Proceso de Atencion de Enfermeria
Proceso de Atencion de Enfermeria
Proceso de Atencion de Enfermeria
Interactivo, por centrarse en las respuestas cambiantes del paciente, identificadas durante la
relación enfermera(o)- paciente.
El objetivo principal del proceso de enfermería es constituir una estructura que pueda
cubrir, individualizándolas, las necesidades del paciente, de la familia y de la comunidad.
Otros objetivos son:
Habilidades necesarias
4) Ejecución del cuidado.
Intervención y actividades.
Fase de valoración
Fuentes de datos
Entrevista
Objetivos de la entrevista
Ayuda a determinar áreas de investigación concretas durante los otros componentes del
proceso de valoración.
Fases de la entrevista
Información bibliográfica.
Historia familiar.
Historia medioambiental.
Tipos de valoraciones[editar]
Global: se utiliza una cédula de valoración. Por ejemplo: los 11 patrones funcionales de
salud (Marjory Gordon), los 9patrones de respuesta humana (Callista Roy), etc.
Fase de diagnóstico[editar]
Jerarquía de las necesidades de Maslow, utilizada para priorizar los problemas de salud
encontrados en el paciente.
Los diagnósticos de enfermería son parte de un movimiento en enfermería para estandarizar
la terminología que incluye descripciones estándar de diagnósticos, intervenciones y
resultados. Aquellos que apoyan la terminología estandarizada creen que será de ayuda a la
enfermería en tener más rango científico y basado en evidencias. El propósito de esta fase
es identificar los problemas de enfermería del paciente. Los diagnósticos de enfermería
están siempre referidos a respuestas humanas que originan déficits de autocuidado en la
persona y que son responsabilidad de la enfermera, aunque es necesario tener en cuenta que
el que la enfermera sea el profesional de referencia en un diagnóstico de enfermería, no
quiere decir que no puedan intervenir otros profesionales de la salud en el proceso. Existen
5 tipos de diagnósticos de enfermería: Reales, de riesgo, posibles, de bienestar y de
síndrome.
Fase de planificación[editar]
Elaboración de objetivos.
Individualizado: Permite documentar los problemas del paciente, los objetivos del plan de
cuidados y las acciones de enfermería para un paciente concreto. Se tarda más tiempo en
elaborar.
Para que las estrategias de implementación sean efectivas deben impactar a diferentes
niveles en el personal de enfermería: conocimiento científico, actitud, comportamiento y
actuar profesional. La tecnología afecta a la enfermería en 2 aspectos: modificando el tipo
de cuidado brindado y sobre la persona a la que se le aplica; la tecnología ayuda pero
también provoca cambios en su comportamiento pudiendo dejar de lado la visión integral
de la persona; entre los cuidados humanos y la ciencia tecnológica se encuentra la
enfermera adoptando el papel de nexo.
El cuidar es una actividad inherente al ser humano desde que ésta existe, es un factor
relevante que con el paso del tiempo ha sido convertida en una actividad exclusiva de un
gremio, que al principio llamaron ”oficio” pero que hoy en día llamamos “profesión de
enfermería”. Para Colliére,”…cuidar es mantener la vida asegurando la satisfacción de un
conjunto de necesidades”.3 “Una de las funciones de la tecnología es optimizar el tiempo-
respuesta profesional”; 4 la tecnología ayuda a acelerar el proceso de toma de decisiones
clínicas, ya sea a la hora de diagnosticar, cuidar, resolver problemas y cubrir las
necesidades de salud de la persona. De esta manera las respuestas de los profesionales ante
determinados problemas están configuradas y protocolizadas, ya sea como los medios o
como herramientas a emplear. “Los planes de cuidados estandarizados por patologías,
protocolos, guías clínicas y algoritmos son un ejemplo de ello”. 5
Cuidados a la vanguardia[editar]
Por encima de la habilidad para la construcción de algoritmos, está la habilidad para su uso
clínico. El instrumento está pensado para asistir en el juicio diagnóstico y terapéutico a las
enfermeras, pero ofrece unas enormes posibilidades de investigación no sólo para el
perfeccionamiento del mismo sino para un conocimiento más extenso de los fenómenos de
Enfermería. En la actualidad existe referencia electrónica y bibliográfica extensa de las
guías clínicas y algoritmos encaminados a orientar el diagnóstico oportuno y tratamiento
médico de las enfermedades más comunes, no así de la gestión de cuidado de enfermería,
lo cual constituye un retroceso en su práctica profesional al no contar con un instrumento
en el cual plasmar la evidencia de la calidad de sus decisiones. Surge así la necesidad de
elaborar orientaciones gráficas que permitan organizar el proceso de atención de enfermería
y aplicarlo a las personas que presentan necesidades de salud reales o potenciales.
