Hume - Apuntes Tratado de La Naturaleza Humana
Hume - Apuntes Tratado de La Naturaleza Humana
Hume - Apuntes Tratado de La Naturaleza Humana
Hume argumenta que todas nuestras ideas se originan en nuestras impresiones, que son
experiencias directas y vívidas, mientras que las ideas son copias menos vívidas de esas
impresiones. Crítica al razonamiento inductivo. Hume sostiene que no hay una justificación
racional para asumir que el futuro se parecerá al pasado, ya que esto se basa en la
costumbre más que en la lógica. Esto lleva a cuestionar la certeza de nuestras creencias y el
fundamento del conocimiento. Discute temas como la causalidad, sugiriendo que nuestra
comprensión de las causas y efectos se basa en la observación habitual, no en una conexión
necesaria. Hume subraya la importancia de la experiencia en la formación del conocimiento
y la naturaleza limitada de nuestras inferencias.
El interés del filósofo radica en comprender la naturaleza de la mente humana y cómo esta
procesa la información, forma ideas y llega a conclusiones. Hume se interesa por cómo los
seres humanos piensan, sienten y razonan, lo que lo lleva a una exploración de la mente y su
funcionamiento. Esto marca un enfoque distintivo en la filosofía, donde prioriza el análisis
de la naturaleza humana sobre la explicación de fenómenos físicos o materiales.
Cita: “Es fácil ver por qué los filósofos están tan entusiasmados con esta noción de las
percepciones espirituales y refinadas, ya que por su medio ocultan muchos de sus absurdos
y rehúsan someterse a las decisiones de las ideas claras, apelando a las que son obscuras e
inciertas. Pero para destruir este artificio no necesitamos más que reflexionar acerca del
principio sobre el que hemos insistido de que todas nuestras ideas son copia de nuestras
impresiones. De aquí podemos concluir inmediatamente que, ya que todas las impresiones
son claras y precisas, las ideas que son copias de ellas deben ser de la misma naturaleza y no
pueden nunca, más que por nuestra culpa, contener algo tan obscuro e intrincado. Una idea
es por su naturaleza más débil y tenue que una impresión; pero siendo en los restantes
respectos la misma, no puede implicar un misterio muy grande. Si su debilidad la hace
obscura, nuestra tarea es remediar este defecto tanto como sea posible, haciendo a la idea
estable y precisa, y hasta conseguir esto es en vano pretender razonar y filosofar” (Hume,
2001) Pag. 68
“A las percepciones que penetran con más fuerza y violencia llamamos impresiones, y
comprendemos bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal
como hacen su primera aparición en el alma” (Hume, 2001) pag.20
“La primera circunstancia que atrae mi atención es la gran semejanza entre nuestras
impresiones e ideas en todo otro respecto que no sea su grado de fuerza y vivacidad. Las
unas parecen ser en cierto modo el reflejo de las otras, así que todas las percepciones del
espíritu humano son dobles y aparecen a la vez como impresiones e ideas. Cuando cierro
mis ojos y pienso en mi cuarto las ideas que yo formo son representaciones exactas de
impresiones que yo he sentido, y no existe ninguna circunstancia en las unas que no se halle
en las otras. Recorriendo mis otras percepciones hallo aún la misma semejanza y
representación. Las ideas y las impresiones parecen siempre corresponderse las unas a las
otras” (Hume, 2001) pag. 21
Define a las "impresiones" como las experiencias sensoriales directas y vívidas que tenemos,
como ver un color, escuchar un sonido o sentir una textura. Para Hume, las impresiones son
la base de todo conocimiento; son lo que realmente experimentamos en el mundo.
Las impresiones se dividen en dos categorías:
A partir de estas impresiones, Hume sostiene que formamos nuestras "ideas", que son
copias menos vívidas de esas impresiones. Así, el proceso de conocimiento se basa en la
relación entre impresiones e ideas, donde las ideas se construyen y organizan a partir de la
experiencia sensorial.
Las "ideas" son copias menos vívidas de las "impresiones", que son las experiencias
sensoriales directas y vívidas. Mientras que las impresiones provienen de la experiencia
inmediata a través de los sentidos, las ideas son las representaciones mentales que
formamos a partir de esas impresiones.
