CURSO - FILOSOFIA DEL DERECHO Unidad 1.1
CURSO - FILOSOFIA DEL DERECHO Unidad 1.1
CURSO - FILOSOFIA DEL DERECHO Unidad 1.1
Según sean las cosas que se abordan, se distinguen muchas clases de saberes
filosóficos.
La Filosofía comprende dos grandes partes:
La Filosofía Teórica o Filosofía Especulativa, que investiga lo que es (el ser en
general y los diversos seres– el hombre y los seres de la naturaleza física–, la belleza
–la natural y la de las artes–, el conocimiento, y todas las demás realidades).
La “Filosofía Práctica” (término derivado del griego “praxis”, que significa acción)
o Filosofía del Obrar, que estudia las acciones y relaciones humanas desde el punto
de vista de lo que debe obrarse, o sea de lo correcto.
La primera estudia los seres tales como existen, o sea que investiga un orden
ya dado ("ordo existens"), un orden que el hombre no realiza, sino que solamente
considera. En cambio, la Filosofía Práctica comprende aquellos saberes que estudian
lo que el hombre debe hacer para vivir honestamente en todos los aspectos, y lo que
se debe obrar en la Comunidad para que ésta, y por ende sus miembros, alcancen
sus fines propios; se trata de un orden que debe realizarse ("ordo efficiendus"), y sea
en el vivir individual, ya sea en la vida comunitaria.
La Filosofía Especulativa es un saber que se busca con el solo fin de saber; La
Filosofía Práctica es un saber para obrar, para obrar rectamente. Ésta es la primera
división del saber filosófico, como enseñara Aristóteles 2.
1
Cfr. Henry Van Laer, Philosophy of Science. A study of the division and nature of various groups of
sciences, parte 2, Duquesne University press, Lovaina, 1962, p. 293. El autor holandés nos refiere que su
connacional J. Hoogveld es el autor de este enunciado definitorio, en la obra Inleiding tot de Wijsbegeerte,
4ª. ed., Utrecht, dedicada especialmente a la naturaleza y tarea de la Filosofía.
2
Aristóteles, Metafísica E, 1, 1025 b 25; Tópicos VI, 6, 145 a 15; VII, 1, 152 b 4, Del Alma, III, 9, 432
a y III, 10, 433 a.
Algunas partes de la Filosofía Especulativa son:
la Ontología o Metafísica General –la más abstracta de las disciplinas
filosóficas–, que estudia el ser en general y sus propiedades, las clases de entes, la
distinción de sustancia y accidentes en el ser, la distinción entre esencia y existencia,
las causas del ser…;
la Antropología Filosófica, que investiga acerca del hombre (con un enfoque
filosófico, a diferencia de la Antropología Cultural; estudia la constitución esencial del
hombre y sus propiedades, entre ellas el libre albedrío 3);
la Filosofía de la Naturaleza o Cosmología Filosófica, cuyo objeto de estudio
son los entes del mundo físico (la constitución esencial de los seres inertes y de los
seres vivos, el espacio, el tiempo, el movimiento; la causalidad y el azar); trata del
mismo objeto material que las Ciencias Naturales, pero desde otro punto de vista u
objeto formal, y con otro método: la Filosofía de la Naturaleza es un saber
especulativo, mientras que las Ciencias Naturales son experimentales;
la Teología Racional o Teodicea, que estudia acerca de Dios: la cuestión de su
existencia, sus atributos y su relación con el mundo, todo ello en cuanto pueda
indagarse con el solo recurso de la razón humana;
la Gnoselogía o Teoría del Conocimiento, que aborda las cuestiones del
conocimiento humano (qué conocimientos son posibles, cómo se originan, en qué
consiste el conocimiento, qué clases de conocimientos hay, cuál es el criterio de
certeza del conocimiento);
la Epistemología o Filosofía de la Ciencia, que versa sobre los principios,
fundamentos y métodos de los diversos saberes humanos (puede incluirse dentro de
la Teoría del Conocimiento, antes mencionada, o separarse como una disciplina
aparte);
la Estética, que reflexiona sobre la belleza, tanto en sí misma, como en las
cosas naturales y en las que son producidas por el hombre.
