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FENITOÍNA
Farmacología
La fenitoína actúa sobre las bombas y canales del sodio en todas las membranas excitables. A nivel
neuronal inactiva los canales del sodio, siendo su efecto inhibitorio dependiente del voltaje y la
frecuencia de descarga neuronal, suprimiendo la actividad neuronal repetitiva y previniendo su
transmisión sináptica a neuronas adyacentes.
A nivel miocárdico tiene un efecto similar al de la lidocaína, inhibiendo los canales del sodio,
disminuyendo el período refractario efectivo y la automaticidad de las fibras de Purkinge, con poco
efecto sobre el QRS y la duración del potencial de acción.
Cinética
La absorción tras ingesta oral es lenta y variable especialmente a dosis tóxicas, por ello es necesario
determinar niveles plasmáticos seriados tras sobredosis. Una vez absorbida se distribuye por todo el
organismo con un volumen de distribución (VD) de 0,6 l/Kg. A nivel cerebral se obtienen
concentraciones similares a las plasmáticas a los 10 minutos de inicio de una infusión intravenosa
(siendo mayores en tronco cerebral y cerebelo que en el córtex cerebral)138. En el tejido miocárdico y
en el líquido cefalorraquídeo se produce el equilibrio respecto a las concentraciones plasmáticas hacia
los 60 minutos. Los picos séricos aparecen entre 2,6-8,9 horas tras la toma de un compuesto de
liberación retardada (Dilantin®), pero la misma formulación ingerida en sobredosis puede tardar en
alcanzar picos séricos hasta 12 días139.
Se une en un 90% a proteínas plasmáticas, principalmente a la albúmina, existiendo una fracción libre
con la misma actividad biológica y tóxica que supone el 10% de los niveles plasmáticos. Está fracción
libre de fenitoína esta incrementada así como su VD en todos aquellas situaciones donde sustratos
endógenos o exógenos compitan con la unión a proteínas plasmáticas así como en casos de
hipoalbuminemia. Estos pacientes pueden manifestar toxicidad a pesar de estar los niveles de fenitoína
en rango terapeútico, siendo necesario por tanto la medición de los niveles de fracción libre. En los
pacientes hipoproteinémicos podemos corregir los niveles de fenitoína sabiendo el nivel de albúmina.
Para calcular la concentración de fármaco (C normal) que estaría presente en un paciente con nivel de
albúmina normal, se puede aplicar la siguiente ecuación:
Metabolismo
Se pueden presentar signos de toxicidad aguda con una única toma igual o superior a 20 mg/Kg. Los
niveles plasmáticos terapéuticos de fenitoína son de 10-20 µg /ml y el de la fracción libre de 1-2 µg/ml.
Los pacientes con enfermedad cerebral previa son más propensos a la toxicidad con niveles bajos. En
general existe una buena correlación entre los niveles plasmáticos y la toxicidad, tanto en sobredosis
agudas como crónicas141, ya que no se ha descrito tolerancia a la fenitoína (Tabla 3).
Casi todos los pacientes con convulsiones inducidas por fenitoína tienen niveles plasmáticos mayores de
30 µg/ml. Pueden aparecer convulsiones paradójicas, en general en pacientes epilépticos y que en
ocasiones no se acompañan de otros signos de toxicidad. Se presentan cuando aumentan los niveles del
fármaco y desaparecen cuando disminuyen142.
ClínicaEl comienzo de los signos y síntomas ocurre en horas tras la ingestión de una sobredosis. El
sistema nervioso central es el principal afectado143, objetivándose los efectos de la inhibición cortical y
de la excitación cerebelo-vestibular. Las manifestaciones más precoces de toxicidad siguiendo a una
sobredosis son nistagmo horizontal en la mirada forzada (su ausencia no excluye una severa
intoxicación), ataxia y adormecimiento. Con intoxicaciones más severas, nistagmo vertical o
bidireccional, disartria, progresiva ataxia hasta el punto de no poder andar, padecer hiperreflexia y
disminución del nivel de conciencia. En grandes sobredosis puede haber coma y/o depresión
respiratoria (es raramente observado y deberemos considerar a su vez otras alternativas
diagnósticas144 (Tabla 4).A nivel cardiovascular no se ha descrito ningún caso de toxicidad cardíaca en
paciente con sobredosis vía oral. La administración intravenosa produce hipotensión con disminución de
las resistencias vasculares sistémicas, depresión de la conducción cardíaca que puede progresar al
bloqueo cardíaco, taquicardia y fibrilación ventricular. Es más frecuente la aparición de este tipo de
complicaciones en gente mayor con cardiopatía de base145.
Tratamiento
La intoxicación raramente es mortal. Es preciso iniciar los cuidados de soporte general, monitorización
de constantes vitales y descontinuar la fenitoína. No existe antídoto.Si hay disminución de conciencia se
administrará glucosado al 50%, tiamina y naloxona (evitar el uso de flumazenilo si hay antecendentes de
convulsiones). En caso de convulsiones tratamiento con benzodiacepinas.El lavado gástrico se hará
como siempre tras protección de vía aérea en pacientes con bajo nivel de conciencia, riesgo de
broncoaspiración y/o convulsiones. Administrar múltiples dosis de carbón activado (circulación
enterohepática de la fenitoína) 1g/Kg de peso cada 24 horas.
Evolución y pronóstico
Normalmente el paciente evoluciona con una progresiva resolución de los signos y síntomas de la
intoxicación, llegando a una completa resolución. La muerte es rara después de la sobredosis de
fenitoína. Se ha descrito en casos en relación con su administración intravenosa para el tratamiento de
arritmias cardíacas en ancianos y aisladamente niños tras sobredosis oral que ocasionó coma e
hipotensión.
Con un equipo de espectrofotometría U.V (marca U.Vis modelo UNICAM V 530 Inglatera) se analizaron
los materiales nanoestructurados y la fenitoína a una longitud de onda de 232 nm. Se trabajó a
temperatura ambiente con 40 % de humedad relativa. La curva de calibración utilizada fue C = 2,323 4 =
0,011 2 y un coeficiente de correlación r2= 0,996 1.
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REVISIÓN
Resumen
Recibido: 27-IX-00
Aceptado: 21-III-01
28007 Madrid
Farmacología sistemática
La fenitoína fue el primer fármaco que careciendo de acción sedante o hipnótica mostró una buena
capacidad anticonvulsivante. Presenta elevada actividad antiepiléptica en crisis idiopáticas tónico-
clónicas generalizadas y parciales. También está indicado en Cardiología como antiarrítmico, estando
clasificado por su mecanismo de acción como antiarrítmico del grupo Ib (grupo de lidocaína). La
fenitoína es químicamente una diamida cíclica sustituida cuya estructura química aparece en la figura 1.
Se comporta como un ácido débil con Pka=8,3. Es extremadamente insoluble en agua, lo que condiciona
en gran parte su farmacocinética.
En la acción farmacológica de la fenitoína destaca el hecho de que ejerce su actividad antiepiléptica sin
causar depresión del SNC. Limita el desarrollo de la actividad máxima de la crisis y reduce la difusión de
las convulsiones desde el foco epileptógeno1. A diferencia del fenobarbital, la fenitoína no eleva el
umbral de las crisis inducidas por inyección de fármacos convulsivantes (estricnina, picrotoxina,
pentilenotetrazol), y sólo tiene capacidad limitada para elevar el umbral de las crisis inducidas por
electroshock.
Sus indicaciones clínica más frecuente son las crisis epilépticas del gran mal y del status epilépticus. No
está indicada en el pequeño mal. También puede utilizarse en las convulsiones de la eclampsia. Hay
autores que la preconizan para la terapia de neuralgias del trigémino, aunque para esta indicación es
más efectiva la carbamacepina. En Cardiología es bien conocido su uso como antiarrítmico. En
Dermatología se ha propuesto su utilización en entidades como la escleroderma lineal, epidermolisis
bullosa1,5.
La fenitoína interacciona con varios fármacos de modo notable. Así aumentan su metabolismo,
reduciendo sus concentraciones plasmáticas carbamacepina, ácido fólico, dexametasona y rifampicina.
Inhiben en mayor o menor medida su metabolismo, aumentando por tanto sus niveles plasmáticos
ácido valproico, isoniazida,cimetidina, fenilbutazona, cloramfenicol y sulfonamidas. El citostático cis-
platino disminuye los niveles plasmáticos de fenitoína, requiriéndose un aumento medio de la dosis de
antiepiléptico de un 41%2; estos cambios aparecen dos días después de la primera dosis de
quimioterapia. Desplazan a la fenitoína de su unión a proteínas plasmáticas, aumentando los niveles de
fenitoína libre y por tanto biológicamente activa, los salicilatos, valproato, fenilbutazona y sulfonamidas.
Por otra par
te la difenilhidantoína modifica notablemente los niveles plasmáticos de otros fármacos3. Está bien
documentada su inducción sobre el sistema de la citocromo P450, con lo que disminuye los niveles de
carbamacepina, teofilina, metadona, los esteroides prednisolona y dexametasona, valproato,
contraceptivos orales, corticosteroides, anticoagulantes orales, furosemida, quinidina y vitamina D.
Interacciones a nivel farmacodinámico de la fenitoína son las que presenta con las metilxantinas,
cafeína, teofilina) que reducen su eficacia anticonvulsivante, aumentando la dosis eficaz 503. Algunos
bloqueantes del calcio como flunarizina, nimodipino y diltiazem potencian la eficacia anticonvulsiva de la
fenitoína en el ratón4.
Farmacocinética
El 95% de la dosis administrada se metaboliza por acción de enzimas microsomales hepáticas, siendo el
principal metabolito el derivado p-hidroxifenílico, que es inactivo y que como todos los metabolitos
hidroxilados se conjuga en gran parte con ácido glucurónico. El producto conjugado se excreta
inicialmente por bilis y luego por orina. Otros metabolitos son el dihidroxicatecol, su derivado 3-metoxi y
el dihidrodiol. Importancia vital tiene en la farmacocinética de la fenitoína el hecho de que la reacción
de hidroxilación se satura o es inhibida por metabolitos a concentraciones de fenitoína que
corresponden al rango terapéutico11, de modo que el metabolismo del fármaco sigue una cinética de
Michaelis-Menten para dosis terapéuticas5,6; es decir a concentraciones muy bajas de fármaco el
metabolismo sigue una cinética lineal, pero al saturarse pasa a tener cinética de orden cero. Esto
significa que no puede establecerse una relación lineal entre la dosis administrada y el nivel alcanzado;
con dosis bajas el aumento de los niveles plasmáticos es pequeño, pero cuando estas se aproximan al
rango terapéutico un ligero aumento de dosis puede provocar un gran aumento de nivel plasmático y
producir intoxicación.
La fenitoína tiene, al igual que el fenobarbital gran capacidad de inducción de enzimas microsomales
hepáticas, por lo que reduce los niveles plasmáticos de otros fármacos, como ya se indicó, debiendo
tenerse en cuenta la posibilidad de interacción farmacocinética3,4,7,8.
Las dosis utilizadas en clínica son 4-6 mg/kg/día en adultos y 5-8 mg/kg/día en niños y 3-4 mg/kg/día en
ancianos7. Debido a la saturación de su metabolismo el ajuste de las dosis para obtener la
concentración plasmática deseada debe ser cuidadosa.
Las formas farmacéuticas más frecuentes en las que se puede encontrar este medicamento son las
cápsulas de uso oral de 30 y 100 mg y la solución estéril para uso parenteral de 50 mg/ml. Existen
diferencias significativas de biodisponibilidad entre los diferentes preparados de fenitoína, de modo que
los pacientes deben tratarse con productos de un solo fabricante8.
LCR/plasma (%) 10
niños 8-60
12-22
adultos
niños 1.5-12.5
Metabolitos activos No
adultos
niños
5,8
Toxicología
Por vía endovenosa rápida la fenitoína provoca arritmias cardiacas, acompañadas o no de hipotensión o
depresión del SNC. La sobredosificación por vía oral provoca signos cerebelo-vestibulares. La
intoxicación aguda puede provocar hipoperfusión cerebral, como lo demuestran estudios efectuados
con tomografía de emisión de fotón simple, SPECT10. Los efectos crónicos son también
preferentemente cerebelo-vestibulares, estando relacionados con la dosis. También pueden ocurrir
cambios en la conducta y aumento en la frecuencia de las crisis.
La fenitoína produce ciertas alteraciones analíticas como aumento sérico de enzimas hepáticas, como
transaminasas, fosfatasa alcalina, lactato deshidrogenasa; asimismo produce aumento del tiempo de
protrombina. Son reacciones pasajeras y pueden deberse a la inducción enzimática de sistemas
microsomales hepáticos; en ningún caso obligan a suspender el tratamiento.
Interés de su monitorización
La fenitoína es un fármaco que debe monitorizarse de rutina como puede deducirse de todo lo dicho
anteriormente. Podemos resumir como sigue las razones que obligan a la monitorización:
1) Se administra en tratamientos crónicos que pueden durar toda la vida del paciente.
2) Las concentraciones plasmáticas y la respuesta clínica están sometidas a una amplia variabilidad
interindividual.
3) La saturación de su metabolismo dentro del intervalo terapeútico hace que leves incrementos de la
dosis produzcan aumentos notables de las concentraciones plasmáticas.
4) Es un fármaco muy susceptible de interaccionar con otros, de modo que sus concentraciones
plasmáticas pueden alterarse en tratamientos conjuntos, bien sea por inhibición de las enzimas que
metabolizan la fenitoína (disulfirán, isoniazida, cloramfenicol), o por desplazamiento de la unión a
proteínas plasmáticas (valproato, salicilatos, bilirrubina) con lo que aumenta la fracción libre del
fármaco. Por ambos mecanismos los niveles plasmáticos pueden llegar a ser causantes de toxicidad
aguda11.
5) Incluso a dosis terapéuticas la fenitoína posee un efecto depresor miocárdico, que debe ser
vigilado11,12.
Podemos resumir la relación entre niveles plasmáticos y efectos de la fenitoína de la siguiente forma:
5-10 µg/mL: puede observarse mejoría atribuible al fármaco. La toxicidad predecible es prácticamente
nula.
10-15 µg/mL: aumenta la proporción de pacientes que responden al tratamiento, aunque persisten
pacientes en los que no se observa mejoría. Empiezan a observarse efectos secundarios.
15-25 µg/mL: la mayor parte de los pacientes están controlados. Estos niveles pueden ser necesarios
para controlar a los pacientes con mayor frecuencia de crisis. Los efectos secundarios son más
frecuentes y aparecen efectos tóxicos de grado medio.
Con más de 30 µg/mL no está demostrado que la eficacia terapéutica sea mayor. Aumenta la frecuencia
de efectos tóxicos de grado medio y aparecen efectos tóxicos severos. En los pacientes que no
responden a estos niveles deberá modificarse el tratamiento. Niveles plasmáticos en torno a los 100
mg/l se consideran letales11.
Como es lógico el especímen más usado para monitorizar la fenitoína es el suero sanguíneo. Sin
embargo se ha utilizado la monitorización en saliva, mostrandose buena correlación entre niveles
plasmáticos y niveles salivares y como los episodios convulsivos en pacientes tratados tendían a ocurrir
cuando los niveles salivares del fármaco descendieron12. La monitorización en saliva tiene la ventaja de
ser incruenta y permitir la colección de grandes cantidades de muestra.
Como en otros fármacos podemos dividir los métodos para monitorizar la fenitoína en dos grupos de
técnicas: I) métodos cromatográficos y II) métodos inmunoanalíticos5,13,14:
Con respecto a los métodos cromatográficos hay que decir que el más utilizado es el de cromatografía
líquida de alta resolución (HPLC), aunque también puede utilizarse la cromatografía de gases. Como
cualquier cromatografía el HPLC es un método fundamentalmente separativo, que permite resolver
mezclas complejas. Pero además es un método cuantitativo de gran sensibilidad y especificidad, con un
límite de detección del orden de nanomoles. Aunque no es método de rutina, porque existen otros más
rápidos y de más fácil manejo, debe considerarse el método de referencia para el análisis de
fármacos13.
Los inmunoensayos son técnicas basadas en la utilización de anticuerpos especifícos frente a la molécula
del fármaco. Los más usados son: I) el inmunoanálisis de polarización de fluorescencia (FPIA). II) el
enzimoinmunoensayo homogéneo conocido como EMIT ( enzyme mediated inmunoassay technique) y
III) el radioinmunoensayo (RIA).
2) En el EMIT la fenitoína se marca con un enzima como puede ser la fosfatasa alcalina. Cuando el
anticuerpo se une al fármaco marcado con la enzima disminuye la actividad enzimática, al bloquearse el
acceso del sustrato al sitio catalítico del enzima. La fenitoína de la muestra problema compite con la
marcada enzimáticamente por su unión al anticuerpo, de modo que existe una relación directa entre la
actividad enzimática medida y la concentración de fármaco problema.
3) Con el RIA se emplea fenitoína marcada isotópicamente, de modo que se establece una competición
entre la fenitoína del especímen y la radiactiva por la unión al anticuerpo específico. Se efectúa un
lavado para eliminar el fármaco radiactivo no ligado al anticuerpo y se mide la radiactividad resultante,
que se relaciona con la concentración de fenitoína problema de modo inverso14.