● Ideas simples: Son las representaciones más básicas que surgen directamente de
nuestras impresiones sensoriales. Estas impresiones son experiencias inmediatas y
vívidas que tenemos a través de nuestros sentidos, como ver un color, escuchar un
sonido o sentir una textura.
● Ideas complejas: Se forman al combinar y relacionar múltiples ideas simples. Son
ideas más elaboradas y pueden incluir conceptos más abstractos. Por ejemplo, la
idea de un unicornio es una combinación de las ideas de "caballo" y "cuerno".
2. Modos: Los modos son ideas complejas que dependen de una substancia, no
pueden existir por sí mismas. Son características o propiedades que describen cómo
son las substancias o qué atributos tienen. Ejemplo: La idea de "rojo" es un modo
que describe una propiedad de un objeto (como una manzana). Los modos son
esencialmente variaciones o modificaciones de las substancias, y no tienen existencia
independiente.
Todas las ideas complejas deben ser trazables a ideas simples, lo que significa que no
podemos concebir una idea compleja a menos que tengamos una experiencia sensorial
previa que la respalde. Este enfoque refuerza su empirismo, ya que subraya que el
conocimiento se basa en la experiencia y que nuestras ideas se construyen a partir de lo que
hemos vivido. Además, Hume enfatiza que nuestras ideas siempre deben poder ser
rastreadas a impresiones. Si una idea no puede vincularse a una impresión, Hume cuestiona
su validez y sugiere que podría ser un concepto vacío o metafísico.
● Memoria: Hume describe la memoria como la facultad que nos permite retener y
recordar impresiones e ideas pasadas. Es el mecanismo que nos permite acceder a
experiencias anteriores y, por lo tanto, a una parte importante de nuestro
conocimiento.
La imaginación es crucial para la creatividad y la invención. Permite que las ideas simples se
unan de nuevas maneras, dando lugar a ideas complejas y a la capacidad de soñar o
planificar el futuro.
Este principio de asociación explica cómo una idea puede evocar otra. Por ejemplo, pensar
en una playa puede llevarnos a pensar en vacaciones, debido a la contigüidad de esas
experiencias. La asociación de ideas es fundamental para la coherencia del pensamiento y la
comprensión del mundo.
En esta sección se habla del origen de las experiencias. El interés de Hume está en los
procesos mentales, no físicos.
Memoria:
- Conserva mucho de su primera vivacidad.
- Idea limitada.
- Ideas más vivaces y conscientes
- Presenta los objetos más claros
- Es más enérgica para el espíritu
Imaginación:
- Pierde su primer vivacidad
- No puede ser mantenida durante mucho tiempo
- Idea con poder de variación
- Percepción más débil para el espíritu
MEMORIA IMAGINACIÓN
● Semejanza:
Las ideas tienden a asociarse si son similares entre sí. Por ejemplo, al pensar en un árbol, es
probable que también pensemos en otros árboles o en objetos que comparten
características similares. Este principio ayuda a organizar nuestras experiencias y a
categorizar el conocimiento. Cita: “Cuando un objeto se asemeja a otro la semejanza se
revelará ya en un principio a la vista o más bien a nuestro espíritu y rara vez requerirá un
segundo examen” {...} “Apreciamos siempre esta diferencia a primera vista, sin necesidad de
ninguna investigación o razonamiento”. (Hume, 2001) pag.67
● Contigüidad en Tiempo y Espacio
Las ideas que están próximas en el tiempo o en el espacio tienden a asociarse. Por ejemplo,
si vemos una casa y luego vemos un jardín, es probable que conectemos ambas ideas debido
a su cercanía física. Este principio refleja cómo nuestra mente relaciona eventos o elementos
que ocurren juntos.
● Causa y Efecto.
