas marinas, equivalentes a 22
mil 224 metros, que comprenden la anchura del mar territorial, el Estado no puede
ejercer soberanía. Es muy importante tener en cuenta este límite porque en muchas
ocasiones provoca confusiones. A menudo se incluye a la zona económica exclusiva
como una «extensión territorial de los Estados Unidos Mexicanos» o «aguas mexica-
nas». Lo anterior dista mucho de ser cierto.
Se utilizan también términos obsoletos que, si bien es cierto fueron utilizados por
mucho tiempo, el derecho del mar actual ya no los considera, tal como el concepto
de «Mar Patrimonial», que fue sustituído por el de zona económica exclusiva desde
la adopción de la CONVEMAR’82. En este sentido, en el Anexo VIII, puede ad-
vertirse la necesidad de corregir la información del Instituto Nacional de Estadística
y Geografía (INEGI) en México.
Es importante darse cuenta que la publicación del INEGI es para efectos de
capacitación y lo delicado de ello es que la información es incorrecta. En la figura
del Anexo, al que se hace referencia en el párrafo anterior, se aprecia también que a
la zona económica exclusiva le otorgan una extensión de 300 MN en lugar de 200
MN. Errores como éste no son privativos del INEGI. Existe también un número
considerable de «errores de interpretación» del derecho del mar.

3 De acuerdo con los artículos 18 y 19 de la CONVEMAR’82, el paso por el «mar territorial» debe ser «rápido e
ininterrumpido» y es inocente mientras no sea perjudicial para la paz, el buen orden o la seguridad del Estado ribereño.
El artículo 19 especifica también los casos en que el paso por el mar territorial no es inocente, entre otros, realizar
actividades de pesca, de investigación y cualquier otra actividad que no esté directamente relacionada con el paso
(CONVEMAR, 1982).

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17 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

Otro ejemplo de ello es cuando se hace referencia a las «aguas internacionales».


Es común que se piense que estas inician después de las 200 MN de la zona econó-
mica exclusiva, es decir, en donde inicia la alta mar. Lo anterior también es un error
importante que solo confunde a los tomadores de decisiones.
El artículo 1 de la Convención sobre la alta mar de 1958, actualmente vigente
para aquellos países signantes que no son todavía parte de la CONVEMAR’82,
como los EE.UU., establece: «Se entenderá por alta mar la parte del mar no pertene-
ciente al mar territorial ni a las Aguas Interiores de un Estado». El artículo 2 de este
mismo ordenamiento aclara que: «Estando la alta mar abierta a todas las naciones,
ningún Estado podrá pretender legítimamente someter cualquier parte de ella a su
soberanía» (ONU, 1958).
Lo anterior no quiere decir que la CONVEMAR’82 contravenga o se oponga a
la Convención sobre la alta mar de 1958. Sin embargo, a diferencia de esta última, la
CONVEMAR’82 no especifica lo que debe entenderse por alta mar4. No obstante,
sí indica que su ámito de aplicación es: «En todas las partes del mar no incluidas en
la zona económica exclusiva 5, en el mar territorial o en las aguas interiores de un
Estado, ni en las aguas archipelágicas de un Estado archipelágico» (CONVEMAR,
1982).
Es necesario tener mucho cuidado en la interpretación de esta parte ya que, a pe-
sar de que la alta mar se aplica a «todas las partes no incluídas en la zona económica
exclusiva…», el párrafo segundo del artículo 58 de la CONVEMAR’82 establece
que los artículos 88 al 115, que corresponden a la alta mar (ver notas al pie), son
aplicables tambíen a la zona económica exclusiva. Pasar por alto esta disposición
ha generado no pocas confusiones en la interpretación del derecho del mar y la toma
de decisiones en los espacios marítimos (Talasopolítica) para el mantenimiento del
Estado de Derecho.
Por lo anterior, fuera de las 12 MN del mar territorial se consideran «aguas
internacionales» y no después de las 200 MN de la zona económica exclusiva como
de manera frecuente, pero errónea, se piensa. Dicho de otra manera, un Estado «no
ejerce soberanía» más allá de las 12 MN; por eso es necesario distinguir los con-
ceptos de soberanía, derechos de soberanía y jurisdicción en los espacios marítimos.

E. Soberanía, derechos de soberanía y


jurisdicción en los espacios marítimos
En el marco de la CONVEMAR’82, en los distintos espacios marítimos, un
Estado ejerce soberanía, derechos de soberanía y jurisdicción. Con excepción del
paso inocente, solo se tiene completa soberanía en las 12 MN de mar territorial
(Anexo IX).
El concepto de soberanía se confunde muchas veces con el de «derechos de so-
beranía» o «derechos soberanos», sin embargo, son términos diferentes. De acuerdo
con el artículo 56 de la CONVEMAR’82, en la zona económica exclusiva:

4 La alta mar corresponde a la Parte VII de la CONVEMAR e incluye los artículos del 86 al 115.
5  La Parte V de la CONVEMAR regula la Zona Económica Exclusiva en los artículos 55 al 75.

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La Talasopolítica en México

«El Estado ribereño tiene derechos de soberanía para los fines de exploración y
explotación, conservación y administración de los recursos naturales, tanto vivos
como no vivos, de las aguas suprayacentes al lecho y del lecho y el subsuelo del mar, y
con respecto a otras actividades con miras a la exploración y explotación económicas
de la zona, tal como la producción de energía derivada del agua, de las corrientes y
de los vientos» (CONVEMAR, 1982).

«La Constitución de los Océanos» establece también que la jurisdicción del


Estado en la zona económica exclusiva se ejerce con respecto a: «I) El establecimien-
to y la utilización de islas artificiales, instalaciones y estructuras; II) La investigación
científica marina; III) La protección y preservación del medio marino» (Anexo IX)
(CONVEMAR, 1982).
La interpretación inadecuada de esta terminología ha provocado equivocacio-
nes, incluso en disposiciones marítimo-jurídicas de algunos países. Por ejemplo, la
Constitución Política de la República de Guatemala, actualmente en vigor, establece
en su artículo 142 «de la soberanía y el territorio» los siguiente: «El Estado ejerce
plena soberanía, sobre:
a. El territorio nacional integrado por su suelo, subsuelo, aguas interiores, el mar
territorial en la extensión que fija la ley y el espacio aéreo que se extiende sobre
los mismos
b. La zona contigua del mar adyacente al mar territorial, para el ejercicio de deter-
minadas actividades reconocidas por el derecho internacional; y
c. Los recursos naturales y vivos del lecho y subsuelo marinos y los existentes en las
aguas adyacentes a las costas fuera del mar territorial, que constituyen la zona
económica exclusiva, en la extensión que fija la ley, conforme la práctica inter-
nacional». (CPRG, 1993)».

Cabe hacer mención que la República de Guatemala también es Parte Contratante


de la CONVEMAR’82 (Anexo X). Sin embargo, con excepción del inciso «a», los
incisos «b» y «c» están en contradicción con el derecho del mar, ya que un Estado
solo ejerce plena soberanía sobre el mar territorial; no así sobre la zona contigua.
En este mismo sentido y como ya se mencionó, en la zona económica exclusiva
un Estado ejerce «derechos de soberanía» sobre sus recursos naturales, no «plena so-
beranía», como lo establece la Constitución Política de la República de Guatemala.
En otras palabras, en ningún caso un Estado puede ejercer «plena soberanía» fuera
de sus 12 MN de mar territorial. De hecho, si consideramos el «derecho de paso
inocente» que otros Estados tienen sobre el mar territorial, esta «plena soberanía» es,
incluso, todavía cuestionable.
Por ello, es muy importante entender la diferencia que existe entre los conceptos
jurídicos de: soberanía, derechos de soberanía y jurisdicción. Lo anterior, permitirá
ejercer adecuadamente el Estado de Derecho en los espacios marítimos y verificar el
cumplimiento puntual de los instrumentos marítimos internacionales de los cuales
el Estado mexicano es Parte (Anexo XI).

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19 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

De igual manera, se requiere conocer y monitorear los espacios marítimos que


se encuentran más allá de la jurisdicción nacional, ya que en estos se realizan acti-
vidades de pesca y minería submarina, por otros Estados, que pudieran afectar a los
intereses marítimos nacionales. Un ejemplo es la exploración y futura explotación de
los recursos naturales del suelo y subsuelo marino en la «zona», principalmente en el
pacífico oriental, a solo 10 MN del limite exterior de la zona económica exclusiva de
México, en la falla Clarión-Clipperton ,(Anexo XII).
En este lugar, con autorización previa de la Autoridad Internacional de los
Fondos Marinos, varios países del mundo están a punto de inicar actividades de
minería submarina para la explotación de recursos minerales muy valiosos, tales
como los nódulos y sulfuros polimetálicos, así como costras de ferromanganeso ricas
en cobalto, entre otros (CEPAL, 2001). Estas actividades provocan una intrusión a
ese ecosistema y contaminación al medio marino. Le extensión de la contaminación
no reconoce fronteras y, a través de las corrientes marinas superficiales y submarinas
podrían afectar los intereses jurisdiccionales de México en las aguas adyacentes de
su zona económica exclusiva.

Conclusión
México es Estado Parte de la Tercera Convención de las Naciones Unidas sobre
el Derecho del Mar, 1982 (CONVEMAR’82), en vigor desde 1994. Este instru-
mento internacional, regula los distintos espacios marítimos en los que un Estado
ejerce soberanía, derechos de soberanía y jurisdicción. También aquellas otras áreas
marítimas, fuera de la jurisdicción nacional que, de igual manera, requieren obser-
varse para una adecuada toma de decisiones, tal como el alta mar y la zona en la que,
actualmente, otros Estados realizan actividades de prospección y exploración que
pudieran afectar los intereses marítimos nacionales.
La materia que se encarga de la toma de decisiones en los espacios marítimos se
conoce como «Talasopolítica», que es una rama de la Geopolítica relacionada con el
estudio del océano. Este trabajo refiere a la Talasopolítica en México, es decir, a las
decisiones que las distintas autoridades federales de los órganos del Estado requieren
realizar para ejercer el orden jurídico en las zonas marinas mexicanas tales como las
aguas interiores, el mar territorial, la zona contigua, la zona económica exclusiva y
la plataforma continental.
Este documento muestra que el desconocimiento, o el conocimiento «parcial»,
de los espacios marítimos, así como la falta de mecanismos que permitan a las auto-
ridades tomar decisiones en materia de derecho del mar, han provocado una serie de
inconsistencias y de errores que demandan de acciones para su solución.

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21 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

Anexo I

Fuente: Elaboración propia (información actualizada al 8 de marzo de 2018).


Anexo II
Estatus actual de Chile en materia de derecho del mar

Fuente: (DOALOS, 2017, pág. 3). Información


actualizada hasta el 31 de diciembre de 2017.

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La Talasopolítica en México

Anexo III
Órganos del Estado facultados para tomar decisiones en los espacios marítimos

Fuente: Elaboración propia (2018).

Anexo IV
Diferencia entre el derecho marítimo y el derecho del mar

Fuente: Elaboración propia (2018)

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23 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

Anexo V
Estatus actual de México en materia de derecho del mar

Fuente: (DOALOS, 2017, pág. 6). Información


actualizada hasta el 31 de diciembre de 2017.

Anexo VI

Fuente: Elaboración propia (información actualizada al 23 de marzo de 2018).

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La Talasopolítica en México

ANEXO VII
El teritorio nacional

Fuente: Elaboración propia (CPEUM).

ANEXO VIII
Inconsistencias en la interpretación jurídica de los espacios marítimos nacionales

Fuente: (INEGI, 2015)

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25 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

ANEXO IX
El Mar Territorial y la Zona Económica Exclusiva

Fuente: (INEGI, 2015)

Anexo X
Estatus actual de Guatemala en materia de derecho del mar

Fuente: (DOALOS, 2017, pág. 5). Información


actualizada hasta el 31 de diciembre de 2017.

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26 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
La Talasopolítica en México

Anexo XI
Instrumentos de la OMI de los cuales el Estado mexicano es Parte

Fuente: Elaboración propia (2018).

Anexo XII
Área del pacífico que muestra la exploración y futura
explotación de los recursos en la «Zona»

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Empresas Militares Privadas y Seguridad
Military Privatized Firms (MPF´S) and Security

Resumen
Como consecuencia de la asimetría de las amenazas a la seguridad y la privatización de la violencia,
las Empresas Militares Privadas (MPF´s por sus siglas en inglés) representan un nuevo actor que nos
obliga a incorporarlo al análisis de los temas de seguridad y defensa, ya que representa la ruptura del
paradigma del monopolio de la violencia física legítima del Estado y plantea la coexistencia de los
militares de Estado con los militares privados como tendencia global.
Palabras clave
Mercenarios, Empresas Militares Privadas, México, Seguridad.

Abstract
As a consequence of the national security asymmetric threats and the privatization of violence, the
Military Privatized Firms (MPF´s) are the new actors that we need to incorporate to the security and
defense analysis. MPF´s are the break of the paradigm about the State´s physical violence legitimate
monopoly and postulate the State´s military and private military coexistence as a global trend.
Keywords
Mercenaries, Military Privatized Firms MPF´s, Mexico, Security.

Maestra
Paloma Mendoza Cortés

Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública y Maestra en Gobierno y Asuntos


Públicos por la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. Egresada del William J. Perry
Center for Hemispheric Defense Studies, CHDS National Defense University, NDU; Washington,
D.C. De igual forma es egresada del Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM), el
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y el Instituto Nacional de Ciencias Penales
(INACIPE). Ha sido profesora en el Heroico Colegio Militar (HCM), del Centro de Estudios del
Ejército y Fuerza Aérea (CEEFA) y conferencista en el Centro de Estudios Superiores Navales,
CESNAV. El presente análisis se desprende de la investigación de tesis doctoral: «El proceso de toma
de decisiones: La función de la inteligencia estratégica» por el Doctorado en Estudios Organizacionales
en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Líneas de investigación: historia y organización
de las Fuerzas Armadas mexicanas, seguridad nacional, inteligencia y relaciones civil-militares; correo
electrónico: paloma.mendoza@comunidad.unam.mx

Correo electrónico: paloma.mendoza@comunidad.unam.mx


Artículo recibido el 7 de agosto de 2018. Aprobado el 13 de septiembre de 2018.
Los errores remanentes son responsabilidad de los autores.

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Empresas Militares Privadas y Seguridad

«Las sociedades antes del individualismo sólo pudieron reproducirse con-


firiendo a la guerra un estatuto supremo. Debemos desconfiar de nuestro
reflejo económico moderno: las guerras imperiales, bárbaras o feudales,
si bien permitían la adquisición de riquezas, esclavos o territorios, pocas
veces se emprendían con un objetivo exclusivamente económico.»

Gilles Lipovetsky, La Era del Vacío.

E
n materia de estudios sobre seguridad y defensa, la relación entre milita-
res y Estado se consideraba inquebrantable, esta noción se derivó a partir
de la máxima enunciada por Max Weber en la cual se establece que el
Estado preserva para sí el monopolio de la violencia física legítima (2002)1 y que
fue un paradigma establecido con la Paz de Westfalia en 1648. A partir de entonces
los militares como cuerpos profesionales e institucionales que formaron una de las
bases del Estado en su sentido más tradicional que para Carl Von Clausewitz (2003)
significó el control estatal de la fuerza como un medio, el instrumento político para
someter al enemigo a nuestra voluntad en vista de que la guerra es un acto de fuerza
y tiene un fin político, implicó la distribución de poder entre civiles y militares a tra-
vés de controles objetivos y subjetivos (Huntington, 1957) ramificados en el control
funcional, el control político y el control social (Avant, 2005) que en su momento
no consideró el desafío que ahora representa la respuesta en contra de los actores no
estatales considerados como amenazas a la seguridad y que obligaron a replantear el
paradigma realista de la seguridad.
El simple término de «militares privados» en contraposición a los «militares de
Estado» conlleva una transgresión a las ideas fundamentales de la teoría del Estado y
la doctrina militar, bajo la idea predominante de que la principal finalidad de Estado
es proporcionar seguridad, razón por la cual se justifica entre otras cosas, la obser-
vación de un marco jurídico y el cobro de impuestos. Sin la garantía de seguridad,
el Estado descendería hacia un sinsentido, en vista de que el uso de la privatización
tanto de las amenazas como de la fuerza para hacerles frente, redistribuye el poder
y el control de la violencia entre agentes estatales y no-estatales (privados). Desde
Westfalia no se había revertido la concentración de poder del Estado como hoy lo
presenciamos gracias a la acumulación masiva en manos privadas de instrumentos y
actores para hacer la guerra.
Si bien el debate sobre la separación entre las esferas pública y privada ya tiene
una historia, el uso de los mismos al campo de la seguridad y la defensa es el punto
más reciente, en líneas generales, se utiliza el término «lo privado» para referirse a
actores no gubernamentales, mientras que «lo público» se asocia a la obtención de

1  «Si el aparato coactivo poseído por la asociación política es suficientemente eficaz, ocurre entonces que cuanto más
estable es su organización y más fuerte el interés en la solidaridad contra lo externo, tanto más reprime la violencia pri-
vada sobre todo cuando resulta directamente perjudicial para los verdaderos intereses militares. […] Con la creciente
pacificación y ampliación del mercado aparecen, pues, paralelamente: 1) la monopolización de la violencia legítima
mediante la asociación política, que culmina en el concepto moderno del Estado en cuanto última fuente de toda
legitimidad del poder físico; 2) la racionalización de las normas destinadas a su aplicación, que culmina en el concepto
del orden jurídico legítimo.» (Weber, 2002: 666-667).

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Empresas Militares Privadas y Seguridad

bienes colectivos donde el gobierno es el único que posee la capacidad y legitimidad


para encauzar los esfuerzos en aras del bienestar colectivo y normas democráticas
como la transparencia y rendición de cuentas.
Fue a partir de la tendencia global iniciada por los países de primer mundo (pro-
ceso iniciado por Margaret Tatcher en Reino Unido) bajo la cual el gobierno realizó
la transferencia -en un grado variable- de responsabilidades públicas basado en una
racionalidad económica por la calidad, los costos, la eficacia o la eficiencia y que -a
pesar de una resistencia popular inicial- términos como outsourcing y privatización 2
han logrado conseguir buenos niveles de aceptación en los países más avanzados
gracias a su efectividad contrario al profundo rechazo en los países latinoamericanos
de los cuales México no es la excepción, bajo esta postura y hasta hace un par de
décadas, la única área que realmente era controlada en su totalidad por el gobierno
era la seguridad, particularmente el sector militar. Estas empresas se ubican bajo
parámetros analíticos en los siguientes términos (de los cuales se empleará MPF´s
de aquí en adelante):
Empresas Militares Privadas (Privatized Military Firms PMF´s): Organizaciones
de negocios y comercio en servicios profesionales intrínsecamente relacionados a la
guerra. Son cuerpos corporativos especializados en proveer habilidades militares,
incluyendo operaciones de combate, planeación estratégica, inteligencia, evaluación
de riesgos, apoyo operacional, entrenamiento y habilidades técnicas (Singer, 2008: 8).
Compañías de Seguridad Privada (Private Security Companies PSC´s): Empresas
que realizan el trabajo que solía hacerse por militares, por ejemplo, logística, apoyo
operativo, sistemas de armamento, adiestramiento. (Avant, 2005: 1).
Industria de Operaciones Militares Privatizadas (Privatized Military Operations
PMO´s Industry): La función principal de esta industria es proveer al Departamento
de Defensa de Estados Unidos (DoD) un número incalculable de servicios de apoyo,
los cuales tradicionalmente habían sido desempeñados por personal militar. La
contratación de estos servicios permite que los clientes militares se concentren en sus
misiones centrales de combate (ICAF, 2006: 1).

De Mercenarios a MPF´s: continuidades y rupturas


Los mercenarios han existido a la par de la civilización humana, de acuerdo a
cada época han sido valorados por sus servicios al ser más eficientes y menos costosos
que los ejércitos profesionales o han sido desprestigiados por su utilización para fines
ilegítimos. El uso común de la palabra mercenario implica en sí una connotación
negativa, relacionado a hacer la guerra en aras de un lucro en contraparte de la idea
consensuada de las fuerzas armadas de Estado que combaten por una causa común
y por tanto, legítima.
La historia de la humanidad en sí ha sido un continuo escenario de guerra, hacien-
do de los guerreros una de los oficios y después una de las profesiones más antiguas y
desde entonces, existen evidencias sobre el uso de soldados extranjeros que pertenecían

2  Se entiende por outsourcing a la transferencia de funciones de apoyo previamente realizadas por una actividad de
gobierno a un proveedor de servicios privados mientras el gobierno retiene la capacidad de realizar la función que ha
sido transferida, mientras que en la privatización el gobierno transfiere acciones y recursos al sector privado al cual
también desplaza la capacidad para realizar la función.

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32 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

a grupos focalizados en el beneficio3. Inclusive antes de la consolidación del Imperio


Romano, donde nació la idea del ejército de ciudadanos, el soldado del latín soldius
(moneda) de los antiguos romanos derivó en el soldato=asalariado (ya que una parte
de su pago consistía en un costal de sal o salarium argentum, muy preciada entonces
para conservar alimentos), era usual contratar unidades de acuerdo a sus especialidades
como arquería y caballería, reclutados de regiones entonces consideradas de mayor
atraso, como Numidia (África), Islas Baleares (España), Galia (Europa occidental),
Iberia (Georgia) y Creta (Grecia).
Las actividades mercenarias históricamente han manifestado un repunte en condi-
ciones de inestabilidad caracterizada por la ausencia de un control centralizado, en el
Feudalismo eran conocidas como «Compañías Libres» y se fueron adaptando rápida-
mente a las demandas de seguridad, en comparación con los ejércitos profesionales que
son por definición estructuras rígidas y los propósitos de sus servicios también se han
transformado siendo empleados para asegurar territorios de influencia, para seguridad
interna en caso de disturbios sociales, como auxiliares para la expansión de imperios,
para hacer la guerra en nombre de Dios (en las Cruzadas) donde la principal razón de
reyes, emperadores y caballeros de la Edad Media e incluso del Vaticano, para recurrir
a los servicios de los mercenarios fue la gran ineficiencia del sistema militar feudal.
A partir del siglo XII los soldados que no tenían hogar ni trabajo fueron
agrupándose en estas compañías libres que ofrecieron sus servicios a todo señor y
soberano que estuviera dispuesto a pagar por sus free lance para cualquier guerra,
este sistema poco a poco se fue sofisticando con el establecimiento de un sueldo
convenido a través de un contrato especial de alquiler, el condotta (del latín conduccere;
exercitus conducticius: ejército alquilado), quien estaba a cargo de las negociaciones de
los contratos por parte de los mercenarios con el tiempo se llamó condottiere que con
el tiempo tuvieron mayor competencia como la Guardia Suiza, los Lansquenetes
Alemanes, los Jinetes Italianos, la Infantería Inglesa y los Artilleros Españoles que
continuaron ofreciendo sus servicios a diversos países a cambio de un sueldo fijo,
alimento y alojamiento y que hizo de milicias nacionales como las de Inglaterra,
Suecia, Francia, etc. en grandes legiones extranjeras (Uesseler, 2007: 87-104).
Tras la firma de la Paz de Westfalia en Münster y Osnabrück en 1648, el mo-
nopolio del uso de la fuerza armada se estableció definitivamente para el Estado y
quedó prohibido que el sector privado ofreciera servicios de guerra y armamento sin
permiso expreso de la autoridad estatal, situación que se institucionalizó gradual-
mente, en la medida que se fortalecieron los gobiernos y consolidaron sus capacidades
militares para dar paso al «Ejército de masas» como expresión de la ventaja numérica
para la expansión territorial y por tanto de su poder, con el establecimiento de gran-
des ejércitos que implicaron para su mantenimiento el inicio de cobro de impuestos.
Después de la Revolución Francesa las demás naciones europeas siguieron el
modelo francés de introducir el servicio militar obligatorio para integrar un «ejército
del pueblo» en el que los soldados están más dispuestos a morir por su patria que los
mercenarios a morir por un sueldo escaso, razón por la cual los mercenarios fueron

3  De acuerdo a Peter Singer (2008), el registro más antiguo sobre el uso de mercenarios fue la Batalla de Qadesh (Guerra
Siria de Ramsés II) en 1.294 a.C. donde el ejército del Faraón Ramsés II contaba con unidades de guerreros de Numi-
dia (Antigua región de África). Más adelante también encontramos a los lanzadores decreta, los hoplitas de Siracusa y
la caballería de Tesalia, inclusive unidades navales que pelearon en nombre de Atenas en la guerra de Persia.