Tomando en cuenta esto último afirmamos que la enfermera ha sido uno de los
profesionales que más ha abogado por la calidad en los cuidados; por tanto, la visión futura
de protocolizar sus cuidados por medio de planes,algoritmos y diagramas de flujo no es
lejano dada la demanda de una sociedad cada vez más crítica y exigente con referencia a la
calidad de atención en los servicios de salud.
La aparición de la Clasificación de Resultados de Enfermería ha abierto nuevas fronteras
inimaginables hace escasos años, y probablemente, impredecibles cuando se gestó. Un uso
ampliado de sus componentes, desde el marco conceptual de Henderson, en combinación
con la NANDA, aporta elementos racionales y reproducibles a la hora de la toma de
decisiones.
Por tanto estos instrumentos sugeridos deben tener un formato atractivo visualmente y
fácilmente comprensible que permita apreciar la progresión de la persona hasta alcanzar el
objetivo planteado. Hace más de una década que funcionan como método para controlar las
costes y la calidad; originalmente estaban diseñados por los departamentos de enfermería y
recogían los pasos críticos en los cuidados de los pacientes, los primeros estaban
focalizados solo en los cuidados de las enfermeras. “…Posteriormente se han efectuado
adaptaciones en un formato más multidisciplinario denominados con diferentes formas
como trayectorias clínicas, mapas de cuidados, algoritmos de cuidados, árboles de
decisiones, etc.”11 Sin embargo el gestionar el cuidado en forma oportuna, segura y
satisfactoria lleva implícito el imperativo ético de responder frente a la sociedad con la
mejor evidencia disponible para tomar las mejores decisiones sobre el cuidado de las
personas, a este proceso le llamamos enfermería basada en evidencias. “Se debe impulsar
una EBE que privilegie lo plural, lo diverso, la singularidad del ser, pero también la riqueza
cohesionadora de lo colectivo, donde se expresa la identidad y la autonomía del sujeto
social” .12
Fase de ejecución[editar]
La clasificación determina una toma de decisiones en cuanto a la asistencia del paciente con
relación a su estado de salud, adecuando esa toma de decisiones a las capacidades del
servicio y de respuesta material y humana que presenta cada unidad asistencial. La
clasificación se hará en función de los síntomas y manifestaciones subjetivas del paciente, o
acompañante, en áreas de una priorización en la atención médica y de cuidados enfermeros.
Fase de evaluación[editar]
El propósito de esta etapa es evaluar el progreso hacia las metas identificadas en los
estadios previos. Si el progreso hacia la meta es lento, o si ha ocurrido regresión, el
profesional de enfermería deberá cambiar el plan de cuidados de acuerdo a ello. En cambio,
si la meta ha sido alcanzada, entonces el cuidado puede cesar. Se pueden identificar nuevos
problemas en esta etapa, y así el proceso se reiniciará otra vez. Es parte de esta etapa el que
se deba establecer metas mensurables —el fallo al establecer metas mensurables resultará
en evaluaciones pobres.
Para captar cómo es el examen del paciente nos valemos de la información que podemos
lograr a través de nuestros sentidos: la vista, el tacto, el oído, e incluso el olfato.
Las etapas que se siguen para efectuar el examen físico son las siguientes.
Inspección.
Esta parte del examen físico comienza desde el momento que vemos al paciente por
primera vez. Al principio la atención se centra en el aspecto general de la persona, su
actitud, cómo se desenvuelve, cómo se comunica. Todo esto ocurre mientras se entabla el
primer contacto y luego mientras transcurre la conversación. Posteriormente, cuando se
efectúa el examen físico, la observación se dirigirá a aspecto más específicos.
En este proceso, que dura todo el tiempo que estamos con el paciente, se está captando una
gran cantidad de información. Es necesario entrenar el ojo para realmente “ver”. Es muy
posible que distintas personas miren una situación determinada y capten diferentes
aspectos. El médico se entrena para captar lo que al paciente le ocurre. Con la vista no se
hace solamente un “examen físico” orientado a la anatomía, sino que se trata de captar al
enfermo como persona: cómo se viste, cómo es su manera de ser, si tiene una expresión de
estar preocupado, angustiado o deprimido, etc. Indudablemente, así como la vista aporta
información, la conversación la amplía y la enriquece.
En días helados, también hay que velar porque el paciente no sienta frío.
Palpación.
Usando nuestras manos, asiendo con nuestros dedos, palpando con delicadeza, tenemos la
posibilidad de captar una gran cantidad de información: la suavidad de la piel, su humedad
y untuosidad, la temperatura, lo blanda o dura que pueda ser una superficie, si se
desencadena dolor con la presión que ejercen nuestros dedos, si se palpa algo que se puede
delimitar.
Hay una estrecha relación entre el uso que le damos a las manos y lo que nos entrega la
vista. Miramos algo, lo tocamos, y así, vamos extrayendo información. Casi se confunde lo
que obtenemos palpando con lo que se capta al mirar. Son actos que se efectúan
frecuentemente en forma conjunta.
Respecto a la forma de palpar, puede variar según de qué se trate. Para la temperatura, se
podría usar el dorso o la palma de la mano; para delimitar una masa, se usarán los dedos;
para captar vibraciones, podría convenir usar la palma o el borde cubital de las manos; etc.
La forma de palpar tiene algo de técnica y de arte. No es necesario ser tosco; tampoco
desencadenar dolor en forma innecesaria.
Al asir una masa entre los dedos podremos definir su tamaño, su dureza, si sus bordes están
bien delimitados, si se desplaza sobre los planos profundos, si con la presión se produce
dolor, si es una masa única o resulta de la confluencia y fusionamiento de varias masas.
Además, al combinar la palpación con la inspección, se puede apreciar si la piel está
enrojecida o con un aspecto de "cáscara de naranja", si existen trayectos fistulosos, si la
vasculatura está aumentada, etc.
El paciente, cuando está acostado, habitualmente se examina por su lado derecho porque la
mayor parte de las personas son diestras y, así, pueden usar su mano derecha. También
tiene ventajas para examinar la punta del corazón y el bazo. De todas maneras, es
conveniente lograr destrezas para examinar por cualquiera de los dos lados.
Percusión.
Percutir es dar golpes. Estos a su vez producen sonidos que son audibles y vibraciones que
son palpables.
Los sonidos pueden ser de distinta intensidad, frecuencia, duración y timbre. La frecuencia
o tono) se refiere al número de vibraciones por segundo y determina si un sonido es más
agudo o es más grave. El timbre es lo que permite diferenciar la procedencia de un sonido.
Depende de varios aspectos, como la combinación de las frecuencias o la caja de
resonancia. Gracias al timbre se distingue si una nota "do" procede de un piano o de un
violín.
Mediante la percusión se distingue si los tejidos por debajo contienen aire o son más
sólidos. La penetración que se logra es de unos 5 a 7 cm. Estructuras más profundas
habitualmente no se logran distinguir. Si el panículo adiposo es grueso, se requerirán golpes
más fuertes para distinguir diferencias en la constitución de los tejidos subyacentes. En
general, se percute desde las áreas de mayor sonoridad hacia las de menor sonoridad.
También es importante comparar sectores homólogos (por ejemplo, un lado del tórax con el
otro) y hacerlo con una técnica equivalente.
Para comenzar a entrenarse, conviene practicar golpeando con la punta de los dedos
distintos objetos vecinos: el escritorio, un muro, un libro, etc. En todos ellos se genera un
ruido diferente. Los constructores usan este método para distinguir entre muros sólidos y
tabiques. En las viñas, se usa para reconocen el nivel del vino en los toneles (la zona de más
arriba que está vacía, suena hueca y donde está el vino, el ruido es opaco)
Tipos de sonidos.
Ruido sonoro (o resonante): es el que se escucha, por ejemplo, al percutir el tórax sobre
pulmón normal.
Ruido hipersonoro (o hiperresonante): es como el sonoro, pero de tono más alto. Por
ejemplo, se escucha al percutir pulmones enfisematosos o cuando existe un neumotórax.
Ruido timpánico: es de una frecuencia más elevada. Por ejemplo, se puede escuchar al
percutir un neumotórax a tensión, o el estómago lleno de gas después de tomar una bebida
gaseosa.
Ruido mate: ruido opaco que se genera al percutir estructuras macizas. Por ejemplo, se
escucha al percutir la base de un pulmón con una neumonía, o al percutir sobre el muslo de
una pierna. Una variante del ruido mate es la matidez hídrica, que es un ruido más seco, o
más duro, que se escucha sobre los derrames pleurales extensos.
Formas de percutir
Con el entrenamiento se irá identificando el tipo de ruido que se genera al percutir sobre
distintas superficies. Poco a poco, se va adquiriendo una rutina respecto a la fuerza que
conviene aplicar con el dedo plexímetro al apoyarlo, y con el dedo percutor, al golpear.
Con más experiencia es legítimo practicar algunas variaciones. Algunas personas prefieren
aplicar el golpe sobre la falange media o la distal, en vez de la articulación interfalágica;
otros percuten más fuerte o más suave, etc. Lo importante es dominar el método de modo
de obtener el mayor provecho. Con la percusión es factible delimitar zonas de distinta
sonoridad. Para distinguir entre un área sonora a una discretamente mate (submatidez),
conveniente dar golpes suaves.
Otro aspecto interesante es la posibilidad de lograr con el pulpejo del dedo plexímetro una
sensación táctil respecto a la consistencia de las estructuras ubicadas más abajo. Esta
capacidad no se da en forma generalizada, pero es factible de entrenar. Conviene percutir
suavemente.
Auscultación.
Mediante la auscultación se escuchan ruidos que se generan en el organismo. Estos pueden
ser soplos del corazón o de diversas arterias, ruidos que provienen del intestino, y una gama
de sonidos que se identifican en la auscultación pulmonar.
Auscultación directa: consiste en aplicar la oreja sobre el cuerpo del paciente en la región
que se quiere examinar. Rinde fundamentalmente en la espalda para escuchar ruidos
pulmonares (aplicar la oreja sobre otras zonas puede resultar más complicado).
Auscultación indirecta. Se efectúa mediante el uso de un estetoscopio. Gracias a este
instrumento es posible tomar alguna distancia del paciente y resulta más cómodo y
eficiente.
Los más usados tienen una cápsula que se apoya en el paciente, un sistema de transmisión
del sonido y auriculares para escuchar.
La cápsula tiene en un lado una membrana rígida que transmite de preferencia los sonidos
de tonalidad alta (por ejemplo, el segundo ruido del ciclo cardíaco) y en el lado opuesto,
una campana que transmite preferentemente los tonos bajos (por ejemplo, los ruidos que se
generan sobre la arteria braquial al medir la presión arterial). El tamaño de la cápsula es
más grande en los adultos que en los niños.
Al auscultar es muy importante que la membrana o la cápsula, según el lado que se esté
usando, queden bien apoyadas sobre la piel desnuda del paciente, de modo de aislar los
ruidos del medio ambiente y transmitir sólo los del paciente
bajo el área auscultada.
Los auriculares están formados por un par de olivas y deben sentirse cómodos una vez
aplicados en los oídos. Su orientación debe ser discretamente hacia delante de modo de
encajar bien siguiendo la dirección de los pabellones auriculares. Las olivas conviene que
sean de un material suave y que se ajusten bien en los conductos auditivos externos. La
presión que ejercen las olivas sobre los oídos debe ser suficiente como para que no entren
ruidos del medio ambiente, pero no tan fuerte como para que después de un rato provoquen
dolor.
Los obstetras o matronas usan una especie de corneta para escuchar los ruidos cardíacos del
feto, que se apoya directamente sobre el abdomen de la mujer embarazada y el oído del
examinador se aplica en el extremo opuesto.
Un buen estetoscopio ayuda mucho para lograr un buen examen físico. Pero tan importante
como el estetoscopio, es la capacidad del examinador para captar e interpretar los ruidos
(como se dice..., lo más importante está entre una oliva y la otra).
Zonas de auscultación
En el abdomen interesa reconocer ruidos que se deben al peristaltismo del intestino (ruidos
intestinales o ruidos hidro-aéreos) .
Una fístula arterio-venosa va a generar un soplo continuo (por ejemplo, las fístulas de
pacientes en hemodiálisis).
Al principio, el alumno puede desesperarse al no reconocer los distintos ruidos que su tutor
le señala. Es necesario ordenarse en la auscultación y aprender a reconocer, paso a paso,
distintos aspectos. Por ejemplo, en la auscultación del corazón en conveniente concentrarse
primero en la sístole, y luego en la diástole; reconocer los ruidos normales, y luego los
agregados; identificar la presencia de soplos y sus características: ubicación en el ciclo
cardíaco, forma, duración, intensidad, etc. También la auscultación pulmonar tiene su
disciplina y el alumno debe aprender a tener un método, a concentrarse primero en un
aspecto y luego en el siguiente, y así sucesivamente.
Lavarse bien las manos. Se debe efectuar después de examinar a cada enfermo, y
por lo tanto, siempre antes de examinar al paciente que sigue. Se usa agua y jabón o
una solución desinfectante. También puede ser un gel de alcohol diseñado para este
fin. Si el examinador no se lava las manos después de examinar, puede ocurrir que
él mismo se contagie (por ejemplo, al haber examinado un enfermo con influenza) o
que transmita infecciones a otros enfermos (por ejemplo, traspasando un
estafilococo aureus de un enfermo a otro).
Respetar medidas de aislamiento. Se debe usar guantes, delantal, o mascarilla,
según esté indicado.
Precaución para no contaminarse con sangre o secreciones. Es necesario evitar
pincharse con agujas que ya han sido usadas; no exponer la piel con heridas a
secreciones de los enfermos; evitar salpicaduras a los ojos o mucosas, etc.
Estas precauciones no deben significar exagerar a tal punto que resulta incómodo
para el paciente. Por ejemplo, el examen físico de una persona que tiene SIDA se
hace en las mismas condiciones que otros pacientes, sin necesidad de ponerse
guantes, en la medida que no se tenga heridas en las manos. Al terminar, y como
con todas las personas, se deben lavar las mano