Este es quizás el principio más importante para Hume. Las ideas se asocian en función de las
relaciones causales que percibimos. Por ejemplo, si observamos que encender una luz causa
que un cuarto se ilumine, esa relación se convierte en una asociación mental. Sin embargo,
Hume enfatiza que nuestra comprensión de la causalidad se basa en la observación habitual
y no en una conexión necesaria. Hume investiga cómo los seres humanos perciben
relaciones causales. Argumenta que nuestra comprensión de la causalidad no se basa en una
conexión necesaria entre eventos, sino en la costumbre y la experiencia acumulada.
Cita: “ Dos objetos, aunque semejantes en absoluto y aun apareciendo en el mismo lugar en
tiempos diferentes, pueden ser diferentes numéricamente, y como la fuerza por la que un
objeto produce otro no puede jamás descubrirse meramente por su idea, es evidente que
causa y efecto son relaciones de las que nos informamos por la experiencia y no por el
razonamiento o reflexión abstracta. No existe ningún fenómeno particular, aun el más
simple, que pueda ser explicado por las cualidades de los objetos tal como se nos aparecen
o que pueda ser previsto sin la ayuda de nuestra memoria y experiencia”. (Pag.66. Libro
Primero, Parte 3.) (Hume, 2001)
“Tan sólo la causalidad produce una conexión que nos da la seguridad de la existencia o
acción de un objeto que fue seguido o precedido por la existencia o acción de otro, y no
pueden las otras dos relaciones usarse en el razonamiento excepto en tanto que le afectan o
son afectadas por él. No existe nada en los objetos que nos persuada de que están siempre
remotos o siempre contiguos, y cuando descubrimos por la experiencia y la observación que
su relación en este particular es invariable, concluimos que existe alguna causa secreta que
los separa o los une”
Estos principios permiten que las ideas puedan asociarse entre ellas. Hay una especie de
reacción en cadena, 1 idea despierta a otra y así sucesivamente. Estos principios de unión
son cruciales para cómo procesamos, organizamos y entendemos nuestras experiencias, y
son esenciales para el funcionamiento del razonamiento humano.
● Facilitar la comprensión: Ayudan a nuestra mente a construir un marco coherente
para entender y recordar la información.
● Establecer relaciones: Permiten que formemos conexiones entre ideas, lo que es
esencial para el razonamiento y la elaboración de juicios.
● Generar conocimiento: A través de estas asociaciones, podemos desarrollar
conceptos más complejos y comprender el mundo que nos rodea.
Parafraseo:
"La costumbre es el gran guía de la vida humana; es el principio que nos lleva a anticipar un
evento basado en la experiencia pasada, sin la cual el entendimiento sería incapaz de hacer
ninguna inferencia."
"No podemos deducir una conexión necesaria de las causas de sus efectos; solo podemos
inferirlo a partir de la experiencia pasada, que nos enseña a esperar el mismo resultado de
manera habitual."
“La mente humana es una máquina de asociar ideas, y esta asociación es el resultado de la
costumbre."
Posibilidad y límites del conocimiento
Origen de las ideas: Hume sostiene que todas nuestras ideas derivan de impresiones
sensoriales. Esto significa que no podemos tener ideas sobre algo que no hemos
experimentado de alguna manera. Este principio limita nuestro conocimiento a lo que
podemos percibir.
Causalidad: Hume argumenta que nuestra comprensión de la causalidad se basa en la
costumbre y la experiencia, no en una conexión lógica necesaria. Esto implica que no
podemos conocer realmente las causas de los eventos, solo podemos observar patrones y
hacer inferencias basadas en la repetición.
Escepticismo sobre la metafísica: Hume es escéptico sobre las afirmaciones metafísicas que
no pueden ser vinculadas a impresiones. Esto significa que muchas ideas abstractas, como el
alma, la existencia de Dios o conceptos como la sustancia, carecen de fundamento empírico
y, por lo tanto, son cuestionables.
Límites de la razón: Hume señala que la razón, por sí sola, no puede justificar nuestras
creencias sobre el mundo. El razonamiento se basa en la experiencia previa y en el hábito, lo
que limita la capacidad de la razón para ofrecer certezas absolutas.
Naturaleza de la mente humana: Hume argumenta que nuestra mente tiende a buscar
patrones y conexiones, pero esta inclinación puede llevarnos a conclusiones erróneas o
infundadas si no se basa en la experiencia directa.