Se incluyen en la Filosofía Práctica:
La Ética o Filosofía Moral, cuya materia son las acciones humanas desde el
punto de vista del bien personal;
la Filosofía Política, que estudia la Comunidad Política, así como las acciones
de sus miembros y de sus gobernantes, y sus instituciones, desde el punto de vista
del bien común o interés general, y
la Filosofía del Derecho, que indaga acerca de la justicia en las relaciones entre
los hombres y reflexiona acerca de las realidades jurídicas.
3
La Antropología Cultural o Etnología estudia, entre otras cosas, respecto de cada pueblo, sus
actividades de producción, manifestaciones artísticas, normas y costumbres morales, jerarquías sociales,
medicina, creencias religiosas, festividades, atuendos, organización familiar, administración de justicia…
2. DEFINICIÓN DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO
Como acontece con todas las disciplinas, existen muchas definiciones de la
Filosofía del Derecho. En esta exposición inicial presentaremos una concepción
clásica del objeto de la Filosofía del Derecho, que lo concibe principalmente como una
indagación acerca de la justicia en las diversas relaciones humanas.
Citamos una definición sintética de Joaquín Ruiz Giménez 4: “El objeto de la
Filosofía del Derecho es la averiguación de lo justo” 5.
Gustavo Radbruch 6 caracterizó la disciplina que nos ocupa como “la teoría del
derecho justo” 7. La concibió como una “actividad racional estimativa, realizada de
modo sistemático, acerca de las realidades jurídicas”. “Estimativa” significa que hace
valoraciones, o sea que concluye juicios de valor sobre las realidades jurídicas:
acciones humanas, situaciones, instituciones, normas legales, decisiones judiciales,
etc. Y los juicios de valor, en estas cosas, son mayormente juicios acerca de lo que es
justo o es injusto.
Si queremos tener una definición más explicativa de la Filosofía del Derecho, en
la misma línea de las caracterizaciones sintéticas que ya expusimos, podemos decir
que ella es:
“la parte de la Filosofía Práctica que comprende
el conjunto sistemático de conocimientos,
en parte ciertos y en parte probables, acerca de
los principios que rigen el orden debido y exigible
en todas las varias clases de relaciones entre los hombres y acerca
de las normas jurídicas y las instituciones políticas y sociales,
estimadas desde el punto de vista de la justicia”.
4
Joaquín Ruiz Giménez (1913-2007), profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad
Complutense de Madrid.
5
Joaquín Ruiz Giménez, Introducción elemental a la filosofía jurídica cristiana, Madrid, Edic. y Public.
Españolas, Madrid, 1945, p. 91
6
Gustavo Radbruch (1878-1949), profesor de Derecho Penal y de Filosofía del Derecho en las
Universidades de Kiel y de Heidelberg
7
Gustavo Radbruch, Filosofía del Derecho, Madrid, Rev. de Derecho Privado, 1959, pp. 11 s. y
passim.
8
Lalande, André y colab., Vocabulario técnico y crítico de la Filosofía, El Ateneo, Buenos Aires, 1966,
voz Sistema, T. II, p. 958.
Existen saberes en los que todas las conclusiones gozan de certeza absoluta;
son las “ciencias exactas”, esto es, la Lógica Formal y las Ciencias Matemáticas; no
puede haber diferencias de opinión entre quienes estudian estos saberes, pues todos
sus conocimientos se obtienen mediante demostraciones rigurosas que generan
certidumbre absoluta; no es posible que un matemático sustente un teorema
determinado y otro matemático asevere una conclusión contraria sobre el mismo
punto, salvo por un error accidental de uno de ellos.
En cambio, la mayoría de las ciencias se compone de un conjunto de
conocimientos que son demostrados con plena certeza y otros que son afirmados
como más o menos probables, fundados en razones, pero razones que no son
suficientemente concluyentes para producir certidumbre, al menos respecto de todos.