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Empresas Militares Privadas y Seguridad

desplazados a un rol marginal hasta fines del siglo XX. Así por ejemplo, después
de la Segunda Guerra Mundial, centenares de los SS alemanes formaron parte de
la Legión Extranjera, hasta un nuevo apogeo durante el periodo de descoloniza-
ción de África entre 1950 y 1960, expresada principalmente por «Les Affreux» (Los
Terribles) en la Guerra del Congo que fueron contratados por las empresas mineras
para apoyar a la secesión de Katanga. De igual forma, los intereses heredados por
la colonia utilizaron mercenarios durante el Apartheid en Sudáfrica, situación que
tuvo indignación internacional.
En líneas generales un mercenario es un militar cuyo ejercicio profesional está
orientado por un fin de lucro fijado a través de un contrato de prestación de servicios
en lugar de su pertenencia e identificación con los ideales, aspiraciones, objetivos e
intereses de un Estado. De acuerdo a Peter Singer (2008: 43) los mercenarios poseen
siete características esenciales: Son externos (no es ciudadano o residente del Estado
en el que combate); son independientes (no se integra en largo plazo a una fuerza
nacional; sólo por el tiempo delimitado por el contrato); su motivación (pelean por
beneficio económico); su sistema de reclutamiento (son manejados a través de circui-
tos para evitar su persecución legal), su organización (las unidades de mercenarios
son temporales y más parecidos a un grupo de soldados individuales); sus servicios
(debido a su falta de organización, se enfocan en clientes individuales).
En el protocolo adicional de la Convención de Ginebra del 1 de junio de 1977,
se criminalizó el comercio de mercenarios, lo cual los obligó a operar en el mercado
negro con mediano éxito en sus operaciones. De igual forma la Asamblea General de
Naciones Unidas el 4 de diciembre 1989 emitió la Convención Internacional contra
el reclutamiento, la utilización, el financiamiento y el entrenamiento de mercena-
rios4 y estableció en 1987 la figura de Relator Especial en el uso de mercenarios que
se extendió en marzo de 2008 al Grupo de Trabajo sobre el uso de mercenarios que
depende del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OHCHR)
en vista de que para la ONU el uso de mercenarios constituye una violación a los
Derechos Humanos e impide el ejercicio al derecho de la autodeterminación de los
pueblos (ONU, 2017)5.
Los mercenarios en la actualidad -diferencia de las MPF´s como veremos más
adelante- no poseen una doctrina, coordinación o adiestramiento conjunto, eso los
convierte en unidades pequeñas y descoordinadas, sin orden jerárquico y comando

4  «A los efectos de la presente Convención: 1. Se entenderá por «mercenario» toda persona: a) Que haya sido espe-
cialmente reclutada, localmente o en el extranjero, para combatir en un conflicto armado; b) Que tome parte en las
hostilidades animada esencialmente por el deseo de obtener un provecho personal y a la que se haga efectivamente la
promesa, por una Parte en conflicto o en nombre de ella, de una retribución material considerablemente superior a la
prometida o abonada a los combatientes de grado y funciones similares en las fuerzas armadas de esa Parte; c) Que
no sea nacional de una Parte en conflicto ni residente en un territorio controlado por una Parte en conflicto; d) Que
no sea miembro de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto; y e) Que no haya sido enviada en misión oficial
como miembro de sus fuerzas armadas por un Estado que no sea Parte en conflicto. 2. Se entenderá también por
«mercenario» toda persona en cualquier otra situación: a) Que haya sido especialmente reclutada, localmente o en el
extranjero, para participar en un acto concertado de violencia con el propósito de: i) Derrocar a un gobierno o socavar
de alguna otra manera el orden constitucional de un Estado, o de, ii) Socavar la integridad territorial de un Estado;
b) Que tome parte en ese acto animada esencialmente por el deseo de obtener un provecho personal significativo y la
incite a ello la promesa o el pago de una retribución material; c) Que no sea nacional o residente del Estado contra el
que se perpetre ese acto; d) Que no haya sido enviada por un Estado en misión oficial; y e) Que no sea miembro de las
fuerzas armadas del Estado en cuyo territorio se perpetre el acto.» (ONU, 1989: Artículo 1).
5  Los documentos del Grupo de Trabajo se pueden consultar en:
http://ap.ohchr.org/documents/dpage_e.aspx?m=152

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34 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

débil, razón por la cual se caracterizan por una capacidad limitada que en su mayor
alcance apenas y pueden dar apoyo a unidades pequeñas. Las MPF´s en contraparte,
son un sistema más avanzado en materia de servicios militares por parte de actores
privados y que sólo se puede entender y analizar bajo las premisas fundamentales
de la organización empresarial moderna regida por la red de comercio global, ca-
racterística que hace complejo su análisis, en vista de que se trata de un campo de
investigación multidisciplinario que retoma elementos tanto de las ciencias sociales,
las ciencias económico-administrativas y las ciencias, artes y técnicas militares y
navales.
Las MPF´s posicionan al beneficio empresarial por encima del beneficio in-
dividual, que al ser consideradas como entidades jurídicas (o personas morales en
México) sólo están vinculadas a sus empleados por contratos reconocidos al menos
en los países donde tienen sus oficinas centrales. Al ser empresas internacionales y
marcas registradas llevan a cabo intensivas campañas de lobby (cabildeo) y marketing
para promover sus servicios, como son las ferias internacionales especializadas en
servicios de seguridad, especialmente a través de sus páginas de internet y redes so-
ciales, por lo que usualmente son confundidas con compañías de seguridad privada.
A la inversa de los mercenarios, su presencia pública es tal que la mayoría de MPF´s
reconocen abiertamente ser parte corporaciones multinacionales.
Su mercado es diversificado, el catálogo de sus servicios cubre un espectro que
va desde el entrenamiento, logística, construcción, mantenimiento y administración
de bases militares en operaciones, apoyo operativo, traductores, intérpretes, interro-
gadores, resolución post-conflicto que de igual manera se refleja en la variedad de
clientes que contratan sus servicios desde la Organización de las Naciones Unidas,
empresas multinacionales de todo tipo (especialmente compañías petroleras), go-
biernos débiles o en situación de crisis, dictadores, guerrilleros, grupos del crimen
organizado, etc. Su sistema de reclutamiento exige de un perfil basado en habilida-
des muy específicas de acuerdo a las necesidades de las misiones, se organizan con
base en la estructura de su entidad corporativa y operan con base de una doctrina y
cohesión, espíritu de cuerpo y disciplina.
En términos generales, las MPF´s ofrecen todo tipo de servicios relacionados con
la seguridad externa (funciones tradicionales de las fuerzas armadas, contraespiona-
je, contrainteligencia) y seguridad interna (que son funciones de la policía y aduanas)
que se concentran en cuatro ámbitos: seguridad, información, inteligencia y logística
(incluido el suministro de armamento. Por ejemplo, para el caso de políticos, em-
presarios o personas VIP, las empresas investigan el área, diagraman estrategias de
seguridad y análisis de riesgos, y disponen de agentes de seguridad especialmente
entrenados para la custodia de personas. De igual forma realizan acciones en se-
guridad de transporte internacional de mercancías, contra el crimen organizado,
lavado de dinero, etcetera. Su oferta cubre las necesidades más básicas hasta las
más especializadas: lo que un soldado estadounidense, alemán o ruso aprende en
escuelas oficiales, las compañías militares lo ofrecen en forma privada y varía desde
el manejo de armas cortas, ametralladoras, tanques y aeronaves, tanto para el sector
militar como el civil, para la esfera pública o privada y para la actividad legal o ilegal.
En muchas ocasiones las MPF´s están diseñadas sólo para suministrar el personal

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35 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

militar, ya que el equipamiento y armamento son cuestiones aparte, en ocasiones el


cliente debe hacerse responsable de obtenerlo.

Contexto de origen de las MPF´s


La caída del muro de Berlín implicó un cambio en el orden mundial ahora redi-
reccionado hacia los ideales de la democracia occidental. Dejó de existir la necesidad
de mantener enormes aparatos militares, razón por la cual los gobiernos comenzaron
un proceso de retracción que a su vez generó su debilitamiento de cara –paradóji-
camente- a la emergencia de nuevos tipos de amenazas, las cuales constituyeron
fenómenos más complejos y agresivos, situación que generó un vacío de seguridad
fue cubierto de inmediato por organizaciones de militares privados bajo el modelo
de MPF´s. Así en el inicio de la década de 1990 las MPF´s estuvieron presentes en
las principales zonas de conflicto o de transición y jugaron en muchas ocasiones un
papel determinante y sus operaciones no se limitaron a una zona geográfica especí-
fica, de igual manera sus clientes han sido de todo tipo.
Los ingleses fueron los primeros en ofrecer servicios militares a nivel privado a tra-
vés de empresas como Executive Outcomes y fue precisamente el británico Tom Spicer
quien creó el término «Private Military Company» que pasó a ser marca registrada
en un mercado de seguridad cada vez más importante y diversificado. En los países
de primer mundo las tropas de mercenarios se convirtieron en empresas de prestigio
contratados por el gobierno bajo una elemental racionalidad económica en donde la
privatización del sector militar o algunos aspectos del mismo se entienden como una
buena medida para reducir gastos y estabilizar sus presupuestos para destinar más
a educación y gasto social; si bien poseen una orientación global, las empresas de
militares privados nacieron en las sociedades industriales avanzadas (Mandel, 2001:
132). Los factores que integran la coyuntura global que favorecieron al éxito de las
MPF´s son las siguientes (Beck, 1998; Mandel, 2001; Avant, 2005; Uesseler, 2007;
Singer, 2008; Smoler, 2008; Gallaher, 2012; Camner y Realuyo, 2013):
A. Escalamiento de conflictos: El incremento de los niveles de violencia global a
partir del fin de la Guerra Fría, el vacío de poder consecuencia del desmantelamien-
to de los bloques a nivel interno sobre todo de los gobiernos débiles sin potencias
benefactoras incrementaron su vulnerabilidad a conflictos internos, además de su
incapacidad para adaptarse con favorablemente a la apertura de los mercados inter-
nacionales que entre sus consecuencias sociales, orilló a los segmentos de población
-principalmente jóvenes- a optar por integrarse a la economía ilegal, el crimen
organizado y su reclutamiento como soldados para conflictos armados.
B. El aumento de la violencia no-Estatal: El cambio del paradigma en la seguri-
dad está influido por la emergencia de nuevos grupos en conflicto, ya que cada vez es
más difícil establecer líneas de separación entre criminales, guerrilleros y terroristas
que se organizan en pequeños grupos e inclusive actúan de forma individual pero
con algún vínculo o influencia y que se pueden convertir en amenazas a la Seguridad
Nacional de países líderes como Alemania, Francia o Estados Unidos y que de igual
forma se han aprovechado de los flujos comercial y financiero de la globalización
para el financiamiento de sus actividades (Camner y Realuyo, 2013: 111).

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36 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

C. Incremento de oferta en el mercado laboral de militares: Se estima que para


la década de 1990 la desintegración del mundo bipolar y la contracción de ejércitos
significó una reducción de 7 millones en las fuerzas armadas de Estado (Singer, 2008:
53), que inundó de ex-militares con una amplia oferta de habilidades y experiencia
el mercado de seguridad, particularmente de fuerzas de élite sin futuro de avance
profesional o promoción, situación de la cual se aprovecharon tanto las MPF´s como
grupos armados y del crimen organizado.
D. El mercado de armas: La mayoría de armas comercializadas a través del mer-
cado negro en la actualidad (90%) son provenientes de la venta y entrega de armas
de la ex URSS a sus países satélite que al verse obligados a reconfigurar sus fuerzas
armadas y su armamento conforme sus nuevos compromisos internacionales se vieron
obligados a rematar lotes enteros a compradores privados (a razón por ejemplo, 60
dólares por una ametralladora ligera) armas de las cuales no se llevó un registro de
su tránsito ni destino final a la par de que la competencia en la industria de armas
llegó a la sobreproducción (Mandel, 2001: 130), se estima alrededor de 550 millones
de armas ligeras en el mundo en el inicio de la década de 1990 (Singer, 2008: 54).
Esto significó la incipiente ruptura del monopolio de los medios de violencia del
Estado que ya tenía el control total del armamento ligero que incluye rifles, granadas,
ametralladoras, morteros ligeros, minas terrestres, entre otros.
E. El declive de los gobiernos locales: La disposición de armamento ligero signi-
ficó un desafío directo a la seguridad interna de los países -principalmente en los
países del tercer mundo- en la aplicación de nuevas tendencias internacionales de
management que impactaron negativamente en las débiles estructuras preexistentes,
principalmente en las de seguridad, en el contexto de inestabilidad, corrupción, falta
de aplicación de la ley e impunidad que propiciaron el crecimiento exponencial tanto
del crimen organizado, fuerzas de auto-defensas, escuadrones de vigilancia y grupos
paramilitares a la vez de la presión externa por controlarlos (Avant, 2005: 36).
F. Capacidad militar disminuida: Una de las muestras de las debilidades de un
Estado, es la incapacidad de sus fuerzas armadas para garantizar dentro de sus funcio-
nes la seguridad y defensa de sus países, esta situación es especialmente preocupante
y generalizada en África donde existen fuerzas armadas con cuadros sin suficiente
adiestramiento, equipamiento y armamento sin contar con la falta de legitimidad de
sus gobiernos y la proclividad a la corrupción de los funcionarios (Mandel 2001: 130).
Considerando además la flexibilidad organizacional, redes ilícitas y financiamiento
de los grupos criminales que constituyen amenazas a la seguridad nacional de cara a
las fuerzas armadas con una organización burocrática y límites presupuestales y lega-
les (Krame Cit. Gómez, 2010) razones por las cuales se ven obligados a contratar los
servicios de las MPF´s que han recibido a cambio pago en especie como diamantes,
minerales o drogas ilegales.
G. Ausencia de intervención externa: Al ser considerados como zonas no estraté-
gicas, para los países de primer mundo no es conveniente intervenir directamente en
la pacificación de las zonas de conflicto y llevan a cabo intervenciones discrecionales
a través de MPF´s especialmente por evadir la responsabilidad de violaciones a los
derechos humanos.

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37 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

H. Capacidad militar variable de Naciones Unidas: La responsabilidad global y


el compromiso internacional que dan origen a las Operaciones de Paz se enmarcan
también en procesos políticos internos y externos de continua negociación que im-
plican dificultades presupuestales de cara a la creciente demanda global de fuerzas
para hacer frente a la situación de inestabilidad y amenazas asimétricas; de igual
forma las fluctuaciones en las capacidades y la inestabilidad financiera obstaculiza la
definición, planeo y ejecución de la dimensión militar de las operaciones en donde
también intervienen factores como las diferencias de adiestramiento y de ejercicio
de mando ente militares de diferentes países, situación que abre paso al recurso del
despliegue de MPF´s (Singer, 2003; CESNAV, 2016: 167).
I. Emergencia y empoderamiento de actores no-Estatales: Gracias al desarrollo
tecnológico y al poder económico de actores privados, ha incrementado la disponi-
bilidad en el mercado de seguridad de tecnología antes reservada exclusivamente al
sector militar y gubernamental. Sin las restricciones presupuestales de las Armadas
de Estado, las MPF´s son consideradas como organizaciones híbridas que ofrecen de
forma simultánea servicios por outsourcing, información y desarrollo tecnológico
(Arvedlund, 2003: 26; Gropman, 2008: 23). De igual forma sus empleados poseen
esta dualidad, los CEO´s de MPRI son generales y almirantes en situación de retiro
con experiencia en el campo de batalla (Smoler, 2008: 111).
J. Ciberdefensa: De igual manera el avance del Ciberespacio como nuevo teatro
de operaciones (Cyberwarfare) y la Guerra de Información (Information Warfare)
incorpora también a actores y grupos civiles especializados en informática que
pueden llevar a cabo ataques cibernéticos o ataques a la infraestructura que soporta
al Ciberespacio (ciberterrorismo, ciberataques, ciberespionaje, hacktivismo, ciberde-
litos), tales amenazas a la seguridad implican coordinar la integración de sistemas
público/privados de ciberseguridad y ciberdefensa activas (CESNAV, 2015).
K. Civiles como actores bélicos y criminalización del conflicto: En algunos países
un número importante de tareas militares han sido transferidas a especialistas ci-
viles, principalmente en materia de apoyo, logística, mantenimiento e informática
razón por la cual cuestiona su papel como no-combatientes, de la misma forma en
que los miembros del crimen organizado y terroristas son considerados como civiles
cuando intervienen en conflictos armados, ya que bajo el derecho internacional y
derechos humanos no son considerados como combatientes. Además buena parte de
las amenazas a la seguridad están relacionadas al crimen organizado en sus diversas
variables, donde el beneficio económico es una de las motivaciones principales segui-
do por la ideología o religión.
L. Sociedad del Riesgo Global: Considerando el actual contexto y de acuerdo a
las premisas de Ulrich Beck (1998) estamos presenciando la redistribución de los
riesgos a la seguridad y su percepción en el sistema internacional consecuencia de la
falta de capacidad de los Estados para administrar el riesgo (menor pedictibilidad
y mayor vulnerabilidad) de las amenazas emergentes a la seguridad. El Estado al
ejercer el outsourcing en materia de seguridad, traslada el riesgo hacia las MPF´s
y las posiciona como sub-actores políticos en el panorama internacional (Gallaher,
2012: 790-793).

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38 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

De todos los anteriores se desprenden la reducción a nivel mundial de los pre-


supuestos de defensa, la ampliación de los conceptos de Seguridad Nacional más
allá de la defensa territorial para incluir a las amenazas asimétricas a la seguridad,
el aumento de los espacios de conflicto internacional, nacional y local así como de
los sujetos y de las regiones en conflicto así como la predisposición decreciente a
participar y apoyar en las Operaciones de Mantenimiento de Paz de la ONU. En
este contexto la tendencia mundial de reducción de las fuerzas dejó un estimado
de 7 millones de soldados desempleados que saturaron el mercado laboral, lo cual
facilitó el acceso a servicios bélicos especializados disponibles en el mercado abierto
y globalizado a empresas militares y redes de criminalidad organizada como los
narcotraficantes y terroristas además de la incorporación de los militares desertores.
Como consecuencia del desarrollo de nuevos planes de seguridad y con el inmenso
catálogo de funciones militares de cara al limitado personal militar, se optó por
delegar parte de dichas funciones en el sector privado.
Este panorama también significa la privatización de las amenazas y abre una do-
ble vía de oportunidad de oferta y demanda para las MPF´s, o dicho de otra forma,
la privatización de la violencia y de la seguridad (Mandel, 2001: 130). Estimaciones
sobre el tamaño del mercado de seguridad (policial y militar) señalan que en 1997
ascendía a 55.6 billones de dólares, en 2002 a 202 billones; en 2003 a 100 billones
(Avant, 2005: 8). De acuerdo a IPOA (2006) el 40% de las MPF´s registradas en
2006 no existían antes de 2001 (ICAF, 2007: 4).

Taxonomía
Consecuencia ser un fenómeno relativamente reciente y de análisis multidisci-
plinario, son pocos los investigadores que han profundizado en el tema, inclusive
dentro del campo de la seguridad y la defensa internacionales. Cabe subrayar que
las etiquetas de análisis utilizadas todavía se encuentran en una fase de ajuste y se
reorientan en la medida en la que las actividades de los militares privados tienen
un impacto variable en las actividades de los militares de Estado, por ejemplo,
existen empresas que ofrecen servicios de consultoría y análisis estratégico (Military
Professional Resources Inc. MPRI), inteligencia (Network Security Management), logís-
tica (Brown & Root), asistencia en compras de armamento (Levdan), entrenamiento
y asistencia fuera del campo de batalla (ArmorGroup) o servicios de combate directo
(Executive Outcomes). No obstante, se ha tratado de establecer una clasificación para
su estudio:
Robert Mandel (2001) parte de la definición básica de privatización de la seguri-
dad que considera la provisión no gubernamental de servicios militares y la clasifica
de acuerdo a su alcance, su forma o su propósito:

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39 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

Taxonomía de Privatización de la Seguridad


Asistencia Externa versus Sustitución Doméstica

Privatización de la Asistencia de Seguridad Externa:


Fuentes no-gubernamentales de un Estado proveen servicios
privados de seguridad a otra entidad gubernamental o no-
gubernamental en otro Estado.

Privatización por Sustitución de la Seguridad Doméstica:


Servicios de seguridad privatizada proveen a través de
individuo o grupos no oficiales a manera de reemplazo de los
servicios policiales de gobierno responsables de mantener el
Alcance de la orden interno.
Privatización Vertical hacia Abajo versus Vertical hacia Arriba
de Seguridad
Privatización Vertical hacia Abajo de los Servicios de
Seguridad: Gobiernos contratan fuera de sus funciones de
seguridad interna o externa a proveedores privados nacionales
o extranjeros.

Privatización Vertical hacia Arriba de los Servicios de


Seguridad: Individuos u organizaciones sociales poco
organizados (como paramilitares, vigilantes, vigilantes
vecinales, fuerzas de autodefensas, pandillas y survivalistas1)
inician la provisión de servicios de seguridad a sí mismo y/o a
otros.
Apoyo en el Combate Directo versus Consultoría Militar

Privatización de Apoyo al Combate Directo: Proveedores


privados se emplean ya sea como fuerzas combatientes
Forma de (usualmente en forma de mercenarios o ejércitos privados) o
Privatización para obtener lo instrumentos de violencia (usualmente sistemas
de la de armamento convencional).
Seguridad
Consultoría Militar Privada: Proveedores privados imparten
cursos intra-aula o adiestramiento en campo de estrategia y
táctica (en ninguno de los casos el proveedor se involucra en el
combate).

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40 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

Defensiva versus Ofensiva

Privatización de los Servicios de Seguridad Defensiva:


Propósito de
Servicios de seguridad privada tanto para mantener el orden,
Privatización
protección contra una amenaza y mantener el status quo.
de la
Seguridad Privatización de los Servicios de Seguridad Ofensiva:
Servicios de seguridad privada para derrocar gobiernos
legítimos.

FUENTE: MANDEL, Robert. «The Privatization of Security»,


Armed Forces & Society 28 (1), Fall 2001, p. 137.

Peter Singer (2008) propone la tipología de «Punta de lanza» (Tip of the Spear)
que parte de la organización de un Teatro Militar que considera al Teatro de Guerra,
los Teatros de Operaciones y las Áreas de Operaciones para determinar el rol que
desempeñan los militares privados y que se relaciona directamente con el catálogo
de servicios y nivel de fuerza que pueden llegar a aplicar, esto se traduce dentro del
modelo como la cercanía a la línea del frente, en consecuencia, los militares privados
se clasifican de acuerdo a su posición en el campo de batalla. De este modelo se
desprenden tres grandes sectores:
a) Empresas Proveedoras Militares: Se enfocan en el aspecto táctico, por tanto sus
servicios se aplican al primer plano del campo de batalla (pilotos de combate,
comando y control de unidades), sus clientes frecuentes son organizaciones o
gobiernos con baja capacidad militar a quienes ofrecen «unidades generales» o
«multiplicadores de fuerza» de acuerdo a sus necesidades. A este tipo corres-
ponden, por ejemplo, Executive Outcomes y Sandline.
b) Empresas de Consultoría Militar: Se especializan en la consultoría, servicios de
entrenamiento integral así como análisis y reingeniería estratégica, operacio-
nal y organizacional aunque no participan directamente en el combate si pue-
den incidir en el proceso de toma de decisiones (estimaciones del comandante)
aquí yace la distinción entre las recomendaciones propuestas (consultoría y
adiestramiento) y la ejecución. Es común que sus recomendaciones estén
orientadas a que el cliente se vea en la necesidad de recurrir a sus servicios
con mayor frecuencia e intensidad. Sus clientes frecuentes son organizaciones
militares en proceso de reestructuración o que deseen incrementar exponen-
cialmente sus capacidades. Ejemplos de estas empresas son: Levdan, Vinnel y
MPRI.
c) Empresas de Apoyo Militar: Entre los servicios suplementarios que ofrecen está
el «apoyo y asistencia no-letal» como logística, inteligencia, soporte técnico,
suministros y transportes, de igual forma servicios de operaciones psicoló-
gicas (Strategic Communications Lab.) e información estratégica para opera-
ciones bélicas (information warfare). Sus actividades se han centrado en el
aspecto logístico como el mantenimiento, transporte de tropas, intendencia y
fabricación de vestuario, principalmente para operaciones multinacionales en

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regiones con escasa o nula infraestructura. Actualmente las Fuerzas Armadas


de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Canadá y Australia tienen una
gran parte de su logística privatizada. Bronco, BRS, Boeing Services, Holmes,
Narver, Marriot-Sodexho y Special Clearance Services son ejemplos de este tipo.

Fuente: SINGER, Peter Warren. (2008) Corporate Warriors: The Rise of the
Privatized Military Industry. Ithaca, N.Y., Cornell University Press, p. 93.

Deborah Avant (2005: 16-22) a partir de una reinterpretación del modelo de


Singer, se enfoca a los contratos como unidad de análisis y lleva a cabo una distinción
del tipo de servicios que puede ofrecer cada empresa en cada caso, así como si se trata
de servicios de seguridad interna o externa, separando de igual forma los servicios
policiales de los militares.
A consideración de Avant, un pequeño número de contratos estipulan que los
militares privados efectivamente llevan a cabo acciones consideradas medulares de
las competencias militares como puede ser el apoyo operativo en el campo de batalla
como fue el caso de Executive Outcomes y Sandline en Sierra Leona.
En el caso de consultoría y adiestramiento, lo ejemplos son MPRI, DynCorp
(ambas ofrecen servicios de adiestramiento militar y policial), Booz Allen and
Hamilton, Cubic, Global Options, Science Applications International Corporation
(SAIC), Trojan Securities International y Vinell (que se encargó del adiestramiento del
nuevo ejército de Irak en el marco de la operación Iraqi Freedom) de igual forma las
británicas Aims Limited, DSL, Global Impact, Watchguard International y Sandline;
las australianas International Port Services Training Group Party, Ltd. And Fyndwest
Party Ltd. e International Defense and Security (IDAS) de Bélgica. En materia de
apoyo logístico se encuentran las empresas estadounidenses Kellogg, Brown & Root
(subsidiaria de Halliburton), Bectel, ICI Oregon, PA&E, US Defense Systems, Vinnell;
de Canadá ATCO Frontec Corp. and Global Risk Holdings; Falconeer, Crown Agents,
DSL, Global Development Four (GD4) y THULE Global Security International.

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42 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

Fuente: AVANT, Deborah D. (2005) The Market for Force: The Consequences of
Privatizing Security. New York, Cambridge University Press, p. 17.

Dimensión, impacto global y presencia en México


En materia laboral los militares privados pueden llegar a percibir hasta entre 2
y 10 veces más que un militar o un policía de Estado, hecho que hace a las MPF´s
más atractivas para militares en activo que deciden desertar y militares en situación
de retiro como un ingreso extra a sus pensiones; de igual forma fomenta el prestigio
de la empresa el contar con empleados que son ex-fuerzas de élite o ex-comandantes
a nivel Estado Mayor de Fuerzas Armadas de potencias militares como Estados
Unidos, Israel, Rusia o Francia. Si bien a nivel individual esta condición es alentado-
ra, a nivel Estado es una catástrofe en vista del gasto ejercido por los gobiernos para
el reclutamiento, adiestramiento y especialización de su personal militar.
De acuerdo al modelo empresarial vigente, las MPF´s no dan trabajo estable a
sus empleados, los cuales sólo pertenecen a la empresa de acuerdo a la temporalidad
de su contrato y no tienen derecho a prestaciones de cara al riesgo que asumen en
sus actividades (Gallaher, 2012: 793). Como es la práctica común de otras empresas,
si bien poseen sus oficinas centrales en las principales ciudades del mundo como
Washington D.C., Londres o Moscú también pueden hacer uso de los beneficios de
paraísos fiscales como Suiza, Bahamas o las Islas Caimán y pueden establecerse o
disolverse de acuerdo a sus necesidades o problemas legales. Otro aspecto es el de in-
novación y diversificación de su catálogo de servicios para adaptarse a las situaciones
complejas de seguridad y competitividad.
A fin de constituir una imagen profesional y como sector empresarial un gru-
po de MPF´s encabezados por Doug Brooks integraron en 2000 la International
Peace Operations Association (ISOA)6 con base en Estados Unidos que edita el
Journal of International Peace Operations focalizado en los temas de la industria;
de igual forma crearon en un ejercicio de autorregulación un Código de Conducta

6  Página oficial http://stability-operations.org/ consultada el 29 de marzo de 2017.

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43 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

(ISOA, 2011)7. Por su parte las MPF´s con base en Reino Unido formaron la British
Association of Private Security Companies (BAPSC) para mejorar su relación con
el gobierno local y organismos internacionales. Para preservar su imagen pública,
las prestadoras de servicios militares hacen pública una filosofía empresarial de
misiones de paz guiadas por el objetivo de dar fin a las guerras y conflictos, algunas
de estas empresas son:
Military Professional Resources Inc. (L-3 MPRI) fundada en 1987 por militares
retirados, tuvo su base en Alexandria, Virginia; en junio del año 2000 fue adquirida
por L-3 Communications Corporation, empresa creada en 1997 por la fusión de filiales
de Loral y Lockheed Martin (la empresa aeroespacial más grande a nivel mundial);
es una empresa especializada en comando, control y comunicaciones, inteligencia,
vigilancia y reconocimiento, entrenamiento, simulación, modernización y manteni-
miento de aeronaves, entre otros. En 2012 L-3 MPRI fue fusionada para la creación
de Engility Corporation (Singer, 2008: 85).
Constellis (antes Blackwater U.S.A.): Fundada en 1997 por Eric Prince (ex Navy
SEAL) pionero en crear instalaciones privadas para adiestramiento militar avanzado
en Moyock, Carolina del Norte. Aunque no es la empresa con mayor antigüedad el
nombre Blackwater forjó un mito dentro de la industria y el imaginario colectivo a
raíz de su participación en la Guerra de Irak y sus contratos con el Departamento
de Estado, la CIA, la DEA Y el DoD (Shevory, 2014: 19) en especial en materia
de seguridad diplomática, en 2003 Blackwater recibió del Departamento de Estado
21 millones de dólares por cubrir la seguridad del embajador en Irak Paul Bremer
(Brennet, 2007: 37).
A pesar de los contratos de alto perfil que la posicionaron como la empresa de
mayor prestigio en materia de seguridad privada en el mundo, la emboscada del
31 de marzo de 2004 en la que fueron masacrados 4 de sus empleados en la ciudad
de Fallujah cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo8 y atentados posteriores en
contra de sus empleados colocaron al centro del debate el papel que llevan a cabo
las MPF´s en las operaciones militares de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos
así como el cuestionamiento sobre la capacidad del gobierno estadounidense para
controlar las actividades y armamento de los empleados de las mismas (Gettleman;
2004; Duffy, 2004: 23). Debido a los escándalos mediáticos y la publicación del
libro del periodista Jeremy Scahill (2010), Blackwater cambió su nombre en 2009
XE Services y en 2011 a Constellis9 y sigue ofreciendo el servicio de instalaciones

7  http://stability-operations.org/isoa-code-conduct consultada el 29 de marzo de 2017.


8  Video: «Four Blackwater Agents Hung in Fallujah Iraq March 31, 2004», YouTube.flv, Usuario: babuelo 25, publi-
cado el 12 de enero de 2012, recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=pA2DZXByAoQ consultado el 29
de marzo de 2017.
9  De acuerdo a su página de internet, Constellis posee el expertise de Academi, Triple Canopy, Olive Group, Edinburgh
International, Strategic Social entre otras empresas afiliadas, se especializa en administración del riesgo y manejo de
crisis, logística y servicios de apoyo, adiestramiento y seguridad que ofrece a sus clientes de los sectores de energía,
gobierno, infraestructura crítica, diplomacia y desarrollo, agencias de seguros, industrias de manufacturas e industria
de hospitalidad y ocio (complejos turísticos). Al momento de llevar a cabo este análisis (marzo de 2017) Constellis
declara 8.000 empleados en todo el mundo, operaciones activas en más de 25 países, más de 140 contratos a nivel
global y más de 7.000 despliegues al año. Sus oficinas centrales están en Reston, Virginia y cuenta con oficinas en
Salem, CT; Moyock, NC; San Diego, CA; Kabul, Afganistán y Dubai, Emiratos Árabes Unidos. Fuente: https://
constellis.com/ consultada el 29 de marzo de 2017.

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44 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

privadas para adiestramiento en la ciudad de Moyock bajo el nombre de Academi10.


Defense Service Limited (DSL) empresa británica que originalmente prestaba
servicios de adiestramiento y consultoría a gobiernos y empresas multinacionales,
a raíz de su expansión adquirió empresas similares como Intersec y Falconstar.
ArmorHoldings adquirió DSL en 1996 para crear ArmorGroup, una empresa con base
en Estados Unidos que tan sólo cuatro años después adquirió otras 20 compañías
entre las cuales resalta Alpha Firm con sede en Moscú que debe su nombre a sus fun-
dadores, militares de la élite de las fuerzas especiales rusas: los Spetnaz, con lo cual
se posicionó como una de las empresas más importantes a nivel mundial en servicios
militares, desminado, inteligencia y seguridad en el ciberespacio que dio sus servicios
a empresas como CNN, Yahoo e E-Bay. Para 2004 se estimaba que ArmorGroup
contaba con una fuerza de 5,000 empleados en 40 subsidiarias establecidas en 50
países como el caso de ArmorGroup Latin America y Defense Systems Colombia (DSC)
(Singer, 2008: 84) y que en la actualidad también tiene presencia en nuestro país a
través de ArmorGroup México.
Otras empresas como Kellog, Brown & Root (KBR) en 2005 firmó un contrato
con el ejército estadounidense por 13 mil mdd y está encargada de la totalidad del
abastecimiento del ejército británico y Executive Outcomes (EO) su catálogo es de
alrededor de 2.000 soldados y estuvo ligada a las empresas que extraen materias
primas y diamantes en África.
En materia de Operaciones de Paz y ayuda humanitaria, al inicio de la década de
1990 el Consejo de Seguridad de la ONU ordenó el despliegue de ambiciosas opera-
ciones en Somalia, los Balcanes y Sierra Leona ante las cuales los comandantes mi-
litares resolvieron sus problemas de reclutamiento, entrenamiento y administración
en contexto de conflicto y alto riesgo recurriendo a empresas privadas, así en 1992
la ONU contrató a Defense Systems Limited DSL y a DynCorp para la conducción de
vehículos blindados, seguridad fronteriza y otras actividades consideradas de alto
riesgo, poco después del despliegue empleados de DynCorp fueron involucrados en
una red de prostitución y provocó un escándalo internacional para Naciones Unidas,
que no obstante, persistió en contratar los servicios de Lifeguard Security, Sandline
International y DSL para la seguridad y transporte de sus empleados sus operaciones
de socorro en Sierra Leona, situación recurrente en misiones posteriores en materia
de guardias con y sin armas, seguridad de convoys, adiestramiento, evaluación de
riesgos, administración de seguridad, consultorías, equipamiento, vehículos blin-
dados, aeronaves militares, mantenimiento, construcción, logística, entre otros
(Pingeot, 2012: 22-27).
La participación de MPF´s en este campo se incentiva por ser un recurso para
mejorar su imagen pública, el incremento más notable de su demanda ha sido el
desminado cuyo mercado se estima hasta en 400 millones de dólares al año (Singer,

10  De acuerdo a su página de internet Academi ofrece un amplio catálogo de cursos personalizados en materia de adies-
tramiento pre-despliegue, adiestramiento con fuego-vivo de alto riesgo, adiestramiento en contraterrorismo, adiestra-
miento en manejo de armas, adiestramiento en protección de la fuerza, adiestramiento de protección a ejecutivos bajo
conciencia de alto riesgo, adiestramiento canino y formación de entrenadores caninos, adiestramiento básico y avan-
zado de manejo, adiestramiento en manejo todo-terreno, básico y avanzado de protección a ejecutivos, protección de
alto riesgo, armas especiales y tácticas de adiestramiento de fuerzas del orden, adiestramiento en operaciones especiales
para unidades militares y de apoyo y adiestramiento médico. Además de las instalaciones en Moyock, NC cuenta con
instalaciones en San Diego, CA y Salem, CT. Fuente: https://www.academi.com/ consultada el 29 de maro de 2017.

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45 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

2008: 82) a través de empresas como Minetech y Executive Outcomes a través de su


filial Saracen. De igual forma la empresa canadiense Black Bear Consulting ofrece
servicios de adiestramiento en operaciones de paz (Avant, 2005: 18).
África es el continente con mayor presencia de MPF´s consecuencia de la debili-
dad de las estructuras de gobierno y latencia de conflictos civiles. El uso de militares
privados en el contexto de un gobierno débil se ilustra plenamente en el caso de
Sierra Leona que en 1991 tuvo lugar una rebelión del Frente Unido Revolucionario
que pronto escaló en una de las guerras civiles más atroces de la historia tanto por sus
ataques en contra de civiles como por el uso de niños combatientes para llevar a cabo
sus ataques además de la pérdida de control del gobierno de las minas de diamantes,
base de su economía local. Para 1995 el conflicto llegó a tal dimensión que inclusive
Naciones Unidas fue incapaz de intervenir, pero prácticamente de la noche a la
mañana, cuerpos militares dotados de armamento y aeronaves no propios de un país
africano que carecían de una bandera o insignia de identificación, iniciaron opera-
ciones contra los rebeldes a los cuales lograron expulsar de la capital de país en sólo
un par de semanas, se trataba efectivamente de empleados de Executive Outcomes,
una empresa privada con base en Sudáfrica (Singer, 2008: 4) que se desintegró en
1998 cuando Sudáfrica legisló para prohibir las actividades de militares privados y
compañías de seguridad privada en zonas de conflicto que quedó sustentada en la
Regulation of Foreign Military Assistance Act .
Tan sólo en Angola llegaron a dar servicio 18 empresas cuyos empleados eran ex-
militares originarios principalmente de Estados Unidos, Legión Francesa, Sudáfrica,
Ucrania, Nepal, etcetera. Debido a la precariedad sus fuerzas armadas, empleados
de Executive Outcomes las entrenaron comandaron en el campo de batalla en 1993
mientras que International Defense and Security (IDAS) apoyaron al gobierno en la
defensa de las minas de diamantes, otras empresas prestaron servicios similares como
reconocimiento aéreo e inteligencia (Airscan) y desminado (Ronco y DSL), sin embar-
go, a la par del gobierno de igual forma han contratado MPF´s (Singer, 2008: 9-10).
En el caso de Europa11, es importante señalar que existe un número importante
de MPF´s de origen británico y francés como Eric SA, Iris, Secrets, Sandline, etc. e
inclusive existen empresas alemanas como International Business Company (IBC)
que se especializa en entrenamiento de tropas y armamento. En 2001 el Ministerio
de Defensa de Gran Bretaña anunció la transferencia de una buena parte de servicios
militares como la Unidad de Aeronaves de Soporte de la Marina Real, la Unidad de
Transporte de Tanques del Ejército Real y la Flota Aérea de Reabastecimiento de
Petroleros de la Real Fuerza Aérea, unidades que fueron empleadas en las guerras
de Kosovo y Afganistán, a empresas privadas. De igual manera existe actividad
de militares privados en Rusia resultado de la desintegración de la URSS con un
estimado de 150 mil empleados, ex-soldados soviéticos que trabajan para empresas
como Alpha, fundada por fuerzas especiales de la KGB con oficinas centrales en
Moscú y relacionada a su vez con ArmorGroup.
11  De acuerdo al Parlamento Europeo, Alemania utiliza MPF´s para seguridad de centros de adiestramiento policial
y programas de desarrollo, puentes aéreos, construcción, administración de sanidad, mantenimiento y reparación y
abastecimiento; Suecia para protección de embajadas; Holanda para protección de perímetros de seguridad de bases y
embajadas en el extranjero; mantenimiento, servicios de traducción; Irlanda para puentes aéreos; Bélgica para logística,
mantenimiento y servicios de traducción; Portugal para logística y España para logística y mantenimiento (Krahmann,
2011: 20).

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46 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

En Asia, el ejército de Taiwán ha recibido asesoría militar de MPRI; en Nepal


ex-Gurkhas fundaron su propia empresa; en Camboya la empresa COFRAS provee
servicios de desminado; el gobierno de Indonesia de igual forma contrató a Strategic
Communicatios Laboratories, especializada en operaciones psicológicas mientras que
Dyncorp fue contratada por Naciones Unidas para tareas de inteligencia y comu-
nicación de red satelital, de igual forma Australia decidió privatizar su sistema de
reclutamiento militar (Singer, 2008: 12-14).
En nuestro hemisferio, inclusive el gobierno de Canadá ha contratado a empresas
privadas para adiestramiento en materia de Guerra Electrónica (Electronic Warfare)
(Singer, 2008: 14), aunque Estados Unidos es considerado como el país que mayor
uso ha hecho de MPF´s, tan sólo de 1994 a 2002 el Departamento de Defensa
(DoD) declaró más de 3,000 contratos con empresas con base en dicho país y que
incluyen un extenso catálogo de servicios desde alimentación, seguridad, asesoría,
entrenamiento, apoyo logístico, expertise en tecnología e inteligencia. Por ejemplo,
la prisión militar de Guantánamo fue construida por Brown & Root, mientras que
Airscan dio seguridad a las plataformas de lanzamiento de la NASA y la Fuerza
Aérea y facilitó traductores e intérpretes para operaciones militares estadounidenses
en Somalia, Haití, Bosnia, Asia Central y el Golfo Pérsico.
El Pentágono ha recurrido al outsourcing para diversos programas de asistencia
militar externa con empresas como MPRI, DFI International y Logicon, el uso de
MPF´s ha sido tal que se ha llegado a asegurar que después de la Guerra Fría, la
única operación donde han participado exclusivamente las Fuerzas Armadas de
Estados Unidos, fue la emergencia y manejo de crisis del 11 de septiembre de 2001
que paradójicamente, significó el inicio del crecimiento exponencial de este tipo
de empresas (Singer, 2008: 17). Después del 11-S con las necesidades de seguridad
y medidas contraterroristas al interior de su territorio, la policía adoptó medidas
antes consideradas como militares (Maguire y King, 2004 Cit. en Gallaher, 2012:
792) e incluso buena parte de las prisiones son privadas, este es un ejemplo de la
privatización de la seguridad doméstica por sustitución del modelo de Mandel.
De acuerdo a Blizzard (2004) citado por ICAF (2006: 2) los antecedentes del
empleo de contratistas para usos militares por parte de Estados Unidos se remonta
hasta sus orígenes, el Ejército Continental de George Washington se apoyó en un
principio en contratistas privados para servicios de transportación, carpintería, inge-
niería y servicios médicos, práctica que persistió en las necesidades logísticas, aunque
fue en el marco de la Segunda Guerra Mundial que el gobierno inició la privatización
de la logística militar y adquisición de armamento y como en el caso de la Guerra
de Vietnam, la sofisticación de los sistemas de armamento y tecnología requirió el
uso de soporte técnico privado en el marco de la Revolution in Military Affairs al
final de la década de 1970, de esta forma, la iniciativa privada abarcó el margen de
oportunidad en las necesidades del complejo militar-industrial (Terlikowski, 2008:
38). Durante la Guerra Fría contrató empresas para entrenamiento militar; en el
despliegue de sus fuerzas en los Balcanes, la necesidad de recurrir a las empresas
privadas llegó al nivel de necesidad, que tan sólo Kellog Brown & Root utilizó entre
5 y 20 mil empleados para la construcción y operación de bases militares (Cahlick
Cit. en ICAF, 2006: 3) si bien el primer contrato a gran escala fue el Logistics Civil

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47 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Empresas Militares Privadas y Seguridad

