Dibujos de Victor Hugo
Dibujos de Victor Hugo
Dibujos de Victor Hugo
Victòria Tébar
TRADICIÓN E INNOVACIÓN EN LOS DIBUJOS
DE VICTOR HUGO
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Las circunstancias poco comunes que determinaron en Hugo tanto el 2 Las palabras «pintor a su
aprendizaje del dibujo como la libertad en sus procesos de creación, nos pesar», forman parte de la
dedicatoria escrita por Hugo
dan una idea del riesgo que entrañaba para él el hecho de que sus dibujos a Juliette Drouet, su compa-
más personales fuesen mostrados abiertamente al público; podemos ima- ñera sentimental, en un ejem-
ginar la incomprensión de que serían objeto, no sólo por parte del arte ofi- plar del conocido como el
cial sino también por la mentalidad propia de su época. Ante esta Album Chenay (1862), que
circunstancia, es significativa la actitud que demuestra a través de sus reproducía mediante grabado
doce de sus dibujos de paisa-
escritos: en público, siempre da a entender que no pretende ser artista, je. Recogida por Pierre GEOR-
hablando de sus dibujos con una gran modestia, aunque en privado, se con- GEL, «Histoire d’un “peintre
fiesa «pintor a su pesar»2. malgré lui”», en Victor HUGO,
Œuvres complètes, (Jean
El correr del tiempo y la evolución de los conceptos respecto al arte, la MASSIN dir.), París: Club
français du Livre, XVIII vol.,
estética y los procesos de creación, han hecho que al contemplar hoy en día 1967-69, vol XVIII, p. 13-80:
los dibujos de Victor Hugo, descubramos en ellos esos valores insólitos en 37-38.
su época, que sólo podían apreciarse desde la perspectiva de la pintura del 3 La obra gráfica hugolia-
siglo XX3. na abarca un arco cronoló-
gico de más de 40 años y
Del dibujo documento al dibujo interpretativo comprende unas 3.500 pie-
zas, conservadas en su mayo-
Victor Hugo comienza a dibujar con periodicidad hacia los 30-32 años, con ría en colecciones públicas
parisinas: el Departamento de
la madurez de la persona ya formada, extraordinariamente cultivado y pre- Manuscritos de la Biblioteca
coz en las letras, habituado a observar las cosas de una determinada mane- Nacional de Francia conserva
ra. Con una gran sensibilidad hacia las imágenes, va educándose, como unas 1.500 piezas, la Maison
decíamos, en el arte de los maestros que admira en los museos, en el de los de Victor Hugo alrededor de
pintores contemporáneos que contempla en talleres y salones y en sus ins- 600 y el Museo del Louvre
unas 7. La parte restante se
piradoras experiencias en la naturaleza. encuentra en otros museos
dentro y fuera de Francia, y
Es particularmente interesante el proceso evolutivo que Hugo llevó a cabo en colecciones particulares.
en sus dibujos de paisaje, progresando hacia la calidad y la libertad pictó- Actualmente está en prepara-
ricas. Observándolos en su conjunto, se constatan significativos cambios –en ción el catálogo razonado de
la obra gráfica íntegra de
la concepción de la forma, de la composición y de la técnica–, que respon- Victor Hugo; el Dr. Pierre
den a las distintas necesidades expresivas creadas en cada etapa de su peri- Georgel, el más profundo
plo vital. Por medio de un proceso de indagación y experimentación conocedor del tema, sobre el
centrado en sus preocupaciones expresivas, unido a su temperamento cual ha publicado alrededor
resuelto, espíritu de superación y voluntad de síntesis, Hugo fue encontran- de 40 trabajos, avanza desde
hace años en su realización.
do e introduciendo los medios y tratamientos más idóneos para plasmar sus 4 La duración de los viajes
singulares imágenes mentales. estivales que Hugo emprende
cada año suele ser de unos
En la obra paisajista hugoliana se observan tres grandes etapas que se dife- dos meses.
rencian entre sí por el predominio o la simultaneidad entre la realidad y la
visión interior. La realidad está particularmente presente durante las dos
etapas de viajes (1834-44 y 1861-71)4, durante los cuales Hugo dibuja asi-
duamente del natural, y la visión interior predomina durante la segunda
etapa (1845-1860), coincidiendo con la ausencia de viajes e iniciándose con
las circunstancias que marcan de manera decisiva su vida, centrando su pen-
samiento y su imaginación en la labor de indagar en el trasfondo sustancial
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temps de la contemplation,
l’œuvre poétique de Victor
Hugo des Misères au Seuil du
gouffre, París, Flammarion,
1985.
12 A partir de 1845, las
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cha e indaga, tal como ocurre con las imágenes de ciertos sueños, vagas en rante el viaje a los Alpes en
cuanto a imagen entrevista e impactantes en cuanto a la potencialidad del 1839 (Recogido por C. GÉLY,
«Victor Hugo en Belgique»,
contenido que encierran. Buscando llevar estas cualidades a sus dibujos y Op. cit., p. 43).
partiendo del bagaje que ya reúne en este momento en cuanto a las técni- 14 Carta de Hugo (viaje a
cas tradicionales del dibujo, Hugo va explorando especialmente las posibili- Bélgica, 8 de septiembre de
dades expresivas de los procedimientos de mancha: la aguada sobre seco y 1837). Recogida por C. GÉLY,
sobre húmedo, los difuminados con distintos tipos de pigmentos, los rasca- Ibídem, p. 55. Estas apre-
dos sobre la tinta seca, etc. A todo ello, pronto se unirán las técnicas de ciaciones, nacidas de las
reserva, con las que consigue el resalte de luces y formas claras sobre fon- fecundas vivencias de sus
anteriores viajes, son muy
dos y elementos oscuros. Los dibujos de este tipo son elaborados en el ais- reveladoras de la visión inte-
lamiento del albergue o del taller y suelen caracterizarse por una reducida rior de Hugo, en consonancia
presencia de la línea de contorno, de la que en bastantes casos llega a pres- con el tipo de imágenes que
cindir totalmente, favoreciendo el desarrollo progresivo de tratamientos comienza a plasmar de 1845
más pictóricos. en adelante.
15 Charles B AUDELAIRE ,
Todo ello guarda una consonancia fundamental con el Hugo artista: a tra-
vés de su propia obra gráfica, Hugo nos muestra las técnicas como campo
de exploración primordial al servicio de las ideas, de las imágenes menta-
les y de la sensibilidad. Haciendo, en consecuencia, aportaciones propias en
distintos planos de la creación artística (a veces llevando elementos propios
de la literatura al dominio del arte o viceversa).
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16 Un buen ejemplo de
dades y sentido esenciales que éstas pueden encerrar. En sus procesos de
ello es su doble obra Les tra- creación –tanto en la parte receptiva como en la expresiva– son muy des-
vailleurs de la mer, única de
Victor Hugo expresada para-
tacables sus técnicas de contraste. Recordemos que en sus escritos sobre la
lelamente por la palabra y el creación literaria y artística, Hugo destaca la importancia del contraste,
dibujo. Las 36 composiciones particularmente en el prefacio de Cromwell (1827), donde habla de la
gráficas que realizó para «armonía de los contrarios» y en William Shakespeare (1864), donde
incluir en su manuscrito, de- habla de la «antítesis universal». Como creador, el mutuo contraste entre
muestran la inteligente ma-
nera en que el artista y el
los elementos expresivos, es una de las maneras características que emplea
escritor se complementan; no para poner en valor las cualidades, las ideas y los significados, tanto los que
apareciendo nunca repetido lo sugiere en la composición gráfica, como los que alude o especifica en la lite-
que describe por el lenguaje raria.
de la palabra y lo que descri-
be por el del dibujo. La novela
se desarrolla en el entorno
Para evocar las cualidades sensitivas del mundo físico y las que atribuye al
natural de las islas del Canal mundo espiritual, Hugo explora la relación entre el efecto técnico y su tra-
de la Mancha, recreando la ducción a sugestiones sensoriales, buscando la idoneidad entre los posibles
vida del «noble pueblo del efectos que va encontrando y sus aspiraciones expresivas.
mar» que vive con dureza de
los recursos del océano. «He acabado por mezclar el lápiz, el carboncillo, la sepia, el carbón, el hollín y todo
1) En el plano del conteni- tipo de mixturas raras que llegan a expresar un poco mejor lo que llevo en los ojos y
do, la antítesis de Les travai- sobre todo en la cabeza. [A continuación, Hugo quitaba importancia a sus dibujos
lleurs de la mer se manifiesta diciendo:] Esto me divierte entre dos estrofas.»16
fundamentalmente a través
de la lucha que el elemento Llevada con profundidad, esta búsqueda origina un proceso de desarrollo de
humano libra frente los ana-
kés de su destino, representa- los recursos interpretativos en función de las ideas a expresar. En Hugo,
dos por las fuerzas adversas como en la mayoría de los artistas románticos, la visión de lo sublime se
de la naturaleza y, en segundo revelará como el mayor activador de sus capacidades interpretativas, pro-
lugar, por las que encarnan la moviendo la formación de un lenguaje propio y la evolución de sus concep-
superstición y los prejuicios tos de pintor.
sociales.
2) En el plano gráfico, la
«antítesis», se manifiesta ge- En la composición gráfica, además de emplear el contraste en su más
neralmente a través del cla- amplio sentido, Hugo desarrolla sus creaciones dentro de un concepto fun-
roscuro (mediante efectos damentalmente claroscurista, cuyo origen se encuentra en los pintores que
oscilantes de luz y sombra) y más admiró, particularmente Rembrandt, Goya y Piranesi.
la composición (creándose en
cada obra un juego de interac-
«La antítesis de Shakespeare, es la antítesis universal, siempre y por todas partes; es
ciones compositivas, basado
la ubicuidad de la antinomia, la vida y la muerte, el frío y el calor, lo justo y lo injus-
en la oposición de masas diná-
to, el angel y el demonio, el cielo y la tierra, […] el alma y la sombra; es en esta oscu-
micas que empujan en senti-
ra querella flagrante, este flujo y reflujo sin fín, este perpetuo sí y no, esta oposición
dos contrarios), tenemos un
irreductible, este inmenso antagonismo en permanencia, donde Rembrandt forma su
ejemplo ilustrativo en el dibu-
claroscuro y Piranesi compone su vértigo.»
jo Les Douvres (fig. 14 c).
3) En el plano literario, «Antes de despojar al arte de esta antítesis, comenzar por despojar de ella a la natu-
vemos también cómo a me- raleza.»17
nudo las ideas, cualidades y
descripciones de la novela
cobran, a través del contraste Las palabras de Hugo son reflejo de cómo sus ideas acerca de la creación
y «la antítesis», todo su senti- se fundamentan y elaboran dentro de un plano filosófico y estético que liga
do. Citamos varios ejemplos: al creador, artista o escritor, con la creación suprema de la naturaleza.
al comienzo de la obra, Hugo Rembrandt, Goya y Piranesi, por un lado, Shakespeare por el otro, encar-
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nan para Hugo el ideal en la pintura y la literatura; cada uno de ellos ha define la isla de Guernesey
alumbrado en su obra una verdad genial y desmedida, hecha de contrastes, con dos cualidades que se
oponen y complementan per-
de dualidades, de luchas antitéticas. Sin suprimir la paradoja ni la fealdad, fectamente: «severa y dulce»;
las han integrado en su obra, con una visión profundamente humana y a por otro lado, varios capítulos
menudo poética. Han sabido formar su propio sentido estético, no ya con de la obra llevan los siguien-
arreglo a la razón relativa y limitada del hombre, sino en consonancia tes títulos: «Existencia agita-
con la razón absoluta de la naturaleza, creación suprema. da y conciencia tranquila».
«Primeros resplandores de
una aurora o de un incendio»;
«Shakespeare es la fertilidad, la fuerza, la exuberancia, [...] ninguna reticencia, ningu- «Los recursos de aquel a
na ligadura, ninguna economía, la prodigalidad insensata y tranquila del creador. [...] quien de todo falta»; «De pro-
Shakespeare es el sembrador de deslumbramientos. A cada palabra, la imagen; a cada fundis ad altum»; «Alegría
palabra, el contraste; a cada palabra, el día y la noche.» 18 envuelta en zozobras».
17 Fragmento de la carta
A través del claroscuro, Hugo imprime en sus obras el aliento vital, miste- que Hugo escribió a Baude-
rioso y sublime (en muchos casos, este hecho es común a sus descripciones laire (29/4/1860) como res-
literarias). A través de la iluminación expresa el recogimiento, el misticis- puesta a los elogios que éste
mo, la potencia, la fragilidad, la magia del mítico pasado medieval, el acababa de hacer, en la pren-
sa, a sus dibujos de paisaje.
drama humano o la energía flamante y arrolladora del océano. Con fre- (V. HUGO, Œuvres complètes,
cuencia se sirve de las sombras para envolver la escena, destacando sobre (MASSIN dir.), Op. cit., vol.
ella, con la máxima luz, un elemento o núcleo principal; a veces, al con- XII, p. 1097 y 1098).
trario, lo esconde en la penumbra para que sea el espectador quien llegue 18 Victor HUGO, William
do en buena parte de los dibujos de Hugo, ya ha sido puesta de relieve en de éste tipo de efectos.
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Las incógnitas relativas a los materiales empleados, no son las únicas que
20 No es casualidad si en el han venido encerrando los dibujos de Victor Hugo en cuanto a su elabora-
prefacio de Cromwell, Hugo ción, existiendo junto a ellas otros aspectos desconocidos importantes, par-
hablaba de «armonía de con- ticularmente los relativos a sus procedimientos técnicos22.
trarios» y tras largos años de
exilio, habla de «antítesis uni-
versal»; el «contraste» y la Observando los dibujos originales, se percibe que en una parte de ellos se
«antítesis» responden a la emplearon técnicas y materiales que resultan atípicos en el dibujo. Apre-
imagen de su propia lucha ciamos, por ejemplo, que las tintas llevan a menudo incorporadas mate-
personal ante la misteriosa rias que les dan una consistencia más espesa, opaca y mate de lo común;
dificultad de la vida.
se trata de unas mezclas o compuestos que, trabajadas de diversas mane-
21 Jean GAUDON, Le Rhin. Le
ras, crean sobre la superficie del papel unas peculiares calidades (a veces
voyage de Victor Hugo en
1840, París, Paris-Musées, semejantes a geografías) formadas por empastes desgastados, rayados,
1985, p. 109. René JOURNET et craquelados y minúsculos cuarterones de tinta, que pueden quedar más
Guy ROBERT, Victor Hugo. agrupados o dispersos. Comprobamos entonces que ese tipo de composi-
Trois albums. BN naf 13.351, ciones –numerosas en la producción de Victor Hugo– presenta una factu-
13.355, 24.807, París, Les ra pictórica cuyas características desbordan ampliamente la imagen que
Belles Lettres, 1963, p. 7. Henri
CAZAUMAJOU, [página introduc- tenemos formada del dibujo en el siglo XIX23.
toria] en Sophie GROSSIORD et
al., Maison de Victor Hugo. Para poder resolver las incógnitas relativas a los materiales y procedimien-
Dessins de Victor Hugo, París, tos técnicos empleados por Hugo, ha sido necesario encontrar sistemas de
Paris-Musées, 1985, p. 1. estudio alternativos a los tradicionales (exámen directo sobre la obra origi-
22 Las dificultades mencio-
nal, empleo de la lente de aumento, investigación bibliográfica en torno al
nadas han propiciado que en
las fichas técnicas de las cata- tema, etc.) que fuesen complementarios a ellos e idóneos a este fin. El pri-
logaciones hasta ahora publi- mero y principal al que hemos recurrido en la investigación ha sido la expe-
cadas sobre la obra gráfica rimentación técnica, a la cual se han unido el valioso apoyo de la fotografía
hugoliana, estos procedi- de gran aumento (fig. 5 y 7) y el de las técnicas de laboratorio. El estudio
mientos no aparezcan identifi-
cados o que con frecuencia
llevado a cabo según esta nueva metodología de pintor investigador (en el
hayan sido confundidos con que la vía científica se completa con la empírica) nos ha permitido llegar
otros distintos cuyo resultado más allá respecto a los realizados hasta el momento sobre la obra gráfica
puede asemejarse a ellos. de Victor Hugo24.
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En la fig. 5 vemos un claro ejemplo del empleo que Hugo hace de la másca-
ra incolora; se trata del árbol blanco que aparece junto al margen derecho
del dibujo El alegre castillo (fig. 6). Todas las formas claras sobre fondo
oscuro que aparecen en la composición se obtuvieron con la modalidad deno-
minada máscara (o reserva) incolora con superposición de pigmento seco
(polvo de grafito en este caso)26. El efecto conseguido propicia en el espec-
tador una impresión irreal o fantasmal, una sensación de ingravidez y pure-
za que podemos asociar a la idea de que el castillo, que recibe del cenit un
chorro de energética luz, pertenece a una especie de mundo ideal y radiante.
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28 La característica más
8. Victor Hugo. Los dos castillos, 1850. Tinta parda, pluma y pincel, máscara soluble
negra, pigmento seco (gris y marrón), barra litográfica negra y rascador (34 X 49 cm).
Maison de Victor Hugo (MVH 16) París.
se han ido. Contribuye a dar esta sensación, el hecho de que el castillo del
fondo no tiene puertas ni camino de acceso, sólo parece tener una especie
de ventana de vigía situada en la torre.
En una serie de casos, los dos tipos de reserva que acabamos de ver, la más-
cara negra y la máscara incolora con superposición de pigmentos, son esco-
gidos por Hugo con intención de evocar la idea de la inmaterialidad, de lo
sobrenatural, o de la desaparición que sucede al abandono de los vestigios
arquitectónicos del pasado. Conjugando estas cualidades de la esfera invisi-
ble con las del mundo físico, nos ha dejado obras cuyo contenido represen-
ta el contraste entre dualidades esenciales: Los dos castillos (fig. 7), parecen
expresar la dualidad entre lo tangible y lo intangible o entre lo físico y lo
metafísico, al igual que Ciudad a orillas de un lago (hacia 1850, MVH 35)
parece simbolizar la dualidad entre el pasado y el presente o entre el pre-
sente y el futuro. En ambos casos aparece como trasfondo la transitoriedad
de la vida, el devenir de las cosas y, en suma, la transformación.
Las fig. 11, 12 y 13 (El burgo de la cruz y dos fragmentos) nos muestran
–sobre las materias pétreas del conjunto arquitectónico y del gran crucifi-
jo que preside la escena–, la llamada máscara leprosa con su característi-
co efecto de textura blanquinegra. Uno de los resultados técnicos y
expresivos más personales que Hugo introduce en sus dibujos es este efec-
to de lepra, que aparece con frecuencia entre los años 1850 y 185528.
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9. Muestras técnicas (V.T.) Dicho efecto de lepra, suele ser, al mismo tiempo, expresión de fortaleza y
que reconstruyen las modali-
dades 1, 2 y 3 de máscara de fragilidad: a menudo parece representar la fortaleza de las materias más
soluble utilizadas por Hugo. sólidas sometidas a la acción erosiva del paso del tiempo y los fenómenos
atmosféricos; la piedra en los sillares de los burgos (fig. 11), la roca en su
estado natural (La ermita, 1855, MVH 42), la resistencia que demuestran
ciertas maderas expuestas permanentemente a la intemperie (El mirador,
1854-55, ML 34770), etc. Una parte de esas creaciones que incorporan
efectos de lepra, son imágenes metafóricas que sugieren la idea del destino
poniendo a prueba la fortaleza del hombre y la permanencia de sus obras.
En diversas obras realizadas durante el exilio, particularmente en la etapa
Jersiana, es muy clara la identificación del propio Hugo, tal como se veía a
sí mismo en su ardua tarea por construir, frente a la aparente tendencia
destructiva del destino.
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Las fig. 9 y 10 recogen la imagen de las seis muestras técnicas en las que 10. Muestras técnicas (V.T.)
que reconstruyen las modali-
hemos reconstruido, mediante experimentación técnica, el proceso de ela- dades 4, 5 y 6 de máscara
boración correspondiente a cada una de las seis modalidades encontradas: soluble empleadas por Hugo.
la modalidad 1 (fig. 9, izquierda) corresponde a la reserva (o máscara)
incolora con superposición de pigmentos secos; la modalidad 2 (fig. 9, cen-
tro) corresponde a la reserva negra con superposición de pigmentos secos;
y la modalidad 3 (fig. 9, derecha) corresponde a la reserva incolora con
superposición de tinta indeleble (o reserva leprosa de dos componentes), la
modalidad 4 (fig. 10, izquierda) corresponde a la reserva negra con super-
posición de tinta indeleble (al igual que la nº 3 y la nº 5 produce el efec-
to de lepra mediante dos componentes); la modalidad 5 (fig. 10, centro)
corresponde a la reserva bruna con superposición de tinta indeleble; y la
modalidad 6 (fig. 10, derecha) corresponde a la reserva leprosa con super-
posición de pigmentos secos (o reserva soluble de tres componentes).
Es curioso comprobar que cuando emplea sus máscaras solubles, Hugo tra-
baja de manera indisociable la interacción compositiva entre claros y oscu-
ros y la interacción técnica entre los agentes soluble e indeleble. Esto ocurre
particularmente cuando emplea la reserva negra y la reserva leprosa, ya
que, tal como él las emplea, permiten ser utilizadas opcionalmente como
agente colorante –por su oscuro intenso– o como agente de reserva (según
sean o no eliminadas, o según en qué grado las elimine). Las modalidades
2, 4 y 6 son técnicas de negativo: en la primera fase de elaboración, las for-
mas son oscuras sobre el fondo blanco del papel; tras superponer los mate-
riales oscuros indelebles y disolver las reservas, las formas pasan a ser
claras sobre fondo oscuro (fig. 8).
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29 Sophie GROSSIORD; et
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Entre los útiles, se ha empleado el lápiz grafito, la pluma, el pincel, así como
un instrumento punzante (aguja o similar) y un instrumento rascador. Entre
las sustancias y pigmentos colorantes, se ha empleado tinta parda, tinta dora-
da, máscara soluble incolora, pigmentos secos negros, máscara soluble negra,
tinta negra indeleble (probablemente china), compuesto negro indeleble36 y
guache blanco.
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12. El burgo de la cruz (detalle de las cuatro torres prin- 13. El burgo de la cruz (detalles del crucifijo y el puente
cipales). hundido)
• Tras aplicar, por zonas, las máscaras solubles y superponerles los negros
indelebles, la mayor parte del dibujo quedó sumida en la oscuridad.
• Posteriormente se procedió a disolver las máscaras mediante lavado,
saliendo entonces a la luz los blancos del papel que destacan las formas
claras de la piedra sobre sus respectivos fondos oscuros (negro intenso
destacando el crucifijo y negro grisáceo destacando el burgo y el puen-
te). El lavado disolvió parcialmente las máscaras, produciendo el efecto
de lepra sobre el crucifijo y el burgo, y el efecto de masas negras semidi-
sueltas en parte del puente (fig. 12 y 13).
• Las manchas y las especie de costras negras que se ven diseminadas
sobre las formas en piedra –el burgo, el crucifijo y parte del puente– son
los restos de la máscara leprosa, que no fue del todo eliminada, justa-
mente con la intención de sugerir en el dibujo las calidades de la mate-
ria pétrea degradada por el paso del tiempo.
• Bajo el efecto de lepra respiran las aguadas pardas subyacentes que
explican de manera imprecisa aquellas formas, volúmenes y ornamentos
arquitectónicos que no fueron dibujados previamente a la pluma.
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• Las formas que aparecen concretas por haberse delimitado sus contor- 38 En la manera de dibujar
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40 Alois SENEFELDER,
• A la derecha del burgo, aparecen en contraluz cinco torres totalmente
L’art de la lithographie, Pa- negras pintadas a la aguada.Tras ellas, sobre los grises oscuros del cielo,
rís, Chez Treuttel et Würtz,
1819.
una luz sutil proveniente del fondo, proyecta hacia adelante significativos
visos de esperanza.
• Sobre la figura del Cristo se distingue (hoy con cierta dificultad) una
tinta dorada.
• Con guache blanco se creó el efecto de brillo en el agua y se incorpora-
ron retoques en áreas reducidas.
De la tradición a la innovación
El origen de éstas técnicas en que se superponen materiales indelebles
sobre máscaras solubles con posterior lavado, se encuentra en el procedi-
miento de la reserva soluble litográfica, que Hugo conoció sin duda a tra-
vés de sus amigos artistas. El procedimiento de la reserva soluble de
Senefelder, muy utilizado en la época por artistas y especialmente por gra-
badores, estaba concebido para su aplicación sobre la piedra litográfica,
consistiendo en un procedimiento mecánico destinado a la reproducción de
imágenes40. El gran mérito de Hugo en el campo del arte y de las técnicas
artísticas, fue el de investigar y diversificar ampliamente el uso de la más-
cara soluble con fines expresivos y sobre soporte de papel, (asumiendo la
complejidad y el riesgo que representa el pretender disolver, sólo en el
grado deseado, este tipo de máscaras), logrando un apreciable número de
obras personales de notable calidad, que merecen ser tenidas en cuenta en
el contexto de las búsquedas técnicas y expresivas de los pintores román-
ticos.
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En este nuevo tipo de dibujo, los blancos del papel se conjugan con los oscu-
ros, encarnando un juego más activo y dialéctico entre luz y sombra. Las
composiciones realizadas en los años del replegamiento interior (1845-55)
con su quietud armoniosa o lúgubre, dejan paso a composiciones sintéticas y
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de relieve un paralelismo
entre Hugo y Goya. El solita-
rio genio de la Quinta del
Sordo, tan admirado de
Hugo, pinta formas feroces
magníficas, reales en lo que
simbolizan. Saturno devoran-
do a su hijo no plasma una
realidad inmediata, sino que
se hace metáfora de la verdad
profunda de un estado de
cosas, de un momento des-
afortunadamente histórico,
vivido por el pintor aragonés.
45 En el sentido que expli-
A lo largo del exilio, el tema sublime del que Hugo ha ido impregnándose
particularmente es el tema del océano, que inspira la creación de un con-
junto de obras personales de notable calidad, entre las que destacan sus
dibujos para Les travailleurs de la mer46, realizados entre 1864 y 1866
(fig. 14 c). La capacidad de comunicar, la originalidad y la energía que
manifiesta su dibujo interpretativo en 1866, demuestran que a los 64 años,
Hugo está en la plenitud de sus facultades creadoras.
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47 Se trata de grabados
15 c. Victor Hugo. Manchas velámen, hacia 1856. Tinta parda y carboncillo (13 X 14
cm). Biblioteca Nacional de Francia (naf 13351, f. 20). París.
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16 a. Victor Hugo. Cerca de Courtray, 1864. Lápiz grafito 16 b. Victor Hugo. La casa de la rueda, hacia 1865. Tinta
(26X 19,5 cm). Biblioteca Nacional de Francia (naf 13345, parda, caña o similar y pincel (26,3 X 17,3 cm). Maison
f. 17). París. de Victor Hugo (MVH 10) París.
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de ahora, que funcionan al mismo tiempo como elementos ornamentales en 49 Entendemos que en este
la composición, como referencia figurativa para interpretar el sentido del tipo de investigaciones con
manchas, Hugo se sentía to-
dibujo (significando elementos de un paisaje o formas arquitectónicas reco- talmente libre de condicio-
nocibles: almenas, ventanas, etc.) y como referencia a la escala de dimen- nantes externos, disfrutando
siones que se sugiere en el paisaje (fig. 15 a y 15 b). En una serie de casos, de los aspectos estéticos y de
Hugo no incorpora a sus manchas ninguna de estas referencias a la pluma, su misteriosa influencia sobre
dando lugar a las composiciones que más se inclinan hacia lo que hoy en la imaginación analógica y la
sensibilidad. Existen otras
día denominamos informalismo y abstracción (fig. 15 c)49. obras suyas de carácter infor-
malista, que se dan en épocas
La característica ductilidad que manifiestan las formas y composiciones del anteriores y posteriores a
periodo 1856-66, se pone particularmente de relieve al comparar los dibu- ésta.
jos de estos años con las grandes composiciones de 1850 y con los dibujos 50 Victor HUGO, Solitudi-
de Jersey. Durante los años 1850-55 se observa en el dibujo hugoliano una nes coeli (1855). Recogido
especie de esquema compositivo a base de líneas y masas de predominio en: Judit PETIT, Roger PIE-
RROT, Marie-Laure PRÉVOST,
vertical y horizontal (fig. 7 y 11), aunque se incluya —de manera subordi- Soleil d’encre. Manuscrits et
nada— el sentido diagonal. Hacia finales del periodo de Jersey, comienza a dessins de Victor Hugo, Pa-
perderse este predominio, según vemos en dibujos como La ermita (MVH rís, Bibliothèque Nationale-
42) o El Mirador (ML 34770), en los que la diagonal se introduce con Paris Musées, 1985, p. 40.
fuerza en la composición aportando una marcada expresión de movimiento
y energía (al igual que ocurrió, excepcionalmente en el periodo 1834/44,
con el castillo denominado El ratón, MVH 433). Ese anterior esquema
compositivo hugoliano, cuyo efecto visual era más sereno y estático (res-
pondiendo también a la disposición interior del poeta en esos años), experi-
menta un cambio muy notable en Guernesey a partir de 1856;
observándose ahora una tendencia constante a neutralizar la excesiva rec-
titud y verticalidad de las líneas compositivas, desviando una parte de ellas
(situadas generalmente en la parte inferior del dibujo) hacia la diagonal,
por medio de gestos arqueados que resuelven la posible rigidez compositi-
va (fig. 15 a, 15 b y fig. 1). La importancia del arco, e incluso su protago-
nismo en la composición, es fundamental en esta nueva etapa. La vemos
como una especie de asimilación de las formas del océano, que Hugo inte-
rioriza durante los largos años del exilio, y las del fuego, cuya imagen apa-
rece, cargada de significados simbólicos, en los poemas del exilio («Nada
existe sino él, el llamear profundo»50). Los dibujos de Hugo se hacen, de esa
manera, metáfora de estos dos símbolos de la ductilidad, el movimiento con-
tinuo y la transformación —el agua y el fuego—, a través de los elementos
formales comunes a ambos: la curva y el arco, que Hugo introduce a menu-
do en sus composiciones, aportándoles el sentido rítmico unitario. Las for-
mas han ganado la sabiduría de la ductilidad, ahora son capaces de
concertar, en pleno movimiento, sus inestables formas, como adaptándose a
su imprevisible destino, como asumiendo y formando parte de la constante
transformación de la vida y de las cosas.
Mirades, miratges
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51 El hecho de escoger
A partir del año 1861, el poeta reanuda sus viajes anuales ininterrumpida-
como tema la arquitectura mente hasta 1869, dibujando de nuevo del natural. La duración de estos
pintoresca, tiene para Hugo
unas implicaciones éticas y
viajes anuales oscila, en esta segunda etapa de viajes, entre siete u ocho
sociales, ya que dibujándolas semanas (viaje de 1863 por Luxemburgo, valle del Rin y Bélgica) hasta
y difundiéndolas entre sus cinco meses (viaje de 1861 a Bélgica y Holanda).
amigos y a través del graba-
do, trabaja en favor de su En el dibujo documento tendrán una particular influencia los apreciados
revalorización y de su salva-
guarda frente a los criterios
grabados de paisaje y arquitectura pintorescos, que el poeta viene recibien-
del poder, que no les otorgan do asiduamente de sus amigos artistas parisinos, desde el año 1855, y que
la necesaria protección ni favorecen la reintroducción de referencias formales propias del arte y del
demuestran demasiado apre- gusto estético de su época. A partir de 1861, estas influencias externas
cio por ellas. De esta forma, empiezan a manifestarse de manera bastante marcada, tanto en la elección
Hugo daba a su dibujo una
cierta dimensión de denuncia,
de los temas como en la forma de representarlos. Con ella se reintroduce
que es continuación de la pos- en su dibujo el pintoresquismo51.
tura que ya demostraba en
sus escritos y dibujos antes 4) En cuanto al cuarto grupo de composiciones, correspondiente al dibujo
del exilio. a la pluma con aguadas, realizado mayoritariamente a partir de sus dibu-
52 P. GEORGEL, Dessins de
jos de viaje (fig.16 b):
Victor Hugo, 1971, Op. cit.,
p. 185-186. A partir de
1863, las agendas de Hugo El considerable incremento de los dibujos que Hugo envía por año nuevo al
consignan el envío, no ya de continente a partir de 1861-62 (denominados por él «tarjetas de visita»),
un sobre con dibujos [cartes- está en relación a la nueva productividad que se observa en su dibujo docu-
visite], como iba siendo habi- mento durante la segunda etapa de viajes. A partir de ahora, este tipo de
tual en años anteriores, sino composiciones concebidas para obsequiar a sus amigos y allegados en el
de una «caja» de dibujos, que
sale de Guernesey, vía París, continente, se nutrirán con la vendimia de dibujos del natural que Hugo trae
cada año nuevo. (P. GEORGEL, a Guernesey tras cada verano.52
«Histoire d’un peintre...», Op.
cit., p. 45. Entre las reelaboraciones del natural y el dibujo interpretativo también se
dan formas intermedias, como comentámos inicialmente. Entre ellas desta-
can por su calidad: Vista de una ciudad alemana (LV 12188), El faro de
Casquets (MVH 185), El faro de Eddystone (MVH 181) y Velero en la
tempestad (BN 24745, f. 111). Estas cuatro composiciones son dibujos a
la pluma con sombras a la aguada, cuyo referente no está tan lejos de la
«cosa vista» como en las aguadas de carácter interpretativo; sin embargo,
la fuerza expresiva del trazo y la sombra las inscriben, a nuestra manera de
ver, en la manera interpretativa, particularmente por la intervención de la
imaginación, cuyo trabajo parece conjugarse con formas tomadas del natu-
ral u otros referentes vistos, apareciendo dibujadas por sus contornos, tal y
como ocurre en los dibujos del natural y en las reelaboraciones.
Conclusiones
La atracción por el tema de la ruina como símbolo del paso del tiempo, y
de los fenómenos naturales como símbolo de la potencia de la naturaleza,
corresponde a la más pura sensibilidad romántica, de quien Hugo es prin-
cipal representante dentro de la literatura francesa. Resulta sorprendente y
MATERIA 3
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admirable comprobar que, más allá del lenguaje primordial de la literatu- 53 Charles B AUDELAIRE
ra, el singular creador buscase y encontrase, en este otro lenguaje, el arte, (1855). Párrafo recogido en:
Pierre GEORGEL; Jean-Jac-
que también hizo suyo, procedimientos técnicos sumamente personales con ques LEBEL; Marie-Laure
los que evoca la paradójica sensación que nos produce el contemplar los PRÉVOST; et al.: VICTOR Hugo
efectos aniquiladores del paso del tiempo sobre las materias más sólidas, o peintre, Milán, Mazzota,
al contrario, la sensación refrescante y renovadora que nos produce el movi- 1993, p. 99.
miento del océano, sus cualidades de transparencia, sus formas enérgicas,
ritmadas y en constante transformación. Con todo ello demuestra que, al
igual que otros artistas románticos (Turner, Constable, etc.), la visión de lo
sublime también actuó en Hugo como desencadenante de la búsqueda téc-
nico-expresiva que le permitiera expresar eficazmente, tal como las sentía,
esas cualidades atribuídas fundamentales que pasan de la visión concebida
a la obra realizada.
La obra gráfica hugoliana que guarda, como hemos visto, un común deno-
minador con las búsquedas de los artistas románticos, presenta entre otras
singularidades, el hecho de haberse desarrollado al margen de los condicio-
nantes que representó para los artistas de la época el criterio impuesto por
los entendidos del arte oficial. Liberado de los condicionantes que represen-
taba, para los artistas de su época, este criterio convencional establecido,
Hugo fue guiado por su genio creador, traspasando límites que en su tiempo
eran inamovibles y explorando ámbitos que estaban reservados a los artis-
tas del futuro. Su obra de pintor –magnífica rara avis en la creación artís-
tica del XIX– demuestra que supo encontrar, dentro del arte, un camino de
verdad y libertad, un camino de introspección que crecía hacia adentro, al
margen de los preceptos de escuela, de las modas y del arte oficial.
«Este es el momento de recordar que los grandes maestros, poetas o pintores, Hugo o
Delacroix, van siempre adelantados en varios años sobre sus tímidos admiradores. El
público es, respecto al genio, un reloj que atrasa.»53
Mirades, miratges
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RESUM
L’anàlisi acurat de 100 dibuixos originals de Victor Hugo ens ha permès desvetllar una sèrie de pro-
cediments tècnics que restaven fins ara desconeguts en la seva obra i que apareixen com a atípics en
el dibuix i la pintura del segle XIX. Es tracta majoritàriament de tècniques de reserva basades en la
superposició de materials indelebles sobre materials solubles (màscares) que, un cop rentats, pro-
dueixen resultats tècnics molt personals, a través dels quals Victor Hugo plasma les visions del seu
singular univers interior. La qualitat i la modernitat dels resultats que Hugo obté amb els seus pro-
cediments tècnics (conjugant processos metòdics amb factors accidentals), revela una vessant des-
tacable, i fins ara inèdita, del seu geni creador, dins del terreny de les tècniques del dibuix i de la
pintura. Significa, a més, una aportació dins el panorama de les recerques expressives i tècniques dels
pintors romàntics.
Un factor clau en el seu procés evolutiu va ser l’intercanvi establert entre Hugo i els seus amics pin-
tors-gravadors, a través dels quals es va portar a terme la transmissió de coneixements necessaris
per al seu desenvolupament com artista. En referència a les recerques realitzades fins ara en el camp
de la detecció de materials i de tècniques en obres d’art, l’estudi realitzat aporta un nou mètode que
conjuga diversos sistemes d’estudi complementaris.
Paraules claus: Creación artística, Victor Hugo, máscaras solubles, máscaras reservadoras, dibujo.
ABSTRACT
The in-depth study of 100 original drawings by Victor Hugo allowed us to reveal a set of techniques
and procedures heretofore unidentified and that appear atypical within drawing and painting techni-
ques of the nineteenth century.
These studies consist, in most cases, in reserving techniques based on the superposition of indelible
materials on soluble materials (masks) which, after a washing process, present highly specific results.
Victor Hugo uses these particular results to give form to the visions of his inner universe.The quality
and modernity of the results the artist achieves with these techniques (combining intentional method
and random) reveal a remarkable aspect of Hugo’s creative genius in the field of visual art which has
only recently come to light. At the same time, these drawing and painting techniques represent a sin-
gular contribution to technical and expressive research in the context of the Romantic artists.
A key point in Hugo’s development as a visual artist was the exchange that took place between him
and his artists friends, painters and engravers who transmitted to him the knowledge by means of
which he later developed his artistic work. With respect to the previous research done on works of
art to detect different materials and techniques, our contribution presents a new method that com-
bines different systems of study.
Key words: artistic creation, Victor Hugo, soluble mask, reservation’s mask, drawing.
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