Así por ejemplo en el terreno de la Fisiología sucede que un investigador publica sus
conclusiones sobre el funcionamiento de una glándula, y después en otra revista
científica, o en la misma revista, otro investigador publica un estudio con una
conclusión contraria. Así también un experto afirma con total convicción, conforme a
su experiencia, que determinada sustancia química es idónea para tratar y curar cierta
enfermedad, mientras que otro experto, también fundándose en razones, niega
categóricamente la eficacia de tal sustancia para la misma dolencia.
Los principios que rigen el orden debido y exigible en todas las varias clases de
relaciones entre los hombres, y acerca de las normas jurídicas y las instituciones
políticas y sociales: Según una definición clásica y sencilla de la Filosofía, ella es el
“estudio de todas las cosas, a la sola luz natural de la razón, desde los primeros
principios o las últimas causas de ellas”. La Filosofía del Derecho, como toda filosofía,
investiga su objeto en relación con los primeros principios (en su caso, son los
principios de justicia). La Filosofía del Derecho establece y analiza los principios
que deben regir en todo el Derecho y los que deben regir en cada sector de la vida
jurídica; y reflexiona sobre las diversas cuestiones en relación con tales principios.
10
Belisario J. Montero, Miguel Cané. Impresiones y recuerdos (de mi diario), G. Ricordi, Buenos Aires,
1928, pág. 211)
11
Al respecto, Robert Aléxy en su obra Teoría de la argumentación jurídica. La teoría del discurso
racional como teoría de la fundamentación jurídica expresa que en el razonamiento para hallar la solución
jurídica “los argumentos que expresan una vinculación al tenor de la ley o a la voluntad del legislador
histórico deben prevalecer sobre otros argumentos, a menos que puedan aducirse razones que concedan
prioridad a otros argumentos [entre éstos, el argumento teleológico, o sea del fin de justicia]” (Centro de
Estudios Constitucionales, Madrid, 1989, trad. Manuel Atienza e Isabel Espejo, p. 239).
Temas clásicos
Atribuimos aquí la calificación "clásicas" a aquellas cuestiones que de suyo
siempre han conservado su importancia e interés en el pensamiento jurídico.
En la Parte General de la Filosofía Jurídica, son temas clásicos ineludibles:
a) el concepto del derecho;
b) la comparación de las nociones de la moral y el derecho;
c) las diversas relaciones entre tales ordenaciones de la conducta humana;
cuáles contenidos de la moralidad instituye –o debe instituir– el derecho positivo, y
cuáles no (lo cual incluye la doctrina sobre la tolerancia);
d) la cuestión de la existencia de un derecho natural;
e) el concepto de bien común, el análisis de su contenido y el papel de este
concepto en la teoría jurídica;
f) la equidad o "epiqueya" en la aplicación del derecho;
g) la doctrina acerca de la obediencia de las leyes, respecto del hombre en
general, y del juez en particular;
Son algunos temas clásicos de la Parte Especial de la disciplina:
a) los límites de la autonomía de la voluntad en los contratos;
b) la cuestión del justo precio en la compraventa;
c) la problemática en torno del "derecho de resistencia" contra los abusos del
poder político;
d) los fines de la pena jurídica;
e) los fundamentos y límites del "derecho de propiedad privada";
f) la cuestión de la justa distribución de la riqueza: su fundamento, su alcance,
el cometido del Estado al respecto;
g) el adecuado grado de injerencia del Estado en la vida de las personas, y las
libertades individuales que hayan de reconocerse en favor de éstas (lo cual incluye el
asunto de la moralidad pública y la "censura", así como la restricción de los derechos
de los individuos por razones de seguridad del Estado), tema que exige una previa
elucidación del concepto de "bien común político" (así como de su contenido y de las
relaciones con el bien singular de los individuos), que es una de las nociones centrales
de la Filosofía Práctica.
Temas de especial actualidad
Las siguientes son algunas de las cuestiones iusfilosóficas que han surgido en
la época contemporánea:
a) problemas que suscitan los trastornos ecológicos y, en general, lo que hace a
la "justicia entre generaciones";
b) los temas bioéticos, o sea los que conciernen al respeto de la vida humana y
a la disposición de ella (eutanasia, suicidio asistido, suspensión de terapias,
experimentación con personas, etc.; las muchas cuestiones éticas y jurídicas que ha
suscitado el desarrollo de las técnicas de fecundación artificial; el análisis axiológico
de los procedimientos eugenésicos que pueden ponerse en práctica con ocasión de
los nuevos conocimientos genéticos, y en general cuanto se refiere a la manipulación
del genoma humano); casi todas las cuestiones bioéticas pertenecen al campo de la
Filosofía del Derecho, porque la Bioética se ocupa de los comportamientos de una
persona que afectan la vida o la salud de otra, y por lo tanto se da la alteridad que es
propia de la materia de la justicia y la injusticia;
c) la noción y el basamento de los "derechos humanos", y la consideración
particular de cada uno de ellos; la cuestión de si existe o no una jerarquía entre los
diversos "derechos humanos";
d) la cuestión del derecho de inmigrar a otro país cuando no se puede
conservar la libertad o la subsistencia en el propio, y cuáles deben ser los derechos de
los inmigrantes en el nuevo país, cuestión muy agitada con ocasión de los
desplazamientos ocurridos en Europa en los últimos años;
e) diversas cuestiones acerca de la debida intervención del Estado en la
economía, de suyo siempre importantes, pero que hoy vienen a tener especial
actualidad en la Argentina y en el mundo en general;
f) la cuestión de la injerencia legítima o ilegítima de un Estado en los asuntos de
otro Estado, que ha suscitado nuevas reflexiones con ocasión de conductas
efectuadas por el gobierno de los Estados Unidos en tiempos recientes;
g) los límites de la "libertad de prensa" en cuanto se vincula al honor, fama e
intimidad de las personas, y al derecho del público a la verdad y a la información.
12
C.S.J.N., 23/09/1976, “Vieytes de Fernández, Juana, sucesión de c/ Provincia de Buenos Aires”,
Fallos 295:973, J.A., 1976– IV, p. 368.
13
“Todos los grandes cambios políticos fueron preparados o acompañados por la Filosofía del
Derecho. En el principio era la Filosofía del Derecho; al final, la revolución” (Gustav Radbruch, Filosofía del
Derecho).
14
Al respecto, Raymond Troplong escribió La influencia del Cristianismo en el Derecho Civil romano,
trad. Santiago Cunchillos Manterola, Desclée, de Brower, Buenos Aires, 1947.
La Revolución soviética, que ocurrió en Rusia y se propagó a varios otros
Estados de la Europa oriental, y a Cuba, fue aplicación del pensamiento de Carlos
Marx. Esta doctrina también inspiró los movimientos revolucionarios que sucedieron
en China, Corea, Vietnam y varios otros países del sudoeste asiático y los regímenes
que allí se instituyeron.
Al respecto, ha dicho C. Lahr que la Filosofía es “la antorcha de la historia” 15,
pues a menudo ha ido delante de los sucesos `políticos, determinando el camino, ya
sea hacia la felicidad de los pueblos, ya sea para su infortunio, según que se trate de
una filosofía verdadera o falsa 16.—
15
Charles Lahr, Curso de Filosofía, trad. Trinidad Osuna, Angel Estrada, Buenos Aires, T. I, p. 26.
16
“Todo sale de las doctrinas; las costumbres, la literatura, las constituciones, las leyes, la felicidad de
los Estados y sus desastres, la civilización, la barbarie y las crisis pavorosas que arrastran a los pueblos, o
los renuevan” (Felicité de Lamennais, Ensayo sobre la indiferencia, L. I, cap. I.3, cit. por Lahr, Curso de
Filosofía, cit., T. I, p. 26).