Argumentation Program (LOGCAP) de 1985 que se limitaba al uso de contratistas


civiles en tiempo de guerra, fue extendido en 1990 para considerarlos dentro de la
fuerza total (Cotton, 2010: 9-10).
Para la Guerra de Irak, Estados Unidos pagó a fuerzas de otros países para
participar en la coalición (Avant, 2005: 29) fue precisamente en el contexto de
los conflictos en Irak y Afganistán que la industria experimentó un crecimiento
inédito, en 2004 Halliburton, L-3 Communications y CSC Corporation reunían el
40% de los contratos con prestadores privados del Departamento de Defensa (ICAF,
2006: 3), de acuerdo a estimaciones del propio DoD (Cit. en Smoler, 2008: 114)
las tropas estadounidenses en Irak durante el primer semestre de 2014 fueron de
160,000 mientras que los contratistas privados fueron 180,000 de los cuales 1,000
fueron asesinados y 13,000 heridos; de acuerdo a Rand Corporation en 2003 10,000
contratistas prestaron sus servicios en Irak, en 2004 tal número se duplicó, en
2007 ascendió a 30,000 y en 2009 se redujo a 10,400 (Cotton, et al., 2010: XI). En
perspectiva comparada, mientras que en 1991 durante la Guerra del Golfo existía un
contratista por cada 50 militares de Estado, para la Guerra de Irak la proporción fue
de 1 por cada 10 (Isenberg Cit. Gallaher, 2012: 783) y estimaciones más arriesgadas
aseguran que constituyeron más de la mitad de la fuerza militar en Irak y Afganistán
(Shevory, 2014: 21).
En abril de 2004 con la difusión de imágenes en la cárcel de Abu Ghraib12 en
las que interrogadores empleados de CACI International y Titan Corporation par-
ticiparon en actos de tortura de prisioneros para obtener información focalizó en el
debate público el cuestionamiento en torno a la disciplina a la cual se someten los
contratistas civiles y la vía por la cual debía ser procesados al no tener jurisdicción el
Código de Justicia Militar (Uniform Code of Military Justice UCMJ), por lo cual
se determinó que los empleados de MPF´s que participen con las Fuerzas Armadas
en operaciones y son acusados de cometer delitos sean procesados bajo la Military
Extraterritorial Jurisdiction Act (MEJA)13.
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos reconocen que a través de una com-
binación entre outsourcing y privatización, el DoD hizo coexistir en el campo de
batalla a los contratistas con los militares de Estado, creando «fuerzas híbridas» para
apoyar diversas operaciones (especialmente en las Operaciones de Contingencia14)
hecho que representa las dos caras de la moneda: mientras por un lado disminuye
la presión sobre las fuerzas militares de Estado para que se concentren en lo es-
tratégicamente importante, por otra parte, las hacen cada vez más dependientes a

12  LEUNG, Rebecca. «Abuse of iraquí pows by gis proved», 60 Minutes CBS News; April 27, 2004; recuperado de
http://www.cbsnews.com/news/abuse-of-iraqi-pows-by-gis-probed/ consultado el 29 de marzo de 2017. HERSH, Se-
ymour M. «Torture at Abu Ghraib: American soldiers brutalized Iraqis. How far up does the responsibility go?», The
New Yorker, May 10, 2004, recuperado de: http://www.newyorker.com/magazine/2004/05/10/torture-at-abu-ghraib
consultado el 29 de marzo de 2017.
13  El contenido de la misma puede ser consultado en el siguiente enlace de la Universidad de Cornell: https://www.law.
cornell.edu/uscode/text/18/part-II/chapter-212 consultado el 29 de marzo de 2017.
14  Operaciones de Contingencia (Contingency Operations): Una operación militar que sea designada por el Secretario
de Defensa como una operación de contingencia o que se convierta en una operación de contingencia bajo los términos
de la ley. De acuerdo al título 10 del Código de Estados Unidos Sección 101 [a] [13] [B], existe una operación de
contingencia si una operación militar da lugar a (1) la convocatoria (o retención) de los miembros de los Servicios
Uniformados y (2) la convocatoria o retención del servicio activo de los miembros de los Servicios Uniformados
durante una guerra o emergencia nacional declarada por el Presidente o el Congreso. DoD Joint Pub 1-02 (Center for
Complex Operations, 2011: 40).

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los privados para cumplir con necesidades tácticas, operativas y a veces estratégicas
(ICAF, 2007: 1) por tal motivo, administrar este tipo de contratos constituye un
nuevo desafío para el ejercicio del mando militar y la coordinación táctica por su
impacto negativo en la moral de las tropas y deserción (Cotton, et al., 2010: 19-24)
y por las implicaciones en la relación de los militares con el Congreso y la sociedad
principalmente en materia de transparencia (Shevory, 2014: 21) razón por la cual
proponen incorporar su análisis e influencia para las operaciones militares de los
siguientes temas: ponderación del costo-beneficio, separación entre las funciones de
combate y las funciones de no-combate, misiones centrales y periféricas (Gropman,
2008: 23), evaluación de riesgos del despliegue de contratistas en el campo de ba-
talla, toma de decisiones, el papel de los contratistas privados en el marco jurídico
en la dimensión individual, la responsabilidad de los contratistas (Campbell, 2002:
87), su dimensión nacional e internacional en el marco del Derecho Internacional de
los Conflictos Armados (DICA), el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y
la jurisdicción de los tratados, convenciones y organismos internacionales dentro de
los planes de estudio de las escuelas militares de Guerra, Comando y Estado Mayor
(ICAF, 2006; 2007; 2009) en vista de que para algunos militares e investigadores
en la materia han rebasado las prácticas regulatorias, doctrinales y administrativas
(Gropman, 2008: 22).
De acuerdo a las fuentes consultadas, Colombia ha sido el país latinoamericano
con mayor presencia de MPF´S, en un inicio debido a los ataques guerrilleros en
contra de las instalaciones y ductos petroleros que obligó a empresas privadas a
contratar MPF´s para proveer seguridad física a sus instalaciones en vista de que el
gobierno local era incapaz de garantizarla; de esta forma en 1992 British Petroleum
contrató a Defense Systems Limited para entrenamiento militar y apoyo logístico,
tiempo después se fundó la filial Defense Systems Colombia. Otras han sido contra-
tadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos para la lucha antidrogas
como Dyncorp y EAST Inc. que llevan a cabo operaciones de contrainsurgencia para
el gobierno (Rangel, 2000; Mandel, 2001; Avant, 2005; Singer, 2008; Luz, 2012), el
caso de Colombia es un ejemplo de privatización de asistencia en seguridad exterior
de acuerdo a la clasificación de Mandel.
De acuerdo a Jeremy Scahill alrededor de 3,000 ex militares y marinos chilenos
de fuerzas especiales, reclutados a través de un intermediario fueron contratados y
desplegados en Irak por Blackwater y Triple Canopy, lo cual provocó un escándalo ya
que Chile como miembro rotatorio del Consejo de Seguridad de la ONU se había
opuesto a la guerra; también para ser desplegados en Irak, ex militares colombianos
(también reclutados por Blackwater), salvadoreños, hondureños y peruanos fueron
contratados por Your Solutions (Scahill, 2010: 266-296). Cabe señalar que el ma-
yor accidente que se ha presenciado en la región fue en Perú, el ataque contra un
grupo de misioneros estadounidenses que se transportaban en un avión por error
por parte de un avión de vigilancia de la CIA tripulado por empleados de Aviation
Development Corp.
En el caso de México, la iniciativa privada ha recurrido al uso de MPF´s como
tequilera José Cuervo que posee su propio «ejército privado» para la seguridad de sus
campos de agave (Sullivan, 2000); pero en contadas ocasiones se ha hecho público

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el empleo y asesoría de MPF´s por parte de los traficantes de drogas, tal es el caso
del cártel de los Arellano Félix que de acuerdo a información de la DEA fueron
adiestrados en materia de equipamiento, manejo de lanzagranadas así como de
ametralladoras pesadas, encriptación de dispositivos, sistemas de visión nocturna
e intercepción de señales de radio y apoyo para adquirir armas en Estados Unidos
(Farah, 1997) incluso de ha señalado que organizaciones criminales han contratado
los servicios de ex-militares estadounidenses con cursos de fuerzas especiales como
los Green Berets (Goodwin, 1997).
De igual forma las paraestatales Petróleos Mexicanos PEMEX y Comisión
Federal de Electricidad CFE contrataron en julio de 2007 los servicios de la em-
presa estadounidense con sede en Virginia SY Coleman Corporation especializada
en vigilancia del espacio aéreo y defensa antimisiles para la creación y operación
de un centro de vigilancia aérea y monitoreo de instalaciones energéticas y eléctri-
cas de carácter estratégico en Veracruz (Anguiano, 2007; Piñeyro, 2008; Unzueta
Cit. en Rodríguez, 2014). Si bien la contratación de MPF´s en México está más
relacionada con la iniciativa privada desde 2009 el Grupo de Trabajo especializado
en mercenarios de la ONU informó sobre el adiestramiento privado de policías
federales relacionados a prácticas de tortura (El Universal redacción, 2011). Por
su parte, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional CISEN reconoce la
presencia de actividad de grupos de mercenarios en la frontera México-Guatemala
de ex-Kaibiles de Guatemala y ex-Gurkhas de Nepal (Medellín, 2005) y existen
también reportes de la contratación de paramilitares y MPF´S para asesorar a grupos
antiinmigrantes en la frontera México-Estados Unidos (Bairich Cit. en Notimex/
El Universal, 2003; Arvizu, 2003). Otras empresas del ramo como Lockheed Martin
(aeroespacial), General Dynamics-NASSCO (TIMSA), DynCorp, Kroll, ArmorGroup,
MPRI, Constellis, Raytheon han desarrollado diversas actividades en México
principalmente atraídas por los fondos de asistencia del gobierno de Estados Unidos
en materia de seguridad pero limitadas por la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos en materia de armamento de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas
mexicanas (Booth, 2012; Gómora, 2012; Chaparro, 2014).
De acuerdo a los parámetros analizados, podemos considerar a la organización
delictiva Los Zetas15 como el primer ejército privado contemporáneo en México: al
ser ex-militares (suboficiales desertores) y no civiles con conocimientos y organiza-
ción militar en aras de un fin político o ideológico (paramilitares) que utilizaron para
el beneficio privado de una empresa criminal constituida por el Cártel del Golfo de
Osiel Cárdenas, los conocimientos y técnicas adquiridas durante el adiestramiento
que recibieron del Estado como parte de su formación profesional militar en México
el curso de Fuerzas Especiales, en Israel y en Estados Unidos el curso de Rangers;
e iclusive entablaron relación con policías y militares colombianos vinculados en

15  Entre 1999 y principios de 2000 desertó un número estimado de 40 militares del Ejército Mexicano, alrededor de 40
de ellos (que durante su servicio en el Ejército poseían el grado de tenientes, subtenientes y algunos de ellos pertene-
cieron a los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales GAFE) se vincularon con la organización del traficante Osiel
Cárdenas Guillén, estos desertores son ahora conocidos como la organización delictiva «Los Zetas». Tras la captura de
Cárdenas Guillén en 2003, esta organización se independizó sin tener un control sobre el tráfico de drogas, por lo que
se especializó en extorsión y secuestro y acaparó la atención pública no sólo por el elevado nivel de violencia y crueldad
de las ejecuciones que realizaba con tal de imponerse ante las organizaciones rivales, sino por incluir entre sus filas a
desertores del Ejército y por confrontarse con autoridades de alto nivel. (Mendoza, 2016: 29).

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el adiestramiento de su organización criminal (GDA/El Tiempo Colombia/El


Universal México, 2011). La Procuraduría General de la República PGR reconoció
la existencia de campamentos de adiestramiento de los Zetas y ex-Kaibiles en la
frontera de Brownsville Texas y Nuevo Laredo Tamaulipas (Notimex/El Universal,
2008). Precisamente en 2009 la empresa estadounidense Jax Desmond Worldwide
JDW ofreció al gobierno mexicano sus servicios de consultoría para organizar los
operativos contra el narcotráfico, especialmente en contra de Los Zetas (Torres,
2009).
La interminable crisis de seguridad en México, la incapacidad de las policías de
los tres órdenes de gobierno, la débil regulación en seguridad privada y el desgaste
de los recursos humanos y materiales las Fuerzas Armadas (además de la falta de un
marco jurídico que regule su participación en seguridad interior) ha posicionado a
nuestro país como un mercado de amplia oportunidad de negocio para la iniciativa
privada en materia de seguridad en todas sus niveles y dimensiones, si bien se tiene
conocimiento de grupos mercenarios y MPF´s con sede extranjera tienen actividad
en el país, éstos coexisten con filiales y oficinas locales de empresas multinacionales
así como empresas nacionales que se dedican principalmente a la dimensión de logís-
tica militar, policial y de seguridad privada como la industria aeroespacial, blindaje,
ciberseguridad, guardias privados, sistemas de seguridad, negociación en secuestros,
equipamiento, geolocalización, vehículos tácticos y capacitación en diversos temas,
una buena parte de estas empresas cuentan con reconocimiento legal como empresas
de seguridad privada y ofrecen su catálogo de servicios a los órganos de gobierno
e iniciativa privada en eventos internacionales como la Expo Seguridad México,
en cuya última edición 2017 la Asociación Mexicana de Blindadores Automotores
(AMBA) hizo el lanzamiento al mercado de los vehículos tácticos utilizados princi-
palmente por las fuerzas de seguridad: Black Mamba (TPS Armoring), SandCat y
SandCat MX (Blindajes Epel16 e IBN Industrias Militares «IBN Military Industries
INBRA USA INC.»17/Plasan) utilizado por la Secretaría de la Defensa Nacional
SEDENA; Karnaf (Blindajes Epel) actualmente en fase de pruebas en la SEDENA
para operaciones especiales y de alto impacto; WBA Miura y WBA Hurricane

16  Blindajes Epel fue fundada en 1988 y en 2000 fue socio fundador de la Asociación Mexicana del Blindaje Automotriz
AMBA, en 2010 estableció una alianza con la empresa estadounidense con base en Wisconsin (establecida en 1913)
Oshkosh Defense y se convirtió en el distribuidor exclusivo del SandCat TPV de Oshkosh en 2011 para 2014 había
logrado la venta de 300 vehículos de este tipo, principalmente a la SEDENA, en 2015 estableció una planta de
blindajes con el fin de iniciar la producción de vehículos tácticos en México, actualmente produce el SandCat MX
en versión corta, larga y para transporte de reos. (Medellín, 2017; CadenaDeMando.com, 2017) *La información de
ambas fuentes es idéntica*.
De acuerdo a información gráfica su página en Facebook https://www.facebook.com/blindajesepel/ la empresa impar-
tió cursos a personal de SEDENA en agosto de 2016, recuperado de: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1
758868621030910&id=1617925991791841 publicada el 20 de agosto de 2016 (14:04 hrs.), consultada el 29 de marzo
de 2017.
17  De acuerdo a su página de internet, IBN Industrias Militares «IBN Military Industries INBRA USA INC.» Fue
fundada en 2002 por un empresario mexicano, es una empresa reconocida en materia de blindajes y tiene una alianza
con la empresa israelí PLASAN para la comercialización y mantenimiento de los vehículos tácticos GUARDER,
STORMER y SANDCAT de los cuales los dos últimos ya son ensamblados en México en el Complejo Militar
Industrial de IBN en la ciudad de Aguascalientes. Entre su catálogo de servicios se incluye: blindaje nivel urbano,
gobierno, diplomático y aeroespacial; drones, «productos de inteligencia» (detectores, interceptores y encriptados),
servicio y renta de vehículos blindados; además cuenta con una fábrica de chalecos blindados, un laboratorio de balís-
tica, un centro de tecnología, investigación y desarrollo y un centro de inteligencia y geolocalización. De igual forma
ofrece cursos de capacitación en técnicas de defensa israelí. Fuente: http://ibnindustriasmilitares.com/ consultada el
29 de marzo de 2017.

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Empresas Militares Privadas y Seguridad

(Wendler Blindajes Alemanes WBA) utilizado por la División de Gendarmería de


la Policía Federal (Medellín, 2017; CadenaDeMando.com, 2017; Sentinel México,
2017; Roa, 2017) presentación posterior a la celebración del centenario de la Industria
Militar de México, marco en el cual se hizo la presentación de los prototipos de los
vehículos blindados DN-11, Titán y Cimarrón con el propósito de disminuir los
costos y proyectar a la industria militar de México a nivel internacional (El Universal
Redacción, 2016).

Consideraciones Finales
Después de la Guerra Fría ya no considera solo a los Estados-Nación como
actores de conflicto, ahora se plantean en términos globales, paradójicamente quienes
ejercen la violencia privada a nivel transnacional, determinan cómo se llevarán a
cabo los enfrentamientos armados locales, nacionales e internacionales en los cuales
las compañías militares privadas (MPF´s) juegan un papel cada vez más importante
al ser requeridas en función de racionalidad económica.
Conforme se aceleró la decadencia del Estado-Nación, la erosión del monopolio
de la fuerza, el cuestionamiento de la soberanía nacional a causa de la globalización,
la presencia del crimen organizado, el incremento de conflictos en los países del
tercer mundo y el orden mundial después del 11-S se consolidó también el mercado
de violencia en la medida que los organismos estatales e internacionales se han visto
incapacitados de garantizar en su totalidad el bien público de la seguridad.
Si bien en principio las MPF´s dependen de sus contratos con los Estados y or-
ganismos internacionales, existen evidencias de que también pueden ser contratadas
por empresas criminales, situación que origina un doble circuito donde algunas de
estas empresas contribuyen a la vez al problema y a la solución en una espiral de
violencia que crea a su vez más vacíos de seguridad que caracteriza a los Estados
fallidos además de una mezcla entre la economía legal y la ilegal, en un marco de
permanente latencia e incertidumbre social que fomenta una demanda constante
de servicios de seguridad y generan confusión sobre los límites de las áreas de res-
ponsabilidad entre los proveedores públicos y privados de seguridad dentro de la
separación entre lo privado y lo público que tensa la coexistencia entre los objetivos
de la seguridad y el beneficio económico así como la coexistencia entre la seguridad
individual y la seguridad colectiva.
Punto y aparte del debate y en términos realistas, es necesario replantear los
paradigmas en seguridad y defensa para incorporar a la praxis y estudio en la materia
sobre la manera que influyen las actividades de las MPF´s en las Fuerzas Armadas
de Estado así como los puntos a favor y en contra dentro del marco constitucional,
derechos humanos y rendición de cuentas en el cual las Fuerzas Armadas mexicanas
responderán a la tendencia global de uso de contratistas privados tal vez para
incrementar la capacidad de su fuerza de cara a la ausencia de fuerzas de seguridad
capaces de reemplazarlas en sus actuales actividades de seguridad pública y seguridad
interior.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México
Theorical-methodological considerations
for the conceptual study of security in Mexico

Resumen
La seguridad, como problema social en México, ha crecido de manera exponencial posicionándose
en la agenda política como una de las prioridades de la problemática nacional, constituyéndose como
uno de los grandes temas a resolver debido al aumento de las actividades del crimen organizado las
cuales han generado un clima de inseguridad generalizado en todo el país. La preocupación pública
del fenómeno de la inseguridad tiene impacto en la imagen de las instituciones, la democracia y la
gobernabilidad. La política de combate a la inseguridad se reduce a abordar los fenómenos delictivos
a partir del estudio de la violencia en espacios públicos ignorando otro tipo de inseguridades que no
necesariamente implican violencia pero afectan la calidad de vida de los ciudadanos (condiciones
económicas, laborales, sanitarias, ambientales). La presente investigación lleva a cabo la revisión del
concepto de seguridad en México desagregándolo en sus diversas dimensiones y unidades de análisis
a partir de elementos teóricos que permitan una mejor delimitación, comprensión y utilización de los
mismos, tanto en el ámbito académico como en el institucional.
Palabras clave
Seguridad, Seguridad Nacional, seguridad pública, seguridad ciudadana, interés nacional.

Abstract
Security, as a social problem in Mexico, has grown exponentially positioning itself in the political
agenda as one of the priorities of the state, constituting itself as one of the major issues to be resolved
due to the increase of the activities of organized crime which have generated a climate of insecurity
throughout the country. Public concern about the phenomenon of insecurity have had an impact on
the image of institutions, democracy and governability. The policy of insecurity combat is reduced to
addressing the criminal phenomena from the study of violence in public spaces ignoring other types
of insecurities that do not necessarily implies violence but affect the quality of life of the citizens
(economic, labor, health, environmental). The present investigation carries out the revision of the
concept of security in Mexico, disaggregating it in its diverse dimensions and units of analysis from
its theoretical elements that allows a better delimitation, understanding and use of them both in the
academic and in the institutional sphere.
Keywords
Security, national security, public security, citizen security, national interest.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

Maestro
Otto René Cáceres Parra

Doctorante en el Posgrado de Estudios Sociales, Línea Procesos Políticos en la UAM-Iztapalapa


bajo la tutoría del Dr. Sergio Adrián Gimate-Welsh Hernández. Maestro en Estudios Políticos y
Sociales por la UNAM. Licenciado en Ciencia Política y Administración Pública por la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Se ha desempeñado profesionalmente como analista político
en la Cámara de Diputados y en diversos medios de comunicación.

Correo electrónico: ottorenecaceres@hotmail.com


Artículo recibido el 9 de marzo de 2018. Aprobado el 13 de septiembre de 2018.
Los errores remanentes son responsabilidad de los autores.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

Introducción

E
l estudio conceptual de la seguridad se instala, para su revisión, bajo
una perspectiva multidimensiona1. Es parte de la Ciencia Política, y por
tradición su ámbito también ha sido parte esencial de los estudios inter-
nacionales,1 sobre todo en el contexto de la supervivencia de las entidades políticas,
ya sea como Estados emergentes o consolidados (Freedman, 1992: 730). De ahí la
inserción del concepto de seguridad en el ámbito del poder y las estrategias bélicas y
coercitivas, así como su carácter jurídico en los diseños constitucionales e institucio-
nales, en cuanto a su interpretación, por parte de los Estados.
Sin duda el ambiente internacional del siglo XX fue un factor determinante, a
partir de la Primera y Segunda Guerras Mundiales en la primera mitad del Siglo XX
y la Guerra Fría en la segunda mitad del mismo (Freedman, 2013), para la acepción
del concepto de seguridad, acotándolo a la noción de «Seguridad Nacional» y su
correspondiente sentido como «interés nacional». Sin embargo, el contexto de los
últimos veinte años del Siglo XX y la primera década del Siglo XXI han dibujado un
nuevo escenario económico, político, mediático y sociocultural. Un ambiente globa-
lizado que, si bien se desarrolla prioritariamente bajo condiciones de competencia y
dominación de tipo económico, político y tecnológico «que provoca la desaparición
o, al menos, el debilitamiento del Estado como actor en la toma de decisiones»
(Vergara, 2018: 61), demanda cooperación entre los Estados que permita el forta-
lecimiento de valores democráticos, económicos, sociales, tecnológicos y culturales.
Es bajo este nuevo entorno que deben llevarse a cabo los estudios del concepto de
seguridad y la necesidad de redefinirlo bajo una perspectiva multidimensional.
El estudio de la seguridad se ha llevado a cabo, en gran medida, bajo un enfo-
que militar y policiaco donde la preocupación de la seguridad se circunscribió a la
defensa territorial del Estado Nación como salvaguarda física del ciudadano, lo cual
llevó a la vulneración de los derechos de los ciudadanos bajo una perspectiva bélica
y coercitiva como argumento para la defensa del interés y la Seguridad Nacional.
Esto produjo en la ciudadanía condiciones de inestabilidad de carácter económico,
alimentario, sanitario, ambiental, político, cultural y social, mismas que fomentaron
el crecimiento de los índices de inseguridad a partir de la proliferación de grupos
del crimen organizado, producto de una falla generalizada por parte del Estado, en
términos de seguridad pública (a partir de la implementación de modelos que privi-
legiaron medidas reactivas sobre las preventivas) y ciudadana (generar condiciones
que permitieran el desarrollo de la población en términos educativos, culturales,
sanitarios, medioambientales, económicos y laborales), que permitieran asegurar
condiciones mínimas de seguridad y bienestar a sus ciudadanos.
El desarrollo de los conceptos en ciencia política busca aclarar y/o explicar la
complejidad de los fenómenos que se llevan a cabo en el ámbito social a partir de una

1  Para una discusión más amplia sobre este tema, revisar los trabajos de Arnold Wolfers, 1952. “National security as
an ambiguous symbol”. Political Science Quarterly, Vol. 67, No. 4. P. 483; David A. Baldwin, 1997. “The Concept
of security”, Review of International Studies, 23, British International Association Studies. P. 5; Barry Buzan, 1984.
“Peace, power and security: Contending Concepts in the study of international relations”, Journal of Peace Research,
Vol. 21, No. 2, Special Issue on Alternative Defense, June. P.110..

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

visión analítica resultado de una discusión teórico-conceptual del mundo social. En


el tema de la seguridad se han acuñado diversos conceptos para justificar decisiones
o para imponer razones de Estado, los cuales requieren ser objeto de una revisión
analítica que permita delimitarlos y regularlos para poder llevar a cabo la preserva-
ción de las libertades políticas, sociales, económicas y físicas de sus ciudadanos. La
presente investigación desarrolla aspectos teórico-metodológicos que dan sustento al
desarrollo y explicación del concepto de seguridad en México desde una perspectiva
multidimensional.

Seguridad
Seguridad contiene la cualidad de seguro, es decir, está ligado a las nociones de
garantía, protección, defensa, libertad, salvedad y tranquilidad ante amenazas. Así
la seguridad busca no solo proteger y auxiliar, sino a la vez, proteger y restablecer
(Garza, 2011: 110). La seguridad implica una exigencia fundamental del hombre
que tiene por objeto controlar su destino y disponer libremente de su propia vida.
«La idea de seguridad está relacionada íntimamente con la percepción de libertad
y de orden social. El hombre requiere mayor seguridad en la medida que pretende
ejercer plenamente su libertad de manera responsable y cuando valora el orden social
establecido que le permite condiciones para su desarrollo individual» (Rosas, 1998:
29).
El término seguridad, en un sentido conceptual, ha sido tradicionalmente enten-
dido en la protección física del territorio (integridad territorial) y de ataques militares
por otro Estado (ataques a la soberanía). El concepto de seguridad se acota, en
principio, como una concepción de la Seguridad Nacional en cuanto a una política
de seguridad ante las amenazas que pudieran surgir del exterior atentando contra el
interés nacional del Estado.
Uno de los primeros intentos por desarrollar el concepto de seguridad es el de
John Herz en 1950. Para Herz la idea de seguridad se encuentra centrada en la
búsqueda competitiva del poder (Buzan, 1984: 110). El análisis de Herz se concentra
en el carácter de los Estados a partir de una visión de Seguridad Nacional como
resultado de las relaciones de poder. Arnold Wolfers, en 1952, explica que el término
seguridad cubre un amplio rango de metas tan grande que diversos criterios pueden
ser interpretados como políticas de seguridad (Wolfers, 1952: 484). Para Wolfers, la
seguridad apunta a algún grado de protección de valores previamente adquiridos. Es
un valor que una nación puede o no tener y a la que puede aspirar en mayor o menor
medida. La seguridad, en un sentido objetivo, medirá la ausencia de amenazas a los
valores adquiridos, mientras que, en un sentido subjetivo, medirá la ausencia del
miedo a que tales valores puedan ser atacados. La seguridad, después de todo no es
más que la ausencia del mal, de la inseguridad, un valor negativo por así decirlo.2

2 En este sentido debemos separar la noción de seguridad de la de poder. El miedo a un ataque (seguridad en un sentido
subjetivo) no es proporcional a la posición de poder relativa de una nación dada. Esto se puede ver ya que naciones,
con un grado menor armamentísticamente se sienten y son, en realidad más seguras, que aquellas con un poder militar
más grande.
Arnold Wolfers, 1952. “National security as an ambiguous symbol”. Political Science Quarterly, Vol. 67, No. 4. P.p.
485, 488.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

En Wolfers, la seguridad al referirse a la ausencia objetiva de peligros, ame-


nazas, retos, vulnerabilidades y riesgos, podrá lograrse cuando los peligros a estos
cuatro elementos puedan ser evitados, prevenidos, manejados, o adaptados por el
individuo, grupos sociales, o las organizaciones regionales y estatales.3 En suma,
la visión tradicional de la seguridad se encontraba definida a partir de términos
militares donde la preocupación principal residía en la protección del Estado de
amenazas a los intereses nacionales. En este sentido, Hans Kelsen la define en
1957 como «la protección del individuo ante el uso de la fuerza por otro individuo»
(Nasu, 2011: 16).
Durante el periodo de la Guerra Fría, debido a los conflictos este-oeste protago-
nizado por las potencias antagónicas los Estados Unidos de América y la entonces
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)4 responsables de finalizar la
Segunda Guerra Mundial y por tanto de un nuevo reordenamiento global en el
terreno ideológico y político, los estudios sobre la seguridad fueron realizados, en
su mayoría, por académicos interesados en políticas militares. Si la fuerza militar
era relevante a un asunto, ese asunto era considerado como un asunto de seguridad;
si la fuerza militar no era relevante, ese asunto era consignado a la categoría de
asuntos políticos menores. «La seguridad ha sido un estandarte para ser exaltado,
una etiqueta para ser aplicada, pero no un concepto para ser utilizado por los espe-
cialistas en estudios de seguridad […]La fuerza militar, no la seguridad, ha sido la
preocupación principal de los estudios acerca de la seguridad» (Baldwin, 1997: 9).
El desarrollo del término seguridad se reconceptualizó a partir del término de
la Guerra Fría así como de los procesos de globalización,5 transformándose de una
noción de protección contra daños concretos a una idea social de valores.6 Se pasó
de una conceptualización en el terreno estrictamente territorial y de soberanía del
Estado a una concepción más amplia e incluyente que reconoce temas diversos a lo
estrictamente militar como la seguridad económica, seguridad ambiental, seguridad
en recursos, energía, seguridad alimentaria, bio-seguridad y seguridad en la salud
(Nasu, 2011: 18). Sin embargo, a pesar de que el concepto de seguridad se ha expan-
dido a través de una variedad amplia de referentes, la tendencia a buscar soluciones a

3 El análisis de Wolfers no dista mucho de una concepción actual en cuanto al concepto de seguridad, en donde proteger
y preservar los valores nacionales, en específico la independencia y la integridad territorial, son los valores fundamenta-
les de la seguridad, traslapando así el concepto al de seguridad nacional donde el poder coercitivo es parte fundamental
del mismo.
Hans Günter Brauch, 2001. “Concepts of security threats, challenges, vulnerabilities and risks”, Coping with Global
Environmental Change, Disasters and Security, Hexagon Series on Human and Environmental Security an Peace 5.
P.p. 63.
Esto provocó la confrontación de dos modelos totalmente opuestos (el capitalista y el socialista), lo que llevó a justificar
la actuación de ambos Estados para defender y justificar los intereses que ambos países consideraban como legítimos.
En este sentido, el concepto de seguridad se adecuó a la justificación que ambos países esgrimían como correcta en aras
de sus propios intereses.
4  David A. Baldwin, 1997. “The Concept of security”, Review of International Studies, 23, British International Asso-
ciation Studies. P.p. 9.
5  Los procesos de globalización mundial se manifestaron en el afianzamiento de una interrelación comercial, de las
comunicaciones y política entre los Estados.
Natalia Ariza, 2010. La aplicabilidad del concepto de seguridad humana en América Latina y el Caribe: el desarrollo
humano como fuente de seguridad. Oasis. núm. 15. Universidad Externado de Colombia Bogotá, Colombia. Dispo-
nible en: http://www.redalyc.org/pdf/531/53121459003.pdf
6  La reducción del campo semántico que puso al concepto de seguridad en el plano militar como seguridad del Estado
justificaba la acción represiva y en mucho casos ilegal de los aparatos encargados de la aplicación de la ley en contra de
opositores y movimientos sociales bajo el argumento de proteger los intereses nacionales.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

amenazas a partir de recursos militares así como la acotación del concepto seguridad
al de Seguridad Nacional permanece afianzada.7
Para encarar los problemas que plantea el siglo XXI, se requiere una definición
de seguridad más comprensiva, que abarque el incremento de amenazas así como el
incremento en el número de actores (Anderson, 2012: 27). Con el fin de conceptua-
lizar el término seguridad, se debe partir de un amplio rango de unidades de análisis
que transitan en un plano individual-global y a través de un amplio rango de sectores
culturales, sociales, económicos, políticos y militares. Esto con el fin de no caer en
un estado anárquico,8 entendido como condición fallida hacia el individuo por parte
del Estado en cuanto a la procuración de su bienestar, que mantengan al ciudadano
en un estado constante de miedo en dos sentidos: el primero a nivel individual en
cuanto a ser objeto de violencia por parte de otros individuos, el gobierno o razones
de tipo cultural, social, político o económico; el segundo a nivel estatal a partir de
tensiones violentas entre el Estado y sus habitantes. Así, la seguridad de los Estados
y las colectividades humanas encontrarán su incidencia a partir de los siguientes
factores: seguridad militar, seguridad política, seguridad económica y seguridad
societal (Buzan, 1984: 116).
Por su parte, David Baldwin se pregunta ¿Seguridad para quién, seguridad para
qué valores?9 que si bien encierran cierta simplicidad, conllevan a su vez un cierto
grado de complejidad. En cuanto para quién, se referirá ya sea a los individuos (como
entes colectivos, grupales o individuales), el Estado o el sistema internacional. La
elección dependerá de las particularidades a las que se busquen dar seguridad. En
cuanto a la seguridad para qué valores, responderá a la multiplicidad de valores
concernientes a cada actor social, en este caso el individuo y el Estado, buscando
en ambos un bienestar general. (Baldwin, 1997: 18). Baldwin lanza de igual ma-
nera una serie de interrogantes pertinentes para la especificación del concepto y su
aplicabilidad en las políticas de seguridad que se puedan implementar en un Estado
dado, a partir de la revisión de las amenazas que cada Estado considere conveniente
combatir de acuerdo a su agenda de seguridad: cuánta seguridad, de qué amenazas,
por cuáles medios, a qué costo y en qué periodo.
Sin duda, el estudio del concepto de seguridad es multidimensional en cuanto a
la especificación de las amenazas y los valores que busca proteger, por cuáles medios
y a qué costo. Seguridad económica, seguridad ambiental, seguridad de identidad,
seguridad social y seguridad militar son diferentes formas de seguridad y no diferen-
tes conceptos. Así «los adjetivos indican las diferencias, mientras que los sustantivos

7 Debemos considerar que las amenazas a la seguridad son utilizadas para justificar la suspensión de las libertades civiles.
Nicholas D. Anderson, “Re-redefining international security”, Georgetown University, M.A. Security Studies. P.p. 38.
8  Como la pobreza o las enfermedades, la anarquía representará entonces la ausencia de un bien deseado, en este caso el
orden político, por lo que requiere ser eliminada para aprovisionarse de ese bien.
Barry Buzan, 1984. “Peace, power and security: Contending Concepts in the study of international relations”, Journal
of Peace Research, Vol. 21, No. 2, Special Issue on Alternative Defense, June, 1984. P.116.
9  El valor de la seguridad será un factor importante como requisito para disfrutar otros valores que se dan a partir de la
aplicabilidad de la seguridad tales como la prosperidad o la libertad. El valor de algo no es cualidad inherente del bien
en sí mismo, sino como resultado de condiciones sociales externas, oferta y demanda. Una manera de determinar el
valor de la seguridad es preguntarnos como sería nuestra vida sin ella. Así, mientras más seguridad se tenga, menor
será el valor de incrementar su valor.
David A. Baldwin, 1997. “The Concept of security”, Review of International Studies, 23, British International Asso-
ciation Studies. P.p. 18.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

centran su atención en las similitudes» (Baldwin, 1997: 23). Definir la seguridad


como un concepto político de manera objetiva y distinguible de otros implica que
la seguridad nacional forme parte del concepto y no de manera separada. La es-
fera multidimensional del concepto de seguridad integra de esta manera aspectos
sociales, políticos, de salud, ambientales y económicos, así como conexiones con
problemáticas territoriales y migratorias.
[…] Si la acción humana se caracteriza por el ejercicio de la libertad y de la
racionalidad, los intereses individuales y colectivos deben converger en el proceso
de convivencia social, de tal suerte que la articulación armónica de ambos se oriente
para alcanzar el desarrollo político, económico, social y cultural (Rosas, 1998: 29).
El Departamento de las Naciones Unidas para asuntos de Desarme entiende que «la
seguridad es una condición en que los Estados consideran que no existe peligro de
ataque militar, presión política o coerción económica, de manera que puedan seguir
libremente su propio desarrollo y progreso» (Garza, 2011: 111).
Emma Rotchild describe las direcciones hacia las que se ha extendido la seguri-
dad a partir de los años noventa. De manera vertical, la seguridad ha experimentado
cambios en sentido «hacia abajo» como el paso de la seguridad del Estado a la de
los individuos y «hacia arriba» de la seguridad del Estado al sistema internacional.
(Rotchild, 1995). De acuerdo con Rotchild, el concepto de seguridad se ha extendi-
do horizontalmente al contemplar nuevos tipos de seguridad (política, económica,
social o medioambiental) y en el cual los actores responsables de la seguridad se
han multiplicado, compartiendo el Estado la responsabilidad de la seguridad con
nuevos actores (instituciones internacionales, gobiernos locales y regionales, ONG’s,
opinión pública y las fuerzas del mercado).
La seguridad puede ser definida entonces como: «Un proceso de construcción so-
cial con el propósito de alcanzar una situación social, política y económica favorable
para el desarrollo de la persona y la sociedad» (Banco Interamericano de Desarrollo,
2006: 7).
A partir de ello podemos argumentar que el concepto seguridad reviste un ca-
rácter multidimensional10 donde el interés nacional, seguridad pública, Seguridad
Nacional y seguridad ciudadana sean unidades de análisis que incluyan no sólo los
problemas de defensa militar y soberanía del Estado sino las amenazas a los derechos
políticos, sociales, económicos e individuales de los ciudadanos por lo que una clari-
ficación sobre estos conceptos se vuelve pertinente.

10 La Asamblea General de la OEA adoptó en la conferencia de Bridgetown en 2002 un enfoque multidimensional de


la seguridad, estableciéndose el concepto de Seguridad Multidimensional en la Conferencia Especial sobre Seguridad
en la ciudad de México en 2003 en la cual “el concepto y los enfoques tradicionales deben ampliarse para abarcar
amenazas nuevas, y no tradicionales, que incluyen aspectos políticos, económicos, sociales, de salud y ambientales.”
Abraham Stein. 2009. “El Concepto de Seguridad Multidimensional.” Revista Bien Común. Vol. 15. No. 176-177.
México. P. 31.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

Interés Nacional
El moderno sistema de Estados, producto de la Paz de Westfalia11, hace de ellos
los grandes actores en el plano internacional en el cual el criterio directivo de la po-
lítica exterior ha sido el interés nacional (Muñoz, 2006: 133). De acuerdo a Stephen
Krasner, la Paz de Westfalia establece las bases de soberanía legal internacional en
donde «un Estado goza de soberanía legal internacional cuando es reconocido como
un igual por los restantes Estados o sujetos internacionales» (Rivera, 2003: 2).
La norma básica de la soberanía legal internacional consiste en que el reconoci-
miento se extiende a entidades, a Estados, con territorio y autonomía jurídica formal
(Krasner, 2001). En este sentido Stephen Krasner reconoce que los Estados nunca
han disfrutado de un grado amplio de soberanía atribuido por lo que es difícil que
gocen de las propiedades que se relacionan con ellas, tales como territorio, reconoci-
miento, autonomía y control. Sostener lo contrario significa para este autor un acto
de hipocresía organizada. Así, la soberanía westfaliana se referirá a «las organizacio-
nes políticas que se fundan en la exclusión de protagonistas externos en la estructura
de autoridad de un territorio dado.»12
El periodo de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial destacaron el papel del
poder en el gobierno de la sociedad internacional. Al final de la misma y durante la
Guerra Fría se asentó el concepto clásico de interés nacional sobre la base de la teoría
de la estabilidad hegemónica.13 El interés nacional está fundado a partir de las metas
de política exterior que se traza un Estado. Por tanto, las acciones estatales se orien-
tan fundamentalmente a procurar ventajas para sí mismo, gestionando aumentar los
niveles de poder con el fin de mejorar sus posiciones relativas frente a otros Estados
expresándose a través del principio de interés nacional.
Etimológicamente se define interés14 como una preocupación natural y/o general,
así como tener un derecho objetivo sobre algo (Herrero, 2010: 19) mientras que la
acepción de nación determina la forma en como el Estado liga a los ciudadanos (a

11  La paz de Westfalia, suscrita en 1648 por los tratados de paz de Osnabrük y Münster, por los cuales finaliza la guerra
de los Treinta años en Europa Central y la guerra de los Ochenta Años entre España y los Países Bajos, sienta las bases
de un sistema de Estados fundado en la soberanía, la territorialidad, la igualdad jurídica entre los Estados y la doctrina
de no intervención en los asuntos internos de un Estado soberano.
Juan José Bremer. 2013. “La Paz de Westfalia y su contexto histórico” en: De Westfalia a Post-Westfalia. Hacia un
Nuevo orden internacional. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. México. P.p. 5-30.
12 Krasner afirma que el concepto de soberanía se aplica de cuatro maneras distintas: soberanía legal internacional referida
al reconocimiento mutuo entre entidades territoriales con independencia jurídica, la soberanía westfaliana, la soberanía
interna como la organización formal de la autoridad política de un Estado y la capacidad de las autoridades públicas
de ejercer el control efectivo dentro de sus fronteras y la soberanía interdependiente como la capacidad de regular el
flujo de informaciones, ideas, bienes personas, sustancias contaminantes o capitales a través de las fronteras del Estado
en cuestión.
Gilberto Alvide. 2009. “Hipocresía internacional organizada: la soberanía según Stephen Krasner.” Revista Estudios
Políticos, núm 28, sexta época, septiembre-diciembre. UNAM. México. P. 208.
13 La teoría de la estabilidad hegemónica, postulada por Robert Keohane, tiene dos proposiciones capitales: que el
orden de la política mundial es creado, típicamente, por un único poder dominante, mientras que la segunda es que el
mantenimiento del orden requiere una hegemonía contínua. Por tanto, esta teoría postula que el sistema internacional
es más propenso a permanecer estable cuando una nación-estado es la potencia predominante en el mundo. Para una
discusión más amplia sobre el tema, revisar: Robert Keohane. 1980. “The theory of hegemonic stability and changes
in International Economic Regime, 1966-1977”. USA.
14 El Diccionario de la Real Academia Española dice que Interés proviene del latín Interesse que quiere decir importar.
Está formada por dos vocablos: inter (entre) y esse (ser). Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española.
“Interés”. 2016. Disponible en: http://dle.rae.es/?id=LtgQXGl

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conceptual de la seguridad en México

partir de la identidad nacional)15 de los miembros de otros estados brindando legiti-


midad a los actos del poder público. La naturaleza y contenido concreto del interés
nacional dependerá del contexto político y cultural dentro del cual se formulan las
políticas (Wilhelmy, 1986: 560).
Henry Kissinger subraya cómo las primeras formulaciones de la idea de interés
nacional aparecen relacionadas con los conceptos balance of power en donde cada
Estado, al perseguir sus propios intereses egoístas, contribuye de alguna manera a la
seguridad y progreso de los otros (Kissinger, 1994: 15, 58) y la raison d’état16 en cuanto
a la preservación del Estado como un bien moral y una unidad de organización política
optando por la alternativa de dejar de lado el debido respeto a la ley, la religión o la
moral en la defensa del interés público escudándose en el interés nacional.
Para Arnold Wolfers el interés nacional:
[…] sugiere una dirección política que puede distinguirse entre varias más
que se ostentan como alternativas. El interés nacional significa que dicha po-
lítica ha sido creada para promover demandas adscritas a la nación y no a los
individuos […] recalca que la política somete otros intereses a los de la nación
(Wolfers, 1952: 484).
En este mismo sentido, Frederick Hartman define los intereses nacionales
como «las cosas que los Estados tratan de proteger o conseguir frente a otros
Estados» (Hartman, 2002: 7) dividiéndolos en dos categorías: intereses vita-
les17 y secundarios. Los primeros serán aquellos que el Estado está dispuesto
a proteger y defender bajo cualquier riesgo o amenaza por afectar a su propia
supervivencia y que dan contenido al Estado (territorio, soberanía, independen-
cia y población) (San Gil, 2010: 145-147). Los secundarios serán los que logrará
individualmente a través de medios que no involucren el uso de la violencia,
tales como canales diplomáticos, comerciales o planteamientos de quejas ante
organismos internacionales (Ortiz, 2010: 7). De acuerdo a Hartman, si los
Estados tienen intereses contrapuestos, no hay posibilidad de que se resuelvan
por la vía diplomática. Por tanto, sin la existencia del Estado (con sus elementos
de población, territorio y organización política soberana), no podría realizarse
interés nacional alguno. «El mantenimiento de la existencia de la comunidad
es, por consiguiente, considerado como la primera de las metas que deben cons-
tituir el interés nacional (Wilhelmy, 1986: 565).

15 La Identidad Nacional es una conciencia social que da sentido de equivalencia y pertenencia del individuo y su co-
munidad con el Estado Nacional, y se diferencia de otros Estados, afirmando su unión o independencia ante otras
comunidades, en función de rasgos específicos; la fuerza integradora fundamental de esta unión es su historia común,
reforzada mediante estructuras políticas, económicas, culturales y sociales.
Secretaría de la Defensa. “La identidad Nacional, pilar fundamental de la seguridad nacional”. Colegio de la Defensa,
México. P.1. Disponible en: http://www.sedena.gob.mx/pdf/art_int/identi_nal_segnal.pdf
16 Kissinger cita el Testamento Político del Cardenal Richeliu en donde afirma que en materias de Estado aquel que
tiene el poder a menudo tiene también el derecho y aquel que es débil puede sólo con mucha dificultad evitar que
se le considere equivocado en la opinión de la mayoría de la gente y concluye que ésta máxima ha sido raramente
contradicha hasta hoy en día.
Henry Kissinger. 1994. “La Diplomacia.” Ediciones B. España. P.p. 58-65.
17 Los intereses vitales estarán ligados a la existencia de la comunidad, los cuales al no lograrse conducirán a la desintegra-
ciónde la misma. Los intereses vitales se manifestarán a través de los anhelos de soberanía, independencia, integridad
territorial, sistema de vida, desarrollo cultural y material capaces de proporcionar bienestar a la comunidad.
Universidad Nacional Autónoma de Honduras. “Interés Vital”. Honduras, 2004. P. 1. Disponible en: http://cidbime-
na.desastres.hn/docum/crid/Enero2004/pdf/spa/doc5048/doc5048-c2.pdf

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

Es imperativo que la política exterior y la diplomacia tengan como objetivo prin-


cipal, la definición, protección, promoción, defensa y consecución de los intereses
nacionales, teniendo en cuenta los procesos de globalización que en el siglo XXI han
afectado la naturaleza de los Estados lo cual ha llevado a que los intereses nacionales
se adapten a procesos de globalización política y económica.
Bajo esta óptica, y de acuerdo con la definición de Juan Escrigas, se entenderá
por interés nacional:
Aquel que tiene por objeto el mantener la soberanía, la integridad territorial
y el ordenamiento constitucional, así como asegurar la libertad, la vida y la
prosperidad de sus ciudadanos y la consecución de un orden internacional, de
paz, seguridad y respeto de los derechos humanos acordes con los intereses
supranacionales de las organizaciones internacionales a las que pertenezca un
Estado (Escrigas, 2010: 54-55).

Los intereses nacionales «deben ser fijados en términos simples y generales para
suscitar un vasto e indispensable consenso, ya que, en definitiva, han de reflejar
metas de extraordinario valor para una nación y para su pueblo» (Ortiz, 2010: 10).
Por tanto, los intereses nacionales (ya sean políticos, económicos, territoriales, cul-
turales, mercantiles o militares) se formularán con base en políticas de Estado y no
por decisiones del gobierno en turno, de tal forma que se asegure su continuidad aún
a pesar de producirse alternancia en el poder.
La aceptación del concepto de seguridad en su carácter multidimensional, permi-
te identificar los ámbitos en que se desarrollan los antagonismos transnacionales y las
áreas en las que se requiere énfasis para garantizar la seguridad del Estado en cuanto
a amenazas externas a su integridad política y territorial y que, en caso de producirse
tales amenazas, el Estado cuente con medios políticos y militares apropiados para
conjurarlas y protegerlas (Wilhelmy, 1986: 566).

Seguridad pública
La seguridad pública es una de las exigencias más sentidas de la ciudadanía, por
lo que necesita ser atendida de manera oportuna y eficiente por parte del Estado ya
que forma parte esencial del bienestar del individuo en sociedad. El Estado, como
garante de la seguridad, debe garantizar condiciones que permitan a los ciudadanos
llevar a cabo sus actividades fuera de peligro18 por medio de la aplicación efectiva
del Estado de Derecho, generando con ello el poder llevar a cabo sus actividades
cotidianas con la confianza de que su vida, su patrimonio y demás bienes jurídicos se
encuentren exentos de peligro, daño o riesgo.
El Estado, a través de la coordinación de actividades como la prevención, perse-
cución, sanción de delitos y reinserción del delincuente en la vida social, salvaguarda
la integridad y derechos de las personas preservando sus libertades a través del
18 La seguridad es un valor supremo al que tiende el derecho, que en su aspecto subjetivo denota la convicción interna
del individuo de que su persona, sus bienes y sus derechos no serán objetos de ataques violentos, o que si estos llegaren
a producirse será protegido. Dicha convicción encuentra su fundamento en la existencia real y objetiva de un orden
social organizado.
José Antonio González Fernández, “La seguridad pública en México” Los desafíos de la Seguridad Pública en México,
Universidad Iberoamericana UNAM y PGR, México, 2000, P.127.

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conceptual de la seguridad en México

mantenimiento del orden y la paz públicos. En principio, se contaba con la noción


de orden público, entendido este como «un estado de legalidad normal en el que la
autoridad ejerce sus atribuciones y los gobernados obedecen sin protesta» (González,
2000: 127). Sin embargo, este término resultaba insuficiente por lo que el concepto
de seguridad pública se vuelve más incluyente al garantizar no solo el orden público
sino el ejercicio de los derechos y las libertades de la colectividad.
Sergio García Ramírez define a la seguridad pública como «una cualidad de
los espacios públicos y privados, que se caracteriza por la inexistencia de amenazas
que socaven o supriman los bienes y derechos de las personas y en la que existen
condiciones propicias para la convivencia pacífica y el desarrollo individual y co-
lectivo de la sociedad» (García, 2002: 81). De acuerdo con la OEA «el concepto de
seguridad pública se ha desarrollado y entendido a partir de una perspectiva más
compleja que en décadas pasadas. Las amenazas de seguridad van más allá de la
esfera militar tradicional para incluir problemas que tienen un impacto directo en
la vida de las personas, como son la violencia de pandillas, el crimen cibernético,
el tráfico ilegal de drogas, las armas de fuego, o de seres humanos» (Organización
de Estados Americanos, 2015).
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 21,
define a la seguridad pública como:
[…]una función a cargo de la Federación, las entidades federativas y los
Municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y
persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones
administrativas, en los términos de la ley, en las respectivas competencias
que esta Constitución señala. La actuación de las instituciones de seguridad
pública se regirá por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, pro-
fesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución. (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2017:
Art. 21).

Por su parte, la Ley General del Sistema de Seguridad Pública la define como:
[…]una función a cargo de la Federación, las entidades federativas y
municipios, que tiene como fines salvaguardar la integridad y derechos de
las personas, así como preservar las libertades, el orden y la paz públicos y
comprende la prevención especial y general de los delitos, la sanción de las
infracciones administrativas, así como la investigación y la persecución de
los delitos y la reinserción social del sentenciado, en términos de esta Ley, en
las respectivas competencias establecidas en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. (Ley General del Sistema de Seguridad Pública,
2017: Art. 2).

De lo anterior se desprende que la seguridad pública constituye una función


del Estado que le corresponde proveer a todas las esferas de gobierno, Federación,
entidades federativas y municipios. Esto significa que se trata de una facultad
constitucional que ejercen cada una de las esferas de gobierno en diversos gra-
dos y medidas, de acuerdo con la distribución de competencias que determina el

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

Congreso de la Unión mediante la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad


Pública19 que establece las bases de coordinación en la materia. El artículo 3º
de esta ley refiere los fines específicos del Estado en cuanto a las funciones de
seguridad pública:
La función de Seguridad Pública se realizará en los diversos ámbitos de
competencia por conducto de las Instituciones Policiales, de Procuración de
Justicia, de las instancias encargadas de aplicar las infracciones administra-
tivas, de la supervisión de medidas cautelares, de suspensión condicional del
procedimiento de los responsables de la prisión preventiva y ejecución de
penas, así como por las demás autoridades que en razón de sus atribuciones
deban contribuir directa o indirectamente al objeto de esta Ley. (Ley General
del Sistema de Seguridad Pública, 2017: Art. 3).

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad


Pública: La seguridad pública tiene el objetivo de hacer prevalecer el orden público
evitando toda clase de violaciones del fuero común. Su objetivo será garantizar que
la ciudadanía pueda lograr su bienestar dentro del respeto al orden jurídico.20
Marta Silvia Moreno expone que la seguridad pública tiene como fines
prioritarios:
[…]mantener el orden público, proteger la integridad física de las personas y
sus bienes, prevenir la comisión de delitos e infracciones a los Reglamentos gu-
bernativos y de policía, colaborar en la investigación y persecución de los delitos y
auxiliar a la población en caso de siniestro y desastres, es muy amplia la gama de
actividades que realiza y todas son fundamentales para la estabilidad de un país,
cualquiera que falle, propicia la inseguridad de la población con las consecuencias
negativas que hemos venido padeciendo en los últimos tiempos. (Moreno, 2004:
4).
Es importante manejar un concepto claro de seguridad pública. Para entender-
lo a cual descansa el concepto.

19 El Congreso tiene facultad: XXIII. Para expedir leyes que establezcan las bases de coordinación entre la Federación,
el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, así como para establecer y organizar a las instituciones de seguridad
pública en materia federal, de conformidad con lo establecido en el artículo 21 de esta Constitución.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículo 73, 03 de Febrero de 2015.
20 Las violaciones al fuero común se refiere a la violación de la aplicación territorial de las leyes de las entidades federativas
cuando se comete algún delito, en función de lo que se tenga tipificado en el respectivo código penal estatal.
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Disponible en: http://secretariadoejecutivo.gob.
mx/faq/incidencia-delictiva.php

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

Valores y base institucional de la Seguridad Pública


Valores

La vida como valor supremo de todo ser humano


y por tanto el primero y principal valor que es objeto
Vida e integridad
de protección, tanto de la integridad física como
de la persona
de una adecuada protección jurídica y material por
parte del Estado.

La tutela de los derechos humanos y la preser-


vación de sus libertades implica la protección de los
individuos frente al Estado (la población encuentra
Derechos y libertades protegidos sus derechos y libertades contra cualquier
de las personas acto de autoridad) reconociendo los derechos funda-
mentales de todo individuo (esos que le son inheren-
tes) y que reclama ante el ordenamiento jurídico por
su simple calidad de ser humano.

El orden público es el sustento de la cohesión


social que motiva la existencia del Estado. Su pre-
servación es requisito esencial para la conservación y
Orden y paz públicos
desarrollo de las libertades y derechos del individuo
como ser social. El objetivo principal será la conser-
vación del Estado de Derecho.

Base institucional
Función Estatal de Seguridad Pública en cuatro ámbitos principales
Implica atacar las causas que generan la comi-
sión de delitos y conductas antisociales así como
formular políticas y realizar programas y acciones
Prevención y vigilancia
para fomentar en la sociedad valores culturales
y cívicos junto con la participación integral de la
ciudadanía.
Se referirá a representar a la sociedad, defender
el Estado de derecho, ejercer acción penal contra
quienes transgredan el orden jurídico y social
cometiendo un delito o no ejercerla cuando así lo
Procuración de Justicia
disponga la ley. Esta labor se llevará a cabo a través
de las Procuradurías de Justicia (órgano investiga-
dor), el Ministerio Público y los cuerpos policiacos
bajo su mando.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

Se refiere al papel del Ministerio Público ya


no como órgano investigador sino en su papel de
acusador con el ejercicio de la acción penal. El
Ministerio Público, al dar cuenta a la autoridad
Administración
judicial de la comisión de hechos delictivos y sus
de Justicia
posibles autores, deberá seguir el proceso previsto
en los ordenamientos legales otorgando al probable
responsable la plena garantía de defensa consagrada
en la Constitución.

El fin principal de la pena como sanción que se


impone al responsable de la comisión de un delito
es su readaptación. La pena no tendrá una función
Reinserción Social
retributiva que sustituya la venganza social, sino
colocar al infractor en condiciones que le permitan
reintegrarse a la sociedad.

Fuente: Elaboración propia con datos de José Antonio González Fernández,


2000, «La seguridad pública en México» Los desafíos de la Seguridad Pública
en México, Universidad Iberoamericana UNAM y PGR, México, P.p. 128-
134. Disponible en: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/1/419/12.pdf y
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2015, Art. 21.

El cuadro presenta la función que los valores tienen de crear y conservar las
condiciones necesarias para que la sociedad y sus integrantes ejerzan sus libertades
y derechos en un ambiente de seguridad sin trasgredir las libertades y los derechos
de los demás permitiendo desarrollar a plenitud las aptitudes y capacidades de los
ciudadanos. La base institucional que descansa sobre los cuatro ámbitos expuestos
en el cuadro tiene como finalidad desarrollar los principios conforme a los cuales los
tres niveles de gobierno coordinen sus recursos, esfuerzos y acciones en el campo de
la seguridad pública.
Así, la función de seguridad pública tendrá dos fines:
Salvaguardar la integridad y derechos de las personas así como preservar
las libertades, el orden y la paz públicos, siendo los sujetos de protección las
personas consideradas individualmente en sus libertades, su integridad física y
sus derechos patrimoniales.

Instrumentarse a través de las sanciones de las infracciones administrativas,


la prevención y persecución de los delitos así como de la reinserción social de
los delincuentes.21
En materia de seguridad pública, la distribución y el ejercicio de las competencias
se articulan en torno a un sistema específico. De esta suerte, el Ministerio Público y
las instituciones policiales de los tres órdenes de gobierno, a través de conferencias

21 Herramientas de carácter coactivo, es decir, instrumentos orientados a que prevalezca el monopolio legítimo del uso
de la fuerza de la autoridad del Estado.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

nacionales,22 conforman el Sistema Nacional de Seguridad Pública. La instancia


superior de coordinación y definición de políticas públicas en dicho sistema es el
Consejo de Seguridad Pública.23
La función de seguridad pública debe vincularse a la idea de participación a
partir de estrategias y acciones entre la ciudadanía y las instituciones encargadas
de las labores de seguridad. Esto exige la articulación y coordinación de todos los
órganos que intervienen en ello en los tres niveles de gobierno. Ante una anomia 24
de seguridad, los ciudadanos deben centrar gran parte de sus esfuerzos en la defensa
de sus bienes y derechos. La crisis de seguridad por la que atraviesa el país es conse-
cuencia de la pérdida de confianza ciudadana en las instituciones responsables de la
seguridad y la procuración de justicia.
Con frecuencia, el ámbito de la seguridad pública se vincula e incluso se con-
funde con el de Seguridad Nacional por lo que una delimitación conceptual de este
último se vuelve pertinente.

Seguridad Nacional
La noción de Seguridad Nacional fue impulsada a partir de la Guerra Fría de-
bido a los conflictos este-oeste traduciéndose en una confrontación de dos modelos
diametralmente opuestos y la necesidad de justificar la actuación del Estado para
defender los intereses que los Estados Unidos y la Unión Soviética consideraban
legítimos.25 El concepto de Seguridad Nacional 26 «fue hecho a la medida necesaria
para justificar la destrucción política e incluso física del llamado enemigo interno».

El artículo 10 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública establece que dicho sistema se integra,
entre otras instancias, por las conferencias nacionales de procuración de justicia; de Secretarios de Seguridad Pública;
del Sistema Penitenciario; y de la Seguridad Pública Municipal. En dichas conferencias están representadas autorida-
des federales, del Distrito Federal, estatales y municipales.
23 El Presidente del Consejo Nacional de Seguridad Pública recae en el Presidente de la República y sus integrantes son,
por parte de la Federación, los secretarios de Gobernación (quien suple al presidente en sus ausencias) de la Defensa
Nacional, de Marina, de Seguridad Pública (el 2 de enero de 2013, se publicó en el DOF una reforma a la Ley Or-
gánica de la Administración Pública de la Federación, mediante la cual desaparece la Secretaría de Seguridad Pública
transfiriéndose su competencia a la Secretaría de Gobernación) y el Procurador General de la República; por parte
de las entidades federativas, los Gobernadores de los Estados y Jefe de Gobierno del Distrito Federal; y finalmente,
el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, quien depende directamente del Presidente de la
República y representa al órgano operativo del Sistema.
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Disponible en: http://www.secretariadoejecutivo.
gob.mx/sistema-nacional/consejo-nacional.php
24 La concepción de anomia, desde un punto de vista social, es elaborada en principio por Durkheim y Parsons, después
desarrollada por Robert Merton, donde se afirma que el comportamiento delictuoso está condicionado porque la
sociedad no brinda a ciertos individuos los medios legales necesarios para alcanzar el bienestar material ofrecido por
ella misma
La concepción inicial que acompañó a la seguridad nacional fue netamente militarista, por la simple razón que estaba
orientada a frenar el avance del bloque oriental alrededor del mundo.
Gral. Brig. DEM. Jaime González Ávalos. 2013. “La seguridad interior en México: concepto y campo de acción. Con-
fusión con el concepto y el campo de acción de la seguridad pública.” En Revista del Centro de Estudios Superiores
Navales. Abril-Junio. Volumen 34. Número 2. México. P. 16.
25 La seguridad nacional se construyó alrededor de problemas de defensa militar ante amenazas internas y externas y
considerada generalmente análoga a los conceptos de defensa nacional, seguridad interior y seguridad exterior.
Antonio López Ugalde. “Seguridad Nacional: razón de Estado contra razón jurídica”. Revista Bien Común y Gobier-
no, ITAM, Vol. 7, No. 77. Mayo 2001. P. 40.
26  La seguridad nacional se construyó alrededor de problemas de defensa militar ante amenazas internas y externas y
considerada generalmente análoga a los conceptos de defensa nacional, seguridad interior y seguridad exterior.
Antonio López Ugalde. “Seguridad Nacional: razón de Estado contra razón jurídica”. Revista Bien Común y Gobier-
no, ITAM, Vol. 7, No. 77. Mayo 2001. P. 40.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

(Vázquez, 2001: 25). Esta estrategia dio lugar a los llamados Estados de Seguridad
Nacional, en los cuales correspondió a las Fuerzas Armadas la conducción del proce-
so político mediante regímenes autoritarios cuya justificación se basó exclusivamente
en la salvaguarda de la unidad nacional y los intereses nacionales.27
De acuerdo a Athanasios Hristoulas, la concepción tradicional de Seguridad
Nacional está guiada a través de la teoría realista y la teoría global (Hristoulas, 2001:
13-14). La primera, asume que el sistema internacional es un ambiente hostil en el
que los Estados se encuentran en constante competencia, por lo que las principales
amenazas a la Seguridad Nacional serán otros Estados y su búsqueda por el poder
y riqueza. La visión realista extrae dos conclusiones: a) La Seguridad Nacional y la
soberanía son esencialmente la misma cosa; la Seguridad Nacional se convierte en
la habilidad del gobierno para controlar el territorio del Estado en contra de una
agresión y b) la Seguridad Nacional es un bien de suma-cero; si un Estado tiene más
de ella, otro Estado tendrá menos.28 La segunda argumenta que la Posguerra Fría
produjo un nuevo conjunto de peligros y amenazas, muchas de las cuales no pueden
combatirse con el desplazamiento de tropas (problemas económicos, ambientales,
sanitarios, Estados débiles o colapsados, cárteles de drogas). Esta realidad obliga a
cambiar la manera en que se piensa sobre la seguridad y por tanto en la conceptuali-
zación de la Seguridad Nacional.29
Cuando un Estado es fuerte se protege del exterior. Entre más débil sea un
Estado más ambigua se convierte la Seguridad Nacional, porque el gobierno tiende
a confundirla con la seguridad del Estado […] un Estado fuerte invoca a la segu-
ridad nacional para proteger la independencia, su identidad política y su forma de
vida de amenazas externas, mientras que un Estado débil tenderá a usar al ejército
para protegerse de supuestas amenazas internas (Rodríguez, 2008: 43). Un Estado
democrático fuerte es necesario para sostener políticas de Seguridad Nacional tanto

27  El concepto de interés nacional es anterior al de seguridad nacional al que le brinda sustento. Hans Morgenthau
señala al interés nacional como la brújula que debe guiar a los dirigentes y fuente de legitimidad de la política exterior
de los Estados. Para este autor, el interés nacional de una nación sólo puede definirse en términos de supervivencia
y poder. Para una discusión más amplia sobre el interés nacional revisar: Hans J. Morgenthau. 1948 “Politics among
nations. The struggle for Power and peace”. Mc. Graw Hill. El interés nacional como base de la seguridad nacional,
depende de la solidez y capacidad de coordinación que la política le puede proporcionar. Esta referencia a la base
de la seguridad nacional hace supone la primacía del Estado en la construcción de la sociedad a partir del resguardo
de intereses generales, tales como la preservación del cuerpo político y sus instituciones, capacidad conductora de la
sociedad y aquellos concernientes a la supervivencia del Estado que le confieran soberanía e independencia. Severino
Cartagena Hernández. 1998, “El Binomio Seguridad-Desarrollo Hoy. Hacia un concepto contemporáneo de Segu-
ridad Nacional.” En Revista de Administración Pública, Seguridad Nacional, INAP, México. No. 98. P.p. 118-120.
28 La teoría realista de seguridad nacional menciona que las principales amenazas para un Estado eran de naturaleza
territorial por otro Estado en busca de territorio que les proporcionara mayor cantidad de recursos. Para engrandecer
o proteger el poder de un Estado, este necesitaba defenderse contra una invasión, o de manera alternativa, expandir su
territorio a partir del poderío militar. Por ello, en términos prácticos, la seguridad nacional, la soberanía del Estado y
un ejército fuerte eran esencialmente considerados la misma cosa.
Athanasios Hristoulas, 2001. “El Nuevo Orden Internacional y la Seguridad Nacional” en, Bien Común y Gobierno.
No. 77, México. P. 13-14.
29  La seguridad global reconoce que una nueva gama de peligros trascienden las fronteras y exceden las capacidades
reactivas de los Estados-naciones provocando que la seguridad sea interdependiente y no sustentable por medios
unilaterales al tener los Estados intereses comunes de modo que la mejor forma de garantizar la seguridad propia sea
ayudando a otros países a alcanzar la suya.
Athanasios Hristoulas, 2001. “El Nuevo Orden Internacional y la Seguridad Nacional” en, Bien Común y Gobierno.
No. 77, México. P.14.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

en el plano interior30 como al exterior, por lo que debe estar basado en el respeto e
inclusión de la pluralidad, defensa de la soberanía e independencia.
Basado en el resguardo de la soberanía, entendida como la esencia del poder del
Estado que le permite auto-determinarse y auto-organizarse libremente sin inter-
vención de otro poder de tal manera que el Estado soberano dicta su constitución y
señala el contenido de su derecho, el concepto de seguridad nacional se asoció a una
concepción represiva producto de tres elementos:
La contaminación que el término sufrió por la «exportación» de la agenda
de Seguridad Nacional norteamericana a América Latina.31
La acción represora del Estado y de control político para coartar el régimen
de libertades.32
La Seguridad Nacional es una idea de seguridad del Estado. Por las carac-
terísticas del sistema político mexicano, la seguridad del Estado se convierte en
seguridad del régimen y ésta supone la seguridad de un partido político y de los
grupos o personas que lo dominan en un momento determinado.33

Para Carlos Montemayor, la seguridad nacional


[…]no puede reducirse a la seguridad de un grupo en el poder, al soporte
de una política subjetiva o parcial sino a la integridad de la paz nacional, a la
seguridad de la nación misma. Debe ser un recurso más para conocer lo que
estamos viviendo o lo que puede llegar a ocurrir si no desaparecen medidas
gubernamentales de índole política o económica que puedan poner en peligro
la seguridad del país entero. Debe ser un apoyo para el cambio y el ejercicio
democrático y no para el endurecimiento político (Montemayor, 1994: 11).

30  Si bien es necesaria una discusión más amplia acerca del origen, significado y alcance que el concepto de seguridad
interior puede ser objeto, así como de las implicaciones institucionales que el mismo guarda dentro del orden legal
y de seguridad en México, baste decir que para el autor el concepto de seguridad interior será una unidad de análisis
de la Seguridad Nacional, en tanto que en el ejercicio de las atribuciones de la Seguridad Interior se observarán los
principios previstos en el artículo 4 de la Ley de Seguridad Nacional el cual establece que “La Seguridad Nacional se
rige por los principios de legalidad, responsabilidad, respeto a los derechos fundamentales de protección a la persona
humana y garantías individuales y sociales, confidencialidad, lealtad, transparencia, eficiencia, coordinación y coopera-
ción.” Diario Oficial de la Federación. 26 de diciembre de 2005. “Ley de Seguridad Nacional.” Disponible en: http://
www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LSegNac.pdf; La Ley de Seguridad Interior en México define al término
como “La condición que proporciona el Estado mexicano que permite salvaguardar la permanencia y continuidad
de sus órdenes de gobierno e instituciones, así como el desarrollo nacional mediante el mantenimiento del orden
constitucional, el Estado de Derecho y la gobernabilidad democrática en todo el territorio nacional. Comprende el
conjunto de órganos, procedimientos y acciones destinados para dichos fines, respetando los derechos humanos en
todo el territorio nacional, así como para prestar auxilio y protección a las entidades federativas y los municipios, frente
a riesgos y amenazas que comprometan o afecten la seguridad nacional en los términos de la presente Ley.”
Diario Oficial de la Federación. 21 de diciembre de 2017. “Ley de Seguridad Interior.” Disponible en: http://www.
diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LSInt_211217.pdf
31 Esto produjo la instauración de regímenes dictatoriales que garantizaran la promoción de la democracia liberal,
economías de mercado, los intereses de las corporaciones norteamericanas y el desarrollo del “enemigo interno” que
auspiciaba enfrentar el comunismo instaurando los llamados “regímenes de seguridad nacional”.
Leonardo Curzio. 1998. “La Seguridad Nacional en México: Balance y Perspectivas”. En Revista de Administración
Pública, No. 98, INAP. México. P.p. 9-10.
32  La Seguridad Nacional se convierte en una idea que excluye la democracia y las libertades; una idea subsidiaria de la
seguridad del Estado.
Idem.
33  La idea de seguridad nacional se equiparó a la seguridad de un grupo político (o en el mejor de los casos del gobierno)
a través de una guerra sucia sin restricciones éticas o legales de ningún tipo.
Ibid. P. 11.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

La Seguridad Nacional en México se ha referido tradicionalmente a «aquellos


programas, medidas e instrumentos que el Estado adopta para defender a sus órga-
nos supremos de un eventual derrocamiento violento por un movimiento subversivo
interno o por una agresión externa» (Orozco, 1997: 2886). Los problemas que ponen
en riesgo el bienestar o el futuro del país y que no se resuelven en el ámbito político
o en el de la seguridad pública adquieren prioridad sobre las demás dificultades
que enfrenta el Estado integrándose al ámbito de la Seguridad Nacional. Cuando
un Estado decide incluir un problema en sus estrategias de Seguridad Nacional le
da prioridad sobre los demás problemas que enfrenta el país. De no actuar de esta
forma el Estado enfrentaría consecuencias como amenazas a la integridad de los
ciudadanos, degradación general de su calidad de vida e incluso la desaparición del
Estado (Salazar, 2002: 64).
De acuerdo con Luis Herrera Caso, la Seguridad Nacional es:
«El conjunto de condiciones necesarias para garantizar la soberanía,
la independencia y la promoción del interés de la nación, fortaleciendo los
compromisos del interés nacional y reduciendo al mínimo las debilidades o
inconsistencias que puedan traducirse en ventanas de vulnerabilidad frente al
exterior» (Herrera: 2002).

Por tanto, la Seguridad Nacional interpreta que no existe entidad más adecuada
para proporcionar seguridad que el Estado. Las acciones de Seguridad Nacional
tienen que ver con todo lo que pone en peligro al Estado34 y lo que pueda atentar
contra la paz entre naciones.35
Si bien, las amenazas al Estado, en cuanto a una visión militarista, no deja de ser
importante, nuevos paradigmas de la seguridad han generado una variedad de ame-
nazas alejadas de esta concepción. El desarrollo del concepto de seguridad, como
concepto multidimensional, ha incorporado a las amenazas militares otras como
desastres naturales, enfermedades mortales, falta de recursos, el declive ambiental o
la pobreza, consideradas como amenazas a la seguridad. Esta concepción de la segu-
ridad, que no sólo influye en el terreno nacional sino también a nivel internacional,
ha sido conceptualizada, entendida y aplicada como Seguridad Humana, 36 misma
que se centra en las personas buscando disminuir las amenazas que son comunes a
toda la población mundial, tales como el desempleo, la salud, el medioambiente, la
alimentación o la vivienda, entre otros. Siendo entonces que la seguridad humana
se preocupa por la forma en que la gente vive y se desarrolla en un ámbito social

34  En el caso de México, una política integral de seguridad nacional del Estado Mexicano […] deberá atender todos
aquellos factores que puedan vulnerar el elemento humano del Estado […] es fundamental analizar y prever las
condiciones globales, sociales, ambientales, económicas, políticas, de salud y tecnológicas.
Gobierno de la República. 2013, “Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018” P. 31.
35 De acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 la seguridad nacional contribuirá a “salvaguardar la integridad
del territorio y preservar la soberanía de la nación […] fortalecer las capacidades de las fuerzas armadas […] la lucha
contra el terrorismo y la delincuencia organizada […] cooperación con otros países.
Poder Ejecutivo Federal. 2007, “Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012” México. P.p. 67-72.
36  Podemos definir a la seguridad humana como “la protección de los individuos frente a amenazas y situaciones críticas y
generalizadas, y al fortalecimiento de las capacidades de la población para desarrollar su potencial a través de esfuerzos
concertados que permitan el desarrollo de normas, procesos e instituciones que sistemáticamente trate a las inseguri-
dades de que puedan ser objeto.”
Nasu, Hitoshi, 2011. “The expanded conception of security”, Amsterdam Law Forum, VU, University of Amsterdam.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

a partir del ejercicio de derechos y oportunidades sociales (PNUD, 1994), resulta


imperativo examinar, a continuación, el concepto de seguridad ciudadana, como
unidad de análisis del concepto de seguridad humana.37

Seguridad ciudadana
Las amenazas no van referidas al Estado como ente autónomo, sino a los ciuda-
danos que lo conforman. Estas amenazas a la ciudadanía, en términos económicos,
políticos, sociales, culturales y medioambientales, deben ser atendidas de manera
eficiente y oportuna por parte del Estado a partir de la generación de las condiciones
necesarias para que la población pueda solventar sus necesidades básicas de alimen-
tación, salud, vivienda y empleo, como aspectos cruciales de su agenda de seguridad
que prevengan la generación de un clima de inestabilidad y por ende de inseguridad.
Para llevar a cabo lo anterior, deben incrementarse las soluciones a los problemas
civiles a partir del mejoramiento de las instituciones, leyes, políticas, programas y
procesos securitarios que permitan el ejercicio de prácticas preventivas y de control
de las conductas delictivas, generando con ello un mejor desarrollo de la sociedad
civil. Esto garantizaría a la población el efectivo ejercicio de sus derechos así como
una continuación eficiente en los procesos de reconstrucción del Estado que permitan
incrementar las condiciones de generación de crecimiento y bienestar en la población.
La seguridad se ve amenazada cuando el Estado no cumple con la función de
brindar protección, interrumpiendo con ello la relación básica entre gobernantes y
gobernados. Así, se ha transitado de una visión estatocéntrica clásica, bajo la cual se
privilegiaba el uso de la fuerza y la defensa del Estado, a una visión enfocada en un
nivel individual en donde:
[…]la insatisfacción de las necesidades básicas constituye una amenaza a la
seguridad del individuo[…]la seguridad debe centrarse en las personas[…]la
seguridad de las personas se ve amenazada no sólo por la violencia física, sino
también por otras amenazas a su subsistencia en condiciones de dignidad (Pérez
de Armiñón, 2007: 62).

Andrew Hurrell expone que las nuevas amenazas para la seguridad se derivan de
la incapacidad de los Estados para proveer condiciones mínimas de orden político
dentro de sus fronteras, lo que puede llevar a que la inestabilidad y violencia internas
se extiendan al ámbito internacional (Hurrell: 1998).
La seguridad ciudadana, como concepto, surge en América Latina en el curso
de las transiciones a la democracia como medio para diferenciar la seguridad en
regímenes autoritarios de la seguridad en regímenes democráticos. En éstos, el con-
cepto seguridad ciudadana se utiliza como referencia a la seguridad de las personas
y grupos sociales (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2009). La idea
de seguridad ciudadana surge como una concepción de participación social en un
marco democrático. Para Alejandra Massolo, la seguridad ciudadana […] se asocia a
la recuperación de las instituciones democráticas de América Latina, la defensa de los

37  La seguridad humana no es un asunto armamentístico, es un asunto de dignidad humana.


Paul D. Williams. 2013. “Security Studies. An introduction”. Routledge, P.p. 8.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

derechos ciudadanos ante las arbitrariedades de las fuerzas del Estado, la criminali-
dad, la corrupción y a la exigencia hacia el Estado de las garantías de una convivencia
pacífica (Massolo, 2005: 10-11).
De acuerdo con el Informe Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos, presen-
tado por la CIDH en 2009, la seguridad ciudadana será una de las dimensiones de la
seguridad humana al involucrar a múltiples actores, condiciones y factores entre los
cuales se encuentran la vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales y las
políticas y programas de los gobiernos. Para la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, la seguridad ciudadana debe ser concebida como:
[...]una política pública, entendiendo por ésta los lineamientos o cursos de
acción que definen las autoridades de los Estados para alcanzar un objetivo
determinado, contribuyen a crear o a transformar las condiciones en que se
desarrollan las actividades de los individuos o grupos que integran la sociedad
(Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2009: IX).

El Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014 del PNUD reconoce que


los avances en materia de seguridad ciudadana resultan de un enfoque multisectorial
y de una serie de políticas que incluyan medidas de prevención, reformas instituciona-
les, inversión pública suficiente, cambios en la relación entre Estado y comunidades,
voluntad política amplia y sostenida y la adopción de sistemas de información más
modernos y eficaces (PNUD, 2013: 9).
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2014 define a la seguridad ciu-
dadana como «el derecho de todo ciudadano a vivir libre de todas las formas de vio-
lencia y delincuencia». (Banco Interamericano de Desarrollo, 2014: 10). De acuerdo
con el documento, la seguridad ciudadana es un reto marcado por la complejidad, el
riesgo y escaso soporte empírico regional. En este sentido, la formulación de políticas
de seguridad ciudadana revestirá complejidad debido a tres razones:
La violencia y la delincuencia tienen múltiples causas y dimensiones, lo que
provoca que los gobiernos los aborden a través de enfoques multisectoriales que
no cuentan con un organismo rector claramente definido. El consenso sobre
enfoque de políticas para responder a este fenómeno es frágil o solo parcial lo que
produce riesgos potenciales en cuanto a derechos humanos y riesgos relativos
en cuanto a la viabilidad de los proyectos. Se adolece de una base documental
suficiente en cuanto a la eficacia de las políticas de seguridad ciudadana (Banco
Interamericano de Desarrollo, 2014: 10).

Hitoshi Nasu define a la seguridad ciudadana como «el rango de fuentes no mili-
tares de inestabilidad en el terreno económico, social, humanitario y ecológico como
amenazas a la paz y la seguridad.» (Nasu, 2011: 18).
De acuerdo a Percy Quiróz, la seguridad ciudadana se compone de dos acepciones:
La primera la define como la condición de encontrarse la persona libre de violencia
o amenaza de violencia, o la sustracción intencional por parte de otros. La segunda
es la acción destinada a proteger a los ciudadanos frente a los hechos de violencia o
sustracción o despojo, lo que se persigue con una política pública, entendida como los
lineamientos o cursos de acción que definen las autoridades estatales. Esto constituye

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

una obligación del Estado derivada de sus compromisos internacionales para garan-
tizar los derechos fundamentales de las personas (Quiróz, 2013).
Así, a partir de las conceptualizaciones expuestas y de acuerdo con Massolo,
en el sentido de la recuperación de las instituciones democráticas, la defensa de los
derechos ciudadanos y la exigencia de garantías de convivencia pacífica, podemos
definir la seguridad ciudadana como:
El beneficio de la sociedad y sus integrantes a partir de factores democrá-
ticos que garanticen la gobernabilidad, estabilidad y desarrollo por parte del
Estado hacia los ciudadanos como personas y grupos sociales, garantizando su
seguridad de manera integral así como de sus derechos fundamentales.

Por tanto, la seguridad ciudadana «hace del individuo el sujeto en donde y desde
donde se construye la seguridad en la cotidianidad (López, 1997). Para que la segu-
ridad se construya y funcione adecuadamente requiere de mecanismos que permitan
generarla, analizarla, medirla, mejorarla e implementarla de manera eficiente y
continua. Para llevarlo a cabo, se requiere de un sistema de información que genere
datos para la planeación, formulación e implementación de políticas públicas que
permitan un desarrollo integral de la seguridad de los ciudadanos.

Conclusiones
Los conceptos y las teorías constituyen un aspecto fundamental dentro del trabajo
académico al permitir la comprensión de nuevos conocimientos y a través de ellos
resolver problemas de diversa estructura. Para el desarrollo de nuevo conocimiento
en las ciencias sociales se requiere claridad sobre los conceptos fundamentales que
den sustento a los temas de estudio, así como a los aspectos teóricos que permitan
desarrollarlos.
Sin una base conceptual definida es difícil comprender el mundo y desarrollar los
procesos cognitivos. Por tanto, un desarrollo conceptual adecuado busca la precisión
y exactitud con la finalidad de aportar claridad al momento de definir un tema de
investigación y sus implicaciones permitiendo explicar, comprender, describir e inter-
pretar lo que acontezca en el desarrollo acerca del mismo. Es así que una conceptuali-
zación acerca de la seguridad en México debe sustentarse a partir de aspectos teóricos
que permitan su utilización dentro de la ingeniería constitucional, proporcionando
claridad para su implementación en distintos ámbitos de operación.
El crecimiento de la delincuencia organizada, altos índices de corrupción, así
como amenazas a la seguridad física, patrimonial, económica, política y social exigen
soluciones oportunas, realistas y eficaces que coadyuven a la generación de condicio-
nes que permitan al ciudadano el desarrollo armónico de su capacidad individual y
social sin temor a la inseguridad. Para lograr esto, se requiere la construcción de un
aparato conceptual sustentado en aspectos teóricos-metodológicos sólidos que permi-
tan clarificar y explicar los hechos sociales que generan condiciones de inseguridad
en el ciudadano y que permitan la formulación e implementación de políticas públicas
eficientes y eficaces, sustentadas bajo estudios analíticos, que lleven al mejoramiento
de las condiciones sociales, políticas y económicas bajo las cuales vive y se desarrolla
la ciudadanía.

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Consideraciones teórico-metodológicas para el estudio
conceptual de la seguridad en México

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80 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Aproximación a un modelo que permita medir
el campo diplomático en el contexto de su contribución
al Poder Nacional
A Model´s approach allows to Measure
the Diplomatic field in the context of its contribution
to National Power
Resumen
La intención de esta propuesta es comprender la manera en la que es posible diseñar mecanismos de
medición simples y prácticos que permitan determinar cómo las actividades que realizan las instituciones
que conforman cada uno de los campos del Poder de un Estado -en su quehacer constante- contribuyen
al fortalecimiento o debilitamiento del Poder Nacional y adicionalmente conocer su impacto en general.
De inicio se propone una lista con los intereses nacionales y su prioridad como referencia para
consolidar y asegurar la permanencia de una base que sirva de apoyo para el desarrollo nacional y la
proyección del Estado. Se describe un método que contiene una serie de consideraciones mediante las
cuales es posible establecer los fundamentos que sustentan esta contribución, así como los indicadores
y sus fuentes.
Además se explica cómo realizar un análisis que permita la agrupación o factorización de estos
indicadores y elegir a los más relevantes para que su relación y ponderación, conformen un índice cuyo
valor sea un dato que permita conocer la aportación de estos campos al Poder Nacional y su impacto.
Finalmente, con este trabajo es posible llegar al razonamiento que sustente el estudio del campo
diplomático en el contexto de su contribución al Poder nacional.
Palabras clave
Intereses nacionales, campo diplomático, Poder Nacional.

Abstract
This proposal intends to understand the way in which it is possible to design practical and
straightforward measurement mechanisms that allow determining how the activities carried out by
the institutions that make up each of the Fields of State Power in their constant work contribute to the
strengthening or weakening of National Power. Additionally, know its impact in general.
Initially, it proposes a list of national interests and its priority as a reference to consolidate and
ensure the permanence of a base that serves as a support for national development and the projection
of the State:
The foundations that support this contribution, as well as the indicators and their sources.
How to perform an analysis that allows the grouping or factorization of these indicators and chooses
the most relevant ones so that their relationship and weighting make up an index whose value comes
to be a data that allows knowing the contribution of these Fields to the National Power and its impact.
Finally, the reasoning behind the study of the Diplomatic Field in the context of their contribution
to National Power.
Keywords
National interests, how to measure the Diplomatic Field, National power.

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Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

Cap. Nav. AN. PA. DEM.


Marco Antonio Bandala López
Nació el 27 de Marzo de 1962 en la Ciudad de Poza Rica de Hidalgo en el Estado de Veracruz.
Ingresó a la Heroica Escuela Naval Militar el 10 de septiembre de 1979 de la cual egresó de la carrera de
Ingeniero en Ciencias Aeronavales el 1 de agosto de 1983. Su formación está constituida en su mayoría,
a bordo de las unidades operativas aeronavales de la Armada de México. Fue instructor de vuelo, Sub-
director y Jefe de Estudios en la Escuela de Aviación Naval. Llevó a cabo el curso Superior de Mando
en la Universidad de Defensa del Ejército de la República Popular de China. Realizó la especialidad
en Mando Naval, las maestrías en Administración Naval y en Seguridad Nacional en el Centro de
Estudios Superiores Navales, donde también fue Docente. Cuenta con cursos y diplomados en diversos
ámbitos como el de Comunicaciones Navales, Protección Marítima y Política exterior, entre otros. De
año 2014 al 2016 fue Agregado Naval a la Embajada de México en Canadá. A la fecha funge como Sub-
coordinador de Enlace Interinstitucional y Mandos Navales en la Coordinación General de Aeronáutica
Naval del Estado Mayor General de la Armada.

Correo electrónico: bandoleromabl@gmail.com


Artículo recibido el 14 de mayo de 2017. Aprobado el 13 de septiembre de 2018.
Los errores remanentes son responsabilidad de los autores.

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82 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

C

on el desarrollo y exposición de la presente aproximación se pretende des-
cribir una forma mediante la cual sea posible establecer:
El razonamiento que sustente el estudio del campo diplomático en el con-
texto de su contribución al Poder Nacional.
• Los fundamentos que sustenten esta contribución, así como los indicadores y
sus fuentes. Se utilizarán como guía algunas preguntas que ayuden a definir
la actividad que se desea medir, tales como, ¿Qué es el campo diplomático?
¿Qué es la diplomacia? ¿Para qué sirve? ¿Cómo hace su trabajo? ¿Cómo
ponderarlo y medir el resultado, o impacto, de su trabajo? Entre otras.
• Realizar un análisis que permita la elegir a los indicadores más relevantes,
agruparlos o factorizarlos, relacionarlos y ponderarlos para integrar un indi-
cador cuyo valor constituya un dato útil para conocer cuál es su aportación a
la construcción del Poder Nacional.

El propósito de este ejercicio es comprender cómo es posible diseñar mecanismos


de medición para elementos complejos, desde una perspectiva cuantitativa.
Para guiar la descripción de esta aproximación al método que se propone, se
plantean algunas preguntas cuyas respuestas ayudarán en la construcción del modelo.
¿Qué es el campo diplomático?
Los campos del poder, en general, son los componentes del Poder Nacional de
un Estado; engloban en forma independiente pero interrelacionados los aspectos
político, diplomático, económico, social, tecnológico y militar, para alcanzar los
Objetivos Nacionales. (SM-SDN, 2016)
Para efectos de la perspectiva, desde la cual se realiza la propuesta que se descri-
be, se tendrá como referente esta concepción.
El campo diplomático surge de la necesidad de analizar con mayor profundidad
el campo político, y para este fin se hace necesario separar las vertientes que influyen
al interior y al exterior de cada Estado.
De manera general, el campo diplomático, constituye una parte fundamental del
campo político el cual tiene dos grandes vertientes que son:
La política interior y la política exterior.
El campo diplomático es el responsable del debido cumplimiento de los linea-
mientos de política exterior que emite el más alto nivel de gobierno. Sus fundamentos
se encuentran en la constitución política de cada país.
¿Por qué medir el campo diplomático en el contexto de su contribución al Poder
Nacional?
Resulta necesario e importante analizar las actividades que realizan los campos
del Poder en general y, para el caso que nos ocupa, las actividades que, específica-
mente, realiza el campo diplomático, así como, el impacto que producen las acciones
diplomáticas en el entorno internacional considerando si sus resultados contribuyen
a fortalecer o debilitar el Poder Nacional de un Estado.
Por esta razón es necesario evaluar o medir el impacto que tienen las acciones que
realizan todos los campos del poder, en general.
Además de que la evaluación, realizada en forma periódica y constante, permite
detectar los cambios en el contexto, que afectan directamente a los intereses de

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Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

los Estados, y proporciona la posibilidad de rediseñar las estrategias o cambiar las


políticas por otras que favorezcan la consecución de sus objetivos, adaptándose así a
los cambios.
¿Cuáles son los fundamentos que sustentan la contribución del campo diplomá-
tico al Poder Nacional de un Estado?
Los fundamentos que sustentan la contribución del campo diplomático al logro
de los Objetivos y/o al aseguramiento de los Intereses Nacionales, y por ende al Poder
Nacional de un Estado, son los hechos que resultan de su quehacer permanente.
Los diplomáticos tienen el mandato específico de dar debido cumplimiento a las
políticas emitidas por sus gobiernos en materia de política exterior. El impacto que
tiene el resultado de sus acciones contribuye al fortalecimiento o debilitamiento del
Poder nacional de un Estado.
Pero ¿Qué es la diplomacia? ¿Para qué sirve? ¿Cómo hace su trabajo? Se dará
respuesta a estas preguntas de manera muy general y desde la perspectiva de los
profesionales de la actividad diplomática que se citan.
¿Qué es la diplomacia?
Desde el punto de vista de Antonio Pérez Manzano, Embajador, Editor y
Coordinador de la Revista ADE, Asociación de Diplomáticos Escritores www.
diplomaticosescritores.org, para definir dicho término es necesario recurrir a diferentes
apreciaciones, algunas de ellas, de tipo etimológico, otras de tipo gramatical o bien,
al uso que de tal palabra se ha hecho o acostumbrado a lo largo de la historia de las
relaciones internacionales. Es importante asentar los diversos conceptos que sobre
el tema han expresado juristas especializados; profesionales que han vivido en el
medio diplomático y, asimismo, por la forma en que se emplea en los medios de
comunicación oral y escrita o bien, en la vida cotidiana.
La palabra diplomacia se deriva del vocablo griego «díplóo», que significa plegar.
(protocolo.org, 2018)
Complementando la idea anterior cabe citar la definición de Flassan G., autor de
la obra «Historia de la Diplomacia Francesa», publicada en 1811: «Diplomacia es la
ciencia de las relaciones exteriores de los Estados, que tiene por base los diplomas o
actos escritos procedentes de los soberanos».
Entre otras opiniones valiosas, cabe mencionar la del diplomático británico, Sir
Ernest Satow, quien afirmaba que:
«Diplomacia es la conducción de los negocios entre Estados por medios pací-
ficos. Es, asimismo, la aplicación de la inteligencia y el tacto en la conducción de
las relaciones oficiales entre gobiernos de Estados independientes». (Raúl Valdés
y E. Loaeza. Ed. Secretaría de Relaciones Exteriores, 1976) Finalmente, y como
complemento de lo anterior, se agrega otro concepto moderno:
«Diplomacia es la conducción de los negocios entre Estados por medios pacífi-
cos. Es, asimismo, la aplicación de la inteligencia y el tacto en la conducción de las
relaciones oficiales entre gobiernos de Estados independientes». (Raúl Valdés y E.
Loaeza. Ed. Secretaría de Relaciones Exteriores, 1976)
Para efectos del presente trabajo se empleará la siguiente definición con un
complemento del suscrito. Lo anterior debido a que, se considera necesario hacer
consciente a este grupo de funcionarios que, su compromiso es mucho más grande

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84 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

de lo que parecen percibir. «La diplomacia es el método para establecer, mantener


y estrechar las relaciones entre Los Estados, mediante negociaciones efectuadas
por Jefes de Estado, de Gobierno, Ministros de Relaciones Exteriores y Agentes
diplomáticos». (Raúl Valdés y E. Loaeza, op. Cit., pág. 26) y constituyen la primera
línea de defensa del Estado.
¿Para qué sirve la diplomacia?
La diplomacia es una actividad profesional cuyo objetivo es la representación de
un país en el extranjero debido a la necesidad de fomentar las buenas relaciones y el
defender los intereses legítimos de sus connacionales.
El origen de la diplomacia surge con la aparición del Estado-nación, conside-
rados los únicos sujetos. El término de diplomático aparece, cuando lo emplea, por
primera vez Edmund Burke en 1796, para referirse a las relaciones internacionales.
El surgimiento del concepto moderno aparece con la independencia de los
Estados, así como, de los derechos y deberes que han florecido debido al intercambio
político, cultural y económico, cuyas reglas descansan en usos, costumbres y en los
tratados internacionales.
Su objetivo es concebirse como un instrumento de comunicación eficiente que le
permita asegurar el mantenimiento de la paz entre los Estados, defender los intereses
comunes, así como, diseñar y emplear las herramientas de negociación que sean
requeridas, de acuerdo con el contexto en el que se desenvuelva, para cumplir con
su misión.
¿Cómo hace su trabajo?
Mediante la observación, la representación y la negociación.
La relación externa vincula a todos los sujetos del derecho internacional, sirve
como una herramienta de negociación a fin de lograr hacer coincidir los intereses de
los Estados. Se pretende un ambiente de paz.
La diplomacia no es autónoma, sino voluntaria y dependiente de los intereses y
deseos del Estado. (Almazan, 2014)
Las funciones de la misión diplomática, en general, son:
La representación diplomática, la protección diplomática, la negociación
diplomática, la observación e información, el fomento de las relaciones amistosas
y desarrollo de las relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado
acreditante y el Estado receptor, la difusión y el cumplimiento de las instrucciones.
(Roncati, 1989)
Sin duda cada uno de los temas citados en el párrafo anterior es suficiente para
desarrollar varios libros, sin embargo, no se considera necesario extender más estos
puntos debido a que, el interés de este trabajo es describir cómo medir el impacto de
esta actividad desde una perspectiva cuantitativa.
Propuesta de aproximación a un método
¿Cómo elegir los indicadores más relevantes para que su ponderación aporte un
dato de valor que, aplicado a la fórmula, impacte en el resultado e integre el Poder
Nacional?
Para lograr describir esta forma de aproximarse al método que se propone, es
necesario plantear y tener en cuenta las siguientes consideraciones:

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Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

• La evaluación del Poder Nacional, en cualquier caso, obedece al interés


específico de compararse con un propósito. Es pragmático.

Siempre que se realice un ejercicio de esta índole se debe tener claro cuál es
el objetivo del análisis comparativo y su propósito, sin esto bien definido, solo se
realizará un esfuerzo sin sentido.
Esto se refiere a que por cada interés específico debe realizarse un ejercicio
contextualizado y enfocado a citado interés. El resultado de cada medición será un
acumulado cuyo resultado se agregará a la fórmula que integre el valor que aporten
los demás campos del poder evaluados.
Se debe establecer, con mucha precisión, cual es el contexto en el que se desa-
rrollarán los eventos que se desean medir, y la validez dentro de los límites en el
tiempo, principalmente, debido a la rapidez de la dinámica en la que se desarrolla la
evaluación.
Esto es, los elementos que influyen en el análisis cambian muy rápido relativa-
mente, y debe tenerse presente la velocidad de este flujo.
• Es necesario tener claro cuáles son los intereses nacionales y su prioridad.

La razón para hacerlo es que se necesita de una base firme que se encuentre
asegurada y sirva de apoyo fundamental para el desarrollo nacional, sustentable,
sostenido y su proyección.
La dirección de la proyección es tarea de la política de desarrollo del gobierno en
funciones y, debe ser aceptada por la sociedad como soporte fundamental.
Sin el apoyo de la sociedad el Estado no está en capacidad de realizar actos de
esta magnitud. La simple imposición solo provoca inestabilidad.
Se propone que, para este caso, los intereses nacionales1 sean establecidos y prio-
rizados de la siguiente manera:
1. La permanencia del Estado.
2. La población.
3. El territorio nacional y la riqueza que contiene, en todas sus dimensiones.
4. La soberanía.
5. El desarrollo nacional

Los cuatro primeros intereses conforman la base fundamental que debe estar
asegurada para poder planear y desarrollar estrategias.
El objetivo de estas estrategias es lograr el desarrollo nacional en el contexto y
espacio de tiempo, siempre cambiante, desde dónde se realice la medición del Poder
Nacional y su comparación con otros países.
Cada campo, tiene la responsabilidad de deducir cuáles son las tareas que debe
realizar, desde su perspectiva, para fortalecer a los intereses nacionales, y diseñar los
mecanismos que logren hacerlas operables dentro del contexto de su quehacer coti-
diano, con el fin de que sus acciones contribuyan a alcanzar los objetivos nacionales
en función del desarrollo del país.

1  De cómo se determinan los intereses nacionales y su priorización se habla en otro trabajo.

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Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

En el contexto descrito en el párrafo anterior, se debe realizar un análisis que


permita la agrupación o factorización de los indicadores para elegir a los más rele-
vantes y que, su relación y ponderación, permita conformar un indicador cuyo valor
constituya un dato que permita conocer su aportación a la conformación del Poder
Nacional.
Es importante señalar que el resultado de estas acciones contribuirá al fortaleci-
miento o debilitamiento de citado poder y por esa razón debe ser medido o evaluado
periódicamente.
Descripción de la aproximación al método.
Para efecto de describir cómo medir el campo diplomático se eligió el elemento
denominado «Soft Power» o poder suave.
¿Por qué elegir como elemento a medir, el «poder suave o blando»?
Debido a que, en las relaciones internacionales actuales, es el instrumento que
emplean los Estados para negociar por medio de sus representantes. Sin embargo,
no es la única forma, evidentemente, los países que cuentan con mayores recursos
emplean una combinación de ambos para alcanzar sus objetivos, lo que es válido.
Se eligió al continente americano para hacer esta evaluación y dado que existe
solo un país con ambas capacidades, evidentemente, se decidió elegir el poder suave
como indicador y las categorías o subíndices que lo componen.
Por «Soft Power» (término en inglés) se entiende la capacidad de los países, o de
otros actores políticos, de lograr sus objetivos a través de la atracción y la persuasión.
Este término fue acuñado en 1990 por Joseph Nye, profesor de la Universidad de
Harvard, que en 2004 publicó el libro Soft Power: «The Means to Success in World
Politics». La contraparte es el concepto de poder duro.
«El poder duro», es aquel que emplea, para alcanzar sus objetivos, mecanis-
mos de presión más represivos como pudieran ser, la acción militar o las medidas
económicas.
La agencia de comunicación Portland publicó este año «The Soft Power 30», un
completo índice de países para descubrir cuáles son los 30 países con mayor poder
blando del mundo.
De acuerdo con esta revista, para elaborar este listado, y otorgarle prioridad, se
tienen en cuenta una serie de indicadores objetivos para cada país a los que se suman
datos de encuestas internacionales.
El índice mundial se crea con la evaluación realizada a los países en seis catego-
rías: cultura, gobierno, educación, colaboración, conectividad digital y negocios o
empresa.
Así establece que, la categoría cultura puntúa el alcance global y lo atractiva que
resulta la oferta cultural de cada país, mientras que la categoría de gobierno tiene
en cuenta el compromiso de los países con la libertad, los derechos humanos y la
democracia, además de la calidad de sus instituciones políticas.
Para la educación se toma en cuenta el interés que ofrece cada país para pro-
mover y apoyar a los estudiantes internacionales, esto ayuda a determinar el valor
de la categoría, mientras que la capacidad de atracción del modelo económico de
un país o su capacidad de innovación determina la puntuación otorgada al mundo
empresarial.

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Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

Para la colaboración se considera el resultado, de los beneficios, que traen a su


país los acuerdos establecidos en el ejercicio de la acción diplomática y la conecti-
vidad digital se refiere a la capacidad conectiva digital instalada, disponible, y al
porcentaje al que tienen acceso los ciudadanos en el país.
El orden de países con más poder blando ha estado encabezado, como se
observa en la imagen en diferentes años, por el Reino Unido, EE. UU. y Francia
principalmente.
La lista de los 30 países con mayor poder blando se cierra con México (42,52) y
China (40,85) en el 2015, para el 2016 con la República Checa y para el año 2018
con Brasil y Turquía. (MCCLORY, 2017)

El Soft Power es un elemento fundamental de las relaciones internacionales y se


encuentra muy presente en la sociedad global actual. Es la forma más empleada por
los países para relacionarse.
Es una de las herramientas más útiles que existen para influir en los intereses de
otro actor en la sociedad internacional, para que estos estén a favor de determinados
intereses de forma pacífica.
¿Por qué utilizar el poder suave?
Si se tiene la capacidad, es posible emplear una combinación de poder duro y de
poder suave para efecto de negociar los intereses particulares del Estado que posea
ambas capacidades, sin embargo, en el contexto internacional actual, el poder suave
prevalece.

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Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

Se trata de la capacidad que tiene un país de atraer a otros por su cultura, sus
valores políticos, su política exterior. Y en la era de la información en la que vivimos
hoy, los países son juzgados cada vez más por un público global que ha sido alimen-
tado por un flujo incesante de noticias de Internet.
Por todo tipo de dispositivos de comunicación, nos están contando historias de
países, buenas y malas.
Los países con acceso a múltiples canales de comunicación e información tienen
una ventaja especial y ejercen mayor influencia.
Para tener poder blando es fundamental estar conectado.
Actualmente la información es diseñada para que todas las personas la entiendan
aun cuando sean ignorantes de algún idioma e incluso analfabetas, películas, nove-
las, series de televisión, noticias.
Eso es poder suave.
Es una forma de promocionar y percibir a los países, para bien o para mal. Se
debe estar consientes de este elemento y utilizar esta posibilidad a favor del interés
que sirva como guía.
Factorización de los elementos
El índice elegido para este caso es «el poder suave» y las categorías o subíndices
que lo conforman, y que para el caso que nos ocupa, fueron descritas anteriormente
son:
Cultura, gobierno, educación, modelo económico, colaboración y conectivi-
dad digital.
Para efectos de apoyo, en la descripción de la forma en la que se relacionan o
factorizan los elementos que se utilizan para medir el campo, (diplomático en este
caso), en el contexto de su contribución al Poder Nacional, se formulará una tabla de
elaboración propia con datos obtenidos de fuentes abiertas de internet, entre otras y
en el caso de no lograr obtener algunos datos, estos serán estimados por el suscrito a
fin de lograr la medición lo mejor posible.
Descripción de un ejemplo, de la aproximación a un método, para medir el campo
diplomático y su contribución al Poder Nacional, desde una perspectiva cuantitativa.
¿Cómo se define la investigación?
La investigación es un conjunto de procesos sistemáticos, críticos y empíricos que
se aplican al estudio de un fenómeno. (Sampieri, 2010)
¿Que es el enfoque cuantitativo?
El enfoque cuantitativo es aquel que usa la recolección de datos para probar
hipótesis, con base en la medición numérica y el análisis estadístico, para establecer
patrones de comportamiento y probar teorías. (Sampieri, 2010)
Este es el enfoque teórico que se empleó para interpretar la evaluación de los
datos contenidos en la tabla.
Para poder realizar esta actividad se construyó una tabla en la cual se establece,
por un lado, los elementos que serán comparados (países) y por el otro, se establece
el índice que será evaluado y a la derecha, en la misma fila, se indican cuales son los
criterios que se emplean para la medición.
El índice esta conformado por subíndices o categorías, para este caso son: cultura,
gobierno, educación, modelo económico, colaboración y conectividad digital, mis-

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Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

mos que se ubican en la fila debajo del índice (poder suave) y conforman 6 columnas
en las que se establece el valor obtenido en la medición de cada uno.
Los índices antes señalados constituyen indicadores en relación al Poder
Nacional y tienen escalas específicas previamente acordadas para que, a partir de
ahí, establezcan los valores que correspondan en función del impacto que tengan las
acciones que realicen las embajadas y consulados, responsables de dar cumplimiento
a los lineamientos de Política Exterior de cada país.
Es necesaria la supervición puntual de esta actividad debido a que podria mane-
jarse con alguna tendencia y restaría objetividad al resultado.
Cabe señalar que es posible hacer una ponderación pero no necesariamente debe
hacerse. Esta acción que depende del criterio del analista o grupo de analistas que
realicen el trabajo y, desde luego, del interés específico de la perspectiva del análisis.
Cada una de las casillas, correspondientes al cruce de la fila de cada país con el
cruce de la columna de las categorías o subíndices evaluados, corresponderá un valor
obtenido generalmente del trabajo de campo o de una investigación 2 .
Con relación a los criterios de medición
Esta columna se encuentra conformada por el criterio o criterios que sean em-
pleados para relacionar los resultados y así poder interpretarlos.
Para este caso se eligió el criterio denominado «proporcional» dado que los valo-
res obtenidos de la publicación antes citada tienen las mismas unidades.
En el caso del criterio de medición denominado «proporcional» se realiza me-
diante la división del valor del índice de cada país entre el valor de la suma de los
valores de los índices de todos los países involucrados en el análisis. El mayor valor
encontrado proporciona un lugar mas relevante en la tabla.
El valor mas alto que resulte de la aplicación de este criterio otorgará un lugar
predominante en la relación entre los países comparados.
Se considera necesario hacer énfasis en que los índices elegidos, así como su
conformación, y los criterios de medición, son seleccionados o, incluso diseñados,
por los analistas en función de su interés, enfoque o el objetivo de su trabajo.
No son rígidos y de ninguna manera los únicos.
Los elementos que conforman la tabla en comento, actualmente, fueron elegidos
en función de la información disponible al momento de realizar el trabajo para la
descripción del método de medición y hacerlos útiles para este fin.
Con la descripción del método encontramos diferentes valores que pueden
ser utilizados para los fines que marque el interés del análisis, en el ejercicio de la
comparación.
La comunicación entre los evaluadores de cada campo del Poder Nacional, es
fundamental para determinar los índices a evaluar, el interés específico que motiva
la evaluación y las unidades en las que deberán reportar los resultados de su trabajo.
Lo anterior, facilita la integración de los datos en una fórmula con relación entre
las áreas de oportunidad y los elementos que se oponen. El valor final obtenido
indica el Poder Nacional de un Estado.
Ejemplo de una aproximación al método para medir elementos complejos. Para
este caso, se eligió al campo diplomático y como indicador el «poder suave» con los

2  Para este caso surgen de la publicación que hizo la agencia de comunicación Portland este año «The Soft Power 30».

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en el contexto de su contribución al Poder Nacional

subíndices que lo conforman, así como el criterio de medición «proporcional».

Poder suave Criterio de medición


Go- Edu- Econó- Colabo- Propor-
Países Cultural Digital Suma
bierno cación mico ración cional
EE. UU 10.502 12.753 13.128 13.503 11.253 75.02 0. 293
Argentina 6,272 8.288 7.561 7.784 8.006 6.672 44.48 0. 173
Brasil 6.232 8.232 7.568 7.791 8.013 6.678 44.52 0.174
Chile 6.637 8.770 8.059 8.296 8.533 7.111 47.41 0.185
Méxic 6.204 8.199 7.534 7.756 7.977 6,.648 44.32 0,173

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de la


publicación de la Agencia de Comunicación Portland que
publicó «The Soft Power 30» 2017. (MCCLORY, 2017)

NOTA: No fue posible encontrar los datos correspondientes a cada una de las
variables que conforman el indicador «poder suave» y por esta razón se decidió divi-
dir el dato obtenido en partes, asignárselo a cada variable del índice y ponderarlo en
función de lo que, a juicio del suscrito, tendría mayor valor e influencia en la cons-
trucción del indicador. La ponderación para el indicador «poder suave» se encuentra
dentro del rango entre 0 y 100 %.

Conclusiones
El diseño de métodos para la medición de elementos complejos en una investigación
desde una perspectiva cuantitativa es posible.
Durante el desarrollo de este trabajo de medición, se identificaron las características
metodológicas de la investigación cuantitativa que permitieron diseñar y desarrollar un
modelo para medir un elemento complejo como el campo diplomático en el contexto de
su contribución al Poder Nacional.
También fue posible conocer las principales fases y características metodológicas de
la investigación cuantitativa.
Existen modelos y herramientas disponibles para realizar este tipo de ejercicios y los
resultados nos permiten cuantificar e interpretar una realidad.
Como parte de la experiencia de haber evaluado el campo diplomático de los países
contenidos en la tabla anterior, sobresalen los resultados de la evaluación a Chile, porque
se observa un comportamiento diferente, por expresarlo de alguna manera, debido prin-
cipalmente a sus características como país.
De acuerdo con los resultados de la agencia Portland. Es la democracia más avanzada
de Latinoamérica y su economía es de las más abiertas al mundo.
Además, los problemas internos que enfrentan Argentina, Brasil o México no im-
pactan a Chile de la misma forma.

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Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

Por esta razón, el reporte muestra que el poder blando de Chile tiene más relevancia
en temas de gobierno, educación y en asuntos comerciales. Pero a pesar de sus fortalezas,
Chile sigue sin ser percibido como un actor relevante dado una falta de protagonismo en
la comunidad internacional.
En resumen, el poder blando de Latinoamérica tiene mucho potencial debido a lo
atractivo que resulta su cultura y de los avances que han logrado en aspectos comerciales
principalmente.
Al mismo tiempo, tienen retos importantes por atender para asegurar un lugar más
favorable en las esferas influyentes del poder blando. Si ese fuera el contexto de su interés.
En el presente año, varios países de la región pasarán por una elección presidencial
que tendrá un impacto significativo sobre el poder blando de América Latina. Aun no es
posible conocer si serán positivas o negativas.
Habrá elecciones en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México y, en este contex-
to, la comunidad internacional estará muy pendiente de los posibles avances o retrocesos,
resultado de los procesos electorales, y sobre los lineamientos de política que emitan los
nuevos gobernantes.
Actualmente, Brasil es el único representante de América Latina en el top 30, ubicado
en la posición 29. Argentina, México y Chile se ubican debajo de la línea. (MCCLORY,
2017)
En general, América Latina se encuentra en el límite inmediato a la línea base de los
30 países con el índice de mayor poder suave y con el potencial de subir o bajar.
Brasil, Chile, Argentina y México frecuentemente son la referencia de la región por
lo que, a juicio del suscrito, constituye una muestra válida para explorar el potencial de
poder blando en la región.
Los países latinoamericanos no han logrado unirse para aplicar programas de diplo-
macia en bloque. Actúan por su cuenta.

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92 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
Aproximación a un modelo que permita medir el campo diplomático
en el contexto de su contribución al Poder Nacional

Bibliografia

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• MCCLORY, J. (2017). The Soft Power 30 A Global Ranking of Soft Power 2017. Southern California:
Portland USC Center of Public Diplomacy.
• Portland, a. d. (17 de julio de 2015). Estos son los países con más poder blando del mundo, págs. http://www.
lavanguardia.com/vangdata/20150716/54433449266/estos-son-los-paises-con-mas-poder-blando-
del-mundo.html. Obtenido de http://www.lavanguardia.com/vangdata/20150716/54433449266/
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ceremonial/protocolo-diplomatico/que-es-la-diplomacia.html
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McGRAW-HILL / INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V. QUINTA EDICIÓN.
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Obtenido de https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/59552/Informe_de_Avances_del_
PSRE_2014.pdf
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93 Revista del Centro de Estudios Superiores Navales. julio-septiembre de 2018. Volumen 39. Número 3. ISSN: 1870-5480
L
a Revista del Centro de Estudios Superiores Navales es una publicación
de tipo académica que tiene como objetivo ser un foro abierto en el cual
los miembros de la Armada de México y el personal civil interesados
puedan expresar sus ideas sobre temas de Seguridad Nacional y afines al ámbito
marítimo.
Está dirigida a la comunidad académica, científica y/o de investigación interesada
en temas relacionados con la seguridad nacional, la política, la estrategia, el ámbito
marítimo, la ciencia, la tecnología, y la historia y cultura navales.

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especialistas en el tema a quienes será enviado para su arbitraje académico (de
revisión por pares).
• Durante todo el proceso se conservará el anonimato tanto de los dictaminado-
res como de los autores.

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