Info:
Sección 4, Parte Primera, Libro Primero; se centra en las impresiones y las ideas. Hume
habla sobre el entendimiento y cómo la razón está limitada por la experiencia y el hábito.
Sección 5: Aquí se discute la causalidad y cómo nuestras inferencias dependen de la
costumbre.
Sección 6: Aborda la asociación de ideas y el papel del hábito en la formación de nuestras
creencias.
Citas:
“En todas las ciencias demostrativas las reglas son ciertas e infalibles; pero cuando las
aplicamos nuestras facultades falibles e inciertas se hallan muy propensas a apartarse de
ellas y a caer en el error. Debemos, pues, en todo razonamiento hacer un nuevo juicio como
un freno o verificación de nuestro primer juicio o creencia y debemos ampliar nuestra
consideración hasta que comprenda una especie de historia de todos los casos en que
nuestro entendimiento nos ha engañado comparados con aquellos en que su testimonio era
exacto y verdadero”
“Nuestra razón debe considerarse como una especie de causa de la que es el efecto natural
la verdad; pero una causa tal que por la irrupción de otras causas y por la inconstancia de
nuestras facultades mentales puede quedar frecuentemente fuera de acción. Por esto, todo
conocimiento degenera en probabilidad, y esta probabilidad es mayor o menor según la
veracidad o error de nuestro entendimiento y según la simplicidad o complicación de la
cuestión” (Hume, 2001) pag. 143
“No existe ningún algebrista o matemático tan experto en su ciencia que tenga una
confianza absoluta en una verdad que acaba de descubrir y no la considere como una mera
probabilidad. Cada vez que recorre sus pruebas aumenta su confianza, pero aún más
mediante la aprobación de sus amigos, y logra su más alto grado por el aplauso y
asentimiento de las gentes cultas. Ahora bien; es evidente que este aumento gradual de la
seguridad no es más que la adición de nuevas probabilidades y se deriva de la unión
constante de causas y efectos según la experiencia pasada y la observación”
“Si nuestra primera creencia no es, tan fuerte, debe perecer infaliblemente pasando a través
de tantos nuevos exámenes, cada uno de los cuales disminuye en algo su fuerza y vigor.
Cuando yo reflexiono sobre la falibilidad de mi juicio tengo menos confianza en mis
opiniones que cuando considero los objetos acerca de los que yo razono, y cuando voy aun
más lejos, dirigiendo mi indagación hacia cada estimación sucesiva de mis facultades, todas
las reglas de la lógica requieren una disminución continua y, como consecuencia última, la
total extinción de la creencia y la evidencia”. (pag.145)
“Mi intención, pues, al exponer tan cuidadosamente los argumentos de esta secta fantástica,
es tan sólo hacer al lector más sensible a la verdad de mi hipótesis de que todos nuestros
razonamientos relativos a las causas y efectos no se derivan más que del hábito y que la
creencia es más exactamente un acto de la parte sensitiva que de la cogitativa de nuestra
naturaleza. He probado aquí que los mismos principios que nos hacen tomar una decisión
sobre un asunto y corregir esta decisión por la consideración de nuestro talento y capacidad
y por la situación de nuestro espíritu cuando examinamos el asunto, cuando son llevados
más lejos y se aplican a todo nuevo juicio reflejo deben, disminuyendo continuamente la
evidencia original, reducirla a nada y destruir totalmente toda creencia y opinión. Si la
creencia, pues, fuese un simple acto del pensamiento sin una modalidad peculiar de
concepción y la adición de fuerza y vivacidad, se destruiría infaliblemente a sí misma y
terminaría, en todo caso, en la suspensión total de todo juicio; pero como la experiencia
convencerá suficientemente a todo el mundo que piense que merece la pena de hacer la
prueba, que aunque no puede hallar error en los precedentes argumentos continúa
creyendo, pensando y razonando del modo acostumbrado, se puede concluir con seguridad
que este razonamiento y creencia es la misma sensación o manera peculiar de concepción
que es imposible destruir por meras ideas o reflexiones.” (pag.146. Parte 4, Libro 1)
Bibliografía: